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TESINA QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA P R E S E N T A : SERGIO HONORATO ENRIQUEZ ASESOR: PROFESOR MARTIN ANTONIO MEDINA ARTEAGA MEXICO, D.F 2006 SECRETARIA DE EDUCACIÓN PUBLICA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD UPN 097 D.F. SUR

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TESINA

QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA

P R E S E N T A :

SERGIO HONORATO ENRIQUEZ

ASESOR: PROFESOR MARTIN ANTONIO MEDINA ARTEAGA MEXICO, D.F 2006

SECRETARIA DE EDUCACIÓN PUBLICA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD UPN 097 D.F. SUR

CONTENIDO Página

1. INTRODUCCIÓN…….……………………………………………………...3 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 2.1. JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA……….……………………………4 2.2. PROPÓSITO………………………………….…………………………..6 3. LA LECTURA Y SUS PRINCIPALES ASPECTOS 3.1. ASPECTOS LINGUISTICOS DE LA LECTURA……………………...7 3.2. ASPECTOS PSICOLINGUISTICOS DE LA LECTURA….…………13 3.3. ASPECTOS SOCIOCULTURALES DE LA LECTURA………….….22 3.4. ASPECTOS PEDAGÓGICOS DE LA LECTURA…………………...35 4. COMO SE ABORDA LA LECTURA EN LA ESCUELA PRIMARIA: “UNA VIVENCIA PERSONAL DESDE MI EXPERIENCIA DOCENTE”………………………………………………......................…..42 5. ESTRATEGIAS DE LECTURA………………………………………….51 6. MOTIVACIÓN……………………………………………………….……..60 7. ESTRATEGIAS DE ANIMACIÓN A LA LECTURA…………..……....67 8. CONCLUSIÓN……………………………………………………….…….80 9. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………….…...….82

1. INTRODUCCIÓN. En estos tiempos, donde lo que se escribe en cualquier parte del mundo, se da a

conocer inmediatamente, dadas las nuevas tecnologías, la información escrita es

abundante y genera mensajes cada vez más dinámicos y en constante actualización.

Saber comprender e interactuar con el lenguaje escrito supone una buena

comprensión lectora la cual presenta ciertas características que la hacen ser una de

las habilidades indispensables para el desarrollo educativo de todo ser humano.

Comprender un texto pone en juego aspectos lingüísticos, psicológicos, culturales y

pedagógicos que el niño, joven o adulto adquiere al interactuar con el mundo que le

rodea en un ambiente escolar y extraescolar, en el cual se desarrolla.

La forma en que los procesos lingüísticos, psicológicos y pedagógicos se den en los

niños en edad escolar son trascendentales para alcanzar una comprensión lectora

adecuada y eficaz que seguramente les acelerará sus procesos de aprendizaje en

todas las áreas del conocimiento.

Este trabajo abarcará algunos aspectos, sugerencias y actividades básicas para

apoyar y potencializar la comprensión lectora en los niños de educación primaria.

Es cierto que los procesos para una buena comprensión de texto comienzan desde

los primeros años de vida pero es una realidad que es en la educación primaria

donde estos procesos deben tener cierta dirección, que de ser correcta, producirán

conexiones neuronales adecuadas para producir aprendizajes significativos que les

faciliten la asimilación, interacción y recuperación del lenguaje escrito.

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2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. 2.1.- JUSTIFICACIÓN Actualmente se habla de la falta de comprensión en la lectura de un texto por parte

de niños, Jóvenes y adultos pero poco se habla de cómo trabajar este Problema, las

autoridades educativas mandan libros a las escuelas y en la mayoría de ellas se

lleva a cabo un proyecto sobre lectura.

Pero la realidad es que estamos trabajando el tema de la lectura de manera

superficial, existiendo poca trascendencia o cambio alguno en el proceso que

implica comprender un texto.

Debemos reflexionar sobre la importancia que esta actividad tienen para acelerar el

proceso enseñanza – aprendizaje y comprender los elementos que ella implica.

Creo que el problema de que exista tal deficiencia en la comprensión de textos se

debe en gran parte a la inconsciencia de nuestro trabajo como docentes ya que

trabajamos sin tener en cuenta objetivos precisos, de formación académica, sin tener

en cuenta el formar seres critico- reflexivos, seres autónomos, pensantes, que en un

momento determinado puedan comprender y transformar su entorno.

La forma en que evaluamos la asignatura de español es de manera tradicionalista

con un examen, el cual rara vez nos arroja resultados auténticos, reales y

funcionales los cuales sirvan al alumno para acelerar su proceso de aprendizaje, y

apropiarse de habilidades que le permitan adueñarse de contenidos, mejorar

actitudes, aptitudes, hábitos y cambiar conductas y en general, cultivar sus

competencias.

El problema de la carencia de comprensión de la lectura tal parece que lo hemos

venido arrastrando durante toda nuestra historia y realmente hemos avanzado muy

poco, anteriormente se hablaba que existía mucho analfabetismo en nuestro país

,actualmente se dice que el analfabetismo ha disminuido notablemente pero al

mismo tiempo está haciendo su aparición un nuevo fenómeno el alfabetismo

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funcional el cual abarca varios sectores de la población, por lo tanto seguimos siendo

un país de analfabetas los cuales solo tenemos la fonología de nuestro sistema de

escritura pero no su comprensión.

El problema definitivamente no lo vamos a solucionar en este momento, ya que es

todo un proceso. Si bien el problema abarca a toda la sociedad, los docentes

tenemos el compromiso de cambiar paulatinamente esta situación.

Si enfocamos el problema de la lectura como un problema histórico cultural tenemos

una visión más general de lo que nos sucede ya que es un problema que existe y

hemos tenido por siempre, actualmente no lo vamos a solucionar si no realizamos

actividades que trasciendan a las futuras generaciones.

El hábito de la lectura debe promoverse involucrando a toda la sociedad, a los

aparatos gubernamentales, medios de comunicación, autoridades educativas,

formadores de docentes, planes y programas de estudio, intelectuales, etc. De tal

forma que cambiemos la situación actual.

Los docentes comenzaríamos por comprender de fondo el proceso de la

comprensión lectora, aunque aquí nos enfrentamos a cuestiones de tipo laboral y a

cuestiones personales como son:

a) Docentes que trabajamos doble turno

b) Docentes con poco interés por la educación

c) Carencia de tiempo para tomar cursos de actualización que verdaderamente

modifiquen las conductas y formas para dirigir el proceso enseñanza – aprendizaje

d) Poco tiempo para compartir con la familia.

e) Cursos al vapor por parte del sistema

No se pretende justificar con esto el problema, más bien es analizar un poco las

condiciones o las limitantes que actualmente se nos presentan

Si tenemos claro en las escuelas que tipo de alumnos queremos formar y nos

esforzamos por conseguirlo, sin importar si respetamos o no las cuestiones

5

curriculares, si encontramos la forma de hacerlo utilizando las herramientas

disponibles u otras, entonces estaremos trabajando con compromiso teniendo en

mente objetivos claros y precisos a corto, mediano y largo plazo.

2.2 PROPÓSITO Este trabajo pretende abarcar elementos básicos para comprender y reflexionar

sobre la importancia que representa la comprensión lectora tocando aspectos

personales, técnico pedagógicos , socioculturales , mencionando algunas

estrategias y modalidades de lectura, así mismo actividades que despierten el

interés y la motivación lectora de forma sencilla, amena y agradable para el alumno y

también para el docente.

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3. LA LECTURA Y SUS PRINCIPALES ASPECTOS. 3.1. ASPECTOS LINGUISTICOS DE LA LECTURA (LA ESCRITURA)

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA ESCRITURA.

El origen de la escritura y su evolución distan mucho de ser interpretado de forma

unánime por los expertos según Gelb 1987, uno de los más conocidos historiadores

de la escritura del origen de ésta como sistema secundario que representa a cada

una de las lenguas, está en lo que se llama Semasiografía,e incluso antes de ésta en

las pinturas.

La Semasiografía (del griego semasia “sentido” y graphc “escritura”) indica que la

forma gráfica expresa un significado sin que intervenga forma lingüística ninguna: se

trata de un sistema de comunicación por medio de símbolos. Gelb (1987)

Al descubrir que las palabras pueden ser expresadas por símbolos escritos se

estableció un nuevo y superior código de comunicación entre los hombres , a partir

de ello se fija un orden riguroso de los signos de acuerdo con las palabras habladas.

.Un sistema en que cada signo pueda expresar una palabra llevaría a crear un

cuerpo completo de signos léxicos obteniendo así un código léxico o logográfico

ahora bien la tesis de Gelb (1987) y de otros autores sostienen la imposibilidad de

que haya existido nunca un sistema logográfico puro en el que cada palabra fuera

representada por un signo en una relación biunívoca: más bien se tiende a pensar

que siempre existirán signos añadidos que matizarían aspectos de esa palabra que

podrían ser en general, de carácter fonético, en este mismo sentido Malmberg,

(1974) sostiene que la mayoría de las lenguas necesitan expresar elementos

puramente gramaticales como desinencias, prefijos, conjunciones, pronombres etc.,

que no son fáciles de representar por medio de símbolos ideográficos y además con

un sistema así no existe modo de representar otros tipos de palabras. como pueden

ser por ejemplo, los nombres propios, precisamente la necesidad de una

presentación para estos fue lo que llevó al proceso de fonetización en la escritura

(Gelb 1987) y con ello lo que generó la necesidad de descubrir el principio de la

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fonetización, siendo el avance mas importante sin duda en la historia de la escritura

este paso se dio mediante la aplicación del llamado principio rebus.

El principio rebus o jeroglífico consiste en el uso de signos logográficos que

representan a ciertas palabras o morfemas para reproducir a otras palabras o

morfemas que se pronuncian de igual o parecida manera, Mosterín lo ilustra con el

siguiente ejemplo : supongamos que disponemos de ciertos pictogramas para

representar el sol, la mano, un nido, un ave, un ojo pero carecemos de signos para

escribir palabras castellanas tales como manojo o soldado: aplicando el principio

rebus podemos escribirlas puesto que manojo se pronuncia aproximadamente como

mano + ojo, podemos escribir manojo dibujando una mano y un ojo puesto que

soldado se pronuncia como sol + dado podemos escribir soldado dibujando un sol y

un dado (Mosterín 1993).

De este modo los pictogramas o logogramas se transforman en fonogramas es decir

los signos pasan a representar sonidos y no cosas o conceptos directamente.

Con la fonetización en principio parcial y posteriormente total y sistemática se

desarrollan los sistemas de escritura en contraste con lo que podemos considerar

ensayos previos o semasiografía, que no pueden ser conceptuados más que como

preescritura.

Gelb sostiene que las escrituras fueron evolucionando desde sistemas logosilábicos

hasta llegar a los sistemas alfabéticos pasando por los silábicos: y por otro lado en lo

que se refiere a la perspectiva histórica piensa que este desarrollo, en nuestra cultura

escrita, tuvo lugar desde la escritura egipcia (sistema logosilábico), a través de la

semítico-occidental (escritura puramente silábica) , hasta llegar a la escritura griega,

claramente alfabética y culminación de esta evolución, ya que es preciso poner de

manifiesto que el sistema alfabético no ha sido superado y ,aunque existen distintos

tipos de alfabetos, todos ellos se rigen por el mismo principio (Gelb 1987).

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LA ESCRITURA ALFABETICA El ser humano utiliza diferentes códigos para comunicarse: unos son los que

podríamos llamar “códigos independientes”, como es el caso del lenguaje oral, de los

números, de las señales de comunicación, etc. Otros por el contrario son códigos

“dependientes”, como, por ejemplo el código telegráfico, el código dactilológico de los

sordos, y desde luego un buen número de escrituras, aquéllas que representan a

lenguas, evidentemente existen escrituras o para ser más exactos, preescrituras que

no dependen de una lengua y son, por lo tanto sistemas independientes: sería el

caso de los sistemas pictográficos o ideográficos. (Mosterin, 1993: gelb, 1987)

El sistema alfabético es un sistema o código dependiente, ya que representa a una

determinada lengua, así el español es un código independiente, mientras que la

escritura del español es un código dependiente, esta relación nos lleva a plantearnos

como y en que sentido la lengua escrita representa la lengua oral en el sistema

alfabético. Lo que queremos subrayar es que las distintas escrituras representan a

las lenguas de maneras muy diferentes puesto que unas veces los signos escritos

hacen referencia a palabras o morfemas, otras a sílabas, y otras a fonemas.

Los grafemas son las unidades mínimas gráficas de cada escritura que representan

a las también unidades lingüísticas mínimas que esa escritura refleja si la escritura

es morfémica, los grafemas representarán morfemas, si se trata de sistemas

silábicos estaremos hablando de silabarios y en el caso de alfabetos lo representado

por los signos serán fonemas. (Gelb 1987)

La escritura alfabética es un código de comunicación dependiente, puesto que

representa a la correspondiente lengua pero es preciso añadir de entrada que esa

representación es fonémica y ortográfica al mismo tiempo, por un lado ,decir que la

escritura alfabética representa a la lengua al nivel fonémico significa que los signos

gráficos que llamamos grafemas representan a los fonemas de la lengua lo cual no

parece nada especial, sin embargo si nos detenemos sobre ello veremos que el

asunto encierra matices muy relevantes y con importantes repercusiones en la propia

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enseñanza de la lectura, dada la existencia de dialectos del castellano , por otro lado,

decir que es una representación ortográfica supone admitir que existe información en

las palabras escritas que sobrepasa al principio fonémico, ya que existen

irregularidades en este por la característica enunciada del propio alfabeto griego, e

igualmente en el castellano según la cual no existe una correspondencia biunívoca

entre grafemas y fonemas.

El fonema es la unidad mínima desprovista de sentido que puede delimitarse a la

cadena hablada, siendo esta su función esencial, a menudo se define el fonema

como la unidad distintiva mínima (Dubois, 1983)

Cada lengua presenta en su código un número limitado y restringido de fonemas de

unos veinte a unos cincuenta según las distintas lenguas (en francés son 36, en

ingles 27, en catalán 25, en alemán 27 y en el castellano 24) (Tusón, 1991)

Estos fonemas se combinan sucesivamente a lo largo de la cadena hablada para

construir los significantes de los mensajes y se oponen puntualmente en diferentes

puntos de la misma, para distinguir unos mensajes de otros. Los fonemas son pues

unidades abstractas y tienen una dimensión funcional en la comunicación ya que en

dos palabras como casa y cama el que se utilice el fonema /s/ en la primera y /m/ en

la segunda hace que se trate con dos palabras distintas, con diferente significado. La

ciencia que estudia los fonemas es la Fonología o Fonemática y el nivel de

representación de los fonemas es lo que llamamos nivel fonémico o fonemático.

(Content, 1984)

Un mismo fonema se realiza de forma concreta mediante sonidos diferentes

formando una clase abierta pero poseyendo todos los rasgos comunes que oponen

este fonema a los restantes de la misma lengua. Estos sonidos diferentes, que se

realizan de un mismo fonema, se llaman variantes o alófonos. Dubois lo define del

modo siguiente “los alófonos de un fonema son las realizaciones de este fonema

dentro de la cadena hablada, de tal forma que ninguna de ellas aparece en el mismo

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entorno que otro (el fonema se define entonces como una clase de sonidos ) la

elección de cada alófono en un punto determinado de la cadena hablada está

mecánicamente determinada por el contexto y es indefectiblemente previsible, esta

interpretación postula para cada fonema un número determinado de alófonos, ya que

el número de distribuciones fonemáticas posibles en un punto de la cadena hablada

está limitado como el número de fonemas de una lengua” ( Dubois 1983)

Llamamos fonos a los sonidos del lenguaje, es decir a cada una de las realizaciones

concretas de los fonemas, variables según el contexto fónico, el hablante, las

condiciones generales de emisión etc. (Dubois 1983)

Todo esto nos lleva a decir que la escritura alfabética representa a la lengua en el

nivel fonémico o fonológico y no fonético puesto que los grafemas reflejan los

fonemas como sonidos abstractos y no a los fonos o producciones concretas de

aquellos, quizá sea necesario aclarar porque utilizamos los términos fonémico y

fonológico como equivalentes y de igual forma fonemática y fonología, podemos

definir la Fonología como la ciencia que estudia los sonidos del lenguaje desde el

punto de vista de su función en el sistema de comunicación lingüística, estudia los

elementos fónicos que distinguen en una misma lengua dos mensajes de sentido

diferente(por ejemplo baño y paño).

Podemos admitir claramente que la escritura alfabética es una representación

fonológica aproximada de la lengua que aporta informaciones sobre la estructura

morfológica y las relaciones sintácticas de la misma, justamente la operación de

información ortográfica ofrecería representaciones visuales de las palabras que tiene

la misma estructura y proporciona la misma información en el léxico mental que la

que aportan las representaciones fonológicas por tanto los aspectos ortográficos son

elementos realmente relevantes que nos dan información que sobrepasa el principio

fonémico, es decir que la escritura ortográfica (como pueden ser llamada la mayoría

de las escrituras alfabéticas) va mas allá del principio según el cuál el alfabeto

representa a la lengua oral a nivel fonémico, esta información ortográfico juega un

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papel realmente clave en las palabras homófonas (como es el caso de haya-aya,

basta-vasta, uso-huso etc). De este modo se justifica esa falta de correspondencia

biunívoca entre grafema-fonema propia de lo que podríamos denominar un sistema

fonémico perfecto, como curiosidad podemos reseñar que el principio fonémico tan

solo parece haberse respetado totalmente en la escritura yakut (lengua de la familia

del turco que se habla en Siberia) siendo en la practica totalidad de las escrituras un

sistema imperfecto.

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3.2. – ASPECTOS PSICOLINGUISTICOS DE LA LECTURA PROCESOS IMPLICADOS EN LA LECTURA. Dentro de este enfoque psicolinguístico de la lectura, los distintos modelos

desarrollados para abordar este tema coinciden en considerar la lectura como una

actividad múltiple, compleja y sofisticada que exige coordinar una serie de procesos

de diversa índole, siendo la mayoría de ellos automáticos y no conscientes para el

lector. Así éste debe identificar las palabras escritas y acceder a los significados de

las mismas, después de lo cual debe asignar un significado a cada palabra en una

oración y construir la proposición. Posteriormente tiene que comprender cada oración

dentro del texto y construir la estructura de ese texto. Y, finalmente, debe asimilar el

texto, es decir, debe integrarlo en los conocimientos que ya posee.

Existe una postura según la cual leer consistiría en transformar los signos gráficos en

significados: es decir, dentro de esta perspectiva se enfatizarían los procesos de

reconocimiento de la palabra escrita, mientras que los procesos de comprensión

lectora se tratarían dentro de un modelo general, que sería útil también para la

comprensión del lenguaje oral. Sin embargo, existe otra concepción según la cual

leer consistiría en extraer el mensaje de un texto; es decir, el lector no podría

quedarse en el reconocimiento de las palabras, sino que debería llegar a integrar el

texto, que es algo más que la suma de los significados de la palabra, e incluirá la

interpretación de la información explícita, la generación de expectativas, la

realización de inferencias y la selección de la información. A estas dos posturas se le

podría añadir una tercera, dentro de la cual leer sería el producto de ambos procesos

generales (Gough, Juel y Grifith, 1992)

La lectura sería igual al producto de la decodificación y la comprensión, es decir,

incluiría el dominio de las habilidades de reconocimiento de las palabras y de las

estrategias de comprensión, postura que nos parece más cercana a la realidad.

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Dentro del proceso de reconocimiento o identificación de la palabra escrita están

implicadas una serie de operaciones: la detección de los signos gráficos para su

posterior identificación y el acceso al léxico interno o “estructura hipotética donde el

individuo tiene almacenados de manera organizada sus conocimientos lexicales,

semánticos y sintácticos “(Alegría 1985).

El acceso a esta estructura mental puede hacerse a través de varias vías o

estrategias; una de ellas conecta directamente los signos gráficos con el significado y

la otra los transforma en fonemas y utiliza éstos para llegar al significado. Pero, a

pesar de que el reconocimiento de la palabra escrita es una etapa importante y

necesaria del proceso lector, éste no acaba aquí, sino que su meta final es la

comprensión del texto.

En la comprensión de un texto están implicadas varias actividades que se suceden

tras la identificación de las palabras: construir proposiciones y ordenar las ideas del

texto, extraer el significado global e interrelacionar globalmente las ideas. Estas

operaciones darían lugar a una de las dimensiones de la comprensión: la

representación textual o base del texto (Van Dijk y Kintsch 1983)

La comprensión tiene otra dimensión: la representación situacional, que conllevaría

la construcción en nuestra mente de un modelo sobre el mundo o situación que el

texto describe, dónde se movilizan los conocimientos previos del lector para dar

acomodo a la información presente en él. Por tanto, “comprender un texto requiere

penetrar en el significado del texto y, al mismo tiempo, construir un modelo de la

situación tratada en él (Sánchez, 1983).

La representación textual incluye a su vez, tres niveles de estructuración: la

microestructura, la macroestructura y la superestructura textual. Mediante la primera

actividad extraemos del texto las diferentes ideas o proposiciones que lo constituyen

y establecemos entre ellas una relación de continuidad u orden, es decir en el primer

nivel de estructuración estarían implicados dos componentes: por un lado, la

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organización de los significados en proposiciones, entendidas éstas como el

significado que subyace en una cláusula u oración. (Van Dijk, 1980). Por otro lado el

establecimiento de las relaciones de continuidad temática entre esas proposiciones

o progresión temática, que permite responder a preguntas tan básicas como ¿ de

qué trata el texto ahora?, ¿sigue hablando de lo mismo? (Orrantia y Sánchez 1994)

Esta continuidad temática se produce cuando el lector es capaz de vincular la

información nueva que está procesando (comentario del enunciado) con la

representación de fragmentos anteriores del texto o aquello de lo que se viene

hablando (tema del enunciado).

Pero un texto no es un conjunto aleatorio de frases, sino un conjunto de frases

coherentes que comparten un tema. Para considerar coherente un texto necesitamos

poder extraer su significado global o ser capaces de resumirlo en sus ideas

esenciales. La macroestructura se refiere a esas ideas centrales que expresan el

significado global del texto, por lo que pueden ser consideradas como unidades

semánticas que organizan el discurso. La macroestructura cumple varias funciones:

proporciona una coherencia global a las proposiciones derivadas, diferenciando unas

ideas de otras y estableciendo una relación jerárquica entre ellas (una es mas

importante en un párrafo que el resto de ellas): y, además, permite reducir extensos

fragmentos de información a un número manejable de ideas, sin que por ello se

pierda información relevante.

Para llegar al significado global del texto o macroestructura el lector pone en marcha

una serie de estrategias que tienen la misión de transformar y reducir la información

semántica de un texto: a estas estrategias se les ha denominado macroreglas. Estas

reglas son tres: la primera es la de supresión. Mediante la cual se seleccionan

aquellas proposiciones que son una condición interpretativa para las ideas del texto y

se suprimen las que no son relevantes. La segunda macrorregla es la generalización,

en la cuál dada una secuencia de proposiciones sustituimos los conceptos incluidos

en esta secuencia por un concepto supraordenado (por ejemplo, en la secuencia “el

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agua contaminada es peligrosa para el hombre: también es perjudicial para las

plantas y para los peces “los conceptos “hombre, plantas, peces” pueden sustituirse

por el concepto supraordenado “seres vivos” y formar “el agua contaminada es

peligrosa para los seres vivos”. La tercera macrorregla se denomina integración o

construcción y en ella una secuencia de proposiciones es reemplazada por otra

totalmente nueva, esto es, que no aparece en la base del texto.

Finalmente, existe otro nivel de estructuración que, al igual que la macroestructura,

también tiene una función organizativa, pero en un sentido diferente, ya que no hace

alusión al contenido o a la semántica, sino a la forma. Este nivel recibe el nombre de

superestructura, y constituye la forma global que articula o interrelaciona las ideas de

un texto, es decir alude a la forma o la organización formal de los textos. Responde a

la idea de que existen diferentes tipos de texto o discurso: un relato, un artículo

periodístico, un ensayo, etc.; cada uno con su patrón organizativo característico

(Sánchez, 1989).

Sin embargo la información establecida de forma explícita en el texto no es suficiente

para llegar a una comprensión coherente, sino que es necesario que el lector añada

a esos contenidos literales una parte de sus conocimientos, es decir, el lector debe

aportar de sus conocimientos previos a aquellos elementos que sean necesarios

para suplir las ausencias inevitables del texto (Orrantia, 1991)

Esto nos indica que para poder llegar a la comprensión de un texto es conveniente

que los procesos de identificación o reconocimiento de la palabra escrita estén

automatizados ya que si éstos procesos no se ejecutan adecuadamente surgirán

dificultades en la comprensión, debido a que el lector estaría tan pendiente de

decodificar y obtener el significado lexical que consumiría en ello la mayor parte de

su capacidad de atención y cognición, en detrimento de los procesos de

interpretación del texto. No obstante es posible encontrar niños que aunque hayan

automatizado esos procesos no lleguen a comprender un texto o, como señala

Sánchez, (1988), han aprendido a leer pero no aprenden leyendo en este caso, no se

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puede decir que el problema esté en los procesos de reconocimiento de la palabra,

sino que se trataría una dificultad en los mecanismos de comprensión.

EL RECONOCIMIENTO DE LA PALABRA ESCRITA Y EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA. PROCESOS DE RECONOCIMIENTO DE LA PALABRA ESCRITA: EL ACCESO AL LÉXICO INTERNO. Actualmente se puede decir que que hay un acuerdo bastante generalizado entre los

distintos investigadores en el campo de la lectura a la hora de considerar la

existencia de dos vías o estrategias para acceder a esta información sobre las

palabras (esto es a los conocimientos que poseemos sobre su significado general,

conocimientos sintácticos, pragmáticos, fonológicos, etc.) que está almacenada en

algún lugar de nuestro sistema cognitivo. Este lugar o estructura mental se ha

denominado léxico interno. Según esta idea, el reconocimiento o la identificación de

la palabra escrita consistiría en la activación de una determinada entidad lexical, es

decir, en la evocación de todos los conocimientos que el lector tiene en relación con

esa palabra.

En el lenguaje oral usamos una representación interna del habla para acceder al

léxico interno, en el lenguaje escrito podemos disponer de dos posibilidades o

estrategias para acceder al léxico interno; a través de un código fonológico o a través

de un código basado en las características visuales de la palabra:

Vía directa o léxica.- la palabra es identificada de forma instantánea, emparejando

la palabra escrita con su representación ortográfica almacenada en el léxico.

Vía indirecta o fonológica.- lo que empareja con la representación interna no es la

palabra escrita, sino la reconversión oral que hacemos de esa palabra; es decir

analizamos la palabra en segmentos y les asignamos un valor fonológico (y no un

significado como en la vía directa), mediante la aplicación de las reglas de

correspondencia grafema-fonema (proceso conocido como recodificación

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fonológica). La forma fonológica así creada es utilizada posteriormente para acceder

al léxico y con ello a toda la información que poseemos sobre la palabra.

Palabras por analogía.- Estos modelos por analogía ponen de manifiesto que para

reconocer una palabra escrita no es necesaria la utilización de ninguna vía, ni directa

ni fonológica. Sino que el hecho de conocer una palabra puede ayudar a leer otra

palabra que comparta la misma estructura ortográfica, es decir que tenga unos

patrones de deletreo análogos (por ejemplo, sal, cal, mal), Goswami propone que la

lectura por analogía puede ser utilizada por el niño desde el inicio del aprendizaje de

la lectura, sin necesidad de utilizar una vía visual y/o fonológica para el

reconocimiento de la palabra escrita. (Goswami, 1986: Goswami y Bryant, 1990).

Modelos evolutivos del aprendizaje de la lectura Estos modelos postulan la existencia de etapas sucesivas en el procesamiento de

las palabras caracterizándose cada una de éstas por el uso predominante de una

estrategia particular. Marsh, Friedman, Welch y Desberg (1981) introducen esta idea,

calcada de las teorías piagetianas de los estadios del desarrollo, proponiendo cuatro

fases, que resumiremos brevemente.

El primer estadio, llamado: Adivinación lingüística.

En este estadio el niño puede aprender a identificar algunas palabras familiares y,

por un juego de adivinanzas lingüísticas, reconocer algunas palabras en su contexto;

sin embargo, no podrá leer una palabra no familiar presentada aisladamente.

En el segundo estadio: Memorización por discriminación de índices visuales. El juego de adivinar no está basado solamente en índices lingüísticos sino también

sobre índices de similaridades visuales por comparación con palabras conocidas. El

niño toma en cuenta, en tanto que índice visual, la primera letra de las palabras a

partir del tercer estadío:

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Decodificación secuencial. El niño se basa en reglas de correspondencia simple entre letras y sonidos, y no

puede leer más que palabras regulares. Para March y colaboradores, dos factores

explicarían el paso del estadio dos al tres: por una parte el hecho de que el

aprendizaje visual de un gran número de palabras se hace problemático, y el niño

buscará una estrategia más eficaz y más fiable; y, por otra parte, el desarrollo

cognitivo en términos piagetianos (paso al estadío concreto) que favorecería este

cambio en las estrategias de la lectura. Finalmente, el cuarto estadío:

Decodificación jerárquica. El niño puede utilizar reglas de correspondencias entre sonidos y letras más

complejas, teniendo en cuenta, por ejemplo, valores de posición de las letras

( Friedman, Welch y Desbrg, 1981).

El modelo de aprendizaje de la lectura propuesto por Frith establece la existencia de

tres etapas cualitativamente diferentes, caracterizadas por el uso predominante de

una estrategia particular que denominan como etapa logográfica, alfabética y

ortográfica.

Etapa logográfica. Esta etapa se caracteriza por el uso de una estrategia logográfica, a través de la cual

los niños van a ser capaces de reconocer globalmente palabras familiares. Para este

reconocimiento, se apoyan en las características visuales de las palabras (forma

global, longitud, presencia de rasgos ascendentes o descendentes, etc). Así por

ejemplo, en esta etapa el niño puede reconocer y leer en voz alta el nombre de una

marca de bebidas, coca-cola, si la ve impresa en sus colores habituales (letras

blancas sobre fondo rojo) y con sus caracteres usuales. (dentro de la teoría

piagetiana, esta etapa se encontraría en la etapa preoperatoria)

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Etapa alfabética. Esta etapa se basa en el empleo predominante de una estrategia alfabética la cual

implica el uso de mecanismos de correspondencia grafo – fonológicos que permiten

al niño convertir los segmentos ortográficos en fonológicos con, y así poder identificar

palabras no familiares. Palabras que nunca ha visto escritas con anterioridad , esta

forma de reconocimiento de palabras va a contribuir a la creación de un código

progresivo de acceso directo al léxico interno, que posibilita que el niño alcance la

tercera etapa. (dentro de la teoría piagetiana, esta etapa se encontraría en la etapa

de las operaciones concretas)

Etapa ortográfica. Esta estrategia ortográfica permite al aprendiz reconocer instantáneamente las

palabras ( o parte de las palabras). Tan rápido como en la estrategia logográfica, ya

que el sistema de identificación de las palabras está ya dotado de un gran número de

palabras con acceso directo, pero, a diferencia de la fase logográfica, la

representación interna ortográfica ha sido elaborada a través del uso de mecanismos

de recodificación fonológica. (Frith, 1989).

La conclusión que se podría obtener una vez revisados los mecanismos de

reconocimiento de la palabra impresa y de su desarrollo es la importancia que en

todas esas investigaciones se le concede al conocimiento fonológico; ya que si los

niños han de dominar los procesos de lectura y escritura, deben ser capaces de

aprender las correspondencias entre los sonidos individuales del lenguaje, los

fonemas y las letras que representan estos sonidos, los grafemas. Para lo cual en

primer lugar, deben ser capaces de centrar su atención sobre los sonidos o acceder

a la fonología de su lenguaje, es decir deben ser capaces de manipular

explícitamente los segmentos fonológicos del habla, capacidad que se ha

denominado como conocimiento fonológico. En primer lugar, un niño que posea tal

conocimiento puede captar que la escritura alfabética es una forma de

representación de su lenguaje y comprender el sistema de reglas de

correspondencia letra – sonido. En segundo lugar el conocimiento fonológico

20

facilitaría la lectura de palabras nuevas, ya que para leerlas es preciso segmentar la

serie de letras en unidades que correspondan a los sonidos individuales (fonemas ) y

combinar estos sonidos para pronunciar la palabra. (dentro de la teoría piagetiana,

esta etapa se encontraría en la etapa de las operaciones concretas y formales)

El conocimiento fonológico y el aprendizaje de la lectura.

El conocimiento fonológico puede incluir la manipulación de rimas, sílabas, unidades

intrasilábicas y fonemas. Así, el nivel lingüístico más sencillo y el que precisa una

menor carga cognitiva sería la rima, requiriendo una manipulación de segmentos

menos consciente y deliberada que los otros niveles; además, el conocimiento de la

rima no parece depender mucho de una enseñanza formal. El nivel silábico sería el

segundo en orden de complejidad, ya que para darse cuenta de su existencia los

niños pueden apoyarse en unidades articulatorias naturales, y, por ello, el

conocimiento silábico sería mas accesible para los niños de educación infantil que el

de los fonemas, dependiendo menos de una enseñanza sistemática para su

desarrollo y siendo suficiente en la mayoría de los casos un mínimo de ayuda para

que los pequeños manipulen sílabas. El nivel de mayor complejidad lingüística y

cognitiva sería el fonológico, siendo precisa una instrucción específica para que los

niños adquieran el conocimiento fonológico, ya que no surge espontáneamente, sino

que debemos ayudarles a través de una enseñanza explícita, a descubrir este nivel

lingüístico de la palabra. ( Treiman 1992 )

Entre el conocimiento fonológico y el aprendizaje de la lectura existe una relación

casual y bidireccional; y que, por ello y desde un punto de vista educativo, si

desarrollamos en los niños la educación infantil habilidades de análisis fonológicos a

través de la enseñanza, favoreceremos el aprendizaje de la lectura y de la escritura

de estos niños. (Morais, Alegría y Content 1987; Stanovich, 1986)

21

3.3.- ,ASPECTOS SOCIOCULTURALES DE LA LECTURA La naturaleza sociohistórica de la lectura. Ser lector significa bastante más que el mero dominio de un código de escritura; se

trata del dominio de un lenguaje entendido como producto cultural, sociohistórico; por

consiguiente, aprender a leer no se traduce a una manera técnica sino que supone la

asimilación de una herramienta o instrumento cultural. Por ello, los procesos de

alfabetización son complejos, debido a que en ellos intervienen factores muy

diversos, uno de estos factores es el social, el cuál nos lleva a conocer los procesos

mediante los que se construye la alfabetización tanto en la vida cotidiana a través de

intercambios e interacciones y de la discusión del significado en muchos contextos

distintos como en situaciones escolares, teniendo en cuenta que incluso en éstas no

se trata de un aprendizaje mecánico, sino que los niños se ven involucrados en

procesos culturales mucho más amplios.

El lenguaje escrito como simbolismo de segundo orden según Vigotsky. Vigotsky nos da una perspectiva del lenguaje escrito como algo no reductible a

variables de conocimiento individual, sino concebido como una construcción social.

En un interesante capítulo de su libro El desarrollo de los procesos psíquicos

superiores (1979) nos hace un claro planteamiento de su idea sobre el lenguaje

escrito. Para él se trata de un sistema simbólico de segundo grado, que poco a poco,

se va convirtiendo en un simbolismo directo. Esto significa, según sus propias

palabras que: “el lenguaje escrito consiste en un sistema de signos que designan los

sonidos y las palabras del lenguaje hablado y que, a su vez, son signos de relaciones

y entidades reales. Gradualmente este vínculo intermedio que es el lenguaje hablado

desaparece, y el lenguaje escrito se transforma en un sistema de signos que

simbolizan directamente las relaciones y entidades entre ellos (Vigotsky 1979)

Para entender este proceso el autor plantea la necesidad de comprender la evolución

de los signos en el niño y el lugar que tiene la escritura en esta evolución, por ello

Vigotsky parte de la necesidad de estudiar y entender lo que denomina “prehistoria

22

del lenguaje escrito en los niños”, lo cual nos permitiría comprender qué lleva a éstos

a escribir, cuál es ese proceso y qué relación tiene con el aprendizaje escolar,

esboza sin embargo, una teoría de esta evolución.

Según Vigotsky, el gesto es el primer signo visual que contiene en sí la futura

escritura del niño; a este respecto señala: “como acertadamente se ha dicho, los

gestos son escritura en el aire, y los signos escritos suelen ser gestos que han

quedado fijados” (Vigotsky, 1979)

Existen además otros dos campos que vinculan los gestos al origen de los signos

escritos: los garabatos de los niños y los juegos infantiles. En uno y otro caso lo que

el pequeño realiza es un gesto representativo; al dibujar objetos los niños tienden a

interpretar cualidades de éstos, no ha reproducir sus partes, por ejemplo, cuando un

niño crea un jarrón con una curva ésta tratando de representar algo; lo mismo ocurre

cuando utiliza un juguete para encarnar un objeto que en principio no tiene que ver

con éste. así pues el dibujo, el garabato y el juego simbólico podemos entenderlos

como sistemas complejos del lenguaje y subrayar además que estas

representaciones del signo surgen inicialmente como simbolismos de primer grado,

lo que significa que representan objetos directamente. Sobre estas bases construye

Vigotsky una explicación aproximada acerca de una teoría sobre la adquisición del

lenguaje escrito que partiendo del gesto tiene una fase relevante en la producción de

dibujos, hasta llegar a las palabras escritas. Vigotsky crea un vínculo muy estrecho

entre el lenguaje oral y dibujo puesto que describe que el niño cuando dibuja suele

hacerlo en términos de narración, como si contara una historia, tal como la haría

hablando, y ello incluye un cierto grado de abstracción necesario para cualquier

representación verbal; lo que le lleva a concluir que el dibujo no es más que un

lenguaje gráfico que surge a partir del lenguaje verbal. Los esquemas que distinguen

a los primeros dibujos infantiles son, en este sentido, reminiscencias de los

conceptos verbales que comunican solamente los rasgos esenciales de los objetos.

23

Es tanto como decir que toda representación simbólica primaria esta adscrita al

lenguaje, lo que se supone que todo sistema de signos se crea en base al mismo.

(Vigotsky, 1979).

El modo como llegan a convertir el dibujo en lenguaje escrito tiene su base en ciertas

investigaciones experimentales realizadas por Luria, que podemos resumir de

manera muy esquemática en lo siguiente: al pedir a niños que no saben leer ni

escribir algún tipo de anotación, se observa al margen de un pequeño desconcierto

inicial, que llegan a dibujar determinadas marcas o garabatos en papel, pero los

sitúan en lugares diferentes del espacio gráfico, de manera que pueden diferenciarse

unas marcas de otras, creando una especie de topografía que tiene un significado,

es decir, se trata de signos indicativos primitivos, con los que quieren escribir algo

para recordar, para Vigotsky, este estadio mnemotécnico es el primer precursor de la

escritura. “Los niños transforman gradualmente estos trazos en signos indicativos

primitivos para los propósitos mnemotécnicos que hemos indicado. Los signos

indicativos, marcas simbólicas y garabatos van siendo sustituidos por pequeñas

imágenes y dibujos, que, a su vez dan paso a los signos”( Vigotsky,1979 )

Para el autor, los signos escritos de este modo son símbolos de primer grado, pero el

niño debe alcanzar un simbolismo de segundo orden, que supone la utilización de

signos como representación de las palabras. Para ello, el pequeño debe ser capaz

de descubrir que podemos dibujar no solo objetos sino palabras. Para Vigotsky esta

claro que el lenguaje escrito se desarrolla pasando de los dibujos de las cosas a los

dibujos de las palabras. Y de ello extrae una primera conclusión: “el secreto de la

enseñanza del lenguaje escrito es la preparación y organización adecuada de esta

transición natural. Una vez realizada, el niño domina el principio del lenguaje escrito y

tan solo le resta perfeccionar este método” (Vigotsky, 1979)

Como símbolos de segundo grado los signos escritos funcionan como

representaciones de los símbolos verbales, de tal manera que la comprensión de lo

escrito pase a través del lenguaje hablado, pero con la práctica este camino

24

intermedio acaba por desaparecer, convirtiéndose el lenguaje escrito en un

simbolismo directo “únicamente debemos tratar de imaginar los enormes cambios

que se producen en el desarrollo cultural de los niños, y que son consecuencia del

dominio del lenguaje escrito y de la capacidad de leer. Gracias a ello se accede al

conocimiento de todo aquello que el genio humano ha creado en el campo de la

palabra escrita” (Vigotsky, 1979).

Hay que destacar una diferencia entre el lenguaje oral y escrito pertinente para

nuestra argumentación, a saber, que el lenguaje oral es claramente dialógico frente

al escrito, que es monológico: “el dialogo presupone siempre un conocimiento del

tema común a las dos partes, que permite el lenguaje abreviado y, en ciertas

condiciones, oraciones puramente predicativas. También supone que el hecho de

cada persona puede ver a su interlocutor, su expresión facial y gestos y escuchar el

tono de su voz”. El lenguaje escrito excluye el tono de voz; el conocimiento del tema,

lo que obliga a usar más palabras y con más exactitud “ la comunicación por escrito

reposa en el significado formal de las palabras y requiere un número mucho mayor

de vocablos que el lenguaje oral para expresar la misma idea se dirige a una persona

ausente, que rara vez tiene en mente el mismo tema que el escrito, por tanto, debe

explicarse en forma total, la diferenciación sintáctica es máxima y se usan

expresiones que serían poca naturales en la conversación” Otra distinción entre

ambos está que en el lenguaje oral hay un contexto que se va estableciendo y

regulando en el propio diálogo, mientras que en lo escrito no existe ese apoyo

situacional, lo que implica que el que escribe tiene que ir creando los contextos

comunicativos, organizando el discurso, lo que llamamos borradores por ello, el

lenguaje escrito requiere un nivel de planificación innecesario en el diálogo. En

palabras del propio Vigotsky “En el lenguaje escrito, donde falta una base situacional

y expresiva, la comunicación solo puede ser lograda a través de las palabras

complicadas; de ahí el uso de los borradores. La diferencia entre el borrador y la

copia final refleja nuestro proceso mental” (Vigotsky, 1977).

25

La narración como forma de acceso a la lectura según Bruner. Bruner defiende la importancia de factores culturales y sociales en el desarrollo

humano, en la adquisición del conocimiento y en el aprendizaje; el tema central está

pues, en reconsiderar la adquisición del conocimiento no como un hecho individual

sino social; no se construye nuestro conocimiento, ni se configura el desarrollo

mediante la resolución de problemas de manera individual, sino dentro de un

contexto sociocultural que da significado al propio conocimiento.

Lo escrito es lo que da al niño acceso al conocimiento de historias, de cuentos, de

narraciones, que el ve que otros conocen por sí mismos a través del libro, y no a

partir de una mediación siempre necesaria por parte del adulto. Leer le va a dar

independencia para acceder a este mundo imaginario que si es de su interés. La

narración es según Bruner la forma de expresión que mejor comprende el niño, quizá

por ser la forma habitual y más propia de la cultura popular.

La narración es una forma de expresión que simplifica la comprensión de los

contenidos que transmite, lo que permite hacer que lo excepcional se convierta en

comprensible; por ello al utilizar formas narrativas orales y escritas en la enseñanza

de la lectura estamos adecuando este aprendizaje a las formas propias de la cultura

popular que es más simple y más próxima al niño. Además, argumenta el autor que

las historias que los niños conocen en forma narrativa, oral o escrita pueden ser

tratadas como temas abiertos susceptibles de ser reinterpretados o reinventados. El

maestro, al contar un relato o al leerlo él o los propios niños constatan que éstos

formulan cuestiones, plantean dudas, hacen interpelaciones, incluso cuestionan la

propia historia; debe dejarla abierta para que ellos la reconstruyan, le den otros

finales, la cambien, etc; con ello está proporcionando un tipo de relación con lo

escrito cuyas propiedades son próximas al diálogo, que como hemos señalado, es

una característica propia del lenguaje oral, mejor dominado por los niños; en

definitiva, lo que el maestro hace es tender un puente de acercamiento hacia el

aprendizaje de lo escrito. Bruner para trabajar el lenguaje escrito, incluso llega a

apuntar que ofreciendo textos próximos a la vida del pequeño podría enseñarse a los

26

niños a escribir pidiéndoles que reproduzcan a su manera los textos que leen o

creando otros con distintos finales, reinventando las historias.

Bruner sin negar la necesidad de que se conozcan las letras o se trabajen las

habilidades fonológicas, sostiene que esto no es esencial en el aprendizaje de la

lectura y en sus posibles dificultades, sino que la dificultad puede residir en un hecho

de que al leer no tengamos un contexto inmediato desde quien escribe, no

conozcamos la intencionalidad de éste, de su sistema de creencias, su microcosmos

etc: es decir, no tengamos unas claves contextuales para interpretar lo que hay en un

texto escrito. (Bruner, 1991)

Coll manifiesta que “si el niño no llega a la escuela con la idea que la lectura es una

forma de interpretar el mundo, hay escasas probabilidades de que sus enseñanzas

escolares más tempranas consigan transmitirle esa idea” (Coll y Griffin, 1989);

Sin embargo, la aportación de un punto de vista sociocultural no debe reducirse a un

asunto exclusivamente motivacional es algo más complejo. El propio sentido de qué

es leer o para qué se aprende a leer dentro de una cultura crean en el sujeto unas

estructuras sobre qué es precisamente lo escrito, en qué se diferencia de otras

formas de expresión; en definitiva crea un significado sobre ese lenguaje que no es

sino un producto cultural; por ello la enseñanza de la lectura y escritura es una

construcción sociocultural a la vez un aprendizaje individual, que el niño llegue a

captar que ese objeto de aprendizaje consiste tanto en asimilar el significado social

que tiene ser lector como aprender el código determinado de su escritura. Dicho de

otro modo, se trata de interpretar la lectura como un hecho cultural, y como una

capacidad o destreza individual al mismo tiempo.

La perspectiva funcionalista del lenguaje. “Aprender la propia lengua materna es aprender los usos del lenguaje y los

significados, o mejor, el potencial de significación asociado a ellos. Las estructuras,

las palabras y los sonidos son la realización de este potencial de significación.

27

Aprender el lenguaje es aprender como significar” (Halliday, 1982). Se trata, pues, de

entender la lengua en uso, la lengua en su función comunicativa, en su función

social, asumiendo además una relación directa entre función y estructura. Así pues,

el niño cuando adquiere su lengua y aún antes, lo que asimila junto a las formas,

digamos lingüísticas (estructuras gramaticales, semánticas y fonológicas), son las

funciones sociales del lenguaje, entendiendo por ello “ aquellas situaciones

significativas en cuanto podemos precisar algunos de los potenciales de significación

asociados a ellas de forma explicativa y característica) (Halliday, 1982)

El potencial de significación se define no en términos mentales, sino en términos

culturales, no a partir de lo que el hablante conoce, sino a partir de lo que puede

hacer lingüísticamente, lo que puede significar, toda esta perspectiva, pues, viene a

sostener la falta de autonomía de la propia lingüística en relación a lo social; es más

Halliday llega a afirmar que “no carece de importancia la evolución del lenguaje al

servicio de las funciones sociales, por lo que habremos de tener en cuenta los

factores sociales para explicar la naturaleza del lenguaje” ( Halliday, 1982 ).

Halliday menciona tres macrofunciones propias del lenguaje adulto: la ideativa, la

interpersonal y la textual. La primera la ideativa, hace referencia al contenido mismo

del lenguaje como medio de expresión de nuestra experiencia; la segunda, la

interpersonal, considera el lenguaje como expresión de nuestra personalidad, así

como las formas de interacción de quienes participan en la comunicación; por último,

la textual supone la capacidad de crear contextos y ayuda al hablante a estructurar lo

que dice de manera que tenga sentido dentro del contexto, con el fin de que el

mensaje sea comprendido. (Halliday, 1982)

Principios generales de una visión sociocultural y funcionalista de la lectura. a) Enseñar a leer, según estos planteamientos, significa ante todo hacer

comprender al niño que significa lenguaje escrito. Que el pequeño llegue a

comprender que con el lenguaje escrito puede representar las palabras y que

para contar una historia no tiene por que dibujar o plasmar los objetos, las

28

situaciones y escenarios de la misma, sino que las palabras se pueden

representar gráficamente, lo cual es más útil y mucho más simple.

b) Enseñar a leer supone hacer captar al niño las funciones que tiene la escritura,

las posibilidades de perpetuar un mensaje, que en realidad es la función

primordial, y, a partir de ella, mostrarle que leyendo puede conocer historias,

entrar en mundos imaginarios, y que escribiendo puede producir él mismo esos

textos.

c) La enseñanza del lenguaje escrito conviene que comience tempranamente.

Vygotski se refiere claramente a la edad preescolar como el momento propicio

para que el pequeño aprenda a leer. “desde nuestro punto de vista resultaría

natural transferir la enseñanza de la escritura a la edad preescolar. En efecto, si

los niños pequeños son capaces de descubrir la función simbólica de la escritura

tal como han puesto de manifiesto los experimentos de Hetzer, entonces la

enseñanza de la misma deberá ser de la incumbencia de la educación

preescolar”( Vygotski, 1979 )

d) La enseñanza de la lectura y escritura debería estar planteada de manera que el

alumno la perciba como algo necesario. Es decir que el niño necesite estas

herramientas para comunicar aspectos de interés en su vida cotidiana, tanto

personal como escolar (Vigotsky, 1979) . Esto nos sugiere la necesidad de

considerar este tipo de expresión como forma de transmisión, de sentido desde el

punto de vista de los alumnos, aun cuando los instrumentos y habilidades que

posean sean aún imperfectos. Si la lectura y escritura poseen significado,

podremos estar seguros de que no serán una mera habilidad, sino una forma de

lenguaje compleja y nueva. (Vigotsky, 1979).

e) Que la escritura se enseñe de un modo natural, como algo normal en su

desarrollo. Es preciso llevar al niño a que comprenda que es el lenguaje escrito y

no a que aprenda únicamente las letras como elementos constitutivos del sistema

alfabético “los educadores deberían organizar todas estas acciones y todo el

complejo proceso de transición de un tipo de lenguaje a otro. Deberían seguir

todo ese proceso en sus distintas fases hasta el descubrimiento de que no solo

se pueden dibujar objetos, sino también se puede plasmar el lenguaje (Vigotsky,

29

1979). Para Vigotsky el proceso natural pasa por la práctica de formas simbólicas

más primitivas, o en todo caso anterior, como son el gesto y el juego. Pero desde

un punto de vista más guiado por la instrucción, se establecería un proceso que

va del dibujo simple al dibujo como narración, pasando luego a la expresión hacia

lo escrito.

Propuestas coincidentes con las perspectivas sociocultural y funcionalista.. Como ejemplo tenemos el movimiento de alfabetización desarrollado por Paulo

Freire y otros en los países latinoaméricanos y en África. Una frase suya puede

resumir su idea de lo que es enseñar a leer de forma contextualizada “la lectura de la

realidad siempre precede a la lectura de la palabra, así como la lectura de la palabra

implica una continua lectura de la realidad “(Freire y Macedo 1989). Se trata de

buscar en la realidad el significado de lo que se lee; para ello su “método”, su

programa de alfabetización, partirá de las palabras que forman parte de la expresión

natural de las personas que van a participar concretamente en este programa. De

este modo se carga de sentido para los educandos, provienen de su experiencia, de

su propia existencia, de su realidad personal y social. Las palabras surgen del

lenguaje natural de los sujetos a través de un proceso planeado por el educador,

ellos lo denominan creación de “situaciones codificadas”, y se trata de estimular al

grupo para que surjan palabras del mismo, de manera que antes de poder ser leídas

sean aprendidas de forma comprensiva y con sentido y no memorizadas

mecánicamente por ellos. Según estos autores leer sobre las situaciones

representadas permite a quienes van a ser alfabetizados ser críticos con el propio

significado de la cultura. “Básicamente las representaciones de situaciones concretas

permiten que la persona reflexione sobre sus interpretaciones de la realidad, previas

a la lectura de la palabra” (Freire y Macedo, 1989).

Celestín Freinet se concreta en un capítulo que titula precisamente “del dibujo a la

escritura”, en el que se refleja el papel que aquél cumple en la preparación para el

grafismo. Para este autor el inicio de la escritura parte del dibujo, y es en un cierto

momento en que ambas actividades se separan: “en este estadio de escritura

30

autónoma, sobre los cinco años más o menos Bal separa definitivamente estas dos

actividades, dibujo y escritura, y empieza en consecuencia, a interesarse por la

técnica de la escritura “(Freinet,1978). Otras técnicas como él las denomina

complementan su pedagogía: la creación del texto libre, el tanteo experimental, etc.,

conceptos ciertamente próximos al pensamiento de Vigotsky; aunque los métodos

del pedagogo francés se basaron claramente en sus intuiciones, en su experiencia

como maestro rural y, desde luego en su ideología. “su valor (el del texto escrito)

reside en su función de instrumento, de intérprete para expresar un deseo, un

pensamiento, una orden. Pero todavía falta que se experimente la necesidad de

expresar ese deseo, ese pensamiento, esa orden; y ante la incapacidad de

expresarlos a través de otros medios más prácticos (la voz, el gesto, la mímica) se

siente la necesidad de recurrir a este instrumento. Es ésta una condición esencial en

la conservación de este arranque funcional, que impulsó todo el tanteo experimental

hasta el presente. Hay que encontrar, pues, una motivación particular que le haga

necesitar el empleo de este medio de expresión natural” (Freinet, 1978).

¿Es necesaria la enseñanza para aprender las convenciones del sistema alfabético? Es evidente que para hablar no hace falta conocer la existencia de los fonemas,

elementos constitutivos de las palabras; es igualmente evidente que los niños

cuando adquieren la lengua oral no son conscientes de la presencia de dichos

fonemas, ni de otros segmentos de la palabra, por lo que reconocer la existencia de

estos segmentos es una tarea poco o nada natural; así pues, no vemos el

fundamento para dejar de dar al niño las ayudas educativas que le permitan llegar a

conocer el código de su sistema de escritura, para poder leer de forma productiva, y

no como si las palabras fueran logogramas.

Además de estos argumentos existen fundamentos de tipo empírico que muestran la

dificultad para descubrir los fonemas de forma autónoma, dificultad que no tienen

para descubrir las palabras en la frase o las sílabas en las palabras, lo que convierte

el aprendizaje del alfabeto, probablemente, en el más difícil de todos los sistemas de

31

escritura, aunque, como hemos dicho reiteradamente, cuando se domina es el más

productivo útil y versátil de los sistemas. La capacidad para descubrir los segmentos

fonéticos que se corresponden con las letras, en los sistemas alfabéticos, no es fruto

de la madurez, sino del aprendizaje de tareas específicas (o bien porque se aprende

a leer en un sistema alfabético, o bien porque antes de realizar éste se lleva cabo

una enseñanza específica en habilidades de análisis fonológico).

Vigotsky refiere el hecho clave de enseñar al niño que es el lenguaje escrito, antes

de iniciarlo propiamente en el aprendizaje de la lectura. Lo que se propone, en

definitiva, es la necesidad de mostrar al niño que el lenguaje escrito es un sistema

simbólico de segundo orden que designa a los sonidos de las palabras del lenguaje

hablado. A través del juego y del dibujo, simbolismos de primer orden, el niño utiliza

signos que hacen referencia a la realidad (ya dijimos que los dibujos constituían el

primer estadio del desarrollo del lenguaje escrito), y, según él, los signos escritos

designarían, en principio, directamente los objetos; pero el pequeño debe llegar a

comprender que los signos pueden representar palabras, y ahí es donde la ayuda

pedagógica debe ser más guiada.

Vigotsky lo expresa de manera drástica: “la escritura y la lectura deben ser algo que

el niño necesite”. Esta necesidad tiene múltiples significados que podemos y

debemos ayudar a descubrir al pequeño aprendiz. Saber leer le va a permitir leer

cuentos o escribir él mismo historias, leer los carteles de la calle, o escribir a sus

abuelos, a sus amigos ausentes, mandar una nota a un amigo, etc. En definitiva,

aprender el lenguaje escrito es algo esencial dentro de su cultura. La escritura debe

poseer un cierto significado para los niños, lograr que quieran aprender a leer porque

eso será algo interesante en su vida: solo así podremos estar seguros de que no

será una simple serie de destrezas, de habilidades, un juego meramente motor o

descifrador. Sólo en este contexto de significación realizará con gusto el esfuerzo de

la abstracción, del desciframiento, solo entonces encontrará sentido a tareas por las

que ineludiblemente tiene que pasar.

32

La escuela no debe “escolarizar” el aprendizaje de la lectura como algo apartado de

la vida, de lo cotidiano. El aprendizaje de la lectura y escritura ostenta a veces una

solemnidad institucional que lo hace distante de las necesidades del niño, sobre

todo, cuando se considera una simple destreza y no un elemento cultural más global.

Las ideas previas que tiene el pequeño sobre lo escrito pueden ser un punto de

partida para iniciar el aprendizaje de la lectura. Sin embargo, lo que acabamos de

decir tiene su lado “oscuro” pues lo que no todos los niños pertenecen a medios

familiares letrados; es en ese entonces la escuela quien debe crear esa necesidad

de aprender a leer, antes de enfrentar al pequeño aprendiz con unos signos poco

relevantes para su entorno y para su vida. La idea de crear ese clima previo a la

enseñanza del código es, sin duda, una de las aportaciones de la teoría sociocultural,

una piedra de toque sobre la contextualización que debe realizar la escuela para ser

deseable este aprendizaje a esos niños, en cuyos contextos más próximos no se da

importancia a la letra impresa, asunto que será en cualquier caso previo a la

enseñanza más formal de la lectura y escritura. Por ello si la lectura y la escritura son

adquisiciones que van mucho más allá de la apropiación del alfabeto, su completo

dominio requiere de un plan didáctico que no se reduzca a enseñar letras y conocer

el alfabeto como única meta, sino que requiere toda esta visión contextualizadora a

que nos aboca el punto de vista sociocultural.

“la conciencia metalingüística depende por tanto de la interacción social, ya que el

niño ha de formular activamente sus interpretaciones del lenguaje basándose en la

ayuda e interpretación ofrecida por los otros”(Garton y Pratt, 1991).

El descubrimiento o aprendizaje de la escritura conlleva supuestos prelingüísticos

anteriores al trabajo con el lenguaje propiamente dicho, por ejemplo que el niño

conozca que es un material escrito, que se familiarice con el mundo impreso, que

capte para que sirve, que lo aprecie como un elemento que forma parte de lo cultural,

de lo comunicativo y no exclusivamente del ambiente escolar, que comprenda de que

esos materiales se obtienen significados; en definitiva, que tenga constituida una

33

idea positiva de lo que es el lenguaje escrito, y, en el orden más interno, que el

planteamiento educativo le permita comprender que es el lenguaje escrito.

Según Garton y Pratt, “el factor constante que emerge es que la interacción social es

necesaria para que los niños se conviertan en alfabetizados, una persona preparada

para hablar con el niño, para leerle, para animarle en sus intentos en las actividades

de la alfabetización es un ingrediente primordial en el desarrollo del lenguaje hablado

y escrito, esa interacción no necesita ser siempre de uno a uno, pero son esenciales

la sensibilidad hacia las necesidades del niño. Hacia sus logros, y la disposición para

apoyar a estimular sus esfuerzos al hablar, escribir o leer” (Garton y Pratt, 1991)

34

3.4.- ASPECTOS PEDAGÓGICOS DE LA LECTURA. CUANDO INICIAR LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA. Existen trabajos, tanto de tipo experimental como teóricos que defenderían el interés

de iniciar pronto este aprendizaje y que desde luego, desmentirían la falacia de los

seis años como la edad “estándar” y “apropiada” para aprender a leer.

Por un lado cabe destacar una línea de corte experimental, que ha puesto de

manifiesto que desde edades muy tempranas, incluso a los tres años, los pequeños

pueden aprender a leer, y esto tiene, además repercusiones positivas en su

desarrollo general. Podríamos denominar esta corriente como “aprendizaje precoz de

la lectura” y cabe nombrar entre sus más conocidos y claros exponentes, los trabajos

de Cohen (1980-1983) Doman (1988) y Baghban (1990). Estas autoras no solo

demuestran con sus trabajos que los niños pueden y de hecho leen antes de los seis

años, incluso desde los dos y medio y tres, sino que hacerlo supone una serie de

ventajas en su desarrollo tan importantes como el saber leer propiamente. Así lo

prueban trabajos de carácter longitudinal realizados en California por Durkin; y otros

como los de Brzeinski, en Denver, llevados a cabo sobre una gran muestra de niños

inmersos en el sistema público y, por tanto, pertenecientes a un estatus más bien

medio-bajo, en los que se constaba la mejora que este aprendizaje temprano tenía

en los sujetos, no solo en la lectura y sus distintas facetas, sino en otros aspectos del

desarrollo.

Por otro lado, contamos con la teoría del desarrollo de Vigotski y su relación con el

aprendizaje; dentro de ella, es importante resaltar el valor que atribuye al aprendizaje

temprano del lenguaje escrito, tanto en el desarrollo cultural que produce en los niños

y la posibilidad de acceder al conocimiento como y sobre todo, en el papel que

cumple en el desarrollo de los procesos intelectuales, puesto que el lenguaje escrito

es un instrumento mediador de formas superiores de pensamiento.

(Vigotski, 1979).

35

Estos estudios instan a la conveniencia de que la enseñanza del lenguaje escrito

debe empezar lo más tempranamente posible, refiriéndose, exactamente, a la edad

preescolar: “desde nuestro punto de vista resultaría natural transferir la enseñanza

de la escritura a la edad preescolar. En efecto si los niños pequeños son capaces de

descubrir la función simbólica de la escritura, tal como han puesto de manifiesto los

experimentos de Hetzer, entonces la enseñanza de la misma debería ser de la

incumbencia de la educación preescolar” (Vigotski, 1979).

Así pues, no existen razones de tipo psicológico y relacionado con el desarrollo para

posponer el aprendizaje de la lectura hasta los seis años, siempre que el aprendiz

tenga un cierto dominio del lenguaje oral, además de comprender la función

simbólica de la escritura.

PREPARAR PARA LA LECTURA EN LA ESCUELA

Como acertadamente señalan Edwards y Mercer “los maestros tienen la misión de

proporcionar un “andamiaje” a los primeros pasos del niño para dirigirlo e introducirlo

en la cultura escolar. Esto se hace creando, a través de la acción y el habla con el

niño, un marco contextual, un conocimiento compartido, donde se desarrollen las

actividades educativas. Por ello, un objetivo fundamental de la enseñanza es que el

conocimiento educacional se vuelva “compartido”.

Crear un marco para el aprendizaje es algo ineludible para que éste sea significativo.

La lectura no es precisamente un aprendizaje sencillo y espontáneo, sobre todo para

muchos niños; ello obliga aún más a buscar formas y andamiajes que permitan al

pequeño ver el sentido, el interés que por apropiarse de esa herramienta cultural que

es el lenguaje escrito.

Por otro lado, como hemos visto, aprender a leer en el sistema alfabético lleva

implícito una serie de procesos de tipo psicolinguístico, singulares de este sistema de

escritura, fundamentalmente encaminados a crear las vías que hacen posible

convertir al principiante en un lector experto. Por ello, otro de los objetivos de una

36

enseñanza fundamentada para este aprendizaje será ayudar al niño a que esos

procesos sean alcanzados con la mayor facilidad y eficacia. (Edwards y Mercer

1988).

¿Qué significa en el plano pedagógico crear contextos para el aprendizaje del

lenguaje escrito?

a) Propiciar que el niño llegue a comprender que, lo mismo que con el dibujo

(forma mucho más primitiva) cuenta historias, nos representa cosas, con la escritura

puede hacerlo también. Es decir, que asuma que aprender a leer va hacer una forma

de comunicación más fácil y sobre todo más simple que el dibujo; para ello podemos

utilizar la secuencia que Vigotsky propone como un continuo que va del dibujo a lo

escrito. Deberían seguir todo el proceso a través de sus momentos más críticos

hasta el descubrimiento de que no solo se pueden dibujar objetos , sino que también

se puede plasmar el lenguaje , Para este autor, el proceso natural pasa por la

práctica de formas simbólicas más primitivas, o en todo caso, anteriores, como son el

gesto y el juego; pero desde un punto de vista más guiado por la instrucción, se

establecería un proceso que va del dibujo simple al dibujo como narración, pasando

luego a la expresión hacia lo escrito.

b) Enseñar a leer supone hacer captar al niño las funciones que tiene la

escritura; la posibilidad de perpetuar un mensaje (que en realidad es la función

primordial); la posibilidad de decir cosas a personas que no están cerca; la

posibilidad de hacer notas para acordarse de algo más tarde; la posibilidad de enviar

un escrito a un amigo que no está presente en ese momento, etc. Esto se puede

iniciar con el dibujo, pero poco a poco le llevaremos a la escritura como otra forma de

representación, desde luego más exacta y precisa.

c) Mostrarle otra función fundamental; que leyendo puede conocer historias,

entrar en mundos imaginarios; que escribiendo puede producir él mismo cuentos,

relatos. En éste asunto cobra un interés especial la propuesta de Bruner sobre la

narración como lenguaje popular y más próximo al niño. La narración, como bien

argumenta el autor, es la forma por excelencia para introducir al niño en el mundo de

significados de nuestra cultura (Bruner, 1991).

37

d) Una cultura letrada supone que el pequeño esté en contacto con libros, con

materiales impresos. Será éste un asunto en el que la familia juega un papel

fundamental y, por ello muy necesaria su colaboración en este sentido. La escuela

debe complementar estas acciones y suplirlas si ello fuera necesario. El libro de

imágenes, el libro de juegos, son el preludio de los libros de cuentos, de los libros

para leer; hay que crear en los niños interés y aún si fuera posible amor por los

cuentos.

e) La enseñanza de la lectura y escritura debería estar planteada de manera que

el alumno la perciba como algo necesario. Es decir que el niño necesite estas

herramientas para comunicar aspectos de interés en su vida cotidiana, tanto personal

como escolar ( Vigotsky, 1979 ). Esto nos sugiere la necesidad de considerar este

tipo de expresión como forma de transmisión de sentido desde el punto de vista de

los alumnos, aún cuando los instrumentos y habilidades que posean sean aún

imperfectos. Si la lectura y escritura poseen significado, podremos estar seguros de

que no serán una mera habilidad, sino una forma de lenguaje compleja y nueva

(Vigotsky, 1979).

f) Que la escritura se enseñe de un modo natural, como algo normal en su

desarrollo personal. Se debe intentar llevar al niño a que comprenda qué es el

lenguaje escrito y no a que aprenda únicamente las letras como elementos

constitutivos del sistema alfabético. Los educadores deberían organizar todas estas

acciones y todo el complejo proceso de transición de un tipo de lenguaje a otro.

g) Es preciso que el aprendizaje del lenguaje escrito tenga referencias a la

experiencia más amplia, extraescolar de los niños, en un sentido general, sin

alusiones a experiencias concretas de tal o cual niño.” La lectura de la realidad

siempre precede a la lectura de la palabra así como la lectura de la palabra implica

una continua lectura de la realidad” (Freire 1989)

h) La enseñanza de los grafismos tendrá un sentido lo más contextualizado

posible, lo más significativo posible. Lo cual nos lleva a plantear que la parte

propiamente psicolinguística se plasme en situaciones de juego y de manera muy

indirecta, salvo en los casos en que necesariamente veamos que hace falta una

especie de “entrenamiento” muy individualizado.

38

LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA.

La investigación sobre la lectura se desarrolló durante las décadas de los años

sesenta y setenta a partir de los progresos de la psicología cognitiva y en relación

con otras disciplinas como los estudios sobre inteligencia artificial o la lingüística

textual. El modelo de lectura surgido de estos estudios puede sintetizarse en dos

puntos principales. En primer lugar, leer no es una suma de habilidades en un

modelo jerárquico sino un proceso unitario y global de interpretación del texto en el

interior del cual actúan cada una de las habilidades en relación unas con otras. En

segundo lugar, el lector no realiza una transposición del significado del texto a su

mente sino que construye activamente su interpretación, a partir de sus

conocimientos, su intención de lectura, etc. El lector actúa deliberadamente al dirigir

su atención a los distintos aspectos del texto y supervisa constantemente su

comprensión para detectar los posibles errores y proceder a subsanarlos.

Pero no es hasta la década de los ochenta que ha empezado ha investigarse

positivamente sobre la mejor manera de propiciar este aprendizaje. Mientras se

pensó que leer era decodificar un texto de forma rápida, el método de enseñanza

podía ser (lo era) muy simple. Pero si entendemos que leer es comprender un texto,

el proceso resulta tan complejo que no cabe esperar que la investigación educativa

descubra un método único y completo que de cuenta de todas las operaciones

implicadas en la comprensión.

Existe un amplio consenso en considerar el texto, el lector y el contexto como

componentes del modelo interactivo de comprensión lectora (Irwin, 1986). Los

resultados de la investigación sobre cada una de estas variables, sobre su relación y

su necesidad de armonía son los datos que pueden sustentar las prácticas escolares

para este aprendizaje. El lector es sin duda la variable más compleja, la que ha

centrado los grandes avances de la investigación sobre la lectura y la más importante

desde el punto de vista educativo. Su investigación puede dividirse en dos aspectos

complementarios: el papel que ejercen los conocimientos y actitudes del lector en el

39

acto de lectura (lo que el lector es y sabe), y el proceso mismo de la lectura (lo que el

lector hace cuando lee).

Lo que el lector sabe: los conocimientos previos. Una parte de los conocimientos que se requieren para interpretar un texto se refiere

a los conocimientos del lector sobre el mundo y, aunque ésta es aún un área poco

desarrollada, su interés es evidente para la mejor realización de los aprendizajes

escolares. La investigación se ha dirigido a saber de forma más precisa cómo se

utiliza el conocimiento que ya se tiene para entender la información nueva. Una parte

de los resultados se refiere a la cantidad de conocimientos, ya que cuanto más se

sabe sobre un tema más se entiende la nueva información.

Otra parte de los resultados se refiere a la cualidad de los conocimientos. Sabemos

por ejemplo, que se entiende mejor una información sobre la cual no se tiene

conocimientos que una sobre la que se posee una información errónea, ya que el

lector intenta distorsionar el significado del texto para hacerlo casar con sus ideas y

no distingue entre la información anterior y la nueva. Una vía de solución parece ser

(Lipson, 1984) la de combinar la lectura con actividades sobre el tema, ya que estas

actividades obligan a distinguir y comparar los conocimientos propios y la información

del texto.

Una buena preparación a la lectura incluye: estimular la explicación de

conocimientos, ayudar a organizarlos por tipos de subtemas, interrogantes, etc., y

conducirlos a la lectura del texto la investigación de esta fase de lectura ha

experimentado con múltiples recursos técnicos que se ha precisado también en

función del tipo de texto. Así, en los narrativos parece más efectivo utilizar técnicas

orales para suscitar la intriga y el interés, mientras que en los expositivos resulta más

adecuada la formulación de hipótesis sobre fenómenos. Y en todo el uso de

analogías ha demostrado ser extraordinariamente útil para enlazar la información

nueva con la que ya posee el lector.

40

La relación entre conocimiento léxico y comprensión del texto no es precisamente

una novedad. El conocimiento del vocabulario influye en la comprensión lectora y la

lectura aumenta el vocabulario poseído. Así, sabemos que a partir del segundo ciclo

de primaria la mayoría del vocabulario se aprende leyendo. Y ello ocurre a través de

dos estrategias fundamentales: la deducción a través de las marcas morfológicas de

las palabras y, sobre todo, la deducción por el contexto. Sin duda este tipo de

resultados ofrece nuevos argumentos para el fomento de la lectura y exige una

reformulación de la enseñanza del vocabulario desde la tradicional enseñanza

explícita de palabras hacia otras formas como la de enseñar a deducir por el

contexto. (Teresa Colmer 1993)

Lo que el lector hace: El proceso de lectura Procesos de integración e inferencias

La gran cantidad de inferencias que debe realizar el lector a todos los niveles del

texto es una de las áreas que ha merecido más atención en el ámbito de los

procesos de integración. Las investigaciones son aún recientes y se refieren a

distintos intentos de clasificación de las inferencias, desde las fundadas en el texto

(inferencias lógicas) hasta las basadas en los conocimientos del lector (inferencias

pragmáticas). Se ha constatado que en la escuela se atiende poco a los procesos

inferenciales y las preguntas de los enseñantes se refieren a información explícita en

el texto en cuatro de cada cinco preguntas, ya que se considera una actividad

demasiado difícil, al menos para los alumnos de primaria. Si bien es cierto que la

capacidad para inferir no se halla plenamente desarrollada en estas edades, en los

últimos años se han iniciado investigaciones educativas que van en aumento y que

demuestran la posibilidad de favorecer el desarrollo de los distintos tipos de

inferencias. (Holmes, 1983).

41

4. COMO SE ABORDA LA LECTURA EN LA ESCUELA PRIMARIA: UNA VIVENCIA PERSONAL DESDE MI EXPERIENCIA DOCENTE. En el año de 1974 comencé la educación primaria, recuerdo que estaba de moda el

método onomatopéyico, con este método yo aprendí a leer y a escribir. Este método

partía del sonido que tenían las letras relacionándolas con algo que lo emitiera. Así la

u representaba al trenecito, la i representaba el chillido de la ratita, la e representaba

cuando el viejito no escuchaba etc. Una vez aprendidas las letras se comenzaba con

la sílaba, posteriormente con las palabras y finalmente con el enunciado.

Varios niños de esa época aprendimos el proceso de lectoescritura utilizando esta

metodología que en su tiempo era de las mejores y más rápidas para la enseñanza

de la lectoescritura.

Con el tiempo pude constatar que leía claro, rápido y pausadamente, respetando

todos y cada uno de los signos de puntuación, pero oh sorpresa, mi comprensión

lectora no era nada buena, mas bien era memorística, se trataba de repetir lo que se

leía, no de argumentarlo, analizarlo o criticarlo, solo de repetirlo.

Así pase de la primaria a la secundaria, con muy buenas calificaciones pero con

conocimientos memorísticos más que con significado para mí.

En la educación normal me costó mucho trabajo la realización de algunos ensayos

ya que no tenía esta habilidad, fue la primera vez que me ví, en la necesidad de

comprender lo que leía, a partir de este momento fue cuando me esforzaba por

comprender los textos que leía , recuerdo que mis primeros libros leídos en la

normal en el área de español fueron por obligación de hacerlo no por gusto eran

novelas horrendas sin sentido para mí ni motivación alguna de parte de los

docentes.

Pero la comprensión lectora se daba cuando encontraba algo interesante para mí,

recuerdo las revistas de ciencia las cuales me resultaban tan placenteras que me las

42

devoraba y me daba cuenta que mi comprensión lectora no era tan mala, era quizá

encontrar el sentido del texto a leer, para que leerlo, el objetivo.

Hace 18 años en 1987 comencé a trabajar como docente en una escuela de la

delegación Iztapalapa, recuerdo que estaba de moda el método global de análisis

estructural, el cual mencionaba que se debía enseñar a leer partiendo del enunciado

con el fin de que la lectura tuviera un significado para el lector, posteriormente se

visualizarían las palabras que le daban la forma al enunciado, se seguiría con las

sílabas que forman dichas palabras, para terminar con la letra y su respectivo

fonema.

En estos tiempos en los grados subsecuentes al primero en la educación primaria y

secundaria era más importante conocer la estructura gramatical de nuestro idioma

que la comprensión y producción de textos.

Además recordemos que la educación preescolar no era obligatoria y esto influía de

manera rotunda en el proceso de lectoescritura en cuestiones de maduración

Con el método global se revaloraba la importancia de comprender lo que se leía,

creo que fue cuando se comenzó a dar la importancia que la comprensión lectora

debe tener en nuestro sistema educativo, seguramente si comenzamos enseñando al

niño desde pequeño a comprender y producir sus propios textos mejoraremos

nuestro nivel educativo.

Fue después de cuatro años que trabajé con un grupo de primer año utilizando el

método global de análisis estructural obteniendo resultados satisfactorios pues los

niños aprendieron a leer y escribir de manera adecuada comprendiendo lo que leían

un poco lento pero con un buen nivel de comprensión.

Después de esta ocasión, hasta la fecha no he vuelto a tener primer año pero sí

estoy conciente de los grandes cambios que se han realizado en esta área.

43

En los comienzos de los años 90 estuvo de moda el PALEM (Proyecto para la

lectoescritura y la matemática) esta propuesta manejaba fichas de tres colores que

contenían diversas actividades, cada color representaba un nivel, los niveles eran:

Presilábicos, Silábicos y Alfabéticos. Con el tiempo dejó de ser una propuesta y se

convirtió en una metodología aplicada para el primer ciclo de la educación primaria,

que llegó junto con la modernización educativa de 1993 cambiando el enfoque

educativo completamente y en lo referente a la lectura se da gran importancia a la

comprensión y producción de textos.

Cabe mencionar que en lo referente a mi trabajo como docente he tenido primer año

solamente una ocasión hace mucho tiempo, dos ocasiones segundo grado otras

tercero y cuarto grado pero en mayor número de veces quinto y sexto grado.

En el tercer ciclo de educación primaria se supone que el niño ya debiera de leer

correctamente pero en varias ocasiones nos damos cuenta de que no es así ya que

al realizar el diagnóstico correspondiente los resultados no son siempre del todo

satisfactorios.

La manera en que he abarcado la lectura con los niños ha evolucionado con el

tiempo, recuerdo cuando solamente se trabajaba con el libro de texto de lectura, que

en el año escolar se repetía dos o más veces, el cual por cierto les gustaba mucho a

los niños , les encantaban las leyendas, cuentos e historias que el libro tenía pero

solamente de la lectura se valoraba la claridad, respeto por los signos de puntuación

y sobre todo la velocidad con que se leía la comprensión lectora no se cuestionaba

y poco se practicaba.

Para tal fin el único recurso de lectura que todos los docentes teníamos era el libro

de texto. Poco a poco la situación cambió, recuerdo cuando iniciamos en la escuela

la biblioteca escolar y pedimos libros a los padres de familia y a los niños para hacer

nuestro acervo, la respuesta fue muy positiva pero desgraciadamente los libros que

se donaban poco tenían que ver con la literatura infantil, más bien eran libros de

44

texto de educación secundaria o de otros niveles educativos cosa que a los niños de

primaria no les motiva mucho el leerlos.

Lo cierto es que la literatura infantil era escasa en los años anteriores a 1994 así que

me di a la tarea de buscar literatura infantil por las librerías encontrando una

colección de reciente publicación con autores de talla internacional, la colección “A la

orilla del viento” del Fondo de Cultura Económica de un costo muy accesible de $20

a $30 pesos en promedio, clasificando a los libros en tres etapas , para los que están

aprendiendo a leer, para los que leen bien y para los grandes lectores, de inmediato

y con el apoyo de los padres de familia nos hicimos de aproximadamente 40 libros de

las dos primeras etapas con los cuales comencé a formar la biblioteca del aula.

Poco tiempo después se realizó en la escuela el primer concurso de rincones de

lectura el cual pretendía crear un espacio agradable donde los niños guardaran los

materiales de lectura así cada grupo realizó llamativos muebles desde castillos,

cohetes hasta casitas y animalitos. Con el paso del tiempo apareció la colección

barco de vapor y con ella los libros de literatura infantil se hicieron más comunes,

mayormente aún cuando la SEP comenzó a equipar a las escuelas con la biblioteca

del aula la cual contempla cerca de 40 títulos por grado, así todos los grupos de 1º a

6º grado cuentan con material de lectura así la literatura infantil llegó a las escuelas.

Hace aproximadamente cinco años apareció el PEC Proyecto de Escuelas de

Calidad y todos los docentes en mi escuela decidimos incorporarnos, para la

incorporación nos pedían un Proyecto Escolar el cual decidimos realizar tomando el

tema de la comprensión lectora y la producción de textos.

La escuela tenía material de lectura pero hacía falta conocer y aplicar estrategias y

modalidades de lectura que hicieran más agradable e interesante esta actividad

dentro de la escuela.

Fue así como nos dimos a la tarea de investigar en diversas fuentes actividades y

estrategias de lectura, afortunadamente con el paso del tiempo fuimos encontramos

45

varias de ellas las cuales hemos ido incorporando poco a poco a nuestra forma de

trabajo aplicándolas antes, durante y después de la lectura de un texto, cuento, etc.

A continuación describiré brevemente la forma en que llevo a cabo las actividades y

estrategias de lectura con mis alumnos.

Antes de leer permito que los niños expliquen y amplíen sus conocimientos y

experiencias previas al tema del texto que se leerá, conozcan el vocabulario o usen

el diccionario para solucionar posibles dudas que les ayuden a tener una mejor

comprensión del texto y estimular predicciones sobre el contenido para esta actividad

uso la estrategia del muestreo que consiste en tomar del texto palabras, imágenes o

ideas que funcionan cómo índices para predecir el contenido del texto.

Durante la lectura se aplican diferentes estrategias de lectura como son la

anticipación del contenido del texto mientras se está leyendo, es decir que anticipan

algún significado, idea o acción relacionada con el contenido textual. Confirmación y

Autocorrección del contenido del texto, es decir la comprobación o corrección de sus

predicciones sobre la lectura en un momento específico. La Inferencia, es decir la

posibilidad de deducir información que no aparece explícitamente en el texto pero al

manejar cierto contexto deducimos alguna idea o significado referente al texto. El

monitoreo que consiste en evaluar la propia comprensión que se va alcanzando

durante la lectura, lo que conduce a detenerse y volver a leer para la creación de

significados que hagan posible que se produzca la comprensión del texto.

Después de la lectura se realizan actividades enfocadas a la comprensión, la

reconstrucción o el análisis de los significados del texto, es decir pequeños

cuestionarios sobre la lectura, cambio final del cuento, formulación de opiniones

sobre lo leído, expresión de experiencias y emociones personales relacionadas con

el contenido, realización de cartas a los personajes del texto, dibujos, mapas

conceptuales, mapas mentales, cuadros sinópticos, línea del tiempo, secuencia

cronológica mediante dibujos etc.

46

En lo referente a las modalidades de lectura se manejan en el grupo la audición de

lectura, es decir se sigue en su libro de texto (o texto que cada niño debe tener) la

lectura realizada por el maestro o alumno o padre de familia u otro lector en voz alta

clara, respetando signos de puntuación y manejando las estrategias de lectura.

Lectura compartida, se trabaja en equipos, en cada equipo un niño guía la lectura y

presenta preguntas referentes al contenido del texto que los otros equipos deben

contestar.

En la lectura independiente, los niños de acuerdo a sus propósitos personales

seleccionan y leen libremente los textos, esta actividad la manejamos principalmente

con los libros de la biblioteca del aula, se dedican 30 minutos un día a la semana

para leer libremente y a su ritmo los libros de la biblioteca del aula realizando alguna

actividad posterior a la lectura, además el niño puede llevarse el libro a casa para

terminarlo de leer y aumentar una manzana al árbol de la sabiduría.

La lectura en episodios, se realiza en diversos momentos como resultado de la

división de un cuento, leyenda, novela etc, en varias partes, dejando en suspenso a

los escuchas, propiciando el recuerdo y la formulación de predicciones a partir de lo

leído en un episodio con respecto a lo que se leerá en el siguiente, esta modalidad la

disfrutan mucho los niños y si se maneja adecuadamente los niños piden que se les

lea el episodio siguiente.

Para reafirmar las estrategias de lectura se manejan actividades sencillas como son:

Para el muestreo:

Fuga de letras, consiste en completar las consonantes a un texto ilustrado.

Vocales en fuga, consiste en completar las vocales de un texto ilustrado y descubrir

así el mensaje.

Teclado incompleto.- consiste en encontrar el mensaje incompleto escrito en la

pantalla de una computadora (completar vocales y consonantes)

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Goma bromista, consiste en completar un texto el cual faltan letras y sílabas para

encontrar el mensaje del texto.

Fuga de sílabas, consiste en encontrar la sílaba faltante en un grupo de palabras.

¿Cómo empieza? consiste en encontrar el grupo de sílabas faltantes en las palabras

para completar el texto. El objetivo es visualizar lo escrito y predecir lo que falta en

base al ensayo y error.

Otros consisten en comparar dos imágenes y descubrir sus diferencias o igualdades

(copia fiel, abracadabra, paisaje con semejanzas, buscar los intrusos en un dibujo o

en un texto

Comparación de texto, consiste en comparar dos textos y encontrar sus diferencias o

semejanzas ( poemas con diferencias, palabras entrometidas, receta complicada )

Juegos de discriminación visual rápida, como son rompecabezas, familia distraída,

sombras chinas.

Juegos de discriminación visual grupales (memoramas con imágenes o texto)

Para reafirmar la estrategia de predicción manejamos las siguientes actividades:

Predicción del contenido de un libro mediante su portada, predecir el contenido de un

libro a partir del título, realizar dibujos a los libros que solo cuentan con título, realizar

titulo a los libros que solo cuentan con ilustración, predecir el contenido de una

noticia a partir del titular, predecir el final de una historieta, completar el dibujo y texto

del último cuadro de una historieta, predecir el significado de una palabra, inventar

definiciones a palabras extrañas imaginando que podrían ser, predecir el final de una

historia.

Para reafirmar la estrategia de anticipación manejamos las siguientes actividades:

Descubrir códigos secretos mediante el descifrado de un código.

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Descubrir mensajes relacionando imágenes con palabras

Descubrir mensajes relacionando el abecedario con un número.

Encontrar palabras escondidas (sopa de letras) o escondidas en algunas figuras

(relojes)

Formar palabras a partir de sílabas o letras mezcladas.

Batidora de palabras (letras en desorden para formar palabras)

Rompecabezas de palabras.

Sopa de sílabas, formación de enunciados a partir de palabras mezcladas.

Menjurge de noticias, rompecabezas poético, completar globos de historietas.

Para reafirmar la estrategia de inferencia manejamos las siguientes actividades :

Mediante pistas identificar lo que se desee.

Encontrar imágenes, animales, personajes. Mediante previas pistas.

Resolver laberintos para llegar a un lugar, descifrar enigmas mediante fotografías o

imágenes, resolver acertijos.

Reponer palabras que se omiten en un texto.

Responder preguntas cuya respuesta no está explicitada en un texto y deba ser

inferida.

Plantear preguntas cuya respuesta no está explicitada en el texto y deba ser inferida.

Para reafirmar la estrategia de confirmación y autocorrección manejamos las

siguientes actividades:

Resolver crucigramas, encontrar palabras en sopa de letras, sopa de verbos, sopa

de adjetivos, resolver anagramas, resolver juego de palabras, resolver adivinanzas,

resolver colmos.

Cabe mencionar que también participan los padres de familia en las actividades de

lectura al presentarse uno de ellos y leerles un cuento o narrarles una historia

adecuando alguna actividad para la ocasión.

Actualmente he encontrado otros materiales que contienen actividades de lectura,

como los mencionados en este sencillo trabajo y recientemente algo nuevo “fichas

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de lectura para trabajar textos narrativos, textos informativos y textos periodísticos”

de manera práctica y sencilla, pero aún no los conozco, estoy en proceso de

asimilarlo y ponerlo en práctica con mis alumnos. Lo que si es claro es que he

crecido en esta área de conocimiento y espero seguir encontrando actividades que

me ayuden a realizar mi trabajo lo más agradablemente posible para mí y para mis

alumnos.

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5 .- ESTRATEGIAS DE LECTURA. ORGANIZACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE LECTURA Antes de leer. Las actividades previas a la lectura se orienta a:

a) Permitir que los niños expliquen y amplíen sus conocimientos y experiencias

previas relativas al tema del texto que se leerá.

b) Conocer el vocabulario o los conceptos indispensables para comprender el

texto.

c) Estimular la realización de predicciones sobre el contenido del texto.

d) Establecer propósitos de lectura.

Al leer. Las actividades de lectura se realizan mediante diversas modalidades,

estas son formas de interacción con el texto; hacen más variada e integrante la

lectura y propician distintos tipos de participación que pueden favorecer el desarrollo

de las estrategias de lectura.

Después de leer. Las actividades posteriores a la lectura se enfocan a la

reconstrucción o el análisis de los significados del texto: comprensión global o tema

del texto; comprensión especifica de fragmentos; comprensión literal (o lo que el

texto dice); elaboración de inferencias; reconstrucción del contenido con base en la

estructura y el lenguaje del texto; formulación de opiniones sobre lo leído; expresión

de experiencias y emociones personales relacionadas con el contenido, y relación o

aplicación de las ideas leídas a la vida propia (generalizaciones).

ESTRATEGIAS DE LECTURA. Muestreo. El lector toma del texto palabras, imágenes o ideas que funcionan como

índices para predecir el contenido.

Predicción. El conocimiento que el lector tiene sobre el mundo le permite predecir el

final de una historia, la lógica de una explicación, la continuación de una carta,

etcétera.

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Anticipación. Aunque el lector no se lo proponga, mientras lee va haciendo

anticipaciones, que pueden ser léxico-semánticas, es decir que predetermina, de

algunas palabras, un significado relacionado con el tema; o sintácticas, en las que

sabe que continuará cierta palabra o una categoría sintáctica (un verbo, un

sustantivo, etcétera). Las anticipaciones serán mas pertinentes mientras más

información tenga el lector sobre los conceptos relativos a los temas, al vocabulario y

a la estructura del lenguaje del texto que lee.

Confirmación y auto corrección. Las preediciones y anticipaciones que hacen un

lector, generalmente son acertadas y coinciden con lo que realmente aparecen en el

texto. Es decir, el lector las confirma al leer. Sin embargo, hay ocasiones en que las

predicciones o anticipaciones son incorrectas. Entonces el lector las rectifica.

Inferencia.- Es la posibilidad de derivar o deducir información que no aparece

explícitamente en el texto; consiste también en unir o relacionar ideas expresadas en

los párrafos y evaluar lo leído. Otras formas de inferencia cumplen las funciones de

dar sentido adecuado a palabras y frases ambiguas – que tiene más de un

significado – y de contar con un marco amplio para la interpretación.

Monitoreo.- También llamada metacomprensión. Consiste en evaluar la propia

comprensión que se va alcanzando durante la lectura, lo que conduce a detenerse y

volver a leer o a continuar encontrando las relaciones de ideas necesarias para la

creación de significados.

MODALIDADES DE LECTURA

Audición de lectura. Al seguir en sus libros la lectura realizada por el maestro u

otros lectores competentes, los niños descubren la relación entre la lectura y el

contenido que se expresa, así como las características del sistema de escritura y del

lenguaje escrito que dan pié a la entonación la lectura en voz alta.

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Lectura guiada. Tiene como fin enseñar a los alumnos a formularse preguntas sobre

el texto. Primero al maestro elabora y plantea preguntas para guiar a los alumnos en

la construcción de significados. Las preguntas son de distinto tipo y conduce a los

niños a aplicar diversas estrategias de lectura: predicción, anticipación, muestreo,

interferencias, monitoreo, confirmación y autocorrección. Las estrategias se

desarrollan individualmente y a partir de la interacción del grupo con el texto.

Lectura compartida. También brinda a los niños la oportunidad de aprender a

cuestionar el texto, pero a diferencia de la modalidad anterior, se trabaja en equipos.

En cada equipo, un niño guía la lectura de sus compañeros. Al principios, los guías

aplican preguntas proporcionadas por el maestro, y más adelante ellos mismos las

elaboran. El equipo comenta la información del texto y verifica si las preguntas y

respuestas corresponden o se derivan de él.

Lectura independiente. En esta modalidad, los niños, de acuerdo con sus

propósitos personales, seleccionan y leen libremente los textos.

Lectura en episodios. Se realiza en diversos momentos como resultados de la

división de un texto largo en varias partes. Tiene como finalidad promover el interés

del lector mediante la creación del suspenso. Facilita el tratamiento de textos

extensos, propicia el recuerdo y la formulación de preediciones a partir de lo leído en

un episodio con respecto a lo que se leerá en el siguiente.

(Libro del maestro, Español cuarto grado. SEP 2000)

RECOMENDACIONES PARA LA ADQUISICIÓN DE UN LIBRO Un buen manual de orientación para los padres de familia que desea atinar a la hora

de adquirir los libros que regalaran a sus hijos, seguramente incluirán estas

recomendaciones

53

• De 0 a 3 años: canciones de cuna, arrullos, juegos verbales, instrucciones

página entera, sin texto; rimas y figuras con movimiento (pero no abuse de

estos últimos)

• De 3 a 5 años cuentos de animales, humorísticos, de secuencias breves, de

una sola trama lineal, de más de dos personajes principales, letra grande y

poca.

• De 5 a 7 años; cuentos de hadas, de objetos familiares de fantasía y

supuestos. Juegos de magia y experimentos sencillos, y tramas cortas con no

más de cuatro personajes principales.

• *De 7 a 9 años cuentos de misterio y suspenso, de aventuras con riesgo, de

animales peligrosos y viajes intergalácticos. Reducción de ilustraciones y

extensión de texto.

• De 9 a 12 años cuentos de terror y horror, historias reales, chuscas e

increíbles, y aventuras de muchachos y muchachas. Tramas paralelas y con

mas de cuatro personajes centrales.

• De 12 años en adelante libros de poesía y pensamiento, de historias heróicas,

románticas y biográficas, políticas y testimoniales, de conflicto juveniles y

familiares, de orientación y consejos.

(Eduardo Robles México 2000)

Para crear la atmósfera que haga propicio el clima positivo que estamos buscando,

conviene que el adulto asuma ante el niño y el joven el papel de guía y orientador,

atendiendo las siguientes sugerencias:

• la informalidad. Es conveniente darle un tono de informalidad al programa de

ejercicios lectores.

• Que sepan los receptores que este programa está al margen de los

programas oficiales. Con ello lejos de restar la importancia ganará el interés y

participación entusiasta.

54

• *La complicidad. El instructor debe de hacerse cómplice del trabajo de los

receptores, debe integrarse a ellos como uno más, animándolos y dejándolos

libres para que desarrollen la actividad sin rigidez. Juegan todos el mismo

juego y el adulto es un simple motivador.

• El entusiasmo. Poner ánimo en todo lo que se proponga y se realiza, dejando

a los receptores opinar, intervenir y sugerir. El adulto contagiará a los niños y

jóvenes de un ambiente, espontáneo y alegre. Serán creativos y

emprendedores y darán de sí al máximo.

• Persuasión. No imponer, no dirigir, no corregir en exceso, dejar a un lado el

conductismo del que hacemos gala generalmente. Mejor, inducir a hacer,

proponer. La actitud conciliadora del adulto favorecerá la participación abierta

e incondicional de los niños y los jóvenes.

• La apertura. Abrirse ante cualquier propuesta que venga a los lectores si es

una incitada loable. Permitir la objeción que conlleva mejoras. Construir

puntos en un ambiente festivo. Celebrar los ejercicios construidos y

mostrarlos. Los participantes lo agradecerán.

(Eduardo Robles México 2000)

TIPS PARA LA LECTURA DE UN LIBRO EN LA CASA

• Poner el libro al alcance del niño y del adolescente de la misma manera que

se pone el pan dulce: en una charola o canasta, en un orden desordenado

para que se le antoje tomarlo.

• Dejar que el niño y el adolescente elijan el libro que deseen, de acuerdo con

sus intereses y estados de ánimo, que al igual que los adultos, los tienen.

• No condicionar la lectura, ni utilizarla como castigo pero tampoco premiarla.

Que el objetivo sea leer y no obtener una recompensa. El mismo la

descubrirá leyendo.

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• Propiciar la reflexión y la critica de libros leídos, a la hora de comer o cenar,

en la sobre mesa, principalmente con los adolescentes.

• Sugerir títulos, no imponerlos; recomendar lecturas, no obligarlas; comentar

avances de una lectura no acabada, propiciando su interés.

• Leer y contar cuentos a los niños en la cama, con algunas variantes, yo te

leo, tu me lees, leamos a solas. Pero hacerlo casi todas las noches.

• Dejar “olvidados” libros que puedan interesar a los adolescentes, sobre la

mesa, junto al televisor, en una silla, en el coche. Dicen que la curiosidad

mató al gato.

• Llevarlos a ferias y librerías, asistir a la narración de cuentos a cargo de

“cuenta cuentos” para chicos y grandes. Acostumbrarlos a estas visitas

periódicas.

• Hablar de libros como quien habla de fútbol, telenovelas y películas. Que sea

un tema cotidiano, que tenga un espacio en el hogar.

• Regalar libros en los cumpleaños, en el día del niño, en las navidades. Si

además lleva una dedicatoria escrita por el que lo a regalado, será un

obsequio perdurable.

• Compartir en la sala, después del café o en la estancia donde reposa el

televisor, lecturas amenas, chuscas, sorprendentes, poéticas o misteriosas.

Pasajes de un libro, sentencias o versos leídos por los padres o por, los hijos

en familia.

• Poner en la maleta de cada miembro de la familia un libro que también se va

de vacaciones. Podaríamos necesitarlo.

• Evitar que el dormitorio de los hijos instale un televisor, que debe ocupar su

lugar en la estancia. Reserve el dormitorio para los libros.

EN LA ESCUELA

• Proponer que todos los maestros de primaria, secundaria y preparatoria le

roben 30 minutos al programa de estudios, sea la materia que sea, y los

dediquen, a todos los lunes y en la primera hora, al libro-libre: a comentar

lecturas de fin de semana de alumnos y maestros.

56

• Que todas las aulas de primaria, secundaria y preparatoria dispongan de un

rincón con una estantería en la que reposen libros-libres que podrán ser leídos

por aquellos alumnos que ya terminaron su trabajo escolar.

• Diseñar un mural a la entrada de la escuela en el que se recomienden libros

para todas las edades, cada semana, exhibiendo la portada y destacando el

titulo, el autor y la editorial, es decir: con nombre y dos apellidos.

• Hacer visitas periódicas a librerías y editoriales, de la misma manera que se

programan visitas a fábricas de productos chatarra. Los libros si alimentan.

• Propiciar que en el recreo los alumnos visiten la biblioteca escolar para pescar

algún libro-libre que puedan llevarse prestado a la casa.

• Auspiciar concursos literarios en los que participen los alumnos escribiendo

historias inéditas de su propia inspiración –sin que metan la mano los padres-

y pueden ser premiados por un jurado. ¿El premio? Su publicación.

• Invitar a “cuenta cuentos” a que narren historias a chicos y grandes con toda

la capacidad expresiva, corporal y gestual es capaz de proyectar un narrador

oral. Los motivará a leer los cuentos y las historias que ha contado.

• Organizar veladas nocturnas en torno a una fogata al aire libre, en las que se

narren historias de suspenso y terror y se lean leyendas de horror. No hay

nada que le atraiga más a un niño y a un adolescente que escuchar un cuento

de miedo, para hacerse pipí…

• Calendarizar durante el ciclo escolar determinadas fechas y horarios, que

solamente conocerá el director o la directora de la escuela, en los que se

suspenderá todas las actividades académicas, deportivas, administrativas y de

servicios, por espacios de 30 minutos, tiempo que le dedicaran a leer un libro

en el lugar en que se encuentren. La vida escolar se paraliza al escuchar una

música una campana o un timbre especial que marca “la hora de la libertad”.

Toda la comunidad educativa, incluyendo a la directora o al director, la

secretaria, el contador, el maestro, el policía y el auxiliar de servicio, tendrá

que llevar siempre a mano un libro-libre que podrá sacar cuando ese día y a

esa hora no previstos, se propicie la lectura de placer. ¡Y ay de aquel que no

lo lleve consigo en su mochila, bolsa o portafolios! Se quedará solo con su

57

soledad, no habrá quien le presente uno, no se permite. No se le olvidará

jamás. Ver a todo el mundo sembrado en patios, jardines, aulas, gimnasios y

oficinas leyendo, es un espectáculo nunca visto… ¡Vale la pena!

En la Biblioteca

• Rediseñar la biblioteca para que se habiliten un espacio reservado para que

se habilite un espacio reservado para la lectura de placer, aquella que no es

para estudiar, aprender o consultar, ni para hacer tareas o trabajos escolares.

• Habilitar ese espacio con alfombra, cojines mullidos, canasta de libros de

cuentos, exhibidores, luces bajas en rinconcitos y música clásica o

instrumental de fondo.

• Clasificar los libros de cuentos, novelas, leyendas, historias y biografías con

títulos más atractivos y prácticos: libros de miedo, libro de amor, libro de

suspenso, libros de humor, libros poéticos, etc., distinguiéndolos también por

colores en la estanterías, en las canastas y en las repisas, siempre a la altura

de los alumnos, para que puedan encontrarlos fácilmente los niños de

preescolar.

• Pintar con colores pastel, colores suaves, las paredes del recinto; tonalidades

que serenan y concentran al lector potencial, y vestir de luces blancas los

rinconcitos escondidos para leer.

• Liberar a ese espacio sillas y mesas, y dejar que chicos y grandes se

desparramen en la alfombra, entre cojines, a sus anchas, como les gusta

estar. Las sillas se inventaron para los adultos.

• Evitar los carteles que prohíben: no hablar, no correr, no jugar, no, no, no. No

negar, mejor motivar. Si no leo, me a-burro.. Dime que lees y te diré quien

eres.. Ojos que no leen, corazón que no siente..

• Instruir a la encargada de la biblioteca para que deje de ser la carcelera de los

libros y se convierta en la motivadora número uno de la lectura; que no

prohíba, fomente; que no archive, exhiba, que no esconda los libros, los

muestre… al menos en ese espacio reservado a la lectura placentera.

58

• Colocar a la entrada de la biblioteca un atril que exhiba las portadas de las

novedades de la semana y una escueta reseña de su contenido. Que los

libros-libres se promuevan cono se promueve una película a la entrada de una

sala de proyección.

• Diseñar un rincón en el que se depositen los libros que se han deshojado,

maltratados o manchados. Una cruz roja distinguirá la “enfermería” donde se

encuentran esos libros mal cuidados. Invitar a los usuarios de la biblioteca a

que, se apiade de los enfermos y, posiblemente, se ofrezca a curarlos.

• Permitir a los niños más pequeños que lean en voz alta, hablen, mientras

tienen el libro abierto. No pueden leer de otra manera porque están

aprendiendo de letras las palabras y necesitan escucharse a si mismos.

• Hacer de la biblioteca el lugar más apetecible de la escuela, el más visitado y

el más querido.

(Eduardo Robles México 2000)

59

6. MOTIVACIÓN.

¿Por qué nos movemos, actuamos, nos interesamos por las cosas y nos inquietamos

sin cesar? El estudio de la motivación, pues, no es otra cosa que el intento de

averiguar, desde el punto de vista de la psicología, a qué obedecen todas las

necesidades, deseos y actividades, es decir, investiga la explicación de las propias

acciones humanas.

Se trata de estudiar los impulsos tendencias y estímulos que acosan constantemente

nuestra vida y nuestro organismo y nos lleva, queramos o no a la acción.

Lo conducta instintiva no requiere voluntad por parte del sujeto, en cambio la

conducta motivada si la requiere. El motivo es algo que nos impulsa a actuar, se

presenta siempre como un impulso, una tendencia, un deseo, una necesidad.

Podemos señalar desde impulsos más elementales, como el hambre, el sueño;

hasta los más complicados y complejos, como puede ser el impulso o deseo de ser

ingeniero en telecomunicaciones, periodista, maestro, etc.

Toda actividad está motivada por algo, y ese algo es lo que hemos llamado motivo.

Es como un circuito cerrado en el que se pueden distinguir tres momentos

principales: motivo, conducta motivada y disminución o satisfacción de la necesidad.

Para la realización del trabajo nos proponemos analizar los conceptos de la

Motivación y su influencia en los individuos. Ahora bien, uno tiene asimilada una idea

general de lo que este concepto abarca, pero es bueno hacer hincapié en lo que

piensan diversos autores con respecto a él.

"La motivación es, en síntesis, lo que hace que un individuo actúe y se comporte de

una determinada manera. Es una combinación de procesos intelectuales, fisiológicos

y psicológicos que decide, en una situación dada, con qué vigor se actúa y en qué

dirección se encauza la energía." (Solana 1993)

"Los factores que ocasionan, canalizan y sustentan la conducta humana en un

sentido particular y comprometido."(Stoner 1996)

60

"La motivación es un término genérico que se aplica a un amplia serie de impulsos,

deseos, necesidades, anhelos, y fuerzas similares.

Decir que los administradores motivan a sus subordinados, es decir, que realizan

cosas con las que esperan satisfacer esos impulsos y deseos e inducir a los

subordinados a actuar de determinada manera."(Koontz, 1999))

Al parecer coinciden en que la motivación es un proceso o una combinación de

procesos como dice Solana, que consiste en influir de alguna manera en la conducta

de las personas, puede decirse que la motivación es la causa del comportamiento de

un organismo, o razón por la que un organismo lleva a cabo una actividad

determinada.

En los seres humanos, la motivación engloba tanto los impulsos conscientes como

los inconscientes. Las teorías de la motivación, en psicología, establecen un nivel de

motivación primario, que se refiere a la satisfacción de las necesidades elementales,

como respirar, comer o beber, y un nivel secundario referido a las necesidades

sociales, como el logro o el afecto. Se supone que el primer nivel debe estar

satisfecho antes de plantearse los secundarios.

En cuanto a las primeras ideas de motivación que fueron apareciendo en distintos

contextos históricos valen destacar las siguientes: teorías.

Teoría de las Necesidades:

Se concentra en lo que requieren las personas para llevar vidas gratificantes, en

particular con relación a su trabajo .Existen diversas teorías de las necesidades, las

cuales se citarán en el orden que creímos conveniente para realizar comparaciones y

adjuntar opiniones sobre las mismas. La jerarquía de las Necesidades de Maslow:

Esta es la teoría de motivación por la cual las personas están motivadas para

satisfacer distintos tipos de necesidades clasificadas con cierto orden jerárquico:

.Necesidades de autorrealización, Necesidades de estima, Necesidades sociales o

de pertinencia. Necesidades de seguridad y Necesidades fisiológicas

61

Teoría de las tres necesidades: de John W. Atkínson propone en su teoría que

las personas motivadas tienen tres impulsos:

o La necesidad del Logro

o La necesidad del Poder

o La necesidad de Afiliación

El equilibrio de estos impulsos varía de una persona a otra. Según las

investigaciones de David C. Mc Clelland la necesidad de logro tiene cierta relación

con el grado de motivación que poseen las personas para ejecutar sus tareas

laborales. La necesidad de aplicación es aquella en la cual las personas buscan una

estrecha asociación con los demás. .La necesidad de poder se refiere al grado de

control que la persona quiere tener sobre su situación. Esta de alguna manera

guarda relación con la forma en que las personas manejan tanto el éxito como el

fracaso .Pueden encontrarse a veces personas que temen al fracaso y junto con la

erosión del poder particular, puede resultar un motivador de suma importancia. En

cambio, para otras personas, el temor al éxito puede ser un factor motivante.

Teoría de la Equidad: El factor central para la motivación en el trabajo es la

evaluación individual en cuanto a la equidad y la justicia de la recompensa recibida.

El término equidad se define como la porción que guarda los insumos laborales del

individuo y las recompensas laborales. Según esta teoría las personas están

motivadas cuando experimentan satisfacción con lo que reciben de acuerdo con el

esfuerzo realizado. Las personas juzgan la equidad de sus recompensas

comparándolas con las recompensas que otros reciben.

Teoría del Reforzamiento: Es la llevada a cabo por el psicólogo B. F. Skinner. En

esta se explica que los actos pasados de un individuo producen variaciones en los

actos futuros mediante un proceso cíclico que puede expresarse así a modo de

síntesis puede citarse lo siguiente con respecto a esta teoría:"Enfoque ante la

motivación que se basa en la ley del efecto, es decir, la idea de que la conducta que

62

tiene consecuencias positivas suele ser repetida, mientras que la conducta que tiene

consecuencias negativas tiende a no ser repetida."

Teoría de las Metas: Esta es la teoría expuesta por el psicólogo Edwin Locke, en la

cual se establece que las personas se imponen metas con el fin de lograrlas. Para

lograr la motivación de los trabajadores, éstos, deben poseer las habilidades

necesarias para llegar a alcanzar sus metas. Chistopher Early y Christine Shalley

describen tres fases para establecer metas:

• Establecer una norma que se alcanzará.

• Evaluar si se puede alcanzar la norma.

• Evaluar sí la norma se ciñe a las metas personales.

En el caso de que sea imposible la satisfacción de la necesidad, Esto provocaría la

frustración de la persona. Ahora bien podríamos mencionar a qué nos referimos con

este concepto. Frustración es aquélla que ocurre cuando la persona se mueve hacia

una meta y se encuentra con algún obstáculo. La frustración puede llevarla tanto a

actividades positivas, como constructivas o bien formas de comportamiento no

constructivo, inclusive la agresión, retraimiento y resignación. También puede ocurrir

que la frustración aumente la energía que se dirige hacia la solución del problema, o

puede suceder que ésta sea el origen de muchos progresos tecnológicos, científicos

y culturales en la historia. Esta frustración lleva al individuo a ciertas reacciones:

1. Desorganización del comportamiento

2. Agresividad

3. Reacciones emocionales

4. Alineación y apatía.

Teoría de la reducción del impulso:

Impulso es la tendencia a la actividad generada por una necesidad. Esa necesidad,

que es el estado de desequilibrio interno, es a su vez provocada por una carencia.

63

Ese desequilibrio provoca en el organismo una exigencia de reequilibración que no

cesa hasta que la carencia, o incluso, el exceso, ha sido eliminado y substituido por

otro. Podemos destacar dentro de esta corriente a representantes como Hull y Lewin.

Una necesidad usualmente procede y acompaña a la acción del organismo, suele

decirse que la necesidad motiva o impulsa la actividad asociada

Teoría de la motivación por emociones:

Las emociones cumplen una función biológica preparando al individuo para su

defensa a través de importantes cambios de la fisiología del organismo y

desencadenando los comportamientos para reestablecer el equilibrio del organismo.

Cuando los estados emocionales son desagradables el organismo intenta reducirlos.

Teoría psicoanalítica de la motivación:

Está basada en los motivos inconscientes y sus derivaciones. Según la teoría

psicoanalítica las tendencias primarias son el sexo y la agresión. La tarea básica del

sistema nervioso es preservar al organismo de una inundación estimular

desequilibradora, y a la vez facilitar la consecución del placer y la evitación del dolor.

El modelo adoptado por Freud es un modelo hedonístico de tensión – reducción que

implica que la meta principal de todo individuo es la obtención del placer por medio

de la reducción o extinción de la tensión que producen las necesidades corporales

innatas. A esta motivación se le conoce con el nombre de psicodinámica, puesto que

da una explicación de los motivos humanos en términos de hipotéticos conflictos

activos subyacentes. El principal problema de esta teoría es la falta de datos

empíricos, pero aun así ha sido muy influyente.

Teoría del incentivo

A está se deben autores como Young, Thorndike, Olds, Mc Clelland, Skinner,

Ritcher. Básicamente consiste en premiar y reforzar el motivo mediante una

recompensa al mismo. El mono que ha realizado su numerito en el circo espera

inmediatamente un terrón de azúcar, el camarero del bar espera la propina por un

64

trabajo bien hecho, el niño que ha aprobado todas las asignaturas espera que su

padre le compre la bicicleta que le prometió. Los incentivos más importantes o

comunes son el dinero, el reconocimiento social, la alabanza y el aplauso.

Teorías fisiológicas:

En la obra de Pavlov no hay una doctrina emocional explicita. Sin embargo hay

aspectos que manifiestan una relación bastante directa con el problema de la

motivación. Uno es el relativo a la excitación; el otro se refiere al estimulo

incondicionado y a las condiciones en que debe administrarse para que ejerza su

función de refuerzo.

Teorías humanistas:

Se trata de descripciones e interpretaciones de los motivos humanos. El

representante más destacado es G.W. Allport, cuya detección del fenómeno de la

autonomía funcional de los motivos superiores, difícil de encajar en los modelos

biológicos de la reducción del impulso o en la explicación hedonista.

La ley de la autonomía funcional de los motivos deja por tanto bien sentado que una

cosa es el origen histórico de los motivos y otra su valor actual. Al principio, puede no

haber interés en realizar una tarea, pero la ley de un placer funcional señala que el

mero hecho de realizar la función produce placer y satisface al sujeto.

Maslow organiza las motivaciones dentro de una escala jerárquica. Cuando una

motivación está satisfecha ocupa el lugar, que en adelante será encargada de

controlar la conducta del sujeto.

Diferencia entre Motivación y Satisfacción

Se puede definir a la motivación como el impulso y el esfuerzo para satisfacer un

deseo o meta. En cambio, la satisfacción está referida al gusto que se experimenta

una vez cumplido el deseo. Podemos decir entonces que la motivación es anterior al

resultado, puesto que ésta implica un impulso para conseguirlo; mientras que la

satisfacción es posterior al resultado, ya que es el resultado experimentado.

65

Influencia del grupo en la Motivación:

Las personas tratan de satisfacer al menos una parte de sus necesidades,

colaborando con otros en un grupo. En él, cada miembro aporta algo y depende de

otros para satisfacer sus aspiraciones. Es frecuente que en este proceso la persona

pierda algo de su personalidad individual y adquiera un complejo grupal, mientras

que las necesidades personales pasan a ser parte de las aspiraciones del grupo. Es

importante señalar que el comportamiento individual es un concepto de suma

importancia en la motivación. Tiene como características el trabajo en equipo y la

dependencia de sus integrantes.

66

7 . ESTRATEGIAS DE ANIMACIÓN A LA LECTURA UNA LECTURA EQUIVOCADA Participantes: De 25 a 35 niños y niñas

Material o medios necesarios: Un libro de cuentos sencillos, a la altura de los participantes

Técnica: Reunidos los niños y niñas que van a tomar parte en la sesión, el animador lee el

cuento elegido en voz alta, pausadamente, para que comprendan el argumento

Terminada la lectura: 1.- Pregunta si les ha divertido: qué personaje les parece mejor y por qué; cual es el

momento más interesante del cuento, etc.

2.- Luego, les advierte que lo va a leer por segunda vez. Que si el se equivoca en

algo digan “te equivocaste”

3.-Lee de nuevo el cuento en voz alta, sustituyendo nombres y situaciones. Los niños

y niñas que detecten cada equivocación deben decirlo en su momento

4.- La reunión puede terminar rematando la animación del mismo que la, dirige

anunciándoles que leerán otro cuento y se divertirán mucho con este juego

Tiempo necesario: Es conveniente que no se prolongue mucho más de media hora, ya que se supone

que el cuento elegido es corto. Si hay comentarios interesantes por parte de los

niños y niñas se puede prolongar unos minutos más sin excederse

Análisis de la sesión: Por tratarse de niños y niñas pequeños, el animador tendrá que analizar seriamente

como ha discurrido la sesión que detalles ha favorecido o perjudicado a la sesión,

etc. Para, en la próxima enmendar aquello que no resultó bien

67

ADIVINA QUE HAY ADENTRO Participantes: Niños y niñas de todas las edades. La estrategia es adecuada para trabajarla con 20

niños y niñas aproximadamente

Materiales o medios necesarios. Una caja decorada vistosamente o como regalo

Veinte cuentos variados en sus temáticas y distintos tamaños, formas, colores,

ilustraciones, etc.

Técnica: Preparación. El día anterior se habrá prometido a los niños y niñas que se les traerá

una gran sorpresa

Realización: Se presentara la caja tapada que contendrá los cuentos y se pedirá a los niños y

niñas que se imaginen y digan que hay dentro

Se acepta cualquier intervención y se propicia el diálogo

Posteriormente se hacen preguntas fantasiosas tales como:

¿Creen ustedes que aquí puedo traer agua?

¿Creen ustedes que aquí hay una ballena?

¿Creen que puedo que puedo traer un elefante etc.?

Cuando se han agotado las preguntas y respuestas, se destapa la caja y muestra su

contenido.

Posteriormente se reparten todos los libros a los participantes para que comprueben

si en alguno de los cuentos aparecen los objetos o animales que los niños

mencionaron o imaginaron

Se invita a los niños a explorar sus libros con los ojos cerrados, para percibir su

forma tamaño, espesor, textura, peso, olor, etc.

Se motiva a los niños y niñas para Intercambiar ideas y comentarios con sus

compañeros para establecer semejanzas y diferencias

Por ultimo se proporcionan reflexiones que lleven a la necesidad de cuidar y valorar

los libros para disfrutar siempre de ellos

68

Tiempo necesario: Aproximadamente 45 minutos, dependiendo de las adecuaciones que puedan

realizarse considerando la edad y las características de niños en el grupo

AQUÍ ESTA Participantes: Niños y niñas de 4 a 5 años

Material o medios necesarios: Un cuento

Títeres para cada participante (sencillos pueden ser fotostáticas de los personajes

pegados en cartulina con una varilla)

Técnica: Reunidos los niños y niñas que van a participar en la animación con el animador, se

pondrán en semicírculo para escuchar un cuento desarrollándose así la estrategia:

1.- El animador lee en voz alta, despacio, y claramente para que puedan entenderle

los niños.

2.- Terminada la lectura, el animador les pregunta si le ha gustado y por qué, cuál es

el personaje más bonito, o alegre, o divertido, cuando han terminado todos los

comentarios (destinar poco tiempo a los comentarios) el animador que en el

escritorio hay personajes y objetos que tienen relación con el cuento que han leído.

Cada niño ordenadamente escoge el que más le guste

3.- Cuando todos los niños tienen el títere en la mano, el animador pregunta a cada

uno que es lo que tienen o qué representa

4.- Una vez convencidos los niños de lo que tienen en la mano, el animador vuelven

a leer el cuento muy despacio. Pero ésta vez cuando el animador nombre al

personaje o el objeto que tiene el niño en la mano, éste deberá levantarlo en alto y

mostrarlo a los demás. Si se quiere acentuar la atención del niño, se puede eliminar

al que está distraído, retirándolo del juego con su títere.

5.- Cuando se ha terminado la narración, se comenta lo bien que se ha hecho y se

anuncia que otro día jugarán a otra cosa.

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Tiempo necesario: Es posible que se pueda realizar en 50 minutos, según la agilidad con que los niños

desempeñan su papel

Análisis de sesión: Medite el animador, sobre las causas de la buena o mala realización de esta

estrategia:

Elección del libro, títeres confusos, agilidad de animación, capacidad de los niños y

niñas para seguir la estrategia, etc.

UN CUENTO AL REVÉS Participantes Niños y niñas de educación primaria, pues los invita a replantear una secuencia de

eventos sencillos que ya son capaces de identificar.

Materiales o medios necesarios Cuentos con una secuencia sencilla y bien definida, con buenas ilustraciones que

completen el texto, además de alegría y un buen humor.

Técnica: 1. Es importante que antes de empezar a leer el cuento, los niños y las niñas

estén acomodados, en semicírculo, frente al animador, de manera que todos

puedan escuchar la historia.

2. El animador leerá el cuento, deteniéndose en lo necesario en los diferentes

eventos de la secuencia de la historia.

3. El animador, las y los participantes, comentan la historia brevemente,

enfatizando en la secuencia y los personajes de la historia.

4. A continuación el animador invita a los niños y las niñas a contar el cuento al

revés, animando a los niños a continuar cuando cometan un error. La historia

puede contarse con o sin ayuda de las ilustraciones dependiendo de la edad

de los niños y de su familiaridad con el cuento leído.

5. Por ultimo el admirador lee por segunda vez el cuento, pero esta vez al revés.

70

Tiempo necesario: No debe de durar mas de 30 minutos, para ello el admirador debe de ser

suficientemente observador para darse cuenta si los comentarios de los niños se

están desviando del objetivo de la estrategia.

Análisis de la sesión: El animador debe de considerar si el libro seleccionado, presentaba una secuencia

de eventos a la altura de las capacidades de los niños y si las ilustraciones

correspondían o no claramente a lo mencionado en el texto.

SE ESCAPARON DEL LIBRO Participantes Niños y niñas de educación primaria, que no pasen de veinte a veinticinco, para

evitar que la animación se haga excesivamente larga.

Material o medios necesarios: Tener el número suficiente de libros para que cada niño pudiera contemplar en “su

libro” las imágenes del cuento, mientras lo lee el animador. Puede emplearse u libro

para cada dos o tres niños si no se puede disponer de tantos ejemplares.

Son necesarias también unas láminas –una por cada niño o niña - que reproduzca

los personajes del cuento y otras láminas con personajes inventados. Estas láminas

pueden obtenerse desencadenando el libro del cuento o otros cuentos con

ilustraciones parecidas. bien que el animador las dibuje o solicitarlas a algún

ilustrador profesional.

Técnica: Reunidos los niños y las niñas en semicírculo, el animador les entrega los libros uno

a cada uno si no tiene ejemplares suficientes, uno para cada dos o tres niños.

1. El animador explica a los niños y las niñas que les va a leer un cuento, el del

libro que tiene en la mano, que se titula, (dice el titulo). Puedes decirles

también quien lo ha inventado, y sabe quién es el autor. También puede

comentar lo bonito que son los dibujos y decir quien los ha pintado.

71

2. Informados ya los niños, el animador lee el cuento despacio y con buena

entonación, debe procurar que los niños sigan al mismo tiempo el cuento,

valiéndose de la contemplación de las ilustraciones. Por eso, será importante

que el animador esté atento al ritmo que lleven los niños para mirar y volver

las hojas.

3. Terminada la lectura preguntará el animador si les ha gustado el cuento,

citando la acción de los personajes que salen en él. A la vez recogerá todos

los libros.

4. Cuando ya no queda ningún libro en las manos de los niños y niñas, el

animador reparte una lámina con un personaje. Explica a los niños que los

personajes se han escapado del libro y se unieron con otros que no estaba en

el cuento.

5. Es de suponer que los niños y niñas habrán entendido el juego y que entonces

cada uno mostrando su lámina a los demás, podrá decir:

*Si su personaje está o no en el cuento.

*Como se llama o como puede definirse el que le ha correspondido.

Cuando todos los niños, uno tras otro, han explicado su lámina, la animación se da

por terminada.

Tiempo necesario: Si el grupo es muy numeroso se puede realizar la animación con 40 o 50 minutos

YO LO TENGO Participantes: Niños y niñas que sean capaces de expresar o reproducir gráficamente sus propias

elecciones con respecto a un personaje, un objeto o una situación

Material necesario: Un cuento adecuado a la edad y los intereses del grupo de niños y niñas que se va a

atender hojas, tarjetas o pedazos de cartulina, crayolas, marcadores o colores para

dibujar

Técnica: Reunidos los niños que van a participar:

72

1.- El animador leerá el cuento en voz alta, mostrando las ilustraciones o dando el

tiempo suficiente para que los niños puedan observar y disfrutar las ilustraciones y la

lectura.

2.- Después de leerlo se puede comentar brevemente sobre algunos aspectos del

cuento que fue lo que más les gustó, el personaje que es más simpático, el más

travieso, el más gruñón, etc.

3.- Se reparten entre los niños las hojas o las tarjetas y se les pide que dibujen en

ellas cualquier cosa que les haya gustado del cuento

5.- Cuando terminan de dibujar, el animador vuelve a leer el cuento y cada vez que

lea el episodio o el personaje que los niños dibujaron en las tarjetas los niños y niñas

las mostrarán y dirán “yo lo tengo”

Tiempo necesario: Se elige adecuadamente el libro y los niños pueden dibujar sin dificultad, la

animación puede durar entre 30 y 40 minutos

TOMA ESTO ES TUYO Participantes: El número de niños no debe de ser mayor de 25, porque si es mayor, la estrategia no

podrá desarrollarse con el mismo fruto. Aún con el número pequeño de participantes

se corre el riesgo se forme un alboroto.

Material o medios necesarios: Un ejemplar del cuento con el que se va a jugar, y, como de lo que se trata es de que

se vistan o se equipen a media docena de personajes, se necesitaran tantos objetos

como niños participantes, a fin de que cada uno pueda entregar algo a un personaje

u otro.

Estos objetos deberán elegirse según las características del personaje; una gorra de

marinero, un cesto de comprar, una pelota, un pantalón, etc., según les vaya mejor a

los personajes por el relato del cuento.

Técnica: En el momento de empezar, los niños se colocan en semicírculo, junto al animador.

La animación se desarrolla en estos tiempos:

73

1. En voz alta, clara, sin precipitaciones y con ritmo que exija el texto,

procurando que se adapte a la receptividad del niño y de la niña, el animador

lee el cuento escogido.

2. Cuando termina de leer comenta con los niños y las niñas si el cuento es

bonito o no, y cuáles son los personajes que más les gustan.

3. Cuando están muy definidos los personajes, el animador elige a 5 o 6 niños

que representan los personajes principales.

4. Llegado el momento se varía la colocación de los participantes. Los niños que

tiene los personajes asignados se sitúan a la derecha del animador. Los

demás niños que participan en la animación se colocan a la izquierda.

5. sobre mesas y sillas estarán colocados los objetos o vestidos que

correspondan a los diferentes personajes. A un aviso del animador se

acercará un niño a la mesa escogerá una prenda que habrá allí y dirá a que

personaje literario corresponde (según el cuento leído). Si lo tiene claro se

acercará al niño que hace este papel y le dirá: “toma esto es tuyo”. Y el niño

que lo recibe se lo colocará encima. Uno tras otro los niños van eligiendo

objetos, entregándolos al personaje correspondiente.

6. Llegados a este momento del juego, el animador pregunta a los personajes si

las cosas que han recibido le corresponden a ellos o deben de ser para otros

compañeros. Si están confundidos, los personajes los pasarán al destinatario

7. Aclaradas las cosas y comprobando el animador que el juego ha sido muy

divertido les anunciara que otro día lo repetirán, o jugaran con otro cuento muy

interesante.

Tiempo necesario: Es probable que se pueda realizar la estrategia completa en menos de una hora.

Dependerá del número de niños y de niñas que participen.

Análisis de la sesión: El principio, puede resultar bien si se ha logrado la alegría y el gozo de los niños y las

niñas que lo han realizado. Y un punto negativo puede ser si los niños y las niñas se

74

han alborotado desordenadamente y el animador no ha sido capaz de llevar la

estrategia por un buen camino.

VER IMAGINAR Y CONTAR Esta estrategia se apoya en la identificación de las imágenes de un libro. En que el

niño pueda escribir su acción al observarlas, es decir, que al verlas, pueda imaginar y

contar lo que imagina.

Esta es una estrategia muy sencilla que puede dirigirse a niños de todas las edades,

tomando en cuenta que los niños que participan deben contar ya con un vocabulario

que les permita describir lo que observan.

Materiales y medios: Libros ilustrados con o sin palabras, libros de imágenes o estampas, o también

álbumes de fotografías para los más pequeños. Hay que recordar que la dificultad

de la estrategia aumenta o disminuye según las ilustraciones que se describen. Técnica: 1. El animador invita a los niños y niñas a sentarse formando un círculo. Les

mostrará las ilustraciones de algún libro sin explicación verbal alguna sobre el

argumento o el titulo.

2. Las ilustraciones deben corresponder al argumento del cuento, si es que el

cuento tiene una historia. Para que los niños y niñas observen con mayor

detenimiento, el conductor puede mostrar las ilustraciones una segunda vez.

3. A continuación, el animador invitará a los niños y niñas a que cuenten la historia

con base en su observación,. O a que describan las imágenes que vieron.

Pueden hacerlo de memoria o bien basándose en cada una de las ilustraciones.

Se les advertirá que no deben repetir lo mismo que el niño o niña anterior.

4. Una vez contadas varias historias, los propios niños decidirán cual versión les

pareció mejor o más interesante.

5. Finalmente el animador leerá el libro o narrará el argumento original del autor, si

lo hay.

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Tiempo necesario. El tiempo dependerá de la edad y el interés de los niños y niñas por participar en la

estrategia, sin embargo, es conveniente que no se prolongue más allá de los 35

minutos, pues puede perderse la atención o hacerse demasiado aburrida. Si el libro elegido tiene texto, el animador debe tener cuidado de que los niños no lo

lean. Además hay que tomar en cuenta que lo importante es que las interpretaciones

de los niños y niñas tengan cierta coherencia.

“¿Qué ves donde no hay nada?”

OBJETIVO. Despertar la imaginación dormida o atrofiada, o bien reforzarla, de

manera lógica y no fantasiosa, motivándola.

RECURSOS. Láminas tamaño media cartulina que contenga imágenes incompletas,

mitad dibujadas, mitad en blanco: muchachas y muchachos corriendo, ¿A dónde?;

unos perros ladrando, ¿a quién?; un hombre con los pelos de punta, ¿Por qué?,

etc., que incentiven la imaginación de “ver” donde está en blanco.

ORGANIZACIÓN. Durante 30 segundos, los alumnos observan una lámina blanca

que contiene un dibujo a color. Tras el juego con la primera, la segunda, hasta

concluir con cinco o diez.

PROCEDIMIENTO. Muestra la primera, pide que la observen y analicen lo que está

dibujando, sin que el maestro lo describa. En silencio, todos observa el contenido, sin

hablar entre ellos, y surge la pregunta:¿qué ven donde no hay nada? No se permite

que se comuniquen entre ellos, para no influenciarse. De inmediatito surge las

respuestas libres: lo que cada quien “vió” (imaginó) en el espacio en blanco. Lluvia

de respuesta. Muestra la segunda y se repite la dinámica, y así sucesivamente, hasta

completar las cinco o diez láminas.

EVALUACION. Medir la capacidad de imaginación de cada uno, y si esta es lógica o

fantasiosa, Detectar a los que les cuesta trabajo “ver” donde no hay nada, e insistir

con más ejercicios para ellos.

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“Silencio: genio creando” OBJETIVO. Desarrollar la capacidad de expresar simbólicamente una narración por

medio del dibujos, que interpreta lo que se ha comprendido. Es un ejercicio de

disciplina que prepara al lector, además, para que desarrolle un alto grado de

concentración.

RECURSOS. Cartulina blanca (medio pliego) y lápices de colores o crayones.

ORGANIZACIÓN. Los alumnos frente a su cartulina (individual) y los colores. El

maestro frente a ellos.

PROCEDIMEINTOS. El maestro narra una escena sencilla, de pocos elementos (tres

a cinco), en la que aparecen objetos, personas, animales y (o) paisajes que le son

familiares al alumno, sencillos en su realización y atractivos para ser realizados, ya

que los dibujarán y pintarán.

La narración se harán simultáneamente a la ilustración: mientras el maestro narra, el

alumno dibuja y pinta lo que narran, atento a su trabajo creativo (en lo visual)

mientras escucha al maestro.

El trabajo se lleva a cabo en silencio para que capten bien la narración, que se

desarrollará lenta y pausadamente, estableciendo espacios de cada elemento, para

que este se plasme correctamente en la cartulina. Al final, se pide a los alumnos que

le pongan su nombre al dibujo y lo entreguen al maestro sin enseñarlos a sus

compañeros.

El maestro distribuye las cartulinas entre los alumnos, cuidando que queden en su

pupitre bocabajo y que no correspondan a su mismo dueño. “No se vale voltearlas

antes de tiempo”, advierte, y propone que adivinen como los demás compañeros

dibujaron lo mismo que escucharon todos. Cuando se da la orden, voltean las

cartulinas y observan la interpretación que cada quien le dio a la misma narración. Al

final se permite el intercambio de cartulinas entre ellos (te la cambio y te la regreso).

EVALUACION. Analizar la capacidad de cada niño para captar la narración y

plasmarla en el dibujo, si incluyo todos los elementos descritos y como los interpreto

al dibujarlos.

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Provocar que expresen libremente lo que sintieron al ver el trabajo de sus

compañeros, diferentes, seguramente, al que ellos hicieron.

“Que hable el acusado” OBJETIVO. Desarrollar la compresión lectora y ejercitar la capacidad de

concentración en la lectura.

RECURSOS. Los libros de cuentos apropiados.

ORGANIZACIÓN. Se forman equipos de cuatro alumnos y cada equipo lee cuatro

libros diferentes (uno por alumno). Todos los grupos a la vez.

PROCEDIMIENTO. La lectura se realiza en silencio, aunque siempre estarán juntos

los integrantes de cada equipo.

Los alumnos tendrán que recordar lo que leyeron antes de que el maestro recoja los

libros y los revuelva en una canasta o cubo.

El maestro sacará al azar un libro de los leídos, mostrará su portada y dirá el titulo. El

integrante del equipo que lo haya leído tendrá que levantar la mano y a continuación

procederá a narrar (sin leerlo, ni observar las ilustraciones) su contenido, una síntesis

a su modo, con sus palabras (versión). Los demás escucharán, en tanto el maestro

revisa la lectura del libro y califica de acertada o no la narración hecha por el lector.

Se tomará todos o la mitad de los libros leídos –según el tiempo de que se disponga-

para que sean narrados. Se buscará que cada equipo tenga el mismo número de

oportunidades para recibir los puntos de la calificación.

EVALUACIÓN. Si narró bien, tres puntos; si narró incompleto, dos puntos; si narró

sólo algunos pasajes, un punto; si no fue capaz de narrar, cero puntos..

“Lectura de contemplación” OBJETIVO. La lectura colectiva, en silencio, de libros-libres seleccionados por los

propios niños de acuerdo con sus intereses y leídos en los jardines, a sus anchas,

contemplativamente.

RECURSOS. Los libros de cuentos o de novelas, según la edad de los lectores.

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ORGANIZACIÓN. Con el libro en mano, cada niño escoge su lugar preferido en el

jardín (idealmente) o en el patio, se acomoda a su modo y gusto y disfruta de la

lectura sin prisa, sin condicionantes. Lo mismo hará el maestro, poniendo el ejemplo.

PROCEDIMIENTO. Lectura libre de contemplación, en colectivo, pero separados

entre si, sin hablar ni comunicarse entre ellos. Donde se ubiquen, ahí se quedarán.

Cuando terminen de leer se reubican en el aula para expresar, los que así deseen

hacerlo, lo que experimentaron en sentimientos y emociones, sin referirse al

contenido en sí de la lectura, sino a la sensación de hacerlos. Lectura de placer.

EVALUACIÓN. Observar lo que leen, cuanto leen, como leen y que sienten al

hacerlo. Con aquéllos que no se concentraron en la lectura o lo hicieron a ratos o a

disgustos, insistir.

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8. CONCLUSIÓN. La forma en que enseñemos a leer a nuestros alumnos debe contemplar los

siguientes aspectos: lingüístico, psicolinguístico, sociocultural y pedagógico de tal

forma que el niño comprenda que nuestro idioma está compuesto por sonidos o

fonemas que tienen una representación gráfica y que ésta puede cambiar por

cuestiones ortográficas.

Los procesos de comprensión lectora parten de la significación que la palabra escrita

pueda tener en el lector, influyen sus conocimientos previos, el contenido del texto

escrito así como las habilidades de inferencia, y predicción que el lector debe tener.

No debemos de olvidar el contexto en el cual se encuentra el texto, la forma o tipo de

texto que se está leyendo, la significación que tiene para el lector y los cambios que

él mismo puede generar en sus estructuras mentales.

El proceso de lecto-escritura debe ser enseñado y aprendido de forma significativa y

utilitaria para el alumno, partiendo siempre de la necesidad de comunicar las ideas,

emociones, actitudes, conocimientos etc .de forma natural y clara, comprendiendo

siempre lo que el lenguaje escrito le quiere comunicar

Actualmente el proceso de lectoescritura está dado, nos guste o no, a la educación

primaria y es muy importante que este proceso se imparta y se asimile de manera

que una vez aprendido sea útil para la comprensión textual, por ello la relevancia en

el adecuado conocimiento del proceso por parte de nosotros los docentes

Un niño que comprenda lo que lee, tendrá un recurso inagotable para la asimilación,

comprensión e interacción de cualquier texto convirtiendo esta habilidad en un motor

que le ayudará de por vida en todos sus aprendizajes escolares y extraescolares.

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Es por esto que los docentes tenemos el compromiso de hacer un proceso lector

significativo y utilitario para el alumno de una manera agradable y dinámico, creando

con la motivación y estrategias adecuadas el gusto por la lectura.

Es importante conocer e Identificar los procesos de aprendizaje por los cuales pasan

nuestros alumnos para llegar a la comprensión lectora , tener herramientas como

docentes para poderlos ayudar, haciendo que estos procesos se den de la manera

correcta utilizando actividades y estrategias acordes con su edad e interés,

realizando un aprendizaje lo más significativo posible de tal forma que cuando lean

un texto lo comprendan, lo interpreten, lo infieran, entiendan lo que el autor les quiere

decir y tenga facilidad y habilidad parta recuperar de manera natural el texto.

Esta habilidad sin duda acelerará su ritmo de aprendizaje en todas las asignaturas de

estudio, propiciando un proceso de aprendizaje más veraz, dinámico y productivo.

Cuando el niño comprende que lo mismo que con el dibujo cuenta historias y nos

representa cosas, con la escritura puede hacerlo también, pero de forma más fácil

además no solo puede dibujar objetos sino también plasmar palabras, emociones e

ideas. Cuando el niño realiza este gran descubrimiento, ya ha dado un gran avance

en su desarrollo cognitivo que le acelerará su proceso enseñanza- aprendizaje.

Al mismo tiempo que lee sus pequeños textos, los de sus compañeros, letreros,

recados, etc., se percata de lo importante que es conocer, comprender y plasmar su

lenguaje para poder comunicarse de forma rápida y precisa.

Si la lectura y escritura poseen significado para los niños podremos estar seguros

que no será una mera habilidad, sin no una forma de lenguaje compleja y nueva.

Conocer y aplicar las estrategias correctas y adecuadas para motivar y despertar el

gusto por la lectura se ha convertido en una cuestión irrelevante en nuestro trabajo

educativo ya que buena parte de estas actividades despertarán el interés que tenga

el individuo de acercarse a los libros e interactuar con ellos.

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