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TEMA 37: Expresión corporal. El gesto y el movimiento. Posibilidades

expresivas de la primera infancia. Expresión corporal y desarrollo integral del niño. La expresión corporal en la construcción de la identidad. La expresión corporal en el currículo de Educación infantil. Estrategias de actuación y recursos.

Autora: Consuelo Matías Mateos Revisado: José Ramón Rebolloso

Esquema: 1. Introducción.

2. Expresión Corporal.

3. El Gesto y el Movimiento.

3.1. El gesto.

3.1. a. Partes del cuerpo que expresan diferentes gestos.

3.2. El movimiento.

4. Posibilidades expresivas de la Primera Infancia.

4.1. El primer año.

4.2. De uno a tres años.

4.3. De tres a seis años.

5. Expresión corporal y desarrollo integral del niño.

6. La expresión corporal en la construcción de la identidad.

7. La expresión corporal en el Currículo de Educación Infantil.

7.1. En El Primer Ciclo de la Educación Infantil.

7.2. En el Segundo Ciclo de la Educación Infantil.

8. Estrategias de actuación y Recursos.

8.1. El Juego: Juegos Motores o Funcionales; Juegos Simbólicos o de Ficción; Juego Dramático.

9. La expresión corporal en los niños y niñas con necesidades educativas específicas.

10. Conclusiones.

11. Referencias Bibliográficas y Documentales. 1. INTRODUCCIÓN La expresión corporal es la primera forma de expresión y comunicación del ser humano, pues los movimientos del cuerpo y los gestos son una forma propia de expresión y comunicación y también son un instrumento de conocimiento y relación con el medio.



En el RD 1630/2006, por el que se establecen las enseñanzas mínimas para el segundo ciclo de Educación Infantil, la expresión corporal forma parte de los objetivos generales de la etapa contribuyendo así al desarrollo de todas las capacidades del niño y la niña:

• Conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias.

• Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.

En la Educación Infantil, el cuerpo es el instrumento a través del cuál los niños y niñas se manifiestan, se relacionan, se comunican, perciben, participan, pero es también fuente de experiencia, aprendizaje, conocimiento, percepción, intuición y comunicación. Fundamentalmente se trata de que mediante la expresión corporal, el niño descubra su cuerpo y tome conciencia de él, aprenda a dar sus propias respuestas creativas a los conocimientos que progresivamente va adquiriendo, y a dar salida a sus emociones, sentimientos y problemas. Así pues se facilitará la construcción de la identidad. Pero ¿Por qué la Educación Infantil considera a la expresión corporal un medio que contribuye al desarrollo integral de los niños de esta etapa? ¿Cómo se justifica en el currículum? ¿Qué estrategias y recursos favorecen el desarrollo de la expresión corporal en un proceso global? Dar respuesta a estos interrogantes supone definir, en primer lugar, el significado de expresión corporal, para profundizar en aquellos aspectos que hacen referencia a la misma y que se consideran de gran interés y utilidad en la intervención del educador/a: el cuerpo, el gesto y el movimiento, el espacio, los objetos, las emociones, la comunicación en el grupo. La clarificación del significado de estos en relación con la expresión corporal se hace necesaria para comprender las claves de la evolución de las posibilidades expresivas de los niños y niñas; valorar la acción corporal como acción que favorece el desarrollo integral de los pequeños y facilita la construcción de la identidad y justificar que la expresión corporal esta integrada en el currículo de Educación Infantil. Por último, hablaremos de las estrategias de actuación y de los recursos a utilizar para facilitar que el niño o la niña utilicen su cuerpo como medio de expresión y comunicación haciendo mención a la expresión corporal en los niños y niñas con deficiencias.



2. EXPRESIÓN CORPORAL El lenguaje del cuerpo es el primer instrumento de expresión que los niños y las niñas utilizan intencionalmente para comunicarse con los demás. A través de la exploración de los propios recursos expresivos y de la imitación de los otros, irán elaborando y organizando de forma significativa todo el sistema de signos que constituyen el lenguaje corporal: gestos, miradas, sonrisas, sonidos, movimientos... También podrán utilizar el repertorio de gestos y movimientos aprendidos de forma simbólica en el juego. Se disfrazarán, interpretarán personajes o roles sociales distintos, utilizarán los objetos que están a su alcance de forma figurada. Por lo tanto, el cuerpo es el instrumento más al alcance del niño para relacionarse con el entorno y para el descubrimiento de sí mismo la construcción de la identidad. Pero ¿Cómo se define la Expresión Corporal? Muchos autores definen el significado de la noción expresión corporal, entre esto autores están:

STOKOE y HARF (1984), “La expresión corporal es un lenguaje por medio del cual el ser humano, expresa sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos con su cuerpo, integrándolos de esta manera en otros recursos expresivos”. BOSSU (1986), “La expresión corporal es una forma original de expresión, que debe encontrar en sí misma sus propias justificaciones y sus propios métodos de trabajo”. TRIGO (1999) “Expresión corporal y creatividad expresiva siempre van unidas. La expresión corporal si es tal, es al mismo tiempo creativa, porque no puede entenderse una actividad humana donde interviene la persona mediante su cuerpo, sin la capacidad creativa”. Se puede concretar expresando que la Expresión corporal es toda acción o gesto realizado con la finalidad de comunicarse con el otro o incluso consigo mismo, o como forma para conocerse. La expresión corporal es una acción motriz, acción que servirá como procedimiento para el conocimiento del cuerpo. La expresión corporal integra gesto y movimiento, son instrumentos para la expresión del cuerpo. La expresión corporal mediante gestos corporales y movimientos es anterior al conocimiento del propio cuerpo.



La exploración de su cuerpo y sus posibilidades de acción y expresión es lo que va a proporcionar al niño el conocimiento del propio cuerpo y construcción de su identidad, primero física y luego psicológica. Este descubrimiento lo realiza mediante el movimiento a través del juego corporal o acción motriz. El juego tiene valor educativo, así la expresión corporal facilita el desarrollo de los procesos cognitivos, sociales, motrices y afectivos que se desarrollan con la acción. En las acciones que realizan los niños y niñas al ejecutar una determinada actividad sus gestos traducen información, aunque sean sin intención. Por lo tanto, el cuerpo y el movimiento son medios de expresión y comunicación. Esta afirmación implica, analizar el significado de gesto y movimiento pues son los instrumentos fundamentales para la expresión del cuerpo. 3. EL GESTO Y EL MOVIMIENTO 3.1. El gesto

El gesto, es lenguaje, no solo sirve para captar el entorno, sino que comunica a los demás la intención, mediante un lenguaje que empieza con el movimiento. Este movimiento es un gesto que hace referencia a un movimiento significante que exterioriza lo que ocurre en el interior de la persona. Su realización unas veces es inconsciente otras, se realiza de modo consciente e intencionado. Se puede hablar de gestos inconscientes y conscientes, no codificados y codificados, representativos de acciones, de vivencias o de situaciones, expresivos de sentimientos, de estados de ánimos y de intenciones. Las causas de los gestos condicionan su significado, por ello, su interpretación tiene que hacerse dentro del contexto donde se realizan. 3.1. a. Partes del cuerpo que expresan diversos gestos.

• La cabeza. • El rostro. • Las manos. • El cuerpo en su globalidad: Expresión de sentimientos.



La cabeza es el órgano principal de recepción y emisión de mensajes. Los movimientos de cabeza pueden indicar por sí solos afirmación, negación y duda. El rostro expresa sentimientos y mensajes con la mirada, movimientos de la boca o de las cejas, cambio de posición de los músculos faciales. El rostro es el principal centro de expresión de emociones. Entre las señales más fácilmente codificadas por los niños y niñas están las muestras de enfado o rechazo. Las expresiones de alegría o deseo las centra en la sonrisa y en la mirada en unión de agitación de manos y a veces de piernas. Las manos son, después del rostro, un emisor fundamental. A veces, subrayan e ilustran la expresión verbal. Hay gestos cuyo significado tienen aceptación universal, expresando:

Dolor y angustia: Retorcerse las manos. Frustración: Dejar las manos abiertas colgando entre las piernas. Cólera: Cerrar los puños. Frío o espera positiva: Frotarse las palmas de las manos. Saludar: Apretar la mano de otro. La expresión del cuerpo globalmente expresa sentimientos y se manifiesta sobre todo en las posturas:

- Postura abierta: Todos los miembros del cuerpo, se abren y extienden hacia arriba y hacia fuera. La cabeza está erguida. Comunican sentimientos de alegría, entusiasmo, dominio.

- Postura cerrada: Los miembros del cuerpo, se contraen, se cierran y tienden hacia abajo con la cabeza agachada. Comunican sentimientos de tristeza, dolor, actitud de reflexión, inseguridad...

- Postura hacia atrás: Los miembros del cuerpo se dirigen hacia atrás y se ponen en tensión. Comunican sentimientos de temor, rechazo...

- Postura hacia delante: Los miembros del cuerpo se dirigen hacia delante con cierta tensión. Comunican sentimientos de agresividad, cólera, ira...

3.2. El movimiento

A lo largo del apartado anterior relacionado con el gesto, hemos ido haciendo referencia explícita al movimiento porque hemos admitido que el cuerpo tiene su propio lenguaje y que éste está representado por el gesto, considerando a este como una actitud, postura... realizada mediante el movimiento del cuerpo o una de sus partes. Para expresarse a través de este lenguaje, el niño y la niña, vivencia un



proceso de aprendizaje con el fin de que este lenguaje sea más rico, más útil y sobre todo que le sirva para comunicarse mejor. En este proceso de aprendizaje, el niño o la niña descubre el cuerpo a través del juego corporal o la acción motriz, pero este juego o esta acción se realiza en un espacio determinado en el que también están presentes los objetos y los otros. ¿Cómo vivencia el niño el movimiento de su cuerpo? ¿Qué aprende el pequeño en estas situaciones? En la educación infantil, el interés por el cuerpo y el movimiento, se relaciona con situaciones vinculadas con:

• Los objetos a los que se puede transmitir movilidad e inmovilidad. • El espacio y el movimiento. • Las diferentes posiciones que vivencia con su cuerpo. • La comunicación e interacción corporal con los otros. El niño y la niña descubren inicialmente su cuerpo a partir del movimiento que imprime al objeto y a través de esa misma actividad motriz descubre el espacio. Al transmitir con su cuerpo movimientos al objeto vivencian ese movimiento; el inmovilizar el objeto implica vivenciar también la inmovilización de su cuerpo. A partir de ahí empieza a surgir el interés por el cuerpo como medio de acción sobre el objeto y después como medio de acción sobre sí mismo. A través del dominio del movimiento del objeto consiguen el dominio del gesto. El movimiento es la acción motriz que se realiza en un espacio. Para dominar el espacio hay que desplazarse por él y si no se puede abarcar con el cuerpo se pueden utilizar los objetos e incluso la voz. Cuando el bebé tira sistemáticamente los objetos, la trayectoria del objeto a la que no puede acceder corporalmente la expresa: señalando, con la voz, con la mirada, es la prolongación de su gesto, es la ampliación de su espacio de acción. Un bebé, expresa y manifiesta su malestar, reclamando la proximidad del adulto cuando le ve alejarse, experimentando la presencia del espacio entre él y el adulto. Como el no puede acceder al adulto, acortando la distancia, invade y llena el espacio de sonidos: vocalizaciones, llantos, gritos... y se tranquiliza cuando el adulto llena ese espacio que les separa de sonidos: palabras, gestos, vocalizaciones, melodías...



Esa sensación de lejanía, es lo que le impulsa a querer comunicarse, situando, de esta forma el espacio como medio de comunicación y de expresión. Cuando el niño o la niña han adquirido mayor capacidad de movimiento, descubrirán el espacio en su intento de comunicarse con el adulto. Además del movimiento con los objetos, los niños y niñas necesitan vivenciar su cuerpo y esta vivencia se produce básicamente mediante dos situaciones: La vivencia del cuerpo mediante diferentes posiciones y la comunicación e interacción corporal. La vivencia del cuerpo a través de diferentes posiciones se favorece:

• Experimentando el placer del desplazamiento (arrastrándose sobre diferentes partes del cuerpo; apoyándose en aquellas partes que permiten un desplazamiento más rápido, como las manos o las rodillas; deslizarse sobre distintas partes del cuerpo como gatear, rodear...)

• Vivenciando posiciones estáticas y la evolución lenta hacia el movimiento (doblarse, estirarse...)

La comunicación e interacción corporal se favorece creando un espacio de comunicación a través de los elementos que forman parte de la comunicación corporal: La voz, la mirada y el objeto. Son juegos en los que aparece como objetivo del movimiento la búsqueda de la relación y la comunicación con los demás. La expresión corporal es una actividad de encuentro, de aproximación y retroceso, de relación entre el espacio propio y el del otro, de diálogo corporal, gestual, de pregunta-respuesta. Esto supone conocer y practicar un vocabulario corporal común para poder entablar la comunicación. Con la argumentación realizada, se puede expresar que, trabajar la expresión corporal y el movimiento es experimentar de todas las maneras posibles, con el propio cuerpo, con los objetos y a través de ellos, en el espacio y en relación con los demás, lo que para cada niño y para el grupo supone el movimiento o la acción motriz. El punto de partida para facilitar que el niño se exprese con su cuerpo es la acción con el mismo, así evolucionará en sus posibilidades de expresión mediante el cuerpo. Para favorecer esta evolución, el educador tiene que analizar y valorar cuáles son las posibilidades expresivas de los niños y niñas.



4. POSIBILIDADES EXPRESIVAS DE LA PRIMERA INFANCIA Para concretar las posibilidades expresivas de la primera infancia partimos de una visión global de la expresión corporal en relación con la evolución integral de los niños y niñas de esta etapa. Las posibilidades expresivas de los niños y niñas están ligadas al desarrollo armónico y éste depende de la calidad de la relación con el entorno y de la presencia e intervención del adulto. ¿Cómo se justifica esta afirmación? Una calidad de relación buena con el entorno, se realiza a través del cuerpo, entendiendo como cuerpo no sólo el cuerpo físico sino también el psíquico, el biológico, es decir, la globalidad corporal. La relación con el entorno se manifiesta mediante acciones, ya sean propias, inducidas o recibidas; y estas acciones tienen un componente fundamental, el placer, y este placer ligado a la acción recibe el nombre de juego. En la Educación Infantil, esta acción ligada al placer tiene un tercer componente: El otro, el adulto, con el cuál establece una relación que tiene un gran componente afectivo. Esta relación facilita y es indispensable para que la acción, el juego, el placer dé lugar a un crecimiento armónico. ¿Cómo comienza y se realiza esta evolución? Comienza con la creación de la conciencia del propio “yo” que se realiza a través de su cuerpo y en la relación con el “otro”. Es el otro quien ayuda al niño y a la niña a reconocer su “yo”, quien le da con sus gestos, sus palabras y con la acción un reflejo de su imagen; es en esta relación cargada de afectividad y de placer donde se establece la conciencia de la propia identidad y, por lo tanto, a darle sentido y significado a la expresión corporal instrumento de comunicación y relación. 4.1. El primer año de vida.

En el primer año de vida, el niño va adquiriendo la conciencia de sí mismo a partir de la relación que establece con la persona o personas que le cuidan. Esta situación tiene que basarse siempre en el placer, la afectividad, la acción, es decir, el juego: El adulto habla al bebé al mismo tiempo que actúa sobre su cuerpo, le sonríe, le aproxima y le aleja de él siempre mirándole, le canta canciones, le hace reposar sobre su regazo.



A medida que el niño va adquiriendo más control de su cuerpo, los movimientos que realiza el adulto al tener al niño entre sus brazos, se hacen más intensos, con instantes de separación y paradas bruscas y el niño, unas veces, ríe con placer en está acción, expresando con gestos y balbuceos que se vuelva a repetir la acción o, y otras, manifestando con gestos de tensión, rechazo y llanto que no le gusta aquello que están haciendo. Todos estos juegos, son los que van conformando esa conciencia del yo, y por lo tanto sus posibilidades expresivas: Sonreír y echar los brazos a las figuras de apego, rechazar a los extraños, decir adiós con las manos, manifestar alegría y tristeza... A medida que aumenta su control motriz, evoluciona también su expresión gestual. Cuando comienzan a manipular objetos del entorno, a amontonar, lanzar, expresan con la mirada, con gestos y balbuceos la participación del adulto en el juego; pidiendo y mostrando los objetos o la devolución de los mismos. Por ejemplo, entre los ocho y doce meses comienzan a señalar con el dedo cosas y objetos que les interesan, con el fin comunicativo de compartir con otros su experiencia e intereses en relación con esos objetos. En esta relación con el entorno, aparecen gestos culturalmente determinados: Gestos de indicación, movimientos de la cabeza para negar o mostrar el acuerdo. Gestos idiosincrásicos, cuyo significado solo es relevante para la pareja, adulto-niño. También se produce una diversificación muy importante de las expresiones faciales, permitiéndose así la expresión de una buena cantidad de emociones, sentimientos, estados de ánimo... De la misma forma, la mirada se convierte en uno de los procedimientos más importantes en manos del niño para regular sus intercambios. Podemos decir, que el niño empieza a actuar, a jugar, experimentando lo vivido y a mostrar a los otros, con sus expresiones, lo que hace, para compartir con ellos sus intereses y emociones con relación a lo que hace. 4.2. De un año a los tres años.

El adulto sigue introduciendo juegos teniendo en cuenta dos aspectos significativos: Las repeticiones y la ruptura tónica. Estos aspectos se hacen presente en los juegos de falda, (disfruta imitando los movimientos del adulto, cantando canciones y expresando sus acciones) y en aquellas situaciones de equilibrio – desequilibrio sobre y con el cuerpo del adulto. Estos juegos despiertan gran placer y el niño los reclama, con expresiones verbales y gestuales.



A partir de que el niño comienza a caminar comienza la gran exploración de sus límites corporales. Esta exploración, se caracteriza por juegos o situaciones lúdicas en las que están presentes las caídas, giros, balanceos... son acciones sensoriomotoras que, tienen por objeto descubrir el propio cuerpo y sus límites, así como percibir las sensaciones que se experimentan. Todas estas situaciones, facilitan la relación con su entorno, relación que establece con su cuerpo; imitar conductas y comportamientos, comunicar las situaciones vividas y experimentadas. El niño y la niña empiezan a utilizar los objetos por sus cualidades y los convierten en casas, caballos, animales... capacidad de simbolización 4.3. De los tres a los seis años.

Uno de los aspectos más destacables en esta edad es la capacidad de simbolizar. Los juegos implican: la representación, con objetos o con el gesto, de acciones o situaciones, de sensaciones, sentimientos y emociones vividos por él o por otros. Se puede apreciar que con el juego simbólico, en esta etapa educativa, se encuentra el juego dramático como reflejo de la realidad en el que el niño puede mostrar con diferentes imágenes corporales la alegría, el enfado, el cansancio, la timidez etc. y no necesita utilizar necesariamente la palabra. Así, en la evolución de las posibilidades expresivas de los niños y niñas de tres a seis años se consideran tres momentos:

� Inicialmente los juegos empleados por el adulto y los niños tienen que ver con la realización de juegos de percepción y control del cuerpo. La posibilidad de representación se inicia con la aparición de la función simbólica.

� Una vez que se va avanzando en el dominio y control del propio cuerpo los juegos implican la representación de diferentes personajes que van realizando distintas acciones y permiten la expresión de diferentes sentimientos y emociones.

� Posteriormente estas acciones se pueden ir complicando y combinando dando lugar a historias que pueden irse creando a medida que se desarrollan o pueden representarse historias ya conocidas como un cuento etc.

En esta descripción se ha interpretado la importancia del juego mediante la expresión corporal, en la evolución global de los niños y niñas, así como la presencia del adulto para favorecer a ésta.



Se ha podido comprobar como en esta evolución la expresión del niño se realiza y manifiesta en situaciones relacionadas con sus necesidades e intereses, por lo tanto, cualquier planteamiento para llevar a cabo situaciones que faciliten que el niño se exprese, tiene que tener presente el proceso de evolución global del niño, afirmación que obliga a argumentar la relación entre expresión corporal y desarrollo integral. 5. EXPRESIÓN CORPORAL Y DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO

La finalidad de la educación infantil es el desarrollo de las capacidades cognitivo-lingüísticas, motrices, afectivas y de relación e inserción social, es decir posibilitar el desarrollo integral del niño. En el apartado anterior se ha justificado como este desarrollo integral está vinculado a la calidad de la relación a través de la comunicación y expresión corporal, del niño con el entorno y a la presencia e intervención del adulto en dicha expresión y relación.

Para establecer esta relación, el juego es un recurso fundamental pues a través de este, el educador establece un verdadero diálogo con el niño mediante la comunicación verbal y la interpretación tónico-gestual. Este proceso de comunicación, de escucha, de diálogo, de respuesta al lenguaje gestual, debe estar impregnado, como ya se ha expresado, por un clima de afectividad, sentida y consentida por y para el niño, así como ser admitida y demostrada por el adulto.

Para facilitar el desarrollo integral, la acción educativa, en la Educación Infantil, tiene que tener en cuenta el momento evolutivo del niño: lo que puede hacer por sí sólo y lo que puede hacer con la ayuda de los otros, por lo tanto, con este niño o niña toda acción educativa implica expresión corporal porque favorece la expresión de necesidades fundamentales: Movimiento, exploración, conocimiento, relación y expresión; necesidades que tienen que ser satisfechas.

Si se considera a la expresión corporal como una forma de comunicación con uno mismo y con los demás y que esta comunicación facilita al niño adquirir el autoconocimiento del cuerpo, de sus posibilidades perceptivas y expresivas conjugando sentidos, sentimientos e ideas al mismo tiempo que fomenta la creatividad y la originalidad; se está aceptando que la expresión corporal contribuye al desarrollo integral de los niños y niñas.

De acuerdo con los planteamientos expuestos, la expresión corporal tiene como instrumento el propio cuerpo, actuando de vehículo de comunicación y relación.



En la etapa de Infantil, a la vez que los pequeños, logran establecer la comunicación, mediante manifestaciones propias de cada fase del desarrollo, se posibilita que conozcan progresivamente su cuerpo y su utilización como forma de expresión. De esta forma, se favorece el desarrollo de todas las capacidades propias de la persona: Motrices, cognitivas o intelectuales, afectivas o de equilibrio personal, de relación social e inserción social, facilitando el desarrollo armónico e integral. 6. LA EXPRESIÓN CORPORAL EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD La finalidad de la educación infantil es el desarrollo del niño englobando todas y cada una de las facetas de su personalidad, como son el desarrollo motriz, cognitivo, relacional, afectivo, emocional, estético y de la creatividad. En el epígrafe anterior se ha justificado como este desarrollo integral está vinculado a la calidad de la relación a través de la comunicación y expresión corporal del niño con el entorno y a la presencia e intervención del adulto en dicha expresión y relación. Una expresión corporal rica hace que el niño pueda hacer más cosas que el expresar y captar mensajes a través del lenguaje corporal. La interiorización, la conciencia de sí mismo, la aceptación del propio cuerpo y del compañero, etc., sentarán las bases de su identidad personal y social, logrando un individuo crítico y autónomo, capaz de integrarse en la sociedad sin ser absorbido y deshumanizado por ella. Mª Ángeles Cáceres Guillén en 2010 señala: “Es a partir del propio movimiento, de sus gestos y en el marco de la interacción social, cuando niños y niñas aprenden a conocer su cuerpo y a utilizarlo como medio de expresión y de intervención en el medio. El esquema corporal es la base de la expresión corporal, las posibilidades de comunicación con el lenguaje corporal dependen del conocimiento y dominio del propio cuerpo. La expresión corporal ayuda al alumnado en la formación del concepto de sí mismo y contribuye también a la adquisición de los instrumentos básicos para el control del propio cuerpo y la acción sobre la realidad. Sobre estas bases se construyen la identidad personal y desarrollan su autonomía”. Habremos de diferenciar en la construcción de la identidad dos aspectos: a) La identidad existencial: que consiste en saberse una identidad individual que permanece a lo largo del tiempo; y b) La identidad categorial o conocimientos estables referidos a su propia persona que incluye el sí mismo corporal, sexual, social, etc.



Por lo tanto, la Expresión Corporal, es un medio para la construcción de la identidad y de la autonomía porque…: � Es la base de los primeros vínculos sociales.

� Ayuda a descubrir su cuerpo y tener conciencia de él y también a que se relacione con el mundo de los demás.

� Facilita la utilización de sus propias posibilidades motrices, sensitivas y expresivas.

� Favorece la adquisición de la coordinación y el control dinámico del propio cuerpo en las tareas cotidianas y actividades de juego.

� Contribuye a la identificación de los propios sentimientos, emociones y necesidades para comunicarlos a los demás, así como identificar y respetar los de los otros.

� Favorece la autoestima y la seguridad en uno mismo, así como la cooperación con los otros.

� Posibilita el desarrollo de la imaginación y pensamiento divergente.

� Toma conciencia de los otros (conocer, aceptar, colaborar y respetar al otro) y del mundo.

� Hace referencia a un proceso global, donde todos los aspectos de la personalidad, se integran en un todo.

Pero... ¿Cómo y dónde se justifica esta fundamentación en el marco curricular? 7. LA EXPRESIÓN CORPORAL EN EL CURRÍCULO DE EDUCACIÓN

INFANTIL Para valorar el significado que se le da a la Expresión Corporal en el marco curricular, se parte de la LO 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (posteriormente modificada por la LOMCE, pero que no afecta sensiblemente a la educación infantil). La LO 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en el título I, capítulo I, se establece la ordenación de la Educación Infantil: “La educación infantil constituye la etapa educativa con identidad propia que atiende a niñas y niños desde el nacimiento hasta los seis años de edad”.



En el artículo 13, se hace referencia a los objetivos para la Educación Infantil, y se puede comprobar que sí es la Expresión Corporal un medio que contribuye a lograrlos:

- “Conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias.

- Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales. - Desarrollar sus capacidades afectivas. - Relacionarse con los demás… - Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y

formas de expresión”. En el artículo 14, referente a la “Ordenación y principios pedagógicos” se especifica: “En ambos ciclos de la educación infantil se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento de las características físicas y sociales del medio en el que viven. Además se facilitará que niñas y niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada y adquieran autonomía personal.” Los principios de Intervención, en ambos ciclos, también resaltan la importancia de valorar la Expresión corporal en la Intervención Educativa, para contribuir al desarrollo global del pequeño. El RD 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación infantil, también, hacen referencia, en el artículo 3, a los mismos objetivos para los dos ciclos, por lo tanto, se realiza la valoración de la Expresión Corporal, como medio, para contribuir al desarrollo global del pequeño. En el Artículo 2, entre los fines de la Educación se especifica:

“La finalidad de la Educación infantil es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y las niñas. En ambos ciclos se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento de las características físicas y sociales del medio. Además se facilitará que niñas y niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada y adquieran autonomía personal.



Se establece la finalidad de la Educación Infantil con relación a que es lo que se tiene que lograr y a como intervenir para contribuir al desarrollo global del pequeño. Se puede valorar, que la Expresión Corporal es un medio que facilita dicho desarrollo, por las argumentaciones realizadas a lo largo de esta exposición. La expresión corporal en el currículo de educación infantil, se define como un lenguaje, lenguaje que como los otros lenguajes sirven de nexo entre el mundo exterior e interior al ser instrumentos simbólicos que hacen posible la representación de la realidad, la expresión de pensamientos, sentimientos, vivencias, la regulación de la propia conducta y las interacciones con los demás. Entre las diferentes formas de comunicación y representación se incluyen la expresión gestual y corporal, el lenguaje verbal, la expresión plástica en sus diversas formas, la expresión musical, el lenguaje matemático... El lenguaje corporal tiene que ver con la utilización del cuerpo, sus gestos, posiciones, actitudes y movimientos con una intención comunicativa, estética y representativa. Es muy importante considerar el juego simbólico y la expresión dramática como modo de manifestar la afectividad, de apropiarse de la realidad y de dar cuenta de su conocimiento del mundo. En la etapa de Educación infantil se inician, amplían y diversifican las experiencias y las formas de comunicación y representación que niñas y niños elaboran desde su nacimiento, pasando de una primera forma de comunicación corporal y gestual que responde a las necesidades básicas de contacto y orientación, al desarrollo de todos los lenguajes. El lenguaje corporal hace referencia a la exteriorización de mensajes que ponen de manifiesto estados de ánimo por medio de actitudes, movimientos, muecas utilizando los gestos de manera consciente, y hasta llegar a actividades más complejas, como puede ser el uso de la danza como coordinadora de diversos recursos expresivos. En la estructura del currículo, la expresión corporal se concreta en cada uno de los dos ciclos tomando como referencia el proceso evolutivo, y la organización de los contenidos mediante ámbitos de experiencia. (El opositor u opositora expresará la disposición legislativa por la que se establece el currículo de educación infantil en la comunidad por la que se presenta a esta oposición).



7.1. En el Primer ciclo de Educación Infantil. Mediante los diversos ámbitos de experiencia establecidos en el primer ciclo, se favorece que los niños descubran, experimenten y utilicen los recursos básicos de la expresión de su cuerpo, los cuales se irán enriqueciendo paulatinamente con el desarrollo de las habilidades perceptivo-motrices, afectivas, cognitivas y relacionales. El niño va tomando conciencia de que puede controlar su cuerpo y de las posibilidades expresivas que esto le ofrece, como por ejemplo, los desplazamientos por el espacio, la direccionalidad, el tono de voz..., todo lo cual le permitirá al final del ciclo, expresar y comprender, con mayor grado de intencionalidad, algunos sentimientos, emociones, deseos y percepciones como ruidos de animales, de casa y de la calle, etc.,... que se pueden comunicar con el cuerpo. 7.2. En el segundo ciclo de Educación Infantil. El progresivo desarrollo de los aspectos afectivos, cognitivos, perceptivomotrices y de relación social e inserción en el medio, en contextos cada vez más amplios, va unido a una mayor posibilidad de utilización de los recursos expresivos del cuerpo: desplazamientos más ajustados, imitaciones y representaciones individuales y en grupo, profundización en alguno de los recursos ya utilizados en el ciclo anterior así como el descubrimiento de otros nuevos. Hay que resaltar la importancia que tienen las actividades de expresión corporal par favorecer la interacción entre los iguales, ya que el cuerpo sigue siendo el principal elemento de relación con el medio. Estos nuevos instrumentos permiten al niño disfrutar cada vez más de las representaciones y el juego dramático, tener iniciativa por participar en este tipo de situaciones y descubrir, progresivamente, el control de su cuerpo y sus importantes posibilidades expresivas de relación entre él y su entorno. El lenguaje corporal forma parte del área de Lenguajes: Comunicación y Representación, siendo un recurso corporal para la expresión y comunicación, para representar, mediante el juego simbólico situaciones, personajes…



8. ESTRATEGIAS DE ACTUACIÓN Y RECURSOS

Las estrategias de actuación se desarrollan desde un enfoque globalizador, enfoque metodológico que debe presidir la planificación y desarrollo de actividades. Globalizar la expresión corporal con el resto de las actividades educativas es, sencillamente, ponerla al servicio del desarrollo del niño; desarrollo que se detecta a través de la expresión; expresión que se enriquece por las relaciones que establece con la realidad (cuanto mayor sea la relación más rica será la expresión). Globalizar no es improvisar un cajón de sastre en el que se tergiversen los objetivos y se compliquen las actividades. Globalizar la expresión corporal supone no olvidar que no existe expresión, si no hay una experiencia que expresar. Así, por ejemplo, expresar con el cuerpo miedo, alegría, tristeza... puede ser una interesante actividad globalizada, si se está jugando a representar, al escuchar un cuento, las manifestaciones o formas de actuar de los diversos personajes. O también, cantar una canción y jugar a expresar con gestos, sin verbalizar, algunas partes de la misma. Las actividades se programaran de acuerdo a los objetivos planteados, pero desde el punto de vista de programación abierta, y desde un enfoque global, es decir, en el desarrollo de las mismas hay que prestar atención a los intereses de los niños y niñas, observando su comportamiento y las necesidades que manifiestan. Todo ello ayudará a centrar la propuesta, a plantear la programación de actividades como hipótesis de trabajo y a relacionar constantemente práctica y teoría. En este enfoque de expresión corporal y de acuerdo con la información expuesta, se consideran unas estrategias de intervención generales, independientemente de la edad de los niños y niñas, pues hacen referencia a la manera de entender la expresión corporal:

• Permitir a los niños expresarse y moverse con libertad. Hay que dejar que los pequeños se expresen, descubran y utilicen los objetos por sí mismos. El educador o educadora puede ir sugiriendo diferentes posibilidades con el objetivo de enriquecer su acción y animar a buscar nuevos descubrimientos.

• Respetar el estilo particular de cada niño. Ante la libertad para moverse y descubrir, los niños no reaccionan de la misma forma: Unos exploran con entusiasmo y otros necesitan más tiempo. Hay que respetar la inhibición como una forma de expresión, interviniendo cuando se observe que esa es una forma de pedir que sea el adulto el que inicie la relación o cuando se prolongue en exceso.



• Estar disponible, para los niños y niñas, en todo momento. Esta estrategia conlleva una disponibilidad corporal, en los gestos y en las actitudes corporales y afectivas. Implica que el niño y la niña tienen que percibir que el educador o la educadora están ahí, observando, comunicando con la mirada u otras indicaciones confianza y seguridad y dispuesto a intervenir cuando se necesite.

• Capacidad para ponerse en el lugar de los niños o niñas, incluso en las situaciones más difíciles, estableciendo una relación afectiva y comprensiva con ellos. Esto requiere expresar y manifestar la aceptación incondicional de cada niño, aceptar a cada uno como es, con sus expresiones de aceptación o rechazo, con su habilidad y con su torpeza. Implica actuar mostrando actitud de confianza y respeto hacia los pequeños.

• Crear un clima que favorezca la expresión de los sentimientos y emociones. Esto supone, no tener una actitud directiva para no dirigir permanentemente las acciones de los niños y niñas, pero a la vez estos tienen que saber que, llegado el caso, el adulto es el responsable de garantizar la seguridad y el bienestar de todos, haciendo respetar unas normas y unos límites elementales que faciliten relaciones agradables para todos.

¿Qué recursos son coherentes con las estrategias de intervención educativa definidas, de acuerdo con el proceso evolutivo de los pequeños y la finalidad de la Educación Infantil en el Currículo para esta etapa? 8.1. Recursos. Se ha fundamentado que la Expresión Corporal, en todas sus formas, constituye un medio para desarrollar un proceso de enriquecimiento que ayude en la formación de la personalidad del niño y la niña y que en este proceso la intervención educativa tiene que facilitar el desarrollo de actividades vinculadas con la expresión corporal desde un enfoque globalizador para contribuir al progreso armónico e integral de los pequeños. Es expresándose con el cuerpo, uno de los medios que los niños y niñas utilizan, para comunicarse unos con otros y conocerse a sí mismos. Esta manera de expresarse se puede realizar, de acuerdo con la fundamentación realizada, a través de un recurso fundamental: El juego.



8.1. a. El juego: Juegos motores o funcionales; juegos simbólicos o de ficción; juego dramático.

EL juego es un recurso educativo por ser una actividad gratificante que causa placer y gozo en el niño, una actividad a la que siempre está dispuesto, con valor didáctico cuando, el juego, permite al niño o a la niña la experiencia, investigación, reflexión, comunicación e interacción con los otros y su entorno. El juego, se va modificando conforme el niño y la niña evolucionan en madurez y edad, de esta forma, y sin considerarlos como compartimentos estancos que empiezan y terminan con la edad establecida sino que unos y otros se solapan y forman parte del anterior y siguiente: unos van siendo menos relevantes para el niño y otros son prioritarios en la actividad del pequeño. Se pueden establecer los siguientes momentos: Juegos motores o funcionales, juegos simbólicos o de ficción, juego dramático. El juego motor o funcional, es propio de los primeros años de vida e implican movimientos y puesta en práctica de los nuevos comportamientos adquiridos. Abarcan el periodo de 0-2 años, la realización de estos juegos va decreciendo hasta los cuatro y cinco años, manifestándose de forma diferente. Actividades lúdicas vinculadas a este juego son:

- Jugar con su cuerpo: manos, dedos, brazos, piernas. - Jugar a desplazarse: arrastrarse, andar correr, saltar, subir, bajar, etc. - Jugar con objetos: Soltar y recuperar un objeto, abrir y cerrar cajas, etc. - Juegos de interacción social: Jugar con el adulto a juegos de falda,

esconderse y reaparecer, etc. El juego simbólico o de ficción es el juego espontáneo que en sí mismo no tiene ninguna finalidad aparente. En él, los niños y niñas representan objetos reales mediante otros objetos a los que les otorgan el mismo significado o asumen funciones de determinados roles realizando acciones ficticias como si fueran reales. Ejemplo: utilizar un palito en representación de una cuchara, jugar a los médicos, a las casitas, etc. El lenguaje utilizado es primordialmente el movimiento. Predomina la acción sobre el lenguaje verbal. En estas edades el niño y la niña no distinguen con claridad la realidad de la fantasía. Expresa un mundo imaginario y la única realidad es la que el produce. De esta forma se transforma un objeto en otro.



Para el niño el tiempo entre diferenciación entre juego y no juego no existe, todo es juego. Los objetos utilizados determinan la conducta y ellos realizan manipulación, experimentación y transformación con dichos objetos. Los juegos simbólicos o de ficción suelen aparecer hacia los dos años como juegos de imitación, desarrollándose hasta los siete años. En este periodo de tiempo, el juego simbólico va aumentando en grado de complejidad. El juego dramático. Mayor (1987) define el juego dramático como “una situación interactiva, recíproca y sincronizada donde los muchachos adoptan diversos roles situándose alternativamente en uno y otro punto de vista, representado objetos, personas y acciones”. La dramatización es una forma de representación que utiliza el cuerpo, la voz, el espacio y el tiempo escénico para expresar y comunicar ideas, sentimientos y vivencias. La dramatización trata de enriquecer, desde las primeras edades, recursos expresivos y representativos propios: voz, disfraz, gesto dramático, movimiento corporal, etc. El juego dramático es uno de los recursos fundamentales para la intervención pedagógica, y por lo tanto, para el desarrollo de la expresión corporal. Obliga a poner en juego la creatividad del pequeño y su conciencia de los valores, al mismo tiempo que reclama a la sociabilidad, puesto que la libre expresión implica la relación con los otros. La base fundamental de este tipo de juego es la improvisación, es decir, la facultad del niño de manifestar su forma de percibir un tema, o dar vida a un personaje. Para ello deberá poner en juego toda su capacidad de creación. La creatividad es, el elemento esencial en la dramatización. El juego dramático favorece el proceso de socialización pues al jugar unos con otros se propicia el respeto a las acciones de los demás, el respeto por las normas del juego… Las características del juego dramático son:

• Está basado en una acción compuesta por el propio sujeto, lo que le posibilita una relación inmediata con su experiencia personal.



• Está basado ante todo en el juego, y como tal presenta todas las características de éste, lo que le confiere una gran potencialidad educativa.

• Es un medio par transforman el mundo exterior, creando un orden nuevo de acuerdo a sus deseos.

• Es un fin en sí mismo. • Las acciones no tienen consecuencia alguna fuera del juego, lo que

provoca en los niños, un sentimiento de seguridad propicio para ensayar múltiples propuestas.

• Une muchas otras formas de expresión: corporal, lingüística, plástica y musical...

Se trata pues de una actividad global que conjuga lenguajes verbales y no verbales, gestuales y faciales, corporales, etc. La dramatización también puede realizarse a través de sustitutos simbólicos de la persona como son el guiñol o las marionetas como forma de separación e identificación respecto de papeles y acontecimientos escenificados. Tanto la escenificación con el cuerpo propio como a través de los sustitutos simbólicos, puede llevarse a cabo sujetándose o no a un léxico o a un guión previo. Muchas de las propuestas y posibilidades de expresión dramática parten de elementos ya conocidos: una palabra, una canción, una vivencia o conflicto, o de propuestas específicas para ese fin. Ejemplos de situaciones de representación y expresión

• Muecas y gestos con la cara • Asumir papeles diferentes en sus juegos • Escuchar un cuento y situarse libremente con los personajes.

Ejemplos de situaciones de expresión y comunicación

• Jugar a poner caras y muecas con pautas y modelos • Imitar acciones, gestos y sonidos con pautas • Cantar una canción, acompañándola con gestos, movimientos y

sonidos correspondientes. • Representar diferentes personajes, animales, con pautas que

ayuden a expresarse con riqueza y precisión • Dramatizar diferentes situaciones de la vida cotidiana • Dramatizar un cuento conocido, con reparto de papeles • Bailar de manera libre y colectiva



Proceso en la representación o dramatización de un cuento Improvisación

En esta primera representación improvisada, se animará a los niños a incorporar recursos expresivos propios de la expresión corporal y dramatización, realizando gestos y movimientos, contando con que los niños más pequeños reproducirán sólo algunos gestos, movimientos y sonidos de los personajes elegidos. Reparto de papeles

Cuando ya están familiarizados con el cuento, con los personajes, los diálogos; cuando ya sean capaces de anticipar lo que va a ocurrir, es el momento de plantear una dramatización organizada. El educador habrá ido observando qué papeles han ido asumiendo de forma espontánea. El proceso de elección y asignación ha de hacerse con el acuerdo de los niños, aceptando en última instancia la decisión del adulto en caso de conflicto. Ensayar

Habrá que realizar cuantos ensayos sean necesarios, planteando cada ensayo como un juego cada vez más organizado. Disfraces y atuendos

Los niños tienen que participar en todo el proceso de elaboración de los disfraces, tendiendo a elaboraciones sencillas que no requieran excesivo trabajo, aprovechando los recursos del taller de expresión plástica, recurriendo a la imaginación y al ingenio. Representación final Cuando ya saben situarse en los lugares adecuados y asignados a cada personaje, cuando sean capaces de representar el papel asignado, sin requerir la ayuda del educador, ya es el momento de representar el cuento. La dramatización o representación de cuentos no tiene por qué requerir especialización en técnicas de arte dramático por parte del educador. Aunque los niños experimenten que están haciendo algo serio, es un juego organizado y que requiere su trabajo lleno de magia y fantasía.



9. LA EXPRESIÓN CORPORAL EN LOS NIÑOS CON NECESIDADES

EDUCATIVAS ESPECÍFICAS En el enfoque de expresión corporal que hemos desarrollado, se considera a este lenguaje, sobre todo como una forma de expresión y comunicación, no un método de aprendizaje. En una situación de libre descubrimiento, acción y expresión corporal, los niños con necesidades educativas específicas, también van a poder expresarse con sus propios recursos en la medida que, el objetivo será la actividad motriz espontánea de los niños y niñas en su relación con el espacio, con los objetos proporcionados y con los otros. Uno de los elementos claves en este enfoque de la expresión corporal es la evolución del grupo, y parte de la construcción del grupo es la vivencia de las dificultades individuales y colectivas. El niño o la niña con dificultades no las vive solo, sino que las vive en el seno del grupo, recibiendo tanto la imagen que le devuelve el educador como la que le devuelven sus compañeros, y su evolución va a depender de su inserción en el grupo, de su aceptación o rechazo y, sobre todo de las posibilidades de comunicación que pueda establecer. Y esto es válido no sólo para los niños y niñas con necesidades educativas específicas, sino para todo el grupo. Si se entiende la expresión corporal en relación con el descubrimiento de las propia posibilidades de acción y de comunicación con los otros, los niños con necesidades específicas, también tendrán que descubrir las suyas, desarrollando y utilizando los recursos necesarios para pedir ayuda, vivir lo que supone la aceptación y la inclusión en el grupo, de la misma manera que los demás tendrán que actuar y relacionarse contando con la presencia de los niños y niñas que tienen necesidades diferentes a las suyas, pero también habilidades y valores diferentes a los suyos. No importa el producto ni la precisión de la acción, sino la dinámica de la búsqueda de acción y movimiento para expresar aquello que se quiere comunicar.



10. CONCLUSIONES Con la información argumentada, se ha comprobado que la expresión corporal es una forma de representación y comunicación, un instrumento de conocimiento y relación, un lenguaje que utiliza el cuerpo, como recurso de comunicación, con la intención de transmitir y experimentar sensaciones, facilitar la expresión y desarrollar la capacidad de creación. De acuerdo con este significado la educación infantil tiene que estimular este tipo de expresión como medio para favorecer el desarrollo integral de los niños y para adquirir el autoconocimiento del cuerpo, de sus posibilidades perceptivas y expresivas conjugando sentidos, sentimientos e ideas a través del movimiento, el gesto, la postura, el juego dramático, etc. Todo lo anterior justifica que la expresión corporal esté integrada en el Real Decreto 1630/2006, por el que se establecen las enseñanzas mínimas para el segundo ciclo de Educación Infantil. La expresión corporal forma parte de los objetivos generales de la etapa contribuyendo así al desarrollo de todas las capacidades del niño y la niña, por lo tanto, la intervención educativa ha de planificar actividades que faciliten que a través de la expresión gestual y corporal se contribuya al logro de las capacidades formuladas en los objetivos.. De esta forma, la expresión corporal se propone esencialmente una meta, lograr que el niño o la niña se descubran a sí mismos, y darles los medios necesarios para su mejor adaptación al mundo en cuantos seres humanos individuales y sociales.



11. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES • ARRIAGADA, K. (2005). Los contenidos de la Expresión Corporal.

Barcelona: Inde. • CÁCERES GUILLÉN, Mª. A. (2010). La expresión corporal, el gesto y el

movimiento en la edad infantil. Temas para la educación. Revista digital para profesionales de la enseñanza, 9, 1-7.

• CHOQUE, J (2013).La expresión corporal: 300 ejercicios de expresión corporal, mimo y juego teatral. Barcelona: Ma Non Troppo.

• ENGUIDANOS FLORIÁN, M.J. e IDEASPROPIAS. (2004). Expresión corporal. Aproximación teórica y técnicas aplicables en el aula. Vigo: Ideaspropias.

• GIL MADRONA, P y GUTIERREZ DEL CAMPO, D. (2005). Expresión Corporal y Educación Infantil. Sevilla: Wanceulen.

• KNAPP, L. M (1988). La comunicación no verbal. El cuerpo y el entorno. Barcelona: Paidos.

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• MATEOS CARRERAS, Mª.J. (1996). Expresión y comunicación corporal. Badajoz: Publicaciones de la Diputación de Badajoz.

• MOTOS, T. (1983): Iniciación a la Expresión Corporal (Teoría, Técnica y Práctica). Barcelona: Humanitas.

• SCHINCA, M (1988). Expresión Corporal. Bases para una programación teórico-práctica. Madrid: Escuela Española S.A.

• STOKOE, P. y SCHÄCHTER, A. (1994): La expresión corporal. Barcelona: Paidós.

• Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. • LO 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa. • RD 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las

enseñanzas mínimas del segundo ciclo de la Educación Infantil. • Disposiciones legislativas por la que se establece el currículo por la

Comunidad Autónoma por la que se presenta el opositor u opositora.



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