tema 23 television del futuro
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Cultura audiovisual 1º Bachillerato
Artes Plásticas I.E.S. Severo Ochoa
“La televisión del futuro” es quizás un título atrevido. A juzgar por la
velocidad con la que se suceden los cambios en la tecnología
audiovisual, lo que aquí se expone puede que solo sea la televisión
del presente, y, como mucho, la de un futuro cercano. Sin duda
estamos avocados a ver cambios que hoy día ni imaginamos.
En cualquier caso, el futuro de la televisión seguramente estará
marcado por dos tendencias:
La presencia hegemónica de la información digital en la producción,
realización, grabación y difusión de la señal de televisión.
La interactividad entre emisor y receptor de la señal televisiva,
acabando con el modelo tradicional de mensajes en una sola dirección.
Otra certeza es que la televisión tradicional, analógica y con ofertas de
unos solos canales generalistas ha desaparecido. El “apagón analógico”
liquida el modelo televisivo que hemos conocido y ha imperado en el
Mundo desde los inicios del medio, allá por los años 50 y 60.
¿Qué nuevos formatos de televisión vamos a conocer? Aquí
apuntamos algunos de ellos. Ofrecemos un esbozo de las
novedades comunicativas que aportan; ya que los datos técnicos
que podamos describir, seguramente, estarán obsoletos en unos
pocos años, o quizás meses.
La TDT consiste en aplicar la tecnología digital a la señal de televisión, que se transmite por el aire gracias a las ondas hertzianas y se recibe en las antenas de las casas, con la ventaja que esto implica.
TDT vs. Televisión analógica: La televisión analógica es el sistema tradicional de televisión que utiliza ondas radioeléctricas para transmitir imágenes y sonido. Por el contrario, la TDT es la evolución digital de la televisión convencional. Para disfrutarla sirve la tradicional antena colectiva de la casa, a la que se adapta un decodificador. La cobertura universal para toda la población está asegurada, ya que la TDT se ha definido como un servicio público esencial.
Ventajas de la TDT: El sistema de transmisión digital permite aplicar
procesos de compresión de la señal y eliminación de errores. Eso
nos permite:
Ver más canales de televisión.
Disfrutar de una mejor calidad de imagen y sonido.
Disponer de servicios interactivos.
Optimiza el uso del espectro radioeléctrico, lo que supone multiplicar
la oferta. El ancho de banda que necesita la TDT es mucho menor
que el de la señal analógica. Como dato, en el espacio que ocupa
un canal analógico, se pueden alojar 4 canales digitales, por tanto,
aumenta la oferta.
Sin interferencias: La señal
digital de televisión, por su
naturaleza numérica, elimina los
ruidos, las interferencias, y las
pérdidas de señal.
Formato panorámico: La señal
digital permite ofrecer contenidos
audiovisuales en formato
panorámico de 16/9.
A la carta: La TDT permite elegir
el idioma de los subtítulos de un
programa, y entre bandas de
sonido en diversos idiomas.
flexible: Posibilidad de recepción en movimiento.
Al aprovechar mejor el ancho de banda de la señal, queda espacio
para el tránsito de mensajes en sentido opuesto, es decir, desde el
receptor al emisor de la señal.
La interactividad, a través de canales de retorno, permite una oferta
multimedia y el acceso a servicios con valor añadido: Televisión a la
carta, vídeo bajo demanda, guías electrónicas de programas, teletexto
avanzado, subtítulos multilingüe, conexión a internet, etc.
La TDvS es la difusión de la señal digital de televisión a amplias zonas
geográficas por medio de satélites de comunicaciones., en contraste con
la televisión terrestre, cuyas ondas no salen de la atmósfera.
La transmisión de TDvS se divide en dos tramos claramente diferenciados:
El enlace ascendente, que envía la señal digital de televisión al satélite, utilizando grandes antenas parabólicas (de 9 a 12 metros de diámetro).
Y el enlace descendente, que retransmite la señal de televisión recibida hacia su zona de cobertura sobre la superficie de la tierra, utilizando una banda de frecuencias diferente al del enlacen ascendente, para evitar interferencias.
Para recibir la TDvS es necesario tener una antena
parabólica correctamente orientada al satélite de
comunicaciones correspondiente, un dispositivo de
selección de bandas y amplificación, y un
sintonizador de canales digitales (para canales en
“abierto”) o un decodificador (para canales de pago).
La TDC consiste en distribuir la señal digital de televisión a través
de redes de fibra óptica y cable coaxial. Junto con la señal de
televisión, estas redes soportan otros servicios como radio,
telefonía fija y acceso a internet.
La TDC se popularizó en los años 50, y su objetivo era llevar la
señal de televisión a zonas que, por su orografía, no recibían las
ondas hertzianas distribuidas por los repetidores. Así, localidades de
valles muy estrechos y alejados accedían a la señal gracias a un
sistema de cables.
Hoy día, el cable, generalmente integrado en el sistema de telefonía
fija, está en auge por dos motivos: Los usuarios disponen de una
oferta televisiva a la carta, y las emisoras cobran por la
programación que ofrecen, bien mediante una cuota fija, bien
mediante la contratación de programas específicos como películas o
partidos de futbol.
Hasta hace pocos años, se utilizaba el cable coaxial, compuesto por
hilo de cobre. Sin embargo tiene una limitación: sufre una gran
pérdida de señal en su transmisión, lo que obliga a colocar
amplificadores cada 2 kilómetros de recorrido.
Los servicios digitales de telecomunicaciones por cable se basan en el empleo de la fibra óptica, compuesta de fibra de vidrio que transmite energía lumínica láser. Ese material incrementa el ancho de banda y multiplica la posibilidad de trasladar a la vez muchas señales y canales de televisión. De hecho hace posible la transmisión de todo tipo de mensajes y contenidos (voz, datos, imágenes fijas, vídeos, sonidos, música y otros formatos), a altísima velocidad, en gran volumen al mismo tiempo con excelente resolución.
Ventajas de la fibra óptica frente al cable coaxial: Mayor capacidad de transmisión. Mínima pérdida de señal. No sufre interferencias. No tiene problemas de fuga de información ni causa interferencias
en otras señales. No le afectan los cambios de temperatura. Es de grosor muy pequeño. No se deteriora por estar a la intemperie o sumergido en agua. Su producción es barata. Es un material muy ligero porque no está elaborado a base de
metal. Por su gran capacidad, ofrece un servicio bidireccional, donde el
usuario puede enviar información a otros usuarios de la propia red.
En el caso de la televisión, la gran capacidad de las redes de cable permite, entre otras posibilidades, ofrecer desde los tradicionales programas de televisión (con múltiples canales) hasta comunicaciones instantáneas vía internet (con la posibilidad de adaptar la navegación a las características propias de la televisión), pasando por vídeo a la carta, vídeo bajo demanda, servicios de telecompra, etc.
La Televisión Digital basada en tecnología IP, o simplemente, televisión por internet se basa en dos avances tecnológicos:
La banda ancha de internet o ADSL (Bucle de Abonado Digital Asimétrico), que es una técnica de transmisión de datos a alta velocidad por internet.
Las técnicas de Streming, que sirven para transmitir información multimedia a través de internet, sin necesidad de descargar los contenidos al disco duro del ordenador.
La tecnología “streming” permite ver contenidos multimedia, como
música y vídeos, sin necesidad de esperar a que se descarguen al
disco duro completos. Consiste en descargar cierta cantidad de
información para permitir su inicio, y mientras lo vemos, sigue
descargándose la información.
En otra palabras, permite ver y oír en tiempo real audio y video.
Fenómenos comunicativos como “You Tube” y webs similares, se
basan en esta tecnología. De hecho, You Tube ofrece tanto
imágenes generadas y “colgadas” por usuarios particulares, como
programas profesionales o películas agrupadas en canales.
El futuro augura una creciente relación entre los sistemas de
televisión digital en sus diferentes soportes (TDT, vía satélite y
cable) e internet. Es una relación de ida y vuelta (la televisión en
internet e internet en la televisión) que fomenta que los usuarios y
espectadores se beneficien y protagonicen servicios interactivos.
La presencia de la televisión en internet tiene varias expresiones.
Páginas web. Hoy día, casi todas las cadenas de televisión importantes disponen de su correspondiente página web. Estas páginas webs facilitan servicios interactivos como programas atrasados, foros donde los espectadores debaten y opinan, la recepción de SMSs, los chats en vivo con personajes de la cadena, etc.
Streaming y descargas de la señal, ya sea en directo o mediante el acceso a programas ya emitidos. En estos últimos casos, un ancho de banda adecuado y las tecnologías streaming (transmisión de flujo de datos a través de internet) posibilitan la oferta de contenidos televisivos en la red.
Emisoras bitcasters, que emiten solo a través de internet. Son emisoras que, en muchas ocasiones, se valen únicamente de webcams para difundir en directo los más variados contenidos.
La televisión tradicional se basa en un sistema de una sola dirección, donde un emisor (la cadena de televisión), ofrece un mensaje (la programación) a unos receptores múltiples (la audiencia). Sin embargo, desde los años 60, los técnicos y teóricos de la comunicación han trabajado por conseguir que el mensaje televisivo sea bidireccional, es decir, que la audiencia pueda participar e intervenir sobre el contenido de la emisión.
De esta forma, la televisión deja de ser un medio que distribuye un
mensaje unívoco, para incluirse en el entramado multimedia. De
hecho, una consecuencia directa del desarrollo de la televisión
interactiva es la especialización de la oferta, con una programación
multicanal, que ofrece bloques temáticos, etc.
Las redes de cable interactivas ofrecen la posibilidad de abonarse a
servicios bajo la modalidad “pay-per-view” (pago por visión), donde
se paga solo lo que se ha visto, en vez de un abono mensual.
La mayor novedad del servicio es el llamado feedback o retorno de
información a la emisora. El usuario, a través de un mando a
distancia, puede contestar distintas cuestiones a propósito de un
programa televisivo que se está emitiendo.
La televisión interactiva es un salto cualitativo muy importante en la manera de ver la televisión. Para estimular este desarrollo hay que apostar por programas que subrayen la participación inmediata del espectador: informativos, programas infantiles, deportivos, talk-Show, etc. Esta fórmula tiene mucho éxito entre los jóvenes, que están acostumbrados a jugar con el ordenador y les resulta más fácil interactuar con la pantalla del televisor.
Además, la televisión interactiva permite satisfacer cierto impulso
creativo del espectador, pero sujeto a un protocolo. La interactividad no
elimina la recepción pasiva totalmente, sino que articula, con un ritmo
variable, momentos activos (elección) y momentos pasivos (visionado).