tema 1 orígenes de la filosofía occidental (simple)

1. ORGENES DE LA FILOSOFA OCCIDENTAL 1. INTRODUCCIN. La filosofa es el intento de construir una sabidura racional.

Podemos entonces encontrar la filosofa en todas las culturas si bien

confundida con elementos mgicos, msticos y religiosos. No ser hasta el

siglo VI1 en el que la filosofa aparezca como una actividad de pensamiento independiente en distintas zonas de nuestro planeta: India, China, Persia, o

Grecia.

En estas regiones del mundo, durante esta poca, empiezan a

generarse civilizaciones con un alto grado de complejidad administrativa,

poltica, cultural Por eso en el pensamiento se produce un salto cualitativo en un intento de librarse de las tradiciones del pensamiento arcaico caracterizado por una visin del mundo en la que predomina lo religioso, lo emptico, la supersticin por encima de la reflexin y argumentacin racional.

En esta nueva poca la reflexin racional an aparece mezclada con

tradiciones y formas religiosas. Sin embargo, las creaciones filosficas de la

poca suponen un notable esfuerzo por elaborar un pensamiento ms libre en el que la especulacin est sustentada por pruebas y demostraciones

intelectuales. Fuentes de sabidura como las de Kong Fuz o Lao Tze en China,

de Buda en la India o Zoroastro en Persia an sorprende por su altura

intelectual y lo sugerente de sus reflexiones.

No obstante estos desarrollos es en la Grecia antigua (a la que los antiguos griegos llaman la Hlade") donde se produce una forma de filosofa que ha creado la tradicin intelectual occidental diferente de aquellas formas de pensamiento orientales.

1 Para la numeracin de los siglos anteriores a nuestra era utilizaremos la anteposicin del signo negativo antes que el nmero evitando la reiteracin de la frmula a.C. o antes de Cristo

Historia de la Filosofa Tema 1: Orgenes de la Filosofa Occidental

2. GRECIA ANTIGUA: EL PASO DEL MITO AL LOGOS Son varias las diferencias entre la filosofa que se desarrolla en Grecia

con respecto a la de otros lugares del planeta.

En primer las circunstancias histricas y culturales son muy diferentes. Mientras que en distintos territorios se estn construyendo grandes

imperios unificados por leyes y gobernantes nicos, la "Hlade" la constituyen

cientos de ciudades independientes, ciudades estado o "poleis" (plural del griego "polis") cada una con sus propias formas de gobierno, leyes y

costumbres propias.

Aunque este hecho pudiera parecer un problema para el desarrollo

cultural y econmico, las ciudades griegas tenan por el contrario un gran dinamismo que les lleva a explorar y fundar colonias por todo el mediterrneo. Se genera as una sociedad muy dinmica y abierta al comercio y a la

aceptacin de nuevos conocimientos.

Otra de las diferencias est en el hecho en otras culturas las nuevas

formas de filosofa fueron vinculadas de una manera u otra con la religin,

adaptndose o iniciando nuevas formas de religiosidad. En cambio la filosofa

se convierte en un modo de pensar independiente. A esto ayuda el hecho de que en Grecia las historias sobre divinidades, aun siendo respetadas tenan

ms la consideracin de mitos que de historia sagrada: los dioses y hroes

tenan comportamientos, deseos y errores humanos que si bien hacan de la

religin griega ms cercana, tambin las desprenda de su carcter sagrado.

Por ltimo y, ms importante, en la mayora de los reinos e imperios que

se estn formando por esa poca el conocimiento era un privilegio de las

clases superiores: un instrumento de poder. En cambio en Grecia el conocimiento es logos, es decir, no algo sagrado y supremo al alcance de unos pocos sino conversacin, dilogo, palabra. Sabemos ms de la cultura griega que de cualquier otra de esta poca porque es una cultura pblica, puesta a disposicin de todo aquel que tiene inters por la investigacin y el

conocimiento. Y puesto que el lenguaje, la conversacin requiere de orden y

sentido, el concepto de logos acab por incorporar el significado de razonamiento.

3. LA ESCUELA DE MILETO

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La cultura griega no se limitaba a las "poleis" de la pennsula sino que se

extenda gracias a las diferentes colonias a travs de todo el mediterrneo.

Algunas de las ciudades griegas ms activas, social y econmicamente,

estaban en la costa de la actual Anatolia en la frontera del antiguo imperio

Persa. Se llamaban a s mismos Jonios y aunque estaban sometidas por medio

de impuestos al imperio persa, se consideraban parte de la cultura griega.

No solo la economa o la sociedad jonia se beneficiaban de una posicin

privilegiada, el comercio y especialmente la cultura se vern fomentadas por

esta posicin fronteriza entre el mediterrneo y el imperio persa. Especialmente

la ciudad de Mileto vivira un auge intelectual de primer orden ya que en ella se podan encontrar ingenieros como Eupalinos, gegrafos como Hecateo

o matemticos como Tales.

Precisamente a uno de sus ciudadanos ms destacados, Tales (Thals en griego) se le considera el primer filsofo y uno de los legendarios siete

sabios de Grecia.

Su fama no era para menos, puesto que realiz descubrimientos

matemticos, astronmicos o biolgicos. Segn parece sus investigaciones

estn dirigidas por dos ideas fundamentales. En primer lugar que toda la realidad, la naturaleza est relacionada entre s formando un universo ordenado (un Cosmos). En segundo lugar que lo que proporciona orden y unidad al universo es que todo procede de un mismo principio o arj.

Estas ideas no son nuevas (la religin tradicional tambin mostraba al

mundo ordenado por los dioses) lo que s resulta diferente es que Tales va tratar de aportar argumentos, es decir, va a tratar de racionalizar para establecer el arj del universo. Y as Tales va a intentar demostrar que el principio que da orden y origen al Cosmos es el agua porque el agua de todos los elementos (agua, aire, tierra y fuego) es el nico que puede aparecer

en los tres estados de la naturaleza; adems el agua aunque es un elemento material resulta imprescindible para explicar los fenmenos biolgicos: no existe ningn ser vivo que pueda prescindir del agua, por tanto el agua es el

alma de todos los seres vivos.

Anaximandro (Anaxmandros) tambin resida en Mileto aunque su actividad comercial y aventurera le haba llevado a conocer lugares muy

lejanos, experiencias que le permitiran elaborar un tratado sobre los lugares

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que conoci. Lo denomin Per Physeos (Sobre la Naturaleza) y en l no

solo se estableca un mapa de la superficie terrestre conocida sino que se

trataba de dar una rplica, una respuesta racional al pensamiento de su maestro y amigo Tales.

Anaximandro pensaba tambin que deba existir un principio que diera

orden y unidad a la naturaleza. Pero ese principio no poda ser el agua porque,

aunque era un elemento que posea muchas propiedades, no poda explicar la

existencia del fuego, su contrario. Por eso plantea la posibilidad de que los

cuatro elementos se pudieran haber originado de un elemento anterior, un elemento desconocido, indeterminado, un "apeiron": la unin de todos los elementos que dara lugar, posteriormente, y mediante un proceso evolutivo a todas las realidades que forman la naturaleza incluso los seres vivos.

No cabe duda que esta explicacin era ingeniosa, pero para

Anaxmenes, probablemente otro de los discpulos de Tales, tena un problema imposible de resolver cmo puede surgir lo concreto, lo individual de

lo indeterminado, de lo amorfo, de lo genrico? Hace falta volver a lo simple: lo natural solo puede proceder de un elemento que est ya en la naturaleza y para superar las objeciones de Anaximandro habra que cambiar el elemento

principal. Es cierto, el agua no puede convertirse en fuego, pero hay otro

elemento que mediante procesos de dilatacin y concentracin podramos

convertirlo en algo ms o menos slido: el aire. Optar por el aire como elemento principal tena dos ventajas

fundamentales. En primer lugar permitira explicar los diferentes fenmenos por procedimientos cuantitativos: las cosas son en la medida en que tengan una mayor o menor concentracin de aire (a mayor cantidad ms slido). En

segundo lugar el aire explicaba mejor que el agua la existencia de los seres vivos porque, como todo el mundo saba, todos los seres estn vivos mientras tengan en su interior el lan o aliento vital.

4. LAS FORMAS DE PENSAMIENTO RACIONAL A principios del siglo V, las ciudades jonias se rebelaron contra la tutela

que ejerca sobre ellas el imperio persa. Esta rebelin fue aplastada de manera

inmediata y sera el detonante de la campaa militar para la conquista por parte

del emperador persa de las poleis griegas.

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En esta situacin de tensin blica se exige que el pensamiento sea ms riguroso y preciso. El pensamiento racional puede descubrir los principios que se ocultan detrs de la variedad de los fenmenos de la

naturaleza, pero solo si se aplica con absoluta coherencia y se llega hasta las

ltimas consecuencias por extraas que estas parezcan.

El problema es que hay muchas formas de pensar de manera rigurosa. La nueva generacin de pensadores va a explorar las distintas formas de pensamiento racional para intentar llegar a la verdad que se esconde detrs de la variedad de fenmenos naturales.

4.1. Herclito de feso: la dialctica. Una manera eficaz de pensar racionalmente consiste en partir de una

afirmacin y tratar de ir definiendo cada vez mejor cada una de sus conceptos para llegar a una concepcin lo ms ajustada posible de lo que se quiere decir. Esto es lo que se conoce como dialctica. Toma su nombre de la idea de dilogo: en muchas ocasiones mediante el dilogo, la discusin con otras personas o con uno mismo llegamos a una clarificacin cada vez mayor del pensamiento (alguien afirma algo, y a esa afirmacin se le propone una objecin, el primer interlocutor, entonces, tiene que ser ms preciso para

resolver la objecin propuesta.

Para Herclito el pensamiento dialctico es el nico que puede resolver el principal problema con el que se enfrenta el pensamiento humano cuando trata de investigar la naturaleza de las cosas: todo cambia constantemente, todo nace y muere, nada es estable de manera permanente. Esta idea se expresa en la frase que se le atribuye Panta rei, todo fluye. Un ejemplo puede servirnos como ilustracin de esta idea: no podemos baarnos dos

veces en el mismo rio afirma en un aforismo.

Ahora bien, si todo est continuamente cambiando Por qu hay cosas

que no estn cambiando ahora? Por qu el mundo parece estable? Esto,

piensa Herclito, es porque lo vemos de forma incompleta. La aparente

estabilidad de las cosas y de los fenmenos es solo un estado previo a la

destruccin, al cambio. Cada ser, cada cosa est en continuo conflicto consigo mismo cada cosa lleva dentro de s su contrario, su negacin, su objecin: no hay luz sin oscuridad, blanco sin negro, el camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo. Y como dos ejrcitos que se preparan para la

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pelea hay una tensin previa que detiene el movimiento durante un tiempo y

que genera estabilidad, armona. Lo que vemos como estable no es ms que el resultado de la tensin entre contrarios, en cualquier momento se iniciar la batalla dando lugar a una nueva realidad.

Por eso afirma que La guerra es el padre y el rey de todas las cosas.

Padre, porque la guerra, la confrontacin, el conflicto genera todo lo nuevo y rey porque ninguna realidad puede escapar a su destino de lucha contra todo lo dems.

Estas son ideas difciles de explicar por lo que Herclito recurre a expresarse mediante aforismos y metforas (tal vez por ello fuera apodado el oscuro) de ah que en algunas ocasiones identifique este conflicto constante con el fuego, creador y destructor al que se le puede aplicar la idea de "arj" o principio de la naturaleza. Aunque en el caso del ser humano el fuego se convierte en pensamiento, en logos, origen y ley de todo lo humano.

4.2. Parmnides la lgica Otra manera de ejercer el pensamiento de manera rigurosa es la lgica.

El pensamiento lgico consiste en realizar una afirmacin y extraer de ella todas las consecuencias posibles sin incurrir en contradicciones. Parmnides es el primero que explora esta forma de pensamiento lgico llevndolo a sus ltimas

consecuencias.

Su pensamiento est expresado en un poema (Sobre la Naturaleza) en

el que una diosa (no sabemos cul) le muestra dos caminos, la va de la opinin en la que el pensamiento se confunde puesto que se acaba afirmando a la vez una cosa y su contraria y la va de la verdad en la que se descubre la verdadera naturaleza del ser

En la va de la verdad se fundamenta en una afirmacin evidente: es lo mismo pensar que ser es decir, que si nuestro pensamiento se aplica de forma rigurosamente lgica llegaremos a la verdad. De esta idea se extrae una consecuencia necesaria: si pensar es el ser, el no ser es impensable, por tanto, el no ser no es. El ser es porque todo aquello en lo que pensamos es. El no ser no es, no existe porque es impensable, no podemos pensar en la

nada por tanto solo podemos pensar en lo que es: el ser.

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Establecido este principio las consecuencias se suceden hasta extremos sorprendentes.

El ser es eterno: no puede morir (al morir se convertira en no ser) ni pude nacer (porque antes de ser solo puede ser algo distinto, el no ser). No cambia porque solo pude cambiar en lo que no es y eso es imposible. Es inmvil puesto que se tendra que desplazar all donde no est, es decir, donde no es, lo cual es ilgico. Es nico, porque de haber otro ser distinto del ser o es ser (con lo que estaramos en la misma situacin) o es el no ser que

no existe. Es continuo porque para que se pudiera dividir en partes tendra que haber algn elemento de separacin que solo puede ser el no ser, que no

existe. Y as se van desgranado las diferentes consecuencias hasta llegar a la

idea de que el ser es como una esfera esttica completamente idntica a s misma desde cualquier punto.

De este modo, Parmnides al tomar la razn lgica como nica fuente de la verdad cuestiona todo aquello que nos muestran los sentidos: el cambio, el movimiento, tiempo, la diversidad. Evidentemente no se trata de que

la realidad en la que estamos, cambiante, mvil y diversa no exista sino que no puede ser pensada de manera lgica. Y que cuando intentamos pensarla acabamos cayendo en paradojas como las que nos muestra el discpulo de Parmnides Zenn de Elea.

4.3. Las comunidades pitagricas. En los inicios del pensamiento, la racionalidad no est an lo

suficientemente desarrollada y los descubrimientos de la investigacin seria se

mezclan con supersticiones, magias o formas religiosas. Este es el caso de las

comunidades pitagricas.

Los pitagricos se decan discpulos de su fundador Pitgoras alguien cuya historia mezcla leyenda con sucesos histricos: tal vez viaj por el mundo,

que fuera instruido en Egipto en los cultos msticos trayendo y que llegara

incluso a la india trayendo a Grecia los conocimientos adquiridos. Al volver de

sus viajes se instala en el sur de Italia, en Crotona, y crea una comunidad de

seguidores que se conoce como la Hermandad.

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En la hermandad eran aceptados tanto hombres como mujeres aunque

exista una divisin entre los novicios y los iniciados. Los novicios tenan que

pasar un periodo de purificacin (akousmata) tras el cual eran considerados

miembros plenos de la Hermandad con acceso a los secretos conocimientos de

la comunidad (mathematha).

Por tanto la primera enseanza de la comunidad pitagrica era que

estos conocimientos no pueden estar al alcance de cualquiera pues supone desvelar los secretos del universo a aquellos que no estn preparados

para aceptarlos. Slo aquellos que estuvieran educados podran acceder a

ellos.

No obstante se conocen algunos de los secretos fundamentales de la

Hermandad. En primer lugar que el alma no mora con el cuerpo sino que transmigraba, es decir, pasaba de cuerpo a cuerpo. Slo mediante un proceso

de purificacin espiritual el alma puede elevarse para unirse a lo divino

El gran secrdeto, sin embargo, consista en descubrir que el universo

estaba ordenado, que formaba un Cosmos de acuerdo a una armona interna y que esa armona procede de que toda la realidad es nmero, matemticas.

En este sentido los pitagricos son los iniciadores del pensamiento formal, es decir, aquel que considera que la materia de las cosas no es lo importante sino su relacin, es decir su estructura. Las cosas, la naturaleza solo pueden existir si mantienen un orden un equilibrio o armona interna y esa armona se puede desvelar mediante un pensamiento matemtico. La forma matemtica es, en definitiva, la verdadera realidad de las cosas, el ser.

Con el paso del tiempo las comunidades pitagricas se multiplicaran y

las enseanzas se sistematizaran convirtindose en una especie de culto

religioso similar a las religiones mistricas.

5. LA GRECIA CLSICA: EL SIGLO DE PERICLES. Durante los primera mitad del siglo V se sucedieron lo que los griegos

llamaron las guerras mdicas: un conflicto de las poleis griegas contra el poderoso imperio persa. Sorprendentemente vencieron los griegos gracias a

que todas las ciudades-estado griegas superaron sus diferencias y asociaron

contra el enemigo comn.

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Tras esta victoria comienza lo que se puede definir como el periodo clsico de la cultura y la sociedad griegas. En lo poltico se desarrollaron dos formas distintas de organizar la vida ciudadana. Por un lado la idea

aristocrtica representada por la Liga del Peloponeso, dirigida por Esparta que pretende establecer que la direccin de los asuntos del estado tiene que

estar en manos de una lite preparada, en este caso una lite militar como la

que caracterizaba a la ciudad de Esparta. Por otro lado, la Liga Dlica que dirigida por Atenas influa para que el gobierno estuviera en manos de todos los ciudadanos, una Demokrata (poder kratos, del pueblo demos).

Esta forma de gobierno era la que se haba establecido en Atenas

gracias a diferentes reformas polticas y lleg a su desarrollo ms acabado bajo

la direccin de Pericles. Gracias a l la democracia ateniense se convirti en

una democracia directa en la que la Ekklesa o asamblea de ciudadanos era el poder soberano, es decir, era el poder decisivo para todos los asuntos de la ciudad. Pero, adems, la democracia de Pericles garantizaba la participacin de todos los ciudadanos atenienses en la poltica mediante un procedimiento de sorteo de los cargos pblicos y la seguridad de un sueldo

para todos aquellos que tuvieran que abandonar sus asuntos privados para

dedicarlos al gobierno de la ciudad.

No seran estas las nicas reformas aunque s las ms significativas (se

produjeron adems reformas urbansticas, del ejrcito, la economa, alianzas

con los pueblos del mediterraneo, etc.) En cualquier caso, gracias a las

reformas de Pericles, Atenas se convirti en la principal ciudad de toda la "Hlade" y una de las ms prsperas del mediterrneo. Por ello se convirti en un destino para todo tipo de personajes y personalidades aunque Pericles

se cuid de atraer a los ms interesantes creadores del arte y el pensamiento.

En unos aos, Atenas se convertira en un foco cultural de primer orden,

generando la primera poca ilustrada. Es entonces cuando surge y se afianza la idea de que solo mediante la cultura, la educacin es posible formar ciudadanos libres. Una idea que sera recuperada en diferentes etapas de la historia europea, especialmente durante el periodo de la Ilustracin moderna.

En esta poca convivieron arquitectos como Fidias o Hipdamo,

escultores como Mirn, los grandes de la tragedia griega Esquilo, Sfocles,

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Eurpides, historiadores como Herodoto, pensadores como Anaxgoras,

Demcrito, Protgoras o Scrates. Una generacin excepcional que tena como

punto de atraccin y centro de difusin la Atenas de Pericles.

Respecto al pensamiento esta poca abre una diversidad de vas de investigacin que podramos resumir en dos. Por un lado quienes centran su

investigaciones en torno a la naturaleza y el ser, los filsofos naturalistas. Pero por otro lado quienes se centran sobre todo en la indagacin acerca del

gran misterio de la naturaleza: el ser humano.

5.1. La investigacin sobre la naturaleza. La filosofa se haba iniciado como una indagacin sobre cmo est

constituida la naturaleza, cules son sus principios y las leyes que las

gobiernan. Este ser tambin el principal objeto de inters (aunque tambin

tratan de otros muchos asuntos como la moral o los dioses) de algunos de los

principales pensadores de esta poca clsica. Todos ellos tienen en comn

resolver el problema que les haba planteado Parmnides: como hacer racional el cambio y la variedad de seres que se observa en la naturaleza

Empdocles (Empedokls) de Agrigento era un personaje singular: poltico, poeta, hacedor de milagros (taumaturgo) Escribe una obra en la

que acepta que la realidad, como deca Parmnides, es una esfera perfecta pero solo durante una fase de su existencia, cuando reina el orden y la armona. Posteriormente esta esfera se ver afectada por el cambio e ir evolucionando hacia el caos y el desorden.

La idea no es nueva (pasar de un mundo de armona hacia el caos) lo

que s resulta original es que plantea la existencia de dos fuerzas, el amor y el odio, la atraccin y la repulsin que estaran luchando continuamente por imponerse a la otra. En un principio todo es armona porque en la esfera

gobierna el amor pero en esta esfera se introduce el odio y poco a poco va

separando en partes la esfera: primero los cuatro elementos y posteriormente

todo lo dems. As hasta llegar al caos completo en el que de nuevo el amor

empezara a imponerse para volver a constituir la esfera perfecta. Esta imagen,

aunque potica propone dos ideas que se mantienen incluso en la ciencia actual: el universo es cclico y existen dos fuerzas fundamentales, las de atraccin y las entrpicas.

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Anaxgoras de Clazomene, es uno de los filsofos ms destacados de su poca hasta el punto de que Pericles lo incluy dentro de su crculo de

amigos y consejeros. Anaxgoras pensaba si el ser de Parmnides es uno es

porque todo est en todo, es decir, porque cada ser de la naturaleza contiene dentro de s las partes de cualquier otro objeto del universo. Por tanto

el cambio no sera ms que el desarrollo de las semillas (spermata) que cada ser natural tiene dentro de s.

No obstante, la existencia de partculas fundamentales no explicara por

si sola el desarrollo del universo, puesto si cada cosa se puede convertir en

cualquier otra esto sera un caos. Es preciso introducir una fuerza ordenadora, a la que Anaxgoras llama nous, (inteligencia) que establecera que las cosas cambien de manera ordenada (una bellota en una

encina o un nio en un adulto).

El mayor ejemplo del desarrollo de la investigacin en la Grecia clsica

ser el de los pensadores atomistas. Leucipo primero y, posteriormente su discpulo Demcrito desarrollan una teora sobre la naturaleza que a la larga se

demostrar como la ms acertada. Los atomistas consideran, como

Anaxgoras, que la realidad est formada por partculas pero no creen que exista un principio ordenador inteligente que construya las cosas sino que todo es fruto del azar.

Piensan que todas las cosas se pueden ir dividiendo en partes cada vez

ms pequeas hasta llegar a unas partes que no se pueden dividir, son indivisibles (atomos, sin divisin). Estos tomos se mueven constantemente por el espacio vaco chocando entre ellos y a veces unindose y otras separndose. Por azar se van generando combinaciones cada vez ms complejas de tomos para formar a los distintos tipos de seres. La muerte o la destruccin ocurriran cuando se produce la separacin

de los tomos por los choques con otros grupos de tomos.

Lo importante de esta idea, adems de imaginar por primera vez la idea

de tomo y vaco, es que tenemos, por primera vez una concepcin totalmente materialista de la naturaleza en la que todas los objetos y sus cualidades se explicaran por la acumulacin, la cantidad de tomos que las

componen. Es decir, lo cualitativo, incluido el alma, se explicara por lo cuantitativo.

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5.2. El ser humano: los sofistas. Durante la poca clsica del mundo griego se producen no solo cambios

Una de las caractersticas de la poca clsica de la Grecia antigua consisti en

establecer una relacin entre libertad y cultura: no pueden existir ciudadanos

libres sin que estn educados. Esta idea hara que a Atenas llegaran los

principales sabios e investigadores de toda la Hlade. Fueron conocidos como

sophists (el practicante de la sabidura sophos) o profesionales de la sabidura que no solo trajeron los nuevos conocimientos sino tambin una educacin adecuada a los nuevos tiempos.

Los sofistas eran magnficos oradores, eruditos, conocedores de multitud

de conocimientos prcticos y grandes viajeros que recorran la Hlade

mostrando sus habilidades, pronunciando discursos y dando clases a todo

aquel que pudiera pagarlas. Al final solan acabar en Atenas, centro cultural y

poltico del mundo griego, la mayor de las democracias y donde mayor era la

demanda de profesores de retrica y habilidades polticas.

La enseanza de los sofistas era, sobre todo, prctica. No pretenden tener un conocimiento de las intenciones delos dioses como los sacerdotes ni

intentan descubrir el origen y las leyes de la naturaleza como los viejos

filsofos. Su inters se centra en los asuntos humanos y a no enredarse en

discusiones tericas. La experiencia y la prctica cotidiana es la que proporciona la informacin necesaria para resolver los problemas.

Al basar su enseanza en la experiencia y siendo la experiencia un

conocimiento subjetivo, eso les haca tolerantes con las opiniones ajenas. Pero,

esa misma tolerancia les haca que defendieran un relativismo respecto al conocimiento humano. El relativismo es aquella posicin que afirma que no hay

verdades definitivas sino que la verdad depende de la situacin o el contexto en que se encuentre una persona.

Esta posicin la ejemplifica uno de los sofistas ms destacados,

Protgoras de Abdera cuando afirma el hombre es la medida de todas las cosas. Es decir, Las cosas no son verdaderas o falsas, buenas o malas, bellas

o feas por s mismas sino que todo depende de la opinin subjetiva de cada uno. Y puesto que no hay una opinin que se pueda considerar por encima de

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las dems todas las opiniones son verdaderas y todas pueden cambiar por efecto de la persuasin.

De hecho, los sofistas haban comprobado que las opiniones de las

personas cambian con mayor o menor facilidad dependiendo de la capacidad

del orador para convencer a su auditorio. Esto no ocurrira si la verdad se

pudiera establecer de manera definitiva, si existiera una verdad absoluta. En

cambio, lo que las personas creen verdadero no es ms que aquello que est de acuerdo con sus necesidades e intereses. O, dicho de otra forma, es verdad lo que conviene.

El relativismo de los sofistas deriva en muchas ocasiones hacia el

escepticismo. Esta es la posicin que afirma que no es que todas las opiniones pueden ser verdaderas, sino que es imposible llegar a conocer la verdad. Esta ser, por ejemplo, la posicin de Gorgias de Leontinos cuando afirma: nada existe, si algo existiera no podra ser conocido, si algo pudiera ser

conocido no podra ser expresado. En realidad, la verdad es solo una

creencia, y las creencias cambian dependiendo de que haya alguien lo

suficientemente hbil para convencernos de cualquier otra cosa.

El escepticismo de los sofistas se poda comprobar especialmente en

las prcticas religiosas. Los sofistas rechazaban la religin cuyo origen y desarrollo explicaban racionalmente.

Respecto a los dioses unos sofistas, como Protgoras se declaraban agnsticos (no saban decir nada sobre ellos, ni siquiera si los haba o no). Otros como Prdikos de Keos, eran francamente ateos y consideran que los dioses son una invencin humana cuando empezamos a divinizar las leyes de la naturaleza. Algunos van ms all y como Krtias consideran que los dioses fueron el invento de un astuto legislador que quera obligar a los cuidadnos a cumplir las leyes aunque nadie los vigilase.

5.3. La condicin humana: la dicotoma physis/nomos

Para la tolerante Atenas ideas como el relativismo y el escepticismo

de los sofistas no generaban mayores problemas que las que planteaban las

habituales discusiones tericas a que tan aficionados eran los atenienses.

Sin embargo, conforme aumentaba la tensin poltica que termin en una

larga guerra con Esparta, lo que al principio era solo un entretenimiento

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terico se revel como una trascendental discusin sobre la condicin

social humana.

En general, los sofistas haban comprobado en sus mltiples viajes

que los comportamientos y las normas sociales variaban de un lugar a otro,

de una ciudad a otra. Por tanto se poda establecer que las normas

morales y polticas (nomos) eran relativas al lugar en que se vive.

De hecho estas normas son solo convenciones, es decir, el resultado de un

acuerdo, de un pacto entre los miembros de la sociedad.

Los seres humanos tienen muchas formas de organizarse, muchas

costumbres y leyes diferentes. Sin embargo, a pesar de todas estas todos

los seres humanos tenemos una caracterstica que nos hace

bsicamente iguales: compartimos una naturaleza comn- Physis.

Esta naturaleza establece que hay una serie de obligaciones que los seres

humanos no pueden dejar de cumplir como es ocuparse de la familia,

mantener la propia vida, obtener lo necesario para vivir, etc Estas

obligaciones son leyes naturales y no se pueden evitar cumplir a menos

que uno quiera ir en contra de s mismo (es un tema habitual de las

tragedias griegas de la poca)

Ahora bien, el problema que se presenta es por qu debemos

respetar las normas convencionales? qu nos obliga a respetar el nomos

de la sociedad?. Al llegar a este punto las opiniones de los sofistas se

diferencian.

Algunos como Protgoras, Gorgias o Hpias piensan que aunque las

leyes humanas son convencionales son imprescindibles para organizar

las sociedades. Necesitamos el acuerdo que nos proporcionan las leyes

para garantizar la convivencia social.

Otros, como Calicles o Trasmaco defienden que en realidad las leyes

humanas son solo instrumentos de los para someter a los ms

dbiles. En realidad es la ley natural del dominio del ms fuerte del

egosmo personal lo que dirige la vida de las personas. Estos mismos,

recomiendan practicar lo que se conoce como doble moral, es decir,

tenemos que aceptar las normas sociales siempre y cuando nos

favorezcan. Sera una doble moral porque, segn la ley del ms fuerte, no

se pueden aplicar las mismas normas a los que mandan en la sociedad que

a los que se someten. Y si las normas no nos favorecen, siempre podramos

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utilizar nuestra posicin de privilegio, nuestro xito o la capacidad retrica

para forzar las leyes a que favorezcan nuestros intereses.

6. SCRATES: LA FILOSOFA COMO FORMA DE VIDA.

6.1. VIDA Y MUERTE DE SCRATES.

Scrates (Sokrates) naci en Atenas en el ao 470 o 469, en el seno de una familia de clase media baja. Su aspecto no era muy agraciado:

tripudo, de labios gruesos, de nariz chata y respingona y ojos saltones,

descalzo y desaliadamente vestido, su apariencia era que ni pintada para

hacerle objeto de chistes y burlas, que l reciba con irona y buen humor.

Pero por debajo de esta fachada se esconda una personalidad de rara

intensidad, que fascinaba a amigos y oyentes ocasionales. Sus seguidores

se sentan al tiempo turbados y extasiados con Scrates que en inacabables

conversaciones les haca dudar sobre sus creencias y les enseaba a pensar

con una claridad que a ellos les pareca admirable.

Precisamente en ninguna circunstancia se encontraba Scrates tan a

gusto como rodeado de amigos y discpulos entre los que se inclua lo ms

granado de la juventud dorada de Atenas. Era una relacin, intelectual y

afectiva a la vez, que no tena precio y, en efecto, Scrates no cobraba por

las clases que daba. En eso se diferenciaba de los sofistas: l enseaba

por amor, no por dinero. Por otra parte, haba otra diferencia

fundamental con los sofistas y es que no se dedicaba a pronunciar o

redactar largos discursos repletos de erudicin y (supuesta) sabidura, sino

que se pasaba el da charlando, dialogando y discutiendo2.

La mayor parte de la vida de Scrates se desarrolla durante la poca

de esplendor de Atenas. Al desencadenarse la guerra contra Esparta como

buen ciudadano cumpli sus obligaciones militares con dedicacin e incluso

actu heroicamente en varias batallas.

Esta guerra contra Esparta acab en la derrota militar, econmica y

moral de Atenas, lo cual provoc una situacin de crisis social en la ciudad

hasta el punto de que algunos ciudadanos importantes aprovecharon

eliminar la democracia e imponer una tirana. Aunque dentro de este

2 No obstante, ese afn por la discusin haca que mucha gente le confundiera con un

sofista como hizo Aristfanes al caricaturizarlo como tal en su comedia Las nubes.

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gobierno tirnico se encontraban algunos de sus amigos y conocidos,

Scrates siempre se neg a participar en este gobierno que consideraba

contrario a la ideal de ciudadano ateniense como hombre libre.

Esta dictadura que dur poco menos que un ao se bas en un

rgimen de terror que gener entre los ciudadanos atenienses una viva

antipata contra todos los que hubieran estado cercanos al rgimen. La

ciudad peda responsables y, probablemente por su cercana a alguno de

los tiranos, en el ao 399, Scrates, que contaba entonces con 70 aos

de edad fue acusado ante la asamblea y condenado a muerte.

As acababa su vida y comenzaba su mito. Los hechos sucedieron

segn diversos testimonios de la poca de la siguiente manera:

La democracia y el influjo de los sofistas haban puesto en cuestin

los principios tradicionales en los que se basaba la vida ateniense. Muchos

jvenes, los ms brillantes y prometedores acudieron a la poltica con tanta

ambicin como falta de escrpulos provocando con ello desastres polticos

que acabaran con la derrota de Atenas contra Esparta y la sangrienta

dictadura de los treinta tiranos.

Despus de estos aos de convulsin la gente estaba harta de

tanta degradacin moral, de tanta locura colectiva azuzada por los

demagogos, de la falta de escrpulos y la arrogante ambicin de poder de

lderes brillantes pero irresponsables y criminales en la prctica, como el

aventurero Alcibades (Alkibiades) o el sanguinario Crtias (Kritas). Ambos

reconocidos discpulos de Scrates.

Scrates fue vctima de esta reaccin. Una vez restablecida la

democracia, los lderes del partido popular, como Anito (Anytos), queran

llevar a cabo escarmientos contra los que se haban relacionado de alguna

forma u otra con los tiranos. Scrates se haba negado a colaborar con la

tirana pero entre sus amigos y discpulos se encontraban algunos de los

responsables de la cada de Atenas en la corrupcin, la demagogia y el

crimen. La idea, pues, era la de desterrar a Scrates castigndole por

las nefastas acciones de sus discpulos. Le acusaron as de impiedad

(es decir, no cumplir con las obligaciones religiosas una acusacin inslita

en la tolerante Atenas) y de corromper a los jvenes para que fueran contra

las leyes de la ciudad.

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Scrates podra haberse salvado fcilmente de haber aceptado la

acusacin mostrndose humilde y arrepentido. Pero, por el contrario, hizo

una defensa de su caso en un tono justamente contrario al que se

esperaba. Consideraba que no haba cometido ninguna falta y que admitir

las acusaciones sera negar los principios que haban guiado toda su vida.

As, aunque sus acusadores se habran conformado con el destierro, l

prefiri la muerte antes de admitir la culpa por acciones que jams

haba cometido.

Su condena constituy un gran malentendido, pues, en realidad se

haba pasado la vida polemizando contra las ideas relativistas y amorales

con las que ahora se lo identificaba.

Scrates no escribi nada. Cuanto de l sabemos procede de los

escritos de Platn, Aristfanes, Xenofn y Aristteles. De hecho, la

importancia histrica de Scrates estriba en la enorme influencia de su

actitud ante la vida, en el escndalo que signific su muerte y en el mito

que sus numerosos discpulos transmitieron a la posteridad ms que en sus

aportaciones tericas.

6.2. Autoconocimiento: la bsqueda de la propia identidad

La filosofa de Scrates se resume en una frase que, para l es la

divisa de su vida Concete a ti mismo ( ). Para l era ms

que un lema, una tarea para la vida en la que la filosofa constituye nuestro

principal punto de apoyo.

En una poca de inestabilidad moral y poltica, en la que

continuamente se estn poniendo a prueba las bases de la convivencia

social, los atenienses ven solo dos formas de resolver los problemas. Por un

lado aferrarse a la tradicin, mantener la poltica y la moral que se ha

establecido durante tantos aos y que tan buenos resultados ha generado

en el pasado. Por otro lado, acogerse al relativismo moral de los

sofistas: las normas son buenas mientras puedan favorecer el xito

social.

Para Scrates ambas opciones resultan inviables. En primer lugar

aferrarse a las viejas creencias proporciona la seguridad que da el

conformismo, pero a cambio de nuestra libertad e independencia

moral. Anclados en el pasado y la aceptacin del grupo viviremos

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tranquilos pero a cambio nos habremos convertidos en esclavos de unas

ideas que aceptamos sin discusin. Por otra parte, tener como objetivo el

xito social (el poder, el dinero, la fama) nos pone en la misma

situacin: slo podemos conseguirlo si renunciamos a nuestras

convicciones e ideas para aceptar solo lo que los dems quieren que

seamos. En ambos casos, el resultado es el mismo: slo podemos conseguir

la seguridad o el xito a cambio de nuestra libertad de pensamiento

Scrates al plantear que la principal tarea del ser humano consiste en

conocernos a nosotros mismos establece que nuestra identidad, aquello

que somos, lo que queremos o a lo que aspiramos no se puede lograr

mediante el recurso al poder o la seguridad que proporciona el grupo. Slo

vivimos realmente cuando vivimos una vida autntica y vivimos de

forma autntica cuando seguimos nuestras propias ideas y tomamos

decisiones por nosotros mismos.

Ahora bien, cmo podemos estar seguros de que esas ideas y

valores no son mera obstinacin y cabezonera, en mantener las opiniones

personales de manera intransigente?

En absoluto, para Scrates, cuanto ms nos aferremos a lo que

sabemos menos idea tenemos de quienes somos. La propia identidad

(quienes somos, que queremos, cules son las cosas que valoramos) es el

resultado de un proceso de bsqueda de la verdad. Por ejemplo,

desde pequeos nos han enseado a desear el poder y el dinero pero es

eso lo que realmente queremos? Esta pregunta nos llevar a plantearnos

cul es la verdadera riqueza o para que sirve realmente el poder. De esta

manera un problema personal se convierte en un ejercicio intelectual una

bsqueda de la sabidura, la filosofa.

Ahora bien, cmo llegar a la verdad, como encontrar los principios a

partir de los cuales desarrollar una vida autntica sin ser esclavos de los

dems? Para Scrates eso es posible mediante el dilogo.

6.3. El mtodo socrtico: slo s que no s nada

Una de las razones por las que Scrates se hace famoso en la Atenas

de su poca es por la manera en que planteaba los problemas a su

auditorio. No desarrollaba largos y hermosos discursos a la manera de los

sofistas sino que al modo de los ciudadanos atenienses piensa que los

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problemas de la ciudad requieren una bsqueda colectiva: el dilogo. La

filosofa es una manera de encontrar el verdadero conocimiento no una

artimaa para quedar bien delante del auditorio por lo que antes que

vencer con su palabra pretende convencer, es decir, hacer que el

interlocutor, llegue por s mismo a las conclusiones correctas.

El dilogo es un proceso de investigacin inductivo. En esto

coincide con la manera de proceder de los sofistas. Pero, a diferencia de

estos ltimos, con el recurso a la propia experiencia no pretende llegar a

ideas generales, demasiado vagas e inconsistentes. El procedimiento de

investigacin socrtica es dialctico, es decir, se basa en la crtica, la

contradiccin de las opiniones establecidas. Cuando dialogamos con

los dems empezamos partiendo de las propias experiencias, de las

opiniones ingenuas, los conocimientos aparentes y los prejuicios logramos

descubrir la verdad.

En este proceso dialctico se distinguen dos momentos: un primer

momento negativo, la irona y otro positivo, al que Scrates llama

mayetica.

La irona es un procedimiento por el cual se pone en evidencia lo

absurdo y contradictorio de las opiniones que generalmente se

consideran como incuestionables. Mediante preguntas y contraejemplos

Scrates mostraba a su interlocutor que las ideas expresadas en un primer

momento, fruto de la irreflexin solo llevan a consecuencias absurdas. De

este modo se le iba conduciendo a una situacin sin salida aparente en la

que todos los conocimientos que admita anteriormente sin

discusin se volvan problemticos y tena que reconocer junto con

Scrates una nueva forma de sabidura: slo s que no s nada. Es

decir, el reconocimiento de la propia ignorancia es el principio del

autntico conocimiento. Y a este reconocimiento solo se llega mediante

el cuestionamiento de las propias convicciones

A este momento negativo del mtodo, le suceda un momento

positivo. La mayetica, consistente en hacer preguntas a nuestro

interlocutor, de tal manera que llegue a descubrir por s mismo la

verdad que alumbra en su interior y que l mismo desconoce

poseer. Le denomina mayetica () que es como se conoce el arte

de la partera, porque de la misma manera que la partera ayudaba a

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concebir, Scrates pretenda no imponer sus conocimientos al otro sino

orientar a sus discpulos en la bsqueda de la verdad comn que se

encuentra oculta en el interior de cada uno.

Sin embargo, para la mayora de la gente esta manera de ensear en

la que se desenmascaraban las ideas preconcebidas, este plantear

preguntas pero no ofrecer respuestas le vali un gran resentimiento. A

los ojos del pueblo Scrates era un sofista ms, un charlatn locuaz y

embaucador que confunda las sanas ideas de los honrados ciudadanos y

sembraba de escepticismo la mente de los jvenes. Lo cual, como sabemos,

sera, a la larga la causa de su condena y muerte.

6.4. El intelectualismo moral: los conceptos

El objetivo de Scrates, la bsqueda de la propia identidad y el

mtodo para hallarla, el dilogo surgen de una idea que define su actitud

filosfica: slo se puede vivir bien, mejorar en la vida mediante el

conocimiento. Esta idea, la de que la virtud moral slo es posible mediante

el conocimiento es conocida como intelectualismo moral.

Cuando una persona realiza una accin est convencido de que la

est haciendo bien, si no, no la hara. Si, despus de todo, sale mal es

porque no sabe hacerlo mejor: por ejemplo nadie canta mal o navega mal

voluntariamente sino solo porque no sabe hacerlo mejor. De esta manera,

se puede establecer que nadie hace el mal a sabiendas, el malvado no

es ms que un ignorante. Todo el mundo persigue el bien pero los malos no

lo conocen, son ignorantes y, por ello, al actuar mal no saben que lo hacen.

Por el contrario, el que sabe hacer las cosas bien har el bien y el

que conoce lo que es recto actuar con rectitud. Por tanto, solo podemos

mejorar en nuestra vida si aumentamos nuestro conocimiento sobre

las cosas.

Ahora bien cmo distinguir el verdadero conocimiento de la

palabrera de los sofistas o la repeticin de las tradiciones? Para Scrates la

bsqueda de la identidad, la autenticidad de nuestro comportamiento,

comienza por el reconocimiento de que las virtudes, los valores, las

normas no son simples palabras que se usan en los grandes discursos sino

realidades objetivas. Efectivamente, el bien y el mal, la cobarda y la

valenta, la belleza y la fealdad, la educacin, la amistad, el odio, el amor,

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etc. no pueden ser un simple clculo de lo que convenga en cada momento

porque entonces nosotros no decidimos sino que decide la situacin. Por el

contrario estos valores y virtudes si lo son tienen que ser objetivos, deben

ser verdaderos independientemente de la situacin en la que se den.

Y puesto que son objetivos pueden y tienen que ser reconocidos por todos,

se pueden conocer y se pueden ensear.

Segn Scrates, los ciudadanos se llenan la boca con grandes

palabras como justicia, bien o libertad sin saber realmente que es lo que

estn diciendo, aadiendo la confusin de los discursos de sofistas, polticos

y religiosos a la propia confusin personal. Scrates interrumpa al poltico

que hablaba de justicia para que precisara que es lo que estaba diciendo

exactamente; o al poeta que hablaba de belleza o al ciudadano que

invocaba la libertad de las leyes de Atenas. Unos y otro replicaban dando

ejemplos. Pero esto a Scrates no le bastaba puesto que no le interesaba

esta o aquella forma concreta de justicia, belleza o cualquier otro valor

moral sino el significado comn de una palabra en todos los usos que

hacemos de ella.

Por tanto el verdadero conocimiento de pasa por tener un

conocimiento objetivo. Y el conocimiento objetivo, el saber slo es posible si

encontramos la definicin precisa, decir si dejamos de usar las palabras

como formas de persuasin para interesarnos por el significado de las

mismas. Para Scrates la filosofa, la bsqueda del conocimiento de uno

mismo slo es posible si somos capaces de precisar con exactitud qu es lo

que estamos diciendo cuando empleamos las palabras. Es decir el

conocimiento equivale a definicin de las palabras y la definicin exacta

convierte a las palabras en conceptos, realidades objetivas.

A partir de esta tesis se pueden establecer varias consecuencias

En primer lugar que cuando alguien hace el mal no lo hace

voluntariamente sino porque no sabe cmo hacer las cosas bien. El

problema del mal es un problema de falta de educacin: las personas

que tienen el saber preciso sobre lo que est bien y lo que est mal, que

han recibido la educacin adecuada no tendrn ms remedio que

comportarse de acuerdo al bien y rechazando el mal.

En segundo lugar, la educacin proporciona un conocimiento sobre

que acciones son buenas o malas proporcionndonos una orientacin sobre

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cmo debemos actuar. Scrates a este conocimiento su daimon su

demonio particular. En realidad con el concepto de daimon se estaba

refiriendo de forma potica a lo que posteriormente en la filosofa y la

religin se conocera como conciencia moral, es decir, la capacidad de

todos los individuos conscientes de reconocer las buenas acciones de las

malas.

En tercer lugar, la solucin de los asuntos pblicos pasa porque

quienes tienen que gobernar la ciudad sean aquellos que saben que es lo

mejor para el conjunto de los ciudadanos: el gobierno debe ser confiado

a los que saben gobernar, a los que saben cul es el bien para el estado.

Al tener gobernantes educados, sabios, se garantizara la felicidad de todos

y cada uno de los ciudadanos del Estado3

En definitiva, la solucin de los problemas personales y sociales

est en la educacin: al eliminar la ignorancia eliminaremos la confusin

y el desgobierno. Sin embargo es ms fcil decirlo que hacerlo: nadie

admite, de buen grado que es un ignorante que no sabe de qu est.

Ningn poltico admitir que no sabe que es el buen gobierno, o un poeta

que no sabe que es la belleza o un juez que no sabe lo que es la libertad.

Por eso para Scrates la tarea del filsofo no consiste en dar grandes y

graves discursos morales que solo aaden confusin a la que ya existe sino

poner a sus conciudadanos en la posicin de tener que revisar sus

propios conocimientos.

3 Scrates hace las siguientes consideraciones a sus conciudadanos: cuando uno de vosotros est enfermo no propone una votacin entre los miembros de la familia para establecer qu remedio es adecuado para curar la enfermedad: ocurre ms bien que llama al mdico y se somete a su juicio y recomendaciones; cuando un ejrcito quiere derrotar al enemigo no se realiza una consulta popular para establecer el modo de atacar, es el estratega quien decide el modo de dirigir a los soldados y plantear las batallas; cuando queremos levantar un edificio no hacemos una votacin para decidir el modo de construirlo, dejamos que sea el arquitecto quien imponga su criterio. Y pregunta a continuacin Scrates: Por qu cuando se trata de lo ms importante de todo, que es el bien de la ciudad y las leyes que son adecuadas para la convivencia entre los ciudadanos, dejamos que todo el mundo opine y nos sometemos a la mayora y no llamamos a aqul que sabe? Para el intelectualismo moral los asuntos morales y polticos tienen que ser cosa de expertos

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tema 1 orígenes de la filosofía occidental (simple)

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