Sueños y existencias, Resumen

Hay dos clases de control: el que viene desde fuera y el control interno. Organismo es cualquier cosa viviente que tiene órganos y una organización, y que además tiene mecanismos de autorregulación dentro de sí mismo. Un organismo no es independiente de su ambiente. El organismo funciona como un todo. Kurt Goldstein fue el primero en introducir el concepto del organismo como un todo. La salud es un equilibrio, la coordinación de lo que somos.

El enfoque gestáltico es un enfoque existencial, ya que la cuestión está más bien en ser que en tener.

Las personas y los organismos pueden comunicarse entre sí, y hablamos de Mitwelt: el mundo en común que tenemos con la otra persona.

Una cosa tiene sus límites, se define por sus límites en relación al ambiente, ésta es la noción de límites del ego. El deseo de cambiar está basado en el fenómeno de la insatisfacción. El límite del ego no es algo fijo. Si se hace fijo y rígido, se convierte en un carácter, en una armadura. Llamamos límite del ego al lugar en que se diferencian “lo propio” y el “sí mismo” de “lo otro”.

Los dos fenómenos del límite del ego son la identificación y la alienación. Dentro de los límites del ego hay generalmente cohesión, amor, cooperación; fuera de las fronteras del ego hay sospecha, extrañamiento y falta de familiaridad. En el interior del límite hay una sensación de familiaridad, de verdad; fuera del límite hay extrañeza y mal.

Para Perls la objetividad no existe. El fenómeno del darse cuenta es siempre una experiencia subjetiva. Además para él la vida es básicamente nada más que una serie de situaciones inconclusas, gestalts incompletas.

Desde el punto de vista de la supervivencia, la situación más urgente es la que se convierte en el controlador, es la que surge. Así se llega al fenómeno más importante e interesante de toda patología: la autorregulación versus la regulación externa.

Perls habla de dos personajes en el juego de la autotortura en el escenario de nuestra fantasía:

• Perro de arriba: generalmente lleno de virtudes, ejemplar y autoritario, siempre tiene razón. Funciona como “tú debieras/tú no debieras”. Maneja con exigencias y amenazas de catástrofes.

• Perro de abajo: maneja siendo defensivo, adulador…No tiene fuerza.

El perro de arriba y el perro de abajo luchan por el control. La persona se fragmenta en controlador y controlado. Esta es la base del famoso juego de la autotortura. Generalmente damos por sentado que el perro de arriba tiene razón, y en muchas ocasiones hace exigencias de un perfeccionismo imposible de cumplir. Si la persona se empeña por llenar las expectativas perfeccionistas del perro de arriba, el resultado será una “crisis nerviosa” o una fuga a la psicosis. Esta es una de las herramientas del perro de abajo. Una vez que reconocemos la estructura de nuestra conducta, que en el caso del automejoramiento es la

división entre el perro de arriba y el perro de abajo, y llegamos a comprender que mediante el escuchar podemos lograr una reconciliación entre ambos, entonces nos damos cuenta y comprendemos que deliberadamente no podemos producir cambios en nosotros mismos o en otros.

Todo control, incluso el control externo interiorizado, interfiere con el funcionamiento sano del organismo. Hay solamente una cosa que debe ser la que controla: la situación. El organismo no toma decisiones. Las decisiones son instituciones creadas por los hombres. El organismo siempre trabaja sobre la base de preferencias.

Hay una diferenciación entre ganancia final y medios mediante los cuales. La ganancia final siempre está determinada por la necesidad. La elección libre está en los medios mediante los cuales. La confusión resulta del choque entre nuestra existencia social y nuestra existencia biológica.

La idea de persona incompleta fue primeramente usada por Nietzsche y luego por Freud. Freud dice que cierta parte de nuestra personalidad está reprimida y que está en el inconsciente, así que no todo nuestro potencial es asequible. Todo tipo de psicoterapia está más o menos interesada en enriquecer la personalidad, en liberar lo que se llama lo reprimido y las partes inhibidas de la personalidad.

Perls considera las neurosis como trastornos del crecimiento. Madurar es la trascendencia del soporte ambiental al autosoporte. El impasse es el punto crucial de la terapia, el punto crucial del crecimiento. Es la situación en la que el apoyo ambiental o el soporte interno obsoleto ya no sirven y el autosoporte auténtico no se ha logrado aún. El objetivo de la terapia es lograr que el paciente no dependa de otros, sino que descubra que puede hacer muchísimas más cosas de las que él mismo imaginaba. Una persona corriente vive a lo sumo únicamente con un 5% o un 15% de su potencial, y la razón de esto es que vivimos con un comportamiento esquematizado, estereotipado. Si logramos descubrir cómo evitamos crecer y usar nuestro potencial, tenemos una manera de enriquecernos la vida. Nuestro potencial se basa en una actitud muy peculiar: vivir y revisar cada momento, cada segundo, de nuevo y en fresco.

El problema de las personas que son capaces de revisar la situación cada segundo es que no son predecibles. El rol o papel del buen ciudadano requiere que éste sea predecible, por lo que nos adaptamos.

La angustia es la brecha que hay entre el ahora y el después. Nos llenamos de expectativas catastróficas por las cosas terribles que van a ocurrir, o nos llenamos de expectativas anastróficas por las cosas estupendas que van a ocurrir. Por lo general, la angustia no es tan profundamente existencial. Se relaciona más bien con el rol que queremos actuar o simplemente “pánico de escena”. Así que no es una elección existencial, simplemente una elección de inconveniencia. Darse cuenta de esto es parte del despertar. Cada individuo tiene solo una meta implícita: actualizarse tal como es.

En el crecer hay dos alternativas: o el niño crece y aprende a sobreponerse a la frustración o se trasforma en un malcriado. Sin frustración no hay necesidad. Cada vez que el niño es impedido en su desarrollo por el mundo adulto, en vez de movilizar sus propios recursos crea dependencias. A medida que el niño empieza a desarrollar sus medios de manipulación adquiere carácter. Mientras más carácter tiene una persona, menor es su potencial. Una

persona que es de carecer es una persona predecible. Representar un papel y manejar el ambiente es lo mismo. La característica del neurótico es el manejo del ambiente mediante roles, y es también la característica de nuestra inmadurez remanente. La energía en vez de usarla en nuestro propio desarrollo se gasta en manipular el mundo. Esto se aplica al hacer preguntas. La manera de desarrollar la inteligencia propia es convertir cada pregunta en una afirmación. El signo de interrogación es el anzuelo de la exigencia. Cada vez que rechazas contestar una pregunta ayudas a la otra persona a usar sus propios recursos. El impasse ocurre originariamente cuando el niño no puede conseguir apoyo del ambiente y aún no puede proveer su propio apoyo. En ese momento de impasse, el niño empieza a movilizar el ambiente desempeñando roles falsos. En la terapia gestáltica hay un modo muy sencillo de lograr que el paciente se dé cuenta de cuál es su propio potencial. El paciente usa al terapeuta como telón de proyecciones y espera de él exactamente lo que no puede movilizar dentro de sí mismo.

El terapeuta debe dar la oportunidad de crear la situación en la que la persona pueda crecer. Y el medio es la frustración del paciente de tal modo que se vea forzado a desarrollar su propio potencial, y así descubra que lo que espera del terapeuta, él mismo lo puede hacer tan bien como el terapeuta. En terapia se trata de que, paso a paso, las partes desposeídas de la personalidad sean re-poseídas, que la persona aprenda a entender dónde están sus vacíos. Los vacíos siempre se revelan por la evitación. Cuando encontramos el lugar donde la persona se encuentra bloqueada, pegada, nos encontramos frente al hecho sorprendente de que se trata fundamentalmente de un asunto de su propia fantasía. En realidad no existe. La persona únicamente cree que no tiene recursos a su disposición. Evita usar sus propios recursos fabricando una serie de expectaciones catastróficas. Lo más interesantes de las personas maniáticas del control es que acaban siempre siendo controladas. Si comprendemos el impasse correctamente despertamos, tenemos un Satori.

Lo único que existe es el aquí y el ahora. El ahora es el presente. Ya sea que estemos anticipando o recordando, lo estamos haciendo ahora. El pasado ya no es, el futuro aún no es. Nada existe excepto el ahora. No importa si estamos recordando o anticipando, lo hacemos en el aquí y ahora.

Las memorias son abstracciones del pasado guardadas. Si las memorias son desagradables, especialmente para nuestra autoestima, las modificamos. El pasado es el pasado. Sin embargo, en el ahora, en nuestro ser actual, acarreamos mucho del pasado. Pero lo acarreamos únicamente en tanto tenemos situaciones inconclusas. Lo que ocurrió en el pasado ha sido asimilado y se ha hecho parte de nosotros, o lo acarreamos con nosotros como una situación inconclusa. Todos los traumas, que se estiman las raíces de las neurosis, son una invención del paciente para salvar su autoestima. Son todas mentiras a las que debemos aferrarnos para así justificar nuestra falta de deseo de crecer.

La pregunta porqué solo conduce a interminables investigaciones acerca de la causa de la causa de la causa…La pregunta cómo está mirando la estructura, viendo lo que ocurre, preocupándose por un entendimiento más profundo del proceso.

Estos son los dos pilares sobre los que se apoya la Terapia Guestáltica: el ahora y el cómo.

Todo está basado en el darse cuenta. El darse cuenta es la única base del conocimiento, de la comunicación.

Una persona absolutamente sana está completamente en contacto consigo misma y con la realidad. La persona loca, el psicótico, está en grado diverso completamente fuera de contacto con ambos, pero fundamentalmente o bien consigo mismo o bien con el mundo. Tenemos dos niveles de existencia: lo real y la mente que es fantasía. Vivimos en dos niveles: el nivel público y el escenario privado.

En Terapia Guestáltica la culpa es un resentimiento proyectado. Cualquier cosa inexpresada puede hacer sentir incómodo. Una de las experiencias inexpresadas más corrientes es el resentimiento. Detrás de todo resentimiento hay exigencias. Si hay alguna dificultad para comunicarse con alguna persona se buscan los resentimientos. Los resentimientos son posiblemente las peores situaciones inacabadas. El resentimiento es la expresión más importante de un impasse. Un resentimiento no expresado a menudo se vivencia o se trasforma en sentimiento de culpa.

El darse cuenta cubre tres estratos o capas: el darse cuenta del sí mismo, el darse cuenta del mundo, el darse cuenta de lo que está entre medio (la zona intermedia de la fantasía), que impide que la persona esté en contacto consigo misma y con el mundo.

El objetivo de la terapia, el objetivo del crecimiento, está en olvidar cada vez más la mente y despertar a los sentidos. Estar más en contacto con uno mismo y con el mundo, en vez de únicamente en contacto con las fantasías, los prejuicios…Si alguien confunde la fantasía con la realidad, entonces se trata de un neurótico o incluso de u psicótico.

El agente terapéutico, el medio del desarrollo, es la integración de la atención con el darse cuenta. El terapeuta provee situaciones en que la persona pueda vivenciar este estar bloqueado y frustrar sus evitaciones incluso más allá, hasta que esté dispuesta a movilizar sus propios recursos.

La neurosis está compuesta de cinco capas:

1. La de los clichés.

2. La capa donde jugamos juegos y representamos roles. La mayoría de las personas juegan dos tipos de juegos intelectuales: el juego de las comparaciones y el juego del calzar. El juego del calzar puede ser jugado en dos direcciones: miramos la realidad y vemos dónde calza dentro de mis teorías, o en dirección opuesta.

3. Si quitamos los roles aparece el impasse, la sensación de estar atascado y perdido. El impasse está marcado por una actitud fóbica: la evitación.

4. La capa de la muerte o implosiva.

5. La capa de la explosión, es el nexo con lo auténtico de la persona, que es capaz de vivenciar y expresar sus emociones. Hay cuatro tipos fundamentales de explosiones desde la capa de la muerte: la pena, el orgasmo, la ira y la alegría.

Referente a los sueños la terapia gestáltica no los interpreta, el modo de trabajar los sueños es revivir el sueño tal como si estuviese ocurriendo ahora. Los sueños contienen una situación inconclusa, no asimilada. Todas las partes del sueño son una proyección de uno mismo. El sueño es una excelente oportunidad para encontrar los hoyos en la personalidad. Entender un sueño significa darse cuenta de cuándo se está evitando lo obvio. Un sueño es

un mensaje existencial de aquella parte de la personalidad que está faltando, y en el sueño se puede ver claramente como uno elude las cosas. Es bastante seguro que los que no quieren recordar sus sueños son personas fóbicas.

Un sueño corto suele ser mejor para trabajar que un sueño largo, si el sueño es largo se toma solamente un segmento. La manera de trabajar es que el paciente represente todas las partes, porque si realmente las representa puede lograr la identificación plena. A menudo nos encontramos con bastante resistencia para representar la parte enajenada. No se quiere reposeer, recuperar aquella parte de uno mismo que se ha empujado hacia fuera de la propia personalidad. Así se empobrece uno a sí mismo. Mientras más fragmentada sea la persona, más carácter de pesadilla tendrán sus sueños. Siempre es buena idea mirar lo que se evita en el sueño. Después se pueden llenar los huecos. La pesadilla es un sueño donde uno se frustra a sí mismo y trata de sobreponerse a ello. No se tiene éxito en el sueño, pero en la medida en que se insiste, especialmente con el trabajo sobre esos sueños, se llegan a resolver esas autofrustraciones y se aprende a luchar con ellas.

Nuestro mundo está compuesto de tres esferas: la zona del yo (zona del animal biológico), la zona externa (el mundo alrededor nuestro), y la zona media entre ambas, descubierta por Freud bajo el nombre de complejo. En la zona media hay una vida de fantasía de lo consciente llamada “mente” y que está llena de expectaciones catastróficas, de fantasías, de actividad computacional. En la psicosis esta zona intermedia se apodera de toda la energía, de toda la excitación, de modo que resta muy poco disponible para estar en contacto con uno mismo y el mundo.

Jerry Greenwald publicó un trabajo en el que dividió a las personas en tóxicas y nutritivas. Si te encuentras con una persona tóxica te sentirás cansado, irritado…, si es nutritivo crecerás. Todo lo que sostiene por sí misma es nutritivo, todo lo que es manipulado, calculado, es tóxico, es falso, es una hipocresía, una mentira.

COMENTARIOS

De la primera parte del libro me ha gustado mucho y llamado la atención como aborda el tema de los sentimientos de culpa. Es una manera de entenderlos con la que conecto ya que cada vez que he sentido culpa he intentado identificar el resentimiento y he sido capaz, sintiéndome después menos angustiado. La culpa es uno de los aspectos que me parecen más interesantes y a la vez complicados de trabajar en psicoterapia.

También me resulta muy interesante su concepción de la neurosis y la visión que tiene de cómo representamos roles permanentemente que nos impiden madurar y crecer, a la vez que no conocernos realmente. Con respecto a este tema me resulta difícil concebir la posibilidad de llegar a ser una persona auténtica, ya que no creo que la sociedad en la que vivo lo facilite, sino que más bien lo que favorece y fomenta es el aparentar.

Con respecto al trabajo con los sueños me parece muy interesante cómo los trabaja, huyendo de todo tipo de interpretación, pero me parece muy complicado y requiere de mucha habilidad por parte del terapeuta. Es sorprendente el trabajo que hace Perls, aparentemente parece sencillo, pero precisamente esa sencillez es lo que me hace concebirlo tan complicado, cómo saber en qué momento parar el recorrido del sueño, por qué representar unas partes y no otras, cómo lograr que el paciente llegue a darse cuenta de aspectos tan profundos de sí mismo…

Y por último destacar también el tema de trasformar las peguntas en afirmaciones, ya que estoy convencida de que la mayor parte de las preguntas que hago conozco la respuesta pero resulta más fácil que me la contesten, así no movilizo mis recursos.