straubinger, juan - biblia comentada, antiguo testamento 02 historicos

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JUECES INTRODUCCIÓN El Libro de los Jueces contiene la historia del período transcurrido entre la muerte de Josué y la judicatura de Samuel, o sea, hasta la implantación de la monarquía. Llámase Libro de los Jueces porque sus pro- tagonistas desempeñaban el careo de jueces, que era idéntico con el cargo de gobernar y reinar, pues en todo el Antiguo Testamento juzgar es sinónimo de reinar. Fueron en reali- dad los caudillos del pueblo de Israel en el período indicado. Dios solía llamarlos directamente en tiem- pos de suma necesidad, para que librasen a su pueblo de sus opresores. Una vez oprimidos los enemigos, seguían desempeñando, por regla general, las funciones de gobernantes, sea en su tribu, sea en todo el pueblo. Por eso, antes de formular juicio u opinión sobre la conducta de los Jueces de Israel, debemos tener muy mésente que éstos fueron puestos por Dios, ¿orno se ve en el discurso de San Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia (Hech. 13, 20), a fin de abstenernos de condenar lo que el mismo Dios dispuso. ; El Libro de los Jueces se divide en tres par- tes. En la primera (1, 1-3, 6) se describe la situación política y religiosa que reinaba in- mediatamente antes del período de los Jue- ces; la segunda parte (3, 7-16, 31) contiene la historia de los Jueces; la tercera (11-21) narra dos episodios que se refieren a la idolatría de los dimitas y la corrupción de los benjaminitat, y que dan saludable idea de los extravíos de que somos capaces los hombres si nos guia- mos por nuestros propios impulsos. No conocemos el nombre del autor del libro. En general se cree que el profeta Samuel le dio la forma literaria que hoy tiene. ' No es difícil establecer el tiempo de su com- posición. El autor da por supuesto el comien- zo de la monarquía en Israel, la cual es consi- derada corro un gran beneficio para el pueblo y goza todavía de gran prestigio. Todo esto prueba que el libro fué redactado en los pri- meros años del remado de Saúl. La enseñanza especial que deducimos del libro de los Jueces es demostrar que Dios siem- pre castiga a su pueblo cuando éste se aparta de su Ley, pero le suscita un libertador ca- da vez que se convierte o pide auxilio a su Dios. No se ha aclarado aún la cronología del li- bro. Si sumamos los años atribuidos a cada Juez, salen como resultado 410 años. Ahora bien, todos los acontecimientos transcurridos entre el Éxodo de Egipto y el comienzo de la edificación del Templo bajo Salomón abarcan 480 años. Si de esos 480 años se quitan los 410 de los Jueces, quedan para los demás aconte- cimientos sólo 10 años, lo cual es imposible. La solución de esta dificultad consiste en ad- mitir que algunos de los Jueces reinaron simul- táneamente en diversas regiones del país. I. LA SITUACIÓN POLlTICORRELIGIOSA DESPUÉS DE LA MUERTE DE JOSUÉ CAPÍTULO I DERROTA DE ADONIBÉSEC. 1 Muerto Josué, los hijos de Israel consultaron a Yahvé, diciendo: "¿Quién de nosotros marchará primero con- tra el cananeo para combatirlo?" Respondió Yahvé: "Judá; he aquí que he entregado / la tierra en sus manos." 3 Dijo entonces Judá_ a Simeón, su hermano: "Sube conmigo a la tie- rra de mi herencia, para hacer guerra contra los cananeos, y también yo iré contigo a la tierra de tu herencia," Y Simeón le acom- pañó. •Subió, pues, Judá, y Yahvé dio en sus ma- nos a los cananeos y fereceos, de los cuales derrotaron en Bésec diez mil hombres. 'En- contraron en Bésec a Adonibésec; le atacaron y derrotaron a los cananeos y a los fereceos. «Huyó Adonibésec; mas le persiguieron y des- pués de haberle tomado preso le cortaron los pulgares de sus manos y de sus pies. 'Enton- ces dijo Adonibésec: "Setenta reyes que te- nían cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa. Como yo hice, así me paga Dios." Y le llevaron a Jerusalén, donde murió. 8 Pues los hijos de Judá atacaron a Jerusalén y habién- dola tomado la pasaron a filo de espada y pu- sieron fuego a la ciudad. CONQUISTA DE HEBRÓN Y DABIR. *Después descendieron los hijos de Judá a combatir a los cananeos que habitaban en la montaña, en el Négueb y en la Sefelá. 10 Marchó, pues, Judá 1. Simeón tenía su herencia en medio del terri- torio de Judá, por lo cual era lógico que las do» tribus se ayudasen mutuamente. 6. Le cortaron los pulgares: Mutilación destinada a hacer al enemigo incapaz de luchar en la guerra. 7. Notable confesión y manifestación de su arre- S entimiento. El episodio recuerda los referidos en lat. 15, 27 y Luc. 16, 21. 8. La toma de la ciudad de Jerusalén, que se hallaba en el territorio de Benjamín, o no fué de larga duración, o solamente parcial, como se colige del v. 21. Cf. 19. 11. 10. Víase Núm. 13, 23; Jo». ¡S, 14. 254

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JUECESINTRODUCCINEl Libro de los Jueces contiene la historia del perodo transcurrido entre la muerte de Josu y la judicatura de Samuel, o sea, hasta la implantacin de la monarqua. Llmase Libro de los Jueces porque sus protagonistas desempeaban el careo de jueces, que era idntico con el cargo de gobernar y reinar, pues en todo el Antiguo Testamento juzgar es sinnimo de reinar. Fueron en realidad los caudillos del pueblo de Israel en el perodo indicado. Dios sola llamarlos directamente en tiempos de suma necesidad, para que librasen a su pueblo de sus opresores. Una vez oprimidos los enemigos, seguan desempeando, por regla general, las funciones de gobernantes, sea en su tribu, sea en todo el pueblo. Por eso, antes de formular juicio u opinin sobre la conducta de los Jueces de Israel, debemos tener muy msente que stos fueron puestos por Dios, orno se ve en el discurso de San Pablo en la sinagoga de Antioqua de Pisidia (Hech. 13, 20), a fin de abstenernos de condenar lo que el mismo Dios dispuso. ; El Libro de los Jueces se divide en tres partes. En la primera (1, 1-3, 6) se describe la situacin poltica y religiosa que reinaba inmediatamente antes del perodo de los Jueces; la segunda parte (3, 7-16, 31) contiene la historia de los Jueces; la tercera (11-21) narra dos episodios que se refieren a la idolatra de los dimitas y la corrupcin de los benjaminitat, y que dan saludable idea de los extravos de que somos capaces los hombres si nos guiamos por nuestros propios impulsos. No conocemos el nombre del autor del libro. En general se cree que el profeta Samuel le dio la forma literaria que hoy tiene. ' No es difcil establecer el tiempo de su composicin. El autor da por supuesto el comienzo de la monarqua en Israel, la cual es considerada corro un gran beneficio para el pueblo y goza todava de gran prestigio. Todo esto prueba que el libro fu redactado en los primeros aos del remado de Sal. La enseanza especial que deducimos del libro de los Jueces es demostrar que Dios siempre castiga a su pueblo cuando ste se aparta de su Ley, pero le suscita un libertador cada vez que se convierte o pide auxilio a su Dios. No se ha aclarado an la cronologa del libro. Si sumamos los aos atribuidos a cada Juez, salen como resultado 410 aos. Ahora bien, todos los acontecimientos transcurridos entre el xodo de Egipto y el comienzo de la edificacin del Templo bajo Salomn abarcan 480 aos. Si de esos 480 aos se quitan los 410 de los Jueces, quedan para los dems acontecimientos slo 10 aos, lo cual es imposible. La solucin de esta dificultad consiste en admitir que algunos de los Jueces reinaron simultneamente en diversas regiones del pas.

I. LA SITUACIN POLlTICORRELIGIOSA DESPUS DE LA MUERTE DE JOSUCAPTULO IDERROTA DE ADONIBSEC.1

Muerto Josu, los

hijos de Israel consultaron a Yahv, diciendo: "Quin de nosotros marchar primero contra el cananeo para combatirlo?" Respondi Yahv: "Jud; he aqu que he entregado/ la tierra en sus manos." 3Dijo entonces Jud_ a Simen, su hermano: "Sube conmigo a la tierra de mi herencia, para hacer guerra contra los cananeos, y tambin yo ir contigo a la tierra de tu herencia," Y Simen le acompa. Subi, pues, Jud, y Yahv dio en sus manos a los cananeos y fereceos, de los cuales derrotaron en Bsec diez mil hombres. 'Encontraron en Bsec a Adonibsec; le atacaron y derrotaron a los cananeos y a los fereceos. Huy Adonibsec; mas le persiguieron y despus de haberle tomado preso le cortaron los pulgares de sus manos y de sus pies. 'Entonces dijo Adonibsec: "Setenta reyes que tenan cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogan las migajas debajo de mi mesa. Como yo hice, as me paga Dios." Y le llevaron a Jerusaln, donde muri. 8Pues los hijos de Jud atacaron a Jerusaln y habindola tomado la pasaron a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad.CONQUISTA DE HEBRN Y DABIR. *Despus

descendieron los hijos de Jud a combatir a los cananeos que habitaban en la montaa, en el Ngueb y en la Sefel. 10March, pues, Jud1. Simen tena su herencia en medio del territorio de Jud, por lo cual era lgico que las do tribus se ayudasen mutuamente. 6. Le cortaron los pulgares: Mutilacin destinada a hacer al enemigo incapaz de luchar en la guerra. 7. Notable confesin y manifestacin de su arreentimiento. El episodio recuerda los referidos en lat. 15, 27 y Luc. 16, 21. 8. La toma de la ciudad de Jerusaln, que se hallaba en el territorio de Benjamn, o no fu de larga duracin, o solamente parcial, como se colige del v. 21. Cf. 19. 11. 10. Vase Nm. 13, 23; Jo. S, 14.

S

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JUECES 1, 10-36; 2, 1-3

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contra los cananeos que habitaban en Hebrn, fic una ciudad, y llamla Luz. ste es su cuyo nombre antiguo era Kiryat-Arb, y de- nombre hasta el da de hoy. rrotaron a Sesai, Ahimn y Talmai. "De all RESISTENCIA DE LOS CANANEOS. "Manases no march contra los habitantes de Dabir, cuyo nombre antiguo era Kiryatsfer. 12Entonces desposey a (los habitantes de) Betsen con T dijo Caleb: 'A1 que derrote a Kiryatsfer y sus aldeas, ni a los de Taanac con sus aldeas, la tome, le dar por mujer mi hija Acs." ISY ni a los habitantes de Dor con sus aldeas, ni a la tom Otoniel, hijo de Kenas, hermano me- los habitantes de Ibleam con sus aldeas, ni a nor de Caleb; y ste le dio por mujer su hija los habitantes de Megidd con sus aldeas; por Acs. "Mientras ella se iba (con su marido). lo cual los cananeos lograron mantenerse en a8 ste la instig a que pidiera a su padre un aquel territorio. Cuando Israel cobr fuerza, campo; y como ella bajse del asno, pregun- hizo tributarios a los cananeos, pero no los tle Caleb: "Qu te pasa?" "Respondi ella: expuls por completo. "'Efram no expuls a "Dame una bendicin; ya que me has dado los cananeos que habitaban en Guzer; y los tierra de secano, dame tambin fuentes de cananeos siguieron viviendo en medio de ellos 30 agua." Y Caleb le dio fuentes en las regiones en Guzer. Zabuln no expuls a los habitantes de Ketrn, ni a los habitantes de Nahalol; superiores y en las inferiores. y los cananeos siguieron viviendo en medio de 15 Los hijos del Cineo, cuado de Moiss, ellos pero vinieron a ser tributarios. 31Aser subieron juntamente con los hijos de Jud, no expuls a los habitantes de Ac ni los desde la ciudad de las Palmeras, al desierto de habitantes de Sidn, Ahalab, Aczib, Helb, Jud, que est al sur, en Arad; y vinieron a Afee y Rohob; *%ino que lo? hijos de Aser habitar con el pueblo. vivieron en medio de los cananeos, habitantes "Despus acompa Jud a su hermano del pas, pues, no los expulsaron. ''Neftal no Simen y derrotaron a los cananeos que ha- expuls a los habitantes de Betsemes, ni a los bitaban en Sefat; ejecutaron all el anatema y habitantes de Betanat, sino que habit en mefu llamada aquella ciudad Horma. 18Jud dio de los cananeos. habitantes del pas; pero tom tambin a Gaza con su territorio, a As- los habitantes de Betsemes y de Betanat vicaln con su territorio y a Acarn con su te- nieron a ser tributarios suyos. MLos amorreos rritorio. 19Yahv estuvo con Jud de modo estrecharon a los hijos de Dan en las montaque pudo apoderarse de la montaa, pero no as; pues no les permitan bajar a los valles. pudo expulsar a los habitantes de los valles, l o g r a r o n los amorreos habitar en Har-Heres, porque tenan carros de hierro. ^A Caleb se en Ayaln, y en Saalbim; mas cuando la male dio Hebrn, como le haba prometido Moi- no de la casa de Jos pes sobre ellos, viniess; y Caleb expuls de all a los tres hijos ron a ser tributarios. 'El territorio de los amode Enac. rreos se extenda desde la subida de Acrabim J1 Los hijos de Benjamn no expulsaron a los y desde Sela para arriba. iebuseos que habitaban en Jerusaln; y as habitan los jebuseos con los hijos de Benjamn en Jerusaln hasta el da de hoy. CAPITULO nTOMA DE BETEL, ^ O S de la casa de Jos, porYAHV REPRENDE A LOS ISRAELITAS, ^ubi el

su parte, subieron contra Betel, y Yahv estuvo con ellos. ^Mientras exploraban Betel, cuyo nombre antiguo era Luz, ^vieron los centinelas a un hombre que sala de la ciudad, y le dijeron: "Mustranos, te rogamos, por dnde se puede entrar en la ciudad, y usaremos contigo de misericordia." ^l les mostr por donde se poda entrar en la ciudad, y ellos pasaron la ciudad a filo de espada; mas dejaron salir a aquel hombre con toda su familia, 'el cual fu a tierra de los hteos, donde edi14. Este la instig. Asi la Vulgata. Como ella bajase: Vulgata: como ella ditst un suspiro. Cf.Joi. 15. 18.

ngel de Yahv de Glgala a Boquim, y dijo: "Yo os he sacado de Egipto, y os he introducido en el pas que promet con juramento a vuestros padres. Y dije: Jams quebrantar mi alianza con vosotros, *si vosotros no hacis alianza con los habitantes de esta tierra, y si derribis sus altares. Pero no habis obedecido mi voz. Por qu habis hecho esto? sPor eso Yo por mi parte he dicho: N o los expulsar delante de vosotros, sino que quedarn a vuestro lado y sus dioses os sern un lazo.27 ss. El autor sagrado pone de relieve la desobediencia que cometieron los israelitas al no extirpar a los cananeos, lo cual fu para ellos, causa de las mayores miserias. El fin del autor es mostrar que los israelitas, siempre que desobedecan a Dios, caan en poder de so* enemigos. 34. De ah la expedicin de los danitas que se relata en el cap. 18. 36. Acrabim: Vase Nm. 34, 4. Sela, ms tarde llamada Petra, al sur del Mar Muerto. 1. El ngel de Yahv, es el mismo que condujo al pueblo a la tierra prometida y apareci a Josu (vase Tos. 5, 14). Cf. Ex. 13, 21 s.; 23, 20 y notas. De Cagala, donde antes estaba el Arca de la Alianza. 3. Quedarn a vuestro lado, como enemigos. Cf. Nm. 33, 55; Jos. 23, 13. Esta es la pedagoga de

16. Cufiado de Moiss: Refirese a Hobab. hijo de Jetr. Hobab y su familia se hablan incorporado si pueblo israelita (Nm. 10, 29). De los ceos descendieron los recabitas (Jer. 35, 2 ss.). Cf. 4, 11; Nm. 10, 29; 24, 21; IV Rey. 10, 15 ss.j I Par. 2, 55. Ciudad de las Palmeras: segn Deut. 34, 3 y II Par. 28, 15: Teric. 17. Anatema: Vase Lev. 27, 28 y nota Horma: VAse Nm. 14, 45 y nota. 21. Los iebuseos se mantuvieron en Jerusaln hasta los tiempos de David (II Rey. 5, 6 ss.). 26. A tierra de los hteos, esto es fuera de Palestina. Loi hteos haban erigido un gran reino en Asia Menor.

256 A1 decir el ngel de Yahv estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alz la voz y se puso a llorar. 5 Por eso llamaron a este lugar Boquim; y ofrecieron all sacrificios a Yahv.APOSTASA DE ISRAEL. 'Despedido que hubo4 16

JUECES 2, 4-23; 3, 1-3

Josu al pueblo, los hijos de Israel se fueron cada cual a su herencia para tomar posesin de la tierra; 'y sirvi el pueblo a Yahv todos los das de Josu, y todos los das de los ancianos que sobrevivieron a Josu y que haban visto toda la obra grandiosa que Yahv haba hecho en favor de Israel. 8 Pero muri Josu, hijo de Nun, siervo de Yahv, cuando tena ciento y diez aos; *y le sepultaron en el terreno de su propia herencia, en Timnatheres, en la montaa de Efram, al norte del monte Gaas. "Tambin toda aquella generacin fu congregada con sus padres; y surgi otra generacin despus de ellos que no conoca a Yahv, ni la obra que 1 haba hecho en favor de Israel. "Entonces los hijos de Israel hicieron lo que era malo a los ojos de Yahv. Sirvieron a los Baales, " y abandonando a Yahv, el Dios de sus padres, que los haba sacado del pas de Egipto, anduvieron en pos de otros dioses, de entre los dioses de los pueblos que los rodeaban, y se postraron ante ellos, provocando la ira de Yahv. ls Dejaron, pues, a Yahv, y sirvieron a Baal y a las Astarts.CASTIGO DE LA INFIDELIDAD.14

aprieto. Entonces suscit Yahv jueces que los librasen de los saqueadores. 17Mas ni aun a sus jueces quisieron escuchar, sino que se prostituyeron yndose tras otros dioses, ante los cuales se postraban. As se apartaron muy pronto del camino en que anduvieron sus padres, obedeciendo los mandamientos de Yahv; ellos, empero, no lo hicieron as. C u a n do Yahv les suscitaba un juez, estaba con l, y los salvaba de sus enemigos, todos los das de aquel juez; porque Yahv les tena compasin a causa de los gemidos 18 proferan ante que sus opresores y vejadores. Pero al morir el juez, volvan a corromperse ms que sus padres y andaban en pos de otros dioses sirvindolos y dndoles culto. No dejaron stas sus maldades ni su perverso camino. ^Por eso se encendi la ira de Yahv contra Israel, y dijo: "Por cuanto este pueblo viola la alianza que Yo prescrib a sus padres, y no escucha mi voz, 21tampoco Yo seguir expulsando de delante de ellos a ninguno de aquellos pueblos que dej Josu cuando muri, ^ a fin de probar por medio de ellos a Israel, si pondrn o no su empeo en andar en el camino de Yahv, como hicieron sus padres." ^Y Yahv dej a aquellos pueblos sin apresurarse a expulsarlos, como tampoco los haba entregado en manos de Josu. CAPTULO IIILOS PUEBLOS PAGANOS EN MEDIO DE ISRAEL.

Encendise en-

tonces la ira de Yahv contra Israel; por lo cual los entreg en manos de salteadores que los saquearon, y los vendi en manos de sus enemigos que los rodeaban, y no pudieron ya resistir a sus enemigos. 15Por doquiera que salan, la mano de Yahv descargaba sobre ellos, para su dao, como Yahv les haba dicho y jurado, con lo que se vieron en muy grande

'stos son los pueblos que Yahv dej para probar por medio de ellos a Israel, a cuantos no tenan experiencia de las guerras de los cananeos *con el nico fin de instruir a las generaciones de los hijos de Israel y ensearles la guerra, por lo menos a aquellos que antes no la conocan, 3los cinco prncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los

16. Jueces es su no.ibre, no porque hubiesen estaDios con su pueblo; prueba, castiga y recompensa blecido tribunales, sino porque libertaron a su pueblo, tal como lo hace un padre con su hijo. En el An- y as ejecutaron los juicios de Dios. Es de notar tiguo Testamento Dios castigaba y recompensaba al que juzgar y reinar significan en la Biblia una pueblo colectivamente y con penas y bienes tempo- misma cosa: gobernar, dirigir los destinos de un rales, porque no hay otra posibilidad de retribucin pueblo o de una comunidaH. Fueron en total 15 16 para un pueblo, puesto que solamente los individuos jueces, elegidos casi todos por el mismo Dios (cf. tienen vida eterna. I,a superioridad del Nuevo Tes- 3, 10; 6, 34; 13, 25). Dada la predileccin Suya tamento sobre el Antiguo consiste especialmente en por los humildes (cf. Luc. 1, 51 ss.), no ha de que en el Nuevo estn en primer plano la salud extraarnos la humilde condicin de la cual procedel alma y la vida eterna, a la cual ha de subor- dieron esos tan famosos caudillos. El perodo de dinarse todo lo demis. En esta prolongacin de la los Jueces dur unos 300 aos; segn otra cronologa vida hacia la eternidad no cuentan ya los pueblos, apenas 150. sino solamente los individuos. 22. A fin de probar: Ejemplo que nos muestra 12. He aqu el resumen de toda la historia de que las luchas de la vida terrenal tienen por objeto Israel: su infidelidad y luego el castigo; su arre- probarnos. Observa S. Agustn: Si los israelitas pentimiento y despus el perdn... hasta la nueva hubieran permanecido fieles a Dios en medio de los enemigos que dej para probarlos, la obediencia con infidelidad. Vase Deut. cap. 28. 13. En lugar de Altarte* dice el hebreo Astarot que hubieran ejecutado sus rdenes los habra he(plural de Astiret). Baal y Altarte eran divinida- cho dignos de que los librara de ellos enteramente. des cananeas. Baal significa "seor", "dueo" y Pero las nuevas generaciones olvidaron las maravirepresenta el principio masculino; Aatart, llamada llas obradas por Dios en tiempos de Moiss y de tambin Aschera ("Feliz", "Buena"), es el dolo Josu, y se entregaron a imitar a los paganos. No femenino. A Baal le erigan los cananeos piedras nos sorprenda esto, pues vemos que hoy, despus de de culto (massebas); a Aatart, troncos o "arboles veinte siglos de Cristianismo, el mundo ha apostatado frondosos"' (ascheras), que colocaban en los "luga- en gran parte, volviendo al paganismo, que revivi ya res altos'' en las cercanas de las ciudades (cf. en el mal llamado Renacimiento (cf. II Tes. 2, 3). 10, 6; I Rey. 7, 4; 12, 10, etc.). Con el tiempo 1 s. Cf. 2, 22 y nota. Aqu se agrega un nuevo hubo muchos Baales: un Baal dr Tiro, del Hermn, motivo: los cananeos tenan que ensearles la guede Fejor, un Baal-berit ("Baal del pacto"), un rra, ya que los israelitas no tenan experiencia esBaalzebub (Belzebub). etc. tratgica.

JUECES 3, 3-31

257 Egln, rey de Moab, que era un hombre muy gordo. r 18Terminada la entrega del presente, despidi Aod la gente que haba trado el presente* 19y volvindose desde Pesilim, cerca de Glgala, dijo: "Oh rey, tengo un mensaje secreto para ti." El rey dijo: "Silencio!", y salieron de su presencia todos los que con el estaban. ^Entonces Aod acercse al rey que estaba sentado en la habitacin de verano que tena reservada para s solo. Y le dijo Aod: "Tengo para ti un mensaje de parte de Dios." Levantse con esto Egln de la silla, 21 y Aod, alargando su mano izquierda, sac la daga que llevaba sobre su muslo derecho, y la clav en el vientre de Egln. ^Entr incluso el mango tras la hoja, y cerrse la grosura sobre la hoja, de modo que no pudo retirar la daga del vientre, del cual salieron los excrementos. 23 Escapse Aod por la galera, cerrando tras s la puerta de la habitacin y echando el cerrojo. ^Salido ya l, llegaron los siervos del rey y miraron, y he aqu que la puerta de la habitacin estaba cerrada con cerrojo, por lo cual dijeron: "Sin duda se cubre los pies en la cmara de verano." ^Esperaron, pues, hasta darles vergenza; mas he aqu que l no abri la puerta de la cmara alta; por lo cual tomando la llave abrieron, y vieron a su seor cado en el suelo y muerto. 28Mientras ellos estaban perplejos Aod huy, y pasando ms all de Pesilim, se puso a salvo en Seir. 27Llegado a casa toc la trompeta en la montaa de Efram; y los hijos de Israel bajaron 2 con l de la montaa, llevndole a su frente. *Y les dijo: "Seguidme, pues Yahv ha entregado en vuestras manos a vuestros enemigos, los moabitas." Bajaron, pues, en pos de l, y tomaron los vados del Jordn frente a Moab, sin dejar pasar a nadie. ^Mataron en aquel tiempo como diez mil hombres de Moab, todos robustos, y todos hombres valientes. N o escap uno solo. ^Aquel da fu Moab humillado bajo la mano de Israel, y el pas tuvo descanso ochenta aos.

heveos que habitaban en el monte Lbano, desde el monte Baalhermn hasta la entrada de Hamat. 4Servan stos para probar por medio de ellos a Israel, a fin de saber si obedecera los mandamientos que Yahv haba prescrito a sus padres por boca de Moiss. s Asi, pues, los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, los hteos, los amorreos, los fereceos, los heveos y los jebuseos. *Y tomaron las hijas de ellos por mujeres, dando sus hijas a los hijos de ellos y sirviendo a sus dioses.

II. LOS JUECESEL JUEZ OTONIEL. TLos hijos de Israel hicieron lo que era malo a los ojos de Yahv y, olvidndose de Yahv, su 8Dios, sirvieron a los Baales y a las Ascheras. Y airse Yahv contra Israel, y los vendi en manos de Cusan Rasataim, rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan Rasataim ocho aos. 9 Entonces clamaron los hijos de Israel a Yahv, y Yahv suscit un libertador para los hijos de Israel que los libr: Otoniel, hijo de Kenas, hermano menor de Caleb. 10Vino sobre l el espritu de Yahv y juzg a Israel. Y sali a la guerra, y Yahve entreg en sus manos a Cusan Rasataim, rey de Aram, y su mano pes sobre Cusan Rasataim. u As tuvo el pas descanso durante cuarenta aos. Y muri Otoniel, hijo de Kenas.

EL JUEZ AOD. "Volvieron los hijos de Israel a hacer lo que era malo a los ojos de Yahv, y Yahv hizo prevalecer a Egln, rey de Moab, contra Israel, por cuanto hacan lo que era malo a los ojos de Yahv. "Congregando consigo a los hijos de Amn y a Amalee, Egln se puso en marcha, derrot a Israel y apoderse de la Ciudad de las Palmeras. 14Y los hijos de Israel sirvieron a Egln, rey de Moab, diez y ocho aos. 15 Clamaron entonces los hijos de Israel a Yahv, y Yahv les suscit un libertador: Aod, hijo de Ger, benjaminita, hombre zurdo. EL JUEZ SAMGAR. "Despus de Aod. Samgar, Cuando los hijos de Israel enviaron por 16 mano hijo de Amat, a seiscientos hombres de de l un presente a Egln, rey de Moab, Aod los^ filisteos conmat aguijn de bueyes. Tamse hizo una daga de dos filos, de un palmo bin l libert a un Israel. de largo, que se ci debajo de su ropa sobre el muslo derecho; 17y as llev el presente a22. La conducta de Aod se justifica como la de7. Ascheras. Vase 2, 13 y nota. 8. Cusan Rasataim, tal vez Tuschratta, rey de Mitanni, que tenia su capital en la Mesopotamia septentrional. Dicho rey amenazaba a los . israelitas, sea que penetrase en Palestina, o sea que atacase a los israelitas por medio de los residentes de su pueblo en Canan. Algunos propfinen leer Sdom, en vez de Aram, de modo que el nuevo enemigo vendra del sur. 10. Vino sobre l el espritu de Yahv; es decir, el Espritu Santo. "En virtud del Espritu, Otoniel hizo justicia,. Geden se hizo poderoso frente a los enemigos, Jet alcanz la victoria, y Dbora, siendo mujer, pudo dirigir la guerra. El mismo Sansn, mientras era bueno y no contristaba al Espritu Santo, haca cosas que sobrepujaban a toda tuerza humana" (S. Cirilo de Jerusaln, Cateq. X V I ) . Cf. 6, 34; 11, 29 13, 25; Nm. 27, 18 y nota. 13. Ciudad de las Palmeras: Jeric. Cf. 1, 16.

Judit con Holofernes, por la voluntad de Dios que lo haba suscitado, segn se ve en el vers. 15, Asi S. Agustn y Sto. Toms. Vase tambin la expresin: "una palabra de parte de Dios" en v. 20 y 28. De ninguna manera puede deducirse de aqu que cualquiera tiene derecho a matar a un soberano injusto: tal proposicin fu condenada por el Concilio de Costanza. Vase Rom. 13, 1 ss. Estas cosas que en la Sagrada Biblia chocan a nuestro criterio, son pruebas preciossimas para nuestra fe, la cual necesita ser probada como el oro en el fuego (I Pedro 1, 7). 24. Se cubre los pies: eufemismo que quiere decir "purgare ventrem". 31. Con un aguijn de bueyes: La Vulgata vierte: con una reja de arado. El aguijn de bueyes tena 2-3 metros de largo y remataba en forma de aguij n para acucinr a los bueyes, y en la otra en una azada que serva para limpiar el arado de la tierra que se le pegaba.

258 CAPTULO IVDBORA Y BARAC.x

JUECES 4, 1.24; S, 1

Muerto Aod, los hijos de

Israel volvieron 2a hacer lo que era malo a los ojos de Yahv; y Yahv los vendi en manos de Jabn, rey de Canan, que reinaba en Hasor. El jefe de su ejrcito era Sisara, el cual habitaba en Haserot-Gom. 'Clamaron entonces los hijos de Israel a Yahv; porque tena Jabn novecientos carros de hierro, y desde haca veinte aos oprima duramente a los hijos de Israel. 4 En aquel tiempo Dbora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel. Tena su asiento debajo de la palmera de Dbora, entre Rama y Betel, en la montaa de Efram; y los hijos de Israel acudan a ella en sus litigios. 'Envi ella a llamar a Barac. hijo de Abinoam, de Kedes-Neftal, y le dijo: "No es sta la orden de Yahv, el Dios de Israel: Anda y marcha hacia el monte Tabor, y toma contigo diez mil hombres de los hijos de Neftal y de los hijos de Zabuln? 'Yo llevar hacia ti. hacia el torrente Kisn, a Sisara, jefe del ejrcito de Jabn, con sus carros y con su multitud, y le entregar en tus manos." 8Contestla Barac: "Si t vienes_ conmigo, ir; pero si no vienes conmig, no ir." 9 A lo que ella replic: "S, ir contigo; mas no ser tuya la gloria de la expedicin que Vas a emprender; pues en manos de una mujer entregar Yahv a Sisara." Y levantse Dbora y fu con Barac a Kedes. DERROTA DE SSARA. 10Barac convoc a Zabuln y a Neftal en Kedes; y subieron en pos de l diez mil hombres. Tambin Dbora subi con l. n Ahora bien, Hber, el cineo, que se haba separado de los cineos, hijos de Hobab, cuado de Moiss, haba extendido sus2. El nuevo opresor vino del norte. Hasor era una ciudad, que estaba al norte de Galilea, cerca del lago de Merom. 5. La profetisa Dbora tenia su residencia entre Rama (tribu de Benjamn) y Betel (tribu de Efram'), a 10-15 kms. al norte de Jerusaln. En la regin de Galilea Dios llam simultneamente, al cargo de juez a Barac, a quien Dbora, por orden de Dios, mand salir al encuentro de Jabn. El hecho de que Dios, encargara a una mujer para desempear el papel de juez, es. segn los santos Padres, una muestra de cmo Dios elige lo flaco del mundo para confundir a los fuertes (I Cor. 1, 27). Tenemos casos semejantes en II Rey. 14, 2; 20, 16; IV Rey. 22, 14. 6. Kedes o Cades, situada en el extremo norte de Galilea. Cf. Jos. 12, 22. 8. Si t vienes conmigo, ir: *'Barac haba contado sagazmente con el efecto moral que semejante mujer producira sobre las tropas. La mujer ocupa entre los semitas un lu^ar pblico muy secundario, pero a veces se adelanta en primera lnea, y su eficacia es tanto mayor cuanto ms desusada es su preeminencia" (Ricciotti. Hist. de Israel, nm. 310). Los reyes asirios se enorgullecen en sus inscripciones de haber vencido a verdaderas conductoras de tribus. Cf. la historia de la reina de Sab y de la reina Zenobia de Palmira. 11. Los hijos de Hobab vivan en el Sur (1, 16). Aqu se trata de un grupo que se haba traslalado al Norte, a la llanura de Esdreln. de donde extendi sus tiendas hasta la comarca de Jabn.

tiendas hasta el encinar de Saanaim, cerca de Kedes. 12Cuando supo Ssara que Barac, hijo de Abinoam, haba subido al monte Tabor, 13 hizo salir de Haserot-Gom al torrente Kisn todos sus carros, novecientos carros de hierro, con toda la gente que tena. "Entonces dijo Dbora a Barac: "Levntate, que ste es el da en que Yahv ha entregado a Ssara en tus manos! No va Yahv delante de ti?" Baj, pues, Barac del monte Tabor, y tras l los diez mil hombres. 15Y Yahv perturb a Ssara delante de Barac, entregndolo con todos sus carros y con todo su ejercito al filo de la espada. El mismo Ssara, saltando de su carro, huy a pie. 16Barac persigui los carros y el ejrcito hasta Hasoret-Gom; y todo el ejrcito de Ssara cay a filo de espada, sin quedar uno solo.JAEL DA MUERTE A SSARA. "Ssara huy a pie

a la tienda de Jael, mujer de Hber, cineo; porque haba paz entre Jabn, rey de Hasor. y la casa de Heber cineo. 18Sali Jael a recibir a Ssara, y le dijo: "Entra, seor mo, entra en mi casa; no tengas temor." Entr, pues, en la tienda de ella, y ella le cubri con una alfombra. 19Djole l: "Dame de beber, te ruego, un poco de agua, que tengo sed." Y abri ella el odre de la leche, le dio de beber y le volvi a cubrir, ^l le dijo: "Ponte a la puerta de la tienda; y si viene alguno y te pregunta, diciendo: Hay aqu alguien?, le responders que no." ^Entonces Jael, mujer de Hber, tom una estaca de la tienda y empuando con su mano un martillo, acercse a l calladamente y le hinc en la sien la estaca hasta que penetr en la tierra; porque Ssara estaba demasiado fatigado y haba cado en un profundo stseo, Y as muri. " Y he aqu que vino Barac que persegua a Ssara. Sali Jael a recibirle, y le dijo: "Ven, y te mostrare al hombre que ests buscando." Entr l en la casa. y vio a Ssara tendido y muerto, con el clavo en la sien. ssEn aquel da Dios humill a Jabn, rey de Canan, ante los hijos de Israel. M Y la mano de los hijos de Israel se hizo cada vez ms pesada sobre Jabn, rey de Canan, hasta que lo destruyeron por completo. CAPTULO VCNTICO DE DBORA.J

En aquel da cantaron

Dbora y Barac, hijo de Abinoam, 1 siguiente canto:13. El torrente Cisn atraviesa la llanura de Esdreln. la que separa a Samara de Gilea. 21. Sobre Jael no hemos de juzgar segn las leyes de nuestra lgica, pues lo que hizo fu obra de Dios segn se ve en el v. 23. Vase la nota al v. 22 del cap. 3 sobre Aod. Vase tambin el S. 82, 10, donde se recuerda este episodio como una hazaa de Dios en favor de su pueblo escogido. Jad es bendecida por el Espritu Santo en el catico de Dbora (5, 24). San Agustn ve en Jael una figura de la Iglesia, destinada a destruir el reino del pecado por la fe en Jesucristo. 1. El cntico de Dbora es de los ms antiguos de la literatura hebrea, muy apreciado por su in-

JUECES 5, 2-192

259n

"Los prncipes de Israel al frente, ofrece el pueblo su vida. Bendecid a Yahv! 3 Escuchad, reyes; prestad atencin, prncipes; que yo, s, yo cantar a Yahv, cantar a Yahv, el Dios de Israel.4

Cuanto T, Yahv, saliste de Ser, avanzaste desde los campos de Edom, estremecise la tierra, los cielos gotearon, y los nubes se disolvieron en agua. derritironse los montes a la presencia de Yahv, aquel Sina, a la presencia de Yahv, el Dios de Israel. 'En los das de Samgar, hijo de Anat, en los das de Jael, estaban desiertos los caminos; y los viajeros caminaban por senderos 'faltaron en Israel los caudillos, [tortuosos; faltaron hasta que me levant yo, Dbora; me levant como madre en Israel. 'Mientras elegan a nuevos dioses, la guerra lleg a las puertas; y no se vea ni escudo ni lanza entre cuarenta millares de Israel. 9 Mi corazn ama a los prncipes de Israel a los que se ofrecen de entre el pueblo. Bendecid a Yahv!10

los que os sentis sobre alfombras, y los que vais por los caminos, cantad. E n los abrevaderos, libres ya del estruendo de los arqueros, all se canten las justicias de Yahv, las justicias de su imperio en Israel. Pues entonces pudo bajar a las puertas el pueblo de Yahv.

Despierta, despierta, Dbora! Despierta, despierta, entona el himno! Levntate, Barac, hijo de Abinoam, toma presos a tus apresadores! 13 En aquel tiempo descendi el resto de los nobles del pueblo; Yahv baj hacia m con los valientes.14

la

De Efram vinieron los que derrotaron a Amalee; detras de ti Benjamn entre tu gente. De Maquir llegaron los jefes, de Zabuln los que llevan la vara del mando. 15 Los prncipes de Isacar bajan con Dbora; Isacar marcha al lado de Barac; se arrojan al valle en pos de sus pisadas.16

Mas en los distritos de Rubn hubo grandes deliberaciones. Por qu quedaste en tus apriscos para escuchar los balidos de los rebaos? En los distritos de Rubn hubo grandes deliberaciones.

Los que cabalgis sobre asnas blancas,

comparable valor potico y como fuente de t la historia israelita. Pasa revista a todas las tribus de Israel, menos tres. En los vers. 2-5 la poetisa nos invita a cantar las glorias de Yahv, que una vez ms se dign salvar a su pueblo. El hombre se pregunta a veces: "Para qu esas historias y hazaas blicas del Antiguo Testamento? Lo que buscamos en la Biblia es la doctrina". A esta objecin responde el Cardenal Goma: "La Biblia es el libro 19Vinieron reyes y dieron batalla; de la historia religiosa de la humanidad. Se la ha lucharon entonces los reyes de Canan comparado a las aguas del ocano, en las que se halla disuelta la sal en cantidad relativamente pequea. Las aguas son las historias bblicas; la sal 14.- Texto oscuro: S. Jernimo vierte: Saliendo de es la doctrina que contienen. Dios no ha querido Rfraim, los derrot en Amalee, y destrus sali de dar al hombre la verdad en forma de smbolo o de Benjamn contra tus pueblos, oh Amalee. Bovercdigo dogmtico: se ha acomodado ms a la natu- Cantera: Los de Bfraim, que entre Amalee vivan, raleza de las multitudes que, al fin, son poqu- llegaron, y tras l con sus guerreros Benjamn. Nsimos los selectos, y tratndose de las verdades de car-Colunga: Los de Bfraim los exterminaron en el Dios Codos somos multitud. y las multitudes no valle. Detrs de ti (oh Dbora), iba Benjamn con suelen tener fuerzs de abstraccin n: de compren- tu ejrcito. Crampn: De Bfraim vinieron taar que sin para penetrar la verdad religiosa y lograr una tienen su origen en Amalee; detrs de ti, Benjamin visin del sistema que las comprende todas. La se ha unido a tus tropas. Ninpruna de estas traduchistoria es como el punto visible que retiene y sen- ciones satisface plenamente. Dbora alaba a las sibiliza la verdad invisible; es el molde o turquesa tribus que participaron en la lucha, y censura a los en que se engarza la piedra preciosa de ~la ense- que no prestaron auxilio a sus hermanos, sobre todo anza de la religin. As adquiere mayor relieve, a los hijos de Rubn, Gad, Dan y Aser '(vers. 16 y no corre peligro de extraviarse o perderse" (Bi- y 17). Maquir: la tribu de Manases. blia y Predicacin, pg 116 s.). 15. En los distritos de Rubn hubo grandes de4. Seir o Edom, al sudeste de Palestina. or el cuello en todas las casas donde los ha{laban, y despedazaban a los que los haban 35. La ciudad de David: el barrio que se extenda circuncidado. w En medio de esto muchos del al aur del Templo. En l se levantaba antes la cindadela de los jebuseos que David conquist y eligi pueblo de Israel resolvieron en su corazn no comer viandas impuras, y eligieron antes el por residencia (II Rey. 5, 7-9). 40. Es decir que no se haban cumplido al regreso morir que contaminarse con manjares inmunde Babilonia las grandes esperanzas del pueblo. Vase dos; fy no queriendo quebrantar la Lev santa Esdr. 2, 64; 7. 6; 8. 17; Neh. 9, 36 ss.; Est. 3, 8. de Dios, fueron despedazados. "Terrible fu 41. Convertidos en dias de llanto sus dios festivos: sobremanera la ira contra el pueblo. Cf. Tob. 2, 6; Am. 8, 10.43. Iva formacin de un solo reino, sometido a las mismas costumbres y leyes, es de -suyo una idea comprensible en la mentalidad de un tirano, nas afectaba la rclinin de los judos, cuyas leyes civiles procedan de los preceptos de su religin y formaban con stos un todo. 46 ss. Ante semejante relato vemos que no son cnsa nueva lns persecuciones de la religin en nuestros tiempos; y por el castigo terrible que tuvo Antoco (cf. 6, 10 as.) podemos deducir cuanto odia Utos la tirana sobre las almas (cf. II Cor. 1, 23; I I'edr. 5. 3 ) , tanto la que Oprime, como aqu, la libertad religiosa, cuanto la que impone un culto extrao. Cf. Cant. 3, 5 y nota. 49. El pueblo santo: nombre honorfico de Israel. Vase Is. 63. 18; Dan. 8, 24; 12, 7; Sao. 18, 1. El griego dice los santos; nombre con que se denominaban tambin, ms tarde, los primeros cristianos. Vcisc Rom. 1, 7; 8, 27; 12, 13; Ef. 1, 4 etc. 52. Vase en el segundo Libro el martirio de Eleazaro y de los sirte litios que murieron con su madrt, mrtires de la fe ( I I Mac. 6, 18 ss.). 57. El abominable dolo de la desolacin: segn el griego: la abominacin de la desolacin. "sta es la gran calamidad que obsesionaba la mente del profeta Daniel" (Ncar-Colunia). Cf. Dan. 9, 27; 11, 31 y notas. Consista en un pequeo altar erigido sobre el altar de los holocaustos y destinado al culto idoltrico. Vase vers. 62 y Josefo, Ant. X I I , 5, 4. Cf. Mat. 24, 15. 59 ss. Vase lo que hizo el rey Joakim con las profecas de Jeremas (Jer. 36, 22 ss.). 65. Viandas impuras; a saber: carne inmolada a los dolos, y carne de anima'es inmundos (p. ej. cerdo), o la que provena de animales sofocados. 67. La ira: la ira del rey Antoco, o la ira d* Dioa irritado por los pecados del pueblo.

I LIBRO DE LOS MACABEOS 2, 1-M

1237

CAPTULO nE L SACERDOTE MATATAS Y SUS HIJOS. 'En

aquellos das se levant Matatas, hijo de Juan, hijo de Simen, sacerdote de la familia de Joarib, de Jerusaln, que viva en el monte de Modn. 2Tena cinco hijos: Juan, llamado por sobrenombre Gadis; sSimon, por sobrenombre Tasi; 4Judas, que era apellidado Macabeo; 'Elezaro, denominado Abaron; y Jonats, conocido con el sobrenombre de Apfus. 6A1 ver stos los estragos que se hacan en el pueblo de Jud y en Jerusaln, 'exclam Matatas: Infeliz de m! Por qu he venido yo al mundo para ver la ruina de mi patria, y la destruccin de la ciudad santa, y para estarme aqu sin hacer nada por ella al tiempo 8 que es entregada en poder de sus enemigos? Hllanse las cosas santas en manos de los extranjeros; y su Templo es como un hombre que est infamado. "Sus vasos preciosos han- sido saqueados y llevados fuera; despedazados por las plazas sus ancianos, y.'muertos al filo de la espada enemiga sus jvenes. 10Qu nacin hay que no haya participado algo de este reino, o tenido parte en sus despojos? "Arrebatado le ha sido todo su esplendor; y la que antes era libre, es en el da esclava. l2 En fin, todo cuanto tenamos de santo, de ilustre y de glorioso. otro tanto ha sido asolado y profanado por las naciones. 13Para qu, pues, queremos ya la vida? 14Y rasgaron sus vestidos Matatas y sus hijos, y cubrironse de cilicios, y lloraban amargamente. Su CELO POR LA LEY. 1 S A este tiempo llegaron all los comisionados que el rey Antoco enviaba para obligar a los que se haban refugiado en la ciudad de Modn a que ofreciesen sacrificios y quemasen incienso lsa los dolos, y abandonasen la Ley de Dios. En efecto, muchos del pueblo de Israel consintieron en ello, y se les unieron. Pero Matatas y sus hijos permanecieron firmes. 17Y tomando la palabra los comisionados de Antoco, dijeron a Matatas: T eres el principal, el ms grande y el ms esclarecido de esta ciudad, y glorioso con esa corona de hijos y de hermanos. 18Ven, pues, t el primero, y haz lo que el rey manda, como lo han hecho todas las gentes, y los varones de Jud, y los que han quedado en Jerusaln; y con esto t y tus hijos seris del nmero de los amigos del rey, el cual os IleI. Por ser sacerdote Matatas deba ser oriunda de la tribu de I,evi. Modn: hoy da .Mediye, situada entre Jerusaln y Jafa, al este de Lydda (Lud). Algunos investigadores optan por la actual localidad de Moditha, al nordeste de Lydda. 4. Macabeo. esto es, martillo (para machacar a los enemigos). Cf. el nombre de Carlos Martel que tiene el mismo origen ideolgico. II. Vase 1, 40 y nota. 18. Amigo del rey, ttulo que el rey otorgaba como distincin, a manera de nuestras condecoraciones, a los que le prestaban servicios extraordinarios. Vase 6, 10 y 14; 10, 65; 11, 27; II Mac. 1. 14, etc.

nar de oro y plata, y ele grandes dones. 19Respondi" Matatas, y dijo en alta voz: Aunque todas las gentes obedezcan al rey Antoco, y todos abandonen la observancia de la ley de sus padres, y se sometan a los mandatos del rey, ^tyo, y mis hijos, y mis hermanos obedeceremos la ley de nuestros padres. ^Quiera Dios ampararnos. No nos es provechoso abandonar la Ley y los preceptos de Dios. S2 No daremos odos a las palabras del rey Antoco, ni ofreceremos sacrificios, violando los mandamientos de nuestra Ley por seguir otro camino.MATATAS MATA A LOS IDLATRAS Y HUYE AL

DESIERTO. ^Apenas haba acabado de pronunciar estas palabras, cuando a vista de todos se present un cierto judo para ofrecer sacrificios a los dolos sobre el altar que se haba erigido en la ciudad de Modn, conforme a la orden del rey. ^Vile Matatas, y se llen de dolor; conmovironsele las entraas; e inflamndose su furor, conforme al espritu de la Ley, se arroi sobre l, y le mat sobre el mismo altar. a N o contento con esto, mat al mismo tiempo al comisionado del rey Antoco, que forzaba a la gente a sacrificar, y derrib el altar; "mostrando su celo por la Ley e imitando lo que hizo Fines con Zamri, hijo de Salom. 27 Grit entonces _ Matatas a grandes voces por la ciudad, diciendo: Todo el que tenga celo por la Ley, y quiera permanecer firme en la Alianza, sgame. * huy con sus hijos a los montes, y abandonaron todo cuanto tenan en la ciudad. ^Entonces muchos que amaban la Ley y la justicia, se fueron al desierto; "y_ permanecieron all con sus hijos, con sus mujeres y sus ganados; porque se vean inundados de males.FIDELIDAD A LA OBSERVANCIA DEL SBADO.sl

Di-

se aviso a los oficiales del rey, y a las tropas que haba en Jerusaln, en la ciudad de David, de cmo ciertas gentes que haban hollado el mandato del rey, se haban retirado a los lugares ocultos del desierto, y que les haban se21. El santo israelita promete fidelidad, pero no se funda en virtudes propias, sino que lo espera todo de la gracia divina. Ntese el contraste con el caso de S. Pedro, quien cay por confiar demasiado en sus propias fuerzas. "Bienaventurado el hombre que confa en el Seor y cuya esperanza es el Seor" (Jer. 17, 7). "Si ponemos constantemente nuestros intereses en manos de Dios, no habr demonio ni enemigo que pueda derribarnos*', dice S. Antonio. Cf. S. 2, 12; 9 A, 11: 19, 8; 32, 22; 33, 9; 50, 6; 54, 23; 90, 14; 93, 18, etc. 24. Se arroi sobre l y le mat: Esta accin de Matatas, y todo lo dems que ejecut, fu evidentemente por inspiracin del Seor y mereci su agrado y aprobacin. Por otra parte, estos actos de venganza en nombre de Dios y en favor del pueblo oprimido fueron, virtualmente por lo menos, la declaracin de guerra contra el rey tirano. Sobre Fines (vers. 26) y su celo por la ley, vase vers. 54; Nm. 25, 13 y nota. 28 s. Es la actitud que seala David en el Salmo 54, 7 ss. Vase la nota respectiva. Cf. II Mac. 5, 27.

1238

I L I B R O D E L O S M A C A B E O S 2, 31-6532

guido otros muchos. Por lo que marcharon al punto contra ellos, y se prepararon para atacarlos en da de sbado; ^pero antes les dijeron: Queris todava resistiros? Salid, y obedeced el mandato del rey Antioco, y quedaris salvos. 34De ningn modo saldremos, respondieron ellos, ni obedeceremos al rey, ni violaremos el sbado. 35Entonces las tropas se arrojaron sobre ellos; 36pero tan lejos estuvieron ellos de resistirles, que ni tan siquiera les tiraron una piedra, ni aun cerraron las bocas de las cavernas; 37sino que dijeron: Muramos todos en nuestra sencillez, y el cielo y la tierra nos sern testigos de que injustamente nos quitis la vida. 38En efecto, los enemigos los acometieron en da de sbado; y perecieron tanto ellos como sus mujeres, hijos y ganados, llegando a mil personas las que perdieron la vida. 39 Supironlo Matatas y sus amigos e hicieron por ellos un gran duelo; *y se dijeron unos a otros: Si todos nosotros hiciremos como han hecho nuestros hermanos, y no peleremos para defender nuestras vidas y nuestra Ley contra las naciones, en breve tiempo nos exterminarn del pas. "As, pues, tomaron aquel da esta resolucin: Si alguno, dijeron, nos acomete en da de sbado, pelearemos contra l; y as no moriremos todos, como han muerto en las cavernas nuestros hermanos.MATATAS DESTRUYE EN TODO EL PAS LOS ALTA-

MUERTE DE MATATAS.

49

Acercronse entre-

tanto los das de la muerte de Matatas; el cual habl a sus hijos de esta manera: Ahora domina la soberbia, y es el tiempo del castigo y de la ruina, y del furor e indignacin. ^Por lo mismo ahora, oh hijos mos, sed celosos de la Ley, y dad vuestras vidas en defensa del Testamento de vuestros padres. 51Acordaos de las obras que hicieron en sus tiempos vuestros antepasados, y os adquiriris una gloria grande, y un nombre eterno. 52Abrahn, por ventura, no fu hallado fiel en la prueba que de l se hizo, y le fu imputado esto por justicia? 53 Jos en el tiempo de su afliccin observ los mandamientos, y vino a ser el seor de Egipto. M Fines, nuestro padre, porque se abras en celo por la honra de Dios, recibi la recompensa de un sacerdocio eterno. MJosu por su obediencia lleg a ser caudillo de Israel. 56Caleb, por el testimonio que dio en la congregacin del pueblo, recibi una herencia. 57David por su misericordia se adquiri para siempre el trono del reino. S8Elas por su abrasado celo por la Ley fu recibido en el cielo. 59Ananas, Azaras y 60 Misael fueron librados de las llamas por su fe. Daniel por su sinceridad fu librado de la boca de los leones. 81Y a este modo id discurriendo de generacin en generacin: Todos aquellos que ponen en Dios su esperanza, no descaecen.62 Y no os amedrenten las palabras del hombre pecador; porque su gloria no es ms que basura y gusanos. raHoy es ensalzado, y maana desaparece; porque se convierte en el polvo de que fu formado, y se desvanecen todos sus designios. ^Sed, pues, constantes vosotros, oh hijos mos, y obrad vigorosamente en defensa de la Ley; pues ella ser la que os llenar de gloria.

RES PAGANOS. 42Entonces vino a reunirse con ellos la congregacin de los asideos, que eran hombres de los ms 43 valientes de Israel, y celosos todos de la Ley; y tambin se les unieron todos los que huan acosados de las calamidades, y sirvironles de refuerzo. 44Formaron un ejrcito, y arrojronse en su ira sobre los prevaricadores, y en su saa sobre los hombres LTIMA INSTRUCCIN Y BENDICIN DE MATAmalvados; y los que quedaron huyeron a po- TAS. "Ah tenis a Simn, vuestro hermano. 45 nerse en salvo entre las naciones. Despus Yo s que es hombre de consejo; escuchadle recorri Matatas con sus amigos todo el pas; siempre, y l har para con vosotros las veces y destruyeron los altares; 48y circuncidaron a cuantos nios hallaron incircuncisos, en los 49 ss. El discurso modelo trminos de Israel, y obraron con denuedo. testamento espiritual de Matatas esa unsus hijos de que recuerda _ los ^Persiguieron a sus orgullosos enemigos, y sa- ejemplos de los grandes amigos de Dios. 52. Vase Gen. 22, 1 ss.; Ecli. 44, 20 ss.; Rom. lieron prsperamente en todas sus empresas. 9 Hebr. 11, "Y vindicaron la Ley contra el poder de los 4, 53 ss.; Vase Gen.17. 1 ss.; Num. 25, 13: Ecli. ss. gentiles, y el poder de los reyes; y no deja- 45, 28 ss.; Jos. 1, 2 39, Nm. 14, 6 ss. El celo ss.; ron al malvado que abusase de su poder. es la expresin ms ardiente del a r n o r a Dios. Enel Nuevo Testamento tenemos como modelo del ms ardiente celo a San Pablo, el cual juzgaba perdida 37. "Qu fiscal tan terrible ser este ejemplo en todo lo que no redundaba en honor de Cristo (Filip. el tribunal de Dios para aquellos que no por salvar 3, 7 s.). "Especialmente el sacerdote que se aplica su vida, sino por pretextos frivolos y causas muy en conservar la incorruptibilidad de la Iglesia, dice ligeras se dispensan de los preceptos de la Ley de 5. Ambrosio, debe estar lleno de celo. El celo de Dios y de la Santa Iglesia!" (Sco), y agreguemos: Dios es v i d a . . . el celo es amor. El celo verdadero que profanan el da del Seor, haciendo de 1 un da y puro no cede nunca a tentacin alguna. Por 1 de trabajo .o de diversin ruidosa. morimos para el pecado y vivimos para Dios" ( I n 42. Andeos, en hebreo Hassidim, quiere decir, los Ps. C X V I I I ) . piadosos. Ya antes de la sublevacin de los Maca57. La promesa dada a David en I I Rey. 7, 16, beos haba hombres celosos de la Ley que con su tiene carcter mesinico (cf. Hech. 2, 30). En Luc. vida defendan la fe de sus padres. Los encontra- 1, 32 el ngel hace referencia a esta promesa. Vase mos en 7, 13 y I I Mac. 14, 6. De ellos naci la tambin S. 88, 36 s.; 131, 11; Is. 9, 7; 22, 22; Dan. secta de los fariseos, que luego degeneraron aferrn- 7, 14 y 27; Miq. 4, 7, etc. dose a las tradiciones de los mayores y precisamente 58. Sobre Elias vase IV Rey. 2, 11 y nota. Su por eso llegaron a ser el ms poderoso obstculo abrasado celo: De, ah que el Eclesistico (cap. 48) de la nueva Ley del Evangelio. Vase Mat. cap. 23. llame a Elias el profeta de fuego.

I LIBRO DE LOS MACABEOS 2, 65-70; 3, 1-27

1239VICTORIA SOBRE SERN.13

de padre. Judas Macabeo ha sido esforzado y valiente desde su juventud; sea l el general de vuestro ejrcito, y el que conduzca el pueblo a la guerra. 67 Reunid a vosotros todos aquellos que observan la Ley, y vengad a vuestro pueblo. 68 Dad a las gentes su merecido, y sed solcitos en guardar los preceptos de la Ley. ^ E n seguida les ech su bendicin, y fu a reunirse con sus padres. 7 0 Muri Matatas el ao ciento cuarenta y seis, y sepultronle sus hijos en Modn en el sepulcro de sus padres, y todo Israel le llor amargamente.

M

En esto lleg a no-

II. JUDAS MACABEOC A P T U L O IIIELOGIO DE JUDAS.:

Y sucedile su hijo Judas,

que tena el sobrenombre de Macabeo. a y u dbanle todos sus hermanos, y todos cuantos se haban unido con su padre, y peleaban con alegra por la defensa de Israel. 3 Y dio Judas de nuevo lustre a la gloria de su pueblo; revistise cual gigante la coraza, cise sus armas para combatir, y protega con su espada todo el campamento. 4 Pareca un len en sus acciones, y se asemejaba a u n cachorro cuando ruge sobre la presa. 5 Persigui a los malvados, buscndolos por todas partes; y abras en las llamas a los que turbaban el reposo de su pueblo. ^ 1 temor que infunda su nombre hizo desaparecer a sus enemigos, todos los malvados se llenaron de turbacin; y con su brazo obr la salud. 'Preparaba gran amargura a m u chos reyes; sus acciones eran la alegra de Jacob, y ser eternamente bendita su memoria. 8 Recorri las ciudades de Jud, exterminando de ellas a los impos y apart el azote de sobre Israel. 9 Su nombradla lleg hasta el cabo del mundo, y reuni alrededor de s a los que estaban a punto de perecer.VICTORIA DE JUDAS SOBRE APOLONIO.10

ticia de Sern, general del ejrcito de Siria, que Judas haba congregado una multitud y congregacin del pueblo fiel; 1 4 y dijo: Yo voy a ganarme gran reputacin y gloria en todo el reino, derrotando a Judas y a los que le siguen; los cuales no hacen caso de las rdenes del rey. 15 Con esto se prepar; y unisele u n considerable refuerzo de tropas de impos, para vengarse de los hijos de Israel. 16 Y avanzaron hasta Betorn, y Judas le sali al encuentro con pocas tropas. 17 As que stas vieron al ejrcito que vena contra ellas, dijeron a Judas: Cmo podremos nosotros pelear contra u n ejrcito tan grande y valeroso, siendo, como somos, tan pocos, y estando debilitados p o r el ayuno de hoy? "Respondi Judas: Fcil cosa es que muchos sean presa de pocos; pues cuando el Dios del cielo quiere dar la victoria lo mismo es para l que haya poca o que haya mucha gente; 1 9 porque el triunfo en los combates n o depende de la multitud de las tropas, sino del cielo, que es de donde dimana la fortaleza. 20 Ellos vienen contra nosotros con una turba de gente insolente y orgullosa, con el fin de aniquilarnos a nosotros, y a nuestras mujeres, y a nuestros hijos, y despojarnos; 21 mas nosotros vamos a combatir por nuestras vidas y por nuestra Ley. 22 E1 Seor mismo los har pedazos en nuestra presencia; y as no los temis.23 Luego que acab de pronunciar estas palabras, se arroj de improviso sobre los enemigos, y derrot a Sern con todo su ejrcito. 24 Y persiguiles desde la bajada de Betorn hasta el llano y habiendo quedado ochocientos hombres tendidos en el campo de batalla, huyeron los dems al pas de los filisteos. 25 Con esto Judas y sus hermanos eran el terror de todas las naciones circunvecinas; 2 6 y su fama lleg hasta los odos del rey, y en todas partes se hablaba de las batallas de Judas.

Apolo-

16. Betorn, situada a 20 km. al oeste de Jerusalen, se divida en dos ciudides, la alta y la baja. Esta ciudad tena la misma importancia que las Termpi'as para Grecia. Vase Jos. 10, 10 ss.; I Rey. 13. 18. 18, Admirables palabras dignas de David (cf. S32, 16-19; 43, 6 s.; I I Par. 14. 11)- El que manda combatir, da tambin la victoria (cf. Prov. 21, 31). As Geden dispers a ciento veinte mil madianitas con trescientos hombres desarmados. Abrnhn, con trescientos dieciocho criados vpnH a cuatro reyes. Judit derrib a Holofernes, David a Goliat. "Dios, 70. El ao 146 de la era de los Selucidas, o sea el 166-165 a. C. S. Jernimo vio todava su sepulcro dice S. Agustn, no manda lo imposible, sino que al dar preceptos, advierte que se haga lo que se pueda en Modn. 3. Los vers. 3-9 cantan la gloria de Judas Macabeo, y que se pida auxilio en lo que no pueda hacerse; figura central de todo el fibro. Se nota aun en la entonces da la fuerza de obrar." El Dios del cielo: traduccin el paralelismo y ritmo potico del pensa- La palabra Dios falta en los mejores manuscritos miento hebreo. Ntese la magnfica imagen en que griegos. Lo mismo sucede en el vers. 22 con el el autor retrata al hroe de Dios: protega con su nombre Seor. La Vulgata los aade con toda razn, porque faltaban en el texto original solamente espada todo el campamento. escrupulosidad. Los de aquella poca 10. Apolonio era, segn Tosefo, prefecto de Sama- por atrevan a pronunciarjudos Nombre santsimo no el de ra. Vase I I Mac. 4, 2 1 ; 5, 24. Vemos una vez se Dios, sino que lo substituan por Cielo, Nombre, etc.. ms que los samaritanos continuaban separados y Vase Ex. 3, 14 y nota; Mat. 5, 34. hostigando a los judos. Cf. Neh. 4, 1 ss.

nio, empero, junt las naciones, y sac de Samara un grande y poderoso ejrcito para pelear contra Israel. "Informado de ello Judas, le sali al encuentro, y le derrot, y le quit la vida; quedando en el campo de batalla un gran nmero de enemigos, y echando a huir los restantes. 12 Apoderse en seguida de sus despojos, reservndose Judas para s la espada de Apolonio; de la cual se serva siempre en los combates.

PREPARATIVOS DE ANTOCO PARA UNA NUEVA GUERRA CONTRA LOS JUDOS. 2 7 Luego que el rey

Antoco recibi estas noticias, se embraveci

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I L I B R O D E L O S M A C A B E O S 3, 27-53

sobremanera, y mand que se reunieran las tropas de todo su reino, y se formase un poderossimo ejrcito. 28Y abri su erario, y habiendo dado a las tropas la paga de un ao, les mand que estuviesen apercibidas para todo. 28 Mas observ que se iba acabando el dinero de sus tesoros, y que sacaba pocos tributos de aquel pas, por causa de las disensiones y de la miseria, que l mismo haba ocasionado queriendo abolir los fueros que all regan desde tiempos antiguos; **y temi que no podra ya gastar ni dar, como antes haca con largueza. y con una munificencia superior a la de todos los reyes sus predecesores. 31Hallndose, pues, en gran consternacin resolvi pasar a Persia, con el fin de recoger los tributos de aquellos pases, y juntar gran cantidad de dinero. ^Dej a Lisias, prncipe de sangre real, por lugarteniente del reino desde el Eufrates hasta el ro de Egipto, ^ para que tuviese cuidado de la educacin de su hijo Antoco hasta que l volviese. ^Dejle la mitad del ejrcito y los elefantes, y comunicle rdenes _ sobre todo aquello que l quera que se hiciese; y tambin por lo respectivo a los habitantes de la Judea, y de Jerusaln. ^mandndole que enviase contra ellos un ejrcito para destruir y exterminar el poder de Israel; y los restos que quedaban en Jerusaln, y borrar de aquel pas hasta la memoria de ellos; 36y que estableciese en toda aquella regin habitantes de otras naciones. distribuyndoles por suerte sus tierras. 37 Tbm, pues, el rey la otra mitad del ejrcito, y partiendo de Antioqua, capital de su reino, el ao ciento cuarenta y siete, y pasado el ro Eufrates, recorri las provincias superiores.E L ENEMIGO SE ACERCA A JERUSALN. ^En esto

de comprar por esclavos a los hijos de Israel; y unironse con ellos las tropas de Siria y las de otras naciones.JUDAS Y SUS TROPAS IMPLORAN EL AUXILIO DI-

VINO CON ORACIN Y AYUNO, ojudas, empero,

eligi Lisias a Ptolomeo, hijo de Dorimino, a Nicanor, y a Gorgias, que eran personas de gran valimiento entre los amigos del rey; 39y envi con ellos cuarenta mil hombres de a pie y siete mil de a caballo, para que pasasen a asolar la tierra de Jud, segn lo haba dejado dispuesto el rey. 40Avanzaron, pues, con todas sus tropas, y 41 vinieron a acampar en la llanura de Emas. Y oyendo la noticia de su llegada los mercaderes de aquellas regiones tomaron consigo gran cantidad de oro y plata; y con criados vinieron a los reales con el fin30. Como antes hacia con largueza: "Era uno de los defectos de Antoco, segn nos cuenta Polibto. Haca ddivas extravagantes. Asi. por ei., en Nulcratis (Egipto) dio una pieza de oro a todos los habitantes griegos de la ciudad" (Bover-Cantera). 37. I,a expedicin de Antoco contina en el capitulo 6. La fecha corresponde al ao 165-164 a. C. 40. Emas, que ms tarde se llamaba Nicpolis, distaba unos 30 km. de Jerusaln. Hoy da lleva su antiguo nombre de Amws. Es, segn la tradicin ms anticua, la localidad en que Jess en el da de la resurreccin se dio a conocer a dos de sus discpulos. Vase Luc. 24. 13 ss. y nota. 41. En vez de criados dicen el texto siraco y Josefo: cadenas, lo que concuerda mejor con el contexto. Las cadenas servan para atar a los prisioneros, que por derecho comn eran esclavos. Los mercaderes los compraban a los ejrcitos y los vendan en los mercados de las grandes ciudades.

y sus hermanos, viendo que se aumentaban las calamidades, y que los ejrcitos se iban acercando a sus confines, y habiendo sabido la orden que haba dado el rey de exterminar y acabar con el pueblo, ^dijronse unos a otros: Reanimemos nuestro abatido pueblo, y peleemos en defensa de nuestra patria, y de nuestra santa religin. ^Reunironse, pues, en un cuerpo para estar prontos a la batalla, y para 45 hacer oracin e implorar misericordia y gracia. Hallbase a esta sazn Jerusaln sin habitantes; de modo que pareca un desierto. No se vean ya entrar ni salir los naturales de ella, era hollado el Santuario, los extranjeros eran dueos del alczar, el cual serva de habitacin a los gentiles. Desterrada estaba de Jacob toda alegra; no se oa ya en ella flauta ni ctara. 46 Habindose, pues, reunido, se fueron a Masa, que est enfrente de Jerusaln; por haber sido Masfa en otro tiempo el lugar de la oracin para Israel. 47Ayunaron aquel da. y vistironse de cilicio, y se echaron 48 ceniza sobre la cabeza, y rasgaron sus vestidos. Y abrieron los libros de la Ley, en donde los gentiles buscaban semejanzas -para sus simulacros; *9y trajeron los ornamentos sacerdotales, y las primicias y diezmos; e hicieron venir a los nazarees que haban cumplido los das de su voto; * y levantando su clamor hasta el cielo, dijeron: Qu haremos de stos, y adonde los conduciremos? 51 Tu Santuario est hollado y profanado, y cubiertos de lgrimas y de abatimiento tus sacerdotes; " y he aqu que las naciones se han coligado contra nosotros para destruirnos. T sabes sus designios contra nosotros. ^Cmo, pues, podremos sostenernos45. Esta lamentable situacin explica la plegaria que vemos en el cap. 36 del Eclesistico, escrito en el segundo siglo a. C. All el autor sagrado dirige a Dios esta oracin: "Alza tu brazo contra las naciones extranjeras, para que experimenten tu poder" (Ecli. 36, 3). 48. Pasaje oscuro. Dice, en su forma actual, que los paganos buscaban en los libros sagrados de los judos analogas y semejanzas de su propia religin, de sus dolos, de su culto. Fillion y Crampn suponen que el sentido original era otro: los gentiles solan apoderarse de los libros sagrados, a fin de pintar en ellos las imgenes de sus dolos. _ Se gratara entonces aqu de un acto de desagravio. Jnemann, quien traduce segn los Setenta, dice que "los gentiles injustamente trataban de cohonestar la idolatra por la Ley, fundados en los querubines, serpiente de bronce, etc.". De todas maneras, es cosa indudable, como lo afirman San Agustn y Filn, que los paganos y principalmente los filsofos griegos de esa poca conocieron el Antiguo Testamento, de donde sacaron muchas cosas que hoy en ellos se admiran. 49. Nazareos: los que por algn tiempo se haban consagrado a Dios, renunciando al vino, dejndose crecer la cabellera y observando otros ritos. Terminaban su voto con un sacrificio en el Templo, pero no podian entrar en Jerusaln, por hallarse la ciudad en poder de los enemigos. Vase Nm. 6, 2 ss. y nota.

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delante de ellos, si T, oh Dios, no nos ayu- Seor se compadecer de nosotros, y se acordas? 'En seguida hicieron resonar las trom- dar de la Alianza hecha con nuestros padres, petas con grande estruendo. y destrozar hoy a nuestra vista ese ejrcito; "con lo cual reconocern todas las entes que EL EJRCITO DE JUDAS ACAMPA JUNTO A hay un salvador y libertador de Israel. 12 EMAUS. ^Nombr despus Judas los caudillos En esto levantaron sus ojos los extranjeros, del ejrcito, los tribunos, los centuriones, y los y percibieron que (tos judos) venan marcabos de cincuenta hombres, y los de diez. chando contra ellos, l s y salieron de los reales 96 Y a aquellos que estaban construyendo casa, para acometerlos. Entonces los que seguan a o acababan de casarse, o de plantar vias, como Judas dieron la seal con las trompetas; 14y hatambin a los que tenan poco valor, les dijo bindose trabado combate, fueron desbaratadas que se volviesen cada uno a su casa, conforme las tropas de los gentiles; y echaron a huir por a lo prevenido por la Ley. S7Levantaron luego aquella campia. "Mas todos los que se quelos reales, 58 fueron a acamparse al medioda daron atrs, perecieron al filo de la espada. y de Emas. Y Judas les habl de esta manera: Y los vencedores fueron siguindoles al alcanTomad las armas, y tened buen nimo; y es- ce hasta Gecern, y hasta las campias de tad prevenidos para maana, a fin de pelear Idumea y de Azoto y de Jamnia, y murieron contra estas naciones, que se han unido contra de ellos hasta tres mil hombres. nosotros para aniquilarnos, y echar por tierra nuestra santa religin; "porque ms nos vale SEGUNDA VICTORIA SOBRE LAS TROPAS DE GORmorir en el combate, que ver el exterminio de GIAS. 16Volvise despus Judas con el ejrcito nuestra nacin y del Santuario. "Y venga lo ' que le segua, 17y dijo a sus tropas: No os deque fuere la voluntad del cielo. jis llevar de la codicia del botn; porque aun tenemos enemigos que vencer; **y Gorgias se halla con su ejrcito cerca de nosotros en el monte. Ahora, pues, manteneos firmes contra CAPTULO IV nuestros enemigos, y vencedlos, y despus to19 DERROTA DE GORGIAS. *Y tom Gorgias con- maris los despojos coa toda seguridad. En sigo cinco mil hombres de a pie, y mil caba- efecto, an estaba hablando Judas cuando se llos escogidos; y de noche partieron, ^ara dar descubri parte de las tropas, que estaban acesobre el campamento de los judos, y atacarlos chando desde el monte. *Y reconoci Gorgias de improviso; sirvindoles de guas los del pas que los suyos haban sido puestos en fuga, y que estaban en el alczar. 3Tuvo ludas aviso que haban sido entregados al fuego sus reales; de este movimiento, y march con los ms va- pues la humareda que se vea le daba a enlientes de los suyos para acometer al grueso tender lo sucedido. ^Cuando ellos vieron esto, del ejrcito del rey, que estaba en Emaus. *Se y al mismo tiempo a Judas y su ejrcito en hallaba el ejrcito todava desparramado, fuera el llano preparados para la batalla, se intimide los atrincheramientos. 'Gorgias lleg aquella daron en gran manera, ^y echaron todos a noche al campamento de Judas, y no hall huir a las tierras de las naciones extranjeras. en l alma viviente; se fu, pues, a buscarlos ^Con esto. Judas se volvi a tomar los despor los montes, diciendo: Estas gentes van pojos del campo, donde juntaron mucho oro huyendo de nosotros. y plata, y jacinto, y prpura marina, y grandes 8 Mas as que se hizo de da, se dej ver riquezas. **Y al volverse, entonaban himnos, Judas en el llano, acompaado tan solamente y bendecan a voces a Dios: porque el Seor de tres mil hombres, que se hallaban faltos de es bueno, y eterna es su misericordia. ^Y con espadas y broqueles; fy reconocieron que el esta memorable victoria se salv Israel en aquel ejrcito de los gentiles era muy fuerte, y que da. estaba rodeado de coraceros y de caballera, y DERROTA DE LISIAS. 2eTodos aquellos extranque todos eran diestros en el combate. Entonjeros que escaparon, fueron a llevar la nueva ces Judas habl a los suyos de esta manera: No 27 os asrjte su muchedumbre, ni temis su encuen- a Lisias de cuanto haba sucedido; y as que lo oy, qued consternado, y como fuera de tro. 'Acordaos del modo con que fueron librasalido sedos nuestros padres en el Mar Rojo, cuando s,is.por no haber significa las cosas en IsraelEdom Idumea no aqu de el Faran 10 en su alcance con un numeroso sino la regin suroeste de Judea. el pasGecern o iba Sobre ejrcito; y clamemos ahora al cielo, y el Gazara, vase Jos. 10, 33 y nota, donde esta ciudad56. Les dijo que se volviesen: Sobre esta sorprendente prueba de fe, que no imitara ningn general moderno, vase Deut. 20, 7 y nota; Juec. 7, 2 ss. 2. En el alcgar: Se trata de la ciudadela en $1 monte Sin. Vase 1, 35 y nota. 6 ss. La escasez de hombres y armas frente al poderoso enemigo no impidi al Macabeo el gesto que vimos en 3, 56, porque 1 no buscaba su gloria, sino la de Dios (vers. 11). Leemos en el libro de udit que en todas partes en donde el pueblo de 'ios entraba, sin tener arco ni espada, quedaba victorioso porque el cielo combata por l a causa de la confianza que tena en Dios (Judit 5, 16). es llamada Gacer. Estaba situada a 8 km. al oeste de Emas y dominaba la llanura filistea. Atoto, hoy da Esdud, era una de las cinco ciudades de los filisteos. Jamnia, antiguamente Jabneel, situada cerca de Jafa; despus de la destruccin de Jerusaln sede del Sinedrio. 24. Porque es bueno, etc.: He aqu el elogio ms usado en la Escritura para alabar al Padre Celestial, que manifiesta su omnipotencia usando de misericor. dia (S. 49, 23 y nota; 117, 1 y 29 y todo el Salmo 135). Alabar a Dios es la mejor forma de expresarle la gratitud. As lo hizo su propio Hijo. Vase Mat. 11, 25; Juan 17, 1.

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gn l se haba prometido y conforme el rey haba mandado. 28 E1 ao siguiente reuni Lisias sesenta mi! hombres escogidos, y cinco mil de a caballo, con el fin de exterminar a los judos. ^ Y entrando en Judea sentaron los reales en Betorn, y saliles Judas al encuentro con diez mil hombres. ^Y conociendo que era poderoso el ejrcito. or. y dijo: Bendito seas, oh Salvador de Israel, T que quebrantaste la fuerza de un gigante por medio de tu siervo David, y que entregaste el campamento de los extranjeros en poder de Jonats, hijo de Sal, y de su escudero. 31Entrega ese ejrcito en poder de Israel, pueblo tuyo, y queden confundidas sus huestes y su caballera. 32Infndeles miedo, y aniquila su osada y coraje, y despedcense ellos mismos con sus propias fuerzas. ^Derrbalos con la espada de aquellos que te aman, para que todos los que conocen tu nombre te canten himnos de alabanza. 34 Trahada luego la batalla, quedaron en ella muertos cinco mil hombres del ejrcito de Lisias. 35Viendo ste la fuga de los suyos, y el ardimiento de los judos, y que stos estaban resueltos a vivir, o a morir valerosamente, se fu a Antioqua, y levant nuevas tropas escogidas para volver con mayores fuerzas a la Judea.DESOLACIN DEL TEMPLO.38

gi sacerdotes sin tacha, amantes de la Ley de Dios, 43los cuales purificaron el Santuario, y llevaron 44 un sitio profano las piedras cona taminadas. Y estuvo pensando qu deba hacerse del altar de los holocaustos, que haba sido profanado; 45 y tomaron el mejor partido, que fu el destruirle, a fin de que no fuese para ellos motivo de oprobio, puesto que haba sido contaminado por los gentiles, y as le demolieron; 4a y depositaron las piedras.en un lugar a propsito del monte en que estaba el Templo, hasta tanto que viniese un profeta, y decidiese qu era lo que de ellas deba hacerse. 47 Tomaron despus piedras intactas, conforme a la Ley, y construyeron un altar nuevo semejante a aquel que haba habido antes; 48 y reedificaron el Santuario, y aquello que estaba de la parte de adentro de la Casa, y santificaron el Templo y sus atrios. 49 E hicieron nuevos vasos sagrados, y colocaron en el Templo el candelero y el altar de los inciensos y la mesa. ^ Y pusieron despus incienso sobre el altar, y encendieron las lmnaras que estaban sobre el candelero, y alumbraron et Templo. 51Y pusieron los panes sobre la mesa, colgaron los velos, y completaron todas las obras que haban comenzado.62

EL PRIMER SACRIFICIO EN EL NUEVO ALTAR.

Entonces Judas

y sus hermanos, dijeron: Ya que quedan destruidos nuestros enemigos, vamos ahora a purificar y restaurar el Templo. 3 'Y reunido todo el ejrcito, subieron al monte Sin 38donde vieron desierto el lugar santo, y profanado el altar, y quemadas las puertas, y que en los patios haban nacido arbustos como en los bosques y montes, y que estaban arruinadas todas las habitaciones de los ministros del Santuario. 39A1 ver esto rasgaron sus vestidos, y lloraron amargamente, y se echaron ceniza sobre la cabeza; * y postrronse rostro por tierra, e hicieron resonar las trompetas con que se daban las seales, y levantaron sus clamores hasta el cielo.PURIFICACIN DEL TEMPLO.41

Levantronse antes de amanecer, el da veinticinco del noveno mes, llamado Casleu, del ao ciento cuarenta y ocho. 53y ofrecieron el sacrificio, segn la Ley, sobre el nuevo altar de los' holocaustos que haban construido. 54 Con lo cual se verific que en el mismo tiempo, y el mismo da que este altar haba sido profanado por los gentiles, fu renovado al son de55 cnticos, de ctaras, de liras, y de cmbalos. Y todo el pueblo se postr, hasta juntar su rostro con la tierra, y adoraron a Dios, y levantando su voz hasta el cielo, bendijeron a Aquel que les haba concedido aquella felicidad.56

INSTITUCIN DE LA FIESTA DE LA - DEDICACIN.

Celebraron la dedicacin del altar por espa-

Entonces Judas

dispuso que fueran algunas tropas a combatir a los que estaban en el alczar, mientras tanto que se iba purificando el Santuario. 42Y esco30. Alusin a I Rey. caps. 14 y 17. Salvador de Israel: La idea de que Dios es el nico salvador de su pueblo, se encuentra en muchos otros lugares de la Sagrada Escritura. Vase vers. 11: Jer. 14, 8, etc. 36 ss. La restauracin (cf. II Mac. 10, 1-8) se refiere al segundo Templo levantado despus del cautiverio de Babilonia, el mismo que, ampliado ms tarde por Heredes, exista en tiempos de Cristo y fu destruido despus por los romanos. 37. Monte Sin: En los libros del Antiguo Testamento este nombre designa la colina que se levanta en la parte nordeste de Jerusaln, y no el Sin de hoy, situado en la parte sudoeste. El nombre se usaba tambin para significar todo el terreno contiguo al Templo, y en sentido ms amplio todava, toda a ciudad de Jerusaln. 41. El alczar dominaba al Templo y toda la parte eriental de la ciudad.

46. Hasta tanto que viniese un profeta: Vase 14, 41 y nota. Se advierte una vez ms (cf. Esdr. 2, 63; Neh. 7, 65 y notas) la preocupacin de Israel por estos mensajeros de Dios (Hebr. 1. 1), sin los cuales se senta hurfano San Pablo seala la importancia del don de profeca tambin para el Nuevo Testamento (I Cor. 14). 47. Piedras intactas, esto es, toscas, no labradas con instrumentos. Vase x. 20, 25; Deut. 27, 5. 52. La fecha corresponde al ao 164 a. C. Era el tercer aniversario de la profanacin del Templo hecha por el sacrificio ofrecido a Jpiter. 56. Esta fiesta de la Dedicacin del Templo te celebr en adelante todos los aos en el mes de Casleu (diciembre). Vase Juan 10, 22. Llambase tambin Purificacin del Templo (II Mac. 1, 18), en griego Bncenia. Ntese el celo por la Casa del Seor que anima a Judas. "Me devora el celo por tu casa , asi poda decir con el Rey Profeta ( S . 68, 10.) "Bienaventurado, dice el Espritu Santo en los Proverbios, el hombre que me escucha y que vela continuamente a las puertas de mi Casa y est en observacin en los umbrala de ella" (Prov. 8, 34).

I L I B R O D E LOS M A C A B E O S 4, 56-61; 5, 1-21

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ci de ocho das, y ofrecieron holocaustos con regocijo, y sacrificios de accin de gracias y alabanza. "Adornaron tambin la-fachada del Templo con coronas de oro y con escudetes, y renovaron las puertas, y las habitaciones de los ministros, y les pusieron puertas. 58Fu extraordinaria la alegra del pueblo; y sacudieron de s el oprobio de las naciones. 59Entonces estableci Judas y sus hermanos, y toda la iglesia de Israel, que en lo sucesivo se celebrase cada ao con grande gozo y regocijo este da de la dedicacin del altar por espacio de ocho das seguidos, empezando el da veinticinco del mes de Casleu.FORTIFICACIN DEL MONTE SIN. ^Fortifica-

De all pas a los hijos de Ammn, donde encontr un fuerte y numeroso ejrcito, con Timoteo, su caudillo. 'Tuvo diferentes choques con ellos, 8y los derrot, e hizo en ellos gran matanza. Y tom la ciudad de Gacer con los lugares dependientes de ella, y volvise a Judea. LILEA. 9Los gentiles que habitaban en Galaad se reunieron para exterminar a los israelitas que vivan en su pas; mas stos se refugiaron en la fortaleza de Datemn. 10Desde all escribieron cartas a Judas y a sus hermanos, en las cuales decan: Se han congregado las naciones circunvecinas para perdernos; ny se preparan para venir a tomar la fortaleza donde nos hemos refugiado, siendo Timoteo, el caudillo de su ejrcito. 12Ven, pues, luego, y lbranos de sus manos, porque han perecido ya muchos de los nuestros; 13y todos nuestros hermanos, que habitaban en los lugares de Tubn, han sido muertos, habindose llevado cautivas a sus mujeres e hijos, y saquendolo todo, y dado 14 muerte all mismo a cerca de mil hombres. Aun no haba acabado de leer estas cartas, cuando he aqu que llegaron otros mensajeros que venan de Galilea, rasgados sus 15 vestidos, trayendo otras nuevas semejantes. Pues decan haberse coligado contra ellos los de Tolomaida, y los de Tiro y de Sidn, y que toda la Galilea estaba llena de extranjeros, con el fin de acabar con nosotros. 16Luego que Judas y su gente oyeron tales noticias, tuvieron un gran consejo para deliberar qu era lo que haran a favor de aquellos hermanos suyos que se hallaban en la angustia, y eran estrechados por aquella gente. 17 Dijo, pues, Judas a su hermano Simn: Escoge un cuerpo de tropas, y ve a librar a tus hermanos que estn en Galilea, y yo y mi hermano Jonats iremos a Galaad. 18Y dej a Jos, hijo de Zacaras, y a Azaras por caudillos del pueblo, para guardar la Judea con el resto del ejrcito. 19Diles esta orden: Cuidad de esta gente, les dijo; y no salgis a pelear contra Tos gentiles, hasta que volvamos nosotros. ^Dironse, pues, a Simn tres mil hombres para ir a Galilea, y Judas tom ocho mil para pasar a Galaad.PERSECUCIN DE LOS JUDOS EN GALAAD Y GA-

6

ron entonces mismo el monte Sin, y le circuyeron de altas murallas y de fuertes torres, para que no viniesen los gentiles a profanarle, como lo haban hecho antes. 61Y puso all Judas una guarnicin para que le custodiase, y le fortific para seguridad de Betsura, a fin de que el pueblo tuviese a esta fortaleza en la frontera de Idumea. CAPTULO VGUERRA CONTRA LOS PUEBLOS VECINOS.1

AS

que las naciones circunvecinas oyeron que el altar y el Santuario haban sido reedificados como antes, se irritaron sobremanera; *y resolvieron exterminar a los de la estirpe de Jacob que vivan entre ellos, y comenzaron a matar y perseguir a aquel pueblo. 3Entretanto bata Judas a los hijos de Esa en la Idumea, y a los que estaban en Acrabatane, porque tenan sitiados a los israelitas, e hizo en ellos un gran destrozo. 4 Tambin se acord de la malicia de los hijos de Be, los cuales eran para el pueblo un lazo y tropiezo, armndole emboscadas en el camino. 5Y obliglos a encerrarse en unas torres, donde los tuvo cercados; y habindolos anatematizado, peg fuego a las torres y quemlas con cuantos haba dentro.

60. "Judas se limita a fortificar el monte del Templo. Que ste deba entenderse aqu por monte Sin se ve claro -no slo del contexto mismo, sino tambin por 4, 37 s." (Fernndez, Topografa, p. 151). 61. Betsura, a 2& km. al sur de Jerusaln, sobre el camino de Hebrn, fortaleza en la frontera de SIMN LIBERTA A GALILEA Y JUDAS A GALAAD. Idumea. Otra traduccin: fortific a Betsura. 2. Como se ve, las persecuciones antisemticas no "Parti Simn para Galilea; y tuvo muchos son solamente cosa moderna. Cf. Hech. 18, 2. 3. Acrabatane, esto es, la cuesta del Escorpin 6. Sobre los hijos de Ammn, que vivan en la (Nm. 34, 4; Tos. 15, 3), nombre de un desfiladero regin septentrional de TransJordania, vase Is. 11, en el sudeste de Judea, al sur del Mar Muerto. Es 14; Jer. 27, 1 ss.; Ez. 21, 28 s.; Sof. 2, 8. de notar cmo entre los enemigos de Israel, antes 8. Gacer, situada en TransJordania (Galaad); seque los mismos gentiles (v. 9 ss.) y antes que los gn San Jernimo, a 14 millas romanas al norte de Moabitas (descendientes incestuosos de Lot), castiga Hesebn. Como se ver en lo consecutivo. Judas Dios a Edom, el pueblo de Esa, que odiaba al de castiga a todos los pueblos paganos que vejaban a su hermano Jacob. A este respecto vase, como orien- los judos. tacin, la profeca de Abdas; Salmo 75, 11; 136, 7; 9. Datemn: nombre de una ciudad del Haurn (al Is. 34, 5 ss.; 63, 1; Jer. 49, 7 ss.; Ez. 25, 12 ss.; norte de TransJordania). 35, 1-15 y notas. 13. Ttibn: probablemente idntico con Et-Taibe. 4. Los hijos de Ben (probablemente nombre de 21. Tolomaida (Ptolomais), puerto y ciudad en el una ciudad o regin) haban asaltado a las caravanas norte de Palestina, entre Haifa y Sidn. Llmase judas. Judas los anatematiz (v. 5), lo que equi- .en Juec. 1, 31: Acco; en la Edad Media: S._ Juan vale a su destruccin completa. Vase &x. 22, 20; de Acre, lugar de innumerables acciones blicas y Lev. 27, 28; Deut. 13, 13 ss. ltimo refugio de los Cruzados en Tierra Santa.

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I LIBRO DE LOS MACABEOS S, 21-M

encuentros con aquellas naciones, las que derrot y fu persiguiendo hasta las puertas de Tolomaida; 22dcjando muertos- cerca 23 tres de mil gentiles, y apoderndose del botn. Tom despus consigo a los que haba en Galilea y en Arbates. como tambin a sus mujeres e hijos, y todo cuanto tenan, y condjolos a la Judea con grande regocijo. 24 F.ntrctanto Judas Macabeo, con su hermano Jonats, pasaron el Jordn, y caminaron tres das por el desierto. 25Y salironles al encuentro los nabuteos, los cuales los recibieron pacficamente, y les contaron lo que haba acaecido a sus hermanos en Galaad; 26y cmo muchos de ellos se haban encerrado en Barasa, en Bosor. en Alimas, en Casfor, en Maget, y Carnaim. todas ellas ciudades fuertes y grandes; 27y cmo quedaban tambin cercados los que habitaban en otras ciudades de Galaad, y que los enemigos queran arrimar al da siguiente su ejrcito a aquellas ciudades, y prenderlos. y acabar con ellos en un solo da. 28 Con esto parti Judas inmediatamente con su ejrcito por el camino/ del desierto de Bosor, y apoderse de la ciudad, y pas a cuchillo a todos los varones, y despus de saqueada la entreg a las llamas. ^Por la noche salieron de all y se dirigieron a la fortaleza; M y al rayar el da, alzando los ojos vieron una tropa innumerable de gentes, que traan consigo escalas y mquinas para tomar la plaza, y destruir a los que estaban dentro. 31Luego que Judas vio que se haba comenzado el ataque, y que el clamor de los combatientes suba hasta el cielo como trompeta, y la grande gritera en la ciudad, 32dijo a sus tropas: Pelead en este da en defensa de vuestros hermanos. S3 Y marcharon en tres columnas por las espaldas de los enemigos; tocaron las trompetas, y clamaron orando. 'Entonces conocieron las tropas de Timoteo, que era el Macabeo el que vena, y huyeron su encuentro; sufriendo un gran destrozo, y habiendo perecido en aquel da al pie de ocho mil hombres.DESTRUCCIN DE CARNAIM Y EFRN. ^De all

torci Judas el camino hacia Masfa, la bati y se apoder de ella; pas a cuchillo todos los varones, y despus de haberla saqueado, la incendi. S8Partiendo ms adelante tom, a Casbn. a Maget, a Bosor y a las dems ciudades de Galaad. 37Despues de estos sucesos junt Timoteo otro ejrcito, y se acamp frente a Rafn. a la otra parte del arroyo. ^Judas JUDAS VUELVE A JERUSALN DANDO GRACIAS A envi luego a espiar al enemigo, y los emisarios DIOS. 52En seguida pasaron el Jordn en la gran llanura que hay enfrente de Betsn. !3 E iba Judas en la retaguardia reuniendo a los 23. Arbates o Arbata, hoy da Rabie, a 10 km. rezagados, y alentando al pueblo por todo el de Cesrea. 25. Los nabuteos, en griego nabateos, tribu rabe, camino, hasta que llegaron a tierra de Jud. cuya capital era Petra, situada entre el Mar Muerto M Y subieron al monte Sin con alegra y rey el golfo de Akaba (Mar Rojo). 26. Bosor, boy da Busra eski scham. Maget, hoy da Tell Mikdad. Carnaim: Cf. Gen. 14, 5 y nota. 35. No la Masfa de Samuel (I Rey. 7, 5), tino una ciudad de TransJordania. 37. Rafn, hoy da Er-Rafe, situada en Galaad, quizs la Rafana citada por Flinio como perteneciente a la Decpolis. 46. Efrn, ciudad ubicada entre Carnaim (Transjordania) y Betsn (hoy da Beisn), donde hay varios vados del Jordn (vase vers. 52). 54. Ninguno de ellos: Evidente milagro si se trat* de toda la guerra. Fillion, siguiendo a otros comentadores, lo refiere slo al regreso de Betsn a Jerusaln.

le dijeron: Todas las naciones que nos rodean se han juntado con Timoteo; es un ejrcito sumamente grande. 39Han tomado tambin en su auxilio a los rabes, y estn acampados a la otra parte del arroyo, preparndose para venir a darte la batalla. Y Judas march contra ellos. 40 Ahora bien, Timoteo haba dicho a los capitanes de su ejrcito: Cuando Judas con sus tropas llegare al arroyo y pasare l primero hacia nosotros, no le podremos resistir, y nos vencer infaliblemente. "Pero si temiere pasar, y pusiere su campo en el otro lado del arroyo, pasmoslo nosotros, y lograremos victoria. 42 En esto lleg Judas cerca del arroyo, y poniendo a los escribanos del ejrcito a lo largo de la orilla del agua, les dio esta orden: No dejis que se quede aqu nadie; sino que todos han de venir al combate. 43Dicho esto pas l el primero hacia los enemigos, y en pos de l toda la tropa, y as que llegaron, derrotaron a todos aquellos gentiles, los cuales arrojaron las armas,44 huyeron al templo que haba en y Carnaim. Judas tom la ciudad, peg fuego al templo y le abras con cuantos haba dentro; y Carnaim fu asolada, sin que pudiese resistir a Judas. 45Entonces reuni Judas todos los israelitas que se hallaban en el pas de Galaad, desde el ms chico hasta el ms grande, con sus mujeres e hijos, formando de todos ellos un ejrcito numerossimo para que viniesen a la tierra de Jud. 48 Llegaron a Efrn, ciudad grande situada en la embocadura del pas, y muy fuerte; y no era posible dejarla _ a un lado, echando a la derecha o a la iquierda, sino que era preciso atravesar por medio de ella. 47Mas sus habitantes se encerraron, y tapiaron las puertas con piedras. Enviles Judas un mensajero de paz, 48 dicindoIes: Es nuestro deseo pasar por vuestro pas para ir a nuestras casas, y nadie os har dao; no haremos ms que 49 pasar. Sin embargo, ellos no quisieron abrir. Entonces Judas hizo pregonar por todo el ejrcito, que cada uno la asaltase por el lado en que se hallaba. '"En efecto, atacronla los hombres ms valientes, y dise el asalto, que dur todo aquel da y aquella noche, cayendo al fin en sus manos la ciudad. 51Pasaron a cuchillo a todos los varones, y arrasaron la ciudad hasta los cimientos, despus de haberla saqueado, y atravesaron por toda ella, caminando por encima de los cadveres.

I L I B R O D E L O S M A C A B E O S 5, 54-68; 6. 1-11

1245 CAPTULO VIDERROTA DE ANTOCO EN PERSIA. 'Entretanto

gocijo, y ofrecieron all holocaustos en accin de gracias por el feliz regreso, sin que hubiese perecido ninguno de ellos.IMPRUDENCIA DE LOS COMANDANTES DE JERU-

SALN. Pero mientras Judas y Jonats estaban en el pas de Galaad, y Simn, su hermano, en Galilea delante de Tolomaida, MJos, hijo de Zacaras, y Azaras, comandante de las tropas, tuvieron noticia de estos felices 57 sucesos, y de las batallas que se haban dado. Y dijo aqul: Hagamos tambin nosotros clebre nuestro nombre, y vamos a pelear contra las naciones circunvecinas. 58Y dando la orden a las tropas de su ejrcito, marcharon contra Jamnia. S'Pero Gorgias sali con su gente fuera de la ciudad, para venir al encuentro de ellos y presentarles batalla. ^Y fueron batidos Jos y Azaras, los cuales echaron a huir hasta las fronteras de Judea; pereciendo en aquel da hasta dos mil hombres del pueblo de Israel; habiendo sufrido el pueblo esta gran derrota, 61por no haber obedecido las rdenes de Judas y de sus hermanos, imaginndose que haran maravillas. K iVIas ellos no eran de la estirpe de aquellos varones, por medio de los cuales haba de ser salvado Israel. M Por el contrario, las tropas de Judas se adquirieron gran reputacin, tanto en todo Israel, como entre las naciones todas, adonde^ llegaba el eco de su fama. MY la gente les sala al encuentro con aclamaciones de jbilo.

M

el rey Antoco recorriendo las provincias superiores, oy que haba en Persia una ciudad llamada Elimaida, muy clebre y abundante de plata y oro, 2con un templo riqusimo, donde haba velos con mucho oro, y corazas, y escudos que haba dejado all Alejandro, hijo de Filipo, rey de Macedonia, el que rein primero en Grecia. 3Y fu all con el fin de apoderarse de la ciudad, y saquearla; pero no pudo salir con su intento, porque llegando a entender su designio los habitantes, 4salicron a pelear contra l, y tuvo que huir, y se retir con gran pesar, volvindose a Babilonia.TARDO ARREPENTIMIENTO DE ANTOCO.5

Y es-

tando en Persia, llegle la noticia de que haba sido destrozado el ejrcito que se hallaba en el pas de Jud, *y que habiendo pasado all Lisias con grandes fuerzas fu derrotado por los judos, los cuales se hacan ms poderosos con las armas, municiones y despojos tomados al ejrcito destruido; 'y de cmo haban igualmente ellos derrocado la abominacin erigida por l sobre el altar de Jerusaln, y cercado asimismo el Santuario con altos muros, segn estaba antes, y tambin a Betsura, su ciudad. sOdo que hubo el rey tales noticias, qued pasmado y lleno de turbacin, y psose en cama, y enferm de melancola, viendo que no le haban salido las cosas como l se lo haba imaginado. 'Permaneci as en aquel lugar por JUDAS CASTIGA A LOS IDUMEOS Y FILISTEOS. muchos das; porque iba aumentndose su tris^March despus Judas con sus hermanos al teza, de suerte que consinti en que se mora. pas del medioda a reducir a los hijos de Esa, y se apoder a la fuerza de Hebrn, y de sus MUERTE DE ANTOCO. 10Con esto llam a toaldeas, quemando sus muros y las torres que dos sus amigos, y les dijo: El sueo ha huido tena alrededor. ^De all parti y se dirigi al pas de las naciones extranjeras, y recorri de mis ojos; mi corazn se ve abatido y oprin la Samara. 67En aquel tiempo murieron pe- mido de pesares, h e dicho en mi corazn: A qu afliccin me veo reducido, y en qu leando unos sacerdotes por querer hacer proe-, zas, y haber entrado imprudentemente en el abismo de tristeza me hallo, yo que estaba ancombate, ojudas torci despus hacia Azoto, tes tan contento y querido, gozando de mi pas de los extranjeros, y derrib sus altares, Elimaida: El nombre viene quem los simulacros de sus dioses, saque las de 1. Persia (Dan. 8. 2). Crampn de Elam, laprovincia adopta versin ciudades, y con sus despojos volvise a tierra del Codex Aiexandrinus: Oy que haba en Persia, en (la provincia de) Elimaida, una ciudad famosa de Jud.por sus riquezas de plata y oro. De esta manera se elimina la dificultad de que no hubiese ciudad de ese nombre, sino solamente una provincia. 4. La mencin de Babilonia confirma que ella no fu destruida por Ciro, como se crea antiguamente. Vase Dan. 5, 30 y nota. 7. Abominacin: se usa en la S. Escritura como trmino despectivo por dolo. Vase Is. 41, 24; 66, 17; Jer. 2, 7; 13, 27; Dan. 9. 27, etc. 9 ss. Esta desesperada lamentacin final del rey a quien 'a Biblia presenta como el mayor dechado de perversidad, tiene para nosotros el va'or de. una verdadera meditacin. Se ven los mismos remord mientos en Can y en Judas, porque los crmenes oprimen la conciencia y con sus constantes acusaciones castigan al pecador. "No hay pena compararable a una conciencia cargarla de crimenes. dice S. Gregorio Mapno, porque cuando el hombre sufre e* teriormente. se refugia en Dios; pero una conciencia desarreglada no encuentra a Dios dentro de s mismo; entonces, dnde puede hallar consuelo, dnde buscar el reposo y la paz?" (In Ps. CXVI1I).

55. "Este desgraciado episodio de los dos lugartenientes de Judas sirve al autor para poner ms de relieve el valor de los hermanos Macabeos, a quienes pareca acompaar la victoria" (Ncar-Colunga). Sirve asimismo para ensearnos que la guerra de los Macabeos era una guerra santa y que la victoria corresponda solamente a los llamados por Dios. Cf. v. 62. 61. Ntese el contraste con 2, 21 y 4, 6 ss. y nota. Cnmo vemos en el 'Magnficat (I,uc. 1, 52), la vanagloria se castiga a si misma al incurrir en la reprobacin divina. Vase en cambio, la glorificacin del Macabeo en vers. 63 ss. 62. Aquellos varones: los (Macabeos, el sacerdote Matatas y sus hijos. Es Dios quien nos llama y no nosotros. Vase Juan 15, 16: "Yo soy el que he elegido a vosotros." 66. En vez de Samarla dice el griego, con Josefo y la traduccin latina antigua ( t a l a ) : Maresa (ciudad de la llanura de Judea).

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I LIBRO DE LOS MACABEOS 6, 11-4412

regia dignidad! Mas ahora se me presentan a la memoria los males que caus en jerusaln, de donde me traje todos los despojos de oro y plata que all tom, y cmo sin motivo alguno envi a exterminar los moradores de la Judea. 13 Yo reconozco ahora que por eso han llovido sobre m tales desastres; y ved aqu que muero de profunda melancola en tierra extraa. 14 Llam despus a Filipo, uno de sus confidentes, y le nombr regente de todo su reino; ^y entregle la diadema, el manto real y el anillo, a fin de que fuese a encargarse de su hijo Antoco, y le educase para ocupar el trono. 16Y muri all el rey Antoco, el ao ciento cuarenta y nueve. LN. 17A1 saber Lisias la muerte del rey, proclam a Antoco, su hijo, a quien l haba criado desde nio; y le puso el nombre de Eupator. "Entretanto los que ocupaban el alczar tenan encerrado a Israel en los alrededores del Santuario; y procuraban siempre causarle dao, y acreceatar el partido de los gentiles. 19Resolvi, pues, Judas destruirlos, y convoc a todo el pueblo para ir a sitiarlos. ^Reunida la gente comenzaron el sitio el ao ciento cincuenta, y construyeron ballestas, y otras mquinas de guerra. "Salieron fuera algunos de los sitiados, a los que se agregaron varios otros de los impos del pueblo de Israel. 22 Y se fueron al rey, y le dijeron: Cundo, finalmente, hars t justicia, y vengars a nuestros hermanos? 23Nosotros nos resolvimos a servir a tu padre, y obedecerle, y observar sus leyes. 24Por esta causa nos tomaron aversin los de nuestro mismo pueblo, han dado muerte a todo el que han encontrado de nosotros, y han robado nuestros bienes; 25 y no tan slo han ejercido su violencia contra nosotros, sino tambin por todo nues