sobre “baÑos tibios prolongados”, balnearios y locura en galicia (finales del siglo xix y...

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Historia Psiquiatría. Galicia, Hidroterapia.

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    SOBRE BAOS TIBIOS PROLONGADOS, BALNEA-RIOS Y LOCURA EN GALICIA (FINALES DEL SIGLO

    XIX Y PRIMEROS AOS DEL SIGLO XX).Tatiana Bustos Cardona, David Simn Lorda, Xaqueline Estvez Gil y

    Claudia Ximena Muoz Anduquia.

    Los baos tibios, ms o menos prolongados, cubierta la cabeza con SDxRVPRMDGRVHQDJXDIUtDRFRQLUULJDFLyQFRQWtQXD>@JXUDQHQ

    primera lnea entre los medios sedantes de la agitacin y el delirio manaco

    (GIN I PARTAGS, 1876) (1)

    Introduccin

    Con este trabajo pretendemos investigar y arrojar alguna luz acerca del uso de la hidroterapia y crenoterapia en el tratamiento de la enferme-GDGPHQWDOHQ*DOLFLDGXUDQWHHOSHUtRGRGHQDOHVGHOVLJOR;,;\SULQFL-pios del XX. Desde tiempo inmemorial la humanidad ha utilizado el agua para el alivio de sus enfermedades (2, 3). Hipcrates recomendaba el agua fra como sedante para la melancola, Celso para la locura triste, Areteo para el frenes y el sncope. Pero no fue sino hasta los siglos XVIII y XIX cuando volvi a considerarse el agua como materia de estudio y se sistematiz su aplicacin. Desde primeros aos del XIX, a raz de la publicacin del Trait (Tra-WDGRPpGLFRORVyFRde la enagenacin del alma Mana) de Pinel en 1801, la hidroterapia se convierte en una de las ms populares propuestas teraputicas empleadas en los hospitales psiquitricos de todo el mundo occidental (4). /DKLGURWHUDSLDVHUHFRPHQGDEDHVSHFtFDPHQWHSDUDHOWUDWDPLHQWRde las enfermedades mentales (5), como la hipocondra, la mana, la me-lancola, la epilepsia, la clorosis y la parlisis (2).

    Los baos tibios obran frecuentemente como poderosos se-dantes del dolor moral. Estn principalmente indicados en los ca-sos recientes, en personas jvenes; cuando la melancola est li-gada la amenorrea; en las melancolas simples iniciales; en las melancolas manacas; cuando se advierten tendencias eruptivas sudricas, y en los casos en que puede suponerse que la melan-cola depende de la supresin de una dermatosis. La duracin de

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    estos baos es variable; ya hemos emitido sobre los efectos de los baos tibios prolongados; en Nueva-Beln raras veces los ha-cemos durar ms de cuatro horas. Se comienza administrndoles diariamente, luego en das alternos y despus dos por semana.-XDQ*LQpL3DUWDJiV7UDWDGRGH)UHQRSDWRORJtD (1)

    3DUDQDOHVGHOVLJOR;,;ODKLGURWHUDSLDHUDXQDGLVFLSOLQDFRQEDVHVVLROyJLFDVPRGHUQDV\XQFXHUSRGHFRQRFLPLHQWRVVyOLGR6HGHFtDque los fenmenos que produca el agua cuando se usaba frecuentemente \SRU ODUJR WLHPSRPRGLFDEDQHO WHPSHUDPHQWR OD FRPSRVLFLyQGH ODsangre, la digestin y la absorcin. En cuanto al termalismo, la crenoterapia y los balnearios, decir que au-tores como Rodrguez Snchez indican que el fenmeno balneario tiene una complejidad que necesita un anlisis histrico que contemple los diversos elementos que intervienen en el mismo: grupos humanos constituidos en torno a los manantiales minero-medicinales (baistas, empresarios y cien-WtFRVLQWHUUHODFLRQHVHQWUHHOORVHQHOPDUFRGHOHVWDEOHFLPLHQWRWHUPDOlocalidad en que asienta el balneario, las actitudes generales de la ciencia hacia la cura hdrica y la valoracin que la sociedad ha hecho del agua en cada poca. Trataremos de en prximas lneas de apuntar algunos datos que contextualicen y den una idea del marco histrico de nuestra investigacin. Aunque la costumbre de visitar los balnearios para tratar los trastor-nos mentales se haba mantenido intacta desde el siglo XVIII, en todo el mundo occidental en el siglo XIX se produjo un importante incremento en la frecuentacin en los balnearios (8). A todos ello contribuyeron el incremento y ascenso de la clase media -burguesa en este perodo de en-tresiglos (XIX-XX), el inters por la mejora personal y en el cuidado de la salud y del cuerpo debido a las difusin de las ideas higienistas, as como una mejora en las comunicaciones. Tambien contribuy el esnobismo que produca la imitacin de los hbitos de las clases superiores, la falta de re-cursos curadores para ciertas dolencias y los avances experimentados en la qumica para conocer la composicin de las aguas minerales potenciaron el auge de la balneoterapia en Europa durante el siglo XIX (9). En 1900 el balneario era el lugar preferido por la clase media para el tratamiento de las enfermedades crnicas, y entre ellas las psiquitricas, y sobre todo para dolencias psiquitricas menores y nerviosas. Como dice el historiador de la psiquiatra Edward Shorter (8) tomando una frase de unas memo-rias de una paciente, muchos de los balnearios eran en realidad rsticas repblicas de bebedores de agua en las que se respiraba el espritu de la hipocondra ansiosa y de la neurosis. En la Espaa de 1851, se estimaba en 60.000 el nmero de enfermos que haban utilizado instalaciones balnearias y en ms de 30.000 la can-

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    tidad de acompaantes distribuidos entre los casi 85 balnearios con di-UHFFLyQPpGLFD/DVHJXQGD/H\GH'HVDPRUWL]DFLyQSODQLFDGDSRUMadoz (1855), hizo que en pocos aos las propiedades de fuentes, manan-tiales, balnearios, casas de bao (hasta entonces en manos de municipios y rdenes religiosas) pasaran a manos de particulares y empresas propician-do sin duda una nueva actividad balnearia. En 1892, los 152 balnearios abiertos en ese ao llegaron a albergar a 150.000 agistas. Un volumen nada despreciable para la Espaa de la poca. Este perodo de la historia de Espaa, de 1874 a 1923, conocido como el perodo de la Restauracin, va a ser una poca de cierta tranquilidad, moderacin y conciliacin (recor-demos a su vez que estamos en el momento de la llamada Belle poque, TXHOOHJDKDVWD3HUPLWLyFRQJXUDUODHWDSDGHPi[LPRHVSOHQGRUy madurez de la Hidrologa Mdica en Espaa, y tambin en Europa. En este contexto debemos recordar que Galicia tiene ms de 300 manantiales mineromedicinales catalogados en su territorio, lo que la colocaba a la cabeza del termalismo en Espaa (6, 9, 11).

    /DKLGURWHUDSLDHQHO0DQLFRPLRGH&RQ[RHQHOSHUtRGRGHQDOHVGHOsiglo XIX y primeros aos del XX

    La tarda manicomializacin de la locura/enfermedad mental en la Galicia del siglo XIX est representada por la apertura en verano de 1885 del llamado Manicomio Central de Galicia (12, 13), situado en el anti-guo monasterio de Conxo, un municipio colindante con el de Santiago de Compostela (A Corua). Ser durante varias dcadas el nico manicomio abierto en Galicia, y funcion como un establecimiento privado inicial-PHQWHEHQpFR\OXHJR\DFRQXQDRULHQWDFLyQPiVFODUDPHQWHPHUFDQWL-lista (explotado por la Iglesia y la Banca compostelana) que concertaba las estancias de los enfermos (dementes-alienados-locos) con las Diputacio-nes gallegas (12, 14). A travs de trabajos previos (4,12,15-17) ya tenamos algunas referen-cias al uso de la hidroterapia dentro del escaso arsenal teraputico que se usaba durante el tratamiento y reclusin de los dementes en este centro. Dichas referencias se completaban adems con las fotografas o postales promocionales del establecimiento manicomial que se editaron en torno D\HQGRQGHVHPRVWUDEDXQDIRWRGHXQDDPDQWH6DODGHHidroterapia situada en el hospital. Los tratamientos eran indicados por los mdicos que ejercieron en el Manicomio durante este perodo (4,12,13, 18), todos ellos a su vez vincu-lados como profesores de la Facultad de Medicina de Santiago de Com-postela. El primer director de Conxo fue Timoteo Snchez Freire (1838-

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    1912), que ser el primer director del Manicomio, fue Catedrtico de Patologa General y Anatoma Patolgica (1871) y de Clnica Quirrgica (1872). Publica poco a lo largo de su vida y del campo de la psiquiatra hay que destacar la obra La hipnologa en nuestros das (1888). Ser una de las piezas fundamentales en la apertura y primeros aos de Conxo, centro que dirigir hasta su fallecimiento. /DVHJXQGDJXUDLPSRUWDQWHHQHVWHSHUtRGRHV-XDQ%DUFLD&DEDOOHUR(1852-1926). Fue Catedrtico de Anatoma (en 1897), mdico titular del Seminario diocesano, de todos los conventos de clausura y de los Arzo-bispos Martn de Herrera y Lago. Entra a trabajar en Conxo poco despus de su apertura y llega a dirigir el Manicomio en donde sucede a Snchez Freire. Fue uno de los miembros Fundadores de la Asociacin Espaola de Neuropsiquiatra (1924). De ideologa catlico-conservadora, pertene-ci a la Real Academia Gallega. Destacado periodista, traductor, literato, QRYHOLVWD\SRHWD7XYRXQDSURGXFFLyQFLHQWtFDH[WHQVDGHVWDFDQGRVXVtrabajos en el campo de la Morfologa y la Psiquiatra. Su obra ms inte-resante De Re Phrenoptica(1915), dedicada a temas de psiquiatra, en donde con una orientacin organicista, aborda aspectos mdico legales, la psicoterapia y la laborterapia, y es asimismo crtico con el uso indiscrimi-nado de la hidroterapia (4). Para analizar el uso de las diferentes variantes de hidroterapia en el tratamiento de los enfermos internados en Conxo, consultamos los his-toriales clnicos que se conservan de los enfermos ingresados en dicho centro desde el ao 1890. Dichos historiales (19-21) se custodian en el Arquivo Central de Galicia (en la Cidade da Cultura, Santiago de Compos-tela) y que estn accesibles a los investigadores desde el 2012. Pudimos consultar los expedientes clnicos desde el ao 1890 hasta 1915, en donde recogimos fecha de ingreso, diagnsticos y tratamientos hidroterpicos y sus diferentes asociaciones. Tratamos tambin de ver si DOJXQRV GH ORV KLVWRULDOHV HVWDEDQUPDGRV SRU ORVPpGLFRV DQWHV UHIH-ULGRVSHURQRHQFRQWUDPRVUPDRDQRWDFLRQHVFRQ ORVQRPEUHVGH ORVfacultativos en dichos historiales. En el conjunto de documentacin consultada hay muchos casos de diagnsticos de idiocia, demencia, delirio crnico, locura epilptica, ma-na, melancola, locura circular, locura puerperal Se usaban diferentes formas de tratamientos hidroterpicos: baos pro-longados, ducha escocesa, duchas fras, duchas calientes, afusiones fras los cuales eran indicados en casos variados: manas, locuras puerperales, delirios crnicos, melancolas y en muchas ocasiones eran combinados con otros tratamientos como bromurados, hidrato de cloral, evacuaciones sanguneas, afusiones, vejigatorios, opiceos. Exponemos a continuacin una tabla con los casos y datos recogidos:

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    Anlisis de historias clnicas de pacientes del Manicomio de Conxo (1890-1917), Arquivo de Galicia (Santiago).

    NHC

    233264

    289

    344

    363

    454

    495

    521534

    1362

    16571627

    1368

    1820

    1677

    18201847

    Sexo

    HH

    H

    M

    M

    H

    H

    MH

    H

    HM

    H

    H

    M

    HH

    F.Ingreso

    23/10/189010/09/1890

    8/02/1891

    18/01/1892

    8/06/1892

    23/04/1892

    23/08/1893

    12/02/189410/04/1894

    10/11/1909

    26/01/19141914

    10/12/1909

    1915

    21/05/1915

    junio 1916enero 1917

    Diagnstico

    Locura religiosa/msticaLocura alcohlica

    Parlisis general

    Locura puerperal

    Delirio crnico

    Mana

    Mana

    Locura histricaMana

    Melancola crnica con tendencia a la demenciaParlisis general?

    Melancola simple

    Mana aguda

    Locura puerperal

    Mana aguda. Esquizofrenia.

    Tratamiento

    Bromuro de sodio.Evacuacin sangunea +baos pro-longados templados +bromuro Bao templado+ bromuro potsico+ ludano de SydenhamBromurados + baos tibios prolon-gados.Bromuro potsicos + baos prolon-gados.Bromuro potsico + baos tibios prolongados + compresas fras en la cabezaBromurados + baos prolongados, opioides + afusiones fras+ tnicos.Baos tibios + bromuro potsico.Bromuro potsico en dosis crecien-tes + baos tibios + compresas fras en la cabeza. Hidroterapia + vejigatorios.

    Bao + Luminal.Baos calientes y prolongados +Clinoterapia+ Luminal0RUQDHQGRVLVFUHFLHQWHVduchas generales + vejigatorios en la nuca.Hidroterapia + baos calientes prolongadosDucha vaginal caliente + 28 inyec-ciones de cacodilatosHidroterapia., dieta lctea.Baos hirvientes

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    A tomar las aguas al balneario: Neursicos y otros agistas

    Quisimos complementar nuestro trabajo acerca del uso de las hidro-terapias en el tratamiento de las enfermedades mentales en Galicia en este perodo, explorando una variante de la hidroterapia, en concreto la lla-mada Crenoterapia, la cual consiste en la aplicacin teraputica de aguas minero-medicinales. Hemos acudido a fuentes de informacin que nos posibilitaran ver qu patologas acudan a los numerosos establecimientos balnearios que estaban funcionando en esos aos en Galicia (6, 9, 11, 22). Nos referi-mos a las Memorias impresas y manuscritas de los Mdicos Directores de los balnearios, las cuales son de suma importancia pues estos facultativos fueron actores y testigos de todos los acontecimientos y hallazgos que se producan en los centros que dirigan (23, 24). En todas ellas hay listados y estadsticas con los diagnsticos de las dolencias que presentaban los baistas y agistas que all acudan. En nuestro caso acudimos a ellas bus-cando casos de diagnsticos del campo de la psiquiatra. Aunque no hemos podido realizar una consulta exhaustiva y completa GH ODV0HPRULDVGH(VWDEOHFLPLHQWRV%DOQHDULRVGH*DOLFLDDQDOHVGHsiglo XIX y primeros aos del XX, hemos tenido acceso a un nmero importante de las mismas, las cuales estn digitalizadas y accesibles desde Internet. Hemos revisado (25) 23 memorias de los establecimientos bal-nearios de la provincia de Ourense (Baos de Molgas, Caldas de Ourense, Carballio, Caldelias-Sousas en Vern), Lugo (Lugo, O Incio), Ponte-vedra (La Toja, Caldelas de Tui) y A Corua (Carballo), casi todas ellas pertenecientes al perodo entre 1876 a 1901. Durante estos aos y hasta 1914 convivieron en Galicia dos modelos de balneario (22). De un lado encontramos los balnearios tradicionales, con instalaciones hosteleras y teraputicas modestas. Algunos tenan ges-tin privada-familiar y otros era de titularidad vecinal o municipal. En HVWRVDxRVDQDOL]DGRVODFULVLVDJUDULDGHQGHVLJOR\ODVXELGDGHOFRVWHde la vida, produjeron un cierto descenso de su clientela, mayoritariamen-te popular y campesina. Pensemos adems que en 1900, solo el 9% de la poblacin gallega viva en un entorno urbano. Al lado de estos establecimientos convivieron otros de mayor lujo y confort, como La Toja y Mondariz (9), que trataban de reproducir el modelo centro-europeo de las grandes estaciones balnearias. Contaban con hoteles, comedores decorados, actividades ldicas varias y modernos gabinetes hidro-terpicos orientados a una demanda de mayor poder adquisitivo, que conceba el balneario como lugar de curacin, descanso estival y sociabilidad (9, 22). (QODPD\RUtDGHODV0HPRULDVTXHKHPRVSRGLGRFRQVXOWDUJXUDQlistados con los diagnsticos que hacan los mdicos de los balnearios al

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    QDOGHODWHPSRUDGDEDOQHDULD'LDJQyVWLFRVFRPRKLVWHULDKLVWHULVPRde todas las formas, neurosismo, neurosis funcionales, neurastenia, QHXURVLV WUyFDVYHVDQLDFORURVLVGLVSHSVLDVDVPDQHUYLRVR UHXPDWLV-mo nervioso, corea, herpetismo, parlisis.aparecen en muchas de estas memorias si bien en un porcentaje pequeo respecto al nmero total de agistas que acudan a estos establecimientos crenoterpicos. No hemos visto especiales diferencias entre las dos tipologas de balnearios gallegos antes descritos. Pensamos que es muy posible que un estudio ms com-pleto de todas las memorias no hara variar esta impresin respecto a los diagnsticos del orden psi que hacan los mdicos del Cuerpo de Baos o de los balnearios.

    Del Manicomio de Conxo al Balnerio do Tremo: A tomar las aguas al balneario?

    ,QYHVWLJDGRUHVFRPR*DJRDUPDQTXHHQODpSRFDGH7LPRWHRSnchez Freire como director, se programaron tratamientos para algunos de estos enfermos en algn establecimiento balneario cercano al manico-mio, en concreto en el Balneario de Tremo de Nuestra Sra. Dos nxeles en Brin, a unos 10 km de Santiago de Compostela. El propio Snchez Freire gustaba de frecuentar las visitas a balnearios (18) siendo frecuente que acudiese al Balneario de Cuntis. En su ambicioso y exhaustivo tratado Hidrologa Mdica de Galicia, el insigne mdico D. Nicols Taboada Leal, publicado en el ao 1877, describe (11) con detalle las propiedades fsicas, qumicas y medicinales de las aguas de Tremo-Brin. Sus aguas VRQGHWLSRVXOIXUDGDVELFDUERQDWDGRVyGLFDVVLOLFDWDGDV\XRUDGDV6Xcomposicin parece que las hace indicadas para tratamiento de problemas reumticos, respiratorios y dermatolgicos, pero tambin para combatir trastornos de tipo psicolgico como estrs, ansiedad y depresin. Las gen-WHVGHOD]RQDD~QVHUHHUHQDHVWHEDOQHDULRFRPROD%XUJDGR7UHPR\todava acuden muchas personas a recoger agua para llevarse a su domi-cilio. Del viejo balneario queda la fuente o burga y un roble centenario, ahora situado en el jardn de un moderno hotel-balneario. En la documentacin examinada en el Arquivo de Galicia, ningn referencia encontramos acerca de tratamientos crenoterpicos de pacien-tes del manicomio de Conxo en el Balneario do Tremo. Est por estudiar con ms profundidad esta posible relacin entre el balneario do Tremo y Conxo en esos aos.

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    Resultados/Conclusiones:

    La investigacin acerca del uso de la hidroterapia y la crenoterapia en el tratamiento de la enfermedad mental en Galicia realizada en este trabajo nos permite ir dibujando y arrojando alguna luz sobre las indicaciones, las prcticas concretas y los espacios/lugares de tratamiento. As, por un lado, hay evidencia de uso de tratamientos hidroterpicos en el interior del Manicomio de Conxo que se usaron en el tratamiento de los enfermos mentales all internados al menos desde 1890 hasta 1917 que es el perodo en el cual se han podido consultar los expedientes clnicos en sus diferentes formas de hidroterapia (baos prolongados, ducha escocesa, duchas fras, duchas calientes, afusiones fras) eran indicados en casos variados: manas, locuras puerperales, delirios crnicos, melancolas y combinados con otros tratamientos como bromurados, hidrato de cloral, evacuaciones sanguneas, vejigatorios, opiceos.). En la documentacin consultada hasta la fecha no hemos conseguido encontrar referencias documentales acerca de tratamientos crenoterpicos en los establecimientos balnearios cercanos al manicomio. Por otro lado, y aunque an estara pendiente de un anlisis mas ex-KDXVWLYR\SRUPHQRUL]DGRSHQVDPRVTXHVtTXHVHSXHGHDUPDUTXHDOmismo tiempo que parece que a algunos enfermos mentales graves se les aplicaban curas hidroterpicas en el Manicomio de Conxo, a toda la red de balnearios de Galicia acudan numerosos pacientes (clientes) con pro-blemas de orden neurtico (diagnosticados o etiquetados como histeria, neurosismo, neurastenia, ) y psicosomtico (reumatismo nervioso, clo-rosis, dispepsias, herpetismo, parlisis) en donde eran diagnosticados y/o tratados por los mdicos de estos balnearios gallegos del perodo de la Restauracin y la Belle poque (1875-1914).

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    Ilustracin 1. Postal Conxo. Sala de Hidroterapia.

    Ilustracin 2. Memoria de Baos de Molgas, 1894.

    Ilustracin 3. Balneario Molgas, anuncio en el diario

    El MIO (Ourense) 1907 (Biblioteca Diputacin de Ourense)

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    BIBLIOGRAFA

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    (21) Arquivo de Galicia, Fondo Archivo clnico hospital psiquitrico de Conxo: Expe-dientes Clnicos de pacientes. H n 1820 a 1847 (aos 1916 y 1917). Caja G5814. (22) Alonso lvarez L, Lindoso Tato E, Vilar Rodrguez M . O lecer das augas. Histo-ria dos balnearios de Galicia, 1700-1936. Vigo: Editorial Galaxia, 2011. (23) Maraver Eyzaguirre F. El termalismo y culto a las aguas en la Prensa mdica Espaola. Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, H Antigua 1992; V: 195-210. (24) Mndez JA. Memorias de las aguas mineromedicinales espaolas. (Siglos XIX y XX). Balnea, nm 3 (Extraordinario). Madrid: Publicaciones UCM, 2008 (25) Coleccin digital de Baos y Aguas minero-medicinales de Espaa. Madrid: Bi-blioteca Complutense. Disponible en: http://biblioteca.ucm.es/med/24509.php.

    Relacin de memorias consultadas: (VWDEOHFLPLHQWREDOQHDULRGH&DOGDVGH2UHQVHPHPRULDDQXDOUHJODPHQWDULDWHPSR-UDGDRFLDOGHHOPpGLFRGLUHFWRU'0DQXHO0DUWtQH]GH(DOR &DUEDOOLQR \ 3DUWRYLD0HPRULD GH OD WHPSRUDGD RFLDO GH 0HGLFRGLUHFWRUEduardo Menndez Tejo, 1882 0HPRULDGHORVHVWDEOHFLPLHQWRVGHDJXDVPLQHURPHGLFLQDOHVGH&DUEDOOLQR\3DUWRYLD: ao de 1876 / director Juan Jos Ferrer, 1876 0HPRULDDQXDOGHOEDOQHDULRGH9HUtQ>@>0DULDQR&DUUHUR@ $JXDVELFDUERQDWDGRVyGLFDVGH6RXVDV\&DOGHOLxDV0HPRULDGHODWHPSRUDGDRFLDOde 1888 / Mdico-Director Juan Fuentes Oterino, 1888. (VWDEOHFLPLHQWRKLGURPLQHUDOGH6RXVDV\&DOGHOLxDV9HUtQSURYLQFLDGH2UHQVHWHP-porada de 1894 / [director] Felipe Isla, 1894 0HPRULDUHJODPHQWDULDDOEDOQHDULRGH9HUtQ2UHQVHWHPSRUDGDRFLDOGHHOmdico-director Joaqun Aleixandre, 1895 $JXDVGHO,QFLRHQ/XJRPHPRULDGHODWHPSRUDGDGH+5RGUtJXH]3LQLOOD1894 %DxRV\DJXDVPLQHURPHGLFLQDOHVGH/XJRWHPSRUDGDGH>GLUHFWRU@'U$UVHQLRMarn Perujo, 1901. 0HPRULDGHORVHIHFWRVTXHKDQSURGXFLGRODVDJXDVPLQHURPHGLFLQDOHVGH/XJRHQODtemporada de 1893 / por D. Hilarin Rugama, mdico director propietario del establecimien-to, 1894. 0HPRULD UHJODPHQWDULD DQXDO GH ORV EDxRV GH&DUEDOOR SRU HOPpGLFRGLUHFWRU'UBenito Avils, Madrid, 1901 $JXDVPHGLFLQDOHVQDWXUDOHVGH&DUEDOORPHPRULDiORVHIHFWRVGHOSiUUDIRGHODUWt-culo 57 del reglamento, ao 1900 / [el medico-director]D.Marco Antonio Daz de Cerio. (VWDEOHFLPLHQWRVEDOQHDULRVGH&DOGDVGHORV5H\HVHQODSURYLQFLDGH3RQWHYHGUDPH-moria correspondiente al ao de 1885... / por Antonino Caa y Gamero, medico-director de los referidos establecimientos 0HPRULDDQXDOGHODVDJXDVGH&DOGDVGH5H\HVHQODSURYLQFLDGH3RQWHYHGUDSUHVHQWDGDiOD'LUHFFLyQ*UDOGH%HQHFHQFLD\6DQLGDGSRUHOPpGLFRGLUHFWRU(QULTXHRanz de la Rubia, 1885. 0HPRULDGHORVEDxRVGH/RXMRyOD7RMDSURYLQFLDGH3RQWHYHGUDFRUUHVSRQGLHQWHiODWHPSRUDGDRFLDOGHGLUHFWRU9LFHQWH*DUFtD0LOOiQ 0HPRULD GH ORV EDxRV \ DJXDVPLQHURPHGLFLQDOHV GH OD7RMD FRUUHVSRQGLHQWH D ODtemporada de 1891 / el Mdico Director Vicente Garca Milln, 1891. 0HPRULDGHODVDJXDVPLQHURPHGLFLQDOHVGHOD7RMDHQODSURYLQFLDGH3RQWHYHGUD1898 / el mdico-director V. Garca Milln, 1898. 0HPRULDGHORVEDxRVPLQHURPHGLFLQDOHVGHOD7RMDFRUUHVSRQGLHQWHiODWHPSRUDGDRFLDOGHHOPHGLFRGLUHFWRU9*DUFtD0LOOiQ

    SKMBT_C45114110920120baos tibios bustos simon RAZON LOCURA Y SOCIEDAD FINAL VERSION noviembre 2013