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Sn 63 Siglo nuevo Autores con un estilo antisolemne, irónico, coloquialista, con influencias de la cultura pop que sería conocido más tarde como literatura de la onda. En 1965, aparece Gazapo de Gus- tavo Sainz, posteriormente, De perfil (1966) de José Agustín l l y Pasto verde (1968) de Parmé- e e nides García Saldaña, las que se constituyeron en sí mismas como las obras seminales y fundamentales de este tipo de narrativa. La crítica literaria Margo Glantz Shapiro fue quien acu- ñó por vez primera el término literatura de la onda, en su li- bro Onda y escritura en México: jóvenes de 20 a 33 en el cual, la también autora de Las genea- logías separa entre “escritura”, s s en donde ubica a la narrati- va formal, tradicional y en donde se encontraban Carlos Fuentes, Sergio Galindo, Juan García Ponce, por mencionar a algunos. Mientras que en la onda situaba y desdeñaba a los autores con un estilo antisolemne, irónico, colo- quialista, con influencias de la cultura pop, que empleaban una diagramación tipográfica poco convencional. Bajo esa etiqueta colocó a José Agustín, René Avilés Fabila, Parméni- des García Saldaña, Juan To- var, Gerardo de la Torre y Gustavo Sainz. Sin embargo, en realidad no todos estos au- tores continuaron con la mis- ma línea estilística, sólo Par- ménides García que publicó un par de libros de cuentos, El rey criollo y El callejón del blues y, principalmente, José Agus- tín que con Inventando que sue- ño, o o El rey se acerca a su templo y Se está haciendo tarde (final en laguna) a a , se consolidó como el máximo exponente del perio- do de la onda (principios de los 60, mediados de los 70). La literatura contracultu- ral (en la actualidad resulta anacrónico el mote de la onda) ha sido el medio a través del cual los jóvenes han podido expresar su forma de pensar valiéndose de un lenguaje co- loquial, sobre lo que ocurre en su entorno. Su temática sigue vigente y la publicación de obras contraculturales no ha cesado desde sus inicios. Des- tacan, por mencionar algunas: Los juegos, René Avilés; Acto propiciatorio y Lapsus, Héctor Manjares; Las jiras y s s Guaraches de ante azul, Federico Arana; Larga sinfonía en D, Margarita Dalton; Las motivaciones del personal, Jesús Luis Benítez; La noche navegable y Tiempo transcurrido, Juan Villoro; Los usos de la radio, Alain Derbez; Fábrica de conciencias descom- puestas, Gerardo Maria; Chin Chin el teporocho, Armando Ramírez; Bocafloja, Jordi So- ler; No te enojes Pamela y El día que la vea la voy a matar, Gui- llermo Fadanelli y Obras sani- tarias, Naief Yehya. § Correo-e: [email protected]

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Page 1: Siglo Nuevo #13 FINAL · Sn•63 Siglonuevo Autores con un estilo antisolemne, irónico, coloquialista, con infl uencias de la cultura pop que sería conocido más tarde como literatura

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Siglo nuevo

Autores con un estilo antisolemne, irónico,

coloquialista, con infl uencias de la cultura pop

que sería conocido más tarde como literatura de la onda. En 1965, aparece Gazapo de Gus-tavo Sainz, posteriormente, De perfi l (1966) de José Agustín De perfi l (1966) de José Agustín De perfi ly Pasto verde (1968) de Parmé-Pasto verde (1968) de Parmé-Pasto verdenides García Saldaña, las que se constituyeron en sí mismas como las obras seminales y fundamentales de este tipo de narrativa.

La crítica literaria Margo Glantz Shapiro fue quien acu-ñó por vez primera el término literatura de la onda, en su li-bro Onda y escritura en México: jóvenes de 20 a 33 en el cual, la también autora de Las genea-logías separa entre “escritura”, logías separa entre “escritura”, logíasen donde ubica a la narrati-va formal, tradicional y en donde se encontraban Carlos Fuentes, Sergio Galindo, Juan García Ponce, por mencionar a algunos. Mientras que en la ondala ondal situaba y desdeñaba a los autores con un estilo antisolemne, irónico, colo-quialista, con influencias de la cultura pop, que empleaban una diagramación tipográfi ca poco convencional. Bajo esa

etiqueta colocó a José Agustín, René Avilés Fabila, Parméni- des García Saldaña, Juan To- var, Gerardo de la Torre y Gustavo Sainz. Sin embargo, en realidad no todos estos au-tores continuaron con la mis-ma línea estilística, sólo Par-ménides García que publicó un par de libros de cuentos, El rey criollo y El callejón del bluesy, principalmente, José Agus-tín que con Inventando que sue-ño, ño, ño El rey se acerca a su templo y Se está haciendo tarde (fi nal en laguna)laguna)laguna , se consolidó como el

máximo exponente del perio-do de la onda (principios de los 60, mediados de los 70).

La literatura contracultu-ral (en la actualidad resulta anacrónico el mote de la onda) ha sido el medio a través del cual los jóvenes han podido

expresar su forma de pensar valiéndose de un lenguaje co-loquial, sobre lo que ocurre en su entorno. Su temática sigue vigente y la publicación de obras contraculturales no ha cesado desde sus inicios. Des-tacan, por mencionar algunas: Los juegos, René Avilés; Acto propiciatorio y Lapsus, Héctor Manjares; Las jiras y Las jiras y Las jiras Guaraches de ante azul, Federico Arana; de ante azul, Federico Arana; de ante azulLarga sinfonía en D, Margarita Dalton; Las motivaciones del personal, Jesús Luis Benítez; personal, Jesús Luis Benítez; personalLa noche navegable y Tiempo

transcurrido, Juan Villoro; Los usos de la radio, Alain Derbez; Fábrica de conciencias descom-puestas, Gerardo Maria; Chin Chin el teporocho, Armando Ramírez; Bocafloja, Jordi So-

ler; No te enojes Pamela y El día que la vea la voy a matar, Gui-que la vea la voy a matar, Gui-que la vea la voy a matarllermo Fadanelli y Obras sani-tarias, Naief Yehya. §Correo-e: [email protected]