Ferran Lagarda Mata

Siest Historia del

Lugarico de Cerdán

Ferran Lagarda Mata -Editor- Sobradiel

2012

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Lagarda Mata, Ferran Siest. Historia del Lugarico de Cerdán / Ferran Lagarda Mata.- Sobradiel: Ferran Lagarda Mata - Editor, dl Z-144-2012.- 108 p. : 51 il.; 22 cm.- ISBN: 978-84-96810-28-0 1. Siest 2. Lugarico de Cerdán 3. Zaragoza 4. Aragón 908 (946.022) (929.5)

Texto: Ferran Lagarda Mata Fotografías y Gráficos: Ferran Lagarda Mata (a no ser que se indique otra autoría) Las fotos del último capítulo y las de las páginas 62 y 69 (arriba) han sido cedidas por diversos habitantes del Lugarico de Cerdán. Edita: Ferran Lagarda Mata - Editor Tel./Fax: 976 53 64 85 E-mail: flmeditor@balearweb.net © Ferran Lagarda Mata Primera Edición: Sobradiel, Marzo de 2012 ISBN: 978-84-96810-28-0 Depósito Legal: Z-144-2012

Los dibujos y fotografías con este símbolo, y sólo ellos, se hallan bajo licencia Creative Commons de Atribución/Compartir-Igual 3.0: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.es

SUMARIO

Preámbulo

Una Historia bimilenaria

Hospitalarios, Templarios y el Cabildo de la Seo

Los Cerdán

Los Sessé

¿Los Altarriba o los Marqueses de Ayerbe?

Tiempos Modernos

Bibliografía

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Preámbulo Cuando preparaba mi segundo trabajo sobre la localidad de la que soy vecino desde hace unos años, Sobradiel, me llamó la atención en la búsqueda del máximo número de datos posibles sobre los Cerdán, Señores y Condes de su territorio entre 1414 y 1666, a través de Internet, imprescindible hoy en día para localizar el mayor número de fuentes, que repetidamente se dijera que procedían de un “desaparecido” Lugar de Cerdán situado en el término de Zaragoza, del que frecuentemente se añadía que se desconocía la época y la causa de su desaparición. Curiosamente, al intentar averiguar más sobre el mismo o sobre la casa solariega de los Cerdanes, pronto aparecieron ante mi vista algunos, pocos, eso sí, enlaces que del buscador me llevaban a una entidad de población de la misma Zaragoza, integrada en el Barrio de Movera, del que parecía ser origen, poblada, viva y perfectamente localizable: el Lugarico de Cerdán. Cabía la posibilidad de que no se tratara del mismo sitio, sino de otro homónimo, y hasta cierto punto, como veremos, aún cabe que esto sea en parte, al menos, así, pero al ahondar tanto en la historia de dicho lugar como en la propia de los mismos Cerdán llegué a la conclusión de que el lugar de la “leyenda”, el del origen de los Cerdán aragoneses, nunca había desaparecido, o nunca lo había hecho por demasiado tiempo, contradiciendo así a Pascual Madoz y su decimonónico Diccionario del que sin duda proceden la mayor parte de las equivocadas afirmaciones de despoblación y desaparición.

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Visité el lugar y me encontré con una coqueta localidad que ha resistido al tiempo y a los embates de los polígonos industriales y de la Carretera de Cataluña y, como buen patrono de los imposibles y abogado del diablo que soy, me decidí a escribir su Historia o, al menos, a pergeñar los primeros trazos de la misma, y a publicarla, pese a que cualquier editorial me diría que no puede resultar rentable por el escaso centenar de almas que habita actualmente la población, primeras, y quizás únicas, interesadas en saber de la procedencia de la misma.

Una Historia, por lo demás, realmente complicada por la escasez de fuentes, hecho que lleva repetidamente a confusiones. No ya sólo la de la supuesta desaparición del lugar, si no las relacionadas con su nombre original, Siest, que comparte con localidades más o menos próximas a Huesca, de la francesa Aquitania y, lo que complica aún más las cosas, probablemente con otra igualmente cercana a Zaragoza y a su barrio de Monzalbarba y realmente desaparecida en algún oscuro momento del medioevo; también por la súbita desaparición en los documentos y bibliografía consultados del título de Señor de Cerdán y sus múltiples variantes a finales del siglo XVIII, lo que nos hace dudar en qué noble linaje recaería tras la muerte del último Sessé e incluso si se produjo algún tipo de venta o cesión que marcaría la renovación del lugar desde mediados del siglo XVIII y a lo largo de todo el XIX, quizás ligando sus destinos a los de la cercana finca, hoy área natural protegida, de La Alfranca.

Por estas tres razones, o motivos de confusión, cabe en lo posible que en alguna, quizás más de una, ocasión, pese a las comprobaciones y más comprobaciones a que hemos sometido el texto y los datos en sí, hayamos podido, como se dice vulgarmente, meter la pata por habérsenos escapado alguno de singular importancia del cual tengamos absoluto desconocimiento.

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Para intentar suavizar tal contingencia, en los casos de flagrante duda, hemos expuesto todas las posibilidades que se nos han ocurrido, lo que, lo reconocemos, ha podido llevar a, en algunos puntos, a hacer menos amena la narración e incluso a desorientar, y complicar la vida, al lector con nuestras digresiones, pero, tratándose de un trabajo pionero en lo que se refiere al trayecto histórico de la localidad, creímos importante no dejarnos ningún dato que hubiéramos hallado sobre la misma, para allanar así el camino a quienquiera que en un futuro más o menos próximo o lejano se atreva a remedar la presente obra. Discúlpenos, pues, dicho lector si encuentra algún apartado no menos confuso. Y, para concluir, sólo me queda aquí agradecer la eterna paciencia de mi esposa, compañera de todas mis “extrañas” excursiones, quién nunca cree que esté loco por dedicar tiempo, desvelos y dinero a revivir el pasado de gentes y lugares poco considerados por los, a menudo, más que vulgares medios de comunicación de los que desgraciadamente nos hemos sabido dotar. Ferran Lagarda Mata (Sobradiel, Septiembre de 2011)

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Nuestra Señora de Movera. Levantada en 1774.

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1.- Una Historia bimilenaria El Lugarico (a veces Lugar) de Cerdán es un pequeño núcleo urbano del municipio de Zaragoza, una pequeña, diríamos, aldea, formada por casas alineadas a lado y lado de tres calles paralelas y de dos pequeñas plazas, en el curso del denominado Camino de Movera, una vía prácticamente rectilínea que unía la antigua iglesia, del siglo XVIII, de Nuestra Señora de Movera, en el barrio rural de dicho nombre, Movera, de la capital aragonesa, con el llamado Cementerio Viejo, hoy totalmente desaparecido1 pero situado en el área del actual Polígono Industrial de Malpica, cruzando la Acequia de Urdán (u Ordán) por el denominado Puente de los Muertos (por el trayecto que seguían los cuerpos de los difuntos desde el citado templo hasta el camposanto atravesando el no muy estrecho canal por aquél).

La población se halla a escasos tres centenares de metros a la derecha de la antigua Carretera de Cataluña, convertida luego en la N-II, y la N-IIa tras la construcción de la autovía A-2, y con anterioridad el medieval Camino Real y la aún más antigua calzada romana secundaria que se dirigía al encuentro de la que desde Ilerda (Lleida, o Lérida) alcanzaba la Colonia Iulia Victrix Celsa (en Velilla de Ebro). La distancia exacta, por dicha vía tantas veces remozada, desde los restos del antiguo oratorio de la localidad hasta el extremo más próximo a la zaragozana Plaza del Pilar del más que antiguo Puente de Piedra, sea éste romano u obra románica que sustituyó a uno de madera2 o igualmente pétreo3 de aquel imperio, es de 8,928 km, lo cual coincide en la práctica con un trayecto de seis millas romanas, a razón de los 1480 metros por milla que propuso ya hace tiempo el docto Blas Taracena4 (6 x 1,48 = 8,880 km).

1 http://www.barriodemovera.com/movera_010.htm 2 ARCE, J. (1979). Caesaraugusta, ciudad romana. Zaragoza: Guara Editorial. Págs. 41-42. 3 FATÁS, G. (Dir.) (1991). Guía Histórico-Artística de Zaragoza. Zaragoza: Ayuntamiento de Zaragoza. Págs. 34-35. BELTRÁN, M.; FATÁS, G. (1998). César Augusta, ciudad romana. Col. "Historia de Zaragoza", 2. Zaragoza: Ayuntamiento de Zaragoza - CAI. Págs. 28-29. 4 TARACENA, B. (1947): Las vías romanas en España. “III Congreso Arqueológico del Sudeste Español. Cartagena 1947”. Págs. 249-255. Murcia, 1948.