setenta semanas basado en daniel 9:24.. «setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y...
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SETENTA SEMANA
S
Basado en Daniel 9:24.
«Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la
iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar
la visión y la profecía, y ungir al Santo de los
santos»
Debemos entender que estas «setenta semanas», que fueron cortadas de los «2.300 días» tenían un cumplimiento inmediato, es decir, comenzaban a cumplirse en los días de
Daniel, cuando los Israelitas que estaban en el exilio debían regresar a comenzar la
reconstrucción del templo en Jerusalén, el resto 1810 días, eran para el tiempo del fin
(Dan.8:17).
Setenta semanas. Esta expresión parecería ser una introducción un tanto inesperada, pero el ángel había venido con el propósito específico de hacerle entender a Daniel la visión conforme se le ordenó en Dan.8:16:
Y como los ángeles suelen hacerlo, Inmediatamente comenzó a explicarle.
La palabra que aquí se traduce “semana”, shabua’,
describe un período de siete días consecutivos (Gen 29:27); «cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años».
Leamos dos ejemplos más Deut. 16:9. «Siete semanas contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a
contar las siete semanas» A partir del momento en que Jesús resucito, 50 días después
descendió el Espíritu Santo.
Dan. 10:2. «En aquellos días yo, Daniel, estuve afligido por espacio de tres semanas». Su
tristeza no duró 21 años, sino 21 días.
En el seudoepigráfico Libro de los Jubileos, al igual que en la Mishna, se usa «shabua» para indicar un
período de siete años.
En profecía, según Num.14:34. un día equivale a un año: «Conforme al número de los días, de los
cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada
día; y conoceréis mi castigo»
Evidentemente aquí «setenta semanas» se trata de semanas de años y no semanas de días. Por tanto, las
70 semanas de años serían 490 años literales.
«Están determinadas para tu pueblo» Heb. jathak, palabra que en la Biblia sólo aparece aquí. Se usa en hebreo posbíblico y su significado es “cortar”, “separar”, “determinar”, “decretar”.
La versión de los LXX usa krínó, que quiere decir: “decidir”, “juzgar”, etc. La versión de Teodosio usa suntémnó, que quiere decir: “acortar”, “abreviar”, etc. (Lo que quiere decir que, el pueblo de Israel como nación de Dios literal debido a su apostasía le fue acortado su tiempo, tendría un limite, 490
años.
Aquellos que cuando aún no habían nacido, Dios le había dicho a Abran, «A tus descendientes
daré esta tierra» (Gén.12:7).
Pero para que la tierra fuera de ellos permanentemente,
había una condición, les dice: «Ahora pues, si diereis oído á
mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi
especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros
seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa» (Exo.19:5-6)
Oír su voz y guardar su pacto, es que el pueblo de Israel obedeciera su Santa Ley, tanto como lo es para
nosotros hoy.
Deut 7:6. «Porque tú eres pueblo santo á
Jehová tu Dios: Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la haz de la
tierra»
El propósito que Dios tenía para ellos de convertirlos en luz del mundo, no se realizó debido a su rebeldía de no
cumplir el «pacto» de Dios. (Lea Heb.8:8-9).
Aún en camino a Canaán, quisieron regresar a Egipto (Lea Num.14:4). Quisieron lapidar a Josué y a Caleb (Lea verso 10) y a Moisés (Exo. 17:4).Adoraron el becerro de oro (Lea Éxo.32:1-6).Todo el tiempo violaron el sábado (Lea Exo.16:27,28 y 2 Cron.32:21).Y cuando Dios les ordenaba algo decían: «No andaremos…No escucharemos» (Lea Jer.6:16,17).
Como usted, sabe en el AT. se narra las diferentes
deportaciones a otros países. Y finalmente en el año 70 d.C. Jerusalén fue invadida por
Roma, miles murieron, el resto fue llevado a Roma y a otras
naciones de donde no volvieron jamás a la tierra de sus mayores.
En vista de que el cap. 9 de Daniel es una exposición de la parte que no se explicó de la
visión del cap. 8 (ver Dan 9:3 y 21-23), y puesto que la parte
no explicada tenía que ver con los 2.300 días, es lógico
concluir que las 70 semanas, o 490 años, habrían de ser
“cortadas” de ese período más largo.
Además, faltando pruebas contrarias, puede deducirse que las 70 semanas serían cortadas a partir del comienzo de ese período. Vista a la luz de estas observaciones, la traducción de jathak
como “cortar” parece muy apropiada.
Puesto que los 490 años estaban especialmente asignados a los Judíos respecto a su papel como
pueblo escogido de Dios, las traducciones “determinar” y “decretar” también son
apropiadas en este contexto.
Cronograma de las setenta semanas
«Para terminar la prevaricación»Heb. lekalle’ de la raíz kala’, que quiere decir: “reprimir”.
El pasaje puede referirse al poder restrictivo que Dios ejercería sobre las fuerzas del mal durante el período
concedido a los Judíos. Satanás trataría de que no se realizara el
plan de salvación (lea Juan 4:22)
Sin embargo, unos 40 manuscritos hebreos rezan
lekalleh, forma que quiere decir. “completar”. El pasaje se refiere evidentemente al hecho de que
dentro de este período los Judíos llenarían la copa de su
iniquidad.
«Dios había soportado largo tiempo a los israelitas. Les había dado muchas oportunidades, pero ellos
continuamente lo chasqueaban» (ver Patriarcas y Profetas 34-35).
Un pecado más otro pecado va
llenando la copa
2 Con.36:16.Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió el furor de
Jehová contra su pueblo, y que no hubo
remedio.
Entonces dando grandes voces, se taparon sus oídos, y
arremetieron unánimes contra él (Hechos 7:57). Esto hicieron los judíos precisamente en el
año 34.
«poner fin al pecado».
Esta frase puede tener un significado paralelo con la que precede, “terminar la prevaricación”.
Algunos expositores notan que la palabra que aquí se traduce “pecado” (Heb. jatta’oth o jatta’th) puede significar “pecados” u “ofrenda por el
pecado”.
De las 290 veces que se usa la palabra jatta’th en el AT, 155 veces significa “pecado” y 135 veces
“ofrenda por el pecado”.
Antes de Cristo Después de Cristo
«poner fin al pecado» o sea, terminar con las ofrendas.
Si el significado que se deseaba dar era “ofrenda por el pecado”, podría darse la siguiente
interpretación:
Cuando Cristo, en el Calvario, llegó a ser la realidad simbolizada
(antitipo) por los sacrificios efectuados en el santuario, ya no
fue más necesario que el pecador trajese su
ofrenda por el pecado (lea Juan 1:29).
Mediante su sacrificio vicario, Cristo logró la
reconciliación para todos los que aceptan
su sacrificio.
Cristo no solamente puso fin a los «sacrificios « sino que «Expió la iniquidad»
muriendo en la cruz por usted y por mi.
El texto sagrado dice: «Setenta semanas están determinada para…….. traer la justicia de los siglos, y
sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos»
Cristo no vino a la tierra sólo para hacer que los pecados fuesen borrados, sino para dos cosas más.
Vino para reconciliar al hombre con Dios. «cuando éramos sus enemigos” (Rom. 5,8).
Vino para que fuera posible imputar e impartir su justicia al pecador arrepentido.
¿Cuándo sucede este milagro?
Cuando los hombres lo aceptan, él les confiere el manto de su justicia, y ellos aparecen en la
presencia de Dios como si nunca hubieran pecado (CC 62).
Dios ama a las almas arrepentidas y creyentes así como ama a su Unigénito, y debido a Cristo las acepta en su familia. Mediante su vida, muerte y resurrección, Cristo ha hecho que la justicia eterna esté a disposición de todo hijo de Adán que, con fe sencilla, esté
dispuesto a aceptarla.
Si esto se cumplió con toda precisión en el tiempo especificado por las profecías, nos asegura que los
otros elementos de la profecía, en particular los 2.300 días proféticos, se cumplirán con la misma precisión.
El acto de «Sellar» es un acto de “confirmar” o “ratificar”. O sea el cumplimiento de las predicciones
relacionadas con el primer advenimiento del Mesías hechas en
el Edén antes de expulsar a Adán del huerto(Gén.3:15).
Ungir al «Santo de los santos» Viene del Heb. qódesh qodashim, que quiere decir: “algo santísimo” o “alguien santísimo”.
1). La frase «santísimo» se aplica al altar (Exo 29:37).2). A otros utensilios y muebles pertenecientes al tabernáculo (Exo 30:29).3). Al perfume santo (Exo 30:35-36). 4). Ofrendas especificadas de alimento (Lev 2:3, Lev 2:10).5). Ofrendas por el pecado (Lev 7:1, Lev 7:6).6). El pan de la proposición (Lev 24:5-9).7). Cosas consagradas (Lev 27:28).8). Al recinto santo (Núm. 18:10; Eze 43:12). 9). Y al lugar santísimo del santuario (Exo 26:33-34).En ninguna parte se aplica esta frase a personas.
Recuerde que aquí se está hablando del santuario celestial en los aspectos más amplios
de la visión de (Dan 8:14), el cual era modelo del Santuario terrenal (Exo.25:40),
Es razonable inferir que Daniel habla aquí del ungimiento del Santuario celestial antes del
tiempo del comienzo de la obra de Cristo como sumo sacerdote.
¿Cuál es el mensaje central de las setenta semanas?
La cruz del Calvario es el gran centro. Cuando se acepta esta verdad y se obra en consonancia con ella, se
hace efectivo el sacrificio de Cristo.
Si usted y yo no aceptamos a Cristo como nuestro único Salvador, no tendrá ninguna valides para nosotros. estaremos eternamente
perdidos. Esto es lo que Gabriel reveló a Daniel en respuesta a la ferviente
oración. De esto hablaron Moisés y Elías con Cristo durante su transfiguración. Mediante la humillación de la cruz, él habría de
proporcionar eterna liberación a todos los que imitaran su conducta dando evidencias positivas de que se han apartado del mundo (Carta
201, 1899).Extraído del Comentario Bíblico Adventista
Lo invito para que juntos
elevemos una oración: Padre nuestro que estas en el
cielo, gracias por todo lo que has hecho por mi, acéptame como tu hijo, perdona mis pecados, y ayúdame a
serte fiel cada día, en el
Nombre de Cristo. Amén.