sensibilidad musical y subjetividad de los niÑos y flor
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SENSIBILIDAD MUSICAL Y SUBJETIVIDAD DE LOS NIÑOS Y
NIÑAS EN EDAD ESCOLAR
FLOR AMELIA BARAJAS CEPEDA
CÓDIGO: 20082188050
PROFESOR: HAROLD BELTRÁN
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE LICENCIADA EN
PEDAGOGIA INFANTIL
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFANTIL
LÍNEA SUBJETIVIDADES, DIVERSIDAD Y ESTÉTICA
BOGOTÁ 2017
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Resumen:
La música hace parte de la naturaleza humana, pues ha acompañado al hombre desde
sus inicios, y no hay cultura en la cual la música no esté involucrada, pues esta permea
actividades religiosas, de trabajo, de conocimiento, etc. A través de la historia la música
ha ido presentando cambios significativos, y así mismo ha recibido variedad de conceptos
con los cuales el hombre intenta explicar su esencia. Pero el concepto acerca de lo que
en realidad es la música esta inacabado, pues no se puede explicar con palabras la
grandeza que en sí contiene, ni las trasformaciones que a través de la música el sujeto
puede experimentar tanto en su emocionalidad como en el ambiente social y cultural que
lo rodea.
La música también tiene una gran variedad de contribuciones fundamentales para el
desarrollo integral del niño y la niña, y por lo tanto es un conocimiento que debe ser
fortalecido en los individuos desde edades muy tempranas, puesto facilita un buen
desarrollo del lenguaje y la comunicación, entre otras cualidades como la sociabilidad, el
aprendizaje de una segunda lengua, la comprensión lectora, entre otros. Es por ello que
desde la pedagogía infantil se debe estimular este conocimiento musical con el fin de
fortalecer muchas dimensiones en los niños y niñas y lograr en ellos un desarrollo integral.
Palabras clave: música, educación musical, subjetividad, emociones, niños/as.
Abstrac:
Music is part of human nature, since it has accompanied man since its inception, and there
is no culture in which music is not involved, because it permeates religious activities, work,
knowledge, etc. Throughout history, music has been presenting significant changes, and it
has received a variety of concepts with which the man tries to explain its essence. But the
concept about what music really is unfinished, because it can not be explained in words
the greatness that it contains, nor the transformations that through music the subject can
experience both in their emotionality as in the environment Social and cultural
environment.
Music also has a great variety of fundamental contributions for the integral development of
the boy and the girl, and therefore it is a knowledge that must be strengthened in the
individuals from very early ages, since it facilitates a good development of the language
and the communication, Among other qualities such as sociability, learning a second
language, reading comprehension, among others. It is for this reason that children's
pedagogy should stimulate this musical knowledge in order to strengthen many
dimensions in children and achieve in them an integral development.
Key words: Music, musical education, subjectivity, emotions, children.
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Contenido
Capítulo 1.
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................4
1.1. PLANTEAMIENTO DEL TEMA……..............................................................................5
1.2. JUSTIFICACIÓN...........................................................................................................7
1.3. OBJETIVOS.................................................................................................................9
1.3.1. Objetivo General........................................................................................................9
1.3.2. Objetivos Específicos.................................................................................................9
Capítulo 2.
MARCO REFERENCIAL...................................................................................................10
2.1 EL NIÑO Y LA MÚSICA..............................................................................................10
2.2 MÚSICA Y SUBJETIVIDAD........................................................................................14
2.3 EDUCACIÓN MUSICAL..............................................................................................18
Capítulo 3.
METODOLOGÍA................................................................................................................23
3.1 ENFOQUE INVESTIGATIVO......................................................................................23
3.2 INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN......................................25
3.2.1 La matriz de categorías............................................................................................25
3.2.2 La entrevista.............................................................................................................26
3.2.3. Diarios de campo.....................................................................................................28
Capítulo 4.
4. ANÁLISIS Y RESULTADOS..........................................................................................30
4.1.1 Descripción de los hallazgos.....................................................................................31
4.2. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS.....................................................................60
CONCLUSIONES.............................................................................................................68
BIBLIOGRAFÍA..................................................................................................................72
ANEXOS............................................................................................................................76
Anexo 1..............................................................................................................................76
Anexo 2..............................................................................................................................76
Anexo 3..............................................................................................................................94
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Capítulo 1. Introducción
En las últimas décadas la presencia de la música en el ámbito escolar se ha visto
incrementada como consecuencia del impulso de las investigaciones de carácter evolutivo
que han reflejado la importancia de esta forma de expresión para el desarrollo de la niñez.
Asimismo estas Investigaciones ponen de relieve, entre otros, los beneficios que
una educación musical temprana aporta al desarrollo de la inteligencia y de una serie de
habilidades como la autodisciplina, la paciencia, la sensibilidad, la coordinación, el trabajo
en equipo o la capacidad para memorizar y concentrarse. O como señala Willems (1981)
“una educación musical, completa, rítmica, melódica y armónica, con una práctica
globalizada, puede armonizar los tres planos del ser humano: El físico, el afectivo y el
mental”.
De igual forma, en el contexto de la educación infantil, en donde se busca el
crecimiento cualitativo y cuantitativo del niño y de la niña desde su nacimiento, y muy
especialmente del alumnado con necesidades educativas especiales, debemos ser
conscientes de la necesidad de una atención educativa, organizada y estructurada, que
fomente la actividad del niño desde las edades más tempranas para desarrollar todas sus
potencialidades, teniendo siempre muy presentes las posibilidades de interrelación del
desarrollo cognoscitivo y afectivo que nos brinda la educación musical (Bernal y Calvo,
2000).
Pero, a pesar de todas estas investigaciones, la sociedad en general no está
concienciada de la importancia que tiene la educación musical en el proceso formativo del
niño y la niña desde la etapa infantil.
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1.1 Planteamiento del Tema
El arte es un fenómeno exclusivo de los seres humanos y por medio de este el
hombre se puede descubrir a sí mismo y le da sentido a su propia vida. A través de la vida
el hombre percibe distintas situaciones que le generan dudas, inquietudes,
preocupaciones y lo llevan a experimentar constantes cambios. Por tal razón el hombre
mediante su creación artística puede plasmar sus sentimientos y experiencias personales.
Para que el hombre pueda crear una obra de arte no necesita tener conocimientos
científicos ni filosóficos, puesto que existe un arte valido que podría llamarse arte innato,
que nace de la facultad de pensar y de hacer las cosas mediante la imaginación,
inventando nuevos sistemas y relaciones de acuerdo a los gustos y la intuición de cada
artista. Sin embargo la filosofía y la ciencia lograron establecer leyes en el arte
introduciendo como regla de la creación artística las proporciones matemáticas con el fin
de implementar en el arte la armonía y acercarlo más a la inteligencia racional. (Francisco
Gil Tovar, 1988).
También, el arte se distingue de la ciencia, la tecnología, la filosofía y de otras
actividades humanas porque refleja lo imaginativo. Según Sartre “el objetivo del arte no es
otro que el de mantener la imaginación”. Los artistas combinan sentimientos,
experiencias, visiones e ideas dando forma expresiva a los productos de su imaginación
mediante el reflejo de imágenes creadas en su mundo interior al cual le dan un significado
y un sentido misterioso a la realidad porque a menudo la intuición de un artista lo acerca
más a irreales fantasías que a la penetración de la realidad. El arte es también un modo
de conocimiento puesto que gracias a la sensibilidad y la intuición el artista logra revelar
aspectos de la realidad que el hombre común no ha podido descubrir. (Francisco Gil
Tovar, 1988).
De este mismo modo, la música a través de la historia ha tenido gran influencia en la
manera en que los seres humanos percibimos el mundo, y nos ha permitido también
expresar nuestros sentimientos y emociones. La música ha marcado muchas
generaciones puesto que esta Incluye en sus contenidos una variedad de características
relacionadas con estereotipos y prejuicios sobre el valor dado culturalmente a los
hombres y mujeres, en cuanto a los roles que cada uno de estos tiene que desempeñar
en una sociedad determinada. Y como en la actualidad los medios de comunicación y las
nuevas tecnologías se insertan en la cotidianidad de los niños y las niñas e influencian las
maneras de construcción de la subjetividad y las relaciones que el niño/a establece con
los otros. Y así como la música ha influenciado formas de expresión diversas, también ha
influenciado claramente el modo en que los niños/as aprenden.
Asimismo, la música tiene el don de acercar a las personas; el niño que vive en
contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños,
estableciendo una comunicación más armoniosa. La música les encanta, les da seguridad
emocional y confianza, porque se sienten comprendidos al expresarse y compartir
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canciones en el mismo medio con sus pares. Nace la interrelación entre los niños, la
colaboración, el compañerismo y respeto mutuo.
El arte musical, sin un tema específico y con poco sentido, es, sin embargo, un bálsamo
para el espíritu humano; no es un refugio, ni una huida de la realidad de la vida, sino un
puerto en el cual uno toma contacto con la esencia de la existencia humana. Yo, por mi
parte, extraigo sustancia de la música como uno podría absorberla en una fuente. Invito a
todos ustedes a que participen de ese placer. (Copland, 1939).
Por esto, en el contexto educativo actual, es de suma relevancia fortalecer y
desarrollar a través de la música ciertas emociones, actitudes, aptitudes y capacidades en
niños/as, lo que permitirá un desarrollo integral en todas las áreas, esto le posibilitara
desenvolverse con mayor destreza en todos los aspectos de su vida. En la actualidad la
música está siendo introducida en la educación de los niños desde edades preescolares
debido al reconocimiento de la importancia que esta representa en su desarrollo
emocional, social, intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz. Convirtiéndose en un
elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo. El niño comienza a
expresarse de otra manera y es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque
la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de
sí mismo, del entorno, y ampliar su mundo de relaciones.
Aun así, tristemente, como lo afirma María Eugenia Londoño: “la práctica
pedagógica musical no está normalizada ni reglamentada en Colombia”. Esto implica que
muchas de las instituciones escolares hoy en día, no se preocupen por impartir la
educación musical, la cual en algunos casos si aparece en los programas educativos,
pero en realidad es tomada en cuenta solo de forma superficial, con el fin de cumplir unos
requisitos mínimos ante esta asignatura, pero es una práctica que no se ve enriquecida,
puesto que también se presenta que los docentes encargados de esta asignatura, no
están lo suficientemente preparados para brindar una educación musical de calidad, sino
que: “basta, por ejemplo, tocar un instrumento o tener una buena voz para trabajar como
profesor de música en colegios e instituciones diversas”. (Duque, Bogotá. 1991).
Por ello es de gran importancia que la escuela enseñe expresiones musicales
diversas en donde los niños y las niñas tengan la oportunidad de conocer y explorar otro
tipo de música diferente a lo que escuchan de manera habitual en sus hogares o en el
entorno social en el que viven, es presentar ante el niño/a ese abanico de posibilidades
musicales que enriquecen su propio mundo y que le permiten visualizar o identificar sus
gustos y preferencias a partir de la experimentación y vivencia plena con la música.
Además es fundamental que el docente de música sea una persona
suficientemente capacitada, que se preocupe en potenciar en cada uno de los niños/as,
las habilidades que poseen, pero ante todo que sea consiente de todas las contribuciones
que la música puede desarrollar y fortalecer en cada uno de ellos/as. Para esto es
importante que el docente, investigue, indague, innove y se pregunte: ¿Cómo contribuye
la música en la formación de la sensibilidad de los niños y niñas en edad escolar?, Y de
esta manera lograr realizar un programa en educación musical que abarque todas esas
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contribuciones; que pueda ser trabajado en la escuela y que sea adaptado a las distintas
etapas de los niños/as, desde edades muy tempranas.
1.2 Justificación
Como todas las artes, la música posee un pasado, un presente y un futuro, pero,
contrariamente a otras artes, el mundo de la música sufre los efectos de un aislamiento
especial: un interés desproporcionado por el pasado y, por agregado, un pasado muy limitado.
La gente parece pensar que el futuro de la música es su pasado. (Copland, 1939).
El propósito de esta investigación se centra en indagar las contribuciones que la
música aporta para desarrollo de la subjetividad de los niños/as; pero también aborda
otros desarrollos de gran importancia que la música puede potenciar, como el cognitivo, el
emocional y el gusto estético, entre otros. Dicha indagación se preocupa también por
entender de qué manera se pueden alcanzar estos desarrollos a través de la educación
musical.
Partiendo del reconocimiento de la importancia de la educación musical en el
desarrollo integral del niño, la pretensión de este trabajo es integrar la música en el
desarrollo global y armónico de la personalidad de los niños y niñas, pues esta cobra gran
importancia en la escuela, ya que es un terreno lleno de experiencias sociables, de
intercambio, interacción y comunicación, siendo un lugar idóneo para descubrir la propia
identidad. La decisión de trabajar la música teniendo en cuenta las distintas áreas, los
diferentes ámbitos de experiencia, se debe, en gran parte, al conjunto de elementos y
relaciones de reciprocidad que caracterizan el desarrollo de esta etapa escolar.
La educación musical en su contribución al proceso formativo de la educación
infantil, debe ser trabajada desde ámbito familiar pero especialmente desde el ámbito
escolar, de forma más acertada, de modo que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea
enfocado a la adquisición de una serie de contenidos con los que se busca, como
consecuencia de la práctica musical, que los niños progresen en el desarrollo armónico de
la persona en sus distintos planos (físico, motor, emocional, afectivo, expresivo, social y
cognitivo), mediante la consecución de objetivos educativos, destacando especialmente el
desarrollo de la subjetividad.
También, el ser humano construye su subjetividad basándose en sus percepciones,
lenguaje y experiencias de vida. Todo ello determinado por las condiciones que le ofrece
su entorno y Cada sujeto forja su identidad a través de las experiencias que percibe en su
cotidianidad las cuales están mediadas por el lenguaje y la cultura donde se desenvuelve.
“La personalidad se desarrolla a la par con los vínculos emocionales, no separada de
ellos, desde la misma infancia” (Miller, 1991).
Esta subjetividad da cuenta del punto de vista de cada sujeto y es claramente
influida por el entorno socio-cultural donde este se desenvuelve. Jean Backer Miller, nos
habla en la teoría relacional sobre un desarrollo de la personalidad de cada individuo
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mediada por los vínculos afectivos que el ser humano desde sus inicios entabla en primer
momento con su familia y posteriormente con su entorno social y cultural.
Nosotros aprendemos y entendemos el mundo a través de nuestros sentidos. A
través de los procesos sensoriales transformamos la información provista por las
sensaciones que vienen de nuestro cuerpo y las que provienen del ambiente, en
mensajes con significado, los cuales nos impulsan a actuar. Pues bien, gran parte de
estas sensaciones, conocimientos y significados que construimos desde nuestra infancia
los podemos adquirir a través de la música, pues esta tiene grandes potencialidades que
en la mayoría de ocasiones no las sabemos aprovechar.
Una sola cosa es cierta: a donde quiera que se llegue, el proceso de la música y el proceso
de la vida estarán siempre estrechamente unidos. Mientras el espíritu humano progrese en
este planeta, la música, en alguna forma viviente. Lo acompañará, lo sostendrá y le
brindara significado expresivo. (Copland, 1939).
La música es tan antigua como el hombre, y toda cultura existente ha sido permeada por
el arte musical, que desde siempre ha estado presente en la cotidianidad del hombre, en
sus celebraciones, rituales, creencias, trabajos o labores. En si la música ha acompañado
los procesos evolutivos del ser humano y los ha enriquecido al brindar la posibilidad de
sentir y expresar de manera diferente.
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1.3 OBJETIVOS
1.3.1 Objetivo general
Analizar la contribución de la música en la formación de la sensibilidad de los niños y
niñas de edad escolar, (6 a 10 años de edad).
1.3.2 Objetivos específicos:
Comprender la importancia de la música en el desarrollo del gusto estético
de los niños y niñas en edad escolar.
Indagar la incidencia del medio acerca de la manera en que los niños/as
perciben, sienten y expresan la música.
Conocer el impacto que tiene la música en el desarrollo social y cognitivo
de los niños/as en edad escolar.
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Capítulo 2. MARCO REFERENCIAL
“El aula de Infantil debiera ser una especie de acuario
transparente donde se reflejaran las ideas,
las actitudes y las personas”.
LORIS MALAGUZZI
La construcción de este marco referencial es fruto de una revisión teórica conceptual
que pretende lograr un acercamiento a los distintos conceptos eje de esta investigación,
como lo es la relación, niño-música-subjetividad; y de los cuales se desprendieron otros
conceptos como: emoción, inteligencia, ambiente de aprendizaje, imaginación,
sensibilidad, etc. Conceptos que también son fundamentales para este trabajo. De este
acercamiento conceptual surgen también algunas reflexiones propias de la investigadora,
que entran en dialogo con los planteamientos expuestos por los diversos autores aquí
citados que buscan brindar un aporte significativo a la pedagogía infantil.
2.1 EL NIÑO Y LA MÚSICA
La intención de este apartado es explicar de qué manera ocurre este proceso de
reconocimiento y acercamiento del niño hacia la música, y como se genera a través de
esta, esa experiencia estética. Busca también explicar cómo es que la música está inserta
en nosotros de manera innata.
También se quiere recalcar que este proceso de aprendizaje musical no está
dirigido únicamente a un grupo específico de personas, sino que al ser parte de la
naturaleza del ser humano, todos y todas están en la capacidad de educarse
musicalmente, y este conocimiento se debe fortalecer y complejizar a lo largo de los años.
Recordando también que ese desarrollo será más eficaz si se empieza a potenciar desde
los primeros años de edad, pues es una etapa vital para el aprendizaje en todas sus
dimensiones.
Está claro que el concepto de la música ha tenido y tendrá un sin número de
significados, puesto que es un concepto muy amplio que contiene en sí mismo muchas
significaciones para el individuo y que de alguna manera no podrá ser un concepto
unificado debido a los usos de la música que han tenido lugar a través de la historia, para
las diferentes culturas existentes desde antaño, y las prácticas sociales que han
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instaurado al interior de cada cultura. Aun así algunos autores se han atrevido a compartir
un concepto personal acerca de lo que consideran música. Por ejemplo, Arnold
Schoenberg, citado por Gardner expresa lo siguiente:
La música es una sucesión de tonos y combinaciones de éstos, organizada de tal
manera que produzca una impresión agradable en el oído, y es comprensible su
impresión en la inteligencia. Estas impresiones tienen el poder de influir en las
partes ocultas de nuestra alma y de nuestras esferas sentimentales y esta
influencia nos hace vivir en el país del ensueño de deseos cumplidos o en un
infierno soñado. (Gardner, 2001).
De esta manera, Gardner expresa que la música hace parte de la naturaleza
humana, que el hombre es un ser musical y por lo tanto tiene cierta predisposición para
entender, apreciar y comprender el arte musical y acercarse a este con el fin de expresar
sus sentimientos, sus deseos y de ampliar sus posibilidades imaginativas. Y al ser una
cualidad innata, todo individuo está en capacidad de desarrollarse en el arte musical.
Además Mechthild Papousek y Hanus Papousek, citados también por Gardner,
afirmaron que los infantes desde los dos meses de edad ya pueden igualar el tono,
volumen y contornos melódicos de las canciones de sus madres, que los infantes de
cuatro meses pueden también igualar la estructura rítmica. También que los niños/as
desde el vientre materno poseen predisposición a la música y después de varios meses
de nacidos tienen la capacidad de realizar juegos sonoros de imitación y de creación.
(Gardner, 2001).
Por otra parte, Julia Bernal afirma:
En las enseñanzas artísticas en general, y la música en particular, todavía hay quien cree
que solamente aquellos que poseen unos "dones" específicos o talentos pueden ser
capaces de desarrollarse artísticamente. Es evidente que existen genios que han
demostrado su inteligencia musical incluso antes de haber tocado un instrumento o de
haber recibido instrucción musical. Pero lo realmente importante es considerar que toda
persona es susceptible de sensibilizarse a la música, o lo que es lo mismo, que la
musicalización es el producto de la educación a la que toda persona tiene derecho.
(Bernal, 2005).
La sensibilidad musical es inherente del ser humano, hace parte de su naturaleza;
por lo tanto todos tienen cierta predisposición al aprendizaje musical y este, puede ir
desarrollándose y aumentando de manera progresiva en la medida en que los niños/as
pueden acceder a la música y realizar actividades cada vez más complejas, enriquecidas,
que fortalezcan el aprendizaje musical y por ende la sensibilidad. Por ello desde edades
tempranas los niños son capaces de componer sus propias canciones, pues inician
imitando sonidos, ritmos y luego pueden desarrollar la capacidad de inventar canciones
de manera espontánea y creativa a partir de las sensaciones que perciben, a través de las
exploraciones y juegos sonoros que realizan, ya sea de manera individual o con sus
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pares. “Debemos entender la música como comunicar, sentir, expresar, recibir
sentimientos, percibir sensaciones y manifestar estados anímicos que forman parte de
esta comunicación, es decir, dar y recibir forma parte del intercambio comunicativo”. (Díaz
y Frega 1998).
La música tiene la facultad de generar sensibilidad en el sujeto, a través de ella el
ser humano tiene la capacidad de expresar sus sentimientos y emociones. Incluso en el
trayecto de nuestra vida cotidiana podemos percibir que la música tiene también la
cualidad de modificar nuestro estado de ánimo, pues en el momento en que nos
disponemos a escuchar la música, el género musical y el ritmo que este conlleva nos
hace evocar recuerdos del pasado que han impactado emocionalmente en nuestra
historia de vida y que han dejado una marca significativa alimentando nuestra subjetividad
y definiendo el modo en que vemos y enfrentamos nuestra realidad, pero también la
música nos posibilita soñar, imaginar, pensar en circunstancias futuras que podrían ser; y
por supuesto la música nos incita a imaginar, a crear, estimulando nuestros sentidos y
permitiéndonos recrear otros mundos, otras realidades. “También existe un conjunto
medular de habilidades que son esenciales para toda participación en la experiencia
musical de una cultura. Estas habilidades medulares deben encontrarse en cualquier
individuo normal que entre en contacto regular con cualquier clase de música” (Gardner,
2001).
Por otra parte, Imma Gelabert Desel y Montse Tesouro Cid en su texto; La música
en el desarrollo global de la persona, enuncian:
Desde sus orígenes la música ha sido considerada comunicación y como tal ha tenido un
papel destacado en las relaciones humanas que se establecen en la sociedad.
Actualmente los expertos opinan que se hace un mal uso de la música e incluso llegan a
hablar de degradación, porque la encontramos en todos los sitios y a veces sin ningún
sentido. No obstante podemos pensar que este bombardeo acerca a la gente a la música y
que a partir de la educación musical es posible formar personas capaces de escuchar con
criterio propio. (Gelabert y Tesouro, 2005).
Del mismo modo la música está al alcance de todos, pues la encontramos en todas
partes por donde transitamos; en los hogares, en las tiendas, en las bibliotecas, en las
paradas de transporte, en las iglesias, en las calles y hasta en los ascensores, también
está presente en todas las redes de comunicación. Lo anterior conlleva a pensar en
posibles soluciones que permitan educar musicalmente a las personas en general, pero
es una tarea muy complicada ya que no existen los medios suficientes para que esto sea
posible. Por lo tanto el trabajo de la educación musical tendría que ser retomado por los
docentes.
Gardner nos presenta en su texto “las estructuras de la mente”, como en el ser
humano se pueden desarrollar variedad de inteligencias que pueden o no ser
influenciadas por el medio circundante que rodea al sujeto. En este sentido podemos
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afirmar que la predisposición al conocimiento musical puede ser un don o facultad con la
que los seres humanos nacen, pero también es un dominio que se puede fortalecer y
potencializar cuando el niño/a recibe una educación musical sólida, y la apropia para si
como un estilo de vida. “Los seres humanos han evolucionado para mostrar distintas
inteligencias y no para recurrir de diversas maneras a una sola inteligencia flexible”.
(Gardner, 2001).
En otras palabras, Gardner afirma:
Es probable que una persona con inteligencia musical se interese, y logre destacar, en el
ámbito de la música. Pero el ámbito de la interpretación musical requiere inteligencias que
van más allá de lo musical (por ejemplo, la inteligencia kinestésico-corporal), así como la
inteligencia musical puede extenderse a ámbitos que trascienden la música en un sentido
estricto (como a la danza o a la publicidad). De modo más general, casi todos los ámbitos
requieren destreza en un conjunto de inteligencias; y toda inteligencia se puede aplicar en
un amplio abanico de ámbitos culturales. (Gardner, 2001).
Así mismo tras varias investigaciones se ha comprobado que interpretar un
instrumento musical contribuye a potenciar muchas más habilidades que si nos
dedicamos simplemente a escuchar música; pues en los estudios de los neurocientíficos
se ha demostrado que al interpretar un instrumento musical se activan diversas zonas del
cerebro que contribuyen a estimular el lenguaje, la comunicación, las emociones, etc. Y
también la música tiene la capacidad de provocar cambios positivos en personas con
enfermedades neuronales.
Esa experiencia estética que nos proporciona la música, nos brinda satisfacción,
nos produce complacencia, pues los lenguajes artísticos nos sirven como medio
primordial para profundizar o agudizar nuestra expresividad. Es por ello que nos valemos
de la música, la cual proporciona un clima óptimo que provoca en los niños respuestas
corporales más sensibles y creativas. Pero este proceso se complejiza y se complementa
cuando compartimos esa experiencia estética con otros, pues para exteriorizar nuestros
sentimientos necesitamos de ese otro que nos escuche y nos permita expresar lo que
queremos comunicar. Vemos como el entorno cultural que rodea al niño, tiene gran
influencia en dichos procesos.
El progreso en un dominio no depende por completo de las acciones de un individuo
solitario dentro de su mundo. Más bien, se considera que gran parte de la información
acerca del dominio está contenida en la propia cultura, pues es ésta la que define las
etapas y fija los límites del logro individual. Uno debe comprender que el individuo y su
cultura forman determinada secuencia de etapas, en que gran parte de la información
esencial para el desarrollo reside en la propia cultura más que simplemente en el cráneo
del individuo. (Gardner, 2001).
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Hay investigaciones que revelan que todos los seres humanos poseemos la
capacidad de apreciar partes de la estructura musical, sin necesidad de tener formación
específica en esta o de poseer la sensibilidad suficiente para valorarla. Cuando los
niños/as escuchan música pueden captar la relación entre algunos tonos, y al escuchar
atentamente una pieza musical, puede también realizar algunas críticas al percibir cuando
las frases no están bien estructuradas por sus sonidos o ritmos, puesto que resultan un
tanto molestos al oído. Esto lo hacemos en ocasiones de manera inconsciente pues nos
parece que simplemente algo desencaja y no permite que alguna parte de la pieza
musical no suene bien, haciéndonos caer en cuenta que la capacidad musical es propia
del ser humano.
A propósito de esto, Julia Bernal afirma:
El aprendizaje musical comienza con la percepción a través del oído; manipulando,
explorando e investigando con los materiales sonoros es como se llega a sentir y
comprender el sonido. La percepción musical o actividad de escucha atenta implica la
sensibilización al mundo sonoro en general, y en particular a patrones organizados de
sonidos, lo que significa utilizar la expresión musical para aprender a expresarse
musicalmente (a través de la voz, del cuerpo, o los instrumentos musicales). (Bernal y
Calvo, 2000).
Lo mencionado anteriormente por los autores constata que la música es natural,
inherente al ser humano, así que la experiencia musical tiene lugar en todo sujeto y para
nuestro propósito es esencial fomentarla en todos los niños y niñas desde las primeras
etapas para aprovechar todas las oportunidades en que el niño logre expresar su
creatividad. “Como forma estética, la música se presta especialmente para la exploración
juguetona con otros modos de la inteligencia y simbolización, en particular en manos (u
oídos) de individuos muy creativos”. (Gardner, 2001).
De igual manera, Maideu destaca la idea de que actualmente todos estamos en
contacto con la música, pero tendríamos que intentar disfrutarla, como lenguaje que es,
con inteligencia, sensibilidad y libertad. También añade que un buen pedagogo, activo,
inteligente y crítico, debería darse cuenta de que la música ejerce un papel muy influyente
en el desarrollo de la persona dentro de la sociedad. “la música es una actividad
exclusivamente humana, en cuya génesis y manifestación intervienen la inteligencia y la
razón que rigen la libertad creadora, la memoria, la percepción, la sensibilidad, la
imaginación y la comunicación” (Maideu, 1997).
La música es un arte, y como arte tiene la capacidad de conquistar al ser humano,
pues es un arte agradable a todo tipo de persona, no existe persona en el mundo que
jamás haya disfrutado una pieza musical. Pues según investigaciones hasta los sordos la
pueden apreciar, ya que sienten sus vibraciones en la misma región del cerebro, al igual
que las personas oyentes. Este arte por lo tanto favorece la expresión de cada ser sin
distinción de edad, condición médica, raza, cultura, situación económica, etc. “La música
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expresa, en diversos momentos, serenidad o exuberancia, pesar o triunfo, furor o delicia.
Expresa cada uno de estos estados de ánimo y muchos otros, con una variedad
innumerable de sutiles matices y diferencias”. (Copland, 1939).
2.2 MÚSICA Y SUBJETIVIDAD
Este apartado pretende presentar al lector, algunas concepciones e ideas esenciales
referentes a la subjetividad y a la manera en que la música influye en esta, pues el
entorno musical tiene gran impacto en el mundo social y emocional de las personas,
representado en los comportamientos, las actitudes ante las diversas situaciones, en la
manera de hablar y hasta en la manera de pensar.
Se abordan también aspectos culturales de la música que fortalecen en los niños y
niñas otras áreas como la lingüística, la sensorial y la motriz. Se manifiesta aquí un interés
por la relación entre la música y la subjetividad, que involucran además otros aspectos del
desarrollo infantil.
Para empezar es preciso señalar que la búsqueda fundamental en este proceso está
en el hecho de que el niño/a logre reconocerse a sí mismo como persona importante en el
mundo, persona que puede expresar su vida interior, que también puede crear de manera
autónoma y que puede adquirir muchos conocimientos a través de la experiencia estética;
fortaleciendo sus habilidades lingüísticas, sociales, emocionales, sensoriales, motrices,
etc. a través de la educación musical. Pues no se pretende aquí que los niños y niñas se
conviertan en grandes artistas, sino que a través de la música puedan desarrollar sus
potencialidades. Todo lo anterior para dar óptimas respuestas a la realidad social y
cultural a la que pertenecen.
A propósito de la inteligencia emocional que puede ser trabajada y fortalecida
desde el arte musical, Goleman afirma lo siguiente:
Vivimos en una época en la que el entramado de nuestra sociedad parece descomponerse
aceleradamente, una época en la que el egoísmo, la violencia y la mezquindad espiritual
parecen socavar la bondad de nuestra vida colectiva. De ahí la importancia de la
inteligencia emocional, porque constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los
impulsos morales. Además, existe la creciente evidencia de que las actitudes éticas
fundamentales que adoptamos en la vida se asientan en las capacidades emocionales
subyacentes. Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la
semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción.
(Goleman, 1997).
Del mismo modo, Arteaga, Viciana & Conde (1999), enfatizan en que es
imprescindible que los niños y niñas logren reconocer sus propios comportamientos que
asumen frente a las diversas situaciones que se presentan en la vida cotidiana. Esto
quiere decir que los individuos no siempre proceden o responden de igual manera frente a
un incentivo en circunstancias cambiantes, puesto que el entorno que rodea un
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acontecimiento, condiciona la conducta del individuo. Con relación a lo que plantean estos
autores, los seres humanos actúan de manera diferente ante una determinada situación y
esa reacción de cada sujeto es derivada de la manera en que ha vivido, de su historia de
vida, del entorno en el que ha crecido y de las personas con las que ha compartido;
características que por supuesto van forjado la personalidad del individuo.
En efecto, la música es uno de los componentes principales aprendido socialmente,
y que influencia de alguna manera el modo en que nos desenvolvemos y nos
relacionamos con los otros, la manera en que nos expresamos y hasta nuestro modo de
pensar acerca de la realidad.
Asimismo según la influyente teoría de Robert Sternberg (1985). Citado por
Gardner. “Una parte de la inteligencia está constituida por la sensibilidad que poseemos
para reaccionar a los contenidos variables que nos rodean”. Esto quiere decir que una vez
el niño ha logrado un cierto auto reconocimiento, un acercamiento sensible a su propio ser
a través de la música, está en la capacidad de reconocer al otro como parte importante de
su mundo. Es por ello que en la música no solo se trabajan experiencias y emociones a
nivel individual sino que se tienen muy en cuenta los juegos y ejercicios de cooperación
grupal, donde la voz y las aportaciones del otro son válidas, y fortalecen los lazos
relacionales entre pares, incrementando su comunicación en el intercambio de saberes.
Gracias a dicha capacidad expresiva que se da en primer lugar a través del
conocimiento personal; se logra un acercamiento al conocimiento de sí mismo, y el
conocimiento de las posibilidades de expresión que se logran a través de la música, que
afecta positivamente todo el cuerpo, haciéndolo reaccionar de manera espontánea y
progresiva, lo cual impulsa el desarrollo de la imaginación y de la comunicación.
Por otra parte, Pablo Vila afirma que:
La producción social de la subjetividad siempre está inmersa en procesos simbólicos de
significación. Si esto es así, la subjetividad siempre está en proceso de ser formada,
deformada y reformada a través del intercambio semiótico de signos, más específicamente,
a través de un particular tipo de discurso: la narrativa. Por lo tanto, nosotros creemos que
la identidad social no es un "estado esencial interno", ni tampoco el producto de poderosos
discursos externos, sino que es el producto de la compleja interacción de narrativas acerca
de nosotros mismos y los "otros" desarrolladas en relación a las múltiples interrelaciones
que establecemos a través del tiempo. Al momento de dar cuenta de este sistema de
interrelaciones la música ocuparía un lugar privilegiado, al ser un tipo de artefacto cultural
que provee a la gente de diferentes elementos que ellos utilizarían, al interior de tramas
argumentales, en la construcción de sus identidades sociales (Vila, 1996).
Tal como lo afirma Pablo Vila, la subjetividad está en constante cambio; esta se
puede ir modificando a medida que el niño va adquiriendo nuevos conocimientos y va
compartiendo con otras personas. Pero también entra en juego aquí algo mucho más
relevante que recoge todas aquellas experiencias y conocimientos, pues se genera en la
interacción con otros, en el intercambio de experiencias de vida; y esto es la narrativa,
pues ese desarrollo de la personalidad, esa identidad social que nos hace ser quien
17
somos, proviene de esas interacciones y la música como ese proceso cultural que puede
contarnos historias vividas por otras generaciones, en otras épocas, y que nos permite
percibir otros mundos, otras historias, otros contextos; es base fundamental que a través
de sus narrativas nos permite posicionarnos desde otras dimensiones en nuestro mundo y
tener visiones diversas de la realidad.
Igualmente esa sensibilidad que se desarrolla en los sujetos a través de las
narrativas musicales, da paso a que logren experimentar diversas emociones ante las
múltiples situaciones que les suceden a diario y que les proporciona experiencias que
impactan y permean todo su ser y modifican o transforman el modo en que viven, piensan
y aceptan la realidad. Es por ello de vital importancia contribuir en la sensibilidad en el
sujeto niño suministrándole bases o fundamentos que nutran esas experiencias sensibles,
y que mejor manera de hacerlo si no es a través del arte musical; este nos brinda un
mundo amplio y enriquecido de posibilidades que pueden fortalecer las emociones que el
sujeto niño necesita para enfrentar las situaciones cotidianas de su mundo presente, pero
también las de su futuro.
Asimismo la profesora Argentina Stella Maris Muiños de Britos, afirma:
La música en su pasar, en su viaje, en su recorrido, pasa y queda en nosotros, deja su
huella sonora, abre un surco, se queda, se vincula y se articula con todas las partículas de
nuestro cuerpo, nos invade sin dominarnos, nos invade sin sitiarnos, nos invade y al mismo
tiempo nos libera de toda atadura, nos mueve y nos moviliza hacia nosotros mismos y
hacia los otros (Britos, 2010).
De este modo se constata que la música como experiencia transforma, estremece,
entusiasma, inquieta; nos hace compartir con otros, nos motiva a entablar nuevos lazos
relacionales que permiten visualizar otras historias, identificarnos con ellas y nos da la
facultad también de contar nuestra propia historia, exteriorizar todo aquello que queremos
decir y que al lograr comunicarlo a otros posibilita moldear la propia subjetividad y por
ende el crecimiento como persona. También, para lograr exteriorizar las historias de vida
y los otros mundos posibles presentes en la imaginación; la música es uno de los mejores
medios, pues la canción es un recurso que nos posibilita valernos de distintas estrategias
creativas para plasmar en ella todo aquello que se quiere comunicar. Y como lo afirma
Gardner “La creatividad no depende nada más de la inteligencia: implica factores de
personalidad relacionados con aspectos del individuo, del ámbito y del campo presentes
en la sociedad en general” (Gardner, 2001).
Es aquí donde la cultura juega un papel fundamental, pues todo sujeto está
determinado por las condiciones que le ofrece su entorno. Cada sujeto forja su identidad a
través de las experiencias que percibe en su cotidianidad, y que están mediadas por el
lenguaje y el contexto sociocultural donde se desenvuelve. Esta socialización inicia
cuando el individuo asume el mundo en el que ya viven otros, lo que le permite
comprenderlo y asumirlo como suyo, permitiendo una identificación mutua entre él y sus
semejantes como partícipes en la vida del otro. Y en el caso específico de la música, el
sujeto tendrá determinada predisposición a esta dependiendo en el entorno educacional
18
que tanto la familia y la escuela como primeros agentes de socialización le brinden en el
acercamiento, práctica y vivencialismo de esta.
A su vez, Becler subraya la gran ayuda que presta la música en el nivel del
desarrollo psicomotor, del sentido de la lateralidad, del aprendizaje de la lectura y la
escritura, y del desarrollo psico-afectivo (Becler, 1982). Los niños que inician un proceso
musical e incorporan la música como parte importante de todos sus procesos de
desarrollo, incrementan de manera considerable su aprendizaje, fortalecen sus
experiencias, refuerzan su estado psico-afectivo de manera coherente. Consiguiendo que
la música se convierta en un elemento importante para el desarrollo de su personalidad;
les permite llevar a cabo actividades grupales que los hace participes de su medio social y
cultural. La música permite también ser un instrumento liberador que aleja de la
incertidumbre, de las presiones, de la angustia que se viven en nuestra sociedad y que
afecta el bienestar físico y emocional de los sujetos; dándoles además la posibilidad de
comunicar de modo creativo, de liberar todas las tenciones a través de la expresión.
Dicho esto, es importante tener en cuenta que la música a lo largo de nuestra vida.
Desde las que podíamos escuchar en el vientre materno, los arrullos de nuestras madres,
las canciones que se podían tararear cuando apenas sabíamos hablar, las que
cantábamos y bailábamos con gran alegría en la escuela y en las fiestas infantiles, las
que escuchábamos cuando éramos adolescentes, que nos hacían sentir mariposas en el
estómago al identificarnos con ellas, las que se escuchan en la adultez, que nos evocan
recuerdos de nuestra niñez o de nuestros padres, las que nos recuerdan personas,
lugares o momentos especiales, etc. Toda aquella música que hemos oído, ha hecho
parte de nuestra vida, nos ha acompañado en este caminar de la existencia, y nos ha
dejado huellas imborrables en todo nuestro ser, nos ha transformado y ha intervenido
enormemente en nuestra subjetividad.
2.3 EDUCACIÓN MUSICAL
Este apartado tiene como propósito establecer al lector algunas de las
aproximaciones que la pedagogía ha mostrado hacia la educación artística musical, su
importancia, la manera que esta se ha visualizado en la educación primaria, el rol que
ejercen allí, tanto el estudiante como el maestro, el proceso y los posibles cambios que
han surgido dentro de la clase de educación musical en los últimos años.
Intenta además explicar la manera en que se ha establecido llevar a cabo la
asignatura de música en las escuelas, retomando un poco el currículo y resaltando lo que
se debe o no enseñar en esta clase de música y poniéndola en paralelo con la educación
musical no formal que se imparte en otro tipo de instituciones y que ha incidido
notablemente en la manera en que algunos niños perciben y aprecian la música.
Para comenzar, es necesario aclarar que los distintos lenguajes artísticos juegan un
papel muy importante en los procesos de exploración activa, de creación y de
19
socialización en los niños/as. Desde esta perspectiva se podría pensar que en el proceso
educativo no existe otra cosa que proporcione más placer en el proceso de aprendizaje,
que el arte mismo; con todos sus lenguajes y las facultades que le proporcionan al ser
humano, como: sentir, expresar, pensar, crear y ver el mundo de manera distinta. Esa
posibilidad de viajar sin tener que cambiar de lugar, ese ambiente enriquecido que
transporta a otros mundos, que amplían la imaginación y cualifican la propia experiencia,
vigorizando ese desarrollo integral que todo niño/a necesita desde su primera infancia,
para abrirse nuevas posibilidades de asumir y apropiar el mundo.
Acerca de la experiencia estética, la teoría reggiana expresa lo siguiente:
La experiencia estética es no sólo la manifestación de una escuela bella y amable, sino
también es la creación de un espacio educativo que exprese y comunique el proyecto
pedagógico, como un compromiso de participación del entorno sociocultural al que
pertenece: importancia de habilitar y ofrecer espacios como soporte para estas
manifestaciones, lugares significativos para reconocer y compartir una misma identidad
comunitaria (Abad, 2006).
Para que esta sensibilidad emocional se fortalezca y se desarrolle de manera
apropiada es necesario pensar en la música que se va a trabajar con los niños/as, que
clase de música, que tipo de contenidos y que lazos relacionales se deben entablar entre
estos contenidos musicales y la realidad circundante que es latente, que juega un papel
importante en el desarrollo del sujeto y que por lo tanto no se puede obviar o relegar por
ninguna circunstancia, pues si esto llega a ocurrir la música y el estudio de esta, no se
debería considerar como un verdadero conocimiento, pues no dejaría ninguna enseñanza
que marque la historia de vida de cada uno de los niños/as. Por otra parte, la escuela
como segundo agente de socialización, tiene un papel fundamental en la intervención de
estos procesos de abordaje y estudio de todas las áreas de conocimiento. Y la música no
puede ser la excepción. Pues como se ha afirmado antes:
El papel institucional de la escuela es el de facilitar al individuo la consecución del
desarrollo cognoscitivo más apropiado a su edad cronológica y mental, así como la
adquisición más completa de las informaciones relativas especialmente a las normas y a
los valores de la comunidad. Este desarrollo y esta adquisición capacitan al individuo para
participar como miembro más o menos eficaz en la interacción social. La escuela como
agente de socialización, refuerza a las demás instituciones de la comunidad (Abela, 2003).
Por otra parte, los instrumentos, artefactos o medios que utilice la escuela para el
estudio y aplicación de la música deben ser lo suficientemente llamativos para los
estudiantes, con el fin de que los seduzca y enamore; de esta manera el proceso será
altamente enriquecido hasta el punto de que los estudiantes vean esta clase de
enseñanza como un momento placentero, que los llena, los satisface y los invita a hacer
sus propias creaciones, conectando la música con otros ámbitos de enseñanza. Pues
como lo menciona Gardner la inteligencia individual es inseparable de los artefactos y de
los otros individuos que rodea al sujeto. Puesto que la inteligencia no termina en la piel
20
sino que se hace extensa a través de los objetos, artefactos o herramientas que sean
utilizados con el fin de sintetizar y conservar la información.
Es por ello que parte determinante de este ambiente de aprendizaje son los objetos
o artefactos que se encuentren en el lugar y el modo en que estén dispuestos; pues estos
actúan como estímulos no verbales que influencian, estimulan o modifican la experiencia
del niño con determinado ambiente, pues como lo resaltan los autores “las variaciones en
la disposición, los materiales, las formas o superficies de los objetos en el entorno
interactuante, pueden ejercer una gran influencia en el resultado de una relación
interpersonal”. (Arteaga, Viciana & Conde, 1999).
Malaguzzi, citado por Hoyuelos (2009), menciona el ambiente como un tercer
maestro, en donde se potencializa el desarrollo de las capacidades de los niños/as y
donde se interactúa con los objetos, es decir con la cultura. Este tercer maestro es un
ámbito estético, benévolo y agradable, donde el niño/a adquiere un aprendizaje mediado
por el placer. Asimismo, los niños/as en el escenario educativo se deben percibir como
sujetos de conocimiento que aportan al proceso de enseñanza-aprendizaje, que tienen
una experiencia de vida para comunicar, forjando y estableciendo relaciones sociales
distintas que conllevan a la transformación de la práctica educativa, y a la posibilidad de
asumir nuevos retos que impliquen abordar la educación desde otros panoramas,
complejizándola y facilitando la cimentación de nuevos saberes.
Se hace necesario plantear entonces metodologías de trabajo donde los niños/as
resignifiquen el mundo social y cultural que los rodea y la vida cotidiana se tenga en
cuenta, la experiencia personal del niño/a y que exista una conexión entre la cotidianidad
del sujeto y el entorno educativo. Es aquí donde el docente es el catalizador o impulsor de
la experiencia estética, y este es quien tiene que propiciar diversos lenguajes artísticos
dentro del ambiente educativo potenciando los procesos autónomos y de reconocimiento
de sí mismo y a su vez el respeto por el otro distinto a mí. Así se genera en el niño el
interés por participar y a su vez el lograr reconocer lo “propio”, también explorar y
asombrarse con lo que para él es desconocido.
Según Hoyuelos (2009), Para Malaguzzi el niño no aprende solo sino en la
interrelación con su entorno, para lo cual el adulto se basa en la observación y el
descubrimiento de las diferentes maneras que los niños tienen de participar y elegir,
donde selecciona y cualifican las actividades de acuerdo a las motivaciones e intereses
de ellos mismos. Por ello es determinante a la hora de hablar del desarrollo emocional,
sensitivo y cognoscitivo a través de la música, tener en cuenta el ambiente; ese ambiente
de aprendizaje que provoque en cada niño/a un sin número de sensaciones que lo hagan
involucrarse de manera espontánea, además de pensar y pensarse de forma diferente,
posesionándose en el mundo desde otra perspectiva que le permita explorar, compartir,
comunicar y expresar a través de todo su cuerpo desde un aspecto antes no concebido,
antes no explorado y antes no expresado.
Se trata de abrir un mundo de posibilidades que abran puertas, que modifiquen y
recreen un ambiente diverso, provocador, estimulante donde el niño sea el protagonista
principal, pues es el niño quien decide de manera espontánea a que dirección dirigirse,
21
que decide expresar y como quiere actuar frente a determinado ambiente. Se propone
entonces trabajar ambientes y situaciones abiertas que proporcionen un grado progresivo
de implicación y permanencia de parte de los niños, rompiendo a su vez los estereotipos
de las situaciones cerradas que coartan su creatividad. Por lo contrario, se busca que los
niños se correlacionen con más frecuencia de manera positiva con ese ambiente y lo
enriquezcan.
La profesora Gloria Valencia Mendoza, en su texto; “la música en la formación
integral del hombre”, afirma:
La música es considerada una dimensión constitutiva de la vida del hombre. Y en el
proceso de enseñanza-aprendizaje musical se requiere establecer condiciones claras que
la educación contempla en dos personas fundamentales: el educando y el educador. Se
vislumbra un problema esencial: el choque entre la enseñanza tradicional, y la educación
contemporánea, la dialéctica entre el criterio lógico en oposición al criterio psicológico.
Enseñar música, enfrentado a educar musicalmente.
En consecuencia, enseñar música supone enseñar tradicional y sistemáticamente
unas notas musicales con cada una de sus escalas y la manera correcta de interpretarlas
en un instrumento musical básico, sin tener en cuenta los intereses, gustos y preferencias
de los estudiantes. Mientras que educación musical supone tener en cuenta los
conocimientos previos de los estudiantes, sus intereses y posibles aportaciones para la
construcción conjunta de conocimientos. Y supone también la formación integral del ser
humano en donde no solo se busca enseñar música de manera instrumental sino que
este conocimiento se entreteje con otros procesos cognitivos permitiendo que la música
sea el eje fundamental de la educación y esté presente en cada proceso de desarrollo de
los niños y las niñas.
De ahí es que surge la necesidad de ubicar la educación musical en un lugar
predominante dentro de los currículos escolares. Pues la música debe ser vista como ese
poderoso auxiliar que complementa todo conocimiento, que potencia las habilidades de
los niños/as, y que desarrolla variedad de conocimientos a causa de sus contribuciones,
se hace entonces necesario educar musicalmente desde muy temprana edad para
apreciar, valorar la música; con el fin de ir modificando las nociones erróneas que se
tienen acerca de esta, pues en algunas instituciones escolares, la clase de arte se maneja
como un espacio de recreación. “la música es un poderoso auxiliar que facilita la re-
educación motriz, por cuanto ayuda a formar reflejos condicionados de tipo
auditivomotor”. (Molina de Costallat 1975).
Asimismo, “Un objetivo importante al empezar la educación musical es establecer
dentro del niño una disposición positiva y apasionada hacia la música. A través de la
educación musical, el niño encuentra verdadera realización personal” (Díaz y Frega 1998).
Como lo afirman los autores, la familia y en mayor medida los docentes deben generar en
los niños/as experiencias sensibles, enriquecedoras, lograr que ellos se interesen por la
música, por conocer todos los desarrollos positivos que esta puede aportar para la vida.
De manera que las clases de música deben ir más allá de la simple instrumentalización.
22
Las actividades musicales se han centrado siempre en el canto, en la práctica instrumental
o en la lecto‐escritura musical, pero la creación musical ha quedado en un segundo plano.
La Educación Musical ha de permitir que el niño pueda expresarse musicalmente,
descubriendo, sintiendo y expresándose a través del hecho sonoro. Por este motivo, el
proceso de enseñanza‐aprendizaje musical debe ir encaminado a favorecer el desarrollo
de la creatividad. Educar musicalmente desde la edad infantil supone organizar los
contenidos y definir el camino que permita la consecución de capacidades relacionadas
con la música. (Bernal, 2005).
Igualmente es urgente que en la actualidad las clases de música se modifiquen,
que se deje atrás la manera tradicional de abordar el aprendizaje musical y se generen
nuevas estrategias, que contengan programación actualizada, moderna, que corresponda
a las expectativas que los niños y niñas tienen, pero que se complementes con lo que el
docente sabe y conoce acerca de la música, debe ser una clase que fomente y cultive la
creatividad, la exploración activa, desarrollando nuevas técnicas a partir de la tecnología.
No solo que se estudie la historia de la música, sino que se tengan en cuenta los nuevos
descubrimientos sonoros realizados por los niños y niñas en ese ambiente de libertad, de
autonomía en la manipulación de los instrumentos musicales, donde se potencian las
habilidades de los niños, la musicalidad y avanza día a día en estas capacidades.
A modo de conclusión es preciso recordar la gran responsabilidad que recae sobre
el docente de educar musicalmente en lugar de enseñar música; pues debido a que esta
educación musical no se está brindando desde los hogares, es indispensable que se
comience a trabajar en el ámbito escolar desde los primeros ciclos. Y para ello hay que
adaptar nuevos contenidos al currículo, que sean adecuados y que favorezcan la
autonomía, la exploración y la creatividad musical.
23
Capítulo 3. Metodología
A continuación se presentara la metodología que hizo parte de la investigación. Se
presentaran de manera detallada cada una de las etapas de trabajo, que explicara qué
tipo de investigación se abordó en este. También se presentaran los instrumentos de
trabajo con los cuales se extrajo información muy importante que complemento la revisión
documental realizada. Dichos instrumentos usados en el proceso de investigación fueron:
la entrevista, la matriz de información y los diarios de campo escritos durante las prácticas
formativas realizadas por la investigadora en la asignatura de seminario de investigación.
Así mismo se explicitaran cada uno de estos instrumentos junto con sus anexos.
3.1 ENFOQUE INVESTIGATIVO
Esta es una investigación mixta, que recoge una revisión documental y una revisión
tipo estado del arte sobre asuntos relacionados con el tema-problema de la investigación,
pero a la vez incorpora actores vitales del proceso educativo pedagógico en el que están
relacionados la música y la subjetividad. Esta investigación no es enteramente empírica
puesto que no se basa solo en la información de campo, pero tampoco se basa
exclusivamente en la información teórica, porque aquí se presentan distintas perspectivas
acerca del tema-problema: está lo que dicen los profesores expertos en el área de artes
musicales, esta lo que los niños saben, piensan y opinan acerca de la música y también la
información que recoge la investigadora desde su experiencia en la práctica formativa.
Por consiguiente es una investigación mixta en el sentido en que incorpora
elementos de la investigación documental o teórica, con elementos derivados de la
investigación de campo en la que se recupera la voz de los maestros, de los niños y de
otros referentes relacionados con el tema.
Acerca de la investigación mixta: teórica y empírica, Pablo Cazau en su texto
introducción a la investigación en ciencias sociales; dice lo siguiente: “Es posible distinguir
dos actividades diferentes y complementarias en el ámbito de la investigación científica: la
investigación teórica, que compara ideas entre sí, y la investigación empírica, que
compara las ideas con la realidad. En una aproximación grosera, podemos decir que la
investigación teórica es una actividad por la cual relacionamos ideas entre sí, mientras
24
que la investigación empírica se centra en confrontar las ideas con la realidad. Y así,
cuando el investigador toma contacto con una idea -sea porque se le ocurrió a él o porque
la leyó en algún lado-, tiene a partir de allí dos opciones: relacionar esa nueva idea con
otras que ya conoce (investigación teórica), o intentar examinarla o probarla a la luz de los
hechos (investigación empírica). En última instancia, la existencia de ambos modos de
investigar se justifica a partir de la necesidad de satisfacer dos exigencias igualmente
importantes en el conocimiento científico: la coherencia lógica de las ideas (investigación
teórica), y la adecuación de las mismas con la realidad (investigación empírica)”. (Cazau,
2006).
También el profesor Pedro José Salinas, define en su texto metodología de la
investigación científica, que la experimentación o investigación empírica es: “Es aquel tipo
de estudio donde se repite la metodología en condiciones diferentes a las condiciones
originales Se le llama experimentación porque no se genera un conocimiento original, sino
que se repiten los conocimientos generados por otros investigadores, pero en condiciones
diferentes. Se le llama empírica porque se basa en la modificación simple de las
condiciones experimentales”. (Salinas, 2008).
Como podemos ver en esta investigación existe un diálogo entre la teoría y la
realidad puesto que recoge información documental de varios autores pero también
recoge información de actores del entorno educativo que está directamente relacionado
con el arte musical y de niños y niñas que han tenido contacto de algún modo con la
música.
Pero esta también es una investigación de naturaleza educativa porque intenta
abordar el uso del recurso estético musical, en el contexto de interés para la pedagogía
infantil, que son los procesos de constitución de la subjetividad y los procesos del
desarrollo infantil. La investigación educativa tiene como propósito indagar sobre ciertos
temas a partir de metodologías mixtas que involucran el análisis documental, la revisión
de literatura y la recuperación de algunas fuentes primarias que en este caso son los
niños y los maestros.
“La formación en investigación educativa es sumamente relevante en el sentido de
que el investigador debe realizar un conjunto de lineamientos para abordar el fenómeno en
estudio, es decir, existe un protocolo formalizado de “procedimientos” que guían todo
proceso de investigación cualitativa y/o cuantitativa. Cabe señalar, que sin esa formación,
sería difícil llegar a aquellos resultados esperados y el estudio carecería de valor científico.
La investigación educativa no puede ser un proceso lineal, sino uno con diversas marchas
y contramarchas, asociadas a decisiones y a la complejidad del fenómeno; a pesar de la no
linealidad, es posible diferenciar etapas a lo largo de ese proceso. Como recurso
metodológico, en ese proceso se puede distinguir una etapa de construcción del objeto de
investigación, otra de producción de la información, otra de análisis; con la advertencia de
que no están cerradas ni absolutamente desconectadas entre sí”. (Aravena, 2006).
25
El corpus con el que se realizó esta investigación tiene los siguientes elementos:
primero se abordaron 16 Trabajos de grado, segundo, se abordaron 11 experiencias
pedagógicas sobre el tema, se abordaron también un total de 9 libros y 23 artículos de
revista alusivos al tema. Todo lo anterior se complementó con las entrevistas a tres
maestros del proyecto curricular licenciatura en pedagogía infantil y que son expertos en
el tema de la relación música-infancia. Asimismo se recogió información de seis niños con
edades entre los 6 y los 10 años; a través de la metodología de la entrevista. Y se hizo un
análisis de contenidos audiovisuales a partir de la revisión de 6 videos en los que se
puede explorar el tema de la relación música-infancia-subjetividad.
Este es un estudio de carácter hermenéutico, histórico que tiene el propósito de
comprender un fenómeno, es conocer e interpretar el fenómeno en la relación música-
desarrollo de la subjetividad a partir del análisis de fuentes documentales, fuentes
primarias y de productos de la cultura donde es posible rastrear la relación entre música,
subjetividad y desarrollo infantil.
3.2 INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN
La presente investigación se vale de fuentes de recolección de información, fruto de
la participación de docentes de la universidad, pertenecientes al programa de licenciatura
en pedagogía infantil, quienes tienen formación en artes musicales y llevan varios años de
experiencia en instituciones escolares al igual que en la educación superior. También fruto
de la participación de niños y niñas en edad escolar que se encuentran vinculados a
distintas instituciones escolares tanto del sector público como del privado. Así mismo se
trabajó con la matriz y con los diarios de campo que trabajo la investigadora durante su
práctica pedagógica en la asignatura: seminario de investigación.
3.2.1 La matriz de categorías
Durante el proceso de esta investigación se usó el recurso de la matriz, la cual
permitió una mejor organización de las cualidades que aporta la música para el desarrollo
integral de los niños y las niñas en edad escolar; las cuales se convirtieron en las
categorías emergentes. Esta, la matriz, posibilito estructurar los referentes conceptuales
de cada una de estas categorías y también registrar las experiencias ejecutadas por otros
investigadores que han realizado estudios en sus prácticas acerca de las aportaciones
que la música tiene para el desarrollo del aprendizaje, los avances, transformaciones que
se pueden realizar a través de esta y la importancia que la música tiene para un buen
desarrollo del proceso educativo, social y cultural.
En esta matriz de categorías, los conceptos fundamentales fueron la relación niño,
música y subjetividad, y a partir de estos conceptos y la revisión teórica-conceptual se
derivaron las siguientes categorías:
26
La conciencia fonológica y la música como precursores del desarrollo de lecto-
escritor.
Reconocimiento y expresión de las emociones.
Marcadores culturales que se trasmiten a través de la música.
Rehabilitación y recuperación emocional del niño/a, elaboración de conflictos
interiores. (Musicoterapia).
La música como herramienta de vínculo social en los niños/as.
La música y su estrecha relación con la danza.
Contacto temprano con la música, (La narrativa de la música).
Desarrollo de las competencias lingüísticas a través de la música.
Música y aprendizaje de una segunda lengua.
Música y desarrollo de la creatividad.
3.2.2 La entrevista
Entre los instrumentos que se utilizaron en esta investigación está la entrevista;
porque resulta un buen sistema de recolección de datos que crea un ambiente de dialogo
entre el entrevistador y el entrevistado, haciendo que se puedan indagar de manera más
eficaz los ítems o temáticas del problema a investigar, al tratarse de preguntas abiertas
que se pueden ir modificando o complementando a medida que avanza el diálogo y según
las necesidades que el investigador requiera descubrir.
La entrevista cualitativa se sitúa entre una conversación informal y una entrevista formal;
ello porque su intencionalidad está planeada y determina el curso de la interacción. La
entrevista cualitativa permite traer los contenidos verbales de la interacción a la
investigación. En la entrevista cualitativa es fundamental la connotación del habla, las
señales acerca de las emociones o los sentimientos, expresados a través de la
gestualidad, de la entonación de la voz. El cómo se dice es tan importante como lo que se
dice. En tal sentido, la entrevista no sólo proporciona textualidades de relatos, sino también
información acerca del contexto y la situación a la que se refieren dichos relatos. Existen
diversos tipos de entrevistas, pero todas se basan en la interacción social a través de la
comunicación verbal. Las modalidades más utilizadas de entrevista cualitativa son: la
entrevista individual (semiestructurada o en profundidad) y la entrevista grupal. (Aravena,
2006).
Para esta investigación el tipo de entrevista usado fue la entrevista individual
abierta, porque se realizó a cada persona (ya sea docente o niño/a) de manera individual
y se permitió que el entrevistado dialogara e interactuara de manera abierta con el
entrevistador, de acuerdo a las temáticas referentes a la pregunta inicialmente planteada.
El diseño de la entrevista y las preguntas que esta contiene se generaron a partir de las
categorías de investigación que surgieron en la matriz. Del mismo modo la entrevista
abierta es uno de los métodos más utilizados en la investigación de corte cualitativo,
puesto que da lugar a un dialogo fluido entre el investigador y el sujeto o los sujetos
entrevistados. Y, la entrevista presenta ciertos parámetros que permiten estar centrados
27
en la temática central a investigar. Mediante esta conversación que se entabla entre
entrevistador y entrevistado, el investigador obtener gran cantidad de información
relevante para su proceso investigativo.
En cuanto a la recuperación del relato oral, como se mencionó anteriormente,
inicialmente se realizaron las entrevistas a los docentes expertos en el área, y
posteriormente se realizaron las entrevistas a los niños y las niñas en edad escolar. Así
mismo se procedió a reproducir los audios de cada una de las entrevistas mientras se
iban registrando de manera escrita. Esta sistematización se realizó en el mismo orden de
las entrevistas; primero se registraron las de los docentes y posteriormente las de cada
uno de los niños y las niñas. Seguidamente se fueron analizando cada una de estas
respuestas y relacionándolas con las categorías emergentes para inscribirlas de manera
acertada en cada una de estas. Del mismo modo se hizo una revisión de los diarios de
campo escritos durante la práctica del seminario de investigación y se rescataron
fragmentos de la experiencia de trabajo de campo con niños y niñas de una institución
escolar; fragmentos de importancia que complementaron el registro del relato oral.
Esta es una investigación de corte cualitativo, puesto que intenta analizar las
variables de una situación problema en particular, para entender los procesos de
enseñanza del arte musical que se imparten en las instituciones educativas en nuestra
ciudad. Intenta analizar el entorno social y cultural de los niños y niñas que están
inmersos en un mundo musical ya sea de manera directa o indirecta.
El método cualitativo se basa en un modelo conceptual-inductivo cuya primera tarea es
delimitar el fenómeno a estudiar. Posteriormente surgirán otras interrogantes acerca de las
características del fenómeno y sus cualidades particulares. Hecho esto, el paso siguiente
es contactarse con los casos a estudiar a objeto de realizar las observaciones que servirán
de fundamento al concepto. La idea es reunir toda la información posible para entender los
diferentes contenidos que genera el acontecimiento. A diferencia del método cuantitativo,
no interesa probar o medir la existencia de cierta característica en un fenómeno particular,
sino identificar la mayor cantidad de cualidades posibles de ese fenómeno. No se trata de
que no exista teoría, sino de seleccionar, del cúmulo de información recolectada, ciertos
aspectos y hacerlo a partir de una perspectiva teórica. Se trata, entonces, de ir vinculando
la información sobre las cualidades del fenómeno para obtener una construcción teórica de
lo observado. (Aravena, 2006).
De igual manera el profesor de la Universidad de Los Andes, (Venezuela) Pedro
José Salinas (2008), define en su texto metodología de la investigación científica, que la
investigación cualitativa esta cimentada en valores cualitativos, es decir, que al ser
cualitativa está sujeta a la relatividad desde donde cada sujeto toma posición según su
contexto en particular. Y del mismo modo sucede con el sujeto investigador.
En cuanto a la entrevista inicialmente se formulan una serie de 17 preguntas a los
maestros y maestras. La entrevista es abierta por lo cual los profesores tenían la
posibilidad de dar una respuesta amplia sobre el tema y los aspectos de la entrevista
28
brindaron información relevante sobre los temas problema de la investigación. Las
preguntas trataban sobre temas tales como:
La formación educativa de los docentes.
La educación artística en nuestro país.
La música y su incorporación a los procesos educativos.
La función de la educación estética en la escuela.
La música y la subjetividad.
Las expresiones musicales diversas.
La preparación de los docentes de música en nuestro país.
Las metodologías de trabajo de los docentes.
Seguidamente, se realizaron las entrevistas a los niños y las niñas donde se
formularon un total de 25 preguntas que tenían dos enfoques un poco distintos, el primero
contaba con 13 preguntas, las cuales tenían que ver con las clases formales de educación
musical, es decir, las primeras preguntas iban dirigidas a los niños y niñas que han
recibido clases de música en algún momento dentro del escenario propiamente escolar. Y
la segunda parte o el segundo enfoque estuvieron dirigidos a aquellos niños que en
definitiva no han tenido este espacio de la clase de música en su entorno escolar, pero
que como todo ser humano, inevitablemente ha tenido una relación, un contacto con la
música en su entorno sociocultural. Esta segunda parte consta de 12 preguntas. En algún
momento de la entrevista se presentó la oportunidad de entrelazar ambos enfoques o
preguntas de ambas partes para enriquecer la información que se estaba extrayendo y
porque la fluidez del diálogo así lo requería.
La entrevista se trabajó con niños y niñas cuyo rango de edad es de 6 a 10 años, a
los niños/as se les planteo la posibilidad de la entrevista siguiendo una lógica; se les
reunió en un grupo, se les explicó un poco la metodología de la entrevista y el tema
central de esta. Posteriormente se accedió a hacer las preguntas a cada uno de los niños
y niñas por separado, con el fin de que las respuestas de algunos no influyeran en las
respuestas de los otros, sino que cada uno contestara las preguntas desde sus propias
experiencias y vivencias. Esto con el fin de recuperar la información de manera más veraz
y verídica posible.
Las preguntas realizadas a los niños y niñas giraban alrededor de tres grandes
temas tales como:
Los gustos musicales.
La música y su componente emocional.
La música y el aprendizaje.
La música y la subjetividad.
la música y los marcadores culturales.
29
Finalmente se dio inicio al proceso de sistematización en donde se recopiló toda la
información anteriormente señalada, se analizaron los resultados y se extrajeron
conclusiones puntuales que permitieron visualizar la intencionalidad de la investigadora y
el desarrollo de cada uno de los objetivos propuestos al inicio de la investigación.
3.2.3 Diarios de campo
El diario de campo es una herramienta recolección de información, que nos permite
registrar en tiempos exactos lo que sucede en aula escolar, esta información se recoge a
partir de la observación directa, en donde se tienen en cuenta las actitudes, opiniones y
comportamientos de los niños, para luego atender a las necesidades educativas y/o
sensitivas que los niños presenten, y para ser abordadas de una manera apropiada con el
fin de satisfacer dichas falencias.
El diario de campo es una guía para la reflexión sobre la práctica, favoreciendo la toma de
conciencia del profesor sobre su proceso de evolución y sobre sus modelos de referencia.
Favorece, también, el establecimiento de conexiones significativas entre conocimiento
práctico y conocimiento disciplinar, lo que permite una toma de decisiones más
fundamentada. A través del diario se pueden realizar focalizaciones sucesivas en la
problemática que se aborda sin perder las referencias al contexto. Por último, propicia
también el desarrollo de los niveles descriptivos, analítico-explicativos y valorativos del
proceso de investigación y reflexión del profesor. (Porlán y Martín, 2000).
Los diarios de campo nos permiten registrar información acerca de las prácticas
pedagógicas, nos permiten observar de manera más consiente y observar situaciones
varias que se dan dentro del aula escolar. Entre las situaciones que podemos observar en
el registro del diario de campo son las siguientes: problemas de hostilidad entre pares,
tenciones del maestro, creencias de los niños, actitudes y aptitudes frente a las
actividades y procesos propuestos por el docente, habilidades que cada uno de los niños
y niñas, que no son percibidas al instante, el modo en que el docente se comunica con
sus estudiantes e imparte sus clases, entre muchas otras situaciones que solo podemos
captar cuando observamos de manera atenta y que sirven para el análisis y la evaluación
de las clases, con el fin de generar propuestas de mejoramiento.
30
4. ANÁLISIS Y RESULTADOS
A continuación el lector puede encontrar los análisis de cada una de las fases del
componente práctico de esta investigación. Dentro de esta investigación se realizó una
revisión teórica en la cual se pudieron identificar varias categorías que median esta
relación entre niño, música, pedagogía y desarrollo de la sensibilidad. Además de la
revisión de estos aportes teóricos, se tuvieron en cuenta las experiencias pedagógicas
previas de la investigadora, lo que dicen y saben los maestros/as expertos en el tema y lo
que dicen los niños y las niñas acerca de su propia experiencia musical en la escuela y en
su entorno sociocultural.
Uno de los instrumentos utilizados fue la verificación empírica a través de
entrevistas realizadas a niños/as cuyo rango de edad oscila entre los 6 y los 10 años de
edad, y maestros expertos en el arte musical, quienes llevan una larga trayectoria en la
enseñanza de las artes musicales en instituciones de educación primaria, así como en
instituciones de educación superior. El complemento de esta verificación fueron los videos
encontrados en la página de internet you tube, mediante los cuales se indago acerca de
algunas investigaciones realizadas por neurocientíficos, sobre la música y sus efectos en
el ser humano, pero también acerca de las costumbres que los maestros y maestras de
música llevan a la práctica en su quehacer cotidiano dentro del ámbito educativo, lo que
algunos expertos en el arte musical opinan de la enseñanza de la música en la escuela, y
lo que los niños y niñas aprenden acerca de la música, sus conocimientos previos, su
perspectiva acerca de la enseñanza de esta en la escuela y la manera en que perciben
las músicas que escuchan a diario en su entorno escolar y social. También se tuvo en
cuenta en la observación y análisis de estos videos, acerca de los gustos, las
experiencias, los aprendizajes, las opiniones e ideas que los niños y niñas tienen acerca
de la música.
Durante todo este proceso de investigación se trabajó con la matriz, instrumento
fundamental que permitió ir recolectando información de manera práctica y organizada.
Para ello inicialmente se realizó un análisis juicioso, un inventario acerca de cuáles
podrían ser las contribuciones de la música en la formación sensible de los niños y las
31
niñas en edad escolar. A partir de analizar y enumerar dichas contribuciones se procedió
a definir cada una de esas contribuciones de manera operativa, para ello se hizo
necesaria una revisión de autores, textos teóricos que soportaran cada una de estas
contribuciones y/o categorías. Luego de la definición operativa de cada una de las
categorías observadas y analizadas se quiso tener en cuenta en la matriz de categorías
un segundo ítem denominado experiencias; en este se evidencian ejemplos de prácticas
experienciales en instituciones escolares, proyectos de investigación, programas, etc.
Que demuestran o hacen visibles estas contribuciones de la música en los procesos de
desarrollo y aprendizaje de los niños y las niñas en edad escolar. Una tercera parte de
esta matriz fueron las entrevistas realizadas a niños y niñas en edad escolar
pertenecientes a distintas localidades de la ciudad, algunos de ellos estudian en
instituciones de carácter privado y otros en colegios de carácter distrital; y a maestros de
la universidad Distrital Francisco José de caldas expertos en el área de artes quienes son
docentes de la Licenciatura en pedagogía infantil.
Esta tercera parte de la matriz permitió ligar lo anterior con el marco teórico y con la
experiencia de la investigadora citando casos concretos que permiten visualizar de
manera más precisa las contribuciones de la música en la formación de la sensibilidad de
los niños y niñas en edad escolar.
De acuerdo con los instrumentos utilizados en el desarrollo de esta indagación en el
orden en que se consideraron y detallaron, se presentan a continuación las categorías de
análisis que reúnen el conjunto de criterios de esta investigación, y las categorías
emergentes que surgieron durante el desarrollo de la misma:
4.1. Descripción de los hallazgos
La conciencia fonológica y la música como precursoras del desarrollo de lecto-
escritura.
“la conciencia fonológica, entendida como la habilidad para analizar y sintetizar de
manera consciente los segmentos sonoros de la lengua, ha sido reconocida en las últimas
décadas como el mejor predictor del aprendizaje lector”. (Cobos, 2008). Estos autores
definen también que la conciencia fonológica es “la habilidad metalingüística para analizar
y sintetizar de manera consciente los segmentos sonoros de la lengua”. Y que esta
habilidad permite a los niños y las niñas “Reconocer rimas, identificar sonidos iniciales y
finales en las palabras, fraccionar en sílabas las palabras, etc.
Asimismo Lyda Mejía de Eslava y Jorge Eslava Cobos resaltan la importancia que
tiene la conciencia fonológica en el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje de la lectura,
ellos afirman que:
Al iniciar el proceso de aprendizaje del sistema escrito, las bases del código y el contenido
lo proporciona la lengua oral que actúa como vínculo intermedio y su evaluación y
entrenamiento se convierten en elemento muy relevante del trabajo de los profesionales
32
que laboran en el área de aprendizaje escolar. En relación con el entrenamiento de la
habilidad se proponen trabajos con juegos de palabras como rimas, poemas, canciones y
juegos infantiles. (Cobos, 2008).
Igualmente la autora Patricia Castillo en su texto, “incidencia de la música en el
desarrollo de habilidades lectoras” (2005), enuncia que la música al igual que la lectura se
expresan de manera escrita, a través de signos correspondientes a las notaciones
musicales, lo cual hace que la audición del lenguaje hablado y la audición del lenguaje
musical tengan similitudes que los vinculan. De este modo el oyente reconoce una idea
expresada a través de las palabras, al igual que una idea expresada musicalmente.
También esta autora expresa que ese reconocimiento del lenguaje incluye diferenciar los
sonidos que se escuchan, interpretarlos de acuerdo al contexto y vincular lo escuchado a
experiencias anteriores y conocimientos previos que tiene el oyente-lector.
Ángela Signorini en su texto “La conciencia fonológica y la lectura. Teoría e
investigación acerca de una relación compleja” (2005), cita a Gombert, quien afirma: “La
conciencia fonológica forma parte de los conocimientos metalingüísticos definidos como la
capacidad de reflexión y manipulación del lenguaje en sus distintos niveles: fonológico,
sintáctico, léxico, semántico, textual y pragmático”. Entonces, la conciencia fonológica
supone reconocer los sonidos, el vocabulario y usarlos de manera adecuada en el
lenguaje escrito y hablado.
Patel y Peretz (1997) citados por Iris Xóchitl Galicia Moyeda y Luis Zarzosa
Escobedo, Sugieren que la percepción del contorno y el agrupamiento rítmico de una
frase hablada emplea los mismos recursos neurales en la música y en el lenguaje. Galicia
y Zarzosa, citan también a Piro y Ortiz, 2009. Quienes respecto a la anterior enunciación
dicen: “Admitiendo como cierta tal afirmación, habría que esperar que las actividades
realizadas en un campo, lingüístico o musical, tuvieran influencia en el otro, es decir, que
se produce una transferencia de una serie de habilidades de unos campos a otros”.
Por otra parte, en la literatura se considera la conciencia fonológica como un reto de
gran importancia para que los niños aprendan a leer e interpretar de manera más sencilla
lo que leen. Muchas de las funciones que hacen parte de la conciencia fonológica se
basan en componentes como la rima, las sílabas y los fonemas, por medio de los cuales
los niños pueden aislar, sustituir, combinar, y suprimir diversas unidades sonoras propias
del lenguaje. Estos autores, resaltan la importancia que tienen los estímulos musicales
para desarrollar la conciencia fonológica y afirman que una actividad se puede desarrollar
de manera semejante para incrementar las habilidades musicales. “Dado que las
habilidades musicales implican discriminaciones auditivas de elementos tonales y
melódicos, y las habilidades en la lectura involucran una sensibilidad para realizar
distinciones fonológicas, se ha considerado que el procesamiento de la información de
estímulos sonoros lingüísticos y musicales es semejante”. (Galicia y Zarzosa, 2014).
33
Lucía Herrera y Oswaldo Lorenzo en su “texto Música, lenguaje y lengua materna”
(2006), reiteran lo siguiente: “aquellos niños que desarrollan la habilidad de detectar las
categorías sonoras individuales dentro de una palabra, son capaces de asociar estos
fonemas con sus representaciones escritas”. Y citan a (Atterbury, 1985; Barwick,
Valentine, West & Wilding, 1989; Douglas & Willats, 1994), quienes afirman que las
habilidades lectoras anticipadas están estrechamente ligadas a las facultades de la
evolución sonora del lenguaje, así que es sensato pensar que las facultades de estudio
indispensables para la aprehensión musical logran estar también vinculadas al proceso
lector. Y se podría pensar entonces que una y otra se complementa facilitando sus
procesos de aprendizaje y enriqueciendo de manera simultánea dichos desarrollos.
Además la música como lenguaje se fundamenta en las características auditivas y
con la manera elemental de elaboración musical, cantar usa el mismo mecanismo vocal
que el habla. De este modo el habla y la música conllevan acoplar ciertos elementos
(fonemas, notas musicales) concordes a unas reglas (referentes a la gramática y la teoría
musical). Entonces el habla y la música comprenden una conexión de elementos que
proporcionan la generación de frases o expresiones ilimitadas que tienen significado. Lo
cual propone que tanto en la música como en el habla pueden intervenir procesos
similares esenciales. Por ello, el contacto con la música a edades tempranas, y el
entrenamiento musical oportuno, podría favorecer la adquisición lectora e impulsar otras
destrezas lingüísticas como las de fragmentación del dialecto y también de otro tipo.
(Herrera y Lorenzo, 2006).
Del mismo modo estos autores resaltan que la conciencia fonológica requiere de la
capacidad de segmentar el habla en sus sonidos constituyentes y reconocer las
variaciones de los sonidos antes mencionados, reconocer sus categorías y sus
variaciones. La aprehensión musical requiere también que el oyente este en la capacidad
de segmentar el flujo de entonaciones en unidades relevantes y ser capaz de reconocer
composiciones a lo largo de las variaciones en tono, tempo, ejecución y contexto.
Por otra parte, en el texto “Influencia de la realización de actividades musicales en el
proceso de la adquisición de la lectoescritura” los autores afirman lo siguiente: “… de ahí
que mencione que las actividades del programa musical influyen esencialmente sobre tres
elementos en el desarrollo de las capacidades musicales y lingüísticas: la percepción
auditiva (entendida como los procesos cognitivos que se utilizan para percibir y analizar
estímulos sonoros), la memoria fonológica (que estimula la recuperación de los datos
necesarios para el reconocimiento y la distinción de patrones lingüísticos y musicales
parecidos) y el conocimiento meta-cognitivo, lo que facilita la conciencia del propio
funcionamiento intelectual y apoya los procesos mentales relacionados con el lenguaje y
la música”. (Guerrero, Silva y Moyeda, 2001).
El documental, mi cerebro musical de National Geographic, revela que: “tocar un
instrumento musical utiliza el cerebro mucho más que escuchar música. Toda esa
actividad cerebral lleva a una mayor inteligencia general. Los investigadores dicen que los
niños que aprenden a tocar un instrumento musical, aumentan su coeficiente intelectual
hasta siete puntos”. Vemos entonces que la música tiene el poder de desarrollar más
34
fácilmente los procesos lingüísticos, pues los estímulos sonoros son complemento
esencial pues incentiva procesos mentales haciendo que el cerebro trabaje más,
aumentando así la parte intelectual del ser. También en el video, Beneficios de la música
en el ser humano; tomado de you tube se afirma, entre las contribuciones de la música al
desarrollo del ser humano, lo siguiente: “La música aumenta el rendimiento de la
memoria, el aprendizaje y el coeficiente intelectual, mejora la concentración y la atención”.
Para resumir, la música es una gran contribuyente, que permite que el proceso de
lectoescritura sea aprendido de manera mucho más eficiente para los niños y las niñas,
pues ésta, tiene la capacidad de estimular la memoria fonológica, potenciar las destrezas
lingüísticas y facilitar el proceso de aprendizaje; teniendo en cuenta que para que este
proceso se dé satisfactoriamente, es necesario un adecuado entrenamiento musical
desde edades tempranas.
Reconocimiento y expresión de las emociones, (componente emocional de la
música).
A propósito del componente emocional de la música Juanita Eslava Mejía del
Instituto Colombiano de Neurociencias, cita lo siguiente:
Es difícil generalizar el efecto de una pieza de música sobre un grupo de personas pues
cada quien tiene una historia personal que lo hace reaccionar de manera distinta al
estímulo. Probablemente el proceso neurológico sea similar, pero la historia de vida del
individuo va a ser determinante en la respuesta. Está claro que la música tiene efectos
sobre el dominio emocional, pero realmente el tipo específico de reacción depende del
individuo. Así pues la música con su poder para provocar reacciones a nivel neurológico,
físico y emocional es una herramienta más en el desarrollo del ser humano. (Eslava, 2004).
Igualmente, el texto “La música como lenguaje y como medio de expresión. Valor
formativo de la música”. Se refiere al componente emocional de la música como la
expresión de ideas y sentimientos que se pueden trasmitir a través de técnicas artísticas y
códigos. La música como lenguaje universal es reconocida y practicada en todas las
culturas existentes y los estudiantes deben recibir estímulo y conocimiento acerca de los
elementos que conforman su lenguaje y deben aprender a comunicarse con éste de
manera apropiada. Pues la música precisamente es una excelente facilitadora a la hora
de expresar los sentimientos y emociones, porque a través de ella podemos exteriorizar
las vivencias personales. El artista mediante su obra puede provocar en sus oyentes los
mismos sentimientos que el experimento en el momento de su creación musical; puede
entonces comunicar mediante su arte, sus sentimientos y las vivencias significativas que
el sujeto haya vivido antes, y estas experiencias, estarán involucradas en esta expresión,
al permitir recordar y trasmitir ideas, posturas críticas, sentimientos y deseos a otros
35
sujetos, los cuales se sentirán identificados si relacionan o ven reflejadas allí sus propias
experiencias de vida.
También por medio de la música, los niños pueden experimentar emociones y
espontaneidad, porque bailar, jugar con canciones motiva al contacto físico, a compartir y
comunicar con los demás. La música genera en los niños sentimientos de complacencia,
de bienestar, le brinda seguridad al desplazarse, le facilita su ubicación en el tiempo y en
el espacio y le posibilita mayor crecimiento de sus sentimientos estéticos, porque hace al
niño más sensible, más observador y por lo tanto acrecienta su capacidad de asombro
ante las cosas que están a su alrededor, comienza a reconocer su entorno y a
reconocerse a sí mismo dentro de este, y reconociendo a su vez a los otros como parte
importante de su entorno. La música permite que los niños se motiven a descubrir sus
talentos, sus temores, sus posibilidades de movimiento y de contacto con los demás. La
música facilita la relajación, el despliegue de energía, genera, acompaña y fortalece la
creatividad; mediante la música los niños pueden descargar también esos sentimientos de
ira, de enojo; cuando los niños están molestos, alterados, es la música un excelente
instrumento que permite canalizar esas emociones hostiles, haciendo que el niño recobre
su tranquilidad y evitando que se generen problemas de convivencia en el aula.
Del mismo modo, Gloria Valencia Mendoza, en su texto “la música en la formación
integral del hombre” (2011), afirma que el hacer música con otros conlleva a acordar un
espacio para el dialogo, donde todas las voces de los participantes, sea escuchadas, un
tiempo en donde todos y todas tengan la oportunidad de expresarse, de compartir ideas,
de aportar a esa construcción musical. Un tiempo comunicación e intercambio de
expresión, de entrar en relación no solamente con los otros sino también con el entorno,
reconociéndose a sí mismo dentro del entorno y entrando en relación con él. Esto supone
exteriorizarse, aventurarse a exhibirse, a mostrarse, en ese encuentro conjunto, en el que
todos tienen esa misma posibilidad de expresión, que compromete lo emocional, lo
corporal y lo motivacional, en un tiempo intensivo de goce, un momento placentero, de
disfrute, todo ello para el logro musical, es un tiempo de goce estético que reafirma el ser
y lo enriquece.
Además, la música nos brinda muchas contribuciones entre las cuales está, la
capacidad de adquirir de modo más factible el aprendizaje; debido a que existe una
imbricada relación entre conocimiento y emoción, pues nuestro estado de ánimo influye
directamente en la manera como recibimos, aceptamos y apropiamos un conocimiento, es
decir, la música al brindarnos esa capacidad de relacionarnos con destreza y con mayor
sensibilidad ante los demás, nos facilita la adquisición de nuevos aprendizajes, pues al
aliviar el estrés y comprender el sentido emocional de la música, también podemos
escuchar nuestra voz interior y confiar más en nosotros mismos, de esta manera, nuestro
campo cognitivo se pone también en marcha.
A propósito de lo anterior la docente Natalia Márquez en la entrevista declara que:
“a mí no me interesa que un niño de primera infancia sepa es un DO, un FA, un MI, un
SOL, ¿qué importa?, finalmente lo que me interesa en los niños es que escuchen, canten,
exploren, creen, sientan; que el niño sienta la música, la música esta desde el corazón y
36
ahí está el pulso, entonces no está alejado de mi cuerpo…lo socio-afectivo no lo podemos
abandonar porque necesariamente está involucrada mi forma afectiva de expresarme, de
ser, a mí no me parece que eso se tenga que abandonar porque es que somos, sentimos;
y cuando lo volvemos muy técnico también perdemos la posibilidad de vibrarnos la piel.
No puede ser que abandonemos esa parte porque está totalmente relacionada con la vida
misma”. (Entrevista, Natalia Márquez, 2016).
También en el video Mi cerebro musical (National Geographic) tomado de you tube,
el neurocientífico de California Peter Janata dice acerca de la relación música-emociones
lo siguiente: “podemos usar la música como un instrumento para conseguir un estado
emotivo en particular, así que si queremos relajarnos, estar tranquilos, seleccionamos
música apropiada para entrar en ese estado. O si queremos animarnos mucho y ponernos
en movimiento, seleccionaremos música muy enérgica”.
En cuanto la música y la expresión de las emociones, en la entrevista hecha a los
niños y las niñas, algunos de ellos expresaron los siguiente: “me siento bien, me siento
vivo, como que yuju! como con energía, ganas de levantarme, hacer algo, y también me
gusta dibujar muñequitos como si estuvieran bailando” Juan Diego. “Cuando escucho
música, mi música favorita, siento alegría, bienestar” Lucia. (Entrevista niños/as, 2016).
En conclusión, la música tiene el poder de evocar diversas emociones en los seres
humanos, pues e ocasiones nos permite identificar e identificarnos con los sentimientos y
emociones que el artista quiso expresar mediante su pieza musical. Asimismo nos
permite expresar, exteriorizar, comunicar los propios sentimientos y emociones, cuando
interpretamos algún instrumento musical o cuando una canción habla precisamente de las
cosas que nos pasan en un momento determinado y logra mover algo en nuestro interior,
que nos hace sentir que es así específicamente como nos sentimos y que eso es lo que
queremos comunicar a los demás.
Marcadores culturales que se trasmiten a través de la música
Entre los grupos étnicos de origen mesoamericano, como entre todos los grupos
sociales, la música, la danza y las tradiciones populares, forman parte de los procesos de
re-elaboración de la identidad colectiva. Generalmente, cuando hablamos de la música y la
cultura de una región, una entidad o incluso de una nación, nos remitimos a ciertos
estereotipos culturales forjados a lo largo del tiempo y que se han fijado en la memoria
colectiva como las imágenes de la “esencia de un pueblo. (Güemes, 2013).
Asimismo, Güemes resalta que la música reconocida como un hecho social, nos
lleva a analizar los aspectos físicos, culturales, las manifestaciones sociales de
comunidades humanas que comparten códigos simbólicos, normas, practicas, saberes y
trayectorias históricas que han permitido forjar las identidades culturales. Pues aunque la
música es característica de todos los grupos humanos, no es ni ha sido igual en la
37
anchura de las sociedades, ni las épocas, pues en cada sociedad y en cada momento
histórico, la música ha sido usada de manera diferente, y ha adquirido diversos
significados de acuerdo a las prácticas sociales que hay al interior de cada comunidad.
Entonces la música es un lenguaje consecuente, organizado de modo distinto para cada
sociedad de acuerdo a la época en que vivió y en que vive, por lo cual se hace necesario
implementar una metodología que proporcione además de un análisis formal, la
comprensión de los discursos socioculturales que se introducen en cada comunidad.
Por otra parte en el texto, “el valor formativo de la música” (2006), Pedro Alfonso
Rodríguez, afirma: “La toma de contacto con una amplia variedad de músicas, tanto del
pasado como del presente, favorece la comprensión de diferentes culturas y de su
aportación al progreso de la humanidad y con ello la valoración de los demás y los rasgos
de la sociedad en que se vive”. Es así que el acercamiento a la música procedente de
diversos grupos sociales, tanto de la actualidad como de otras épocas, nos permite tener
un acercamiento a otras culturas, nos ayuda a entender sus costumbres, su historia, su
posición en el mundo, y sobre todo nos ayuda a reconocer a esos otros que en algún
momento eran invisibles a nuestros ojos, pero que ahora pueden ser considerados como
seres validos e importantes para la historia de la humanidad, pues dentro de su colectivo
han generado cambios que han sido plasmados en su obras musicales y que nos
permiten visualizar a partir de la música, la diversidad existente en la naturaleza humana.
Del mismo modo, (Silva, 2006), afirma que al igual que no existe ninguna cultura
carente de lenguaje, tampoco existe ninguna cultura carente de música, pues esta se
encuentra intensamente ligada a la cultura humana, pues en la música la humanidad se
ha encargado de plasmar muchas de sus vivencias, experiencias, sensaciones,
costumbres, practicas, hábitos, rutinas y su visión del mundo. La música se utiliza para
razonar, meditar, reflexionar, concentrarse, proyectar, imaginar; pero también nos ayuda a
manifestar nuestros sentimientos, exteriorizarlos y experimentar el mundo a través de
ella. Por eso la música es una actividad social y una prueba de esa experiencia.
Para (Aldeguer, 2013), la interculturalidad en educación musical, muchas veces se
refiere a la noción de música popular o folklore, porque a través de la interculturalidad se
pretende educar a los niños mediante las conductas, saberes, valores y costumbres
propias de otras culturas y del mismo modo pretender abarcar las diversas expresiones
musicales más allá de ese etnocentrismo que se pretende adoctrinar con la llamada
música académica. En 1573 el término música fue conferido por primera vez, y desde
ese entonces ha comprendido gran variedad de expresiones musicales, los cuales están
ligados de acuerdo a los distintos grupos sociales. Además de que la diferencia entre
música culta y música popular radica en la manera en que estas son aprendidas; pues la
música culta o académica demanda una determinada notación, mientras que la música
popular se aprende de forma oral. Aunque se han encontrado algunos aspectos que las
relacionan, es decir, para poder conocer, interpretar y apreciar la importancia de la música
popular, debe instruirse dentro de un determinado contexto social y cultural, y lo mismo
38
sucede con la música académica. No se trata entonces de manejar un solo género
musical, sino de considerar la diversidad musical.
De acuerdo a lo anterior, en la escuela no se debe emplear el estudio de un solo
tipo de música, al contrario, debe valerse de la gran gama existente de géneros
musicales, pues cada uno de estos representa de algún modo una cultura especifica que
dilucida las costumbres y creencias de un grupo social. Tener en cuenta dentro del ámbito
escolar la diversidad musical, posibilita su apreciación desde otras perspectivas, y atender
a otros aprendizajes, que facilitan conocer lo distinto, hacerlo más cercano, respetarlo y
permite comprender de cierta manera como es que otros individuos viven o vivieron. De
esta manera, la música popular ayuda en cuanto a facultades interculturales se refiere,
pues mediante el aprendizaje de esta, los niños adquieren significados distintos, los
apropian, creando identidad y memoria colectiva.
También Reimer, citado por (Aldeguer, 2013) realiza un trabajo de reflexión teórica
basándose en dos fundamentos: (1) la capacidad de ser musical es compartida por todos
los humanos, y (2) que el desarrollo de nuestra propia musicalidad está condicionada por
las experiencias sociales y culturales. Reimer afirma que cada uno de nosotros tiene su
propia musicalidad, y que ésta debe ser educada.
Atendiendo a lo manifestado por Reimer, cada niño y niña tiene su propia
musicalidad, y el trabajo del docente esta en ayudarles a descubrirla, por medio de la
exploración y la experimentación de los sonidos, reconociendo inicialmente el cuerpo
como instrumento, que trasmite, que comunica, que tiene unos sonidos característicos;
sonidos y movimientos que pueden ser exteriorizados y que si son bien manejados
pueden atesorar experiencias que enriquecen la vida en comunidad y la subjetividad. Y
posteriormente se pueden explorar los sonidos de los distintos instrumentos musicales,
con los cuales los niños se identifican al conocer su procedencia.
A propósito de lo anterior, la profesora Natalia Márquez afirma lo siguiente: “es
necesario reconocer las músicas que atraviesan culturalmente a los niños y así darnos
cuenta como ellos también posibilitan el conocimiento de otras músicas, no las mismas
que escucho siempre por la radio, siempre por la televisión, siempre en el colegio, las
mismas, las mismas; porque eso se vuelve un patrón y al volverse un patrón se vuelve un
esquema de repetición donde los niños no tienen la posibilidad de acercarse a otra clase
de músicas…me parece que no es que un tipo de música específica sirva para educar al
niño, sino que deberíamos pensarnos en, culturalmente los niños que nosotros tenemos
hoy en la escuela, que vienen de diferentes partes de la ciudad, que vienen con una carga
simbólica histórica que no podemos desconocer; como desde ahí buscamos tal vez el
desarrollo a partir del ritmo de aprendizaje de los niños”.
Asimismo la profesora Natalia reitera: “No hay un criterio real de conocer donde
vivo, mi territorio, lo que soy; deberíamos empezar por una cartografía personal: de donde
somos, que vivimos, quienes realmente nos han atravesado y así tratar de fomentar esas
experiencias dentro de la escuela”. (Entrevista, Natalia Márquez, 2016).
39
Del mismo modo el profesor Camilo recalca: “nosotros seguimos trabajando
metodologías textos que utilizaban músicos como Beethoven, en las academias se sigue
trabajando con métodos que utilizaba Beethoven, con métodos que utilizaba Bach, una
cantidad de cosas súper viejas, y resulta que la música acá tampoco es la música clásica,
la música clásica tampoco nos identifica a todos los colombianos, nosotros tenemos
folclor, tenemos otros ritmos, tenemos otras cosas, y eso hace que nuestra riqueza
musical sea muchísimo más grande pero tampoco la logramos comprender nosotros
incluso porque no estamos familiarizados con la música tradicional colombiana. Hay
música del altiplano cundiboyacense que ya no se escucha, el pasillo, el bambuco, incluso
la música de los llanos orientales tampoco la escuchamos ya mucho, entonces los niños
tampoco están familiarizados con esos sonidos y están más cercanos a la música
contemporánea como el reggaetón y otras exploraciones de orden más contemporáneo,
eso significa que hay unas rupturas, pero también deberían tener ellos la posibilidad de
trasegar por todos esos sonidos y por todas esas posibilidades”. (Entrevista, Camilo
Africano, 2016).
En definitiva la música nos permite conocer otras culturas, pues como ya lo
mencionamos anteriormente, ésta, es común a todos los grupos humanos pero se incluye
en cada uno de ellos de manera distinta, y por lo tanto adquiere significados y prácticas
sociales diferentes al interior de cada una de estas. Es la música, la trasmisora de cultura,
que genera una identidad colectiva. Una colectividad que se identifica con determinados
códigos simbólicos y también que instaura en su interior ciertos estereotipos que
determinan de algún modo la manera en que las personas se comportan, los hábitos que
adquieren y sus costumbres que practican.
Rehabilitación y recuperación emocional del niño/a, elaboración de conflictos
interiores. (Musicoterapia).
Patricia Castillo Guerrero en su texto, “incidencia de la música en el desarrollo de
habilidades lectoras” (2005), afirma que la musicoterapia ha sido definida por la psicología
como el uso de la música para tratamiento y curación comprendiendo tanto el plano
emocional, como el plano físico e intelectual. Pues a través de la escucha musical, de la
interpretación de algún instrumento musical y del canto, se pueden compartir y modificar
ideas, pensamientos y emociones.
También Tomatis citado en el texto de Patricia, sostiene que la musicoterapia ayuda
a incrementar también destrezas indispensables para la lectura, la escritura y el lenguaje.
Lo cual permite que el escuchar o comunicar ideas musicales sea más factible discriminar
los distintos sonidos, lo que contribuye a aumentar la audición, a saber manejar de mejor
manera la emisión de la voz, pero también facilita enormemente la capacidad de reflexión,
desarrollando el pensamiento, la imaginación y el dominio de sí mismo. Por estos y otros
beneficios que ha aportado al ser humano, la musicoterapia en los últimos años la ha sido
estudiada por los especialistas en medicina, psicología y pedagogía.
40
Del mismo modo, la musicoterapia permite exteriorizar el estado de ánimo, sacar el
agobio, las preocupaciones, relajar, canalizar las energías y entrar en un contacto distinto
consigo mismo y con los demás. Como lo afirma Juanita Eslava:
La musicoterapia es un proceso sistemático de intervención donde el terapeuta ayuda al
paciente a promover su salud, usando experiencias musicales, y las relaciones
desarrolladas a través de estas como fuerzas dinámicas de cambio. Esto es importante
porque genera en el paciente una motivación adicional al tratamiento; trabaja los aspectos
motores, de habla y lenguaje, y psicológicos desde una actividad que al paciente no le
resulta intimidante por no tener unos parámetros establecidos de comparación. Esto
también hace que el paciente sienta menos presión. (Eslava, 2004).
También esta Eslava afirma que es de gran importancia entender que no debe
considerarse musicoterapia a cualquier tipo de interacción que tenga el sujeto con la
música, pues para que sea considerada musicoterapia debe haber un terapeuta dentro
de esa interacción, un especialista que sabe cómo llevar a cabo un tratamiento con la
ayuda de la música, y debe haber una necesidad de salud ya sea física o mental, dentro
de este tratamiento. El terapeuta (al igual que el docente), debe saber cómo diseñar
experiencias musicales adecuadas, por tanto debe tener conocimiento tanto de elementos
musicales como de elementos terapéuticos. Es de gran importancia también no
desconocer ningún aspecto del individuo al implementar las estrategias musicales. Es
por ello fundamental que el terapeuta diseñe su estrategia de acuerdo a las necesidades
de cada individuo.
Asimismo Juanita Eslava, cita a Poch (1998), quien define la musicoterapia como
una manera de utilización de la música desde el ámbito científico, puesto que se esperan
alcanzar fines terapéuticos encaminados por un especialista con el fin de reestablecer o
mantener la salud física y mental. Pues en otras investigaciones se ha demostrado que el
uso gradual de la música y con la ayuda de una metodología apropiada ha ejercido la
rehabilitación tanto en niños como en adultos que padecen trastornos físicos, mentales o
emocionales.
También, Eslava cita a Storr (1992), quien afirma: “los efectos curativos y
terapéuticos de la música son evidentes en pacientes con enfermedades neurológicas
que provocan desórdenes en las funciones motoras (por ejemplo, enfermos de
Parkinson). Incluye también a los enfermos de Alzheimer pues, aun siendo incapaces de
reconocer a su propia familia, pueden recordar canciones que aprendieron de jóvenes”.
Igualmente la musicoterapia se dedica a la estimulación del ser de manera integral, allí se
emplean los elementos sonoros para nutrir y acrecentar las habilidades cognitivas,
sensoriales, motrices, sociales y afectivas del individuo.
En efecto, a través de la historia se ha visualizado que en muchas culturas, la
música, los cantos y las danzas poseen dotes de carácter curativo, tanto para sanar el
alma como para curar dolencias físicas, y hoy en día existen muchas culturas que aun
practican rituales curativos pues ya vemos que a través de cantos religiosos se pretende
encontrar respuesta a las aflicciones emocionales que entorpecen el ser y que lo limitan
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en el camino de encontrar la luz y la verdad; y a través de otro tipo de cantos se busca la
curación de un malestar corporal o una enfermedad física. Ambos se realizan en un tipo
de ceremonia mesurada, reflexiva en la que todos los miembros presentes adoptan una
actitud de prudencia y concentración.
Con el tiempo, la tarea de sanar a través de la música ha ido evolucionando y pasando de
las manos del mago a las del monje, para terminar en las de un médico especialista o
musicoterapeuta. En efecto, la música se puede emplear para calmar, relajar y serenar una
actitud violenta y agresiva, pero también se puede utilizar en sentido contrario, para
levantar el estado de ánimo en una depresión, para dar energía, para poner en marcha la
creatividad o reavivar la memoria, de ahí que se le atribuyan propiedades terapéuticas. De
hecho, la musicoterapia es una disciplina paramédica que se basa en el empleo del sonido,
de la música y del movimiento como formas de comunicación en el proceso de
recuperación de enfermos. (Silva, 2006).
A propósito de lo anterior, la profesora Natalia Márquez manifiesta: “Un componente
muy importante de mis clases tiene que ver con el desarrollo emocional o el desarrollo
que tienen los muchachos dentro del curso, tanto que a veces hablamos de cosas que les
pasa en la vida, que no tiene nada que ver con la clase de música pero que influye en sus
comportamientos dentro, porque si un chico está mal, esta triste, está feliz; influye en su
aprendizaje necesariamente. No es una cosa diferente o que este desligada porque
somos un ser, uno solo y si yo llego a clase, pues llego triste o llego contento o llego de
mal genio y eso va a influir en la productividad o no de lo que yo quiero hacer. Tiene que
ver con la convivencia, porque nosotros sabemos que en los niveles educativos hay
muchos problemas de agresividad, de comportamiento, de atención, de irrespeto, el
famoso bullying, matoneo; si uno no pone atención a eso, no va a lograr ciertas metas con
los muchachos y la música es un factor fundamental que nos ayuda en todo este
proceso”. (Entrevista, Natalia Márquez, 2016).
Relacionando lo anterior, Lucia, una de las niñas entrevistadas afirma: la música es
muy importante porque con ella aprendemos a expresarnos, expresar los sentimientos, y
yo cuando escucho la música que me gusta, me siento muy bien”. (Entrevista niños/as,
2016).
En el video ECOS - Música para el Desarrollo, tomado de you tube. La instructora y
directora del instituto ecos san juan espanática, ubicado en Jalisco, México Alma Susana
Chalico afirma: “Ecos nos ha cambiado a todos la vida, toda la comunidad se ha visto
beneficiada. Realmente te deja una gran satisfacción poder enseñar que se puede ir por
un buen camino a través de la música.
De igual manera en el video tomado de you tube: El poder de la música, el profesor
Javier Pérez Garrido dice: “la música aumenta la capacidad de escucha, porque con la
práctica instrumental tenemos que escucharnos y escuchar. Por eso mejora también la
reflexión y la capacidad de autocrítica. Porque hay que valorar lo que estamos haciendo y
trabajar para generar soluciones a los problemas que se plantean.
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En el capítulo de Redes, tomado de you tube, el neurocientífico y profesor de
psicología de la música, Stefan Koelsch, de la Universidad de Berlín, explica: “a menudo
cuando hablamos de emociones, utilizamos palabras para referirnos a algo que sentimos
en nuestro cuerpo, las llamadas sensaciones; ahora bien cuando utilizo una palabra para
referirme a una sensación de mi cuerpo y tu utilizas la misma palabra, ¿Cómo puedo estar
seguro de que nos estamos refiriendo a lo mismo?, dado que no existe una
correspondencia univoca en el cerebro entre nuestras sensaciones por un lado y nuestros
centros lingüísticos por el otro. Tiene que producirse una transformación de la
información, desde las sensaciones al lenguaje y nunca se sabe, pero, ¿y si utilizo la
música para evocar algo en ti?, sensaciones que se parezcan a las sensaciones que
tengo en mi cuerpo, a veces la música puede hacerlo mejor. Con la música podemos
comunicar esa información, incluso sin que se vea distorsionada por las palabras”.
En suma, la música tiene el poder de influir en todos los aspectos del ser humano, y
por lo tanto se le atribuye un poder curativo. Pues los procesos musicales de audición,
ejecución y canto, como experiencias musicales adecuadas, sirven para encauzar la
conducta, porque tiene la capacidad de calmar, serena actitudes violentas, relajar, llevar a
la reflexión y a la concentración. Pero también la música proporciona energía, levanta el
estado de ánimo, potencia la creatividad. Por todo lo anterior es importante generar en los
niños y niñas estas experiencias musicales, pero de modo adecuado con el fin de que
contribuya de manera positiva tanto para potenciar sus talentos como para lograr esa
reflexión y control de sí.
La música como herramienta de vínculo social en los niños/as.
La música, el sonido, y nuestra interacción con este a lo largo de nuestro desarrollo, tienen
unos elementos comunes a todos los individuos sin discriminar entre músicos empíricos,
académicos, o no músicos. Estos elementos se derivan de la interacción con el ambiente y
como todos los aprendizajes tiene instancias de desarrollo normal y patológico acordes a si
hubo o no una interacción “normal” del individuo con su medio. Usualmente cuando se
presenta un desarrollo anormal desde lo musical hay un desarrollo también atípico en otras
áreas del aprendizaje y viceversa, dado que la interacción con el ambiente es determinante
en todos los dominios. (Eslava, 2004).
También las actividades musicales que implican un trabajo corporal de movimiento,
de desplazamiento, favorecen el incremento en las habilidades sociales, pues el hecho de
compartir con el otro, de hacer una extensión de los movimientos del propio cuerpo y
reflejarlas en el cuerpo del otro (quien continúa el movimiento y lo enriquece), facilita y
afianza las relaciones con los demás. El hecho de compartir los instrumentos, de saber
tomar turnos, de colaborar para que todo el grupo en simultaneo suene bien; enseña
maneras adecuadas de dialogar con los otros. Con el uso de canciones los niños/as
pueden comunicar, entender a los demás y hacerse entender. El uso de canciones
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contribuye a comprender de mejor manera las expresiones del lenguaje oral y corporal, y
por tanto amplia en los niños esa facultad de interacción social, tanto con sus pares como
con los adultos.
La música cumple una función muy importante en el desarrollo socio-afectivo del niño al
enseñar a diferenciar roles y definir responsabilidades, lo capacita para una mayor y mejor
participación en el aula, en la relación con los compañeros y hasta con los mismos adultos
al compartir o interactuar con ellos a través de juegos y actividades musicales (canto y
ejecución instrumental), dirigidas fundamentalmente a ejercitar destrezas. Le facilita la
integración grupal al compartir cantando y tocando los instrumentos con los compañeros, lo
que refuerza, a su vez, la noción de trabajo cooperativo y otros indicadores de buena
convivencia, como el respeto a la diversidad y el amor a sus semejantes. (Rodríguez,
2012).
Además, la educación musical se apoya en las relaciones que los niños/as entablan
con su grupo, pues cuando este hace parte de un colectivo que trabaja por un mismo fin,
apropia una actitud de compromiso, de responsabilidad, en donde necesita de un tercero
para que su trabajo funcione de manera correcta y donde él mismo deja de ser el centro
de atención, para fijar su mirada en lo que todos pueden lograr como grupo. El trabajo
musical enseña a pensar, a imaginar, a crear, a compartir ideas, respetando las ideas,
creaciones e ideas de los otros y dentro de unas reglas establecidas. Un adecuado
trabajo musical, demanda del docente la óptima direccionalidad de su clase, con el fin de
que este trabajo musical cuente con unos parámetros establecidos desde el inicio, para
que la clase no se convierta en un mero bullicio, donde cada quien obra por su lado, sino
que todos comprendan que el hecho de trabajar en compañía de sus pares, beneficia y
fortalece vínculos sociales. Pero también es de suma importancia que el docente no
tienda a generalizar, sino que se fije en las particularidades que los niños/as tienen, con el
fin de basar su trabajo en las habilidades que cada uno de ellos presenta, potenciarlas al
máximo y también fortalecer aquellos aspectos deficientes que alguno de ellos/as pueda
presentar. Logrando así en su clase una participación activa de todos sus integrantes
promoviendo la autonomía, el dinamismo y la creatividad.
De la misma manera, el texto “La música como lenguaje y como medio de
expresión. Valor formativo de la música”, enuncia que la música tiene también un valor
ético-social, puesto que promueve el dominio de sí mismo, así como la emotividad y los
sentimientos que se apropian y luego se proyectan a la sociedad. Allí plantean que la
música en conjunto, alcanza un mérito aún más educador ya que incurre en la
socialización, pues vincula a las personas entre si cuando escuchan o ejecutan una pieza
musical, compartiendo un sin número de experiencias que fomentan el respeto por los
demás. “Además la interpretación musical en grupo requiere flexibilidad y capacidad de
adaptación al mismo, por el bien del conjunto”.
La profesora Gina, afirma que el vínculo social que se promueve a través de la
música parte del “aprendizaje significativo, quiere decir que no solamente yo aprendo o
que yo tengo el saber, sino con mis estudiantes construyo conocimiento, más ahora que
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mis estudiantes son mis colegas, son los futuros egresados de la licenciatura en la que yo
estudie, entonces creo que eso me permite también empezar a entender un poco, primero
estas nuevas generaciones, que tienen unas particularidades distintas a las nuestras, creo
que eso se ha ido modificando, entonces yo creo que si es importante tener en cuenta
que uno no trae todo su conocimiento, sino que uno puede compartir y también aprender,
yo aprendo mucho de mis estudiantes creo mucho en ellos, confió mucho en ellos, y si,
son personas que, cuando la verdad nos sentamos a construir, pues construimos cosas
bien interesantes entre todos”. (Entrevista, Gina Gamboa, 2016).
También una de las niñas entrevistadas llamada Nataly, dice lo siguiente acerca de
la música como vinculo social: “si, en este momento estoy en un programa de música.
Este programa se llama escuela de adoradores, es un grupo de jóvenes que adoramos a
Dios en espíritu y en verdad, consiste en escoger el instrumento musical que tú quieras,
hay piano, canto, batería, guitarra, etc. y tu escoges el que más te llama la atención; pasa
un semestre, aprendes, y al final de ese semestre hay un gran recital, donde tú te
presentas para demostrar lo que has aprendido. Es muy bonito porque trabajamos todos
como un equipo, nos apoyamos el uno al otro cuando algo se nos hace muy difícil”.
(Entrevista niños/as, 2016).
Asimismo en el documental tomado de you tube: mi cerebro musical de national
Geographic, el neurocientífico Peter Jatana dice acerca de la música como vinculo social
lo siguiente: “si hablamos de sincronizar a un grupo de personas, la música es la mejor
manera de hacerlo, porque queda muy claro que une a todo el mundo”
De igual manera en el video tomado de you tube: El poder de la música, el profesor
Javier Pérez Garrido dice: “pero la música no solamente tiene beneficios individuales: la
música tiene beneficios sociales. Por ejemplo la música es un medio que ayuda a unir a
las personas y mejora la calidad de sus vidas. Así niños que tienen problemas de
comunicación o niños en problemas de exclusión social se sienten integrados en un grupo
de música. Pueden expresarse y se sienten escuchados, por lo tanto se sienten queridos.
No solamente eso: practicar música en grupo también aporta valores muy importantes
como la necesidad de entendimiento o la cooperación entre todos los integrantes del
grupo de música”.
En definitiva, la música facilita la interacción del individuo con su medio, a través de
la música se pueden desarrollar dentro y fuera del aula habilidades sociales como el
trabajo en equipo, el reconocimiento del otro como persona distinta pero que tiene voz
propia y por lo tanto es un interlocutor válido, también contribuye a asumir roles, a adquirir
responsabilidades, a mejorar la convivencia en el sentido en que cuando participo con
otros en un acto musical debo aprender a escuchar al otro, a respetar su turno, a conciliar,
a comunicarme con el otro y a compartir con él. La educación musical implica entonces
un trabajo cooperativo que conduce a un bien común.
La música y su estrecha relación con la danza.
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La música, como actividad organizada, ejerce en el cuerpo varios efectos, pues los
sonidos actúan en el cuerpo y en la mente. Cuando se escucha música, inevitablemente
algo ocurre en el sujeto, se producen cambios, el cuerpo empieza experimentar
movimientos que muchas veces se realizan de manera inconsciente y la mente también
comienza a movilizarse, a recrear imágenes, comienza a viajar, cuando se escucha
música, el individuo emprende un viaje, se imagina ser otra persona, estar en otros
lugares distintos, y todas estas imágenes pueden ser reflejadas en los movimientos que
se realizan con el cuerpo, a la hora de danzar se logran poner de manifiesto todas
aquellas cosas que la música produce en la mente. Y el hecho de cantar permite
exteriorizar de manera verbal todos aquellos sentimientos y emociones que la música
suscita en el individuo, no solo con la voz sino también con los gestos que realiza cuando
declama una canción. Existe ahí un modelo de retroalimentación, en donde el organismo
influye en las emociones y las emociones influyen en el organismo. “Estudios comprueban
que la actividad muscular, la respiración, la presión sanguínea, el pulso cardíaco, el
humor y el metabolismo, son afectados por la música y por el sonido. El cuerpo es un
instrumento, y el canto, el sonido singular de cada uno de nosotros”. (Ferrari, 2010).
Asimismo, Juanita Eslava afirma que los ejercicios musicales que involucran
movimientos corporales, sirven para desarrollar la coordinación, para ello se usan
canciones con instrucciones de movimientos de improvisación o movimientos al ritmo de
la música, por ejemplo en la canción del grupo encanto, “soy una taza”, en donde se
nombran variedad de utensilios de la cocina, realizando a la vez movimientos con el
cuerpo que representan la forma de dicho utensilio, los movimientos que se hacen en esta
canción, involucran casi todo el cuerpo. Al realizar movimientos acompañados de la
música, se trabaja en las habilidades de motricidad gruesa y al interpretar instrumentos
musicales, se trabaja en habilidades de motricidad fina.
Igualmente, en el texto “la música como lenguaje y como medio de expresión. Valor
formativo de la música”. Se afirma que se pretende restituir al cuerpo su verdadero valor
para el desarrollo integral de la persona, pues cada acción de movimiento que se realice
con el cuerpo puede tomarse como fuente de conocimiento y aprendizaje, lo que hasta
hace un tiempo era desconocido. La música y el movimiento tienen una estrecha relación
y surgen de manera simultánea con la necesidad de expresión. La voz, el cuerpo, y los
objetos del entorno tienen capacidades sonoras y por tal razón pueden ser empleados
como instrumento para la actividad musical y el desarrollo de las habilidades motrices,
expresivas y corporales. Mediante el trabajo psicomotriz y musical, se potencializa en los
niños el análisis, la atención, la abstracción, brindándole beneficios a la imaginación y la
creatividad, así como se desarrollan también aprendizajes básicos de la lectura, la
escritura y el cálculo.
Por otra parte, estudios demuestran que a través de la música y la danza el sujeto
aumenta sus habilidades físicas y psíquicas, pues la danza libera tensiones y provoca
alegría. Como se menciona anteriormente, la música impulsa al movimiento, la cual
siendo correctamente percibida, se convierte en movimiento expresivo. Arriagada, resalta
que el objetivo del método Dalcroze es: “conocer, comprender y disfrutar de la música a
través del cuerpo en movimiento. Su objetivo es lograr que el cuerpo se convierta en el
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intermediario entre los sonidos y el pensamiento y por tanto, en el intérprete de sus
sentimientos. En las clases de rítmica de Dalcroze se incluyen ejercicios de ritmo,
melodía, audición, eutonía y técnica corporal”. (Arriagada, 2004).
La música proporciona un clima óptimo para cada situación, desarrolla la capacidad
perceptivo-auditiva y provoca en el alumno respuestas corporales más sensibles y
creativas. El trabajo con las distintas canciones que requieren del acompañamiento
corporal facilitan trabajar a su vez otras áreas referidas a la conciencia corporal como: la
postura, el equilibrio, la lateralidad, el ritmo, el dominio del espacio, etc. Todo ello en
habilidades básicas como saltar, desplazarse de un lado a otro, girar, agacharse, etc.
Desarrollando también la capacidad creativa del niño (Arteaga, Viciana & Conde, 1999).
Para Gloria Valencia Mendoza (2011), la motricidad se fundamenta en una
educación psicofísica, que consista en cultivar los ritmos naturales de contracción y
relajación muscular mediante movimientos moderados y concurrentes. Esta educación
psicofísica, debe ser iniciada con una conciencia corporal, un conocimiento detallado del
cuerpo, y de las posibilidades de movimiento que con cada parte del cuerpo se puede
realizar. Para la autora, la motricidad es un aspecto fundamental de la ejecución
instrumental, que sirve para aprender a controlar los movimientos, desarrollar la exactitud
y la armonización en general, esto se refiere a alcanzar de manera gradual el control
psíquico de algunas funciones del organismo, como la direccionalidad y la lateralidad,
que obedecen a la formación de pautas de movimiento que dirigen y amoldan el
comportamiento motor y la postura.
Max Méreaux, profesor de educación musical y compositor, citado por Valencia, afirma:
“Es sabido que en el hombre, el cerebro es el órgano esencial de la sensación y de la
motricidad. Es el que piensa los gestos antes de desencadenarlos, los dirige, los coordina,
los rectifica, en función del fin que han de alcanzar, teniendo en cuenta los mensajes
brindados por los sentidos”. (Valencia, 2011).
Por otra parte, Patricia Pascual Mejía (2006), en su libro “Didáctica de la música”,
enuncia que la música trabaja particularmente las posibilidades sonoras y de movimiento
del propio cuerpo. Esta autora resalta asimismo la estrecha relación entre música y
educación psicomotriz, puesto que presentan muchos puntos de encuentro, entonces la
educación musical necesita del cuerpo y el movimiento para llevarse a cabo y la
educación psicomotriz precisa de la música, la voz y los instrumentos musicales.
Asimismo la música y la danza brindan un gran número de posibilidades de expresión y
creación en campos como el teatro, la pintura, la fotografía, la poesía y los textos escritos,
etc. La música y la danza desde siempre han estado unidas artísticamente, de manera
simbólica y representativa para el hombre.
En torno a esto, la profesora Natalia Márquez enuncia: “existen unas pedagogías
muy importantes, por ejemplo la pedagogía corporal, que ha estado en estos tiempos
como visibilizándose mucho y es a partir de un maestro colombiano que es Túpac
Mantilla, que hizo unas cartillas muy interesantes en torno a la pedagogía corporal y como
desde el cuerpo también tenemos escalas, si lo podemos llamar en una terminología más
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académica, pero a mi parecer los niños primero deberían tener una etapa de exploración
total, con los sonidos, con las formas, con los timbres, y yo ahí estoy involucrando
elementos musicales”. (Entrevista, Natalia Márquez, 2016).
Así mismo en el documental: Mi cerebro musical (Nacional Geographic), tomado de
you tube, un neurocientífico y profesor de la universidad Montreal de Canadá Daniel
Levitin reitera: “durante casi toda la historia de la humanidad la música y el baile han
formado parte de la misma actividad, nunca ha existido la diferenciación que hacemos
actualmente; hoy estamos en una sala de conciertos y cruzamos las manos en el regazo,
en silencio, quizás nos balanceamos un poco y esperamos que nadie nos pida que nos
estemos quietos. Eso solo ha ocurrido durante los últimos centenares de años y solo en la
cultura occidental y civilizada. La música es movimiento, la música es movimiento para la
mayor parte de pueblos del mundo y durante gran parte de su historia”.
En la estrecha relación existente entre música y danza, algunos de los niños
entrevistados responden a la pregunta ¿Qué sientes cuando escuchas tu música favorita?
lo siguiente: “la música me gusta, me anima para bailar y cantar”, Jerónimo. Otra niña
dice: “me gusta mucho la salsa, porque te transporta hacia un lugar que viviste y es un
buen genero para bailarlo” (Entrevista niños/as, 2016).
En pocas palabras, música y danza siempre han ido de la mano, están
estrechamente relacionadas, pues como se mencionó antes, la música es y siempre ha
sido movimiento para la mayor parte de culturas. Pues al escuchar la música, nuestro
cuerpo experimenta la necesidad de moverse y de expresar a través de esos
movimientos. Por ello la educación musical no puede desarrollarse sin el cuerpo, ya que
necesita de la voz, del manejo o interpretación de los instrumentos musicales y
esencialmente del movimiento corporal. De este modo la educación musical debe iniciarse
con una etapa exploratoria de movimientos corporales, donde el cuerpo es el instrumento
principal, que siente, percibe, comunica y expresa.
Contacto temprano con la música, (La narrativa de la música).
En toda narración hay una intención previa, que posteriormente se revela en los
sucesos o temas de la estructura. Una narración es más aprobada o recibe más acogida,
cuando el lector o el oyente encuentran que el relato es cercano a su realidad, cuando se
identifican con lo que ocurre en la trama de dicha narración, por lo tanto, perciben que la
historia es creíble y puede explicarse desde sus conocimientos, creencias y deseos. Por
tanto, cuando el lector u oyente valora un relato como absurdo o admisible, lo hace de
acuerdo a su postura, a las creencias que él ha hecho suyas, que ha apropiado para sí, y
que le sugieren un panorama de lectura del mundo. No obstante, este relato adquiere
significado gracias al ímpetu que confiere su estructura general. (Bruner, 1999).
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Según Bruner “el pensamiento narrativo permite al sujeto A relatar la realidad a
partir de la experiencia, y al sujeto B recrear ese relato y juzgarlo posible o imposible,
tomar posición sobre los personajes y opinar sobre las acciones bajo su particular marco
referencial, o si se quiere, bajo unos cánones del mundo de significados”.
Para Bruner también, la realidad se instaura en narraciones, las cuales constan de
hechos, luchas, circunstancias, escenarios, personajes y sucesos que satisfacen las
costumbres culturales, donde se instauran maneras específicas de ver y leer el mundo y
de precisar los significados al interior de cada cultura. Por ello, las canciones se
transforman en información, pues sus contenidos, historias y narraciones permiten que los
individuos pertenecientes a un grupo social vean el mundo en un instante concreto y
especifico; lo cual representa que los sujetos por medio de los relatos, reconocen su
contexto. Por lo tanto el autor puede exponer en sus narraciones sus posturas, su criterio,
sus maneras de ver y leer el mundo, en fin, puede exponer allí su visión de la realidad. “el
pensamiento narrativo además de facultarnos para contar hechos concretos de nuestra
realidad, nos posibilita también reinventar mundos en personajes de la fantasía o de la
realidad, participes de historias significativas que se instauran en la mente del escucha o
espectador y le permiten pensar, inventar, recrear todo un mundo de fantasías, sueños e
ilusiones”. (Bruner, 1999).
Por otra parte, Pablo Vila en su artículo “identidades narrativas y música” (1996),
cita a Ricoeur, quien afirma que la narrativa es una de las estructuras cognoscitivas más
significativas para los seres humanos, ya que proporcionan y facilitan la comprensión del
entorno, del mundo; de este modo los actos humanos se entretejen conforme a la
conquista de sus metas y deseos. Es decir, al parecer la comprensión del tiempo humano
no sería posible sin su introducción en el ámbito narrativo, pero además, la narrativa sería
la única manera en que los sujetos podrían obtener la capacidad de comprender el mundo
exterior y de entender el origen de las acciones humanas.
Asimismo, Vila afirma que la identidad social se fundamenta en un constante
conflicto discursivo relacionado con el sentido que determina las relaciones sociales, las
situaciones y posturas de una sociedad en un tiempo determinado. Es así que la identidad
social y la subjetividad son siempre insuficientes, paradójicas, y en constante evolución, y
“los individuos son siempre el espacio de lucha de conflictivas formas de subjetividad”.
En consecuencia este Vila afirma que es así, esencialmente, lo que él denomina “el
reino de la cultura”, que allí se fomenta un conflicto, donde el sujeto pone de manifiesto
sus diferentes posturas y que es la música elemento y motivación fundamental para
exteriorizarlas y disertarlas. Añadido a esto, Vila cita a Ricoeur 1984, quien sostiene: “la
narrativa es uno de los esquemas cognoscitivos más importantes con que contamos los
seres humanos, dado que nos presenta al entendimiento un mundo en el cual las
acciones humanas son conectadas de acuerdo al efecto que tienen en la prosecución de
deseos y metas”.
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Vila expresa también que está de acuerdo con otros autores que sugieren la
narrativa como “una categoría epistemológica” la cual a través de la historia se ha
determinado equívocamente como un género literario. Según Vila, todas estas historias
que el sujeto vive y apropia para sí, lo hacen experimentar y expresar a diario relatos que
coincidan con las identidades que imaginan tener, pero este mismo suceso le proporciona
a los actores sociales la posibilidad de modificar a su gusto la realidad, de transformarla
para adaptarla a los relatos y relacionarla con su identidad.
De igual manera el profesor Camilo Africano enuncia: “cuando trabajo con los
espacios teóricos del arte me gusta mucho es que tengan que leer, que tengan que
reflexionar, que tengan que pensarse el arte, que tengan que vivirlo, que tengan que de
una u otra forma estrellarse con la obra de arte; porque pienso que ahí es donde está la
ganancia propiamente del arte, como plantea Rancier, “el espectador emancipado”, que el
espectador se haga parte de la obra, que participe de la obra. Ir a ciertos espacios que de
una u otra forma hacen que el arte se vea desde otras posibilidades y no simplemente
desde la óptica del espectador, que se sienta, mira y no sabe lo que está pasando, sino
que se acerque realmente y que haya una reflexión, es que el arte necesita demasiada
reflexión”. (Entrevista, Camilo Africano, 2016).
En el video mi cerebro musical (National Geographic) tomado de you tube se
afirma: “el cerebro es elástico hasta el final de la vida, lo que significa que puede seguir
haciendo conexiones. Pero es mucho más fácil entrenar el cerebro musical cuando eres
joven, porque el cerebro de los bebes utiliza la música para desarrollar sus músculos
intelectuales. Igual que los adultos los niños entienden que no son tonos aislados, sino
que los tonos se unen para formar una estructura y es realmente importante para la
música pero también es importante para el lenguaje”
La narrativa de la música también es comentada en la entrevista, cuando una de las
niñas afirma lo siguiente: “me gusta el pop, porque la letra de las canciones es muy
bonita”. Y también afirma: “me gusta lo que dicen los cantantes y como se expresan por
medio de sus canciones”.
Para resumir, las narraciones y contenidos de las canciones influyen en la identidad
social, como también lo hacen en la subjetividad, pues las personas a partir de la
información que se otorga en los relatos de las canciones, reconocen su contexto. De este
modo, la música con contenido, es un elemento fundamental que pone de manifiesto las
diferentes posturas frente a la realidad social, pues mediante ella se pueden exteriorizar
las historias que el sujeto vive y la visión crítica que tiene acerca de un determinado tema.
También las narraciones e historias expuestas en las diferentes canciones, pueden ser
apropiadas para sí, por distinto sujetos, quienes se identifican con ciertos relatos, al sentir
que coinciden con las identidades que estos imaginan tener. Pero cabe resaltar también
que la música faculta a los actores sociales para modificar a su gusto la realidad.
Desarrollo de las competencias lingüísticas a través de la música
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El uso de canciones pre-compuestas o improvisadas, estimula el uso del lenguaje,
pues las canciones ayudan a pronunciar de un modo más correcto las palabras, estimula
el lenguaje y amplia el vocabulario, todo este proceso terapéutico contribuye a fortalecer
las habilidades lingüísticas. (Cobos, 2008).
Del mismo modo en la tesis, “la música como herramienta didáctica para la
enseñanza-aprendizaje del vocabulario en inglés como lengua extranjera”, los autores,
citan a (Fernández: 1998, 198), quien postula que el vocabulario se acopla de acuerdo a
los significados de los signos lingüísticos y de sus combinaciones, bajo relaciones de
interdependencia, puesto que unas palabras definen a otras y si una presenta
alteraciones, a su vez influye sobre todas las partes que componen el campo.
Por su parte, Stella Maris Muiños de Britos (2008), en la revista Iberoamericana de
Educación, cita a Trías, quien considera, junto con Emmanuelle Severino, que la música
es la morada originaria del lenguaje. Trías propone, que como hubo un cambio lingüístico,
se intenta ahora finalizar un giro musical que revele su naturaleza principal, de origen que
tiene la música, la cual antecedió al lenguaje hablado y tejiendo junto con este y con la
escritura, una relación lógica, dialéctica, mediada siempre por la forma simbólica. Esta
obligación de completar el giro musical con el lingüístico, es la exigencia de unir la razón
con el simbolismo musical, y a su vez unir la dimensión consiente y reflexiva, con la
emotiva y sentimental. En efecto la palabra recobra su inicio y su potencial, el cual se
fundamenta en el carácter musical. Es decir, no se trata de la música se convierta en
palabra ni en concepto, sino que brinde ese nuevo espacio de conciencia al adquirir una
nueva experiencia de conocimiento.
Es indudable que una adecuada estimulación musical favorece el desarrollo del
lenguaje comprensivo y expresivo; puede aumentar el número de conexiones neuronales
en el cerebro, estimulando por lo tanto sus habilidades verbales. A través del lenguaje los
niños organizan el pensamiento, expresan ideas, sentimientos y reciben los de los demás.
La música contribuye a que el lenguaje se desarrolle de forma más rica y compleja.
(Pascual, 2006).
Por otra parte, Hindemith, citado en la tesis: “habilidades musicales”, afirma que el
aprendizaje musical tiene afinidad con el aprendizaje del idioma, del lenguaje hablado.
Ambos nos llegan por medio del ambiente en el que nos movemos y crecemos, el
ambiente que nos ofrece palabras y melodías, versos y ritmos, composiciones verbales y
composiciones hechas canción o danza. Esta tesis menciona, que si se comparan
ambos procesos de aprendizaje se descubre la similitud del avance de distintas etapas. El
niño principiante lee palabras que suenan aisladas, simples, y cómo con la práctica
mejora su manera de leer, da mejor sentido a las frases, oraciones y párrafos hasta lograr
una lectura clara, de comprensión veloz para él y cualquier otro oyente. De la misma
manera sucede con la lectura de la música; el proceso de unir correctamente las notas y
su ritmo con un sentido coherente y expresivo es también resultado de estudios y
práctica. Se menciona allí también que la música y el lenguaje pueden considerarse dos
51
normas distintas, las cuales contienen códigos de comunicación particular, como dos
sistemas formales confeccionados para lograr transmitir una información y unos valores
culturales, sociales, emocionales e intelectuales. (Ruiz y Ballesteros, 2003).
En cuanto al vínculo entre música y desarrollo de las competencias lingüísticas, en
este mismo trabajo se cita a los autores Douglas Peter y Willatts Sheila, quienes
evidenciaron que la música facilita un acceso adecuado al lenguaje y el aprendizaje de la
lectura es más óptimo a través del uso de canciones debido a la relación entre la habilidad
rítmica y el aprendizaje de lectura en los niños y las niñas en edad escolar.
Así mismo el documental mi cerebro musical de national Geographic presenta un
estudio realizado por la doctora Laurel Trainor, quien quiere saber lo pronto que los niños
identifican la estructura musical. Tocan una pequeña melodía de cuatro tonos y en
ocasiones cambian la última nota. Allí se demuestra que todos los bebes son maestros
musicales debido a sus respuestas cerebrales pues son capaces de anticipar las
estructuras de la música y reconocer melodías que les son familiares. Laurel Trainor
afirma también: “igual que los adultos, entienden que no son tonos aislados, sino que los
tonos se unen para formar una estructura, y es realmente importante para la música pero
también es importante para el lenguaje”.
En el capítulo de Redes, tomado de you tube, el neurocientífico y profesor de
psicología de la música, Stefan Koelsch, de la Universidad de Berlín, explica acerca de la
música en relación con el lenguaje lo siguiente: “somos de forma innata, desde lo más
profundo de nuestra naturaleza, criaturas musicales, muy musicales todos nosotros, y hay
una buena razón para ello; además de que nos permite desempeñar todas esas funciones
sociales, mientras hacemos música. También necesitamos esas capacidades para
aprender a hablar. Cuando nacemos, no sabemos que significa pechos, leche, beber o
sorber, pero aprendemos a hablar al escuchar los sonidos musicales del lenguaje, y así
es como los niños aprenden a hablar. Escuchan la música del habla y al hacerlo también
entienden el lenguaje; no es el único aspecto del lenguaje que aprenden, pero
evidentemente es algo muy importante. Afortunadamente somos muy musicales, porque
si no, nos costaría mucho aprender a hablar o aprender idiomas”.
Como se ha mostrado, está claro que la música estimula el uso del lenguaje, las
canciones ayudan a aprender vocabulario y permiten ampliarlo. Asimismo, la música y el
uso de las canciones en el ámbito escolar ayudan a mejorar la ortografía, a aprender el
modo en que las oraciones se pueden unir secuencialmente para producir textos y ello se
puede usar posteriormente en el ámbito propiamente comunicativo. La estimulación
musical favorece por tanto el desarrollo del lenguaje comprensivo y expresivo,
estimulando las habilidades verbales.
Música y aprendizaje de una segunda lengua
En el trabajo de grado, “Impacto de la música en el aprendizaje de la Lengua
Extranjera (Inglés)”, Cecilia María López (2014), señala que la música es un recurso muy
52
utilizado a la hora de aprender una segunda lengua debido a que “a través de canciones
rítmicas acompañadas de gestos o acciones que representan el mensaje emitido, los
estudiantes asocian los significados del input en la lengua extranjera con su lengua
materna”. También este texto señala que fue en los años 70 que se originó esta iniciativa,
para la enseñanza de lenguas.
Es un enfoque que entiende el aprendizaje de las lenguas como un proceso en el que lo
más importante son las intenciones comunicativas. Trabajar las destrezas orales a través
del enfoque comunicativo y teniendo en cuenta lo señalado anteriormente, requiere de
recursos que ayuden al docente a crear un contexto de interacción lo más real posible,
introduciendo un elemento motivador que, además ofrezca un input nativo, como es la
música. (López, 2014).
López (2014), afirma también que en cuanto a los beneficios pedagógicos de la
música, este texto reseña que son un recurso lleno de vocabulario, expresiones, figuras
retóricas, etc. por lo que produce una gran mejoría en las destrezas orales. En el área de
lengua extranjera, las canciones son una fuente de input nativo, por lo que además de
todo lo anterior también contribuye a la mejora de la pronunciación y la fluidez en la
lengua objeto de estudio. La música, al tratarse de cantantes de habla inglesa y, por lo
tanto, un input nativo, proporcionará a los estudiantes una correcta pronunciación que
podrán tomar como referencia. Por otro lado, les ayudará a ampliar su léxico y
expresiones, identificar estructuras gramaticales y trabajar sobre ellas en una situación
lingüística no destinada exclusivamente al aprendizaje del inglés.
La música representa un lenguaje de sonidos, ritmos, sentimientos y emociones, que
fácilmente se integra con otras áreas curriculares convirtiéndose en un recurso importante
para adquirir conocimientos. Una intervención didáctica adecuada en la elaboración de un
proyecto lingüístico con la colaboración del especialista de música, facilitaría que el
conjunto de aprendizajes se aborden de manera coordinada, y que podamos utilizar la
música en el aprendizaje de la lengua y, en este caso, el inglés para aprender otros
contenidos musicales. La canción es un instrumento de intercambio, favorece la
socialización y además es un contenido significativo en la escuela. Al cantar, y sobre todo
al crear canciones, “songwriting”, las palabras se interiorizan e incorporan. (Bernal y otros,
2010).
“El valor de las palabras queda enriquecido o internamente incorporado al ir
acompañadas de la música y del proceso llevado a cabo para esa integración, que hace
de la palabra y la música un fluir continuo desde la expresión a la comunicación”.
(Bengoechea, 2008). De la misma manera, la tesis, la música como herramienta didáctica
para la enseñanza-aprendizaje del vocabulario en inglés como lengua extranjera, de la
universidad de la Salle, afirma que la música se presenta como una experiencia lingüística
por medio de la cual existe una comunicación directa con la forma de expresión de un
país y una cultura expresa en la lengua, pues la popularidad de este arte pone en
53
contacto al estudiante con palabras, relación entre conceptos, expresiones y demás usos
característicos de un idioma, que como cualquier otro, adquiere riqueza en su uso
cotidiano. Por ser una forma de expresión, este arte se vincula a la producción y
percepción de un idioma, por medio del cual el hombre expresa sus sentimientos y
adquiere la destreza para saber expresar lo que siente, vive y descubre. (Bonilla y otros,
2007).
También en el texto: La enseñanza del inglés como lengua extranjera en la
titulación de Filología Inglesa: el uso de canciones de música popular no sexistas como
recurso didáctico de María Teresa Silva se manifiesta en cuanto a los métodos usados
para la enseñanza y aprendizaje de inglés que: “Estos métodos se centran en el proceso
de aprendizaje, pues más que el resultado final lo que interesa es el desarrollo de
distintas estrategias y técnicas — mediante la música— para aprender a comunicarse en
la lengua extranjera. Así, pues, las canciones constituyen un buen recurso didáctico a la
hora de realizar determinadas actividades en la clase de lengua inglesa”. (Silva, 2006).
Por consiguiente, el profesor Camilo Africano resalta: ”a mí me encanta como se
trabaja cuando uno dice tocar guitarra o tocar instrumentos, sobre todo en inglés, que se
utiliza una palabra que es “play”; play gitar, play instruments, me gusta esa palabra, me
parece que es la palabra más importante dentro de la música y es “jugar”, tener la
posibilidad de crear, entonces a mí me encanta trabajar con ellos desde esas
posibilidades, desde la exploración, desde el hacer que se encuentren con la música, que
de alguna u otra forma se diviertan y que encuentren el instrumento que les va a orientar
la exploración”. (Entrevista, Camilo Africano, 2016).
En cuanto a la relación música-aprendizaje de una segunda lengua Lucia, una de
las niñas entrevistadas afirma lo siguiente: “en el colegio, usamos la música en clase de
inglés algunas veces. Nos ponen a inventar canciones. Usamos otras canciones que
suenan en la radio para aprender palabras”. Así mismo Alison, otra niña entrevistada
afirma: “en clase de inglés algunas veces usamos música, para aprender vocabulario y
pronunciación. En las otras clases no” (Entrevista niños/as, 2016).
De igual manera en el video tomado de you tube: El poder de la música, el profesor
Javier Pérez Garrido dice: “La música potencia el desarrollo del cerebro. Está
científicamente comprobado que cuando una persona está estudiando un instrumento,
está ayudando a que nuevas conexiones neuronales se activen. Y por lo tanto, su cerebro
está enriqueciéndose. Y es por eso que la gente que estudia música tiene la facilidad, por
ejemplo para aprender idiomas o matemáticas. ¿Quién no ha cantado una canción en la
asignatura de inglés?, ¿Por qué? Porque la música ayuda también a potenciar la
memoria”.
En pocas palabras la música es un excelente recurso que facilita el aprendizaje de
una segunda lengua, pues el trabajo con canciones permite que los niños y niñas puedan
asociar los significados que estas transmiten con su lengua materna; esto se da a partir
de los mensajes, gestos y acciones que se pueden representar con las narrativas de
estas. Entonces la importancia aquí recae en el hecho de que las canciones generan
interacciones comunicativas, aumentan las destrezas orales, amplían el vocabulario,
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mejoran la pronunciación y desarrollan fluidez. Por lo tanto la música brinda distintas
estrategias de aprendizaje, que ayudan a potenciar la memoria y a adquirir nuevos
conocimientos de manera dinámica y divertida.
Música y desarrollo de la creatividad
Gloria Valencia Mendoza, en su texto: la música en la formación integral del
hombre, cita a (Georges Jean, 1976), quien en cuanto al poder imaginativo manifiesta
“Para el sentido común, la imaginación es un poder mágico y en cierta forma, algo un
poco misterioso. La imaginación es una facultad mayor en la medida en la cual asume y
construye la coherencia en el ser humano. Igualmente, constituye un recurso para evitar
la monotonía y la rutina “. (Valencia, 2011).
La imaginación adquiere pleno desarrollo con la afectividad y la inteligencia. Puede ser
dinámica o plástica. Establece, en primer grado, la imaginación retentiva; en segundo
grado, la imaginación reproductora; en tercer grado, la imaginación constructiva.
Finalmente se llega a un nivel superior, el de la memoria creadora, intuitiva y supramental.
(Willems, 1970).
Valencia menciona también que la práctica musical creativa se basa en un trabajo
apoyado en el fortalecimiento y progreso de la imaginación y la sensibilidad, con lo cual se
amplía el ámbito de la espontaneidad y la expresión, inherentes a la condición humana.
Se enriquece el panorama de la fantasía, en dimensiones más amplias. Y se impulsa la
acción creadora hacia el estudio, la búsqueda y la investigación, en la Ciencia y en el
Arte. La creatividad aumenta el valor y la consistencia de la personalidad. Favorece la
autoestima y consolida el interés por la vida y la presencia en el mundo. Más que una
agudeza intelectual o que una habilidad, es una actitud ante la vida y ante cualquier
situación o aspecto de ésta. (Valencia, 2011).
De la misma manera, Patricia Pascual Mejía (2006), afirma: “Respecto al desarrollo
de la creatividad y la originalidad, la música ofrece al niño múltiples posibilidades de
desarrollo del pensamiento convergente y divérgete y es un instrumento de expresión no
solo sonoro, sino también verbal, corporal y emocional”.
Asimismo Rosario Lorente en su texto “Expresión musical en preescolar y ciclo
preparatorio” (19, reitera que la creatividad es una dimensión integradora de la
personalidad humana y que se caracteriza por la libertad y la novedad. Dice también que
es importante no oponerla ni identificarla con la inteligencia. La acción creadora es
compleja; en ella intervienen las facultades mentales y la afectividad. Una educación
artística a través de la música encauzada desde los primeros años, daría por resultado la
formación de individuos con capacidad creadora propia, con iniciativa, con recursos y sin
dificultades para relacionarse y desarrollarse en el medio en que les toque actuar.
“En una sola definición, podríamos decir que la creatividad es la capacidad de
concebir algo nuevo, de relacionar algo conocido de manera innovadora o de apartarse de
55
los esquemas de pensamiento y conductas habituales. La creatividad musical se centra en
la invención y combinación de sonidos, la improvisación, el acompañamiento rítmico, etc.
La pedagogía de la creatividad se fundamente en estos principios: importancia de la
creatividad en la sociedad actual, la consideración de las posibilidades creativas como
elementos básicos de la personalidad y la influencia que ejerce el medio en el desarrollo en
el desarrollo de la creatividad”. (Alarcón, 2009).
Además en cuanto al aula de música estos autores reiteran que el aula de música es el
espacio propicio para llevar a cabo los procesos creativos que, en un entorno de libertad
expresiva de ideas, emociones y sentimientos, lleven al estudiante a la manifestación de
su rico mundo interior. El maestro de música que apueste por la realización de actividades
creativas debe primar el proceso de creación y participación de los alumnos y no tanto los
resultados, ya que lo que se considera importante en un aula creativa es la espontaneidad
y no la intelectualización de los procedimientos musicales.
La educación musical es una de las áreas curriculares que contribuye de manera más
decisiva al desarrollo de la creatividad en el alumnado. El aula de música, como espacio
ideal para la experimentación y la manifestación libre de ideas y sentimientos, facilita la
realización de actividades creativas tanto individuales como grupales. En Educación
Musical no sólo se potencia el valor educativo de la música, sino que además, al trabajar
con un material especial y particularmente artístico, se contribuye de manera significativa a
la canalización de la expresión creativa del alumnado. (Hernández bravo y otros, 2010).
Asimismo, Pilar Lago (2006), reitera que a necesidad de crear aparece de manera
natural en todas las personas, pero que este proceso necesita ser alimentado para que el
resultado de dicho proceso creativo llegue a una producción artística. Lago afirma que el
acto creador de la composición se trasforma en el deseo de expresar las propias
emociones, pero que en distintas situaciones las emociones son expresadas de diversos
modos y así mismo se logran obtener resultados artísticos variados. La autora resalta
también en su texto la importancia de observar y rescatar esas acciones de
espontaneidad que exteriorizan los niños y las niñas en el salón de clases, las cuales
aportan una chispa de creatividad, que puede ser cultivada y trabajada con el fin de
romper esquemas y enriquecer los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Cuidar por parte del educador y de los padres estas primeras y pequeñas iniciativas, nos
acercaría a las primeras manifestaciones del niño en ir hacia lo desconocido, es decir,
hacer una pequeña aportación personal dentro de las normas establecidas mediante la
actividad lúdica de una canción, movimiento, un desplazamiento, etc. El proceso creativo
consta de ciertas etapas o faces por las que toda persona debe pasar hasta completar el
proceso de creatividad musical: imitación, improvisación, experimentación y creación.
(Lago, 2006).
A propósito de entender el verdadero valor de la música en la escuela, el profesor
Camilo Africano sostiene: “pensaría que desde la posibilidad creativa, de la posibilidad de
explorar y de comprender la música desde muchos espacios. Yo pienso que lo primero
56
que tendrían que hacer los niños es sumergirse en la música, en las posibilidades
sonoras, explorar el material sonoro como si fuera una plastilina, jugar con ella y después
si empezarla a construir”. (Entrevista, Camilo Africano, 2016).
De igual manera la profesora Natalia Márquez reitera, “a los niños hay que
permitirles la posibilidad de explorar, de experimentar por medio del arte, y en esa
mediada cuando el niño explore, experimente, va a ser sensible, va a tener unos
fundamentos interesantes y ya se va a asombrar más, tal vez va a reconocer eso que no
había visto; simplemente es abrir la posibilidad y cuando se abre la posibilidad pues yo
empiezo, más que educarme, a tener una gama de posibilidades que yo puedo escoger si
nunca las vi, que es muy diferente, entonces no deberíamos educar para apreciar el arte,
sino que deberíamos posibilitar experiencias estéticas que estimulen el ejercicio formativo
del arte en los niños y las niñas”. (Entrevista, Natalia Márquez, 2016).
También Nataly, niña entrevistada aseguro lo siguiente: “me gusta mucho la salsa,
porque te transporta hacia un lugar que viviste”. Así mismo Samuel, niño entrevistado
dice: “siento felicidad, energía y la música como la de Beethoven me relaja y siento que
mi mente crece más y me anima a hacer otras cosas diferentes” (Entrevista niños/as,
2016).
En conclusión, la práctica musical creativa se basa en el fortalecimiento de la
imaginación y la sensibilidad. La música debe permitir el desarrollo del pensamiento, la
manifestación libre de ideas, la expresión de emociones. Para ello la práctica musical no
debe centrarse en obtener resultados, sino que debe fijar su mirada en el proceso mismo,
en el cual cada uno de los niños y niñas logre explorar los instrumentos musicales, logre
improvisar, logre tener iniciativa para experimentar a través de la combinación de sonidos
y desarrolle de este modo autonomía capacidad creadora propia.
CATEGORÍAS EMERGENTES
Estas categorías surgieron a partir del proceso de entrevistas que se realizaron a
los docentes de la licenciatura en pedagogía infantil, a los niños y niñas entrevistados y
también a partir de la revisión de los textos teóricos, algunos de estos mencionan
temáticas aledañas a las ya expuestas en las categorías principales, pero que
complementan de algún modo este trabajo de investigación, las categorías emergentes se
mencionan a continuación:
Música y medios tecnológicos
Es un hecho que el modelo tradicional de educación, al menos como opción predominante,
está en crisis. La evolución de las TIC, junto con la transformación que está sufriendo la
sociedad, nos obliga a revisar las bases sobre las que se asienta nuestro actual sistema
educativo. Para el campo de la música, las nuevas tecnologías han supuesto una auténtica
57
revolución y, utilizadas convenientemente, poseen el potencial de modificar
sustancialmente la educación musical. Las distintas herramientas tecnológicas ofrecen la
posibilidad de plantear situaciones de aprendizaje muy variadas, enriquecedoras y
motivadoras para los alumnos. (Martí y Castejón, 2009).
Frente a esta subcategoría el profesor Camilo Africano expone: “en la actualidad
que tenemos tantos medios de tecnología donde se puede plantear la música como una
plastilina, como una cosa que se pueda moldear dependiendo de lo que el niño quiera
contar, de lo que el niño quiera manejar, que la logre explorar por ejemplo a partir de la
tecnología que es una buena posibilidad, y no tiene que ser músico, sino conocer unas
herramientas muy básicas del audio para empezar a jugar con eso, y después hacerlos
que se vallan metiendo a tocar un instrumento”.
En efecto el profesor Africano reitera: “Siempre quise cuando estaba en el colegio
intentar trabajar con tecnología y tengo unas ideas muy interesantes para trabajar con
tecnología como lo que estaba diciendo que los chicos manipulan la onda sonora, que
jueguen con eso y a veces a muchos chicos no les interesa el instrumento pero si les
parece muy entretenida la tecnología, entonces las posibilidades de algunos programas
de edición de sonido son muy interesantes para trabajar y son muy didácticos. Entonces
trabajaba desde la exploración, desde escoger un repertorio que a ellos les gustara,
desde la posibilidad de que si a todos no les gustaba la música, tuvieran otras alternativas
dentro de esa posibilidad que da el arte. Y cuando he trabajado las electivas acá en la
guitarra trato de jugar mucho con eso con la posibilidad de utilizar herramientas digitales
tratar de tener comunicación por medio de las redes sociales, mandarles ejercicios de
escucha”. (Entrevista, Camilo Africano, 2016).
En resumen, las tic’s han generado una gran transformación en la sociedad, lo cual
obliga a analizar de qué forma se está estructurando en la actualidad el sistema
educativo, tanto en otras áreas de conocimiento como en la música, pues, las nuevas
tecnologías han revolucionado la educación musical, puesto que ofrecen variedad de
herramientas actualizadas que facilitan el aprendizaje musical y presentan a los niños y
niñas, artefactos que les llama la atención y los motiva, de manera que trabajan más a
gusto y los impulsa a conocer maneras diferentes de acercarse al aprendizaje musical.
Música y currículo
En cuanto al curriculum de música para la formación del maestro en los diversos planes
que han sucedido, en general siempre ha estado basado en las enseñanzas solfísticas. En
los diferentes Planes de Estudio, las alusiones a la formación musical y a la especialidad
de Preescolar, no ofrecen una realidad inmediata que signifique una puesta en práctica,
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hasta 1981. A partir de 1981 la especialidad de Maestro de Preescolar supuso preparar a
un profesional para hacerse cargo de un ciclo educativo de vital importancia. Los
contenidos musicales, nunca los idóneos, marcarán su preparación. Dentro del Área de
Comunicación y Representación aparece la Expresión Musical donde se señala, entre
otros, que la expresión musical es un instrumento de apropiación cultural que posibilita el
disfrute de la actividad musical para que fomente la capacidad de expresión infantil”.
(Bernal, 2000).
La profesora Natalia Márquez, expresa acerca de esta subcategoría lo siguiente:
“puede ser que un niño tenga muy desarrollada la habilidad kinestésica, otro niño es más
hábil con lo auditivo, otro niño es más hábil con lo visual; entonces hablaríamos de ritmos
y podríamos armar un currículo o un perfil o un plan de estudios a partir del contexto y del
diagnóstico, sin abandonar que necesariamente si hay unos contenidos específicos
musicalmente que deberíamos hacer en los niños, pero a partir de ciertas edades. A mi
parecer los niños primero deberían tener una etapa de exploración total, con los sonidos,
con las formas, con los timbres, y yo ahí estoy involucrando elementos musicales, pero no
estoy diciendo que sea en una etapa específica, porque puede ser que un niño ya
reconozca eso y quiera otra cosa, entonces vamos al problema del plan de estudios,
como si todos fuéramos iguales, nos desarrolláramos igual, pensáramos igual, y no, todos
tenemos ritmos distintos, que es lo que me permite aprender; la diferencia. Siempre al
final de los dos hago la socialización, tengo una parte central en donde intento meter
como toda la productividad, que ellos puedan avanzar muy rápido y luego hacemos el
cierre, pero todas estas pueden variar a partir de lo que yo como docente, lo que
llamamos el currículo oculto, vea cuando llegue al espacio o al encuentro educativo”.
(Entrevista, Natalia Márquez, 2016).
La profesora Natalia afirma también: “hay unas decadencias muy interesantes, si
pensamos en el currículo de la educación en Colombia, lo primero que se instauro fue el
dibujo técnico, lo que conocíamos como dibujo técnico o el ejercicio muy de las
manualidades y que era una cosa de reproducción, de copiar imágenes a partir de la
historia del arte en donde se medía como la forma, la figura, el fondo, la saturación, todos
estos que son conceptos artísticos. En la constitución del 91 hay un decreto especifico
que habla de la obligatoriedad de las artes en la escuela, donde se plantea que debe ser
una materia dentro del currículo, es ahí cuando se empiezan a integrar algunos maestros
de artes, que no necesariamente son licenciados, sino son artistas de diferentes escuelas
de Colombia que se inscriben y empiezan a estar dentro de la educación y las escuelas y
son ellos los que empiezan a instaurar de alguna manera unas tendencias de la
enseñanza del arte”.
En suma, hemos visto que los currículos en educación musical, en su mayoría son
tradicionalistas, puesto que no ofrecen innovaciones para el abordaje de la clase de
música. Aunque con el paso de los años se han presentado transformaciones en los
currículos, aún se evidencia un déficit, pues la clase de música, no se toma con la
importancia que en realidad merece. Es necesario reinventar, o replantear los currículos
de la educación musical, currículos más completos que tengan en cuenta las diferencias,
59
diferencias en cuanto a lo cultural y en cuanto a las habilidades o destrezas con las que
llega un niño al aula, con el fin de poder potencializarlas. Debe ser un currículo que no se
fije tanto en los productos o resultados, sino que más bien tenga en cuenta los procesos.
Un currículo idóneo debe basarse en la expresión musical y debe preocuparse por
desarrollar en los niños y niñas experiencias estéticas significativas.
Música y experiencias estéticas
Julia Bernal (2005), sostiene que la necesidad de que los niños y niñas desarrollen
de manera adecuada sus emociones y su inteligencia depende principalmente de los
agentes de socialización más importantes en el desarrollo de los niños, los cuales son la
familia y la escuela, expresa que estos dos agentes deben estar en constante
comunicación para que este proceso educacional sea en su plenitud eficaz. Asimismo
Bernal afirma que la música deber ser siempre motivo de alegría, bienestar y gozo y luego
de experimentar todas aquellas emociones a través de la música, se puede llegar a una
experiencia más enriquecida con este arte, el niño puede comprenderlo, analizarlo y
criticarlo. “El objetivo que se pretende en el proceso de enseñanza-aprendizaje musical es
que el alumnado adquiera un caudal siempre disponible de conocimientos creadores y
para ello es necesario desarrollar los hábitos, las destrezas y las habilidades necesarias
para que puedan percibir y expresarse musicalmente”. (Bernal, 2005).
La experiencia estética es no sólo la manifestación de una escuela bella y amable,
sino también es la creación de un espacio educativo que exprese y comunique el proyecto
pedagógico, como un compromiso de participación del entorno sociocultural al que
pertenece: importancia de habilitar y ofrecer espacios como soporte para estas
manifestaciones, lugares significativos para reconocer y compartir una misma identidad
comunitaria. (Abad, 2006).
Esa experiencia estética, y ese dar cuenta del proyecto pedagógico se evidencia en
el trabajo de esos lenguajes artísticos que sirven como medio primordial para profundizar
o agudizar esa expresividad. Es por ello idóneo el apoyo de la música, la cual proporciona
un clima óptimo que provoca en los niños respuestas corporales más sensibles y
creativas.
De acuerdo a la experiencia estética en la escuela la profesora Natalia Márquez
manifiesta que “No deberíamos educar para apreciar el arte, sino que deberíamos
posibilitar experiencias estéticas que estimulen el ejercicio formativo del arte en los niños
y las niñas. Más que educarlo porque es muy distinta la mirada segmentada en que solo
algunos podrían acceder al arte o a las experiencias artísticas y es una visión ya un poco
muy sesgada de lo que debería ser el arte en la escuela. En la música hay una cantidad
de posibilidades que no se reducen a unos simples contenidos, sino que va más allá; es
una experiencia estética maravillosa a partir de los sonidos, de los instrumentos, de
60
encontrarse con el otro cuando uno va a hacer música y tienes que escuchar el otro para
poder entrar tú y todos a la vez somos uno”.
Frente a la experiencia estética la profesora Natalia afirma también: “la educación
artística en Colombia si ha estado como modificándose. Tanto que nacieron los proyectos
de primera infancia, donde son salones especiales, que los niños tienen experiencias
estéticas a partir de artistas que trabajan con ellos, con las madres, con la comunidad y es
un ejercicio maravilloso que se da en la ciudad, entonces cada vez se moviliza mucho
más la posibilidad de hacer parte del arte o tener una experiencia estética y no
simplemente como un ejercicio de nota que se ha dado en el currículo, sino que hay una
movilización real por poder trabajar en diferentes experiencias artísticas, musicales,
teatrales, de todos los campos en la ciudad”. (Entrevista, Natalia Márquez, 2016).
En pocas palabras la experiencia estética es fundamental, puesto que esta genera
en el niño sentimientos de bienestar y de placer ante lo que está aprendiendo, asimismo
la clase de música tiene como misión provocar un sin número de sentimientos y
emociones en los niños y niñas. Sentimientos satisfactorios que se producen en cada ser
a la hora de escuchar una pieza musical, o de interpretar algún instrumento, o de
contemplar un artista con su gran obra musical.
La experiencia estética debe abrir un mundo a nuevas posibilidades de interacción
y encuentro con el otro, lo cual logra una movilización, una real transformación en el
interior de los sujetos que logran ver y apreciar el mundo de una manera diferente y
enriquecida.
4.2. Interpretación de resultados
La música ejerce un impacto directo sobre la totalidad del ser infantil; para el niño es
sinónimo de movimiento, juego, actividad, emoción. En su primer contacto con la música, la
capta como una realidad global; a medida que va tomando conciencia de lo que le rodea y
adquiere diversas experiencias en el campo musical, ira discriminando aspectos
complementarios de su realidad unitaria. La iniciación musical deberá recorrer ese mismo
camino. Todas las personas tienen la capacidad de percibir, sentir y expresar la música. En
61
el hombre existe la musicalidad y, por tanto, es imprescindible su desarrollo en el niño
(Lorente, 1981).
Para empezar se sabe que la música permite y facilita la concentración, la reflexión,
te hace viajar, sentir gozo, bienestar, puedes pensar, adentrarte en tu propio ser e ir
mucho más allá. Te produce satisfacción e innumerables emociones, te permite soñar,
alegrarte y luego quisieras que todos a tu alrededor la escucharan del mismo modo que
tú, y que la sintieran y apreciaran igual que tú, que le dieran el valor que en realidad se
merece. Entonces subes el volumen y le pides al viento llevar esa, tu música a muchos
oyentes que sean cautivados y fascinados al igual que tú. Un niño dice acerca de este
sentimiento: “para ti es música de ángeles, pero para mí es solo una canción”, y el adulto
le responde: “aprenderás a escucharla, a sentirla y a apreciarla”. ¿Cómo se logra esto?
Pienso que se logra mostrándole al niño y niña un abanico de posibilidades musicales que
les permita conocer otros sonidos, otros ritmos, hacerlos más cercanos a si, sumergirlos
en un mundo nuevo lleno de músicas diferentes, en resumen educar la percepción
musical.
Por esa razón, es arduo trabajo del docente fomentar el gusto por cantar, que los
niños y niñas disfruten, que se sientan en un ambiente adecuado, estimulante que los
motive a crear, a explorar, a experimentar un sin número de sonidos a través de los
instrumentos que tiene a su alcance, que se les permita jugar, imaginar, compartir su
gusto con el otro y que juntos hagan de esa experiencia un aprendizaje mucho más
enriquecedor. Ese no solo es el docente, es también su par, el compañero que le trasmite
otro tipo de emociones y sentimientos que expresa con los sonidos de los instrumentos,
pero también con las nuevas posibilidades de movimiento con su cuerpo, con sus gestos,
con sus palabras. Es un ambiente distinto, diverso, que abre puertas a otros mundos que
le permite al niño y la niña ser, comunicarse, exponerse, contemplarse y complacerse.
Por consiguiente, la tarea del docente es Propiciar un ambiente provocativo,
estimular, avivar, potenciar las habilidades de los niños, preocuparse por generar buenas
experiencias, por capacitarse constantemente para así mismo proporcionar y construir
nuevas experiencias junto con sus estudiantes. Además de que es deber de la institución
escolar, proveer todos los instrumentos y materiales necesarios para trabajar de manera
óptima en la clase de música. Se trata de tener todos los materiales al alcance. Esto en
cuanto se refiere a instrumentos musicales, que sean diversos, que permitan ser
manipulados por los niños y niñas, que estén en buen estado, así mismo se refiere a un
espacio adecuado, propicio para la clase, un salón con buena acústica, que este apartado
del resto de salones para que las clases y las experiencias allí realizadas no interrumpan
el resto de clases.
En otras palabras, es de suma importancia reconocer que la música brinda
múltiples contribuciones para la formación integral de los niños y las niñas en edad
escolar es por ello importante pensar en la música incorporada a otros procesos
educativos, como el aprendizaje de lectura y escritura, en el desarrollo social y afectivo,
62
en el fortalecimiento corporal, en la potenciación de la creatividad, el aprendizaje de una
segunda lengua, entre otros.
Dentro investigaciones relacionadas a este tema se puede aludir al trabajo de Lamb
y Gregory (1993), citado por Iris Xóchitl Galicia Moyeda y Luis Zarzosa Escobedo en su
texto: “La presencia de las actividades musicales en los programas educativos y su
influencia en la conciencia fonológica” ; donde se afirma: “Gregory mostró que la
capacidad de los niños para discriminar diferencias en los tonos está altamente asociada
con la lectura y con la habilidad para distinguir diferentes cualidades del sonido”. Además
Herrera Lucía y Lorenzo, Oswaldo en su texto Música, lenguaje y lengua materna,
afirman: “Las canciones infantiles, son una herramienta didáctica que, además de motivar
a los alumnos, incrementa su sensibilidad a las rimas y mejora su memoria verbal a corto
plazo”. (Lorenzo, 2006).
En cuanto al componente emocional de la música vemos como esta tienen la
capacidad de transmitir o generar diversos estados de ánimo en el ser humano, cuando
este entra en contacto con un género musical específico y tiene una predisposición que lo
conlleva a sentir ciertas emociones. Por ello es de gran importancia generar en los niños y
las niñas experiencias musicales agradables y de participación activa de cada uno de
ellos, permitiéndoles manipular elementos musicales sencillos con los cuales pueden
interactuar de manera natural, consigan jugar y compartir con otros; el propio cuerpo
también debe ser aquí trabajado como instrumento, pues se pueden hacer distintas
exploraciones de sonidos y movimientos que con este se logran realizar, esto le facilita al
niño el conocimiento de si y el reconocimiento de sus sentimientos. Vemos aquí entonces
como la música y el lenguaje corporal resultan inseparables a la hora de trabajar,
experimentar, explorar y reconocer las emociones.
Asimismo lo ratifica Sonia Buil Martínez en su tesis Aplicaciones didácticas de la
musicoterapia en el aula de primaria: “La música como lenguaje expresivo y de
comunicación no requiere ni exige actividades especiales. Por tanto, cualquier niño/a tiene
su propia musicalidad en menor o mayor medida”. Esta autora cita a Davison y
Hargreaves, quienes señalan que: “es una característica que se debe potenciar y
desarrollar desde las edades más tempranas, así lo señalan psicólogos como afirmando
que la musicalidad constituye una de las actitudes más valiosas de tipo humanístico y no
una habilidad aislada o altamente especializada, siendo la primera infancia la etapa más
propicia para su desarrollo”. (Martínez, 2008).
La musicoterapia activa favorece la comunicación y expresión de estados
conflictivos de la persona que está padeciendo alguna perturbación. Facilitándole un mejor
estado de ánimo y bienestar general. Podemos evaluar etapas de desarrollo evolutivo
motor y/o psicológico a partir del gesto sonoro que es capaz de realizar un sujeto y del uso
que le dé al instrumento en la sesión musicoterapéutica. (Ballivián 2010).
Dado que el docente no es un especialista en musicoterapia, no se pretende que
trabaje a fondo este componente emocional, pero ya que la música misma tiene ese
63
poder de generar o fortalecer sentimientos o estados de ánimo específicos en los seres
humanos, el docente podría trabajar las emociones emergentes a partir de la música, de
manera general sondeando y analizando las Vicisitudes que se presentan en el aula.
Por otra parte en nuestro país hay una deficiencia en cuanto a la formación superior
que este encauzada o dirigida específicamente a la educación artística musical, se hace
necesario entonces analizar qué tipo de cambios se pudieran dar en la educación superior
para que se propicien otros espacios en los que los profesionales en educación inicial
puedan capacitarse en el área específicamente del arte musical, pues debido a la
decadencia de estudios de este tipo en nuestro país, los docentes están en la obligación
de especializarse en otros países. Y teniendo en cuenta que esto requiere ciertos
recursos económicos, pues entramos a analizar que no todos los docentes interesados
pueden acceder a este tipo de educación superior, por lo tanto se requiere de suma
urgencia que se abran nuevos programas de este tipo en muchas ciudades de nuestro
país; que no requieran altos costos para la fácil accesibilidad de la población docente en
general. La solución a esta problemática podría ser también que un gran número de
especialistas de otros países vengan a Colombia a capacitar los docentes y que estos
seguidamente puedan trabajar las artes musicales en las aulas de clase, de manera
óptima, enriqueciendo el proceso de aprendizaje.
Por consiguiente, los docentes en educación inicial deberían recibir una formación
artística desde la universidad, por lo menos una educación básica en cada una de las
artes y en especial en las artes musicales, (en vista de que hay muchas deficiencias de
esta formación tanto en la educación primaria como en el bachillerato), puesto que es de
vital importancia imprimir la música en cada uno de los procesos formativos de los niños
desde las primeras edades, ya que hemos analizado las muchas contribuciones que la
música aporta para un buen desarrollo de los niños y las niñas.
Entonces, de qué manera se imparte esa clase de música, ¿desde lo meramente
instrumental? Que debería hacerse para que la clase de música no se torne como un
relleno que sirva únicamente para las fechas importantes que ha de celebrar el colegio o
la escuela y así mismo que se debe hacer para que no se torne en algo muy tecnificado
que excluya a la mayoría de estudiantes haciéndolos sentir incapaces inhabilitados para
trabajar la música, y se convierta en un proceso tedioso que muchos quisieran evitar, pero
que lo cursan de manera superficial e indiferente y por ser algo que se torna obligatorio
que les permite únicamente avanzar de curso; sin poder visualizar la trascendencia que
tiene el arte musical y lo fundamental que la música representa para el desarrollo integral
del ser humano.
Por esta razón, necesitamos también cambiar la visión de lo que es, lo que
representa el arte en nuestro país, esta tarea o responsabilidad parte desde los mismos
docentes, de generar todo un movimiento que permita a toda la comunidad en general
visualizar la importancia que el arte tiene para la formación del ser. Entonces se hace
necesario que la formación artística y musical dé su inicio desde los primeros años de
vida y que se valla incorporando en distintos procesos de los grados superiores, pues ya
se conoce que la música desarrolla capacidades nuevas en el cerebro, y por ende las
64
otras asignaturas podrían o deberían ser acompañadas del componente musical. Un
ejemplo muy claro es el como la música permite aprender de mejor manera los procesos
de lecto-escritura, tanto para la lengua materna como para el aprendizaje de una segunda
lengua.
Asimismo se presenta la propuesta de mejora para el aprendizaje de inglés,
realizada por Cecilia María López Matos, en un centro educativo de educación primaria de
Valladolid, España. Esta propuesta que se llevó a cabo con estudiantes de quinto grado
de primaria, donde se llevaron a cabo estrategias en la clase de inglés, las cuales iban
acompañadas por el componente musical donde el docente durante todo el proceso actuó
como un guía, interactuando de manera constante con cada uno de los niños; como
resultado de esta experiencia.
Como hemos podido observar a través de los resultados obtenidos de los cuestionarios
iniciales y finales del alumnado de la sección del quinto curso, la inclusión de música
cercana a los intereses de los estudiantes tiene un efecto muy positivo en todos los
aspectos analizados. La implicación de los alumnos en el aula ha sido muy buena debido al
papel que ha jugado la motivación en las actividades propuestas. (López, 2014).
En cuanto a educación musical Bowman (2004), afirma que la competencia
intercultural se puede trabajar partiendo de conceptos musicales previos, formas de
pensar, valores, y creencias de las diferentes culturas. Por ejemplo, se puede realizar una
reflexión acerca del rol que el intérprete tiene con respecto a la música, con qué
finalidades la utiliza, y qué papel desempaña ésta, en el seno de su vida diaria. Es a partir
de este momento, cuando se resalta la identidad que posee la música popular, ya que no
debe dejarse de lado el papel que ésta tiene en la práctica cultural, y el modo de vida de
las personas que la practican
Como lo plantea el autor, la música nos ayuda a entender la cultura propia como
otras culturas que han vivido a través de la historia y que han dejado un legado histórico y
musical permitiéndonos entender su forma de vida, sus creencias y costumbres. Pues es
precisamente la música la portadora de toda esta cultura.
Asimismo María Isabel Rodríguez González, Verónica Grande Rodríguez, Noelia
González Verdejo, en su texto: Cultura musical/ musical cultural: dos caras de una misma
moneda, citan a Santos Asensi (1997:129), quien afirma: “lo musical es mucho más que
una manifestación artística, es un fenómeno cultural que no conoce fronteras y que actúa,
por una parte, como reflejo de nuestras actitudes y convicciones personales, y por otra,
como espejo de la manera de sentir y relacionarse de una sociedad en una época
determinada”. (González, Rodríguez, 2002).
De ahí que los docentes deben preocuparse por darle a conocer a los niños y las
niñas ese bagaje de culturas existentes que han marcado la historia y que han expresado
sus experiencias de vida a través de la música, pero también hay que aprender junto a
ellos acerca de aquellas culturas que aún permanecen y que muchas veces son
invisibilizadas; estas también tienen sus maneras distintas de ser y estar en el mundo, y
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así mismo tienen un estilo de música particular. Es tarea ardua del docente (ya que
desafortunadamente esto no se contempla desde el entorno familiar) enseñar o dar a
conocer a los niños y las niñas expresiones musicales diversas que les permitan escuchar
músicas otras, distintas a las que están acostumbrados, de otras culturas; tanto de
culturas antiguas como de las existentes, pero también de otras culturas desconocidas
para la mayoría de personas, pero que también tienen una riqueza cultural importante de
la que podríamos aprender.
Por tanto, son otros ritmos, otros sonidos, otras músicas, que generan también
otras experiencias, que invitan a experimentar emociones distintas, y del mismo modo
propician en los niños y niñas otros modos de conocer, percibir y aprender de la realidad
circundante y del enriquecido mundo cultural en el que habitan. Pero vemos que la
escuela no muestra una preocupación por hacer visibles estas otras maneras de vivir y
por ende estas otras expresiones musicales propias de cada cultura, pues desde allí se
han legitimado algunos ritmos, algunas músicas y no da a conocer a los niños y las niñas
otras expresiones musicales propias de nuestro folclor y que de algún modo nos
identifican al ser parte de nosotros, de nuestra historia; ni mucho menos se dan a conocer
otros ritmos y músicas de culturas existentes en otras partes del mundo, y que podrían
también enriquecer nuestra experiencia, nuestra subjetividad.
También, los medios de comunicación inciden de manera determinante en este
aspecto, pues a diario nos bombardean con información errónea acerca de lo que es el
arte, (las otras manifestaciones artísticas son allí casi imperceptibles) y en especial en
cuanto se refiere al arte musical, porque nos presentan este aspecto como el mundo del
espectáculo, mero entretenimiento, donde nos muestran como ciertas personas crean
fama, distraen al público, se enriquecen, pues su videos se presentan de manera
intensiva en las redes sociales y en los medios de comunicación; pero estos tan
conocidos “artistas” no suscitan verdaderas experiencias estéticas pasándose por alto las
habilidades y trabajos verdaderamente creativos, estimulantes, expresivos que enuncian y
proponen los verdaderos artistas, que tristemente no son comerciales y por lo tanto no
son escuchados ni reconocidos de manera masiva. Perdiéndose así la posibilidad de ir
más allá, de conocer la música a fondo y valorarla por lo que en realidad es.
Por otra parte es triste reconocer que la escuela limita, coarta, no permite que los
niños exploren y aprendan otros ritmos provenientes de otras culturas, sino que se
pretenden enseñar contenidos repetitivos que se tornan aburridores y sin fundamento,
pues los estudiantes no le ven el sentido significativo que la educación musical aporta a
sus vidas, pues cuando un niño proveniente de otra ciudad busca manifestar su cultura
dentro del aula, es señalado por no hablar o actuar del mismo modo que los demás, como
ejemplo se toma un fragmento de un diario de campo de la practica formativa de VIII
semestre, licenciatura en pedagogía infantil: “nos dirigimos al salón, la docente titular
coloco música y todos comenzamos a bailar. Fue un momento muy divertido, pues pude
observar como a la mayoría de los niños les gusta esta actividad. Y en especial a mí me
llama la atención ver como a Adrián le encanta bailar pues no paraba de moverse e
invitaba a sus compañeros a hacer lo mismo, en un momento la profesora puso el baile
del mapalé y el, Adrián, comenzó a bailar con mucha más energía, entonces la auxiliar
66
dijo: “huy pero que swing el de ese niño”, entonces la docente titular dijo: “jum costeño
tenía que ser” y a todas (mi compañera Tania, la auxiliar, la docente titular y yo) nos
provocó mucha risa. E aquí que en lugar de potenciar ese momento expresivo del niño y
explorar esas otras posibilidades musicales y de movimiento; de alguna manera lo que
hicimos fue estigmatizarlo y señalarlo, lo que podría provocar que el niño se intimide y
deje atrás esas expresiones propias de su cultura. (Diario de campo Octubre, 2015).
En efecto muchas veces censuramos y limitamos esas exploraciones, esas
pequeñas manifestaciones creativas de los niños y niñas, pues pretendemos que no se
nos salgan del orden establecido ni manifiesten acciones contrarias a lo que hemos
asignado; pues el hecho de que un niño tienda a reaccionar o a actuar de manera
diferente a un estímulo, es señalado como rebelde o desobediente, sesgando su visión
del mundo y limitando su capacidad de asombro y creatividad ante el mundo que lo rodea
y que él percibe de manera distinta.
En este punto existe también una tensión, pues los docentes no saben o no definen
varias veces qué es lo que se debe enseñar acerca de la música, y cómo se debe
enseñar, pues los contenidos musicales en la mayoría de las instituciones escolares se
centran principalmente en la llamada música “culta” que contempla teoría y escucha de
composiciones hechas por músicos internacionales de tiempos pasados como lo fueron
Beethoven, Mozart, Chopin, entre otros. Y el folclor de lo nuestro es olvidado o es visto de
manera muy superficial, como si no llevara una carga cultural y un proceso musical muy
importante.
Así otros docentes se centran en la parte instrumentalista de la música, donde no
se tiene en cuenta la historia de esta, ni de ninguno de los músicos, ni mucho menos de la
historia de vida y el entorno social y cultural de donde provienen los estudiantes, sino que
se entra de una vez estudiar el pentagrama con cada una de sus notas y escalas;
intentando explicar que es una corchea, que es una negra, cuánto vale una blanca.
Términos que la mayoría de las veces tienden a confundir y frustrar a los estudiantes,
puesto que son totalmente desconocidos para ellos, al no tener un contacto previo con la
educación ni exploración propiamente musical.
Por ejemplo, en ocasiones son los mismos docentes quienes se encargan de
demeritar su labor, pues se acomodan al sistema; no hacen búsquedas nuevas, sino que
se limitan a hacer que la clase de música parezca la clase de ocio, de relleno; pues en
algunas de las respuestas de la entrevista realizada a los niños, se evidencia como el
docente de música solo se ocupa de reproducir la teoría musical de la antigüedad, y
delega el trabajo de enseñar a tocar o interpretar un instrumento musical al internet; por
ejemplo se evidencio que uno de los docentes le pedía a los niños buscar las técnicas de
aprendizaje de la flauta dulce en internet, en lugar de presentar y practicar estas técnicas
en clase. Tristemente en actitudes y conductas como estas realizadas en repetidas
ocasiones por los docentes de música, se pierde la oportunidad de interacción entre la
triada maravillosa docente-niño-instrumento. Por lo tanto no se genera ese vínculo que
hace que el niño se interese y se apasione por la música, no se permite esa exploración
musical. En otras palabras, no se propicia o genera ese ambiente óptimo que provoque
67
sensaciones, que invite a esa experimentación, a esa indagación de todas las
posibilidades musicales que están a nuestro alcance, y por lo tanto no se genera esa
experiencia estética que es fundamental para el desarrollo social y emocional de los niños
y las niñas, y que nutre al ser humano de manera integral.
Mientras tanto otros profesores tienen en cuenta la parte folclórica tradicional de
nuestro país e intentan trabajar ritmos propios con el fin de reproducir alguna de estas
piezas musicales. Pero aquí también la tensión es que los docentes no reconocen la
música contemporánea en la que los niños y jóvenes están inmersos, no reconocen que
esa música los moviliza, que se identifican con ella y que los lleva a adquirir
comportamientos específicos tanto de expresiones lingüísticas como en sus maneras de
vestir y actuar. Y tampoco reconocen el entorno social y afectivo que condiciona el modo
en que los niños, niñas y jóvenes se acercan a la experiencia musical. Entonces no hay
un equilibrio entre lo que el docente quiere enseñar y lo que les gusta a los niños/as; esta
falta de estímulo por parte de los docentes, hace que se propicie en los estudiantes un
desinterés y una pérdida de la capacidad de asombro ante la música y todas sus
fantásticas posibilidades para el aprendizaje emocional e intelectual.
En consecuencia es importante resaltar que en este proceso de la educación
musical es fundamental que haya un equilibrio entre los saberes previos del estudiante (la
música más cercana para el) y los saberes, gustos y enseñanzas del docente. No se trata
de imponer una visión sobre otra, sino de entretejer conocimientos y crear estrategias que
permitan implementar ambas propuestas, y posibiliten trabajar la música desde la
diversidad existente tanto en nuestro país como en el resto del mundo, pues todas estas
experiencias musicales enriquecidas, permearían de manera significativa la subjetividad
de cada uno de los niños y las niñas.
También es importante tener en cuenta que la música nos gusta a todos los seres
humanos, pues está inserta en nuestra esencia, hace parte de nosotros, de nuestra
historia. Las personas tienden a identificarse con un tipo de música determinado y está
comprobado por varios científicos que no existe un ser humano que sea “amusical” (como
podríamos llamarlo), sino que todos estamos directa o indirectamente inmersos en el
mundo musical. Y es por esto, que no se debe apartar a los niños/as de la experiencia
musical, con la excusa de que no son buenos, ni de que no pueden desarrollar esas
facultades. Como resultado de las entrevistas realizadas a los niños/as, se observa que
varios de ellos son censurados a la hora de participar de algún evento musical o de un
grupo musical conformado en el colegio, porque no se les da la participación a todos, sino
solo a unos pocos; los “privilegiados” ya sea porque saben tocar algún instrumento
musical (aprendido fuera del ámbito propiamente musical), o porque tienen “bonita voz”, y
al resto de los niños y niñas se les relega, o deja a un lado sin permitirles explorar sus
capacidades musicales (que como claramente lo mencionamos antes, es inherente al ser
humano), haciéndolos sentir frustrados e incapaces ante la exploración y el aprendizaje
musical. Este es un gran error que aún se está cometiendo en las instituciones escolares
y que sesgan las experiencias estéticas-musicales de muchos niños que podrían
fortalecer y desarrollar grandes facultades musicales y mejorar en otros muchos aspectos
de su vida, ya sea de manera intelectual o emocional.
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Por último cabe resaltar que tristemente la educación musical aún no se está
teniendo en cuenta en las instituciones escolares con el Carácter que merece, pues
analizamos que en las instituciones escolares de índole público, pues se dicta como una
signatura de manera superficial y con muy poca intensidad horaria, pero más triste es aun
que varios de los niños pertenecientes a instituciones privadas y que han llevado sus
procesos escolares desde sus inicios en dichas instituciones, ni siquiera han recibido la
asignatura de música como parte del programa escolar. Esta es una situación
preocupante, pues es indignante que aunque estos colegios piden a sus estudiantes
pensiones costosas, no se toman la tarea ni asumen la responsabilidad de trabajar este
enfoque artístico, tan importante para el adecuado desarrollo de los niños y niñas en
todas sus dimensiones.
CONCLUSIONES
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Las conclusiones que se derivan del presente trabajo son las siguientes:
La música es tan antigua como el hombre, y desde sus inicios ha jugado un papel
fundamental para su vida, puesto que le ha permitido evolucionar. La música ha
tenido diversas definiciones a través del tiempo, entre estas se consideraba la
música como ciencia de la armonía. Desde sus inicios la música ha tenido una
relación muy estrecha con la educación. Ilustres filósofos plasmaron en sus obras
la importancia de la música para la educación de niños y jóvenes. La música ha
tenido la capacidad de integrar múltiples disciplinas.
El reconocimiento y apreciación de lo diverso en todo tipo de aprendizaje,
enriquece sustancialmente la visión del mundo, y evita la invisibilización o el
desconocimiento del otro. La música es un recurso esencial que permite que este
en el escenario escolar se tenga presente esta interculturalidad, pues es una
manera sencilla pero muy importante, de aprender a conocer otras culturas, otras
costumbres, otra manera de interactuar con los demás. Esta interacción dialógica
debe propiciar que todos participen como interlocutores válidos, que tienen sus
propias creencias, concepciones y conocimientos favoreciendo el desarrollo,
formas más avanzadas de pensar de relacionarse con los otros y permitir la
exploración de ideas.
El papel de los docentes en pedagogía infantil, es crear contextos de interacción
en el espacio educativo, con elementos musicales que favorezcan la comunicación
y la relación activa del niño consigo mismo y con los otros mediante el dialogo,
permitiéndoles un mayores posibilidades de interacción con el mundo social y
cultural que los rodea junto con la historia, costumbres, creencias, conocimientos y
modos de decir del otro que proviene de un contexto cultural distinto. Para ello el
docente de pedagogía infantil, debe pensarse un escenario o ambiente distinto,
diverso, que ponga de manifiesto la riqueza que otras culturas pueden aportar
para el complemento de la cultura propia.
La música es un elemento Fundamental en el desarrollo del niño. Es una
capacidad natural del ser humano, la de percibir los sonidos musicales desde el
vientre materno. Es por eso fundamental que el niño reciba desde los primeros
años, una educación integral, en la cual se incluya a las artes como complemento
de las demás áreas, y en específico a la música, pues como ya lo contemplamos
anteriormente, es una de las artes que más favorece a los niños en su desarrollo,
puesto que aporta múltiples beneficios a su esquema integral; a nivel intelectual,
físico y emocional. En otras palabras, la música permite estimular el interés de los
niños/as de acuerdo a la etapa de desarrollo en la que se encuentren, de modo
que este pueda expresarse espontáneamente, pero a través de un estímulo
musical que los conquiste, los provoque y genere sensaciones diversas;
ampliando al máximo las posibilidades de expresión creadora, que despierta en
70
ellos la sensibilidad hacia el mundo que los rodea y la posibilidad o capacidad de
observación y de asombro ante este. Permitiéndoles también mayor fluidez en sus
pensamientos y en sus acciones, desarrollando la capacidad de resolver
problemas por sí mismos.
No se debe menospreciar todo el aporte que la educación musical ofrece al niño,
los beneficios son bastantes. No se debe perder de vista que en general todas las
artes aportan un gran cúmulo de beneficios a la educación del niño, pues
sensibilizan y preparan al niño para poder apropiarse de más conocimientos.
Además de que son un vehículo alternativo para la libre y sana expresión de los
sentimientos de los niños.
Los medios de comunicación y los agentes de socialización hacen parte
fundamental de este desarrollo estético que se lleva a cabo en el sujeto niño, por
tanto es importante trabajar de manera mancomunada entre estas instituciones
para que sea un fortalecimiento adecuado y beneficioso para el desarrollo integral
del mismo.
Toda esta disposición expresiva-musical debe estar mediada sin duda alguna, por
el gusto estético; pues esa exploración de las distintas posibilidades de
movimiento y de expresión con el cuerpo de ninguna manera debe ser impuesta,
pues el tener que seguir una acción repetitiva que no admita la exploración de
otros movimientos, se tornaría conductista, y no le permitiría al niño/a ir
desarrollando esa capacidad expresiva y creativa que debe reforzarse desde la
primera infancia, facultándolo de mayores posibilidades de desenvolvimiento en el
mundo que lo rodea.
Estas experiencias sensitivas y emocionales embebidas de manera más adecuada
desde los primeros años de vida, facilitan el desarrollo integral de todo sujeto.
Asimismo, la música no debe ser separada del movimiento, pues música y danza
están estrechamente unidos, se complementan entre si y facilitan la
experimentación y la exploración de los movimientos del propio cuerpo como del
cuerpo de los otros; lo cual facilita también los procesos de socialización. Pues
como lo afirma el bailarín y creador de la escuela del cuerpo Álvaro Restrepo: “no
tenemos un cuerpo, somos un cuerpo y por eso hablamos del cuerpo individual y
hablamos también del cuerpo colectivo”.
En consecuencia en varias culturas y en especial en la nuestra, existe lo que
Gardner denominó “el analfabetismo musical”, puesto que en la escuela, la música
tiene un papel relegado, no se le presta la importancia que merece. Podemos ver
como las artes, (y por supuesto la música), en la escuela no representan parte
fundamental como conociendo relevante y provechoso para el desarrollo integral
de los niños/as, es por ello que en muchos de los currículos las artes no están
presentes. Encontramos también que cuando un plan de estudios tiene en su
contenido contemplada la educación artística, algunos no le dan el valor y la
71
importancia que merece, pues no se tiene conocimiento de las grandes
potencialidades que las artes pueden desarrollar y fortalecer en los niños y las
niñas, no solo para los procesos propiamente cognitivos, sino también expresivos
promueven relaciones interpersonales distintas y solución de problemáticas (a
nivel cognitivo y emocional) que ellos pueden enfrentar tanto en su presente como
para su futuro. Es por esto que la clase de música y de artes en general es tomada
como un tiempo de ocio, que no tiene objetivos específicos a desarrollar y que los
estudiantes ven como “la clase chévere” un descanso más, que no se recibe ni se
lleva a cabo con la importancia y la seriedad que merece.
El “analfabetismo musical”, hace que tengamos una idea errónea acerca de
nuestro conocimiento y apreciación musical, pues al no poseer algún conocimiento
teórico de la música, ni bases en la interpretación de un instrumento musical,
creemos equívocamente que lo que conocemos y sabemos sobre música es todo
lo que hay lo que promueve que escuchemos cualquier tipo de “música” y no
apreciemos ni analicemos de manera crítica lo que puede considerarse o no
música, los contenidos absurdos que en muchas ocasiones escuchamos y
cantamos sin ningún sentido, y lo que en realidad aporta a nosotros un verdadero
acercamiento al arte musical, un conocimiento de esa experiencia estética.
La inteligencia no se desarrolla aislada, sino que se nutre a través de diversos
procesos aprendidos y practicados en la cotidianidad y en la manera como el
sujeto afronta problemáticas con soluciones innovadoras, además de que suscita o
inventa otras problemáticas a resolver por sí mismo en la llamada “creatividad
abierta” que, como lo propone Gardner, “son logros intelectuales más elevados”.
La música, la plástica, la danza, la interpretación dramática y la literatura brindan
el placer de inventar, de crear, de proponer y de expresar lo que el niño/a lleva en
su ser, lo que ha vivido, las experiencias que han marcado de algún modo esa
manera característica de ser y de estar en el mundo. Todos estos procesos se
derivan de lo que llamamos la experiencia estética.
La capacidad creativa mencionada con anterioridad y las temáticas abordadas
deben partir de actividades planeadas y organizadas que tengan interés y
significado para el niño/a, pero a su vez deben ser propuestas abiertas, en el que
el niño tenga la posibilidad de actuar de manera autónoma, lo cual enriquece la
experiencia de cada quien, favorece ese desarrollo expresivo y refuerza la
capacidad imaginativa.
A través del tiempo el hombre le ha restado importancia a la música hasta llegar a
comparase con otras disciplinas. Debemos rescatarla como nuestra herencia
cultural y darle la importancia que merece. Si todos supiéramos los grandes
desarrollos que a través de la música podemos potenciar en los niños y las niñas,
comenzaríamos a darle a esta la significación y trascendencia que merece. Una
educación de calidad es aquella que promueve los procesos artísticos, de
72
innovación, que permiten una construcción conjunta de conocimiento, en un
ambiente que propicie la exploración y el intercambio de saberes, los cuales
involucran a todos los actores educativos y generan en ellos emociones,
sentimientos y experiencias estéticas que marcan la historia de sujetos que ven la
vida con otros ojos, personas de mente abierta que se preocupan por transformar
su cotidianidad y por atesorar nuevas destrezas.
73
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77
ANEXOS
Anexo 1. Formato diario de campo.
FECHA: 14 DE OCTUBRE 2015
LUGAR: HOGAR INFANTIL CORPOHUNZA (ICBF)
DOCENTE TITULAR: LAURA ESPITIA
NIVEL: PREJARDIN 1
CATIDAD DE NIÑOS: 30
PRACTICANTE: FLOR BARAJAS.
Título de la sesión: un cuento, tu cuerpo y mil sensaciones
Anexo 2.
ENTREVISTA DOCENTES UNIVERSIDAD DISTRITAL.
1. ¿Cuál es su formación educativa?
GINA GAMBOA: “soy licenciada en educación básica con énfasis en educación artística
del programa de la facultad de ciencias y educación de la universidad distrital francisco
José de caldas. Hice mis estudios de especialización en gestión y administración cultural
y mis estudios de maestría en estéticas del arte”
CAMILO AFRICANO: “yo Salí del bachillerato, estudie 8 semestres de música en la
universidad inca, después hice varios seminarios alrededor de formación musical y
después entre a hacer el pregrado en la licenciatura de educación artística de la
universidad distrital, especialización en infancia, cultura y desarrollo y estoy terminando la
maestría en estudios artísticos, también de la distrital”.
NATALIA MÁRQUEZ “bueno, mi formación educativa en pregrado es licenciada en
educación artística y mi posgrado es de maestría en educación; como hablando un poco
del ejercicio institucional, pero de la mano con esa formación educativa esta la producción
musical que he hecho durante muchos años de mi vida”
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2. ¿Cree que la escuela tuvo alguna influencia para que usted decidiera estudiar artes?
NATALIA MÁQUEZ: “personalmente, en mí, no tuvo ninguna influencia, porque la
influencia más poderosa para yo estudiar música, para estudiar el arte; fue en mi casa, en
mi casa, mi padre es músico, es guitarrista y desde que estábamos en la barriga de mi
madre mi papa se encargaba de estimularnos todo el tiempo con los sonidos, le tocaba la
barriga a mi mamá, le cantaba, nos dormía con canciones, todo el tiempo era música.
Nunca tuve clase de música en el colegio donde estudie, nunca, entonces la escuela
como tal o el sistema educativo, no influyo en absolutamente nada para definir mi perfil
educativo, si no fue una práctica cultural de casa que hizo que yo siguiera la línea
formativa en artes específicamente.
3. ¿Qué piensa sobre la educación artística en nuestro país?
GINA GAMBOA: “creo que ya hay muchos adelantos en cuanto al sistema de la
educación y de la enseñanza de la educación artística, hay muchos avances, casi todos
los colegios del sector público incluyen dentro de su sistema educativo las clases de
artes, solo que creo que son muy pocas para lo que podría ser digamos que un enfoque
disciplinar, hay colegios que tienen si su enfoque en artes, cosa que es muy positiva, pero
siento que es muy importante la enseñanza de la educación artística”.
CAMILO AFRICANO: “la educación artística todavía está muy precaria en muchas de las
instituciones educativas, porque todavía no se tiene la concepción del arte como una
necesidad formativa de los niños y de las niñas en la primera infancia, ni en bachillerato ni
en ninguno de los espacios, sino que se entiende como un espacio que cuando yo estaba
en el colegio se llamaba vocacionales o lúdicas, se sigue pensando que el arte solo
responde a esos intereses, y el arte tiene otras connotaciones de orden mucho más
profundas que simplemente el entretenimiento, y el problema es que seguimos
entendiendo que el arte es entretenimiento, y no es lo mismo; entonces hay unas
concepciones bien erróneas frente a eso y fuera de eso pues digamos que en el contexto
colombiano, teniendo por ejemplo en cuenta lo que sucedió ayer, con todo el informe que
pasaron sobre las pruebas pisa, pues dentro de pruebas pisa no aparece, ni siquiera es el
arte mencionado, entonces, pues se vuelve una cosa de segundo orden, donde la gente
no le dé como mucha importancia realmente a eso, entonces es como una dificultad que
se tiene con las artísticas y con la educación en arte, que se piensa que es,
manualidades”.
NATALIA MÁRQUEZ: “hay unas decadencias muy interesantes, si pensamos en el
currículo de la educación en Colombia, lo primero que se instauro fue el dibujo técnico, lo
que conocíamos como dibujo técnico o el ejercicio muy de las manualidades y que era
una cosa de reproducción, de copiar imágenes a partir de la historia del arte en donde se
medía como la forma, la figura, el fondo, la saturación, todos estos que son conceptos
artísticos. Y si hablamos del término de educación artística y no de educación artística, de
una vez nos estamos ubicando en un proceso donde están interdisciplinarmente todas las
artes, o sea no estoy hablando aquí solo de artes plásticas, artes visuales, artes
musicales, artes escénicas, si no que estamos hablando de como se ha dado cada una de
estas y eso pues es una historia supremamente larga. Hay aproximaciones de textos en
79
Colombia que hablan más de cómo se han instalado los currículos en la educación
artística. Los primeros que se conocen es desde el dibujo y todos estos, a pesar de esto
la música empieza a entrar en el fenómeno de las bandas, entonces a partir de las
bandas en los colegios, banda marcial, que la banda en los elementos sinfónicos,
empezaron a darse como una estructura musical, entonces empezó a aparecer, como que
el arte estaba ahí de alguna manera pero no como una materia más del ciclo básico o del
ciclo fundamental de desarrollo en los colegios, entonces, hoy en el siglo XXI, a partir de
los decretos, desde la ley del 91 por ejemplo, en la constitución del 91 hay un decreto
especifico que habla de la obligatoriedad de las artes en la escuela, no recuerdo el
numero en este momento, entonces que debe ser una materia dentro del currículo, es ahí
cuando se empiezan a integrar algunos maestros de artes, que no necesariamente son
licenciados, sino son artistas de diferentes escuelas de Colombia que se inscriben y
empiezan a estar dentro de la educación y las escuelas y son ellos los que empiezan a
instaurar de alguna manera unas tendencias de la enseñanza del arte. Entonces digamos
que es un tema supremamente grande. Ahora estamos hablando de políticas nacionales
en educación artística, hay un documento que salió en el 2000, que fue los lineamientos
curriculares en educación artística que fueron bien importantes, otras fueron las
orientaciones pedagógicas de educación artística, y ahora estamos hablando de unos
lineamientos de educación artística a nivel nacional y a nivel Bogotá, en Bogotá se
instauro lo que hace unos años se llamó 40x40 y ahora se llama jornada escolar o
proyecto escolar, que instaura las artes y el deporte como parte fundamental de la
formación de los niños, entonces ya es una materia más dentro del currículo y además de
eso tiene como un enfoque de aprovechamiento del tiempo libre, convivencia ciudadana,
como un ejercicio expresivo, de que los niños tengan la oportunidad de no estar relegados
en el aspecto del arte, si no que tengan algunos elementos estéticos dentro de la
formación como parte esencial, entonces la educación artística desde hace mucho ha
llevado como unas transformaciones en la ciudad. En cada pueblo y en cada territorio
colombiano es muy distinto porque como hay colegios rurales que tienen bandas
sinfónicas, bandas papayeras, bandas marciales, bandas de una cantidad de
exploraciones, también tienen comparsas, o sea naturalmente las artes están implícitas
en la escuela pero no como una materia, entonces hay unas manifestaciones culturales
que también muchas asociaciones han estado en esos movimientos, entonces no es
como un ejercicio que uno pudiera decir: no, son tales colegios, tales instituciones que
han tenido artes en el colegio por ejemplo, aquí en Bogotá en la medida fortalecida, que
es un programa de educación media en decimo y once, donde los chicos tienen la
oportunidad de especializarse en una de las áreas del arte para poder supuestamente
entrar a la universidad. Antes no estaba contemplado que las artes estuvieran dentro de
decimo y once como una posibilidad de formarse profesionalmente, sino estaban solo las
ciencias exactas, las ciencias naturales, la administración, bueno una cantidad de áreas
que no contemplaban que los chicos también pudieran tener unas posibilidades artísticas
y si uno se pone a pensar en eso, ya cada vez hay más colegios que si ven en las artes
también una posibilidad profesional y no solo como experiencial o formativa, sino que
también pueda orientar al muchacho en el campo que él quiera finalmente trabajar
profesionalmente. Entonces la educación artística en Colombia si ha estado como
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modificándose, como en un ejercicio y en una preocupación que yo siento que si hay
desde los maestros, de empezar a incorporar esa experiencias a toda la comunidad
educativa, tanto que nacieron los proyectos hay pi de primera infancia, donde son salones
especiales, que los niños tienen experiencias estéticas a partir de artistas que trabajan
con ellos, con las madres, con la comunidad y es un ejercicio maravilloso que se da en la
ciudad, entonces cada vez se moviliza mucho más la posibilidad de hacer parte del arte o
tener una experiencia estética y no simplemente como un ejercicio de nota que se ha
dado en el currículo, de cumplir con unos contenidos sistemáticos, por ende tener unas
evaluaciones y poder tener unas notas cuantitativas en relación a eso, sino que hay una
movilización real por poder trabajar en diferentes experiencias artísticas, musicales,
teatrales, de todos los campos en la ciudad; dándonos cuenta que existen foros distritales
de maestros en educación artística, que organizan también el IDEP, la secretaria de
educación. Hay diferentes ambientes donde pueden los maestros presentar sus
proyectos, los proyectos educativos que llevan a cabo en colegios distritales, entonces yo
pienso que aquí en la ciudad se está movilizando y que ni siquiera alcanzamos a darnos
cuenta como esa historia de la educación artística se ha empezado a explorar desde
diferentes formas e instituciones, porque no es simplemente el profesor del distrito,
porque en el mismo colegio del distrito puede estar: una asociación artística cultural que
sea de la ciudad, puede estar un profesor de la secretaria de educación, puede estar un
artista formador, puede estar un músico, en fin hay muchas posibilidades, por ejemplo en
el colegio en donde yo trabajo con la filarmónica hay: artistas formadores, hay profesores
de artes, hay licenciados, y todos están ahí, en el mismo sitio, o sea que si hay diferentes
perspectivas, porque dependiendo la formación y la línea de la asociación, pues van a
tener algunas pautas y eso me parece una cosa interesante, por eso siento que en este
momento la educación artística en Colombia es una movilización en el país que está
dando a partir también de unas necesidades que estamos encontrando y que no se han
resuelto por otros espacios, sino, como que necesitamos pensar en la educación, en los
modos de expresión, en las posibilidades para mirar cómo transformar y ofrecer unas
pautas distintas, unas posibilidades expresivas desde otro punto de vista. Un profesor de
la universidad nacional que escribió mucho sobre la formación artística en Colombia que
se llama Miana, nos hace unos apuntes de lo que se ha entendido en Colombia como
educación artística, también los congresos que se han hecho internacionalmente de
educación artística, que ha asistido la profesora Olga Lucia Olaya, que es profesora
también de aquí de la universidad. Ella ha puesto como unas mesas de trabajo
interesantes en torno a los modelos pedagógicos de la historia de la educación artística
en nuestro país y pues la movilización de todos los maestros de educación artística que
hay en Colombia impresionante, que cada uno lleva también a cabo unos proyectos, unos
núcleos individualizados que finalmente en los encuentros nacionales y en los festivales
van y se congregan todas esas posibilidades creativas”.
4. ¿Qué cree que ha hecho la escuela por la música?
GINA GAMBOA: “yo creo que la música es uno de los lenguajes artísticos más cercanos a
nuestros jóvenes y a nuestros niños, todos escuchamos música, nos gusta la música, es
un lenguaje que está muy cercano a nosotros. Creo que podría fortalecerse aún más la
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enseñanza de la educación musical en las artes y sobre todo en las escuelas; pero
también el programa como cero a siempre, los nuevos programas de Idartes, 40 x 40 y
todos esos programas digamos que hacen parte de la nueva política educativa, están
haciendo una labor bien importante en las localidades, sobre todo para aquellos que no
tienen la posibilidad de acercarse al lenguaje musical porque no tienen dinero para pagar
una escuela de música, entonces creo que si es importante lo que se ha avanzado en los
estudios de la música”.
NATALIA MÁRQUEZ: “es una pregunta compleja, porque personalmente cuando llego al
salón de clases los chicos tienen una idea de la música bien aburridora, porque nos
acostumbraron a como si la música fuera un ejercicio muy complejo, teórico, solo para
algunos talentosos, solo para algunos que tienen habilidades, entonces hay un problema
ahí. Y es que en el colegio o en la escuela, está el coro y seleccionan tantos niños de
cada curso, los que cantan más bonito y entonces los demás quedan un poco relegados a
pesar de querer cantar, entonces me parece que en algunos asuntos la escuela ha hecho
es coartar tal vez las ganas de muchos estudiantes o de muchas personas, de querer
explorar el mundo de la música, en el caso personal, si yo un hubiera tenido en mi casa
unas prácticas culturales pues yo tal vez no sería músico, porque en el colegio nunca tuve
la posibilidad de trabajar con este aspecto; aunque si había un profesor de música en
primaria, que lo recuerdo con mucho cariño además, que él nos ponía a tocar la flauta
dulce, que es la flauta que regularmente se enseña a los niños, pero en un ejercicio de
producción; ¿qué quiere decir?, que era la actividad cultural del colegio: “¡hay la clausura!,
vallan los niños allá y póngalos a tocar, y “tan bonitos que se ven”. Pero sin la
trascendencia que tiene el tú producir un sonido por medio de un instrumento, el aprender
a escuchar, el entonar, el afinar; que no tiene nada que ver solo con procesos cognitivos
sino también sociales, también intrínsecos en la profundidad que tienen en el desarrollo
del ser. Entonces sí me parece que la escuela le ha hecho mucho daño en algunos
aspectos a esos procesos musicales. Pero no en todo, no es generalizado porque hay
instituciones que tienen procesos maravillosos en música; por nombrar algún colegio, el
María Montessori es un colegio distrital que tiene una banda musical interesantísima hace
más de 10 años y ellos han ganado muchísimos concursos y son una banda de colegio,
donde han trabajado desde las uñas los profesores, entonces también es salirnos un poco
del esquema y reconocer que en la música hay una cantidad de posibilidades que no se
reducen a unos simples contenidos, sino que va más allá, es una experiencia estética
maravillosa a partir de los sonidos, de los instrumentos, de encontrarse con el otro cuando
uno va a hacer música y tienes que escuchar el otro para poder entrar tú y todos a la vez
somos uno; una cosa bien compleja que habla también de comunidad. Entonces aunque
sé que hay procesos bien complicados de música en la escuela, también no podemos
desconocer que hay profesores que han dado la vida por unos ejercicios educativos
pedagógicos muy valiosos”.
5. ¿Cómo se educa a los niños, niñas y jóvenes para apreciar el arte?
CAMILO AFRICANO: “creo que se educan como espectadores, como la persona que va y
mira, y netamente mira, no observa ni entiende que es lo que está pasando, sino que
simplemente va como un espectador más, como un consumidor del arte; pero no creo que
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en muchos casos, muchos niños sepan, incluso porque muchos profesores tampoco
entienden eso, entonces es muy difícil que los niños logren comprender el valor
significativo desde lo cultural, desde lo artístico, desde lo histórico que tiene, la influencia
que ha tenido el arte, en la sociedad, todavía se sigue pensando, vuelvo a lo mismo, que
el arte es entretenimiento”.
NATALIA MÁRQUEZ: “me parece una pregunta compleja en la medida en que yo pienso
que uno no puede educar una mirada de apreciación artística, porque esa mirada de
educar la apreciación artística, lo hemos visto en la historia del arte, en la historia del arte
tu podrías ser una gran experto, donde apreciabas el arte y podías estar largas horas
contemplando un cuadro y leyendo un libro; pero la idea de educación culta me parece
que es muy errada en el sentido que no es educar a los niños para apreciar el arte, sino
permitirles la posibilidad de explorar, de experimentar por medio del arte, y en esa
mediada cuando el niño explore, experimente, va a ser sensible, va a tener unos
fundamentos interesantes y ya se va a asombrar más, tal vez va a reconocer eso que no
había visto; simplemente es abrir la posibilidad y cuando se abre la posibilidad pues yo
empiezo a más que educarme, a tener una gama de posibilidades que yo puedo escoger
si nunca las vi, que es muy diferente, entonces no deberíamos educar para apreciar el
arte, sino que deberíamos posibilitar experiencias estéticas que estimulen el ejercicio
formativo del arte en los niños y las niñas. Más que educarlo porque es muy distinta la
mirada segmentada en que solo algunos podrían acceder al arte o a las experiencias
artísticas y es una visión ya un poco muy sesgada de lo que debería ser el arte en la
escuela”.
6. ¿Existe un tipo de música específica para educar al niño/a según la etapa de
desarrollo en la que se encuentre?
GINA GAMBOA: “yo creo que es importante tener en cuenta que hay unos factores que
priman en la música, cuando hablamos de música, estamos hablando de un concepto
muy amplio, la música occidental es muy distinta a la música oriental, las tonalidades en
cuanto a la enseñanza del arte en la primera infancia digamos que tienen que ser
tonalidades mayores, algunos grados tonales están fuera de esas ramas de la enseñanza
de la música y es muy importante tener en cuenta que tiene que ser un lenguaje que este
muy cercano a ellos, pero yo creo que la música es un lenguaje universal”
NATALIA MÁRQUEZ: “hay tendríamos que hablar de modelos, porque si uno se pone a
mirar modelos como el de Kodaly o el de Suzuki, pues especifican muy bien unas edades
donde se debe trabajar unas etapas de desarrollo como son tal vez la entonación, la
afinación, hablando un poco de conceptos. Aunque eso no está mal todos estos modelos
son de músicos de otro país, por ende tienen otra manera de ver, entonces a mí me
parece más que una música específica para educar a los niños según la etapa de
desarrollo, es necesario reconocer las músicas que atraviesan culturalmente a los niños y
así darnos cuenta como ellos también posibilitan el conocimiento de otras músicas, no las
mismas que escucho siempre por la radio, siempre por la televisión, siempre en el colegio,
las mismas, las mismas; porque eso se vuelve un patrón y al volverse un patrón se vuelve
un esquema de repetición donde los niños no tienen la posibilidad de acercarse a otra
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clase de músicas como por ejemplo, nosotros tenemos una riqueza maravillosa de
músicas indígenas, las músicas de los uitoto, las músicas que hacen ellos a partir de las
semillas; nosotros tenemos más de 500 lenguas indígenas en nuestro país, ahí podríamos
aprovechar esos orígenes en donde, si uno va a palenque, uno no le enseña al niño a
educarse a tocar tambor, el niño solo, sin que nadie le diga cómo se hace; y si yo lo
pongo en una métrica: “vamos a tocar un ritmo a ¾ o a 2/4”. No, yo no le digo eso; el niño
por medio de la experiencia y la práctica cultural del abuelito y de la mamá, sabe tocar
tambor, lo toca y canta perfectamente afinado, y yo no tengo porque meterlo en una
métrica occidental. Entonces a mi si me parece que no es que un tipo de música
específica sirva para educar al niño, sino que deberíamos pensarnos en, culturalmente los
niños que nosotros tenemos hoy en la escuela, que vienen de diferentes partes de la
ciudad, que vienen con una carga simbólica histórica que no podemos desconocer, como
desde ahí buscamos tal vez el desarrollo a partir del ritmo de aprendizaje de los niños;
¿Qué quiere decir?, puede ser que un niño tenga muy desarrollada la habilidad
kinestésica, otro niño es más hábil con lo auditivo, otro niño es más hábil con lo visual;
entonces hablaríamos de ritmos y podríamos armar un currículo o un perfil o un plan de
estudios a partir del contexto y del diagnóstico, sin abandonar que necesariamente si hay
unos contenidos específicos musicalmente que deberíamos hacer en los niños, pero a
partir de ciertas edades, a mí no me interesa que un niño de primera infancia sepa es un
DO, un FA, un MI, un SOL, ¿qué importa?, finalmente lo que me interesa en los niños es
que escuchen, canten, exploren, creen, sientan, que el niño sienta la música, la música
esta desde el corazón y ahí está el pulso, entonces no está alejado de mi cuerpo. Y para
eso existen unas pedagogías muy importantes, por ejemplo la pedagogía corporal, que ha
estado en estos tiempos como visibilizándose mucho y es a partir de un maestro
colombiano que es Túpac Mantilla, que hizo unas cartillas muy interesantes en torno a la
pedagogía corporal y como desde el cuerpo también tenemos escalas, si lo podemos
llamar en una terminología más académica, pero a mi parecer los niños primero deberían
tener una etapa de exploración total, con los sonidos, con las formas, con los timbres, y yo
ahí estoy involucrando elementos musicales, pero no estoy diciendo: “no, es en esta
etapa”, porque puede ser que un niño ya reconozca eso y quiera otra cosa, entonces
vamos al problema del plan de estudios, como si todos fuéramos iguales, nos
desarrolláramos igual, pensáramos igual, y no, todos tenemos ritmos distintos, que es lo
que me permite aprender, la diferencia; seria rico pensar en unas músicas específicas
como las rondas, los arrullos, los alabaos, los cantaos que hay las cantadoras del pacifico
que son cosas supremamente maravillosas para mostrarle a los niños, para visibilizar
esos cantos que no se pierdan, entonces sí me parece que hay que pensar desde las
raíces esa educación musical en los niños. Hay algunas canciones que son más
representativas que otras, pero ya eso pienso que debería hacerlo a partir del contexto y
cada maestro debería de seguirlo”.
7. ¿la escuela enseña expresiones musicales diversas?
NATALIA MÁRQUEZ: “yo pienso que en algunos no, y en algunos sí. No puedo nombrar
colegios en este momento, pero si hay como una clasificación de dos músicas que yo me
he dado cuenta en estos años de trabajo. Una es las músicas académicas o las músicas
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clásicas y otras son las músicas “otras”. Académicamente nosotros hemos privilegiado las
músicas clásicas por ende no es lo mismo si tu tocas “la quinta sinfonía” a si tu tocas
“aires de mi tierra”, que es un pasillo. Social y culturalmente si uno habla musicalmente,
no va ser igual un colegio que toque la quinta sinfonía a un colegio que toque aires de mi
tierra en pasillo. Empezando también por los instrumentos, para tocar “aires de mi tierra”
lo podemos tocar en instrumentos con influencia andina como: una bandola, un tiple, una
guitarra, un cuatro; y para tocar la quinta sinfonía pues es en un formato sinfónico, ahí ya
empieza una diferencia fundamental entonces los formatos sinfónicos y los formatos
andinos o estudiantina que tiene otro tipo de instrumentos, y si hemos privilegiado en la
academia algunos instrumentos. Esto es evidente en las escuelas formativas en
Colombia, hay instrumentos que no están en ciertas universidades, ¿porque?, porque
vienen de lo popular, porque vienen de una práctica campesina, una práctica que no está
ya como estructurada como si lo están todos los instrumentos sinfónicos. Hay una fuerte
tensión de músicos que son supremamente clásicos y respetables, igual que un músico
popular que es igual de respetable. Es una tención muy grande y no estamos
visibilizando que no es que sea uno mejor que otro, sino que debemos reconocer que hay
diferentes músicas y como hay diferentes yo no puedo creer que una es mejor que otra,
son diferentes y cada una tiene una complejidad que también se ha desarrollado durante
años porque tocar un bambuco o tocar un pasillo o también tocar una sonata es igual de
complejo, solo que requiere de alguna manera unas prácticas distintas. No podemos
seguir pensando que las expresiones musicales en la escuela son admitidas si la haces
desde este o aquel modelo. A mí si me parece en que la escuela se enseña expresiones
musicales diversas, pero existe una tensión muy grande de cuál es la música “culta” y
cuál es la música que no debería estar y los mismos profesores de música lo hacemos
cuando es más aceptado o no”.
8. ¿se enseña en la escuela a apreciar, disfrutar y comprender la música?
GINA GAMBOA: “yo creo que debería aprenderse y creo que desde que no esté el
reggaetón ni esas músicas urbanas, de pronto que denigran a la mujer o al ser humano
todas las músicas son fundamentales en la enseñanza de la música, o sea yo no creo que
la música culta, como nosotros llamamos a la música erudita sea para unas personas, no,
al contrario yo creo que esas músicas deberían estar en la enseñanza y apreciación de la
música, porque son formas muy complejas también, pero a la vez muy importantes para el
desarrollo del oído.
9. ¿Cómo se podría enriquecer la visión de la música en la escuela para entender su
verdadero valor?
CAMILO AFRICANO: “pensaría que desde la posibilidad creativa, de la posibilidad de
explorar y de comprender la música desde muchos espacios, en la escuela normalmente
se trabaja la música que esté de moda, entonces por ejemplo a las profesoras de primera
infancia y de primaria organizan son bailes por decir algo alrededor del reggaetón o de la
música que esté de moda, pero no se entiende que eso tiene una connotación muchísimo
más fuerte y la educación musical en términos generales, en muchos colegios
colombianos es todavía muy precaria o a excepción de colegios ya muy particularizados
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donde si le ven una importancia al arte y a la música particularmente, pero digamos que la
posibilidad de enriquecerlo sería creo yo, para los niños, como tener la posibilidad de
escuchar demasiadas cosas, tener un panorama muy grande sobre la música, y después
tener la posibilidad de empezar a explorarla, pero explorarla sin tener que saber que es
una negra, una blanca, nada de esa concepción que tenemos a veces un poco
instrumentalista, digámoslo así de la formación musical, porque muchas personas se
frustran en ese proceso, no entienden cómo funciona una negra, no entienden cómo
funciona una corchea y terminan frustradas por eso, porque se les mete de una vez una
teoría muy fuerte. Hay un personaje que plantea una cosa que a mí me parece muy
interesante y es un músico canadiense, un profesor canadiense que se llama Murray
Schafer, y el plantea que la música tiene que empezarse desde la exploración, y después
de que se arranque ese proceso de exploración, hay si empezar a aterrizar la gente, para
que sepa que es lo que estaba haciendo, como lo estaba haciendo y lo valla entendiendo,
creo que es la forma. Yo pienso que lo primero que tendrían que hacer los niños es
sumergirse en la música, en las posibilidades sonoras, explorar el material sonoro como si
fuera una plastilina, jugar con ella y después si empezarla a construir, como ese elemento
histórico de la partitura, de la interpretación del instrumento como tal y seria como eso lo
más importante, yo pensaría que esa sería la forma de enriquecerla que tengan la
posibilidad de que el sonido, y sobre todo por ejemplo ahorita en la actualidad que
tenemos tantos medios de tecnología y eso, se plantee la música como una plastilina,
como una cosa que se pueda moldear dependiendo de lo que el niño quiera contar, de lo
que el niño quiera manejar, que la logre explorar por ejemplo a partir de la tecnología que
es una buena posibilidad, y no tiene que ser músico, sino conocer unas herramientas muy
básicas del audio para empezar a jugar con eso, y después hacerlos que se vallan
metiendo a tocar un instrumento, que exploren un instrumento, que empiecen a indagar
también cual es el instrumento que les gusta, que les apasiona porque no todo el mundo
sirve para tocar guitarra, ni tampoco todo el mundo sirve para tocar flauta que son los dos
instrumentos que se dan en la escuela, no se dan más instrumentos, entonces pensaría
que si debería hacerse un proceso de exploración con muchísimos instrumentos, con
muchísimos sonidos y con muchísimas posibilidades que tiene la música”.
NATALIA MÁRQUEZ: “a mí me parece que a partir de no desconocer nuestra historia, de
dónde venimos, quienes somos. ¿Nos criamos escuchando música llanera un arpa, un
cuatro, unas maracas?, ¿nos criamos escuchando unas guitarras?, ¿nos criamos
escuchando un reggaetón o u hip-hop o un rap? Y no estoy demeritando ninguno, sino
estoy poniendo en la balanza que nosotros mismos hemos legitimizado algunos ritmos, y
nuestros niños y nuestros jóvenes también; no se da a conocer otra forma, otra forma de
expresión musical, no mejor ni peor si no otra, que al ser otra me abre a mí misma la
posibilidad de experimentar, de conocer, de tener criterio, y no quedarme con una sola
visión musical; entonces a mí me parece que la manera de hacerlo es introducir tanto
nuestras músicas colombianas, como las músicas urbanas, como las músicas
internacionales y hacer un ejercicio de retroalimentación donde las pongamos a todas en
una misma balanza, en donde ninguna es más importante que la otra y así reconocer tal
vez nuestra propia historia, saber de donde son nuestros abuelos, de donde son nuestros
papás, donde nacimos; yo nací en Bogotá y ¿sé que música se escuchaba hace 100
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años, hace 50 años?, no, no tengo ni idea, sé que es lo que se escucha por la novelas,
por la televisión, porque mi compañero la escucha entonces yo también. No hay un
criterio real de conocer donde vivo, mi territorio, lo que soy; deberíamos empezar por una
cartografía personal: de donde somos, que vivimos, quienes realmente nos han
atravesado y así tratar de fomentar esas experiencias dentro de la escuela”.
10. ¿Cree que la escuela reconoce el entorno musical y socio afectivo que rodea a niños,
niñas y jóvenes?
NATALIA MÁRQUEZ: “en torno a lo socio-afectivo nosotros no nos podemos abandonar
de lo afectivo, ¿Qué quiere decir?, cuando uno se para en un escenario, estamos todos
en silencio, está el público, están los músicos y va a empezar la primera nota y yo no
estoy razonando la primera nota, está ahí mi ser, esta mi sentimiento, esta todo lo que
quiero decir, esta mi instrumento, estoy yo, entonces necesariamente está involucrada mi
forma afectiva de expresarme de ser, a mí no me parece que eso se tenga que abandonar
porque es que somos, sentimos; y cuando lo volvemos muy técnico también perdemos la
posibilidad de vibrarnos la piel, porque toco hasta a el niño que está empezando y toca
solo dos notas, hasta el profesional que toca mil notas a la vez. Nunca en una formación
en cualquier nivel que se llame, se debe perder la parte emocional o afectiva porque
cuando yo me involucro con un instrumento involucro también mi personalidad, tiene que
ver con, lo que soy, con porque me gusto ese instrumento, porque tiene sonidos agudos,
porque tiene sonidos graves, porque es grande, porque es pequeño, porque es de metal o
es de madera. Entonces hay ya una relación con el material, por ende hay una relación
afectiva con ese instrumento que tu tocas todos los días, que lo llevas 10, 20 años o más
tocándolo, y es imposible no tener esa relación, pero a veces si la olvidamos por estar
pensando en la producción; en tocar, tocar, tocar, pero donde está el sentimiento,
entonces ¿Qué pasa con el ser?, que pasa con lo que yo siento cuando toco ese violín o
ese contrabajo que a mí me vibra el espacio, me vibra la vida misma, entonces no puede
ser que abandonemos esa parte porque está totalmente relacionada con la vida misma”.
11. ¿la escuela cuenta con recursos modernos y condiciones de infraestructura
adecuadas para la implementación de las clases de música?
CAMILO AFRICANO: “no, en términos generales las escuelas no tienen esa
infraestructura, primero porque se necesitarían por ejemplo: o un salón que este alejado
del colegio o un salón que esté preparado para un aislamiento acústico y pues hay que
ser sinceros que ahorita los grandes colegios de Bogotá, los que se renovaron y todo, en
el carácter distrital, no cuentan con esa infraestructura, tienen una infraestructura muy
buena de sonido, una muy buena de instrumentos pero por ejemplo poner a 15 niños a
tocar a todo volumen y con todos los instrumentos y que exploren las posibilidades del
sonido, sin un aislamiento acústico en salones más o menos están separados por unos
muros o a veces por vidrios, unos muros de unos 10 cm, pues es muy difícil porque, pues
van a interrumpir el resto de clases, o sea no está la infraestructura y en muchos colegios
se están trayendo instrumentos y ese tipo de cosas, pero van a una bodega, van a parar a
una bodega, yo tengo el caso de donde estaba trabajando en el Eduardo Umaña en la
localidad de Usme, estaba ese problema, había un salón enorme lleno con cantidad de
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instrumentos de percusión, de música folclórica, acordeones, trompetas, trombones, una
cantidad de instrumentos maravillosos, y no se podían tocar porque se dañaban del
inventario y eso era un problema, y el otro problema era que estaban mal guardados,
entonces como estaban mal guardados se estaban secando las maderas, se estaban
dañando, se estaban oxidando y se estaba perdiendo mucho material porque tampoco
hay profesores, no hay profesores de música en los colegios, y el profesor de música
tampoco llega con la posibilidad de innovar, sino con la posibilidad de llegar a meterlos a
que hagan, que lean partituras, y a veces la música necesita más la exploración que
empezar a leer una partitura”.
NATALIA MÁRQUEZ: “en este momento sí. Yo llevo hace unos 5 años trabajando en
colegios distritales y a estos colegios está llegando una dotación importante de
instrumentos, tanto que cada chico tiene su instrumento, una cosa que hace unos años
uno pensaría que era imposible. No digo que todos los colegios en Bogotá lo tengan, pero
si en la mayoría en este momento se está movilizando mucho con instrumentos; tanto que
están llegando instrumentos completos como instrumentos para formar bandas sinfónicas
y las bandas sinfónicas pueden ser 60 músicos y un instrumento como el fagot puede
valer más de ocho millones de pesos, son materiales que aunque son muy costosos
hacen parte de una movilización que se está dando para que todos podamos acceder a
esa educación que estuvo relegada durante años en la educación pública. Sin desconocer
que hay colegios que tienen procesos musicales adelantados muy fuertes y tienen los
instrumentos y tienen todo para hacerlo. Hoy si hay muchas posibilidades, aun en los
jardines, en la primera infancia hay muchos juegos sonoros con tambores, con maracas,
una cosa bien interesante, lo que pasa es que ahí empieza es a haber un problema del
cómo se usan estos recursos y si los dejamos guardados porque “no conozco como
hacerlo”. Ahí empieza un conflicto bien interesante. En este momento si están llegando
los recursos que se requieren para formación musical a partir de lo instrumental, porque
también hay otra línea que es desde lo coral o desde lo rítmico”.
12. ¿Los docentes aquí en Colombia están lo suficientemente preparados para saber
impartir de manera adecuada el arte y la apreciación musical?
GINA GAMBOA: “si desde que sean egresados de universidades como la pedagógica, la
universidad nacional, la universidad del bosque y la universidad distrital, que tienen
programas muy completos en cuanto a la música, así que si hay acá muy buenos
músicos”
CAMILO AFRICANO: “yo pensaría que no, yo soy muy crítico frente a la pedagogía del
arte, porque conozco, estuve mucho tiempo metido en la música, y ¿cómo le enseñaban a
uno?, en términos generales a uno le enseñan a los trancazos, nosotros seguimos
trabajando metodologías que se utilizaban y textos que utilizaban músicos como
Beethoven, en las academias se sigue trabajando con métodos que utilizaba Beethoven,
con métodos que utilizaba Bach, una cantidad de cosas súper viejas, y resulta que la
música acá tampoco es la música clásica, la música clásica tampoco nos identifica a
todos los colombianos, nosotros tenemos folclor, tenemos otros ritmos, tenemos otras
cosas, y eso hace que nuestra riqueza musical sea muchísimo más grande pero tampoco
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la logramos comprender nosotros incluso porque no estamos familiarizados con la música
tradicional colombiana, conocemos el vallenato porque nos lo meten por todo lado, pero
tampoco es el vallenato tradicional, sino es un, yo lo determino como un porno vallenato
que las letras a veces no cuentan nada de lo que quisieran contar si no que es otra cosa,
y el folclor digamos que en muchos casos esta escaso, es muy escaso, o sea nosotros no
todos somos costeños, entonces tampoco a todos nos tiene que gustar el vallenato, sino
que hay música del altiplano cundiboyacense que ya no se escucha, el pasillo, el
bambuco, incluso la música de los llanos orientales tampoco la escuchamos ya mucho,
entonces los niños tampoco están familiarizados con esos sonidos y están más cercanos
a la música contemporánea como el reggaetón y otras exploraciones de orden más
contemporáneo, eso significa que hay unas rupturas, pero también deberían tener ellos la
posibilidad de trasegar por todos esos sonidos y por todas esas posibilidades y a veces
muchos profesores vienen de academia clásica tradicional, por ejemplo, conozco
compañeros míos que se graduaron de la pedagógica y pues son profesores muy
tradicionales que llegan a ponerle a los chicos la partitura, que llegan a ponerle las
mismas melodías que toda la vida han puesto y empiezan el mismo proceso como si
estuvieran en la escuela, entonces es muy difícil que los niños se metan y se involucren
realmente en la música es muy complejo eso, y en el nivel académico ya en la universidad
y eso hay unas deficiencias muy grandes, la música contemporánea tiene ya otras formas
de enseñarse, la música ya por ejemplo en experiencias como Berklee que es una de las
universidades más grandes del mundo en Boston, Estados Unidos, muchos de esos
métodos que todavía se siguen utilizando acá incluso para la formación de música clásica,
allá no se utilizan, muchas academias internacionales ya trasegaron muchos de los textos
que nosotros hasta el día de hoy seguimos trabajando a nivel universitario, entonces sí
creo que hay un atraso muy fuerte. Y el otro elemento que se tiene es que también mucho
músico se gradúa de las universidades, y como el espacio, el ámbito musical no es tan
grande, pues resultan siendo profesores, entonces tampoco tienen la pedagogía,
entienden que se debe enseñar como a ellos les enseñaron, entonces muchos niños
salen frustrados de la clase de música, les parece horrible; yo siempre hago acá el censo
cuando abro los primeros semestres, en las clases que dicto y hago esa pregunta: ¿Cómo
les fue a ustedes en música cuando estaban en el colegio?, y entre el 80% y el 90% de
las estudiantes dice que fue terrible, que fue súper agresivo, que les tocaba con una flauta
que era horrorosa que nunca afinaba, o les tocaba con la guitarra y tampoco les gusto
nunca porque les dolían los dedos y por una cantidad de cosas, entonces la gente llega
de alguna forma frustrada con la música. Personalmente creo que esa es una de las
deficiencias que se tiene frente a eso”.
NATALIA MÁRQUEZ: “podemos estar preparados en el sentido de formación pero hay
una brecha muy grande entre lo que a uno le enseñan en la universidad y lo que uno
aprende cuando se enfrenta a los colegios, a un grupo de niños, jóvenes, con más de
cuarenta al mismo tiempo; en esa distancia pienso que se requiere una arma que es la
más poderosa y es la vocación, si tú no tienes vocación independientemente si eres
formado en artes, porque hay una diferencia en ser formado en artes a ser un licenciado
en artes y especialista en arte es muy distinto, si tú tienes la vocación de ser docente
pues vas a utilizar todos los recursos; y yo veo ahí una problemática y es que las
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profesoras de primera infancia y las profesoras de primaria, muchas no tienen una
formación musical en la universidad y eso ocasiona problemas de utilización de los
recursos y de los espacios y por ende de lo que le brindan a los niños, eso es
problemático porque una profesora de primera infancia o una profesora de primaria
debería por lo menos tener elementos musicales básicos como cantar, tocar un
instrumento armónico muy sencillo, una guitarra, un piano, saber dar las exploraciones
rítmicas sonoras a los niños porque eso le permite en su formación fortalecer los procesos
pedagógicos y más que la música o el canto no es una cosa solo para músicos, es una
cuestión también para las maestras y los maestros; no es una cuestión de solo mujeres,
no, es de mujeres y hombres como docentes que se encargan de las primeras edades,
las más importante en el desarrollo de los niños y las niñas. Es necesario que los
profesores en formación se preparen y sean capaces de dar cuenta de procesos artísticos
claros en donde no es entretener a los niños sino proporcionarle una cantidad de
experiencias estéticas vitales para la formación. Debería hacerse muy fuerte el llamado a
la formación artística pensada desde un enfoque pedagógico, por medio del arte
proporcionar esas experiencias estéticas porque su formación no es artística, pero deben
pensar en el arte como un proceso pedagógico. Desde las universidades deberían tener
unas herramientas importantes a nivel artístico y musical y el cuerpo también es
fundamental en todo este proceso”.
13. ¿Qué condiciones laborales tiene un profesor de artes en nuestro país?
GINA GAMBOA: “no, yo creo que eso si, como todas las licenciaturas y los profesores
creo que somos una de las profesiones más mal pagas en nuestro país y creo que eso si
es una falla muy grande en nuestro sistema, porque yo creo que el arte y la docencia
deberían estar muy bien remuneradas, desafortunadamente no tienen ese carácter en
nuestro país”.
CAMILO AFRICANO: “el profesor de artes tiene una cosa muy complicada, sobre todo en
los colegios, este profesor de artes en muchos colegios, no en todos pero si en muchos
colegios, se vuelve profesor de izada de bandera, es el profesor que tiene que hacer
todos los eventos para la izada de bandera, el baile, tiene que poner a los niños a cantar,
tiene que hacer el coro, tiene que hacer cualquier cantidad de cosas; y en muchos casos
el profesor se vuelve un profesor que simplemente llega a organizar izadas de bandera, a
generarlas, a pensárselas, a hacer al acto cultural, a trabajar como es esas condiciones,
entonces a veces no se logra hacer un proceso, porque los procesos en música y en artes
son muy demorados, son muy largos, se demoran muchísimo tiempo en que haya un
resultado realmente consolidado, teniendo en cuenta que los chicos y también el mismo
colegio, perciben que la música no es una materia fundamental, si, la música no es como
las matemáticas, no está al mismo nivel de las matemáticas, no está al mismo nivel que la
historia, tampoco está al mismo nivel de la física, la biología ni nada de este tipo de cosas
entonces se considera como la materia para las izadas de bandera, entonces cuando uno
llega como profesor a exigirle a los chicos que tienen que avanzar, que tienen que hacer
las cosas y van perdiendo la materia, los primeros que pegan el brinco frente al problema
de que valla perdiendo la materia es la misma institución: “¿profe como el niño va a
perder música? ¿Cómo el niño va a perder arte? Por favor profesor, ¿Cómo así?”.
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Entonces le toca a uno supeditarse a las necesidades de la izada de bandera, eso es muy
complicado, porque muchos rectores, muchas personas adultas no comprenden que el
arte tiene otras funciones y que tiene otras necesidades y que se maneja de otras formas,
las dinámicas en la escuela son totalmente distinta a las del resto de otras materias. Las
condiciones en muchos casos de los profesores tampoco son las mejores y están
supeditados a las izadas de bandera, tienen que estar mostrando que se hizo, que se
hizo, que los niños si lograron, entonces es complejo en esa medida por la cantidad de
resultados, y es complejo también porque no se considera que los profesores de arte
sean profesores que estén al mismo nivel intelectual que un profesor de matemáticas,
siempre se considera que el profesor de música o de artes es el vago. Hay unos
imaginarios muy fuertes a la hora de la concepción del profesor de artes, entonces es
bastante compleja la situación, y en el caso laboral, muchos profesores tampoco tienen
las mejores condiciones económicas, entonces el profesor de música y de artes en
general se vuelve una especie de rebuscador, que a veces sus condiciones laborales
tampoco son las mejores, en mi experiencia como siempre se ha considerado que el
profesor de artes es como inferior al resto de las áreas, entonces tiene unas condiciones
más deplorables y los salones tampoco están adecuados entonces eso genera más
problemas, los rectores no entienden como se trabaja la música, como se trabaja el arte
en términos generales y se considera que el salón de artes tiene que ser igual que otro
salón común y corriente, donde los estudiantes tienen que estar en un pupitre, sentados y
que no se muevan; las clases de artes en términos generales, todas tienen una dinámica
muy particular, muy distinta a la del resto de las áreas, eso es complicado”.
NATALIA MÁRQUEZ: “es una pregunta muy subjetiva porque a mí personalmente,
cuando yo estaba en el colegio era la única que iba a estudiar artes, todos mis
compañeros iban a hacer otras carreras como contadores, abogados, administradores.
Entonces todos me decían: “¡huy, la muerta de hambre!”, y pues yo como tengo otra
concepción nunca me deje afectar por eso. Me parece que el sueldo de un maestro en
muchos casos es relativo dependiendo la institución, yo no puedo hablar aquí de
instituciones específicas, pero en los colegios privados como experiencia personal a mí
me pagaban muy mal, cuando yo era profesora de artes, pero cuando empecé con otras
instituciones ganaba muy bien. No muy bien como en países como Japón que la mejor
profesión que pagan es los docentes, y los docentes de primera infancia que son doctores
y son los que más estudian y ganan mucho dinero como debería ser, y no es para ser
ricos sino para dignificar la labor que es ser maestro y formar a otro, es una
responsabilidad demasiado grande. Personalmente en Colombia hoy la parte artística se
ha estado fomentando y ahora los profesores de arte ganamos mucho mejor que unos
años atrás, pero depende el tipo de profesor porque si lo miramos a nivel de profesor del
distrito los sueldos son muy bajos para la relación que hay con el trabajo pero hay
posibilidades muy interesantes como que se trabaja solo medio tiempo entonces en el
otro medio tiempo podría trabajarse en otra cosa. Ser profesor laboralmente: uno, puede
ganar bien, no ser rico, no ser millonario, nada de eso pero si hacer un capital y poder
vivir tranquilo con lo que tú haces sin trabajar tanto. En este momento siento que si
ganamos bien los profesores de arte, pero que estamos vinculados desde una manera de
artistas formadores, esa es la figura que aparece, no como docentes que es distinto, por
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ejemplo ayer hubo concurso docente nacional donde para nueve plazas en Bogotá de
profesores de música, se presentaron más de mil profesores, entonces uno podría
también pensar que las condiciones laborales de los profesores están siendo ultrajadas y
en algunos momentos realmente los colegios se aprovechan de eso y pues la necesidad
es muy fuerte, muchos colegas tienen que acceder a jornadas muy largas de trabajo, yo
alguna vez lo hice y pues comparo y no es lo justo respecto a lo que tú haces, pero
también uno siendo bueno en lo que hace, siendo competente, con sentido de
pertenencia, nunca se va a varar siendo maestro, a mi parecer si tú eres muy bueno en lo
que haces siempre vas a tener ingresos y vas a poder trabajar y conseguir sueños y
anhelos que tu tengas”.
14. ¿hay oportunidades de capacitación permanente para docentes de educación artística
en nuestro país?
GINA GAMBOA: “si, un profesor de la secretaria de educación tiene todo el tiempo, la
posibilidad de capacitarse, ahora, tendría que ver que puede ser un buen sistema de
capacitación, porque es muy extraño pensar que para uno ser artista o ser un músico se
debe capacitar, yo creo que uno debe tener las capacidades para poder ser y poder
brindar en nuestro campo una enseñanza acorde a la edad, acorde al sistema, a los
procesos de aprendizaje también”.
CAMILO AFRICANO: “desde el campo pedagógico considero que no, que yo sepa acá en
el país, bueno están los pregrados en licenciatura en artísticas, pero como educación
superior en esa misma línea solo conozco una especialización que tiene la universidad
nacional que es en educación artística y creo que ahorita se convirtió en maestría, pero en
términos generales no, no considero que haya un proceso realmente de posgrados para
la formación de docentes en el área de arte, no considero que haya, hace mucha falta,
desde que yo estoy aquí en la universidad, tengo en la cabeza como varias
especializaciones que uno debería hacer para poder seguir trabajando la cuestión de la
pedagogía del arte, sobre todo en primera infancia que, que era una de las cosas que yo,
yo no sé si este semestre se siga pero el semestre pasado por ejemplo el distrito estaba
pidiendo profesores que estuvieran especializados en trabajo con primera infancia, en
pedagogía artística en primera infancia porque por ejemplo en ese campo no hay, no
existe en el país. Y en cuanto a educación superior tampoco hay un trabajo de formación
alrededor de los pedagogos en arte, casi todos los profesores de arte normalmente que
uno tiene cuando está estudiando por ejemplo música, o artes sin el componente
pedagógico, casi todos han estudiado o se han especializado fuera del país, acá no, acá
si hace falta toda una serie de posgrados alrededor de la formación como licenciados,
incluso creo que la universidad pedagógica tampoco tiene, cursos de extensión son muy
pocos, creo que hay algunos en Medellín y otros en Manizales, si no estoy mal, pero es
muy poco la verdad”.
NATALIA MÁRQUEZ: “yo considero que si porque la capacitación tiene que ver tal vez
con las posibilidades que cada uno tiene. Hay maestrías en educación, no
específicamente en el área de arte pero uno podría pensar en diplomados,
especializaciones; pero bueno, ahora que lo nombras tal vez si falta mucho, ofrecer
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mucho más en especializaciones específicamente en educación artística, en educación
musical porque hay ramas específicas, como dirección coral, dirección orquestal, pero
vale mucho dinero y en las públicas casi no hay esos estudios, sino en universidades
privadas aunque los posgrados son costosos no solo en publicas sino en privadas, en
todo lado, de accesibilidad si es mucho más en universidad pública. Si me parece que
deberían existir más programas de especialización en posgrado, específicamente en
áreas del arte, porque en Colombia si hay muchos posgrados pero no con ciertas
especificidades que se requerirían para la formación”.
15. ¿Cómo es su metodología de trabajo en el área artística en la que se desempeña?
GINA GAMBOA: yo parto del aprendizaje significativo, quiere decir que no solamente yo
aprendo o que yo tengo el saber, sino con mis estudiantes construyo conocimiento, más
ahora que mis estudiantes son mis colegas, son los futuros egresados de la licenciatura
en la que yo estudie, entonces creo que eso me permite también empezar a entender un
poco, primero estas nuevas generaciones, que tienen unas particularidades distintas a las
nuestras, creo que eso se ha ido modificando, entonces yo creo que si es importante
tener en cuenta que uno no trae todo su conocimiento, sino que uno puede compartir y
también aprender, yo aprendo mucho de mis estudiantes creo mucho en ellos, confió
mucho en ellos, y si, son personas que, cuando la verdad nos sentamos a construir, pues
construimos cosas bien interesantes”.
CAMILO AFRICANO: “a mí lo que más me gusta es trabajar música, aunque trabajo
muchísimos seminarios acá dentro de la universidad, pero cuando trabajaba con el
colegio, trabajaba desde la exploración de los instrumentos, desde las posibilidades
sonoras, desde la posibilidad de que los chicos interactuaran con los instrumentos,
jugaran de alguna u otra forma con ellos, a mí me encanta como se trabaja cuando uno
dice tocar guitarra o tocar instrumentos, sobre todo en inglés, que se utiliza una palabra
que es “play”, play gitar, play instruments, me gusta esa palabra, me parece que es la
palabra más importante dentro de la música y es “jugar”, tener la posibilidad de crear,
entonces a mí me encanta trabajar con ellos desde esas posibilidades, desde la
exploración, desde el hacer que se encuentren con la música, que de alguna u otra forma
se diviertan y que encuentren el instrumento que les va a orientar la exploración. Siempre
quise cuando estaba en el colegio intentar trabajar con tecnología y tengo unas ideas
muy interesantes para trabajar con tecnología como lo que estaba diciendo que los chicos
manipulan la onda sonora, que jueguen con eso y a veces a muchos chicos no les
interesa el instrumento pero si les parece muy entretenida la tecnología, entonces las
posibilidades de algunos programas de edición de sonido son muy interesantes para
trabajar y son muy didácticos. Entonces trabajaba desde la exploración, desde escoger un
repertorio que a ellos les gustara, desde la posibilidad de que si a todos no les gustaba la
música, tuvieran otras alternativas dentro de esa posibilidad que da el arte y creo que en
términos generales me funciono en los colegios que trabaje, la posibilidad de explorar con
la música, de jugar con la música, de cantar. Creo que hace falta todavía mucho más por
trabajar en la escuela, creo que en algún momento tendré que volver otra vez a la escuela
para retomar muchas ideas que tengo en la cabeza frente a la formación con los más
chiquitines y con el bachillerato. Y cuando he trabajado las electivas acá en la guitarra
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trato de jugar mucho con eso con la posibilidad de utilizar herramientas digitales tratar de
tener comunicación por medio de las redes sociales, mandarles ejercicios de escucha. A
veces una de las cosas que tenemos es que estamos cerrados a ciertos géneros
musicales o a un género en particular y es muy difícil a veces entrar en dialogo con un
instrumento como la guitarra. Y cuando trabajo con los espacios teóricos del arte me
gusta mucho es que tengan que leer, que tengan que reflexionar, que tengan que
pensarse el arte, que tengan que vivirlo, que tengan que de una u otra forma estrellarse
con la obra de arte; porque pienso que ahí es donde está la ganancia propiamente del
arte, como plantea Rancier, “el espectador emancipado”, que el espectador se haga parte
de la obra, que participe de la obra, que tengamos la posibilidad de acercarnos a un
museo, de acercarnos a una obra de teatro. El semestre pasado hicimos ese trabajo con
unas chicas de didáctica de IX semestre y fue muy bueno porque se acercaron a la obra
de teatro, fuimos a un concierto, fuimos a ciertos espacios que de una u otra forma hacen
que el arte se vea desde otras posibilidades y no simplemente desde la óptica del
espectador que se sienta, mira y no sabe lo que está pasando, sino que se acerque
realmente y que haya una reflexión, es que el arte necesita demasiada reflexión, y a
veces somos perezosos para pensar, entonces pienso que, desde la universidad lo que
yo les pido a los estudiantes es que piensen el arte, lo analicen, lo critiquen, si consideran
que es muy malo pues que lo digan, a mí me parece que eso hace parte del discurso del
arte, siempre que el arte le genere a uno algo está cumpliendo su objetivo, así sea para
decir: “me parece horrible lo que estás hablando, me parece espantoso, me parece bonito
lo que estoy viendo”. Aunque no estoy muy a favor del bonito y el feo, pienso que sigue
siendo una cosa que nos sigue manejando a todos y va desde el gusto estético, que es lo
que nos llama la atención, que nos gusta, pero también es la posibilidad de conocer otras
ópticas, que se abra uno a otras posibilidades, creo que eso también es lo que intento
hacer ya a nivel de universidad con las estudiantes, y es que se encuentren con esa
posibilidad, sé que a veces es muy difícil porque nosotros estamos todavía, sobretodo en
la universidad, bueno y en la escuela, estamos como muy supeditados a lo que dice el
profesor, pienso que en algunos momentos sería interesante que el estudiante también
entrara en contradicciones con el profesor, pues desde el lenguaje y desde la posibilidad
de decir: “no estoy de acuerdo con esa idea”, pero decir el porqué, no simplemente por la
pasión de que no, sino ya con una argumentación, me parece que el arte se debería
argumentar en todo momento, se debería presentar como una posibilidad, entonces si me
gusta es que hagan eso las estudiantes, que se piensen el arte, que lo involucren con
otras cosas, que no lo demeriten sino que lo logren entender, porque a veces pienso que
el problema del arte también es la ignorancia, nosotros no estamos familiarizados con el
arte, vivimos en una sociedad donde el arte no deja de ser una cosa más del espectáculo
o de entretenimiento, seguimos pensando que los artistas son la zona de farándula del
noticiero, donde nos cuentan que hizo Maluma, que hizo Fanny Lu, etc. Y no, resulta que
estos no son los artistas, ellos son una parte del entretenimiento, están en la órbita del
entretenimiento, mas no en la órbita del arte”.
NATALIA MÁRQUEZ: “bueno, yo soy profesora de música en un colegio del distrito y
también en una asociación y los dos contextos son muy distintos. En el colegio distrital
tengo muchos estudiantes, al tener tantos estudiantes yo tengo como una organización: la
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primera es que siempre hago un diagnóstico de los chicos que voy a tener durante el año;
quienes son, de donde vienen, que les gusta, que les disgusta, que música escuchan, que
música no escuchan. Como para sondear un poquito ellos ¿qué?, cual es el contexto que
es como mi primera etapa, hablando pues de una secuencia didáctica. La segunda,
después de eso, a partir de ese diagnóstico que hago, miro las fortalezas y las debilidades
específicamente musicales y auditivas que tienen, entonces trato de dividir por grupos, en
donde los chicos que estén un poquito más adelantados, apoyen a los otros, entonces
divido en tres o cuatro grupos y dejo un líder por grupo; no dejo los que van más
“atrasados” a un lado y los más “adelantados” a otro lado, no, no me gusta hacer esas
divisiones sino un trabajo colaborativo, eso ¿Qué quiere decir?, no es que yo sea malo,
sino que tú vas más avanzado ¿Por qué?, porque tú has practicado más que yo, no es
simplemente por una cosa de talento. Entonces pongo esos que van un poquito más
adelantados a ayudar a los otros para nivelarnos, pensando más a nivel instrumental,
pero de todas maneras todos van a tener un ritmo muy diferente y metodológicamente
hago en diagnóstico, luego hago un plan en donde hallan tres componentes muy
importantes: uno es lo técnico, que es lo técnico instrumental pero otro punto es lo
corporal; la puesta en escena, la relajación, la respiración, hacen parte fundamental de las
clases, y lo tercero tiene que ver con el desarrollo emocional o el desarrollo que tienen los
muchachos dentro del curso, tanto que a veces hablamos de cosas que les pasa en la
vida, que no tiene nada que ver con la clase de música pero que influye en sus
comportamientos dentro, porque si un chico está mal, esta triste, está feliz; influye en su
aprendizaje necesariamente. No es una cosa diferente o que este desligada porque
somos un ser, uno solo y si yo llego a clase, pues llego triste o llego contento o llego de
mal genio y eso va a influir en la productividad o no de lo que yo quiero hacer. Entonces
metodológicamente intento hacer eso, hago un plan de aula en donde tengo presente las
dificultades que hay en el grupo, también la tercera parte que hablo de lo emocional tiene
que ver con la convivencia, porque nosotros sabemos que en los niveles educativos hay
muchos problemas de agresividad, de comportamiento, de atención, de irrespeto, el
famoso bullying, matoneo y todo eso, si uno no pone atención a eso, no va a lograr ciertas
metas con los muchachos, entonces para mi esos tres elementos siempre van de la
mano. Siempre hago una socialización al final de la clase y es escuchar que piensan los
muchachos, que creen, como forma de dialogo y conversatorio, siempre al final lo
hacemos. Y si son niños trato de hacer un ejercicio sencillo, lo que tienen también
nuestras áreas es que nosotros tenemos que trabajar tanto con niños de primera infancia
como con los grandes de bachillerato, entonces tenemos un abanico bien grande de
edades en donde cada uno es distinto y eso hace que a partir del contexto uno pueda
trabajar dependiendo el diagnostico que se realice con cada grupo. Esto es en el colegio
público, en la asociación si es una cosa que se sale de todo contexto porque eso es
educación no formal, no existen salones como los conocemos en una escuela tradicional,
sino existe un espacio maravilloso donde hay un jardín, es algo muy distinto y tengo niños
de todas las edades a la vez, entonces puedo tener un niño de siete años, como puedo
tener uno de diecinueve años y todos van con el mismo pretexto, otra cosa a su favor es
que los niños ahí van porque quieren, porque les interesa, porque quieren aprender, en
cambio en el colegio público tú tienes que motivarlos para que les guste eso que tú les
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quieres dar porque ellos están hay “por obligación” como pasa con el colegio, “me toca ir
al colegio a cumplir”. Hay dos realidades ahí muy importantes, en la asociación no tengo
que gastarme tanto tiempo motivándolos porque ellos están ahí porque quieren, nadie los
obligo no fue un requerimiento del coordinador ni del docente, no, ellos quieren estar ahí y
al querer estar ahí pues tenemos un elemento más, hay que mantener esa motivación, el
reto allí no es mayor sino distinto y en esa medida los niños me exigen, me exigen y van a
un nivel productivo más alto; en ese sentido primero hago una actividad que no tenga que
ver con la clase, sino como un juego, un rompe hielo, una introducción, algo distinto para
integrarlos porque ellos no se conocen casi, en cambio los del colegio están todos los
días todo el tiempo. Y luego de esa actividad siempre hacemos un juego de percusión
corporal, eso lo hago en las dos instituciones, lo tengo en cuenta por eso que yo llamo
pausas activas, porque si un chico está mucho tiempo en una actividad se va a aburrir, se
va a cansar, su cuerpo no le va a dar para poder continuar y más cuando no tenemos la
disciplina de saber que con estudio y con practica es que logramos grandes cosas en la
vida; trato de movilizar actividades pasivas y activas para rotar el ejercicio metodológico
de la clase. No siempre los chicos llegan a todo furor, otras veces llegan demasiado
perezosos, eso es muy relativo dependiendo de lo que mire en ellos. Luego, siempre al
final de los dos hago la socialización, tengo una parte central en donde intento meter
como toda la productividad, que ellos puedan avanzar muy rápido y luego hacemos el
cierre, pero todas estas pueden variar a partir de lo que yo como docente, lo que
llamamos el currículo oculto, vea cuando llegue al espacio o al encuentro educativo
Anexo 3.
ENTREVISTA NIÑOS/AS
1. ¿en tu colegio tienes clases de artes? ¿Cuáles?
JUAN DIEGO: “si, me enseñan a hacer figuras de papel, me enseñan a dibujar, me
enseñan a hacer cosas de origami o algo así”.
SAMUEL: “si, como colorear cosas, dibujar y hacer manualidades, entonces dibujo, pinto
cosas, escribo, también nos hacen bailar.
LUCIA: “si, de música, bailar, dibujar, de diseño”
NATALY: “no, artística pero solo hacemos planchas, es más que todo como un dibujo
técnico, no hay tantas cosas recreativas así como de artes, como danzas o cosas así, no”
ALISON: “si, hay música y dibujo técnico”
JERONIMO: “si, de danza y de dibujo”
2. ¿Tienes en tu colegio clases de música?
JUAN DIEGO: “no, estoy en quinto y en ningún curso hasta ahora he tenido clases de
música”
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SAMUEL: “No, en la escuela nunca me han dado clases de música”
NATALY: “no, nunca, solo clases de artística y ya, que es más que todo dibujo técnico y
ya, música nunca han incluido en el programa de estudio”
3. ¿Te gustaría tener clases de música?
JUAN DIEGO: “si, para aprender música y poder ser un cantante o guitarrista”
SAMUEL: “si, porque me gusta mucho, me gustaría aprender a tocar la batería y la
guitarra”
NATALY: “si, me encantaría”
4. ¿Cómo son tus clases de música? ¿Qué te enseñan en la clase de música?
LUCIA: “con instrumentos como la flauta dulce, instrumentos inventados con palos,
botellas, botellones, balones. Esos instrumentos en su mayoría los inventan los
profesores y a veces nosotros”.
ALISON: “nos enseñan teoría musical, nos enseñaron flauta, pero una canción más boba,
y el profesor no nos enseñó cómo poner los dedos ni nada sino averiguar en internet y ya”
5. ¿Cuántas veces a la semana tienes clase de música?
LUCIA: “una vez a la semana y la clase dura una hora y media”
ALISON: “es una vez a la semana y la clase dura dos horas”
6. ¿En tu colegio hay un salón que se usa solo para la clase de música?
LUCIA: “no, es el mismos salón de clases”
ALISON: “si hay un salón como especial, que es en donde guardan los instrumentos y
también ensayan los niños de la banda”
7. ¿hay instrumentos musicales allí?, ¿Cuáles?
LUCIA: “solo la flauta dulce y guitarra, no he visto más”
ALISON: “si hay otros instrumentos aparte de la flauta dulce, pero esos solo los pueden
utilizar los niños que pertenecen a la banda “
8. ¿Los niños y niñas pueden trabajar en la clase de música con esos instrumentos?
9. ¿en las clases como matemáticas, español, educación física, etc. alguna vez han
trabajado con música?
LUCIA: “no, solo en clase de inglés. Nos ponen a inventar canciones, usamos otras
canciones para aprender palabras”
ALISON: “en clase de inglés algunas veces, para aprender vocabulario y pronunciación.
En las otras clases no”
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10. ¿en tu colegio hay algún grupo musical que se presente en fechas especiales como
izadas de bandera, día del maestro, día de la familia, etc.?
ALISON: “si, hay una banda, y el profesor de música es que elige a esos niños de la
banda porque él la formo. El profesor pregunta quien quiere hacer parte de la banda y
entre los niños que quieran pertenecer a esta él hace una prueba de cantar y con
instrumentos”
11. ¿Cómo te parece tu profesor de música, es agradable, crees que le gusta trabajar con
la música?
LUCIA: “bien, me parece muy chévere, enseña muy bien”
12. ¿Cómo son las evaluaciones que el profesor realiza para saber lo que los niños y
niñas aprendieron en clase de música?
LUCIA: “son muy sencillas, son evaluaciones escritas y nos preguntan cómo era la música
antigua y que instrumentos nuevos hay. No nos hacen interpretar ningún instrumento”
ALISON: “es una evaluación escrita donde nos preguntan acerca de la teoría vista durante
las clases”
13. ¿para ti la clase de música es importante? ¿Por qué? ¿Qué conocimientos te ha
aportado?
LUCIA: “si, porque aprendemos a expresarnos, expresar los sentimientos”
ALISON: “en mi colegio casi no porque no es interesante, además el profesor es muy
aburrido y fastidioso”
14. ¿Cuál es tu música favorita?
JUAN DIEGO: “mi música favorita es, es que no se me decidir bien, si la electrónica o el
rap viejito”
SAMUEL: “la electrónica y también como la de Beethoven”
LUCIA: “el pop, porque me gusta la letra de las canciones”
NATALY: “me gusta mucho la salsa, porque te transporta hacia un lugar que viviste y es
un buen genero para bailarlo”
ALISON: “me gusta la música cristiana porque si aporta algo bueno a mi vida”
JERONIMO: “me gusta el reggaetón”
15. ¿y porque te gusta esa música?
JUAN DIEGO: “la electrónica porque es muy animadora y el rap viejito como lamento
boliviano, que es como muy chévere”
SAMUEL: “me gusta porque tiene ruidos chéveres”
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LUCIA: “me gusta lo que dicen los cantantes y como se expresan por medio de sus
canciones”
JERONIMO: “porque dice tonterías y su videos son chistosos”
16. ¿Cuál es tu artista favorito? ¿Por qué?
JUAN DIEGO: “me gusta mucho, estoy entre Bob Marley y Michael Jackson. Ellos son los
mejores del mundo”.
SAMUEL: “mi artista favorito es el de la canción triste. Es que tengo dos cantantes en mi
mente: Carlos Vives y ChocQuibTown”
LUCIA: “Maroon 5, porque me gusta mucho su música, su alegría al cantar, las letras de
las canciones”
NATALY: “me gusta Jesús Adrián Romero, porque me gusta como canta sus canciones
de corazón y me gusta como compone”
ALISON: “en este momento mi artista favorito es Evan craft, porque sus letras y sus
canciones transmiten algo positivo para mi”
JERONIMO: “Maluma, porque es chistoso”
17. ¿Qué sientes cuando escuchas tu música favorita?
JUAN DIGO: “me siento bien, me siento vivo, como que yuju! como con energía, ganas de
levantarme, hacer algo, y también me gusta dibujar muñequitos como si estuvieran
bailando”
SAMUEL: “siento felicidad, energía y con la música como la de Beethoven me relaja y
siento que mi mente crece más”
LUCIA: “siento alegría, bienestar”
NATALY: “siento que me transporta a la gloria del señor, porque hay una canción que dice
que no hay lugar más alto que estar a sus pies y como que es muy lindo porque el en sus
canciones expresa y dice que, que sería de nosotros si él no nos hubiera alcanzado”
ALISON: “esta música cristiana que yo escucho me hace sentir amor, ese amor
incondicional de Dios hacia mí, su fidelidad, su guía, su protección”
JERONIMO: “me anima para bailar y cantar”
18. ¿alguna vez te has inventado una canción? ¿De qué se trataba?
JUAN DIEGO: “muchas veces, unas de Dios. Una se llama “tus ojos de ayer”, esa me la
invente, dice así: “es que tus ojos de ayer eran flores, llenas de colores, un rosal de
amores, corazones. Es que tus ojos de ayer nanara, en el fuego del amor….”
SAMUEL: “si, pero ya se me ha olvidado, eso lo cantaba cuando tenía 3 años, se trataba
como de tristeza o felicidad”
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LUCIA: “no, que yo me acuerde no”
ALISON: “je je, todavía no he escrito canciones y si alguna vez me invente una estrofa o
algo así, no lo recuerdo”
19. ¿Qué crees que aprendes o has aprendido con la música que te gusta escuchar?
JUAN DIEGO: “la música me encanta, o sea es para bailar. Con la música y con pasos
puedes cambiar el mundo, pueden levantar una generación de fans”
SAMUEL: “creo que me ayuda para la inteligencia, como en las clases”
LUCIA: “a expresarme, a lo que siento, poderlo expresar por medio de lo que canto”
NATALY: “la mayoría de canciones que nosotros escuchamos son de autores cristianos,
entonces cada canción tiene una enseñanza, un mensaje diferente que nos acerca a
Dios”
20. ¿has tomado clases de música fuera de tu colegio?
JUAN DIEGO: “he ido a clases de coro por medio de la iglesia y allá ensayamos los
villancicos para cantar en la novena de aguinaldos”
SAMUEL: “no, pero si me gustaría para aprender a tocar la batería”
LUCIA: “no”
NATALY: “si, en este momento estoy en un programa de música. Este programa se llama
escuela de adoradores, es un grupo de jóvenes que adoramos a Dios en espíritu y en
verdad, consiste en escoger el instrumento musical que tú quieras, hay piano, canto,
batería, guitarra, etc. y tu escoges el que más te llama la atención; pasa un semestre,
aprendes, y al final de ese semestre hay un gran recital, donde tú te presentas para
demostrar lo que has aprendido. Es muy bonito porque trabajamos todos como un equipo,
nos apoyamos el uno al otro cuando algo se nos hace muy difícil”
ALISON: “si he tomado clases de música fuera del colegio. Estoy inscrita en un programa
de música y uno escoge el instrumento que uno quiera, yo elegí canto y ahí me enseñan
dientes cosas como educación de la voz, improvisación, vocalización, como calentar la
voz, la postura. Enseñan diferentes clases en horarios de los sábados. Hay tres clases
por la mensualidad de $20.000: teoría musical, el instrumento que uno haya escogido, en
mi caso escogí: teoría musical, canto y audiovisuales. Pero también hay teatro,
coreografía, producción, fotografía, etc. Es un programa muy agradable, nos enseñan
astas cosas.
JERONIMO: “no, solo en la casa mi hermana me enseña guitarra, los rasgeos y las notas
principales”
21. ¿Qué instrumentos musicales hay en tu casa?
JUAN DIEGO: “mi papá tiene una guitarra”
SAMUEL: “en la casa tenemos unas maracas y nada más”
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LUCIA: “solo tenemos unas maracas que son las que usamos en navidad para las
novenas y nada más”
NATALY: “no tengo instrumentos en mi casa y el instrumento que toco aun no lo poseo.
Me gustaría tener el piano, por supuesto, y también me gustaría tener una guitarra”
ALISON: “pues yo estudie un año guitarra, la teníamos en la casa, pero como no me llamo
tanto la atención, entonces yo le regale la guitarra a alguien que tomara la clase y no
tuviera guitarra. En este momento no hay instrumentos musicales en mi casa”
JERÓNIMO: “una guitarra que es de mi hermana mayor”
22. ¿Qué instrumento o instrumentos musicales quisieras tener y por qué?
JUAN DIEGO: “una guitarra eléctrica porque suena durísimo y sus sonidos son bacanos”
SAMUEL: “guitarra y batería porque me gustan mucho”
LUCIA: “el piano y la guitarra porque me gustan bastante, pienso que sería muy chévere
tocar en estos instrumentos las canciones que me gustan”
NATALY: “yo en el programa de música en el que estoy, elegí tocar el piano, me gusta
mucho porque así puedes expresar tus emociones, y tiene sonidos maravillosos, puedes
demostrar cómo te sientes y hacerlo de una forma agradable”
ALISON: “me gustaría tener una organeta, me parece interesante”
JERÓNIMO: “la batería, porque sueña bien duro y me gusta”
23. ¿Qué piensa u opina tu familia acerca de la música?
JUAN DIEGO: “les gusta mucho, pero más que todo a mi papá, el canta mucho, le gusta
aprender por you tube a tocar nuevas canciones en su guitarra”
SAMUEL: “pues a uno le gusta, el otro a veces no le gusta. Pero mis papas dicen que
sería bueno que yo estudie música”
LUCIA: “pues para ellos no es importante porque pues nunca se han interesado porque
los hijos recibamos clases de música, es algo de lo que en casa nunca se ha hablado”
NATALY: “les gusta mucho pero de vez en cuando hay dificultades o problemas porque a
veces las clases son muy tarde, entonces el problema es el horario, porque hay que
aportar un dinero pero es poco. La iniciativa para escribirme en este programa fue mía; un
día estaba viendo a un integrante de la iglesia que tocaba piano y pues me llamo mucho
la atención, abrieron el programa de música y entonces yo pensé, (porque no intentarlo)”
ALISON: “pues la verdad a mis papas les gusta mucho que aprenda algo diferente,
digamos pues, que no esté todo el tiempo en la casa aquí tan encerrada. En la iglesia
prendiendo canto me la paso cinco días fomentando cosas que me van a servir en el
futuro, y que me gustan. Entonces les encanta que aprenda cosas nuevas”
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JERÓNIMO: “les gusta mucho, mis hermanas mayores escuchan música, bailamos y
cantamos, y la más grande ya aprendió a tocar la guitarra”
24. ¿alguna vez te has imaginado ser un músico/a, te gustaría ser un/a profesional en la
música?
JUAN DIEGO: “si, sueño con ser un cantante muy famoso, que todo mundo me conozca y
viajar por todo el mundo haciendo mis conciertos”
SAMUEL: “no, la verdad no”
LUCIA: “si, a mi si me gustaría tomar unas clases de música fuera del colegio, donde
pueda aprender a tocar los instrumentos que me gustan”
NATALY: “si, me gustaría alcanzar una meta con la música, me gustaría ser una
profesional”
ALISON: “siendo sincera si, si me gustaría, pero primero estudiar algo más estable,
porque hoy en día hay muchas personas que desean entrar a esta industria y primero
quiero tener algo mucho más estable para mi vida”.
JERONIMO: “si porque me gusta que la gente me reconozca, me aplauda, me gustaría
ser un cantante famoso y sentir que todos conocen mi nombre”