segundo día

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Segundo día Fue un hecho, moldeé una tú nueva, sin tener la intención de hacerlo en mis sueños de alguna manera estaba en un balneario ficticio y necesitándote llené tu vacio con esa figura femenina que me voló la cabeza, era muy parecida a tí, la diferencia es que era mucho más baja, lo único que pareció no cambiar fue su actitud hacia el amor, se presentó reservada pero deseosa, fuimos a una alberca que nos cubría hasta las rodillas, nos hincamos, yo quería jugar y literalmente me lancé hacia ella y no le gustó, me hundí por completo en el agua... !salada¡ en verdad salada, como de mar, a mi nada de todo aquello me gustó. De repente sin sentirlo ya estábamos afuera de mi casa, es extraño que sólo estoy tratando de mantener el glorioso final ahora que desperté, antes de consumarse el sueño ella ya había conversado con mis padres y mis hermanas como cualquier chica que quiere algo serio. Acabamos como decía justo fuera de casa, en la calle, tú sabrás lo que hicimos en la calle, derrochamos calor, muchas cosas más, un día extraño: los vecinos jugaban fútbol en la calle, como cuando era niño o un adolescente (Adolescente, adolecer, vaya que adolecí de mucho), yo sabía que el fútbol no te gustaba te busqué por todos lados y te hallé recargada a la fachada de la casa de la señora viuda que me achacan mis padre, cosa curios, como de costumbre pensé que todo giraba alrededor de mí, y que no jugaste por mí, por reservarte a mí, cosa insensata, y supiste lo que tenía en mente, de seguro por la sonrisa que proyecté y sonreíste también, comenzaste a huir lento (no queriendo, por supuesto), pasaste los rosales y no envolvieron cipreses que nunca vi crecer, retorciéndome alcancé tus labios (eras muy baja), felicidad total, sentía tu lengua jugando dentro de mi boca y me sentí curado, siempre que regresaba de tu casa en mi bicicleta sentía que te quedabas conmigo, a manera de un gas interno, y un sabor amargo en la boca que se esfumaba al encontrarte al día siguiente.

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El sexo escondido que surge en un sueño y retorna la añoranza por lo que se ha ido, las imágenes son cálidas.

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Segundo daFue un hecho, molde una t nueva, sin tener la intencin de hacerlo en mis sueos de alguna manera estaba en un balneario ficticio y necesitndote llen tu vacio con esa figura femenina que me vol la cabeza, era muy parecida a t, la diferencia es que era mucho ms baja, lo nico que pareci no cambiar fue su actitud hacia el amor, se present reservada pero deseosa, fuimos a una alberca que nos cubra hasta las rodillas, nos hincamos, yo quera jugar y literalmente me lanc hacia ella y no le gust, me hund por completo en el agua... !salada en verdad salada, como de mar, a mi nada de todo aquello me gust. De repente sin sentirlo ya estbamos afuera de mi casa, es extrao que slo estoy tratando de mantener el glorioso final ahora que despert, antes de consumarse el sueo ella ya haba conversado con mis padres y mis hermanas como cualquier chica que quiere algo serio. Acabamos como deca justo fuera de casa, en la calle, t sabrs lo que hicimos en la calle, derrochamos calor, muchas cosas ms, un da extrao: los vecinos jugaban ftbol en la calle, como cuando era nio o un adolescente (Adolescente, adolecer, vaya que adolec de mucho), yo saba que el ftbol no te gustaba te busqu por todos lados y te hall recargada a la fachada de la casa de la seora viuda que me achacan mis padre, cosa curios, como de costumbre pens que todo giraba alrededor de m, y que no jugaste por m, por reservarte a m, cosa insensata, y supiste lo que tena en mente, de seguro por la sonrisa que proyect y sonreste tambin, comenzaste a huir lento (no queriendo, por supuesto), pasaste los rosales y no envolvieron cipreses que nunca vi crecer, retorcindome alcanc tus labios (eras muy baja), felicidad total, senta tu lengua jugando dentro de mi boca y me sent curado, siempre que regresaba de tu casa en mi bicicleta senta que te quedabas conmigo, a manera de un gas interno, y un sabor amargo en la boca que se esfumaba al encontrarte al da siguiente.