secesion de panama

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NACIN CUNA, SECESIN Y REINTEGRACIN DE PANAM. Una historia olvidada1. Luis Fernando Gonzlez Escobar2 En noviembre de 2003 se cumplieron 100 aos de la secesin o creacin de la Repblica de Panam, segn el punto de vista desde el que se quiera mirar. Como es lo normal en e ste tipo celebraciones, circul un alud de textos que, desde diversos enfoques, quisie ron dar cuenta de los antecedentes, las causas, la coyuntura misma, los responsables y l as consecuencias. Trabajos laudatorios, crticos o reivindicativos, tanto de los hech os como de los personajes. Un amplio espectro suficientemente cubierto por periodistas, cro nistas, investigadores, politlogos, historiadores, novelistas y aun aficionados, lo que h ara poco probable un espacio para otras y nuevas miradas. No obstante, a mi parecer, hubo un espacio no cubierto: el papel que cumplieron los indgenas cunas, habitantes del t erritorio compartido por Colombia y Panam, esto es, el Darin. La existencia de este sujeto histrico , es decir, la nacin Cuna forma parte de esa denominada historia sobre los grupos subalternos de los estados nacionales const ituidos en el siglo XIX y mucho ms en la historia colonial; donde su existencia es negada, o su accionar poco comprendido, tergiversado o calificado de manera prejuiciosa. No p retendo hacer una historia desde adentro , pero si destacar el papel cumplido por uno de lo s personajes olvidados que no fueron precisamente convidados de piedra mientras en l as capitales de Panam y Colombia se defina el futuro poltico nacional como del territo rio que ellos ocupaban, la regin donde fsicamente se expres el desmembramiento, pues al l se localiz la frontera entre los dos pases. Este texto es una mirada indirecta a la secesin de Panam desde esta regin; una lect ura en cuatro momentos y un personaje de fondo: el Darin; 1. Un primer momento son los antecedentes del poblamiento en el Darin, relacionados directamente con la configuracin de la Nacin Cuna y su situacin para el momento del conflicto. 2. El segundo momento es el conflicto mismo, el cual da como resultado la secesin de Panam y su declaracin de Independencia de Colombia 3. El tercer momento se vive con los intentos de reintegracin desde Colombia, tanto por las iniciativas formales oficiales como los movimientos militares no reconocidos por el gobierno, que tuvieron desarrollo por iniciativas particulare s. 1 Texto preparado para el evento De pas en pas polifonas caribeas , organizado por la niversidad de

Antioquia, Medelln, 4 de marzo de 2003. 2 Profesor Asistente, Escuela del Hbitat, Facultad de Arquitectura, Universidad N acional de Colombia sede Medelln. Coordinador Acadmico de la Maestra en Hbitat de la misma Facultad. 1

Dentro de este mismo momento est el papel jugado por la Nacin Cuna y sus dirigentes, de lo que poco o nada se ha dicho en este proceso. 4. El cuarto y ltimo momento son las consecuencias inmediatas en el Darin, en donde participaron actores diversos con intereses contrapuestos y con efectos en la Nacin Cuna y en el resto del territorio de la regin. Primer momento: la Nacin Cuna3. La presencia Cuna en el Darin es una consecuencia directa de la llegada espaola a Tierra Firme. La fundacin de la primera ciudad en el continente -Santa Mara de la Antigua del Darin en 1510- precipit una gran catstrofe demogrfica. El aperreamiento 4, el asesinato, el rancheo, el saqueo, la quema de tierras, el esclavizamiento y las enfermedades, conllevaron la desaparicin de culturas, sociedades y cacicazgos que habitaban un amplio territorio. En su libro Los de la lengua de cueva5, Katleen Romoli muestra como era la distr ibucin demogrfica de la poblacin Cueva. As mismo da cuenta de su proceso de extincin en pocos aos. Entre la pacificacin de Pedrarias Dvila iniciada en 1514 y las incursiones militares posteriores, no pasaron mas de treinta y cinco aos, para que a mediados del siglo XVI se diera cuenta de la extincin de esta poblacin. Sobrevivientes de cacicazgos, grupos fragmentados y diversos, se reunieron en el alto Tuira desde finales del siglo XVI, para ir configurando una nueva organizacin social, d e la que ya se da cuenta a principios del siglo XVII y alcanz su mximo apogeo a mediados el siglo XVIII. Sera conocidos como Tunacunas, cuna cunas o simplemente cunas y en l a actualidad como Tules. Desde la cuenca del ro Tuira comenzaron un proceso de expa nsin que los llev a disputar y ocupar las cuencas del Chucunaque y el Bayano, al inter ior del Darin; desde el Golfo de San Miguel hasta el ro Jurad en el Pacfico y en la costa de l Caribe desde las Islas de las Mulatas o San Blas, hasta el ro Sin, al occidente, i ncluyendo el control del Golfo de Urab, siguiendo hasta el sur hacia el ro Napip. Un amplio control territorial que le llev a disputar las fronteras con los territ orios bajo ocupacin de la corona espaola, con la que enfrent directamente y puso en jaque. Neg ada su existencia, no incluidos en los mapas oficiales y designados sus territorios como de nadie , desiertos u ocupados por indios gentiles o brbaros , tuvo una existencia autnoma an estando dentro de los territorios del Nuevo Reino de Granada. Con un fu erte 3 Los planteamientos esbozados en este aparte retoman de manera resumida lo plan

teado por el autor en su trabajo El Darin. Ocupacin, poblamiento y transformacin ambiental. Una revisin histri ca, Medelln, Universidad de Antioquia-Fundacin Natura, marzo de 1999, texto aun indito. Los prra fos citados de aqu en adelante, que aparezcan sin referencia a pi de pgina, son retomados de este tra bajo. 4 Hace referencia a la sangrienta prctica y tctica utilizada por los espaoles de ut ilizar perros para atacar a la poblacin nativa, con la cual fue diezmada o puesta en fuga. 5 Katleen Romoli, Los de la lengua de cueva, Bogot, Instituto Colombiano de Antro pologa-Instituto Colombiano de Cultura, marzo de 1987. 2

control militar de su territorio, una organizacin poltico administrativa centraliz ada y jerarquizada, un sistema de poblamiento que inclua grandes aldeas necuebrus- con u n numerosa poblacin, sus formas culturales propias religin, idioma y organizacin socia l-, una economa slida basada en la produccin de cacao, aceite y la explotacin de recurso s naturales, con intercambios peridicos con los comerciantes ingleses. En la prctica era una Nacin, si bien no reconocida oficialmente por la corona espao la si implcitamente por los diferentes tratados de paz que firmaron en el siglo XVIII. De igual manera hay que decir que la Nacin Cuna formaba parte del Circuito Econmico formado por los ingleses a lo largo de la costa desde Belice hasta la Guajira, teniendo como base de operaciones a Kingston. Este hecho era ms trascendental de lo que se puede supone r. No slo era una actividad econmica que le interesaba mantener a los ingleses para prov eerse de recursos y materias primas pasando por encima de la autoridad espaola, sino qu e ejerca un control y hacia de autoridad poltica el propio gobernador ingls de Jamaic a. De esta manera los Cunas no slo hacan intercambios econmicos con los ingleses sino que estos reconocan su autonoma y sus autoridades. Con la creacin de la de la Nueva Granada, despus Repblica de Colombia la Nacin Cuna mantuvo por algn tiempo su autonoma. Incluso el gobierno central recibi una misin diplomtica Cuna con la que firmn un pacto de paz. No obstante esto era el sntoma del cambio en sus dinmicas territoriales producto de las nuevas actividades econmicas que empezaron a establecerse. Lo que no pudieron hacer los espaoles lo hicieron los tratantes de caucho y tagua. Desde mediados del siglo XIX los comer ciantes cartageneros controlaron la explotacin estas materias primas tan apetecidas en la s metrpolis. Grupos de trabajadores en condiciones infrahumanas y de esclavitud -a pesar de haberse ya aprobado la Ley de Liberacin de Esclavos en 1851-, entraron a los terr itorios cunas protegidos por bandas armadas, lo que oblig el repliegue de los nativos y l a bsqueda de ayuda del gobierno central, al que pretendieron como tener de aliado y protector. Para los pobladores cunas la situacin insostenible oblig a la convocatoria de una asamblea con la participacin de los dos jefes principales y los veintiocho tummag anas. Esta se realiz en Tituco a principios de 1870, en la que decidieron enviar una co misin a Bogot, para visitar al Presidente, y ponerlo al tanto de los agravios, y manifest arle que como individuos que son de los Estados Unidos de Colombia, esperaban que el gobie rno

hiciera lo necesario para protejerlos . La misin diplomtica la integraron Yaquia-Nile le quien muri en el recorrido-, Pali Cu, Guavia y Machigua, recibieron autorizacin par a celebrar convenios en nombre de ellos, aceptando vivir bajo las leyes de los Esta dos Unidos de Colombia De la reunin con el presidente Eustorgio Salgar y con el Secretario de lo Interio r y Relaciones Exteriores, surgi un acuerdo de quince puntos el 10 de enero de 1871, despus de algo ms de un mes de negociaciones, el cual fue ratificado y oficializado el 2 9 de abril del mismo ao, previa consulta al Congreso. Entre estos puntos se destacaba la ace ptacin 3

de ser parte de los Estados Unidos de Colombia y reconocer la autoridad del gobi erno. Como consecuencia del pacto se cre el mismo ao de 1871 la Prefectura del Territori o del Darin, y una figura especial en la costa Caribe: el territorio Tulenega o Territori o de los Cuna. No obstante lo anterior fueron los comerciantes con sus bandas armadas y el apoy o mismo del gobierno los que terminaron por imponerse en el territorio, contrario a lo p erseguido en el tratado del 71. Un hecho simblico fue la ocupacin por los caucheros y tagueros de las tierras del cacique Olotipilele en el ro Acand. Los cuna enfrentaban all la ocupacin y explotacin de sus territorios. Esto llevo a enfrentamientos que causo por un lado la muerte de un indgena y como retaliacin posterior el incendio del campamento de los extrac tores. Para 1888, el cacique Olotipilele, conmin la salida de los tageros, quienes a su v ez pidieron ayuda del gobierno regional del departamento de Bolvar y luego al gobier no central en Bogot. Los comerciantes cartageneros, en realidad los grandes perjudic ados, lograron tiempo despus el apoyo del Gobernador del Departamento quien envi en agos to de 1892 la caonera La Popa, con 300 hombres al mando del General Elas Rodrguez, con el fin de mediar entre las partes. Los hombres de la caonera despus de intimidar a los cunas del pueblo de Acand fueron hasta San Blas y regresaron a Acand con el Capitn Iapaquia, residente en Sasard, el Sargento Mayor Bernardo y otros cuatro miembros d el squito del Cacique, a reunirse con los civilizados de Acand, representados por un francs de apellido Perigau y otros cinco residentes. Se firm entonces un acta, obv iamente bajo presin, entre los cuna y las personas distinguidas del sitio, en donde los pri meros se comprometan a que los nuevos pobladores podan poseer y explotar todo el territorio entre el ro La Miel y las bocas del Atrato, rea de mayor intensidad de extraccin, s in ser hostilizados por ellos. Este fue un punto culminante, pues marca el ingreso definitivo de la poblacin cri olla con el beneplcito del gobierno. Pese a la presencia Cuna que se sigue replegando, per o habitando ya no la costa sino al interior, se van configurando los nuevos centro s poblacionales, pequeas aldeas que permiten perfilar el sistema urbano territorial del Darin en el siglo XX. No quiero terminar este primer momento sin sealar cmo desde la colonia misma la corona espaola encontr entre la poblacin indgena aliados, ya fuera por intimidacin, seduccin o porque fueron incorporados dentro de la estructura poltico administrati

va de control que se haba creado. En el caso de Iapaquia, personaje importante en el proc eso posterior y que aparece aqu por primera vez, por su participacin en los acontecimi entos de Acand en 1892 fue llevado a Cartagena donde fue homenajeado, nombrado General, y le otorgaron crditos comerciales por mil pesos oro, que despus pag cumplidamente co n el envo de cocos, tagua y carey, segn la versin de Federico Barrios, testigo presen cial, recogida por Fray Severino de Santa Teresa. Otra versin indica que fue nombrado C oronel por el Designado Carlos Holgun, quien era el Presidente en 1888 en reemplazo de N uez; 4

Por otro lado esta el caso de Victoriano Lorenzo un indgena que particip en la Gue rra de los Mil Das como general y comandante de la sptima divisin del ejercito liberal. In cluido y protegido por el tratado de Wisconsin, de todas manera le fueron imputados car gos y fusilado prontamente en mayo de 1903 por enemigos conservadores. Este hecho caus revuelo y convirti a Lorenzo en un mrtir, pero no reivindicado como indgena sino co mo panameo. Segundo momento: el conflicto. Un pas por un canal El Darin tuvo marcada importancia geopoltica desde el mismo momento en que se pens construir un canal interocenico. De ah que las acciones para el trazado de una de las rutas tuvieran que tenerlo en cuenta y fuera explorado varias veces. Luego del inicio de la construccin del Canal de Panam por los franceses su importancia como probable ruta decay ms no como sitio estratgico asociado a las posibilidades econmicas del comerci o y la explotacin de recursos, que aprovechara la ruta del canal El gran forcejeo entre las potencias mundiales de entonces y las desmedidas ambi ciones econmicas de los inversionistas arrojaron como resultado no slo un canal sino un n uevo pas en el mapamundi mundial: El nada oculto inters norteamericano por asumir la construccin del canal de Panam; el fracaso evidente de la empresa francesa encargada de la construccin desde 1886, a pesar de las prrrogas otorgadas; la derogacin en 1901 del tratado entre Estados Unidos y la Gran Bretaa, para la eventual construccin conjunta de un canal interocenico por cualquier parte de Centroamrica, que liberaba al primero para poder disponer al libre albedro; las prerrogativas que tena Estados Unidos desde 1846 por el tratado con la Nueva Granada, que le permita intervenir en Panam por peticin colombiana, como haba ocurrido en 1856 y haca poco lo haba hecho en la guerra civil del Istmo en 1901, es decir, con una presencia manifiesta; la debilidad del Estado colombiano, en donde la clase dirigente estaba enfrascada en pugnas internas, lo que debilit la posicin para la negociacin del tratado Herrn-Hay con los Estados Unidos, y la negativa de aprobacin del mismo convenio por el congreso al cierre de las sesiones el 31 de octubre de 1903, precipitaron los acontecimientos promovidos por el movimiento separatista que se haba incubado en Panam de tiempo atrs, que aprovech la coyuntura poltica y el 3 de noviembre de 1903 proclam la independencia6. Pero la explicacin de los sucesos de noviembre de 1903 no es fcil ni simple. Desde el principio, por sus implicaciones y consecuencias, ha sido motivo de polmicas la explicacin. Puntos de vista encontrados, pero con dos lneas opuestas bien destacad as: la 6 Luis Fernando Gonzlez Escobar, El Darin. Ocupacin, poblamiento..Op. cit, pg. 202. 5

visin patritica frente a la denominada leyenda negra ; la primera acogida por el deseo nacionalista que valide un mito fundacional y la segunda por una concepcin antiimperialista. Para unos de tiempo atrs se presentaban en Panam condiciones par a una separacin, es decir, haba una inevitabilidad independentista, mientras que para ot ros simplemente fue una coyuntura debido a las maniobras del gobierno norteamericano , que marco un punto de inflexin en la poltica de expansin imperialista en Amrica Latina. Eso que se llama leyenda negra es sostenido por panameos como Ovidio Daz Espino quien en su libro El pas creado por Wall Street7, sostiene que Panam fue un pas pen sado en la habitacin 1162 del hotel Waldorf Astoria de la ciudad de Nueva York. Una gr an confabulacin definida y llevada a cabo por un sindicato oculto de capitalistas norteamericanos, liderados por William Nelson Cromwell, que queran hacer el gran negocio de su vida al comprar a bajo costo las acciones de las arruinadas y frac asadas compaas francesas para venderlas a altsimos precios al gobierno norteamericano. A l a ambicin capitalista norteamericana se sum la no menos ambiciosa poltica de Theodore Roosevelt, un poltico que lleg por azar a la presidencia, pero que vio una oportun idad inmensa, apoyado por su Secretario de Estado John Hay, para posicionar su gobier no y su nacin teniendo como soporte el lugar mas geoestratgico del mundo: el canal interocenico. Y a estas dos ambiciones les sirvi interesadamente un oscuro persona je que capitaliz beneficios por todos los lados, como fue el caso del ingeniero francs Ph ilippe Bunua-Varilla. Despus de estos cuatro personajes principales, el resto del reparto aparece como personajes secundarios y comparsas, quienes ejecutaron acciones entre risibles y grotescas: Unos patriotas panameos que eran empleados de segunda en las compaas de los actores de primera, a los cuales estos movieron a su acomodo pero disfrazand o sus intereses personales en el patriotismo e inconformismo de vieja data de esa clase dirigente regional, los cuales a su vez terminaron como hroes de una nacin. Una clase dirigente colombiana ms interesada en sus disputas personales y parroquiales que en entender el grado de complejidad del juego de intereses que se mova. Un gobierno norteamericano que guardaba formalidades en su discurso pero tras bambalinas ya haba determinado acciones y movilizado barcos y tropas, escudado en los acuerdos de vieja data que utilizaba a su acomodo. Un grito de independencia ya definido en sus fechas por los responsables de la estrategia: el 3 de noviembre; un da antes de las elecciones norteamericanas que operaban como cortina de humo para que la prensa y la opinin pblica no se enterara o no reaccionaran a tiempo.

7 Ovidio Daz Espino, El pas creado por Wall Street. La historia no contada de Pana m, Bogot, Planeta, abril de 2003. 6

Una declaracin de independencia escrita en los Estados Unidos y una bandera elaborada por la esposa de un ingeniero francs; aunque en ambos casos apresuradamente fueron cambiados pues no fue del agrado de los patriotas panameos, quienes escribieron una nueva acta y una nueva bandera. Unos militares colombianos entre mercenarios, pusilnimes y faltos de decisin, jugando su propia suerte en medio de la incertidumbre y la falta de apoyo del gobierno. La celeridad del reconocimiento del gobierno de facto por parte de los norteamericanos, pues en slo tres das fue aprobado aunque oficializado unos das despus para guardar apariencias. Un reconocimiento como nacin echo a puerta cerrada, donde se habl francs e ingls pero no espaol, y a donde no asisti ningn panameo, pues este se haca en nombre del inters de la humanidad y la civilizacin . Un tratado elaborado por un francs que beneficiaba ms sus intereses y los norteamericanos que la patria que representaba. En fin, una revolucin donde las victimas fueron un chino opimano en el barrio Chorrillo, un transente desprevenido que le dio un sncope cardaco y un caballo de paseo. Esta mirada sin duda ignominiosa como es lgico no gusta a la visin nacionalista8, para quienes los hechos se explican a partir de una gnesis propia, apoyada incluso en

8 El abogado y novelista Juan David Morgan, en su presentacin del libro Arde Pana m, el mismo da de esta conferencia, desestim est visin de la Independencia de Panam. El argumento central e ra que esta Leyenda negra , es la reedicin de una vieja disputa entre Demcratas y Republicanos en las campaas polticas de los Estados Unidos en 1904, 1908 y 1912; lo mismo que el enfrentamien to personal del dueo del peridico World, Joseph Pulitzer contra el presidente Roosevelt. Estas acusaciones no demostradas cabalmente y desestimadas fueron recogidas en Story of Panam, documento del proce so en el Congreso de los Estados; a partir de este documento Oscar Tern el primer panameo que acogi esta visin y quien no fue afecto a la Independencia de Panam- comenz a propalar esta visin. Ahora Ovidio Daz Espino la vuelve a plantear en su libro El pas creado por Wall Street, en donde el autor lo utiliza como fuente entre en un 60 o un 70% de su libro. Segn el abogado Morgan no existi ninguna maquinacin, hu bo una gnesis propia y en su libro Arde Panam est la verdad sobre los acontecimientos. Sealaba adem una interesante sentencia: la historia es una ciencia y la nacin un sentimiento y l apel aba al sentimiento nacionalista para apoyar sus tesis. El problema es que desde la visin nacionalist a la ptica de los acontecimientos se reduce demasiado. cmo se podra calificar, por ejemplo, el papel del General Huertas en los acontecimientos del 3 de noviembre de 1903?; para los colombianos ser un trai dor, para los panameos es un hroe. Obviamente esta forma de anlisis nunca podr brindar una mirada objetiva

y menos encontrar la verdad de los hechos, aunque la verdad en la investigacin histrica hace tiempo est re valuada. Respetando la percepcin del novelista Morgan sigue imperando un amplio margen de duda sobre el papel jugado por los capitalistas norteamericanos, el mismo gobierno norteamericano y el oscuro personaje que indudablemente es el ingeniero francs Bunau-Varilla. 7

levantamientos de negros e indios en la poca colonial pero, fundamentalmente, en los diferentes actos autonmicos que adelant la clase dirigente regional del siglo XIX. A esa gnesis le ayud, no sin inters, el gobierno del Theodore Roosevelt quien apoy el movimiento autnomo de los patriotas panameos cuando ya era un hecho cumplido. Queda difcil pensar ese escenario de gnesis propia, mientras que por otro lado las maquinaciones de los capitalistas norteamericanos y las maniobras del gobierno nada tuvieron que ver con la Independencia. Un Roosevelt viendo como los hechos se desenvolvan dentro de sus propios parmetros, acatando y respetando las decisiones autnomas y el derecho internacional, no es posible sino en las mentes del mas recalcitrante nacionalismo. Aun existiendo exageraciones, situaciones no explicadas o puntos de discordia, se puede preguntar si existe en la historia nacional otro episodio mas grotesco que el que condujo a la Independencia de Panam. Muchos de los acontecimientos son calificados entre sainete, opereta y opera bufa. Uno no esperara nada ms de ah. No obstante el pas en toda su historia siempre no has sorprendido y nos sigue sorpre ndiendo. Lo que empez como sainete termin como tragicomedia. 3. Tercer momento: la reintegracin. Antes del grito de independencia de Panam, los Estados Unidos aseguraron los puer tos de Coln y Panam con el envo de una flota de guerra. Se juntaron once naves: siete en e l Atlntico y cuatro en el Pacfico; las primera al mando del Contralmirante Coghlan, en el yate insignia Mayflower, y la segunda al mando del tambin Contralmirante Glass, e n el buque insignia Marblehead. La formaban entre otros los caoneros Nashville, Cadne y Bancroft, el transporte Dixie con 450 marinos y el acorazado Maine. Estos barcos y sus marinos fueron las mejores armas de guerra pues controlaban l os nicos accesos a las dos principales ciudades de Panam, las puerta del Canal, nico inters inicial de quienes tramaron la independencia. La idea era declarar libre desde el princi pio la zona del canal, el resto ira por aadidura. A Estados Unidos le interesaba un canal no u n pas, de 8

hecho en el Mayflower, llegado el 2 de noviembre, viaj el Contralmirante Walker, Presidente de la Comisin stmica del Canal del Congreso de los Estados Unidos, para apersonarse desde el mismo instante de su llegada de todos los aspectos del tras paso y americanizacin de la franja previamente convenida. De ah que despus cada accin que se anunciaba en Colombia se viera como una baladronada, guarecido en este poder militar. A la declaracin de independencia en Panam y al clamor popular que se sinti posteriormente en las calles, respondi tardamente el gobierno colombiano de Marroqun con un decreto que aumentaba el pi de fuerza a 100 mil hombres, supuestamente comandada por caudillos liberales y conservadores par a que marchara sobre el Istmo9. Aun en el interior del pas no se crea en esta exageracin militarista por el recelo entre los adversarios polticos pues consideraban que qu ien liderara podra aprovechar en su beneficio y en contra del gobierno, pero, sobre todo, a la falta de recursos para sostenerlo. La determinacin gubernamental no caus sino hilaridad en el exterior. El New York Tribune seal que Colombia anuncia que tiene 100.000 hombres listos para aniquilar d e la Repblica de Panam y que lo nico que falta es encontrar una va para lanzarlos a 9 Decreto nm. 1022, del 11 de noviembre de 1903. 9

cumplir su cometido, mas sucede que la natacin es mala a causa de los tiburones; la marcha por tierra es peor a causa del lodo; pero se dice que la va del aire, a vu elo, es buena 10 El aumento nominal del pi de fuerza del ejercito lo acompa la declaracin del estado de sitio en los departamentos de Cauca y Panam, y de la misma ciudad de Bogot; en est a ciudad, de igual manera, el alcalde Carlos Tavera Navas cerr las chicheras a las 7 de la noche. Despus de estos actos mas formales que efectivos siguieron mas actos inefectivos: primero comisin de paz enviada por el gobierno del departamento de Bolvar, que tuvo una conferencia a bordo del Mayflower el 17 de noviembre con los representantes pana meos11; una segunda comisin lleg a bordo del vapor France dos das despus, encabezada por el General Rafael Reyes12. Ya de antemano se haba decidido bloquear su arribo pidindo le papeles diplomticos que no tenan, ardid que puso en ejecucin la flota norteamerican a y con lo cual se le impidi desembarcar. A la comisin le fue permitido conferenciar e l 20 de noviembre con representantes panameos pero a bordo del vapor Canad. Frases galante s, brindis con champaa, consideraciones diplomticas, discursos nacionalistas y la fir ma de una acta para reconocer la imposibilidad de una marcha atrs, fue el logro de esta conferencia. Reyes en nombre de la comisin y del gobierno colombiano, telegrafi al gobierno norteamericano para indicar que Colombia no ejercera ninguna hostilidad c ontra la nueva Repblica de Panam , para luego seguir hacia los Estados Unidos por la ruta de Puerto Limn Costa Rica- y Nueva Orlens13. En Bogot: Las exaltaciones patrioteras, con sus discursos engolados tan superficia les como inocuos, los pronunciamientos de lealtad a la patria, desde lejos, dieron p aso a las actividades de reunin, tarda y lenta, de las tropas que tenan como propsito la recuperacin del Istmo; la infeliz parodia de las cruzadas del cristianismo , cmo irnicamente las llam un cronista en Medelln, quien les auguraba un fiasco seguro . Un grupo de ciudadanos preocupados por la parlisis oficial y lo inocuo de la medi da de aumentar el pie de fuerza del ejercito colombiano constituy una Sociedad denomina da Integridad Colombiana, encabezada por el Doctor Juan Bautista Prez y Soto14. Esta sociedad convoc al pueblo a presentarse en armas. En el Teatro Municipal de Bogot hubo aglomeraciones para alistarse. El recinto era incapaz de contener el espritu patr itico expresado por hombres de diversos estratos y colores polticos. Se defini entonces

hacer expediciones blicas que marchasen a las costas del Pacfico a reintegrar el territor io perdido y a conjurar el peligro , evitando de paso que otros departamentos siguier an el mismo ejemplo de Panam. 10 En el peridico La Estrella de Panam nm. 13175, Panam, 3 de diciembre de 1903. 11 Formada por N. G. Insignares, Eloy Pareja G., Demeterio Dvila, Francisco Padrn y Fanor Vlez. 12 La integraban tambin el general Pedro Nel Ospina, Jorge Holgun y Lucas Caballer o. 13 Peridico La Estrella de Panam nm. 13166, Panam, 22 de noviembre de 1903. 14 Formaron parte de esta sociedad, entre otros: Adolfo Len Gmez, Indalecio Camach o Barreto, Carlos Jos Espinosa, Fabio Lozano T., Heliodoro Ruiz Ramos, Felipe Santiago Escobar y los g enerales Luis Mara Gmez Correa, Jos Dolores Monsalve, Ignacio Foliaco y Horacio Crdenas. Peridico Las N ovedades nm. 379, Medelln, 20 de agosto de 1910. 10

Entre diciembre de 1903 y enero de 1904 se organizaron cuatro expediciones: la p rimera al mando de Antonio Roa Daz, la segunda comandada por Juan Crisstomo Ramrez y la tercera encabezada por el General Jos Dolores Monsalve15. El Comandante en Jefe d el Ejercito Expedicionario era el general Daniel Ortiz. De las cuatro expediciones slo la primera lleg hasta el Darin; la segunda march de Bogot hasta Barranquilla, donde se dedic al jolgorio; la tercera lo hizo hasta Cartagena y la cuarta se orden disolve r en la propia Bogota, frente al Palacio de Santo Domingo, ya reconocida toda inutilidad de la accin. La primera expedicin sali de Bogot con un centenar de hombres, despedidos con frialdad e indiferencia. El contingente desfil en el atrio de el Capitolio hacia l a estacin del Ferrocarril de la Sabana, en profundo silencio; no se le prest siquiera el co ntingente de una de las Bandas Militares de la Capital; mas pareca un cortejo fnebre de algn irr edento que la vanguardia de un cuerpo de ejercito destinada a reintegrar el territorio patrio 16. Era tal la desidia y el abandono que nada se esperaba de estas tropas sin un rea l respaldo del gobierno que simplemente las permita para calmar las exaltaciones patriticas y cui dar las apariencias. Un cronista de Medelln escribi para la poca ...tales envos de fuerzas se van cumpliendo sin ardor, sin regularidad, por lo qu e se nota, todo lo cual le da al movimiento un aire triste que augura fiasco seguro. En vez de recoger esos patriotas, alentarlos, formar con ellos cuerpos regulares y hacerlos marchar, arma en balanza, a cumplir un plan de campaa, se les manda a la buena de Dios, consumir dinero y nimo en el viaje: esa infeliz parodia de las cruzadas del cristianismo, terminar perfectamente mal, mi ver, sino se entona17. Informaciones de prensa panamea daban cuenta que el 23 de diciembre el Mayflower se encontr el barco Pinzn conduciendo 300 hombres y municiones a la base de Titumate. Con precisin no se sabe cuntos hombres en realidad fueron a parar a estas tierras en los intentos reintegracionistas. Se dice que el ejrcito estuvo conformado por entre 1 000 y 2000 hombres que tomaron como bases de operaciones los sitios de Sautat, Titumate, Pla yona y Acand. En el campamento de Titumate se centraron las principales actividades: el General Daniel Ortiz comenz a sacar un peridico llamado La Reintegracin , una especie de avanzada de la prensa nacional en las selvas del Atrato y del Darin , segn lo llamaban18; trataban de conquistar con buenas maneras y exaltaciones literarias y festivas a los dirigentes cunas, comenzando por Iapaquia , quien en estas circunstancias era visto como el poderoso cacique de San Blas, Jef

e 15 Esta expedicin la conformaban adems por: Horacio Crdenas, Inspector General enca rgado del Estado Mayor; Ismael Pineda U., Primer Ayudante de Comandante en Jefe y Cronista de la Expedicin; Daniel Medina M, Secretario General; Jos J. Rojas, Jos Mara Serna, Horacio Saenz, Rafael D . Salazar, como jefes de los Cuerpos. Peridico Las Novedades nm. 380, Medelln, 27 de agosto de 1910. 16 Peridico Las Novedades nm. 377, Medelln, 5 de agosto de 1910. 17 Enrique Ramrez, en Revista Lectura y Arte nm. 6, Medelln, diciembre 1903, pg. 114 . 18 Peridico El Espectador nm. 598/599, Medelln, 11 de febrero de 1904, pg. 374. 11

de las tribus indgenas que habitan en las costas del Darin [conformadas por] aguerridos y valientes hombres , quienes segn los mismos, no queran a los americanos, con quienes comerciaban bastante, por que eran engaados la mayora de las veces por estos19. Iapaquia fue invitado a Titumate por el Coronel Arcadio Quintero, donde fue recibido con honores militares, tal como le corresponda al rango de Coronel que le haba otorgado aos atrs el Presidente Carlos Holgun; mientras que para los panameos el cacique se encontraba secuestrado, los colombianos lo consideraban su aliado. Las acciones militares se limitaron a un carteo de cortesa y buenas maneras entre el General Ortiz y W. H. Furner, Comandante de las naves de la Marina norteamericana Nashville, Dixie, Atlanta, Maine y Mayflower, que asediaban, intimidaban y controlaban las tropas colombianas, o, establecer en una eminencia ubicada abajo del desage del ro Cacarica en el Atrato, que se llamaba El Tangarr , una guarnicin en previsin de ataques panameos por ese flanco. Otra de las mltiples acciones que tuvo en sus manos el General Ortiz fue la de lo s viajes a Cartagena, en procura de recursos las cuales eran generalmente fallidas. Precisa mente en unos de sus viajes se encontr con la 3. Expedicin formada por mas de 400 hombres, q ue haba salido de Bogot el 21 de enero de 1904 por la va Facatativa-Guaduas-Honda-La Mara-Calamar, llegando a Cartagena el 27 de febrero, en medio de ataques periodsti cos por los desmanes cometidos en el trayecto, sin ningn tipo de auxilio y aun sin or denes claras. Lo ms sobresaliente de este encuentro fue un acto en el Hotel Cartagena d onde asistieron los oficiales de tres expediciones, incluido el Comandante en Jefe Ge neral Daniel Ortiz para la entrega de un retrato del jefe de la 3. Expedicin elaborado por el p intor de Medelln Mariano Hernndez, quien era comandante en esta Expedicin. Mientras tanto en Panam de las burlas iniciales se pas a cierto temor generalizado para lo cual se dispusieron tropas en el Darin con el fin de impedir el ataque de una fue rza que se pensaba era de diez mil macheteros y hacheros caucanos que entraran por el ro Paya -alto Tuira-, dispuestos a abrir una trocha de 300 kilmetros o ms y abrirse paso hasta l a ciudad de Coln. El temor reverencial que se haba creado alrededor de los macheteros negro s caucanos por sus actuaciones en las diferentes guerras civiles, justificaba que se tomaran en serio lo que probablemente ocurra allende del ro Atrato. Incluso se asegura que lo s norteamericanos dispusieron militares disfrazados de leadores y varios capitalista s de Nueva York penetraron en la selva del Darin, en el extremo oriental de la Repblica , para explorar y trazar mapas de ros y trochas en donde podran ocultarse los colombianos 2 0. Fueron estos hechos producto mas de un imaginario creado alrededor de la guerra

de nervios que de las acciones que realmente estaban sucediendo. Pues las desmirria das tropas colombianas a pesar del impaciente anhelo de reintegrar el territorio perdido por lo menos morir en la demanda, salvando as [el] honor ante el mundo civilizado , no poda n hacer nada pues moran diezmados luchando contra una multitud de inconvenientes , en 19 Ibd. 20 Ovidio Diaz Espino, El pas creado por Wall Street...Op. cit., pg. 176 12

un enervante clima , sin auxilios y negados por el propio Presidente, por temor a l as represalias de los Estados Unidos21. Segn las narraciones posteriores, recogidas en el mismo sitio de Titutame, desde el principio los expedicionarios llegaron con escasez de recursos y permanecieron c uatro meses sin apoyo del gobierno y sin recibir auxilios; all fueron humillados permanentemente por los vapores de guerra norteamericanos que patrullaban y cont rolaban estas costas. El hambre, el clima y las enfermedades hicieron mella en estos ilu sos patriotas, que comenzaron a ser diezmados. Era una tragedia absoluta. En las pla yas todos los das se abran huecos en donde eran depositados entre 5 o 6 cadveres. Al cabo del tiempo el gobierno le envo una nota al general Ortiz en donde le ordenaron que se retirara con su gente de estos puntos y no intentara seguir la campaa a Panam; de lo contra rio, sera l tratado, con su fuerza, como rebelde 22. Fueron los mismos indgenas que recogieron dinero para regalarle a la tropa, un pe so plata para cada uno. Ante la orden perentoria debieron organizar la marcha de regreso de los pocos que quedaban: habiendo contemplado un cuadro aterrador. Al saber los enferm os la orden de marchar, como podan hacan sus los y, entre caminando y gateando, iban a mo rir a la playa . Los nativos ayudaron a montar en el barco a vapor a muchos de los sobrevivientes. En el trayecto a Cartagena murieron varios que fueron lanzados a l mar. Despus del regreso a Cartagena los sobrevivientes de la 1. Expedicin se unieron a l os de la 3.; a estos el Ministerio de Gobierno les haba propuesto el 19 de marzo marchar a Titumate como soldados pero a establecer una colonia militar, pero con la experi encia que tenan sobre la situacin en aquel lugar decidieron disolverse. Incluso para regresa r tuvieron que sublevarse en las calles de Cartagena e ser encarcelados, pues se l es negaba el pasaporte y los dineros para el viaje hasta Bogot. El 23 de marzo un grupo de no ms de cien hombres, formado por 22 expedicionarios de la 1 y el resto de la 3, sali de Ca lamar en el vapor Zea. En el recorrido, en puertos y leateros del ro Magdalena, fueron q uedando ms vctimas23, enterradas como hroes por sus compaeros, en medio de palabras patriticas, para luego seguir el camino del anonimato. La entrada a Bogot la narra el cronista de la expedicin Ismael Pineda as: en abril de 1904, conducamos a Bogot en compaa del General Horacio Crdenas- un centenar de agonizantes restos gloriosos de las tres expediciones patriticas que ordenes del General

Daniel Ortiz marcharon a la costa a tratar de poner a salvo siquier fuese las ap ariencias del decoro nacional 24. No poda ser mas lnguido y pattico el cuadro, pues la mayor parte de los expedicionarios que alcanzaron a regresar lo hicieron con enfermedades incur ables, 21 Luis Fernando Gonzlez Escobar, El Darin. Ocupacin, poblamiento..Op. cit, pg. 202. 22 Peridico Las Novedades nm. 378, Medelln, 12 de agosto de 1910. 23 En Turbaco fueron enterrados el Coronel Juan Nepomuceno Quijano y el Teniente Vargas y en Puerto Berro el Capitn Luis Bernal, entre otros. 24 Peridico Las Novedades nm. 368, Medelln, 3 de junio de 1910. 13

exanges, plidos y demacrados , a vagar en Bogot, como hroes desconocidos de los antiguos tiempos de la repblica 25 Las consecuencias en el Darin Lo acontecido en noviembre de 1903, caus en Colombia tal situacin de angustia, expiacin, reclamos y miedos, que se puede denominar como la enfermedad del Sndrome de Panam : manifestado de diversas maneras, cada una de ellas con consecuencias sobre la realidad regional: el temor a la secesin de otra parte del pas, especficamente el Choc; la prdida de integridad territorial ya fuera por esa nueva secesin, por la delimitacin fronteriza con Panam o por la compra de tierras por extranjeros; el pesar por la prdida de la anhelada va interocenica, la necesidad de una nueva va y la posible desintegracin nacional por el inters de las potencias mundiales en la construccin de esa nueva va, fueron algunas de esas manifestaciones del sndrome vivido, que tuvo como epgono un sarpullido de antiimperialismo Yanqui, que afect a casi toda la poblacin26. Este Sndrome de Panam , condujo a diferentes acciones con el fin de detener el supues to avance imperialista hacia el Darin, el golfo de Urab y las bocas del Atrato, que e staban infectadas de capitalistas extranjeros, supuesta avanzada para conquistar nuevos territorios y desmembrarlos de Colombia. Leyes sobre baldos, fomento de las tierras fronteriz as -Ley 19 de 1904 o de fomento para la regin del Choc -, creacin de la Intendencia del Choc -el 5 de noviembre de 1906 por la Asamblea Nacional-, proyectos utpicos de ciudad es colonizadoras, etctera, fueron planteadas desde Bogot. Una de esas medidas fue gen erada por el Decreto nm. 1148 del 3 de octubre de 1905, mediante el cual se cre la inspe ccin de Polica ms grande que ha tenido en la historia Colombia: la Inspeccin del Darin27; para capital fue designado el casero de Titumate y como primera autoridad, con fun ciones de Alcalde, para apoyar el desarrollo de los caseros, atender los intereses nacio nales y departamentales, a uno de los consentidos del presidente de la Repblica, el Gener al Daniel Ortiz Pero esta era apenas era una parte de lo que el General Ortiz pretendi al regresar al Darin despus de su fracasada y lastimera campaa de sometimiento del rebelde Departamento de Panam , pues lo que quiso fue acometer privadamente la colonizacin y explotacin de la comarca del Darin y, de esa manera, coadyuvar a la accin oficial d e poner a raya, con la ocupacin de facto, las futuras pretensiones sobre ampliacin d e lmites del flamante Estado 28. El General Ortiz el nombramiento como Inspector de Polica l o 25 Ibd., nm. 377, Medelln, 5 de agosto de 1910. 26 Luis Fernando Gonzlez Escobar, El Darin. Ocupacin, poblamiento..Op. cit, pg. 202.

27 Comprenda desde los lmites con Panam, por la costa Caribe hasta la desembocadura del Atrato al Norte, el ro Atrato al Oriente, al Sur el ro Napip y Limones y, al Occidente, la costa del Pacfico desde la boca del Limones hasta Punta Ardita en los lmites con el Departamento de Panam . Diario Oficia l nm. 12467, Bogot, 7 de octubre de 1905, pg. 1. 28 Diario Oficial nm. 16902, Bogot, 3 de octubre de 1919, pg. 9. 14

sumaba al de colonizador oficial, pues ya haba formado en Cartagena desde el 4 de noviembre de 1904 la Compaa Nacional del Darin, junto a comerciantes cartageneros pero donde el era el accionista mayor29. Ortiz recibi el total apoyo del gobierno de Rafael Reyes, que incluso entr como accionista. Nada raro este hecho, pues Reyes para sostenerse en el poder acudi al generalato del ejercito al que le prodig toda clase de favores, al entregarle gra ndes contratos y concesiones, as a Ortiz en el Darin como en Bolvar, Alfredo Vsquez Cobo con las minas de Supa y Marmato en 1905, Toms Quintero con al concesiones de baldos en el ro Valle en 1908, Juan J. Restrepo y el cia el Choc, entre otros. negro Marn, en contratos de caminos ha

La compaa, con la direccin del General Ortiz ejerci verdadera soberana en este territorio, pues mont su empresa de aserro, tumbo monte con su cuadrilla de negros y desplaz poblaciones nativas; pero la realidad no correspondi a la fantasa , y los rendimientos que haba calculado matemticamente resultaron pinges. Si bien el proyec to inicial del General Ortiz no se cumpli a cabalidad, fue la punta de lanza para el posterior otorgamiento de grandes baldos incluido el mismo en otros sectores del Choc y a personalidades bogotanas que quisieron desarrollar proyectos, incluyendo adems el traspaso posterior a empresarios o compaas extranjeras, algo que supuestamente se quiso evitar desde el principios. Entre ellos se puede mencionar a Luis Cuervo Mrquez, Fabio Lozano T., Rafael Mooure, Joaqun de Mier y Carlos Cuervo Borda, quienes recibiero n grandes baldos en el Darin en 1914. Se debe tener en cuenta que Fabio Lozano fue u no de los miembros de la Sociedad de Integridad Colombiana y Cuervo Mrquez sera Ministro en 1919. Ortiz y los dems grandes adjudicatarios se enfrentaron abiertamente a los propios colonos que se haban asentado y adelantado una colonizacin agrcola asociada a la explotacin a la tagua y, especialmente, a los habitantes cunas que comenzaron a desplazar, de sus propias tierras mediante enfrentamientos armados. Los cunas que fueron los nicos que tuvieron enfrentamientos armados con los norteamericanos por permanecer leales a Colombia, aunque sin registros en la his toria, despus de los intentos permanentes de seduccin por el ejercito reintegrador se enf rentaron al dilema de mantenerse firmes con un pas que no los protega y por el contrario ap oyaba a quienes los desplazaban. No obstante en este tiempo Iapaquia segua manteniendo una discreta actitud entre Panam y Colombia. En 1912 fue de visita a Bogot y se entrev ist

29 Ortiz interes a reconocidos e importantes comerciantes cartageneros como Carlo s Vlez Danes, Juan Bautista Mainero y Trucco, junto a otros personajes como el General Indalecio Ca macho, para conformar el 4 de noviembre de 1904 en Cartagena, la denominada Compaa Nacional del Darin, en la q ue Ortiz era el socio mayoritario con 20 acciones, mientras que el segundo socio era el General Camacho con 6, y despus Jos Manuel Galvis con 3 y Carlos Jara Hernndez con 2; los dems socios tenan de a una accin, incluidos Mainero y Trucco, Vlez Danes, Pedro Vlez R., entre otros accionistas, que en total sumaban diez y nueve. A.G.N., Seccin Repblica, Fondo Ministerio de Gobierno seccin 1a., t. 718, fl. 253. En Luis Fernando Gonzlez Escobar, El Darin. Ocupacin, poblamiento..Op. cit, pg. 242. 15

con el presidente Carlos E Restrepo, pero sus gestiones no fructificaron, por el contrario fue criticado, sealado como cacique astuto y engaoso , el cual haca en Panam las mismas papeladas que hizo en Bogot , jurando bandera y ofreciendo defender el territorio30. Su intento de establecer una poltica autnoma no era entendida y la d efensa del territorio fue un fracaso, al menos en la parte colombiana. De ah que no fuera extrao que Iapaquia hiciera el reconocimiento de Panam a mediados del ao de 1913. Mientras que Estados Unidos fue el primero en hacerlo a los pocos das de la revolucin , la antigua Nacin Cuna fue la ltima. Esto fue mal recibido en la prensa colombiana que guardaba aun esperanzas en mantener el control de es te territorio. Al respecto dijo un diario de Medelln que el cacique el mismo que repe tidas veces ha ido a Bogot en donde se le ha recibido siempre en forma generosa, ha rec onocido la independencia de Panam y ha incorporado parte de la Costa de San Blas a aquell a sedicente Repblica . Esta accin fue calificada de criminal y slo motivada por la codi cia, a pesar que el gobierno colombiano haba intentando atraer a los indios de la Costa de San Blas . Hasta este ao se consideraba aun la costa de San Blas como colombiana y terr itorio indisputable31. Nuevamente se plantea una misin militar para que se vaya a demostrar a Iapaquia y a los panameos, que en esta ocasin no hay navos yanquis que impidan al valor colombia no castigar a los que del territorio nacional han querido hacer una baratija que se vende y se compra en almoneda indicada por algunos desalmados . 1000 hombres y el crucero Cartagena eran considerados como suficientes para reivindicar los derechos en Sa n Blas y para demostrar a los Estados Unidos que Panam careca de elementos primordiales indispensables en un pueblo soberano: soldados con que defender lo que cree que les pertenece 32. Ya no estaban apostados los navos norteamericanos, ya no eran 100 mil sino 1000 l os hombres, pero igual seguan las frases patrioteras y exaltadas, clamando por invas iones, mientras se mantena la incapacidad de defender los intereses de quienes realmente habitaban y eran propietarios de estas tierras. Los cuna se replegaron hacia Panam, donde mantuvieron su autonoma, quedando apenas dos pequeos enclaves en el ro Arqua y en ro Turbo. Los colonos agrcolas tambin siguieron el rumbo de Panam, buscando nuevas alternativas en tierras donde hubier a gobernantes ms comprensivos. Las grandes adjudicaciones para el desarrollo de pro yectos agroindustriales que se beneficiaran al estar cerca al Canal de Panam, esto es, en el ombligo de las rutas comerciales del mundo fracasaron estruendosamente. Hoy el D

arin dividido en dos como consecuencia de la secesin de Panam, muestra a ambos lados de la frontera, dos formas de entender el desarrollo y las sociedades, a pesar de habe r sido una unidad histrica y cultural. 31 Peridico El Sol nm. 591, Medelln, 5 de junio de 1913. 32 Ibd. 16

Fuentes Peridicos y revistas: Diario Oficial, Bogot, 1919 Peridico El Espectador, Medelln, 1904 Peridico El Sol, Medelln, 1913 Peridico La Estrella de Panam, Panam, 1903 Peridico Las Novedades, Medelln, 1910 Revista Lectura y Arte, Medelln, 1903 Bibliografa Daz Espino, Ovidio, El pas creado por Wall Street. La historia no contada de Panam, Bogot, Planeta, abril de 2003. Gonzlez E., Luis Fernando, El Darin. Ocupacin, poblamiento y transformacin ambiental. Una revisin histrica, Medelln, Universidad de Antioquia-Fundacin Natura, marzo de 1999, texto indito. Romoli, Katleen, Los de la lengua de cueva, Bogot, Instituto Colombiano de Antropologa-Instituto Colombiano de Cultura, marzo de 1987. De Pas en Pas. Polifonas caribeas. Paraninfo Universidad de Antioquia Medelln, 4 de noviembre de 2003. 17