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Sebastián Castillo (Señor Nadie),

Editorial “Antes de la Nada”, 2012.

"119104" Los ojos de los que han partido fundidos con la piel calcinada y sus voces llenas de sufrimiento han sido ahogadas por el gas la muerte se nos aparece convirtiendo en toneladas de hollín nuestros quebrados y débiles huesos en la lengua de quienes fueron olvidados quedaron las palabras de auxilio que muy tarde fueron escuchadas con el hierro ardiente sobre los pellejos de humano a animal a nada y en la nada desapareció el dolor de una pelea que no nos pertenece pero en la que terminamos convertidos en el centro de atención los días se igualan los unos a los otros días de muerte, de olvido, de dolor lamentos detrás de los muros que se rehúsan a callar a ratos vuelven los recuerdos y esas almas en pena, flagelantes mantienen

con vida un recuerdo que se rehúsa a morir. La mentira detrás de las pastillas” Palabra simple corazón partido navaja afilada un blanco fácil mar de sangre para tu cuerpo nadar pequeña muerte se aproxima último suspiro de tu boca último aire de tu aliento otro muerto de cementerios un poco más de crudeza mía un día más de muerte tuya día eterno paraíso tuyo infierno mío "Atravesando el silencio” El reloj de pared sufrió un infarto en 15:46 con un silencio que podía desgarrarse y así todos los presentes incontenibles le arrancábamos pedazos en un canibalismo inconcebible tal vez ella calla por el miedo a no saber qué decir el quizás para que ella tuviese algo que decir ambos, porque no

estaba seguros del otro ¿Quién lo está? ¿Acaso caminamos buscando las puertas abiertas? El gutural urbanismo me sobrecoge me agarra del cuello y acelera mi paso no me detengo a observar a alguno en una mezcla de miedo y desprecio los vagabundos se comen el concreto haciéndose cenizas en una vida que suele echar raíces y crecerse a sí misma todo en una instantánea de un solo paso (el mirar) nadie es el único que sabe si es que miran porque buscan algo que perdieron tiempo atrás o están siendo estrangulados por la vida en el final tampoco hubo palabra alguna solo un silencio compartido yo me fui, ella no me detuvo tampoco mire hacia atrás no sé si aun me espera… no lo creo las cosas no son así. “Rumbo melódico” Los violines marcan el sendero mientras las

primeras imágenes saltan a la vista son confusas anárquicas incluso y carecen de todo sentido, perfectas pues como buscar sentido en el caos y la violencia se vuelve a la escena principal no hay telón ni guiones tan solo la corriente a ver si logras beber el sorbo que estabas esperando la llave me enjuicia por lo visto y los aviones no cesan sus rugidos de medianoche que abunda en suburbia y nos hace a todos acéfalos de nuestra misma historia sin final pequeña y abundante aletargo mis palabras seguro, siempre a costa de no ir al riesgo miseria y abandono sin saber que hacer de todas formas los aviones no cesaran su grito ni los vecinos sabrán de que has sido excomulgado "Bartender" Para no retornar un falso emprender rostro que se brota a cada

minuto pienso en cómo (me ha extasiado) no puedo mirarla siento cobardía pero mis esencias piden distinguirla una última vez antes de levantar velas y no verla jamás ¿Para qué anhelarla? ¿Por qué tan acerba es la esclavitud? Sin recompensa, sin justificación y deseo aun así poseerla me pierdo en sus trascendencias y su voz melodiosa melodramático apego y un beso quizás otra unidad olores a flores oleajes del océano vientos que trasladan mis apetitos y sucumben se hunden en el mar como aquel amor que prematuro brotó y así como surgió se fue para no regresar “Invocación” Me escape de mi refugio solo para sentarme en medio de todo el caos lo primero es la forastera que con cigarro en mano mira sin rumbo en busca del recuerdo entre las gotas

ya fallecidas todos en pequeñas comunidades dialogan quizás que cosas que entre barbaries y risas estrepitosas pasan desapercibidas sutil similitud con el ente en medio de todo que con o sin intención se convirtió en nube y lluvia y un miedo por salir a la luz nada es lo que parece en todo caso es difícil creer a todo esto con ese infernal murmullo de múltiples bocas todo hablan pero nada dicen trato de no detenerme en los detalles por miedo a que me devoren o quizás realmente lleguen a interesarme esto es tan gris como esto nadie es luz en el fin de los túneles ni menos un alivia-mentes para todos lo que parece es simplemente la tragedia los árboles ya no lloran secos ni menos buscan las miradas evadidas un destello de realidad para lo oprimido y el pulso de la rutina que late, que late sin parar

no podemos obviar los designios del caos ni menos que los ojos no se detienen el líder de los tiempos en su trono se aparea con alguna cortesana libre de culpa que no me devore grita ella que no nos encuentre él le susurra en un destape de consciencias y yos incapaces de defenderse la estocada no se hace esperar ¿Recuerdas los grises? Mi único amigo... olvídalos pero no completamente, tan solo deja la esencia de que nada es un cuchillo sobre tu piel y las puertas al dolor siempre estarán abiertas te miraran desde el fondo con desprecio y no habrán culpas de por medio te escoltaran fuera de borda y te obligarán a saltar al vacío eres el responsable no sigas mintiendo el solo calló "Corfu" Los cuervos sobre la cabeza y no despertó los cuervos le tiraron

las garras encima y el rostro le cortaron no supo de si después del ataque se enteró muy tarde de los pájaros negros de las oxidadas garras y de los momentos que vivió en su interior historias de vida son ahora tragedias despertó y vio la alas de plata sobre él y lloró justo antes de recibir sobre su rostro el regalo de Dios bajo fuego y desolación fue apuñalado por la espalda su cultura incomprendida su arte devastado en el azote de la Swastika fue asesinado. “Inalcanzable” Estoy muy arriba como para hablar en tu idioma pero tú no quieres mi mensaje y has optado por dejarme aquí mirando al cielo justo al frente de Dios pero sin poder hablarle está preocupado de los que están por debajo de las nubes y quienes están más cercanos a él son abandonados

haciéndonos creer que no le necesitamos nosotros también somos tus hijos y por tanto también queremos tu amparo dios nunca escuchaste al hijo cuando te pidió jugar ni menos cuando te pidió un abrazo por eso te dejo y en el camino al mirar hacia atrás lleno su corazón de odio hacia ti y se convirtió en mí. “Derretido en el campo de batalla” Un día Sebastián se derritió sobre la cama de nubes de fuego cuando se iba a levantar a dormir en el campo de batalla de donde solemos sacar nuestros latidos es bellísimo pero de abusar de él te darás cuenta que tan solo eres un testigo de estación y no estarás por siempre. “Trilocura” El loco Pérez anda trabajando en donde los

demás se divierten en donde los hombres dicen “te amo” el loco Melo come basura humana friendo sesos con caldos arcaicos de viejas recetas de aquelarre el loco Castillo está loco de locura Locolococolocolo (espera…) no sabe dónde está el norte del sur Pérez nunca dijo te amo Melo nunca dijo provecho Castillo de una se quedo mudo violador caníbal humano.