san josé: hombre justo, respetuoso de la ley, un
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Hacia la Santidad del
Matrimonio, para Servir en el
Amor
“Hacia la Santidad del Matrimonio, para Servir en el Amor”
Instituto Secular “Fieles Siervas de Jesús”
“Cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de San José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema” “Al igual que San José, una vez que hemos oído la Voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar”
Papa Francisco, Filipinas enero 2015
Encuentro con las Familias
“Que la Virgen María, obtenga a las familias de todo el mundo sentirse cada vez más fascinadas por el ideal Evangélico de la Sagrada Familia, de modo que se conviertan en levadura de nueva humanidad y de una solidaridad concreta y universal.”
Papa Francisco, diciembre 27 de 2020
Biblioteca del Vaticano
San José: hombre justo, respetuoso de la ley,
un trabajador, humilde, enamorado de María.
«Con corazón de padre: así
José amó a Jesús, llamado
en los cuatro evangelios «el Hijo de
José». Con estas palabras inicia el Papa
Francisco, la carta apostólica Patris Corde.
Aprendemos de San José a ser y vivir el servicio
en la vida de pareja en una entrega completa al
cuidado del otro, formación y protección de toda
la familia.
Ser parejas y padres de la Ternura. San José
nos enseña que tener fe en Dios es creer que
Él puede actuar incluso a través de nuestros
miedos, de nuestras fragilidades y de nuestras
debilidades. De esta manera aprendemos a ser
padres y parejas de la ternura.
Ser parejas y padres de la obediencia.
Implica saber escuchar no solo a nuestra pareja,
no sólo a nuestros hijos sino también saber
comprender a través de lo que acontece en
nuestra vida, el plan de Dios para nosotros.
Ser parejas y padres en la acogida. El Papa
Francisco nos recuerda el enorme corazón de
José al acoger a María como suya, “Sin
condiciones previas”, obediente de las palabras
del ángel que le anunciaba un misterio casi
incomprensible.
Nos preguntamos cómo sería el Instituto y
Matrimonios en Servicio, si tuviéramos la
capacidad de acoger nuestras propias misiones
con la misma acogida y fe de José.
Ser parejas y padres de la valentía creativa.
Significa enfrentar un problema sacando a
relucir los recursos que ni siquiera pensábamos
tener. Miremos a José, que tuvo que organizar
primero un viaje de Nazaret a Belén, recibir el
nacimiento de su hijo a solas. Huir
apresuradamente a Egipto para salvaguardar la
vida de su familia, todo para volver a casa y
establecerse nuevamente en Nazaret y
empezar tal vez de cero.
Ser parejas y padres de la valentía creativa
también significa transformar los problemas en
oportunidades, es confiar en Dios que nunca
nos abandona e ir descubriendo su plan de
amor para con nosotros.
Ser parejas y padres trabajadores.
Convierten el trabajo en participación de la obra
misma de la salvación, en oportunidad para
acelerar el advenimiento del Reino, para
desarrollar las propias potencialidades y
cualidades poniéndolas al servicio de la
comunión.
Parejas y padres a la sombra. El Papa
Francisco nos dice que seamos parejas y
padres que no aceptamos a los que quieren
usar la posesión del otro para llenar su propio
vacío. Seamos parejas y padres que no
confundimos autoridad con autoritarismo,
servicio con servilismo, confrontación con
opresión; por el contrario, parejas que elegimos
amarnos porque Él nos amó primero, capaces
de tener paciencia, poniendo el amor más en
las obras que en las palabras. Que nuestra vida
no contemple quejas sino gestos concretos de
confianza.
San José ruega por
nosotros
Alejandro - María Cristina Pareja Responsable General
Queridos hermanos:
Los miembros del Instituto Secular Fieles Siervas de
Jesús experimentamos hoy como nuestro corazón se
inunda de gozo y alegría al celebrar juntos los 80 años de
su fundación y a lo largo de ellos, algunos de sus
acontecimientos más importantes que su vez han marcado
la vida de quienes hoy estamos aquí y de tantos hermanos
nuestros que en estas ocho décadas, luego de una vida de
seguimiento fiel al Señor y de entrega a sus hermanos, han
partido a la Casa del Padre.
Por esto cantemos con el salmista:
Damos gracias, es lo que corresponde, y por eso hemos
celebrado la Eucaristía, para hacer memoria de las
maravillas del Señor que ha caminado con nosotros en el
devenir de la historia del Instituto, “volver hacia atrás
para ver como Dios nos ha salvado, recorrer el camino
–con el corazón y con la mente- con la memoria.” Recorrido que hacemos juntos para situarnos en algunos
hitos de nuestra historia que, considero, marcaron las
bases y el fundamento del Instituto y, entre ellos, destacar:
El SÍ de Merceditas al Señor cuando, después
de años de oración y búsqueda de la Voluntad de
Dios, se dispone a seguir las mociones del
Espíritu Santo, que van dando forma a nuestro
Carisma fundacional.
La entrevista de Merceditas y el P. Basset el 19
de noviembre de 1939 cuando le promete
acompañarla en esta empresa “tan nueva para él.”
El primer retiro espiritual dirigido por el P.
Basset, autorizado por su Provincial, momento
desde el cual empezó a ocuparse del primer grupo.
El retiro en el cual, “les entregó una tarjeta
donde se leía: Fieles Siervas de Jesús” diciéndoles que ese sería el nombre de la futura
sociedad, fruto de su inspiración.
La primera redacción de las Reglas de la
Sociedad realizada en enero de 1941 por
Merceditas Ricaurte, Josefina López, y el P.
Basset y que sirvió de base para “las primeras
líneas generales”; al final “se resolvió que él las
redactara basado en sus propios conocimientos
del tema y en el proyecto de ellas.”
La fundación oficial del Instituto, el 25 de
marzo de 1941 para la cual “no hubo ninguna
ceremonia especial, pues el Padre era amigo de
la sencillez.”
Las primeras Probaciones escritas por el P.
Basset en el año 1945, condensadas en “un
folleto con 18 probaciones”, que dio origen al
primer libro titulado A TI ALMA GENEROSA,
publicado en 1949. “A través de varias ediciones
este libro fue la base de MI ENCUENTRO CON
CRISTO, el Manual básico de nuestra
“No te contentes con amar a Dios con tu pequeño corazón humano:
eso es bien poco, por no decir nada.
Ámalo con corazón grande y ánimo decidido, con todo el amor de tu Corazón.” San Juan Eudes
“¡Dad gracias al Señor, invocad su
Nombre,
divulgad entre los pueblos sus Hazañas!
¡Cantadle, tañed para Él,
recitad todas sus Maravillas:
gloriaos en su Santo Nombre,
se alegren los que buscan al Señor!
MARZO 25 DE 2021 PALABRAS DE GRATITUD
Fiesta Patronal 80 Aniversario
“En primer lugar: trabajar seriamente por vivir la
espiritualidad. Esto implica una vida de oración
llevada con fidelidad. Para que nuestro Instituto
progrese, debe estar fundado en la espiritualidad de
sus miembros. Solo así produciremos sólidos frutos
apostólicos.
espiritualidad, cuyo primer ejemplar fue
entregado el 3 de marzo de 1978 cuando las
Bodas de Diamante, 60 años de vida sacerdotal
del padre Basset”, en otro hito histórico.
La historia continúa y en, marzo 2 de 1950
Monseñor Ismael Perdomo, Arzobispo de
Bogotá, mediante Decreto aprueba erigir
canónicamente al Instituto Secular Fieles
Siervas de Jesús de Derecho Diocesano. A partir
de esta fecha el Instituto queda vinculado
oficialmente “a la Arquidiócesis de Bogotá.”
Luego el “El 7 de agosto de 1968 la Sagrada
Congregación para los Religiosos e Institutos
Seculares, por Decreto I.S. 17/47 firmado por el
Papa Pablo VI, declara el Instituto de derecho
Pontificio y concede la aprobación “aa
experimentum” a las Constituciones.” La publicación de “la primera carta circular con
un tema de formación del Padre e
informaciones y noticias de los centros. Con esta
carta se empezó a mostrar desde el primer
momento la característica de espíritu de familia
y de unión, que más tarde, en junio de 1944, se
convirtió en el “Correo de Familia.”
Así podríamos seguir destacando acontecimientos
especiales y nos llevaríamos muchas cuartillas, ahora solo
deseo destacar dos acontecimientos que son muy queridos
para todos y que le dan un sello especial a nuestro Instituto,
los cuales, a su vez, son producto de su madurez, seriedad
y fundamento magisterial: el nacimiento de las secciones
de Cooperadoras y de Matrimonios en Servicio, con los
cuales el Instituto se ha fortalecido y ha hecho mayor
presencia en la familia, núcleo de la sociedad y ha
extendido su tarea en el compromiso del apostolado.
El 80 Aniversario del Instituto es momento propicio para
agradecer de nuevo a la Congregación de Jesús y María
por el acompañamiento que nos han brindado desde la
fundación del Instituto y que se traduce en beneficios
espirituales para los miembros de las tres secciones. El
padre Basset, como lo expresó Merceditas “durante 45
años veló sobre nosotras, alentando nuestros pasos,
guiándonos por un camino seguro de servicio y fidelidad
a la Iglesia, y formándonos en la espiritualidad
Eudística de la identificación con Cristo. Este carisma
nos introdujo además en la familia Eudista, que
consideramos como propia”, desde ese momento los
vínculos fraternos se han prolongado en el tiempo.
El Papa Francisco nos enseña “El don mismo por el cual
damos gracias es también motivo de examen de
conciencia, de revisión de la vida personal y
comunitaria” por eso releemos y reflexionamos hoy las
recomendaciones que nos hizo Merceditas en su carta a la
Asamblea general del año 2004, para detenernos en su
sentido y relanzarlas hacia el futuro:
Permanezcamos siempre unidos, como familia espiritual,
en esta “Escuela de Santidad” que es nuestro Instituto y
avancemos juntos en la búsqueda de la Voluntad de Dios.
Afectísima en el Corazón de Jesús y María, hoguera de
amor,
La segunda meta que quiero señalarles es el trabajo
por vocaciones, trabajo perseverante pero confiado,
sin esos pesimismos que quitan fuerzas. No basar
este trabajo en estudios especulativos, o en
proyectos vagos, sino en la práctica. Recordemos lo
que nos ha indicado el Santo Padre: "Pasar de una
pastoral de espera, a una pastoral de propuesta".
En tercer lugar, quisiera hacer un llamamiento a la
generosidad apostólica de todos nosotros. El campo
es grande y la Iglesia al aprobarnos cuenta con
nuestra total colaboración. Ninguna podemos
excusarnos al respecto o contentarnos con
pequeños esfuerzos si podemos hacer más. Nuestro
amor a la Iglesia debe medir nuestro esfuerzo”
La sección de Cooperadoras: Iniciativa de Lucy Parga, Fiel Sierva de
Jesús Consagrada del Centro las Mercedes
de Bogotá, aprobada en el IV Comité
Pleno del Instituto en enero de 1959.
La sección de Parejas de
Matrimonios en Servicio:Iniciativa del sacerdote Eudista Carlos
Guillermo Álvarez Gutiérrez, aprobada
en la XI Asamblea General del Instituto
de 1989.
“Para comprender el alma de San José se necesita tener el corazón de la
Virgen María. ¡Qué sencillez y qué profundidad! ¡ Qué vida tan común y qué
santidad tan elevada! El Vicario del Eterno Padre en la Tierra, el Padre
matrimonial del Verbo Encarnado, el hombre de confianza del Espíritu Santo,
el digno esposo de la Madre de Dios, es el pobre carpintero de Nazaret. Y
mientras lo admiraba la Santísima Trinidad y lo contempla María con tierna
veneración, él pasa silencioso gastando sus fuerzas en dura labor y
consumiendo el corazón en humilde y abnegado amor. Esta es la lección que
nos da la vida del gran San José: llegó a la más eminente santidad, no tan
solo porque el hombre de la vida sencilla, de las tareas humildes y
monótonas, sino porque todo lo humilde y pequeño lo hizo con grande amor”.
P. Andrés Basset, Mi encuentro con Cristo, Probación 36, pg. 377
“El Padre (Basset) me ha propuesto como modelo a la Santísima
Virgen así: amar la pobreza como María, practicar la obediencia
como ella que obedeció a San José y la castidad también como
ella es la Reina de las Vírgenes…”
Correo de Familia, Noviembre – Diciembre de 2016 N°665 pg. 6
“… Pero la familia de José y María es la primera
familia del Nuevo Testamento y en ella se expresa
toda la misericordia de Dios al darle a Jesús como
Salvador y aquello que nos permite servir a Dios con
santidad y justicia; igualmente como Luz que guía
nuestros pasos por el camino de la paz…”
P. Carlos G. Álvarez, Nuestro Dios es Misericordioso, XX
Retiro de preparación a la Pascua, 2016, pg. 56
“La Palabra eterna de Dios, al tomar carne en nuestra historia (Jn. 1,14)
asumió su experiencia de encarnación en el seno de una familia sencilla,
pobre y piadosa de su pueblo y habitó en Nazaret” como uno de tantos” (Fil.
2,7). José y María fueron “sus padres” (Luc. 2,41) y en el seno de esta familia,
no sólo vivió las costumbres de su pueblo (Luc. 2,21.22.41-42), aprendiendo a
orar, a conocer la Palabra de Dios ya celebrar las fiestas de la Comunidad,
sino que vivió sujeto a ellos en obediencia filial (Luc. 2,51) y creció en
sabiduría y en gracia de Dios (Luc. 2,40). De esta manera consagró y santificó
la vida familiar y nos enseñó a edificar nuestras familias en el amor, la
confianza y la solidaridad entre todos. Por eso, la santa Comunidad de Jesús,
María y José ha de ser contemplada, honrada e imitada como ejemplo, espejo
y regla de toda familia cristiana que quiera vivir al estilo de Dios”.
San Juan Eudes. Reglas de la Santísima Virgen María, Cap. III. OC. IX, pg. 114
EL 8 de diciembre de 2020 convocaba el Papa
Francisco el Año Jubilar de San José con
motivo del 150 aniversario de la Declaración de
San José como Patrono de la Iglesia universal.
Realizó la convocatoria mediante la hermosa
Carta Apostólica PATRIS CORDE – CON
CORAZÓN DE PADRE, así José amó a Jesús.
El objetivo de la Carta es que crezca el amor a
este gran santo, para ser impulsados a implorar
su intercesión e imitar sus virtudes, como
también su resolución.
Para hablar de San José como fiel custodio de
la familia es importante resaltar que Dios mismo
le confió sus más preciosos y grandes tesoros:
a su Hijo Amado y a María Santísima. Y como
bien sabemos, cuando Dios da una tarea,
siempre concede los dones y las gracias para
que podamos realizarla con perfección. Por
esto, José recibió dones y gracias particulares
para cumplir esta santa tarea y para responder
con perfección a este llamado. Sin embargo,
recibimos los dones, pero corresponde, a quien
los recibe, cooperar con la gracia para que den
frutos abundantes. Decimos, por tanto, como lo
afirma la Escritura, que José fue un hombre
justo, quiere decir santo, que a lo largo de su
vida cooperó con la gracia recibida y por esto
respondió, como siervo fiel y prudente, a la
Divina Voluntad (cf. Mt. 1,19). Precisamente por
saber escuchar a Dios, dejarse guiar, saber leer
los acontecimientos, estar atento a lo que le
rodea y saber tomar decisiones sensatas, fue
custodio fiel y prudente de la Sagrada Familia y,
por supuesto, es fiel custodio de todas las
familias bendecidas por María y Jesús.
Para recordar un poco de este custodio fiel y
prudente, revisemos lo que nos dicen los
Evangelios sobre San José. Descendiente de la
familia de David, nació en Belén y vivió en
Nazaret; esposo de María Santísima, padre
adoptivo de Jesús y protector de la Sagrada
Familia. Fue carpintero o artesano y con su
trabajo sostuvo a María y a Jesús; enseñó su
oficio a su Hijo. San José santificó el trabajo
ofreciéndolo para gloria de Dios, por esto es
protector de los trabajadores e intercede ante
Dios por aquellos que no tienen empleo, cuánto
enseña a los padres de familia. Fue un hombre
SAN JOSÉ, CUSTODIO DE LA FAMILIA
valiente para asumir el día a día de sus
compromisos como acoger a María como
esposa, buscar posada en Belén, organizar el
nacimiento del Niño Jesús en un lugar
desprovisto casi de todo, huir a Egipto para
salvar al Niño de Herodes, sobrevivir en un país
desconocido, volver a Nazaret para educar a
Jesús como hombre, sostener la Sagrada
Familia. En todo demostró como dice el Papa
Francisco “una valentía creativa que sabía
transformar un problema en una
oportunidad, anteponiendo siempre la
confianza en la Providencia” (Patris Corde –
PC, 6c). Murió antes que Jesús iniciara la vida
pública y, lo más seguro, es que contó con la
presencia de Jesús y María en su lecho de
muerte. Se le llama protector de los
trabajadores y de los inmigrantes, protector de
los agonizantes, custodio de la buena muerte,
sostén de las familias y protector de la Santa
Iglesia. Así como cuidó al niño Jesús de las
manos de Herodes, él cuida a todos los niños;
así como acogió y cuidó a María, acoge y cuida
a todas las madres y esposas. Cómo no
venerarlo como custodio de las familias si
desempeñó con tanta grandeza el encargo de
proteger en todo momento y situación a la
Sagrada Familia, cómo no venerarlo e invocarlo
como custodio de la familia si con su vida es
testimonio elocuente para que padres e hijos
construyan familias unidas que son testimonio
del amor de Cristo por la Iglesia.
San José ama a la familia y desde su vida en
Nazaret junto a la Sagrada Familia enseña a los
esposos y a los hijos que “tener fe en Dios
incluye además creer que Él puede actuar
incluso a través de nuestros miedos, de
nuestras fragilidades, de nuestra debilidad.
Y nos enseña que, en medio de las tormentas
de la vida, no debemos tener miedo de ceder a
Dios el timón de nuestra barca” (PC 2g). José
es custodio de la Familia porque con su vida
oculta y silenciosa en Nazaret enseña a padres
y a hijos el don de escuchar a Dios, de dejarse
guiar por su voluntad, de ser sensible a las
necesidades de las personas que se le han
confiado, de leer con realismo los
acontecimientos del día a día y tomar
decisiones sensatas. En José la familia ve cómo
se responde a la llamada de Dios con prontitud
y disponibilidad y, cómo se trabaja teniendo
como centro a Cristo Jesús.
Finalmente, José es custodio de la Familia pues
“fue capaz de amar de una manera
extraordinariamente libre. Nunca se puso en
el centro. Supo cómo descentrarse, para
poner a María y Jesús en el centro de su
vida”. (PC 7d). Y precisamente hoy el mundo
necesita padres que acompañen a los hijos en
el camino complejo de la vida sin ser amos o
dictadores sino guías amorosos, exigentes y
comprensivos.
MARTHA VITALIA CORREDOR DE PORRAS
Directora General De Las Cooperadoras
Que Jesús y María nos ayuden a
degustar este Año Jubilar de gracia
implorando a San José su intercesión
para que, imitando su vida y virtudes,
nuestras familias sean reflejo de la
Familia de Nazaret.
LAS PAREJAS DE MATRIMONIOS EN SERVICIO A
IDENTIFICARSE CON CRISTO
Empezamos este año
dedicado a San José
Patrono Universal de la
Iglesia, por ser esposo de
la Virgen María y Padre
Adoptivo de Jesús.
Ejemplo de fe, santidad y
obediencia, como hombre
contemplativo de los
misterios del reino.
Maestro de Jesús, protector de los
indefensos, ejemplo del silencio profundo,
pobreza evangélica, humildad y obediencia.
San José mantenía una amistad intensa con el
padre creador y, desde este punto, nuestra vida
la enfocamos en mantener esa amistad
entrañable con nuestro creador, a confiar
plenamente en sus designios, a aceptar y
cumplir su voluntad; para llegar a esto, día a día,
afianzamos nuestra fe con la oración, la escucha
de la Palabra, el Santo Rosario y la eucaristía,
sin olvidar la generosidad y el desprendimiento;
seguir caminando con ese Sí de San José nos
motiva a trabajar para que, los que están a
nuestro alrededor, también conozcan a Jesús y
crezca en ellos ese amor incondicional que nos
permite tener docilidad y entendimiento, y así
poder cumplir el Plan que Dios tiene para
nosotros.
El silencio y la escucha nos ayudan a recibir las
gracias que Dios nos regala, con las cuales
podemos desarrollar mejor la misión que
tenemos como padres, hijos, hermanos, amigos,
y a discernir todos los acontecimientos de
nuestra vida sin juzgar, condenar o criticar; sino
al contrario, con prudencia y respeto, tratando
de buscar siempre ser ejemplos de humildad,
servicio y generosidad.
Pedimos a nuestro Señor que, a ejemplo de San
José, podamos seguir siendo defensores y
formadores de la familia y que, en cada una de
ellas, sigamos sembrando las virtudes que nos
llevan a una vida de obediencia y santidad, para
que, a pesar de que el mundo nos ofrezca otras
alternativas, sigamos firmes en nuestra misión
de extender el reino de Dios.
“La fe es firme fundamento de lo que se espera y prueba de las realidades que no vemos” Hebreos 11,1
Néstor Díaz O. y Maritza García B.
Pareja Secretaria
“SAN JOSÉ, TE PEDIMOS QUE TU EJEMPLO DE HOMBRE JUSTO Y
BUENO NOS ACOMPAÑE EN TODO MOMENTO”. PARA SABER
FLORECER ALLÍ DONDE LA VOLUNTAD DE DIOS NOS HA PLANTADO”.
LAS PAREJAS DE MATRIMONIOS EN SERVICIO
LA IDENTIDAD PROPIA DE LA CONSAGRACIÓN SECULAR
SAN JOSÉ MODELO DE CONSAGRACIÓN SECULAR
Partiendo del concepto de que la vida
consagrada es un estado de perfección que
multiplica los lazos que nos unen a Dios y nos
lleva a rechazar todo lo que nos une al mundo
terrenal, haciendo que, a través de una personal
decisión, nos donemos a su absoluta voluntad y
logremos una plena identificación con Él, pues
nadie mejor que san José nos puede ofrecer un
modelo de rectitud de acción cristiana que
busque sólo la gloria del Creador. A Él le
correspondió dar cumplimiento a su misión de
vida concreta.
Pues bien. En los relatos relacionados con este
gran santo no se conocen palabras expresadas
por él, tan sólo se conocen sus obras, sus actos
de fe, amor y protección como padre
responsable del bienestar de su amadísima
esposa y de su excepcional hijo, razón por la
que se conoce con el nombre de “El Santo del
Silencio”.
Su santidad se irradiaba desde antes de los
desposorios. Es un escogido de Dios; desde el
principio recibió la gracia de discernir los
mandatos del Señor. Su vida sencilla y humilde
se entrecruzaba con su silencio, que no significa
sólo mutismo, sino que le permitía mantener
¿A qué esposa no le gustaría que su
cónyuge la tratara con la delicadeza,
la dulzura y el cariño que José tuvo
con María, la elegida por Dios para
ser madre de Jesús, su hijo?
¿A qué buen padre no le agradaría
tratar a sus hijos con la confianza y
la paternidad que José tuvo con
Jesús, el hijo de Dios hecho niño?
Qué importante es saber actuar así en
la vida cristiana, más de cara a Dios que
a los que nos rodean, obrando con
rectitud de actuación, buscando sólo la
gloria de Dios que nos da una misión
concreta a cada uno.
todo su ser encauzado al cumplimiento del Plan
de Dios.
Con su vida interior, José nos enseña a orar, a
amar, a sufrir, a actuar rectamente y a glorificar
a Dios con toda plenitud. Su libre cooperación
con la gracia divina hizo posible que su
respuesta fuese total y eficaz. Dios le dio la
gracia especial según su particular vocación y,
al mismo tiempo, la misión divina excepcional
que Dios le confió requirió de una santidad
proporcionada.
Dios le recomendó la gran responsabilidad y el
privilegio de ser el padre custodio de su Hijo
Jesús y de la Virgen María, encargándole esta
misión muy concreta de nuestra redención. José
asume la custodia con discreción, con humildad,
en silencio, pero con una presencia constante y
una fidelidad total; él quiere pasar
desapercibido. Sabe actuar, pero en un segundo
plano, sin figurar ni acaparar protagonismo,
tanto en los momentos serenos como en los
difíciles.
Como a José, a nosotros Dios nos pide también
ser custodios de un montón de dones que nos
ha dado, empezando por nuestro mundo, la
creación, nuestra casa común, siguiendo por
tanta gente que Él nos ha puesto en nuestro
camino. Custodiar, entre otras cosas, es guardar
algo con cuidado y vigilancia. El don de la fe que
recibimos en el bautismo debemos saberlo
conservar con cuidado y atención ante las
amenazas del ambiente secularizado en el que
podamos encontrarnos. Pero para custodiar,
también tenemos que cuidar de nosotros
mismos.
Estar atentos a que nadie manche nuestra vida,
vigilando nuestros sentimientos, nuestro
corazón, para tener sólo intenciones buenas con
la ayuda de la Sagrada Familia.
Que este ejemplo de vida de san José sea la
motivación más sentida para animarnos en la
común vocación de la vida cristiana, para todos
los consagrados, es todo un llamado a vivir y
cultivar las virtudes hacia la santidad a la que su
hijo Jesús nos llama.
Carlos M. Navas y Martha E. Martínez
Pareja Promotora Vocacional
LAS PAREJAS DE MATRIMONIOEN SERVICIO SU
COMUNIÓN ECLESIAL AL TRANSFORMARSE EN SEMILLAS DE SANTIDAD
SEMBRADAS EN LA FAMILIA, PARROQUIA Y LA SOCIEDAD
Como parejas creyentes, estamos llamados a dar
testimonio y a trabajar como buenos obreros del
Evangelio, prestando nuestra colaboración a la obra de
nuestro Señor Jesucristo. Para dar testimonio y anunciar
este kerigma debemos escuchar la suave Voz de Dios que
nos habla al corazón de diferentes maneras:
1. Con su Palabra: cada mensaje es para el hoy de
nuestra vida, y nos interpela, nos cuestiona, nos ilumina
y nos confronta la forma como estamos viviendo, como
debemos ser sal y luz en nuestros apostolados ante la
familia, la Parroquia y la sociedad. Una ayuda excepcional
la encontramos en San José que siempre estuvo atento a
escuchar y obedecer la Voluntad de Dios. Nuestras
familias necesitan a San José para que nos enseñe la
importancia de la oración, el respeto mutuo, la pureza, la
honestidad, el amor, el perdón y lo más importante
acoger a la Palabra Dios por sobre todas las cosas.
2. En la vida sacramental que nos ofrece la Iglesia.
Dios nos habla, nos exhorta, nos convoca, nos clama para
que hagamos un alto en el camino por una renovación de
nuestra vida en cada Eucaristía y en cada confesión. Para
San José observar las normas de la religión Judía requería
que tuviese que viajar 3 veces al año a Jerusalén, una
larga distancia desde Nazaret, para participar en varios
rituales y ceremonias. Nosotros vivimos a poca distancia
de una Iglesia Católica. Si no dedicamos una hora a la
semana para dar gracias y alabar a Dios, no lo estamos
amando, ni le estamos dando lo que le corresponde. La
Santa Misa se trata de responder con amor al Amor y de
dar a Dios lo que le corresponde, se trata nosotros
obrando con justicia y amor hacia Él. No existe una
manera más extraordinaria y completa de decirle “ te amo”
a Dios, para agradecerle y adorarlo por sus bendiciones,
que mediante el Sacrificio Santo de la Misa. Pero también
hay que dar a los demás lo que les corresponde: ¿Lo
hacemos? ¿Amamos, veneramos y honramos a
María, nuestra Madre Espiritual? ¿Amamos,
veneramos y honramos a José, nuestro Padre
Espiritual? ¿Tratamos a los miembros de nuestra
familia con amor, respeto y dignidad? ¿Y qué hay
de nuestros vecinos, compañeros de trabajo y
todos los demás con los que nos relacionamos
diariamente? ¿Si tenemos empleados, ofrecemos
salarios justos?
3. A través de los Carismas, de las Virtudes, de los
dones personales que hemos recibido, se nos han
dado fundamentalmente para colocarlos al servicio de los
demás, para edificar nuestro matrimonio, para construir
mejor nuestra familia, para acompañar y ayudar a
nuestros amigos, a nuestros compañeros de trabajo.
Todo don o virtud que podamos tener es necesario
ponerlo al servicio de los demás; si lo guardamos, de
alguna manera se atrofia, pero si lo compartimos, se
multiplica. San Máximo de Turín interroga: ¿Quieres
saber por qué a San José se le llama justo? Porque
poseyó de manera perfecta todas las virtudes. San José
también es un ejemplo a seguir por los que trabajan por
el bien de las almas, entregando su tiempo, sus dones y
carismas, diligentemente y fielmente en la Viña de Dios.
Este trabajo también puede ser fácil y pesado, somos
humanos y necesitamos la perseverancia y la humildad de
San José. Dios nos da gracias y virtudes extraordinarias
para realizar misiones y apostolados difíciles, pero Él no
desea que acabemos totalmente extenuados o agotados
Recuerda la regla de oro: “Todo lo
que ustedes desearían de los demás,
háganlo con ellos: ahí está toda la
Ley y los Profetas” Mt. 7, 12
al extremo y que abandonemos Su Viña. Él quiere que
nosotros, como San José, seamos amorosos, piadosos y
trabajadores; que no tengamos temor ante los obstáculos
y las dificultades. San Pedro Julián Eymard nos insta :
“Pidamos a San José fomentar vocaciones firmes para
nuestro Señor”.
4. En las circunstancias, las situaciones y los
problemas que vivimos hoy. Esas contrariedades, problemas y situaciones con que amanecemos, y a veces
nos ponen a sufrir, son un llamado de Dios a ser más
pacientes, más confiados en la misericordia del Señor, a orar más intensamente, a tener más esperanza, a no
dejarnos abatir, a responder con amor y perdón a esa situación que estamos viviendo. Dios le concedió a San
José, entre tantas virtudes, la virtud de la paciencia, de
la cual él es modelo. Su misión requirió mucha espera, esas pruebas fueron oportunidad que aprovechó para
crecer en paciencia y santidad. Se mantuvo en paz, amable, tranquilo y abandonado en la Divina Providencia.
La paciencia no significa que estaremos libres de las
ansiedades de la vida. Permanecer en calma, resulta difícil en estos tiempos. San José nos hará crecer en la paciencia;
ésta será probada. Dios permite estas dificultades porque quiere que crezcamos en la virtud; la ejercitamos siendo
misericordiosos con los demás, especialmente cuando conocemos sus errores, pidiéndole a Dios la gracia de
amar al prójimo, siendo amables, pacíficos y
misericordiosos. En el trabajo, ofrecemos perdón por las ofensas; cuando manejemos, seamos pacientes y
corteses; con familiares y amigos difíciles, seamos agradables y compasivos; si actuamos así, siempre
terminaremos haciendo el bien. “Como San José, vivimos cada día de acuerdo a las disposiciones de la Divina Providencia, haciendo todo lo que Dios quiere”, sostiene San José Manyanet.
Dios de manera privilegiada nos habla en las situaciones,
circunstancias y adversidades del hoy de nuestra vida. De manera particular podemos orarle a Dios:
Como parejas llamadas a transformarnos en semillas de santidad, debemos sembrar con nuestra coherencia y
ejemplo de vida no sólo en el medio donde nos movemos, sino en las diferentes actividades, apostolados a los que
pertenecemos en la Parroquia. Con estas cuatro
meditaciones, en las que Dios nos habla al corazón, queremos invitarlos a dar el primer paso, para ser
parejas que podamos dar el consuelo, el apoyo, el acompañamiento y el primer anuncio de la Palabra del
Señor, a las familias que están atravesando momentos
difíciles, de tribulación, y los exhortamos, en este año dedicado a San José, a confiar en su intercesión y
custodia. La vida está llena de muchas tristezas; sin
importar lo que la vida traiga, San José siempre será nuestro consuelo, soporte y refugio, porque él conoce
muy bien las dificultades de la vida.
San José Marello nos dice:
-“Encomendémonos a nuestro buen Padre San José, patriarca de los afligidos, ya que él mismo atravesó estas tribulaciones. La sabiduría y la presencia de un padre dan seguridad, aliento y confianza en la vida, a pesar que nuestro mundo parezca desmoronarse”.
El Papa San Juan Pablo II nos hace este llamado:
“Actualmente la familia está al borde de un gran precipicio,
en nuestros días, ciertos programas sostenidos por
medios muy potentes parecen orientarse por desgracia a
la disgregación de las familias, se intenta presentar como
regulares y atractivas, con apariencias exteriores
seductoras, situaciones que en realidad son irregulares.
Todo esto contradice la verdad y el amor que debe
inspirar la reciproca relación hombre y mujer y por tanto
son causas de tensiones y divisiones que caen
especialmente sobre los hijos. Se oscurece la conciencia
moral, se deforma lo que es verdadero, bueno y bello, y
la libertad es suplantada por una verdadera y propia
esclavitud. Oremos por las familias de todo el mundo.
Oremos, por medio de Cristo, con Cristo y en Cristo, al
Padre, «de quien toma nombre toda familia en el
cielo y en la tierra» (cf. Ef 3, 15). San Juan Pablo II,
Carta en el año internacional de la familia 1994.
Edgar Duarte y Claudia Herreño Pareja Tesorera
SEÑOR, QUE NO ME ENSORDEZCA, QUE
NO ME ENMUDEZCA CUANDO ME
HABLAS. DAME ENTENDIMIENTO PARA
SABER QUÉ MENSAJE ME QUIERES DAR
CADA DÍA DE MI VIDA.
LAS PAREJAS DE MATRIMONIOS EN SERVICIO A OTRAS
PAREJAS A SEGUIR A CRISTO MEDIANTE LA VIVENCIA
DEL AMOR FRATERNO Y EL SERVICIO APOSTÓLICO
En nuestro caminar como pareja adquirimos el gran
compromiso de amarnos, y lo acordamos
voluntariamente el día de nuestra boda, cuando nos
dimos el SÍ y nos entregamos el uno al otro, con la
bendición de Dios. Sabemos que la vida matrimonial
no es fácil, que por el camino encontramos muchos
obstáculos que nos hacen flaquear y si no estamos
fuertemente unidos al Señor, todo se puede acabar
y nuestros sueños y proyectos, solo pueden quedar
en palabras y deseos no cumplidos.
Nuestra tarea diaria es fortalecernos con la oración,
alimentarnos con la Palabra de Dios, seguir el
ejemplo y el testimonio de personas que, con
entrega y sacrificio, obedecen y cumplen la Voluntad
de Dios. Solos no podríamos alcanzar la gran meta
de la santidad, de la salvación. Este trabajo se debe
reflejar en el hogar, guiando a los hijos por el buen
camino, sirviendo a los miembros de la familia, de la
comunidad y apoyando con AMOR a los más
necesitados, que acuden a nosotros buscando alivio
a sus penas.
Todas las parejas que desean seguir este camino,
tienen modelos para imitar y uno importante para
todos nosotros, es la
En una de las meditaciones de la
Consagración a San José se nos dice:
En este año Jubilar de San José, se nos invita a
reflexionar intensamente sobre la vida y el
testimonio de este gran Santo, el Padre de la
Trinidad en la Tierra, y por este acontecimiento
tenemos la oportunidad de enriquecernos con una
gran cantidad de documentos que destacan los
grandes valores del esposo de la Santísima Virgen
María y padre adoptivo de Jesús. Decía el Papa Pío
XI que, Jesús y María obedecían y respetaban a José
porque reconocen que la mano de Dios le otorgó la
autoridad que tiene un esposo y un padre, modelo a
seguir por todos los hombres que Dios les dio este
don de ser padres.
“La Santísima Trinidad es una Familia,
una Santa Familia (Padre, Hijo y Espíritu
Santo). Ellos quieren que seamos
miembros de su familia. Para hacer
que eso pase, Ellos establecieron una
réplica trinitaria en la Tierra (una
trinidad terrenal). La Trinidad en la
Tierra la constituyen Jesús, María y
José. Ellos son la primera Iglesia
doméstica. Los Miembros de esta
Familia nos prepararon para ser
miembros de la Familia Eterna de Dios
en el Cielo”.
Reflexionemos acerca de lo que nuestro Patrono Universal de la Iglesia quiere para nosotros y nos enseña con su ejemplo:
San José desea bendecir nuestro hogar, si lo
acogemos amorosamente, invocamos su intercesión
y lo honramos, Él bendecirá nuestra vida doméstica y
donde Él está presente también Jesús y María lo están
para fortalecer nuestra vocación de parejas
consagradas. Aprendamos de San José a escuchar y
a meditar desde nuestro corazón, para poder tomar
las mejores decisiones para nuestra familia y para
nosotros mismos, porque en el silencio podemos
escuchar la voz de Dios quien guía nuestra vida, pero
este escuchar a Dios la debemos ir afinando a medida
que estrechamos nuestra relación con Él, a través de
la oración diaria.
San José ama la vida doméstica porque es allí
donde se forman los recuerdos más valiosos, así
como él guardó los momentos vividos con Jesús y
María en su corazón y en su mente también nosotros
debemos atesorar las experiencias vividas con
nuestros seres queridos para fortalecer nuestros lazos
de amor en familia.
San José nos recuerda el verdadero sentido de la paternidad. Él con el niño en los brazos nos da testimonio que debemos ser padres amorosos y protectores de los cuales nuestros hijos y ahora nietos puedan aprender y crecer seguros a nuestro lado, incluso en las carencias y situaciones más difíciles. Él
San José nos enseña que el fundamento de la
unión conyugal es la comunión de amor,
ejemplo de todo matrimonio. Los esposos
debemos encontrar en la vida de San José y en la
Familia de Nazaret, muchas enseñanzas que nos
lleven a vivirlas en el día a día y a imitarlos, para que
nuestra convivencia de pareja esté enmarcada en el
AMOR FRATERNO, la sencillez, la humildad, la
disponibilidad, la obediencia, la paciencia, entre
tantos otros valores que nos conduzcan a hacer la
voluntad de nuestro Padre Dios.
Pedimos a Dios por intercesión de San José que
nuestras parejas se acerquen y vivan el Evangelio.
Donde quiera que esté San José, el Espíritu Santo
está presente y San José nos dirá que, si queremos
ser llenados por el Espíritu Santo, solo hay una cosa
absolutamente necesaria: . Por esta razón,
exhortamos a todas las parejas consagradas que
pertenecemos al Instituto Secular Fieles Siervas de
Jesús a orar y pedirle a San José que interceda por
nosotros para que, siguiendo sus virtudes de padre
adoptivo de Jesús, atraigamos a otras parejas a
seguir el camino hacia la santidad y se conviertan en
las nuevas semillas para nuestra sección de
Matrimonios en Servicio
es un padre que carga con todo el peso de su familia y es feliz haciéndolo porque los ama. CAMPO ELÍAS Y GLORIA ROCÍO
Pareja Responsable Local
“San José Esposo y Padre elegido por Dios para conducir la Sagrada
Familia de Nazaret, protege a nuestras familias.”
“San José es cabeza de la Sagrada
Familia, padre de la Trinidad en la Tierra
que refleja de forma cercana a la
Santísima Trinidad en el Cielo” San Pedro Julián Eymard
“La santidad es vivir una intimidad, una
amorosa comunión con Dios, es observar
los dos grandes mandamientos de amar
a Dios y al prójimo, evitar el pecado,
liderando una vida de virtud y
permaneciendo en estado de gracia.
Nada de esto es posible sin el Espíritu
Santo en nuestra vida.”
(Meditación de la Consagración a San José).
La Comunidad de Bucaramanga con cariño se une a la celebración
de los ANIVERSARIOS de:
|
Comunidad de Cúcuta
Comunidad de Bogotá
Comunidad de Bogotá
Comunidad de Cúcuta
Comunidad de Santa Marta
LA PRÓXIMA EDICIÓN DEL CORREO N° 136 A CARGO DE: COMUNIDAD: SANTA MARTA – PLATO – BARRANQUILLA
MESES: JULIO - AGOSTO
Cumplir un año más de vida es una BENDICIÓN y La Comunidad de Bucaramanga se une a esta celebración felicitando a:
2 JOAQUÍN CÉSAR CAMARGO MOLINA PLATO
13 ECENEIDA CARDONA GUTIÉRREZ MEDELLÍN
14 MARTHA GONZÁLEZ DE ORTEGA CÚCUTA
26 SILVIO BARROS GUERRERO (q.e.p.d.)
SANTA MARTA
CON NUESTRA COMUNIDAD DE MES COLOMBIA
ALGUNAS IMÁGENES DEL VIDEO EN EL QUE
CONMEMORAMOS LOS 80 AÑOS DEL INSTITUTO
CON EL INSTITUTO EN SUS TRES SECCIONES CELEBRAMOS VIRTUALMENTE POR YOUTUBE LA SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DESDE EL
SEMINARIO VALMARÍA
CELEBRAMOS LOS 80 AÑOS DEL INSTITUTO VIRTUALMENTE CON
LAS TRES SECCIONES DEL CENTRO LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE BUCARAMANGA
DETALLES QUE RECIBIMOS DEL CENTRO LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE BUCARAMANGA POR LA
CELEBRACIÓN DE LOS 80 AÑOS DEL INSTITUTO
SAN FRANCISCO DE SALES
“Glorioso San José, esposo de la Virgen
María, te rogamos a través del Corazón de
Jesús, danos tu paternal protección”.
S.S. BENEDICTO XV
“Deseo ofrecer una particular palabra de
aliento a los padres para que tomen a San
José como modelo, aquel que vigiló al Hijo
del Hombre puede enseñarles el Significado
profundo de su propia paternidad”.
SAN PEDRO JULIÁN EYMARD
“San José es nuestro guía y nuestro modelo,
porque nuestra vocación es como la de Él.
Tenemos que vivir su vida, practicar sus
virtudes y asimilar su espíritu”.
SAN CLEMENTE MARÍA HOFBAUER
“Me refugio en tus brazos (San José) para
que tu majestad me lidere por los caminos
de la virtud”.
SANTA BERNARDITA SOUBIROUS
“Si alguien no encuentra un buen maestro que
le enseñe como ORAR, que tome por maestro
a este buen Santo (San José) e irá muy lejos”.
SAN BERNARDINO DE SIENA
“Este hombre santo (San José) tiene una dignidad y una gloria tan elevadas que el
Padre Eterno le otorgó generosamente una semejanza de su propia primacía”.
SAN JUAN PABLO II
“¡Aquellas almas más sensitivas a los
impulsos del Amor Divino han visto
correctamente un brillante ejemplo en la
vida interior de San José!”.
BEATO BARTOLO LONGO
“Oh mi querido Padre San José, quiero
amarte con el amor que María te tiene”.
SAN ANDRÉ BESSETTE
“Yo solo tengo una gran devoción por San
José. Esta es la que me guía y me da una
confianza total”.
SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
“El santo ejemplo de Jesucristo que
mientras estuvo en la tierra honró
altamente a San José obedeciéndolo
durante toda su vida, debería ser suficiente
para inflamar todos los corazones de
devoción a este santo”.
PAPA LEÓN XIII
“A ti acudimos en nuestras pruebas, oh
bendito San José, que, habiendo pedido la
ayuda de tu Santísima Esposa,
confiadamente también pedimos tu
protección”.
SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ
“Él (San José) protege a los que lo veneran
acompañándolos en su camino por esta
vida, así como protegió y acompañó a
Jesús mientras crecía”.
BEATO JEAN JOSEPH LATASTE
“San José fue el custodio de Jesús y de
María; y naturalmente, también ayudó a
que las almas que anhelaban unirse más a
ellos pudieran hacerlo”.
SAN LEONARDO DE PUERTO
MAURICIO
“Todos los cristianos pertenecen a San
José, porque Jesús y María le
pertenecieron”.
ORACIÓN OFICIAL PARA EL X ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS
22 – 26 de junio de 2022 Presentada por la Diócesis de Roma y el Dicasterio para
los Laicos, la Familia y la Vida
Padre Santo, estamos aquí ante Ti,
para alabarte y agradecerte el gran don de la familia.
Te pedimos por las familias consagradas en el Sacramento del Matrimonio,
para que redescubran cada día la gracia recibida y, como pequeñas Iglesias domésticas, sepan dar testimonio de tu Presencia
y del amor con el que Cristo ama a la Iglesia.
Te pedimos por las familias
que pasan por dificultades y sufrimientos, por enfermedad, o aprietos que sólo Tú conoces:
Sostenlas y hazlas conscientes
del camino de santificación al que las llamas, para que puedan experimentar Tu infinita misericordia
y encontrar nuevas formas de crecer en el amor.
Te pedimos por los niños y los jóvenes, para que puedan encontrarte
y responder con alegría a la vocación
que has pensado para ellos; por los padres y los abuelos, para que sean conscientes
de que son signo de la paternidad y maternidad de Dios
en el cuidado de los niños que,
en la carne y en el espíritu, Tú les encomiendas;
y por la experiencia de fraternidad
que la familia puede dar al mundo.
Señor, haz que cada familia pueda vivir su propia vocación a la santidad en la Iglesia
como una llamada a ser protagonista de la evangelización, al servicio de la vida y de la paz,
en comunión con los sacerdotes y todo estado de vida.
Bendice el Encuentro Mundial de las Familias. Amén.