SAINT SAENS CLARINET SONATA

En el último año de su vida, a la edad de 85, de Camille Saint-Saëns todavía estaba activo como compositor y director de orquesta, que viaja entre Argel y París. Además de una final de la hoja de álbum de piano, sus últimas obras realizadas fueron tres sonatas, uno por cada uno para oboe, clarinete, fagot y. Sintió que no tenía mucho tiempo izquierda; le escribió a un amigo: "Yo estoy utilizando mis últimas energías para añadir al repertorio de estos instrumentos descuidadas de otra manera." Tenía la intención de escribir sonatas para otros tres instrumentos de viento, pero nunca fue capaz de hacerlo. Saint-Saëns comenzó las obras a principios de año, mientras que en Argelia y los terminó en abril en París. No estaba solo en su deseo de escribir para estos instrumentos. Compositores ingleses, como Holst y Bax, y otros compositores franceses, como Honegger y Milhaud, también estaban empezando a ampliar la literatura para instrumentos de viento de todo al mismo tiempo. De hecho, Saint-Saëns 'sonatas tienen momentos pastorales y buen humor que son similares a los otros "obras, confiando en melodías y texturas simples que se encuentran incluso sus obras de cámara anteriores, pero conservando las formas clásicas para su estructura. Aunque los tres sonatas fueron publicadas antes de la muerte de Saint-Saëns, no se estrenaron hasta más tarde. Esta, la Sonata para clarinete y piano en mi bemol mayor, Op. 167, es apreciado por muchos artistas.Saint-Saëns Clarinete Sonata tiene cuatro movimientos, y por lo tanto se podría decir que se remontan más allá de la tradición sonata romántica, con su habitual buque de tres movimientos, a la tradición clásica que Saint-Saëns tanto amaba. La apertura de cepas melódicas del primer movimiento Allegretto flotante sobre un mar de olas de corcheas completamente tranquilas en el piano (subiendo y bajando en 8.12 metros); el compositor no tiene ninguna prisa para revelar los secretos del movimiento, pero todavía hay pasión en abundancia a medida que avanzamos, aunque el movimiento en su conjunto no es especialmente larga.Un movimiento scherzo que viene a continuación, ocupando la bemol mayor, y luego Saint-Saëns proporciona una Lento en la clave oscuro del bemol menor; sus notas estables y medio y, con el tiempo, negras, son tan persistentes en su perseverante lenta que casi nos sentimos angustia ante su incapacidad para romper con el canto fúnebre que crean. Mucho más feliz, sin embargo, es el Molto Allegro cuarto movimiento que le sigue sin pausa. Aquí el clarinetista se le da la oportunidad de girar y girar a algunas cosas virtuoso muy florido, pero al final es el tono tranquilo, e incluso, de hecho, la propia música, del primer movimiento que el compositor utiliza para cerrar.