robert klein la forma y lo inteligible

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Escritos sobre el Renacimiento

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  • ROBERT KLEIN

    LA FORMA YLO

    INTELIGIBLE Ercritos sobre el Renacimi:nt y el arte moderno

    ARTCULOS Y ENSAYOS RECOPILADOS Y PRESENTADOS POR

    ANDR~ CHASTEI.

    Versin castellana de lNS ORTEGA KlElN

    taurus

    T.

  • T culo orig~al: la fom,e el l'intelligible. 1970, Editions GAUlMARD Pars

    '

    1980, TAURUS EDICIONES, S. A. Prncipe de V cegara, 81, 1. o - MADRID-6

    ISBN: 84-306-1204-1 Depsito Legal: M-25 .253-1982

    PRJNTED IN SPAIN

    PRESENTACIN

    !3e- 3l.j~/13

    Robert Kiein era un buen amigo. Hemos trabajado juntos durante ,/iez aos con una libertad y un entusiasmo extraordinarios. Perrr me es totalmente imposible hacer su retrato.

    Cuando alguien con estas cualidades ha desaparecido, podemo_r re-coger cartas y opiniones a su respecto, reun:r le!ti11tcnios, recopifqr los r!:ferenfes t~x1os, pero a uno, irremMiblem::nte, le queda la duda de si hn estado tan atento y vigilante como hubi~ra sido necesan'o. Siempre vivaz, irnico, punzante, Robert Klein fue, de hecho, hasta el d'za de 111 muerte tan secreto y huidizo como pudo serlo con respecto a su pro-pia vida. Sin embargo, posea una extrtiordinan'a capacidad para extraer y presentar las verdaderas cuestiones, sonn'ndose ante las otras. Eto es lo que ha llevado a otras personaJ a sentir como un deber el reunir escritos en los que este don se manifiesta con una fuerza tal que no debera olvidarse nunca 1

    Al recuerdo no se le puede i1zterrogar como a un rostro. KJein era y sigu-e siendo una presmcia intelectual que no sabra explicar sin topar-me con el problema que, con toda naluralt:dad, ha dado tJulo a este /1b1u: las relaciones entre la forma y lo inteligible. Las preguntas que ms nos preocupan se tornan fcilmente adversas. Slo puedo sugen'r m ingcnium particular intentando inscribir su actividad intelectual y su humanidad i~tualmente fuera de lo comn. en una er!Jecie de c'IIOdril-l~ro que serf:z su casa~ Jidea/ en el .sentid~ de los ho;scopos de moda en los siglos XV y . XVI que a veces se nos ocurrfa consultar o fabn'car como entretenimiento. Nunca prfido ni indiscreto, a decir verdad in-rorruptible, generoso y .riletJcioso, desprovisto de cualquier afecttJ-Cin en un grado difilmente encontrable, atravesaba la vida; con desgra eras y complt'caciones innumerables, de las que no deca ni una pa-labra. A veces haca pemar e11 esos imperlurbables pe11onajes de Bor-

    1 Se trata de Maree! Bataillon. Hcnrl Zc:rncr, Huben Da.mish, Jacqucs Guilbme, Eruico Castclli, Eugenio G.uin, Paul Ricoeur.

    7

  • ger que sigutrr una tdea y tienm por s mismoJ una se~~ ~ tlel inldeeto, lrm neo tm coincidencias, so_rpnmn y fiel~ _, ' nOJ sorprmtlenles que la olrtJ. Puo eslos rectiTSos de un ~:::::::.: IIJI para mo11uu a lratIJ de J4doJ los terrenos, de las cie.ncriz:J - a los textos mis nliguos, tlt:flqtn medieval a Rimbaud o ~ ~ vittm a apuntar Olft1 rcftre,mg stmb61i&a pi1Ta ntbriiJilT la ltzJkz 7 ponibtlid11d conlmuaJ, que COTI lanla peifeccin iluslr Val!ry.. cw tkbui nadtl alltftdllcrrJ,,eo, smo il un pts balcni&o (por~np, dilldo) > qtu por muy mdemfle que haya quedo lD'fk - -' complacencw,. t.:/ lit'% me/uso anle toda indinacin a lo J~conocfa esa dificult.td en aaptarse y erurur en cotwil!encia CDC l:s sai represenladar en Ju eJiado ms puro por JG:rfka. Qztiz4s D:b:O:, las formas J m los fJ&rtiOJ de JU111!711ud de Klein -que .:::..;~:DIIIOCti~ mos- algo qtu usltjicarJ meor Ula mscripcin en elt~ 3zg=:lo la_ &~ela de tmult;_a tn#Utlltble y lan exlraamenle de(ouEsh D'J1'J stmumo q':'e era KJJfoa, el que buscando y rehuyendo cast-a/.: uz 11 "?~ta, tucrtka o 1111 amigo: la co11dusin es siempre la misn-~: po, "' Vllllf y 110 VIIJQJ ,

    N?,Podcmo, evtla~ alnb111r a ~~obcrl Klem, a quien el durir.:J j;14sO Mmhren .en rtlgtlflfiJ rtittaClOtJCI mzplucahles, una tensin perm..menl de ~ste ltpo. !'_ero co~ l, nit~guna queja, directa o disfrazada, eTj con cebihle. Una '!"'.e11nble y, u mrnudo, brillante tentlencia a la ironia era su ca_r(J('temttcll p~ra todos tJruellos con /o que intercambiab:1 t:ar las Y opmonn. U11a. tror~ia agud11 que puetJ ayudar a cerrllT el cll4ra do con otr.:t reftrencul, lomada tl1 la impre.sin tan fuerte y tf/1t tm141"gfl que dea la tngf'mosula verbal, szempre chispean/e, y el escepltcisTIJ() d~Yaslador_c loJ nmumos, sus compatriolfli que anlei que l u djin ron rn P.m.s como, por s61o criar a los ms notorios, lonesco o Ciaran. &14 refert'ncu es me11os sencilla 1 grilluilll a'e lo que pueda />iZrecer 11 Pn~ra uta. Klem, al que creo poderlo decrr-- k gustaa mucho PllTti, mclum IIIVtendcJ m tltmrnutos cuartos sin mueblu. asumi ple-n~le su com(m6n ~ optnd:~ A comimzor de 1966 escn'ha. a un amtgo: 41Me ~nmstes aJ conventn~ en un refugiado como los dems y aJ cr_ur qur unrr:~m,.nr' en 111 f'JIIC"ntb Ewopa oriental o cenu: la gen-te .[ren: corazn y las chrC':IS sexo. No "racionalices' ru aor:uJza dd p:us h2o formas 12n "ch:luvrnistas" , Sr uenes un aceso de aJma ~12-d, no delxs guardar rencor a aquellos o aqudlas que poseen un exceso _e r226n car!cnana (empl~o estos horribles lugares comunes para t'nsc-nane en que sendero pelrgroso te has metido, hijo mo). Fin del ser-mm (24 de fehrero.1e 1966), Era, como podemos observar, el inlerlo-

    at~lor mer1o! lranqu/tzador qrJ.I! pueda hallarse. Este tipo de amiaJ era natural en el - lema jJnr el pri'mo y a su vez Je htTba desligado, (IPa rent~met~Je, dt! totlar IM COIII!Xt'ones .wbreptiaias (debemo.r decir en apananata, ya qur de hecho fiaba I/1 dit1et0 g/ primer refugiado qlla

    8

    1~ u y em!ltJ!JQ lo poco que comegum a una la euferma e11 Israel) . '~1111rz. fue Jl!nc'/lametlle que haba aruiri_do la 1nenlalida_d de 1111 r 101 para rutim el descamo de su conaencta le eslabtl proht/;10 /iOr ' 1114~udo Jtml1miento de la mlif comedz. En resumen, un hombrtf t 'rab:l defondme de la aliena&in bajo todas sus fo"nas .

  • ctaba su inlencin de ocuparse pronto de otros mme.sleres y hablaba de una gran Esttica. Public algunor ensayor, el encadenamipzto de mr estudios filosfico/ choc menor que su perspectiva. Unicummte. ctJando Jtt repenlma muerte me llet~ a regopi/ar sUJ artculos Y ensa yos, percib en este conjunto un poco disperso fragmerJJos de JiiJ ~gran Proyeclo que no u.r de alentar su erpril-u. Voy a esforzarme en dffr una idea de ello la/ y como hoy da lo veo. .

    Klein era uno de esor ingenios que no se re('t'ten, que se megan a generalizar u azMM. Lo que verdaderamente le tnlere.sabo ertJ el ensayo 1 etJ ti qr~e con un lrazo rpido se procede a un sondeo profundo en la espesura de la HiJtona, o Ji se quiere, a una especie de extracc7.6n quirrgica. Este don de entrar en un nyeto mediante una oburvact'6fl (lguda y prema iiO poda defarle indiferente. CtJda uno de Jos lexJos que sigoen mueJira claramente este senlido del (a/oqtu iTJdito y, tambir1, el de laJ conclttiiones imperativas. He aqu, por ltmlo, a t:Jte filsofo 11ato entrando en el dominio de los htoriadore1, como un, Spit1oza que busca.re su bien en el P. Mene.rlrier, terico de laJ entrada; principescas, del teatro, de los emblemas, o en los iratados de retrica y de iconologa.

    Pensbamos precist~menlt que merece la pma abnr lo! trat.Jdos del Rell(tcimiento y que, como lo han mostrado E. Garin, P. O Krirtell.er, E. Gombrich y algunos otror, tenemoJ po.ribrlidades de mcontrar en tm rnaltexto la pregunta correcta. Intercambibamo: vo/Jmtan{l11lenle nueJiros pequefio.t descubnmientoJ hechos a travs dt: estas div~rsas re-1 copJaczones con ttulos frecuentemente exlraoJ: De expttendis 11.1 fu. giendis rebus o Ddl'ingcgno ddl'uomo. Pero estaba claro que Klein seguIJ su 1111dadura partictJ/ar que puede adardT1e muliimle un:J e.spe-ci.e de aplogo. En un ei1!4JO moral. Oc: tranquillltate animi, com.pue.r Jo en 1443-1444, Albert/ desliz un hermoso y basltmle extrao deJ-1 arrollo sobre el mosaico: ve et1 l un st1Jbolo de la actividad intelectual en JIU pasos mJ geterales aJ wn1o en el pt~Jo mis prec'so del arque lago y del h1sloni1dor d.el pasado. Todo nos il11ga ett estado de frag mentas, proveniente de restos de vasor, mrmoLes, objetOJ l!ife.r o pre ci'osos, reunidos como a egtiJ y por casualidad. De esta pila que se am011ton6 y ausl, mejor o peor, sobre eJ suelo, hay que hacer poco a poco. median! e deJp!cz::m:'e:~tos r:t::::to.r 4 clcm.::nto~, ;urg; ;ma figu-ra, o mejor: Jg composicron que vuelve al lodo riilleligi6fe. 1 inttJ ci6n unificadora qrte guIJ a la restitucin necesana, est comla111emetJ te estimulada o invalidada por la cimposiCton o la incoherencia del rewltado. Este tratado, que Joma prestado ostemiblemenle JU titulo de Sineca, intenta onenlar ti espritu hacia tm acuerdo entre el ordefl del conocirmenlo y el de las exigencias prronales y actiJIJ!es, e11tre el corJocimtento hislrico y la felicidad in tenor: FJ mismo Proyecto glo-bal puede valer. en sttm

  • enormemente a KJcin, que no tkj de rejltxiontlT sobre la nocon ~ rerpon.stlbi/lad. N lmzino de UrJa Jenc tk anlisis casi obJigaJorios, ~rab que es/a nor:in cimostenible rzo puede tomar r;rupo mt que por aJor:iaczrJ con la interprelacirt mgica de /a po1e11cias del. almll, y mir exacltunente, de la teoa de la renvo/Jura neur111ir:a, 1. del spiritus phantasticus, que explica la cxtraordimzrilz defini&i6n del fi: lrofo jlorer1tino, pero que viene de largo: Ogenes y Fcino vincula ban sin saberlo un residuo de religiones prlmivas ron las premisas d un2 rc:ligi6n racjooa.lauda . Lo que j>llJo er que, lejos de ser 1111 punto final, la teologa poftir:a del ~nacimiento opa:rece romo 1111 hilo en un cqmmo continuo, que slo acaba de empezar f1 resolvene en nues Iros ~1/lJ. Haba, por tanto -escn'be Klein- que reconocer cot1 Hetdegger que la loma de concienc"a es el acto lihre por excelencia, o mejor dicho el nico acto qtJe sea de otro orden que el de las obliga-&JOtJes racionales o naJurale.s. FJ anli.Ju estaba evidentemente ntimu-lado desde el pn'ncipio por es la rtom4 de pOJicim-importanle. No de-a de Jener inrerlJ el saber ttte Klein haba tenido anlenormenle e pro;yccro de un largo estudio (que qued ma&abado) sobre la respon1 IfJbtfidiid. '

    Hf1ba compre11dido admirablemente que la poca llamada Rem1ci rmento e aquella 011 qtu tm eijuerzo sit~ igtial fue realizado para des-arrollar harta JttS ltmlu extremos los rrcursos de una cietJet'a rit1 con-ceptn que trabajara para el establecirnieneo y la exploracr.n de stgno.r IIIJ'tlales o e mgefltm. Lo aclar dobltment: mediante observa- ' ClOnes sobre la moda del embLema (o impresa) que le pemJite de-mostrar en et'erto modo el funcionami~lo ir:telecJual del signo .:t1 toda la cultur(l. De una manera general, el conjunto de stu conclusiones Jobre el alcance de la IJOct6n del spisitus phancastims tanto m la filo-soj~a como en la li1erat11ra, la doctrina dJ .::mor y la teora del arle, deJ Dan/e a Giordmo Brono, ha aadido 1111a dimensin perdurable p111r1 la mtupretaet'n de la ipoca y /raudo lnetJJ de unqantropologa sin follo~. Dificilmenle u olvtda el piiJaje en el que, en airo emayo, Klein tmal;za IOI modalul.ules del amor segn Dante en fonr:in de loi 5piri-tcllr de la mrrada, t:S dcctr, de la emm6n del neuma psquit;o por los ooJ. Mutliplic as lai ac/aracione.r nuevos de loJ q11e yu u tludic 1~ &I pemlitido elucidar las consecuenciaJ. Deben conecttlTse con los fJJtudios que a-;Jtu o despJJs de estos trabajos han abordado el status de la cient.UJ en sus afinidades c011 la magia', la importncia de los vnecatJiJ-mos de foscmacior: y en ugundo plano demonolgico en numerosas rultUJde.r upeculatmu o prcficaJ, y por ltimo el desarrollo e las docmnflJ art.sticas: all/tguamente esbozado por E. Panofiky. fru ref10-IIOdo por Kiei11 grac1as ti la exploractn de los la.borioJoJ y singulare.s

    1 En e~ta vfa en 13 t~vc por mt l ~do e uve ()ca~ i6n en 111.\~~tir, se subrayari l.t convcr-genc.ta de los rrabajos de P Yatts , de D. W2Jkt'r , de E. Garin, de P. Rosst . E trtcluso aun, para Clt~C Ulla IC(Opibt i6n mu) ced ente 1\rl, s~utru tmd HJitory , lhe Rtni1UIQ1f u. (dtrado por Ch S Singlcton , a~himorc-, 1967 11 nn~

    12

    wJados de Lomazzo, el 14rico dego de Mtln 6 1!.1/e autor JtJ le habII or11Podo algunos aos. ~ _

    Armado con su ranalittca~ de fundammJo fenomenologuo, Klcm habfo destacado dos rasgo~ en ella de cierla impo:tancia. Loma2zo, al presentar los grandes gemos del arte: Rafael, Msgue( 11gel, Leonar-do ... bajo forma de Jiele gobernadores, que so~ 111! stel~ ~olum_nfli del templo tdeal de la pinJura, no usaba un llrtificto rdnco, smo qu_e 011Jptaba deliheradanunle al arte las frmulas de la magw_ ~lanellll}~ -la de Comelio Agnppa-: act11aba e!' s11m_a, como _un Jeonco POJtll .. uta del siglo XIX que adaptase a la ~steolog10 del artuta alg_unos tk los mul1ados de la biologa o de la fiSica. Pero, lo que es mas profu~do rJfII hay e11 Loma:zzo una fusin deliberada de l11 teora as concebr~a, de la histon'a comprimida er1 siete hroes~ de la mlica. Lo q"fe equrva-lt a reconocer en ello una doble perspectiva embrollada: la mlerfe~l!}l rra Jt utt pensamiento cdiacrnico, que recog.e un ort!e11 de stlci!Jton, cfUI un pensamiento r.smtrmco, y que orgam:za un n;t_e~tJ, pre_fgura las posic10m:s clebre.s de la t:rflico del arte, cuyos anlm.r deb(f'll1 ~t Jcnumn11e prosegurrse '

    La noetn tlel artc.:len!'ia, es decir, de flflfl sabidua encerrada en /tls eslrucJuras figuradas que la admini.Itr~~ . se abre hacia pr~hlemos qutz an ms nolab(es. N abordar el !~dluu d~ l111 comlrumorm en pcrsurcltva con la mmucta del ma!ematteo, lflem pudo ha:er ob.rerva-m nes que sorprerJdieron y luego convenet~ron al PI_OPto ~ Panofiky. f'fJJ el gran artculo de 1931, que fue publlc11do gfliCIJI.! a el, el oulor de La Perspectiva como forma sjmblic:t ya nu~CII escalrm6 11 Klem .Sif ,mrstad. Como para lat numerosas pequeas et~as de Dante o de Fw-no, Klein se las haba itJgeniado para hacer surgrr con gran desenvollu ra problemas de talla y a?'lplitud credentes, ~pona finalmente en causa las ms graveJ f unctones del orle de la epoca, all do_nde apa-

    renl~mtnlc no se Jralaba ms que de resolver m delalle, casr Jecruldo-no, como en la comlrucctn tcni&a del damero en Perspectiva .. : De tmludo con una idea q11e haba Jenido 11 bien retener - la de la mde-pendencza relaJiva de lllJ prctiCOJ arlesfltlales, y ms generalmente lo de la cultura de los talleres de artisti1I con respecto a los grande! t.lrat~tJJ h~omami:;;s- y qtte ha consolidado conriderablemenle, Klem analiz !os increbles titubeos del RenacimietliO en la pues/a tJ punJo del sistema perspectivo, d~l que con harta ligereza se hace l11 cla11e de u"'J nueva ~visin del mundo11. lieg me/uso 11 presentar come relrga-tfq, en czl!flos aspeclo.s. la manera en la q11~ Alberti pro;nulg6 kJ cons-truz.i(lne legitdma. Y el mediocre humanuta P. Gauncus, que eslu

    6 El Centro di Sturli del Rinasmenlo va a publtcill' c:n i:tcevc- el ens:~yo yg wuguo dr R Klr in, con una puenll ~punto de la seorit:t P. Buucehi,

    , Las obsccvadones de Klcln confuman las de: Michcl r'OtJCAlltT. en J MoiJ dlllll rlrous, P:lrh. Gt~Jiimard, 1965. que, por supuc-sl(l. le interrsaba vivamente. JlC!'fl al qJc h,br b opuC'sto con gusto 11! et.tgcncas de un :lllh.!tS m~ paciente-. mero os rubtmmo en 1. rl~ccrfln de refcrenci:u y que ~doptasc ou:u w iculgctoncs ~tencralcs.

    13

  • tllabamos er~lonceJ en comn en la Ecole pratique des hautes tudcs,le permit.; eJiablectJr - aquf otra vez, en oposicion con las apreciactones rperficialu- cmo la perpecliva eJi ms ligada rz Jos problemiiJ,tk r:omposki6, (istona) que a la flleligibiJifiad abstracta del espacro. E.ua t:J ilu.rona, t:fl razn del nmero de v:zri'ables, tle IM diversas ponbilida ele de construcci6, y de la altemalzva eft la amrmorfos de proyecci, e1fln"c4 que, Ji se llevt111 los trmmoJ a 111 lrmi, enci.emz tod4 po .Iible .IoluGi6"' l!J anliris mmo de laJ condiciones de ID penpeclit~a perrm:e eslllblt:U;T Ju ciJTiielu fJnshlllcion3/ tmk.I q11-e tod4 otra con.;i. deracr6rt h11I6Tm1.

    Aunque, por lli#ma.s nrzones que no ptenso ac/4TiiT oqu~ Robert Klem no ha cre:lo deber adop111r el110cahulano que e.staba poniindoJe de moda coN el bato d /Q lmgiiltCII eJ/ruclural, podemos dectr que se mova naturalmente en el crculo de kz saruologt. Su vigtkzn deba eJercerJe sobre todo en lo que concre~ o pretende acJrtJI', incluJo cJquemaJizar. / reladn del significante 1 el sjgnificado. Un gran nmero de sus tndicaciones han adquirido un carcter duratkro. Con la finaltdad que, como lo pemaba y lo ha dicho E. Panofik.y, era ante todo de orden pedag6g'eo, la it1troduccin de los Studics in Lco-nology (1939) hab/1 duhnguidn dos rtiveler de interpretiJdn: prima11o (identifica&i6TI a parlir de elemento de experr.en.ciiJ: un caballo, umz urq11iteclura.,. ) y Jt:~unt!atio (identificacin de ur. :cm a que implica una referencia lilerana conceplttal: este a~bollo es Pega.ro: tala ur quilectura, un templo de Vemu), antes del Jercer nivel que ll11roduce el sfmbolo cu/lurol (PegaJo Jirve en Utlll impresa para heroizar a tol poelllJtro, por ejemplo) R. Klein no tuvo dificullad en mostrar que la distincin u ja&tica, como Panofiky Jo hahII odmitio de rrnkmano; pero el punto tle parttdtl de Kfein es precisamenle la declaracin de que esta c/4sific11C16n e.J IUbttrana. Subraya el hecho de que la m-terprelactn 1/amac/a pnmma y, a/Jn mJ, la otra. no 1011 poribi~J en realula ms que 8rt:zs a la proyecct6n de ltU ~ociones daaJ por la cullur11 del espectador. Toda puupe~6n pre.supone los flnuks stguun les Dor precmones aparecen en el inlenli&io abierto de e.sa manera: el nivel elemental o pnmtmo no puetk concemtr mr que a da.se.s de ob JeiOJ, no a indwilluos; no se comidera provuional rmis que el a.speclo gennco de cJerlos elemeniOJ. Ocu"e aJ porqt~e el t~tnJtdo elemental est ya ms o menOI rigurosameme IIJJXiado a una eslructurll lomada de la tmagefl (rellucula aqu a las dtnunswnes de una ~ralt) y que

    1 C;~m a J. Gutllctmr, que 1~ habm scrt.llado un nuevo t-emplu de drcorau6o en ttrompr l'n:l F.s uutc ltntu

  • EtJ estas conddoneJ, ~ fidl mgginar l'!s :ecomenda&. iones y las ,.,~ servas que R. Kfen 1~ 11~ /Je1Jadc_ a "!".lltpltcar con respecto alas in terpreta&ionu 0 cxpltei.ICJI'~J ,psrwlgzci/.J del .ilrte, de las_ que ha, tratado variaJ publicaci~ notllbles alrededor de 196~. H_~bl4 redacta do varios esbozos con 17tfl'~ JI 11n a!1culo de puntuallZIIcton que yo 1. hab4 pedido sobre el -tdpnJO de esl~s probl~mas y f/."7 .no fue ter. minado. He aqu tJigun0 de sus pasa1~s: la hipoteca 1n1c~al que h.~ que cancelar p.cevameo~ ~ ~a tc:ntauva de _fundar la cl'trca ~ Ja h1s toria del arte sobre ]a psiO'#;-gn de la pcrcepctn, puede resumme po la pareja Hildebrand-Wi>tffJin (aadiendo a Riegl, para no .rer dema siado burdamente i'ncompkJo). Sab_emos en efoct_o que el e!ft:',erzo 1'14 estos tericos haba sido el de defimr las fCtltegorum de lt~vtston capa ces de dar cuenta ala vez tk 111 influ.~cia de los estilos que las mt:odu cen en la expeni&a y d~ la evolur:ton de las /o:nzas que .se manifies!tt en la historia. Lz originaltlad de sus preocup'!czones era_ buscar al mu-mo tiempo una explica&il/n de Jos esulos med1ante Jos d1feremes aspec ros 0 modos de la percepd4n ._ de donde la posibilidad de clasificacio-nes: cada tipo se arresg~b:, ~m c;m~acgo, a ser cetecn~" y quedar po ta.t.to fuer~ de la bistori:;~,, v un cnten~ de va!or q~e dw_de ora del. me~ jor tipo (as! Hildcbran~) M2 de la meor 1eothzacwn post_ble en d Inte-rior de cada tipo, medJMU: c.J post~lado de que la cu_altd.ad es Jo qu~ va por delante de la pc!(.tpctn bao el asp:cro_;onsJderado (y aqu: hay peligro de olvidar cJ re-specto de crea!Jzac10n ... , el papel dc:- l la brillante c:s..:uela talian2. surgid~ de la Estitu:a de "B. Croce ( 1900), y de: los uicios aparecidos en la revista lA Crittca (agrup-.~dos por Croce bajo d riwlo La crtica 11 la Stona del/~ 1\rH.figurative, Bari. 1946). y por otro lado animada por lllttJISeao2a dt Adolfo Venturl. Par.a apreciar bien !a n~tur:tlcza y calidad de sus ptinci pis, hay que ir a C. L. RAGGHIIINTI. Comme11I di Critz'ca d'arlc ... , &ri, 1946. etc .. o releer c:l artculu-manicsto de R. lONGHl, .Proposti pcr un~ c;ritica d"a.ne, en PPrago ne. n. J (19~0), trad . fraocoa en L 'Jnformation d'btoire de l".ut, 11)60. n 2.

    17

  • r~ 1

    los acadmicos, no puede ser pura y simple"!ente recha_zarl_o por su va cuidad, ya que comporta una llamada a uerta expentmclll que deb~ convalidaTJe. Hay en la nocin de belleza penonal (o lo que Klein,. formula tk uta manera condetnada) una contradicczon fundamental} Este resumen no conduce exactamente a Kant y a lm antimoniaJ de 1~ Crtica dd juicio, si11o que libera el hilo que puede zmir los fenmenos prXtmos y lejanos, et1 un resumen perspectivo cuyo vigor cabe apre. ciar: el expresionismo del siglo XX. no creyendo ya en una comunica. ci6n que fuese: distinta de la expresin, se transforma lgicamenrc en un arte del mal gusto deliberado; ms recientemente, al ser rechazada la idea de mensaje y reemplazada por la de invenci()n, el gusto parece excluido del gran arte. Todo esto a partir del Aretino y tk Lomazzo, FJ tei"do de doble trama, longitudinal (o histrica) y secciona/ (o sistel rntica) del pensamiento, acmo ha sido alguna vez ms urgente?

    Faltaba por JOmeler a la misma reduccin. la nocin de est11o. R. Klein lo esboz a lo largo del verano de 1962, en el que yo haba credo poder nbozar las bases de un estudio sobre el mtodo en histo-na del arte. Re.ru/16 de ello un interr:ambzo de C3rlas y en sus crtica llfUZ ol:z rle obsenacr'nnu en la1 que se t'ncuentran expuestas, con :mtt1 fuerza que mmca he encontrado e'' ninguna otra parte, algunas de las m11yorcs difict~ltade.r dentas mvestigaciones 12 Destaco sobre todo una pgi11a apretada ruc condensa lo esencial dt' la.r ideas que iba a dei-armilar sobre el arte contemporneo: la historia del arte, est acaso al unsono de nuestra querida sociedad indusrrial y del arte informal? Pienso que no lo est mucho. Algunas tundiciones sern cumplidas, principalmente: primero, la voluntad . dt~de Riegl, de negar las normas-valores, lo que puede ser interpretado en el sentido de un his; toCJCismo posjtivo (al/e Epochen sind gleichunmittelbar zu Gott) o de una negacin de la referencia (hay tal o C'"'-1 Kunstwollen, o concep cin del espacio, etc.; y debemos aceptarlas como datos primordiales en el orden de la causalidad como en d del juicio). Asimismo, segun do : el dcstabicamiento entre la historia del arte y la vuJgarizaci6n, has-ta en la organizacin de los museos y el horario de los profesores: las

    _

    1l KJc:in r~mon \'l~amcnre ante ciert:u propucs.tas. .Con ur.a i~nn alegra he kdo Postulats: le. chef d t:1J1111r~. le 1/ylt. Esto halaga tndwblcmcntc m1 complejo de la a~1!tota . 1.2 obra maestra - y m ~eocralmemc: sin duda laobra de arre como nocin lmmc y pcxtulado del mtodo- pnmcro e; x:rfettamcnu: o:erdadcra y justa y luego des. hincha al Vvsrehe11 y sus 6150) proLicm:u, y por lumo pt:rmite ~p:u11: al buen grano de la C1la1!a en los anlilis., y en las monograf.u: la definiu6n [en una 110/a. R W. K. cn-ucnde la v~nculaci6n 2 la nocin de poslulaol prcscnra las mislll2S vcnrajas y mis. en d 1 c;uo del csulo. ya~ le: encuentre en el anlisis de la obra o que se le asle en una historia del :mr .. ;n nombres. An ms, la antinomia entre h. obra y la historia de los estilos

    dnapat~e! ya que- el ~11lu se: torna un ho en el anlisis y d accamicnw metdico de la nbra y vace\crs11 (cesta loo sc toma aqu en el sentido de: u~cn histri~a . no en el sen-tido ;istemi1~o de un conjunto de forms de categoras formales ni en el scmido psicoiO grco d .. una r1crra manera de ver o respuesta ~ la perceP-cin) (cana del 18 de ugosto d.e 1962). Se: ob~c.~gr. el dr;li~amicnm ms all de la nuca6n de cobra de .arte y cl.-ono

    C~macnto del an11lms reductor de la obra de atte

    18 J t

    reacciones privilegiadas del entendido crtico y del h~toriador (ya dificil de conciliar entre ellas cuando se trataba de defimrlas con rela-cin a lo que el arte cquera verdaderamente o cera verdaderamente) no se distinguen esencialmente de las reacciones ~el pblico en g~neral de los museos y de los libros. la escala planetana y la democracia del /el him havc his chance y la sociedad industrial y el resto estin, por 1anto, perfectamente en relacin .con la dcsapari.ci_n de los pri~iJegios del estilo-norma y del juez aucondad: dos cond1aoncs oeccsartas para que lo informal pueda presentarse como arte. (1~ de agoJto ~e 1~2)H.

    PodremOJ ronduir, pienso, _que ute rad~t:alzsmo era y stgue stendo 1/110 forma nueva de encaminar el conocimiento del arte hacia el maci-zo de las ciencias humamm liberado de los presupuestos sociolgicoJ vagos. Tal era, al metlOI, la direccin adoptada, cuando Klein quiso . btrar las condiciones de apancim del arte contemporneo. Este es-collo del historiador del arte se iba a transformar en uno de SU$ objetos de reflexin ms intensos. Las galetJJ y las expoitc~ones ~o ~an tenido 11isitante ms discreto y ms atento que Jte. Su .dutanCUJmtento per-JOtJalle prutaba una receplividad chocante que era an una eipecte de generosidad.

    Stts largas perspectivai ideolgica.r, -y loi alt~jos qtte pemuten-le asegura/Jan un puhto de vista que sobrepasaba las mamfestaciones de es/e tiempo y laJ vicisitudes de! horno aestheticus del st~lo XX. KJein Je Jenla m~turalmenle .rolidario de laJ a11enturas del artzsta mo demo. Su pn"mera demoJiracin radical en este dominio es el brefle e incisivo encadenamiento de notas robre el fin de la imagen. Ningn otro esenio moderno, al menoJ que yo sepa, ha demudado ta'l viva-mente y de forma la11 estn"cta la situacin dctual. Ha habido declara cinnes y proposicionu ms utruendosa1, discurJos ms detallados. No hay nit~g11 anli.riJ comparable a Jie en su desarrolla infl.e~ble, que deduce una evidencia .:catastrfzca, con la calmada precm'n de tm bilogo al restituirle toda su fascinacin. Si la referencia time utJ tmO delo" externo (el parecido) o interno (el sentimiento supuesto del creador) se encuentra eliminado ~omo es fet1 constatar/o-, la obra ya 110 puede ser objeto de una perr:epcin esttica po.sible. sit1~ rmcamcnJc ir.d:C::dir. d~ :.m fe!!6m!!nO, entPram~nte relaltvo al movt tmenlo que la lleva (en el creador}, a la mirada que la acepta (en el es peclador) y ms getll!ralmenJe al lugar que ocupa en un proceso indefi nido. En resumen, el modelo, la obra, la imagen. el trabajo humano de la fabn"cacin, la ingemostdad, la belleza, todo es lo JI! pone entre parnlesJ. Slo queda la intencin arte, sin Joporte, Iin creador. sin afictonado, sin finalidad.

    Todos octJ"e como si uta dectSin hubiese sido lomada, sin que tta dte la haya deseado propramenle, y la actitud co"upondiente adopta da .ri11 haber sido nunca propiamenle dccidtda. Ha:v. de hecho, ahf,

    ll El pnmer punto recu.:rd~ a lsu ~r211des ltsis de A Rie~l

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  • mire noJolroi, un arte ligado a una actitud de la que o/amente Ie dir que u genrica y difuJa. Por rm parte, haba intentado dar cuenta de loJ progreJOI de una cierta concentracin de pintores sobre la nica 110-luntad de pintar, estudJndo lo que me haba parecido Jer ms que un accidente e.Jpecfico, un sntoma revelador: el cuadro en el cuadro 14 Klein haba parecido satisfecho de ello. Una cierta manera de coordinar los fenmmos recortaba muy a punJo una cierta manera de interro garlas, que era la suya.

    Lo que de repenle distingue al arte llamado moderno de todo arte antenor, es por tanto la concentracin de la atencin sobre el acto m.J mo de pintar o de esculpir, es decir, un desplazamiento del inler.J que aparta toda tTeferencia - al objelo o a la permnalidad- para insiJtir sobre otra cosa. Como sr los medios hubiesen to11111do bnucamente ms imporlanciP que los fines, se cotuidera ante todo la obra como sm mys

    t~rium faictnante a explorar. &te momento singular no es alable de una produccin; e manifiesta cuando algo se realiza, es decir, en el instante preciso en que un objeto, una forma, ha aparecido. No Ie tra-ta por tanto de considerar lo que expreJa, Jino lo que comtiluye y lo que le constituye. Y lo que cuenta, es aqu una cierta relacin del hombre con el mundo. Nos enconlramoJ en plena tfenomenolfJga. 1 iiemlo lt# fih;ofo cc1ltempornea la nica apta para rendir cuentas de la exaltacin del arte contemporneo. Ya se haba captado ... ,:.,. pic.:C.n sin en las pginas, por cierto maravzllosas, en fas que Maurice Mer leau-Ponty consagr la .promocin ontolgica de la pmtura moderna, como algo ir.coutestable. FJ mtodo de Klein le llevaba a considerar con cierta suspicacia la larga exposicin de Merleau-Ponty en la que identifica poco a poco y hace coincidir subrepticiamente la rreduccin fonomenolgtca Iegtl Htmerl y la actitud fundamental deJcubierta -o Iupue.Jta- en un artista como Czanne 1~. Era ca.ri diverltdo para l encor1Jrar, altrmmo de un anlisis que implica en el arte el fin de. lo que haba in/entado el Renadmtenlo, la f!Uelta a la constderacin de un saber sin concepto y un resurgir no despreciable del recurso doctrinal a lo.J mecaniJmos de fascinacin estudiados en el contexto del .riglo XVI. KJein hacd de la creduccin fenomenolgica una idea de-masiado estn"cta para fijarla a un mt~el, donde puede coexutir con una actividad an tan curiosamente impregnada de ~pensamimto mgico. Le era necesano mlentar tr an ms lejos tratando de aiignar 11arios es/ralos y una .dinmica propia, tanto al arte, que se preJenla como ifenomenologa de l mi.rmo, como a la critica que pretende unirse a su movimiertto.

    14 V~ Stil 11nti Obcrliefenmg in der Kunsl tier t.bmdl~mdes (tktu ti11 XXJe CongriJ uttemutiomzl d'hiltoiu f/~ tA.rr, Bono. 1?64), fkrln. 1967.1 1, pp. 1~29. Es rudio panormiCO que debe complcrarse con los anililis como d de T. Rm. Tht pKIU res within Deg;s's Piclurc:s. en Mcrropolilan Aftmum )ournal, 1 (1968). pp. 125 126.

    1) V61se eLe doutc de Cz~tnne. en S.ms el non-uns. Patis. 1948, y el e5tt.Jr1o sobre Hwscrl ap:ucddo en Sig11111, Paro, 1960. Cnacioncs en A. Ch;s1d, mrrod~o~w6n a.Nico-ls Srad,lorre5pondtnci~ y caclogo, Pa(LS . 1968.

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    El ifin d_el_criteno, y el dewanecirniento de la crtica judicalnz , son aconlecrmuntoi que se pueda uno contentar con constatar: el Rt nacimiento invent _Ja nocin de aCle de la. qu~ an vivimos, aunqt cada v~z peor. El obero de arre se presenta m~diante una ilusin qui~ necesaria o constirujda como portadora de valores o como valor enea, nado. Cualquiera que desee reducir /o valores al acto humano -con dicionado- que lo plantea, debe por tanto desmilifican la obra d. arJe. FJ segundo y el te:cer tiempo esttJ claros. Klein recogi, segn .J. costumbre, en una sene de propo.ricioneJ fuertes, los eJ/abones del ra zona'!'iento: es /icij. casi t(emasiado, moJtrar que el arte que se dedic. a satufacer las popbfeJ ex~genr.ias de una fenomenologa de l mism ct!ebe presmtar los caracteres. de lo informal. Una vez que la creferen-cta se abandona, _al no_ medrrse ya la obra Ilno en comparacin cor,

    o~ra tasa que con;zgo rn_um.a, no hay crtica, pueJIO que todo comenta no, mc/uo el mas f/exzble y el ms fiel, instr/a junto a la pintura algo a lo que ella puede compararre. As se aclara el pasaje de la nocin de obra de arte con la _de obra continua, opus, Iegn la deJignacir correcta de muchos pmtores, empezando por Soulages, a quien Klein contempla con admiracin y placer.

    !Cuando rewlta que ya nc b.-zy crtica ... no ~~ay tampoco efecto,,, no I'J(IY o~ra, se eJt m~s all de la crtica, como Ie est por encima de la hiJJona. Nada .re deJa volver a traer a esta desnrtdez . R. Klein 1abe tan bim, incluso mejor que otro, que no establece ah una descripci6n del estado actual de las COia.r y an menos el atzufJcio de un desarrollo ineludible. Explicita /o presupueiiOs de una situacin, a /o cuales /o hechoJ se conformarn en la medida en que los artiJtas son conse-cu_enti!.J consigo mismc:s, y que se manifestar nlegrammle en la me dt_da en que las pre'!'IIfJJ (por sutiles y delicada que stan al sopear/as bren, como se ha fllSto) estn c-Omnmente admittdas. En el mejor de los casos, es la atencin propia de fa Jituacir; pruent~ la que est ex puuta. La tarea del crlicojilsofo no eJ decir mJ. El, en un mamen Jo Pr_ec!o, en el que tantas energas estn en causa, Ieguir como las trradiiiCtones de un dolor a travs del JStema rurt1ioso laJ articula-ciones finales del acto de conaenci.a que uno est obltgddo a realtzar porque se est vivo y despierto, hic ~e nunc. '

    Klei11 podJ llegar a~n ms lejos. Con frecuencia en los pensamien-tos de Pascal - y tambten en los Cuadaoos de Valry- .se acenta la increble -dis_continuidad, la impre11isibilidad y el desorden constante del pensarmento hasta en su eifuerzo para sacar de s miSmo un orden y un encadenamiento aceptablu, a /o que acaba perfectamente por

    l~egar. Se conocen lf!I. clebres pa~abras Job'! . el revJ duconcerlante y nr.iiCtllo de esta ac~wlad la'! Jena: re/ espmtu del soberano juez del mundo no ej tan mdependtente como para no etlar sujeto a padecer 'Jerlurbaciones por el pnmer estruendo que Je hace alrededor de l . .. ll.fo se extraen si no razona bien en el presente, una mosca zumba en

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  • Jtii odo ... , (e d. Brun1chvicg, p. 366), y la untencia mi escandaloa y mi fascinante de todas para cierto tipo de mentes: Fl azar da pensa-mientos y el azar los quila; 110 hay arte para conserv/IT ni para adquirir. Pensamiento escapado, quera escribirlo; escribo, en vez de ello, que se me ha escapado ... (ibd., p. 370). Todo el esfuerzo mental eJ, en efecto, arte o maniobra para reunir en sistema lo que en la conciencia no u t nunca presente mi que por la lenJin, sorpresa, recuerda, vuelta sin fin. No es dudoJo que una inteligencia como la de Roben Klein haya eJiado parltcularmenu atenta para Jorprender lo que u Jur-gi'r y ya es onentacin o Presuncim en la actividad misma del pensa-miento, y por tanto particularmente sensible a esta condicin de la concimcia imperfecta. Hay muchas huellas de 1to en suJ cartas, como haba trazas lambtrJ en la evidencia de JtJs palabraJ: la operacin inte-lectual es Jiempre demasiado corta o demasiado dirigida; no es nunca lo suficientemente pura, lo suficientemente autntica. La brsqueda de las implicaciones primeras puede ser llevada a un grado de finura, queJe hace a la vez deber y diversin: Bajo el juicio lo que lo funda y ya eJi perdido, se descubre, en el momento en el que se le discierne,, su apariencia de fundamento. FJ escepticismo ;adical y el idealismo de la fenomenologra tt"rmen aqu un maravillo campo donde ejercer. Pero la ong,inalirlad de Klcin no era caer sobre la desgracia de la conciencia.~ Por el contrario. & , quiz! paradjicamente, en los momet?tos de exal-tacin de lucidez, o si se quiere, de felicidad, cuando escudn'a ms gustosamente su gratuidad,, cuando la ilusin de profundidad del pensamiento cmgico re;ponde a una idea de excitacin de un senti-miento de comunin univemrl; el Jabroso eJfuerzo del artilla -y el del que se in lema por suJ camino- procede de una serie de opciones, lO das arbitranas en ltimo anlisis, cuya rpida sucesin engendra en un corto /olido u11 Jenlimienlo de energa y de plenitud que no se olt~ida. Encuentra uno, 11guienda 11 Klein, en las foses felices de la conciencia, la confirmacitl ms cautivante por el hecho de que est en su propia operacin ;u;pendida en el vaco, datando de sentida con su iiniCII pre-Jencia los daloJ que aglomera y diJpone. Temprano, y despus con una imistend'a un poco extraa y quiz incluso en sus ltimos meJeJ in-quieJante, encontr lila confirmucin e11 ~1 fon;n;;o de/.;;:~;;.. ,4Jg na de_ suJ pginas ms bn11antes fueron consagradas al tema dd juego y a la trono humamsla. No puedo olvidar cmo encadenaba volunta-riamenJe - cuando redactbamoJ L'Age de l 'humanisme- sobre el nuevo untido de lo cmico y de la extensin de la bufonada, como re verso inevitable de /a ambiciones de la conciencia que IIJpira a una lo 1alidad. La atraccin de lo burleJco aspira a m.s elementos y permite una m.J rica mampulacin de objetoJ que las modalidades comunes del pensamiettto serio. De dntle viene esta fecundidad de la inlen-

    ci?nali~~d cmica? .Y cmo se encuentra exaltada por laJ ms a/JQJ duposrcwnes, los pasos ms sabioJ y ms justos? FJ Elogio de la locura, de Erasmo, que KJeitl haba lefdo perfectamente y donde haba anolti

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    do quiz con demasiada preocupacin la jrflJe en la que se diu ~ l ,,uyor locura del ser humano CJ, sin duda, no recumr ala focilidiJ e alicrdio, se borraba un poco ante sus ojos tras el deJiumbriiTite )Slc:nus de Alberli en donde toda ocurre verdaderamente al revs. 0/'tl)slls fuerzas a la vez exaltiiTIIeJ y paralizantes ocupll!' la conc(en~ sok-:Ja~d por la evidencia cmica: la irona es tan mluple que unp1de n~l~ rnente las conclusiones.

    Hac111 1960, Klein lea con deleite el e;lurlio de P. RadiT .. ?er gottlichc Schdm (Zun"ch, 1954), en el que se traJa de la cftgura wlhcll del uickster , ser dit~ino, meleptT!aJ y burlesco, responsable ek k ~e;. ci611 o de la civilizacion un poco como Prometeo o Adm, y despt.tl! e la recoprlacin de Maria RomotJdJ, Studien ber das Lachen ({fllllm ge11, 1932), en donde aparece que la ~ociacio dudo-ris~ y el C't..\Pleo de la risa como arma contra los demoruos y la muerte -o mcluso ._"Qmo garanta de resurrecci6n- estn ext~aordin~iameme e~ tendidos ~u las creencias de todos los pueblos. Un nto esquunaJ est dtrectaroe~ en focado a .matar mediante el ridculo Jas tempestades de nieve . q)qs.rle entOIJCeJ, coinridi,ndo con derlar preoctt/J

  • la conciencia de J et siempre comlruida y ha desarrollado en un re rumen rpido, como de r;ostumbre, la idea de que el diario ntimo es e~ su cau~a y no su efer;to. En JS:, en!tf!O i'!acabado .robre tia respomabili

    dad~, m tent una dem:ostracJon mmuczosa de esta regla: ser comcienl de. un hecho, es asumzrlo como formando parte de mi situacin. AJ~' verdadero cogito se transforma en: soy un ser que asume. Y Klein aa de: la f6rn:ula ri~ne i?duso la vem~ja de hacer cnrrar de golpe el hori zonre y la mtenaooalidad en el cogJto establecido.

    ll.rta generalizacin de la actitud tica parece renovar a su mo en ~1 sen~ rfe la fenomenologa la ~etafoica de Schopenhauer. Pero Kfem re_alzzo. aparent~ment~ el lrnnto final a la t'&ttica generalizada] como se hubzese quendo dear la ltima palabra a otra intiman cad}

    v~z ms lttm~nosa_ e tndicativa. La encuentro en las not.zs del cun~ qu dto en la Umversrdad de !ft!ontreal en 196.5-1966 16; ~dlczaformal, cit~ de Platn. Banquete -la tdea de que el deseo susc1tado por la bellez~ es un des~o de posesin (eterna ... ) la belleza formal es lo que hace m[ol el co.memd~ La raz comn entre posesi6n y belleza formal, es lapa radoa del dtsfrute que. no altera ni consume su objeto. Todo cJtar por tanto elabncado a pqrtzr .de la notl de .mfo.,, que une el yo /objeto deseado, aJt como ~ la rnversa, lo que permite una rer;onciliacin gra- dual er1~rela doctm1a del E .. or-de.reo y la de la resolun virtud de las con~radzcetotJer" en Kan~ 11: I:a declaran d~ lo Bello implica la pue1tJ en uego de la rnter.rubettvzdad, pero tamh1n, en unretttido, ha de JefC deseado .a.r. Es por la_ tjqu.eza de sus virtualidadeJ por lo queJe estable~ ce el ob;eto_,bello al zaentifiCilrJe a uno de sus crculos del yo (de donde la expjtca~tan de la Empata). D__e~de entonces, todo depende en ilti.! mo te"_nzno de lo actztud-, estetrca de la concien'a: Puedo dedarar Ctfalq.ruer cosa.com~ bello. En el cansancio, el delirio, vibra la expe-nencra de la vzrtualtdad de las cosas. As; en el stteo mstico lodo es m!o porque soy t~do. Euforia, bon'flchera, sentimiento paradaco de-h!do a la _!1JPeracr~'? d_el yo en una virtualzzacin indefinida. La est-ltca eme'!..a la leg~tumdad de lo que se ha ganado por ua especie de desposeSton ~onsczente en beneficio del univerm. Tal parece haher sido el descubnmtento final de KJein. Pero poda parecer como un esfuerzo desesperado en favor de la ilusin consentida.

    E'? la penpectz:va etJ la que KJein Je coloc y en dotzde, por cien reacczone compleas de las que no Jabra dar cuepta pero que estn Presentes en la mente de los que le han conocido, daba con toda segu-

    16 p . d . ~gtnas e esbozos. coinctd1endo con l2 notas tomadas de las np0$1COncs Ut!

    gcn1t}lmente me comunic la seorita Louise d' Argcncoun. q . Enc~1cnuo c;;ta su11l. observacin: ~Debe cxplirosc d lado .. caricia .. la finur11 de

    una ettuctn mus~caJ. elumbre de una voz. lo :ucrciopclado de una (pintura). ~En c1eno SCI1li~O. esto da el acab.ado al obje-tO; es lll .. ltima mana'' que hace des ~~c:c:cr 12 Idea m1sma de rastro de mano. Vf3J.c (en "mi Fausto"?) la fra.~e sobre ia cza que r~ondc a un deseo ran sulil que ni siqoier:J pudo ser concebido o sentido

    :>.nte5 de verse colm~do: el objeto acaciciado es as el propio sujeto. -24

    miad lo mejor de :S mismo; por.la decine que la conciencia es el prin-cipio constante de la ilusin, y la r;onciencia de la com;iencia el nico rernedio posible para la iluJitl. Dicho de otro modo, la lucidez intrarz. rigente y JJfJ otro apoyo que efla misma es, St. Ie quiere, el arma absO~IJtd; pero nuestra condicin requiere que en cuanto ha sido. co_~cebt~a ]parezr;a como impoJible. &tamos hechoJ de esta contraducton mzs-mfl. Desde luego, no re situ demariado leJos de las tesis tk Sartre y con mayor frecuencia de Merleau-Ponty, aurque su reflexz.on Jobre la re;pomabilidad y Jobre lo bello, le haba probablemente lle11ado a en-contrar alguna ingenuidt~d escondida en la iluston .rociolgica del uno, ;J/guna desetJvoltura en la amplificar;zo11 dada por el otro a la iluszon es-Jtica. El momentum del anlisiS de Klein, el punto al que esti infa-liblemmte atento, es el deslizamiento involu11tario, el de una forma-r:i6n /let~ada haiia su trmino, que cotnienza a implicar o a jtJ.Jtijicar a puar de J misma los elementos de combate. Est~ ligera vibracin de la agufa, 110 hay campCJ en el que 110 haya comegurdo captarla. Todos IIJJ ertudios, toe/ Jus investigaciones, toda su fiterza y su gemn eran el hater fugar bajo nuestros ojos la balanza silenciosa en la que se revela en ct!da 11.110 de nosotros, en todo momento, en la menor iniciativa, el doble movimzento de una. ~;ontradiccion, tanto ms grave )' ta.IJto me-fiDJ notada cuanto que el ardor de la impulsin - intelectual o pasto-na/- es ms fuerte.

    Quiz no nos sorprenda el enteramoJ de que SUJ lttm.os trabajo~ e11 Florencia y ,hreciramente su ltima conferencia e1z la vtlla I TattJ - en/ que estaba pensionado por la Umversidad de Harvard- tenan por objeto una nueva y brillante interpretacin de los Tarocchi /lama-dos de Mantegna. Se tkba cuenta del simbolismo completo, en este extrao aparato d~ imgenes, deJiinado a la 11eZ a favorecer la mm:mo-tcnica humanfrtica y a imtaurar una especie de ~Gran juego.

    Las filosojllls ms ilustres de la a"lusim parecan cun anod::'1as, junto a e.rtor anliJis, qe pe?tetran de parte a parte t;n los p4!os y las actitudes familiares a partir de un aparato de nociones tericas reducz. dtJJ al mnimo estn'cto. La. originalidad de K/ein eJ debida al hecho de que no pretenda ser filsofo, en el settttdo cmodo de la palabra, ni

    !a~! poco re com_tJrometa a ser normalmente historiador. Directa o in-directameht, se adhiere a la experencta. S1 se parle con / J~; / doc;.;,-mentacin erudita y de la exploracin de textos, la irayeclon'a ser hiJ-trica e 1'nductiva. En Plgunos C4IOS, parece m.r .cmodo enunciar algu-nas dificultades primarias, contradicciones formulables en cierto modo a priori, y que una meditacin abierta lleva a encontrar de nuevo en el te"eno de lo cotidrimo y en la disposicin que toman los objetos de ex-periencia ;nte nueJtror oJos. FJ deslizamiento .de la forma a lo inrdi-gible -e inversamente- es rin duda lo que caractenza mejor el mov-miento elegido y la voluntad de explicar lo que- hay ms dijz.ci/ en lo implcito mismo 1s. Para HUJserl, la. muerte es un accidente ca1i despre-

    1& Es sio dudl! indispensable aadir que. por lo que yo pueda juzp(, Klcin no esta-

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  • ciable de la 11ida e11 el mundo, que alcanza al yo humano~, pero en ningn caso al cyo trascendental. Robert KJein tambin haba hechJ suyo este pensamiento que extenda con una tranquila y dcreta segu n'dad a muchas otras contingencias de nuestra condicin. En cierto mo mento, la trayectoria le pareci muy sencilla. Pero del silencio del olvi do surgen, como una profuri6n de signos, todos estos textos, testigos de un inmemo esfuerzo intelectual. Ha p~~recido que cont~ena reunir los y p ublicarlos, a par11r del momento en que la muerte nos recordaba imperiosamente que Roberl Klein era un amigo.

    Andr CHASTEL

    ba dispuesto a absorber la cfenomenologia en la crtica dd lenguaje. Estaba decidida mente junto a Husserl y no junto a Heidegger, paJa quien cel lenguaje es la casa dd seu. De donde urta deseonfianu. hacia el cestruct\Jralismo. y sus modalidades. Prob2blemcn te no hubiera aceptado tesis como las ele J. DEJUUDA, en la Vo t:l le Phinoment:, P:a-rfs. 1967. y de su escuela.

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    1

    'ENSAMIENTO y SMBOLO EN EL RENACIMIENTO

  • I

    SPIRITO PEREGRINO

    .El rema del soneto Oltre ia .rpera che piu Larga gira (Vita nuova, XLI) presenta una analoga manifiesta con la Divina Comedia; se trata nuevamente de una ascensin al paraso, pero realizada esta vez por un iOspiro o per.siero o spirito peregrino 1. D:mte slo consigue retener del rn1srerios0 relato del espritu desaparecido el nombre de Beatriz. Ej si-guen~~'! captulo, y ltimo de la Vita nuova, hace alusin a una nueva mirabile visione, y anuncia la decisin de escribir. para alabar a Bea-triz. una obra sin precendentes. Esto nos permite suponer con total li-bertad que la Divina Comedia cexplica. en el sentido cusaniano del trmino, si no el breve xtasis descrito por el soneto, al menos una vi-sin espiritual de idntica especie.

    El espritu migrador que aqu posee a la vez, naturalt:za de suspiro y de pensam iento, t iene una larga hisroria en la que intervienen la mitologa y las creencias populares, la magia, la medicina, la filoso-fa, la teologa y, sobre todo, la tradicin y la actualidad literarias. Era imposible que Dame fuera consciente de la coherencia y del nexo his-trico entre los elementos de esta neumarologa difusa (aunque tuviera aiRo que decir de cada uno de eUos, tomados separadamente); recons-truir, como vamos a intentar aqu, el segundo plan del spinio peregn'-no, no es algo que tenga que ver con la oc~ge~is d:lm~s!:2. prop i~mente dicha (que se preocupa por sacar a la luz cloque haba en la conciencia del poeta). sino que tiene que ver ms con la historia de las ideas.

    1 El comc:nr:tcio en prosa aad~ es1a precisin terminolgica: e chianiolo ... pin'to megnno, accio che pin.talmente Tia la JUio, e J come perdgn'no lo quale e fuor di patria, PI Jlae ... Dame: se preocupa a veces basu.nrc: de subra)'llr el cadctc:r puramente:

    metaf~ico de: los 1/Jnii de todo tipo que: figuran en el rc:penotio de su poesa y explicar d sen11do que enruclve en d io (vase ms addantc, p . 56). Conviene destacarlo, a la vez q_uc. constatamos ,a cohc:rc:ncia de csrc lenguaje metafrico y su origen en doctrinas y con-VJcetones que antes fueron positivas.

    29

  • l. LA CAPA MITICA Y EL CUERPO SUTIL

    El tema del alma que abandona cl cuerpo, en el sueo o en el xta sis, para una migracin que la conduce, la mayora de las veces, aJo~ mundo o anrc los dioses, es un tema antiguo y muy difundido; hall su expresin concreta ms o menos por todas partes en las instirucion dd chamanismo. Se pod(ta decir, en cierto modo y desde luego sabien do perfectamente hasta donde puede llegat la similitud, que la Divi114 Comedza es un poema chaminico, ya que el viaje a las esferas supe. riores asume ya catcter regenerador y de iniciacin y un papel de me. dicina sagrada 2

    La forma ms sencilla y triviaJ del tema del aJma migr-aroria est re lacionada con la creencia en los sueos adivinatorios. Se cree que d sueo es verdico porque el aJma (o una de las facuJtades o partes dd alma) abandon el cuerpo del durmiente bien para asistir a los hech en los que suea, bien para escuchar de un ser superior la revelacin d las co~as fmur::!;. Esta es la explicacin dada, en est:ido bruto por de-cirlo as, por los poemas homricos y pcr ciertos cuentos populare&l ms o menos nacionalizada por la metafsica, la teologa o la a~trologa atraviesa por las filosofas del. estoicismo y neoplatonismo antiguos:

    ha..~ta e1 naturalismo renacentista, y alimenta sobre todo innumerables ficciones literarias o didcticas. Para Dante, es un tema constante y de importancia capital.

    Las convenciones poticas de su juventud le debieron llevar a ello. El soneto Savete giudicar voJtra ragione contiene Ja explicacin de un sueo de Dante da Maiano 4; en este: verso precisa: e'nci provide vostro spiriJo bene, confumando as que el spirito de su interlocutor es d que tuvo el sueo y lo hizo proftico. Eo la Vila nuoua hay abuo-

    2 u ma~-ora de los rc:latos de \'taje al ouo mundo o de las visiones del or;ro mundo poseen cieno aspecto ina:iftico o invm.n a una cGin (en sentido amplio. ncopb. tnir-o, tftl t-rmiO

  • las fucnces de este pasaje . . analizadas y discutidas 6 b su precJso SJgntficad~ han sido largameq Magno ' o en los rabes; a.ore. s~ apoya en Clcern 7 y en Alber E d . uyas opm1ones son expuesr , !1 to as estas autondades, el cont 'd , . . ~ por este ultun di~.me esfuerzos de sistcmat izaci~~o ~filLco pnmJtJvo se atena lilJ miento deJ alma, concepro ingenuo do:m JC~.d Enf:'ll!gar de~ ~esplaz ~bren uo mecanismo ms ll! e bl . asJa o ac.'J de mucar. de: ttano, d silencio de la cnv~lt~~ e~~~~ ~tento clsico y cr~ nuevo el contacto con el mund . rp r penrute al alma hallar berto, a lo largo de la discusi6 o .vtno al que de hecho pertenece. canas a las creencias rimiriv~' tiene en cu_enra doctrinas bastante ce neoplarnicos) y men~ona la t (~os d~onws de Scrates y los de Jo na y Algud}. Rechua sin emcb~a m;jtca d~ l~ complexiones (Avic@ contexto, no se inspira d . go es optoJones y, Dante, en eSV teudr una grao impo.rt~r~trame~tc
  • teta son de wloga nanualcza al tspriru de la imaginaci (f
  • especie del cuerpo infernal; es un xtasis perpetuo pero doloroso, yl que segn los Padres y telogos no hay nada que el alma desee tant como gozar de su cuerpo 11.

    El IpiriluJ, como es natural, inter~iene principalmente en la reo1"'14 general del cuerpo de las almas castigadas que ofrecen notab~ analogas con la demonologa de Porfirio. El alma, separada del cuer por la muerte, crea, gracias a su virtu formativa, u o nuevo cuerpo q4 se parece al que haba cenjdo en vida, pero cuya materia tiene ahora ..aire siro iJar,. al lugar de SU castigo 19. Este cuerpo areo O SOmbra,. nO es quiz un 1pirituJ phanlaslic_uJ en sc:ncido csuct?, ya que slo se: ere: o forma eras la muerte del SUJeto; pero sus matenas sutiles son parecil das, sus materias espectrales idnticas y tienen el mismo origen, ya quJ la Vl~tu informativa que reali2a la transformacin del aire en espectro es La .mtSma poten_;ia que, s~gn Aristteles, reside en el CS(;>ritu de la sij m1eme (el vehrculo cls1co) y moldea el cuerpo del ruo que va a n.acer 20 El nexo significativo entre el especuo y la materia sutil es sufi. ctente para mostrar que la teora del cuerpo infernal en Dante es soli-daria de la demonologa de los filsofos . An hay ms: el cuerpo are~ dado por Dante a los malditos cuacreriz:: asimismo 3. les demonio~ neoplatnicos, tan maleables -d:ce Porfirio 21- que se transforman en lo que imaginan. Esto es exactamente lo que ensea el alma de E.~racto en el Purgatorio:

    Secondo che ci alfiggono i diriri e !i altn' affelti, l'ombra Ji figura

    (Purg., XXV, l06-l07.) part~cularidad que conviene perfectamente como es obvio, a la subs-tancia de un rpirituJ phrmtasticuJ. Porfirio trat, incluso ex projeJso, del cuerpo del alma en el ms all, y da explicacin ciertamente oscura de su gnesis, pero que apenas se diferencia de la de Dante: el pin'tus que ac~mpaa al alma durante la vida abandona el cuerpo con ella y el ~ma liberada acruando sobre el spirituJ por amor y cosrumbre a su an-tJ.guo cuerpo, ..atrae,. a un dolo que se le parece 12

    18 Argumento tradicional de fa teolog2 p:ua justifit por una teora ~c. las fasadact~n cn:cndida como accin externa de una fucr~a .espmcual o . e un csp~ritu sobre el espritu del prjimo. Era. en pnnctpto, el protottpo ~e la accin mgica 0 de La c.influencia astral 14 P_odra exrcnd~rse .stn

    roblema alguno al dominio del amor compre,_ndtdo c~m..? fasanaCt6n ~r una belleza visual o espiritual. La Teologlll de AmtoteleJ resume x:1 fec.t:a.ment: t!X!0 ?'Juello C!ue permiti a los poetas y filsof~~ .~~dievalcs -y hasta el siglo XVI- establecer poco a poco una 1cv~ ...... taria del espritu migrador que comprenda los efectos de la mag1a na-

    ' ~o.. l tx6v npo~t~l.'l)lll\10'1, xotO' 0\1 ayf.ow 'tDXt 1t~ w ltOlcW CXW~ot lv tW ~lOUY, Lx J;'~e~C:~, l~~a1t0f.1fi'YV"W.l -:ointY, ~ cpavto:Gh~ ,l( tO 1t11W!axot( o~nw; l9ll.x'w.' ~~ ~~~!IYM w BuNov The thtory of imagi,ation m clamcal and multer. ~hought, llhno~S niversuy P~. \927. pp 22~2%, cap XI; ~nle:s t~eory of vtslon. 1n ter ICI~ la 'rica de Dame como una teora de 17. vis16n 1magmauva y de la cxprcs6n im~ inada ~las realidades cvi.s1as (o captadas inruitivarnenrc) de o~dcn a la ve~ sen sibl~. inteligible y divino. Si la demosrr~in es un tOinto ~omer11 Y no Siempre convlncen re -en el autor, la idea debe. en cu'llqutcr caso, anot'o~rse .

    14 Vhsc Supra, pp. 32-H.

    37

  • rural, de l.a persuasin, dd amor y del arrez, La f: . . .p?r arte:., supone segn este libelo . d a~anactn: ~atl!fal] lo fascinante y d fascinado La ' uoa c~ncor ancta u opostctn en~ (por ello pueden e 'creerla~ . acCL n no ue.~c lugar en el alma racio e~pcitus vitales26. JLa razn ~~tce~:;ambtcn los anim~~s) sino en lq btrla con mayor o menor faciJidal E e preparar al esptrt t;tJ para r~ sobre d hofllbre en tan n resumen: la fasctoaan se eier

    ~o que es ser natural o q J ~ mettdo ramo a los astros como 1 '6 d ue e tge ser oatural:~s

    a a atraccr n el amor: natura/is enim {IIJcimmdi vi llirum tUl u~. . 111Ungit non /oco, Ud IZT1tn()21. m ze.m /oml4m J/iQ i//umque Ctlm bfk; 3 o a las tentaciones mareriales:t de cualquier especie

    o11endit11r 11iti4 omnia in projiciJci28. qua nOYITtl IjJonle mci'dimltJ a ttitzedam t111m fomnaliotJ

    (La cada del alma en el cuerpo . . ' por la mate.ria?) Todo el narur:Jiiacaso ~~ PlOVIene de su fascioaci6 Rcoacimjeoto :;e bas en ~"st m~magtco de la Edad Media y de

    .4 _ 1 7 a conccpc n. ~~te os oos de! McdJOevo latino A Al . . bao por ~er los tericos por excdenck d~~ena, '6 gazaJ tAlkmd, 1?~ ~ />hantmtu:w, error conden d a aw f! mag ... a del J/>mlti.J

    a o por unos29 Y recogtdo por orcos. El De

    2$ Ed. empleada: Libti XJV qui An:r . .

    raptentiae sectmdum AegyptiOJ Pals 1 ~0{~ tS ~ue 1:unfur, de JeCTeltore parle diPinfiJ. , S~bcmos que se tr212 de: un' rcsu~ d ' V~ l y, f . 0 49 t. 0 54 V. 0 , ara be: t'Jl el JX. Su impon21lcia para lac:~eo~ Ploun~ c:scruo en d siglo VI y r.raducido al nomy. Pua una buena exposicin del s . ta dc:dteval dc:l amor fue indiGda por De1 platnicos, bien dircct:unenrc 0 a t.ra ;srdmf ~ mb!'a narural rransmitdo por los neol del Renacirnic:mo v2se D p W~s e ~ ara a la Europa de la Edad Meda magic.. ' ' op. " 1 pp. 7S8), ~Gen~:ral tbeory of na--'

    26 v: ~ . . OC$a de la mirada como trono, setto, colpa, dardo en :

  • grado de precisin psicolgica, sin el modelo dado por la magia. El spt rill.tJ migrador no ha sido elegido aJ azar, bajo la forma ldica de 1 spiritelli, como ficcin p~tica propia para traducir los efectos dd amo~ en Jos trminos de una pseudoc.iencia mdica que era pura fachada1 tras l se hallaban los contornos de una psicologa del xtasis y de fascinacin y todo el abanico, entre la brujera y la gracia potica, de l que entendemos por la palabra encanto.

    Los aspectos principales de la capa mgica del spirilo migtador encuentran reunidos en el episodio de las metamorfosis de los ladrones cUnirse hasta convertirse en una sola personal-4 como Agoello Bru odleschi y Cianfa Donati o ctransform:use d uno en el otro com Francesco CavaJcanti y Buoso, stas son metforas archiclsicas de amor, y quiz Dante lleve inceocionadamemc en este pasaje la imita-cin de Ovidio hasta el plagio de los procedimiemos descriptivos. castigo de Agnello y de Cianfa parece ilustrar litealmeme las frases ao teriormenre citada de la Teologa de Aristteles sobre la fascinacin ertica U; y la transformadn recproca de Francesco y Buoso pone ~ juego todo el mecanismo de la poesa amorosa entonces de mod~~ ftal"'cesco. ror. aspecto de serpiente, atraviesa el cuerpo de Buoso a 1~ altura del ombligo (esto habra que compararlo con las flechas del amor que atraviesan el corazn); de los ojos del agresor y de la heril da de la vctima salen corrientes de humo y se transforman en agentd de la doble metamorfosis (que puede cotejarse con Jos intercambios d~ spziitelli salidos de los ojos de la dama y del corazn del amante) y duJ rante todo el proceso las parejas no cesan de mirarse fijamente, segn Jas cxtgencias ele la fascinacin mgica o ertica.

    Tendramos, por supuesto, que explicar por qu Dance eligi que esta siniestra parodia del amor fuese iotepretada por ladrones. Ser~ acaso una especie de alegora inspirada directamente en la Teologa del Aristteles, significando el robo de la atraccin por excelencia? Quiz se trate simplemente de uno de esos castigos simblicos frecuentes en la Dtvma Comedia: los que no respetaron la propiedad ajena son con-del"'ados a la prdjda, eternamente renovada, de lo que les es mis pro-pio: su yo. Esta prdida slo tiene como cmoddo terrestre imaginable o representable d amor coits o potico; :;o& elle D;;:~e ~o q;;e to-mar prestado su esquema, denuncindolo a la vez como el ms ntimo y brutal de los robos con fracrura: lo que hoy da, cuando la nocin de la propiedad ya no tiene esa resonancia sagrada, llamaramos violacin de la personalidad. A falta de una familiaridad suficiente con la ar-quitectura concepruaJ de la Comedia, adelantamos estas dos rupresis sin dilucidar entre ellas y, por supuesto. no excluyendo otras posibles.

    l~ /nfcmo, XXV. pp. 34151. n Vb.se Ju/Jrll, pp. 38)9.

    40

    1 LA CAPA M20JCA y LA PSICOFlSIOl.OGLA 1.

    . amente se di.scuci mucho sobre el pasaje del crnienz? de la Anttg~a>G en donde los tres espritus del narrador: vttal, ~umal y lltltJ "fo . do respectivamente en el corazn, cereb.ro e h tgado7' natu~a -sdtu~odo diferente ante la aparicin de Be~u12. ~oy e~ ~ta cacctonan e .d 1 rstamo tomado de La termtDologta medica ;e ha reeonoo o e p . . . . . n aas ellos la ms respetable -orricnte y se sabe que los tres spmtt ueoe ;radicin ni. , 'di de los espritus la metapsicologa del E e a reorta me ca . 1

    .nu 1 teoc'a de la imaginacin, las fronteras oSCilan y as contra-t'sp~ttu y a . . bl Un intento de clasificacin dara ms o me-dicciOnes son tnevtta es. nos Jo siguiente: ..

    Se (in las concepciones ms o menos fLiosficas o reltgto~as ana-r g das en el l el espritu es de origen asrral, acompana al al-IZa . d . 'd al d'esdc su descenso en el momento de la encar-ma m 1v1 u d d hi. la nacin (o desde la rransmisi!l de la v1 a e pa

    1 r~ ~ JO en 1 f ndacin, hasta que asciende de nu::vo en e m:.ta,ltt: ~e a

    ecl u .6 Jede dcslt'garse del cuerpo en los estados cstttcos. sa vac1 o; pu 1 , n las conce ciones mdicas que aqu no~ ocupan, e e~pl

    s.eg un rodu~to de la combu~tio de los alunentos, coosutu -rl:~aes are! ms sutil de la sangre. Se asienta en el c~ra.z6n! w yd d p 'b l nombre de espritu vital, pero se va diferenctan-

    on e rec1 e e , al 1 e , a u r o sea llevado; csptrttu anun en e, ~ -~:b:~g:tru~ento ~los sentidos externo~ ~ internos; csptr.HU ;u 1 hgado instrumento de nul!lctn y de formac1n :t~~g~; ~p1ritu r~dicaJ en l_?s tcstcu.los, instrumento de la

    tvirtud formativa que moldeara al embnn.

    ~ C2pd. 11.. . l , :Ler de 1:pmtu et ll11ma que 2uibui2 2 Hugucs de S2Ant-Vi~~ )1 Cu uca r~mtte ll UQ ' TD n. o. 1 S). BoffllO u 'De pctnclptS ,. q~:: hoy !~ ambuyc 2 Alc~er

    0(vC"1SC su,p }~;-- 11~1 S"""' VI \90}. pp. 1-H.

    ' di r . d' Ase li rom I or ucuu " - -rr ., uuologiae '-""0 0 s difundido y ha citado a Vicente de Beauv:us vtu que se trataba de un lugllf .comun m conoce tambin c1 csc;rito de Akhcr atribuido que ctta como su fu.cme a ~alt (pcrod q:e Vita nuol!a e il De Jprilu el respiraliolle d Al por l a Hugcs); Pl./.MINI. 0 P~ e a l 1 iJd. XVIII. 1910, pp. 162-18), y en e~ bcno Magno, en RPI~egn~ bt~lrogr. d~~l' ~:c~ent~ fil')S6Fico nci pocu dd dolce sul pial G. Ver~ . .Rccr e m ~~~t )-6 e 1910, pp. !6218). han propoccion2d? una nuovo, en Gromale tlantesco_.6 d. a.d~ 2 Alberto Magno como la fuente ms mmc-Y1Si6n ms gencr11l de la cucstt n e tn . " _ d E 6ERTOIA cu domina ddlo

    d O ( - tambin el cscmo mu rcceme e . O dtata e ante veasc . 1 3o6.) 12 que sin rcfcritSe t anrc. spi rto in Albceto Magno. en Sopha, 9: 19) ' ~p~u S(ntid~ 111 comienzo de la Vrta m~ vuios pa.~ajcs de hlbcrtoJ muy pr _JUmorss, iJ \r 1 qu 8.y 41. : Spin'tus enim ope

    mplo Sumrna u8 r;realttm, pa fi nuova por CJC. . b ~ 1 dad operalionern motus et semm orman ~ raJion.miiUinmentt formllm_a ?~pa e, Jfie am acciplf a corde). cipit a cerebro, ~f ad operalronem vrtae orm

    41

  • Segn la primera conce - ( 1 . ginacin puede consider~oo e sfmtus P_hantflJIcus), la .J para los mdicos perteoecsee co;no a esencta dd csptu eo~'j mal E . mas concretamente al , .

    . n senttdo ms estricto , 1 . . . espmtu que una de las funciones del au~,. a rm~gmaCln no sera ces con los Sentidos interno espmtu anunal: coincidir coto ros sentidosJs. S 0 a veces, como uno solo de

    La posrura medica naturalista , . el pe somtJO et vigilia de Albertoesta resumtda con mayor claridad Jf!mtu el respiratione (en cspecal ' q~~ puede completarse con su d6~ el

  • la mujer embarazada un et dir gina~i~n an tiende a tom~t~ cct? sobe~ la for_ma_ del nio. el sprnto anima/e el servicio dcl~nt:Jdo f!l~ resttmgrdo y a

    ' Aqu es en donde 1 a sensitiva. la poesa italiana se h--cce nrnas~o entrehlas doctrinas mdicas del

    "' estece o El rp a os aoco sentidos emite ~ .r rnto animal que reflejar las im en a tt~ves de los ojos, el neuma gedad es clara!en~ del lo~ obetos hallados%: esta idea de la tanta frecu'encia figuan' e fngen ?e los spinlel/i de la mirada so de la ciencia a la ~~n a hoesra_ de Dante y sus amigos. Pero el pl~ral pintoresco pero~~o ~~~remem~ . s_in _rigor. Dmte los OJOS) en las partes poticas d oxo: sptnll rnifli41 (o JDlrnt ... ui poeozada (cap. ll), pero nunca e ,'a Vita nuovg o en la aparece una vez y cm leada !- pr?Sa de comentarlo. Cont~~1tio'. Cuando ha6J mas bien en forma metafrica l!n nico spinlo vinvo qu: s~~:u;do ~us palabras, Dante slo tlco paca transmitir una im e os OJOS o que corre por el que su explicacin de la f~gen -~ la tmaginatzvg9. y sabe por ~os del amor, exigen que tod~a% o y,~C?OSCcucntemente, de los ~memos, as como Jos espici . s esplfrtus de los sentidos r-Ylr,.rn~-rdntica naturaleza. Esto ~ VICalcs dd corazn, sean en el del Convivio sobre la f:asc es _o6 que ~estaca, por ejemplo-: en

    maa n musrca.l : '

    Anrora la MII.Siu trae a Je li piriti . CIIOre, che tIIIISt cenano Ja o"- . um~~nr, che qiiiZri fOno Pmci~>al.m--1 "' r~'IIZIOne ' ' 1' - r "'""' 11111 q~taJi corre a lo pinto sen'bile eh - 'e iltmlt1t4 i'ltteTa, tllll1tt/o l'ode, e la

    e nce11e 111onol0_

    IV. TEORJA. NA.11JRiJST A DEL eSPIRITO y I"V'V'-rn ..... \.A..udNA DEL AMOR

    El acercamiento entre las frmul en_

  • (.rpiriti implof2Iltes ), tambifn le gusta mostrar que conoce d exacto de sus trminos.

    El segundo plano de la newnatologa naturalista en filosofa rosa de los poetas nos es, desde Vitale, ms familiar. Se trata del lis m o y del clibcrtinaje de Andr Chapdain ).( y, sobre todo, bemos, del averrosmo de Cavalcanti.

    Los vnculos averrostas de Cavalcanti estn slidamente dos y no creemos que la interpretacin de la caozone Donna f1U por Nardi haya sirio, al menos en lo esencial, invalidada en el so de la polmica que suscit)). Pero otra cuestin es saber lo

    nifi~ dicho averrosmo para la concepcin potica del amor en cantt y en todos los que adoptaron su lenguaje. El nexo el lado mezzo.rcuro de la poesa de Cavalcaoti, tan descrito por Nardi, y deducido por ste del averrosmo, poda c~n mnimas diferencias, del ncoplatonismo rabe. Demomy nos textos pertinentes en su explicacin de la fJJosofa amorosa poetas provenza1es)6. Vossler invoc lo que l crea era un -----~~--' estticamente rel::v:mte a propsito d:: algunos oocmas de Dante y Cino en los que el conocimiento en d&rito como algo movido nicamente por agentes supraterrestres)7, pero slo se

    . ).( Sobre la condena de Capdlanus, ~M. GR!.BNANN, .Andrea.s UI.Jpcll~m.u Bischof Steplun Tempier , en Speculttm, VII, 1932. pp. 7'>79; y A. ). DENoNY, De Amore of Andreas Capdbnw and thc Condemnacion of 1277 . ~ Meuw:l dies, VIII, 194_6. pp. 107: 14_9. Sabida es b. importanci2. dd librito de Capdb.nus concretar y codificar los pnnc1pales puntos de la teora del amor. En un soneto de I..FIERJ. ~uido, _que/ Gilmni eh 'a le fu I'Jtri'iui (n. 0 7 en la edicin de Luigi DETTO, Rtmttlo'! ~1 dol&e ~lil nOPO, Turn, 1944, que seguiremos para los poetas grupo), cGualoen. es dear, Andr le O.apdain, se transforma simplememe en

    ~o de Amor. Las cuestiones que ha analindo, sin duda segn convenciones ngen la canzone ponna me prega, de Cavalcanri, y su dc:fmicin del amor cuanto a lo esenaal, hasta en un soneto atribuido a Dante (Molli 110/endo dir

    ~more, n . o 79 de la edicin de Concini, dasifiado entre los dubbie): el amor es stn de~ deseo narural del alma y suseitado por un objeto con hermosa .

    h~ ~ahzado perfectamente esta defmicin descriptiva ms bien cona que hace mom t'l .~mor a un alma hermosa en un cuerpo feo e incluso niega (CapeUanus no retrocedodo :uuc esta ~onsecuencia) que un ciego pueda amar con verdadero amor.

    ~mbargo, el caricter .ctnnato. de esta pasin (ptZSsio innata) permite descartar al llsmo exuemo, aut_onza la tesiS del amor ennoblecedor y, dicho sea de paso, reduce a ca cosa la pr~tend1da novedad de la solucin que Schdudkc atribuye a Guinizdli.

    n La tesiS de NARDI est~ expu~ta en eL' averrosmo del "primo amico" di en Dante e la cultura medtevale, cttado, pp. 93-129; cf. tambin cOi un mcn_to ... . ibd., pp. 130152; y su cNoterdb. polcmica suU'averroismo di Guido canu. en R~segna di Ft~osofta. 111, 1, 1954, pp. 47-71. Vase la respuesta de FAVATI, cGuodo Cavalcanu, Dmo del wbo e l 'averroismo di Bruno Nardi en romanza, 11 , 1955. pp. 6783. '

    )6 A. J. DENoNY, cAn inq~iry ioto the origins of courdy love . Mediaeval VI. 1944_. pp. 175-260. y cn Amors: the pure love of the troubadours its and)robk _sourcc. ihd . vu. 1945: pp. 139-207. .

    O p . ctt., pp. 80 y ss . a propsito dd soneto VD (lo JJidi li occhi) de Canlcaodill de~ soneto 0/tre la _spera de Dante (Vilo nuova, XIJ) y de b. balada LXII eh amando la mta 111/a more) de Cino.

    46

    rxtasis y de iluminaciones, d~ tipo m~tico si se ,quiere. compatibles e~ ~~Jquier caso con las ms diversas c:p!Stemologw. En _cu~t?_al rc:~e~-

    0 de imgenes y figuras, nos parece que d compleo mtu;o, magt-ton anuopolgico y mdico de las doctrinas del s~iritus est implicado ~~ ello plenamente sin distincin apenas del onge~ fJos~co ~e l~ clct11Cntos. El ca.soha sido tr~ormar ~ _creencras en rmagmc~na

    'tica, mediante un acto deliberado, quua sm precedente en la ltte-::ura de la Ewopa cris_tiaoa ~. Podemos ilustrar este proceso con algu-nos ternas de Cavalcanu y de Dante :.9. . ,

    1. Lfl guerra de los espritu.r. Hay tod~ una trad1~n tcologtca bre d lugar de los spiritus frente al caro, amma y mens . Con la ma-~r frecuencia figura anima com? portav?z de caTO. Al estar fuer_a.~e ~~usa el intelecto por su esenCla s~penor, llegam_o~ a la opostcron ;nima-.rpiritus: b. parte carnal y d~tl y la pacte esptr_ltual _y fuerte del hombrc6'. La batalla entre los espntus y el c~razn, unagmada gusto-amente por Cavalcanti, lleva b. huella de d1cho topos, pero con_ un ~ambio de papeles debido a la doc~ina mdica: los espritus, vencrdos dbiles han sido expulsados; obten el corazn, al encogerse, los ex-y . d d , 1 puls cid cuerpo62: La verdadera pst~om.zquta no ~e , ~a ernas en~e. e

    corazn y los espiutus del arnan_te, SiilO entre sus espl!ttus y un esp_mtu xuanjero intrusO. Amor o muada de la dama. Cuando esta rrusma ~icada es 'favorable refuerza, por el contrario, a los espritus del cora-

    zn y deposita entre ~Uos u~ !Pin"to di gioia6;. De este mod?, los rayos visuales de La f!Siolog~a tradiCional se trasforman en seres arumados por buenas o malas intenciones. Los espritus ~itales y animales _de:! amante se transforman en personajes d~ comedia, ~on frecuenCia _penosos, implorantes, atemorizados, socorndos o proteg1dos por un envto deba-

    Ni d uso literario de b.s cmaravillasa exticas, ni b. tranSformacin de los dioses en ornamentos de b. poesa pueden serrit de I:'~ntos. de cc;>mpa.a:aci~. ;-a que en ambos~ los autores cristianos entraban en una rradian ltterarta ~~~~~ q~e les resultaba conoa da. El empleo decorativo o semidecorativo de datos en pnnc1p1o Clent_ficos. es u~ ~ve dad que no tiene analoga ms que en los prstamos mutuos de la hteruura rehg1osa Y de 12 luerarura profaua. :iVbli: tvd~ ::!~ h ~!J ~m_orosa~ . _ .

    19 Nos limitamos a estos dos nombres ya que la liSta de ecmplos se ala~garaa_ mucno, son gran provecho si a2_disemos a 1~ .de~ poetas dd grupo. Cavalcanu es atado se-gn lo edicin ya meiXlonada de Lu1g1 D1 Benedeuo. .

    60 Vase el ankulo de M. D. OtENU, cit. , 7, 45, n . l, que aporta textos reb.uvos a r1ta cuestin.

    61 Hugues DE SAINTVICTO&, De unione corpofi:r el spiritus, Patr. ZJ. , 177. ~o~ . 291: Pnma ,,0 ut in ter miman el spirilum, hoc ests11ter roluptales Cl11'71ales el spml~es. O de forma diferente Toms DE AQUINO . J. theol., 1, qu. 97 a. 3 (cf. Ororu. artiCulo co;ado, p. 233. o. o 50,): Anima _rttlionalis est ani~ et spiritus: Anima secunt(".m ill'!tf quo e;l comune ipsi el als amtnttlnn. quod es/ llllam corpon dare ... Sed ;ptnlus dlCI tur secundum illud quod esl propi11m ipsi ...

    61 Rime d. Cavalcanri, ed. cit., Vlll, vv. 914, 19-22. 48-)2; Xll. v. 6; XV. v. 13; XVI; X:Xlll. vv. 1215. En estos pasajes, principalemente VIII y ~. anima d?~na _con frecuencia a la suma de" los spirili, lo que est conforme con la tradoc1n del espmru v1tal .

    6) lbl., XII (sooeto: U11 amoroso SJ1.11ttrdo spiritale), v. 11.

    47

  • lada o de canzone64 ; una vez, que/ paurOJo spinio d'amore/ii apparir quand'om si more amenaza al amante fascinado que salva i'n ex:Jremi's porque su sottile spiri'to che vede se aferra a la de la amante 6).

    Dante comparte la li~~ad de su _p_ri'mo amico en el empleo de estos conceptos: eJ eXJito del spmto es para l tambin un 1 66 (R~ordemos q~e.?ta facu!tad de abandonar el cuerpo es, capa m_ISoca de la tra~cton, la pnmera caracteJSca del spiritus). como~~ tomas~ en seno la represent~cin fiSiolgica, hasta el hacer mtervensr el lago del cor, lugar de reurun y dorruciliO de esprirus67 per~. tal vez, no se ech atrs ante la idea, rugna de un rafino dall' Aqutla, de que este clago se sec debido a la flecha te de la rilltada ?e la dama 68 Una contradiccin terrrunolgica dos sonetos _sucestvos de la Vzia nuova que el propio Dante explica el comentariO prueba hasta qu punto son metafricos para l Jos memos de esta_ antropologa: en el o . 0 37, el corazn desempea respecto a los OJOS un papel que en el n. 0 38 ene el anima con to al corazn, siendo_ el pri~1er trmino la razn , y el segundo el lO, como en el conflicto spmtus-anima de Sw Pablo y de los ,s apa cntemente naturales (

  • , ..

    4. La luz de los spiriti. La neumarologa con , , , -'--~ bav

    . , n los tasl4) todavta es aun mas ~ ~ 0 ardtentes segu . poe Qu' , podamos pensar qur~ ~ b. 1 s como lummosos. tza ctUen-

    tficas, el segundo plano filosfico muy claro (ya sea averrosta, tnico o escolstico) y el lenguaje imaginado natural en la del amor se encontraron ms o menos en concurrencia en cada

    conce tr o ' d descn'po'n exacta de los hechos en c:sr 2 pretenst n e .

    uf'l vag a balada de Cavalcanu (XXVl): ,o de un .

    Veggio negli occhi t!e_l~a tfonna muz un lume pen di spmtz d amore ...

    XXlli V ')- )~

    los tres motivos discutidos aqu, del mismo modo que se ""'u

  • va, XXV) sobre la razn que le llev a personificar ~1 Amor, que, filosficamente hablando, el amor no es ms que un accad~nt sm. ~~bargo, el f~ecucnte paralelismo entre los hechos y gestos .rpmtz y los del dtos Amor (asentado como un arquero en el ojo dama, y que penetra con la mirada en el cuerpo del amante pulsar a los espritus vitaJes, etc.)88 permite clasificar a una del repenorio neumatolgico en el mismo captulo que la uu,tuH..w.t: los poetas. Cavalcanti deja enrender una vez que el .rpiiito ser , en sus versos, ms que una forma de designar a un Q\.UOICill Hace de l en la baJada XXV (Po.r.ro di gli occhi meie novel/a sinnimo de vert d'amore; y Dante, al declarar sus intenciones cas 8'\ dice con todas sus palabras que la guerra .rpirilo-anima que descmo no es ms que una guerra entre dos pemieri y que el d'amor gentil que le habla es tambin un pensamiento al cual obedecer. Pero esta cdesmicificacin del comentador no debe derse sistemticam~nt~ a toda !a poesa de los .rpin'telli, como son aptas las explicaciOnes a travs de la filosofa, la medicina fantasa potica) JY.Ira dar claves despro\'..;tas de ~rnbigedad.

    Y. D OCTRINAS POTICAS DEL AMOR

    Es bastante significativo que, de los dos iniciadores de lo mnmente llamados el doke .rlil novo, uno, Guioizelli, que un par~mesco entre amor y n?bleza de corazn, no pensas:: en los fenomenos del amor mediante un mecanismo como el de !os t~lli; Y el ?~o, Cav~canti, autor del cmodelo de los pequeos ntus, no ha?ese alustn aJ t~a del amor ennoblecedor ms que f'n poemas de JUV~n.tud~. Posteriormente, y por primera vez en tema ~e los .rpmtellt y el de la genlilezza fueron combinados con cuenaa; pero se echa de ver que dependen de dos doctrinas de bastante difcilmente compatibles.

    Guinizelli no es, evidentemente, el inventor de la asociacin gentilezza, como tampoco fue el primero en div.injaJ

    di che ti focc Amor, se vuoi ben dire, dentro al mio cor che sua va/enza pro11a.

    b El Ion d~ Plat~n O? puede ser ms perentorio ~n su regisno irnico y

    so re d casaner mspuado de la pCla ~ Vi~.~uova, XI Y XIV; Jnv. , can~. JI , vv. 18-28; Rime, ball. 29 (Voi che ragt~1UZr more), ball. 34 (/ 'mi son pargoletta), fm.

    90 Con.,., ll . VI: 7 Y 11 , X, 4. comentuio de Jos versos 12 y 42 de la canzone.

    . Esta obseb rvaCJn es de J. E. SHAw, Ca11alcanti's theory oflove Toromo 1949 gma 11 7. Ha ra que at~n~asla teniendo en cuenta los pas2jes de b onllo~ Donn; pregb: en d? nde b asoctactn entre amor y trirtii o valore se mancienc. Pasa larn

    1 tn se 1mponen algunas reservas por el hecho de sus melfOr2S de la mirada

    co 'PO o trono.

    ~2

    hay nada esencial que diferencia al amor, ~ y como lo concibe, dd amor cons en la poesa caballeresca. Pero sU tema de la genlilezza es 15irnismo complejo, como lo fue en sus predecesores provenzales .

    Por un Lado, la afirmacin de que el amor es una noble22 .rui gene-riJ 0 que confiere nobleza aJ amante es, en cieno modo, una reivindi-c2cin social , natural en los caballeros que cortejaban a damas de rango superior. Uon Zaidun, poeta cordobs del siglo XI, se expres clara-mente sobre este punto9 1 y no faltan textos anlogos en las literaturas cristianas. en Andr le Chapdain en primer lugar. Los poetas italianos de origen burgus suscriban naturalmente esta tesis. El cmanifies-10. de Guinizelli, Al ror gentil replll"a .rempre amore, contiene una csuofa violenta (IV) contra aquellos que confunden nobleza y linaje, y t'l se sabe el lugar 9ue OCUJ>:l e~ el Convi11J la polmica contra la d~nicin de la genlilezza atrtbutda por Dante al emperador Fedenco.

    Entendida de este modo, la identidad amor-nobleza puede correr pareja con cien o fatalismo, al menos en el sentido en que la fatalidad del autor excus:1 t2mbin las uniones socialmente des!guales De don-de. por ejcrnplo, estos versos de Bertrand de Yentadour:

    Pero Amor.r sap di.rsendre lai on li ven a plazer92

    y la frmula casi indita de Puccio en un soneto a Dante:

    Solo si pon [Amore] dov 'e'l.ruo de.rire non cura del piii bei ne del migliore9!

    precisamente respondiendo a la cuestin de saber si el amor de un ple-bcro hacia una dama noble era lcito.

    En una segunda acepcin, la tesis de la gentilezza amorosa desem-bocl en la doctrina platnica de la ascensin. Desde luego, no excluye la tendencia creivindicativu -de hecho, las dos ideas se encuentran r:l!! s!~mpre ju!!t:ts, entre C!!:lS e!! b. ~:znza!!~ d~ Gt:icizelli- pero posee una base filosfica bastante interesante . Lo esencial del amor es la elaboracin interna (inmoderala rogitalio, segn Le Chapclain) de una imagen mental . Se sita si~pre, por tanto, ms all Je los senti-dos. La belleza es como la simiente que slo crece en ciertos terrenos convenientemente preparados. Al menos, esto es lo que le concede la \crsin cmoderadv de CapeHanus y de los numerosos poetas que le si-guieron; pero a veces, sobre todo en Guinizdli, su papel es menor: Al

    91 Pasaje citado por DENOWY, cAn inquicr:y .. . . an. citado, p . 230; el poeta que h2bla ~ enamorado de una mujtt noble: cNo nos ha hecho d menor dao d no haber do su tgual en cuanto a nobleza.. ya que en el afecto h:ay razones suftcicmes de igual-dad. (nad. H. Pres).

    91 Citado por DENoMY, ibd.: p . 189. 9l Rime di Dante, n. 0 58 A .'

  • cor genlile repara .rempre Amore pod , d . ' ama espontneamente El autor del na.m; ecu que el alma che fo.r.re Amore94 debi pensar en ~= uftesco Mo_lti, voJen'k del amor como ardore!di me 1 . . e ruando Cita la sin ms radical la beiJe 11 e 1"'!gmtllo per pemiero. Segn

    za no sena ms qu . amor una cualidad o virtud d 1 e una causa ocastonal ducido por la belleza. Cuand e -!:::naz a noble ms que un na de Guinizelli la t'dea . o d te resume' exagerndola la

    mtSma e caus di ., ' es apartada o descuidad a .0 con cton externa del

    a como secundarta. A '/ una co.ra (Vita nuova, XX). . more e cor gentil

    En ese contexto el proble d 1 f: . bertad, no se plant~; vario.; ~e a a~t~ad _del amor, o de mos de la Canzone d 'amore c'l de Gutmzelli, _entre otros los haber glorificado a su dama h~eb{e ~~ues~ a DIOs que le acusa excusa fatalista: a a emta, parecen , es cierto,

    /enea d'angel .rembianza che fo.r.re de/tu' regno; no me fo fallo, s 'eo li po.ri atrllm.Lii.

    Pero_ Capellanus, que haba ca respondt, en cieno modo ad 1 ptaddo perfectamente et problcrm: . d , e antan ose d 'l -..

    u ene a cm as una especie de . u icio en su J ogo V que COQ. amor: la vo luntad que no d J y un boceto de Divina Comedia cJa cin' la ms libre que existe~ separarse d~ Jo que ama es, por defin. En trminos ms modernos s1 I;~~o dwere m~ que lo que quieie; meterse, ent~nces no es nada. rta no es IJbertad para compro; ~al~w~q~~and 1 fi. de la belleza en el amor _pape e etente y la casualidad apremian ..

    CXJSte un nexo 16 1 ... amor como gentilezza y la d ' . . . gtco entre a aceptacin ";- tvtruZaetn de 1 d 1 aa

    SI no no se comprendera su d a ama a a que se refiere: nos situamos de lleno en una rfadfci en d cdes~nar del alma. A~ que Denomy haya podid . a neoplatruca y no es de extraar no,_ dd a.-nor corts de !o~ ;:~a:~lp~ale!~ filosfico_s, desde Plot caon, caracteres propios del am ev _es . La ascenstn y la purifi te la gentilezza, estar asociad alor :truco y corts, revelan, median: de moral sin deber prctic~ f~~mu~bl zo ~e unala especie ?e d isciplina o

    e sm v ores prefiJados, sin con-

    54

    1cnido de ninguna especie96, apoyada nicamente en una tarea que el

    1

    rnaote se impone a s mismo. y que ~ emparenta estrechamente (cada ,cz ms estrechamente cuantos ms cprogresos hay del amor) con el ,despenar dd alma, con su toma de conciencia. (Corno Jos historiado res tienen licencia, desde Vossler, para tratar las doctrinas del amor en

    1rroioos tomados de la filosofa pura, aqu podramos hablar de una

    111oral trascendental del amor, para designar en lenguaje kantiano esta

    ausencia o esta desaparicin de los datos objetivos reales o ideales y la 1endencia a crear nicamente en la conciencia todo el sistema de fines,

    valores y obligaciones.) La solucin de Le Chapelain ante el problema de la libertad y fatalidad del amor es tpica de esta tendencia a recono ccr el caricter fundador de la conciencia en materia de amor; lo rnis-rno se podr'ta de

  • sacadas de la doctrina de los espritus coexiste mejor o peor con del amor ennoblecedor y purificador 10 1

    A decir verdad, la teora cientfica o ftlosfica de los fue nunca monopolizada por los naturalistas hasta el punto olvidar sus nexos primitivos con los temas de la pwificacin y dd sis, de donde 1 posibilidad de reintroducir ahora todos estos -incluido el platonismo,. en el repenorio metafsico marcado en en del naturalismo. El spirito de los poetas es, con mayor que el de los mdicos peregrino, expulsado por Amor, enviado mensajero a la dama, atrado o fascinado por ella; poco "n ruvrt .. ,ri. diferencias entre estas dos formas de xtasis. De hecho, la tiStOio~u sitiva -slo conoca un espritu viajero, el de la mirada; todo tiene que yer con la explicacin mgica o mtica de los estados de ce, libremente recogida o reivindicada por los poetas. El soneto spera de la Vita nuova es a dicho respecto una suma: en l vemos punrar el mecanismo mdico (spirito = sospiro), la explicacin o alegrica (spirito = pemiero) y el xtasis ccbamruCOlO (subida del spin.to errante , cuya visin se explicitar, como invitamos al adivinarlo, en la Divina Comedia).

    La filosofa dantesca del amor e:; por entero um super:1cic de- la ternativa enue cnobleza de corazn,. y mecanismo de los espritus, se prefiere entre Gwruzdlj y Cavalcanti o incluso (pero aqu la janza se hace ms bwda), entre el idealismo platoruzante y el lismo ftlosfico. La contribucin inicial de Dante fue pertect:arr1ent analizada, especialmente por Nardi 102, y bastarta principales rasgos.

    En la concepcin defmitiva del poeta, el amor es, como se sabe, princip io uruversal, csmico: !Ve creator ne creatura mai 1 .. .fu amore 1 o natura/e, o d 'animo (Purg., XVII. 91-93). Es una -.vc~u,uv'~ indispensable del mantenimiento de las cosas existentes. Ciascuna ha 'l suo speziale amore (Conv., Ill , m. 2).

    '- ~ ,.eJ 4UI!UJl . --,..._e tie"' Wfll

    - a/Jro &he unime11ta ~~;__m. o. ~)- r.on e . 1fQiura /'~ aJffL

    ttO" ,to Ji propta nu l _ _: J-ns de la vtda _.,"'t ~con e acuu

  • Pseudo Dionisio, as como en el Comn11io!07 Guinizelli 108, al Dante 109, parece ver al mundo movido por un amor ,.w.c .... u.uu.~ igual en el amante de una dama terrestre o en la Inteligencia que gira alrededor de Dios.

    Dante aceptaba, por tanto, de Guinizdli y de los~'-'""''""''""''~ .... , temas de la ascensin por amor, de la pwificacin y del saber que suponen la universalidad del amor csmico, pero ha mucho ms este aspecto universal; puso de relieve el demento de unimento y rechaz todo lo que pudiese atentar contra la externa del amor. es decir, contra el papel eficiente de &attiz 1 perspectiva metafsica, contra el papel de Dios tal y como lo ltimo verso del Paradiso, objeto y causa del amor.

    Tal como es, esta eleccin de elementos admitidos o rechazados Dante en las doctrinas concurrentes del amor parece revelarse una especie de oscura adhesin al antiguo complejo del spintur. realidad de causas, Dante salvaguardaba la posibilidad del tico del mecanismo amoroso segn la psicologa un tanto de:oraU'n.~ Jos rpin'telli; extraa adems de esos cpequeos xtasis el uullJC;u lgico para describir a los grandes: Las visiones de la Vita nuova y Divina Comedta. Recobraba d .impulso moral y purificador del tonismo valindose, para fijarlo, de medios que Guinizdli no podido suministrarle. El segundo plano naturalista, unido a la loga objevista del amor, y justificado por ella, abre las puertas a aspectos propiamente mticos o primitivos: la teora de los sueos vinatorios, la demonologa de la Divina Comedia y su concepcin ri::na de los cuerpos infernales.

    No pretendemos, evidentemente, demostrar que la ftlosofa ca del amor se explicara mediante un atavismo cualquiera o mc:dl:a.nt um atraccin real, ~'lStiotiva, hacia las doctrinas del neuma. en gn sitio ha h2bido una reaccin instintiva por parte de Dante \C ha dado en la negacin de las consecuencias, basrante seductoras, embargo, de la posicin pura atribuida a Guinizelli 111 Pero este no a las causas -espritus o no- se impona, ya que ante los ojos Dante .todas las realidades, todas las verdades, autoridades, y r~r2n 51~mpr~ -y~ :-hh- mtes q!.!e !:! !:O!lci~!l~i~. E! b!cque de sus c1ones y de sus vtsJones nunca sufri el ataque de esa otra filosofa espritu que hoy llamamos idealismo. Pocos pensadores, incluso en

    10' P:uajcs cilados por DENoMY, cAn inquiry ... , an. c.ilado, p. 218. 108 Con:z . d'amor~. c:scr. ~

    lO? Gnz. 37. Amor eh~ movi tua vmii da ci~lo. 110

    _ El pasaj~ de la Vsia nuova, XVIII, con rc:spcc!O al cfin del amoro, d~ Danr~ 2 '~'z (vca~c supra, p. ~8). marca sin dud2 la forma cxucma dd cidc:tlismoo d~ '> ad~mas cslrcc~am~n.'~ relacionado al hom~naje 2 Guinizelli (Vita nuOI':l, XX). ~10 d1ficuhad cuamo d1fiere C:Sl2 postura de la definicin del amor como unim~to ru.P~ en el Conv""? Y se puede :admitir que forma pane de las ideas de la t wcrliU

  • 1 i :l

    J j

    ~ 1

    T 1.

    LA IMAGINACIN COMO VESTIMENTA DEL ALMA EN MARSILIO FICINO

    Y EN GIORDANO BRUNO

    IMAGINACIN y CONOCiMIENTO

    Una tradicin arraigada, proveni d . , hasta el siglo ~-.. 'd b ~nte . e Anstoteles y que -.vuum . 11. v , consi era a a Ja Im -

    conocimiento insertada entre 1 'b .~!5dmdacwn c?mo la facultad parte de los sentidos intern a sensi I I a y el Intelecto 1. ... ,u .. ,.,... comienzan con el sentt'd OS,_ grupdo o, mejor, serie de funciones n,,_.llm.

    . o comun y es bo l gUimos el orden de transform . . em can en a memoria, si J. . aoones mternas de las -UlClO, SI seguimos el orden d b ., . Imagenes, o en mucho ms exacto e h e a stracc~on creciente. Sera ad.enlse "fi d , n mue os casos decrr 1 . . .

    t1 lC~ a con la ratio en sent"d . que a Imagmaon, llf'n . "!ll!~ sentidos internos en su conjuin:'o;mp 10, es el n~m_bre _gen_rico de ca, ya que fue partiendo d 1 dJsto no se da _sm JUstificacin .

    e as erentes funcwnes de la q:>cxncxacx

    1 Una larga y clebre d~mostracin d otro kgar (De memoria, 449 b y ss . Ret ~ uusrTEIES, De anima, III, 3, paJJim y en febo. 38 b-39 e; Soph. 264 b r ., ' 370 b), establece en contra de P!.TN ('f Ft'

    . - . 'J.tm. 52a)quel ' - n c. -Pu~oa opmron dproveniente de una sen~acin o ligac!aatmalglmaCion no puede ser reducida a ve mente e la se - d . a e a smo que es u :::.h . nsaCIOn, eS eCir segn s ]" . ' . . n cmOV!m1entO> - J~sts y de;.;,;: ' tmp tctus, una transtctn dinmica entre

    . La htStona de los sentidos i f . o zma~mation in claJJical and mer;}Z:e:~ tue reco,nstrUJda por_M. V(!. BuNDY, The theo ~xtensron del sentido de imaginatio su hou~h-!_IIhnots Umverstty Press, 1927. Para Z ~facultades conocientes en BoECIO: Con~';h~cto~: (ratto, vase, por ejemplo, la serie n 10, mens, tomado por ficiN Th prosa): sensus phantasia : (~gtru~in por ratio de imagt~~t/~1 t~~:~}:v~. 3 (Opera, Basilea: 1576, p. 3;;')~~~ 1 ppror 1~7n9o B~no. en Deutsche Viertef;'ahrsschr foe~t~ttes,tcom? lo estableci LSGiKI ,-, ,veasepp 12-1 3) 1 f. . .u eraurwtss. u. G t h vol 3d d' , a uente de BRUNO s JI . ers esgesc ., Il,

    en Brun~ \e IC: nac., p. 172, cf. Ars memon'ae 'b~lfj l~s ~zg: orum (Opera latina, l. 11, muy lar e cofunto de los sentidos internos p l ~ I 3 p. 91). Imagmatio significa

    ....

    mayora gJe ~~ ~~at~r~~~ 1~ d:~:~ncias entre ~ha~ta~/a e ~~~;n~;J/ J!!~h~d1e~0 ~r~ ' Cd~n frecuencia_los trminos !parece~~:~s~tndgutrd, pero siguiendo criterios muy var~blesa 11erentes pasaes d . ve ti os e un autor a otr . e un miSmo autor Tom" d A . 1 o y a veces tncluso entre

    nontmos. as e qumo os considera adems como si_

    60

    Aristteles como Avicena obtuvo, separndolas, la Esta de ~os sentidos internos que dominarla toda la psicolog1a de la Edad Media y del Re-

    nacimiento 3-El grupo de facultades que conciernen a la imagen (que la hace_n independiente de la impresin sensible y, por tanto, de la presenoa del objeto, determinan la reaccin espontnea o reflexiva del sujeto, distinguen o conocen las intenciones o universales post rem que st hallan contenidos en ella y conservan, por ltimo, la imagen transfor-mada de este modo ella misma en