revista andes del su nº 3

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REVISTA ANDES DEL SUR Nº 3 2010 Comité Editorial Revista 3: Comité Editor: Jorge Pinto Rodríguez Jaime Flores Chávez Tom D. Dillehay Leonardo León Solís Ivonne Ramírez Galaz Jessica González Gómez Dirección General: Iván Inostroza Córdova Comité científico Félix Briones Quiroz Universidad del Bío Bío Hugo Contreras Cruces Universidad Academia de Humanismo Cristiano Carlos García Reske Universidad Autónoma de Chile Alan Garín Contreras Universidad de la Frontera Miltón Godoy Orellana Universidad Academia de Humanismo Cristiano José Saavedra Zapata Universidad Arcis Hugo Zunino Edelberg Universidad de la Frontera JUNTA EDITORA REGIONAL : Asociación de historia y geografía “Andes del Sur”

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Revista Andes del Su Nº 3

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REVISTA ANDES DEL SUR Nº 3 2010

Comité Editorial Revista 3: Comité Editor: Jorge Pinto Rodríguez Jaime Flores Chávez Tom D. Dillehay Leonardo León Solís Ivonne Ramírez Galaz

Jessica González Gómez Dirección General: Iván Inostroza Córdova Comité científico Félix Briones Quiroz Universidad del Bío Bío

Hugo Contreras Cruces Universidad Academia de Humanismo Cristiano Carlos García Reske Universidad Autónoma de Chile Alan Garín Contreras Universidad de la Frontera Miltón Godoy Orellana Universidad Academia de Humanismo Cristiano José Saavedra Zapata Universidad Arcis Hugo Zunino Edelberg Universidad de la Frontera

JUNTA EDITORA REGIONAL : Asociación de historia y geografía “Andes del Sur”

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INDICE PATRIMONIO, MEMORIA Y EDUCACION

IGLESIAS DE LA ÚLTIMA FRONTERA EN LA ARAUCANÍA EN CHILE. Cristian Rodríguez D. - Andrea Saavedra T.

1

LA CAIDA DE UN GIGANTE: EL FERROCARRIL DE ANGOL A TRAIGUEN: 1888-1988. Jorge Waghorn Pérez

16

PATRIMONIO DE LA INDUSTRIA MOLINERA EN LA ARAUCANÍA: “EL GRANERO DE CHILE” Cristian Rodríguez Domínguez

34

HISTORIOGRAFIA

RASGOS DE LA ECONOMIA DE COLONIZACION EN ANGOL 1870-1890 Mónica Sepúlveda Rivera

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DOCUMENTOS

MEMORIA DEL INTENDENTE DE MALLECO, 1894 108

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IGLESIAS DE LA ÚLTIMA FRONTERA EN LA ARAUCANÍA EN CHILE.

Cristian Rodríguez Domínguez. Arquitecto, Magíster en Historia. Andrea Saavedra Teigue. Profesora de Historia.

Investigadores Gestión cultural Intercomuna.

Templo San Leonardo de Porto Mauricio de Collipulli, antes del terremoto de 1960 cuando se le cayó la cúpula.

Autor desconocido.

Introducción

La incorporación de la Iglesia al territorio de Chile es de data remota y esta vinculado

al avance progresivo del español hacia el sur, desplazamiento que hizo inminente la

ocupación de los territorios de Chile y la Araucanía. Esta última región, tras este proceso

comenzó a modificar inexorablemente toda su ancestral estructura, debiendo los mapuches

adecuarse cambios que paulatinamente se fueron incorporando a su modo de vivir a partir

de la religión.

Con un clima adverso, la evangelización surge como una ardua tarea de salvación,

que se inicia con el arribo a estos territorios de un gran número de misioneros europeos,

siendo los jesuitas primero, luego franciscanos, capuchinos y posteriormente los

protestantes durante la ocupación de la Araucanía, construyendo de esta manera un espacio

diverso en el aspecto religioso que se puede apreciar hasta nuestros días.

Recién llegado el conquistador español a América, arribaron los eclesiásticos

provistos de cruces y envueltos de un manto creencias propias del mundo medieval,

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cristianas y heroicas, lideran un proceso de exploración y ocupación del territorio

descubierto.

“El conquistador español fue un hombre de dos mundos: medioevo y

renacimiento. Tuvo sed de gloria, deseo de dejar fama y memoria de sí… pero

también fue hombre de profundas convicciones religiosas y el clima beligerante

de la contrarreforma católica terminó por envolverle: la conquista tuvo también

fisonomía de cruzada y hubo momentos en que toda la vieja tradición de lucha

contra el infiel pareció revivir. Fue un hombre que mezcló toda la teología

medieval con las ideas del capitalismo”1.

En este contexto, la evangelización surge como una necesidad de la Corona de contener

al aborigen e integrarlo al sistema económico que desde el siglo XVI se implantó, utilizándolo

como mano de obra, e incorporándolo de este modo a la “civilización”. Testimonios de estos

periodos históricos manifiestan que la destrucción sistemática de la cultura local y su

reemplazo por las pautas impuestas desde Europa fue una tarea primordial que justificaba el

uso de cualquier medio para llevar a cabo dicha cruzada, logrando desarrollar campañas

misionales nunca antes vistas en estas latitudes, donde se utilizó la violencia e incluso el

genocidio para alcanzar el objetivo de la evangelización y dominación.

“La evangelización en América constituye un tema en el que se cruzan

distintos capítulos de nuestra historia: el de la gestión de los misioneros, el de la

interculturalidad, el de la imposición, la resistencia y la inmigración”2.

En caso de la Araucanía, los mapuche “vivían en comunidades esparcidas y

libremente confederadas que funcionaban en un nivel de “cacicazgos” incipientes”3, las

que determinaban su organización social y política, definidas por estructuras jerárquicas

delimitadas por el control de la tierra, el que se lograba a través de las relaciones de

1 Sergio Villalobos. “Vida fronteriza en la Araucanía. El mito de la Guerra de Arauco”. Editorial Andres Bello. Santiago de Chile. 1989. Pág. 20. 2 Pinto, Jorge. “Jesuitas, Franciscanos y Capuchinos italianos en la Araucanía (1600-1900)”. Artículo Publicado por la Universidad de La Frontera. Temuco, Chile. Sin fecha de edición. Pág. 1. 3 Dillehay, Tom. “Araucanía, Presente y Pasado”. Editorial Andrés Bello. Santiago, Chile. 1990. Pág. 80.

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parentesco establecidas por medio de los matrimonios y la poligamia, articulando una

estructura organizativa de linajes patrilineales que permiten por medio de la poligamia

ampliar nexos políticos entre familiares, linajes y localidades así emparentadas.

“A la llegada del español en distintos territorios ocupados por el pueblo

mapuche encontraron condiciones económicas bien desarrolladas en las cual

la producción agrícola, por medio de sementeras principalmente para la

siembra de maíz y papas, además de la presencia de la ganadería llamo la

atención sobre todo en las zonas mas australes ocupadas por este pueblo como

en Chiloé”4.

Dicha característica permitió la configuración de una carga simbólica que dio paso a

la construcción de una religiosidad común para este pueblo, la que se constituyó en un

conjunto de creencias mágico-religiosas “congregando a la sociedad en una sola expresión

de moralidad”5. Estas expresiones forman parte de una estructura mayor de comprensión

del mundo relacionada con el cosmos y la naturaleza, aspectos que definen su cosmovisión.

“Posiblemente en Chile sean pocos los grupos o sectores que

manifiestan con tanta claridad como los mapuche, que su identidad, su ser

(inseparable de las condiciones de vida de la tierra (mapu), los animales, la

naturaleza) se liga hasta confundirse con lo sagrado” 6… “La cosmovisión es

el todo. Es la armonía. Es el equilibrio. Es el hombre, naturaleza y lo que

ocurre”7.

De este modo, en el mismo corazón del territorio indígena, a la llegada de los

sacerdotes se fueron esbozando los primeros sueños de cristiandad en las cercanías del río

Imperial, rodeado de colinas boscosas. Espacio que vio germinar aquella gesta enorme,

pero de muy poca duración, producto del enfrentamiento constante entre español y

4 Rodríguez, Cristian y Saavedra, Andrea. “Cementerios de la Araucanía”. Editorial Intercomuna. Victoria, Chile. 2007. Pág. 20. 5 Dillehay, Tom. Op. Cit. 1990. Pág. 80. 6 Foerster. Rolf. “Introducción a la religiosidad mapuche”. Editorial Universitaria. Santiago. Chile. 1995. Pág. 93. 7 Mires, Fernando. “Historia del Pueblo Mapuche”, 2004. Pág. 381. De su libro “El Discurso de la Indignidad”. Ediciones Abya- Yala. Quito, Ecuador. 1992. Pág. 120-132.

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mapuche, provocando que en poco tiempo, la Araucanía se convirtiera en territorio de

conquista y espacio de guerra que durara más de cien años, producto de lo sesgado de las

posturas y el notable desencuentro entre dos culturas, que desataron la Guerra de Arauco,

conflicto que obligó a los españoles a revisar su conducta frente a la Araucanía e intentar

una nueva estrategia en sus relaciones con el mapuche. Esto lleva a que se instalaran en el

país en el año 1593 los sacerdotes de la Compañía de Jesús, orden que llegaría a ser una de

las más influyentes en los dos siglos sucesivos, instalando misiones, colegios y conventos

en las ciudades recién fundadas. Los jesuitas fueron los primeros en emprender esta travesía

de salvación en un territorio hostil y cargado de una arraigada cosmovisión que estos jamás

lograron comprender hasta el día de su expulsión en el siglo XVIII.

Uno de los grandes logros de esta congregación fue la denominada Guerra

Defensiva, planteamiento que si bien partía de una premisa sesgada sobre el mapuche con

el correr de los años, permitió aminorar la rudeza de la Corona Española. Esta labor

evangelizadora se realizó a través de correrías evangelizadoras las que no dieron los frutos

esperados hasta el día de su expulsión en el año 1771. Tras la expulsión de los Jesuitas, se

hace cargo de la Araucanía la Orden de los Franciscanos, los que durante su gestión en esta

zona se ven enfrentados al proceso de Independencia de Chile y posterior ocupación de la

Araucanía.

Misioneros capuchinos bautizando a niños indígenas. Autor desconocido.

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La evangelización tras la ocupación de la Araucanía

En la Araucanía el proceso de Independencia de Chile, se vivió de un modo distinto

al resto del país ya que región para aquella época aun era un territorio autónomo y

caracterizado por las relaciones fronterizas entre huincas8 y mapuche, convirtiéndose a este

territorio en una especie de Estado incrustado en otro, como plantea el historiador Jorge

Pinto9.

Sin embargo, para mediados del siglo XIX, se consolida la economía del país, lo que

permite centrar la mirada en la Araucanía con la clara intención de ocuparlo a como de lugar,

creando estrategias de penetración, siendo el único impedimento la población mapuche que allí

habitaba. Iniciándose un fuerte debate entorno a la necesidad de ocupar dichos territorios y

someter a sus habitantes, configurándose un discurso de ocupación de marcado anti-

indigenismo, lo que legitimó la acción del Estado, proyectándole a la opinión pública la idea de

un mapuche de barbaridad incorregible, que ultrajaba al país y entorpecía su desarrollo, llegando

a la convicción de que en la Araucanía habían “indios malos en tierras buenas”10, por lo que se

hacía inminente eliminar al bárbaro, reducirlo a la civilización y transformarlo en ciudadano,

para lo cual el evangelio jugaría un rol fundamental.

“Cada misioneros, con la linterna de Diójenes en la mano ha recorrido el

territorio araucano halándoles del fin que ha tenido el Supremo Gobierno al

implantar establecimientos misionales en los principales lugares, centro de las

familias indíjenas, haciéndoles comprender, que el misionero no lleva otro

faro que le guíe al establecerse entre ellos, que el de sacarlos del oscurantismo

en que hasta la fecha vivían, i colocarlos al nivel de la jente culta que pueblan

nuestras ciudades”11.

Reconociéndose la importancia de la evangelización para lograr la ocupación de la

Araucanía, desde mediados del siglo XIX la frontera fue constituida como tierra de misiones,

para lo cual, fueron convocados la Orden de los Franciscanos quienes se asentaron en el área

norte del río Cautín y los misioneros Capuchinos quienes se establecieron hacia el sur de dicho

8 Denominación de los mapuches a los que no integraban su etnia. 9 Este investigador tiene un trabajo denominado “Misioneros jesuitas, franciscanos y capuchinos en la Araucanía”. 10 Pinto, Jorge. Op. Cit. 2002. Pág. 15. 11 Memoria de Culto. Memoria de la prefectura apostólica de misioneros de Castro. Angol, 10 de abril de 1901. Pág. 248.

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río. De esta manera, franciscanos y capuchinos se incorporaron a la legislación eclesiástica

chilena.

“Formando, toda la Araucanía hasta el río Toltén, parte del Obispado de

Concepción y al sur de este río del Obispado de Ancud”12.

Por otro lado, los mismos misioneros franciscanos con la finalidad de logar una

mayor efectividad en sus funciones evangelizadoras decidieron a partir del año 1891 dividir

el territorio que les correspondía, esta división se realizó a partir de una línea central

ubicada en el valle central que dividió el territorio en dos prefecturas la ubicada al oriente

correspondiente a la Prefectura de Chillán y la situada al poniente de esta línea partencia

desde este momento a la Prefectura de Castro.

“La Araucanía, territorio entre los ríos Bio-Bio i Cautín, forman ante

una sola Prefectura, servida en común por los Colejios de Chillan i de Castro.

Pero el año 91 se dividió en dos para el mejor servicio de las mismas

misiones. La parte oriente pertenece a la de Chillan, i la del poniente, a la de

Castro.

La prefectura del Colejio de Chillan fijo su residencia en Collipulli.

Tiene bajo su dependencia ocho Misiones, servidas por diez i ocho

misioneros. Las Misiones están establecidas en Temuco, Lautaro, Curacautín,

Victoria, Collipulli, Nacimiento, Mulchen i Rucalhue. El territorio de esta

Prefectura comprende una gran parte de las provincias de Bio- Bio, Malleco i

Cautin, ósea los departamentos de Nacimientos, Mulchen, Collipulli, Mariluan

i Temuco”13.

En un comienzo, ambos grupos de evangelizadores realizaron incipientes recorridos

por la región, proporcionando el bautismo y estableciéndose con dificultad en los nacientes

12Ferrando, Ricardo. “Y así nació la frontera… Conquista, Guerra, Ocupación, Pacificación. 1550 – 1900”. Editorial Antártica. Santiago, Chile. 1986. Pág. 552. 13 Memoria de Culto. Memoria de la prefectura apostólica de misioneros franciscanos de Chillán. Collipulli, 20 de abril de 1899. Pág. 295-296.

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fuertes y sectores rurales. Sin embargo, los efectos del catolicismo no diezmaban el carácter

indómito del mapuche, el cual resistió por años.

“Cuando los barriles están vacíos, me acerco a un viejo cacique amigo

mío, y le pregunto si esta contento de ser cristiano.

-Si- me responde-, pero la ultima vez que fui bautizado se nos dio mucho

mas aguardiente”14.

Por su parte, los capuchinos se establecen al sur del río Cautín, insertos entre las

poblaciones indígenas generando con ello una retroalimentación, lo que permitió a los

eclesiásticos alcanzar el objetivo de las misiones, logrando un acercamiento del mapuche y

con esto inculcar toda la fe cristiana y la educación. Sin embargo, esta situación cambia de

manera radical producto del proceso de ocupación de este territorio por parte del Estado

Chileno, tiempo en el cual esta región nuevamente se transforma en un espacio de guerra.

Misioneros y mapuches. Autor desconocido.

Tras la ocupación, la presencia de estas ordenes evangelizadoras fue vital a la hora de

contener al indígena y principalmente en el ejercicio del poder, ya que los misioneros

comenzaron a tener un rol protagónico en el devenir histórico de la región y más aún cuando se

impulsa el proceso de colonización, llegando los primeros inmigrantes europeos quienes

alejados de sus familias y en un espacio desconocido inician una travesía que necesitó todo el

14 Verniory, Gustave. “Diez años en la Araucanía. 1889 -1899”. Ediciones de la Universidad de Chile. Santiago, 1975. Pág. 447.

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apoyo de la religión. De este modo, la necesidad de convivir en este nuevo espacio implicó que

tanto los antiguos como los nuevos habitantes de esta zona recurrieran ahora no solo al

catolicismo, sino también al protestantismo, el cual se hizo sentir fuertemente en la región. A

diferencia de la religión católica, el protestantismo careció del impulso del Estado, por lo que

fue germinando de manera precaria e individual por las colonias, permitiendo entregar otra

mirada del evangelio en la región.

Propuesta que de modo paulatino fue calando hondo tanto en los colonos, chilenos y en

gran parte del pueblo mapuche, es así, como en pleno territorio colonizado, la masificación

de templos y la construcción de enormes iglesias católicas y protestantes, se hizo

indispensable, configurando de esta manera todo un paisaje cargado de simbolismo que

perdura hasta nuestros días.

Si bien es cierto, que el contexto social de la Araucanía estaba definido entre dos

conceptos radicales como “progreso”, por un lado político y “barbarie”, por un lado

espiritual, el rol que le confirió la iglesia fue ser un articulador entre estos dos mundos. A

partir de la presencia de la fe, se pretendía un acercamiento más expedito del pueblo mapuche

hacia el progreso. Definiendo así la justificación modernizante, si la hacienda a través del

cultivo del trigo con una impronta de la “utopía agraria”, generó un acercamiento desde el

punto de vista económico, la presencia de la religión impulsada por el Estado, buscaba

potenciar desde el punto de vista socio cultural una transformación mayor del individuo, así

sumado ambos aspectos convertirían al bárbaro en civilizado.

Según lo impulsado por la Sociedad Nacional de Agricultura, órgano rector en los

fundamentos políticos y agrícolas. Al vivir el hombre en íntimo contacto con el agro,

cumple con la voluntad divina. De hecho, el contacto con la agricultura, tiene el efecto de

moralizar a la especie humana, a la especie araucana. Se piensa que:

“No hai código ni libro que contenga tanta moral como un campo

cultivado. El arado echo los fundamentos de la sociedad al trazar el primer

surco. Lo que sale de la tierra labrada, no es solo trigo, es una civilización

entera”15.

15 Izquierdo, Gonzalo. “Un estudio de las ideologías chilenas. La sociedad de agricultura del siglo XIX”. Imprenta técnica Ltda. Santiago, Chile. 1968. Pág. 50.

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De esta manera, el paisaje de la Araucanía se transforma, las tierras son sembradas de

trigo el que con fuerza se abrió paso en los mercados extranjeros, propiciando la creación

de espacios que acogieron esta basta producción naciendo molinos y bodegas, las que se

fueron llenado de aquel dorado grano que ilumino el progreso de esta región durante un

importante lapso de tiempo. La agricultura se constituye en la base de la economía y casi la

mitad de su población depende del medio rural, con ello se dio inicio en la región a una

nueva etapa en su economía.

Este proceso con el transcurso del tiempo permitió que aquella sociedad

esencialmente rural viera nacer pequeños poblados, los cuales fueron evolucionando,

convirtiéndose muchos de ellos en importantes ciudades, imponiendo una nueva

legitimidad territorial y sociopolítica, desarticulando y transformando la “Araucanía

Mapuche” en “Araucanía chilena”.

Ese fue uno de los motivos de los religiosos al construir enormes templos,

principalmente por los franciscanos quienes llegaron de manera paralela al establecimiento

de las líneas defensivas en la Araucanía. Estos edificios eran un gran volumen, de una

belleza sin igual, con una expresión de detalles que deleitaban la vista de los visitantes, una

rigurosidad extrema, con un trazado simétrico, una fachada imponente de una altura sin

igual conocida hasta entonces en los territorios de la frontera.

Formas constructivas de las misiones

Dichas congregaciones, desarrollaron formas constructivas que se caracterizaron por

adoptar normalmente los materiales disponibles y los estilos imperantes en la zona de la

construcción o reproducidos desde otras que sirven de modelo, logrando construcciones

originales, rudimentarias, pero con un fuerte referente europeo que fueron adaptadas a las

condiciones naturales de esta parte del mundo.

La llegada de los misioneros a este territorio y su trabajo como difusores de la fe

católica, logró alcanzar una importancia decisiva en el desarrollo de la arquitectura

religiosa y de las diferentes tipologías asociadas a ella, como el convento, el monasterio o

la iglesia propiamente tal. Esta última, se presenta como un complejo arquitectónico que

adquiere diversos rangos y categorías.

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Las Leyes de Indias, jerarquizaron la ubicación urbana de la iglesia Mayor, base de la

parroquia inicial, denominada Matriz, y eventualmente de la sede episcopal, llamada

catedral. Su emplazamiento en la mayoría de los casos esta asociado a su localización en la

Plaza Mayor o de Armas privilegiando su imagen arquitectónica dentro del conjunto.

“Las catedrales tenían generalmente adyacente una iglesia más pequeña,

bajo la advocación del Sagrario, a veces de planta central (México, Quito) y

generalmente paralela al templo catedralicio (Bogotá, Lima), aunque no faltan

diseños perpendiculares (Concepción, Chile)”16.

El intento de jerarquizar el templo dentro del conjunto que rodea la plaza se nota

tanto en el otorgamiento de mayor volumen de tierras como en su ubicación sobreelevada

en gradas que le confiere un aspecto dominante. No faltarán aún soluciones de este tipo en

pueblos de formación orgánica y de topografía quebrada donde la iglesia se coloca en alto

aprovechando cerros o morros.

“La inserción del templo matriz dentro de la trama urbana no constituirá

la única expresión posible. En general el sistema de parroquias periféricas a la

original se sustentará en las iglesias conventuales ubicadas en muchos casos

en solares equidistantes a la plaza mayor desde el trazado fundacional”17.

Además de la utilización de iglesias conventuales, en aquellos núcleos de gran

población indígena se estructura una constelación de iglesias parroquiales que sirven a los

barrios periféricos y que diferencian los centros de “españoles” y “naturales”.

Hay que señalar que las congregaciones, jesuitas, franciscanos y capuchinos, a

diferencia de los protestantes, le correspondió operar bajo “fuerzas fronterizas”, lo que

generó propuestas diversas entre unas y otras. La diferencia tiene su origen en la forma de

entender y predicar el evangelio, raíz de todo el pensamiento y acción del misionero. Los

jesuitas, hicieron dos proposiciones, una encaminada a convertir al “indio” y otra que ponía

énfasis en su salvación por la vida sacramental. Los franciscanos en cambio, más

16 Gutiérrez, Ramón. “Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica”. Ediciones Cátedra. Madrid, España. 1984. Pág. 198. 17 Gutiérrez, Ramón. Op. Cit. 1984. Pág. 200.

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intransigentes que los anteriores, fueron presa del desencanto cuando comprobaron cuan

difícil era convertir a los indígenas. Los capuchinos, llegados al país al promediar el siglo

XIX lograron concretar el ideal franciscano: hacer girar la misión en torno a la escuela.

Colegio de Indígenas en Collipulli. Autor desconocido

Por lo anterior, reconstruir la historia de la Araucanía a partir del conocimiento de los

cambios generados por la llegada del conquistador español, luego la introducción de las

misiones, más tarde del Estado chileno y finalmente la colonización, trajo consigo un

proceso de notable diversidad cultural, social y religiosa sin precedentes, transformando

casi por completo el ancestral territorio mapuche, cambios que creemos interesantes de

analizar ya que permiten comprender una parte importante de la historia de este territorio.

Muchos templos fueron diseñados y construidos por arquitectos sacerdotes

extranjeros, en el caso de los franciscanos principalmente italianos, alemanes en los

capuchinos y norteamericanos en el caso de los metodistas. El concepto épico ya señalado

que dio origen a la aventura de evangelizar la Araucanía se dio bajo una impronta medieval

en las edificaciones católicas en la “frontera”. Igualmente, las iglesias responden a esta

manifestación con su gran presencia urbana, destacan dentro de un precario entorno de

madera extremadamente homogéneo, podríamos afirmar así que fue la primera expresión

del espacio arquitectónico tal como lo concebimos hoy, una concepción interior pensada

para una función especifica, con una carga semántica muy fuerte debido a la presencia de

murales, vitrales y alta carpintería.

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14

Primera Catedral de Temuco. Autor desconocido.

Aquella iglesia, era el espacio más significativo de la Araucanía por aquellos años,

que pudiera reconocerse como tal, fue inmensamente mayor que la diminuta estación de

madera, punto de reunión de los habitantes de los nacientes poblados. Fue

extraordinariamente más rica en expresión que un austero molino, el espacio comercial por

excelencia. Más enfático que la casa de la hacienda en señalar el poder.

Su fachada definida por una simetría, sale al encuentro del visitante y se resalta en la

ciudad por sus frontones y torres de madera. El acceso, traspasa aquél elemento rígido y

ordenado para proyectarse en un interior lleno de equilibrio, luz y armonía, definida por una

secuencia de arcos, sostenidos por unos rígidos pilares de madera, sutilmente recubiertos por

piezas que conciertan su carácter clásico. De esta manera el espacio arquitectónico de la iglesia

va definiendo un orden muy bien trabajado de elementos que poco a poco van otorgándole un

mayor simbolismo, pilares de madera finamente trabajados, enfatizando su verticalidad

propiedad de los franciscanos, molduras cuya secuencia de luces y sombras configura como un

todo la cornisa que sirve de apoyo a una sencilla bóveda de cañón, esta en su expresión directa,

simple y alegórica. Esa era una de las condiciones interiores del espacio religioso dentro en un

espacio de guerra, el reconocer la singularidad y a la vez el conjunto, apelando a lo simbólico.

Al fondo, el altar finaliza en su parte superior la majestuosa bóveda de cañón, profusamente

decorada por la iconografía religiosa, una alegoría a santos y paisajes idílicos, reafirmado por la

presencia de ángeles. Esta es sin duda, la característica de las iglesias católicas de la

Araucanía, en Angol, en el Templo San Buena Ventura, en Collipulli, con la iglesia San

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Leonardo de Porto Mauricio, y Traiguén con la Iglesia San Francisco y Sagrado Corazón

con su esencia llena de simetría y calidez.

Templo San Leonardo de Porto Mauricio, Collipulli. Archivo Editorial Intercomuna.

Su intención quizás fue marcar aquel umbral que representaba el espacio religioso

para la naciente sociedad fronteriza, cuyo vaivén era entre una modernidad y la sencillez

propia del espacio religioso, ese fue uno de las principales razones que motivo en un

principio a los arquitectos y constructores religiosos durante gran parte de la ocupación.Su

trazado perpendicular a la calle, un eje longitudinal la definió en muchos casos el vincular

el espacio interior con la trama urbana, la iglesia logró ser un referente urbano, así desde los

serpenteantes caminos que daban a un rustico poblado, se erguía de manera serena y

gallarda el símbolo más importante de la iglesia: su torre.

Interior de la iglesia Metodista de Nueva Imperial. Archivo Editorial Intercomuna.

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Por su parte los capuchinos quienes construyeron al sur del río Cautín en la

Araucanía, le otorgaron una sencillez majestuosa al volumen, su presencia básicamente

rural, apoyando misiones religiosas en diversas comunidades mapuches. Destaca una torre

central, enmarcando el acceso de un volumen simple, semejante a un galpón en que su

interior recoge la inclinación de la cubierta, así ocurre con la iglesia de Boroa, en Nueva

Imperial, de Ultracautín en Lautaro, entre otras.

Iglesia de la misión de Boroa, Nueva Imperial. Archivo Editorial Intercomuna.

Los curas capuchinos bavaros levantaron la iglesia de san Francisco de Asís en

Vilcún entre los años 1918 y 1919, esta edificación de un cuerpo simple de 12 por 30

metros, esta definida por una nave central con una bóveda de cañón a lo largo de todo el

templo y naves laterales que finalizan con bóvedas de crucería que albergan a las sacristías.

Su planta definida de manera de cruz latina, era habitual en la arquitectura románica

medieval. En el interior, su cielo, esta pintado con coloridas alegorías bíblicas que replican

en cada de los cielos de las bóvedas de las iglesias capuchinas.

Conclusiones

La creciente preocupación por el tema de las identidades, de la historia local y del

patrimonio, tangible e intangible, ha llevado a que en vísperas de nuestro Bicentenario

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como nación independiente se generen estudios que desde las mas diversas disciplinas

buscan respuesta y plantean nuevas interrogantes.

Santuario de Metrenco, iglesia capuchina, Padre Las Casas. Archivo Editorial

Intercomuna.

Este trabajo es una muestra de que las disciplinas como la historia y la arquitectura

pueden encontrar numerosos vasos comunicantes convirtiendo en la interdisciplinariedad

en algo más que un concepto abstracto y vacío.

Los “Fascículos de Arquitectura Patrimonial” comprenden una amplia gama de

obras materiales como construcciones, monumentos o sitios de interés y obras inmateriales,

sino también ritos, leyendas, costumbres y ceremoniales surgidos del alma popular, entre

otros.

En esta oportunidad, se ha abordado la nutrida presencia religiosa en la Araucanía,

desde sus primeras manifestaciones que se remontan a la ocupación de este territorio a

mediados del siglo XIX, iniciando así un viaje apasionante por los más diversos espacios

cargados de religiosidad, que la arquitectura en madera ha expresado de manera tan noble

por todo este vasto territorio.

De este modo se fue construyendo un relato interdisciplinario combinando la

historia y la arquitectura logrando un estudio holístico que permite comprender el

patrimonio religioso de una región tan diversa y cosmopolita como es la Araucanía.

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LA CAIDA DE UN GIGANTE: EL FERROCARRIL DE ANGOL A TRAIGUEN: 1888-1988

Jorge Waghorn Pérez

PLANO: RAMALES DEL FERROCARRIL EN LA ARAUCANIA

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Plano Línea del ferrocarril central de Renaico a Pitrufquén y sus ramales. Dibujo Jorge Waghorn Pérez A = Ramal Cajón- Cherquenco / B = Ramal Freire-Cunco/ C = Ramal Freire-Toltén / D = Ramal Temuco- Carahue / E = Línea Central Estaciones de: Renaico, Collipulli, Victoria, Lautaro, Temuco, Pitrufquén / F1 = Ramal Angol-Púa /F2 = Ramal Quino Capitán Pastenes / F3 = Ramal Los Sauces / Lebu /F4 = Ramal Púa – Lonquimay

ESTACIONES DE FERROCARRIL EN LOS RAMALES DE MALLECO F1 = Ramal

Angol-Púa: - Renaico 39: Tijeral 38: Roblería 1: Angol 28: Lealtad 29: Trintre 2: Los Sauces 21: Saboya 26: Santa Rosa 25: Quilquén 24: Trigal 3: Traiguén 23: Tricauco 4: Quino 8: Púa

F2 = Ramal Quino-Capitán

Pastenes 4: Quino 22: Chufquén 5: Galvarino 21: Saboya 27: Centenario 6: Lumaco 7: Capitán Pastene

F3 = Ramal Los Sauces- Lebu:

2: Los Sauces 30: Guadaba 9: Purén 31: Nahuelbuta 16: Contulmo 32: Lanalhue 33: Peleco 17: Cañete 34: La Muñeca 18: Antihuala 19: Tres Pinos 20: Los Alamos 36: Pehuén 37: Triángulo 10: Lebu

F4 = Ramal Púa-Lonquimay: 8: Púa 11: Selva Oscura 12: Curacautín 13: Manzanar 14: Malalcahuello 15: Lonquimay

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Sí... este fue gran parte del ferrocarril de la Araucanía... Con su línea central de

Norte a Sur... Con sus ramales hacia la costa y hacia la montaña... Trigo y madera,

inmigrantes y comercio... Sobre esto tratan las siguientes páginas de historia

1. ¿Fue importante el ferrocarril en la Araucanía?

Carmen Norambuena Carrasco nos ofrece un sintético parecer al respecto: “El

reemplazo de las carretas tiradas por bueyes por el transporte de riel produjo una verdadera

revolución en el mundo agrícola. Del mismo modo, que la tarea misma de construcción de

las vías demandó gran cantidad de brazos los cuales no siempre estaban disponibles para

tales efectos, debido a que por tradición la masa flotante de trabajadores se desempeñaba en

la agricultura en trabajos estacionales. La construcción de los tendidos y el inicio de nuevos

recorridos produjeron una demanda de brazos, como asimismo, de madera para durmientes

y carbón para las locomotoras... Así fue posible sacar el trigo de la zona al puerto de

Talcahuano y, más tarde también a los puertos Valdivianos, desde donde seguían al norte

del país La explotación de la madera obligó a multiplicar los ramales cordilleranos, así

como la explotación triguera impulsó los tendidos hacia la costa” 18.

Interesante dato, para visualizar los alcances de las obras, es: “El total de préstamos

extranjeros contraídos entre 1885-1914 ascendía a 50.795.138 de libras esterlinas. A fines

de ese año el saldo de esta deuda alcanzaba a 38.928.093 de libras. Del total de la deuda

externa fiscal, alrededor de un 62% se había empleado en la construcción o compra de

ferrocarriles, en la habilitación de puertos y obras públicas”.19

18 Carmen Norambuena La Araucanía y el Proyecto Modernizador de la segunda mitad del siglo XIX: ¿Éxito o Fracaso? En Modernización, Inmigración y Mundo Indígena. Jorge Pinto Rodríguez (Editor). Ediciones Universidad de la Frontera, 1998:243-244. 19 Juan R. Couyoumdjian: Chile y Gran Bretaña: Durante la Primera Guerra Mundial y la Post-guerra 1914-1921. Editorial Andrés Bello. Ediciones Universidad Católica de Chile, 1986.

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2.¿Y qué hay del ramal Angol-Traiguén?

En la Memoria del Ministerio de Industria y Obras Públicas de 1888, es posible

encontrar información significativa sobre la construcción de este ramal ferroviario. Por

ejemplo, en la Memoria del Director General de los Ferrocarriles del Estado se afirma

que, con la habilitación de los tramos de vía Angol-Traiguén y Roblería-Collipulli, la

longitud de la línea desde Valparaíso hasta Talcahuano y Traiguén es de mil sesenta y tres

coma siete kilómetros, “con un precio medio de veintisiete mil quinientos pesos ($27.500)”

por cada kilómetro en oro y plata.

Sobre el caso particular de la línea Angol- Traiguén su Ingeniero en Jefe, Victorino

Aurelio Lastarria, en su Memoria –fechada en Collipulli, 25 de mayo de 1888- señala:

“Los trabajos de esta línea fueron continuados con no poca dificultad debido

a la carencia de brazos durante la época del verano, pero felizmente desde el

mes de marzo para adelante se han seguido con toda la fuerza que era

menester.

El 18 de febrero fue puesto a mi orden el batallón Zapadores, que

principió por ocuparse en la ejecución del gran terraplén al sur del puente

número 1, terraplén que ya está concluido, y enseguida se dedicó a descubrir

la cantera del Deuco, obra que tiene por objeto abastecer de piedra tanto la

albañilería del mencionado puente, como asimismo la del Malleco. Hoy día

el referido cuerpo de línea está concentrado en el Malleco para prestar sus

servicios en los trabajos de ese viaducto.

Hoy día los rieles llegan a las puertas de Traiguén, faltando sólo el

ensanche de los cortes como también levantar y ensanchar los terraplenes

entre Quilquén y Traiguén. Quedan aún por colocar algunas alcantarillas y

construir los edificios en las estaciones de Trigal y Traiguén. La terminación

de esta línea ha sufrido graves retardos debido a las siguientes causas:

primero, a consecuencia de la entrega de parte del material rodante a la

Dirección de los Ferrocarriles en explotación; segundo, a la entrega

provisional hecha a la misma Dirección de la sección entre Trigal y

Traiguén, lo que se hizo con el fin de satisfacer la apremiante necesidad de

la extracción de la cosecha; y tercero, muy principalmente a la falta de

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carbón, que impidió, como aún lo impide, el movimiento de trenes de la

construcción, por cuyo motivo ha sido necesario mover, quemando leña, sus

locomotoras con las dificultades y demoras que esto ocasiona.

Fotografía Obras construcción del puente de Traiguén

Si fuese posible disponer durante un mes de dos trenes más de lastre,

sería hacedero terminar la vía antes de las grandes lluvias de invierno, pero

como V.S. me ha notificado que por exigencias del buen servicio de la

explotación no es posible... temo mucho que no será fácil dar cima a estos

trabajos antes de la primavera entrante.

Para que pueda formarse idea de lo que se ha hecho, doy a US. a

continuación el término medio diario del número de operarios que hemos

tenido mes a mes, y asimismo, el costo total de la inversión, incluyendo en

esta cifra el número de soldados de Zapadores que han tomado parte en los

trabajos.

Término medio de operarios diarios: febrero, seiscientos sesenta y

cinco; marzo, quinientos sesenta y tres; abril, seiscientos cuarenta y cinco.

El gasto total, durante estos tres meses, ha sido de cuarenta y nueve

mil doscientos cincuenta y nueve pesos ochenta y siete centavos, no

incluyendo en esta suma los jornales que se deben a Zapadores, lo que

asciende a dos mil setecientos veintiún pesos ochenta y ocho centavos.

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En estos mismos meses del año de 1887, fue pagado a los contratistas

ciento catorce mil setecientos veinte pesos ocho centavos; más el diez por

ciento retenido, hacen la suma total de ciento veintiséis mil ciento noventa y

dos pesos ocho centavos.

Descartando de esta cantidad cincuenta y tres mil ochocientos doce pesos

veinte centavos, por trabajos de albañilería y algunos otros pequeños, de los

cuales no hemos tenido equivalentes en los meses de febrero a abril del

presente año, resulta un saldo de setenta y dos mil trescientos setenta y

nueve pesos ochenta y ocho centavos.

Puente ferroviario río Quino. Fotografía del Album obras públicas. República de Chile 1910

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El trabajo hecho desde el 1º de abril al 31 de diciembre de 1887, por

los contratistas, es como sigue:

Cortes, doscientos treinta y dos mil ciento treinta y cuatro metros

cuadrados.

Terraplenes, doscientos trece mil cuatrocientos setenta y tres metros

cuadrados.

Puentes y alcantarillas: mampostería, mil novecientos treinta y dos

metros cuadrados; emboquillado, enlucido y chapas, setecientos sesenta y

dos metros superficiales.

Tubos de Lota colocados, setecientos ochenta y un metros lineales.

Enrieladura, cinco kilómetros.

Estaciones: cierros, mil cuatrocientos metros lineales; mampostería,

doce metros cuadrados.

Casa de camineros: mampostería, cuarenta metros cuadrados.

La suma total pagada a los empresarios Mayers & Hillman por esta

línea hasta el 31 de diciembre de 1887 asciende a dos millones quinientos

setenta y siete mil setecientos sesenta y siete pesos setenta centavos, a lo

que habrá que agregar las retenciones del diez por ciento puestas a

disposición del gobierno en el Banco de A. Edwards y C.ª, que ascienden a

doscientos treinta y nueve mil ciento cuatro pesos dieciocho centavos. Existe

a más en poder del Gobierno la retención del veinte por ciento de los

materiales al pie de la obra, que llega a cuarenta y cuatro mil cuatrocientos

cuarenta y cinco pesos cuarenta y cuatro centavos, de cuyo valor habrá que

descartar la suma correspondiente que resulte, conforme al convenio de

liquidación.

A pesar de los retardos ocasionados por las dificultades enumeradas

anteriormente para dar comienzo a estos trabajos por Administración, y a las

prematuras lluvias de invierno como también por la escasez de trabajadores

y del alza del jornal que ha sido menester establecer, espero concluirlos con

la suma presupuesta y en el curso del año próximo”.20

20 Memoria del Ministerio de Industria y Obras Públicas 1888. Imprenta Cervantes Santiago 1889:175-178

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3. ¿Quiénes fueron Mayers & Hillman?

Esteban Horacio Mayers y Carlos Fletcher Hillman fueron los contratistas

encargados de la construcción del ferrocarril, y puentes, entre Angol-Traiguén y Renaico-

Victoria.

La ley del 20 de enero de 1883, autoriza al Presidente de la República “para que

proceda a contratar en licitación pública una línea de ferrocarril a vapor que una la ciudad

de Rengo o la estación de Pelequén con el pueblo de Peumo, una segunda de Coigüe a

Mulchén, una tercera de Angol a Traihuén y una cuarta de Renaico hasta Fuerte Victoria,

pudiendo invertir en la primera ochocientos cuarenta y ocho mil seiscientos diecisiete pesos

($848.617); en la segunda, ochocientos veinte mil ochocientos noventa y cinco pesos

($820.895); en la tercera, dos millones ciento veintitrés mil cuatrocientos cincuenta y seis

pesos ($2.123.456); y la suma de un millón ochocientos mil pesos ($1.800.000) en la

cuarta”.21

Mediante el Decreto Supremo del 15 de enero de 1884 se adjudicó a Mayers & Hillman

la construcción de las líneas de Angol-Traiguén y Renaico-Victoria por la suma de

$3.880.774,18. La Escritura Pública se editó en el Diario Oficial del 9 de marzo de ese

mismo año. En la 38ª Sesión Extraordinaria de la Cámara de Diputados del 28 de diciembre

de 1887 se discutió y aprobó la liquidación del contrato entre el Gobierno y la sociedad

Mayers & Hillman S.A. por incumplimiento de contrato y no término de las obras en los

plazos estipulados: 30 meses.22

21 Edgardo Jiménez Belmar. El violín de acero. Editora Aníbal Pinto S.A. Concepción, 1990:54. 22 Edgardo Jiménez Belmar.op.cit.:160

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RELACIÓN DE LA ESTACIÓN DE TRAIGUÉN Y SUS TRENES POR LUIS

BAHAMONDES MENA, ANTIGUO FUNCIONARIO DE FERROCARRILES”.23

otografía del personal de la Estación de Traiguén. Gentileza de Luis Bahamondes24

“La estación estaba a cargo de un Jefe que era el encargado de vender los pasajes o

boletos a las personas que viajaban al norte o el sur. Se contaba con un empleado

Movilizador de trenes que estaba a cargo del equipaje, encomiendas y para recibir y hacer

los despachos. También se contaba con un Cambiador-Armador de trenes que tenía la

misión de recibir los trenes, armarlos y dejarlos listos para su salida. Para recibir los trenes

usaba una bandera roja y una amarilla con una franja negra en el medio y en la noche con

un farol de tres colores: blanco, verde y rojo.

23 Por Luis Bahamondes Mena, ex-trabajador ferroviario. En Jorge Riquelme Pedreros “La actividad empresarial en Traiguén a comienzos del siglo XX”. Tesis de Grado del Programa de Licenciatura en Historia. Universidad de la Frontera de Temuco, 1998. 24 La fotografía muestra al personal de la estación de Traiguén, el primero de la izquierda-abajo es Don Luis Bahamondes

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Croquis Reconstrucción Estación de Ferrocarriles de Traiguén. L.. Bahamondes 1998

“También había una bodega a cargo de un Jefe que debía llevar la documentación para

hacer despachos a los carros con la mercadería. Se contaba con un Guarda-bodega que

recibía la mercadería para su despacho, hacía los memorandum de embarque y pesaba.

Contaba con la ayuda de cuatro operarios para cargar y descargar. Se contaba con una

Oficina de Vías y Obras, a cargo de un Inspector y secundado por un Jefe de Grupo a

cargo de 25 hombres, que tenían la misión de reparar las líneas. Este personal se movilizaba

en una Moto Riel con carro.

“También se contaba con una Casa de Máquinas, a cargo de un maquinista para

arreglar los turnos de las máquinas y de los maquinistas que tenían que convoyar los trenes.

Se contaba con una carbonera para el combustible y una grúa para cargar los tender.y

un estanque de agua para las locomotoras.

“TRENES DE PASAJEROS QUE LLEGABAN Y SALÍAN DE TRAIGUÉN:

1.-Tren que salía de Traiguén- Renaico 2 viajes de ida, 2 de vuelta diario.

2.-Tren que salía de Traiguén-Lebu 1 viaje de ida , 1 de vuelta: lunes, miércoles y viernes.

3.-Tren que salía de Traiguén-Curacautín 1 viaje de ida , 1 viaje de vuelta diario

4.-Tren que salía de Traiguén-Galvarino 1 viaje de ida 1 viaje de vuelta diario

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“Estos trenes eran manejados por un maquinista y un ayudante, la locomotora era de

tipo 57 y trabajaba con carbón y vapor de agua .

“Al jefe del tren se le daba el nombre de conductor y era secundado por un

ayudante llamado asistente. El primero tenía la misión de cobrar los pasajes a los pasajeros

que viajaban, junto con el asistente y a la vez velar por la seguridad de los pasajeros cuando

el tren estaba en movimiento.

“Además contaba con un equipajero y estaba a cargo de un carro furgón con

oficina en donde se llevaban las encomiendas para ser entregadas en las estaciones de

destino tanto para recibir como para entregar.

“También este furgón contaba con una oficina de correo a cargo de un funcionario y

tenía la misión de entregar las encomiendas y cartas que venían en valija que despachaba

correo que iba a distintos puntos del país.

Puente ferroviario río Quillem. Fotografía del Album obras públicas. República de Chile. 1910

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TRENES DE CARGAS QUE CIRCULABAN A TRAIGUÉN

“Estos trenes corrían de San Rosendo a Traiguén y estaba a cargo de un conductor y

cuatro palanqueros. El conductor tenía a cargo toda la documentación de la mercadería que

se despachaba tantos carros completos como sobornal, era recolector y distribuidor de

carros, tanto dejaba como tomaba carros en el trayecto fueran vacíos o cargados.

“Los palanqueros eran los encargados de hacer las maniobras del tren en el

trayecto y además de descargar y recibir la mercadería que venia despachada a distintas

estaciones tanto del sur como del norte.

“Estos trenes contaban con una casita en donde se hospedaba todo el personal, ya

que contaba con varias piezas con cama para el alojamiento del personal, además tenía una

cocina donde se preparaban sus alimentos, también tenía un lavaplatos su respectivo

comedor, taza de baño y una oficina donde trabajaba el jefe del tren, era una casa

ambulante.

“También tenía un disco central con una bandera roja en el medio que indicaba el Nº

del tren y su destino.

“Además contaba con dos discos chicos laterales con la parte de adelante blanco y la

de atrás rojo si era de día y si era de noche con dos fijas o farol con la parte de adelante

color violeta y la parte de atrás rojo.

“Esta señal era para que el maquinista se diera cuenta que el tren que convoyaba

venia completo y que no se le ha cortado ningún carro del tren que el manejaba en le

trayecto, como igualmente estas señales le servían a las estaciones intermedias donde

circulaba el tren al pasar de largo en las estaciones

“En la estación de Traiguén se contaba con un técnico revisador de trenes para

revisar si algún carro venía con desperfectos, los arreglaba y si la falla era grave se enviaba

a taller para su arreglo.

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“ACCIDENTE DE UN TREN DE CARGA

“En una oportunidad un descarrilamiento de un tren de carga en el puente de Quino,

entre las estaciones de Victoria y Púa, quedando interrumpido el tráfico de trenes del sur y

del norte del país, por más de ocho meses quedando el puente destruido y quebrado en sus

bases que eran de fierro e incluso cayeron varios carros al río con su mercadería.

“En vista de esta situación los jefes máximos de la empresa tuvieron una iniciativa

de hacer circular los trenes tanto del norte como del sur, vía Renaico, Traiguén y Púa.

“Desde ese momento en adelante hubo que cambiar en todas las estaciones

intermedias turno trayendo personal de afuera entre Púa y Renaico y fue así que en

Traiguén se transformaron los turnos con personal, quedando de la siguiente manera: como

jefe de estación Sr. Armando Sáez Solano, como movilizador el Sr. Hugo Carrasco, como

armador de trenes Sr. Luis Aurelio Bahamondes y como ayudante, Juan Bennedetti Sáez,

también se nombraron 2 cambiadores de punta: en los cambios sur decayó en el Sr.

Armando Fuentes y en los cambios del norte en el Sr. Luis Quijada. Estos dos cambiadores

tenían la misión de recibir los trenes tanto como de entrada y de salida, se le construyeron

dos garitas con sus respectivos teléfonos cada uno con el fin de comunicarse con la

estación, cuando pidiera un tren.

“El armador de trenes tenía la misión de armar los trenes, junto con su ayudante,

tantos trenes de pasajeros como de carga, dejándolos listo para su viaje. Para eso se contaba

con una máquina y un maquinista y ayudante de patio para hacer estas maniobras.

“También esta locomotora se usaba para remolcar los trenes que venían con exceso

de tonelaje tanto como para la estación de Trigal como Tricanco ya que la estación de

Traiguén se encuentra en bajo siendo difícil para todo tren la subida.

“TREN DE PASAJEROS QUE CORRIA DE TRAIGUÉN A RENAICO

Este tren corría con el Nº172 y salía a las 6 AM y transportaba todos los pasajeros

que iban a las ciudades del norte y también estaciones intermedias, como también hacia el

servicio de encomiendas tanto de cartas como valores declarados y para eso se contaba con

una caja de fondos. En la estación de Saboya tomaba los pasajeros que venían del ramal

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tren chico de Capitán Pastene y Lumaco que viajaban al norte, también se transbordaban las

encomiendas y las cartas de correo y los valores declarados.

“En la estación de Los Sauces, hacia lo mismo con un tren que venía de Purén y

tomaba sus pasajeros que iban al norte. Todos estos pasajeros eran de clase media y alta,

para eso se contaba con coches de primera y segunda clase. Estos pasajeros tomaban según

su boleto del viaje con el Nº1 era de primera y el Nº2 era de segunda.

“Los pasajeros que viajan en general, los que venían a consultas médicas por

enfermedad, hacen algunos trámites de papeleo de Banco o para pagarse su sueldo mensual;

además viajaban al norte o estaciones intermedias con sus productos de ventas: aves, paltas,

En la estación de Renaico tenían trasbordo a un tren que venía de Temuco

especialmente los que viajaban a Concepción-Santiago y a estaciones intermedias.

“TREN DE PASAJEROS QUE CORRIA DE RENAICO-TRAIGUÉN

Fotografía construcción Puente Ferroviario de Traiguén

“Este tren corría con el Nº 171 y salía de Renaico a las 11 horas y traía toda la

combinación de los trenes que venían de Santiago, Concepción y de estaciones

intermedias, como también sus encomiendas, cartas y valores declarados. También venían

los comerciantes del norte que traían sus productos para la venta.

“En Los Sauces se hacia combinación con otro tren que salía de Los Sauces a Lebu

y le entregaba todas sus encomiendas, cartas y valores declarados que iban a ese ramal.

“Y en la estación siguiente llamada Saboya hacia otra combinación y le entregaba

los pasajeros y encomiendas que iban a Lumaco y Capitán Pastene.

“TREN QUE CORRIA DE TRAIGUÉN RENAICO EN LA TARDE

“Este tren corría con el Nº174 y salía a las 15 horas, hacia el mismo recorrido que el

anterior y tenía combinación en Los Sauces con un tren que venia de Lebu y le entregaba

todos los pasajeros que iban al norte y encomiendas, también comerciantes y estaciones

intermedias.

“Una vez llegado a Renaico hacia combinación con los trenes que venían de

Valdivia con destino a Concepción y Talcahuano y estaciones intermedias .También hacia

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combinación con un tren nocturno que venia de Puerto Montt a Santiago, entregándoles los

pasajeros que venían del ramal y sus encomiendas y cartas.

“TREN DE PASAJEROS QUE CORRIA DE RENAICO A TRAIGUÉN DE NOCHE

“Este tren corría con el Nº173 y salía a las 20 horas. También traía la combinación

de los pasajeros y encomiendas que venían del norte: Talcahuano, Concepción y Santiago y

estaciones intermedias haciendo el mismo recorrido. En Los Sauces se entregaba los

pasajeros y encomiendas a otro tren que iba a Purén, este tren hacia un viaje corto.

Puente ferroviario río Malleco. Fotografía del Album obras públicas. República de Chile. 1910

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“TREN QUE CORRIA DE TRAIGUÉN, VICTORIA Y CURACAUTÍN

“Tren que corría con el Nº 184 y salía a las 8 horas de Traiguén y hacia el mismo

servicio de los trenes anteriores. Este tren en Quino recibía los pasajeros de un tren que

venia de Galvarino que iban con destino a Victoria o al sur de Púa y estaciones intermedias

y también sus encomiendas y cartas; llegaba a Curacautín a las 14,30 horas. Estos trenes

hacían servicio de carros completos, eran mixtos.

“TREN QUE CORRIA DE CURACAUTÍN A TRAIGUÉN

“Este tren corría con el Nº183 salía a las 16,30 horas, hacia el mismo recorrido pero

de vuelta no pasaba a Victoria, hacia el servicio de pasajeros, encomiendas y cartas.

“Las encomiendas que se cargaba era la carne, mantequilla, quesos y animales

menores vivos con destino al norte, Concepción, Santiago y estaciones intermedias. En la

estación de Púa hacia combinación con un tren que venía de Valdivia y les entregaba todos

los pasajeros y encomiendas que iban al norte y también al sur.

“Después seguía su viaje a Traiguén y nuevamente en la estación de Quino le

entregaba los pasajeros que venían de Victoria o Temuco y los entregaba a ese tren que iba

a Chufquén y Galvarino. La llegada a Traiguén era a las 20 horas.

“TREN QUE CORRIA TRAIGUÉN A GALVARINO

“Este tren corría con el Nº144 que salía de Traiguén a las 17.00 horas y llevaba los

pasajeros de vuelta tanto a Tricauco, Quino, Chufquén y Galvarino. En Quino recibía los

pasajeros que venían de Curacautín, Victoria y del sur, como también sus encomiendas y

correspondencia llegaba a Galvarino a las 20.00 horas

NOTA: Estos trenes hacían servicio de carros completos porque eran mixtos.

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“TREN QUE SALIA DE PURÉN A TRAIGUÉN

“Este tren corría de Purén con el Nº158 y salía de Purén a las 7.00 horas, haciendo

servicio de equipajero, encomiendas y cartas. En Los Sauces entregaba la combinación al

norte al tren que venía de Traiguén a Renaico y que llevaba a combinación al norte y

estaciones intermedias entregándoles los pasajeros y encomiendas.

“Después seguía a Traiguén haciendo servicios estaciones intermedias llegando a

Traiguén a las 9.00 horas.

“Este tren hacía el servicio de carros completos porque era mixto.

Puente ferroviario río Quino. Fotografía del Album obras públicas. República de Chile. 1910

“TREN QUE SALÍA DE TRAIGUÉN A LEBU

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“Este tren corría con el Nº159 y salía de Traiguén a las 10.00 horas y hacia el

servicio de equipajero encomiendas y cartas.

“En Los Sauces combinaba con el tren que venía de norte y les entregaba los

pasajeros y encomiendas y cartas que iban al ramal Lebu y estaciones intermedias.

“Este tren hacia el servicio de carros completos ya que era mixto.

“TREN DE CARGA QUE CORRIA DE SAN ROSENDO A TRAIGUÉN

“Este tren corría con el Nº123, salía de San Rosendo a las 5.00 horas y estaba a

cargo de un conductor, que era el jefe del tren a cargo de cuatro palanqueros y era

sobornalero y recolector y distribuidor de carros completos.

“Tren sobornalero se llamaba a un tren que tiene que descargar y cargar la

mercadería que se embarca en la estación a distintos destinatarios y también tomar y dejar

carros completos que venían a las estaciones.

“Los carros completos que venían del norte por ejemplo frutas y verduras, abonos

como cal, guano de covadera, salitre, muebles y mercaderías varias, también traía los carros

tambores metálicos con bencina, gasolina y petróleo que venían de la Petro Química con

asiento en Talcahuano a diferentes destinos.

“TREN DE CARGA QUE CORRIA DE TRAIGUÉN Y SAN ROSENDO

“Este tren corría con el Nº224, salía de Traiguén a las 7.00 horas, hacía el mismo

recorrido; pero de vuelta y el mismo servicio, era el recolector y distribuidor de carros de

carga cargados con mercadería que iba al norte a distintas estaciones.

“La mercadería que se cargaba eran: cereales, trigo, avena harina de trigo, afrecho,

papas, mobiliarios y carros con animales que iban a la feria del norte y también a estaciones

intermedias”.

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Primera locomotora construida en Chile el año 1887 por la Sociedad de Maestranza y Galvanización “Caleta Abarca”. Fotografía en A. Marqués B. Libro internacional Sud-Americano, Tomo II, Santiago: 222

El desaparecimiento de las líneas ferroviarias del sur de Chile semeja la silenciosa

caída de una red gigante de acero forjado por el espíritu del trabajo y del progreso creador

nacional; su paso al mundo de los recuerdos, forma parte de una época pretérita en la danza

vertiginosa de la memoria en los inicios del siglo XXI.

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PATRIMONIO DE LA INDUSTRIA MOLINERA EN LA ARAUCANÍA:

“EL GRANERO DE CHILE” 25

Cristian Rodríguez Domínguez

Antecedentes

El auge agrícola iniciado en 1850 como consecuencia de la apertura de nuevos

mercados de California y el Pacífico se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo. Durante

muchos años se envió trigo a Inglaterra y a numerosos países. En el año 1871 se produjo la

crisis del mercado mundial del trigo y en 1876 hubo una mala cosecha y se desató una

fuerte crisis agrícola en Chile.

Sin embargo, la agricultura gracias al mercado salitrero del norte y en el avance de

la frontera del sur, fue consolidando el espacio rural en la zona central, la frontera agrícola

se vio presionada y finalmente desplazada hacia el sur, hasta culminar todo el territorio.

A fines del siglo XIX se configuró el paisaje que llegaría a ser característico de las

diversas zonas rurales durante el siglo siguiente. Las exportaciones trigueras transformaron

la hacienda ganadera en una explotación multi-productiva, combinación de cereales y

ganadería.

Es así, como se instalaron en los campos de la Araucanía molinos cercanos a esteros

y ríos, desde donde se comenzaría a gestar la nueva realidad de la agricultura del país.

Esta actividad tuvo una pujante fuerza a partir de la segunda década del siglo XX

donde grandes extensiones de tierras eran sembradas de trigo, lo que originaba un intenso

movimiento en la cosecha, lugar donde arribaban los locomóviles y la fuerza laboral del

norte para hacerse cargo de tamaña aventura que se extendía por varias semanas. Para

luego, ser almacenados en inmensas bodegas cercanos a las estaciones, como el caso de la

hacienda Santa Rosa, Chufquén y otras mas pequeñas desde donde se transportaban hacia el

norte y los principales puertos como Talcahuano y Coronel en la zona de Concepción en

convoyes de más de treinta carros que cruzaron el viaducto del Malleco para llegar

25 Material que forma parte de la publicación “Molinos, Depósitos de Trigo” de la serie de Fascículos de Arquitectura Patrimonial (FAP) del mismo autor. Congreso Internacional de Patrimonio Industrial, Puesta en Valor del Patrimonio Industrial

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finalmente a California y Australia.

En esta región del sur de Chile, la agricultura constituye la base de la economía y

casi la mitad de su población depende del medio rural. En la actualidad, los predios

agrícolas ocupan una superficie de casi tres millones de hectáreas, en su totalidad son

terrenos aptos para diversos cultivos, entre ellos el de los bosques, pastizales para la crianza

de ganado, legumbres, etc., no obstante, el cultivo principal es el trigo.

Desarrollo cerealero en la Frontera

Chile, ya había experimentado el auge exportador siglos atrás, cuando la economía

giraba en torno al mercado agropecuario que permitió el Perú en el siglo XVII, donde el

trigo había sido afectado por la peste del polvillo negro en ese país. Junto con ello, se

desarrolló la industria molinera y surgen las primeras panaderías a mediados del siglo

XVIII. El pan que se había consumido desde la conquista era una galleta de una libra de

peso, con las panaderías se comenzó a fabricar el pan francés y el pan de España.

La primera actividad en que se aplicó cierto tecnicismo fue la de los molinos, para

procesar el trigo, eran pequeñas instalaciones de piedra que utilizaban procesos muy

rudimentarios.

Una vez incorporada la Araucanía al territorio nacional, y por consiguiente

establecida la unión comercial se comenzó a gestar como una plataforma de desarrollo

sustentable para el país, con ello se incorporaban grandes extensiones de tierra que

antiguamente eran bosques para la actividad cerealera ejercida por colonos y los futuros

latifundistas de las tierras fiscales adquiridas en remate.

Diversos son los archivos que dan cuenta de la importancia de la actividad triguera en

la economía local de ese entonces como lo refleja la nota de un periódico para la creación

del Departamento de Victoria:

“En segundo lugar citaremos la producción de trigo, factor principal que

marca la riqueza de un Departamento: pues durante la última cosecha se han

remitido a diversos puntos de la costa más de doscientos mil hectolitros de

dicho cereal, que dieron quehacer al ferrocarril hasta entradas de invierno, a

pesar de que, a más de los trenes ordinarios de carga uno especial para llevar

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trigo venía semanalmente de Talcahuano a solicitud de muchos agricultores i

comerciantes del ramo, que desesperaban al ver que no disminuían , a pesar del

acarreo diario, los cerros permítasenos la espresión, de trigo que casi llenan la

estensa estación del ferrocarril”.26

Durante el siglo XIX, gracias al desarrollo de la industria del salitre y el comercio

internacional facilitado por la presencia inglesa permitió abrir camino sostenido hacia el

desarrollo exportador del país, acelerando los medios de producción.

Como se puede observar, las bases económicas de la región eran, sin lugar a dudas,

la actividad agrícola lo cual abría expectativas para un futuro provisor, en vista de la gran

cantidad de tierras que aún estaban sin cultivar e incorporar al proceso productivo.

La actividad económica también se veía favorecida por las inmensas propiedades

agrícolas que recién tenían dueños en vista de los remates fiscales, las cuales, muy pronto

entregarían sus riquezas. Se comenzaron a construir bodegas, galpones y los campos se

fueron surtiendo de molinos cercanos a esteros y ríos.

Para 1893 existían en Victoria los molinos de Nicanor Muñoz Vargas (Molino

Victoria), Francisco Romero, Arturo Nogueira (Molino El Colono), Guillermo Davinson y

Luís Godomar (Molino Colo), Reslob y Cía, Eustaquio Lagos, N. Valenzuela, Unión

Comercial (molino a vapor en construcción), Adolfo Solano, Julio S. Chiappa. Bodegas

compradoras de trigo de Jose Bunster, Williamson Balfour y Cía, Anfión Muñoz y Cía,

Guillermo W. Mackay, Agustín Bustos, Nicanor Muñoz Vargas, Francisco Romero,

Celindo Muñoz, Doiharcabal Hnos. y Cía., Pedro Ponce de León y Manuel Brunet.

Para realizar esta apreciación se basaba en la creciente producción agrícola del

departamento, que sin ser el mejor año, llegaba en 1894 a 30.000 Hás., de trigo cosechado y

3.000 Hás., de cebada.

26 Luis Gallegos y Aner Padilla, “Victoria, los inicios de una ciudad 1881-1900”. Pág. 103.

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Durante las primeras décadas del siglo XX la tenencia de la tierra iría

modificándose gradualmente en la Araucanía. Muchos colonos extranjeros gracias a su

esfuerzo y trabajo abnegado, pudieron ir adquiriendo las hijuelas de aquellos que las

abandonaron atraídos por la ciudad y las actividades industriales, reuniendo así varios

latifundios.

La industria triguera se desarrolló en diversos frentes pero no todos con el mismo

grado de avance, junto a la presencia de las haciendas también existían el cultivo de trigo

por parte de colonos, principalmente suizos que acudían a ciudades como Victoria,

Traiguén y Lautaro donde existían poderes compradores de trigo. Este auge incorporó un

desarrollo tecnológico para la última década del siglo XIX en la Hacienda Colo de

propiedad de Exzequiel Lavanderos de Victoria se importó desde Inglaterra la primera

máquina trilladora en la Araucanía, movida por la fuerza de un locomóvil de los grandes.

Para subir ambas piezas en la quebrada del Malleco fueron necesarias nada menos 40

yuntas de bueyes según consigna el libro Victoria, “Los inicios de una ciudad 1881- 1900”,

de Aner Padilla Zapata.

“Nada más curioso que los trigos creciendo en plena selva. ¿Que diría un

agricultor de nuestro país, al ver estos magníficos trigos, creciendo así a la

sombra de los grandes árboles? En muchos lugares la siega esta terminada, y los

manojos yacen dispersos, esperando que los recojan”.27

El progreso llegó a tal punto que los sistemas de transporte rudimentarios como las

carretas se habían hecho insuficientes para entonces.

Es así, como en la ciudad de Traiguén, José Bunster el “Rey del Trigo” como era

conocido adquirió en Alemania una locomotora eléctrica de trocha angosta con el objeto de

unir el molino de su propiedad con la estación de ferrocarril, distante 15 cuadras. Este tren

transportaba hasta 10 carros con 100 quintales de harina cada uno, con una carga cercana a

27 Francisco Grin, “Las Colonias Suizas de la Araucanía”, Grupo editores Regionales, Santiago 1987.

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las 40 toneladas. 28

Según lo consigna Gabriel Díaz Morales autor local, en su libro “Trallenco, la

historia de Traiguén”, hacia fines del siglo XIX se construyeron enormes bodegas para

almacenar trigo, desvíos ferroviarios. La agricultura se constituye en la base de la economía

y casi la mitad de su población depende del medio rural, con ello se dio inicio en la región a

una nueva etapa en su economía.

Fue la agro-industria, específicamente la molinera del trigo, en la que comenzaron a

gestarse compañías mercantiles. Los molinos establecidos por empresarios extranjeros

iniciaron la producción de harina comercial y junto con ello la modernización de la

economía regional con la introducción de maquinaria a vapor y la producción para el

mercado externo.

La llegada de los comerciantes

La venta de la producción triguera de las haciendas y de la captada a los pequeños

28 Imagen 1.

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propietarios, puso en contacto a los terratenientes con el negocio molinero. Algunos se

arrimaron a incorporarse a esta actividad durante el auge provocado por la demanda de

harina desde California hacia mediados del siglo XIX.

Los negociantes fueron quienes primero se aventuraron hacia el interior de la

Frontera y comerciantes fueron también quienes se iban quedando en torno a los fuertes.

Sin embargo, la llegada de comerciantes generó un conflicto con los hacendados, uno de los

impulsores de la siembra del trigo fue José Bunster. Instalando en 1869 un molino harinero

cerca del Malleco al que le siguieron otros en Collipulli en 1877, Nueva Imperial en 1883,

Traiguén 1884 y Angol en 1889; fueron los primeros molinos de cilindro del Sur.

En el de Traiguén, se construyó una planta generadora de energía hidráulica con un

canal de más de 40 kilómetros de longitud para dar fuerza motriz a este molino y cuya

bocatoma estaba instalada cerca de la ciudad de Victoria. La caída se producía por enormes

tubos de fierro que bajaban desde el cerro virgen de los pinos, atravesaban el río para luego

las aguas en las turbinas dar la energía eléctrica que ponían las maquinas del molino. La

inversión resultó ser ventajosa y a los pocos años se instaló un segundo molino que se

llamó B, este fue desarmado y vendido en el año 1944. Con la puesta en marcha de este

segundo molino, se amplió la planta de fuerza con la instalación de generadores de energía

eléctrica, para mover el ferrocarril eléctrico que transportaba los productos del molino hasta

la estación de Ferrocarriles del Estado.

Para 1880 José Bunster, llegó a ser el primer productor de cereales, logrando

cosechar, en 1886, 80.000 qq., equivalentes a la mitad de toda la producción nacional. Su

actividad agrícola fue incrementada con la utilización de 15 trilladoras, 15 motores a vapor,

22 cegadoras, 90 empleados de oficina y 2.000 jornaleros. Este creciente negocio lo llevó a

establecer 4 grandes bodegas en Talcahuano y 9 en la “Frontera”, pleno corazón de la

Araucanía. Parte de la riqueza que logró gracias al demandado trigo, le permitió fundar el

Banco de José Bunster, banco de emisión, con un capital 100.000 pesos, en 1882.

“Movidas por una turbina hidráulica, de cincuenta caballos, que genera fuerza

eléctrica, sus maquinarias se mueven rápidas y silenciosamente, produciendo al

girar de los doce cilindros un estrépito sordo, de aparato de relojería.

Se suben los tres pisos de que consta y no se ve un grano de trigo, ni una

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basura, ni un hierro o maderas viejas. Todo brilla barnizado, amarillo o

blanco”.29

El trigo y su industria logró incrementar el comercio en la zona era típico ese gran

almacén, con largos y anchos mesones de madera, como esos que aún se encuentran en

localidades rurales, donde se vendía de todo, desde grasa para las carretas, hasta perfume

para las damas. Aperos para bueyes y caballos elegantes vestidos de fiesta, proyectiles para

escopetas y cabinas.

La harina que se producía en los molinos abastecía en sus comienzos a todo el sur,

luego a parte del territorio nacional y también se exportaba a los más remotos de las costas

del Pacifico, como San Francisco, Australia y Tahití.

Una vez que falleció José Bunster en 1903, los herederos formaron una sociedad

anónima que se llamó Compañía Molinera El Globo S.A., siendo sus principales

accionistas Duncan Fox & Cía, comerciantes y capitalistas ingleses que se encargaron de

ser los distribuidores por un largo periodo. 30

Los hacendados, por su parte se proponían establecer sus propios molinos y bodegas

y captar mercados alternativos, en especial el del Perú. Sin embargo, la bonanza de

29 José Bengoa, “Historia Social de la Agricultura Chilena”, Tomo II, Haciendas y Campesinos, Ediciones SUR, Editorial Interamericana, Santiago, 1990, Pág. 88. 30 Imagen 2.

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California llegaba a su ocaso y no era fácil introducirse en la plaza peruana, que desde la

época colonial había privilegiado el abastecimiento por la vía de Valparaíso, y a la que

concurría ahora también la competencia desde la misma California. Con todo, los

hacendados pudieron efectuar exportaciones de trigo al Perú, como se indica en las

estadísticas relativas al movimiento marítimo en los puertos de la zona de Concepción.

Así, se informaba por ejemplo, que desde Talcahuano se condujeron con destino al

Callao 17.240 fanegas de trigo, durante el primer bimestre de 1860, por un valor de $

68.840, lo que equivalía a un precio bastante conveniente de $ 4 por fanega; mientras que

en el segundo bimestre del mismo año el monto de las fanegas exportadas al Perú subió a

19.645, pero su valor total descendió a $ 58.935, lo que significaba un precio de sólo $ 3

por fanega.

En suma, los hacendados revelaban una falta de iniciativa, para aprovechar el rico

potencial de sus tierras y para sobreponerse a las contingencias adversas. Contrastaba esa

actitud con la de los empresarios foráneos, que ante la crisis de la molinería, y aún

anticipándose a ella, diversificaron sus gestiones

En el siglo XIX aparecen pues, claramente diferenciados los terratenientes

tradicionales y los nuevos empresarios capitalistas, éstos por sobre aquéllos. Si bien en

algunos casos de empresarios locales parece advertirse un mayor nexo con los nuevos

empresarios dominantes, con ello durante el transcurso del siglo XX se fue separando el

nexo del trigo con la propiedad agrícola concentrándose en poderes compradores.

El Granero de Chile

En el año 1935 los rendimientos en las cosechas en la zona eran “muy buenas”,

alcanzando éstas a 18 quintales por hectárea. Hacia 1938, los agricultores de aquellos años

trajeron nuevas semillas importadas especialmente desde Francia, lo que aparejado con la

llegada de tractores orugas con arados de discos y sembradoras en línea lograron en pocos

años recuperar los rendimientos anteriores.

A ello se suman nuevas técnicas aparecidas hacia 1940, se agrega también un

aumento en abonos de fósforo y nitrógeno y un adecuado uso de riego, especialmente en

terrenos cercanos al canal Chufquén, de una dimensión superior a los 30 kilómetros, obra

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de ingeniería que se llevó a cabo entre los años 1927 y 1932, por los agricultores Juan

Widmer Eschler y Cristóbal Sáenz Cerda.

A partir de la crisis de 1929 surgió entonces un momento de profunda

transformación en la economía, principalmente en las fuerzas productivas, las

exportaciones bajaron en tres veces, demostrando la extrema vulnerabilidad de nuestro

sistema, se comienza abrir una vertiente de regulación estatal, la comercialización agrícola

también experimentó cambios sustánciales, en especial a partir de la construcción de una

nutrida red de silos para los cereales y el establecimiento, a instancias de la Junta de

Exportación Agrícola.

Otro de los antecedentes que permite corroborar el porque a esta zona se le

denominó “El Granero de Chile”, tiene su base en que grandes empresas comercializadoras

construyeron bodegas para el almacenaje del trigo, lo que significó un fuerte atractivo para

los agricultores de toda la Región. 31

Como ratificando la excelente producción triguera de aquellos años, está lo

publicado en el diario “El Colono” Nº 7954 del 25 de Agosto de 1958 de Traiguén, en el

cual se señalan antecedentes referidos a la premiación efectuada el 19 de agosto en el salón

auditórium de Radio Corporación. En la significativa ceremonia de distribución de premios

otorgados por la sección comercial del Banco del Estado, se hizo entrega a los mejores

productores de trigo del país. Al acto se dieron cita el Ministro de Agricultura, autoridades

diversas, Ejecutivos Jefes del Banco del Estado y observadores internacionales. Este año

(1958) entre los vencedores del concurso “espiga de oro”, correspondiente a las siembras

31 Imagen 3.

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del año 1957, se distribuyeron premios a ganadores nacionales, divididos en diversas

clases, distinguiéndose a los ganadores por zona. (Sedes de Oficinas del Banco del Estado).

En la clase más de 200 ha.; Premio “Ganadores Nacionales”, figuró en 2do lugar la

Sra. Rosa de Lavanchy, con 30,85 quintales por ha.

Entre los “Ganadores por Zona”, obtuvieron las primeras ubicaciones Rosa de

Lavanchy y Edgard Blackburn. Dentro de los que resultaron ganadores los siguientes

agricultores multiplicadores de trigo: Manuel Galilea, Dora de Galilea, Raimundo Puelma,

Cristóbal Sáenz, Miguel Manríquez y Pedro Adán Caro.

Otro aspecto, que benefició a los trigueros fue la bonificación estatal del 50 % sobre

el precio de los abonos fosfatados que se estableció en el gobierno de Gabriel González

Videla (1946-1952), permaneciendo esta franquicia hasta los años 1960-64. Así, debido al

intenso movimiento generado por la industria molinera, la zona fue comenzada a ser

conocida como “el Granero de Chile”, ya que desde esta región se entregaba más de la

mitad del trigo que el país consumía.

Para clarificar esta situación basta situarse en esos años, cuando el trigo y un poco

de avena se almacenaban en las bodegas existentes en Traiguén para ser enviados

posteriormente por la Empresa de Ferrocarriles del Estado (Traiguén era en aquel entonces

punta de riel) a los grandes centros de consumo. Toda la producción triguera llegaba a la

ciudad en carretas tiradas por una yunta de bueyes y cargando apenas 13 sacos de 80 kgs.,

cada uno, proveniente de Los Sauces, Purén, Galvarino, parte de Victoria e incluso

Perquenco y Lautaro, a partir de mediados de enero y a veces hasta principios de abril. Así

era posible apreciar enormes filas de carretas que llegaban desde los cuatro puntos

cardinales hasta la ciudad, llenando las calles desde la madrugada hasta bien avanzada la

tarde.

En cambio hoy en día, la mayor producción sale directamente desde los potreros,

donde una cosechera automotriz carga fácilmente dos camiones diarios con 300 quintales

cada uno. Un solo camión reemplazó a treinta carretas.

Sin embargo, aquel intenso movimiento disminuyó la actividad casi monopolizadora

que pasó a tener profunda relevancia, apareciendo el poder comprador y regulatorio en la

nueva realidad de la agricultura a través del Banco del Estado, en diversas ciudades como

Victoria, Lautaro y Temuco donde se construían silos para el almacenamiento del trigo.

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En la década de 1950 aparecieron las cosecheras móviles de cereales, antes el

trabajo de segar a mano y trillarlo a yeguas o mediante trilladoras había desaparecido con lo

que cada vez menos se ocupaba mano de obra y la producción se realizaba en menor

tiempo. 32

Las antiguas empresas creadas por los comerciantes de la Araucanía como José

Bunster pasaron a ser sociedades anónimas con amplias y modernas infraestructura como

ocurrió con la Compañía Molinera “El Globo” la que seria su continuadora.

Pero, el panorama global de la agricultura en el sur del país no era auspicioso. En

los documentos de la época llama la atención en sus páginas sobre la decadencia de esta

actividad en el sur, estimando que uno de los motivos principales de tal situación era el

cultivo interrumpido, sin rotación en los mismos suelos del vegetal más agotador: el trigo.

El Molino en la Araucanía

A fines del siglo XIX se inicia el proceso de incorporación agrícola de la Araucanía

32 Imagen 4.

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con ello una naciente industria aflora: la molinera. En lo que a la arquitectura se refiere esta

se define como una expresión de una pureza casi absoluta, austera, carente de todo

ornamento, bajo una concepción funcional en su forma y su planteamiento frente al paisaje,

logrando capturar los recursos que entregaba la naturaleza, concentrándose en

principalmente en colinas. Antes de la instalación de estas compañías los molinos eran un

rubro rudimentario, eran de madera, llamados de cuchara, provistos de una rueda de piedra

giratoria, estaban emplazados en ramales en las haciendas y abastecían el consumo local.

Estos molinos se abastecían en un principio de trigo producido en los campos

propios de las haciendas y en la mayoría de los casos para atender los campos vecinos. Es

así, como se instalaron desde los más primitivos con piedras, pasando por la molinería

mixta con piedras y cilindros. Fundamental para su ubicación era la energía, esta debía ser

accesible y económica, la única por aquellos años que presentaba tales condiciones era la

hidráulica, es por ello muchos se emplazaron cerca de esteros, donde se derivaban un canal

que transformaba el cauce en fuerza motriz. El cobertizo hecho de tablones cuyo proceso

era manual constituye el concepto elemental de la molienda como ocurre con el molino San

Ramón en la comuna de Los Sauces, ubicado adyacente a un estero.

Otros, en cambio requerían de una mayor cantidad de energía y es por ello que su

ubicación obedecía a la necesidad de alimentar adecuadamente las turbinas hidráulicas,

cerca de ríos se emplazaban estas construcciones desde donde se establecía una bocatoma

para luego dirigirla mediante un canal de 4 metros de ancho y otros tantos de profundidad

revestido en madera que finalizaba en la torre desde donde se producía la caída.

Estos canales llegaron a cubrir grandes distancias como es el caso del Molino de

José Bunster en Traiguén de 40 kilómetros de largo o el de Perquenco de 15 kilómetros de

largo. A esto se sumaba también las cercanías con los poblados y el desarrollo incipiente

de la industria molinera local. Pero el obtener la energía de los cauces de agua generaba

dificultades principalmente en invierno con el exceso de lluvias y en verano en periodos de

sequía, o por la limpieza anual de canales.

Esta situación obligaba a disminuir su producción y en algunos casos suspenderla

del todo. También esta energía era aprovechada en dotar a los poblados de electricidad y en

muchos casos los molinos constituyeron empresas paralelas dedicadas a este servicio.

El conjunto era una agrupación de edificaciones en madera donde destacaban las

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bodegas de almacenamiento del trigo, bodegas para la harina, casas del molinero y el

molino propiamente tal. Las bodegas eran grandes construcciones de madera que en

algunos casos llegaron a tener 60 metros de largo, donde en su interior se encontraba un

riel que permitía trasladar un carro mediante una yunta de bueyes para su carga y posterior

traslado a la estación y de ahí al resto del país como es el caso del molino Perquenco.

El edificio de varios pisos de manera que la materia llevada a los pisos superiores

caiga por su propio peso mediante simples canales de un piso a otro. La imagen única de

aquel volumen donde en su parte superior se encontraba el sistema de limpieza del grano,

para posteriormente en un nivel mas bajo partir el grano y obtener el polvo blanco que dará

lugar a la harina, separándola de impurezas mediante un complejo sistema de laminadores.

Toda esta red se encontraba unida mediante tubos de madera los cuales se protegían

mediante chapas.

Los molinos al experimentar los campos un aumento sustantivo de los terrenos

sembrados se hizo necesario una mayor tecnología y rapidez en el proceso para ello se

incorporaron la más moderna tecnología de la época, llegando a tener blanqueadores de

harina a fines del siglo XIX como ocurrió con el molino Morris de Lautaro, propiedad de la

familia Hauri actualmente.

La edificación se hizo pequeña y comenzaron a trasformar los antiguos molinos que

albergarían a la nueva maquinaria. Su impronta es un volumen rectangular, con una

cubierta a dos aguas donde existe un predominio del lleno sobre el vacío y donde su altura

es mayor al largo en la gran mayoría de los casos, lo que le confiere una esbeltez única y se

convierte en un icono de los pequeños poblados.

Su fachada revestida en latón zincado ondulado o tablas traslapadas destacan las

ventanas de igual dimensión, formas y posición que se ordenan en un trazado regular y

simétrico definiendo una luz tenue y homogénea en su interior. Desde el cual se reconoce

aquel esqueleto que da lugar a la estructura que cobijará el proceso los cuales muchas veces

se trasladaron por lo que esta debía ser posible armarla en otro sitio.

A través de los campos de desplazaron carpinteros quienes armaron estas estructuras

bajo un sistema distinto al conocido en las viviendas de la Araucanía, ventanas de

guillotina, la presencia de pernos en la uniones, y ensambles que permitían su desarme

posterior. Su estructura hecha en madera nativa, generalmente roble, pellín se modulan

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generalmente a 1 metro con pies derechos ensamblados a vigas unidos mediante el sistema

caja espiga a través de pernos y unidos mediante diagonales en los vértices que conforman

el rectángulo.

Casa molino Seitz en la comuna de Ercilla.

Esta vivienda se encontraba ubicada en el sector de Pidenco, comuna de Ercilla, su

emplazamiento situado en el encuentro de dos colinas donde la cruza un estero. 33

Su concepción original fue para instalar allí un molino que funcionaría mediante la

energía producida por el agua, al hacer girar una rueda, debido a la poca pendiente y

torrente del estero no fue posible su uso la construcción paso a ser la vivienda de la familia.

La vivienda presenta un cuerpo volumétrico a dos aguas con una suave inclinación,

su fachada carente de todo ornamento esta definida por la expresión dada por el sentido del

revestimiento, expresando el uso interior. En el volumen existe un predominio del lleno,

donde las ventanas son figuras sobre el fondo lineal de la casa.

Su ordenamiento interior se hace en función de un pasillo ubicado en sentido

transversal a de la cubierta. Esta configuración planimétrica se inicia en el comedor (lo

público) y finaliza en la cocina (lo privado). En el interior esta compuesto por tres niveles,

donde la parte inferior se ubica el establo, en el intermedio se almacenaba el forraje y en el

superior la casa habitación desde donde se dominaba el entorno inmediato. 34

33 Imagen 5 34 Imagen 6

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A partir del emplazamiento la obra asume el entorno por una condición funcional, la

búsqueda de la energía y de seguridad al dominar un pequeño valle, situación acogida por

la vivienda ubicada a nivel de acceso.

Molino Rosati en Capitán Pastene en la comuna de Lumaco

Posteriormente, muchos molinos pasaron a convertirse en compradores de otros mas

pequeños como es el caso en la localidad de Capitán Pastene, comuna de Lumaco donde el

molino Rosati escapa a la construcción en madera, su realización posterior se llevó a cabo

en hormigón, el lenguaje empleado fue el mismo que se utilizó en el poblado con un

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marcado acento italiano de arcos y bóvedas. 35

Pese a que el molino escapa a la construcción tradicional en madera, su realización

posterior se llevó cabo en hormigón, el lenguaje formal empleado fue el mismo que se

utilizó en las casas que se habían edificado con anterioridad en el poblado. Este molino

consta de dos volúmenes, uno que corresponde al molino y otro ubicado en la esquina del

poblado a un despacho.

El molino se retrae de la línea de edificación para dar lugar al espacio de la espera,

un estacionamiento para carretas y camiones donde a través de un espacio intermedio como

una triple arcada como corredor lo relaciona con el interior. El despacho, manteniendo

similar expresión arquitectónica refuerza su importancia urbana con la presencia de un

frontón se dispone un coronamiento de inspiración nórdica en plancha de fierro galvanizado

realzando el acceso.

En él, se destacan sus puertas, ventanas y coronamiento que se ejecutaron con una

filigrana de madera para vitalizar la presencia comercial del volumen y de su fachada. 36

35 Imagen 7 36 Imagen 8

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Capitán Pastene es una colonia de inmigrantes italianos que llegaron a principios

del siglo XX, desde la provincia de Emilia Romagna a la cordillera de Nahuelbuta en una

aventura iniciada por los señores Ricci y Nicosia. Se llamó así “Nueva Italia” a la colonia y

Capitán Pastene a su centro principal de población en honor al gran navegante italiano que

vino a América y llegó a ser el comandante en Jefe de la escuadra marítima que apoyaba a

Pedro de Valdivia.

Las calles y plazas se alternaron con nombres ilustres personajes chilenos e italianos

pretendiendo simbolizar la alianza fraterna entre la patria lejana y la tierra que generosa

recompensaba su esfuerzo y gallardía. La imagen del poblado se ve fuertemente

influenciado por la recreación greco-romana de arcos, columnas, frontones, cornisas y

cornisamientos. 37

37 Imagen 9

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Molino Quillem en la comuna de Lautaro

El molino Quillem se encuentra ubicado a un costado de la carretera. Su

construcción se realizó cuando no existía el trazado de esta vía y existía solo el camino que

unía el sector de la Colonia, emplazamiento de colonos suizos con la estación de Quillem

distante a unos 7 kilómetros, así su emplazamiento se ubicaba en un punto intermedio. 38

El molino se ubica adyacente al río Quillem, en una colina desde donde se desplaza

el volumen perpendicular a la pendiente. En su acceso se configura un patio mediante la

38 Imagen 10

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incorporación de la pendiente una casa del molinero y una bodega de hormigón construida

con posterioridad.

La edificación en madera presenta una antigüedad cercana a unos 70 años la que

posteriormente se fue complementando con bodegas de hormigón armado y viviendas del

molinero.

El propietario inicial fue Paulo Paslack quien lo construyó hace aproximadamente

70 años, derivando un canal desde el río Quillem. Posteriormente, el conjunto se fue

complementando con bodegas de hormigón construidas una perpendicular al molino y la

otra manteniendo el sentido longitudinal y siguiendo el curso del canal que termina

finalmente en el río.

Al volumen original le fueron añadiendo otros más pequeños como oficina y un

cobertizo hacia el acceso cuyo objetivo era resguardar de la lluvia del norte. Su

materialidad es en madera y revestido también en madera, salvo la fachada norte que esta

recubierta en latón zincado ondulado.

La particularidad del conjunto es que logra generar mediante la articulación de los

volúmenes, espacios destinados a acoger las actividades principales como el intercambio y

la espera de los productos elaborados. Separando la actividad comercial mas pública de la

que se realiza el ensacado, mucho mas privada y que queda resguardada tras un volumen de

hormigón del año 1950.

El volumen rectangular donde se ubica el molino, continuado por una bodega de una

altura inferior y en hormigón, ejecutado con posterioridad se compone de tres niveles y un

sótano, construido completamente en madera.

El conjunto se encuentra ubicado al comienzo de un emplazamiento de colonos en

el sector la Colonia en la comuna de Perquenco.

Su disposición perpendicular a la pendiente logra disponer de un espacio adecuado

para el acceso, por un lado la colina actúa como límite y por el otro el río Quillem, donde

sobresalen los distintos volúmenes que van componiendo los espacios. La disposición del

conjunto va asumiendo la pendiente mediante una degradación en cuanto a su altura que

finaliza en un volumen de hormigón mas ancho.

La explicación de lo anterior, se debe a la disposición del canal y por otro lado, el

evitar una cara tan expuesta, la longitudinal a las inclemencias de la lluvia como ocurrió

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con otros molinos urbanos. Actualmente se encuentra en actividad.

Molino Eyssautier de Perquenco

El molino Perquenco es uno de los pocos edificios que han mantenido un desarrollo

a través del tiempo sin romper la organización espacial. Se distingue el patio de acceso, la

arboleda un cobertizo cubierto hacia la fachada norte donde se estacionaban camiones y

carretas. Se distingue el volumen del molino más alto que el de las oficinas adyacentes y

comunicadas con la calle. 39

La creación del Molino Hidráulico de la firma F. Smith y Cía. influyó positivamente

en el desarrollo de las actividades comerciales. Sus propietarios construyeron un canal que

nacía en el río Quillem, recorría 15 kilómetros entre predios rurales; de esta forma se

abasteció de agua a la población, además se generó luz eléctrica para algunas viviendas.

Se constituyó en una de las primeras fuentes de trabajo para alrededor de 30

personas. El edificio que da lugar a esta edificación fue trasladado del fundo Las Gredas en

1910 que era de propiedad de Federico Time, distante unos 10 kilómetros. Posteriormente

fue modernizado por Federico Smith con modernas turbinas que daban luz al pueblo. A

partir de 1941 pasó ser propiedad de la familia Eyssautier.

39 Imagen 11

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El conjunto esta emplazado a una cuadra de la línea del ferrocarril donde finaliza el

poblado. El conjunto que ocupa el terreno cercano a una hectárea esta compuesto por el

molino, bodegas y la vivienda del molinero. El edificio del molino tenía un acceso

mediante una calle adoquinada que daba a un patio enmarcado por una arboleda.

Perpendicular a este edifico se encuentra una bodega de 18*60 metros en madera donde se

almacenaba el trigo y en su interior existía una línea férrea para desplazar un carro que se

cargaba en tiempos de cosecha. El edificio genera su propia calle y con ello alimenta su

propio espacio urbano negándose hacia el sur donde termina el poblado.

Molino Sola Ruedi en la comuna de Curacautín

El molino San Pablo, de la familia Sola Ruedi, es uno de los más grandes de la zona

con una altura sobre los 15 metros y un largo de 22, es un edificio completamente ejecutado

en madera. Su volumen adquiere gran presencia urbana al estar ubicado en una colina

adyacente a un estero que alimentaba sus turbinas y que atraviesa la ciudad de oriente a

poniente. La fachada presenta revestimiento de madera dispuesto de manera vertical le

otorga riqueza a su fachada, junto con las ventanas de guillotina que componen su trazado.

El molino tiene su origen en la sociedad formada en Valparaíso, el 28 de julio de

1896 por José Nixon y Juan Fowler. El primero, aporta el terreno y las dependencias, una

turbina, un par de piedras para moler que existen ya depositadas en Curacautín, además del

uso de las aguas necesarias del canal para el funcionamiento.

Posteriormente, el 18 de abril de 1899 se disuelve la sociedad y queda en manos de

Juan Fowler como único propietario, meses después lo acompaña Cristian Ruedi en la

aventura. Para 1904 se incorpora Pablo Ruedi. Dos años más tarde, solo la familia Ruedi

era dueña del molino el que en 1916 queda solo en manos de Pablo Ruedi. Para 1925, el

molino solo cuenta con tres pisos, para 1926 se le construyen dos mas incluyendo una

nueva turbina y maquinarias que son traídas desde Alemania. Actualmente la propietaria es

Maria Elena Sola Ruedi, pero el molino ya no esta en funcionamiento.

Bodega Molino Unda en Victoria

En Victoria, una de las pocas bodegas que aún se mantiene en pie es la que

corresponde al Molino “El Grano”, cuyos antiguos propietarios fueron la familia Unda, un

edificio de albañilería de una antigüedad de unos cien años. Es un volumen rectangular,

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simple a dos aguas, donde el tratamiento y riqueza del trabajo del ladrillo, combinado con

la presencia de volutas le confieren una gran riqueza. 40

Actualmente se han incorporado nuevas edificaciones al molino, con lo que se ha

perdido la armonía del conjunto.

Conclusión

Al viajar por los campos en verano era común ver aquellos mantos dorados que el

viento tocaba suavemente haciéndolos deslizar como un pequeño torrente en un estero.

Estos esteros alimentaron pequeños sueños de un grupo de hombres que buscaron en estas

tierras generar relaciones que les permitieran satisfacer sus necesidades de vida.

Pronto, esos pequeños sueños alcanzaron grandes alturas, rasgando aquel cielo

desconocido hace unos siglos, cubierto por una espesa selva. Esos sueños dieron lugar a

enormes faros que orientaban a aquel campesino transformado en un verdadero pescador

sobre aquel dorado mar.

Es así, como en los campos de la Araucanía en el sur de Chile, se sembraron

aquellas estructuras de madera, una a una por esteros y ríos, un esqueleto envuelto por

aquella gruesa capa de latón zincado resguardándola del martillar constante de la lluvia.

Enormes edificios de una característica única, esbeltos, puros y austeros fueron

convirtiéndose en símbolos de una pasado glorioso que movilizo pueblos enteros en su

patios de acceso. Al visitar cada uno de los molinos por los campos de la Araucanía, se

evidencia la prosperidad alcanzada por esta industria, desde un rústico molino en

40 Imagen 12

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funcionamiento en el sector de San Ramón en la comuna de Los Sauces, pasando por uno

de la familia Leonelli en Capitán Pastene, rodeado por plantaciones de pino, estrangulando

aquel torrente que le dio vida bajo el cual aquellos tablones se comenzaron a podrir por

aquella maleza que ha fumigado cada uno de nuestros campos : el desarrollo económico.

Lamentablemente, hay muchos que se encuentran en perfecto estado como el

molino San Pablo de la familia Ruedi en Curacautín, pero carecen de lo central, aquella

savia que hacía latir el corazón de los molinos, esas turbinas que tras cada revolución

buscaba afanosamente extraer de aquel grano su sustancia y alimentar el desarrollo de una

zona pujante.

Hoy muchos han desaparecido, otros en tanto, han desviado el curso de sus esteros,

quedando abandonados, aquel espíritu albo dio paso a uno gris, el del recuerdo.

Lo que aun se mantiene vigente es la fuerza de sus propietarios por contar las

historias que dieron lugar a estas enormes edificaciones, fuerza mucho mayor que aquel

torrente que gota tras gota giraban aquella máquina impulsora de sueños, hoy con sus

recuerdos solo alimentan nuestra historia.

Sin duda, este patrimonio industrial generado por la siembra del trigo, genero

interesantes ejemplos de arquitectura en los campos de la Araucanía, pero este patrimonio

presenta una dificultad: es rural y disperso, por lo que es de difícil acceso. Lo anterior lo

hace desconocido para los habitantes de esta región, más aun para el resto del país.

A través de esta publicación se ha iniciado como primer paso el realizar un registro

de ellos para conocimiento posterior de la comunidad y comprender el valor que tuvo en el

desarrollo de a Araucanía la industria molinera, al convertirla en el “Granero de Chile”.

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RASGOS DE LA ECONOMIA DE COLONIZACION EN ANGOL 1870-1890 Mónica Sepúlveda Rivera 41

Introducción

En la segunda mitad del siglo XIX La Araucanía se presentaba como una fuente de

recursos económicos inagotables, ofrecía bosques milenarios de maderas nobles, amplias

tierras de cultivo y pastoreo, junto a una abundante mano de obra conformada por la

población indígena y la población mestiza flotante. Desde esta óptica, otorgaba

posibilidades para abrir un mercado silvoagropecuario alternativo al espacio de Chile

central y el Norte Chico42. En una fase de articulación de la economía tradicional chilena al

mercado del capitalismo industrial43, reflejada en las ventajas de los buques a vapor, del

ferrocarril, del telégrafo y de los bancos, que pusieron en circulación capitales de enormes

41 Este artículo constituye un primer avance, en torno a la problemática de la conformación de la sociedad regional, forma parte de la tesis de grado de la autora para obtener el título de Profesora de Historia, Geografía y Educación Cívica, Universidad de la Frontera. Temuco 2007. 42 Jorge Pinto La formación del Estado, la nación y el pueblo mapuche. Ediciones DIBAM, Centro de Investigación Diego Barros Arana. Santiago, Chile. 2003. 141. Carmen Norambuena. Inmigración, agricultura y ciudades intermedias 1880-1930. Cuadernos de Historia 11. Departamento de Ciencias Históricas. Universidad de Chile. 1991. Jaime Flores Chávez Economías locales y mercado regional. La Araucanía 1883-1935. En revista Espacio Regional. Revista de Estudios Sociales. Departamento de Ciencias Sociales. Universidad de Los Lagos. Vol. 2, Número 3. Osorno. Chile. Año 2006 43 Luis Ortega Chile en ruta al capitalismo. Cambio, euforia y depresión 1850-1880. Editorial LOM. Santiago, Chile. 2005. Pág. 29; 359

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proporciones en la economía mundial articuladora de los espacios fronterizos44.

En el ámbito local, el reconocimiento de los agentes económicos involucrados en

este espacio mercantil constituye el núcleo de esta investigación. La figura de estos agentes

estuvo ligado a la organización de las unidades de producción, estos es los predios de

tierras destinados a cultivos, pastoreo y obtención de maderas. Las modalidades de acceso a

estos bienes giraron en algunos casos en torno a transacciones con los antiguos propietarios

del territorio, es decir, con la población indígena. Este aspecto particular del proceso

general en la formación de la propiedad refleja algunas formulas locales de acceso al

manejo de unidades prediales distintas de los mecanismos oficiales de remates de tierras,

concesiones a colonos y radicación de indígenas. De modo que el examen de estos casos,

permite observar al conjunto de agentes mercantiles de este período. En este escenario

observamos: la prolongación del modo de vida de los antiguos agricultores mapuche45, el

desarrollo de los establecimientos empresariales de los agricultores hacendados-

comerciantes los cuales ejercen una influencia hegemónica en la dirección del proceso, y la

proliferación de campesinos-colonos surgidos de la inmigración espontánea desplegada

sobre el horizonte de la frontera de colonización. Esta formula se transformaría en el

vehículo de transformación social del roto y del gañan en agricultor. Por último,

encontramos el segmento de los asalariados vinculados a los establecimientos agrarios,

ganaderos, madereros y mineros; en un período y en un espacio marcado por el signo

modernizante de la productividad capitalistas y sus efectos asociados a la

descampesinización del agro y la proletarización de la población no propietaria rural,

proceso en el cual se prefigura la imagen del obrero que emergerá consecutivamente en las

ciudades, polos industriales y mineros46.

En este cuadro general, sobre todo interesa relevar el factor de la masa del capital

financiero instalado en este espacio económico fronterizo, y como estos recursos

44 Erick.J. Hobsbawn. La Era del Capitalismo 1848-1875. Editorial Labor Universitaria. 1989. Pág. 7, 35; Maurice Dobb. Estudios sobre el desarrollo del capitalismo. Editorial Siglo Veintiuno. España. 1984. Pág. 19-22; 349 45 Iván Inostroza Córdova. Etnografía mapuche del siglo XIX. Ediciones Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago 1998. Introducción 46 Gabriel Salazar Peones, labradores, peones y proletarios. Editorial universitaria, Santiago 1985. Julio Pinto Vallejos Trabajos y rebeldías en la pampa salitrera. El ciclo del salitre y la reconfiguración de las identidades populares. Editorial Universidad de Santiago 1998. Leonardo León S. Tradición y Modernidad: vida cotidiana en la Araucanía (1900-1935). Historia (Santiago), dic. 2007, vol. 40, no.2, p.333-378. ISSN 0717-7194

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encontraran una vía de circulación a través de la práctica de variadas formas de crédito,

como elementos tradicionales de la organización mercantil en los espacios agrarios47. El

crédito a plazo como formula de transacción entre un poder comprador que entregaba

recursos para la manutención y el proceso productivo, a cuenta de productos que se

entregarían al tiempo de la cosecha, también conformaba un sistema de integración ejercido

por los agentes capitalistas para incorporar a la productividad la mayor cantidad de tierra

disponible, apoyando a través de las formas de crédito la articulación y la reproducción de

las unidades familiares de la llamada población flotante en el sistema mercantil de la

colonización. Estas unidades productivas familiares también proveían fuerza de trabajo,

como peones, labradores, inquilinos y trabajadores temporeros, los cuales incrementaban el

segmento de agentes con capacidad de endeudamiento a través de la productividad de su

fuerza de trabajo, de modo que el salario y las formas de pago en especie, y el vínculo entre

el salario y la pulpería de la hacienda o de la urbe local, son formas del sistema de crédito y

adeudamiento en esta economía fronteriza tardía, con rasgos modernizantes.

El territorio de Angol con la fundación de Angol en diciembre de 1862, se convirtió

en la puerta de entrada a La Araucanía48. Rápidamente adquirió el carácter de “emporio de

la frontera”, donde se veían frecuentemente “las manadas de cerdos salvajes, overos

amarillentos, las vacas y novillos alzados, los caballos dando bufidos y las casas, cercos,

corrales y carretas cargadas con algunas ovejas, cerdos, chaigües y sacos”49, como

actividades claves en el despegue económico de la colonización.

A pesar que hacia 1866 las vías de comunicaciones eran muchas veces intransitables

y los medios de transporte escasos, el territorio no dejaba de ser atractivo para los

“comerciantes llegados del norte, los buhoneros, los chalanes y negociantes en animales,

los aventureros, tinterillos, bandidos y cuatreros que llegaban para radicarse en Angol o

para proseguir a los campos en formación o radicarse entre los indios, con los cuales

lograban relaciones”50. Mientras tanto, la ciudad de Angol, reunía a “huincas y mapuches

que necesitaban comprar mercaderías o vender los productos de sus tierras, o agitar algún

47 Arnold Bauer. La Sociedad Rural Chilena. Desde la conquista española a nuestros días. Editorial Andrés Bello. Santiago, Chile. 1994. 48 Arturo Leiva. El primer Avance a la Araucanía Angol 1862. Ediciones Universidad de la Frontera. Temuco, Chile. 1984. Pág. 84 49 Francisco A. Encina. Historia de Chile. Tomo XVIII. Editorial Nacimiento. Santiago, Chile 1970, Pág. 261. 50 Francisco A. Encina. Historia de Chile…, op.cit. Pág. 263.

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asunto administrativo o judicial, acudían a la ciudad desde los más remotos confines de la

Araucanía”51

En definitiva, se trataba de la articulación de un mercado de comercio interior52.

Este proceso con su raigambre local quedaba claramente graficado en la siguiente

descripción de Francisco A. Encina: “a toda hora del día se oía el chirrido característico de

las pequeñas carretas de ejes de palo de los indígenas, cargadas con sacos de trigo, vellones

de lana, ovejas, cerdos, pavos, gallinas, chaigües con huevos, ristras de ají, atados de

cilantro y de orégano, tortas de culli, yerbas medicinales, ollas y cántaros de greda,

ponchos, maqui, cóguiles, piñones, frutillas y otros productos de la estación, que alternaban

con las de los fundos, a cargo de sus capataces, de los colonos y los comerciantes que se

dirigían a las bodegas a entregar trigo en filas interminables”53.

Así como “las expectativas del comercio y de adquirir tierras para transformarlas en

haciendas más extensas y productivas atrajeron como imán a los hombres que aún no se

habían abierto camino en su pueblo natal”54, así también, la economía que conformaron

estos hombres, resultó de la participación de cada uno de ellos en un proceso dinámico

donde un modo de producción tradicional fronterizo, el de los colonos espontáneos pervivió

junto a las articulaciones de los agentes capitalistas, arribados a la frontera araucana..

Sin embargo, este escenario de conformación de una economía fronteriza de

colonización ha pasado desapercibido en el análisis de las ciencias sociales, como

argumenta Bengoa, hasta la década de los 50 y 60 los historiadores criollistas e indigenistas

truncaron la realidad, su mirada ocultaba la condición de productores de la población rural -

“los campesinos”- y se les describía inmersos en una marginalidad explotada, susceptibles

solamente del ejercicio de la piedad55. Es decir mostraban un modo de vida en que se

relacionaba estrechamente la producción individual con el poder local. No obstante ellos si

mantenían una autonomía personal como economías campesinas en una lógica de pequeños

propietarios y productores por cuenta propia.

51 Francisco A. Encina. Historia de Chile…, op.cit. 52 Jaime Flores Chávez Economías locales y mercado regional. La Araucanía 1883-1935. En revista Espacio Regional. Revista de Estudios Sociales. Departamento de Ciencias Sociales. Universidad de Los Lagos. Vol. 2, Número 3. Osorno. Chile. Año 2006 53 Francisco A. Encina. Historia de Chile..., op.cit. 54 Francisco A. Encina. Historia de Chile…, op.cit. Pág. 267. 55 José Bengoa. Agricultura y mundo rural. Los desplazamientos de los temas rurales y sus fuentes en los últimos 20 años. 1998. Pág. 12.

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La convergencia de todos los elementos derivados del sistema mundial y nacional

originó un tejido de relaciones, donde el crédito será clave para impulsar el funcionamiento

de esta economía capitalista fronteriza. En el juego de relaciones que originó, todo posible

deudor se transformaría en pieza no despreciable contribuyendo al funcionamiento de la

estructura en movimiento56.

Por otro lado, la conformación de los mercados regionales estuvo íntimamente

ligada a los alcances del sistema crediticio, que provocó el entrecruzamiento de redes

locales y la superación de los espacios intermedios57; y, al impulsar la actividad

silvoagropecuaria dinamizó la circulación de productos regionales.

Los agentes económicos a través del crédito participaban en el tráfico mercantil de

manera directa y visible; pero también de manera invisible, claro reflejo de la capacidad del

crédito para extender las vinculaciones comerciales a gran distancia58. En consecuencia, el

crédito fue uno de los elementos que dieron forma interna a la sociedad rural chilena59. Por

tanto, también percibimos su papel en la sociedad fronteriza de Angol 1860-1890.

En la frontera funcionó porque había agentes económicos con capacidad de

endeudamiento como eran los agricultores elegibles para el crédito bancario60 y los

indígenas y campesinos porque eran quienes lo necesitaban y disponían de factores

productivos para solventar préstamos. Así se organizó el sistema dado por la calidad de

prestamista o deudor de los agente económicos involucrados.

Como veremos en este artículo, agricultores, indígenas y campesinos del territorio

fronterizo de Angol, consolidaron diversas relaciones económicas en torno a la actividad

agrícola.

Como veremos en este artículo, agricultores de orientación capitalistas, indígenas y

campesinos chilenos del territorio fronterizo de Angol, no se excluyeron de este proceso

mercantil, articulando diversas modalidades productivas y de intercambio en las cuales el

crédito jugaría un rol particular en un contexto de fuerte articulación del espacio local al 56 Eduardo Cavieres. Servir al Soberano sin detrimento del vasallo. El comercio hispano colonial y el sector mercantil de Santiago de Chile en el siglo XVIII. Ediciones Universidad de Valparaíso de la Universidad Católica de Valparaíso. Valparaíso, Chile. 2003. Pág. 132. 57 Eduardo Cavieres. Del crédito tradicional al crédito moderno. Perspectivas y fuentes. Chile: el crédito en la periferia. América Latina en la Historia Económica. Revista Secuencia. Nº 6. Junio- diciembre 1998. Pág. 26. 58 Eduardo Cavieres. Servir al Soberano…op.cit. Pág. 138. 59 Arnold Bauer. La Sociedad Rural…, op.cit. Pág. 111. 60 Arnold Bauer. La Sociedad Rural…, op.cit. Pág. 121.

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mercado internacional y nacional, que actuaban como factores de diseminación de los

elementos y la racionalidad capitalista en la Araucanía del período 1860-1890.

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Los agricultores mapuche y la enajenación de tierras 1860-1880

En relación a la formación de la propiedad rural en La Araucanía, es preciso señalar

que esta se formó mediante mecanismos de ocupación a través de la organización de una

burocracia estatal, la expropiación de tierras, los remates de predios; la asignación de

hijuelas a colonos chilenos y colonos contratados en Europa, la radicación de las

comunidades mapuche en reservas indígenas, y los títulos otorgados por el fisco a

ocupantes y concesiones61.

Durante gran parte del Período Colonial (siglos XVII al XVIII) y la primera fase de

la República (siglo XIX) las comunidades indígena del Sur del Biobío fueron dueños

absolutos de ese territorio y sus recursos. No obstante, la presión por la acumulación de

excedentes productivos en ambas sociedad, sobretodo ganado en la sociedad indígena y

productos agrícolas en la hispanocriolla, permeabilizó el equilibrio de ambas, generando

“articulaciones sociales y económicas muy dinámicas y complejas que se reflejarían en

todo el conjunto del espacio fronterizo hasta mediados del siglo XIX”62.

Sólo ese dominio indígena sobre la tierra podría permitir la formación de unidades

económicas articuladas por caminos y redes de comercio interregionales que conectaban a

la Araucanía con las Pampas, y desde allí al espacio económico de Chile central63. Estas

unidades económicas indígenas basadas en la propiedad agraria de los linajes sobre el suelo

ocupado residencialmente y explotados desde tiempos inmemoriales, ahora se integrarán al

nuevo escenario de la colonización en un proceso no exento de conflictos y desintegración

de su antigua estructura.64

Hasta aquí la tierra indígena no tenía gran interés para los colonizadores. Incluso,

aceptaban que los mapuche, aunque fuesen una nación diferente, formaban parte del

territorio chileno. Pero a mediados de siglo las cosas cambian para La Araucanía, y la

desintegración del viejo espacio fronterizo avanzará a pasos agigantados.

61 Jorge Pinto La formación…, ob.cit. Pág. 185. 62 Jorge Pinto La formación…, ob.cit. Pág. 33. 63 Jorge Pinto La formación…, ob.cit. Pág. 45. 64 Iván Inostroza Córdova Etnografía mapuche del siglo XIX. Ediciones Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago 1998. Introducción.

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Fue con la creación de la provincia de Arauco en 1852, que se legitimó la idea de

que “los territorios habitados por indíjenas i los fronterizos se sujetaran a las autoridades i

al rejimen que determine el Presidente de la República”65.

El Estado al tomar posesión de un territorio que se supone le correspondía dejó a los

indígenas a merced de sus decisiones. La división administrativa del territorio sentó las

bases de la distribución de tierras públicas o de indios y del tipo de propiedad que se

impondría a los mapuche.

El establecimiento de la propiedad privada fue la medida que aceleró el proceso de

expropiación de las tierras fronterizas, porque entregó las tierras indígenas al libre juego del

mercado de tierras, que regía en el resto del país.

El interés de particulares, que veían en La Araucanía parte de la solución a sus

problemas, unido a la propiedad privada promovida por el Estado aceleró la expropiación

de tierras indígenas. La compra-venta, las cesiones y el arrendamiento de terrenos indígenas

fueron las fórmulas habituales que restringieron el dominio de los mapuche sobre su

territorio.

a.- Donaciones de tierras.

Patricia Cerda señala que hasta 1873 los interesados se valieron de sus relaciones

personales con los indígenas, permitiendo a algunos realizar grandes compras o recibir

generosas donaciones de parte de ellos66. De esta forma colonos de los departamentos de

más al norte, valiéndose de préstamos de dinero a los indígenas, se beneficiaban de las

cesiones de tierras, en pago de las deudas contraídas.

De los tantos casos de cesiones de tierra presentamos un contrato suscrito en

Negrete el 23 de febrero de 1863 donde comparecieron por una parte don “José del Carmen

Quezada del Río vecino del departamento de la Laja i por la otra los indígenas Antonio

Curripil, Juan Meliñir, Antonio Paine, Lorenza Carolina Pichilicañir, Antonio Coilla,

Ignacio Lincan, Silvestre Calvuñir, Pedro Relmu, Pedro Trañoi Juan de Dios Guenchunao”.

Los indígenas “por medio de su comparte Antonio Coilla que es único que sabe hablar el

español” dicen que “no teniendo como pagar al señor Quezada del Río la cantidad de mil

65 Según el articulo 1º del proyecto de ley de creación de la provincia de Arauco, en Pinto Rodríguez, op. cit. Pág. 185. 66 Patricia Cerda- Hegerl Fronteras del Sur. Ediciones Universidad de la Frontera. Temuco. Chile. Pág. 127.

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quinientos pesos que le adeudan vienen en darle en pago de la espresada un retazo de

terreno de su propiedad que tienen en el lugar llamado Itraque”67

El proceso de ocupación se inició antes de haber comenzado el primer avance a la

Araucanía. Iniciado éste, a partir de 1862, el Estado vino a organizar el mercado de tierras

del territorio fronterizo de Angol, transformando el proceso en regular y regulado, en

función de garantizar el respeto a la propiedad privada. Es en este contexto que emergen

instituciones como el Juzgado de Letras de Angol.

Sin embargo, la justicia que se pretendía benefició a los colonos, en tanto,

invisibilizó a los mapuche con sus posesiones y relaciones productivas. Por eso, frases

como “soi dueño i poseedor desde tiempo inmemorial de un retazo de terreno i sin mi

consentimiento ha tomado posesión del terreno i ejecutado actos i que solo da derecho el

dominio”68, son recurrentes en las fuentes judiciales estudiadas.

En un territorio de frontera, el mercado de tierras era muy dinámico por el creciente

interés del Estado, los colonos y los mapuche sobre su dominio. Esto mismo dificultaba el

acceso a la tierra a los campesinos como actores económicos que no disponían del capital y

la capacidad productiva necesarios para subastar una propiedad al Estado. En ese contexto

proliferan las buenas relaciones entre campesinos pobres y mapuche originando situaciones

como la que da a conocer la indígena María Chañahuil. Esta indígena españolizada de la

subdelegación de Tigeral y única propietaria según aparece declarando testamento, en el

año 1884, señala que actualmente tiene un “retazo de terreno por herencia de mi finado

padre el cual lo litigan unos señores Ruices de Nacimiento i el fisco i que me pertenece,

mide como cien hectáreas mas o menos”. Mas adelante agrega que, lega a su “sobrina

Sebastiana Erices un retazo de terreno de dos cuadras en el mismo lugar que posesiona hoy

a orillas del deslinde con José Coñoguir y como único i universal heredero a don Ildefonso

Troncoso, por haber recibido i estar recibiendo de este caballero varios servicios i que

aunque reconozca tener mas descendientes los desheredero por haber atentado contra mi

vida”69.

67 Archivo Regional de la Araucanía (en adelante ARA). Fondo Juzgado Civil de Angol (en adelante FJCA). Juicio entre José del Carmen Quezada y El Fisco. Rol 12. Materia Reivindicación de terreno. Octubre 8 de 1873. Unidad de Conservación (U.C) 110. f. 1. 68 Frase inserta en las demandas por despojo de terrenos interpuesta por indígenas. 69 ARA. FJCA. Juicio de Posesión pro-indiviso en parte de un fundo seguido por José Agustín Oliva. Rol: 207. Junio 12 de 1888. U.C. 15. fs. 2 y 2 vta.

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Claramente se generaba una relación solidaria y familiar entre campesino y

mapuche, sobretodo con aquellos mayormente integrados a la sociedad dominante. Si bien

se iniciaron en este periodo temprano de colonización, estas relaciones con el paso de los

años se intensificaron y materializaron en relaciones de mediería mapuche -campesino,

como las que reconoce Stuchlink, hacia 196070.

b.- Compra - venta de terrenos indígenas.

Las deudas contraídas, la demanda de tierras por particulares, la necesidad de dinero

para satisfacer necesidades y la presión del Estado por someter a los mapuche, influyó en la

decisión de estos de vender grandes extensiones de terrenos.

Con el primer avance a La Araucanía, el Estado se constituyó en el principal

comprador de tierras a indígenas. Sobretodo a los residentes cercano a los fuertes. El

objetivo era tomar posesión de esos terrenos, mantener buenas relaciones con los indígenas,

desembolsar escaso dinero y ocupar los alrededores de los fuertes con colonos, que

sirvieran de barrera defensiva.

Un contrato que firmaron los indígenas Ignacio Ñancupil y otros por medio del cual

traspasan el dominio absoluto de sus tierras al Fisco, por la módica cantidad de trescientos

pesos, sirve de ejemplo para representar esta instancia. El acuerdo al que nos referimos se

suscribió en Angol el 25 de abril de 1873. Los indígenas expusieron que “dan en venta i

enajenación perpetua un retazo de terreno de su exclusiva propiedad de extensión de cinco

mil hectáreas mas o menos. Aseguran que “aunque aparece comprendido en la venta todo

ese terreno ellos sólo se han considerado dueños de las pequeñas posesiones que han

gozado, estimando lo demás como terrenos baldíos i de propiedad del Estado”. Una vez

consumada la venta, el beneficiario “reserva a los vendedores una superficie de terreno de

cuatrocientas hectáreas en calidad de usufructo personal para ellos i sus hijos”71.

Posteriormente el Estado, formaba lotes con las tierras compradas a los indígenas y

las vendía a particulares en pública subasta. Como el precio de costo de la tierra fue bajo, la

venta también lo era. Eso sí, no se puede menospreciar la utilidad que obtenía el fisco,

70 Milan Stuchlink La vida en mediería. Mecanismos de reclutamiento social de los mapuches. Editorial. Soles. Santiago, Chile. 1976 71 ARA. FJCA. Civil sobre cumplimiento de contrato entre Indígenas Ignacio Ñancupil y otros y Benito Alarcón. Fecha Agosto 15 de 1885. U.C. 10. fs. 3 y 3vta.

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siempre y cuando los particulares pagaran el costo correspondiente por el terreno. Si se

comparan los 300 pesos pagados por 5000 hectáreas con los 400 pesos que el Estado

cobraba más tarde por 400 hectáreas subastadas, la utilidad es evidente.

c.- Arrendamiento de terreno indígena

Una forma de usufructo de la tierra, bastante recurrente, en el territorio fronterizo de

Angol era el arrendamiento de hijuelas, retazos o fundos. Este contrato consistía en la

cesión temporal del arrendador al arrendatario, en función de un contrato, de una porción de

terreno para explotación agraria. El segundo, a cambio cancelaba un precio variable en

relación al tamaño y productividad del terreno.

La participación de la sociedad indígena de esta actividad económica, no estaba

ausente. La necesidad de dinero para integrarse al mercado, la presión de los agricultores y

campesinos por el acceso a la tierra a bajo costo y la posibilidad de mantener la propiedad

de la tierra, fueron elementos que incidieron en la alta adopción de esta actividad por la

sociedad indígena.

Entre los tantos casos que deben haber existido y no llegaron a la justicia tenemos el

de la ya mencionada María Chañahuil que en 1872, con aprobación del protector de

indígenas don David Maza, da en arriendo a Tomas Sáez del departamento de Nacimiento

por 5 años “un retazo de terreno de cómo setenta i cinco hectáreas de superficie de su

exclusivo dominio, ubicado en la subdelegación de Tijeral”. Por los 70 pesos de canon, dice

tener recibidos “cuarenta i cinco pesos”. No se aclara si este precio es anual o corresponde

a los 5 años que dura el contrato. Posteriormente se agrega que es permitido al arrendatario

“el corte de maderas en la forma que vulgarmente se llama desmoche y subarrendar72.

Por las características del contrato podemos suponer que Tomas Sáez era un

campesino que no tenía la capacidad productiva suficiente como para cancelar más por un

terreno o explotar una mayor extensión. Sin la intención de generalizar, creemos que los

campesinos tendían a arrendar terrenos indígenas, por el menor valor que les implicaba

desembolsar.

72 ARA. FJCA. Desahucio de un contrato de arrendamiento Nº 133 de un retazo de terreno por 5 años entre María Chañagüil y Tomas Sáez. Rol 100. Septiembre 27 de 1877. UC. 3. fs. 1 – 1vta.

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71

Otro caso es el de los indígenas Ignacio Ñancupil y Pedro Vitayo, que en 1873

venden al Estado 5000 hectáreas de terreno. En 1878 arriendan con posibilidad de

subarrendar a Juan Antonio Ríos el terreno restante de más o menos 400 hectáreas, situadas

en la subdelegación de Tijeral. Como condición el arrendatario debe “abonar las mejoras

que se hicieren en el terreno arrendado en vista de la cuenta presentada por el arrendatario

al fin del arriendo y de la suma de ciento sesenta pesos de canon deben anticiparle el valor

de dos años” 73. Este acuerdo es traspasado más tarde a don Ramón Pino.

A diferencia del anterior podemos considerar que Juan Antonio Ríos era un

agricultor, más solvente. Por lo mismo, el acuerdo se regía por criterios más formales.

La expropiación de sus tierras, el establecimiento de la propiedad privada

promovida por el Estado recurriendo al crédito, generó una presión creciente sobre el

dominio de la tierra que tenían los indígenas de La Araucanía.

Consecuencia de este proceso son los conflictos que emergen en el interior de la

sociedad indígena, tales como los que revela Jerónimo Merillán Sandoval indígena

residente en las inmediaciones del fuerte Temuco. Este señala que “desde tiempo

inmemorial que data desde mis progenitores soi dueño i vivo en mi terreno que ellos me

legaron”. Este terreno según él “lleva el nombre de Mañiuchico, i está perfectamente

deslindado i cerrado por quebradas, montañas i pequeños esteros. Esta dividido de oriente a

poniente por el camino público que conduce de Temuco a Chol Chol, encerrando la primera

porción de él una superficie de trescientas hectáreas en donde tengo establecida mi casa

habitación, el otro retazo de terreno cita al norte del camino ya dicho i comprende una

superficie de otras trescientas hectáreas poco mas o menos de inmejorable suelo para toda

clase de siembra”. El problema que le afecta surge cuando “el indígena Andrés Huenchún

toma posesión de un retazo de terreno introduciendo en él un número de animales i

procediendo a levantar casas i corrales “74.

Sin duda hubo mapuche que fueron más beneficiados que otros. Los que

funcionaron como aliados de los agentes de ocupación estatal y tenían mejor relación con

ellos pudieron mantener e incluso aumentar su dotación de tierra. Pero los más, fueron

73 ARA. FJCA. Civil sobre cumplimiento de contrato entre Indígenas Ignacio Nancupil y otros y Benito Alarcón. Fecha Agosto 15 de 1885. UC 10. f. 1. 74 A.R.A. F.J.C.A. Juicio por despojo de terreno ocupado con animales, casas y corrales entre Jerónimo Merillán Sandoval y Andrés Huenchún. Rol 73. Marzo 28 de 1883. U.C. 6. fs. 1 y 1vta.

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afectados por la presión sobre el territorio araucano, perdieron sus tierras y debieron buscar

un lugar donde asentarse; que muchas veces ya pertenecía a otro.

Los agricultores hacendados: la gran propiedad del latifundio.

La intervención de la propiedad indígena permitiría instalar en el territorio

fronterizo la racionalidad moderna que tenían los grandes propietarios, productores y

comerciantes que ocupaban la frontera.

Con la ocupación, el Estado se transformó en el propietario universal de los terrenos

de la Araucanía y en toda su dimensión impulsó la colonización nacional y extranjera en el

territorio fronterizo. No obstante la colonización particular se iniciara antes que el Estado

interviniera los territorios al sur del Malleco, pasó a ser el ente organizador del mercado de

tierras de esta parte.

a) Remates Fiscales.

Desde el momento mismo en que el Estado tomó posesión de los nuevos terrenos,

se inició el proceso de distribución de la tierra. Así se aseguraba el avance. Los remates

organizados por el Estado admitía a los agricultores de los departamentos vecinos

establecerse en la frontera y al Estado mantener el control del proceso de ocupación,

gracias a la hipoteca de la propiedad subastada.

El contrato de venta de terreno del Estado a José Caciano Salazar en 1875, nos

provee antecedentes sobre el tenor que tenía este mecanismo. En contrato de compra- venta

Nº 394 se indica que: “Aparecieron los miembros de la junta de almoneda señor gobernador

don Basilio Urrutia, Juez de Letras don Manuel Antonio Cruz i tesorero fiscal don José

Olegario Cortes, en representación del fisco i por la otra don José Caciano Salazar por sí

del departamento de Nacimiento”. Estos reducen a escritura pública el contrato de

compraventa de “las hijuelas de la montaña de Rucapillan pertenecientes al Estado”. La

venta comprende las “hijuelas 233 de cuatrocientas sesenta hectáreas i 246 de seiscientas

cincuenta i tres, por el minimun de un peso cada hectárea”. Con la obligación de que el

beneficiario debe “enterar una tercera parte al contado i cumplir las condiciones fijadas por

el remate i el resto por dividendos iguales en diez años contados desde la misma fecha. Se

agrega que “no se paga alcabala por ser el fisco el vendedor. En tanto, José Caciano Salazar

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73

declara: “que la compra que hace por presente escritura corresponde por iguales partes a él

a don José Vicente Salazar a don José Anastasio Salazar i don Pablo Salazar75.

En este contexto, en una venta realizada en 1885, se agrega un documento emanado

del presidente de la República que explicita la política del gobierno acerca de los remates

de tierras en territorio fronterizo. En este escrito de 12 de Diciembre de 1885, el mandatario

del Estado señala que: “Conviene al interés fiscal i al desarrollo de la industria agrícola de

aquellas rejiones proceder a la enajenación de una parte de los terrenos hijuelados

exceptuando las serranías de Quechereguas, Curimavida i Charaiso que deben reservarse

para fines ulteriores”. La razón es que “hai utilidad en propender a la posible subdivisión de

la propiedad rural en la frontera tanto para ponerla al alcance de las pequeñas fortunas

como para evitar la formación de grandes fundos particulares que embarazan el rápido

progreso de la industria i de la población”.

Pero al mismo tiempo advertía que “ninguna persona podrá rematar para sí más de

tres hijuelas contiguas ni ceder los terrenos subastados al dueño de un terreno colindante

que tuviese ya tres hijuelas contiguas, hasta después de transcurridos cinco años76.

Aunque el plan estatal era fomentar la pequeña propiedad, formando lotes de tierra

con limitado número de hectáreas, los colonos se las ingeniaban para comprar más de un

lote, recurriendo a compras de hijuelas discontinuas o adquiriendo la propiedad en

representación de otra persona. Finalmente, igual se concentraba la tierra en pocas manos.

El Estado estaba conciente de esto cuando decía, siguiendo el documento anterior, que “la

fecha del remate de que se hace mérito coincide con la época en que la mayoría de los

agricultores necesitan hacer uso de su crédito personal para procurarse los elementos

indispensables para efectuar las cosechas i que esta circunstancia le haría difícil concurrir a

la subasta puesto que no podrían con la necesaria holgura verificar el pago de la tercera

parte del precio al contado”. El resultado sería el acceso a la tierra de los grandes

productores que contaban con capital.

Al mismo tiempo, las facilidades crediticias que el Estado otorgaba estaban

destinadas a personas solventes, es decir, capaces de producir excedentes comercializables

75 A.R.A. FJCA. Juicio entre Fernando Ibarra y José Salazar, Tercerista Anastacio Salazar y otros. Tercería de dominio. Rol s/n. Marzo 4 de 1880. U.C. 4. fs. 1-5. 76 A.R.A. F.J.C.A. Causa civil de hacienda sobre cobro de pesos por subasta de hijuelas entre El Fisco contra José Antonio Lagos. Rol 46. Junio 22 de 1895. U.C. 18. fs. 2 vta-6 vta.

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y capital para financiar la deuda. No olvidemos, que eran los agricultores los que

representaban una conveniente garantía para el sistema crediticio que funcionaba en el país

y que ahora el Estado aplicaba en la frontera.

El hecho que el crédito beneficiaba a los agricultores para acceder a la tierra, lo

observamos en el caso de José Antonio Bravo. Este señor calificado de agricultor para la

economía fronteriza, que trataremos ampliamente en esta investigación, nacido en el

departamento de Rere, vive en el año 1884 en el departamento de Angol, subdelegación de

los Sauces. A la fecha tiene 43 años de edad, es casado con doña María Santos Franco, de

cuyo matrimonio nacieron 7 hijos. Al momento de efectuar el testamento en julio de 1884

se encontraba enfermo de viruela, falleciendo en el mes siguiente

En su testamento declara existencia de una hijuela en Choque-Choque de 260

hectáreas arrendada a Gustavo Wegner y otras dos en Cángulo de unas 900 hectáreas. En

1881 Bravo en compañía de Rubilar rematan al Estado las hijuelas 575 de trescientas veinte

hectáreas, la 576 de quinientas setenta y siete hectáreas, la 626 de doscientas sesenta

hectáreas y la 657 de cuatrocientas siete hectáreas. Posteriormente, en 1883 Gregorio

Rubilar vende a Bravo la parte de terreno correspondiente de tres hijuelas rematadas en

conjunto. Además, posee un sitio y casa en la ciudad de Angol entre las calles Cañete y

Lautaro. Este fue obtenido de un remate en subasta pública en 188177.

Lo caracterizamos como un agricultor- comerciante típico, propietario de un fundo

agrícola- ganadero, con inquilinos medieros en su propiedad con los que siembra trigo en

medias.

Aunque el anterior cumplió sus deudas con el fisco, los agricultores no siempre eran

una buena garantía, sobretodo cuando se trataba de un territorio inestable y de

especuladores que carecían de conocimientos y estrategias para competir. Es el caso de José

Antonio Lagos, un agricultor y comerciante que según el síndico, quebró por “los gastos

que el señor Lagos hizo siempre en sus viajes, tanto en la capital como en la ciudad de

Concepción i demás puntos donde ha andado, gastos desproporcionados con el capital que

jiraba”. Agrega que “el fallido desde tiempo no se ocupaba de sus negocios dejándolos

abandonados en poder de extraños, no acordándose que tenía acreedores a quien dar cuenta

77 A.R.A. FJCA. Inventario de los bienes dejados al fallecimiento de don José Antonio Bravo. Rol 108. Agosto 1884. U.C. 111.

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de sus bienes los que en realidad eran de ellos mientras no cancelaba sus créditos, hasta los

libros que llevaban en la compañía con el señor Parada no pueden llamarse así siendo solo

libros de apuntes sin orden ninguno i no llevados en arreglo como lo presente el Código de

Comercio”78.

El Estado al atribuirse la propiedad de la tierra en la frontera para distribuirla en

pública subasta, entraba en conflicto con antiguos propietarios que la habían adquirido de

relaciones anteriores con los indígenas. Por ejemplo, José del Carmen Quezada del Río que

en febrero de 1863 recibe de un grupo de indígenas unos terrenos, en 1873 reclama al fisco

haber instalado particulares, en aquellos terrenos, que según escritura, eran de su dominio.

La respuesta del fisco es que la escritura es nula porque la extensión de terreno que se

adjudicó Quezada del Río, no dice relación con el exiguo precio que canceló por ella79.

b) Compra-venta de terrenos entre particulares

Este mecanismo de acceso a la tierra respondía a dos situaciones. Por una parte la

demanda de tierras para la agricultura y la ganadería y por otra la necesidad de contar con

capital, ya sea para invertir en otras necesidades, para enfrentar deudas impagas producto

de una inversión fallida o de la incapacidad de orientar la actividad económica en un

territorio inestable como la frontera.

Captamos por ejemplo el acuerdo de compra-venta realizada en Angol en Mayo de

1886 por los “señores José Andrés Manríquez agricultor i Jenaro Carrasco residente en esta

ciudad peruano de nacionalidad. El primero dio en venta “su fundo La Esperanza situado en

la subdelegación de los Sauces que compró al fisco en el remate público de terrenos fiscales

en 1881”. Se indica que “el vendedor a recibido del comprador la suma de doce mil

doscientos sesenta pesos i los siete mil restante corresponden a la escritura hipotecaria

otorgada por el vendedor a favor de don Reinaldo Behereno cuya deuda hace desde luego

suya el comprador80.

78 A.R.A. F.J.C.A. Quiebra de don José Antonio Lagos. Cuaderno de la calificación de la quiebra. Rol 62. 1877. UC 1. f. 5 vta. 79 A.R.A. F.J.C.A. Juicio entre José del Carmen Quezada del Río y El Fisco. Rol 12. Materia Reivindicación de terreno. Octubre 8 de 1873. U.C. 110. f. 1. 80 A.R.A. F.J.C.A. Juicio por Cumplimiento de contrato de compraventa entre José Andrés Manríquez y Jenaro Carrasco. Rol 109. Compra – venta nº 297. Mayo 7 de 1886. U.C. 12. f. 2.

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En definitiva resultaba rentable para un vendedor que remataba hijuelas al fisco,

transformarlas en un fundo para la venta. Las mejoras y construcciones realizadas por el

propietario, aunque mínimas, más las promovidas por el Estado, esencialmente vías de

comunicación, elevaba el precio de la propiedad.

c) Arrendamientos.

Las facilidades que los agricultores tenían para acceder a la tierra y formar más de

un fundo, que no eran explotados, permitía a otros arrendarlos o subarrendarlos.

Como el mantener más de un fundo implicaba mayores gastos, el arrendamiento

concedía al dueño la posibilidad de mantener la propiedad de la tierra, obtener dinero

periódicamente para invertir en el fundo que sí explotaba y beneficiarse de las mejoras que

el arrendatario introducía en el terreno. El arrendador en tanto, se integraba a la economía

usufructuando una unidad productiva, que gracias al crédito, costeaba posteriormente.

Un caso bastante explicativo es el arriendo y subarriendo de José Candía Ríos,

arrendatario de Martín Bunster y arrendador de Domingo Cifuentes, sus subarrendatarios.

En este caso el contrato se hace entre “José Candia Ríos como arrendador i don Domingo,

don José Estevan i don Pedro Cifuentes, como arrendatarios del departamento de Laja. El

primero en virtud de las facultades dadas por el propietario Martín Bryam Bunster da en

arriendo el fundo consistente en una hijuela, situada en la subdelegación de Collipulli

compuesta de cuatrocientas cinco hectáreas”. El fundo de que se trata “está cerrado en su

mayor parte, debiendo los arrendatarios construir los cierros que faltan con la madera que

hai en el mismo fundo i abonarlos al arrendador a razón de dos pesos por cada cuadra de

extensión. También se incluye en el arriendo “la madera como así mismo ciento cincuenta

cabezas de ganado lanar de diversas edades” y el terreno arrendado “se destina a siembras i

pastoreos siendo responsables los arrendatarios a la prohibición que hace el arrendador de

cortar árbol vivo alguno”. No obstante, “ahora el señor Bunster a quien arrendaba el señor

Candia Ríos vendió el mismo fundo a don Nicanor Castro”81.

El arrendamiento se presentaba como una alternativa que abría las puertas de la

frontera de Angol, a los agentes económicos externos. Así ampliaban el radio de influencia

81 A.R.A. F.J.C.A. Cobro de daños y perjuicios de Domingo Cifuentes y otros contra José Candia Ríos. Rol 400. Arrendamiento Nº 126. Noviembre 8 de 1878. U.C 2. fs. 1, 1 vta, 4 y 4vta.

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de sus actividades y relaciones productivas. Como queda en evidencia en el acuerdo

anterior y en otros que hemos revisado, existían posibilidades y limitaciones para el

arrendador. Por ejemplo, se permitía o no la corta de árboles, se proporcionaban algunos

bienes como animales o útiles de labranza o sólo el terreno o se exigía construir cercos.

Condiciones que deben haber influido en el costo del arriendo. En definitiva, se generaba

especialización en este tipo de actividad económica que no sólo manejaban los agricultores,

sino también los indígenas. Produciéndose así relaciones económicas que incluían a todos

los actores económicos que funcionaban en la Araucanía; pero creemos que quienes tenían

mayores posibilidades de acceder, por medio del arriendo a terrenos de agricultores eran

personajes de ese mismo escalafón socioeconómico.

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Los campesinos y el acceso a la tierra en la Araucanía.

Como señala Pinto, la ocupación de la Araucanía significó el desplazamiento

espontáneo y formal, de colonos y trabajadores nacionales que llegaron en busca de

mejores horizontes82. Campesinos del Valle Central iniciaron la emigraron que, con la

ocupación definitiva, el Estado promovió para distribuir las tierras fronterizas.

a) Cesión de tierras a colonos nacionales.

Tanto las autoridades como las personalidades más influyentes en el desarrollo del

país estaban convencidos de que el control y el desarrollo de La Araucanía se lograría con

el poblamiento de colonos nacionales y extranjeros.

El Estado, en función de establecer la pequeña propiedad entregó hijuelas a colonos

nacionales en las inmediaciones de Angol, según antecedentes, los años 1869, 1870, y

1871. La superficie de estas propiedades abarcaba unas treinta y ocho a cuarenta hectáreas.

Estas pequeñas propiedades generalmente estaban circundadas por grandes propiedades,

impidiendo muchas veces la constitución de un fundo como unidad territorial83.

Por ejemplo, José Manuel Cuevas, según inventario, posee un terreno de

aproximadamente 28 hectáreas. Uno de sus colindantes por el norte y poniente es don José

Bunster, el cual aparece también como prestamista del referido Cuevas, de unos 200

pesos84. Como una pequeña propiedad, dedicada a la ganadería y agricultura de baja escala

no era rentable, el campesino era absorbido por los fundos vecinos. Aquí era ocupado en

los trabajos del fundo o llegaba a acuerdo con el patrón para ocuparse como inquilino-

mediero.

En consecuencia, la tierra de su propiedad poco i nada le permitía integrarse a la

economía dominante. Sólo le permitía cultivar y criar ganados para el consumo familiar.

Era la ocupación en los fundos que los integraba, básicamente como posibles deudores de

créditos, pagaderos son su fuerza de trabajo.

b) Cesión de tierras a colonos extranjeros.

82 Jorge Pinto La formación…, op.cit.. Pág. 216. 83 José Bengoa Haciendas y Campesinos. Editorial Sur. Santiago, Chile. 1990. Pág. 161. 84 A.R.A. F.J.C.A. Civil sobre nombramiento de curador de los menores hijos de Manuel Cuevas. Inventario y partición de sus bienes. Rol s/n. Agosto 25 de 1882. U.C. 5. f. 15vta.

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Para el gobierno chileno, el asentamiento de extranjeros en los espacios fronterizos

fue un principio fundamental de su política de colonización. El éxito de la actividad agraria

era posible si personas laboriosas y disciplinadas, que significaran un aporte al desarrollo

económico, existían en el territorio.

Juan Palacios Cabezas, un colono español, que sigue un juicio contra el gobierno

chileno por cumplimiento de contrato, nos aporta antecedentes acerca del proceso. Este

señala que en el año 1883 firmó en Burdeos “un contrato con los agentes del Gobierno de

Chile por el cual me obligué a venirme a esta como colono”. Agrega que el gobierno

chileno se compromete a “ponerme en posesión de treinta i ocho hectáreas de terreno útil

para la agricultura a darme una yunta de bueyes mansos con sus aprestos necesarios para la

labranza de la tierra como ser arado, carreta, a darme durante un año la subvención de

quince pesos mensuales para mi subsistencia a proveerme de trescientas tablas, clavos i

material de techumbre suficiente para hacerme una casa” 85.

Los antecedentes anteriormente expuestos ubican a los colonos extranjeros junto a

los campesinos nacionales. Considerando que la superficie de tierra era insuficiente, que no

estaba dispuesta para ser explotada al instante y que la agricultura era riesgosa en estos

territorios, a los colonos extranjeros, que se dedicaban a esta actividad, les era imposible

tener un buen pasar. Por lo mismo, si decidían quedarse en el país, lo mejor era buscar otras

alternativas, no relacionadas con el campo.

De este mismo caso extraemos que no existía una política clara y una organización

eficiente en el gobierno chileno y en los agentes encargados de ejecutar los acuerdos con

los colonos.

En medio del descontento, el resultado era el despido de la colonia. Más aún cuando

“su insolencia, indisciplina i mala conducta” no cumple las expectativas del gobierno.

Modalidades de organización de la empresa agrícola fronteriza

85 A.R.A. F.J.C.A. Demanda por Cumplimiento de contrato del gobierno chileno de Juan Palacio Cabeza contra El Fisco. Rol s/n. Julio 11 de 1884. UC: 8. fs. 2-7

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Visualizamos a través de las fuentes dos modalidades de producción agrícola en la

frontera: la producción particular y la producción en sociedad.

a) Producción individual particular.

La primera dice relación con la producción particular del agricultor, indígena y

campesino, con recursos propios y generalmente en su propiedad. A diferencia de lo que

ocurría en la zona central del país, en la frontera el agricultor lo que fundamentalmente

producía a través de esta forma eran productos agrícolas complementarios, como ser papas,

porotos, arvejas y maíz. No obstante, por el inventario de José Antonio Bravo, sabemos que

como su fundo tenía gran extensión, el espacio para hacer siembras particulares no faltaba,

tenía en “Huequén trigo sembrado por sesenta i ocho fanegas y en Cángulo ciento diez

fanegas86.

Por su parte, la sociedad indígena, como ancestrales productores agrícolas, ahora

reducidos en un espacio insuficiente para el desarrollo ganadero, necesitaban de estos

productos para el consumo, para generar excedentes intercambiables y acceder a otros

bienes disponibles en el mercado. Por eso en sus retazos de terreno ejecutaban

individualmente actividad productiva agrícola, que por la inferior extensión y calidad del

suelo era en menor escala. Trigo, legumbres y hortalizas deben haber sido claves en la

producción indígena.

Los campesinos al igual que los mapuche en sus pequeñas propiedades disponían un

espacio para el cultivo de lo más necesario para el consumo. Sin embargo, su mentalidad

era de subsistencia por sobre la de mercado. Fue el acceso a los fundos, a través de la

mediería y el inquilinaje, la eventualidad que permitió a los campesinos producir para el

mercado o para cancelar deudas crediticias. Bengoa para el inquilino de la Araucanía dice

que “vive en la propiedad y usufructúa en parte de los beneficios de ella, por el cultivo de

las tierras, por la crianza de ganado, por la posesión de su hogar y por la remuneración de

su trabajo”87. Por lo que no cabe duda, que el inquilino por sus medios se incorporaba a la

economía del territorio de Angol.

86 A.R.A. F.J.C.A. Inventario de los bienes dejados al fallecimiento de don José Antonio Bravo por Gregorio Rubilar. Rol 108. Agosto 1884. U.C. 111. fs. 12 vta y 13. 87 José Bengoa Haciendas…, op.cit. Pág. 161.

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81

b) Producción en sociedad.

La segunda modalidad se refiere a la recurrente formación de sociedad para

explotación agrícola. La podemos definir como la unión de dos agentes productivos

socioeconómicamente diferentes, que tenían como objetivo la explotación de la tierra para

la producción agroganadera, en función de satisfacer la demanda del mercado. Aportando

cada parte, según acuerdo, los factores de producción necesarios para el funcionamiento de

la asociación.

Gracias a las fuentes hemos podido identificar dos tipos de sociedad agrícola, la

sociedad explotadora agrícola y la mediería, y tener acceso a las diversas características que

podía llegar a tener este tipo de sociedad en el espacio fronterizo de Angol.

b.1) Sociedad explotadora agrícola

Acuerdos como estos fueron cada vez más recurrentes por los beneficios que

otorgaba a los agricultores. Las dificultades que tenía el desarrollo de la agricultura

extensiva en un territorio fronterizo, fue un factor clave en el impulso que adquirieron las

sociedades. Para producir mayor cantidad de cereal se requería explotar un terreno de

grandes dimensiones. Pero la escasez de factores productivos suficientes, o la reticencia a la

inversión, de parte de los agricultores contribuían a que el reducir los costos y compartir

responsabilidades en la dirección de la actividad económica se presentara como una buena

alternativa. Que además, permitía a agentes económicos de otras regiones, esencialmente

propietarios de suelos sobreexplotados que habían perdido productividad, usufructuar de

los territorios fronterizos.

Al estar constituida por agricultores, una de las partes pone a disposición de la

sociedad su fundo o grandes extensiones de terreno y la mitad de los factores productivos

necesarios para la producción agrícola. Generalmente se orientan al cultivo del trigo para el

mercado.

Existe un tipo de sociedad informal en donde las relaciones de amistad y de

parentesco son claves en su constitución. Al respecto mostramos una sociedad entre José

Antonio Lagos y Juan Antonio Ríos. Ambos “convienen en hacer en sociedad la siembra de

trigo en la mayor cantidad posible en Rahuilmaco”. Para llevar a efecto el acuerdo “Ríos

debe mandarle diez yuntas de bueyes de su propiedad para el trabajo, los novillos que le sea

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posible para amansar i doce arados americanos Nº 19 ½, pagar la mitad de los gastos

ocasionados en barbecho siembra i cosecha y en la época de siembra i cosecha Ríos deberá

ayudar con su asistencia personal o de otra persona de confianza de ambos socios”.

Mientras tanto “Lagos se compromete a hacer el trabajo de su administración i participar

con Ríos de la mitad de lo producido por la referida siembra”. Se agrega que “para partir se

descontará gastos i pérdidas de animales ocupados en el trabajo i la participación será de la

utilidad líquida88.

Al ser un acuerdo verbal el que da forma a la sociedad, la residencia en el territorio

fronterizo y la relación de amistad de los contratantes son elementos claves que dan

garantía al funcionamiento eficiente de la empresa. La participación de ambos socios

durante el proceso de producción, además, de fiscalizar permite compartir la

responsabilidad de los resultados.

Por su parte, las escrituras públicas de contrato de sociedad explotadora agrícola,

representaban una relación económica más avanzada. Un ejemplo al respecto es la sociedad

Nº 286 constituida ante el escribano público Juan de Dios Segundo Cid, en Angol en 1880,

entre Arnoldo Smitmans y Juan Palma. Esta asociación es del tenor siguiente:

“Smitmans pone por su parte el terreno necesario para las operaciones de la

sociedad, de su fundo San Gerardo que se halla situado en la subdelegación

de los Sauces, pone además diez yuntas de bueyes para los trabajos del

presente i en julio próximo seis yuntas más, ocho arados americanos, la

mitad de la semilla para las siembras y abona la mitad de los gastos de

dichas operaciones: don Juan Palma pone por su parte la industria diez i seis

yuntas de bueyes, ocho arados americanos, la mitad de la semilla i la mitad

de los gastos que se hagan en barbecho siembras i cosecha. Las pérdidas

ocasionadas por robo o enfermedades se cargarán a la sociedad estimándose

en ese caso los bueyes a cuarenta pesos cada uno. El término de la sociedad

es el de dos años prorrogados por el tiempo necesario para explotar dos

cosechas. Puede disponer del talaje en el fundo aludido para cuatrocientas

88 A.R.A. F.J.C.A. Cobro de pesos de José Antonio Lagos contra Juan Antonio Ríos. Rol 54. Septiembre 21 de 1883. U.C. 6. f. 1.

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cabezas de ganado lanar. El producto en grano limpio se partirá a la

conclusión de la trilla”89.

La escritura pública de sociedad agrícola, como instrumento que otorgaba garantía

legal a lo acordado ampliaba el alcance geográfico de las relaciones de producción agrícola.

Al no exigir residencia en el mismo lugar y lazos de amistad de las partes, permitía a un

agricultor de otra región del país, con disponibilidad de capital, entrar en asociación con un

vecino de Angol. Lo importante para formar una sociedad rentable, era la disponibilidad de

un fundo, parte del capital y la capacidad de hacerse de buenos contactos o posibles socios.

b.2) Mediería simple.

Mientras en la zona central este sistema se relaciona con la crisis del ciclo triguero

que iba dejando tierras fuera del mercado de producción agrícola comercial, en La

Araucanía se asocia con la apertura de nuevos campos al cultivo90. Consiste en la

colaboración económica entre dos hombres, donde uno aporta los medios de producción y

el otro aporta el trabajo. Lo importante es que se establece con personas con las que ya

existe una relación concreta91. La diferencia con la anterior está en la situación de sus

miembros y en la orientación productiva para la cual era constituida.

Una mediería habitualmente es un acuerdo entre un agricultor y un campesino. No

tenemos antecedentes en este período, que nos indiquen que los indígenas recurrieran a este

sistema productivo. Pero como para los mapuche los socios ideales o normales son sus

patriparientes cercanos sobretodo padres e hijos92, no se descarta su presencia como un

sistema de producción que funciona internamente en la sociedad indígena y entre ésta y los

campesinos desde antes de 1960.

Al ser comúnmente un contrato verbal en donde las condiciones de la empresa las

determina el propietario del terreno, el nivel de confianza mutua es complemento

imprescindible de la disponibilidad de medios de producción y la disposición a trabajar93.

89 A.R.A. F.J.C.A. Reivindicación de cuentas sobre contrato de sociedad para trabajo en agricultura de Juan Arnoldo Smitmans contra Juan Palma. Rol s/n. Marzo 9 de 1883. U.C. 6. fs. 1-2. 90 José Bengoa. Haciendas…, op.cit. Pág. 158. 91 Milan Stuchlink La vida en mediería…, op.cit. Pág. 117-119. 92 Milan Stuchlink La vida en mediería…, op.cit. 93 Milan Stuchlink La vida en mediería…, op.cit.

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84

Así como la sociedad explotadora agrícola se centra en la producción de trigo, la mediería,

sin excluirla, se extiende al cultivo de otros productos agrícolas. Constituyéndose en el

sistema productivo que estimula una agricultura diversificada y que integra a todos los

agentes económicos del territorio fronterizo.

Entre los tantos acuerdos que hemos conocido presentamos el de Pedro Muñoz

Olave del departamento de Traiguén y Filemón Ruiz. El primero dice que “a mediados de

octubre del presente año celebré un contrato verbal con don Filimon Ruiz”, en donde “yo

me obligaba a facilitarle de treinta a cuarenta cuadras de terreno virjen de mi fundo Colpi,

al sur oeste de Traiguén, a darle semilla de trigo necesarias para cubrir el campo labrado,

abonarle cuatro pesos por cuadra i gastos de trilla, entendiéndose que estos son los que

demandan las maquinas trilladoras. Por su parte se obligaba a correr con todos los demás

gastos i a participarme la mitad de la cosecha que se obtuviera del terreno que para aquel

efecto le he concedido”94.

Por otra parte, en el acuerdo de mediería entre Juan Francisco Alvarado, propietario

del fundo El Recreo y Vicente Álvarez de Araya, pretenden “hacer por un año siembras en

medias”. El primero proporciona “el terreno i las semillas” y el segundo “todo el trabajo

hasta poner la cosecha en estado de venta”. Entre lo que se cultivó hay “entre otras cosas

de 40 a 50 fanegas de trigo, 80 fanegas de papas, 8 ½ fanegas de frejoles e igual cantidad de

arvejas”95.

En tanto, en otro compromiso Julio Weisse da “posesión a Matías Opazo en su

hijuela del Manzanal por el término de un año, i siembra en medias las legumbres

siguientes: 3 fanegas de trigo, 3 fanegas de arvejas, 6 fanegas de papas y 1 fanega de

frejoles. Las semillas las dan todas Julio Weisse i los trabajos de siembras cercas y

cosechas las hará todas a su costa Matías Opazo”. Se agrega que “la cosecha de la manzana

que hai en la hijuela la recoge Opazo en su costo i hará también la chicha a su costo, dando

Julio Weisse la prensa i gañan, una vez terminado la moja tocará Opazo la mitad de la

94A.R.A. F.J.C.A. Cobro de pesos de Pedro Muñoz Olave contra Filemón Ruiz. Rol s/n. Diciembre 7 de 1887. U.C. 15. f. 1. 95 A.R.A. F.J.C.A. Juicio Civil sobre cobro de pesos de Juan Francisco Alvarado contra Vicente Álvarez de Araya. Rol 5. Abril 13 de 1885. U.C. 12. f. 1.

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chicha que coseche. Julio Weisse no es obligado a poner la vasija de la chicha que le toque

a Opazo”96.

Aparte de la diversificación productiva que implicaba una mediería, en los dos

últimos casos, aparece con mayor claridad el sistema productivo basado en el inquilinaje y

mediería, que según Bengoa, fue propio del sistema productivo de La Araucanía. Por lo

tanto, la mediería en este período, funcionaba más que por la confianza entre los socios por

la relación de poder entre ambos. La brecha socioeconómica entre el agricultor y el

inquilino-mediero, creaba la confianza que exigía la mediería; pero bajo la obligación y los

parámetros de una de las partes, el agricultor.

El cómo se originaba esta instancia está muy bien descrita por Guillermo Paterman,

quien dice “que en marzo del año próximo pasado se presentó el citado Quezada solicitando

de mí diese una posición como inquilino en mi fundito que poseo alrededor de Traiguén,

bajo las mismas condiciones como los demás inquilinos que tengo. Añade que “al tiempo

de sembrar no tenía una persona de mi confianza para mayordomo, forme una sociedad con

todos mis inquilinos que son nueve i sembré con ellos en medias, reservándome el derecho

para abreviar los trabajos de ella, poner tantos trabajadores que quería i elegir los elementos

con que efectuar la trilla97.

En síntesis, la mediería en el territorio de Angol permitía al inquilino o mediero,

usufructuar de la tierra del fundo y convertirse en productor de excedentes para el mercado.

El agricultor por medio de este sistema conseguía abrir nuevos campos al cultivo, reducir la

inversión en mano de obra, diversificar la agricultura y acudir a la sociedad de explotación

agrícola para la producción absolutamente cerealera.

b.3) Problemas asociados de la formación de sociedades.

Como ya lo dejamos establecido, las medierías derivaban de un contrato la mayoría

de las veces verbal. Por lo que la ausencia de garantía legal, unida a la desigual

participación en la fijación de las condiciones, eran razones justificables para que se

generaran diversos tipos de conflictos.

96 A.R.A. F.J.C.A. Cobro de pesos por cercos, construcción de casa, flete y roce de José Alejo Opazo contra Julio Weisse. Rol 211. Mayo 14 de 1887. U.C. 14. f. 7. 97 A.R.A. F.J.C.A. Civil Ordinario sobre cumplimiento de contrato por una siembra en medias de Pantaleón Quezada contra Guillermo Peterman. Rol: Enero 28 de 1884. U.C. 8. f. 3

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Tanto en las sociedades de explotación agrícola como en las medierías, el tema

central de conflictos es el incumplimiento de las condiciones establecidas en los acuerdos.

Por las denuncias que hemos conocido, ubicamos en primer lugar el despojo por parte del

mediero de la mitad correspondiente al propietario. Esto se daba por el contacto más directo

que tenía el mediero con la producción agrícola. Aunque en oportunidades es el mediero el

que efectúa la denuncia.

Al despojo de productos se suman reclamos por trabajos que, se habían acordado y

no se han ejecutado dentro del tiempo estipulado o cobros de trabajo, que finalmente

correspondían a los que debían ser realizados en calidad de mediero. También era motivo

de conflicto el usufructo de talaje que no había autorizado el propietario o las deudas por

gastos, que correspondía financiar a ambas partes, que estaban impagas.

Sin duda la carencia de información era clave en el origen de los inconvenientes. Al

ser acuerdos verbales, los criterios guías eran olvidados. Generalmente, los inquilinos

medieros, no sabían leer ni escribir y tampoco los agricultores tenían alto nivel educativo,

como para comprender lo estipulado en las escrituras de sociedad.

Mercado y crédito agrario

Como la agricultura mercantil del territorio fronterizo tuvo un desarrollo centrado

en la producción de trigo, el funcionamiento del mercado local giraba en torno a este

producto. Constituyéndose en la esencia que dinamizaba el intercambio de productos

agrícolas y generaba con mayor nitidez, relaciones económicas que traspasaban los

márgenes del esquema de relaciones campo-campo y campo-ciudad.

Mercado local y regional

El objetivo, de los agricultores que se establecieron en el territorio fronterizo, de

producir cereal para la exportación, no se cumplió del todo. Recordemos que el auge

nacional de la exportación de trigo fue breve producto de la competencia de otros

mercados, que Chile no fue capaz de enfrentar.

No obstante, los excedentes de producto que continuaron generándose, la demanda

de productos agrícolas proveniente del aumento de población urbana nacional por la

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ocupación de nuevos espacios, originó un mercado de consumo focalizado en el norte del

país y en la región fronteriza.

Ante esta situación, la demanda interna se presentó como una alternativa que

intensificó las relaciones económicas campo-ciudad en el espacio fronterizo de Angol. De

esta forma agricultores, indígenas, campesinos y comerciantes distintamente contribuyeron

a la configuración del mercado regional.

Aunque no descartamos la comercialización de otros productos agrícolas, el trigo

fue el potencial, según los antecedentes, de la circulación y en efecto de las relaciones

mercantiles entre los actores económicos de la frontera.

Junto a él, la harina significó un importante mercado para los productores locales,

sobretodo después de 1880. Las crecientes solicitudes de regadores de agua para

funcionamiento de molinos y los conflictos asociados que muestran las fuentes, revelan

incremento en el establecimiento de estos en Angol y sus alrededores. Si a fines del siglo

XIX el país debió importar harina98, parte de esa alta demanda interna debió ser cubierta

por la producción de harina fronteriza.

En este mismo sentido, la llegada del ferrocarril dinamizó el mercado agrícola. Por

el sólo hecho de que sus operarios, en Angol, se abastecieran “durante cuatro semanas de

pan”, se obtuvo un ingreso de “1.848 pesos 71 centavos”99. Cifra que para la época es

bastante significativa, más aún cuando se obtiene en un mes y por una pequeña parte del

mercado consumidor.

Pero ¿cómo funcionaba este mercado regional?. Agricultores, indígenas y

campesinos producían algún excedente de cereal disponible para la comercialización. Los

agricultores, como los más representativos en el volumen de excedentes, tenían mayor

influjo en el funcionamiento del mercado. Estos como productores, comerciantes y al

mismo tiempo prestamistas se apropiaban, por un reducido valor, de los excedentes de

indígenas y campesinos a través del crédito. Estas relaciones confluían en las famosas

bodegas de acopio, establecidas en la ciudad de Angol o poblados de la frontera. Su función

era acumular el excedente agrícola del territorio fronterizo y distribuirlo a los mercados que

98 Arnold Bauer La sociedad rural chilena…, op.cit. Pág. 90. 99 A.R.A. F.J.C.A. Cobro de pesos de Albino Guerra contra Empresarios del ferrocarril de Angol a Traiguén. Rol s/n. 1880. U.C. 1. fs. 1y 2.

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lo demandaban, sea en su estado natural o transformado en harina. Normalmente las

bodegas, junto a los molinos se concentraban en las manos de un mismo agricultor.

Desde aquí una parte se destinaba al consumo local urbano o rural y otra a través del

cabotaje tenía como destino el norte del país. Según estadísticas del año 1894, el trigo que

salía por el puerto de Talcahuano se destinaba a puertos de Antofagasta, Caldera y

Coquimbo100. Indudablemente buena parte de esa producción derivaba de Angol.

a) Mercado externo

Aunque al momento de iniciada la ocupación de la Araucanía, los mercados

externos se estaban cerrando a la exportación cerealera chilena, las tierras vírgenes de La

Araucanía permitieron continuar exportando parte de la producción.

Comprobamos lo anterior por un contrato de compra venta de trigo, de 15 de marzo

de 1886, realizado por la compañía británica Graham Rorre y Cía a Juan de Dios Escalona,

vecino de Angol, por conducto de Letts y Cía. El contrato es del tenor siguiente:

“1º Juan de Dios Escalona vende por conducto de Letts y Cía y Graham

Rorre Ca compran cinco mil hectolitros de trigo blanco de buena calidad de

la última cosecha, corriente de dar y recibir, entregables en el puerto de

Talcahuano al precio de tres pesos ochenta y cinco centavos por cada

hectolitro de 166 libras puesta al costado del buque cargador en buena

condición a granel en sacos de los compradores corriendo los gastos de

embarque por cuenta del vendedor y los riesgos marítimos de playa a bordo

o de a bordo a playa por cuenta de los compradores.

2º El vendedor se obliga a entregar el trigo en todo el presente mes de

marzo.

3º El peso del trigo se tomará en tierra al tiempo del embarque y serán de

cuenta del vendedor los gastos de llenadura, pesadura y de cuenta de los

compradores el hilo y costura de la boca.

100Estadística comercial de la República de Chile año 1894. Imprenta del Universo. Valparaíso, Chile. 1896

Pág. 97.

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4º El buque cargador será despachado en el puerto de carga por los ajentes

de los vendedores, quienes cargaran por toda la comisión o agencia

cincuenta pesos chilenos una sola vez.

5º Los compradores pagaran en esta el valor del trigo por letras jiradas por

señores Elton y Mathieu a diez días de la fecha

6º El trigo no debe contener mas de dos por ciento de impurezas. Si

contuviese más hasta tres por ciento, se rebajará del precio convenido, cinco

centavos por cada hectolitro cuya rebaja sería de diez centavos por hectolitro

si el trigo contuviese entre tres y cuatro por ciento de impureza, no siendo de

recibo trigo con mayor cantidad de impurezas ni trigo traído por mar de los

puertos al sur de Talcahuano

( )Cualquiera parte o el todo del trigo que los compradores no recibiesen

dentro de tres meses desde la fecha del contrato se considerará como

entregado y correrá de su cuenta. Los vendedores se constituyen depositarios

de la especie y los compradores les abonarán por bodegaje uno y medio

centavos por cada hectolitro al mes, por mes principiado, hasta concluirse la

entrega.

7º En caso de suscitarse dudas o cuestiones nacientes de este contrato, se

comprometen a decidirlas por medio de jueces árbitros, comerciantes

relacionados en los negocios de dicho artículo y residentes en Valparaíso,

nombrando uno por cada parte, los que tendrán facultad de nombrar como

tercero otro comerciante para resolver discordia y cuya resolución será final

y sin apelación”101.

Este es un claro ejemplo de que la producción cerealera del área fronteriza de Angol

entre 1862 y 1900 configuraba un mercado amplio que sobrepasaba el espacio local y

nacional y se constituía en preferencial para el mercado externo. De esta forma, La

Araucanía se convertía en un polo de desarrollo agrícola, produciendo junto a la provincia

de Biobío y Maule el 50% de la exportación por Talcahuano.

101 A.R.A. F.J.C.A. Tercería de dominio entre Tristán Aguirre contra Juan de Dios Escalona. Tercerista Elton y Mathiu. Rol 114. Marzo 16 de 1886. U.C. 112. f. 1.

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La importancia del mercado externo para la producción de trigo queda en evidencia

en las cifras comerciales del año 1894 que indica que la cantidad de trigo exportado por el

puerto de Talcahuano superaba al de Valparaíso, su destino en el exterior era Gran Bretaña

y Perú102.

Obligatoriamente este proceso de circulación debía ocurrir porque de lo contrario se

produciría un colapso del mercado local. Como la producción de cereal era generalizada en

este territorio debía buscar una vía de escape, ésta se encontraba en el norte del país y en el

exterior.

Relación entre el mercado cerealero y el crédito.

La economía chilena en la segunda mitad del siglo XIX, había acumulado una

significativa masa de capital; pero la presencia de prestamistas extranjeros, obligó a los

nacionales a “mirar hacia aquellas regiones donde aún no llegaban los agentes ingleses”. La

Araucanía, al exigir inversión para ser explotada, se presentaba como una excelente

alternativa para la circulación de capital, a través del crédito. Este hecho, es un factor

importante en la ocupación de La Araucanía103.

Además, en un espacio fronterizo el proceso productivo del trigo es complejo.

Aparte de los riesgos que presenta, se caracteriza por tener una productividad temporal. La

siembra se realiza entre los meses de mayo a julio, incluso agosto cuando el invierno es

lluvioso. Después de una espera de aproximadamente seis meses, en el verano del año

siguiente se finaliza la producción. Pero siempre existe el riesgo que malezas o un verano

lluvioso disminuya el rendimiento del cultivo.

Al contrario de lo que se podría pensar, de una economía limitada y con mercados

pocos desarrollados, donde el crédito no habría tenido trascendencia, diversos factores

convergen en un mercado para la agricultura, dominado por el crédito. Como resultado, “el

crédito y el dinero se unieron en el comercio, vivificando la circulación mercantil”104.

Mecanismo esencial para sostener la economía agraria fronteriza y para presionar a los

agentes económicos en la creación de excedentes mercantiles.

102 Estadística comercial de la República de Chile año 1894. Imprenta del Universo. Valparaíso, Chile. 1896 103 Jorge Pinto La formación…, op.cit. Pág. 141. 104 Eduardo Cavieres Servir al soberano…, op.cit. Pág. 129.

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Según los documentos que estamos estudiando, 5 factores se presentan como claves

en el impulso que adquirió el crédito: el excedente de capital, la necesidad de dinero para

dotar los nuevos terrenos con implementos para la explotación y para acceder al mercado,

la existencia de un medio de pago o bien y la urgencia de dinamizar la circulación

mercantil. Factores que se expresaban en el territorio de Angol a fines del siglo XIX en:

préstamos en producto, compras en verdes y préstamos en dinero.

a) Préstamos en especies

El trigo al ser el producto agrícola de mayor circulación mercantil, funcionaba

también como bien objeto de préstamo, en el contexto del crédito. La necesidad de los

productores de disponer de buena semilla para mejorar el rendimiento, la escasez de ésta o

a la eventual insuficiencia de excedentes para el mercado, deben haber sido, entre otros,

factores que influían en la adopción de este tipo de crédito.

Si los casos que hemos conocido en relación a esta modalidad son acuerdos entre

agricultores, el hecho de que “el crédito fluía soterradamente bajo la superficie de la

sociedad rural”105, nos lleva a pensar que indígenas y campesinos también participaban de

esta forma de crédito. El hecho que desarrollaran una producción preferentemente para el

consumo familiar, los dejaba más expuestos a este tipo de carencias. Las que se trataban de

suplir acudiendo a algún conocido, familiar o vecino del mismo rango social. La existencia

de una siembra era la mejor garantía para el prestamista, de que el deudor dispondría del

producto para la devolución.

Un simple vale por el cual Juan Villaman prestó “cien sacos de trigo limpio para

semilla” a Juan José Recabarren y 3 pagarés por los que José Bunster se declara deudor de

Fernando Ibarra por “cuatrocientos un hectolitro noventa y seis litros de trigo blanco,

limpio y de buena calidad”106, revelan que esta forma de crédito se daba en las distintas

esferas de la sociedad, formal e informalmente, gracias a las relaciones de confianza que se

creaban en el ámbito fronterizo.

b) Compras en verde.

105 Arnold Bauer La sociedad rural chilena…, op.cit. Pág. 111. 106 ARA. FJCA. Cobro de trigo de Fernando Ibarra contra José Bunster. Noviembre 12 de 1877. UC. 1. foja 4.

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Era un mecanismo a través del cual el agricultor que a la vez era comerciante y

prestamista, acopiaba la producción cerealera de indígenas y campesinos, gracias a la

influencia social y al poder económico que ejercía sobre el resto de los agentes económicos

del territorio fronterizo. Al mismo tiempo consolidaba su superioridad económica y

controlaba la producción local, asegurando el excedente de las próximas cosechas, para

satisfacer la demanda mercantil.

Aprovechando la demanda de capital de campesinos e indígenas y la disponibilidad

de un bien o producto como el trigo, que era fácilmente puesto en el mercado, el agricultor

proporcionaba dinero anticipadamente a cambio de la producción próxima. Como requisito

debía existir una relación económica anterior que respaldara y categorizara al deudor como

persona conocida a los ojos del prestamista. De esta forma todo posible deudor se

transformó en pieza apreciable que contribuiría al financiamiento del total de la estructura

en movimiento107. Al ser necesario el dinero, la compra en verde, se convertía en un

beneficio para estos agentes económicos en períodos del año en que se carecía de productos

agrícolas para comercializar y poder acceder al mercado.

La información que aporta el inventario de José Antonio Bravo resulta clave para

desentrañar las características de la circulación de capital y las redes que se formaron en

torno suyo. Para ello, en el cuadro siguiente se presentan las deudas con y sin documentos

que este agricultor tiene a su favor, por concepto de compra en verde.

CUADRO 2

COMPRAS DE TRIGO EN VERDE A FAVOR DE JOSÉ ANTONIO BRAVO 1873-1883

DEUDOR

COMPRAS CON

DOCTO FANEGAS

COMPRAS SIN

DOCTO. FANEGAS

LUGAR

FECHA PRÉSTA

MO

FECHA PAGO

María Rosa Iturra - 12 - - - Pedro Melo - 3 - - - Eustaquio Santos - 16 - - - Feliz Ortiz - 7 - - - José Maria Urra - 5 - - - Cesilio Campos - 12 - - Pedro José Contreras a ruego de Transito Seguiel. 6 - Cángulo 1883 1884 Demetrio Chávez a ruego de Pedro Sandro. 6 - Cángulo 1883 1884 Timoteo Andras por José Domingo Terán. 10 - 1883 1884 Lisandro Reyes 25 - 1883 1884 Martín Pinilla. 3 - Cángulo 1883 1884 Luciano Valdez a ruego de Vicente Contreras 5 - Bolihuei 1881 1884

107 Eduardo Cavieres Servir al soberano…, op.cit. Pág. 129.

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co Pablo Valdez. 4 - Bolihuei

co 1881 1882

Elías Navarrete a ruego de Juan Fernández. 22 - Bolihueico

1880 1881

Vicente Contreras a ruego de Nicanor Hinostroza. 3 - Bolihueico

1879 1880

Ramón González a ruego de Francisco Sea 4 - Bolihueico

1879 1880

José Luis Sabala a ruego de Fermín Cuevas. 4 - Bolihueico

1879 1880

Salvador García a ruego de Alberto Luga. 4 - Bolihueico

1878 1879

Masdiaquino Olave a ruego de Benedisto. 5 - Bolhueico

1878 1879

Meliton Merino 3 - Carmen 1877 1878 Luis Manchaca puestas en bodega de Tomé. 14 - Carmen 1876 1877 Elías Navarrete a ruego de Mercedes Ormeño. 6 - Carmen 1875 1876 Eusebio Díaz a ruego de Patricia Arellano. 2 - - 1873 1874 Manuel Vilches a ruego a Nazario López. 4.5 - - - 1879 TOTAL 130.5 55 Fuente: A.R.A. F.J.C.A. Inventario de los bienes dejados al fallecimiento de don José Antonio Bravo por Gregorio Rubilar. Rol 108. Agosto 1884. U.C. 111. fs. 13 vta, 17 - 21.

Calculamos un total de 130,5 fanegas de trigo adeudas según documentos, mas 8

almudes. Cuatro adeudados por José del Rosario y cuatro por Elías Navarrete a ruego de

Juan Fernández, almudes que se suman a las 22 fanegas que adeuda. Además, 55 fanegas

por deudas sin documentos.

La existencia de deudas con y sin documento muestra diferentes relaciones de

confianza del prestamista hacia el deudor. La explicación para las deudas sin documento

está en que los nombres de los deudores están asociados a los trabajadores del fundo. Por su

situación de inquilinos, los campesinos estaban en la posición idónea para aceptar estas

transacciones. Como algunos de sus trabajadores también eran medieros, era legítimo que

el agricultor encontrara en ellos un elemento clave para ejercer de prestamista. Al fin y al

cabo existía la garantía del pago, ya sea en la producción en media o en la mano de obra.

Lo mismo sucedía con los campesinos que tenían residencia en la cercanía del fundo. Esto

hizo de las haciendas la principal fuente de crédito para las clases bajas de la sociedad

rural108.

Si bien el campesino o indígena por esta vía podía obtener dinero contante y

sonante, tenía que resignarse a vender su producción por un precio más bajo al corriente en

el mercado109. Además, al momento de efectuar el pago de la deuda, debía costear el flete

108 Arnold Bauer , op.cit. Pág. 122. 109 Arnold Bauer, op.cit. Pág. 124.

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de la producción a la ciudad, lugar donde estaba establecida la bodega de acopio que el

prestamista señalaba. Así el agricultor- prestamista se apropiaba de parte del ingreso

correspondiente al pequeño propietario y mediero110.

Contraer deudas a favor de un tercero significa que el que firma tiene más

posibilidades en términos económicos de responder al pago de la deuda y por ende más

posibilidades de acceder al crédito.

Si reparamos en las fechas de préstamos y de pago de la deuda, la diferencia es de

un año y como dicen los documentos son “pagaderos en febrero del año próximo” y puestas

“en bodega de Angol”. Es decir, los préstamos se hacían a mitad de año, cuando el

producto comercializable se había terminado y se necesitaba de capital para invertir en el

proceso de siembra, y se debían cancelar en el período de cosecha. Prácticamente el

campesino productor no alcazaba a apreciar la posesión del producto porque debía

traspasarlo inmediatamente al prestamista.

No obstante, la existencia de deudas morosas, indica por una parte que este tipo de

crédito no siempre era beneficioso para la agricultura y por otra que la agricultura no era

una real garantía para el sistema crediticio y para los campesinos. Una deuda imposible de

pagar podía significar pérdida de otros bienes, especialmente ganado.

c) Préstamo en dinero

La disponibilidad de capital en manos de los agricultores, la necesidad de otros, y la

privación de instituciones de crédito que fuesen accesibles a los campesinos e indígenas

eran factores que influían en los préstamos en dinero. Así agricultores se convertían en

verdaderos prestamistas y cumplían la función del banco. A diferencia de la instancia

anterior, aquí el dinero dominaba la circulación, al ser medio de préstamo y medio de pago.

En el territorio fronterizo de Angol, antes de la creación de un mecanismo estatal

para el cumplimiento de los acuerdos económicos, como el Juzgado de Letras de Angol,

creado en 1870, parte del dinero circulaba entre un muy pequeño grupo de gente conocida y

responsable111. Después de este hecho, la gente conocida y responsable era aquella que

disponía de un bien intercambiable en el mercado, como lo era la tierra. Como las leyes del

110 Arnold Bauer, op.cit. Pág. 126. 111 Arnold Bauer, op.cit. Pág. 113.

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Código Civil de 1856 hicieron de la propiedad rural una de las mejores garantías para

préstamos112, los acuerdos de mutuo, que se caracterizaban por la formalidad y mayor

monto de crédito, recurrían a la hipoteca de la propiedad. Lo que nos hace presumir que

quienes recurrían al mutuo eran los agricultores.

Por la ausencia de instituciones bancarias accesibles, los prestamistas privados

siempre fueron en el territorio de Angol las principales fuentes de crédito a agricultores y

campesinos. Disponiendo de capital lograron entretejer relaciones comerciales y sociales

con lejanos y poderosos comerciantes nacionales, haciendo más difusos los limites del

mercado que emergía en Angol. Como señala Caviares, “las redes crediticias locales se

relacionaron directamente con la estructuración de mercados que fueron desde

microespacios hasta espacios regionales”113.

José María Figueroa era el prestamista de dinero tipo, que encontramos en la zona

de Angol. Para conocer más a este agricultor –prestamista debemos señalar que era

propietario del Fundo Santa Rosa, en la subdelegación de los Sauces. En su fundo se había

animales (126 bueyes) y como 400 fanegas de trigo sembradas. Antes de su fallecimiento lo

vendió a Alfredo Duffeu, según una escritura pública por 80.000 pesos. Por otra escritura

de venta del año 1889 de Zacarías Espinoza vende una casa en Concepción. Suponemos

que vivía primeramente en Concepción y que con el dinamismo económico que provocó el

avance a la Araucanía cambió su residencia a Angol.

Por la cantidad de correspondencia privada de diversas personas y libros de cuentas,

se deduce que manejaba una amplia red de relaciones económicas. Su alto nivel

socioeconómico y el movimiento de capital que generaba, queda en evidencia cuando se

agregan varias boletas de depósito contra el Banco Valparaíso de Concepción, oficina de

Angol y Traiguén. Certificados de depósito dados por el Banco de Valparaíso por billetes

del banco chileno Garantizador de valores del Sur de 100, 500 y 1.000 pesos. Libretas de

cuentas corrientes de dicho Banco y un documento del Banco de Valparaíso que certifica

que Figueroa es dueño de ochenta acciones de aquel Banco de valor nominal de

ochocientos pesos cada una. Aparte de los pagarés y escrituras públicas por deudas de

dinero y trigo a su favor.

112 Arnold Bauer, op.cit. 113 Eduardo Cavieres Servir al soberano…, op.cit. Pág. 137.

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La situación que rodea a Figueroa permite que sea destacado como prestamista de

dinero a plazo. Para mejor comprensión del movimiento de capital, a través del crédito,

elaboramos el cuadro Nº 3, en el cual presentamos el resumen de los documentos por

deudas a su favor, según pagarés..

CUADRO 3 NÓMINA DE PRÉSTAMOS Y DEUDORES DE JOSÉ MARÍA FIGUEROA

1885-1893 DEUDOR MONTO EN

PESOS LUGAR FECHA

PRESTAMO PLAZO (MESES)

Augusto Brules por Juan Navarrete 25 Santa Rosa 1893 - José del C Oses 300 Santa Rosa 1893 - Narciso Cid 50 Santa Rosa 1892 - Narciso Cid 200 Santa Rosa 1892 - Emilia Torres 7 Santa Rosa 1892 - Telésforo Cid 130 Santa Rosa 1982 - José María Friz 84 Santa Rosa 1892 - Dionisia Friz 60 Santa Rosa 1892 12 Narciso Cid 150 Santa Rosa 1892 12 Narciso Cid 200 Santa Rosa 1892 12 Benjamín Acevedo 48 Santa Rosa 1892 12 Alejo Roa 48 Santa Rosa 1892 12 Abelardo Gonzáles 39 Santa Rosa 1892 10 Manuel Arteaga 125 Santa Rosa 1892 - Juan Matamala 39 Santa Rosa 1892 12 B. Rosas por Juan Merino 100 Lumaco 1891 Belisario Rosa 100 Lumaco 1891 - Carlos Demierre 172 Santa Rosa 1890 - Calixto Gutiérrez 59 Santa Rosa 1890 - A. Enríquez 113 Santa Rosa 1890 10 Telésforo Cid por Juana Iturra 150 Santa Rosa 1890 Pantaleón Mena 160 Santa Rosa 1890 - José Alegría 33.77 Concepción 1889 - Sebastián Sepúlveda 25 Santa Rosa 1889 - Fernando Arcos 122 Santa Rosa 1889 - Belisario Rosas 8.25 Santa Rosa 1889 - José Cárcamo 10 Santa Rosa 1889 - Domingo y Rosario Ponces 131.50 Santa Rosa 1889 10 Abraham Rosas 50 Santa Rosa 1889 - Augusto Brusles 25 Santa Rosa 1889 - Claudio Flores 154 Santa Rosa 1888 - Lázaro Salas 30 Santa Rosa 1888 8 Pedro Contreras 150 Santa Rosa 1888 2 Juan de Mata Guevara 84.60 Santa Rosa 1888 10 Pedro Contreras 150 Santa Rosa 1888 2 José Vega 60 Santa Rosa 1886 8 José Villanueva 65 Concepción 1885 - TOTAL 3.458.12

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Fuente: A.R.A. F.J.C.A. Partición de los bienes quedados al fallecimiento de don José María Figueroa. Partidor Víctor Vidal y Actuario Francisco Moreno. 14 de marzo de 1893. U.C. 17. fs. 15 vta-18.

Los préstamos alcanzan a un total de 3.459 pesos 12 centavos. Los montos que

varían entre los 7 a los 300 pesos. Suponiendo que los individuos acceden al crédito de

acuerdo a sus capacidades de pago, nos hace pensar en clientes de distinto rango social;

pero sobretodo campesinos, que comprenden la mayoría que se endeuda en menos de 100

pesos. El hecho de que existan deudas que se remiten al año 1885, cuando los plazos para

efectuar los pagos van de los 2 a los 12 meses confirma la aseveración de que la actividad

agrícola no era la más conveniente para canalizar los excedentes de capital. En tanto, el que

la mayoría de los clientes opte por el mayor plazo, un año, está estrechamente relacionado a

la disponibilidad de ingresos derivados de la comercialización de productos agrícolas, de la

próxima cosecha.

En suma los tres lugares de residencia registrados para consumar acuerdos

crediticios nos aclaran por una parte que el prestamista es conocido por tal función y por

otra que el campo de acción y las redes que forma, amplían los límites del mercado que

emerge en Angol.

Además de los pagarés anteriores, cuando los montos eran mayores, se recurre a las

escrituras públicas, resumidas en el cuadro 4

CUADRO 4

NÓMINA DE PRÉSTAMOS Y DEUDORES DE JOSÉ MARÍA FIGUEROA (SEGÚN ESCRITURAS PÚBLICAS)

DEUDOR MONTO

EN PESOS

LUGAR

FECHA PRESTAMO

PLAZO (MESES)

% INTERÉS

José del C. Merino por mutuo

1.000 1889 24 8 anual

Zacarías Espinoza por venta de casa en

3.525 Concepción 1889

Milagros Ramirez y Emilia Frank por mutuo

200 Concepción 1880

Fortunato Casal por venta 1.500 Traiguén 1892 24 8 anual José Planino Elgueta por mutuo

200 Traiguén 1890 6

Carlos Demierre 1.600 Traiguén 1892 18 Pantaleón Mena por mutuo 700 Traiguén 1888 12 1 mensual Juan Barra por mutuo 1.500 Traiguén 1889 12 1 José María Merino por 300 1888

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mutuo Manuel Ferrada por mutuo 200 Angol 1888 12 Alfredo Dufen por venta de fundo Santa Rosa

80.000

TOTAL 90.725 Fuente: A.R.A. F.J.C.A. Partición de los bienes quedados al fallecimiento de don José María Figueroa. Partidor Víctor Vidal y Actuario Francisco Moreno. 14 de marzo de 1893. U.C. 17. fs. 15vta -18.

José María Figueroa registra deudas en escrituras públicas ascendientes a 90.725

pesos. Aunque menor número en comparación a los pagarés, las escrituras representan

mayor valor monetario y por consiguiente mayor plazo del crédito. Ante esto, entendemos

que son suscritas por agricultores, que en oportunidades requerían capital, y que formaban

parte del círculo de personas de mayores recursos residentes en Traiguén y en Concepción.

A diferencia de los campesinos e indígenas, la disponibilidad de tierra posible de

hipotecar le permitía a un agricultor acceder a créditos en las instituciones financieras.

Tenemos conocimiento que antes de 1887, la demanda de capital financiero en este espacio

las satisfacía el Banco Bunster desde 1882, que después se trasladó a Collipulli, y el

Valparaíso que abrió sus oficinas en Angol en 1884, en tanto el Banco de Chile lo hizo en

1894114. De las transacciones financieras que resultaban, una parte era invertida por el

agricultor; pero otra fluía hacía los campesinos a través de los préstamos, que ya

conocimos.

Aunque no es recurrente ver mapuche en los acuerdos de compras en verdes, sí lo es

firmando préstamos en dinero. El caso de los indígenas Pascual Coñueyan y Guañaco

Lebilúan quienes “adeudan la cantidad de seiscientos pesos que tienen recibidos de su

poder en préstamo, con el interés del uno por ciento mensual”115.

Todo este movimiento de dinero refleja el dinamismo que está adquiriendo el

mercado fronterizo. El hecho que Griselda Saavedra mande a Talca a Gabriel Cuevas

“cuatrocientos cuarenta y cinco pesos en calidad de prestados con el objeto que las

invirtiese en comprar algunos artículos para surtir su despacho”116, está demostrando que el

territorio fronterizo y la Araucanía en general se está convirtiendo en polo que inyecta

114 Víctor Sánchez Angol. La Ciudad de los Confines. Editorial Atenea. Santiago, Chile.1953. Pág. 303. 115 A.R.A. F.J.C.A. Civil de hacienda sobre cobro de pesos de José Manuel Elgueta contra Pascual Coñueyan y otros. Rol 8. Septiembre 7 de 1872. U.C. 110. f. 1. 116 A.R.A. F.J.C.A. Cobro pesos en calidad de préstamo de Griselda Saavedra contra Gabriel Cuevas. Rol 152. Noviembre 4 de 1884. U.C. 9. f. 1.

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capital al mercado y que genera redes crediticias muy importantes para el funcionamiento

de la economía regional y nacional.

Problemas derivados del crédito

El crédito, si bien da acceso al capital, se convierte en problema para las partes

cuando aparece la morosidad. Como hemos visto en las compras en verde y en los

préstamos de dinero había deudas que se venían arrastrando de años anteriores y que no

habían sido cubiertas. La informalidad de los préstamos, hacía otro tanto, ya que al no tener

sustento legal, dificultaba el cumplimiento de las deudas o la veracidad de las mismas.

Por ello, resultaba más trascendente para el prestamista canalizar el capital hacia el

interior del fundo, porque se tenía autoridad y medios de presión sobre el deudor mediero

y/o inquilino, para conseguir el pago de las deudas. Así mismo la continuación de este tipo

de operaciones nos hace presumir que el prestamista rara vez salía perdiendo, considerando

que un crédito no se otorgaba a personas sin garantía económica.

Entonces quien tenía más que perder era el campesino. Como estipula Cerda, las

habilitaciones si bien incentivaban la producción, mediante el adelanto de dinero para

semillas y útiles de labranza, en no pocos casos estos significaron grandes pérdidas para los

pequeños y medianos campesinos, ya que una mala cosecha podía tener para ellos

consecuencias lamentables y dependencia económica117.

Por supuesto, si el deudor vivía en el fundo, una deuda impaga podía significar

apropiación de la parte que le correspondía en la producción en medias, trabajo sin salario,

pérdida de los bienes que podía poseer, que tuviesen valor económico, el desalojo de las

dependencias del fundo y liquidaba las relaciones clientelares, ha posibles necesidades de

crédito posteriores.

El campesino sentía la presión del pago de la deuda con animales, e incluso ceder

parte de su tierra al acreedor circundante, quedando excluido de posteriores crédito

Fuerza de trabajo en la producción agroganadera.

Como el modelo de producción que funcionaba en la frontera era análogo al de la

zona central, los elementos constitutivos de la economía mostraban características que

117 Patricia Cerda Fronteras del sur…, op.cit.

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100

desde luego estuvieron asociados a la suya. En relación al mercado laboral en el país, a

mediados del siglo XIX dos tipos de trabajadores constituían la fuerza laboral en las

haciendas. Estaban los inquilinos que aportaban un servicio estable y los peones o

jornaleros un trabajo estacional118. Clasificación que no era ajena al territorio de Angol. El

comportamiento productivo de un fundo de esta parte de la frontera, recibía el influjo de la

fluctuante intensidad de actividad en los campos, la extensión del terreno, la carencia de

tecnología avanzada, la condición de abrir nuevos campos al cultivo y la demanda de mano

de obra para la construcción de vías de comunicación y ciudades. Disposición que crea un

mercado laboral, que involucra la existencia de mano de obra permanente y estacional.

a) Inquilinos

Junto con la colonización del sur del país y con el desarrollo de la economía

agrícola-ganadera, comenzó a funcionar el sistema de inquilinaje. La razón está, en la

“carencia de brazos por el aumento de los cultivos”119, y en la necesidad de abrir nuevos

campos para la agricultura, a través de la mediería. Que en La Araucanía se presenta como

lo que Bengoa denomina inquilino- mediero.

Este mismo autor, en coherencia con lo que nos revelan nuestras fuentes, describe

que en un fundo de la Araucanía, el inquilino vive en la propiedad y usufructúa en parte de

los beneficios de ella, por el cultivo de las tierras, por la crianza de ganados, por la posesión

de su hogar y por la remuneración de su trabajo120.

La estabilidad del inquilino en la unidad de producción engendra una asociación

positiva en los agricultores, respecto a él. La virtuosidad con la que se les relaciona emana

también del hecho que como fuerza laboral tiene trayectoria y conocimiento en trabajos

agrícolas y ganaderos. En consecuencia, la mayor especialización y capacidad para

responsabilizarse del proceso productivo agrario satisface en mayor grado las exigencias de

los propietarios de fundo. Que muchas veces, al tener residencia en la ciudad, se separaba

del control del proceso productivo.

b) Peones

118 Arnold Bauer La sociedad rural chilena…, op.cit. Pág. 67. 119 José Bengoa Haciendas…, op.cit. Pág. 156. 120 José Bengoa Haciendas…, op.cit.

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La economía agrícola no tiene una persistente necesidad de mano de obra. Al

contrario tiene períodos de mayor necesidad, máxime en las siembras y cosechas y períodos

de menor necesidad durante el proceso de crecimiento del cultivo. Esta fluctuante inversión

en fuerza de trabajo favorece, en momentos del proceso productivo, la llegada de

trabajadores desde fuera, contratados por cierto tiempo. Sobreviene lo que señala Verniory,

que cuando las cosechas comienzan, los obreros en masa abandonan la línea para ir a los

campos121.

Si entendemos que los peones fueron atraídos a la frontera por el trabajo temporal

en la agricultura, en la construcción de vías férreas y por el salario que allí podían obtener.

Razonablemente se expandió en la frontera la percepción que tenían los terratenientes en la

zona central en relación a los peones, a quienes asociaron con personas que reunían todos

los vicios, mientras que los inquilinos las virtudes122. Este concepto se desprende del hecho

que los peones al ser más aficionados al trabajo asalariado temporal, no poseían

especialización en trabajos agrícolas. Más bien sabían de todo un poco.

Ocupaciones y salarios

En el territorio de colonización de Angol las actividades económicas de mayor

desarrollo eran la agricultura y la ganadería. La fuerza de trabajo requerida por cada una era

diferente; no quiere decir que una persona que se ocupa en una no pudiera ocuparse en la

otra. Pero también había otras actividades en estrecha relación con el modelo de ocupación

y producción de los territorios de La Araucanía.

Agricultura

Esencialmente orientada al cultivo del trigo, la agricultura involucraba mayor gasto

de energía para el trabajador. Las diversas labores que componían el proceso son más

agotadoras y el tiempo invertido para obtener el resultado es más largo.

Iniciar la explotación agrícola, requería preparar el terreno a cultivar, recurriendo al

roce. Cultivar ese terreno rozado implicaba levantar el terreno, cruzar, barbechar, melgar,

esparcir la semilla y cubrir la semilla con tierra.

121 Gustavo Verniory Diez años en la Araucanía 1889-1899. Editorial Pehuen. Santiago, Chile 2001, Pág. 134 122 José Bengoa Haciendas…, op.cit. Pág. 158.

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Después de un tiempo el trigo aparece; pero también aparecen las malezas. Para

obtener un producto de calidad, como el exigido en el mercado, era necesario extraer todo

lo que impidiera el crecimiento del trigo y afectara el rendimiento. Aunque parece menor,

era un trabajo duro, entendiendo que el terreno cultivado era extenso y la limpieza no se

hace sólo en un período, sino dependiendo la presencia de malezas en el cultivo.

Pasado unos cuantos meses, llega el momento de la cosecha. Suele ser aun más

complejo porque se produce en momentos en que las temperaturas son altas y el tiempo

apremia. Debe estar terminada la cosecha antes que llueva, para evitar pérdidas en la

producción.

Es todo un proceso. Se debe cortar el trigo y luego formar atados. Posteriormente se

debe amontonar el trigo en un espacio denominado era, para proceder a la trilla. Esta se

hace a máquina, que las había en el territorio de Angol o a yegua. Una vez hecha la trilla

viene el guardado del trigo.

Sin duda, una porción del cereal estaba destinada al consumo del fundo y otra a la

venta. Este último era depositado en bodegas establecidas en la ciudad o llevado al molino

para la elaboración de harina. Pero la etapa cúlmine no era tan fácil, cuando implicaba

cargar las carretas con fanegas o sacos, llevarlas al lugar de depósito y nuevamente

descargarlas. Provocaba un enorme desgaste físico al trabajador y a los animales de carga.

Ganadería

En comparación a la agricultura requería mayor una fuerza laboral menor.

Atendiendo a que el pasto natural constituía el principal talaje para el ganado, el proceso de

alimentación no demandaba gran número de brazos para llevarlo a cabo. Sin embargo, hay

antecedentes en relación a que el arriero era la mano de obra destinada al traslado de

animales a lugares exclusivos para el pastoreo.

La inseguridad propia de la frontera explica la existencia de corrales, pesebreras o

casa pajizas para el encierro de los animales. Esto involucraba el trabajo diario de sacar los

animales de los corrales y llevarlos a pastar y por la tarde volverlo a sus corrales. Durante el

día el deber era llevar los animales a tomar agua a lugares adaptados para ello y protegerlos

del ataque de ladrones y cuatreros y evitar las pérdidas de cabezas de ganado.

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La ganadería no sólo implica mantener el ganado. De ella derivan otras actividades.

Pensamos en la lechería y la fabricación de quesos, en los vacunos. La esquila, en los

ovinos; pero también están los cerdos de matanza, destinados a la fabricación de cecinas.

Por el inventario de José Antonio Bravo, sabemos que la matanza de cerdos era una

actividad significativa en el mundo rural que en efecto, suponía inversión de mano de obra.

Sea durante la engorda de los animales o en todo el proceso que implica la elaboración de

productos derivados. Actividades efectuadas tanto por hombres como por mujeres, en

especial las esposas de los inquilinos.

Otras ocupaciones relacionadas con la economía agroganadera.

La ocupación de La Araucanía y el desarrollo de las ciudades generaron un tipo de

ocupación diferente al de la ganadería y la agricultura; pero al fin y al cabo orientada a

satisfacer las demandas del contexto geográfico más amplio como era el mundo rural.

Para el Estado promover la economía agraria en La Araucanía como espacio

fronterizo a fines del siglo XIX, implicó la disposición de una mano de obra coherente con

la política de exploración y control de la distribución de la tierra. Por el mayor nivel de la

mano de obra, el Estado debió desembolsar mayor cantidad de dinero para financiar esta

actividad.

Gracias a la demanda entablada por Javier Arrieta contra el fisco, por cobro de

horarios, tenemos algunas referencias respecto a las tareas que surgían de la ocupación del

territorio fronterizo y sobre todo de la distribución de la tierra. Se muestra aquí un contrato

de trabajo, ausente en la agricultura y la ganadería, que se celebra en Temuco el 13 de

agosto de 1893, entre el ingeniero señor Javier Arrieta i el señor jefe de la comisión

Topográfica. El contrato dice:

“El señor Arrieta se obliga a prestar los servicios de su profesión en la

provincia de Malleco, con residencia en Angol, en la mensura e hijuelación

de los terrenos fiscales de Nahuelbuta, limítrofes a la de Arauco i otros en

que el gobierno le encargase trabajo. Presentará los planos i tasaciones que

han de servir en original i copia, en escala que se le indica, efectuará la

entrega de las hijuelas rematadas, a indígenas i otros usos, llevará la

dirección técnica del trabajo i representará i cuidará en todo, los intereses

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fiscales. Por el tiempo que dura este trabajo tendrá el sueldo de doscientos

pesos mensuales que le pagará la tesorería fiscal de Angol a más se le

abonará por mozo que le acompañan al campo a la mensura i forraje para un

caballo i una mula. Después de cada año i terminado satisfactoriamente el

trabajo se le pagará a más de su honorario en lugar de viáticos cinco

centavos por cada hectárea medida en vista de los certificados de entrega, ya

sea de indígenas o rematantes. Durante el tiempo que dura esta ocupación no

podrá ocuparse en otros trabajos que no fueren conducentes a este fin. El

contrato será valido para el resto del año en curso i siguientes hasta que el

gobierno dispusiese ponerle término”123.

Este tipo de relaciones de trabajo aparte de la formalidad, era asalariado en función

de la complejidad que implicaba la exploración en territorios fronterizos. Como en Chile no

había profesionales preparados para su ejecución, normalmente era una actividad de

extranjeros. Por lo mismo el salario superaba al que percibía un trabajador del campo.

El comercio urbano también generaba un tipo de relación laboral asociada a

actividades como la de empleado de los almacenes o la de comisionista. Es el caso del

señor Antonio Castro, “estacionado en la estación Coigüe en calidad de comisionista”.

Entre sus operaciones estaba por ejemplo la de remitir “varias partidas de quesos por

ferrocarril”124. Este agente del mundo laboral permitía la circulación de productos y la

consolidación de relaciones mercantiles entre los agentes económicos del territorio.

Salarios según ocupación.

El aumento de producción dependía del uso masivo de fuerza de trabajo. No

obstante, las diversas actividades que componen el proceso productivo agrícola provocan

una diferenciación en el mismo círculo de trabajadores de un fundo. Diferenciación que se

expresaba en el salario o en las regalías otorgadas por el patrón.

123 A.R.A. F.J.C.A. Civil de hacienda cobro de honorarios de Javier Arrieta contra El Fisco Rol s/n. Mayo 20 de 1895. U.C. 18. fs. 2 y 2 vta. 124 A.R.A. F.J.C.A. Cobro de pesos de Manuel Muñoz contra Moisés Jarabrau. Rol s/n. Junio 30 de 1888. U.C.15. f. 2.

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Pero esta diferenciación interna también traspasaba los límites de una unidad de

producción. Luis Galdames advierte “la extremada desigualdad de los salarios en el

campo”. Según, él “dependen de los sistemas de remuneración y de los distintos tipos de

trabajadores utilizados en la agricultura”125.

Los antecedentes proporcionados por el inventario de José Antonio Bravo, nos

ilustra, para el territorio fronterizo de Angol, dos formas de retribuir la fuerza laboral de los

trabajadores. Una donde circula el dinero y otra donde lo hacen productos.

Salarios en dinero

La información consignada en los cuadros siguientes, se refiere a una lista de

trabajadores, salarios y días trabajados del fundo Cángulo ocupados en 43 cuadras de

barbecho y siembras de papas, arvejas y otros trabajos en el mes de Septiembre y Octubre.

Lamentablemente, no podemos clarificar las tareas y días trabajados por cada trabajador.

CUADRO 5

LISTA DE TRABAJADORES Y SALARIOS DIARIOS MES DE SEPTIEMBRE 1884

TRABAJADOR DÍAS

TRABAJADOS SALARIO DIARIO

(CENTAVOS) SALARIO TOTAL

(PESOS) Cruz Burgos 15.5 20 3.10 Lorenzo Urra 9 20 1.80 Adolfo Santos 7 20 1.40 Santos Ortiz 4.5 20 0.90 Marcelino Navarrete 3.5 20 0.70 Cesilio Campos 3.5 20 0.70 Bautista Díaz 4 30 1.20 Silverio Lagos 6 30 1.80 José María Burgos 5.5 30 1.65 Pedro Sandoval 4.5 30 1.80 Juan José Arias 4.5 30 1.80 Antonio Rosales 3 30 0.90 Cristina Cárdena cocinera 5 30 1.50 Gregorio Torre 30 30 9.0

TOTAL 28.25 Fuente: A.R.A. F.J.C.A. Inventario de los bienes dejados al fallecimiento de don José Antonio Bravo por Gregorio Rubilar. Rol 108. Agosto 1884. U.C. 111. f. 64.

125 Luis Galdames Jeografía económica de Chile, Pág. 171-173. En Arnold Bauer La sociedad rural chilena…op.cit.. Pág. 181.

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En el mes de septiembre para las actividades señaladas se ocuparon 14 trabajadores.

Uno trabajó el mes completo, es decir, 30 días y uno 15 días. El promedio de días

trabajados de los 11 trabajadores restantes es de 5 días. Esta realidad es explicada por la

demanda fluctuante de mano de obra que tiene una economía agraria durante el proceso de

producción. Hay momentos en que el trabajo es mayor por lo que el gasto en mano de obra

también lo es; pero también los hay en que el trabajo es mínimo y la mano de obra queda

desempleada.

El monto en pesos del salario diario, determinado por el gasto de energía humana en

su ejecución, es directamente proporcional al tipo de actividad realizada. Por lo tanto,

mientras 8 trabajadores perciben 30 centavos diarios, el trabajo menos complejo determina

el salario de 20 centavos diarios que perciben los 6 trabajadores restantes del fundo

Cángulo.

No necesariamente, los trabajadores que perciben el mismo salario realizan el

mismo trabajo. Por ejemplo, Cruz Burgos percibe 20 centavos y trabajó 15 ½ días y

Gregorio Torres por 30 centavos trabajó 30 días. Ambos trabajaron por sobre el resto, por

lo tanto, o estaban ocupándose en otro trabajo o después de terminado uno continuaron con

otra labor. Es el caso de Cristina Cárdenas que por 30 centavos diarios se ocupa de

cocinera.

La situación anterior varía en el mes siguiente. En el cuadro 6 presentamos los

trabajadores y salarios ocupados en el mes de octubre en las mismas actividades en el fundo

Cángulo de la familia Bravo.

CUADRO 6 LISTA DE TRABAJADORES Y SALARIOS DIARIOS MES DE OCTUBRE DE 1884

TRABAJADOR DÍAS

TRABAJADOS SALARIO DIARIO

(CENTAVOS) SALARIO TOTAL

(PESOS) Cruz Burgos 20 20 4.0 Lorenzo Urra 14.5 20 2.90 Adolfo Santos 17 20 3.40 Santos Ortiz 11.5 20 2.30 Marcelino Navarrete 17 20 3.40 Cesilio Campos 16 20 3.20 Bautista Díaz 5 30 1.50 Silverio Lagos 6 30 1.80 Gregorio Torre 8 30 2.40 José Mª Burgos 6 30 1.80 Juan José Arias 14 30 4.20 Pedro Sandoval 1.5 30 0.45

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Pedro Contreras 1.5 30 0.45 Andrés Contreras 1.5 30 0.45 Juan Navarrete 1.5 30 0.45 Santiago Santos 13 30 3.90 Andrés Rosales 5 30 1.50 José Mª Rubio 6 30 1.80 Juan de Dios Díaz 6 30 1.80 Felipe Rubio 6 30 1.80 Florencio Andrade 8 30 2.40 Enrico Pinilla 4 30 1.20 Octubre 30 de 1884 $75.60

Fuente: A.R.A. F.J.C.A. Inventario de los bienes dejados al fallecimiento de don José Antonio Bravo por Gregorio Rubilar. Rol 108. Agosto 1884. U.C. 111. f. 65.

En el mes de Octubre trabajaron 22 trabajadores. Claramente el número fue mayor

en comparación al mes anterior y cada trabajador aumentó el promedio de días trabajados.

De 5 que trabajó en septiembre, aumentó a 8 en octubre. Los con mayor experiencia en el

trabajo en el fundo, aumentaron el numero de días trabajados en el último mes. Puede ser

que estos sean trabajadores permanentes en el fundo. Además, la repetición de los apellidos

puede significar que integrantes de una misma familia acudían a este fundo a trabajar.

Sin duda, el mayor número de trabajadores obedece a una demanda de mano de

obra, provocada por el aumento de trabajo en el fundo o por la reducción de la

productividad del trabajo. Situación que va en estrecha relación con el aumento del

promedio de días trabajados

Respecto a los salarios no hubo variación en ellos, se continuó pagando 20 o 30

centavos diarios. Sin embargo, el que un mayor número de trabajadores, que no trabajaron

en septiembre perciben en octubre 30 centavos diarios, obedece a la mayor demanda de

fuerza de trabajo en el territorio de Angol. Los agricultores para mantener y atraer

trabajadores al fundo mantienen salarios altos en las diversas actividades.

Llama la atención la información que da Bengoa del fundo Poco a Poco, por la

diferencia en el valor del salario diario. En este fundo en 1905 el precio del trabajo al día en

el invierno es de 1.30 y 2.0 pesos en el verano126. Mientras que Bauer más cercano a lo que

nosotros observamos en Angol, para la hacienda Vichiculén, provincia de Rancagua, en

1872-1873, muestra un salario promedio que varía entre 19 y 24 centavos en 1872 y 20 a 29

centavos en 1873127.

126 José Bengoa Haciendas…, op.cit. Pág. 156. 127 Arnold Bauer La sociedad rural chilena…, op.cit. Pág. 180.

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Salarios en especies

La circulación interna de producción está estrechamente ligada con esta forma de

pago a los trabajadores. Muchas veces, el producto entregado a razón del trabajo no

traspasaba el límite del fundo. Era desviado hacia los inquilinos.

Al respecto en el inventario de José Antonio Bravo se adjunta lo siguiente:

CUADRO 7

CANCELACIÓN DE TRABAJOS CON PRODUCTOS AGRICOLAS

NOMBRE TRABAJADOR

ACTIVIDAD TRIGO (FANEGAS)

TRIGO (SACOS)

MAIZ (SACOS)

Eladio Sepúlveda Mayordomo 25 2 Juan Navarrete Inquilino 1 Cesilio Campos Inquilino ¼ Felix Ortiz Inquilino 1 Juan Muñoz Inquilino 1 Pedro Contreras Inquilino 1 María T Burgos Crianza del niño Gregorio 1 Jesús Zapata Cuidado de la Sra. Santos

Franco 1

TOTAL 25 6 ¼ 2

Fuente: A.R.A. F.J.C.A. Inventario de los bienes dejados al fallecimiento de don José Antonio Bravo por Gregorio Rubilar. Rol 108. Agosto 1884. U.C. 111. fs. 14 y 55.

Seguramente estas cantidades de trigo entregadas eran parte de las regalías que

recibían los inquilinos del fundo. En el caso de las mujeres no descartamos sean las esposas

de los inquilinos.

Como los inquilinos constituían un canal importante para la afluencia del capital

crediticio de un agricultor, el producto que recibían en el fundo podía transformarse en

medio de pago, cuando por otros medios no se podía financiar la deuda. En este caso el

trigo no salía del fundo y pasaba a aumentar la producción del agricultor.

Condiciones de vida de los trabajadores fronterizos

Es sabido que durante el siglo XIX, los trabajadores chilenos, que hacían posible el

funcionamiento de la economía chilena, fueron los menos beneficiados con los progresos

económicos. Considerando la escasa diferencia con lo que ocurría en la zona central del

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país, trataremos en base a los juicios estudiados, construir una imagen de este panorama en

la zona fronteriza de Angol.

Somos concientes de que la variada relación agricultor- trabajador, generaba

también condiciones de vida diferentes entre los trabajadores. Mientras el inquilino

constituye una familia y todos sus miembros, desde la edad de 8 a 10 años, tienen en la

hacienda trabajo preferente y remunerado. Así una familia laboriosa siempre es solicitada y

el propietario buen cuidado tendrá de no dejarla abandonar su propiedad por motivos

injustificados; por el contrario, siempre va en ayuda de ella tratando de mejorar su vida,

facilitándole los medios de cubrir sus necesidades128, el peón como ser perezoso,

inconstante, ladrón y exigente respecto al salario y horas de trabajo, era menos valorado por

los agricultores y en consecuencia recibía menos regalías de su parte.

Los principales problemas, que exteriorizan las fuentes, son generados por el

sistema productivo de inquilinaje-mediería y el sistema crediticio. Los conflictos que

emergían repercutían directamente en las condiciones de vida de los trabajadores y su

familia.

Un contrato que se suponía permitiría al inquilino mediero acceder a la tierra y

obtener productos agrícolas para mantener su familia, desplomaba las esperanzas cuando el

agricultor, molesto por alguna actitud de parte del trabajador se negaba a dar la parte de

producción que le correspondía. Esto sucedió a Pantaleón Quezada, ya citado, que por

“comprarse un rifle a buena fe, para defenderse en aquellos campos que son peligrosos”

como dice, el patrón lo “metió preso y le quitó el rifle”. Pero además, en relación a la

siembra de trigo que ambos tienen, agrega que como el patrón lo iba a realizar y poner en

bodega para dale su parte, él contestó “no le vendía el trigo pues tenía familia que

mantener”129.

La informalidad de los acuerdos por una parte y por otra el analfabetismo de los

trabajadores originaba mal entendidos respecto a los trabajos correspondientes a la

mediería, y los que debían ser cancelados por el agricultor130.

128 Eduardo Baeza Monografía del fundo Poco a Poco de Temuco en José Bengoa Haciendas, op.cit. Pág. 157. 129 A.R.A. F.J.C.A. Civil Ordinario sobre cumplimiento de contrato de Pantaleón Quezada contra Guillermo Peterman Rol s/n. Enero 28 de 1884. U.C.8. f 1. 130 A.R.A. F.J.C.A. Cobro de pesos de José Alejo Opaso contra Julio Weisse Rol 211. Mayo 14 de 1887. U.C. 14. fs. 5 y 5 vta.

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Como ya lo hemos señalado, los agricultores canalizaban el capital a través de

créditos directos a sus inquilinos-medieros, porque así aseguraba el pago con la producción

que se obtenía en el fundo, en la cosecha próxima. Si bien los trabajadores disponían de

dinero en tiempos de necesidad, corrían el riesgo de perder la producción a favor de

cumplir con las obligaciones crediticias con su patrón.

Como muestran las fuentes, los trabajadores del Estado tampoco se libraban de estos

perjuicios. Estaban expuestos a la inestabilidad existente en la frontera, la complejidad de

sus actividades, las desfavorables comunicaciones tanto en el interior de la zona como

también con la administración central. Aunque sus salarios eran mucho mas altos que un

trabajador agrícola, también estaban expuestos a atrasos en los pagos e incluso no pago de

sus tareas.

No obstante, tenían más privilegios. Por ejemplo, el Estado disponía para ellos de

“un abono por mozos que le acompañan al campo a la mensura, i forraje para un caballo i

una mula i después de cada año i terminado satisfactoriamente el trabajo se le pagará a más

de su honorario en lugar de viáticos cinco centavos por cada hectárea medida en vista de los

certificados de entrega, ya sea de indígenas o rematantes”131.

MEMORIA DEL INTENDENTE DE MALLECO, 1894132

Angol, 20 de abril de 1895

Señor Ministro:

Cumpliendo con lo dispuesto en los artículos 15, inciso 2° y 21, número 19, de la

ley de 22 de diciembre de 1895, remito a V.S. la Memoria correspondiente a los servicios

públicos de esta Intendencia, durante el año próximo pasado de 1894.

Gobierno Interior

131 A.R.A. F.J.C.A. Civil de hacienda cobro de honorarios de Javier Arrieta contra El Fisco. Rol s/n. Mayo 20 de 1895. U.C. 18. f. 2 vta. 132 Extraído de Memoria del Ministerio del Interior, Imprenta nacional, Santiago de Chile 1895. Archivo Regional de la Araucanía, Colección Biblioteca de Historia y Ciencias Sociales.

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Como lo han manifestado mis anteriores, la provincia de Malleco vive

exclusivamente entregada a las transacciones comerciales y labores agrícolas e industriales.

Por este espíritu dominante del trabajo y de la actividad, son menos frecuentes en esta

sección de la República las manifestaciones colectivas que, por diversas circunstancias,

suelen perturbar la tranquilidad pública en otras partes.

Afortunadamente, ningún hecho de esta naturaleza tengo que consignar esta

Memoria, aparte de los de menor trascendencia originados por la vigencia de la ley

municipal. De éstos debo mencionar solamente algunos conflictos que ha habido entre las

autoridades ejecutivas y judiciales con los primeros alcaldes, con motivo de haber negado

los últimos el auxilio de la fuerza de policía cuando aquellas la han requerido para la

ejecución de las leyes o el cumplimiento de sus deberes. En el mes de mayo el juez de

letras de Traiguén dio orden de prisión contra el Alcalde de la Municipalidad del mismo

pueblo. La policía tuvo temor de aprehender a su jefe, y en tal emergencia, el juez pidió a la

Intendencia fuerza de línea para que no quedara burlada la acción de la justicia.

A consecuencia de estos sucesos, el señor Alcalde tuvo que dejar el puesto a otro

municipal. Este negó más tarde, en febrero, el auxilio de la fuerza de policía al Gobernador,

para resguardar el orden en la población de Quilquén, donde se reunían numerosos grupos

de trabajadores, que llegaron en sus excesos hasta el extremo de asaltar y herir a los

empleados de la estación. Hubo, pues, necesidad de establecer en ese lugar un

destacamento del regimiento núm. 1 de Caballería, de guarnición en Angol.

Con posterioridad se han producidos inconvenientes análogos en otras comunas,

como en Lumaco, para donde el Gobernador de Traiguén pidió la tropa de línea, a solicitud

de la Inspección de Tierras y Colonización, para poder devolver a los padres misioneros

una hijuela retenida por uno de los mismos alcaldes.

Este abandono de algunos alcaldes del cumplimiento de los deberes que les

prescribe la ley, trae al buen servicio los inconvenientes, retardos y desmoralizaciones que

es fácil imaginarse y distrae a la tropa de línea de las obligaciones militares que le son

propias.

No ve el infrascrito otro remedio a semejante situación sino en que, por la pronta

reforma de la ley de Municipalidades, pasen a disposición de las autoridades

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administrativas los cuerpos de policía, necesidad más sentida de las provincias del Sur que

en cualquiera otra parte del país, para atacar y prevenir la criminalidad siempre presente.

Subsiste otro inconveniente para el gobierno interno de la provincia en la

perturbadora independencia que han ido tomando paulatinamente algunos servicios

públicos, dependientes de direcciones centrales establecidas en Santiago. Estas van

quitando toda iniciativa a los Intendentes, retardan el despacho de los negocios que por su

intermedio se tramitan. En otros casos la Intendencia ignora el movimiento de empleados, o

lo conoce por la práctica viciosa y anómala de recibir avisos o transcripciones de esos

mismos empleados, quienes obran así con cierto carácter de independencia, que los coloca

a veces fuera del radio de vigilancia de los agentes del Ejecutivo.

No necesito exponer detalladamente el mecanismo administrativo de algunas

oficinas, como la de colonización, correos, telégrafos, registro civil, cárcel, visitación de

escuelas, etc.; porque V.S. lo conoce muy bien; he querido insinuar un defecto y nada más.

Ya el Ministerio de Industria y Obras Públicas ha reaccionado contra este

procedimiento irregular en circular de 6 de febrero del presente año, en cuanto a ingenieros,

arquitectos e inspectores encargados de estudiar, dirigir la ejecución o vigilar los trabajos

fiscales. Estos empleados, siguiendo la tendencia de que me ocupo, desconocían las

facultades que tienen los Gobernadores e Intendentes de ejercer dentro de su jurisdicción, la

supervigilancia que estimen necesaria sobre aquellas obras.

Entorpece también la buena marcha de los diversos servicios, la falta de edificios

fiscales para oficina. Esta necesidad se deja sentir en todos los Departamentos de la

provincia.

Comprando casas espaciosas para este objeto, ganaría el público en comodidad y el

Erario nacional economizaría una cantidad crecida, por cuanto se establecerían en un

mismo local todas las oficinas públicas.

La siguiente lista da a conocer el número de edificios fiscales existentes en la

provincia, a excepción de los de la Empresa de los Ferrocarriles:

Angol Traiguén Victoria Collipulli Escuelas 1 2 1 Liceos 1 Cárceles 1 1 1 2 Cuarteles 3 2 2 1

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De la Colonización 1 1 Hospitales 1 Lazaretos 1 1 1 Casa habitación para Intendentes y Gobernadores 1 1 Id. para Gobernación 1 Como V.S. ve, solo en la ciudad de Traiguén hay un edificio para gobernación; pero

todas las demás poblaciones carecen de casa para telégrafos, correos, escuelas, etc., etc.

En Angol existen en la plaza de armas un solar de propiedad fiscal con bastante extensión

para construir en él una casa espaciosa donde podrían agruparse las oficinas públicas. Los

planos y presupuestos correspondientes han sido ya ejecutados y se encuentran en la

Dirección General de Obras Públicas. Sería por lo tanto muy conveniente que se consultase

en el presupuesto para 1896 un ítem para llevar a cabo un trabajo de tan notoria importancia

y necesidad.

De los servicios en particular, puedo dar a V.S. los datos que paso a exponer.

El suceso que más ha llamado la atención de los agentes del Ejecutivo durante el

año de 1894, ha sido sin duda la implantación del nuevo régimen municipal.

La vigencia de la ley de 22 de diciembre de 1891 ha introducido en los servicios

administrativos de la provincia una serie interminable de dificultades, tanto por lo

impracticable que es en mucha de sus disposiciones, cuanto por la discordancia que hay

entre esta ley y otras de la República, y sobre todo por la escasa preparación cívica que

tienen los ciudadanos para desempeñar las funciones que les acuerda la nueva organización

comunal.

En informe pasa a V. S. en octubre del año pasado, detallo los inconvenientes más

notables que han surgido en la práctica. Como aún subsisten, o han aparecido otros, voy a

exponerlos en conjunto para llevar al ánimo de V. S. el convencimiento de la verdad que

envuelve la aseveración apuntada.

Los gobernadores y el intendente no tienen medios para garantizar el orden público

y prevenir las depredaciones de la criminalidad; lo que ha mantenido en constante alarma a

los habitantes de esta provincia. Agregase a esto la insuficiencia de los cuerpos de policía y

la disolución de las secciones encargadas de la vigilancia rural. Hay que tomar en cuenta

otros dos factores que esterilizan la acción de estos cuerpos: su permanencia constante en la

parte poblada de las respectivas municipalidades, y la continua remoción de sus jefes que,

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por intereses particulares o políticos, se llevan a cabo en estas corporaciones. La agricultura

ha tenido que resentirse con tal abandono y multiplicarse los salteos y robos, sobre todo en

los departamentos de Victoria, Traiguén y Collipulli.

La siguiente lista da a conocer el personal con que cuentan las policías de las

diversas municipalidades:

Jefes Tropa Gastos Angol 2 37 $ 9,313 Sauces 1 8 2,915 Traiguén 4 50 14,413 32 Lumaco 1 10 3,446 Quillem 1 11 3,300 Collipulli 1 15 6,977 99 Ercilla 1 12 3,368 Curaco 1 9 3,544 Victoria 3 44 17,550 Creo que es oportuno manifestar aquí a V.S. que la ordenanza que reglamenta el

expendio de bebidas alcohólicas, dictada con tan altos propósitos, es en la actualidad

infructuosa en la mayor parte de los municipios de esta provincia la moralidad del pueblo

no se ha mejorado en nada y las clases proletarias mas que antes, se entregan al

alcoholismo sin límite, lo que perjudica en extremo a la agricultura e industrias.

El establecimiento de municipalidades en pequeños centro de población, sin vida

propia y sin porvenir, es otro de los factores que ha perturbado la marcha fácil y natural de

los servicios públicos. Entre estos municipios debo citar principalmente al de Los Sauces,

que ha quitado un buena parte de sus entradas a la población de Angol; el de Lumaco, a

Traiguén, y el de Curaco, que ha dejado a Collipulli en una situación verdaderamente

insostenible.

Este es uno de los motivos por que ninguna de las municipalidades, cabecera de

departamento, cuenta con los recursos suficientes para atender debidamente los servicios

más indispensables. La Municipalidad de Collipulli, a causa de esta escasez de fondos, ha

tenido que suprimir el alumbrado público y pronto hará lo mismo con la policía de

seguridad.

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La lista que copio enseguida manifiesta la desproporción rentística de las

municipalidades, tomando en cuenta la importancia que cada una, sus poblaciones y la

extensión de sus territorios:

Renta $ Angol 33,897 Los Sauces 8,410 Traiguén 72,614 Lumaco 11,981 92 Quillem 10,852 Collipulli 19,115 74 Ercilla 12,05831 Curaco 6,300 Victoria 58,331 En el manejo de sus rentas no se nota igualmente en los municipios, el espíritu de

economía y el criterio elevado que exige este ramo de la representación local. En unas

partes se pagan sueldos exorbitantes a empleados innecesarios, y en otras se hacen gastos

extraños a los servicios locales. Me bastará citar, en comprobación de este juicio, el caso de

la Municipalidad de Los Sauces, que ha pagado con fondos de la comunidad artículos de

polémicas publicados por la prensa.

Sin embargo, el infrascrito y los gobernadores, teniendo por regla de conducta el

orden y el progreso político del pueblo, no han economizado su concurso de labor y buena

voluntad para que la ley rigiera sin tropiezos, disposición de ánimo se ha ido a estrellar con

los muchos y perturbadores defectos de esta ley, de los que hemos insinuado solamente los

mas capitales.

Caminos y puentes

La nueva ley de municipalidades ha llevado también sus inconvenientes a tan

importante rama de los servicios públicos, vida y porvenir en las extensas zonas agrícolas

que comienzan a trabajarse en esta provincia.

Se puede afirmar sin exageración, que los caminos en general se encuentran en un

estado de completo abandono. Desde las primeras lluvias quedan intransitables hasta las

mismas puertas de las ciudades, y el tráfico transporte se paralizan, con las consiguientes

pérdidas de dinero y tiempo para la agricultura.

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En las estaciones favorables del año entran otras causa a interceptar los caminos,

como son los derrames, el mal estado de los puentes y aún variaciones y cierros que hacen

los propietarios.

En cuanto a lo último, el intendente y los gobernadores han hecho uso de las

atribuciones que le otorga la ley.

No solo se han ejecutado, pues, nuevos trabajos en los caminos para mejorarlos,

sino que ni se han practicado las reparaciones mas necesarias para dejarlos medianamente

expeditos. Me refiero a los caminos principales o públicos; porque los secundarios o

vecinales se encuentran en peores condiciones todavía.

La supresión de los antiguos inspectores de camino e ingenieros de provincia y la

escasa suma que las municipalidades dedican a este servicio, han influido directamente en

crear este estado de cosas.

Las cantidades que se detallan a continuación darán a conocer a V.S., la exigüidad

de las sumas que se dedican a los caminos de vastísimos territorios:

Extensión Cantidades Calculada $ Angol 1,200 3,000 Los Sauces 1,100 1,000 Victoria 1,100 2,000 Traiguén 700 1,000 Quillem 600 3,000 Lumaco 800 1,000 Collipulli 700 Curaco 1,000 Ercilla 400 1,200 En el informe de que he hecho mención, aduzco algunas razones en favor de la

conveniencia de poner, como antes, los caminos públicos, como que pertenecen a la nación

y no a las comunas, bajo la dirección de los agentes del Ejecutivo.

Solo así vendrían a tener pronta solución problemas de vital importancia que hay

pendientes sobre el particular, entre los cuales deben contarse la apertura de un camino de

Collipulli a las montañas del Este; de la de los caminos que pongan en comunicación las

estaciones de Pidima, Ercilla y Pailahueque con los públicos que van de una ciudad a otra,

y la conclusión rápida del camino de Victoria a Curacautín.

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Esta última vía de comunicación entre la República Argentina y Chile, ha sido

trabajada últimamente por el cuerpo de ingenieros. Su importancia es indisputable, puesto

que constituye la salida obligada de las producciones de una gran parte del territorio de

Neuquén, producciones que encuentran su retorno en otros artículos de nuestro país.

En consecuencia, me permito opinar en el sentido de que el Gobierno debe atender

preferentemente dicha obra, para lo cual sería menester estacionar en Victoria, durante el

invierno, al cuerpo nombrado para continuar a principios de la primavera los trabajos

interrumpidos.

Los puentes se encuentran asimismo en condiciones que dejan mucho que desear,

No se comprende esta falta de atención aquí donde los elementos para esta clase de obras

son tan abundantes y baratos.

Correos, telégrafos y teléfonos

Las oficinas de correos han funcionado, en las cabeceras de departamentos, en

edificios de propiedad particular que no prestan las comodidades necesarias, y en las

estafetas, en las casas de los empleados.

Las necesidades más urgentes que hay que atender, según informes que se han

suministrado, son las de dotar con un empleado auxiliar algunas oficinas, como la de

Victoria, y aumentar los días de correo para algunas poblaciones, como Curacautín, en el

departamento de Mariluan.

El siguiente es el movimiento habido en las oficinas de la provincia:

Correspondencia recibida En Angol..................................................................... 216,707 piezas En Traiguén................................................................ 254,164 “ En Victoria................................................................. 251,971 “ En Collipulli............................................................... 112,954 “ Correspondencia Despachada De Angol..................................................................... 173,367 piezas De Traiguén................................................................ 125,090 “ De Victoria................................................................. 154,096 “ De Collipulli............................................................... 47,508 “

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Movimiento de Giros Postales

Oficina de Angol: Giros emitidos............................................................. $ 25,729 13 Derechos..................................................................... 286 30 Giros pagados............................................................. 19,613 96 Derechos..................................................................... 218 70 El servicio de telégrafos se hace también en la provincia con toda regularidad. Las

oficinas están establecidas, lo mismo que las de correos, en edificios particulares,

inadecuados en su mayor parte.

Llamo la atención de U.S. a la urgencia que hay en llevar a cabo cuanto antes la

construcción de la línea entre Victoria y Curacautín. Esta es una población que ha tomado

un incremento positivo en este último tiempo, y que está aislada de toda comunicación,

circunstancia que ofrece graves inconvenientes al comercio y al Juzgado del Crimen de

Victoria, para la persecución de los malhechores que toman el camino de la República

Argentina.

La oficina central de Angol ha tenido en el año próximo pasado, el siguiente

movimiento:

Telegramas Trasmitidos

Palabras Valor De pago, 7,883......................................... 97,913 $ 2,250 48 Oficiales, 1,736........................................ 56,982 1,187 10 De servicio, 4,784.................................... 89,224 1,770 48 Retrasmisión, 11,569............................... 2.299,840 45,397 80

Telegramas Recibidos

De pago, 8,017............................... 111,913 $ 2,178 63 Oficiales, 1,669.............................. 61,549 5,117 52 De servicio, 5,244.......................... 98,479 1,881 58 Retransmisión, 117,569 .................. 2.299,840 Cable central, 1.............................. 6 36 Valor efectivo de los telegramas anteriores. $ 2,286 48 Id. nominal de los id. id.................. 57,533 11

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El número de aparatos con que cuenta la oficina es de seis simples y un duplex, que

funcionan todos ellos, sin interrupción, desde las 8 A.M. hasta las 9 o 10 P.M., y cuando

hay recargo, hasta las 12 P.M.

Este trabajo abrumador exige que para cada aparato haya dos empleados, a fin de

que se turnen de tres en tres horas.

El duplex, instrumento que permite recibir y transmitir simultáneamente por una

sola línea, debe ser atendido por cuatro empleados: dos en cada turno.

De modo que para que el servicio no sufra y los empleados tengan algunas horas de

descanso después de un trabajo tan pesado, como es el del telegrafista, es de grande

urgencia que se dote a esta oficina de diecinueve empleados: dieciséis para los aparatos,

uno para llevar las cuentas, archivo, etc., y dos para la vigilancia del servicio, recepción y

distribución de útiles a la veintiuna oficinas que dependen de la subinspección, etc. Los dos

últimos son el sub-inspector y el segundo empleado.

Cuenta esta provincia con una línea telefónica que comunica las ciudades de

Victoria y Traiguén y varios fundos y estaciones de ambos departamentos. Esta línea presta

importantes servicios al comercio y habitantes de los puntos mencionados.

Beneficencia

Este ramo de los servicios administrativos no está indudablemente en esta provincia,

en armonía con su progreso y las necesidades del momento.

La población aumenta día a día en los departamentos y los hospitales conservan sus

mismísimas entradas, lo que ha producido en este último tiempo un sostenible desequilibrio

entre los gastos hechos y los fondos reunidos.

Es menester, pues, que en el año próximo se consulten en el presupuesto genera

mayores cantidades para el sostenimiento de tales establecimientos de caridad.

El Supremo Gobierno ha estudiado la manera de ceder a los hospitales de esta

provincia algunas hijuela para que con los usufructos tengan una entrada más, con que

subvenir a sus necesidades. Esta idea, sobre ser laudable y justa, es hasta reparadora; pues

en 1893 se quitó al hospital de Angol una hijuela que poseía desde tiempo inmemorial y se

remató.

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Los edificios son, por otra parte, antiguos y no reúnen las condiciones higiénicas

que se requieren, exceptuando el de Angol, que es un tanto mas espacioso y cómodo.

Con las reparaciones que se han ejecutado y las que se harán en breve con los

auxilios concedidos por el Gobierno, quedará con mayor capacidad y podrá dar asilo a una

parte más considerable de los numerosos enfermos que afluyen de toda la provincia.

En Victoria no hay hospital. Inútil es detenerse en los perjuicios que acarrea este

vacío. Basta saber que la población es allí densa y heterogénea; pues está compuesta de

nacionales, colonos e indios, todos los cuales no tienen recursos para medicinarse en sus

casas. Por ambas circunstancias, aquel departamento necesita un hospital con mas urgencia

que cualquier otro servicio y será mas útil que en todos los demás departamentos de la

provincia.

He aquí el movimiento de estos establecimientos:

Angol Hombres Mujeres Existencia el 31 de diciembre de 1893.................................... 12 3 Entrados en 1894..................................................................... 263 182 Salidos en 1894........................................................................ 29 13 Existencia en 31 de diciembre de 1894................................... 8 7 Asistidos en la dispensaría...................... 720 1,728

Traiguén Existencia en 31 de diciembre de 1893......................................... 2 Entrados en 1894........................................................................... 163 Fallecidos en 1894......................................................................... 18 Salidos en 1894............................................................................. 139 Existencia en 31 de diciembre de 1894......................................... 8 Asistidos en la dispensaría............................... 639 891

Collipulli

Existencia en 31 de diciembre de 1893.......................................... 12 5 Entrados en 1894............................................................................ 123 60 Salidos en 1894............................................................................... 121 54 Fallecidos en 1894.......................................................................... 10 7 Existencia en 31de diciembre de 1894........................................... 4 4 Asistidos en la dispensaría ................................ 108 215

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Si este es el estado de los hospitales, puede calcular US. cual será el de los lazaretos:

fuera del de Angol, arreglado en medianas condiciones de comodidad, los demás no

merecen siquiera el nombre de tales.

Urge construir lazaretos en todas las cabeceras de departamento, tanto por la

circunstancia apuntada, como por ser la viruela mas frecuente en estas poblaciones que

carecen de agua corriente y potable, y por haber quedado estos edificios valiosos muy

inmediatos a las ciudades con la natural extensión que éstas han tenido.

Salubridad

Ardua ha sido la tarea que en este ramo se han impuesto hasta hoy de consuno

autoridades administrativas y municipales: ello era necesario para estar prevenidos contra la

epidemia del cólera, y para ir mejorando poco a poco la salubridad de localidades

relativamente nuevas y entregadas tan frecuentemente a sus escasos recursos.

Los consejos departamentales de higiene han funcionado principalmente en Angol y

Traiguén, y a su benéfica acción se deben medidas previsoras y de positiva utilidad. Las

policías de aseo, a cargo de los alcaldes, no servidas en todas las municipalidades con la

atención que merecen, han constituido la base principal de la higiene pública.

Pero nunca será ésta completa sin que las ciudades cabeceras de departamento estén

dotadas de agua potable. Victoria, Traiguén y Collipulli carecen de ella, Angol cuenta con

este elemento indispensable de vida y salud; pero de un modo imperfecto y en condiciones

incompletas: la cañería es insuficiente y antigua, y los estanques, a la vez que de un sistema

primitivo, no contiene la cantidad de agua necesaria para el consumo de la población.

Notando el que suscribe esta deficiencia, pidió al Gobierno que mejorase el servicio

de agua potable de Angol. La Dirección de Obras Públicas comisionó a un ingeniero para

que levantara los planos respectivos. Concluido y aprobado este trabajo preliminar, se han

concedido diez mil pesos.

Con esta se comenzará los trabajos de estanques y cañería surtidora y matriz. Para el

año venidero se podría encargar a Europa la cañería para la población y proceder a su

colocación, terminando así la obra en conformidad al proyecto de aquella oficina.

Una de las medidas mas urgentes que convendría adoptar como higiene, sería la de

dotar de agua potable a las ciudades arriba nombradas, Victoria, Collipulli y Traiguén. En

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todas ellas se hace uso del agua de pozo para la bebida, y es evidente que, por las

filtraciones, perjudica la salubridad, aumentando las epidemias o dando origen a numerosas

enfermedades. Por esta razón me permito rogar a US. se sirva tomar las medidas del caso a

fin de que vengan de la Dirección de Obras Públicas los ingenieros necesarios a practicar

los estudios preliminares como lo he solicitado del Ministerio del Interior en diversas

ocasiones.

Subsanado este inconveniente que doy cuenta, la viruela hizo su aparición en todos

los departamentos; pero no asumió caracteres alarmantes, ni tomó la extensión de otras

épocas, debido, sin duda, a las precauciones que se tomaron a tiempo, y sobre todo, al

mayor trabajo que se impuso a los vacunadores.

La experiencia ha demostrado a este respecto que el número de dichos empleados es

insuficiente y que sería útil crear el empleo de vacunador extraordinario, con residencia en

Angol, para mandarlo a los lugares donde la epidemia recrudeciera.

Este es el cuadro de las vacunaciones practicadas en el año 1894 en toda la

provincia:

En Angol.......................................................................... 3,937 En Traiguén..................................................................... 2,030 En Victoria...................................................................... 2,676 En Collipulli.................................................................... 1,603

Cárceles

El estado de los establecimientos carcelarios de la provincia dista mucho de ser

satisfactorio; los edificios están unos en ruina y otros completamente deteriorados.

La cárcel de Angol se reciente de su antigüedad y de los naturales deterioros del

tiempo: carece de toda comodidad e higiene y las paredes, puertas, ventanas y techumbre

exigen una inmediata reparación, para dar así al establecimiento la seguridad que necesita.

La cárcel de Collipulli, aunque construida de material sólido y conforme al sistema

moderno, denominado celular, exige prontas reparaciones para evitar que, por defectos de

construcción, el edificio pueda sufrir males de consideración, que importen al Fisco

mayores gastos.

En Traiguén se ha concluido igualmente un sólido edificio para establecimiento

penal, que consulta todas las ventajas deseables pero hasta la fecha no se ha habilitado, a

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causa de las dificultades de la dirección de Obras Públicas con el contratista. Antes que

avance el invierno, sería muy oportuno que US. interpusiera su mediación para que se

entregue la cárcel al servicio.

En Victoria puede decirse que no hay cárcel, y ello constituye una amenaza para la

población, como sucedió en la última fuga de reos, y un inconveniente para la

administración judicial del departamento. En efecto, el primer Gobernador habilitó un

antiguo galpón de Ejército una cárcel provisional. Con una cantidad insignificante se

habilitó un salón como de dieciocho metros de largo, con camarilla, piso y paredes laterales

de madera, de gruesos tablones por dentro y tabla tinglada por fuera, con un pequeño patio

de salida. Pero este edificio improvisado no era naturalmente para contener mas de cuarenta

reos, y como la criminalidad en Victoria es más grande que en los otros departamentos de

la provincia, la cárcel provisional a que me refiero, se ha hecho insuficiente para el ingreso

de muchos reos, y se presta a la evasiones consiguientes. No necesite encarecer a US. la

necesidad que hay de subsanar esta desorganización de la cárcel de Victoria. Ella se impone

por si misma.

Existe todavía otro grave inconveniente en el servicio de cárceles: las guardias son

insuficientes, porque la ley de presupuestos vigente ha suprimido una plaza de guardián y

una de guardia. Las plazas de guardianes, sobre todo, son indispensables; suprimiendo una,

recae todo el peso del servicio en el único que queda. Y como es al guardián a quien

corresponde la inspección diaria de los calabozos, de la guardia, del rancho, etc., resulta

que este solo empleado no puede, en modo alguno, hacer toda la vigilancia o la hace

imperfectamente, desatendiendo algunas de sus obligaciones.

De manera que para sistemas, el servicio de establecimientos penales, hay que

concretarse a estos dos puntos capitales, que la dirección del ramo puede estudiar y resolver

oportunamente: mejor organización de las guardias y reparación material de los edificios.

A este último propósito se encaminan las últimas gestiones que he hecho ante el

Ministerio respectivo, con referencia a la cárcel de Angol; ojala se les prestara favorable

acogida.

Paso ahora a formar el cuadro del movimiento de reos habido en 1894:

Cárcel de Angol

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Existencia en 31 de diciembre de 1893......................................... 61 Entrados en 1894........................................................................... 369 Salidos........................................................................................... 368 Existencia en 31 de diciembre de 1894......................................... 62

Cárcel de Traiguén

Existencia en 31 de diciembre de 1893......................................... 56 Entrados en 1894........................................................................... 692 Salidos........................................................................................... 679 Existencia en 31 de diciembre de 1894......................................... 69

Cárcel de Collipulli

Existencia en 31 de diciembre de 1893................................... 41 Entrados en 1894..................................................................... 272 Salidos..................................................................................... 224 Existencia en 31 de diciembre de 1894.................................... 89

Cárcel de Mariluan

Existencia en 31 de diciembre de 1893: (no había cárcel). Entrados en 1894..................................................................... 344 Salidos..................................................................................... 323 Existencia en 31 de diciembre de 1894.................................. 21

Administración de Justicia y Registro Civil

La administración de justicia ha tropezado este año son serios inconvenientes

creados por la vigencia de la ley de municipalidades de 22 de diciembre de 1891. Los

alcaldes, en algunos casos, no le han prestado el auxilio de la fuerza de policía, como ha

ocurrido en Traiguén y en otras munas.

Esta falta de cooperación acarrea gravísimos perjuicios, por lo que hace prevenir los

crímenes o delitos, a diligencias judiciales en lo civil y a la traslación de reos de uno a otro

punto.

La existencia de inconvenientes tan perjudiciales a la buena marcha de la

administración de justicia, no cesaría sino con la creación de la policía judicial de que

tantas veces se ha tratado.

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El servicio de Registro Civil es incompleto en la provincia, por cuanto hay

localidades importantes que carecen de estas oficinas, entre las cuales sólo mencionaré a

Ercilla y Curacautín. La primera con una numerosa población, y la segunda situada en la

región andina, a una gran distancia de la ciudad de Victoria. Se hace, pues, indispensable la

creación de una circunscripción en cada una de las subdelegaciones nombradas.

Se hace del mismo modo indispensable en la ciudad de Angol, la creación de un

cementerio laico, conforme a los que existen en todas las cabeceras de provincia de la

República. En la actualidad solo hay uno que es parroquial, a pesar de ver en las

inmediaciones de la ciudad terrenos fiscales disponibles. Oportunamente la Junta de

Beneficencia estudiará este problema de tanta utilidad pública y practicará las diligencias

del caso para darle acertada solución.

Paso a dar a US. los datos sobre el movimiento del juzgado y Registro Civil:

JUZGADOS

Departamentos Causas civiles Falladas Causas criminales Falladas Angol............................................. 92 74 81 62 Traiguén......................................... 315 65 352 127 Victoria.......................................... 160 52 227 46 Collipulli........................................ 132 44 120 92

NOTARÍA Y CONSERVADOR

Departamentos Inscripciones Escrituras Angol......................................................................................... 600 252 Traiguén..................................................................................... 1,331 668 Victoria...................................................................................... 646 882 Collipulli.................................................................................... 421 304

REGISTRO CIVIL

Circunscripciones Nacimientos Matrimonios Defunciones Angol............................................................... 759 92 503 Sauces.............................................................. 215 35 133 Traiguén........................................................... 1,140 218 641 Lumaco............................................................ 246 24 164

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Purén................................................................ 170 20 98 Victoria............................................................ 2,250 144 749 Collipulli.......................................................... 600 114 451

División Territorial

Muy imperfecta es la actual división administrativa de la provincia de mi mando.

Desde la creación de ésta no se ha innovado absolutamente en los límites de las diversas

subdelegaciones de todos los departamentos, no obstante, el cambio que han experimentado

esas secciones con el incremento de la población y el establecimiento de nuevas aldeas.

Esto como es fácil suponerlo, perjudica de una manera evidente al correcto y fácil servicio

administrativo y de justicia de menor cuantía.

Consigno a continuación los datos que sobre el particular me comunican los

gobernadores:

El de Traiguén: “Hay subdelegaciones, como Quillen, cuya configuración

geográfica, de una inmensa extensión y falta de caminos hacen casi imposible el acceso a la

cabecera de ella a los habitantes que viven en la zona oeste de la subdelegación y cuya

extensión es más de la mitad de dicha subdelegación. Lo mismo puede decirse de las de

Lumaco y Quechereguas. Una de las dificultades, y no es la menor, es que los litigante o

personas que tienen que hacer alguna gestión judicial o administrativa ante los jueces de

subdelegación o subdelegados, suelen a veces recorrer hasta catorce leguas, solamente

debido a que la autoridad se le ha dado otra resistencia que aquella en que naturalmente

debiera estar. Así los habitantes de la importante población de Quino necesitan venir a

Traiguén, donde reside el juez de subdelegación; porque la subdelegación de su nombre

llega hasta la plaza de esta ciudad”.

El Gobernador de Collipulli me dice al respecto: “Este departamento no tiene sus

límites bien establecidos. El límite sur, en lo que se refiere al río Dumo, en el curso de éste

hasta su nacimiento, y desde ahí a la parte media de la extensión comprendida entre los ríos

Traiguén y Malleco hasta la cumbre de la cordillera de Pemehue, es de lo más difícil

establecer. Tengo la seguridad de que los vecinos mas versados sobre los deslindes del

departamento, no podían expresar la verdadera dirección de ese deslinde. Otro tanto sucede

con el límite norte: nadie sabe cuál es el punto de la Cordillera de Pemehue que es

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necesario tomar en cuenta para fijar su línea, a partir desde el punto en que el Renaico

recibe al Mininco. Actualmente se tiene como límite general el río Renaico por el norte; y

por el oriente se hace llegar hasta el Biobío. Como este río nace frente a Lautaro, resulta

que los habitantes del otro lado de este río o salen a Mulchén o a Victoria y verifican allí su

comercio y sus títulos de compra - venta”.

El Gobernador de Mariluan me dice sobre el particular:

“El territorio del departamento está dividido provisoriamente en una sola

subdelegación y ésta en siete distritos.

La Municipalidad de Victoria estudia un proyecto de división administrativa, en el

que se establecen cinco subdelegaciones: Victoria, Curacautín, Colo, Adencul y Llallecura;

y en junio del presente año se remitirá el proyecto al Congreso Nacional para su

aprobación, por lo que recomiendo a US. indique al Gobierno active su pronto despacho. Es

división conveniente, pues se atiende en ella a las verdaderas necesidades del departamento.

Actualmente la falta de esta división entorpece la administración e impide ejercer

con eficacia la acción de la justicia, por carecer la autoridad de agentes en los distintos

centros de población del departamento”.

No menos defectuosa es la demarcación dada a algunas comunas, entre las cuales

resalta principalmente la división de los territorios municipales de Curaco y Collipulli.

Esta división inconsulta de las municipalidades trae inconvenientes, además de los

de orden administrativo y judicial, de otra naturaleza, como de dificultades para la

percepción de la contribución de haberes y para la legalización de los títulos de propiedad.

A propósito de este mismo asunto, ha surgido una controversia de límites entre los

departamentos de Mariluan y Traiguén, sostenida por la Municipalidad del primero y el

Juzgado del segundo y la Inspección de Tierras y Colonización, que dictaminó a petición de

este tribunal de justicia.

Me permito insinuar a US. la idea de comisionar a un ingeniero para que estudie

estas dificultades y formule un proyecto general de división política de la provincia.

Colonización

Dos puntos, preferentemente, han llamado la atención acerca de este servicio. El

primero es lo impracticable que ha hecho el decreto supremo de doce de marzo de 1894 la

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concesión de títulos provisorios a los habitantes de las nuevas poblaciones creadas desde

esa fecha para adelante. El documento al que me refiero faculta a la Inspección General de

Tierras y Colonización, para atender estos títulos provisionales, siendo así que el decreto

supremo de 21 de abril de 1885 que reglamenta perfectamente esta tramitación, concede

igual facultad a las autoridades administrativas.

De este cambio han provenido en la práctica dificultades que hieren de muerte a las

nuevas poblaciones, y, por consiguiente, retardan su crecimiento. Puedo citar a US. un caso

concreto. La población de Curacautín está situada a una gran distancia de Traiguén,

residencia del Inspector General. Es evidente que a los pobladores se les impone una

molestia en ir a pedir título al lugar donde reside aquel funcionario. Muchos no se tomarán

este trabajo y sus propiedades quedarán sin una base legal, tanto mas cuanto se requiere la

presencia de un ingeniero de la Colonización, pagado por los interesados que mida el sitio

concedido y señale su ubicación precisa.

De hacer presente a US., para acentuar este error que los ingenieros de la

Colonización, no pueden estar radicados constantemente en las nuevas poblaciones.

El otro inconveniente que deseo hacer llegar a conocimiento de US. es la ineficacia

de la defensa fiscal de negocios de terrenos del Estado o de los que no han sido totalmente

pagados.

Los juicios iniciados para los deudores morosos, por cuentas insolutas de remates de

terreno, sufren retardos interminables, o se fallan en contra de los intereses del fisco por

falta de pruebas, carencia de recursos, u otros defectos de defensa.

Para remediar este mal, juzgo que sería conveniente dotar a la Promotoría de Angol,

únicamente por ahora, de fondos suficientes para atender los gastos imprevistos que se

originan en esta clase de defensas judiciales. Y en cuanto a la concesión de títulos para las

nuevas poblaciones, juzgo también que sería útil reconsiderar el decreto del 12 de marzo de

1894, y dejar vigente en todas partes, el de 24 de abril de 1885.

Concluiré estas observaciones manifestando la utilidad que reporta al comercio y

progreso de la frontera la creación de nuevas poblaciones. La zona que mas necesita por

ahora un nuevo centro poblado es la de Pailahueque, por su población y actividad de su

trabajo en maderas.

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Instrucción pública

La instrucción secundaria se encuentra en pie de adelanto bastante lisonjero. El liceo

de Angol a seguido progresando en la aplicación de los métodos de enseñanza y

mejorándose en su acopio de útiles y mobiliario y en la parte material del edificio.

Creo superfluo exponer el concepto favorable que me he formado de este plantel de

educación, expresado ya en notas oficiales al Ministerio respectivo, concepto, por otra

parte, que me han manifiesto de propio modo cuatro antecesores y el inspector del liceo

señor Salinas, quien lo reputó como uno de los mejores del país.

He aquí el movimiento del liceo durante el año próximo pasado:

Matriculados................................................................. 210 Asistencia Media........................................................... 180 Exámenes aprobados.................................................... 112 Exámenes reprobados.................................................. 38 Las escuelas públicas son objetos de la más esmerada atención del visitador, de los

gobernadores y del infrascrito.

Mediante las reformas que se llevaron a cabo en algunas, ya en el material de

enseñanza ya en el carácter y régimen interno de ellas, su estado fue el más satisfactorio en

1894 que en los años anteriores. Sólo es necesario para completar estas medidas que van

encaminado la instrucción primaria de esta provincia a tan buena situación, establecer

cuatro escuelas mas, por lo menos, una superior de niños en Traiguén y tres mixtas para

Huequén, Curacautín y Quilquén.

La mayoría de las escuelas funcionan en casas destinadas exclusivamente a

habitaciones particulares, que se arriendan para este objeto. A veces se ejecutan en ellas

algunas remuneraciones para dejarlas adaptables a la enseñanza; pero mas a menudo

quedan en la forma de su construcción primitiva. Es fuera de duda que las buenas

condiciones higiénicas faltan en esta clase de edificios; la luz es insuficiente e inadecuada,

falta la ventilación, los pisos son húmedos, frío o desiguales, y no permiten colocar los

escritorios de un modo estable; todo lo cual da origen a enfermedades en los educandos y

deterioros en los muebles. Sensible es decir que diecinueve de estos locales se encuentran

en tan malas condiciones, por los cuales se paga de arriendo la suma de seis mil

cuatrocientos pesos anuales.

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Todas las escuelas carecen de colecciones completas para la enseñanza objetiva y de

mapas de Chile. Es urgente remediar este detalle para hacer más provechoso y prácticos los

estudios.

Adjunto a continuación algunos datos estadísticos sobre la instrucción primaria. Las

escuelas que funcionan en la provincia son las siguientes:

Angol..................................................................................................... 11 Traiguén................................................................................................ 14 Collipulli............................................................................................... 12 Mariluan................................................................................................ 6 De estas, 27 son fiscales y 16 privadas.

También funciona en Angol una escuela para adultos, pagada por la municipalidad.

La matrícula de alumnos fue la siguiente:

Angol.................................................................................................... 1,055 Traiguén................................................................................................ 1,238 Collipulli............................................................................................... 1,099 Mariluan................................................................................................ 539 No se incluyen entre ésta 40 alumnos que concurrieron a la escuela de adultos.

La asistencia media fue:

H. M. T. En las escuelas fiscales....................................................... 610 827 1,437 En las escuelas privadas........................... .......................... 348 189 537

Gastos

Escuela de Angol.................................................................... $ 11,000 “ de Traiguén.................................................................. 10,000 “ de Collipulli................................................................. 8,380 “ de Mariluan.................................................................. 5,000 ______

Total............................. $ 34,380

Gasto medio anual que corresponde a cada Escuela $ 1,273 33 Gasto medio anual en cada alumno.............. 10 92 “ “ mensual en cada alumno........ 91

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Preceptores

Preceptores 7; preceptoras 20; ayudantes 17; total 44.

Entre los colegios particulares, son dignos de especial mención los que sostiene la

institución denominada Alianza Francesa; los de indígenas, regentados por los padres

misioneros franciscanos, y el asilo y escuela de Frincano, dirigido por el reverendo

Loechweiller, misionero protestante. Este último establecimiento es para huérfanos de

colonos, y proporciona a los alumnos de ambos sexos, instrucción, casa, ropa y

alimentación, todo gratuitamente. Como lleva una vida precaria, me permito recomendarlo

a la protección oficial.

Agricultura e industria

La agricultura y la industria de esta provincia van tomando tanto impulso, que se

puede calcular desde el luego el alto grado de riqueza que habrá de alcanzar dentro de poco

esta sección de la República.

Débese en gran parte este benéfico desarrollo a los muchos elementos de producción

de esta región y al haber entrado ya al concurso del trabajo activo, extensas y ricas

propiedades fiscales.

La elaboración de maderas continuó el año pasado con más actividad que en los

anteriores, y muchos establecimientos que se dedican a esta industria experimentaron

mejoras de consideración, al par que se fundaban otros; todos los cuales han dado segura

estabilidad a esta fuente inagotable de riquezas.

La cosecha de trigo, otra de las grandes producciones de la provincia de Malleco, se

llevo también a cabo con éxito lisonjero, si bien es cierto que en determinadas localidades

sufrió algunas pérdidas por la sequía prolongada que sobrevino.

Es sensible recordar que en el año corriente ha habido pérdidas mayores por la

escasez de brazos y las lluvias de verano, que redujeron la producción a un sesenta por

ciento menos en el departamento de Mariluan, quizás a un cuarenta en Traiguén y a menos

en Collipulli y Angol, estándome a los informes de los gobernadores.

La agricultura comienza a salir por fortuna de las dos producciones típicas de la

provincia: del trigo y de la madera, que no siempre encuentran un mercado fácil y lucrativo.

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En muchas propiedades se ha extendido el cultivo de otros cereales, además del

trigo, y se han creado nuevas industrias agrícolas, como el pasto aprensado, la ganadería, la

viticultura y la producción de lana.

La industria lleva así mismo una marcha progresiva. La fábricas de cerveza, de

alcoholes, de loza y los molinos se mejoran en su maquinaria y aumenta su fuerza de

elaboración.

Creo que la existencia de mantos carboníferos en la provincia, cuya calidad se ha

estudiado últimamente el señor Nogués, comisionado por el gobierno, será un nuevo factor

de adelanto para la industria, si resulta como se cree, utilizable como un regular

combustible.

El incremento, y se quiere el porvenir de la agricultura y la industria de Malleco,

depende de la protección que les preste el gobierno en estas dos formas: disminución de los

precios de flete por ferrocarril para abonos, y facilidades de transporte, y el tiempo y el

valor.

Sabido es que la capa vegetal de estos terrenos es delgada y que pronto puede llegar

a su agotamiento, sin el auxilio del abono. Pero el flete subido del ferrocarril hace ilusoria

toda ganancia y dificulta este adelanto en nuestros sistemas atrasados de cultivo.

Con el transporte de los artículos elaborados o de las materias primas, pasa algo

peor: la escasez de trenes y el valor excesivo de fletes aniquilan a ciertas industrias, sobre

todo a la de maderas.

Aunque más distante de la realidad, insinúo a V.S., otros medios que

favorecerían los intereses industriales y agrícolas del sur.

Tal sería en primer lugar, la creación en el liceo de esta ciudad, de un curso de

agricultura; en segundo, la organización de exposiciones provinciales, que vinieran a

reemplazar a los frívolos espectáculos de los aniversarios cívicos.

Las listas que siguen servirán para conocer la estadística industrial y agrícola de la

provincia.

Trigo cosechado

Angol................................................................................ 220,000 hectáreas. Traiguén........................................................................... 464,000 “ Collipulli.......................................................................... 50,000 “

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Mariluan.......................................................................... 300,000 “

Madera elaborada

Angol........................ .....................................................200,000 piezas Traiguén...........................................................................1.000,000 “ Collipulli...................................................................... 4.300,000 pulgadas o tablas. Mariluan....................................................................... 60.000,000 pies cuadrados

Cebada

Angol......................................................................................... 50,000 hectáreas Traiguén.................................................................................... 25,000 “ Collipulli................................................................................... 2,000 “ Mariluan................................................................................... 2,000 “

Es cuanto tengo que decir en esta Memoria, acompañado originales las de los

gobernadores.

Dios guarde a V.S.

Daniel Bello M.

Al señor Ministro del Interior.

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