revista 1995 - el espíritu de los 60
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Nº 02TRANSCRIPT
1995EL REAL ZARAGOZA DE AYER, HOY Y SIEMPRE.
03/2016
nº2
EL ESPÍRITU DE LOS 60
245
dIRECToR
Francisco Ortiz Remacha
dIRECCIÓN ARTÍSTICA
Zesis
C/Rodrigo Díaz de Vivar, nº6,
local. Zaragoza
CoNTENIdoS
FOR Comunicación
C/Monte Perdido, 3, 35
Zaragoza
dISEÑo oRIGINAL
David Ortiz Abadía
ColAboRACionEs
Pedro Hernández
José Carlos Franco
Álex García
Olga Torres
Fernando Ramos
Víctor Lorente
Daniel Traver
Juan Pelegrín
Rafael Ruiz
Mario Ornat
José Antonio Ciria
FoToGRAFÍAS
Antonio Calvo Pedrós,
colecciones particulares
de Andoni Cedrún, Nayim,
Rafael Ruiz, Corporación
Aragonesa de Radio y
TV, Cadena Cope, Ortiz
Remacha.
Rafael Pintor (AS), PS-
GMAG.NET y yonolatengo
(Creative Commons).
www.revista1995.es
aragonarena
aragon.arena
·1995·
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3
PARQUE DE LOS PRÍNCIPES
Deseo agradecer a todas las personas que hicieron suya la
revista de nuestro nacimiento. Que descargaron con interés 1995
y que disfrutaron de su lectura recordando tiempos tan lejanos
pero tan próximos en nuestro recuerdo. Incluso los más jóvenes, los
que solamente han visto las imágenes del gol de Nayim, o en el
mejor de los casos el partido en alguna repetición televisiva, me
transmitieron su ilusión por tener tan cerca un pedazo de historia
tan formidable.
Imágenes, texto, sonido y sobre todo emociones. Que irán salpi-
cando también en este segundo número historias de antes y de
ahora, con el único objetivo de disfrutar y colaborar para que
siga existiendo una memoria histórica de este club.
No vi jugar a Seminario, tengo fugaces destellos de Marcelino en
la Romareda pero jamás olvidaré la figura de Ocampos como un gladiador sobre el terreno de juego. Por eso he querido unir
a los tres en un reportaje donde aparecen tres goleadores que
compartieron una década en momentos muy distintos del Real
Zaragoza.
Mucho tiempo después, el pasado mes de junio, el Real Zarago-
za estuvo a punto de ascender a Primera División. Al margen de
la decepción que supuso encajar el 2-0 que nos condenaba a
sufrir un año mas en la España profunda del balompié nacional,
el sentimiento de empatía de los seguidores canarios y el abrazo
que ambas aficiones se dieron mezclando alegría y desencanto, me conmovió al abandonar el estadio insular.
Hay anécdotas que merecen la pena ser destacadas, como las
que ocurren en las cabinas microfónicas al transmitir un partido.
Es el caso del gol del Lugo que condenó al Girona a jugarse
contra el Real Zaragoza un ascenso que tenía al alcance de la
mano.
Recordaremos también la figura de Valeriano Jarné, que nos dejó hace unos meses después de una larga trayectoria periodística
siguiendo la actualidad del Real Zaragoza.
Estas y otras historias las encontrarán en este segundo número de
1995. Espero que las disfruten.
Ortiz Remacha
1995
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1995CONVERSACIONES
HISTORIAS
OPINIÓN
SEMINARIO, MARCELINO Y OCAMPOS 09 IÑAKI CANO 38
GOL DEL LUGO 22
EL ABRAZO DE LA AFICIÓN 24
HISTÓRICO DEPORTIVO ARAGÓN 28
SANTIAGO BERNABÉU 32
PARQUE DE LOS PRÍNCIPES 03
EL ESPÍRITU DE LOS SESENTA 07
VELOCIDAD Y REMATE 13
BRILLANTEZ Y EFICACIA 16
FUERZA Y EMBESTIDA 21
VALERIANO JARNÉ 36
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7
EL ESPÍRITU DE LOS SESENTA
Ortiz Remacha
1995
Nadie podía imaginar entonces que
iba a comenzar una década tan brillan-
te y llena de ilusiones para los aficionados zaragocistas. Los más optimistas se confor-
maban con mantenerse en Primera División
y disfrutar de la visita al nuevo estadio mu-
nicipal de los grandes clubes que aporta-
ban espectáculo y goles a un país que ne-
cesitaba de entretenimiento para olvidar
su realidad.
La construcción de la Romareda en 1957
fue el detonante del éxito deportivo. Atrás
quedaban dos décadas de luces y som-
bras, de fracasos deportivos y de proble-
mas económicos que terminaron con la
venta del campo de Torrero. La apertura
de la ciudad hacia el sur y la ilusión que
generó el proyecto tuvo un efecto positivo.
Después de cuatro años en busca de una
identidad propia, con el apoyo municipal y
de los medios de comunicación, el equipo
consiguió cerrar la década más brillante
de su historia con ocho temporadas entre
los cinco primeros de la Liga, cuatro fina-
les de Copa y dos finales de la Copa de Ferias.
Ahora, en 2016, esa época parece perdida
en la noche de los tiempos. Los recuerdos
son en blanco y negro y los supervivientes
de entonces regresan al primer plano de
la atención gracias a entrevistas periodís-
ticas que buscan en el pasado lo que no
se encuentra en la actualidad.
Pero en 1960 no se esperaba el estallido
de la pasión balompédica en el estadio
municipal, que pronto se quedó pequeño
para festejar triunfos memorables en la Liga
y en la Copa, y vivir inolvidables noches de
competiciones continentales que pusieron
a Zaragoza en el mapa de Europa.
Ahora pude ocurrir lo mismo después de casi
una década atroz, llena de fracasos y de
problemas de todo tipo que casi terminan
con el futuro del club. La agónica llegada
de la Fundación Zaragoza 2032 detuvo la
desaparición de la entidad pero la inercia
era tremenda y resultó imposible el ascenso
la temporada anterior, donde ocho minutos
separaron la gloria del purgatorio, donde
nos encontramos una temporada más.
La lucha continúa con los errores propios
de la urgencia, con las lesiones desgracia-
das, con las decisiones tomadas a cara o
cruz, pero con las posibilidades intactas
de que las cosas cambien. Si se consigue
el ascenso esta temporada todo será dife-
rente y el futuro de la institución será com-
pletamente distinto.
El “espíritu de los sesenta” debe regresar al
zaragocismo. Desde la humildad y con los
pies en el suelo pero con la confianza de volver a lo más alto. Con la unidad den-
tro de las diferentes opiniones, con el mismo
sentimiento pese al cambio de los tiempos,
con la identidad recobrada de los gran-
des éxitos.
Para que seis décadas después el Real
Zaragoza encuentre su puesto en el fútbol
español y no lo pierda con la experiencia
del siglo XXI.
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9
Ortiz Remacha
1995
Fueron tres formidables goleadores que
surcaron el firmamento zaragocista en la década de los sesenta del siglo pasado.
Cada uno con un estilo diferente, con una
forma de marcar peculiar y con trayectorias
dispares. El extremo peruano desquiciaba
a los defensas con su velocidad y filigra-
nas con el balón y fue “Pichichi” con el Real
Zaragoza en la temporada 1961/1962
antes de la llegada de “los Magníficos”. El gallego empezó como medio centro en el
Racing de Ferrol y permaneció 10 tempo-
radas en el Real Zaragoza, marcando un
total de 117 goles y convirtiéndose en el
delantero centro por excelencia de la his-
toria del conjunto aragonés en su época
más gloriosa. El paraguayo inició su ca-
rrera con el declive del mejor equipo de
todos los tiempos y comenzó a escribir la
historia de los “Zaraguayos” con una fie-
reza sobre el campo admirada por una
afición que deseaba volver al éxito tras un descenso doloroso. Tres máquinas de
hacer goles que encajaron en un tiempo
donde el fútbol puso en el mapa una ciu-
dad como Zaragoza, que asumía el gusto
por disfrutar de un juego de ataque que
mostró por todo el continente.
SEMINARIOMARCELINOOCAMPOS
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JUAN SEMINARIO
“El loco” marcó 25 goles en 30 encuentros y es el único pichichi en toda la historia del Real Zaragoza
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¿Qué recuerda de su breve pero especta-cular paso por el Real Zaragoza?En aquel Zaragoza estábamos todos unidos,
éramos muy amigos. Cuando salíamos al campo
juramentábamos en los “camarines”. Tuvimos un
gran entrenador como era César Rodríguez, el
cuál nos alentaba y estaba siempre presente.
Ahí no había titulares ni suplentes, ahí jugaba
el que mejor estaba en aquellos momentos. Eso
es lo que es el fútbol, que hay que aprovechar
también a los jugadores suplentes, pues cuan-
do se les pone dan un gran rendimiento.
¿Cómo era el Real Zaragoza de la tempo-rada 1961-1962?Recuerdo grandes maravillas porque estaba
Carlitos Lapetra, estaba Miguel, estaba el
brasileño Duca, también Yarza... en fin, eramos jugadores unidos y solíamos salir al campo a
muerte. Ningún equipo, salvo el Real Madrid
con ese equipo que tenía con Gento, Di Stefa-
no y Puskas, ganó en Zaragoza.
Y la verdad es que Seminario salía y marca-ba gol prácticamente siempre.Efectivamente. No es que quiera presumir, sino
que en el Real Zaragoza yo tenía mucha se-
guridad para hacer goles. A veces hasta me
acercaba al entrenador, César, que era muy
amigo mío, y le decía: “¿qué, ya quieres el gol?
Pues ahora te lo voy hacer” y se lo hacía. En
realidad tenía semejante seguridad porque
todos mis compañeros me apoyaban en todo
momento.
Y, al margen del fútbol, ¿cómo era la Zara-goza de entonces?La ciudad era muy bonita, tanto el centro de
Zaragoza como sus alrededores. Es cierto que
el campo de fútbol estaba un poco apartado,
pero toda la gente estaba muy comprome-
tida con el equipo, asistía a todos los parti-
dos y nos alentaba muchísimo porque nosotros
también dábamos un gran rendimiento para el
equipo.
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¿Cuánto cree que valdría hoy en día un ju-gador que mete 25 goles en 30 partidos?Pues fíjate, gracias a Dios no te puedo decir el
precio, pero ya en mis tiempos pagaron mucho
dinero por mí traspaso. Tanto el FC Barcelona,
como el Real Zaragoza o el Sporting de Lis-
boa, porque he sido un jugador que siempre
he dado rendimiento y me he comportado dis-
ciplinadamente. Nunca he dado motivos para
que dudaran de mi persona y he sido siempre
un goleador en todos los equipos en los que
he estado. No terminé nunca ningún contrato
porque todos me venían a ver y me querían
comprar. Hasta el Real Madrid me quiso con-
tratar en aquellos tiempos.
¿Cuántas horas se entrenaba al día?Entrenábamos dos horas, y si fuera preciso tres.
Siempre estábamos unidos conversando, ima-
ginando el partido del próximo domingo. Que
si con “fulano” hay que tener cuidado... los de-
lanteros siempre estábamos con los jugadores
de atrás y bajábamos a ayudarlos. Había mo-
mentos en los que no nos encontrábamos en
plenitud hasta que cogíamos esa confianza y solíamos salir airosos de aquello.
¿Qué relación mantiene con sus excompa-ñeros? Ellos siempre hablan de una figura que ya falleció, Andrés Magallon.¡Magallon! Era el aguacero, el que nos llevaba
todo, el que estaba siempre pendiente de no-
sotros. Era la persona más cercana que tenía
nuestro entrenador César en aquellos momen-
tos. Que nada más que le decía hay que hay
que ir ahí o allá él estaba presente. Incluso en
los viajes que hacíamos en avión, Magallón
estaba pendiente de todo y César le tenía
gran consideración. Magallón ha sido una be-
llísima persona, lástima que ya no esté en este
mundo.
¿Qué sabe del Real Zaragoza actual?Deseo de todo corazón que el Real Zaragoza
esté en Primera División, porque se lo merece
como equipo. Siempre ha estado en Primera,
aunque lleva algunos años que está en Se-
gunda y sube y baja. No sé qué pasa ahí, hay
que averiguar qué cosa pasa. Hay que saber
llevar también a los jugadores, tanto a los su-
plentes como a los titulares. A los suplentes no
hay que desmerecerlos, al contrario, hay que
animarlos, tienen que conversar.
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Como curiosidad, estuvo a punto de entre-nar a Rafa Nadal porque sus padres que-rían que fuera futbolista antes que tenista.En un momento dado me habló Toni Nadal, el
tío de Rafa, pero tenía un compromismo. Yo en-
señé a Miguel Ángel Nadal, que no sabía ni
parar una pelota y llegó a ser titular en el
FC Barcelona y en la selección. La juventud se
cree que ha nacido aprendida para jugar al
fútbol y eso es una gran mentira. Hay chicos
que tienen condiciones para aprender pero
se pierden a los 13 o los 14 años cuando em-
piezan con las fiestas, los amigos, las amigas...
Y Seminario sigue practicando deporte...Juego al tenis dos o tres horas y sigo corrien-
do, eso es lo que me mantiene con vida. El
deporte, se lo recomiendo a todo el mundo, es
lo que da vida.
Sin embargo, ya no entrena, ¿no?¡No! Quiero vivir tranquilo, no me vaya a dar un
infarto porque tengo el fútbol muy adentro. Eso
es lo que me ha hecho renunciar, porque me
gusta estar tranquilo, vivir mis últimos días y no
tener que sufrir como sufren otros entrenadores.
No estuvo mucho tiempo en el Zaragoza,
sí el suficiente para ganarse el respeto y la simpatía de los aficionados. De ca-
rácter reservado con los medios de in-
formación, explotaba con el balón en los
pies. Seminario llegó por una carambola,
siendo César el entrenador y Faustino Fe-
rrer el presidente. En su primera y única
temporada completa en el conjunto ara-
gonés fue el máximo goleador de la liga
española con 25 goles, 5 más que Puskas.
Comenzaba yo en aquellos tiempos a
dar mis primeros pasos periodísticos, me
asombraba su facilidad goleadora, re-
presentaba una irrefrenable sensación
de alegría verle jugar y la capacidad
con que desbordaba a los contrarios.
En la segunda jornada de liga le hizo 3
goles al Elche en Altabix y una semana
después 4 goles al Racing de Santander
en La Romareda.
Esta joya futbolística no pasaba inad-
vertida en el panorama futbolístico inter-
nacional y la Fiorentina le fichó cuando solo se habían disputado ocho jornadas
de la temporada 62-63. En su adiós de
La Romareda le ofreció otro regalo a la
afición zaragocista marcándole 4 goles al Mallorca en 45 minutos. Seminario tiene
un hueco muy especial en la historia del
club aragonés.
En mi etapa de Consejero del Real Za-
ragoza le invité a visitarnos para rendirle
el homenaje que se merecía. Aceptó de
buen grado y volvió al escenario de sus
triunfos con la camiseta blanquilla. Com-
partí muchas horas con él durante su
estancia en la capital aragonesa, reme-
morando recuerdos de aquellos lejanos
años. Me pidió visitar la Ciudad Depor-
tiva porque le hacía ilusión fotografiar-se con otro gran goleador zaragocista,
David Villa. Juan Seminario me impresio-
nó por sus cualidades futbolísticas pero
también por su calidad humana.
Vicente Merino
VELOCIDAD Y REMATE
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M A R C E L I N O“El “magnífico” más letal de la delantera zargocista, y el verdugo de Lev Yashin
19951995
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Marcelino era un rematador de cabeza
sensacional. El gol que marcó con la se-
lección española ante Rusia, que toda-
vía lo está buscando la “araña negra”, es
una buena muestra de ello. En el giro tuvo
que dar con una pelota que le llegaba
a media altura y demostró su capacidad
de goleador. Era un auténtico delantero
centro, un ariete que sabía situarse con
anticipación desbordando posicional-
mente a los defensas. Junto con Santilla-
na, el que fuera delantero del Real Ma-
drid, fue el mejor rematador de cabeza
del siglo XX en España.
Marcelino contó siempre con el cari-
ño especial de la afición aragonesa. Y eso que que llegó a Zaragoza en 1959
antes de configurarse el equipo de los “Magníficos” y como un jugador de se-
gunda fila. Aprovechó las oportunidades que tuvo y muy pronto se convirtió en
una auténtica estrella, que brilló con luz
propia especialmente tras el gol ante la
Unión Soviética. Fue un tanto mediático
aprovechado por el régimen franquista y
que le dio gran notoriedad nacional.
Fue un futbolista muy especial y llamaba
la atención en la provinciana sociedad
zaragozana de los años sesenta con su
famoso deportivo rojo y las “espantadas”
antes de partidos muy especiales, pero
siempre rendía posteriormente en el terre-
no de juego.
Marcelino formaba parte de una delan-
tera de ensueño, mítica, inolvidable, jun-
to a Canario, Santos, Villa y Lapetra. Fue una estrella necesaria para conseguir
disputar cuatro finales de Copa, dos de Copa de Ferias y llegar con éxito a la se-
lección española. Era un goleador nato,
insustituible, el hombre en el que confia-
ban absolutamente todos para el remate
final que podía significar el tanto de la victoria.
Salvador Asensio
BRILLANTEZ Y EFICACIA
Marcelino, ¿cómo se definiría a si mismo como futbolista?Era sobre todo un portento físico. Tenía 38 pul-
saciones, menos que Indurain, en reposo. El pe-
riodista Alfredo Relaño decía hace poco que
yo era el mejor rematador de cabeza de la
historia. Sí que era un hombre muy veloz, un
delantero centro que en aquella época era
muy difícil de marcar.
Y en aquel equipo no era el único al que era difícil defender...Llevaba a mi lado un equipo impresionante,
sobre todo a un Carlos Lapetra fenomenal, a
Canario… De hecho, el Real Zaragoza por di-
nero no nos podía tener, sobre todo a Lapetra
y a mí. Sin embargo nos quedamos ahí pese a
que nos querían todos los equipos del mundo:
Milán, Inter… pero estábamos en un equipo
en el que disfrutábamos porque jugábamos un
fútbol de una brillantez impresionante.
¿Cuál es el lugar en la historia de Marcelino Martínez Cao?He sido un delantero centro de los mejores que
ha habido en el mundo. Pero, como decía, no
cabe ninguna duda de que si yo no hubiese
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tenido a mi lado en el campo a 11 jugadores
de una categoría impresionante no hubiera
llegado a tanto. El fútbol es un deporte colec-
tivo, no individual, y los triunfos no dependen
de uno solo.
¿Qué recuerda de aquel mítico año 1964?Los Cinco Magníficos de aquel Real Zarago-
za éramos la mejor delantera del mundo, no
la hay hoy en día. Además, el equipo era muy
completo. Aún hoy, a cualquier sitio al que voy,
por ejemplo cuando estoy de vacaciones en
el sur, hay alemanes e ingleses que me piden
autógrafos y me hablan de los Magníficos.
Cualquier comparación actual con el pa-sado es odiosa.Lógicamente no podemos hacer una compa-
ración de aquel equipo con el de ahora. El
Real Zaragoza actual tiene que volver a ser el
equipo grande que fue pero es necesario que
el público piense que tiene que ayudar mucho.
Tienen que ser un 30 o un 40% del equipo y
así volverá al sitio que le corresponde, por el
historial que tiene. Antes el público no era tan
necesario porque la gente que estaba dentro
del terreno de juego era portentosa.
¿Hay más presión ahora que antes?La camiseta pesa mucho, porque detrás de
ella hay un historial mundial impresionante. El
público tiene que apoyarles porque a ellos
ya les pesa mucho el llevar la camiseta de un
equipo legendario. Además, creo que la pren-
sa de Aragón tiene una responsabilidad muy
grande. Han de exigir sacrificio y esfuerzo, pero no pueden pedir un virtuosismo que no pue-
den tener. No se pueden hacer comparaciones
históricas porque el de los Cinco Magníficos es un equipo mundialmente famoso.
¿Confía Marcelino en volver a ver al Real Zaragoza en Primera División en un futuro cercano?Creo que este año, si el público les apoya,
tienen un equipo que puede ascender, porque
he visto a todos los demás rivales. Pero lógica-
mente se les exige mucho, y encima la camise-
ta exige también, lo cual es un inconveniente.
Esta temporada, el Real Zaragoza tiene que
ascender por el historial, pero va a depender
mucho del público porque ellos se van a dejar
la piel en el campo. Creo que tienen unos chi-
cos que están haciendo un esfuerzo muy gran-
de y ellos saben lo que les pesa esta camiseta.
1818
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Siempre ha habido en Zaragoza un gran aprecio por los jugadores técnicos y, al mis-mo tiempo, por los que, como Felipe Ocam-pos, se dejaban el corazón en el campo.No me considero un gran jugador, no tengo
tanta técnica, ni tanta inteligencia. Me he
equivocado dentro del campo por los nervios,
el corazón me latía muy fuerte y me traiciona-
ba cuando tenía que reaccionar. Gracias a
Dios, la afición aragonesa me comprendía en aquellos momentos. Tuve mis errores, bastantes
expulsiones, pero entraba en el campo todos
los domingos con el corazón y dando todo lo
que podía. Tenía unos compañeros fabulosos,
con mucha técnica y mucha inteligencia. Y yo
iba ahí, chocaba y hacía mis goles por la fuer-
za (risas).
Sería un gusto jugar con gente como Arrúa, Diarte, Soto, Planas, García Castany...Aquella época fue fabulosa, los Zaraguayos.
Desgraciadamente, el jugador paraguayo era
desobediente y estaba desubicado, no que-
ría ser profesional. Yo aprendí a ser profesio-
nal con los señores de jugadores que tenía a
mi lado. Y a esta gente no les entraba en la
cabeza. Diarte falleció tan joven porque no
se cuidaba, era un “que viva la Pepa” todos
los días, vivía al día el hombre (risas). Si yo te
contara todas las anécdotas de él… maldita
mi vida.
Hombre, alguna puede contarnos...Me duele muchísimo porque son grandes ju-
gadores pero no tenían la mentalidad de
ser profesionales. Acá en Paraguay uno mete
dos o tres goles y no entrena en tres o cuatro
días, y juega el domingo otra vez. No estaban
acostumbrados a jugar domingo, miércoles y el
domingo otra vez. En Paraguay los futbolistas
prácticamente están acostumbrados al juego,
a las salas, a la juerga, a la bebida... gracias
a Dios a mí no me gustaba nada de eso. Son
anécdotas que nunca he contado de mis pai-
sanos, la verdad. Y yo salí por la puerta de
atrás por culpa de ellos, eh… Aunque no lo
crea.
Lo que quiere decir es que, como ellos eran los figuras, sus faltas o excesos, ¿las paga-ba indirectamente Felipe Ocampos?Imagínese, toda la responsabilidad sobre mí.
Yo en mi casa durmiendo, tranquilamente, a
las 4 o 5 de la mañana, y me llaman: “Felipe,
aquí está jugando fulano, que no puede ni
levantarse. Por favor venga a buscarlo” (risas).
Y claro, como eran paisanos míos, pues tenía
que sacar la cara por ellos también.
Fue el primero en llegar al Real Zaragoza, en la temporada 69 / 70, pero en la cam-paña del descenso a Segunda tuvo una grave lesión.
FELIPE OCAMPOS
“Cara rota” unió el declive de los magníficos con el apogeo de los zaraguayos
1995
20
Sí, en la rodilla. Después de aquella lesión me
traicionaban los nervios porque no aguanta-
ba ya las patadas que recibía. Hoy en día, los
chavalitos cuidan más a un delantero talen-
toso. Pero como yo era tan luchador, recibía
golpes impresionantes. Me rompieron la nariz,
la boca, la ceja... En aquella época los juga-
dores éramos más fuertes, con un poco más de
fuerza en el juego. En cada equipo había dos
o tres que…
¿Se acuerda de Calpe, Felipe y Sanchís en el Real Madrid? ¿Cómo pegaban, eh?Si, hombre, claro que sí. Me acuerdo en el Za-
ragoza cuando le dí una bofetada a Amancio.
Recuerdo aquella jugada, a Arrúa le dieron
una patada y yo le ayudé. Y oigo decir, “oye,
vosotros los indios, que se hacen aquí el llorón”
y me dí la vuelta y me encontré a Amancio…
(risas). Pero aquel día ganó el Real Zaragoza.
¿Cómo se fichaba entonces y quién le fichó?Rosendo Hernández. Vino él, como secretario del club, me vio jugar y me llevó a prueba. Era
un partido amistoso, no me acuerdo del rival,
creo que era el Oviedo. Metí dos goles y ya
fueron al presidente Usón, para que firmara el contrato (risas).
¿Y se acuerda por cuanto fue ese primer contrato?Migaja oye, migaja…400.000 pesetas por tres
años. Yo era el que menos ganaba.
Pasándolo a Euros, unos 2.500, más o menos.Es que nuestra ignorancia en aquella época
era muy grande. Nosotros acá éramos muy dis-
ciplinados y el jugador no podía ni mirar mal
al árbitro, ni mucho menos al entrenador o al
presidente. Éramos como con el dictador, que
aprendimos a crecer calladitos. Pero 400.000
pesetas era plata…aquí en Paraguay. En Es-
paña no era nada.
Cuando se descendió a la segunda división el público estaba también de uñas contra los jugadores y el club, contra su presidente Don Alfonso Usón.Es cierto, es cierto. Gracias a Dios que me salió
todo bien al volver de la lesión, porque con-
sidero que se echó en falta mi actuación en
el descenso a Segunda. Si llego a estar yo,
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no bajamos. No teníamos delantero centro en
aquella época, había muchos jugadores vete-
ranos que ya tendrían que haber abandona-
do el año anterior el club y después tuvieron
que irse al año siguiente.
¿Qué recuerda Felipe Ocampos de la afi-ción del Real Zaragoza?Me acuerdo de tantas cosas... Y después de
20 años, volví a Zaragoza y la gente aún me
reconocía, las peñas que tenía me invitaban
a sus festejos y estuve con ellos. Son tantas
las cosas que he pasado con la afición ara-
gonesa que nunca la voy a olvidar, nunca. La
verdad, era extraordinaria.
Fue uno de los primeros jugadores cuyo nombre fue más coreado y gritado en La Romareda.Sí, sí. Se enteraron de que yo me iba y me de-
cían “no te vayas, no te vayas”. Y yo lloran-
do, te lo juro, yo salí llorando de Zaragoza. Y
lo que más sentía es que salía por la puerta
de atrás por algunos problemas que hubo en
aquel momento. Espero poder volver a ver al
Real Zaragoza en Primera.
En los primeros años de la década de los
70, la bisoñez de mi adolescencia no me
permitió ser consciente de que cuando
asistía a los partidos del Real Zaragoza
en La Romareda, estaba viendo a uno
de esos delanteros únicos, irrepetibles,
que con el paso del tiempo dejaría un
poso imposible de olvidar. A pesar de su
gran envergadura, era capaz de saltar
como nadie y mantenerse suspendido en
el aire lo justo para ofrecernos unos im-
pecables remates de cabeza.
Era también uno de esos delanteros que
lejos de esconderse ante las defensas ri-
vales, eran realmente los defensas quie-
nes le temían a él. Y ese fue a la postre
el desencadenante de su salida del Real
Zaragoza. De Ocampos hay una imagen que todo el mundo recuerda, cuando
acompañado por Violeta y Royo se re-
tira del campo con la camiseta empa-
pada de sangre y la nariz rota. Corría la
temporada 1973-1974 y el Real Madrid
visitaba La Romareda tras una serie de
resultados negativos.
Pirri provocó a Ocampos hasta que am-
bos se enzarzaron en una refriega que
acabó con una tangana entre los dos
equipos y los dos jugadores expulsados,
momento inmortalizado por Calvo Pedrós.
Cuando ambos se retiraban a los vestua-
rios, Amancio se acercó a Ocampos para “despedirse” de él. Y el puñetazo que le
soltó al jugador madridista que lo dejó
K.O. en el suelo fue también algo que se nos quedó grabado para siempre.
El comité de competición le impuso una
sanción de 8 partidos que no sentaron
nada bien en la Junta Directiva de en-
tonces, que cansada ya de las sancio-
nes de Ocampos, decidió no renovarle al final de temporada. Fue el ocaso de un gran jugador. Uno de los mejores de-
lanteros que ha tenido el Real Zaragoza
que siempre podrá decir “que se partió
las narices por este equipo”.
Isidro Oliván
FUERZA Y EMBESTIDA
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GOL DEL7 de junio de 2015. El campo de Butarque en
Leganés esperaba a un Real Zaragoza que
acudía a la última cita de la temporada con
la firme intención de conseguir el pase a los playoffs por el ascenso a Primera División. Hasta ahí, todo normal.
La historia que les voy a contar va más allá del
fútbol y de aquel Leganés - Real Zaragoza. El
calor nos recibió en la localidad madrileña con
un inicio de mes de junio que prometía emocio-
nes fuertes. Y vaya si las tuvimos, más que en
una montaña rusa.
El estadio nos guardaba la primera de las sor-
presas. En las cabinas de transmisión no había
ventanas y el habitáculo en el que nos coloca-
mos el equipo de enviados especiales de Ara-
gón Radio tenía las dimensiones de una lata
de sardinas. El calor era más que angustioso.
Podíamos contar las gotas que nos caían de
la frente y tomaban la nariz como un tobogán
antes de caer a la mesa. Un espectáculo al
principio gracioso pero que con el paso de los
minutos dejó de serlo….
Uno de los aspectos más importantes para en-
tender la esencia del “Gol del Lugo” tiene que
ver con las inexistentes cabinas de transmisión
que hay en Butarque. Se trata de un pasillo lar-
go, muy largo. A menudo recuerda a la imagen
de “El resplandor”, en la que las dos gemelas
aparecen con sus bicicletas y con ganas de
sangre. Solo que aquí lo que salen son compa-
ñeros con mucha prisa y corriendo de un lado
para otro. Todos formamos parte de un mismo
ecosistema en el que, si marca el Leganés, los
oyentes de Zaragoza escuchan al locutor lo-
cal dejarse la garganta. Y si el comentarista
de turno está anunciando una marca de pipas,
los oyentes de Zaragoza maldicen la melodía
de las malditas pipas. Ah, se me olvidaba. Todo
con una sensación térmica de unos 45 grados.
Fernando Ramos
“A tomar por culo el...”
23
GOL DELTodo iba según el plan establecido. El Real Za-
ragoza no iba a ganar fácil el partido y nuestra
gran duda residía en saber si lo conseguiría. El
marcador de Butarque reflejaba un 2-2 que nos obligaba a mirar al Toralín, donde la Ponferradi-
na estaba empatando frente al Alcorcón. Un gol
de los leoneses nos dejaba fuera.
La tensión se podía cortar con un cuchillo. Bue-
no, en esta ocasión sería imposible, porque el
cuchillo resbalaría de la humedad. La historia
del equipo de Aragón Radio en la lata de sar-
dinas seguía su curso, sufriendo por el calor y
sin capacidad para hacer absolutamente nada
más. Hasta que en un segundo todo cambió.
A 731 kilómetros de distancia, en Girona, algo
había ocurrido. Los catalanes podían subir esa
misma tarde a Primera, pero el Lugo les había
amargado la fiesta. Lo supimos porque un com-
pañero de Leganés, cuyo interés en ese partido
se escapaba a nuestro conocimiento, golpeó su
mesa hasta en tres ocasiones y exclamó alto y
claro ¡¡¡Gol del Lugo!!!! ¡¡¡A tomar por el culo el
Girona!!! En ese momento, nuestra vida cambió.
Pronto nos dimos cuenta de que esa frase no se
quedaría en una mera anécdota de un partido.
El encuentro terminó, el Real Zaragoza empa-
tó a dos en Butarque y entraba en la promo-
ción, pero muchísimos oyentes nos preguntaban
qué narices era eso del “Gol del Lugo”. En ese
momento no sabíamos qué responder, más allá
de lo futbolístico. Pero con el tiempo nos hemos
dado cuenta de que el “Gol del Lugo” es una
actitud ante la vida. Una manera de maldecir
un mal día, una expresión que gritar a los cuatro
vientos y dejar claro que la suerte no nos sonríe.
Por eso, de aquí en adelante, sé que cuando os
entreguen un examen que no ha ido del todo
bien, cuando os dejéis olvidado el móvil en el
coche, cuando las llaves se hayan quedado
dentro de casa, cuando os toque ir a comer a
casa de la suegra…repetiréis en vuestra cabe-
za... ¡¡¡Gol del Lugo!!! Y luego le pondréis el final que más os guste.
“A tomar por culo el...”
24
EL ABRAZO DE LAS PALMAS
Fue lo único positivo de un desplazamiento a Las Palmas que se realizó con mucha ilusión y
que terminó estallando en las manos de los seguidores zaragocistas a seis minutos del final. El equipo no dio la talla sobre el terreno de juego y el conjunto canario, después de más de
una década de humillación y sufrimiento, regresó a Primera. Quizás por eso la mayoría de los
24
25
EL ABRAZO DE LAS PALMAS
seguidores de la Unión Deportiva comprendieron, animaron y ovacionaron a los doscientos
aficionados blanquillos a los que hicieron pasillo a la salida del estadio. El fútbol, que tantas veces es intrincado, egoísta, dañino y materialista, fue capaz en esta ocasión de ofrecer su
rostro más amable y solidario.
25
26
del espectáculo que lleva aparejado, al mar-
gen de las ansias por el dinero y la creación
de ídolos que sustituyen a otros valores cada
vez menos importantes en nuestra sociedad.
He de reconocer que me emocioné, que mejoró
mi estado de ánimo después de narrar una de-
rrota para varios miles de oyentes que desea-
ban que les ofreciera la alegría del ascenso.
Contar malas noticias hace que te conviertas
también en algo culpable de lo que transmites,
aunque seas completamente inocente, y gene-
ras rechazo en la audiencia porque no asimila,
en un primer momento, la tristeza de lo que
estás contando.
Es posible que el fútbol sea algo banal y sin
la profundidad de otras cosas importantes de
la vida. Pero es un sentimiento que nos une al
margen de nuestras creencias, edad, sexo o
situación económica. Y que sirve para olvidar
nuestras pequeñas miserias diarias, nuestros
grandes problemas vitales, la decadencia que
nos llevará inevitablemente a la desaparición.
Por eso me parece tan importante ese gesto,
ese abrazo sincero. Y me gustaría volverlo a
ver cuando nosotros seamos los beneficiarios de un éxito a costa de un rival, que no jamás
de un enemigo. Algún día tendremos la posi-
bilidad de consolar a quienes sufran con su
derrota, que será nuestra victoria.
He pisado en casi cuarenta años de profesión
decenas de estadios de Primera y Segunda
División, incluso de Segunda B y de Tercera
con la Copa del Rey. Algunos ya han desapa-
recido como el Insular, el Luis Sitjá, San Mamés,
Atocha, el Carlos Tartiere o Altabix. Otros se han remodelado, como la misma Romareda, y
en algunos he sufrido durante la transmisión
por goleadas que destrozaban a un equipo
entre cánticos que hacían insoportable conti-
nuar con la tragedia.
También he disfrutado con finales de torneos nacionales e internacionales, con triunfos his-
tóricos, con noches inolvidables de Copa. He
viajado desde Copenhague a Salónica, des-
de Londres a Sofía, desde Bistrita a París, des-
de Cracovia a Bratislava, desde Amsterdam a
Presov. Y de Ponferrada a Cádiz, de Éibar a
Murcia, de Salamanca a Palamós, de Gijón a
Málaga, de La Coruña a Sabadell, de Tenerife
a Santiago de Compostela. Pero lo que sentí
a la salida del estadio de Gran Canaria no lo
había experimentado nunca. La corriente de
afecto de numerosos seguidores que de mane-
ra espontánea calmaron la tremenda decep-
ción del puñado de zaragocistas que aban-
donaba las gradas tras la derrota.
Hubo quienes les aplaudieron a la salida, ani-
mando a los aficionados blanquillos. Recorda-
ban los años difíciles de la Unión Deportiva,
que descendió incluso a Segunda División, y
animaban a que los blanquillos siguieran ade-
lante. Pero la imagen más profunda, más en-
trañable, la contemplé al finalizar el partido cuando dos chavales se abrazaron buscando
la complicidad de la satisfacción y el con-
suelo. Fue un acto emotivo, sincero, entre dos
desconocidos que animaban a sus respecti-
vos equipos durante el partido y que compar-
tieron unos segundos donde se mezclaban el
dolor, el éxito, la ilusión y el fracaso.
La imagen que precede a esta columna, que
tuve la oportunidad de conseguir gracias a
una aficionada zaragocista que fotografió el momento, es lo mejor de la temporada porque
no existe ningún tipo de manipulación, de se-
gundas intenciones o de hipocresía. Represen-
ta en esencia lo más profundo del deporte y
Ortiz Remacha
27
El primero en experimentar esa presión en el
Estadio de Gran Canaria fue Andoni Cedrún. El
exjugador del Real Zaragoza y colaborador
de Aragón TV accedió a nuestra posición en el césped, vestido con la camiseta del equipo
aragonés. Mientras tanto, una tercera parte
del aforo, que ya había accedido al campo,
le dedicó una pitada monumental. Le encanta,
así es Andoni. “La que les espera a los jugado-
res”, le comenté.
Ese ambiente previsiblemente hostil – y más, tras
los incidentes de la temporada anterior – no
intimidó a los seguidores del Zaragoza, que
animaron a su equipo hasta el fatal desenlace
y se ganaron el respeto y el cariño de la afi-ción rival. Toda una final en la que los vencidos se fueron con lágrimas en los ojos y entre los
aplausos de los vencedores, con la emoción a
flor de piel.
Tras el partido, y antes de presentar uno de
los informativos más tristes que recuerdo, un
empleado del club me dijo: “tranquilo, el año
que viene estaremos todos en Primera”. Le di
la mano con un nudo en la garganta y volví a
dirigir la mirada hacia los aficionados blanqui-llos, que permanecían en sus asientos. Y esa fue
la misma reconfortante actitud de los depor-
tivos seguidores de Las Palmas con los aficio-
nados zaragocistas, amable y reconfortante.
Volveremos.
Tuve la inmensa fortuna de compartir la dolo-
rosa derrota del Real Zaragoza en Las Palmas
junto a su afición. Sí, la fortuna. De la misma forma que los éxitos se disfrutan más en com-
pañía de tu familia, las decepciones se hacen
más tolerables cuando se comparte el dolor.
Te quedas grogui pero no caes al suelo, por-
que hay manos que te sujetan, a solo un ins-
tante del K.O. Eso fue lo que les sucedió a los 200 zaragocistas que viajaron a Las Palmas y
a los periodistas que transmitimos lo ocurrido
desde allí. Mi labor en el dispositivo especial
de Aragón TV fue vivir el partido a escasos metros de la afición del Real Zaragoza, junto a un córner, y con los seguidores a mi espal-
da. Transmitir en directo, con el mayor detalle
posible, las emociones de los aficionados en la grada. Sus sentimientos, esperanzas y su su-
frimiento, claro. El fútbol también es sufrimiento.
En el programa especial, ese pequeño sector
del graderío era la principal referencia del za-
ragocismo, ya que Aragón TV no podía ofrecer imágenes del partido. Horas antes del encuen-
tro, el ambiente era extraordinario. La afición de la U.D. Las Palmas invadió los alrededores.
Una masa amarilla que no terminaba nunca,
calle arriba, y que con sus cánticos, mostraba
su convicción en remontar la eliminatoria.
Jorge San Martín
1995
27
28
Rafael RuizLa historia de los grandes clubs, como el Real
Zaragoza, no solo se escribe con letras de oro
para recordar los títulos y las grandes gestas
deportivas, sino que también se enriquece de
pequeños logros menos mediáticos, pero que
también merecen ser recordados y valorados.
En la temporada 84-85 el filial zaragocista, Deportivo Aragón, lograba por primera y úni-
ca vez en su historia el ascenso a la catego-
ría de plata del fútbol español. Fue aquel un
proyecto que se planificó con el claro objetivo de ascender, bajo el mandato de la directiva
de Armado Sisqués. Sería Santiago Navarro el
presidente del Deportivo Aragón y el máximo
responsable de este proyecto, que contaría
con un presupuesto, nada más ni nada menos,
que de 100 millones de pesetas de la época.
Se apostó con acierto para la dirección del
mismo por un técnico emergente como era Luis
Costa, que a la temporada siguiente se haría
cargo del primer equipo en sustitución del ita-
liano Enzo Ferrari y que lograría importantes
triunfos históricos para el Real Zaragoza, así
como salvaciones honrosas. Fue asesorado y
acompañado en su labor por Manolo Nieves
como ayudante y por Manolo Franco como
masajista.
Tras la dimisión de la directiva, Santiago Na-
varro no pudo continuar con su proyecto tras
perder las elecciones a la presidencia zara-
gocista, que fueron ganadas por Angel Az-
nar. Manolo Suárez ocuparía definitivamente la presidencia del filial en el momento del as-censo.
Numerosos fueron los integrantes de aquel
equipo que llegaron a disputar partidos con
el primer equipo. Jugadores como Manolo Ruiz, Pedro Moreno, Tomás Blesa, Manolo Abad, Al-
bert Roca, Roberto Elvira o Rafael Latapia, dis-
putaron un buen número de partidos llegando
en algunos casos a participar en la Recopa
de la temporada 86-87. Caso aparte merece
Narcis Juliá, que llegó a militar durante 8 tem-
poradas en el Real Zaragoza con 210 par-
tidos jugados, proclamándose campeón de
copa en el año 86, y que en la actualidad ha
Histórico Deportivo Aragón
30 años del ascenso del filial a Segunda
29
sido nombrado director
deportivo del Real Za-
ragoza. Completaron
la plantilla otros juga-
dores que no tuvieron
tanta fortuna como
Arribas, Sorinas, Maza,
Bernal, Rivera, Bautista,
Iñaki, Juan Miguel, Vales, Bosch, Ornad, Herreros y Requena.
Se logró el ascenso
ocupando el segundo
lugar en la tabla tras
empatar a uno en el
penúltimo partido disputado contra otro clási-
co del fútbol aragonés, el Endesa de Andorra,
resultado que fue suficiente gracias a que el Alavés no logró vencer en su partido. Marcó
primero el Endesa por medio de Bernad y em-
pató el Deportivo por mediación de Latapia.
Cuentan las crónicas de la época que, por
error, el marcador de la Romareda anunció un
segundo gol del Alavés que no era real, por lo
que tanto los jugadores como el público se re-
tiraron pensando que el ascenso no se había
logrado. Posteriormente estallaría la euforia en
el vestuario y llegarían las celebraciones con
visita a la Basílica del Pilar y al Ayuntamiento
de Zaragoza. No pudo mantenerse por des-
gracia la categoría en la temporada siguien-
te, tras lograr solo 9 victorias en una liga con
rivales de mucha entidad.
El pasado mes de noviembre, la Asociación
“AupaZaragoza.com” recordaba el 30 aniver-
sario de este ascenso, entregando el trofeo
“León Zaragocista” en la “X entrega de Trofeos
Memotiva” a este Deportivo Aragón, con pre-
sencia de numerosos integrantes de aquella
plantilla y gran afluencia de invitados. Un acto emotivo que sirvió para recordar esta peque-
ña pero bonita consecución que hemos con-
tado y que forma parte también de la historia
de nuestro Real Zaragoza.
30
LUIS COSTACon un equipo de chavales logró ascender a Segunda División.Es el único caso que hemos tenido aquí en
Aragón, pero teniendo en cuenta la calidad
de los jugadores que teníamos no fue un año
fácil pero sí muy gratificante porque al final se consiguió el ascenso. Además, parte de ellos
tuvieron la oportunidad de jugar en el primer
equipo, y gracias a ellos también tuve yo la
oportunidad de entrenar ahí.
Ahora es más difícil que un filial alcance la Segunda, han cambiado las circunstancias.Es más complicado porque la mayoría de equi-
pos de Primera tienen muchos más extranjeros
que españoles. Esos españoles que “sobran” en
los equipos pasan a jugar en Segunda. Los
que tienen más posibilidades de tener filiales en Segunda son el Barcelona y el Madrid, que
tienen mejores futbolistas y mayor presupuesto.
NARCISO JULIÁHan pasado 30 años de aquella campaña.Suena muy fuerte. No somos viejos del todo
pero 30 años en la vida de una persona son
muchos años. En aquella época yo tenía 21,
me quedaba mucho camino por recorrer y veía
muy lejano el final de mi carrera como futbo-
lista, y ahora ya han pasado 22 años desde
mi retirada. Lo he vivido con mucha alegría
de reencontrarme con tantos compañeros, ha
sido muy agradable volver a estar juntos. Es
muy bonito que alguien se haya acordado de
aquel hecho que se ha convertido en histórico,
el ascenso del Deportivo Aragón, que además
se vuelve a llamar igual.
¿Qué recuerdos vienen a la mente de aque-lla temporada del ascenso?Una patada de Luis Costa al final del últi-mo partido contra el Endesa porque creíamos
que no nos era suficiente el empate (risas). Es curioso, hay cosas que se te quedan. Pero el
recuerdo que tengo es de una generación de
compañeros maravillosa, que ya venía de tiem-
po atrás. Yo llegué aquí en el año 82, tenía 19
años, y aquella misma temporada ascendimos
de Tercera a Segunda B. Luego tuve un im-
passe, me tuve que ir a hacer la mili. Estuve en
el Ferrol jugando y cuando volví, con Luis ya
de entrenador, tuvimos la suerte de hacer una
gran temporada y ascender. Así que en mis dos
años en el filial conseguimos dos ascensos y la mayoría de la plantilla formó parte de ambos.
¿Cuál fue la clave del éxito de ese equipo?Fue una muy buena generación de futbolistas,
todos muy jóvenes, de una edad muy pareci-
da. Muchos llegamos al primer equipo en una
época en que no era fácil porque el nivel de
la plantilla era muy alto. Eso indica el nivel de
esa plantilla en el aspecto deportivo, pero yo
me quedo con el aspecto humano. Nos diverti-
mos tanto, nos reimos tanto, entrenabamos con
tanta intesidad y alegría… hacíamos unos
rondos bestiales que duraban media hora, en
los que el mismo Luis Costa jugaba. Eramos
unos chicos jóvenes, sin preocupaciones, cuyo
objetivo principal era jugar al futbol. Gozamos
mucho, éramos muy competitivos y logramos un
ascenso que ha sido histórico.
Charlamos en los Trofeos Memotiva con dos de los mayores protagonistas de aquella tempora-
da del Deportivo Aragón: su entrenador, Luis Costa, y el jugador más reconocible a posteriori
de la plantilla, además de actual director deportivo del Real Zaragoza, Narciso Juliá.
31
Es importante saber de dónde viene uno y nunca olvidarse, ¿no?Por supuesto. Yo llegué aquí con 19 años des-
de el Girona, el club de mi nacimiento como
deportista, y ni por asomo pensaba que fuera
a estar otros 19 años en Zaragoza, contando
mi época en el filial, en el primer equipo, como entrenador… El Real Zaragoza que yo cono-
cí era un equipo puntero del futbol español
y para mí llegar a ser jugador, aunque fuera
una temporada, habría sido la culminación de
los sueños que uno tiene de joven. Mis raíces,
deportivas y profesionales, están en Zaragoza,
tuve esa gran suerte. No es fácil estar siempre
en tu carrera deportiva en un mismo club.
De hecho, en la actualidad es una rareza.Ahora eso es impensable, o muy difícil, excep-
tuando algunos jugadores. Para los chicos que
son nacidos aquí en Aragón y pueden formar
parte del Real Zaragoza en sus categorías
inferiores sería muy bonito que se volviera a
conseguir un ascenso, para tener ese punto de
referencia que motivara e incentivara al futbo-
lista joven aragonés. Y que, en un periodo de
tiempo medio, pudiéramos volver a disfrutar de
esos futbolistas jóvenes de la tierra como hoy
hemos disfrutado del premio que le han dado
a Jesús Vallejo, claro ejemplo de que en Ara-
gón hay buenos futbolistas. Se trata de tra-
bajarlo bien, de tener confianza y de dotar al club con una estructura importante y potente
para que encuentre ese escenario adecuado
para jugar en el primer equipo, que creo que
para un chico de aquí es lo máximo.
32
Hablar del Santiago Bernabéu, es hablar de uno de los coliseos más emblemáticos del
mundo para la práctica del fútbol.
Su construcción nos lleva a la dura postguerra española. El viejo Chamartín había
quedado muy deteriorado tras la contienda bélica y el entonces presidente blanco,
Santiago Bernabéu, mandó construir en el año 1943 un estadio anexo al mismo y con
capacidad para 100.000 espectadores. El campo se inauguró en diciembre de 1947
con un partido en el que el Real Madrid venció a Os Belenenses por 3-1.
Cinco años más tarde, Bernabéu mandó su ampliación hasta llegar a los 125.000 es-
pectadores, unas obras que finalizarían en 1954. Un año más tarde, el Nuevo Chamartín adoptó su actual nombre, el del presidente Santiago Bernabéu. Y ya en el año 1957 se
convirtió en el estadio mejor iluminado del mundo.
Un hecho que no pasó desapercibido para el régimen franquista ya que, desde en-
tonces, se convirtió en el habitual escenario de la final de la Copa del Generalísimo, albergando también finales de la Copa de Europa y la mítica final de la Eurocopa del 64, que conquistó la selección española ante la Unión Soviética por 2 a 1, con un gol
del zaragocista Marcelino. Corría el 21 de junio del 64.
José Carlos Franco
SANTIAGO BERNABÉU
33
Pero si la memoria histórica del zaragocismo recuerda el Estadio Santiago Bernabéu
por algo es por ser la sede que vio al equipo del león rampante ganar su primer título
nacional, la Copa del Generalísimo.
Fue 15 días después de la primera Eurocopa rojigualda, y 10 tras la consecución, en
Barcelona, de la Copa de Ferias. Aquellos “Cinco Magníficos” futbolistas (Canario, San-
tos, Marcelino, Villa y Lapetra) lograron que el coliseo blanco, que acababa de presen-
ciar la última temporada de Di Stéfano con la camiseta del Real Madrid, se llenara de
vítores y alabanzas hacia el equipo de Luis Belló.
Ésta no sería la única final zaragocista que albergue el Bernabéu. Le sucedieron las del 65 y el 66 y también la del 2006, de color perico, 40 años después. En ese lapso
de tiempo hubo muchas obras, como las del mundial 82, las de Ramón Mendoza, las de
Lorenzo Sanz y las de Florentino Pérez. Obras que han dado al Santiago Bernabéu un aspecto bien distinto al de aquella final del 5 de julio del 64.
Ahora queda por conocer cuándo será la próxima vez que este emblemático estadio
acoja al Real Zaragoza de nuevo bajo su césped. Y es que ya han pasado más de 3
años desde la última visita, en noviembre de 2012 y con Mourinho como entrenador de
los blancos.
34
1955
1924 2012SANTIAGOBERNABEU19951995
ANTERIOR1924ANTERIOR 1924VILLA ULPIANA
196420121964 2012
192419431924 1943VIEJO CHAMARTIN
194319551943 1955NUEVO CHAMARTIN SANTIAGO BERNABEU
POSTERIOR1955 POSTERIOR
Cercano a la actual avenida de la Castellana se extendían unos terrenos que servían de merenderos, zona de paseo y ocio para los madrileños de principios del siglo XX. A su lado se encontraba una finca con un precio-so palacete conocida como Villa Ulpiana, expropiada en 1940 para realizar las obras del nuevo estadio de Chamartín, situado anexo al antiguo campo de fútbol del Real Madrid, deteriorado
Gracias a la venta y recalificación de su anterior escenario, el estadio de O´Donnell, construyeron el campo en el que el Real Madrid jugaría hasta 1943. La inauguración fue 1924 frente al Newcastle con victoria local, 3-2.
Santiago Bernabeu, presidente del club madrileño, construyó el nuevo estadio en los mismos terrenos y otros expropiados, anexos al anterior campo, pasando de 15.000 a 100.000 espectadores. En 1952 se realizaron obras de ampliación para alcanzar las 125.000 localidades. Tres años después cambió su nombre por el de su emblemático máximo dirigente, con el que se conoce en la actualidad.
En 1957 se convirtió en el estadio con mejor iluminación del mundo. Desde entonces el campo del Real Madrid sería el escenario de referencia nacional e internacional, jugándose 35 finales de Copa, 4 finales de Liga de Campeones (1957, 1969, 1980 y 2010) , una final de la Copa de Europa de Naciones en 1964 y una final de la Copa del Mundo en1982, donde se proclamó campeona Italia al ganar por 3-1 a la R. F. de Alemania.
En 1964 el Real Zaragoza disputó frente al Atlético de Madrid la final de la Copa del Generalísimo que ganó 2-1, consiguiendola por primera vez. El 21 de Junio de ese mismo año, se jugó la final de la Copa de Europa de Naciones entre España y la URSS, siendo clave el famoso tanto del zaragocista Marcelino, con resultado de 2-1 a favor del conjunto español. Entre 1965 y 1966 el Real Zaragoza volvería a jugar dos finales en este coliseo, de nuevo frente al Atlético de Madrid con derrota por 0-1 y ante el Athletic de Bilbao ganando por 2-0 su segunda copa del Generalísimo. Tardaría 40 años en volver a disputar una final en el Santiago Bern-abeu; fue contra el Espanyol perdiendo la final de la Copa del Rey por 1-4. En la liga el Real Zaragoza ha disputado 58 partidos en el coliseo madridista con tan solo 4 victorias en su haber: 1-2 el 10 de febrero de 1985, 0-2 el 4 de mayo de 1998, 1-5 el 4 de diciembre de 1999 y 2-3 el 30 de abril de 2011. El último parti-do jugado por el Real Zaragoza en el Bernabeu fue el 3 de noviembre de 2012 con una derrota por 4-0.
ESCENARIO DE GRANDES ACONTECIMIENTOS ZARAGOCISTAS
CAMPO DE REFERENCIA NACIONAL E INTERNACIONAL
35
BERNABEU
Fue el domingo 5 de julio
de 1964 cuando el equi-
po aragonés sumó su pri-
mer triunfo copero de una
larga lista hasta el co-
mienzo del siglo XXI. Unos
días antes se había adju-
dicado la Copa de Ferias,
el 25 de junio, tras derro-
tar al Valencia por 2-1 en Barcelona.
En plena explosión de
júbilo, sin darle un respi-
ro a la plantilla, el Real
Zaragoza fue capaz en
la capital de España de
iluminar una noche donde
ofreció espectáculo, cali-
dad y goles.
La primera parte fue de-
terminante y el equipo
aragonés borró del mapa
a los colchoneros, sorpren-
didos por el juego eficaz
y de conjunto desplegado
por los aragoneses, que se
mostraron muy superiores a
un Atlético de Madrid que
solamente dio impresión
de poder ganar la final en los diez primeros minutos
de partido.
Pero una vez superados
los nervios iniciales, el tan-
to de Carlos Lapetra en el
minuto 18 abrió el camino
del triunfo a los blanquillos.
Villa se adjudicó el 2-0 un cuarto de hora después
con un tanto donde se
puso de manifiesto su cla-
se balompédica.
En la reanudación, el Real
Zaragoza bajó su nivel de
juego y permitió que el At-
lético de Madrid se acer-
case al área de Yarza,
pero la seguridad defen-
siva de los maños amorti-
guó el ataque de los ro-
jiblancos.
La presión subió de nivel
a medida que el encuen-
tro avanzaba y Cardona,
a veinte minutos del final, subió el 2-1 al marcador
de Chamartín.
Fueron los peores momen-
tos del Real Zaragoza,
que se defendió con or-
den y evitó la prórroga
anhelada con decisión
por el Atlético de Madrid.
Fue una final inédita con un vencedor que ya en la
temporada anterior había
estado a punto de llevar-
se por primera vez el tor-
neo contra el Barcelona.
Luis Belló, exjugador y de
1961 a 1965 y responsa-
ble deportivo del club, re-
levó a Ramallets en mayo
de 1964 y consiguió en
menos de tres meses dos
títulos, los primeros del Real
Zaragoza en su historia.
El Bernabéu aplaudió al campeónEl Real Zaragoza derrotó por 2-1 al Atlético de Madrid en la consagración de los “Magníficos”
La crónica del partido
ALINEACIÓN REAL ZARAGOZA
Yarza (C)
CortizoSantamaría
ReijaIsasiPepín
CanarioSantos
MarcelinoVilla Lapetra
ALINEACIÓN REAL MADRID
MedinabeytiaRivillaGriffaCallejaRamiroGlaría
Cardona
JayoJones
Adelardo
Collar (C)
GOLES
18’ Carlos Lapetra
33’ Juan Manuel Villa71’ Cardona
ÁRBITRO
Félix Birigay (España)
ASISTENCIA
75.000 espectadores
1995
36
Un maestro, un padre, un amigo
VALERIANO JARNÉ, UN PERIODISTA DIFERENTE
Jorge Hernández
37
La ventaja de cumplir años es poder decir que
has vivido cosas que los mas jóvenes solo han
oído de sus mayores. Yo presumo de haber vi-
vido un episodio que marcó mi futuro: escuché
en el mismo programa a la “santísima trinidad”
de la radio deportiva aragonesa. O lo que es lo mismo, a Paco Ortiz, a Ortiz Remacha y a Valeriano Jarné compartiendo micrófono en Radio Zaragoza. Al primero no tuve la suerte
de conocerlo en persona; los otros dos han
cambiado mi vida personal y profesional para
mucho mejor.
Deseo escribir de Valeriano Jarné. Lo primero que les vendrá a la cabeza a muchos de us-
tedes que le conocieron será la anécdota de
“la perrita” o el sempiterno puro en su boca
cargada de noticias. Yo lo primero que pienso
al recordarle es en un maestro, en un segundo
padre, en un amigo de verdad. El orden, en
este caso, es lo de menos.
Siempre que escucho la canción “Mediterra-
neo” de Serrat me recuerda a él, aunque pa-
rezca chocante en un aragonés y montañero
de raza. Pero esa canción me recuerda la fe-
licidad de alguien que ha disfrutado de la
vida hasta el último segundo. Y eso, sin duda,
lo hizo Jarné.
Cuando escuchaba la radio, sin saber que
esta sería mi profesión, me daba la impresión
que era un señor que era el propietario de to-
das las noticias. Cuando me dediqué al perio-
dismo, al principio sentía envidia y de la mala.
Valeriano lo sabia todo, conocía de antema-
no todas las primicias y, mientras tanto, yo no
acertaba ni a la hora de pedir una entrevista.
Pero un día Pedro Hernández lo contrató para
Antena Aragón; esa tarde, esa noche, cuando
lo conocí, cambió todo.
No dejaba indiferente a nadie, no nos enga-
ñemos. O lo amabas, o lo odiabas, sin que exis-tiera un punto medio. Pero los que le queríamos
no entendemos ni el periodismo, ni la vida, sin
que él esté presente.
Fui muy egoísta, lo necesité muchas veces y
nunca me dijo que no. Aún recuerdo, ahora se
puede contar, como un día en que mi trabajo
pendía de un hilo me llevó a un bar perdido
de la mano de Dios con mi compañera Car-
men y me dijo: “ahí está Agapito, echando a
José Aurelio Gay”. Agapito ya no le volvió a tratar igual pero como le dijo a Iglesias en ese
mismo momento, “es mi amigo y su trabajo es lo
primero”.
Lector de periódicos para bancos, tenista frus-
trado (decía que era del único deporte que
dominaba), contador radiofónico de fuegos
artificiales, comentarista de goles, maestro de primicias y cuando él hubiera querido, pastor
de cabras en Sasal.
Se ha marchado para siempre. Él decidió que
fuese tan pronto porque no quería dejar de
ser Jarné nunca. Y prefería ser un año Valeria-
no que tres años siendo otra persona.
Ya no habrá más noches en el Churrasco; ya no
habrá más meses sin que te cogiera el teléfono
para luego volver un día como si no pasara
nada; ya no habrá mas cenas de navidad
con Ramírez; ya no habrá más abolladuras en
su Peugeot; ya no habrá elogios sobre todos
los jugadores de la cantera... Eso sí, nunca me
creí que todos le parecieran buenos; ya no
habrán buenos gestos hacia sus amigos a los
que defendía a capa y espada, aunque mu-
chas veces no nos lo mereciéramos.
Y ahora escribo como si lo tuviera delante de
mí: queda tu enorme figura, Valeriano, tu cate-
górica personalidad, tus anécdotas que han
sido repetidas en los últimos días hasta la ex-
tenuación, con una sonrisa y una lagrima por
igual en el rostro del que las contaba. Como
también tus irrechazables consejos, tu amor
por los valores...
Todo esto permanece y permanecerá siempre
mientras quedemos alguno de los que te que-
remos, para decirle a quienes no te conocieron
que tú eras Valeriano Jarné López.
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DESDE FUERA, IÑAKI CANO“El Real Zaragoza le comía la tostada a todo el mundo”
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Aunque hayan cambiado mucho las cosas en la televisión y en la radio, al final solo es comunicación. Que la persona cuente lo que ocurre y empatice con los oyentes.A mí, uno de mis maestros, Juan Manuel Gozalo, siempre me decía que no engolara la voz, que no quisiera hablar con palabras maravillosas, porque siempre me decía lo mismo: imagínate que
te están oyendo los de mi pueblo de Muriedas; como empieces a decir frases de estas rimbom-
bantes no se van a enterar de nada y se van a aburrir. Por lo tanto, lo que tienes que hacer
es contar lo que estás viendo de la mejor forma posible para que le llegue al oyente. Y eso se
me quedó a mí de tal manera grabado que es lo que intento hacer. Es decir, si hay un ciclista
que se ha caído, y me acuerdo ahora de una Vuelta Ciclista a España donde hubo una caída masiva en un pelotón y quedaron allí ‘trocitos’ de carne esparcidos por el asfalto, yo lo conté.
Y en El Mundo escribieron una columna señalando precisamente que había contado el número
de trocitos de carne de esa manera. Joder, pues en mi pueblo me entendieron. Y eso es lo que yo creo que hay que explicar.
El lenguaje periodístico ha de ser sobre todo preciso. Más que brillante, engolado o re-buscado, sobre todo tiene que ser preciso. Y en el caso de la escritura entra también el ritmo, que es propio, igual que lo hay en el lenguaje hablado o radiofónico.A los que escribís bien os tengo mucha envidia. Y además lo hacéis bonito y poético. Pero lo
de leer es otra historia. Porque nosotros somos educadores de todos los que leen. Porque hay
que enseñarles a no repetir palabras, a los puntos, comas, a hacer de ese texto que te entienda
la gente. Y eso es tan difícil. Y más hacerlo cada día. Ahora, yo sí creo que la radio ha de ser
más directa.
¿Qué recuerdos tienes del mundo de la radio unido al Real Zaragoza?En la famosa Recopa me pegué un porrazo en el Parque de los Príncipes. No nos permitían estar
en la banda y cuando Nayim la enchufó recuerdo perfectamente a José Manuel Estrada, a Pipi, y a mí, que estábamos en la grada sentados, saltar al campo desde la primera fila. Había cuatro metros y pico. Yo evidentemente tenía que entrevistar a la gente que había conquista-
do la Recopa para el Real Zaragoza y me tiré de cabeza. Y recuerdo perfectamente que fui
cojeando hasta que enganché, si no me equivoco, a Cedrún, que era el más alejado de todos
pero el que menos vigilancia tenía. Luego ya fue la fiesta… Me lo he pasado muy bien con el Real Zaragoza. Y ahora me da mucha pena y rabia porque esa ciudad a mí me ha hecho mejor
profesional y he de reconocer que la echo de menos. Ya no voy a tantos campos pero Zarago-
za era una ciudad cercana, importante futbolísticamente hablando. Estaba cerca de Madrid y
era muy de ‘partido de la jornada’. Y yo me lo he pasado muy bien allí porque el Zaragoza le
comía la tostada a todo el mundo.
La Romareda tenía algo. Ahora, como está medio vacía… pierde. Pero esa Romareda lle-na, sobre todo en partidos de noche, en esos miércoles fantásticos de Copa, o de Copa de la UEFA o de Recopa… tenía vida propia.Y en Liga, ese pasillo del córner que luego claro, ya lo hicieron por debajo de la tribuna. Pero
ese pasillo inclinado, esa cuesta que se hacía eterna cuando entrevistabas al equipo que ha-
bía perdido… Era una cuesta interminable en el córner norte para el que perdía. Pero si el Real
Zaragoza ganaba, como además tenía a los aficionados encima, se tiraban 3 horas ahí Belsué y compañía charlando… No les importaba estar todo el tiempo que fuera.
Eso era, Iñaki, cuando la zona mixta no existía, o si acaso estaba en los bares.Cuando la radio era radio, el fútbol era fútbol, la cercanía era cercana… También es verdad
que antes éramos cuatro gatos y ahora son 50 televisiones, 200 radios, 7000 webs y es más
difícil acercarte al futbolista. Pero creo que entonces era mucho más bonito. Sobre todo por-
que todos jugaban a la misma hora y había un cacao que daba una animación bárbara. Era
divertidísimo.
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Y era otro mundo completamente distinto. Esos domingos a las cinco de la tarde con los partidos en los diferentes carruseles y otros acontecimientos como la Vuelta a España...Hoy precisamente en la Ciudad de las Rozas de
la Real Federación Española de Fútbol había
un congreso de entrenadores, que tenían que
renovar su licencias… Y había 400 entrenado-
res. Pero claro, esos 400 entrenadores son todos
de mi quinta, todos los jugadores de los años
70, 80 y 90 que se han hecho entrenadores. Y
había compañeros de profesión que estábamos
en la puerta de guardia, a ver qué trincábamos.
Y bueno, alguno llegaba y me decía “es que me
acuerdo de ti cuando era pequeñito y hacías
La Vuelta”. Y tú le explicas cómo se hacía La Vuelta en aquellos años… Ya no hablo cuando nace el helicóptero con José María García, que hacen ahí un Vía Satélite de la leche. No, no. Cuando Duque o mis compañeros de Radio Na-
cional o Radio España íbamos robando teléfo-
nos en los bares y dábamos llaveros y pegatinas
para poder conectar y contar todo eso… ¿Y
cómo lo hacíais? Pues joder, era una aventura.
Recuerdo el Tour del 92, en una de las monta-
ñas por ahí perdidas de Francia, a un fotógrafo
danés que se sentaba 20 metros más allá de la
línea de meta, pinchaba la cámara al portátil y
salía despedida la fotografía directamente al periódico. Aquello era la leche. Yo le explico a
la gente que cuando tú ibas a hacer, por ejemplo, un partido del Zaragoza a París, tenía que
haber un fotógrafo en el campo. Durante los primeros 20 minutos se trasladaba al hotel, revela-
ba la fotografía, lo metía en un rodillo y la mandaba. Cuando volvía ese fotógrafo a lo mejor
habían metido dos goles y tenía que volver el otro fotógrafo –en el mejor de los casos- y tú
decías ‘¡joer, es que el periódico tal no ha metido la fotografía!’. Cómo la iba a meter si estaba
yendo a revelar para mandar… Era otra historia. Era una aventura completamente distinta. Muy
divertida.
La competición entre periodistas también era importante, entonces y en la actualidad.A la hora de trabajar con un micrófono en la mano o con una cámara no conozco a nadie. Y
os cuento una anécdota rápida sobre mi hijo, que también se llama Iñaki Cano y que está en
Canal+ y va creciendo poco a poco en esto. Recuerdo un partido de la selección española
en Almería, para que veáis a qué extremos llegaba la competitividad entonces (ahora también,
pero de distinta forma). Mi hijo se acercó al jugador que yo estaba entrevistando nada más
acabar el partido y supongo que diría ‘me acerco al lado de mi padre, pongo el micrófono y
como es mi padre no habrá problema’. Pues salió tres metros para atrás despedido. Luego le
decía, ‘pero tú cómo te atreves a meter el micro donde estoy yo entrevistando con la cámara
de TVE, ¿pero tú que te has creído? ¡Búscate la vida hombre!’
Y estamos en el año 2015, la tecnología ha cambiado muchísimo, y sin embargo seguimos retransmitiendo partidos de fútbol como siempre y cantando goles como poseídos.Te cuento lo que me pasó el pasado miércoles con la Champions, con el famoso berenjenal
que tiene beIN Sports, que no se ven los partidos. Pues me puse a escuchar la radio y disfruté
como un enano. En SportYou publiqué una columna quejándome de que la mejor competición
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del mundo, con 5 equipos españoles, no se pueda ver o sean muy pocos los que puedan verla
de un tirón. En fin, me volví a enganchar a la radio, algo que siempre hago cada sábado, cada domingo, cada jornada… Si estoy en el campo estoy escuchando la radio y si estoy en la re-
dacción, estoy viendo la televisión pero con un auricular escucho también la radio. Lo que tiene
la radio nunca lo tendrá la TV, por muy bonita que sea. La radio es tan compañera de todos nosotros que yo creo que la radio no va a morir nunca. Tiene esa magia especial de la imagin-
ción. En esa columna que os decía comentaba que regresé a los años 70 y me imaginaba las
carreras de Amancio o los remates de cabeza de Santillana porque me los contaban los de la
radio. Esa magia jamás va a morir. Solo le pongo una pega al fútbol retransmitido por radio. La
radio ahora transmite el fútbol como si todos estuviéramos viéndolo. Y tanto comentaristas como
narradores tenemos, y me incluyo, la mala costumbre de decir ‘mira como remata, fíjate que bien
¿lo ves?’ No, yo no lo estoy viendo. Yo estoy escuchando la radio. Estoy de acuerdo en que nos
tenemos que apoyar en la imagen porque son los tiempos actuales, pero al tío que está en el
campo con sus ovejas no le podemos decir que lo mire porque no lo puede ver. Vamos a volver a la radio esa en que nosotros les contábamos cómo era el remate de cabeza.
¿Qué le puedes contar a esa gente de Zaragoza que lleva 3 años en la 2ª División tras 8 temporadas con Agapito Iglesias? Cada uno tiene una desgracia y parece que ser que a vosotros os tocó Agapito Iglesias. Lo
que sí les digo a los aficionados es que se vuelquen con su equipo. Porque el fútbol tiene esto, después de una semana de trabajo, si es que lo tienes, llega el sábado o el domingo y puedes
dar un paseo por Zaragoza, llegar a La Romareda, sentarte en tu localidad con tu hijo o con
tu cuñado o con tu novia o tu mujer, e intentar disfrutar del espectáculo del fútbol. Ya sé que
es muy jodido disfrutar cuando palmas pero tienes 2 horas en las que te olvidas de los proble-
mas de cada día. Y Zaragoza se merece que La Romareda se llene, cuando un pueblo se une
todos a una como Fuenteovejuna, aquí no hay tu tía ni millones ni leches en vinagre. Por eso,
en Zaragoza, como en otras ciudades que han tenido equipos importantes en la 1ª División
del fútbol español, lo que tienen que
hacer es ir al estadio. Y si no a los
alrededores, y apoyar al equipo. En
las malas es cuando se ve a la bue-
na gente y a los que quieren ayudar.
En las buenas, nos han jodido. Aquí
hay una cosa redonda que como
le dé por no entrar, como el señor
colegiado por desgracia tenga un
mal día, el portero no pare y el de-
fensa no despeje y la pelotita entre
en tu portería, te han dado. Esto es
un juego en el que muchos tienen in-
tereses pero luego hay un pueblo, el
de la grada, el público, el que sufre
con ese equipo, cuya máxima ilusión
es irse cada domingo a disfrutar del
fútbol y del espectáculo en general.
Y eso es lo que yo le pido a Zara-
goza, que vuelva otra vez al campo,
que intente apoyar al equipo, que
esto es una cuestión de paciencia y llegarán mejores tiempos. Y cuando lleguen mejores tiem-
pos hay una cosa que está clara: no se puede pelear el rico contra el pobre más pobre del
mundo. Entonces lo que hay que hacer es que, dentro de nuestra clase, intentar llevarlo lo mejor
posible. Pero yo insisto, las 2 horas que te da un partido de fútbol, perdiendo es la leche pero
ganando ya es la rehostia.
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1995
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Marta Lanuza@pantariz
Jesús Ros@roscarretero
Alejandro Gonzalo@severus101
Julio Pascual@julitopascual
P R I M E R E J E M P L A R
@revista1995
G A N A D O R E S D E L S O R T E O
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1995
DIRECTOR
Francisco Ortiz Remacha
EDITOR GRÁFICO
Juan Gómez Pelegrín
CONTENIDOS
FOR Comuniación
C/ Monte Perdido, 3, 35
Zaragoza
DISEÑO ORIGINAL
David Ortiz Abadía
COLABORACIONES
Vicente Merino
Salvador Asensio
Isidro Oliván
Fernando Ramos
Jorge San Martín
Rafael Ruiz
Jorge Hernández
José Carlos Franco
FOTOGRAFÍAS
Colecciones fotográficas del Real Zaragoza, Dirección Ge-
neral de Turismo, Ortiz Rema-
cha y Ángel Aznar.
Claudio Lobos, Juan Jiménez Martínez, Ben Sutherland, Achim
Heep, Daniel Huntley (Creative
Commons).
Raúl Gascón, Nuria Abadía y
Antonio Calvo Pedrós.
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