resumen bernal diaz del castillo
DESCRIPTION
Resumen de parte del libro historia verdadera de la conquista de la nueva españaTRANSCRIPT
Cronograma
BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO
HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA
1514En este año llega Bernal Díaz del Castillo a Tierra Firme1, a tres o cuatro meses de su
llegada él y algunos soldados le pidieron al gobernador Pedrarias Dávila permiso para irse
a la isla de Cuba, el cual se los concedió sin ningún problema pues ya no tenía necesidad
de soldados. A su llegada a Cuba se presentaron a Diego Velázquez (gobernador de esta
isla), el cual se alegró de su llegada y les prometió indios.
1517Habiendo pasado tres años de su llegada a Tierra Firme y posteriormente a Cuba, Bernal
se reunió con soldados que llegaron con él y otros de Cuba que no tenían indios y fueron
a buscar a Francisco Hernández de Córdoba para pedirle que fuera su capitán pues
querían “ir a vuestra ventura a buscar y descubrir tierras nuevas para en ellas emplear
nuestras personas”.
Los soldados se cooperaron y compraron dos navíos y uno se lo pidieron fiado a Diego
Velázquez; este les dijo que se los daba con la condición de que fueran a una isla cercana
a Cuba por indios para hacerlos esclavos y que de esa forma le pagarían el barco a lo que
ellos respondieron que “…lo que decía no lo manda Dios ni el rey, que hiciésemos a los
libres esclavos.”, escuchando esto Velázquez les dijo que estaba mejor lo que ellos tenían
planeado de ir a descubrir otras tierras así que les dio su barco. Menciona que escribe
esta historia sobre Velázquez porque tiempo después tuvieron problemas con él y con el
Obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca.
Teniendo los tres navíos buscaron tres pilotos: Antón de Alaminos era el principal.
Compraron puerco (no había vacas ni carneros), compraron casabe2, reunieron a más
marinos que los quisiera acompañar, compraron cuentas y cosas de rescate, teniendo
1 Tierra Firme. en tiempos coloniales era el nombre que se le daba a Venezuela, al Istmo de Panamá y parte de los territorios de Colombia, que más adelante formaría parte del Reino de Nueva Granada.2 Casabe. Es un pan ácimo, delgado y circular hecho de harina de yuca, este se asa en un budare, comal o a la plancha. Su producción y consumo se remonta a tiempos prehispánicos.
esto, una persona que contara el real quinto3 en caso de descubrir tierras ricas y un
sacerdote para oficiarles misa emprendieron su viaje desde un puerto cerca de San
Cristóbal.
Mapa
Salieron del puerto el día 8 de febrero, navegaron por varios días y al tener falta de
alimento y agua empezaban a desesperarse pero a los 21 días de haber zarpado del
puerto vieron tierra por lo cual se alegraron mucho. Cuando se acercaron a tierra fueron
recibidos en unas canoas por unos indios, los cuales los invitaron por señas a su pueblo
el día siguiente, ellos aceptaron y al otro día al acercarse a sus tierras y ser recibidos por
los principales de los pueblos salieron hombres de guerra que los atacaron con piedras,
flechas y armas de algodón, de este ataque murieron muchos españoles y fueron heridos
otros.
Después de la batalla a la que se enfrentaron, los indios huyeron al ver el daño que
hacían los españoles con sus armas, esto les dio oportunidad de explorar el pueblo y ver
que en sus adoratorios sus ídolos eran hechos de oro, cobre, etc., al ver esto se alegraron
mucho y regresaron a sus navíos.
3 Real Quinto. En particular la expresión Quinto del Rey o Quinto Real suele hacer referencia a un impuesto del 20% establecido en 1504 por la Corona de Castilla sobre la extracción de metales preciosos, principalmente el oro y la plata, dentro de los territorios de lo que fue la América española.
Llamaron a este lugar punta Catoche. (Yucatán)
En punta Catoche apresaron a dos indios a los cuales después de bautizarlos los
llamaron Melchor y Julián.
Después de que navegaron unos días y habiéndose recuperado un poco de sus heridas
decidieron acercarse de nuevo a tierra por agua pues no tenían, al llegar a tierra unos
indios los invitaron a su pueblo. Ellos con dudas y temor aceptaron.
Al llegar a su pueblo los llevaron a sus adoratorios, en donde cuenta Bernal que salieron
sacerdotes cubiertos de sangre y que había mujeres riéndose y felices porque se habían
sacrificado indios a sus dioses para que les dieran la victoria en contra de los españoles,
entonces les dijeron que si no se iban antes de que el fuego que habían prendido se
consumiera los iban a matar; al salir de estos adoratorios los indios vieron que estaban
rodeados de guerreros por los cual se fueron a sus navíos, después de navegar otros días
bajaron por agua a un pueblo al que llamaron Champotón (Campeche).
Estando en Champotón en busca de agua fueron atacados de nuevo por los indios; en
esta batalla hubo demasiadas muertes de los españoles, pues estos ya iban heridos
desde su pelea en la punta Catoche, además fueron rodeados y atacados por más de una
hora hasta que los españoles pudieron huir y subirse a los bateles que tenían en la playa,
Bernal cuenta que todos los que habían bajado a Champotón regresaron heridos.
Ya estando en los navíos decidieron regresar a Cuba pues a falta de alimento, agua y
heridos ya no quisieron seguir descubriendo tierras. Acordaron ir por la costa para
encontrar agua y no lo consiguieron, al no hacerlo el piloto Antón de Alaminos sugirió que
fueran a la Florida pues sabía que en ese lugar encontrarían agua y así lo hicieron.
Al llegar a Florida bajaron y se alegraron al encontrar agua pero poco tiempo después
también fueron atacados por los naturales del lugar, mataron a más españoles y el
Capitán fue gravemente herido en la garganta por lo cual subieron a sus barcos y
decidieron regresar a Cuba sin más paradas.
Al llegar a la Habana le escribieron a Diego Velázquez contándole lo que vieron en las
nuevas tierras y la forma en que fueron atacados, el capitán Francisco Hernández se
marchó a sus tierras y por las heridas que llevaba se murió diez días después y los
soldados partieron cada uno por su parte. Bernal cuenta que los barcos en los que
llegaron fueron a embarcar a Santiago, lugar en donde vivía el gobernador y llevando a
Melchorejo y Julianillo fue como se enteró el gobernador de las riquezas de Yucatán4.
4 Bernal relata lo siguiente: Y así mismo les mostraban los montones donde ponen las plantas de cuyas raíces se hace el pan cazabe, se llama en la isla de Cuba Yuca, y los indios le decían tlati por la tierra en que las plantaban: de manera que yuca con tlati quiere decir Yucatán… Y así se quedó con este nombre, que en su lengua no se dice así.
Cuando Diego Velázquez se enteró de la riqueza de estas nuevas tierras escribió al Real
Consejo de las Indias5 diciendo que él había descubierto nuevas tierras y que había
gastado mucho dinero en hacer esto; por lo tanto don Juan Rodríguez de Fonseca6,
obispo de burgos y presidente del Consejo de Indias escribió al rey contándole lo que
Velázquez había hecho. Bernal cuenta esto porque dice que se olvidó de mencionar a los
que realmente habían descubierto las tierras (se había enterado de que los soldados que
llegaron con él a Cuba habían muerto otros cincuenta por las heridas) y que los pocos que
vivían al haber gastado todo su dinero en el viaje eran completamente pobres.
Bernal decidió ir con otros soldados a la Villa de la Trinidad y se fueron en canoa, por
tanto aire y el mar se les volteó y fueron a dar a un pueblo que cuenta era del padre fray
Bartolomé de las Casas, “clérigo presbítero y después le conocí licenciado y fraile
dominico, y llegó a ser obispo de Chíapa”. Continuaron su viaje a Santiago para ver a
Velázquez el cual lo recibió muy alegre y le preguntó que si estaba listo para regresar a
Yucatán pues ya estaba preparando otro viaje en el cual llevarían por Capitán a Juan de
Grijalva.
Aquí termina el primer viaje oficialmente, descubrimiento que hizo Francisco Hernández y
en su compañía Bernal Díaz del Castillo…
Francisco Hernández de Córdoba
5 El Real y Supremo Consejo de Indias, conocido simplemente como Consejo de Indias, fue el órgano más importante de la administración indiana (América y las Filipinas), ya que asesoraba al Rey en la función ejecutiva, legislativa y judicial. No tenía una sede física fija, sino que se trasladaba de un lugar a otro con el Rey y su Corte. Este consejo actuaba con el monarca y, en algunas materias excepcionales, actuaba solo.6 Eclesiástico y político español, colaborador de los Reyes Católicos y primer organizador de la política colonial castellana en las Indias.
Mapa de la primer Expedición Española.
1518En este año Diego Velázquez preparó cuatro navíos para la próxima expedición, como
Capitán principal nombró a Juan de Grijalva, a Alonso Dávila lo nombró capitán de un
navío, Pedro de Alvarado de otro y Francisco Montejo del último. Diego Velázquez
nombró a Bernal del Castillo alférez7.
Por la codicia de pobladores de Cuba que escucharon sobre la riqueza de estas nuevas
tierras se juntaron doscientos cuarenta soldados.
Las instrucciones de Velázquez fueron que rescataran todo el oro y planta que pudieran,
si veían que las tierras eran buenas para poblar que lo hicieran sino que regresaran a
Cuba.
Los pilotos del viaje fueron de nuevo Antón de Alaminos y Juan Álvarez.
(Pedro de Alvarado fue después gobernador de Guatemala y comendador del señor
Santiago y Francisco Montejo fue adelantado de Yucatán y gobernador de Honduras.)
Partieron y fueron a un lugar llamado Matanzas.
7 El Alférez en el Ejército español es el oficial de menor rango, por debajo del Teniente. Los Militares de la Escala de Oficiales y los de Complemento salen de las academias con esta graduación.
El 8 de Abril de 1518 partieron y en diez días vieron la isla de Cozumel que estaban
descubriendo, al acercarse a la playa vieron un pueblo deshabitado porque al ver los
barcos huyeron, al bajar de los barcos vieron a dos viejitos y a través de Julianillo y
Melchorejo les dijeron que fueran por los principales de ese lugar, que no les harían daño
y de esta manera los viejitos se fueron y no regresaron. Se encontraron a una india de la
isla de Jamaica que fue la que les contó que habían huido por miedo y a la cual solicitaron
que fuera por los principales de la ciudad. Esta india se fue con ellos en los barcos pues
se dieron cuenta que les serviría de lengua.
Como Juan de Grijalva considero que era una pérdida de tiempo seguir esperando decidió
continuar el viaje.
Legaron de nuevo al pueblo Champotón en donde en el primer viaje les mataron a
muchos españoles, y aunque ya tenían esa experiencia y bajaron con más armas fueron
de nuevo atacados y heridos más de la mitad de los soldados. Como los indios fueron
atacados también huyeron y de esta forma los españoles pudieron explorar su pueblo.
El capitán Juan Grijalva decidió continuar y se embarcaron hasta llegar a un lugar donde
pensaron que comenzaba un rio cuando realmente fue un puerto, como el piloto Alaminos
dijo que era una isla y terminaba la tierra y empezaba el mar lo llamaron boca de términos
(Actual laguna de términos en Campeche) aunque posteriormente descubrieron que no
era isla. Cómo no había población en ese lugar subieron de nuevo a sus navíos y
continuaron.
Llegaron a la desembocadura del rio Tabasco y quisieron entrar dándose cuenta que los
barcos grandes no pasaban por lo que se pasaron a los chicos y entraron al rio
llamándolo Rio Grijalva porque el capitán. Cuando se adentraron al rio fueron rodeados
por indios de guerra que los cercaron, ellos a través de Melchorejo y Julianillo les dijeron
que no les iban a hacer daño, que querían cambiar las piedras que llevaban por comida,
que iban a platicarles del gran señor a los que ellos sirven y que ahora deberían servirles
ellos también; los indios contestaron que si les darían comida por sus piedras pero ellos
ya tenían un señor al que servir.
Cuando vieron los españoles que en señal de paz les daban piezas de oro de poco valor
les preguntaron a los indios si no tenían más, a lo que ellos contestaron que no pero que
allá en donde se pone el sol los de México y Colúa si tienen más.
Siguieron su camino, entonces pasaron por el rio Tonalá, luego por el rio Coatzacoalcos y
luego Pedro de Alvarado se adelantó entrando al Rio Papaloapan que en ese momento
llamaron río de Alvarado. Cuando este salió del rio el capitán lo regañó por adelantarse y
no esperar a todos los navíos pues fue atacado cuando intento penetrar más adentro de
este rio. Por último llegaron a un rio al que llamaron rio banderas (Actual Boca del Río
Veracruz).
Aquí menciona a Moctezuma y dice que este gran señor se enteró de la primera
expedición que se hizo con Francisco Hernández, por lo tanto también se enteró de que
había una nueva visita de españoles pero que ahora habían resistido más los ataques,
Bernal también menciona que Moctezuma sabía que ellos iban por oro y que se
acercaban cada vez más a donde él se encontraba y que los antepasados habían dejado
dicho que algún día regresarían señores de donde sale el sol con barbas y llegarían a
señorear y por lo tanto mandó a sus gobernadores a hacer el trueque de oro por las
piedras verdes que los españoles llevaban.
Siguieron con el viaje y pasaron por la isla blanca (por los arenales blancos), isla verde
(por los árboles que vieron), isla de los sacrificios (porque al bajar en ella encontraron
adoratorios en donde había cinco indios sacrificados, cosa que causó mucha impresión a
los españoles) y finalmente fueron a San Juan de Ulúa.
Al llegar a San Juan de Ulúa vieron que había sacrificados dos jóvenes indios y estaban
presentes los sacerdotes, le preguntaron a un indio que bautizaron Fernando que qué
significaba eso y él quería decir que lo mandaban los de Colúa pero solo decía ulúa ulúa y
como su capitán se llamaba Juan (Grijalva) por eso le pusieron el nombre de San Juan de
Ulúa.
Vinieron más indios a hacer intercambio de oro por su piedras verdes pero al ver que eran
piezas pequeñas y que no era una isla sino tierra, que su comida se les acababa y no
querían poblar, decidieron regresar a Cuba y mandaron pedirle a Diego Velázquez que
mandara por ellos pues varios españoles ya se habían muerto por las heridas; Pedro de
Alvarado fue el que emprendió el viaje a Cuba para mandar cartas de los capitanes que
se quedaron en San Juan de Ulúa.
Menciona que por documentos más oficiales se enteraron que tenía prohibido poblar,
Diego Velázquez solo los había mandado por oro.
En estas partes hace sus primeras menciones sobre los cronistas Gómara8, Illescas y
Jovio.
Diego Velázquez estando en Cuba al no tener noticias sobre esta nueva expedición que
mandó, mandó un nuevo navío en donde nombró a Cristóbal de Olid Capitán en busca
8 fue un eclesiástico e historiador español que destacó como cronista de la conquista española de México, a pesar de que nunca atravesó el Atlántico. Aunque tampoco viajó al Nuevo Mundo, escribió muchas obras que se refieren a su conquista.
de Juan de Grijalva y sus barcos. Este capitán no tuvo la misma suerte que Grijalva, pues
a medio camino del mismo recorrido que habían tomado hubo mal tiempo y perdió anclas
y se le dañó su navío lo que hizo que se regresara a Cuba, al ver esto Diego Velázquez
se desanimó mucho.
Días después llega Pedro de Alvarado con el rescate que habían reunido en el viaje con
Grijalva, lo que alegró mucho a Diego Velázquez pues con todo el oro que vio comprobó
la riqueza de estas tierras.
Del lado de San Juan de Ulúa el Capitán Grijalva decidió continuar su viaje y pasó por
Tuxtla, Tuxpan y hasta llegar a las provincias del Pánuco.
En esta zona fueron de nuevo atacados por lo que decidieron regresar a Cuba por la
misma ruta por la que habían llegado y en la zona del rio de Tonalá (límite entre Veracruz
y Tabasco) recibieron ayuda de los naturales de la tierra, hicieron más rescate de oro con
ellos y de igual forma con los del rio Coatzacoalcos y al ver que ya no era mucho el
rescate que lograban emprendieron su viaje de regreso.
En 45 días estaban en Santiago de Cuba donde fueron bien recibidos por el gobernador.
Cuando llegó Juan Grijalva a Cuba con sus barcos, Diego Velázquez con temor de que
alguien le ganara, decidió mandar al consejo de indias una solicitud para poder conquista,
rescatar y poblar estas tierras.
Cuenta Bernal que fue cuando se enteró de los cronistas Gómara, Illescas y Jovio pues
cuando él llegó de su viaje resultó que ya había historias contadas sobre la primera y
segunda visita a estas nuevas tierras pero que no contaban los hechos de la forma en que
habían sucedido, cosa que le molestaba mucho pues estaba bien escritas y redactadas
las historias pero no eran fieles a cómo se dieron los acontecimientos.
Para la nueva expedición que quería mandar Diego Velázquez reunió diez barcos pues
pensó mandarla en grande ya que su propósito era solo ir por el rescate aunque
pregonaba que el viaje era para poblar.
Su gran preocupación era elegir al nuevo capitán general pues ya que las personas de la
isla se habían enterado de la gran riqueza de estas tierras se proponían de capitanes;
dentro de estos que se ofrecían como capitán había varios parientes de Velázquez, los
que habían ido al segundo viaje proponían de nuevo a Juan de Grijalva pero el secretario
y contador de Velázquez le propusieron a Hernando Cortés asegurándole que era muy
valiente, valeroso, esforzado y que no se le iba a rebelar cosa que menciona Bernal
resultó contraria.
Cortés mandó hacer unas banderas que dijeran “Hermanos y compañeros: sigamos la
señal de la Santa Cruz con fe verdadera, que con ella venceremos”.9
Las dudas que le habían metido a Velázquez sobre su decisión de nombrar Capitán a
Cortés estaban dando efecto porque mandó en la tripulación a su mayordomo Diego de
Ordaz y a sus sirvientes de confianza. Muchos querían ser capitanes porque sabían que
si encontraban oro se harían ricos.
Cortés pregonaba e invitaba a quienes quisieran unirse a su tripulación.
Cortés se enteró de que muchos querían ser capitanes y le metían dudas a Velázquez
sobre su decisión de elegirlo a él, entonces se apresuró y mando a los soldados que
subieran a sus respectivos barcos y guardar el bastimento. Al otro día temprano fue a
9 ¿La conquista estaba ligada a la religión? ¿Cuáles eran las condiciones para que el rey diera permiso de conquistar?
despedirse de Diego Velázquez, se abrasaron en presencia de todos los vecinos
importantes y se embarcaron para ir a la villa de la Trinidad.
Cuando llegaron a la villa de la Trinidad se unieron a su tripulación los 5 hermanos de
Alvarado, Cristóbal de Olid, Gonzalo de Sandoval y más personajes que ya en su relato
de México los menciona más.
En la Villa de la Trinidad compró más bastimento, armas, caballos y piedras para el
rescate.
Diego Velázquez escuchó lo que le decían sobre Cortés, que no le sería leal ni a él ni al
rey, entonces mandó a la Villa de la Trinidad una carta al alcalde mayor para que lo
detuvieran y lo mandaran a Santiago, y a sus amigos y sirvientes mandó decirles también
que no dejaran pasar su armada.
Le dijeron al alcalde mayor que no le convenía detener a Cortés porque tenía muchos
soldados, dinero y amigos y que podían robar en la villa y que además no había por qué
hacerlo pues él le era leal al rey. También Cortés le escribió a Velázquez diciéndole que le
sorprendía lo que estaba mandando hacer y que no hiciera caso de lo que decían de él.
Después de esto Cortés y su tripulación se embarcaron para ir a la Habana.
Menciona Bernal de nuevo a Gómora pues dice que la versión de Gómora es que tratan
de engañar a Cortés para apresarlo.
Por ordenes de Cortés se tomaron diferentes caminos para ir a la Habana, unos por tierra,
unos por la banda del norte y otros por la banda del sur; Cortés se tardó en llegar por lo
que los demás estaban preocupados y empezaban a hablar de quien tomaría el lugar de
capitán si no llegaba (pensaban que se podía haber hundido). Cortés llegó a la Habana
finalmente y mandó preparar y limpiar las armas.
Preparó su viaje para Cozumel.
Cuando Velázquez se enteró de que no habían detenido a Cortés en Villa de A trinidad se
enojó demasiado y mandó de nuevo cartas solicitando lo mismo pero ahora a la Habana y
Bernal menciona “si no lo hicieron en Villa de la Trinidad menos acá… todos estaban a
favor de Cortés”.
Cortés le escribe de nuevo a Velázquez pero sin la intención de detener su expedición.
1519“10 de Febrero de 1519 nos hicimos a la vela con nueve navíos por banda del sur y dos
por la banda del norte…”. La orden de Cortés fue que se encontrarían en la punta de San
Antón.
El navío del que era capitán Pedro de Alvarado se llamaba San Sebastián, el piloto se
llamaba Camacho y Bernal fue tripulante de este barco.
Camacho no obedeció a Cortés y no se detuvo en la punta de San Antón sino que se
siguió directo a Cozumel. Se bajaron cuando llegaron, recorrieron la isla y no encontraron
a nadie pero si mucho alimento así que se robaron muchas gallinas y Alvarado mandó a
unos soldados a explorar, encontraron un adoratorio con dos hombres y una mujer.
Cuando Cortés llegó a Cozumel10 lo primero que hizo fue detener al piloto Camacho por
adelantarse sin su permiso. Posteriormente cuando se enteró de que Pedro de Alvarado
revisó los pueblos, lo regañó hizo traer a los indios y uso a la lengua Melchorejo
regresándoles sus gallinas, pagándoles por las que se comieron y mandó por los
principales de su pueblo.
Ixchel-Diosa de la fertilidad11
Menciona Bernal que Cortés donde quiera que ponía la mano hacía bien en especial en
pacificar los pueblos y naturales.
Tomó lista cuando todos los que iban con él bajaron de los barcos:
508 personas sin contar maestres y pilotos y marineros.
100 maestres y pilotos y marineros.
16 caballos y yeguas.
10 Cozumel, durante la época prehispánica, era un importante santuario maya, en concreto un santuario dedicado a Ixchel, la diosa de la fertilidad del pueblo maya. Cozumel pertenecía a la región de Ecab, y su importancia radicaba en su templo maya, motivo por el cual era un incesante ir y venir de peregrinos los que hasta aquí venían a pedir a la diosa Ixchel.
11 En algunas ocasiones se le representaba acompañada de un conejo. Una de sus advocaciones era considerada maléfica, y se le representó en los códices, como una mujer vieja, vaciando los odres de la cólera sobre el mundo. En textos jeroglíficos su nombre es Chak Chel (arco iris grande), en en el Chilam Balam su nombre es Ix Chel (mujer arco iris).
11 navíos.
32 ballesteros.
13 escopeteros
4 falcones
También llevaban mucha pólvora. Tomó lista porque tenía gran vigilancia de todo.
Ballesta y falcón.12
Cortés se entera de que había dos españoles en punta catoche de un naufragio anterior y
sabía que aun estaban vivos pues unos mercaderes los habían visto días anteriores, por
lo cual se alegraron mucho.
Cortés escribió carta a estos españoles y mandó rescate por ellos. Decidió enviar a Diego
de Ordaz (anteriormente mencionado como un sirviente de Velázquez por lo tanto Cortés
12 Fueron tres las armas ofensivas usadas con mayor frecuencia, la ballesta, la espada y el arcabuz… su uso (ballesta) no era tan generalizado ya que en la edad media se consideraba una arma sin honor, al grado de que ser prohibida por una bula papal, por ser un instrumento considerado muy peligroso, ya que cualquier neófito en los artes de la guerra podría matar sin problemas a un consumado guerrero, y todo gracias al uso fácil de la ballesta.Por otra parte, la ballesta era considerada un artefacto para cobardes. Que gracias a las ideas maquiavelistas, se opto por su practicidad y no por su ética de guerra.…para la nobleza cristiana y para la Iglesia de Roma la ballesta fue un arma despreciada cuando no maldita, no en vano una de sus representaciones más antiguas en la iconografía era en manos de un demonio.De ahí que el Segundo Concilio de Letrán prohibió el empleo de la destreza mortífera de arqueros y ballesteros pero, eso sí, sólo contra otros cristianos.
lo mantenía lo más alejado que podía para que no hubiera alianzas en su contra por la
forma en que salieron de Cuba) por los españoles a punta catoche, con la orden de
esperar 8 días en la playa en lo que iban los mensajeros por ellos.
El primer español al que llegaron se llamaba Jerónimo de Aguilar y se alegró mucho de
saber que mandaban por él, pues era esclavo de un gran señor, el cual aceptó el rescate
ofrecido por Aguilar. Este fue a otro pueblo por el segundo español Gonzalo Guerrero13
pero este se negó a ir con él diciéndole lo siguiente: “Hermano Aguilar: Yo soy casado y
tengo tres hijos, y me tienen por cacique y capitán cuando hay guerras; idos con Dios que
yo tengo labrada la cara y horadadas las orejas. ¡Qué dirán de mí desde que me vean
esos españoles ir de esta manera! Y ya veis estos mis hijitos cuán bonitos son. Por vida
vuestra que me deis de esas cuentas verdes que traéis, para ellos, y diré que mis
hermanos me las envían de mi tierra”. Después de esto la esposa de Guerrero le dijo muy
enojada a Aguilar en maya “Mira con qué viene este esclavo a llamar a mi marido; idos
vos y no curéis de más pláticas”.
Y aunque Aguilar siguió insistiendo, incluso diciéndole a Guerrero que si su problema era
su esposa e hijos que los llevara con ellos pero la respuesta fue negativa y se fue
enojado.
13 Personaje controvertido porque se aculturó y llegó a ser un jefe maya durante la conquista de Yucatán, especialmente belicoso contra los conquistadores, por lo que fue conocido como El Renegado por sus compatriotas españoles, mientras en México le denominan como Padre del Mestizaje.Llegan a la tribu de los Tutul xiúes, enemiga de los Cocomes, en la Ciudad-Estado de Maní, a la que pertenecía Xaman Há,8 donde el cacique Taxmar los entrega como esclavos a Teohom, su sacerdote, quien, con duros trabajos y malos tratos, acaba con la vida de todos por extenuación, excepto con Gonzalo y Gerónimo. Aguilar explica bien cuál era su trabajo, que debió ser, en principio, muy similar al de Gonzalo Guerrero:...traer a cuestas la leña, agua y pescado, y estos trabajos sufríalos Aguilar con alegre rostro por asegurar la vida, que tan amada es. Naturalmente estaba tan subjecto y obedescía con tanta humildad, que no sólo con presteza hacía lo que su señor le mandaba, pero lo que cualquier indio por pequeño que fuese, tanto, que aunque estuviese comiendo, si le mandaban algo, dexaba de comer por hacer el mandado.
No obstante, pronto vemos como la actitud de los dos supervivientes se va diferenciando. Gerónimo de Aguilar, deja entre líneas muy patente que, mientras Gonzalo Guerrero se iba aculturando, él se mantuvo fiel a su cultura y su religión, a veces con mucho sacrificio:Muy probablemente, Gonzalo Guerrero no fue un esclavo tan dócil, por lo que recibiría muchos más golpes, ni tan casto como el fraile, de lo cual le sobrevendría finalmente el mal que Aguilar preveía, que el amor a una indígena, los hijos que ésta le diera y la creación, en definitiva, de una familia le apartaran de su cultura y de su religión. En eso se diferencian ambos, mientras siguen pareciéndose en la realización de los más duros y penosos trabajos que, tanto el uno como el otro, pensaban que acabarían costándoles la vida.Cervantes de Salazar, Francisco, Crónica de la Nueva España, libro I, Cap. XXVIII.
Para cuando los mensajeros y Aguilar llegaron a punta catoche ya habían pasado nueve
días y Diego de Ordaz no los esperó regresándose a Cozumel por lo que Aguilar se
regresó muy triste al pueblo donde vivía.
Gonzalo Guerrero
Cuando Diego de Ordaz regresó a Cozumel sin los españoles ni noticias sobre ellos
Cortés lo regañó por regresar sin el rescate, mensajeros y sobre todo sin los españoles
pues tenían la seguridad de que se encontraban en punta catoche.
Mientras tanto en Cozumel llegaron muchos indios a realizar un ritual, todos los españoles
observaron y Cortés al terminar el ritual les dijo que si iban a ser sus hermanos tenían que
deshacerse de sus ídolos que eran malos y los hacían errar.
“El papa (sacerdote) y los caciques respondieron que sus antepasados adoraban en
aquellos dioses porque eran buenos, y que no se atrevían ellos a hacer otra cosa, y que
se los quitásemos nosotros, y veríamos cuanto mal nos iba en ello, porque nos iríamos a
perder en la mar…”
Luego cuenta como Cortés hizo romper sus ídolos y mandó hacer un altar y poner la
imagen de la Virgen María y una cruz.
Después de esto Cortés decidió partir y nombró capitanes de los barcos, así cuenta que a
unos días del mes de marzo de 1519 embarcaron. Esa misma noche en el mar al barco
en el que se transportaba el cazabe le empezó a entrar agua por lo cual regresaron a
Cozumel. Al llegar y ver que la virgen y la cruz estaban intactas se alegraron.
Jerónimo de Aguilar se enteró de lo que pasó con Cortés se puso muy contento y decidió
ir con los mensajeros a encontrarse con él a la isla por lo que con el rescate que le había
sobrado se hizo de una canoa e indios para remar.
Unos españoles que estaban en Cozumel le dijeron a Cortés que veían a lo lejos una
canoa que se acercaba; Cortés mandó a investigar quienes eran y solo vieron a 7 indios
pues después de tantos años Aguilar parecía un indio y eso le dijeron a Cortés.
Cuando llegó a tierra y lo escucharon hablar español, le avisaron a Cortés y se alegraron
de saber que había llegado.
Cuando Cortés vio venir a los indios de la canoa con los españoles a los que había
mandado investigar preguntó que qué había pasado con el español, lo que pasa es que
no lo reconoció porque iba vestido como uno de ellos e inmediatamente mandó vestirlo.
Jerónimo de Aguilar y Hernando Cortés
Contó que se llamaba Jerónimo de Aguilar y que hace 8 años (1511) se había perdido con
otros 15 hombres y 2 mujeres, ellos tenían intención de ir a Cuba pero que el mar los
arrojó a estas tierras en donde los caciques los repartieron y que muchos de ellos habían
sido sacrificados a sus ídolos, las mujeres murieron también al poco tiempo. Dijo también
que a él también lo iban a sacrificar pero huyo y fue a dar con el cacique que permaneció
todo ese tiempo, que los únicos que quedaron eran él y Gonzalo Guerrero al que fue a
avisar de su rescate pero que no había querido ir.
Cortés le dijo que sería bien mirado y gratificado, que qué sabía de esas tierras a lo que
Aguilar contestó que no sabía porque él había sido esclavo; cuando Cortés le pregunto
por Guerrero le dijo que se había casado y tenía sus orejas horadadas y el labio, que los
indios lo tienen por esforzados y que cuando hacía tres años que había llegado a punta
catoche un español (la primera expedición que hizo Francisco Hernández de Córdoba)
Guerrero fue el inventor de que les diesen guerra a los españoles.
Después de esto y arreglado el barco se embarcaron rumbo al rio Grijalva.
De nuevo menciona que Gómara no cuenta las cosas como fueron de este suceso.
El 4 de marzo de 1519 salieron de nuevo de Cozumel con mal tiempo, un barco se
perdió, regresaron a buscarlo y estaba en un lugar al que llamaron punta mujeres.
Luego llegaron a Boca de Términos siguiendo su camino a Champotón donde quería
bajar Cortés para darles mano por lo de las dos expediciones anteriores pero Antón de
Alaminos no se lo recomendó porque decía que iba a haber mal tiempo y que no iban a
poder salir en ocho días por lo cual no bajaron y se siguieron a Tabasco14 para llegar al rio
de Grijalva.
14 Taabscoob fue un halach uinik (cacique maya) de la jurisdicción de Potonchán. Se piensa que el nombre del estado mexicano de Tabasco proviene del nombre de este gobernante. Existe un monumento en la ciudad de Villahermosa (Tabasco) dedicado a su memoria.La civilización maya forma parte de la historia de Tabasco, teniendo acentamientos de grupos chontales y zoques en gran parte de las tierras bajas de su actual territorio, durante el período clásico de Mesoamérica. La cultura maya fue una de las culturas fuertemente influenciadas por la cultura de la civilización olmeca.Entre los dioses principales de los antiguos chontales, se han identificado a Culklchan (serpiente emplumada), Ikchaua (Dios del cacao), Ix Chel (Diosa de la medicina y partos) y Tabay (Dios de los cazadores), todos ellos claramente derivados de la cultura maya.Los mexicas llamaban chontales a todo aquel que no fuera como ellos, durante su expansión por la región que hoy conocemos como Tabasco y que ellos llamaban "Onohualco".Los chontales de Tabasco, se llaman así mismos "yoko yinikob" (hombres verdaderos) y "yoko ixikob" (mujeres verdaderas), pues hablan el "yoko t'aan", es decir, la "lengua verdadera", por lo que la forma precisa de llamarlos sería "yoko t'aan" (los de la lengua verdadera), aunque una forma más precisa sería: "yoko t'aanob" (hablantes de la lengua verdadera)
El 12 de marzo de 1519 llegaron al rio Grijalva (que los indios conocían como rio
Tabasco).
Tabscoob
Cuando llegaron al rio Grijalva y entraron a él con las embarcaciones pequeñas ya los
estaban esperando indios guerreros a las orillas.
Cortés a través de Aguilar les dijo a unos señores que parecían principales que ellos no
iban a hacerles mal, que por qué estaban tan puestos en armas, y dice Bernal que entre
más les decía eso más se enojaban y le decían que no entraran a sus tierras porque
tenían muchas armas y forma de defenderse y que si intentaban meterse a sus pueblos
que los matarían. Aguilar les dijo que los dejaran tomar agua y comida y los indios
seguían respondiendo que los matarían si intentaban pasar.
Como Cortés vio que se resistían ese día se dedicó a estudiar la forma en que podían
atacarlos por lo que al otro día mandó a Alonso Dávila que se fuera con 100 soldados por
un caminillo que descubrieron a su pueblo y que cuando escucharan disparos por una y
por otra parte atacarían al pueblo.
Cortés empezó a avanzar por el rio entonces los indios se percataron de esto y más
advertían que no pasaran, cuenta que los dos lados del rio estaban rodeados de indios de
guerra. Cuando vio esto Cortés dijo que no dispararan, quería que quedara asentado de
nuevo ante un escribano que iba a hacer un nuevo intento para evitar la guerra “… que si
por defendernos algunas muertes hubiese, u otros cualquier daños, fuesen a su culpa y
cargo y no a la nuestra.” Entonces los indios empezaron a flechar y de esta forma se
bajaron los españoles y empezaron a pelear muy “valientemente”; llegó Alonso Dávila por
tierra y empezaron a atacar, cosa que no esperaban los indios y fueron huyendo pero
seguían lanzando flechas y varas y nunca dieron la espalda hasta que llegaron a un lugar
en donde tenían sus adoratorios. Cortés decidió no seguirlos pues sabía que era probable
que no los alcanzarían y esas tierras donde estaban sus adoratorios las tomaron en
nombre del rey15 y fue escrito por el escribano que los acompañaba.
Cortés mandó a Pedro de Alvarado y a Francisco de Lugo a ver la tierra por lugares
diferentes, cada uno era acompañado por cien soldados; mandó que Pedro de Alvarado
llevara a la lengua Melchorejo con él pero se percataron de que había huido.
Por el camino que fue Francisco de Lugo se encontró a muchos indios y empezaron a
atacarlo a pesar de ir con ballesteros, como iba perdiendo mandó por ayuda a donde se
había quedado Cortés. Mientras tanto Pedro de Alvarado tuvo que desviarse del camino y
por lo tanto se acercó por el camino en donde se encontraba Francisco de Lugo, al
escuchar la batalla se acercó para ayudar, y aunque con su llegada ayudó mucho seguían
sin ganar y fueron retrayéndose hasta llegar al real donde se encontraba Cortés.
En esta batalla prendieron a algunos indios y Aguilar les preguntaba que por qué los
atacaban, que si los seguían enfrentando los iban a matar y lo que contestaron los indios
es que el indio Melchorejo había ido a ver a los principales de estas tierras y les dijo que
atacaran a los españoles, que les podían ganar, que día y noche los enfrentaran y
también los indios dijeron que los señores principales los atacarían de nuevo.
Cuando Cortés escuchó que los atacarían de nuevo mandó bajar todos los caballos para
estar preparado. Cuando estuvieron listos se adelantaron y fueron al lugar en donde había
sido atacado Francisco de Lugo (Zintla) que era una tierra sujeta a Tabscoob, en el
camino a Zintla se encontraron con los indios guerreros.
15 El conquistador Hernán Cortés arribó a Tabasco el 12 de marzo de 1519 al desembarcar en la "Punta de los Palmares" justo en la desembocadura del Río Grijalva, pero fue recibido en forma hostil por los indígenas, quienes con señales le pedían que se fuera. El 13 de marzo, Cortés tomó posesión de las tierras de Tabasco ante Diego de Godoy, siendo Diego de Godoy el que realizó así la primera Actuación Notarial en México. Cabrera Bernat, 1987, p. 41 Díaz del Castillo, 2005, p. 105 Lic. José Gerardo Arrache Murguía. «El notario público, función y desarrollo histórico Universidad de Guanajuato. Consultado el 6 de mayo de 2010.
Cortés decidió que iría a Zintla16 caballo con otros jinetes pero que tomarían otro camino
para llegar por detrás de los indios.
En el primer ataque cuenta Bernal que los indios “tiran tanta flecha y vara y piedra que en
la primera arremetida hirieron a más de 7 de los nuestros…”. Ya más avanzada la batalla
cuenta que iban parejos cuando en eso llega por detrás Cortés con todos los jinetes y
todos los indios estaban tan metidos en la batalla que no se percataron de esto hasta que
empezaron a atacarlos “y aquí creyeron los indios que el caballo y el caballero eran todo
uno, como jamás habían visto caballos. Iban aquellas sabanas y campos llenos de ellos, y
se acogieron a unos espesos montes que allí había.”
Dieron gracias a Dios por aquella victoria y por esta razón nombraron al lugar como Villa
Santa María Victoria y Bernal cuenta que “esta fue la primer guerra que tuvimos en
compañía de Cortés en la Nueva España”.
Hubo más de 800 muertos de los indios.
16 La Batalla de Centla es una de las batallas más conocidas de la Conquista de México, tan conocida como la noche triste, la matanza de Cholula y la noche triste.
Cuenta Bernal que Francisco López de Gómara contó en su crónica que fueron los
apóstoles quienes lucharon contra los indios.
En esta batalla prendieron a 5 indios y Cortés a través de Aguilar su lengua les habló
sobre paz, hermandad y sobre que ellos tuvieron la culpa de que los atacaran; mandó a
estos indios por los señores principales pues deseaba hablar con ellos y en lugar de llegar
ellos, mandaron a esclavos con comida en símbolo de paz pero Cortés les dijo que él
quería hablar con sus señores, que fueran a decirles eso.
Al otro día llegaron 30 principales y le pidieron a Cortés poder enterrar a sus muertos y
este les dio permiso; regresaron al otro día los principales a tratar los asuntos de paz con
Cortés.
Bernal cuenta lo siguiente: “Y como Cortés en todo era muy avisado, nos dijo riendo:
Sabéis, señores, que me parece que estos indios temerán mucho a los caballos, y deben
pensar que ellos solos hacen la guerra… he pensado una cosa para que mejor lo
crean…”.
Lo que hizo Cortés fue mandar traer una yegua que había parido días anteriores y un
caballo para que la oliera, después de esto mandó separarlos hasta esperar que llegaran
los caciques.
Al medio día llegaron cuarenta indios de los principales con comida y regalos pidiéndole
perdón a Cortés por la batalla y que de ahí en adelante serían buenos, lo que les contestó
Cortés a través de Aguilar fue que ellos ya habían visto cuantas veces se les había
solicitado la paz y que ellos tenían la culpa y que ahora eran merecedores de que los
mataran, también les dijo que eran vasallos de un gran rey17, que mandaba que los
tuvieran en su servicio y que fueran buenos como decían sino soltarían a aquellos
tepuzques18 y que por la guerra que les habían dado seguían estos animales enojados.
Carlos V
Unos soldados españoles acercaron al caballo que había olido a la yegua y lo amarraron
cerca de de los caciques que estaban parados en donde había estado amarrada la yegua,
entonces el caballo empezó a relinchar y a patear hacía donde estaban parados los
indios, entonces los indios pensaron que era por ellos que estaba enojado.
17 fue Rey de España con el nombre de Carlos I (15161 -1556), el primero que unió en su persona las coronas de Castilla, Aragón y Navarra, y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V (1520-1558), llamado César, el César Carlos o Su Majestad Cesárea. Durante su reinado, Hernán Cortés conquistó Nueva España (México), Francisco Pizarro conquistó el Imperio Incaico formando el Virreinato del Perú y Gonzalo Jiménez de Quesada conquistó el pueblo de los Chibcha, en la actual Colombia.18 Dice Bernal “y al hierro llaman en su lengua tepuzque”.
Cuando Cortés se dio cuenta de que los indios tenían miedo al caballo lo mandó quitar y
les dijo que ya le había ordenado que no estuviera enojado con ellos. Después de esto los
indios dijeron que regresarían al otro día con comida y presentes para Cortés.
El 15 de marzo de 1519 regresaron muchos caciques y principales de tabasco, le llevaron
regalos a Cortés entre ellos oro, mantas, diademas, y 20 mujeres indias. “Y no fue nada
este presente con comparación de veinte mujeres, y entre ellas una muy excelente mujer
que se dijo doña Marina, que así se llamó después de vuelta cristiana.”
Cortés repartió a los españoles las mujeres y a Alonso Hernández Puerto Carrero le dio a
doña Marina.
Después de esto Cortés les dijo que estaba muy agradecido y que les solicitaba que
poblaran ese lugar con sus familias máximo en dos días a lo que ello respondieron que lo
harían y así lo hicieron.
Cuando estuvo poblada esa tierra Cortés a través de Aguilar les habló de la fe católica, de
Dios y les mostró la imagen de la virgen; Bernal cuenta lo siguiente “y los caciques dijeron
que les parecía muy bien aquella tececiguata, y que se la diesen para tener en su pueblo,
porque las grandes señores en aquellas tierras, en su lugar, llaman tececiguatas”.
Cortés les preguntó a los indios que de donde traían el oro que tenían a lo que ellos
respondieron que lo obtenían de hacia donde se pone el sol y decían colúa y México y
como no sabían los españoles a que se referían lo pasaron por alto.
Después de esta plática ofició misa Fray Bartolomé de Olmedo19 y se nombró a este lugar
como Santa María de la Victoria. Fray Bartolomé les habló a las 20 mujeres que les
habían regalado para que no siguieran creyendo en sus ídolos.
Fray Bartolomé de Olmedo
A estas 20 mujeres las bautizaron y dice Bernal que estas fueron las primeras cristianas
que hubo en la Nueva España.
A los caciques les habló Cortés contándoles de que son vasallos de un gran rey que tiene
muchos pueblos, pidiéndoles que también lo tomaran como señor y cuenta Bernal que
estos fueron los primeros vasallos en la Nueva España que dieron la obediencia a su
Majestad.
Cortés decidió ya hacerse a la vela y les pidió que cuidasen la cruz que les mandó poner
y la virgen. Cuando partieron los españoles se fueran en ruta rumbo a San Juan de Ulúa.
En el camino le fueron enseñando a Cortés el rio Guazacualco, la isla verde, la isla blanca
y la isla de Sacrificios, pasando esto llegaron a San Juan de Ulúa.
Bernal cuenta que Gómara escribe que entraron al rio de Alvarado que no fue cierto pues
llegaron directo a San Juan de Ulúa.
19 Fue un fraile mercedario que acompañó a Hernán Cortés en la conquista de México. Fray Bartolomé de Olmedo se ocupó de la evangelización de los indígenas (al principio, con un talante menos impositivo que el del propio Cortés). Celebró la primera misa de México Tenochtitlán y, como hombre de confianza de Cortés, participó por su encargo en negociaciones y misiones diplomáticas.Así, Olmedo formó parte de la comisión que fue al encuentro del Pánfilo de Narváez cuando llegó a la Nueva España enviado por el gobernador de Cuba Diego Velázquez para apresar a Cortés.
Bernal dedica un capítulo de su libro a doña Marina, cuenta que en su niñez fue gran
señora y cacica de muchos pueblos y vasallos pues sus padres eran señores de un
pueblo llamado Painala20 en la región de Guazacualco21. Cuando murió su padre, su
madre se casó con otro cacique y de este matrimonio nació un niño al cual deseaban
nombrar el heredero, así que hicieron creer al pueblo que se había muerto doña Marina
pero en realidad la habían dado a unos indios de Xicalango; posteriormente los indios de
Xicalango se la dieron a indios de Tabasco y por último estos a Cortés.
Bernal cuenta también que conoció a la madre y al hermano de doña Marina y que
cuando se hicieron cristianos fueron llamados Marta y Lázaro; esto ocurrió cuando en
1523 después de conquistado México y otras provincias Cortés pasó por Guazacualco,
viaje en el que iba Bernal y doña Marina pues siempre acompañaba a Cortés.
Cuenta que doña Marina fue excelente mujer y buena lengua, que por eso Cortés la
llevaba siempre con él.
20 Se menciona en el libro que ese pueblo ya no existe.21 Coatzacoalcos Veracruz.
Menciona que doña Marina se casó con Juan Jaramillo y que esta tenía mucho ser y
mandaba absolutamente entre los indios en toda la Nueva España.
Cuando en 1523 pasaron por Guazacualco doña Marina le había dicho a Bernal que era
de aquella provincia y señora de vasallos. Cortés mandó llamar a los caciques principales
para hablarles de la santa doctrina y llegaron la madre y hermano de doña Marina con
otros caciques; cuando vieron a Marina le tuvieron miedo creyendo que los enviaba ella
para matarlos y lloraron, pero esta al verlos les dijo que no lo hicieran, “que los perdonaba
y les dio joyas de oro y plata y que se volviesen a su pueblo, y que Dios le había hecho
mucha merced en quitarla de adorar ídolos ahora y ser cristiana, y tener un hijo de su amo
y señor Cortés… que aunque la hicieran cacica de todas cuantas provincias había en la
Nueva España no lo sería, que en más tenía servir a su marido y a Cortés en cuanto en el
mundo hay.”
Doña Marina sabía la lengua de Guazacualco que era la propia de México, y sabía la de
Tabasco como Jerónimo de Aguilar, se entendían bien, y Aguilar lo declaraba en
castellano a Cortés.22
“He querido declarar esto porque sin ir doña Marina no podíamos entender la lengua de la
Nueva España y México.”
22 Los historiadores no consideran a Marina la responsable del éxito de la conquista española. El apetito de los españoles por el oro, la epidemia de la viruela y, por supuesto, su superioridad militar fueron factores primordiales. Sin embargo, sus habilidades para servir de intérprete jugaron un papel enorme. Se tiene certeza de que ella facilitó la comunicación entre Cortés y varios de los líderes indígenas de la antigua América, entre quienes fueron claves los tlaxcaltecas, pues estaban a la búsqueda de aliados en contra de los aztecas debido a sus brutales exigencias de sacrificio humano y tributo.
Bernal cuenta que el jueves santo de la cena de 1519 llegaron al puerto de San Juan de
Ulúa. Al poco tiempo de haber llegado, se acercaron dos canoas con muchos indios
mexicanos y subieron al navío de Cortés preguntando que quién era el capitán; doña
Marina entendió bien lo que decían y les señaló a Cortés. Cuando los indios lo vieron le
dijeron que le daban la bienvenida, que iban de parte de un criado del gran Montezuma y
querían saber quiénes eran, qué buscaban y que si necesitaban algo que ellos se los
darían.
Dos días después regresaron otros indios de parte de un gobernador de Montezuma, les
llevaron y pusieron sobre sus chozas mantas para tapar el sol, le llevaron a Cortés
presentes de oro y mucho bastimento, Cortés se los agradeció y dijeron que regresaría un
gobernador con más. Lo que Hernán les dio a cambio fueron cosas que llevaban para
rescate.
Al otro día llegó el gobernador Tendile23 y llevó con él a Pitalpitoque24, tras de ellos iban
muchos indios con presentes y gallinas, después de esto Tendile hizo tres reverencias a
Cortés y él les dio la bienvenida.
Tendile y Cortés
23 La versión indígena de Sahagún nombra a este cacique Tentlitl, como acompañante del gobernador Cotaxlte, que era Pinotl.24 El nombre correcto es Cuitialpitoe.
Se construyó un altar, el mejor que se pudo construir y Cortés mandó a fray Bartolomé de
Olmedo que diera misa cantada, después de esto comieron y Cortés se retiró con los
caciques para hablar con ellos sobre cómo eran cristianos y vasallos del mayor señor que
hay en el mundo el emperador don Carlos y que “por su mandato venimos a estas
tierras, porque ha muchos años que tiene noticias de ellos y del gran señor que les
manda y que le quiere tener por amigo y decirle muchas cosas en su real nombre…
y también para contar con él y sus indios y vasallos de buena amistad…”, cuenta
Bernal que Tendile le respondió algo soberbio “Aun ahora has llegado y ya le quieres
hablar; recibe ahora este presente que te damos en nombre de nuestro señor, y
después me dirás lo que te cumpliere”.
Cuenta Bernal que sacó de una petaca, muchas piezas de oro, mucha ropa de algodón y
de pluma, comida como gallinas, fruta y pescado. Cortés lo recibió de buena manera y lo
que él le dio fueron cuentas torcidas y otras cuentezuelas de las de Castilla y le pidió que
mandara a los pueblos a hacer mas trueque con él.
Después se enteraron que Tendile y Pitalpitoque eran gobernadores de Cotustan y
Tustepeque y Guazpaltepeque y Tatalteco25.
25 Sahagún habla de administradores o gobernantes de los pueblos de Cuetlaxtan o Cotaxila, de Mictlanquauhtla y de Teocinyocan. Torquemada cita tres lugares: Nauhtla, Tuxtla y Mictlancuahutla. Bernal cita Tuxtepec y Huazpaltepec, que ahora pertenece a Oaxaca, aunque en el mapa de Álvaro Patiño aparece otro Tuxtepec en la región de Veracruz.
Cortés luego sacó presentes para Montezuma26, les dijo que se los llevaran y que le
dijeran que se los mandaba el rey del que ellos eran vasallos y que le preguntaran que
cuando y en donde querían que le fueran a ver.
Tendile llevaba grandes pintores y mandó pintar la cara de Cortés, la de doña Marina, al
ejército, a las lebrelas y todo lo que llevaban los españoles para enseñárselos a
Montezuma.
Después Cortés mandó dar una exhibición con caballos y sus lombardas27 “y los
gobernadores y todos los indios se espantaron de cosas tan nuevas para ellos, y todo lo
mandaron pintar a sus pintores para que su señor Montezuma lo viese.”
26La ortografía Moctezuma es la más frecuente y moderna; no obstante, la mayoría de las fuentes de los siglos XVI y XVII refieren que su nombre fue Motecuhzoma1 incluido Fray Bernardino de Sahagún que usó una forma más próxima al náhuatl: Motecuçoma y Motecuhzomatzin.De acuerdo a La Historia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo "Este nombre de Moctheuzomatzin quiere tanto decir como Señor regalado, tomándolo literalmente; mas en el sentido moral quiere decir seño, Señor sobre todos los Señores y el mayor de todos, y Señor muy severo y grave y hombre de coraje y sañudo, que se enoja súbitamente con liviana ocasión."Moctezuma Xocoyotzin, hijo de Axayácatl e Izelcoatzin, hija de Nezahualcóyotl, fue el gobernante de la ciudad mexica de Tenochtitlan cuyos dominios se extendieron a las ciudades de Texcoco y Tlatelolco desde 1502 hasta 1520, al arribo de los españoles.Al momento de recibir el poder, los altépetl (señoríos) sometidos numéricamente eran muchos y tributaban altas cargas económicas, pero se encontraban dispersos en zonas geográficas que contenían regiones enemigas como Tlaxcala, algunos señoríos de Xoconochco y los purépechas, por lo que enfocó su aparato militar al sometimiento de dichos altepetl poderosos, lo cual no consiguió en definitiva.27 cañón antiguo de gran calibre.
Un soldado tenía un casco medio dorado, este lo vio Tendile y dijo “que parecía a uno que
ellos tenían que les habían dejado sus antepasados y linaje de donde venían, lo cual
tenían puesto a sus dioses Huychilobos28 y que su señor Montezuma se holgaría de
verlo.” Cortés dijo que se los daría pero que él quería que se lo regresara lleno de oro
porque quería saber la fuente de oro que tenían.
Después Bernal y los otros españoles se enteraron que Tendile le llevó las pinturas a
Montezuma y “dizque el gran Montezuma desde que lo vio, quedó admirado... Y desde
que vio el casco y el que tenía su Huychilobos tuvo por cierto que éramos de los que le
habían dicho sus antepasados que vendrían a señorear aquella tierra”29.
28 Se refiere a Huitzilopochtli, dios de la guerra de los aztecas.
29 Según la leyenda, antes de la llegada de los conquistadores españoles se dieron ocho señales durante los 10 años anteriores, que anunciaban el colapso del estado mexica:
1. Una columna de fuego apareció en el cielo nocturno (posiblemente un cometa).
2. El templo de Huitzilopochtli fue arrasado por el fuego, mientras más agua se arrojaba para apagar el incendio, las llamas crecían más.
3. Un rayo cayó en el templo de Xiuhtecuhtli, en donde se llama Tzummulco, no se escuchó el trueno.
4. Cuando había aún sol, cayó un fuego. En tres partes dividido, saliendo de occidente a oriente con una larga cola, se escucharón ruidos en gran alboroto como si fueran cascabeles.
5. El agua del lago pareció hervir, por el viento que sopló, parte de Tenochtitlan se inundó.
6. Se escuchó a una plañidera dirigir un canto fúnebre a los aztecas.
7. Se cazó un extraño pájaro parecido a una grulla. Cuando Motecuhzoma Xocoyotzin miró en sus pupilas, pudo ver hombres desconocidos que se hacían la guerra y venían a cuestas de unos animales parecidos a venados.
8. Gente extraña, con un cuerpo y dos cabezas, gente deforme y monstruosa, las llevaban a la casa de lo negro se las mostraban a Moctezuma y luego desaparecián (posiblemente hombres a caballo).
Cuenta Bernal que Tendile se fue a ver a Montezuma para llevarle las pinturas que se
hicieron sobre Cortés y Pitalpitoque se quedó con los españoles y comía con Hernando
Cortés pues los soldados comían de lo que pescaban o el oro que iban rescatando lo
cambiaban por comida a los indios que llegaban en canoas.
Días después Tendile con otro cacique principal regresó con muchos presentes para
Cortés de parte de Montezuma y los sacaron sobre petates30; el primer regalo que
sacaron fue una rueda de hechura de sol de oro muy fino del tamaño de la rueda de una
carreta, y otra mayor rueda de plata, figurada la luna y con muchos resplandores y otras
figurillas en ella y trajo el casco lleno de oro en granos chicos y con este oro se enteraron
que había buenas minas, luego sacaron más presentes de oro y por último mandó sacar
unos penachos de oro y de ricas plumas verdes y otros de plata.
30 Un petate (del vocablo náhuatl petlatl) es un tipo de alfombra tejida que se utiliza en América Central y en México, elaborada a base de fibras de la planta llamada palma de petate (Thrinax morrissi). La Real Academia Española lo define como estera.
Penacho de Moctezuma31
Tendile le dijo a Cortés que recibiera aquello con la gran voluntad de que su señor se la
enviaba y que se había holgado de que hombres tan esforzados llegaran a su tierra y
también le dijo que tenía muchos deseos de ver a su emperador pues se sorprendió que
31 Se conoce como Penacho de Moctezuma a un quetzalapanecáyotl o tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro y piedras preciosas que actualmente se encuentra en el Museo de Etnología de Viena, en Austria, que según la tradición perteneció al tlatoani Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520), aunque no hay certeza histórica de ello, ni autenticidad de su antigüedad.El penacho es en realidad un quetzalapanecáyotl, una obra de los amantecas o artistas mexicas especialistas en la creación de objetos con plumas. Tiene una altura de 116 cm y un diámetro de 175 cm. El centro del penacho está hecho con plumas azules del ave xiuh totol, y tejuelos de oro en forma de medias lunas con piedras preciosas. Sigue una zona rosa de plumas de tlauquechol y otra zona de plumas marrones de cuclillo, de donde sale una hilera de plumas verdes de quetzal, algunas de hasta 55 cm. Sigue otra zona también de plumas de quetzal. En total tiene más de 400 plumas de quetzal. A pesar de que en la actualidad está muy deteriorado, su valor estimado por el gobierno austriaco es de 50 millones de dólares.
siendo de tierras tan lejanas supieran de él; y que mientras se esperaran en donde
estaban, que en cuanto a la visitas que no había para qué, poniendo muchos
inconvenientes.
Cortés le mandó decir de nuevo a Montezuma que él había cruzado todos los mares con
sus hombres para verlo y le mandó también presentes que los indios tomaban de valor.
Mientras esperaban la respuesta de Montezuma Cortés mandó a Francisco Montejo a
investigar la tierra pues en los arenales que estaban no se podían quedar pues no era
seguro para los barcos ni para ellos. Francisco Montejo lo más lejos que llegó fue cerca
del Pánuco32 pues las corrientes eran muy fuertes. Después de 10 días regresó a San
Juan de Ulúa y platicó de un pueblo llamado Quiahuiztlan33.
Tendile regresó y le dijo a Cortés que no mandara más mensajeros que no era posible
que fuera a ver a Montezuma, y con esta respuesta Cortés les dijo a sus soldados
“Verdaderamente debe ser gran señor y rico, y si Dios quisiere algún día le hemos de ir a
ver”.
Cuando Tendile y los otros indios vieron que los soldados y Cortés se arrodillaron ante
una cruz les preguntaron que por qué hacían eso y fue cuando Cortés a través de sus
lenguas les habló sobre la fe católica y les dijo “que les ruega que pongan en su ciudad,
en los adoratorios donde están los ídolos que ellos tienen por dioses, una cruz como
aquella, y pongan una imagen de Nuestra Señora, que allí les dio, con su hijo precioso en
los brazos, y verán cuanto bien les va y lo que nuestro Dios por ellos hace”.
32 El río Pánuco es un río mexicano que nace en la Altiplanicie Mexicana y forma parte del sistema hidrológico conocido como Tula-Moctezuma-Pánuco. Pánuco es el nombre que recibe en su curso bajo, desde Veracruz y Tamaulipas, donde finalmente desemboca cerca de la ciudad de Tampico.
33 Quiahuiztlán es una zona arqueológica y antigua ciudad totonaca en el Estado de Veracruz, México. El nombre del sitio es de origen náhuatl, se compone de "Quiahui", lluvia y "tlan", lugar; es decir Quiahuiztlan o Quiahuixtlan significa "El lugar de la lluvia".Esta zona tuvo tres funciones. Fue ciudad con cerca de 16 mil habitantes; cementerio en el que se hallaron restos de 78 tumbas dispuestas en tres cementerios principales, y fortaleza, puesto que en todas las estribaciones del cerro se pueden observar muros defensivos de diversas dimensiones, hecho que causo admiración a las primeros hispanos, por ello la mencionan en sus relaciones. Según datos obtenidos en la investigación arqueológica, la ciudad fue abandonada durante la conquista y luego repoblada por tribus nómadas.
A los pocos días Pitalpitoque se fue con sus indios y ni Cortés ni sus soldados se dieron
cuenta de cuando ni por qué lo hicieron.
Un día por la mañana llegaron unos indios de lengua totonaque34 y se presentaron con
Cortés; en esta plática se enteró de que Montezuma tenía muchos enemigos y se alegró
mucho al saberlo.
34 De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Náhuatl, el término totonaca es el plural de totonacatl y se refiere a los habitantes de la provincia del Totonacapan. Algunos autores han señalado que el término "totonaco" significa "hombre de tierra caliente", en cambio otros dicen que se compone de los términos "tu'tu" o "a'ktu'tu", que se refiere al número tres y "nacu'" que significa "corazón". Por ello, es que los totonacas emplean este término en el sentido de que Cempoala, Tajín y Castillo de Teayo son los tres centros representativos del grupo, los tres centros o tres corazones de su cultura.
Quiahuiztlan.
Los amigos de Diego Velázquez querían nombrar un tesorero pues empezaron a ver que
los soldados comenzaron a rescatar oro y que ya no lo llevarían a Diego sino que se lo
quedarían ellos. También querían regresarse a Cuba pues no le veían sentido seguir
adentrándose en este territorio cuando ya no tenían bastimento y creían que ya tenían
suficiente oro para Velázquez, pero Cortés quería llegar Quiahuiztlan pues le interesaba
saber lo que había en esas tierras.
Los que no eran amigos de Diego Velázquez gobernador de Cuba, se reunían y en
secreto hablaban sobre poblar esta nueva tierra descubierta pues ellos llegaron a este
lugar con esa idea y no querían regresar a Cuba; decidieron nombrar a Hernando Cortés
capitán provisional hasta que Carlos V nombrara uno.
En una de estas reuniones secretas Bernal cuenta que le dijeron estas palabras “¿Os
parece señor bien que Hernando Cortés así nos haya traído engañados a todos, y dio
pregones en Cuba que venía a poblar y ahora hemos sabido que no traía poder para ello,
sino para rescatar, y quieren que nos volvamos a Santiago de Cuba con todo el oro que
se ha habido y quedaremos todos perdidos, y tomarse ha todo el oro Diego Velázquez,
como la otra vez?”
Cortés llegando a Veracruz
Cuando los amigos de Diego Velázquez se enteraron de estas pláticas se molestaron
mucho y le reclamaron a Cortés, exigiéndole inmediatamente regresar a Cuba pues no
tenía el permiso para quedarse a poblar; Cortés les contestó que sí, que regresarían en
el momento que ellos quisieran y se quedaron más tranquilos.
Los soldados por otra parte demandaron a Cortés quedarse y le nombraron capitán, él lo
pensó pero finalmente aceptó y dice Bernal “… y lo peor de todo que le otorgamos que le
diésemos el quinto del oro de lo que se hubiese, después de sacado el real quinto.”
Así que decidieron hacer, fundar y poblar una villa que se nombró la villa rica de la Vera
Cruz35, este nombre se le dio porque desembarcaron el viernes santo de la cruz…
nombraron alcalde, capitán de entrada, etc.
35 La Villa Rica de la Vera Cruz fue fundada por el conquistador español Hernán Cortés, por Francisco de Montejo y Alonso Hernández de Portocarrero, el 22 de abril de 1519 en las playas que se encontraban frente al islote de San Juan de Ulúa, llamadas Chalchihuecan; fundando el 10 de julio de 1519 como Villa Rica de la Vera Cruz lo que se convirtió en el Primer Ayuntamiento de América continental y la primera ciudad fundada por europeos en toda América Continental. Sus primeros alcaldes fueron Francisco de Montejo y Alonso Hernández de Portocarrero.
Los problemas entre Cortés y los amigos de Diego Velázquez aumentaron, Cortés les dijo
que se podían regresar si querían, que no los detendría, incluso si eso significaba
quedarse solo.
Cortés mandó a Pedro de Alvarado por bastimento, llegó a un pueblo llamado Cotastan36
y no encontraron indios, solo bastimento y adoratorios con personas sacrificadas. Al
regresar decidieron continuar con su camino y cuenta Bernal que llegaron a un rio37 donde
se pobló Vera Cruz perteneciente a un gran pueblo llamado Cempoal38 de donde eran los
totonacas que los habían visitado previamente.
36 Cotaxtla es una población del estado mexicano de Veracruz en la zona centro costera del estado, en la región llamada Sotavento. Es cabecera del municipio de Cotaxtla, uno de los 212 municipios de la entidad.37 El Actopan es un río de bajo caudal que nace en la región de Xalapa y luego de volverse subterráneo renace en el lugar conocido como "El Descabezadero", ubicado en el municipio de Actopan del estado de Veracruz, México. Desemboca en el golfo de México, formando la barra de Chachalacas.38 es un sitio arqueológico mesoamericano ubicado en el Municipio de Úrsulo Galván en él Estado de Veracruz, México. La palabra Cēmpoalli proviene de las raíces nahuas Cēmpoal- que significa veinte y ā(tl) que significa agua, "veinte aguas" tal vez por que dicha ciudad contaba con una gran cantidad de canales de riego y acueductos que proporcionaban el vital líquido a los numerosos jardines y campos de labranza circundantes. El lugar fue habitado principalmente por totonacas y por chinantecas y zapoteca.Zempoala era la capital Totonaca y fue ocupada por totonacas y por chinantecas y zapotecas siendo la más grande ciudad en el Golfo de México. En su apogeo, tuvo una población de entre 25,000 y 30,000 personas y fue uno de los asentamientos totonacas más importantes durante el periodo Posclásico. Se ubica a un kilómetro de la orilla del Río Actopan y a seis kilómetros de la costa.
Cempoal
Unos indios fueron a verlos, les llevaron comida a Cortés y a sus soldados pidiéndoles
que fueran a su pueblo, de esta manera se enteraron que era por cempoal el camino a
Quiahuiztlan.
Cuenta Bernal que Cempoal fue el primer pueblo que vieron tan grande y se alegraron
mucho cuando lo vieron. Fueron buen recibidos.
Fueron recibidos por un cacique al que Bernal llama el cacique gordo, Cortés le habló
sobre Carlos V, sobre la fe católica y las cosas que solía decir sobre ser vasallos y
amigos. Después de esta plática el cacique gordo se quejó de Montezuma y de cómo
eran vasallos de él y se despidió de Cortés.
Cuando por fin entraron a Quiahuiztlan fueron recibidos por caciques de treinta pueblos
totonacas, ellos también se quejaron de Montezuma y de cómo les quitaba a sus hijos
para sus sacrificios; Cortés les dijo que los ayudaría, que para eso los había mandado
Carlos V y los caciques se alegraron mucho con estas palabras.
Cuando estaban en estas pláticas llegaron cinco caciques de Montezuma, regañaron a los
30 caciques totonacas por haber recibido a Cortés sin su permiso y por eso les
demandaba 20 indios para sacrificarlos, todos estaban muy asustados y cuando Cortés se
enteró de esto los calmó diciéndoles que él los defendería y que dejaran de darle tributo y
obediencia a Montezuma.
Después de dicho esto, mandó detener a los cinco caciques de Montezuma.
Cortés como mencioné antes mandó detener a los 5 caciques de Montezuma; los
caciques del lugar se quedaron muy nerviosos pues temían que se escaparan y fueran a
avisar a México, por lo cual querían matarlos pero Cortés no los dejó, diciendo que él
pondría a hombres que los cuidaran. Una noche mandó a los guardias de los caciques
mexicas a que sacaran a dos de ellos peros sin que lo notaran los caciques del lugar y los
llevaran a sus aposentos.
Cuando los dos caciques presos fueron llevados con Cortés, este fingió no saber quiénes
eran y les preguntó que de donde eran y por qué razón los habían apresado, estos
contestaron que los caciques de Cempoal lo habían hecho con su ayuda a lo que
respondió Cortés que no era verdad, que sentía mucho que los tuvieran presos, les dio de
comer y les dijo que los liberaba para que fueran a contar al gran señor Montezuma que
eran grandes amigos y que en verdad los españoles estaban de su lado y ayudarían en lo
que ellos quisieran y que a sus otros 3 compañeros que se quedaron presos
posteriormente los liberaría.
Al otro día que el cacique gordo y los otros se dieron cuenta de que ya no estaban dos de
los presos quisieron matar a los tres que aun estaban prisioneros pero Cortés, sabiendo
que esas iban a ser sus intenciones les dijo fingiendo estar enojado que los llevaría a sus
barcos para que de ahí no pudieran escapar como los otros dos.
Los caciques de Cempoal estaban muy alegres pues Cortés les había prometido
protección y mandaron que los pueblos cercanos lo supieran pues se les dijo que con una
alianza podrían derrotar a Montezuma.
Cuando Cortés aseguró la amistad de los totonaques decidió fundar la Villa Rica de la
Vera Cruz y con ayuda de los indios y todos sus soldados en poco tiempo construyeron
una iglesia, casas y una fortaleza.
Bernal cuenta que después se enteraron de que Montezuma cuando se enteró de que los
pueblos totonaques se rebelaron estaba tan enojado que había querido mandar a todos
sus guerreros a matarlos y que no dejaran a uno con vida y de igual forma a Cortés y a
sus soldados. Cuando llegaron los dos caciques liberados por Cortés y Montezuma se
enteró de la forma en que los liberó y las palabras que le mandó decir decidió mandar a
dos de sus sobrinos39 a hablar con él.
Lo que los sobrinos le dijeron a Cortés de parte de Montezuma es que les agradecía que
hubiera liberado a sus siervos, le mandó regalos de oro y le dijo como ahora estaba
seguro de que ellos eran sobre los que habían hablado sus antepasados y que se sentía
muy ofendido por la gran traición de los pueblos totonaques, mas no los mandaba matar
porque estaban los españoles en esas tierras.
Cortés agradeció los regalos y le mandó decir a Montezuma a través de los 3 presos que
tenía en sus barcos que los pueblos totonaques ya no le pagaban tributo porque solo
39 En el libro cuenta que pudieron ser hijos de Cuitláhuac.
servían a un solo señor (Carlos V) pero que iría pronto a visitarlo. Después de esto se
regresaron a su México.
Cuando se fueron, fueron a hablar con Cortés el cacique gordo y otros caciques para
decirle que fuera a un pueblo llamado Cingapacinga40 porque estaban unos guerreros
aliados de los de culúa y que iban hacia Cempoal para destruirlos. Después de pensar un
tiempo Cortés decidió mandar a un soldado tuerto, sin una pierna y con marcas en la cara
al pueblo para hablar con estos guerreros de culúa y así vieran los indios que eran casi
dioses y que un solo hombre podía detener a todos esos mexicanos.
Así se fueron soldados de los caciques de Cempoal con este viejo soldado disparando
con su escopeta para que los guerreros los escucharan. Cortés mandó por ellos para que
regresaran y juntar a todos los soldados e indios para enfrentar a estos guerreros juntos.
Los amigos de Diego Velázquez no quisieron ir con ellos, le dijeron a Cortés que se
regresarían a Cuba, que estaban cansados de estar en esas tierras llenas de indios,
querían regresar a los que habían dejado en Cuba y que les había prometido que los
dejaría ir.
Cuando estuvieron cerca de Cingapacinga salieron los señor principales de la ciudad y le
preguntaron a Cortés que por qué los quería matar si no habían hecho nada, que los
guerreros mexicanos se habían ido días atrás a sus tierras y que los indios de Cempoal lo
habían engañado pues siempre habían tenido rivalidad. Cuando Cortés entendió esto
40 Quizá se trata de Tizapancingo o Tizanpancinco, pueblo desaparecido que aparece en el mapa agregado al informe del alcalde mayor de la antigua Veracruz.
mandó detener a los indios principales que los acompañaban de Cempoal diciéndoles que
tenían que regresar todo aquello que les habían robado a los de Cingapacinga.
Cuando los caciques de Cingapacinga vieron la buena voluntad de Cortés y que hizo que
les regresaran las cosas robadas, escucharon lo que les dijo sobre Carlos V y la fe
católica.
Los caciques de Cingapacinga hablaron con Cortés para quejarse de Montezuma de la
misma forma y por razones parecidas a las que le habían dado los de Cempoal. Lo que
hizo primero Cortés fue hacer que entre los dos pueblos hubiera paz y se hicieran
“amigos”.
Bernal cuenta la historia de un soldado que cuando iban camino a Cempoal pasaron por
otros poblados amigos de los de Cingapacinga; este soldado se robó unas gallinas y
Cortés lo vio, se enojó tanto que mandó ahorcarlo y cuando estaba a punto de morir
Pedro de Alvarado cortó la soga. Bernal aclara que cuenta esto para que los curiosos
lectores y principalmente los sacerdotes encargados de doctrinar a los indios “vean de
que manera ellos se han de haber con los indios y no tomarles sus haciendas”.
Pedro de Alvarado
Cuando regresaron Cempoal el cacique gordo41 le dijo a Cortés que quería que siempre
fueran amigos, que lo mejor para afianzar su relación es que se llevaran a indias con ellos
para dar futuras generaciones; le dieron a Cortés ocho indias, todas ellas hijas de los
caciques principales de la zona.
Cortés le dijo que las recibía con mucho gusto pero para que se hermandad creciera le
pedía que ya no sacrificaran ánimas pues cuenta Bernal que veían todos los días que
mataban a tres o cuatro personas. El cacique gordo contestó que no le parecía bien quitar
a sus ídolos pues ellos les daban salud.
Como Cortés vio que no estaban dispuestos a dejar de creer en sus dioses, habló con sus
soldados y les dijo que estuvieran pendientes con sus armas pues estaba dispuesto a
morir por quitar a los indios sus creencias y que aceptaran la fe católica. El cacique gordo
cuando vio que Cortés se aproximaba a sus adoratorios con sus soldados para
41 Fue fundamental en la orientación de Cortés hacia Tenochtitlán y en la estrategia que construyó para apoderarse de la ciudad-imperio más fastuosa y poderosa del Nuevo Mundo.
deshacerse de ellos les dijo que no lo permitiría y mandó que los indios fueran por sus
armas también; Cortés a través de la doña Marina les metió miedo diciéndole que ya no
serían amigos y que los guerreros de Montezuma42 solo esperarían el momento de
atacarlos.
Cuando los soldados españoles tiraron a los dioses indios, los caciques se pusieron a
llorar pidiéndoles perdón pues no podían defenderlos por miedo a Montezuma. El cacique
gordo mandó que no atacaran a Cortés ni a sus soldados.
Guerreros mexicas
Lo que hizo Cortés después fue hablar con los indios sacerdotes para explicarles el por
qué no deben seguir creyendo en sus dioses, que los ayudarían en contra de Montezuma
si dejan los sacrificios y los permiten dejar una imagen de la virgen, por lo cual mandó a
todos los albañiles indios a limpiar la sangre y a construir un altar con muchas rosas para
poner la imagen y también mandó construir una cruz de madera para que de igual forma
la tuvieran bien cuidada y limpia; mandó también que los sacerdotes ya no se vistieran de
negro como solían hacerlo y ahora cambiaran sus ropas por unas blancas. Dejó a cargo a
un soldado español para que todos los días viera que se cumpliera lo que les mandaba.
42 El estado mexica estaba centrado alrededor de la expansión militar y del predominio político sobre otros pueblos, además de la exigencia de tributo de otras ciudades-estado, por lo cual la guerra era la fuerza básica en la política mexica. La sociedad mexica también estaba centrada alrededor de la guerra; cada hombre mexica recibió formación militar básica desde temprana edad, ya que la guerra no solo era importante para el bien del imperio, también era para muchos, la única posibilidad de ascender en la pirámide social mexica, la única forma de dejar de ser plebeyos (macehualtzin).
Cuenta Bernal que Cortés mandó llamar a las indias que les habían regalado, les
hablaron sobre lo malo de los sacrificios y la nueva fe que adoptarían pues fueron
bautizadas. En el libro dice Bernal que una de ellas era muy hermosa para ser india…
Después de que Cortés lograra hacer que los pueblos de Cempoal y de Cingapacinga se
hicieran amigos, decidió regresar a la Villa Rica de la Vera Cruz pues tenían pendientes
todavía. Cuando llegaron se dieron cuenta de que había llegado un navío de Cuba y en el
llevaban caballos y bastimento pues comentaron que era lo que se le había mandado a
Diego Velázquez para poblar.
Los soldados que estaban del lado de Cortés le dijeron que sería bueno mandar a Carlos
V relación y oro de lo que habían rescatado; a Cortés le pareció buena idea y cuenta
Bernal que escribió una carta de relación que ellos como soldados no pudieron leer y a su
vez ellos escribieron otra para reafirmar la historia de Cortés.
Bernal explica lo que ellos escribieron en su carta de relación43 que es un resumen de lo
que hasta este punto se leer en este libro; la salida de Cuba, la llegada a Cozumel, la
batalla de Cintla, la llegada a San Juan de ulúa, del nombramiento de Cortés como
capitán de la Villa Rica de la Vera Cruz, del engaño de Diego Velázquez, etc.
También en la carta de relación que escribieron los soldados mencionaron que le pidieron
con mucho ahínco a su majestad que dejara a Cortés de Capitán y gobernador de las
tierras pues el obispo de Burgos y Diego Velázquez se repartían el oro que rescataban y
no cumplían el mandato del rey. Cuando Cortés leyó esta carta se alegró mucho de que
hablaran bien de él.
43 Las Cartas de relación escritas por Hernán Cortés, fueron dirigidas al emperador Carlos V. En estas cartas, Cortés describe su viaje a México, su llegada a Tenochtitlán, capital del imperio azteca, y algunos de los eventos que resultarían en la conquista de México.
Escritas las cartas de relación y reunido el oro para mandar a España, Cortés mandó
preparar el navío que tenían en mejor estado para el viaje, y les encargó al capitán y
piloto que no pasaran por Cuba para que Diego Velázquez no se enterara de lo que
pasaba pero no sucedió así, pues un soldado nadó a la Habana con las cartas de relación
y pregonó en toda Cuba hasta que Velázquez se enteró.
Diego Velázquez
Cuando Diego Velázquez leyó las cartas de relación y se enteró de que mandaban oro al
rey y la relación que daban sobre él, mandó navíos a buscar al que Cortés había
mandado pues quería el oro que en el mandaban.
Los navíos que Velázquez mandó no encontraron al de Cortés, por lo cual se puso muy
triste y decidió escribirle a su amigo el obispo de Burgos y a los frailes jerónimos44 para
contarles lo que había pasado. Cuando los frailes se enteraron de lo que pasaba con
Cortés y sus soldados, contestaron a Velázquez que no se estaba haciendo mal, al
contrario ya que si recomendaban que el rey los premiara por el servicio que estaban
haciendo al reino.
44 Es una orden religiosa exclusivamente hispánica, puesto que sólo se implantó en España y Portugal. Estuvo muy vinculada a las monarquías reinantes en ambos países.
Escudo orden de San Jerónimo
Bernal cuenta que después de que los enviados llegaran a España a ver al obispo de
Burgos Juan Rodríguez de Fonseca que era gran amigo de Diego Velázquez, le
entregaron las cartas de relación escritas por Cortés y por los soldados. Cuando las leyó y
se enteró de que lo hicieron sin permiso de Velázquez se molestó mucho, los regañó y
habló del mal que había hecho Cortés y sus amigos. Cuando los portadores de las cartas
se dieron cuenta de lo mal recibidos que habían sido por el obispo y que este le escribiría
al rey contándole los acontecimientos con sus palabras pensaron en buscar la forma de
entregar las cartas al rey, que se encontraba en Flandes.
Juan Rodríguez de Fonseca
Cuando las cartas llegaron a manos de Carlos V, se molestó mucho con el obispo pues se
dio cuenta de que le mintió y de que se quedó con gran parte del oro que le habían
enviado Cortés; desde ese día dejó de confiar en él.
Bernal dice que muchos le preguntaron que cómo es que se sabía toda esa historia si él
no había estado presente, a lo que él responde que sabe lo sucedido en España porque
los portadores de las cartas les enviaron cartas a la Villa Rica para contarles lo que había
pasado.
Mientras tanto en la Villa Rica de la Vera Cruz, Cortés se enteró que de nuevo los amigos
de Diego Velázquez querían ir a Cuba, ya tenían preparado un navío con bastimento y
solo se enteraron cuando uno de ellos se arrepintió y se lo contó a Cortés. Este se enojó
tanto que mandó castigarlos, no sin antes hacerlos confesar del plan que tenían, cuando
lo hicieron las condenas fueron: mandó ahorcar a dos, cortar los pies a otro y dar
doscientos azotes a los marineros.
Después de que se cumplieron las condenas, Cortés y sus soldados platicaron sobre lo
que harían, acordaron ir a México y saber claramente quien era Montezuma y por qué
tanto miedo y respeto de los pueblos que habían conocido.
Cuando tuvieron esta plática sabían que ya no podían confiarse de los amigos de Diego
Velázquez pues si se alejaban mucho, en cualquier momento los traicionarían y se
llevarían los barcos a Cuba, es por eso que le aconsejaron a Cortés “dar a través”45 los
barcos para que fueran inutilizados y así poder irse con seguridad hacia México. La
ventaja que también les brindó esto fue que los marineros que se hubieran quedado en la
Villa Rica, ahora se unieron a los soldados y Bernal cuenta que lo hicieron muy bien.
45 Volcar, tumbar, poner en dirección transversal el barco para vararlo.
Cortés les confiesa a sus soldados que él ya lo había considerado pero no quería que la
responsabilidad cayera sobre él pues más adelante los soldados podían recriminárselo.
Bernal dice que el cronista Gómara habla de que barrenaron46 los navíos y que eso no fue
verdad.
Después de inutilizar los navíos, Cortés después de misa les habló a todos sus soldados,
les dijo que iban rumbo a México, que se podían enfrentar a batallas muy fuertes y que
ellos solo contaban con la ayuda de dios pues ya ni siquiera contaban con los barcos para
regresar a Cuba y les pidió que entregaran todo lo que tenían para hacer ese viaje lo
mejor que pudieran.
46 Abrir agujeros con un barreno o broca.
Después de las pláticas que tuvo Cortés con sus soldados, mandó llamar al cacique gordo
para recordarle que tenía que tener limpia la cruz y la imagen de la virgen que le habían
dado pues el iría a ver a Montezuma para decirle que no robe ni sacrifique.
Cuando estaban a punto de partir, Cortés recibió una carta de la Villa Rica donde le
informaban que había un navío rondando la costa y que no querían bajar a tierra a pesar
de las señas que se le habían hecho. Al saber esto Cortés decidió ir él mismo a investigar
quienes estaban en ese navío, pues temía que fueran enviados de Diego Velázquez.
Cuenta Bernal que después se enteran de que ese barco era enviado por Francisco de
Garay que era gobernador de Jamaica, pues resulta que se le había dicho a Garay que
las tierras que descubriera las nombrara como parte de su gubernatura. Se cuenta en el
libro que ya había un capitán instalado por el rio Pánuco.
Cuando Cortés llega a la Villa Rica apresan a los dos soldados que se habían bajado del
navío a investigar.
Cuando por estos soldados que apresaron se enteraron de quién los mandaba, ya no se
preocupó tanto Cortés pues él no quería que Diego Velázquez mandara navíos por él ó
por sus amigos; de esta manera decidieron seguir con lo planeado que era ir a México.
Bernal cuenta que el cacique gordo les recomendó el camino de la provincia de Tlaxcala
pues los pueblos en ese camino eran amigos de los de Cempoal, así que Cortés decidió
hacerle caso.
En el camino a México pasaron por poblados amigos de los principales de Cempoal y
además no eran tributarios de Montezuma, por lo tanto que aceptaran las platicas de
Cortés y lo que les decía sobre ser vasallos de Carlos V y tener una fe no fue difícil.
Lo que preocupaba a Cortés y a sus soldados era el clima pues empezaban a adentrarse
en tierras frías cuando ellos estaban acostumbrados al calor pues llegaron de Cuba y lo
que conocían de estas tierras también era caluroso; Bernal cuenta que no tenían ropa
para taparse y que eso los desconcertaba mucho.
Posteriormente llegaron a un poblado llamado Iztacmaxtitlan donde fueron recibidos por
su cacique Olintetl quien los recibió de mala gana pues era vasallo de Montezuma y temía
que su señor se enojara y hubiera represalias.
Cuando hablaron los soldados con Olintetl sobre Montezuma este les dio una breve
descripción de la gran Tenochtitlán y se quedaron mucho mas maravillados de lo que
estaban pues ahora que se acercaban cada vez más a este lugar sonaba aun más
increíble.
Cortés seguía diciéndoles lo mismo sobre dejar de hacer sacrificios, comer carne de estos
sacrificios y que iría a decirle a Montezuma que dejara de robarle y matar a sus vasallos
pues el gran emperador Carlos V así lo mandaba.
Como los pobladores de estos lugares aun no habían sido testigos de las batallas
anteriores no habían visto a los perros ni a los caballos, por lo tanto Cortés y sus hombres
se aprovechaban de esto pues les habían creer que eran teules y que si los hacían enojar
acabarían con ellos de una manera rápida. Y fue por esto que le dieron regalos a Cortés,
para no hacerlos enojar.
Bernal cuenta de que el lugar estaba lleno de adoratorios y de huesos humanos que
habían sido sacrificados, por esto y por su actitud al recibirlos no confiaron mucho en este
cacique y decidieron no dejar una cruz pues ya habían hecho mucho al hablarles de dios
y de la fe católica.
Para poder seguir s camino, Cortés preguntó al cacique principal de ese poblado el mejor
camino por el cual podían llegar a Tenochtitlán a lo que le contestó que por Cholula. Los
principales que lo acompañaban de Cempoal le dijeron que no se fuera por ese camino
pues eran vasallos de Montezuma y traicioneros, que mejor se fueran por Tlaxcala, que
fue la decisión que tomó Cortés y siguieron su camino.
Después de que Cortés decidió ir a Tlaxcala mandó a dos mensajeros a hablar con los
principales del pueblo pues sabía que no los iban a recibir bien ya que eran vasallos de
Montezuma. En el mensaje que les mandó les decía que iba con ellos para hablarles
sobre un gran rey del que eran vasallos, que iban como amigos y no como enemigos.
Bernal cuenta que cuando llegaron los mensajeros a Tlaxcala no les dieron oportunidad
de dar el mensaje pues los mandaron prender.
Tlaxcala
El día que estaba planeada su partida a Tlaxcala llegaron los mensajeros que tenían
presos diciendo cómo los habían soltado porque estaban en guerra los de Tlaxcala.
Platicaron de las amenazas que les hicieron de matarlos y comérselos pues pensaban
que eran amigos de Montezuma; aunque los mensajeros trataron de aclararles que
querían ser sus amigos y que iban contra los de México estos no les creyeron. De esta
forma Cortés decidió ir preparado para la guerra pues sabía que lo atacarían al llegar a
Tlaxcala.
Bernal cuenta que la razón por la que Cortés siempre los llevaba listos para la guerra era
porque les repetía que eran pocos, que no podían darse el lujo de estar descuidados y de
ser atacados, sino que tenían que estar tan alertas como si ya estuvieran en batalla pues
a la primer oportunidad serían acabados si bajaban la guardia.
Camino a Tlaxcala fue cuando Cortés y sus soldados se percataron de la gran rivalidad
que existía entre mexicanos y tlaxcaltecas pues vieron las construcciones en los
alrededores de Tlaxcala para defender su ciudad de Montezuma.
Ya cuando estaban cerca de Tlaxcala vieron a unos tlaxcaltecas que los espiaban y
Cortés mandó a unos de los que llevaba con él a que los siguieren y detuvieran a alguno.
Todos los soldados se apresuraron y vieron como los esperaban ya guerreros con sus
penachos y los empezaron a atacar. Los que fueron perseguidos por los de caballo no
siguieron corriendo sino que se detuvieron e hirieron a los caballos.
Cuando los soldados vieron el daño que se les estaba haciendo a ellos y a sus caballos
empezaron a atacar con escopetas y ballestas; empezaron a matar tlaxcaltecas.
Guerreros tlaxcaltecas.
Después de esta primer batalla entre Cortés y los tlaxcaltecas no hubo muchos heridos ni
de unos ni de otros. Los tlaxcaltecas huyeron y los españoles durmieron en ese lugar
haciendo guardias.
Al otro día Cortés y sus soldados comenzaron a avanzar, cuando llevaban un tramo
avanzado de terreno, vieron a muchos guerreros tlaxcaltecas que los empezaron a atacar;
a pesar de que Cortés había mandado mensajeros diciéndoles que no querían pelear, los
tlaxcaltecas siguieron atacando.
Cuando atacaron a los tlaxcaltecas, mataron a muchos y se fueron escondiendo y
tratando de huir.
Bernal cuenta que huían los tlaxcaltecas hacia el lugar en donde se encontraba su capitán
general Xicotenga47, en este lugar Cortés no podía atacar con caballos pues no había
forma de que pasaran, la batalla en este lugar fue más complicada pues no quería romper
las filas de sus soldados pues sabía que habría desventaja si no llevaba con ellos los
caballos.
Xicotenga
Cuenta Bernal que los tlaxcaltecas quisieron ir por caballos y matarlos, entonces se
reunieron muchos de ellos y atacaron a una yegua con su jinete logrando matarla, y si no
hubiera sido por los otros jinetes no hubieran podido salvar al que cabalgaba a esta
yegua, al parecer el miedo a los caballos había quedado atrás.
47 Xīcohténcatl Āxāyacatzin (1484 - 12 de mayo de 1521) fue un guerrero tlaxcalteca nacido en Tizatlán, uno de los cuatro señoríos de Tlaxcallan o nación tlaxcalteca —actual territorio del estado de Tlaxcala, en México—, combatió a los conquistadores españoles y se opuso a la alianza con ellos durante la conquista de Tenochtitlan. Su nombre alude al jicote (xīcoh-) y a los huevos de insecto (ā-xāyaca-) usados como comida que se encontraban junto al lago Texcoco. Los cronistas de Indias transcribieron su nombre como Xicotenga y lo llamaron «el Mozo» para distinguirlo de su padre, el señor de Tizatlán.Nace en Tizatlán el año de 1484, perteneciente al señorío de Tlaxcallan, su padre era Xicohténcatl el viejo. Enemigo acérrimo de los españoles, votó por combatirlos y los atemorizó enfrentándolos con su ejército en 1519. Su nombre del náhuatl significa Xicohténcatl (labios de jicote) y Axayacatzin (carita de agua dulce").Cuando Hernán Cortés solicitó a los tlaxcaltecas permiso para pasar por su territorio rumbo a Tenochtitlan, mediante la embajada de cuatro principales zempoaltecas, la mayor oposición a dejarlos pasar provino de Xicohténcatl Axayacatzin y Xicohténcatl el viejo, argumentando en el Senado que el vaticinio de la llegada de los hombres blancos y barbados podía ser un engaño y que esos caminantes del oriente, tal vez no fueran los que esperaban como lo predecía la famosa profecía del regreso de Quetzalcóatl y la profecía del Dios Camaxtli. Este discurso, contrario a la opinión de Maxixcatzin, señor de Ocotelulco, decidió los enfrentamientos con los españoles, los cuales le serían adversos a la República.
La batalla se llevó a cabo en Tehuacingo y se llevó a cabo el 2 de Septiembre de 1519.
Murieron muchos tlaxcaltecas pero cuenta Bernal que se los llevaban después de muertos
y es por esto que no los pudieron ver en el campo tendidos.
Bernal cuenta que después de su primer gran batalla con los tlaxcaltecas, los jinetes que
Cortés había mandado a revisar el terreno regresaron con prisioneros que se encontraron
en el camino; A través de doña Marina y de Jerónimo de Aguilar les dijeron que fueran a
hablar a sus señores principales para decirles que no querían dañarlos, al contrario pues
su intención era llegar a Tenochtitlán para hablar con Montezuma. Así se hizo y los
mensajeros regresaron poco tiempo después para decirle que Xicotenga decía que harían
las paces con sus corazones y sangre sacrificados a sus dioses y que tenía un ejército
aún más grande que con el cual lo habían atacado días anteriores.
El ejército del que hablaba Xicotenga era integrado por grandes señores principales como
son Maxixcatzin, Chichimecatecuhtli, Tecpanecatl48; sumando los guerreros de cada
principal reunían un ejército de 50 000 hombres.
48 Cuando Hernán Cortés solicitó a los tlaxcaltecas permiso para pasar por su territorio rumbo a Tenochtitlan, mediante la embajada de cuatro principales zempoaltecas, la mayor oposición a dejarlos pasar provino de Xicohténcatl Axayacatzin y Xicohténcatl el viejo, argumentando en el Senado que el vaticinio de la llegada de los hombres blancos y barbados podía ser un engaño y que esos caminantes del oriente, tal vez no fueran los que esperaban como lo predecía la famosa profecía del regreso de Quetzalcóatl y la profecía del Dios Camaxtli. Este discurso, contrario a la opinión de Maxixcatzin, señor de Ocotelulco, decidió los enfrentamientos con los españoles, los cuales le serían adversos a la República.
El 5 de Septiembre de 1519 se enfrentaron españoles y tlaxcaltecas; Bernal cuenta que
cuando se alistaron y comenzaron a caminar hacia el lugar donde se encontraban los
tlaxcaltecas pudieron ver a lo lejos a miles de hombres vestidos con sus penachos y
dando muchos gritos.
Por la experiencia de la batalla pasada sabían que no se tenían que separar pues eran
menos y estaban algunos todavía heridos por lo tanto los jinetes tuvieron un papel muy
importante en esta batalla pues avisaban cuando se acercaban los tlaxcaltecas y el lugar
por el cual lo hacían.
En esta batalla según se enteraron después Cortés y sus hombres, los señores
principales tenían sus diferencias por eso los guerreros tlaxcaltecas no se pusieron de
acuerdo para atacar y la forma de hacerlo, por lo tanto esto benefició a que fueran
muertos y heridos muchos; ya no peleaban con ánimo cuenta Bernal y se retiraban.
Cortés y sus soldados se alegraron mucho cuando vieron el daño que les estaban
causando y por lo tanto se retiraban.
Después de esta batalla, los tlaxcaltecas estaban muy abatidos por la muerte de sus hijos
y sus guerreros, así que decidieron reunir a sus papas (hechiceros) para que les dijeran si
era verdad lo que decían los indios de Cempoal (que los españoles eran como demonios
y comían corazones y sangre); después de platicar los papas dijeron a los principales
tlaxcaltecas que no era cierto, que Cortés y sus soldados eran hombres de carne y hueso,
que comían carne, gallina y pan, solo que se equivocaron al decir que las fuerzas las
tenían de día, por lo tanto si eran atacados de noche no podrían defenderse.
Cuando Xicotenga se enteró de esto se alegró y se apresuró a reunir a su ejército para
poder atacar lo antes posible de noche y así lo hizo.
Por otro lado Bernal cuenta que por el frio que ellos pasaban tenían que dormir vestidos y
con su armadura pues no estaban preparados para ese clima, al contrario ya habían
enfermado muchos, incluso el mismo Cortés. El hecho de haber estado vestidos durante
la noche les ayudó a poder defenderse del ataque nocturno de Xicotenga pues por muy
silenciosos que quisieron ser no lo lograron y ya los esperaban para defenderse.
A pesar de que esta fue otra victoria para los españoles, se preguntaban si iban a poder
seguir así pues tenían muchos heridos y enfermos, incluso los caballos ya no estaban
bien para más batallas por lo tanto su opción era seguir insistiendo en mensajeros para
lograr la paz entre ellos y los tlaxcaltecas. Incluso ya dudaban de si podrían llegar a ver a
Montezuma.
Xicotenga al ser derrotado también de noche se molestó tanto que cuenta Bernal que
sacrificó a dos de los papas que le habían dicho que el sol le daba poderes a Cortés y a
sus soldados.
Bernal habla sobre el gran papel que hizo doña Marina en esta parte del viaje; comenta
que tenía un esfuerzo muy varonil y nunca vieron flaqueza en ella.
Cuenta Bernal que los caciques de Tlaxcala se reunieron después de las batallas
perdidas y se pusieron a dialogar sobre los mensajeros que enviaba Cortés con la
intención de hacer las paces. Xicotenga el viejo, el principal de ellos y padre de Xicotenga
el mozo dijo que a pesar de haber perdido el pueblo de Tlaxcala contra los españoles,
ellos seguían mandando mensajeros para hacer las paces y sobre todo que a los que
tomaban presos no los herían sino los dejaban en libertad, además que los indios de
Cempoal les habían dicho que Cortés y sus hombres no eran amigos de Montezuma, al
contrario pues ellos tenían la intención de ir a hablar con los mexicanos y detener la
dominación territorial que tenía; propuso entonces hacer las paces con ellos y fueran
teules ó no los ayudarían en batalla contra los mexicanos.
Cuando Xicotenga el mozo se enteró de que su padre y los demás principales querían
mandar este mensaje a Cortés se enojó tanto que dijo que él los atacaría de nuevo.
Xicotenga el viejo con temor de que su hijo atacara de nuevo a Cortés mandó a todos sus
guerreros que no lo siguieran en esta batalla.
Mientras esto pasaba con los tlaxcaltecas, Cortés decidió ir a un pueblo cercano llamado
Zumpancingo pues no tenían comida en el lugar en donde estaban, así que preparó a los
caballos y a los soldados más sanos y avanzó. Cuando en Zumpancingo sintieron a
Cortés y a sus soldados próximos a su territorio huyeron pues pensaron que los matarían;
al darse cuenta los soldados españoles esperaron a que se fueran del pueblo y
posteriormente entraron por alimento pues su intención no era matarlos ni herirlos.
Cuando los principales de estas tierras se percataron de que pudieron haberlos matado
pero no lo hicieron, fueron a ver a Cortés para agradecérselo y para decirles que si no
habían ido para hacer las paces con ellos es porque Xicotenga se los tenía prohibido pues
era gran señor de Tlaxcala.
Dieron de comer a Cortés y a sus soldados, al igual que mandaron a los otros que se
habían quedado en el real heridos. Cortés les dijo que lo que él buscaba era ser amigo de
ellos pues aun no había tenido noticias de los principales de esos pueblos, así que los
papas y principales de Zumpancingo fueron a ver a Xicotenga y los otros principales para
darles el mensaje de Cortés.
Cuando regresaron al real con los soldados heridos, uno de ellos a nombre de los
españoles que habían dejado en Cuba tierras e indios y amigos de Velázquez dijo a
Cortés que sería bueno regresaran a la Villa Rica pues a pesar de que Dios los había
acompañado y dado fortaleza para las batallas, él y los otros no creían que era bueno
seguir adelante pues se encontraban en peor estado que animales de carga; querían
regresar a la Villa Rica para poder construir un navío para que fuera a Cuba y pedir
ayuda.
Lo que Cortés respondió a ese soldado (que dice Bernal que no menciona su nombre por
orgullo de la persona) es que es verdad todo lo que le dice, que bien tiene entendido el
frio, hambre y cansancio que pasan, pero que debería tomar en cuenta también que
Cortés no los manda y se queda esperando noticias de ellos sino que es el primero que
sale a la batalla y que bien sabido tiene que todo era por ayuda de Dios y en nombre del
emperador Carlos.
Les dijo también que ya no podían dar vuelta atrás pues los pueblos que se habían hecho
amigos de ellos, se volverían de nuevo enemigos al ver que no van a México como lo
habían dicho para hablar con Montezuma, y que creyendo que son dioses si los vieran
volver hasta las piedras se levantarían contra ellos pues los creerían cobardes y sin
fuerza. Les habló sobre quitarse de la cabeza la idea de Cuba, que lo que les quedaba
era seguir siendo buenos soldados para poder seguir avanzando y llegar a donde tengan
que llegar con la ayuda de Dios en nombre del emperador don Carlos.
Finalizaron la plática con estos soldados inconformes pero obedecieron pues al final de
cuentas quien estaba a cargado era Cortés y no podían desobedecerle más que
maldecirle pues si había debilidad entre ellos era probable que los mataran fácilmente.
Cortés sabía esto por eso les dijo que como decían las canciones era mejor morir por
bueno que morir deshonrados.
Mientras Cortés de nuevo intentaba persuadir a los soldados amigos de Diego Velázquez
que pelearan bien, siguieran adelante y no pensaran más en Cuba, los señores
principales de Tlaxcala de nuevo dijeron a Xicotenga que fuera a hablar con Cortés para
lograr paz; lo que hizo Xicotenga fue enviar comida pero retando de cierta forma a Cortés
para saber si eran teules u hombres de carne y hueso.
Los mensajeros que llevaron la comida a los españoles eran espías de Xicotenga pues
deseaba de nuevo atacarlos por la noche y quería saber la forma en que vivían; Cortés se
enteró de esto porque doña Marina lo escuchó y se lo dijo. Lo que hizo fue aprender a 17
de los espías de Xicotenga, les cortó a unos las manos y a otros sus dedos pulgares para
mandar el mensaje a Xicotenga diciendo que lo esperaría de día y de noche y si en dos
días no llegaba el iría a buscarlo.
Al otro día los soldados que cuidaban los alrededores del lugar donde estaba establecido
Cortés, llegó corriendo a él diciendo que había visto a lo lejos venir muchos indios e indias
cargando cosas, que no estaba seguro a donde se dirigía pero otro soldado los estaba
vigilando. Al poco tiempo llegó el otro soldado diciendo que venía hacia ellos.
Bernal cuenta que estaban tan felices porque sabían que se acercaban aquellos indios
para por fin estar en paz, pero Cortés mandó que disimularan su felicidad.
Cuatro señores principales entraron en los aposentos de Cortés para hablar sobre paz y
amistad. Le explicaron que eran enviados del señor de Tlaxcala y que iban para pedir
disculpas por haberles dado guerra y no creer en los mensajeros que habían enviado
pues explicaron que ellos pensaban que eran amigos de Montezuma que son enemigos
de los tlaxcaltecas desde mucho tiempo atrás y por lo tanto pensaban que era uno de sus
engaños para entrar en sus tierras y robar a sus hijos y mujeres. Esto se los habían dicho
los chontales y otomíes que según ellos eran gente del monte sin razón.
Cortés escuchando todo lo que les fue mandado decir, se hizo el enojado y muy molesto
les dijo que él no tendría por qué escucharlos pues desde que entraron a esa tierra había
mandado mensajeros para que fueran amigos y ellos respondieron atacando de día y de
noche y enviando espías. Les dijo que no creería en sus palabras si no iban los señores
de Tlaxcala a hablar sobre la buena voluntad que ahora le tenían. Les advirtió que los
esperaba de día pues si llegaban de noche los mataría.
Negociación de los tlaxcaltecas.
Bernal cuenta que en todas las tierras cercanas a Tlaxcala se enteraron de la victoria que
habían tenido sobre este gran pueblo guerrero. Uno de los que se enteraron de la paz que
ahora ofrecían los tlaxcaltecas a los españoles fue Montezuma y por esto mandó
mensajeros para ir a ver a Cortés y decirle que lo felicitaba por su gran victoria y que
deseaba ser vasallo de su gran emperador pues ahora les tenía más respeto; les mandó
regalos de oro, algodón y otros presentes; lo único que les pedía es que no fueran a verlo
pues su tierra era estéril y no quería que pasaran hambre estando en México.
Estando Cortés platicando con los mensajeros de Montezuma se acercaron soldados para
decirle que había muchos hombres con mantas blancas y de colores que se acercaban.
Conforme fueron avanzando supieron que era Xicotenga y otros señores principales e
iban a verlo para hacer las paces y se tranquilizaran las cosas entre Cortés, sus hombres
y el pueblo de Tlaxcala.
Cuando Xicotenga fue a ver Cortés para hacer las paces le explica que la razón por la que
no habían aceptado anteriormente sus mensajes de amistad era porque Montezuma solía
hacer ese tipo de engaños para poder adentrarse en sus tierras y que había veces que no
podían obtener comida por la invasión de los mexicanos, incluso se quedaron sin riqueza
pues se había entregado anteriormente a Montezuma para hacer las paces.
Cuenta Bernal que Xicotenga dio muchas quejas a Cortés de Montezuma y los mexicanos
y ahora sabía que ellos querían ser amigos y no tendrían que estar siempre con
sobresaltos de ataques de México. Invitó a Cortés a su ciudad pues le dijo que los otros
señores principales lo esperaban; éste contestó que iría con agrado pero que a pesar de
que les perdonaba los ataques que les hicieron, si volvían a hacerlo no los perdonaría y
destruiría su ciudad; Xicotenga y sus acompañantes aseguraron que no volverían a
atacarlos.
Los mensajeros de Montezuma que estaban con Cortés escucharon todo lo que dijo
Xicotenga y cuando éste se fue les dijeron a Cortés y a sus hombres que no les creyeran
pues eran mentiras, que los tlaxcaltecas esperarían a que todos estuvieran en su ciudad y
los atacarían. Cortés les contestó muy seriamente diciéndoles que si eso era verdad que
no lo preocupaba pues él les había advertido que de hacerlo los mataría y por lo tanto si
estaba dispuesto a ir a Tlaxcala; Cortés les dijo esto pero no sabía si era verdad lo que le
dijeron y se quedó preocupado.
Xicotenga y Cortés
Cuenta Bernal que como pasaban los días y Cortés no iba a Tlaxcala los principales les
mandaban comida y ropa para demostrarles que si estaban de paz y también Montezuma
mandó de nuevo regalos de oro y ropa cuando se enteró que fueron invitados por los
tlaxcaltecas a su ciudad y les mandó decir que no les creyeran pues solo querían llevarlos
a su ciudad para matarlos y robarles pues eran muy pobre. Cuando Cortés iba a
contestarle se enteró que todos los señores principales y papas de Tlaxcala iban camino a
verlo para después llevarlos a su ciudad.
Cuando llegaron todos los señores principales de Tlaxcala a ver a Cortés, Xicotenga el
viejo le dijo a Cortés que era verdad lo que le habían dicho sus mensajeros previos pues
en verdad querían la paz con él y que estaba seguro que los mensajeros mexicanos le
habían inventado cosas sobre ellos pues solían hacerlos y que era la razón por la cual no
habían querido ir a Tlaxcala. (También cuenta Bernal que Xicotenga el viejo y todos los
tlaxcaltecas llamaron a Cortés “Malinche49”).
49 Malinche es el nombre que los indígenas dieron a Cortés, debido a su cercanía a Malinalli, el verdadero nombre de la Malinche. Malinalli es una paja, una liana torcida que se utilizaba en la construcción de casas, pero también era un signo astrológico.
Cortés le contestó que si no había ido a Tlaxcala no era por cosas que hayan inventado
los mexicanos sino porque no tenían como llevar todas sus cosas con ellos pues no
tenían quien las cargara, a lo que Xicotenga contestó que el mandaría llamar hombres
que les cargaran sus cosas.
Bernal cuenta que estuvieron 24 días en Tlaxcala y que llegaron a esta ciudad el 23 de
septiembre de 1519.
Cuando entraron en Tlaxcala fueron recibidos por todos los papas de la ciudad, así como
por los señores principales que se habían adelantado para que todo estuviera listo a su
llegada. Cuenta Bernal que todo lo tenían tan preparado para que se sintieran a gusto en
su ciudad que incluso les daban ropas hechas de henequén pues no contaban con
algodón como los mexicanos.
Cuenta Bernal que Xicotenga el viejo y otros señores principales se enojaron con Cortés
pues se dieron cuenta de que no dejaban sus armas y estaban muy desconfiados de ellos
y le dijo que o los tiene por enemigos o no confían en ellos a pesar de la paz que le
estaban mostrando, a lo que Cortés contestó que no era por ellos, que él solía siempre
estar preparado para la batalla pero que si les agradecía la amistad que les ofrecían y
todo lo que hacían por ellos.
Como había mencionado en la entrada anterior, después de las batallas que habían
sucedido entre tlaxcaltecas y españoles estaban en proceso de reforzar su amistad y unir
fuerzas para atacar a Montezuma (claro estaba que los tlaxcaltecas llegaron a este punto
pues se dieron cuenta de que eran superiores a ellos en batalla y es algo que necesitaban
para terminar con el enorme poder de los mexicanos).
Los tlaxcaltecas principales (cómo se hacía anteriormente en algunas culturas) después
de ofrecer su amistad y reforzarla ofrecieron sus hijas a Cortés y a sus hombres pues le
dijeron que querían que hubiera generaciones con la mezcla de tlaxcaltecas y españoles.
El sacerdote que acompañaba a Cortés le aconsejó que no las recibiera de buena forma
hasta que pudieran hablar con ellos sobre religión y los sacrificios que hacían pues vieron
esta una gran oportunidad de tocar este tema que para ellos era de suma importancia y
así fue cómo lo hizo Cortés.
Cuando los tlaxcaltecas llegaron con Cortés y sus hombres para hacerles entrega de sus
hijas, los españoles se alegraron mucho y las recibieron de buena gana pero entonces
Cortés les dijo lo que había estado diciendo desde su llegada a la costa de Cozumel. Les
habló sobre Dios, su madre la virgen y les mostraron imágenes contándoles como son
ellos a los que deberían adorar. Bernal cuenta lo bien que recibían el mensaje pues doña
Marina y Jerónimo de Aguilar ya dominaban las palabras y lo que quería decir Cortés.
A diferencia de los pueblos con los que se había encontrado Cortés hasta llegar a este
punto, los tlaxcaltecas al escuchar estas palabras sobre Dios, la virgen, el cielo, el infierno
y demás palabras que escucharon respondieron que ellos eran los que estaban ahora
pisando tierras extrañas, que cómo esperaban que de un día para otro dejaran de
creer en este su Dios pues aunque si creían que los ayudaba a los españoles ellos
creían en los mismos dioses de sus antepasados y que con el tiempo irían
aprendiendo de este el Dios del que Cortés les hablaba, también dijeron que ellos
qué más quisieran obedecer lo que les decían pero no dejarían de sacrificar aunque
esto significara su muerte.
Bernal menciona que estas palabras mencionadas por los tlaxcaltecas sorprendieron
mucho tanto al sacerdote que los acompañaba como a los mismos soldados y fue por
esto que le dijo el padre de la Merced a Cortés lo siguiente: “Señor, no cure vuestra
merced de más importunar sobre esto, que no es justo que por fuerza les hagamos
ser cristianos, y aun lo que hicimos en Cempoal de derrocarles sus ídolos no
quisiera yo que se hiciera hasta que tengan conocimiento de nuestra fe. ¿Qué
aprovecha quitarles ahora sus ídolos de sus adoratorios si los pasan luego a
otros?...” y menciona Bernal que sí lo tomó en cuenta Cortés y dejaron de insistirles en
ese momento.
Después de esta plática bautizaron a las hijas de los caciques tlaxcaltecas. A la hija de
Xicotenga el viejo, la llamaron Doña Luisa y Cortés se la dio a Pedro de Alvarado y les
dijo que era como su hermano y capitán por lo cual se contentaron los caciques. Cuenta
Bernal que Pedro de Alvarado tuvo dos hijos con Doña Luisa.
Cortés quiso saber todo lo que pudiera sobre Montezuma y los mexicanos y por esto se
llevó a los caciques principales con él para platicar sobre este tema.
Ya que los tlaxcaltecas eran grandes enemigos de los mexicanos desde años atrás
sabían muchas cosas que podían beneficiar a Cortés en contra de ellos. Les hablaron
sobre su gran poderío y que Montezuma obtenía las tierras que él quería a través de la
guerra pues en una batalla normal salía con 150 mil soldados de guerra; Cortés les
preguntó que si era verdad que tenían tanto poder ¿Por qué es que no había acabado con
los tlaxcaltecas? Le contestaron que porqué la mayoría de los guerreros de Montezuma
habían pertenecido a otros pueblos que fueron sometidos y por esta razón no peleaban
con muchas ganas y ellos mismos les avisaban cuando los iban a atacar.
Hablaron sobre el gran poderío de los mexicanos, el oro, plata y plumas que obtenían de
los pueblos sometidos a ellos; sobre las casas, su ciudad y las mujeres que tenían.
Les describieron la ciudad, los lagos que las rodeaban, la forma en que se defendían y la
manera de entrar a la gran ciudad de Tenochtitlán.
En la entrada anterior mencioné como cuenta Bernal de la manera en qué se enteraron
del gran poderío de Montezuma pues Xicotenga se lo describía con todo el cuidado y el
mayor detalle que se pudiera.
No solo les contaron de la forma en que se puede entrar a México sino también de donde
obtenían el agua dulce, que sus casas estaban construidas de tal forma que podían
atacar en una batalla desde sus techos, también hablaron de las formas y tamaños de sus
armas50. De hecho Xicotenga hizo llevar pinturas hechas en henequén para que pudieran
ver las batallas entre tlaxcaltecas y mexicas.
50 El arte de guerra mexica abarca los aspectos más importantes del modo de guerrear y pelear que tenía esta sociedad militarista del Posclásico Tardío. Las fuerzas militares, armamento y estrategia fueron vitales para las expansiones realizadas en el Posclásico Tardío por la civilización mexica en Mesoamérica. Este tema también abarca en particular la historia militar de los mexicas, la última Triple Alianza de Mesoamérica que integró la ciudad-estado de Tenochtitlan junto con las ciudades-estado de Tetzcuco (hoy Texcoco), Tlacopan (hoy Tacuba), y otras fuerzas militares aliadas de la región central de México.Las fuerzas armadas estaban compuestas de un gran número de plebeyos (yaoquizqueh) que sólo poseían conocimientos y capacitación militares básicos, y un pequeño pero todavía considerable número de guerreros profesionales, pertenecientes a la nobleza (pipiltzin), los cuales se organizaron en diferentes sociedades guerreras, a las cuales eran integrados según sus logros en el campo de batalla.Las fuerzas armadas estaban compuestas de un gran número de plebeyos (yaoquizqueh) que sólo poseían conocimientos y capacitación militares básicos, y un pequeño pero todavía considerable número de guerreros profesionales, pertenecientes a la nobleza (pipiltzin), los cuales se organizaron en diferentes sociedades guerreras, a las cuales eran integrados según sus logros en el campo de batalla.
Como estas cuestiones sobre los mexicas las habían escuchado anteriormente Cortés
quiso profundizar y les preguntó que de qué lugar habían llegado; lo que contestó
Xicotenga es que sus antepasados decían que los hombres de México eran muy grandes
y diciendo esto se les mostró un hueso que al compararlo los españoles se espantaron
pues cuenta Bernal que consideraron que hubiera pertenecido a un gigante.
Terminando estas pláticas relacionadas a los mexicanos cuenta Bernal que estaban todos
los españoles muy sorprendidos pues el volcán cercano a Tlaxcala estaba echando
mucho fuego51 y un capitán español llamado Diego de Ordaz le dijo A cortés que quería ir
a ver lo que pasaba; se llevó a dos soldados y a varios indios tlaxcaltecas que no subirían
con ellos sino que se quedaría en donde tienen unos adoratorios cerca del
popocatepeque. Ordaz subió con sus soldados y cuenta que salía humo, cenizas, piedras
y que al llegar a la cima pudo ver la gran “ciudad de México”.
51 El Popocatépetl forma el término austral de la Sierra Nevada. A partir de él, se desprenden hacia el poniente las serranías de Ajusco. Gran número de las erupciones del Popocatépetl han tenido lugar por su conducto, a lo que se debe su gran profundidad, las dimensiones del volcán y su altura. Sus solfataras, en vías de extinción, demuestran su actividad actual…En 1519 hubo otra erupción, pues los españoles lo vieron arrojando humo, siguió manifestandose activo hasta el año de 1539, segun Bernal Díaz del Castillo: "echo grandes llamas, piedras y cenizas". Antes de esto se oyeron fuertes ruidos. Las cenizas de su erupción llegaron hasta Huejotzingo, Chalco, Cholula y Tlaxcala. "Quemo el campo, las hortalizas y los árboles."
Menciona Bernal que dejó poco a poco de tener actividad el volcán hasta 1939 que volvió
a echar piedras y fuego aunque ya no se espantaron tanto pues ya sabían lo que era un
volcán y vieron otros en Nicaragua y Guatemala.
Aunque no pudieron ni quisieron por un tiempo seguir intentando hacer que los
tlaxcaltecas creyeran en la virgen maría ni en Dios, cuando entraban a poblados donde
tenían cárceles especiales para los hombres que querían sacrificar, se dedicaban a
romperlas y a ordenar que ya no se comieran ni sacrificaran a los indios.
Bernal Díaz de Castillo cuenta que después de 17 días en Tlaxcala y después de tanto
escuchar sobre el gran Montezuma, su ciudad, riqueza, etc., deseaba Cortés partir lo
antes posible a México.
Los soldados amigos de Diego Velázquez le insistieron a Cortés que no era necesario
seguir adelante, le dijeron que era muy arriesgado pues eran muy pocos y habían
escuchado sobre su gran habilidad en la guerra; a pesar de estos comentarios Cortés y
los otros soldados decidieron seguir adelante e ir a visitar a Montezuma por fin. Los
mensajeros de Montezuma que se encontraban con ellos les dijeron que el mejor camino
para llegar era pasando por Cholula y fue por ese camino que decidieron ir. Aunque los
señores principales tlaxcaltecas aconsejaron que no fueran por este camino pues los iban
a traicionar, estratégicamente Cortés decidió que si era el mejor camino para llegar al
gran Montezuma.
Antes de partir a Cholula Cortés mandó decir a los señores principales ¿Qué por qué no
los recibían con regalos y de buena manera? Que no se los iba a tomar de buena gana y
fue cuando se enteró de que Montezuma ya había mandado mensajeros con regalos para
Cortés.
Antes de por finalmente partir a Cholula llegaron los mensajeros de Montezuma a
Tlaxcala para ver a Cortés y decirles que fueran pronto a México, que no estuvieran más
tiempo en una tierra de pobres que ni para esclavos servían; Bernal cuenta que esto lo
dijeron los mensajeros porque Montezuma se enteró de la amistad que habían formado y
no deseaba que eso continuara por eso les mandó tantos presentes.
Cortés decidió mandar a Pedro de Alvarado y a Bernaldino Vázquez Tapia por adelante
para que fueran a ver la ciudad, sus fortalezas y cosas referentes a Montezuma pero al
poco tiempo de haber partido les dijo que regresaran y no siguieran solos. (Fue cuando
los mexicas le pusieron por nombre Tonatio52 a Pedro de Alvarado por su físico).
Los principales de Cholula mandaron mensajeros a Cortés diciéndole que si no había
mandado regalos era porque estaban en un pueblo enemigo pero con mucho gusto
sabiendo que se dirigían a su tierra serían recibidos como lo merecen. Cortés aceptó
estos términos y decidió partir hacía Cholula no sin antes avisarles a través de
mensajeros que les hablarían sobre la salvación de sus almas, sobre la Virgen María y
sobre el gran señor al que sirven don Carlos.
Los señores Tlaxcaltecas dieron a Cortés hombres de guerra en caso de que los
necesitaran contra los mexicas; aceptaron mil de buena forma y continuaron su camino
hacia Cholula.
52 En la mitología mexica, Tonatiuh era el dios del Sol.
12 de Octubre de 1519
Cuenta Bernal como entraron a la ciudad de Cholula y fueron recibidos con bastimentos y
los señores principales de la ciudad. A los habitantes de Cholula les preocupaba que los
tlaxcaltecas entraran a su ciudad armados y por esto mismo le pidieron a Cortés que los
hiciera esperar fuera de la ciudad o se desarmaran; Cortés entendiendo sus razones para
no querer que entraran los tlaxcaltecas aceptó y los mandó quedarse fuera de la ciudad
esperando a que avanzaran hacia México.
Como lo tenía acostumbrado Cortés al llegar a una nueva ciudad, sus primeras palabras
eran sobre la fe cristiana, sobre el gran Carlos V y sobre todo trataba de exhortar a que
dejaran a sus dioses, que no hubiera más sacrificios, sodomías, robos, etc., de manera
parecida a los tlaxcaltecas, los señores de Cholula le contestaron que todavía no entraban
a su ciudad y ya querían que abandonaran a sus dioses y eso no era posible pero que si
estaban de acuerdo en seguir al emperador Carlos V.
La Matanza de Cholula
El nombre que dio Bernal Díaz del Castillo al capítulo donde cuenta lo sucedido en
Cholula es “Cómo tenían concertado en esta ciudad de Cholula de matarnos, por
mandato de Montezuma y lo que sobre ello pasó”.
Este episodio de la historia de la conquista es uno de los más importantes. Primero
escribiré lo contado por Bernal y posteriormente lo que otras fuentes dijeron.
En la entrada anterior mencioné como entraron a Cholula los españoles y fueron bien
recibidos por los señores principales con la condición de que los tlaxcaltecas se quedaran
fuera de su ciudad pues eran grandes enemigos.
En este capítulo Bernal cuenta cómo los primeros dos días que estuvieron en Cholula
fueron bien tratados y alimentados pero al tercero ya no los iban a ver los señores
principales y cuando les pedían comida solo les llevaron agua y leña; cuando vio este tipo
de reacción de los habitantes de Cholula, Cortés se preocupó y tenía preparados (como
solía hacerlo cuando entraban a nuevos pueblos) a todos sus soldados pues no querían
ser sorprendidos. Incluso los embajadores que Montezuma había mandado y
acompañaban a Cortés le dijeron que su señor les mandaba que no fueran a su ciudad
porque tampoco tendría con que alimentarlos.
Cortés mandó llamar a dos sacerdotes y les dijo que deseaba hablar de nuevo con los
señores principales pues no entendía por qué les tenían miedo si ellos solo estarían un
día más y se irían a la ciudad de México a ver a Montezuma; los sacerdotes fueron por los
señores principales y lo que se respondió a Cortés fue que el gran señor Montezuma
había mandado que ya no se los alimentara más pues no deseaba que fueran a verlo.
Cuando Cortés estaba en estas platicas llegaron tres indios de sus amigos de Cempoal y
le informaron que en el camino encontraron grandes agujeros cubiertos con hojas,
muchos soldados de Cholula con armas y más trampas para que ellos no pudieran salir,
sobre todo los caballos no pudieran correr, le comentaron a Cortés que ya habían
sacrificado a siete personas al dios de la guerra el cual les prometió la victoria;
escuchando esto Cortés les ordenó que regresaran con los tlaxcaltecas que se quedaron
fuera de la ciudad y los prepararan para cuando los mandara llamar.
A través de doña Marina, Cortés mandó traer a los dos sacerdotes con los que había
platicado anteriormente para preguntarles sobre lo que les acababan de informar. Cuando
llegaron al aposento de Cortés le dijeron que ellos no le tenían miedo sino lo que se
estaba planeando en contra de ellos era por mandato de Montezuma pues sus dioses le
habían dicho que tenían que matar a Cortés y a sus hombres en Cholula, y sabiendo que
al otro día partirían habían mandado dos mil guerreros mexicanos para unirse a las
fuerzas de Cholula para matarlos y llevarse otros presos para sus sacrificios a
huitzilopochtli.
Cortés les agradeció a los dos sacerdotes por la información y les mandó que no lo
dijeran; después se reunió con sus soldados para platicar sobre lo que debían hacer, unos
opinaban que era mejor regresar a Tlaxcala, otros que fueran a México por un camino
diferente pero la mayoría querían enfrentarse en esta batalla pues si huían daban pie
a que pensaran que eran débiles y no podían combatir.
Una india ya grande de edad se acercó a doña Marina para decirle que se fuera con ella,
que pronto serían atacados los españoles y que si huía la casaría con su hijo que era
señor principal. Doña Marina le agradeció y le hizo pensar que se iría con ella pero le
pidió que esperaran juntas pues deseaba sacar sus pertenencias; mientras esperaban se
puso a platicar con esta mujer para sacar la información necesaria sobre la traición y
cuando por fin se enteró de que atacarían cuando Cortés y sus soldados fueran de salida
de la Cholula se apresuró a contarles todo esto a los españoles. Cortés después de
preguntarle a la mujer sobre los planes para atacarlos la mandó apresar.
Doña Marina y Cortés
Al día siguiente cuando estaban listos para partir de Cholula (o eso creían los señores
principales), Cortés les dijo a los caciques que se había enterado de su traición, que no
sabía el por qué lo hacían pues ellos solo habían llegado a hablarles del emperador y de
dios y no con la intención de querer hacerles daño y que lo que recibieron a cambio
fueron burlas pues no los alimentaban y tenían todo preparado para matarlos; les dijo
también que sabía que su intención era quedarse con algunos de ellos para sacrificio.
Los señores principales le dijeron a Cortés que era verdad que tenían planeado matarlos
pero que ellos no tenían nada que hacer pues se los había mandado Montezuma; Cortés
les dijo que por leyes reales no perdonan la traición y por eso los castigarían, diciendo
esto mandó soltar una escopeta la cual era la señal que sus soldados esperaban para
atacar.
Después de que los españoles comenzaron a atacar, llegaron los tlaxcaltecas y como
eran grandes enemigos lo hicieron con todo su fuerza pues no solo mataron sino que
sacaron de la Cholula todo lo que pudieron hasta que cuenta Bernal que Cortés lo mandó
detener.
Llegaron señores principales de Cholula a ver a Cortés pidiéndole que los perdonara y
que terminara con los ataques a lo que este respondió que los perdonaba y esperaba que
no volvieran a traicionarlos; mandó poblar de nuevo la ciudad y les pidió que los
tlaxcaltecas y los habitantes de Cholula se hicieran amigos. Cuando vio la ciudad poblada
de nuevo platicó con ellos sobre dios, la virgen y el emperador don Carlos, les dijo que no
robaran, no sacrificaran, no comieran carne humana y adoraran a la cruz que les
regalaron.
Cuando Montezuma se enteró cuenta Bernal que se enojó mucho, sacrificó de nuevo a
Huitzilopochtli para saber qué es lo que tenía que hacer ahora que llegarían a la ciudad y
lo que los dioses le respondieron es que recibiera a los españoles pacíficamente y ya
dentro de la ciudad si les quitaban agua o les cerraban las entradas los matarían.
Al final de este capítulo de Bernal dice lo siguiente “Pasemos ya adelante y digamos
que éstas fueron las grandes crueldades que escribe y nunca acabas de decir el
obispo de Chiapa, fray Bartolomé de las Casas, porque afirma que sin causa
ninguna, sino por nuestro pasatiempo, y porque se nos antojó, se hizo aquel
castigo… siendo todo al revés que no pasó como lo escribe…”
La Matanza de Cholula, fue un ataque realizado por las fuerzas militares del conquistador español Hernán Cortés en su trayectoria a la ciudad de México-Tenochtitlan en el año de 1519. De acuerdo a los cronistas y al propio Hernán Cortés, se trató de una acción preventiva por la sospecha de una posible emboscada dentro de la ciudad de Cholula donde habían sido recibidos. El resultado fue la muerte de 5 000 o 6 000 cholultecas, en su mayoría civiles desarmados en un período no mayor a seis horas. Los cholultecas habían sido fieles tributarios de los mexicas, después de la acción militar, fueron sometidos y se volvieron aliados de los conquistadores españoles.
Años más tarde esta acción militar fue severamente criticada como innecesaria e injustificada por parte de fray Bartolomé de las Casas y fray Toribio de Benavente. En 1568, Bernal Díaz del Castillo terminó de escribir la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, en respuesta a los religiosos contemporáneos, su narrativa tiende a justificar la acción y solo describe los hechos violentos de los tlaxcaltecas, sin mencionar las acciones de los españoles, ni contabilizar las bajas de los cholultecas, sin embargo otras crónicas de Indias describen los hechos de la siguiente manera:
Y así por esto como por las señales que para ello veía, acordé de prevenir antes de ser prevenido, e hice llamar a algunos de los señores de la ciudad diciendo que les quería hablar, y metilos en una sala, y en tanto hice que la gente de los nuestros estuviese apercibida, y que en soltando una escopeta diesen en mucha cantidad de indios que había junto al aposento y muchos dentro en él. Así se hizo, que después que tuve los señores dentro en aquella sala, déjelos atando, y cabalgué, e hice soltar la escopeta y démosles tal mano, que en pocas horas murieron más de tres mil hombres. Y porque nuestra majestad vea cuan apercibidos estaban, antes que yo saliese de nuestro aposento tenían todas las calles tomadas y toda la gente a punto, aunque como los tomamos de sobresalto fueron buenos en desbaratar, mayormente que les faltaban los caudillos porque los tenía presos e hice poner fuego a algunas torres y casas fuertes donde se defendían y nos ofendían, y así anduve por la ciudad peleando, dejando buen recaudo el aposento, que era muy fuerte, bien cinco horas, hastíe que eché toda la gente fuera de la ciudad por muchas partes de ella, porque me ayudaban bien cinco mil indios de Tascaltecatl y otros cuatrocientos de Cempoal. Vuelto al aposento, hablé con aquellos señores que tenía presos y les pregunté qué era la causa que me querían matar a traición, y ellos me respondieron que no tenían culpa porque los de Culúa que son los vasallos de Mutezuma, los habían puesto en ello, y que el dicho Mutezuma tenía allí en tal parte, que, según después pareció, seria legua y media, cincuenta mil hombres en guarnición para lo caer, pero que ya conocían cómo habían sido engañados, que soltase uno o dos de ellos y que harían recoger la gente de la ciudad y tornar a ella todas las mujeres y niños y ropa que tenían fuera, y que me rogaban que aquel yerro les perdonase, que ellos me certificaban que de allí adelante nadie les engañaría y serían muy ciertos y leales vasallos de vuestra alteza y mis amigos. Después de les haber hablado muchas cosas acerca de su yerro, solté dos de ellos, y otro día siguiente estaba toda la ciudad poblada llena de mujeres y niños muy seguros, como si cosa alguna de lo pasado no hubiera acaecido
1520, Hernán Cortés
Mandó matar a algunos de aquellos capitanes, y los demás los dejó atados. Hizo disparar la escopeta, que era la señal, y arremetieron con gran ímpetu y enojo todos los españoles
y sus amigos a los del pueblo. Hicieron conforme al apuro en que estaban, y en dos horas mataron más de seis mil. Mandó Cortés que no matasen niños ni mujeres. Pelearon cinco horas, porque, como los del pueblo estaban armados y las calles con barreras, tuvieron defensa. Quemaron todas las casas y torres que hacían resistencia. Echaron fuera toda la vecindad; quedaron teñidos en sangre. No pisaban más que cuerpos muertos. Se subieron a la torre mayor, que tiene ciento veinte gradas, hasta veinte caballeros, con muchos sacerdotes del mismo templo; los cuales con flechas y cantos hicieron mucho daño. Fueron requeridos, pero no se rindieron, y así, se quemaron con el fuego que les prendieron, quejándose de sus dioses cuán mal lo hacían en no ayudarlos ni defendiendo su ciudad y santuario. Se saqueó la ciudad. Los nuestros tomaron el despojo de oro, plata y pluma, y los indios amigos mucha ropa y sal, que era lo que más deseaban, y destruyeron cuanto les fue posible, hasta que Cortés mandó que cesasen. Aquellos capitanes que estaban presos, viendo la destrucción y matanza de su ciudad, vecinos y parientes, rogaron con muchas lágrimas a Cortés que soltase a alguno de ellos, para ver qué habían hecho sus dioses de la gente menuda; y que perdonase a los que quedaban vivos, para volverse a sus casas, pues no tenían tanta culpa de su daño como Moctezuma, que los sobornó.
1552, López de Gómara
..Pero los de Tlaxcala ha tiempo están de guerra, ven con enojo, ven con mala alma, están a disgusto, se les arde el alma contra los de Cholula. Ésta fue la razón de que le dieran hablillas (al conquistador) para que acabaran con ellos.
Le dijeron: Es un gran perverso nuestro enemigo el de Cholula. Tan valiente como el mexicano. Es amigo del mexicano. Pues cuando esto oyeron los españoles, luego se fueron a Cholula. Los fueron llevando los de Tlaxcala, y los de Cempoala. Estaban todos en son de guerra. Cuando se hubo llegado, se dieron gritos, se hizo pregón: Han de venir todos los nobles, los señores, los capitanes, los guías y también los hombres del pueblo. Hubo reunión en el atrio del dios.
Pues cuando todos se hubieron reunidos, luego se cerraron las entradas por todos los sitios donde había entrada. En el momento hay acuchillamiento, hay muertes, hay golpes, ¡Nada en su corazón tenían los de Cholula!. No con espadas, no con escudos hicieron frente a los españoles. No más con perfidia fueron muertos, no más como ciegos murieron, no más sin saberlo murieron. No fue más con insidias, se les echaron encima los de Tlaxcala.
1569, Versión náhuatl de Bernardino de Sahagún
Después de la matanza en Cholula como comenté en la entrada anterior, Cortés mandó poblarla de nuevo y arregló la amistad entre tlaxcaltecas y los habitantes de Cholula. Habiendo pasado catorce días de estos acontecimientos cuenta Bernal que Montezuma mandaba mensajeros para enterarse de los movimientos que realizaban Cortés y sus soldad; como se enteraron de esto la decisión de Hernando Cortés fue mandar decirle a Montezuma lo que había pasado en Cholula (cómo los habían traicionado y sobre todo que los señores principales decían que era por mandato de Montezuma) Cortés le hacía saber que él no creía que siendo tan gran señor y habiéndoles ofrecido su amistad pudiera querer matarlos.
Cuando Montezuma recibió el mensaje de que Cortés no lo culpaba por lo de Cholula volvió a pedir consejo a sus sacerdotes y le dijeron lo mismo que días anteriores le habían dicho; que dejara entrar a Cortés y a sus hombres porque dentro de la ciudad sería más fácil matarlos.
Lo que Montezuma contestó a Cortés fue que le molestaba la forma en que los de Cholula los habían atacado y más diciendo que había sido por ordenes suyas, le dijo que esperaba que los castigara más pues eran mentirosos y traicioneros; por otra parte le hacía saber que a pesar de que en su ciudad no contaba con mucha comida pues se encontraban en medio de una laguna esperaba poder atenderlos como se lo merecían los vasallos de un rey como ellos se lo comentaban. Les mandó muchos regalos tanto en oro como en ropas de algodón y les dijo que todos los poblados por los que tendrían que pasar para llegar a verlo sabían que tenían que atenderlos de buena forma y ser bien recibidos.
Los señores principales de Tlaxcala cuando se enteraron de que Montezuma esperaba a Cortés y a sus soldados en su ciudad se preocuparon y repitieron a ellos que no entraran a este lugar pues en cualquier momento los atacarían y matarían; por esta razón ofrecieron a Cortés diez mil guerreros tlaxcaltecas pero solo aceptaron mil. Por esta misma razón los indios de Cempoal que todavía acompañaban a Cortés le pidieron permiso para regresar pues no querían ser muertos o castigados por Montezuma a lo que Cortés accedió.
Cuando comenzaron el viaje a México llegaron a lo que Bernal llama los ranchos de Iscalpán53 en donde fueron visitados por caciques y sacerdotes de los pueblos de Guaxocingo y le llevaron a Cortés regalos de oro y aunque era poco le pidiera que lo recibiera valorando la voluntad con que se lo regalaban. La razón por la cual fueron a verlo es porque querían advertirle que más adelante se encontraría con dos caminos; uno limpio y más corto que lo llevaría a Chalco y el otro con muchos impedimentos para pasar sobre todo los caballos y más largo que los llevaría a Tlalmanalco54, le recomendaron que se fuera por el segundo pues en el primer camino se había puesto una trampa mandada hacer por Montezuma.
Al día siguiente que prosiguieron su camino Cortés les preguntó a los embajadores de Montezuma que lo acompañaban que por qué camino preferían ir, a lo que ellos respondieron que por el primero pues estaba limpio y corto; escuchando esto Cortés decidió ir por el que le habían recomendado los habitantes de Guaxocingo.
Cuando llegaron a Tlalmanalco fueron bien recibidos por los habitantes de este pueblo y al enterarse los poblados vecinos también llegaron a recibirlos (Chalco, Chimalhuacán55 Amaquenmecan) y les llevaron presentes de oro. Al ver Cortés que eran varios caciques principales con buena voluntad que iban a recibirlos decidió hablarles sobre lo que ellos llamaban “nuestra santa fe” (como lo hacían con todos los pueblos a los que llegaban) y
53 Según Orozco y Berra es Calpan. Cortés no menciona este pueblo en su segunda carta de relación.
54 Tlalmanalco (náhuatl: tlalli, manalli, co, «tierra, aplanada o allanada, lugar», «lugar de tierra aplanada o nivelada»)? es uno de los 125 municipios del estado de México, localizado al oriente de dicha entidad. Durante su época prehispánica fue uno de los 4 Estados Mayores de Chalco llamado Tlalmanalco / Tlacochcalco.
55 El nombre del municipio es Chimalhuacán Atenco. Su nombre proviene de los vocablos del náhuatl chimalli (escudo o rodela), hua (partícula posesiva) can(lugar) atenco, A, “agua”; tentli, “labio” y co, “lugar” (a la orilla del agua). Ello significa "Lugar de escudos y rodelas a la orilla del agua". y se remonta a la llegada de sus fundadores quienes le llamaban “Chimalhuacantoyac”.
sobre el gran poder que tenía el emperador Carlos V. Cuando escucharon sus palabras los caciques principales sobre no ser malos, no robar o matar a personas para sacrificio le contaron a Cortés sobre el trato que les daba Montezuma al robarles a sus hijos para sacrificarlos y sobre los tributos que los hacían pagar; Cortés los escuchó y les dijo que les haría justicia cuando entrara a México por lo cual se alegraron los pueblos que estaban presentes.
Montezuma mandó de nuevo un mensaje (acompañado de mucho oro como cuenta Bernal que siempre hizo) a Cortés diciéndole que lamentaba todo el trabajo que habían pasado para llegar ahí pero que ya no siguiera adelante, que le daría mucho oro para su emperador y para ellos pero que en su ciudad no iba a tener bastimento para darles por lo que le pedía que se regresara. Cortés le contestó que le sorprendía que siendo tan gran señor cambiara de parecer muy seguido y que ya no podía regresar pues su emperador a verlo los había mandado y tenían que hacerlo.
Cuenta Bernal que al saber Montezuma la respuesta de Cortés mandó a su sobrino Cacamatzin56 señor de Tezcuco a recibir a Cortés.
Cuando Cacamatzin llegó al lugar donde se encontraba Cortés le dijo que se ponían a su disposición pues así lo mandaba el gran Montezuma, Cortés se los agradeció y tuvieron platicas muy largas con Cacamatzin.
56 Cacamatzin o Cacama (1483 - 1520) fue tlatoani de Tetzcuco, ciudad que formaba parte de la Triple Alianza, junto con Tenochtitlan y Tlacopan.
Cacamatzin era hijo del anterior tlatoani Nezahualpilli y una de sus amantes. Tradicionalmente, en Tetzcuco los tlatoanis eran elegidos por la nobleza, y se seleccionaba al más capaz de la familia real. En 1515, la elección de Cacamatzin, fue hecha bajo una considerable presión de su tío Moctezuma Xocoyotzin, huey tlatoani de Tenochtitlán. Moctezuma deseaba disminuir el poder de Tetzcuco a favor de la mayor centralización en Tenochtitlán.
El 8 de noviembre de 1519 los españoles llegaron a la ciudad; Cacamatizin formó parte del séquito de Moctezuma quien salió a recibir a Hernán Cortés en la calzada de Iztapalapa.
Cacamatzin
Al otro día por la mañana cuenta Bernal que llegaron a la calzada de Iztapalapa donde fueron recibidos por Cuitláhuac57 y lo que más resalta de este relato de Díaz del Castillo es lo maravillados que todos se quedaron al ver la gran ciudad pues describe cómo la mitad de las casas estaban en tierra y la otra mitad en agua, su arquitectura, jardines, animales, plantas y árboles que tenían… el menciona “Digo otra vez lo que estuve mirando, que creí que en el mundo hubiese otras tierras descubiertas como éstas…” “Está de otra manera mudado, que si no lo hubiere de antes visto, dijera que no era posible que aquello que estaba lleno de agua que está ahora sembrado de maizales…”
Entrada de Hernán Cortés a la gran ciudad de México
57 Cuitláhuac (1476 – 1520) fue el penúltimo tlatoani mexica, señor de Iztapalapa y hermano de Moctezuma Xocoyotzin.
Su nombre significa "(el que) ha sido encargado (del cuidado de alguien)".
Este nombre fue una derivación por parte de la Malinche, al mencionar el nombre real del Tlatoani que era Cuauhtlahuac = 'Águila sobre el agua'. Ella en son de burla o desprecio lo llamó con el nombre de Cuitláhuac. Así los españoles tomaron este nombre como real sin conocer el significado y quedo plasmado en la historia.
La viruela acabó con la vida de Cuitláhuac en noviembre de 1520, a solo unas semanas de lograr vencer a los españoles.
En el capítulo que habla Bernal sobre este acontecimiento menciona lo impresionados que estaban cuando partieron de Estapalapa (Iztapalapa) e iban sobre la calzada que los llevaba a la ciudad de México pues veían construcciones tanto en tierra cómo en el agua.
Cuenta Bernal Díaz del Castillo que cuando iban caminando sobre la calzada fueron encontrados por caciques que mandaba Montezuma que se adelantaran para dar la bienvenida en lo que el señor de Tezuco, el señor de Estapalapa, señor de Tacuba y el señor de Cuyuacán se encontraban con Montezuma.
58
El gran Montezuma llegó a donde estaba Cortés; se le describe con ropas muy finas, con oro, perlas y piedras, con sandalias adornadas y muy ricamente “ataviado”. Los caciques
58 1.- Centro Ceremonial, sede del Templo Mayor, 2.- Centro comercial y ceremonial de Tlatelolco, 3.- Calzada a Tlacopan y Tacuba, 4.- Calzada a Tepeyacac, 5.- Calzada Iztapalapa y Xochimilco, 6.- cerro del Peñón parcialmente sumergido, 7.- Albarrada de Netzahualcóyotl, 8.- Lago de Texcoco, 9.- Lago de México, 10.- Texcoco.
que iban delante de él barrieron el suelo y pusieron mantas por donde el pasaba pues no debía pisar la tierra. Los caciques que hacían esto no miraban a los ojos a Montezuma, solo sus sobrinos que llevaba del brazo.
Cuando estuvieron cerca Montezuma le dio la bienvenida a Cortés; éste le agradeció a través de doña Marina, le puso un collar de diversos colores en unos cordones de oro y cuando Cortés iba a abrazar a Montezuma los caciques lo detuvieron pues era un gesto que ellos tenían por menosprecio.
“Y luego Cortés con la lengua doña Marina le dijo que holgaba ahora su corazón en haber visto un tan gran príncipe, y que le tenía en gran merced la venida de su persona a recibirle…” Después de dichas estas palabras Montezuma ordenó a dos sobrinos que le acompañaran a Cortés y a sus hombres a sus aposentos; después el se retiro. De esta forma fue como entraron a la ciudad de México.
Bernal menciona que al recordar ese día es como si volviera a revivirlo, que le agradece a Dios que los haya acompañado en ese viaje para que pudieran entrar a una ciudad como esta.
Al lugar a donde fueron conducidos perteneció al padre de Montezuma Axayácatl59 y menciona que era muy grande y tenía varios adoratorios. Montezuma fue a visitarlos poco tiempo después y le dijo a Cortés “Malinche: en vuestra casa estáis vos y vuestros hermanos; descansa”.
“Y fue esta nuestra venturosa y atrevida entrada en la gran ciudad de Tenustitlán México, a ocho días del mes de noviembre, año de Nuestro Salvador Jesucristo de mil quinientos diecinueve años.”
59 Axayácatl (1469-1481) tlatoani mexica, sucesor de Moctezuma I y padre de Moctezuma II.
La entrada anterior fue sobre el día en que entraron Cortés y sus soldados a la gran ciudad de México, según lo narrado por Bernal Díaz del Castillo y continuaré en esta entrada su relato sobre lo que sucedió después.
Cuenta Bernal que ya que estaban instalados en los aposentos que les dieron y después de haber comido, el gran Montezuma fue a visitarlos para poder hablar con Cortés; llegó Montezuma con varios de sus caciques y le dijo a Cortés que “se holgaba de tener en su casa y reino uno caballeros tan esforzados como era el capitán Cortés…” y todos sus soldados, también les dijo que en verdad creía que eran ellos los que sus antepasados habían dicho que llegarían de donde sale el sol a señorear estas tierras. Cortés le respondió que no sabía cómo pagar las grandes mercedes recibidas y que era verdad que ellos llegaron de donde sale el sol, que eran vasallos de un gran señor, el emperador don Carlos, que al enterarse de Montezuma y su reino los había mandado a ellos a visitar estas tierras para verle y rogarle que sean cristianos para salvar sus ánimas él y todos sus vasallos.
Después de estas palabras Montezuma hizo entregar a Cortés oro y ropa que ya tenían preparados, a los capitanes y a los soldados también les dio presentes, también les dio comida y se despidió con cortesía.
Cuando se retiró Montezuma de los aposentos de Cortés y sus hombres, éste les mandó no alejarse hasta entender más sobre la posición de Montezuma con ellos.
Otro día Cortés decidió ir a ver a Montezuma para hablar con él sobre el tema que había quedado pendiente.
Bernal cuenta que llegaron al palacio y fueron bien recibidos, Montezuma salió a recibirlos y fue cuando Cortés a través de doña Marina “le comenzó a hacer un razonamiento… y dijo que ahora que había venido a ver y hablar a un tan gran señor como era, estaba descansado… y a lo que más viene a decir de parte de Nuestro Señor Dios es que ya su merced habrá entendido de sus embajadores cómo les dijimos que éramos cristianos y adoramos a un solo Dios verdadero que se dice Jesucristo, el cual padeció muerte y pasión por salvarnos… y que aquellos que ellos tienen por dioses que no los son sino
diablos, que son cosas muy malas y que mirasen cuán malos son y de poca valía.” Después de todas las palabras sobre este tema que dijo Cortés a Montezuma, volteo a ver a los soldados que lo acompañaban y les dijo “Con esto cumplimos, por ser el primer toque”.
Montezuma respondió a Cortés que como él le había dicho, ya había escuchado lo que sus embajadores le contaron sobre Dios y la salvación de ellos pero que así como consideran a su Dios bueno, él considera a los suyos de la misma forma y que por favor no hable más de ese tema.
Le volvió a decir que se holgaba por tenerlos en su reino pues ya tenía dos años que había escuchado de su llegada y deseaba conocerlos porque sus antepasados los habían anunciado; le dijo que si anteriormente le había mandado decir que no entrara a sus tierras fue porque sus vasallos tenían temor pues les habían contado que lanzaban rayos y que mataban a muchos con sus caballos pero ahora que los veía y se daba cuenta de que eran de carne y hueso los aprecia más por ser tan esforzados.
Cuenta Bernal que después de esta plática como era costumbre de Montezuma les repartió muchos presentes de oro y ropa. Estaban muy sorprendidos de la buena manera y crianza que en todo tenía y que ellos le tendrían mucho acato.
En esta entrada Bernal describe a Montezuma y la forma de vida de los mexicas ya que por lo que describe conocerlos causó mucho impacto en los españoles pues a pesar de haber tenido contacto con otras culturas no habían conocida una como los mexicas.
Cuenta que Montezuma tenía aproximadamente 40 años, que era delgado, alto (comparado con la estatura de otros mexicas), no era muy moreno, el cabello lo tenía largo, poca barba, rostro alegre y limpio pues se bañaba todos los días.
Moctezuma Xocoyotzin
En cuanto a las ceremonias que tenían que realizar los súbditos de Montezuma cuando tenían una audiencia con él tenían que cambiarse su ropa, entrar descalzos y todo el tiempo mirar hacía el suelo pues tenían prohibido verlo a la cara; le hacían tres reverencias, le decían “Señor, mi señor, mi gran señor y al salir no podían darle la espalda.
Cuando era hora de comer, le cocinaban 30 guisados diferentes, Montezuma veía que era lo que se le antojaba y de eso mismo comían los ancianos consejeros que lo acompañaban y Bernal comenta “Oí decir que le solían guisar carne de muchachos de poca edad…”; cuando Cortés les reprendió sobre los sacrificios y sobre no comer carne humana, Montezuma mandó que no lo guisaran tal MANJAR.
“Traían en unas como a manera de copas de oro fino con cierta bebida hecha del mismo cacao…”, mientras comía le bailaban y le cantaban porque “Montezuma era aficionado a placeres y cantares”. Cuando terminaba de comer podían comer los demás (los que le servían y cuidaban). “Estábamos admirados del gran concierto y abasto que en todo tenía”.
Los mexicas en la gran ciudad tenían dos casas llenas de armas que según lo que cuenta, no habían visto armas como la mayoría que ahí se encontraban, sobre todo porque estaban forradas de oro, de piedras preciosas y plumas de colores… tenía mayordomos encargados de las armas.
En una de sus casas de ídolos (los dioses más “bravos”) tenían animales como tigres, leones, zorros, venados, gallinas, perrillos y los alimentaban con cuerpos de indios sacrificados (eso cuenta que era un rumor).
Estos rumores sobre sacrificios incluían que cuando tenían los cuerpos de los indios muertos, los desmembraban y se comían los muslos y los brazos, lo demás se lo daban a los animales incluyendo a víboras y culebras; Bernal cuenta que cuando los echaron de México (la noche triste) los mexicas mataron a muchos soldados españoles y con sus cuerpos se alimentaron y a los animales.
En cuanto a los oficios que los mexicas tenían Bernal describe lo siguiente:
Plateros – metales como oro y plata, generalmente de Azcapotzalco. Pintores y labradores que compara con el nivel de Miguel Angel. Indias tejedoras de ropa fina provenientes de un lugar cercano a San Juan de
Ulúa. Había un barrio de danzadores. Albañiles y carpinteros.
Y por último describe las grandes huertas y arboles olorosos que habían en la gran ciudad de México y estas son las palabras de Bernal “no nos hartábamos de ver su gran poder”.
“EL GRAN CU60 DE SU UICHILOBOS61"
A 4 días de haber llegado a la ciudad de México, Cortés quiso ir a una de las plazas principales de la ciudad y ver el gran adoratorio de su “uichilobos”. Para poder realizar esta visita determinó avisarle a Montezuma a través de Jerónimo de Aguilar y de doña Marina.
Montezuma aceptó su petición pero se adelantó y con sus sacerdotes comenzó a sahumar y hacer otras ceremonias a uichilobos; mientras tanto Cortés y sus hombres tomaron sus caballos y armas para ir a Tlatelulco62, lugar en donde se encontraba el adoratorio.
Zona Arqueológica de Tlatelolco
Ubicación de construcciones en Tlatelolco: 1) Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl, 2) Altares circulares sobrepuestoas, 3) Altar Tzompantli del patio sur, 4) Templo calendárico, 5) El Palacio, 6) Templo de las
Pinturas, 7) Templo Mayor - Etapa II, 8) Etapas constructivas del Templo Mayor, 9) Los amantes de Tlatelolco, 10) Plataforma Oeste, 11) El Gran Basamento, 12) Calzada Tepeyac, 13) Límite norte del Recinto, 14) altar Tzomplantli del norte, 15) Iglesia y Convento de Santiago, 16) Plaza de las Tres Culturas, 17) Zona
Chica, 18) Hacia el Tecpan y 19) Caja de agua, Pintura Mural de 1536.
60 Voz usada por los cronistas para designar el templo o adoratorio de los indígenas prehispánicos en Mesoamérica.61 Huitzilopochtli62 Tlatelolco fue el centro comercial más importante del México prehispánico y lo que se sabe es que después de fundada Tenochtitlan (en 1325), Huitzilopochtli ordenó a los mexicas que se repartieran sobre los cuatro ámbitos del mundo, por lo que Tenochtitlan de acuerdo con la primera lámina del Códice Mendocino quedó dividida en 4 grandes sectores, cuyos nombres eran Cuepopan, Moyotlan, Zoquiapan y Atzacualco.
“Desde que llegamos a la gran plaza, como no habíamos visto tal cosa quedamos admirados de la multitud de gente y mercaderías…”. Bernal cuenta que había todo tipo de comercio pues vieron vendedores de: (por mencionar algunos)
Oro, plata, piedras… Esclavos y esclavas Ropa Cacao Loza Golosinas Madera Papel Sal
Y lo de lo más sorprendente es que todos tenían su lugar pues estaban bien distribuidos y ubicados.63
63 El 13 de agosto de 1521 fue finalmente capturado por Diego de Holguín. La caída de Tlatelolco marcó el fin del más importante Imperio mesoamericano. La colaboración de los pueblos hasta entonces sometidos a la hegemonía azteca facilitó la expansión de la empresa conquistadora. Fuente: Miniguía editada por el INAH
Un sector del grupo de los pochtecas, individuos especializados en el comercio, vendía e intercambiaba sus materiales y productos en el gran mercado de Tlatelolco. En aquel tiempo el intercambio se hacía por trueque directo, ya fuera ofreciendo un producto por otro, o bien, cuando se trataba de objetos de gran valor, cambiándolos por cacao, por oro en polvo —en canutos—, o por hachuelas de cobre y ciertos textiles que funcionaban como una especie de moneda.
Para mantener el control en el interior del mercado, los gobernantes del tianguis cuidaban que todos los puestos estuvieran perfectamente ordenados conforme a los productos que se intercambiaban. Por un lado estaban los vendedores de animales, quienes ofrecían xoloizcuintles, o perros de los antiguos mexicanos, conejos, mapaches, armadillos, tejones y tortugas; mientras que otros vendían pájaros con plumajes de gran colorido; allí también podían obtenerse aves de rapiña, serpientes y carne de venado, siempre presente en los banquetes de la nobleza. En otra sección del mercado estaban los puestos de comida preparada, donde las diligentes cocineras palmeaban las nutritivas tortillas que acompañaban los guisos de frijoles y chile; ellas ofrecían además tamales y atole, así como ricos tlacoyos rellenos de haba y frijol. Estas rudimentarias fondas satisfacían las necesidades tanto de los vendedores como de la clientela en su cotidiana visita al mercado.Fuente: Pasajes de la Historia No. 1
Cuando llegaron los españoles al “gran cu”, Montezuma mando a sus sacerdotes a ayudar a Cortés en la subida al templo a lo cual éste se negó y subió solo. Cuando estaba finalmente en la cima, llegaron al lugar donde se realizaban los sacrificios y en donde “había un gran bulto de cómo dragón y otras malas figuras y mucha sangre derramada de aquel día.”
Bernal cuenta que al estar en la cima, Montezuma recibió a Cortés y a sus hombres en su gran templo (al que Díaz del Castillo se refiere como su templo maldito). Montezuma le dijo a Cortés que desde ese lugar podía ver y maravillarse de su gran ciudad, y así lo hicieron porque Bernal cuenta que en verdad era uno de los lugares más altos de la ciudad pues se podían ver las tres calzadas que entran en México (Iztapalapa- por la que los españoles entraron, Tacuba-por la que huyeron en la noche triste y la de Tepeaquilla). También pudieron observar el agua que al bajar de Chapultepec por medio de sus conductos llegaba a la ciudad y uno de los espectáculos que llamó más la atención de los españoles fue ver la forma en que los habitantes se movilizaba en canoas tanto para entrar o salir de la ciudad. Muchos adoratorios y cúes también observaron.
Había soldados españoles presentes en el templo con Cortés, que habían estado en lugares como Constantinopla o Roma y dijeron que “plaza tan bien compasada y con tanto concierto y tamaño y llena de tanta gente no la habían visto.”
Esta entrada es la continuación de la entrada anterior que habla sobre la visita de Cortés y sus soldados a uno de los templos principales dedicado al dios Huitzilopochtli.
Cuenta Bernal que Cortés le dijo a fray Bartolomé de Olmedo “Paréceme, señor padre que será bien que demos un tiento a Montezuma sobre que nos deje hacer aquí nuestra iglesia”… pero fray Bartolomé le contestó que no era cosa convenible hablar en tal tiempo pues se dio cuenta de la importancia que tenía este templo para los mexicas.
Hernando Cortés le dijo a Montezuma a través de doña Marina: “MUY GRAN SEÑOR es vuestra merced y de mucho más es merecedor, hemos holgado de ver vuestras ciudades, lo que os pido por merced, que pues estamos aquí en vuestro templo, que nos mostréis vuestros dioses y teules”. Los hizo pasar a una tipo sala donde había dos altares y en cada uno estaban dos bultos altos y gordos; el primero a mano derecha era uichilobos su dios de la guerra –cara y rostros muy anchos, los ojos deformes y “espantables: el cuerpo cubierto de pedrería, en una mano un arco, en la otra flechas- junto a él estaba otro ídolo pequeño que decían era su paje.
Uichilobos tenía puesto al cuello unas caras de indios y corazones (de oro y plata) y en el altar había unos braseros con incienso y tres corazones de indios que aquél día habían sacrificado.
Del lado izquierdo de la sala estaba el otro bulto, con rostro como de oso y unos ojos que relumbraban, el cuerpo con piedras como uichilobos porque decían que eran hermanos64 y este era Tezcatepuca65 dios de los infiernos y tenía cargo de los animales de los mexicas. Había cinco corazones de indios sacrificados en su altar.
Tezcatepuca
El tercer dios en el templo mitad hombre-mitad lagarto decían que estaba lleno de todas las semillas que había en toda la tierra.
Cuenta Bernal que Cortés le dijo a Montezuma como medio riendo “señor Montezuma: no sé yo como un tan gran señor y sabio varón como vuestra merced es, no haya colegido en su pensamiento cómo no son estos vuestros ídolos dioses, sino cosas malas que se llaman diablos, y para que vuestra merced lo conozcan todos sus papas lo vean claro, hacedme una merced: que hayáis por bien que en lo alto de esta torre pongamos una cruz, y en una parte de estos adoratorios, donde están vuestros uichilobos y Tezcatepuca, haremos un apartado donde pongamos una imagen de nuestra señora y veréis el temor que de ello tienen esos ídolos que os tienen engañados.”
Montezuma respondió “Señor Malinche: si tal deshonor como has dicho creyera que habías de decir, no te mostrara mis dioses. Estos tenemos por muy buenos, y ellos nos dan salud y aguas y buenas sementeras y temporales y victorias cuantas queremos; y los tenemos de adorar y sacrificar; lo que os ruego es que no se diga otras palabras en su deshonor”.
64 Ometéotl, el creador, el principio dual, masculino y femenino, en la cultura nahua, viviendo en el decimotercero cielo, engendró cuatro hijos: el primero fue Xipe Tótec (Tezcatlipoca rojo o Camaxtle), el segundo fue Tezcatlipoca (Tezcatlipoca negro), el tercero fue Quetzalcóatl (Tezcatlipoca blanco), y al cuarto le llamaron Huitzilopochtli (Tezcatlipoca azul o colibrí zurdo).65 Tezcatlipoca "espejo negro por el humo" o "espejo humeante", en la cultura nahua (mexicas y otros pueblos mesoamericanos de habla náhuatl), es el señor del cielo y de la tierra, fuente de vida, tutela y amparo del hombre, origen del poder y la felicidad, dueño de las batallas, omnipresente, fuerte e invisible. Entre los nahuas, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca son dualidad y antagonía. Quetzalcóatl es llamado también Tezcatlipoca blanco en tanto que el color de Tezcatlipoca es el negro.
Al ver molesto a Montezuma lo único que dijo Cortés fue “Hora es que vuestra merced y nosotros nos vamos”. Dicho esto Montezuma respondió que ahora él tenía que rezar y hacer ciertos sacrificios en recompensa del gran tatacul66 que había hecho en dejarlos subir en su gran cu, y el gran deshonor que le hicieron en hablar mal de sus dioses, que antes de que Cortés se fuese lo había de rezar y adorar a lo que este respondió “Pues que así sea, perdone señor.”
Etapas constructivas del Templo Mayor de Tlatelolco.67
Describe el lugar donde estaba ubicado ese adoratorio y dice que en los cimientos echaron oro, plata y piedras. Esto lo supo Bernal porque cuenta que cuando ganaron
66 Pecado.67 http://www.mexicomaxico.org/Tenoch/Tenoch3.htm
propusieron que ahí se hiciera la iglesia de su patrón el Sr. Santiago68 y cuando la hicieron hallaron mucho oro, plata, perlas y otras piedras.
68 La iglesia de Santiago Tlatelolco fue erigida después de la conquista del 13 de agosto de 1521, los vencedores eligieron el lugar donde los mexicas habían resistido los embates militares por más de 80 días.En enero de 1522, Hernán Cortés decidió la construcción de la ciudad de México y al mismo tiempo borrar toda huella que recordara la grandeza de los vencidos. Designó a Tlatelolco como señorío de indígenas bajo el mando de Cuauhtémoc y el nombre de Santiago.En 1527 se inauguró la primera iglesia en Tlatelolco, la cual fue construida con las piedras del Templo Mayor prehispánico. La iglesia se dedicó a Santiago, el santo patrono de las huestes de Cortés, y quedó al cuidado de los franciscanos. La misión principal de los misioneros fue educar a los indígenas, por lo que en 1536 fundaron el Colegio de la Santa Cruz en Tlatelolco.En el colegio sobresalió el trabajo de frailes como Andrés de Olmos, Bernardino de Sahagún, Amoldo de Basaccio y Juan Badiano de origen indígena, quien elaboró el Códice que lleva su nombre y que trata sobre la herbolaria mexicana; sin embargo, debido a fenómenos como inundaciones y epidemias, además de la falta de recursos, fue clausurado a fines del siglo XVIII.En un principio la iglesia era de una sola nave y para 1540, como lo menciona Motolinía, ya "tenía tres naves", lo que indica que era la segunda edificación. En 1573 se inició la tercera construcción bajo la dirección de Fray Francisco de Gamboa, la cual aparentemente tardó mucho tiempo.A finales del siglo XIX, cuando Porfirio Díaz impulsó el desarrollo de los ferrocarriles, el entorno de la iglesia fue modificado, pues en el terreno Norte se instalaron patios, vías, bodegas y áreas para la descarga de los trenes. En la parte Noreste de Tlatelolco se construyó la Aduana del pulque, edificio que actualmente controla la Secretaría de Relaciones Exteriores.http://www.tlatelolco.inah.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=51&Itemid=84
Díaz del Castillo menciona que siempre llamó a ese lugar el infierno porque aparte del templo de Uichilobos, afuera tenían otros bultos ensangrentados y era el lugar en donde cocinaban la carne de los indios sacrificados.
El tesoro de Axayácatl
En este capítulo Bernal nos cuenta lo que sucedió después que Cortés le dijera a Montezuma que los dejaran poner una imagen de la virgen María y una cruz en el gran templo dedicado a Uichilobos y a Tezcatepuca en Tlatelolco. (Ver entrada anterior)
Habiendo regresado Cortés a sus aposentos después de la negativa de Montezuma de sustituir a sus dioses en su gran templo, mandó pedir albañiles para construir una iglesia dentro del lugar que les habían proporcionado para habitar pues cada que el fraile de la Merced oficiaba misa, los indios destruían sus altares; también esta solicitud fue debido a lo ocurrido en el templo de Tlatelolco.
Iglesia de Santiago de Tlatelolco
Cuando examinaban el lugar para decidir el mejor lugar donde construir la iglesia, un soldado español que había sido carpintero vio una pared que se dio cuenta tenía que haber sido una puerta anteriormente; Cortés y sus hombres habían escuchado que en ese lugar podía estar el tesoro del padre de Montezuma y sospecharon que dicha puerta lo contenía, por lo tanto en secreto la abrieron y Bernal cuenta que era tanto oro y tantas riquezas que no creyó que en el mundo existiera más.
Cortés prohibió a sus hombres que tomaran el oro en ese momento, cerraron la puerta para esperar el tiempo adecuado y así poder abrirla.
Los hombres más cercanos a Cortés se reunieron con él para decirle que estaban en peligro pues en el momento que quisiera Montezuma los podría atacar y dado que la ciudad tenía tantas fortalezas y estaban rodeados de agua, no podrían defenderse bien, ni sus amigos de Tlaxcala acudirían en su ayuda. Pidieron entonces prender a Montezuma para poder estar tranquilos y lo que Cortés les contestó: “No creáis, caballeros, que duermo ni estoy sin el mismo cuidado, que bien me lo habréis sentido; más ¿Qué poder tenemos nosotros para hacer tan gran atrevimiento, prender a tan gran señor en sus mismos palacios, teniendo sus gentes de guarda y de guerra? ¿Qué manera o arte se puede tener en quererlo poner por efecto que no apellide sus guerreros y luego nos combatan?” Los soldados trataron de convencerlo diciendo que habían notado que la actitud de los mexicas estaba cambiando y tenían miedo.
A la mañana del día siguiente les llegaron noticias de la Villa Rica; los mexicas habían matado a Juan de Escalante que había quedado como alguacil mayor. Con estas noticias les dio más miedo pues ahora los mexicas ya no los veían como teules (invencibles), por lo tanto no los temían. Acordaron apresar a Montezuma.
En este pasaje Bernal recuerda lo que pasó en Cempoal (días antes de llegar a “la gran ciudad de México).
Nos dice que Cortés dejó a Juan Escalante como capitán y alguacil mayor en la Villa Rica (hay que recordar que cuando partieron al encuentro de Montezuma, más de 30 pueblos se habían negado a seguir dando tributo a los mexicas por “consejo” de Cortés) y cuando salieron rumbo a la ciudad de México Cortés y sus hombres, los mexicas pidieron de nuevo el tributo a los pueblos antes mencionados; estos pueblos se negaron porque dijeron que Malinche les mandó a que no lo diesen y que el gran Montezuma lo tenía por bien; los capitanes mexicas respondieron que les vendrían a destruir sus pueblos y a llevarlos cautivos.
Matricula de tributos69
Los señores principales de estos pueblos fueron a hablar con Juan de Escalante
69 La matrícula de los tributos es un manuscrito prehispánico del siglo XVI en papel del amate que enumera el tributo pagado al imperio Azteca por los pueblos sometidos.