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    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35128270013

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Sistema de Informacin Cientfica

    de la Torre, ReneLas danzas aztecas en la nueva era. Estudio de caso en Guadalajara

    Cuicuilco, vol. 19, nm. 55, septiembre-diciembre, 2012, pp. 145-170

    Escuela Nacional de Antropologa e Historia

    Distrito Federal, Mxico

    Cmo citar? Nmero completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Cuicuilco,

    ISSN (Versin impresa): 1405-7778

    [email protected]

    Escuela Nacional de Antropologa e Historia

    Mxico

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    Las danzas aztecas en la nueva era.

    Estudio de caso en Guadalajara

    Rene de la Torre

    Centro de Investigaciones y Estudios Superioresen Antropologa Social-Occidente

    RESUMEN:Las tradiciones dancsticas religiosas son expresin del sincretismo religioso, donde se

    disputa la relacin entre el sentido de lo indgena, lo mestizo, y el catolicismo criollo. No obstante,

    en el contexto de la globalizacin cultural y de la intensificacin de movilidad simblica, estas

    danzas estn siendo reinterpretadas por movimientos urbanos de neomexicanidad que, inspirados

    en novedosas creencias de tipo new age, establecen vnculos entre los saberes de las civilizaciones

    prehispnicas, el catolicismo popular, la cultura popular urbana y una red planetaria conocida

    como religiosidad nueva era. Se analiza un caso de estudio basado en un grupo de danza aztecade Guadalajara, que es uno de los ms antiguos de la ciudad, pero que, a la vez, es el lugar donde

    ocurren las interfaces entre practicantes de la neomexicanidad regina, buscadores espirituales,

    catlicos msticos, intelectuales, y danzantes populares de larga tradicin.

    PALABRASCLAVE:danzas rituales concheras, neomexicanidad, espirirualidad new age, sincretismo,

    tradicin

    ABSTRACT:Religious dance traditions are an expression of religious syncretism in which the

    relationship between the indigenous, mixed blood and Creole Catholicism groups are disputed.

    However, in the context of cultural globalization and the intensification of symbolic mobility,

    these dances are being reinterpreted by urban neo-Mexicanism movements that inspiredinnovative New-Age type beliefs, establishing links between the pre-Hispanic civilizations,

    popular Catholicism, popular urban culture and a global network known as New-Age religion.

    We analyze a case study of an Aztec dance group from Guadalajara, which is one of the oldest

    groups in the city and acts as an interface for the practitioners of neo-Mexicanism, spiritual

    seekers, Catholic mystics, intellectuals and for the popular dance traditions.

    KEYWORDS:ritual shell dances, neo-Mexicanism, New-Age spiritualism, syncretism, tradition

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    INTRODUCCIN

    La danza azteca, como la conocemos hoy, nace del conflicto propiciado por

    el enfrentamiento y el encuentro entre dos civilizaciones: la mexicana nati-va y la hispana catlica:

    La sobrevivencia de esta manifestacin religiosa es un fenmeno especial queha llegado a nuestros das gracias a la visin de los antiguos danzantes, quie-nes supieron readaptarla formalmente al catolicismo, tomando los elementosque les eran comunes, cambiando el nombre de las antiguas divinidades y lasletras de los cantos, pero tratando siempre de mantener las etapas del ritual ysus objetivos [Zavala, 1990:8].

    Ms all de los impulsos escencializadores de los mexicanistas, la danzaes sincrtica, pues ah se entretejen dos largas historias que corran en para-lelo: las races prehispnicas y tnicas que tenan un sentido nodal dentro dela cultura, pues abarcaba tanto los aspectos militares, religiosos, de salud,como de organizacin social [Sten, 1990], y la danza de conquista, con laque los espaoles relataban el mito fundacional del triunfo del catolicismohispano sobre sus contendientes primero los moros y despus los indios[Warman, 1972].

    Pero aunque la danza ha jugado un papel preponderante en el manteni-miento de la memoria y de la cultura de los antepasados, la identidad queah se expresa no es slo una entelequia abstracta que avance con la mira deleterno retorno al origen del mexicano, sino que es una realidad dinmica, cuyacapacidad sincrtica le permite adaptarse y dar respuesta al incierto devenirsociocultural contemporneo. Hoy da, la danza azteca es un espacio de in-terseccin sincrtica donde no slo se encuentran las races autctonas, conel catolicismo hispnico, sino que tambin experimenta la hibridacin propiade la reelaboracin simblica a cargo de buscadores expirituales cosmopolitasque buscan en las tradiciones races, certezas y anclajes sociales para habitar,

    practicar y dotar de sentido de continuidad su trayectoria en el mundo actual.Estas identidades emergentes, que analizaremos mediante el seguimien-

    to de trayectorias de buscadores espirituales inspirados en la sensibilidadnew age, se caracterizan por ser portadores de una culturaprefigurativa1 que,

    1 Las culturas prefigurativas son caractersticas del mundo contemporneo, debido aldescentramiento en la transmisin de la cultura provocada por las tecnologas de lainformacin y la intensificacin de flujos globales, que contribuyen a desenraizar a lospobladores de sus contextos culturales, generando culturas que sufren de la ruptura

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    de acuerdo con Margaret Mead, se define como una cultura hurfana,que nace en la celeridad del cambio y la incertidumbre provocada por unmundo desconocido. Pero, paradjicamente, es el mismo devenir incierto de

    quienes buscan un lugar y un tiempo para habitar y practicar este mundoactual el que los impulsa a reapropiarse linajes creyentes (aunque de maneraimaginada) y a reestablecer anclajes con las tradiciones valoradas por ellosmismos como ancestrales, por considerarlas fuente de continuidad conla historia y la tradicin. En estas bsquedas se da el entrecruce entre cul-turasprefigurativasy culturaspostfigurativas, entendidas estas ltimas comoaquellas que se transmiten -va herencia- de generacin en generacin, queencierran un compromiso, exigen una filiacin y asignan una posicin y unrol a la identidad individual, que deber asumir el sujeto desde que nace

    hasta su muerte [Mead, 1997]. En este trabajo, describir las caractersticasque nos permiten identificar a la tradicin de la danza azteca como un re-manente actual de cultura postfigurativa. Y posteriormente describir lascaractersticas de un grupo de reginos de la ciudad de Guadalajara, comorepresentativo de la cultura prefigurativa. Lo que me interesa destacar noes la inmovilidad o rigidez de las races culturales mantenidas en la danza,sino ms bien la figura de races en movimiento [Argyaridis et al., 2008],donde, al tiempo que logran el mantenimiento del linaje cultural, son tam-bin lo suficientemente flexibles para encauzar novedosas resignificacionesque incluso translocalizan y relocalizan a las culturas ms tradicionales.Como lo ha sealado Jess Martn Barbero:

    Hasta hace muy poco decir identidad era hablar de races, de raigambre, te-rritorio, y de tiempo largo, de memoria simblicamente densa [] pero deciridentidad hoy implica si no queremos condenarla al limbo de una tradicindesconectada de las mutaciones perspectivas y expresivas del presente ha-blar de redes y flujos, de migraciones y movilidades, de instantaneidad y dedesanclaje [Martn, 2003:21].

    Este entrecruce entre races culturales ancladas en la tradicin popular(modelo ideal postfigurativo) con nuevos movimientos culturales (modeloideal de portadores de cultura prefigurativa) ocurre con dos movimientosque transversalizan la organizacin y el sentido histrico del movimientoconchero o azteca. Por un lado, est el movimiento restauracionista de la

    de la transmisin de la memoria y de la incapacidad comunicativa y reproductiva dela experiencia de sus antecesores [Mead, 1997].

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    mexicanidad, que busca el rescate de la civilizacin pasada, idealizando elpasado prehispnico, la superioridad racial, y el carcter civilizatorio supe-rior de los aztecas. Este movimiento pretende una reindianizacin, aunque

    aztequizada, de la cultura nacional, por lo cual rechaza y busca erradicarlos elementos sincrticos de la cultura nacional, la cultura occidental mo-derna, as como del catolicismo dentro de las danzas (De la Pea, 2001).Por otro lado, estn los movimientos de tipo neomexicanista, caracterizadosas porque, adems de aceptar el sincretismo de la religiosidad popular,lo resignifican con base en una matriz espiritual conocida como new age,basada en la recomposicin eclctica de retazos de diversas tradiciones sa-gradas a nivel planetario [De la Torre y Guitrrez, 2011]. Solamente que,por cuestin de espacio, en este artculo slo describir la interaccin de

    un grupo tradicional azteca con un grupo de regino representante de laneomexicandiad.Para los fines analticos de este trabajo, entender el new age (o nueva

    era) no como un conjunto de contenidos especficos, sino como una matrizde sentido que resemantiza las prcticas rituales dentro de un sentido hols-tico, que vincula lo particular con el todo. Este movimiento guarda ademsun carcter esotrico, que lo lleva al rescate de las sabiduras, energas yfuerzas que se ocultan bajo los mantos de la tradicin indgena (centros ar-queolgicos, danzas, smbolos, rituales, ancianos indgenas, chamanismo,herbolaria, etc.). En el movimiento neomexicanista se comparte la creencianew age de que se est viviendo la Era de Acuario, en la cual Mxico es unpunto central (chakra), para reactivar las fuerzas csmicas que permitansalvar al planeta.2

    ASPECTOSMETODOLGICOS

    Responder a la pregunta sobre la identidad de un grupo especfico dedanza azteca en la actualidad, requiere de una metodologa que permita

    trazar distintos niveles y contenidos de identificacin que se entrecruzanen un mismo grupo, y que dotan de diversos significados a una mismaprctica ritual (Argyaridis y De la Torre, 2007). Es por ello que, ms querealizar un anlisis grupal con demarcaciones y fronteras fijas, atender elproceso de transversalizacin que las concepciones de la neomexicanidad

    2 Un mayor desarrollo sobre el movimiento de la mexicanidad puede consultarse en Dela Pea, 2002, y sobre la historia de la danza conchera y su hibridacin con la mexica-nidad y el new age [v. Gonzlez Torres, 2006].

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    estn teniendo sobre un complejo organizacional tradicional como lo esla danza azteca.

    Para efectos de anlisis, considerar a la mesa de danza como una ins-

    titucin transversalizada [Guattari, 1976]: a la vez histricamente estructu-rada, pero en continua restructuracin y resemantizacin, debido a que esconstantemente atravesada por mltiples matrices de sentido y de identifi-cacin. Es una tradicin ritual practicada por actores que tienen marcos derepresentacin y pertenencia diferentes e incluso ajenos a la propia institu-cin, pero que al practicarla cotidianamente le imprimen nuevos sentidosculturales; es decir, nuevos significados con los que resignifican las prcticasy sus normas. Adems, el que los actores participen en distintos circuitoscontribuye a ampliar las relaciones del grupo de danza con mltiples redes

    a travs de las cuales ocurre tanto la translocalizacin de lo autctono comola relocalizacin de los aspectos culturales exgenos. Bajo la perspectiva delanlisis de la transversalidad, este trabajo se basar en describir y compararlas lgicas, temporalidades y formas de organizacin diferentes que coinci-den en una misma tradicin, pero que a la vez la posicionan en entramados(redes que conforman circuitos) que estn atravesando y reconfigurando laidentidad y la funcin sociocultural de un mismo grupo de danza: el GrupoRitual Azteca Hermanos Plascencia. La finalidad de este anlisis se puedesintetizar de la siguiente manera: ir desenmaraando la madeja de nivelesde apropiacin, representacin, pertenencia y significacin de los sentidosactuales de una misma prctica ritual: la danza azteca.

    LOSGUARDIANESDELATRADICIN: HISTORIAYORGANIZACINDELGRUPORITUAL

    HERMANOSPLASCENCIA

    Hermanos Plascencia de Guadalajara

    Sangre y descendencia que el ritual dejara

    (letra de alabanza)

    En este apartado describiremos algunos rasgos que nos permiten caracteri-zar al Grupo Ritual Azteca Hermanos Plascencia como representativo delmodelo ideal de cultura postfigurativa, cuyos rasgos son el peso del pasadosobre el presente, la reproduccin de la costumbre, los roles preasignados,la herencia de la transmisin y del mantenimiento de la tradicin en cadaacto y smbolo, la estructura jerrquica estratificada, la afiliacin por naci-miento y no por eleccin, y su vocacin, ms tendiente a la permanenciaque a los cambios.

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    El grupo a estudiar fue fundado por Juan Plascencia (el hermano ma-yor de esta familia de danzantes) quien se inici danzando en un grupo deconquista; despus se integr a un grupo sonajeros y, posteriormente, en

    1936, fund el Grupo Concheros de Jalisco.3Cuenta Rosendo Plascenciaque los conquist a la tradicin conchera un seor que vena de San Fran-cisco del Rincn, Guanajuato. Desde entonces los cinco hermanos (Juan,Celia, el Chato, Tello y Rosendo) han mantenido la continuidad y la tra-dicin del grupo de danza Hermanos Plascencia. Actualmente, slo viveRosendo (Chendo), quien es el capitn del grupo.

    Este grupo goza de amplio prestigio entre la tradicin conchera-azte-ca, ya que fue fundado por dos capitanes reconocidos por su grado y porsu antigedad en la tradicin, el capitn Jos Natividad Reyna (origina-

    rio de San Francisco del Rincn, Guanajuato) y Manuel Pineda (capitn dela ciudad de Mxico, a quien se le reconoce la introduccin de la estticaazteca).4En 1944 se le levant su estandarte. Es as como el Grupo de losHermanos Plascencia nace dentro del movimiento de la tradicin, y desdesu nacimiento se integran a la Corporacin Red, Unin y Conquista, quefunciona como una hermandad ritual, mediante rituales de compadrazgo(entre ellos se saludan como compadritos), que mantiene reciprocidadritual para las fiestas de cada grupo. Este procedimiento, conocido comoconquista, habilita el mantenimiento y reproduccin de la tradicin, einscribe a los grupos dentro de un linaje dancstico, que mantiene una es-tructura jerrquica y hereditaria [Gonzlez, 1996, y Gonzlez Torres, 2006].De hecho, la familia Plascencia es valorada como una dinasta dentro de latradicin azteca.

    El estandarte de cada grupo, al cual valoran como reliquia, es unsmbolo de autentificacin, pues en l se inscriben la fecha, el lugar de fun-dacin, el santo patrn de su mesa, as como el nombre de los capitanesde quienes son descendientes. De esta manera, los grupos construyen supertenencia a un linaje ritual, a la vez que en su interior mantienen una

    3 En ese tiempo, dos eran las tradiciones dancsticas presentes en Guadalajara y vincula-das a la romera de la Virgen de Zapopan. Las danzas de conquista, que con coloquiosrepresentaban las batallas picas de la conquista cristiana sobre los indgenas, y lossonajeros (reconocida as por el uso de sonajas) y que recrean morismas. Esta tradicinregional dancstica se practica en el sur de Jalisco, en Tuxpan. Con el tiempo, la mayo-ra de esos grupos fueron reconvertidos en concheros y aztecas [v. Torre, 2009].

    4 En trabajos anteriores he desarrollado el tema del proceso de aztequizacin de las dan-zas rituales, que fueron reconstruidos con base en historia oral de la familia Pineda, ycon el anlisis de un lbum de foto de la misma familia (v. Torre, 2006 y 2008).

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    estructura estratificada y, por el otro, transmiten la memoria oral de la tra-dicin, dancstica de generacin en generacin. A fin de preservar la tradi-cin, todo grupo se compromete a actuar en conformidad con un estricto

    reglamento ritual. Este compromiso va ms all de la vida misma del Gene-ral(el jefe del grupo), pues ste est comprometido a darle continuidad a latradicin mediante la herencia de la palabra, que puede ser a un miembrode la familia (por lo general a un hombre) o a un danzante cuyos mritos loacrediten como heredero.

    Aunque no hay unanimidad con respecto al origen de la tradicin con-chera, los miembros de este grupo la sitan en el mito fundacional de Que-rtaro, segn el cual, en 1531, en el cerro de Sangremal, tras representar unsimulacro de batalla entre indgenas otomies y chichimecas y los conquis-

    tadores espaoles, se logr la pacificacin [Zavala, 1985:14]. Segn JosCruz, uno de los danzantes aztecas (que cada ao asiste a la romera deZapopan con los Hermanos Plascencia, l es descendiente directo del indioConn, quien encabez la batalla de Sangremal), los smbolos dominantesdel ritual conchero provienen de este episodio fundacional [entrevista per-sonal, Zapopan, 12 de octubre de 2005].

    Uno de ellos es la exclamacin l es Dios, la cual se remite a la expre-sin que los chichimecas usaron para rendirse ante santo Santiago, y darpor terminada la batalla sangrienta de Sangremal. El grito de l es Dios es,hasta nuestros das, una marca distintiva de los grupos concheros y aztecas.Se usa para iniciar la danza, y tambin al final de cada son se hace una reve-rencia (medio hincado en el suelo, o con las manos hacia arriba) y se saludacon: l es Dios. No se puede ser danzante sin saber usar debidamentela palabra: l es Dios, pues sta acompaa las posibilidades de comu-nicacin, de autoridad del hablante y de veneracin hacia las deidades ysmbolos sagrados en la danza.

    Otro smbolo que se mantiene desde el mito de origen hasta nuestrosdas es la presencia constante del smbolo de la cruz en los rituales. El mitode origen seala que despus de la batalla, los indios pidieron se colocara

    una cruz en medio del cerro para recordar la sangre derramada, y no volvera pelear. La cruz, para los indgenas, era un smbolo muy potente dentrode la cosmovisin prehispnica, pues representaba a los dioses de aire, loscuatro puntos cardinales, de las cuatro eras de la creacin, de los cuatroelementos vitales, para evocar a los antiguos dioses del viento y de la tor-menta: Nahui Ehcatl y Quetzlcoatl Ehcatl [Gonzlez, 1996:217]. Para losdanzantes aztecas y concheros, la cruz es un smbolo sincrtico, que expre-sa tanto la cristiandad, como la cruz-olln. Los aztecas devocionales ledan ms peso al contenido cristiano, mientras que los mexicanistas resaltan

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    ms el simbolismo azteca. Y entre estos dos extremos existe una variedadde interpretaciones sincrticas donde cohabitan distintas combinaciones delas dos races que conforman la sntesis del smbolo. Este smbolo tiene una

    presencia tanto en las danzas como en las alabanzas. Por ejemplo, cadadanza se inicia con un saludo a los cuatro vientos; para pedir permiso a lamadre tierra. Es, adems, parte central de los ritos de velacin donde le-vantan el Santo Xchitl (este rito, que hace recordar los ritos ms antiguosde los indgenas, se acostumbra realizar en ocasiones especiales, como sonlos rituales funerarios de algn destacado danzante o en la velacin que serealiza para pedir proteccin a las nimas para la jornada de danzas).

    Desde su fundacin se mantiene tambin otro smbolo ambivalente:el Santo Santiago, quien durante la conquista fue el santo intercesor de

    los conquistadores, reconocido como el mata-moros y, posteriormente,como mata-indios, y que fue reinterpretado por los concheros indge-nas como Quetzalcatl (gracias a sus rasgos: barbado y de tez blanca), eincorporado por los concheros como su santo patrn, resignificado comoel Seor de los Cuatro vientos.

    CADAGRUPOSERIGECOMOUNEJRCITO: ESTRUCTURA,

    REGLAMENTOYORGANIZACININTERNA

    Rosendo, conocido como jefe Chendo, es el general de un ejrcito dedanzantes (soldados) que ha dedicado su vida a conquistar corazones parala danza y a mantener viva una tradicin devocional. Chendo empez adanzar cuando tena tres aos de edad, y desde 1960 es dirigente de lacompaa de danza Hermanos Plascencia, por lo que actualmente tiene44 aos dirigiendo danza. Sus paps no fueron danzantes, pero fueronquienes dirigieron y formaron el Grupo Ritual Azteca. Todos sus hijos sondanzantes y varios de ellos ya recibieron el grado de capitanes, formandola segunda generacin de danzantes. Sus nietos, la tercera generacin, tam-

    bin estn danzando. Los miembros orginarios del grupo (alrededor de150) son personas que podramos caracterizar como habitantes de barrio,la mayora son obreros o comerciantes informales, y practican la danzacomo parte de su vivencia y compromiso con el catolicismo popular, enespecial como una prctica votiva a la Virgen de Zapopan.

    La familia Plascencia, al igual que la mayora de los grupos aztecas,mantiene la tradicin por herencia familiar. Aunque el resto de los integran-tes son los que le dan la fuerza, son las familias las que se encargan demantener viva la tradicin. Sus antepasados tienen un valor muy especial, y

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    cuando un capitn de danza muere se vela toda la noche y a los nueve dasde su fallecimiento se realiza el ritual del levantamiento de la sombra paraayudarlo a salir del purgatorio. En l se entonan alabanzas y se levanta la

    cruz.5 Es una ceremonia privada, sumamente mstica. A los difuntos genera-les danzantes se los llama y venera como las nimas conquistadoras de loscuatro vientos, y siempre se les recuerda como presentes en este mundo,pues al inicio de las danzas y en las velaciones se pide su proteccin.

    Dentro de cada grupo, la danza se maneja como un ejrcito: existe un Es-tado mayor, con generales, capitanes, sargento primero y segundo, y solda-dos y doncellas (en otros grupos se les conoce como malinches, pero Chendodice que eso no es correcto, pues Malinche slo hay una). Cada cargo tieneuna funcin importante para el mantenimiento de la tradicin. Por ejemplo,

    la capitana del sahumador se encarga de purificar con copal el espacio, lacapitana de campana, el alfrez es el que porta el estandarte, el capitn demarcha (es el que encabeza las columnas).

    Cada grupo de danza tiene un cuartel, donde se alberga el altar lamesa y donde se realizan las reuniones del grupo. Los instrumentos mu-sicales son considerados como armas de conquista: No se trata de unaconquista blica, sino de una conquista de corazones, mediante la cual losdanzantes se esfuerzan por ganar ms adeptos para adorar a la virgen osanto patrn de la mesa y para mantener viva la tradicin de sus ances-tros: los autnticos mexicanos. Como en cualquier ejrcito, los principiosde orden, disciplina y obediencia a la jerarqua de las danzas, son los msimportantes.

    Los grupos de danza tienen tres tipos de jerarqua: la humana (com-puesta por el general, los capitanes, los sargentos y los soldados y donce-llas); la de las nimas, o semidivina, donde se venera a las nimas con-quistadoras (desde Cuahutmoc y Conn hasta los generales danzantesque murieron), y los antepasados rituales (padrinos y generales destacadosen la danza) y los antepasados de sangre (los ancestros). A ellos se lesdedican los rituales de velacin y se les pide su proteccin para la danza,

    pues creen que son los intercesores entre la tierra y el cielo, y que operancomo mediadores con la virgen y los santos invocados, y, por ltimo, lams importante, la jerarqua divina: Dios (el Cristo de Chalma), la Virgen(Guadalupe o Tonatzin), los santos, pero tambin las deidades prehispni-

    5 En muchas comunidades tnicas vivas se practican rituales funerarios similares al delos danzantes. El levantamiento de la cruz o de la sombra, slo se hace cuando muerealgn miembro de la tradicin, y se realiza a los nueve das cumplidos del falleci-miento, con el propsito de darle luz y acompaar al difunto hacia el ms all.

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    cas. Jefe Chendo describi as la jerarqua divina que se plasma en el altarde su cuartel: Ah en el centro est la Virgen. A la izquierda est el Cristofundador, que es el Seor de Chalma. Adems de los dioses catlicos, les

    debemos culto a todas las deidades que habitan las cuatro direcciones ypedir a todos los elementos.

    El lema del grupo es Unin, conformidad, conquista, disciplina y dan-za. La unin se perpeta a travs de la herencia de la tradicin mediantelos lazos consanguneos, mediante el compadrazgo ritual (existen compa-dres de cruz de santo, velacin, iniciain), pero tambin mediante el matri-monio entre descendientes de los grupos de danza. Conformidad significaobedecer la jerarqua y el reglamento; conquista significa el compromisoasumido de reclutar nuevos adeptos tanto a la danza como a la festividad

    propia de un grupo. La danza, que es en forma circular, es la combinacinde la unin interna y entre los grupos.La tradicin se mantiene porque respetan el Reglamento, que es el mis-

    mo con que se rigen los dems grupos concheros y en el que se establecenlos compromisos con el ritual.6La primera obligacin es cumplir con el com-promiso de la danza a su santo patrn.7Adems, la memoria de los linajesdanzantes se transmite y se mantiene por transmisin oral, en las alabanzas(cantos rituales), pues en sus letras se narran las historias y hazaas de cadageneral y de los grupos de danza actuales. Uno de los ritos ms antiguos

    6 El reglamento del Grupo Ritual Azteca Hermanos Plascencia fue entregado por laUnin de Danzas de San Francisco del Rincn, Guanajuato, el 4 de octubre de 1944, fe-cha en que fue levantada esta Santa Mesa de obligacin, cuyo jefe era Julin Plascen-cia Amrico. El reglamento indica las obligaciones que todo soldado deber cumplir:asistir a la mesa cada semana a llevar luz y limosna, asistir a los ensayos, respeto porlos superiores, por las doncellas (o comadritas), asistir a los rituales, obedecer los man-datos de los superiores. En el reglamento se seala que todo cargo deber ser aproba-

    do por la mesa de San Francisco del Rincn. La mesa tiene como obligacin realizartres velaciones al ao: 3 de mayo a la Santsima Cruz, 29 de septiembre al Seor SanMiguel, y el 1 de noviembre a todos los Santos y las benditas nimas del purgatorio.

    7 Para los miembros del grupo de danza Hermanos Plascencia existen cuatro fechas enlas que se debe danzar por obligacin: el 12 de octubre, fiesta de la Virgen de Zapopan(el recorrido de 7 kilmetros de catedral a la Baslica, y la danza a medio da); 13 deoctubre (da del danzante) y 18 de diciembre (da original de la Virgen), y una cuartams, que es para pedir permiso (el ltimo domingo del mes de junio). En la danza seadquiere un compromiso y una responsabilidad para con la danza, que implica asistira los ensayos que se realizan de julio al 30 de septiembre (3 das a la semana, a las 8:30pm, una hora diaria); despus, se dejan 12 das de descanso.

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    que practican los danzantes aztecas es la velacin, en el cual se realiza laceremonia del Santo Xchitl.8

    De esta manera, la tradicin azteca busca perpetuar el legado cultural

    y ritual que les dejaron sus antepasados. Los ancianos conocen el signi-ficado sagrado y la funcin ritual de las coreografas; de los objetos deculto (como el copal); de cada instrumento musical la chihuanda (gui-tarrita de concha), el huhuetl, el teponaztli(instrumentos prehispnicos depercusin) y el caracol marino; de cada paso (el chichimeca, el venadoo el conejo); de cada sonido; de cada movimiento, en relacin con unacosmologa ritual.

    Las compaas aztecas escenifican rituales prehispnicos para venerara la Virgen o a sus santos patronos, recrean lo indgena segn la imagen

    actual que se tiene de los aztecas: con grandes penachos de plumas ex-ticas, pectorales, taparrabos, brazaletes, rodilleras y tilma. Aunque estninspirados en los atuendos aztecas de la poca prehispnica, lo adaptan alas tendencias contemporneas introduciendo telas plsticas y llamativas,terciopelos, lentejuela y pedrera, etc. Las danzas aztecas incluyen bailablescon pasos muy complicados (saltos, vueltas voladas, y giros a gran velo-cidad), por lo que se acostumbra que los guaraches sean confeccionadosmanualmente y en cuero, aunque algunos danzan descalzos para ofrecersu sacrificio y dolor a manera de oracin. Estos danzantes dicen mantenerviva una tradicin muy antigua que se remonta a la poca prehispnica, yque se implementaba para adorar a sus propias divinidades y a los muertosdel panten, pero que ahora se manifiesta en relacin con los principalescultos catlicos:

    S todo tiene su significado, las plumas representan lo que es la fuerza querecibimos aqu de nuestro padre Tonathiu. Todo esto es el sonido hace so-nar los cascabeles. Los movimientos que hacemos con los sones, significanel movimiento de la serpiente, que es pues la vida. Hay que llevar todo a cabocomo debe ser. Nosotros llevamos a cabo lo que es la cultura y el movimiento,

    8 El Santo Xchitl puede ser tambin conocido como Santa forma o tendido de la flor(Xchitl, Schil o Xochitl). Es una ceremonia que se realiza durante la velacin. Con-siste en vestir el santo Xchitl y prender las velas cuentas en honor de las nimasconquistadoras. Santa forma puede tener dos representaciones: la del Santo Xchitl,smbolo hbrido que recrea la cruz de los cuatro vientos y la custodia catlica, o el na-hui holln, versin aztequizada de los grupos de mexicanidad que representa el cuartomovimiento [v. Gonzlez Torres, 2006].

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    los sones, las danzas se llevan a cabo de lo que es los ayoyotles,9esto es partede la danza por qu? porque es el movimiento de todo tu cuerpo, sonidomovimiento, hay que darle ritmo a la vida.10

    En las danzas aztecas se realiza un ritual que se inicia con un saludo a loscuatro puntos cardinales, los cuatro vientos, y aunque se viva en la ciudad,y se dance en la calle recubierta de asbesto, se ofrece la danza a la madre tie-rra y se saluda a los cuatro vientos:

    Cada vez que ensayamos, yo pido permiso a la madre tierra, y que aunquedancemos aqu en la calle, sobre el asbesto, y aunque ya se sabe que de ah nosacaremos frutos de la tierra, de todos modos pienso que hay que seguir vene-

    rando y pidiendo permiso para danzar a la tierra que pisamos. Tambin cadavez danzamos hacemos un saludo a los cuatro vientos, ollin.11

    Las danzas producen un sincretismo entre la cruz cristiana y la cruz-olln, que representa a los dioses de los cuatro vientos. La coreografa serealiza en un crculo, alrededor de la cruz y del copal. Don Rosendo, quienes el director del Grupo Ritual Azteca Hermanos Plascencia, el principalsentido de la danza es hacerlo por amor a la virgencita. Hacerlo por tra-dicin y por devocin son los sentidos de la prctica compartidos por elncleo de danzantes tradicionales, conformado por la familia Plascencia ydems integrantes.

    LOSCHAKRASYELRESCATEDELANUEVAMEXICANIDAD

    Desde hace aproximadamente una dcada, un grupo de unas quince mu-jeres de clase media autodenominado crculo de reginas, llamado as porser seguidoras de Regina, se renen todos los jueves a recuperar la espiri-tualidad femenina en sesiones de bordado y platica. Este grupo tambin

    participa en la danza del grupo de concheros aztecas dirigido por ChendoPlascencia, con el cual participan en las obligaciones rituales en torno a la

    9 Ayoyotlo ayoyotles(tambin conocidas como huesos de fraile) son las semillas conlas cuales confeccionan las tobilleras que hacen sonido al danzar. confeccionadas conlas semillas que hacen sonido al danzar.

    10Entrevista a Salvador Gutirrez, ensayador de la danza azteca Xalixtli, nieto del gene-ral Gutirrez (12 de noviembre de 2003).

    11Entrevista personal a Rosendo Plascencia (3 de noviembre de 2004).

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    devocin de la Virgen de Zapopan.El crculo de reginas, a su vez, est ar-ticulado con un grupo de hombres practicantes de la tradicin lakotaorigi-narios de San Diego (California). La lder del crculo, adems, es la encar-

    gada de correr el temazcal, que construyeron en la colonia Guayabos, enZapopan. Esta multipertenencia de las reginas, a su vez ampla las alian-zas, los sentidos y los compromisos rituales del grupo de danza conchera,pues, por un lado, frecuentemente invitan a Jefe Chendo a participar en susrituales de temazcal sagrado durante equinoccios y solsticios y a encabe-zar las caminatas por la paz, organizadas por los seguidores de la tradicinlakota.12Por su parte, las mujeres del crculo de reginas y los seguidoresde la tradicin lakota participan tambin en los rituales de los concheros.Estos individuos se distinguen del ncleo tradicional porque pertenecen a

    otra clase social con mayores recursos econmicos, sociales y educativos.Son, en su mayora, profesionistas y artistas que viven una espiritualidadeclctica, basada en seguir una trayectoria ms o menos libre de confeccinde un men creyente eclctico. Muchos de ellos pasaron antes por la GranFraternidad Universal (), combinan saberes y tcnicas orientales, conespiritualidades nativas, en especial las relacionadas con el grupo tnicowixrrica (huichol) y con la tradicin lakota.13Son practicantes del ecolo-gismo y se renen semanalmente en los crculos de mujeres reginas. Ensus trayectorias estuvieron tambin articulados con lderes de movimientosde rescate de la mexicanidad y movimientos ecolgicos. Continuamente suparticipacin en los rituales imprime nuevas estticas, estilos y sentidos ri-tuales que provienen de la matriz de sentido nueva era.

    12En el trabajo de Aldo Arias, incluido en esta revista, se documenta el intercambio entreel movimiento de la mexicanidad y la espiritualidad lakota, cuyo inicio data de unencuentro entre Francisco Jimnez Snchez, Tlakaelel (lder de la mexicanidad), Re-ymundo TigrePrez (jefe chicano y dirigente de la tradicin lakota), y Leonard CrowDog (el jefe de la reservacin Lakota de Rosebud) que se dio en 1980, durante el Primer

    Simposio de las Cuatro Flechas en Mesa, Arizona, presidido por TigrePrez. Posterior-mente, diversos grupos tanto de la mexicanidad como de la neomexicanidad han in-corporado algunos rituales de esta tradicin, especialmente la danza del Sol, el VisionQuesty el ritual de inpi(similar al temascal mexica) [v. Arias Yerenas, 2011].

    13La Gran Fraternidad Universal es una organizacin mundial que fomenta y difundeuna espiritualidad alternativa de tipo nueva era. Fue fundada por el maestre SergeRaynaud. Desde sus inicios, sus seguidores emprendieron la bsqueda de todas lastradiciones sagradas e iniciticas ancestrales para generar un conocimiento univer-sal, y aos despus fund un movimiento inicitico con acento en la bsqueda de lassabiduras nato americanas, que se llam Mancomunidad de la Amrica India Solar() [al respecto, v. en este misma revista, el artculo de Gutirrez y Garca].

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    Por ejemplo, aunque los practicantes de la neomexicanidad participanen la romera y en las danzas en torno a la Virgen de Zapopan, lo hacencomo parte de una bsqueda de experimentacin mstica trascendental. A

    diferencia del sentido devocional de los grupos de danza tradicional azte-ca, el sentido de sus danzas no est en el amor a la Virgen ni en un sentidovotivo propio de la religiosidad popular, sino en interpretar el ritual comoacto purificatorio de energas, o acto para sanar a la madre tierra (una espe-cie de reikisobre el cuerpo de la tierra) o, incluso, como prctica teraputicaholstica (hay quienes dicen que la danza es una forma de meditacin tras-cendental: Es como el yoga, pero en movimiento).

    Su lder, Patricia Ros, cuenta que se puso en contacto con el JefeChen-do, por considerarlo un autntico guardin de la tradicin del cual po-

    dran aprender la sabidura mstica espiritual de sus antepasados. Estainteraccin fue generando un aprendizaje de doble va: por un lado, losbuscadores espirituales han aprendido de los conocimientos heredados enla danza, pero, por otro, los danzantes revitalizan los contenidos de sutradicin con nuevos discursos y significados.

    Para entender el rol polinizador de la bsqueda de la sabidura uni-versal en la tradicin conchera, ser interesante atender los mltiples cir-cuitos en que participa y ejerce liderazgo Patricia Ros. Ella es la lder delcrculo de reginos en Guadalajara. Es un actor nodo en cuya trayectoria haexperimentado el new age oriental, a travs de la ; no obstante, optpor fundar una comunidad de (v. nota 13) llamado Maizal Arco Iris,ya que no le satisfizo lo oriental y el new age, del cual hoy opina que esuna moda sin races. Posteriormente, tom la vereda del camino rojo(mexicayotl, camino de la mexicanidad), pero, a diferencia de la mayorade seguidores, ella no pudo lidiar con esencialismo aztequizante de estemovimiento, pues se contradeca con una mstica catlica (inspirada en sanIgnacio de Loyola) y con su devocin a la Virgen de Guadalupe y de Za-popan.14Fue en 1988 cuando ella conoci al personaje de Regina, segn supropio testimonio:

    Entonces con el libro de Regina inmediatamente me conect y busqu a donAntonio. Realmente todo empez como a cuadrar: muchas cosas que yo yatena de la religiosidad popular, de Comunidades de Base, de la imagen de

    14La trayectoria de Patricia Ros se reconstruy con base en una entrevista realizada eny por su Testimonio escrito por ella misma que se puede consultar en Ros, 2002. Asi-mismo una reconstruccin ms amplia de su trayectoria y relaciones se encuentra enTorre y Gutirrez Ziga, 2011.

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    Mara, de los hombres de sabidura indgena Para m Regina no fue una no-vela, sino algo absolutamente verdadero. De ah van a partir muchas cosas enmi vida. Brinda la posibilidad de ir integrando los cuatro vientos, pues cuando

    Regina camina con cuatro ancianos de los cuatro rumbos: norte, sur, este y oste,ella va integrando su quehacer, su iniciacin tibetana y su misin en Mxico[Entrevista a Patricia Ros por Rene de la Torre, septiembre de 2005].

    Poco despus ella fund un crculo de mujeres reginas en Guadalaja-ra. El movimiento Reginos surge en torno a un mito fundacional de Regi-na, protagonista de una novela cuyo autor es Antonio Velasco Pia, a su vezlder del movimiento. Aunque el libro puede ser ledo como una novela,que incluso alcanz ventas masivas y una difusin que la llev al teatro

    como obra musical, para los seguidores del movimiento es una especie debiblia, pues lo consideran como testimonial de sucesos que comprueban eldespertar espiritual de Mxico ocurrido a partir del 2 de octubre de 1968,fecha en que Regina muere, en medio de una manifestacin estudiantil quedesemboc en una masacre, y que es interpretada como una ofrenda sacri-ficial para despertar la cultura prehispnica mexicana [Velasco Pia, 1987].

    Velasco Pia, a travs de sus novelas, estableci el vnculo interpreta-tivo que permite conectar el rescate de la mexicanidad a una cosmovisinnew age [Gonzlez Torres, 2000:29]. En los libros de Velasco Pia, como enlas concepciones de los actores, encontramos un hibridismo entre el mexi-canismo y la sensibilidad nueva era, donde coinciden en creer que estamosviviendo una nueva era, la de Acuario, o el Sexto Sol (basada en la profecadel legado de Cuahutmoc), la concepcin de que la tierra es un organismointeligente por el cual circulan energas que vienen del cosmos y que, aligual que el cuerpo humano, se alimenta de energa que fluye por centrosenergticos (chakras) que conectan la parte con el todo.

    Esta literatura funciona como una matriz de sentido que inspira a susseguidores a buscar a los guardianes de la tradicin indgena, entre loscuales reconocen a los jefes de las danzas concheras y aztecas. Adems, es

    una matriz con la que se resignifican las peregrinaciones catlicas como ru-tas sagradas humanas que tendrn que ser recuperadas y sanadas median-te caminatas rituales. Es as como practican el ritual de la danza durante laromera a la Virgen de Zapopan, imprimindole este sentido.15

    15La fundamentacin de la correspondencia entre las rutas sagradas y los nadisy loschakrasde la geografa sagrada del planeta se puede consultar en Velasco Pia, 1993:49.

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    Con base en esta concepcin, el grupo Regino de Guadalajara interpre-ta que el santuario de la Virgen de Zapopan es uno de los nadis(canales queconectan la energa entre los chakras)16ms importante de la geografa sa-

    grada de Mxico y que su participacin en los rituales contribuye a liberarlos flujos de energa del planeta. Adems, sealan que es la ruta femeninaque permite el despertar del sagrado femenino.

    Su labor, adems de danzar, es organizar las Caminatas por la Paz, enlas que participa tambin Jefe Chendo, con algunos representantes de laetnia huichola y practicantes de la tradicin lakota que vienen de la ciudadde San Diego, California. Ellos consideran que estas caminatas contribuyena despertar la conciencia espiritual de la ciudad.

    Segn explica Patricia Ros, su lder, la primera labor consisti en la

    bsqueda de la lnea energtica oculta, que fue heredada por las civiliza-ciones prehispnicas de la zona. Despus han venido realizando peregrina-ciones por las rutas sagradas a fin de limpiarlas y descontaminarlas, pueshan sido obstruidas por la falta de respeto y valoracin hacia las culturasindgenas.17

    Desde hace poco ms de una dcada, este grupo se ha dado a la tareade ponerse en contacto con los ms ancianos jefes de los grupos de danza(como es JefeChendo), a quienes consideran los custodios de la culturamilenaria de los mexicanos.

    En 1989, el grupo local de reginos emprendi marchas ceremoniales,con el fin de descubrir la ruta sagrada que equilibra la energa de la ciudad.Salen en la madrugada a las calles en bsqueda de la lnea energtica ocul-ta, heredada por las civilizaciones prehispnicas de la zona.

    Los indgenas nunca han dejado de existir, pero lleg el momento de que sal-gan. Han sufrido 500 aos de represin y silencio, pero eso termin; ahora los

    16

    Los chakrasson centros de energa espiritual en el cuerpo que slo pueden verse atravs de la clarividencia. En la yoga tradicional tntrica hay siete centros de energakundalini en el cuerpo. Los chakras pueden ubicarse en correspondencia con otrosconjuntos de siete objetos importantes en tradiciones religiosas y ocultas. Hay vas-tas diferencias entre las correspondencias que varios autores asignan [Melton et al.,1990:96]. Esta visin es propia de los movimientos new age, pero ha sido reapropiadapor los movimientos de la neomexicanidad.

    17Segn los seguidores de Velasco Pia, las rutas sagradas son fciles de descubrir: lasrutas sagradas-humanas-masculinas son aquellas en las que comnmente se efectandesfiles y manifestaciones; las rutas sagradas-humanas-femeninas son en donde sellevan a cabo habitualmente las peregrinaciones [Velasco Pia, 1993:49].

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    necesitamos Qu pasara con el planeta sin ellos, si nosotros nos hemos olvi-dado de la madre tierra?18

    Despus de largas marchas ceremoniales descubrieron que la ruta queconecta a la catedral de Guadalajara con la baslica de Zapopan es la rutamasculina, y la de la baslica con la catedral es la fuerza femenina. A partirde ese da, cada sbado ms prximo a los equinoccios y solsticios, el gru-po de mestizos (al inicio dirigido por el indgena Luciano Prez, guardinde la lakota) emprendi una peregrinacin purificatoria para despertar laconciencia de los pobladores de la ciudad; el sentido, como explic su lder,fue: As como todos los das una barredora limpia avenidas para levantarla basura, nosotros debemos levantar la conciencia y sembrar semillas de

    paz [ibid.].Para los reginos, las danzas son importantes porque mantienen vivala memoria tradicional prehispnica, pero, de paso, el reconocimiento de latradicin les brinda autentificacin y legitimacin, pues permite perpetuarhacia atrs y hacia delante a las nuevas identidades emergentes. Por ejem-plo, el jefe Chendo con otros jefes danzantes han levantado estandartes almovimiento de reginos. Estas identidades renuevan las tradiciones msantiguas, y con su interaccin se posicionan como herederos de antiguos li-najes creyentes imaginarios, que se actualizan en una comunidad [Hervieu-Lger, 1996:39].

    INTERFACES: LOSGUARDIANESDELATRADICINAREGINOSDELANUEVAERA

    La danza es un lugar de interfaces. Las interfaces, segn Norman Long, sonlos espacios donde interactan actores con intereses y valores conflictivos ydivergentes. Es en ellos donde confluyen diferentes estrategias individua-les (con marcos grupales e institucionales) y concepciones sobre el sentidoritual [Long, 1989:2].

    Dentro del grupo de danza participan, adems de los danzantes tradi-cionales, otros grupos que estn conectados con diferentes redes de espiri-tualidad alternativa. Sus acciones y representaciones estn mediadas pornormas, recursos y significados que difieren con los de la tradicin con-

    18Patricia Ros, coordinadora de Unidad de Apoyo a Comunidades Indgenas () y asu vez lder del crculo de reginas, entrevista realizada por Ricardo Ibarra, publicadaen Gaceta Universitaria, Guadalajara: Universidad de Guadalajara, [11 de marzo del2002:20].

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    chera. Sin embargo, la interaccin de las diferencias en una misma prcticatiene repercusin (ya sea para transformar o reforzar) en la incorporacinde nuevos sentidos y en la hibridacin de los contenidos de la tradicin

    conchera con la neomexicanidad. Mediante el anlisis de las interfaces en-tre actores que provienen de la neomexicanidad, con los actores que perte-necen y participan de la tradicin del grupo de danza azteca, deseo demos-trar cmo los objetivos, percepciones, intereses y relaciones de las distintaspartes que actan en la interface pueden modificarse como resultado de lainteraccin.

    Para ilustrar estos cambios, me basar en un extracto de entrevista conel general Rosendo ChendoPlascencia. Buscar detectar los puentes cogni-tivos19que permiten encontrar coincidencia entre las concepciones tradi-

    cionales y la de la neomexicanidad, as como detectar los puntos donde nohay contacto.Cuando le pregunt si l conoce a los reginos, l, sin dudarlo, me res-

    pondi: s yo soy regino. El Jefe Chendose puso en contacto con las reginasa travs de Patricia Ros, que es jefa de la comunidad Dulce camino consede en los Guayabos (comunidad ecolgica alternativa de Zapopan). ldice con orgullo que fue nombrado su guardin, y que continuamenteparticipa en los rituales de temascal de la tradicin lakota para recibir loscambios de estacin. Tambin menciona que l conduce la ceremonia deda de muertos organizada por el crculo de reginas en Guayabos. Adems,es jefe guardin de los grupos indgenas de la Universidad de Guadalajara(labor que tambin preside Patricia Ros), y lo han invitado a la sierra deManantln a ensear danza, y explica que ste es un poblado donde toda-va viven indios originarios que hablan nhuatl.

    Me platica su propia versin del contacto con el movimiento de los re-ginos, y lo define con una simple palabra: mandato. Resulta que PatyRos andaba en la bsqueda del guardin de la tradicin, de la tradicinconchera azteca en Guadalajara, cuando conoci a un tlatoani, que significael que ordena; era Florencio Gutirrez, hijo de un gran general de un gru-

    po de danza conchera de la ciudad de Mxico. l le indic que se dirigieracon Chendo Plascencia porque era uno de los danzantes ms importantesde Jalisco. Tras varios intentos, por fin un da, durante la danza en la bas-lica, se dio su encuentro con Paty, de manera casual. Al verla, l pens queera un gringuita [Paty es rubia y tiene tipo de europea. Su abuela materna

    19 Los puentes cognitivos se refieren a la situacin donde se relacionan dos marcosinterpretativos ideolgicamente congruentes con respecto a un problema particular,pero que estaban estructuralmente desconectados [Frigerio 1999:9].

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    es irlandesa] que quera informacin y desconfi de ella. Cuando lleg donChendo, se present, y ella le contest: Por fin, usted es la persona que memandaron buscar. Anot sus datos y le dijo que ella quera saber sobre la

    tradicin y que era necesario platicar con l. Chendo dice que se conocieronpor mandato [destino marcado por alguien] y a partir de ah hicieronamistad.

    Chendo recuerda que en ese tiempo Paty no era nada [se refiere aque todava no era jefa] pues no estaba a cargo de ningn movimiento.Despus le toc atestiguar su progreso, se relacion con don Luciano Prez,jefe lakota que lleg por mandato divino sin saber cmo a conocerlos secretos de la tradicin lakota.20l fue el maestro de Patricia y la nom-br su heredera en el rito del temascal. Don Chendo y Luciano hicieron

    una buena amistad y fueron amigos durante diez aos hasta la muerte deste. Aunque l no naci en la etnia lakota, aprendi y hered la tradicin,llegando a ser reconocido como el gran jefe. Chendo recuerda que nosdecamos hermanos, y l transmiti y sembr la semilla y dej un legado.

    Don Chendo tambin recuerda que en una ocasin viaj a EstadosUnidos para participar en un ritual lakota que se llama el rbol sagrado[se refiere a la Danza del Sol]: La gente hace oracin en el rbol, y veneraal rbol como si fuera Cristo. Me explic que parte del ritual consiste enamarrar pedazos de trapos de colores de algodn en un lazo, donde cadacual va anotando su peticin. Despus cortan tecatas(pedazos de corteza)del tronco del rbol y los participantes se incrustan unos palos en el pecho,como si fuera un gancho, y de ah los amarran al tronco ya sea para volaralrededor o para danzar. Yo le pregunt si l haba hecho eso y me con-test: No, para m el sacrificio es de otra cosa, y acto seguido recit unaestrofa de la siguiente cancin: Porque vine sangrando de mis pies, quemi sacrificio sea danzando. Me confes que se le hizo muy extravaganteel ritual, que al estar ah le costaba trabajo adorar al rbol y entonces sementaliz en que a travs de ese rbol se veneraba a Cristo. Entonces elgeneral, se qued callado y reflexion:

    20Luciano Prez muri el 16 de septiembre del 2003. De origen purpecha, desde chicoemigr a los Estados Unidos. A su regreso de combatir en la guerra de Vietnam, sepuso en contacto con los jefes y hombres-medicina de la nacin lakota (sioux), de loscuales se hizo discpulo. Posteriormente fue reconocido como jefe lakota, dirigiendouna comunidad en San Diego, California. Desde los aos ochenta estableci contactocon la comunidad ecolgica de los Guayabos de Guadalajara, a la que acuda para rea-lizar una ceremonia Bsqueda de la Visin y las Caminatas por la paz, cuyo objetivoera lograr la sanacin, la unidad y la paz del planeta.

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    Cul es mi sacrificio? Pues mi sacrificio dura cuatro meses, durante los cualesyo ofrezco mi tiempo y dedicacin para mantener al grupo de danza. Duranteeste tiempo yo destino todas mis tardes, desde las seis de la tarde yo dejo de

    hacer cualquier actividad y me pongo a afinar los instrumentos, esperandoque lleguen los miembros de la danza. Aunque est enfermo o cansado, yotengo que estar aqu en el cuartel, afinando mis chihuandas y a las 8 pm empe-zamos a cantar alabanzas, y luego a danzar.

    Despus me pregunt si entiendo en realidad quin fue Regina. Yo le ex-plico que fue una joven que vivi unos aos en el Tbet y que all descubrique tena una importante misin, que era la de despertar una de las chakrasms importantes del mundo que se encuentra en Mxico y cuyo signo era el

    volcn Popocatpetl. Que entonces Regina organiz un movimiento, y quedurante el 68 se ofrecieron en sacrificio para despertar al Mxico profundo.Me dice que conozco algo, pero no lo suficiente, pues en realidad Reginaera la reencarnacin de Cuauhtmoc. Me platic que a Regina la enterraronen Tlaltelolco, y que l ha participado como punta de lanza [es decir, alfrente] de la peregrinacin de reginos, que todos iban detrs de l tocandoa cocol (el caracol) que va desde Tlatelolco hasta catedral. De hecho, para el2005 le toc entregar bandera. Me ense unas fotografas donde apareceal lado del licenciado Antonio Velasco Pia, con quien dice tener una buenaamistad, pues lo ha hospedado en su propia casa. Me dice que Velasco Piaconoci directamente a Regina, pues ella vivi en un cuarto de su casa, queel mismo Chendo visit, y que le transmiti una enorme energa.

    Chendo me platica que Velasco Pia le regal un libro que se llama Elsptimo cadete, donde aparece Rosendo (jefeChendo) como un autntico re-presentante de la cultura nhuatl. El libro es firmado por Francisco Zarco,aunque Chendo lo reconoce como un libro de la autora de Velasco Pia.21

    A continuacin cito un extracto donde aparece el jefe Chendo dirigien-do uno de los rituales de los reginos, durante la conmemoracin del 2 deoctubre, en 1994, en donde no slo se rememora el mito de la ofrenda

    de Regina, sino que tambin se contina con la misin emprendida porella. Para esa reunin se congregaron en la Plaza de las Tres Culturas deTlaltelolco un gran grupo de personas, identificado por vestir de blanco.Segn el libro, provenan de todas partes del pas. Resalta la presencia de:

    21Segn me respondieron, es comn que Antonio Velasco Pia firme libros con seudni-mo. ste puede ser el caso del libro firmado por Patricia Zarco, pues tiene los elemen-tos literarios propios del autor de la novela Regina. Tambin puede ser que la autorasea una discpula cercana al autor.

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    una gran cantidad de guardianes de las tradiciones sagradas del Norte,Centro y Sur Amrica, poseedores de muy distintas funciones y jerarquas[Zarco, 1997:238]. La ceremonia comenz a las diez de la maana junto con

    el toque de caracoles. Fue conducida por Soledad Ruiz (considerada sacer-dotisa nhuatl y olmeca). Se dirigieron a la piedra en que Regina cayeraacribillada por las balas, e hicieron una ofrenda floral que form el smboloprehispnico de los cuatro vientos. Los asistentes arrojaron flores blancasy rojas sobre el altar. Desde la plaza se organiz una columna en filas deonce que march en silencio hacia Tlaltelolco, por el Eje Central LzaroCrdenas, el cual ha sido considerado como una ruta sagrada, y por loque haba que limpiarlo con la energa de los ah presentes de la basuraacumulada por siglos de corrupcin. Este ritual es considerado en el libro

    como una ceremonia que daba continuidad al sacrificio de Regina, y quecontribuira al despertar de la conciencia de Mxico. El ritual concluy enel Zcalo, donde:

    La columna fue formando una larga espiral en torno a la enorme asta bande-ra colocada en el centro del Zcalo. Estaba por dar inicio la primera parte deuna maniobra militar que slo se haba efectuado en la Atlntida. El espritudel Ajusco haba proporcionado las instrucciones precisas para poderla llevara cabo. Cuatro guerreros (dos olmecas: Francisco Lerdo de Tejada y RicardoPicard, y dos nhuatl: Chendo Plascencia22 e Inocente Morales) portando es-tandartes que representaban el smbolo de Mxico (el espritu que trasciendela materia) hincaron su rodilla derecha en tierra e inclinaron sus estandartesapuntando hacia el norte. Veintitrs mujeres guerreras formaron una espiralalrededor del cuarteto masculino y dieron tres vueltas en torno del mismo gi-rando conforme a las manecillas del reloj [Zarco, 1997:283].

    El Zcalo cumpla su funcin de altar central del pas, la conexin entre la di-mensin sagrada y la terrenal operaba al mximo. Como si proviniese no slode su garganta sino de incontables y ancestrales voces del pasado, se dej es-

    cuchar por siete veces el mantramms sagrado de la nacin pronunciado conresonante acento por Soledad Ruiz:

    ME-XIH-CO! [ibid.:240].

    22Vale aclarar que Rosendo Plascencia no es hablante de nhuatl ni tampoco pertenece aetnia alguna.

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    Qu significa para el jefe Chendo su participacin en ste y otros ritua-les, donde aparece como un guardin de la tradicin indgena?

    Si para los reginos l es gua y protagonista de una misin espiritual

    que se realiza para despertar las conciencias, para salvar a la nacin y paradespertar a Iztlachuatl (el volcn dormido de Mxico), para Chendo, elcontacto con los nuevos integrantes del grupo de danza le ha enseadonuevas cosas: yo antes lo haca lricamente, aunque ya vena con destino yandaba buscando. Pero ella [se refiere a Paty Ros] me ha enseado muchascosas. Una de ellas es el significado de la danza en crculo, que, como sepuede apreciar en su relato ha ido adoptando algunas ideas propias de laneomexicandiad, como son las siguientes:

    Danzar en crculo produce energa que conecta al hombre con el cosmos y conla naturaleza, los movimientos que realizamos en la danza azteca son espirales,y, al igual que los caracoles cuando son tocados permiten que la energa soplehacia arriba de manera ascendente. Es por eso que yo vigilo el que nadie ajenoal grupo se meta al crculo de la danza, porque si lo obstaculiza se rompe con elcrculo de energa.

    No obstante, para l la importancia de la danza est en que es a la veztradicin y oracin. Pero, subraya, la danza no tiene ningn sentido, sinose hace con amor a la Virgen.

    Por otro lado, el reconocimiento que Chendo ha recibido de parte de losreginos ha contribuido a revalorar su propia misin de general de la danza.Cuando le pregunt: Jefe Chendo, cmo le hace para tener tanto nimo?l me respondi:

    Yo tengo un mandato, que fue hecho por tlatoanis, que son quienes ordenan,son quienes mandan, aunque tambin hay otro a los que se les llama chama-nes, pero ellos son ms bien curanderos espirituales. A m me escogieron lostlatoanis de aquellos aos, y me llegan los mandatos como si fueran por ondas

    (espiritualmente) y los mandatos por la Virgen y por el Seor.

    Actualmente, Chendo tiene el grado de general certificado por los altosgenerales de todo el pas, incluyendo los del Bajo, que para l es la cuna dela tradicin. Para certificarlo cuenta con un ttulo impreso, firmado por loscapitanes de la Unin de Danzas Aztecas, donde lo nombraron general, enun pergamino con todo y firmas, y exclama:

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    Yo soy General porque me lo he ganado a pulso, ellos me han dado la sabidurapara que yo pueda tener el mandato y llevar el estandarte. Por eso tengo el po-der para decir que las cosas tienen que hacerse as, y que se hagan. Porque yo

    he trabajado muchsimo por todo Mxico y Norte Amrica.

    Pero, adems de ese prestigioso reconocimiento, l est orgulloso deser reconocido como jefe guardin de las Comunidades Indgenas de laUniversidad de Guadalajara y de la comunidad de Guayabos.23Por eso lse presenta como General de Generales.

    REFLEXIONESFINALES

    La danza azteca puede ser considerada como una tradicin (que promueveuna cultura prefigurativa), pero que est siendo transversalizada por mo-vimientos cosmopolitas new agers (representativos de culturas postfigu-rativas). La tradicin dancstica tiene una base orgnica tradicional, jerr-quica, y fundada en lazos de parentesco ritual, fuertemente arraigada a larepeticin de la historia y al mantenimiento de la memoria y al cutlo de losancestros. Asegura reproducir la tradicin con normas y reglamentos y conreglas de transmisin y reproduccin cultural. Sin embargo, esto no invalidaque, siendo una expresin tradicional de la cultura, sea un lugar clave dela reelaboracin simblica que est exigiendo la construccin del futuro enuna sociedad posmoderna, urbana, y abierta a la cultura del mundo. Por suparte, el grupo de reginos de Guadalajara, se componen de individuos queno se reconocen como herederos de una tradicin particular, no nacieron enuna sociedad que les indicara su ubicacin y su destino en la sociedad, y notienen un anclaje con un grupo social determinado. Ms bien son actoresitinerantes en bsqueda de anclajes, tradiciones y memoria.

    Por su parte, la identidad de las agrupaciones aztecas, como es el casoaqu estudiado, se teje sobre una trama que corre tanto de manera vertical

    (estructura de la herencia de la tradicin y sistema de clulas militarizadas)como horizontal (mediante los lazos de padrinazgo ritual y la reciprocidad

    23En un cajn, donde el general Rosendo guarda sus documentos a manera de archivo,tiene un pster enmicado de la Sexta Danza por la Paz, la sanacin y la unidad 2002,que fue convocada por el Jefe Luciano Prez (lder espiritual de la tradicin lakota). Enel papel se nombra al crculo de ancianos, donde estn presentes los fraccionadotes ylderes del la colonia Guayabos MiguelMiki, Aldana y su esposa Marucha, junto conAntonio Velasco Pia, el autor de Regina.

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    propia de las conquistas). La trama vertical articula al grupo de danza conuna red nacional, entre jefes (generales) y grupos danzantes de los princi-pales santuarios del pas, y hacia abajo van conquistando nuevos grupos y

    territorios para la mexicanidad. Sobre esta estructura, se atraviesan y co-nectan con otras redes, como son los movimientos de la neomexicaneidad,que a su vez establecen relaciones con movimientos y circuitos de tipo newage. En el caso aqu estudiado, los reginos establecen contactos con los gru-pos de danzantes aztecas ms autctonos, y de mayor tradicin, pues losconsideran guas de la tradicin; en su propia expresin los valoran comolos guardianes autnticos de la tradicin. Pero, a la vez, lo conectan consus redes ms amplias, e incluso generan interacciones rituales entre di-ferentes tradiciones espirituales. Muchos grupos de danza, sobre todo los

    ms tradicionales, antiguos y con mayor linaje, estn actualmente empa-rentados ritualmente y participan como guas de los rituales que realizanlos miembros del movimiento de la neomexicaneidad de los reginos.

    Esta intermediacin produce que los grupos de base tradicional, esta-blezcan relacin con un movimiento espiritual con alcances planetarios, yque comparte una conciencia universal conocida como nueva era. En estared se establecen nuevos contactos con movimientos autctonos o msticosde diversas partes del mundo: reinos, tibetanos, lakotas, huicholes, incas,etc., que entre s confluyen en rituales para reactivar a las energas de la ma-dre tierra, ogaia. El enlace entre la neomexicanidad y los grupos tradiciona-les autctonos se realiza en parte porque existe una matriz de comprensiny sensibilidad nueva era, que permite la confluencia eclctica de grupostradicionales o nuevos movimientos espirituales muy dismbolos.

    Este entramado de trayectos, y conexiones entre distintos circuitos dela red, no confluye en un mismo punto, sino que recomponen circuitosde pertenencia, representacin e identificacin que imprimen sentidos msamplios y dinmicos a los procesos de identidad de los grupos danzan-tes tradicionales. Hoy en da, las tradicionales danzas aztecas son tantolugares donde la memoria se ha mantenido y resguardado tras formas

    sincrticas, como lugares de contacto cultural donde estn operando lasms novedosas hibridaciones, entendidas como: la interculturalidad en laque las dinmicas de la economa y la cultura-mundo movilizan no slola heterogeneidad de los grupos y su readecuacin a las presiones de loglobal, sino la coexistencia en el interior de una misma sociedad de cdigosy relatos muy diversos que conmocionan as la experiencia que hasta ahoratenamos de identidad [Martn Barbero, 2003:22].

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