relatos ganadores

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IES Fray Luis de León Las Pedroñeras (Cuenca) Ganadores del concurso de narración del día del libro organizado por el Departamento de Lengua Castellana y Literatura Modalidad: 1º y 2º de ESO 1º Premio: El Amor por un hada Autor: Estefanía Manzanares Lorente 2º Premio: La Contaminación Autor: Miguel Pacheco Pradillo Modalidad: 3º y 4º de ESO, Bachillerato y Ciclo de Comercio 1º Premio: Etapas Autor: Olga García Guijarro 2º Premio: Rompiendo estereotipos Autor: Marcos Mesas Monedero

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Relatos ganadores del concurso del día del libro

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Page 1: Relatos Ganadores

IES Fray Luis de León Las Pedroñeras (Cuenca)

Ganadores del concurso de narración del día del libro

organizado por el Departamento de Lengua Castellana y Literatura

Modalidad: 1º y 2º de ESO

1º Premio: El Amor por un hada

Autor: Estefanía Manzanares Lorente

2º Premio: La Contaminación

Autor: Miguel Pacheco Pradillo

Modalidad: 3º y 4º de ESO, Bachillerato y Ciclo de Comercio

1º Premio: Etapas

Autor: Olga García Guijarro

2º Premio: Rompiendo estereotipos

Autor: Marcos Mesas Monedero

Page 2: Relatos Ganadores

EL AMOR PO UN HADA..

Era una noche helada y lluviosa cuando todos mis recuerdos retumbaron en mi mente y recordé su rostro el rostro de una persona tan bella tan delicada, era su rostro, era el rostro de mi amada la persona por la que jamás había sentido una cosa tan fuerte, era como si un fuego me quemara el estómago y fuera subiendo por la garganta y al [mal acabar siendo expulsado por la boca en la que al fin nuestros labios se encontraban y se acariciaban muy despacio como una débil pluma volando ras del suelo todos esos sentimientos y muchos más eran los que sentía por mi amor, por Edrief el hada más bella que jamás había visto desde mi nacimiento, la persona que hacía que mis sentimientos no fueran como los que sentía por las demás.

EL COMIENZO.

Era una mañana como otra cualquiera o eso era lo que yo pensaba. Me desperté. Mis hermanas Aicytel o Ytel(como ella preferían que la llamarán) y Aivlis ya estaban despiertas limpiando sus alas de colores que parecían seda.

-Qué, Aelilag, ¿nerviosa por tu primer día de vuelo?-me dijo Ytel con tono arrogante y de superíoridad.

-No, la verdad es que no-intenté gesticular las palabras para que no se notara el miedo en mi voz.

-Tranquila, Aelilag estoy segura de que se te va a dar bien. No tienes por que tener miedo. Me intentaba tranquilizar Aivlis mientras me acariciaba el hombro como para darme ánimos.

Después de que mis padres y mis hermanos me dijeran que no me preocupara, que no me pusiera nerviosa que todo iba a salir bien (cosa que yo sabía que no era cierta) nos marchamos hacia un claro del bosque que estaba despejado y lo único que había eran hadas de millones de colores (cada una con uno propio). Mis hermanas se alejaron de mi en cuanto entramos en el claro.

-Adiós, Aelilag, ¡suerte!-se despedía de mi mi hermana Aivlis mientras agitaba el brazo para despedirse de mí, pero antes de que nadie viera la despedida de mi hermana Ytel1e cogió el brazo a la altura del codo y le dijo en un susurro con intención de que yo no la escuchara (pero no tuvo éxito)

-No le hagas caso no vaya a ser que sepan que es nuestra hermana.

En ese momento me dieron ganas de no existir pero, que le iba a hacer. Me intenté adentrar un poco en el claro para integrarme con las otras hadas pero no tuve éxito, ya que todas se alejaban de mí con cara de asombro y también se podía distinguir el miedo en aquellos rostros tan perfectos. La profesora (un hada mayor y con arrugas en el rostro) nos llamó para que nos acercáramos y nos pusiéramos a su alrededor haciendo un círculo, me situé atrás para que no se me pudiera ver pero mi intento de pasar desapercibida no tendría éxito ya que mi tono de piel pálida y el color negro y tétrico de mis alas y ojos era imposible que pasaran desapercibidos entre tantos colores.

-Buenos días, señorítas-se presentaba la profesora con una sonrisa en el rostro- permítanme que me presente yo me llamo Sophie. Éste es mi esposo Aifos -señaló a su hombro mostrándonos un elfo corpulento y muy alto-yo les enseñaré práctica y él teoría. ¿No pensarían ustedes señoritas que esto iba a ser un juego? porque el vuelo es una cosa muy sería ya que si hubiera guerra o algo parecido nosotras deberíamos huir con los niños y ponerlos a salvo en un lugar seguro para que no les pase nada. Bueno, creo que lo mejor ya que es su primer día es que nos vayamos conociendo ¿vale? Bueno, deben ponerse por parejas elijan bien a sus parejas ya que permanecerán juntas el resto de curso.

Todas poco a poco fueron emparejándose yo no me acerqué a nadie para no asustarlas más, así que permanecí inmóvil alejada de las hadas pero cuando me di cuenta vi que se acercaba una de las ellas andando muy grácil como si fuera alegre y feliz por haberme encontrado. Era un poco más alta que yo tenía la piel bronceada sus ojos y alas eran rojos como el fuego. Era bella, era la persona más hermosa que jamás había visto en el mundo. Sentí una cosa extraña que jamás había sentido por nadie era como si no pudiera respirar como si el corazón se me hubiera parado y de repente se hubiera parado por su hermosura. -Hola, me llamó Edrief -me dijo con un tono de voz aterciopelado como si fuera el canto de un ave.- i Y tú cómo te llamas?

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-Ee, ee me llamo Aelilag.-Le dije con la voz temblorosa por la impresión de que alguien se acercara a decirme algo.

-Um, es un nombre muy bonito al igual que tu belleza.-Me dijo con una sonrisa aún más grande en aquel precioso rostro-¿Te importa que nos pongamos juntas?

-Ee,ee no por supuesto que no.-Me parecía a mí misma patética, pero ella se rio.

-Menos mal, pensaba que ya tendrías pareja y que estabas esperándola.-Me dijo tapándose detrás de esa preciosa melena (rojiza como el fuego) como si se avergonzara de algo que hubiera dicho.

-Oh, yo aliado de alguien, eso sí que sería una novedad.

-Que, ¿por qué dices eso ?Deberían de ser estúpidas por no querer ponerse contigo-Sonreía como un arcángel posando sus ojos (que eran como una llamarada de fuego) en los míos. No saben apreciar lo bueno ja,jaJa.

La profesora nos volvió a llamar para que nos acercáramos a ver a las hadas que llevaban más tiempo volando.

-Vamos.-Me dijo Edrief mientras me tiraba del brazo para que nos pusiéramos en la primera fila y así ver mucho mejor.

-Señoritas estas dos chicas Ytel y Aira les van a hacer una demostración de lo que han aprendido desde los 15 años de edad hasta hoy. Por favor, chicas.-retrocedió un paso hacia atrás para que pudiéramos ver a ellas dos mejor.

Me sorprendía cómo andaba mi hermana con aires de superioridad, como si ella fuera el hada más bella del mundo, como si nunca hubiera hecho nada malo, con cara de ángel inocente.

-¿Ytel?-dije en un susurro sin darme cuenta de lo que hacía ya que no sabía si aquella era mi hermana o la habían cambiado por otra. Parecía tan diferente, en casa se comportaba como si fuera la reina pero se estaba comportando aún peor.

-Aelilag, ¿la conoces?- Me susurr6 Edrief al oído. Me sorprendió que me hubiera escuchado (no pensé que lo hubiera escuchado) .Me limité a asentir con la cabeza, no le iba a decir a todo el mundo que ella era mi hermana, si ella no queria que lo supiera nadie.

Mi nueva compañera no me hizo más preguntas y nos quedamos allí de pie, admirando ese vuelo (que a la vez también se componía de saltos y acrobacias). Todas las hadas primerizas nos quedamos asombradas admirando aquel vuelo más veloz que el de un ave y más elegante; era espectacular cómo saltaban de árbol en árbol o cómo volaban tan alto que parecía que acariciaban las nubes del cielo azul. Nunca me imaginé a mi hermana volando (ya que yo a esto del vuelo no le hacía mucho caso). Era impresionante cómo agitaba las dos alas que pendían de su espalda. Era como si se peleara contra el viento que iba en dirección contraria a ella. Sus vuelos se fueron desvaneciendo hasta que sus pies descalzos tocaron el suelo y se acercaron hacia la profesora que ya estaba en el centro del gran círculo.

- Muy bien, chicas, buen trabajo. Lo habéis hecho muy bien. Y ustedes, señoritas, ya pueden ir aprendiendo. Por hoy creo que es suficiente, pueden marcharse. Nos vemos mañana. Gracias.

Todas nos fuimos dispersando para irnos. Yo iba a ir al lado de mis hermanas pero me di cuenta que ellas se fueron con otras hadas rápidamente sin hacerme caso omiso. -Aelilag, ¿te importa si te acompaño hasta tu hogar?-Me dijo agachando la cabeza para mirar sus hermosos pies-Si no quieres lo comprenderé no tienes por decir que si, si no ...

-No, no pasa nada además iba a ir sola y me iba a aburrir por el camino.

-¡Entonces, estupendo! Así nos vamos conociendo un poco mejor.-Me dijo entusiasmada y con una sonrisa en el rostro.

Page 4: Relatos Ganadores

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Nos dirigimos por el camino más largo ya que no quería volver a mi hogar porque me lo pasaba estupendamente con ella y porque no quería ver a la creída de Ytel burlándose de mí ya que solo un hada se me había acercado sin miedo en toda la tarde. Fuimos hablando de nosotras, me contó que tenía un hennano que se llamaba Ognimod y era solo un año mayor que ella. Vivía muy lejos de mi hogar (a las afueras de la aldea). Se quedó un poco impresionada cuando le dije que yo tenía cuatro hennanos y dos hennanas y que yo era la pequeña, ya que ella solo tenía un hennano mayor. Llegamos a mi aldea y tenía que marcharse (cosa que yo no quería)

-Bueno, Aelila, me tengo que marchar. Estoy deseando que llegue el siguiente día para que nos podamos volver a ver.-Se ri6 y se volvió a esconder entre su cabello-Adiós, cuídate. -Vale, adiós.-Me quedé un poco pasmada y luego me volví para diriginne hacia mi hogar y me despedí con una gran sonrisa que ella también me devolvió- Hasta luego.

Llegué a mi hogar y todos me preguntaron que cómo se me había dado el primer día de vuelo; también me preguntaron quién era la chica que se había acercado para saludanne. Iba a contestarles:"Se llama Edrief."Como se me iba a olvidar su nombre o su rostro siempre me acordaría de ella, pero me lo pensé mejor y les dije:

-Una chica.-Me limité a contestarles.

No me hicieron muchas preguntas ya que Ytel se empezó a sentir incómoda por no ser ella el centro de atención y se puso a hablar de lo bien que lo había hecho y lo bien que se le daba.

Aquella noche me pareció eterna, y la mañana siguiente aún más pennanecí callada, ausente, casi como siempre pero esta vez era diferente, estaba como en una nube, como si ese no fuera mi mundo.

Llego la tarde y esta vez me dirigí hacia el claro yo sola (ya que no quería que se sintieran incómodas). No tardé mucho ya que fui a paso rápido para verla a ella. Quería ver a Edrief. Llegué y no había muchas hadas. Ella no tardó mucho en llegar hablamos, nos reímos, atendimos en las clases y por supuesto me lo pasé estupendamente. Nunca me había sentido tan feliz al lado de alguien, no me lo había pasado tan bien ni me había divertido tanto como con Edrief. Mis sentímientos por ella cada vez eran más fuertes y cada vez se diferenciaba más del que sentía por los demás.

Los días fueron pasando, y yo cada vez iba conociendo mejor a Edrief. Todas las tardes después de las clases nos íbamos a pasear por el bosque, nos gustaba mucho alejamos de la aldea y no sentimos observadas. Una tarde Edrief y yo nos fuimos al bosque como siempre. -Edrief, he de contarte algo. No sé cómo explicarte esto pero ahí va. Yo nunca he sentido lo que siento ahora por nadie. No estoy segura de si es eso a lo que llaman amor, pero quiero decirte que de lo que sí estoy segura es que nunca he sentido esto por nadie.

-Aelilag, no sé qué decirte porque yo pienso absolutamente lo mismo y quiero decirte que estoy enamorada de ti y que te quiero.-No pudo seguir hablando ya que se quedó helada al igual que yo por haber dicho cada una lo que sentíamos por la otra.

De repente sin darme cuenta de mis actos me acerqué a ella y le besé esos labios tan hennosos, tan suaves. Después de unos minutos recobre un poco el conocimiento y pude despegar nuestros labios que estaban unidos como si solo fueran unos y le dije:

-Yo también te quiero.-Nos volvimos a besar y nos pusimos a reír como nunca nos habíamos reído.

Los días fueron pasando, los demás no notaron nada raro o extraño entre nosotras (teníamos que guardar las apariencias por lo que pudieran pensar los demás) y nosotras seguíamos yendo al bosque para estar a solas. Ya íbamos aprendiendo a volar y nos gustaba volar juntas por las copas de los árboles (mayor altura hasta la que podíamos volar) y saltar de la mano de árbol en árbol como si fuéramos dos saltamontes.

Los días pasaban muy rápidos y cuando nos quisimos dar cuenta ya se había pasado un año. Muy pocas cosas cambiaron a mi alrededor. Una de ellas era que mis padres ya conocían a Edrief, aunque ellos pensaban que solo éramos amigas, otra cosa era que mi hennana Ytel tenía pareja; iba presumiendo de él ya que él era un elfo muy corpulento y era muy alto. Un día como otro cualquiera Ytel empezó a presumir de él.

Page 5: Relatos Ganadores

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-Ay, Aelilag, tú vas a acabar sola. En cambio, yo tengo a mi amado y siempre estaremos juntos de por vida..jajaja , pero tú mírate, sola y amargada.-Se reía en su propia burla de mí. Yo ya estaba harta de que se burlara de mí delante de mi familia.

-Porque tú lo digas. A lo mejor eres tú la que acaba estando sola.

-Qué, qué dices ...

-¿Es que tienes pareja, Aelilag?-me preguntó Aivlis muy curiosa.

-Ee .. -no sabía qué decirle.

-Qué dices, Aivlis, es Aelilag..jaja.-Se burlaba de mí Ytel.

-y qué tiene que ver, Ytel, no eres la única que se puede enamorar.-Le reprochaba Aivlis.

-Bueno, Aelilag ¿es cierto?-Me dijo mi padre muy irritado. No sabía qué decír así que me limité a asentir con la cabeza.

-Y, ¿cómo se llama, Aelilag?-Me preguntaron mis hermanos gemelos entusiasmados.

-Se,se,se llama Edrief.-No podía vocalizar de lo nerviosa que estaba.

Todos se quedaron boquiabiertos mirándose unos a otros, parecía que no comprendían nada. -Todos permanecimos callados hasta que mi madre pudo decir algo.

-Es nombre de hada.-No preguntó solo afirmó ..

-Madre, Edrief es un hada.-Todos se quedaron paralizados.

-No ,no puede ser esto no me puede estar pasando a mí. No-Dijo mi padre con un tono muy fuerte de rabia en su voz.

-Padre, tranquilícese. - Le tranquilizaba el mayor de mis hermanos.- No pasa nada seguro que todo es una broma de Aelilag ,todo es mentira no es posible dos hadas ... no es posible. -iNo!, no es una broma, no es mentira y sí, sí es posible.-Les dije furiosa por decir que yo había mentido. No era mentira, solo les había dicho la verdad; encima decir que no era posible, porque decían eso. Mi padre y mi hermano se dirigieron hacia fuera.

-Ah, y otra cosa-Mi hermano y mi padre se quedaron inmóviles en la entrada-La quiero como nunca había querido a nadie y estoy enamorada de ella.- Todos los rostros excepto el de mi hermana y el de mi madre me miraron con rabia y asco, vi la furia en sus ojos.

-¡Tú no eres mi hija!-Gritó mi padre antes de salir hacia fuera. Este fue seguido por todos. En aquel momento me sentí sola ,necesitaba el abrazo de Edrief.

Les escuchaba gritar (sobre todo a mi padre). Comentaban con los vecinos el acontecimiento de unos minutos. Todos decían que debían de quemamos en una hoguera. Escuché los sollozos de mi madre cuando pronunciaron estas palabras. Salí hacia fuera, no podía permitír que acabaran con las vidas de las dos. Todos escuchaban atentos las palabras de los elfos más ancianos de la aldea, en el momento exacto en que salí dijeron que fueran a buscar a las dos.

-Perdonen que les interrumpa, pero así no tienen que ir a buscarme. No tienen que ir a buscar a nadie más yo soy la única culpable de todo lo cometido, es a mí a quien deben quemar en la hoguera.

-Aelilag ...

Page 6: Relatos Ganadores

-Tranquila madre, deje que me castiguen. Que me castiguen por querer y amar a alguien como nunca he amado a nadie.

Después de mi discurso Aivlis se acercó a mí (Ytel intentó detenerla como en el prado pero no pudo. Nos dirigimos hacia dentro mientras ellos seguían hablando. Ya dentro me dirigí hacia la mesa cogí una pluma y una hoja de seda empecé a escribirle una carta a Edrief para que mi hennana Aivlis(en la única que podía confiar)se la entregará después de que me hubieran quemado.

Edrief,

cuando leas esto yo ya no estaré. Siento mucho haber revelado nuestro secreto no era mi intención que pasara todo esto no quería herirte ni pensé que fuera a pasar todo esto pero en fin.

Solo quería dicu/parme porque no quería que nada de todo esto pasara nunca. No pensé que por decir mis sentimientos pasara esto y, es que les tenía que decir lo mucho que te quiero y te amo, lo mucho que he disfrutado, lo mucho que me he reído a tu lado, lo bien que lo pasábamos en el bosque volando de la mano, les tenía que decir lo que sentía cuando nuestros labios se juntaban y solo eran unos, tenía que decirles que me has hecho el hada más feliz aunque solo fuera por poco tiempo pero, que me he sentido viva y me h.e sentido más feliz que nunca y solo con estar contigo, a tu lado.

En resumen, te quiero mucho y te estaré esperando todo el tiempo que hagafalta.

Te quiero,

Aelilag.

Me levanté y me dirigí hacia mi hennana Aivlis para darle la carta que había doblado por la mitad y había puesto fuera "te quiero, Edrief'. Se la entregué y le dije:

-Aivlis, necesito que me hagas un favor antes de que me quemen.-Ella asintió rápidamente con la cabeza en nota de afmnación. -Necesito que le des esto a Edrief, porfavor, ella te esperará en el bosque tendría que ir allí. No se lo digas a nadie y ve al anochecer, nadie puede saber esto, ¿vale, Aivlis?

-Vale, entendido, no te preocupes por nada, no lo sabrá nadie-Mi hennana me dio un fuerte abrazo y noté sus lágrimas por mi espalda.-Confia en mi, nadie lo sabrá jamás.

-Ah, se me olvidaba protégela como si fuera a mí a quien protegieses, cuídala para que no le pase nada.-Ella solo asíntió.

Unos minutos después pasó mi padre anunciando que era la hora y nos dirigimos hacia el centro de la aldea. Allí estaban todos los elfos y todas las hadas haciendo un círculo alrededor de la madera seca y un poste alto. Me cogieron las manos, las juntaron y las ataron detrás del gran poste. Las gotas del agua me caían por el rostro. Estaba helada. Encendieron el fuego y vi como las llamas me abrasaban los pies. Quise gritar para que me soltaran pero entonces me vino a la mente el recuerdo del rostro de Edrief y me acordé de por qué estaba allí, y no dije nada ni me quejé de que las llamas me abrasaron lenta y dolorosamente. Por ella por mi amor, por mi vida, por Edrief.

Page 7: Relatos Ganadores

.- ., mnel

Un día me asomé a mi ventana y vi una flor llorar, le pregunté, quéle pasaba y casi no podía contestar.

Entre llantos me dijo: no ves que esos h mos, no me dejan respirar!

Fui corriendo a la cocina pensando que el humo podía sa ·r de allí, cuando llegué a mi ventana ya no vi a la flor morir.

Esto ya no lo entiendo, porque tiene q e ser así, por culpa e la contaminación, ya no podemos vivir.

Page 8: Relatos Ganadores

ETAPAS

Las puertas se cierran , se abren

Los pétalos muertos , renacen

La lágrima se transforma en sonrisa,

y se acompasa el rumor de la brisa.

Delante de mi un enjambre de senderos,

sin encontrar quizás el verdadero.

Debo seguir mi camino sin miedo

aunque vuele y tropiece con el cielo.

Sueños e ilusiones deshechas y por deshacer,

metas cumplidas, sensación de poder,

decepciones profundas, hechos inesperados,

sentimientos confusos e incluso negados

Etapas malas o etapas buenas,

de llanto, de risa, de alegría o de pena.

Etapas que marcan el paso de ese tiempo

que resiste con rabia la lluvia y el viento

Etapas que dejan huella,

recuerdos de ti, de mí, de él o ella...

Etapas para el olvido

capaces de enterrar lo vívido

Page 9: Relatos Ganadores

Etapas que a su comienzo,

muy cerca del nacimiento,

te preparan para seguir

y poder sobrevivir

Etapas que dan pensamiento,

madurez y entendimiento,

que van labrando el destino

y enderezando un camino

Etapas para caminar en la misma vía,

esquivando baches de noche y de día,

con tramos al borde de precipicios,

permitiendo luchar y defender nuestros juicios

Etapas que fmalizan con un tesoro guardado

quizás más valioso que todo el oro encontrado.

y lleno el corazón de distintas experiencias

que argumentan los sentimientos y las creencias

Etapas tan variadas,

que a lo largo de una vida se ven fOIjadas,

y que cada uno en su interior

ha sentido en alguna ocasión

Page 10: Relatos Ganadores

Rompiendo estereotipos

Hoyes un día importante, decisivo diría yo. Si se dieran las circunstancias óptimas, me

vería ~cado a llevarme unas míseras mascotas, cosa que francamente no creo, ni que

suceda, ni que merezca. Vayamos al caso más viable, que no es otro que todo lo común

se cumpla; y ahí tras una dura competencia y el empleo de mis habilidades de sugestión

y sencilla, y a la vez falsa afabilidad, me llevarán ante todo lo que siempre quise. A

veces creo que soy un tanto hipócrita, pero yo soy de ésos para los que el fin justifica

los medios, siempre que el fin merezca la pena. Por último, vayamos a la suposición

más inverosímil, que no significa que no sea factible, aunque la verdad ... no sé si me

conviene; la gente me miraría raro, y que la gente te mire raro afecta, aunque tengas

una personalidad fuerte como la mía. Bueno, como me enrollo yeso que estoy

hablando sólo, en ocasiones creo que las paredes se ponen sucias para que mi madre las tenga que pintar, y con esa pintura poder hacerse una barrera contra mis pertinaces

retahílas. Como iba diciendo, en el último caso directamente se podría decir que no tendría rival, decantándose mi victoria desde el minuto cero.

Nunca me ha gustado ganar las cosas por lo fácil, es como si los demás no le dieran valor a esa victoria, y en consecuencia, lo único que pretenden lograr es desacreditar al

vencedor, alegando que ha conseguido aquello merced a la no participación de' unos

cuantos, que como no, ganarían en tanto y en cuanto hubieran querido hacerlo. No voy

a ser yo quien diga que no podrían haber ganado porque me rebajaría a su nivel, no

obstante.soy de la opinión de que las victorias requieren un trabajo, bien en equipo o de

forma individual como en este caso, pero debe ser un trabajo de estimulación y

desarrollo de tus propios medios y facultades si bien estos no tienen pocque ser los más

decentes, y no efectuar un trabajo de denigración continua de tu adversario, puesto que así no consigues merecer el triunfo, sino que tu adversario no sea digno de ese triunfo.

Se me ha pasado la hora volando, hablando de esta vida incongruente e injusta, y todo

porque estoy intentando no pensar en lo que realmente me debería preocupar esta

noche. Bueno, ya me llegarán las noticias, no me pienso inquietar lo más mínimo.

Lucía el sol a plena mañana, y al principio tan sólo pude vislumbrar un par de sombras,

que pronto distinguí: la más abultada de las sombras pertenecía a mi madre, algo que

no me extrañaba, dado las dimensiones que había adquirido en el último año. Mi madre

parecía tener algo bastante pequeño entre sus brazos, y a la vez que se movía

pausadamente con eso en los brazos, sollozaba queriendo reprimirse. Y lo peor de todo

es que yo no sabía el pót,que Su madre parecía muda y su mutismo se prestaba a una \. ..... '

situación inconteniblemeñte angustiosa. De repente, pareció caer en la cuenta de lo que pasaba, y sin demora alguna fue a confirmar sus peores presentimientos. Y sí, su

hermano, aquella noticia que había estado esperando que se consumase durante todo

aquel día tan agotador, no había contado con las mejores circunstancias e infaustamente nació con minusvalías notables e incluso con la cara deformada. Alejandro pareció

aguantar el tipo estoicamente, pero tras unos minutos delirantes, vociferó tanto como

pudo hasta caer exhausto sobre los pies de su madre.

Page 11: Relatos Ganadores

Al despertar se dio cuenta de que todo había sido un fatídico sueño, tan real, que

Alejandro tuvo que cerciorarse de que su imaginación le había jugado una mala pasada.

Alejandro presa del pánico, y ante la carencia de noticias, fue al único sitio donde le podrían informar.

Cuán grande fue su estupor, al comprobar in situ, que tan marcado nacimiento había

adquirido notorias semejanzas con lo acaecido en ese sueño aciago. Su hermano, Daniel, había nacido con alguna deficiencia física y psíquica o dicho de otra forma con

minusvalía. Cuando nació, los médicos tuvieron algunos problemas al desenrollar el

cordón umbilical, lo que supuso la falta de oxígeno del bebé, desembocando en la posterior minusvalía.

Durante los primeros meses, a Alejandro lo trastornó sobremanera aquella situación,

porque es muy duro que vaya a ver a su hermano gente que no es de su familia, y observar que al no haber sido informada de la situación del bebé, salen del aprieto de

qué decir como buenamente pueden y se crea un ambiente tétrico: una vez una amiga lejana de su madre que no vivía en el mismo pueblo, fue a ver a cómo llevaba el

embarazo su amiga y al encontrarse con la sorpresa, le dijo a su madre que si había

vestido al pequeñín para ir a una fiesta de disfraces, de lo raro que lo veía. María, la

madre de Alejandro, no se lo tuvo muy en cuenta y lo único que hizo fue esbo~ar una

leve sonrisa que encerraba la impotencia del que no puede revertir los contratiempos

que te da la vida, pues es cierto que su amiga siempre había sido bastante ingenua y

obtusa para sonsacar esas cosas, y ahí se comprobó que no había cambiado ni un ápice.

María parecía ir haciéndose a la idea de todo lo que se le venía encima, y era ella la

que debía esmerarse en adaptarse a esa adversidad, pues leJ.Qcará a ella velar por su

hijo sempiternamente, y no a las demás personas que siempre estarían mirando de modo extráño, porque ese es el problema, que la gente no acepta en la sociedad a las

personas tal y como son, sino tal y como la gente quiere que sean, donde casi siempre

predominan la influencia de los estereotipos típicos, que debes seguir casi bajo

coacción, ya que en el caso de no hacerlo debes estar dispuesto a impúdicas miradas que muchas veces pueden ser más que desagradables. La gente suele confundir ese gran

problema con una incapacidad involuntaria que debería ser vista de forma más normal,

porque aquello que ocurre involuntariamente y no es algo ofensivo o despreciable es

algo digno de respeto o debería de serlo

Daniel tenía ya seis años para cuando fue a una escuela con los demás niños por

primera vez. Hasta ahora, había estado en un centro especial para que se pudiera

desarrollar mejor en sus primeros años. Daniel siempre había sido un chico lo

suficientemente inteligente como para no asistir a ese centro, pero sus padres se dejaron

llevar por su apariencia como justificación ante la subestimación a su hijo.

-Mamá, ¿por qué no soy igual que los demás chicos?- preguntó un día Daniel

-En el mundo nadie es igual, lo que pasa es que Dios quizás ha querido que tú

destaques más.

z..

Page 12: Relatos Ganadores

-Pues yo quiero ser igual que los demás y poder jugar como lo hacen los niños de mi

escuela

-Si fuerais todos iguales, estaríais aburridos porque todos haríais lo mismo, ¿a ti te

gusta estar abulTido?

-No, yo sólo quiero jugar con otros chicos

-Para jugar con ellos tienes que ser bueno y hablarles en clase tú primero, ya que si no lo haces dios se enfadará contigo, y nunca tendrás amigos. ¿Quieres que se enfaden

contigo?

-No a mí no me gusta que se enfaden conmigo. Sf:mamá, haré lo que me has dicho­

contestó Daniel afligido como nunca antes lo había estado.

Daniel siempre había sido un niño muy inocente y afectuoso, lo que siempre le había dado un toque de gracia y dulzura inexorable, que cada vez se hace más difícil de ver en niños, a pesar del bien que provocaría en la gente; incluso podría ser una alternativa más económica a la risoterapia, el conversar con un crío de este estilo.

María, siempre había creído que la gente con minusvalía era "tonta", y como tal trataba

muchas veces a su hijo. Desde bien pequeño, intentó infundirle miedo y respeto

simultáneamente de la mano de :dios, algo así a lo que suelen decir los padres: "que

viene el lobo", ella decía: "ciíos te castigará si haces eso" o "aios se enfadará contigo si

haces eso", siendo el castigo el temido infierno y el enfado algún correctivo doloroso.

La verdad no sé cómo alguien pretende que se comporten con él justamente, si él

mismo no cumple con ese célebre apotegma.

Hace ya tanto tiempo que no hablo yo sólo en mi habitación sin la molestia de nadie,

desde la víspera de aquel nacimiento, perdón, de aquel dichoso nacimiento. Mi

hermano no se da cuenta, sin embargo yo sí, sí me doy cuenta de cómo lo mira la gente

incluso de cómo se ríen de él, y no os imagináis lo que me cuesta aceptarlo como mi

hermano porque para estar con una persona socialmente rechazada hay que querer

mucho a esa persona o ser una persona con mucha personalidad, y yo me siento en mis

plenas facultades como para afirmar que no lo quiero ni probablemente lo quiera en el

futuro. Así soy, no pienso cambiar ni mucho menos dejar que me cambien, ¿acaso

cambiaría alguien su forma de ser por una persona que no le ha hecho ningún bien? La

respuesta es obvia no tiene porque cambiar, aunque si cambiase nunca lo haría a bien,

salvo que fuese alguien tan cándido como falto de razón. Por el contrario mi hermano,

que no es ni tan feo ni tan tonto como yo pensaba, se va a dej ar influenciar en su vida

por todo el mundo que le parezca bueno, pese a que actúen falsamente con dobles

intenciones. Así son las apariencias, puedes ser la persona más buena del mundo y estar

encerrado en un cuerpo considerablemente deslucido desde el punto de vista físico,

pareciendo así incluso un facineroso.

Pasaron los años y muchas cosas cambiaron: Alej andro se echó novia en la universidad, ambos tenían ya 24 años, y estaban a punto de terminar la carrera allá por junio dentro

Page 13: Relatos Ganadores

de tres meses; María y el padre de Alejandro y Daniel que siempre estaba viajando

decidieron iniciar los trámites de separación, es lo que ocurre cuando dos posturas bien contrarias conviven, mientras uno era sencillo y afable la otra era ambiciosa y perversa, y tras muchos años de distintos pareceres y los cincuenta esperando firmemente a la vuelta de la esquina, al fin se desembocó en esta situación; Daniel por su parte a los

once años, y ya en quinto de primaria con unas calificaciones envidiables, en lo que se

parecía a su hermano, del que siempre se había pensado que era superdotado, aunque nunca fue comprobado, tenía ya dos buenos amigos y a muchas chicas de su clase les

gustaba mucho estar con Daniel porque les hacía reír.

Con todo, algo había cambiado bien poco. La gente y más concretamente casi todos los

chicos de su edad se reían de él por el mero hecho de saber que era discapacitado y que

hacía algunas cosas raras al aplaudir o al con-er. Daniel tenía simplemente un 20% de

discapacidad, más bien física aunque también sufría algún detrimento psíquico. Los

médicos dijeron que no se le podía encuadrar en ningún tipo de discapacidad común y que tendrían que investigar a fondo lo referente a su caso. Hoy por hoy los médicos no han procurado apenas tiempo a Daniel, excusándose casi siempre con lo habitual en

estos casos:"la lista de espera es interminable, ya le llamaremos", "hay casos más

urgentes", "en unos meses se pasan por aquí" ...

Es curioso, a la mayoría de los médicos los han instruido erróneamente en el término

mes, el cual confunden asiduamente con la palabra año. Seguramente debieron tener un

profesor de matemáticas no lo suficientemente preciso para haberse dedicado a esa

disciplina, ya que quizás les pudo haber enseñado las palabras año y mes, con ni más ni

menos que 335 días de diferencia entre ellas.

A Daniel no le duró mucho la dicha de tener amigos. Un día sus amigos le pidieron

ayuda en un trabajo en el que debían obtener un sobresaliente para poder aprobar la

evaluación. Daniel se prestó gustoso a ayudarles; y cuando ya estaba ayudándolos no

pudo advertir lo que se le venía encima. Tuvo que hacerles los trabajos enteros para lo

que dedicó toda la noche, durmiendo solamente tres horas. Al final obtuvieron un

notable y los insolentes que se hacían pasar por sus amigos le recriminaron esa calificación. No satisfechos con su actuación, le contaron a todo el mundo lo sucedido,

desde una perspectiva tergiversada que rozaba descaradamente la impudicia de las

personas más maleantes.

En la vida quien no es cabarde es valiente, quien no es vanidoso es sencillo y quien no

es falso es tonto. Esto mismo le ocurría al pobre Daniel, toda su vida pecando de

ingenuo sin percatarse ni tan siquiera de cómo lo utilizaba su misma madre. Era tan

bueno que pensaba que si no accediera a las peticiones de los demás, éstos e incluso

dios se entristecerían tanto que llegarían a coger una depresión, de la que no sabía si

podrían salir-como una vez le dijo su madre, cuando le pidió que limpiara su cuarto y el

de ella-o Daniel desde ese día, y para no hacer de sufrir a los demás por si les pasaba lo

mismo que a su madre, siempre intentó hacer todo lo que le pedían sin realizar oposición alguna.

Page 14: Relatos Ganadores

María siempre había pensado que la discapacidad de su hijo se revertiría algún día, pero

con los años fue comprobando que había sido una ilusa. De todos modos, Daniel había aprendido a disimular su pequeña minusvalía, siendo capaz de pasar casi inadvertido si

la gente desconocieEa _~u situación.

Pronto iba a ser Navidad, la--ºnceava vez que Daniel iba a disfrutar de las comidas tan- ••.• -o

fabulosas que preparaba su madre, aunque este año no iba a estar su padre.

Hacía un tiempo espantoso, el cielo amenazaba una tormenta vigorosa de la mano de

intenso aparato eléctrico, que ya se empezaba a percibir. María aún tenía que ultimar las

últimas compras para una cena importante, Nochebuena, en la que este año habría un

cambio de cromos debido a la ausencia de su ex marido y la presencia de su futura

nuera. Tuvo suerte, Alejandro estaba en su habitación, de tal forma que la pudo llevar en

el coche que se había comprado recientemente.

Da gusto dedicar un tiempo considerable a algo, si a la postre disfrutas tanto la

recompensa como la disfrutaron los cuatro comensales. La cena fue

inconmensurablemente deliciosa hasta el punto de que cuando ya estaban sobradamente llenos querían seguir degustando lo que todavía subsistía.

Alejandro y su novia, tras haber descansado de tan copiosa cena, salieron con el,fin

común de la mayoría de los jóvenes, irse de marcha hasta que el cuerpo aguantase.

Fueron al local que estaba j unto a su casa, perfectamente insonorizado para no provocar

las odiosas quejas vecinales. María y Daniel, por su parte no eran partié'ipes en absoluto

de las mismos designios que habían regido la salida de Alejandro y su novia, y

prefirieron descansar durante toda la noche.

Eran ya las cuatro de la madrugada y Daniel no podía dormir. Decidió salir a beber agua

a la cocina, en donde reparó que un olor anormal invadía el ambiente. Fue a ver si era

necesario apagar inmediatamente la bombona de butano, como su madre hubiera hecho.

Efectivamente, estaba abierta, y procuró cerrarla cautelosamente. Lo primero que pensó

al cerrarla fue en darle las gracias a dios por haberlo despertado y permitirle así salvarle

la vida a su madre y a todas las personas de la discoteca de alIado. Seguidamente y ya pasado el momento de apuro se dirigió a beber agua, y al abrir el frigorífico comprendió

en un súbito instante que no lo iba a poder hacer.

Hoy hace un año que todo acabó. Ahora todos vemos lo inicuos que hemos sido cuando

recordamos sus acciones, todas tan buenas como él. Nos invade el íntimo recuerdo de su

última acción, la que nunca presenciamos pero por la cual ahora estamos aquí. Pudimos

morir a causa de una terrible explosión, sin embargo fue él el que murió intoxicado.

Daniel siempre había padecido más problemas de salud que los demás, y esa noche la

alta concentración de butano en el aire fue la suficiente como para morir intoxicado. No

sé qué decir a parte de la axiomática frase "no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo

pierdes". Para añadir diré algo que a mi hermano le hubiera gustado oír. A dios tal día

como hoy le nació otro hijo, la lástima es que éste no vaya a resucitar.