relatoria objetos tecnicos

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La existencia de los objetos técnicos y las condiciones de su génesis plantean al pensamiento filosófico una cuestión que éste no puede responder a través de la simple consideración de los objetos técnicos en sí mismos: ¿cuál es el sentido de la génesis de los objetos técnicos en relación con eI conjunto del pensamiento, de la existencia del hombre, y de su manera de ser en el mundo? EI hecho de que exista un carácter orgánico del pensamiento y del modo de ser en eI mundo obliga a suponer que la génesis de los objetos técnicos tiene una repercusión en otras producciones humanas, en la actitud deI hombre frente aI mundo. Pero se trata de una manera lateral y muy imperfecta de plantear el problema al que conduce la manifestación de los objetos técnicos como una realidad sometida a génesis y sin otra esencia verdadera que las lineas de esta génesis. En efecto, nada prueba que estemos ante una realidad independiente, a saber, el objeto técnico considerado como algo con un modo de existencia definido. Si este modo de existencia está definido porque proviene de una génesis, esta génesis que engendra los objetos quizás no sea sólo génesis de objetos, o incluso génesis de realidad técnica: quizás eIla venga de más lejos, quizás constituya un aspecto restringido de un proceso más vasto, y quizás continúe engendrando otras realidades después de haber hecho aparecer a los objetos técnicos. Lo que habría que conocer entonces es la génesis de toda la tecnicidad, la de los objetos y la de las realidades no objetivadas, y toda la génesis que implique aI hombre y aI mundo, de la cuaI la génesis de la tecnicidad sea quizás, solamente, una débil parte, respaldada y equilibrada por otras génesis, anteriores, posteriores o contemporáneas, y correlativas a la de los objetos técnicos. Por lo tanto, hay que dirigirse hacia una interpretación genética generalizada de las relaciones entre eI hombre y el mundo para captar el alcance filosófico de la existencia de los objetos técnicos. Entretanto, la noción misma de génesis merece ser precisada: la palabra "génesis" está tomada aquí en el sentido definido en eI estudio sobre Individuation à la lumiere des notions de forme et d'information , como eI proceso de individuación en su generalidad. Hay génesis cuando el devenir de un sistema de realidad primitivamente

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La existencia de los objetos tcnicos y las condiciones de su gnesis plantean al pensamiento filosfico una cuestin que ste no puede responder a travs de la simple consideracin de los objetos tcnicos en s mismos: cul es el sentido de la gnesis de los objetos tcnicos en relacin con eI conjunto del pensamiento, de la existencia del hombre, y de su manera de ser en el mundo? EI hecho de que exista un carcter orgnico del pensamiento y del modo de ser en eI mundo obliga a suponer que la gnesis de los objetos tcnicos tiene una repercusin en otras producciones humanas, en la actitud deI hombre frente aI mundo. Pero se trata de una manera lateral y muy imperfecta de plantear el problema al que conduce la manifestacin de los objetos tcnicos como una realidad sometida a gnesis y sin otra esencia verdadera que las lineas de esta gnesis. En efecto, nada prueba que estemos ante una realidad independiente, a saber, el objeto tcnico considerado como algo con un modo de existencia definido.Si este modo de existencia est definido porque proviene de una gnesis, esta gnesis que engendra los objetos quizs no sea slo gnesis de objetos, o incluso gnesis de realidad tcnica: quizs eIla venga de ms lejos, quizs constituya un aspecto restringido de un proceso ms vasto, y quizs contine engendrando otras realidades despus de haber hecho aparecer a los objetos tcnicos. Lo que habra que conocer entonces es la gnesis de toda la tecnicidad, la de los objetos y la de las realidades no objetivadas, y toda la gnesis que implique aI hombre y aI mundo, de la cuaI la gnesis de la tecnicidad sea quizs, solamente, una dbil parte, respaldada y equilibrada por otras gnesis, anteriores, posteriores o contemporneas, y correlativas a la de los objetos tcnicos.Por lo tanto, hay que dirigirse hacia una interpretacin gentica generalizada de las relaciones entre eI hombre y el mundo para captar el alcance filosfico de la existencia de los objetos tcnicos.Entretanto, la nocin misma de gnesis merece ser precisada: la palabra "gnesis" est tomada aqu en el sentido definido en eI estudio sobre Individuation la lumiere des notions de forme et d'information, como eI proceso de individuacin en su generalidad. Hay gnesis cuando el devenir de un sistema de realidad primitivamente sobresaturada, rica en potenciales, superior a la unidad y que oculta una incompatibilidad interna, constituye para este sistema un descubrimiento de compatibilidad, una resolucin a travs deI "advenimiento de estructura. Esta estructuracin es el advenimiento de una organizacin, que es la base de un equilibrio de metaestabilidad. Tal gnesis se opone a la degradacin de las energas potenciales contenidas en un sistema, a travs de un pasaje a un estado estable a partir del cual ninguna transformacin es ya posible.La hiptesis general que hacemos sobre el sentido deI devenir de la relacin deI hombre con el mundo consiste en considerar como un sistema aI conjunto formado por el hombre y el mundo. Sin embargo, esta hiptesis no se limita a afirmar que el hombre y el mundo formen un sistema vital, que engloba lo vivo y su medio; la evolucin podra, en efecto, ser consic1erada como una adaptacin, es decir, la bsqueda de un equilibrio estable deI sistema por reduccin de la distancia entre lo vivo y el medio. Ahora bien, la nocin de adaptacin, can la nocin de funcin y de finalidad funcional a la que est ligada, conducira a examinar el devenir de la relacin entre el hombre y el mundo como tendiente hacia un estado de equilibrio estable, algo que no parece exacto en el caso de] hombre, y quizs tampoco en el de cualquier ser vivo. Si se quisiera conservar un fundamento vitalista para esta hiptesis del devenir gentico, se podra apelar a la nocin de impulso vital presentada por Bergson. Ahora bien, esta nocin es excelente para mostrar lo que le falta a la nocin de adaptacin para permitir una interpretacin deI devenir vital, pera no se acuerda con ella y subsiste un antagonismo sin mediacin posible entre la adaptacin y el impulso vital. Estas dos nociones opuestas pueden ser reemplazadas, en la pareja que forman, por la nocin de individuacin de sistemas sobresaturados, concebida como resoluciones sucesivas de tensiones por media de descubrimientos de estructuras en el seno de un sistema rico en potenciales. Tensiones y tendencias pueden ser concebidas como si existieran realmente en un sistema: el potencial es una de las formas de lo real, tan completamente como lo actual. Los potenciales de un sistema constituyen su poder de devenir sin degradarse; no son la simpIe virtualidad de los estados futuros, sino una realidad que los empuja a ser. El devenir no es la actualizacin de una virtualidad ni el resultado de un conflicto entre realidades actuales, sino la operacin de un sistema que posee potenciales en su realidad: el devenir es la serie de acceso de estructuraciones de un sistema, o individuaciones sucesivas de un sistema.Ahora bien, la relacin deI hombre con el mundo no es una simple adaptacin, regida por una ley de finalidad autorreguladora que encuentra un estado de equilibrio cada vez ms estable: la evolucin ele esta relacin, en la que participa la tecnicidad entre esos modos de ser, manifiesta por el contrario un poder de evolucin que va creciendo de etapa en etapa, descubriendo ms y ms formas nuevas capaces de hacerIo evolucionar en lugar de estabilizarlo y hacerlo tender hacia fluctuaciones cada vez ms reducidas; la nocin misma de finalidad, aplicada a este devenir, parece inadecuada, porque se puede perfectamente encontrar finalidades reducidas en eI interior de este devenir (bsqueda ele alimento, defensa contra las fuerzas destructivas), pera no hay un fin nico y superior que rueda sobre imponerse a todos los aspectos de la evolucin para coordinarlos y considerar su orientacin por media de la bsqueda de un fin superior a todos los fines particulares.Esta es la razn por la cual no est prohibido apelar a una hiptesis que haga intervenir un esquema gentico ms primitivo que los aspectos opuestos ele la adaptacin y deI impulso vital y que los encierre a ambos como casos-lmite abstractos: el de las etapas sucesivas de estructuracin individuante, que va de estado metaestable a estado metaestable por medio de invenciones sucesivas de estructuras.La tecnicidad que se manifiesta por media deI empleo de objetos puede ser concebida como algo que aparece en una estructuracin que resuelve provisoriamente los problemas planteados por la fase primitiva y original de la relacin el del hombre con el mundo. Se puede denominar a esta primera fase la fase mgica, tomando esta palabra en el sentido ms general y considerando el modo mgico de existencia como aquel que es pretcnico y pre-religioso, inmediatamente por encima de una relacin que sera simplemente la de un ser vivo con su media. El modo mgico de relacin con eI mundo no est desprovisto de organizacin: por eI contrario, es rico en organizacin implcita, vinculada aI hombre y aI mundo: all la mediacin entre el hombre y el mundo no est an concretizada y constituida de modo separado, en medio de objetos o seres humanos especializados, sino que existe funcionalmente en una primera estructuracin, la ms elemental de todas: la que hace surgir la distincin entre figura y fondo en el universo. La tecnicidad aparece como una estructura que resuelve una incompatibilidad: especializa las funciones figurales, mientras que las religiones especializan por su lado las funciones de fondo; el universo mgico original, rico en potenciales, se estruc