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TEMA 1. DE LA SOCIEDAD FEUDAL A LA SOCIEDAD MODERNA Historia General de la Empresa, Dr. Pedro C. Solís Pérez
ANTECEDENTES DEL FEUDALISMO
• Tras
la
desaparición
del
Imperio
Carolingio,
se
hizo
evidente
en
Europa
una
debilidad
general
y
absoluta
por
parte
de
los
reyes.
Junto
con
esto,
nuevas
invasiones
asolaron
a
Europa
(vikingos,
daneses,
suecos
y
noruegos,
pueblos
nómades
de
raza
amarilla,
jinetes húngaros y búlgaros y piratas beréberes de África). Todo ello
creó
un
clima
de
inseguridad
que
llevó
a
la
gente
a
buscar
protección
a
la
sombra
de
un
hombre
poderoso,
abandonando
la
ciudad
y
su
decaído
comercio
e
industria
para
trasladarse
a
los
campos del señor feudal.
• El
feudalismo
fue
un
sistema
político,
social
y
económico
que
se
desarrolló
durante
la
Edad
Media,
alcanzando
sus
formas
más
características entre los siglos X y XV.
•
EL ESPACIO GEOGRAFICO DEL FEUDALISMO
• El feudalismo alcanzó
su madurez en el siglo XI y tuvo su máximo apogeo
en los siglos XII y XIII. Su cuna fue la región comprendida entre los ríos Rin
y
Loira,
dominada
por
el
ducado
de
Normandía.
Al
conquistar
sus
soberanos, a fines del siglo XI, el sur de Italia, Sicilia e Inglaterra y ocupar
Tierra Santa en la primera Cruzada, establecieron en todas estas
zonas las
instituciones
feudales.
España
también
adoptó
un
cierto
tipo
de
feudalismo en el siglo XII, al igual que el sur de Francia, el norte de Italia y
los
territorios
alemanes.
Incluso
Europa
central
y
oriental
conoció
el
sistema feudal durante un cierto tiempo y en grado limitado, en particular
el Imperio bizantino tras la cuarta Cruzada.
• Los
llamados
feudalismos
del
antiguo
Egipto
y
de
Persia,
o
de
China
y
Japón,
no
guardan
relación
alguna
con
el
feudalismo
europeo,
y
sólo
son
superficialmente
similares.
Quizá
fueran
los
samuráis
japoneses
los
que
más se asemejaron a los caballeros medievales, en particular los
sogunes
de
la
familia
Ashikaga;
pero
las
relaciones
entre
señores
y
vasallos
en
Japón eran diferentes a las del feudalismo de Europa occidental.
LOS RASGOS DEL FEUDALISMO
• Feudalismo,
sistema
contractual
de
relaciones
políticas
y
militares
entre
los
miembros
de
la
nobleza
de
Europa
occidental
durante
la
alta
edad
media.
El
feudalismo
se
caracterizó
por
la
concesión
de
feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo) a cambio de una
prestación
política
y
militar,
contrato
sellado
por
un
juramento
de
homenaje
y
fidelidad.
Pero
tanto
el
señor
como
el
vasallo
eran
hombres
libres,
por
lo que
no debe
ser
confundido
con
el
régimen
señorial,
sistema
contemporáneo
de
aquél,
que
regulaba
las
relaciones entre los señores y sus campesinos.
• El
feudalismo
unía
la
prestación
política
y
militar
a
la
posesión
de
tierras
con
el
propósito
de
preservar
a
la
Europa
medieval
de
su
desintegración
en
innumerables
señoríos
independientes
tras
el
hundimiento del Imperio Carolingio.
LA FEUDALIDAD Y LA ORGANIZACIÓN DE LA ARISTOCRACIA
• Nobleza y caballería• Los formas del poder aristocrático
• Las relaciones feudovasalláticas y el ritual del homenaje
• Diseminación y anclaje espacial del poder
NOBLEZA Y CABALLERÍA
• La aristocracia, clase dominante en el Occidente medieval, se caracteriza por la conjunción del dominio sobre los
hombres, del poder sobre la tierra y de la actividad guerrera. La nobleza (conocidos o bien nacidos) como grupo social y
no como cualidad, no es sino la forma tardía y establecida de la aristocracia medieval.
• Ser
noble
es
ante
todo
una
pretensión
para
distinguirse
de
los
común,
mediante
un
modo
de
vida,
mediante
actitudes
y
mediante
signos
de
ostentación
que
van
de
la
vestimenta
a
las
maneras
de
comportarse
a
la
mesa,
pero sobre todo mediante un prestigio heredado de la ascendencia.
• La
aristocracia
se
define
por
el
prestigio
de
sus
orígenes,
reales
o
principescos,
condales,
o
ducales
(cuando no se atribuyen antepasados míticos). Por otra parte, habría que darles un lugar a los milites, en principio simples guerreros
al servicio de los castellanos y que vivían en su entorno como ejecutantes militares, pero en el siglo XI
y durante el
siglo XII su ascenso se incrementa a medida que reciben tierras y castillos en recompensa por sus servicios.
• La redefinición del grupo aristocrático alrededor del calificativo de miles y de la pertenecía a la caballería se logra
mediante
la
celebración
de
un
ritual
(el espaldarazo)
y
que
está
provisto
de
un
código
éticos
cada
vez
más
estructurado,
llevándose
a
cabo
una
asimilación
tendencial entre
nobleza
y
caballería
(miles y nobilis tienden a volverse sinónimos).
• El
espaldarazo es
una
simple
entrega
de
armas
,
después
de
una
formación
ideológica
y
militar
necesaria
a
la
reproducción
del
grupo,
cuando
el
joven
recibe
su
espada
y
sus
armas
de
un
noble
tan
eminente
como
sea
posible. El ritual a menudo está
precedido por una noche de oración en la iglesia; y la espada, antes de ceñirla en
la cintura del nuevo caballero, se coloca previamente en el altar y se bendice, dando con ello un papel importante
a la Iglesia en la estructuración de la ideología caballeresca.
LAS FORMAS DEL PODER ARISTOCRÁTICO
• La Iglesia consideraba que los gobernantes lo eran por la gracia
de Dios y estaban revestidos de un
derecho
sagrado.
En
su
forma
más
clásica,
el
feudalismo occidental
asumía
que
casi
toda
la
tierra
pertenecía al príncipe soberano —bien el rey, el duque, el marqués o el conde—
que la recibía “de nadie sino de Dios”.
• Un
elemento
esencial
para
caracterizar
a
la
aristocracia
alrededor
del
término
de
miles
y
de
los
códigos de caballería, lo representa el castillo, donde la castellanización
de Occidente, entre los siglos
X y XII, es el fundamento de dicha reorganización. El castillo es el corazón al mismo tiempo práctico
y simbólico del poder de la aristocracia, de su dominación sobre las tierras y los hombres. El castillo
es el lugar donde vive el señor, sus parientes y sus soldados.
• La
actividad
principal
de
la
aristocracia,
y
a
sus
ojos
la
más
digna,
es
sin
duda
la
guerra,
cuyo
fundamento es el código de honor, que impone un deber de venganza, no sólo de los crímenes de
sangre, sino también de los atentados de los bienes.
• Los
torneos
son
otra
manera
de
exhibir
la
dominación
de
la
aristocracia
mediante
la
demostraciones
de
fuerza
destinada
a
impresionar,
batallas
ritualizadas
y
medios
para
obtener
recompensas
de
matrimonios
con
heredadas
de
alto
rango
y
adquirir
altas
posiciones.
La
caza
es
otra
actividad
emblemática
de
la
nobleza.
Estas
actividades
tienen
una
finalidad
material
y
una
significación simbólica, que apunta a manifestar prestigio y hegemonía social.
LA ESPADA Y LA CRUZ
• El
clero
era
también
parte
de
la
nobleza;
asimismo poseía
tierras
extensas
y
se
servía
del
trabajo
de
los
siervos.
Los
campesinos
eran
la
gran
base
sobre
la
que descansaba la producción material.
• Sus
condiciones
eran
cualitativamente
superiores
al esclavo,
que
carecía
de
todo
derecho
y
era
considerado
una
mercancía.
Aunque
carecía
de
derechos
ciudadanos y
estaba
ligado
a
la
tierra,
el
siervo
era
dueño
de
parte
de su fuerza de trabajo y reconocido como individuo.
LAS RELACIONES FEUDOVASALLÁTICAS Y EL RITUAL DEL HOMENAJE
• El
príncipe
cedía
los
feudos
a
sus
barones,
los
cuales
le
rendían el obligado juramento de homenaje y fidelidad por
el
que
prestaban
su
ayuda
política
y
militar,
según
los
términos de la cesión.
• Los
nobles
podían
ceder
parte
de
sus
feudos
a
caballeros
que
le
rindieran,
a
su
vez,
homenaje
y
fidelidad
y
les
sirvieran
de
acuerdo
a
la
extensión
de
las
tierras
concedidas.
De
este
modo
si
un
monarca
otorgaba
un
feudo
de
doce
señoríos
a
un
noble
y
a
cambio
exigía
el
servicio
de
diez
caballeros,
el
noble
podía
ceder
a
su
vez
diez de los señoríos recibidos a otros tantos caballeros, con
lo que podía cumplir la prestación requerida por el rey
RELACIONES DE VASALLAJE
• Los
nobles
estaban
ligados
al
rey
por
un
pacto
de
fidelidad.
El
rey
concedía
el
feudo
a
cambio
de
que
el
noble
se
comprometiese
a
prestarle
ayuda
militar
y
consejo en el gobierno. El rey era el señor del noble y este último se convertía en
vasallo del rey. El vasallaje conllevaba una ceremonia muy ritualizada en la que el
vasallo
prestaba
homenaje
a
su
señor,
poniendo
sus
manos
entre
las
de
este
y
besándole en la cara o en la boca, le juraba fidelidad y se obligaba
a ofrecerle su
ayuda
y
su
apoyo,
sobre
todo
militar.
Por
su
parte,
el
señor
se
comprometía
a
asegurarle
su
protección
y
a
mantenerle
en
su
propia
casa
o
a
concederle
un
castillo o unas tierras con las que mantenerse él mismo.
• A su vez, los nobles y monasterios podían tener vasallos propios, que solían ser
nobles menos importantes. A cambio de jurar lealtad a su señor, estos últimos les
daban una parte de sus tierras, es decir, un feudo más pequeño. De esta forma,
una cadena de lazos personales ligaba al rey con todos los nobles del reino.
PRIVILEGIOS Y DERECHOS
• En
Inglaterra,
la
Carta
Magna
definió
las
obligaciones
de
los
vasallos
del
rey;
por
ejemplo,
no
era
obligatorio
procurar
ayuda
económica
al
monarca
salvo
en
tres
ocasiones:
en
el
matrimonio
de
su
hija
mayor,
en
el
nombramiento
como
caballero
de
su
primogénito
y
para
el
pago
del
rescate
del
propio rey.
• En
Francia
fue
frecuente
un
cuarto
motivo
para
este
tipo
de
ayuda
extraordinaria:
la
financiación
de
una
Cruzada
organizada
por
el
monarca.
El
hecho
de
actuar
como
consejeros condujo a los vasallos a exigir que se obtuviera su
beneplácito
en
las
decisiones
del
señor
que
les
afectaran
en
cuestiones
militares,
alianzas
matrimoniales,
creación
de
impuestos o juicios legales.
EL AUGE DEL CAMPO Y DE LA POBLACIÓN (SIGLOS XI A XIII)
• La presión demográfica
• Los progresos agrícolas• Las otras transformaciones técnicas
• Una explicación del auge
CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO
• Entre
el
siglo
XI
y
principios
del
XIV,
la
población
de
Inglaterra
habría
pasado
de
1.5
a
3.7
millones
de
habitantes;
la
del
dominio
germánico
de
4
millones
a
3.7
millones; la de Italia de 5 millones a 10 millones; la de Francia de 6 millones a 15
millones. Semejante crecimiento demográfico nunca se había alcanzado en Europa
desde
la
revolución
neolítica
y
la
invención
de
la
agricultura
y
no
se
volverá
a
observar
hasta
la
Revolución
industrial,
convirtiéndose
en
un
hecho
mayor
de
la
historia occidental.
• Este crecimiento se obtiene por la conjunción de un incremento en la fecundidad
y de una regresión de las causas de mortalidad, en particular una incidencia menor
de
las
hambrunas,
que
durante
un
siglo
y
medio
transcurre
un
largo
respiro
sin
que el hambre se deje sentir de manera generalizada.
• El
resultado
es
un
alza
muy
notable
de
la
vida
promedio
de
las
poblaciones
occidentales.
La
esperanza
de
vida
no
rebasaba
los
20
años
en
el
siglo
II
en
el
apogeo
de
la
Roma
antigua,
mientras
que
en
el
año
1300
se
eleva
hasta
los
35
años.
Muestra
clara
que
la
Edad
Media
no
fue
la
época
oscura
y
tenebrosa,
que
frecuentemente
se
menciona,
sino
también
fue
una
época
constructora
de
civilización.
LOS PROGRESOS AGRÍCOLAS
• Para
resguardar
de
la
hambruna
a
una
población
que
se
multiplica
por
dos
fue
necesario
incrementar la producción agrícola. En todas partes, Occidente se caracteriza en la Edad Media
Alta
por
una
naturaleza
rebelde
o
domesticada
a
medias,
por
culturas
itinerantes
e
incapaces
de
rebasar rendimientos irrisorios, así
como por un hábitat frágil e inestable.
• En una primera etapa los poblados extienden de manera progresiva
su dominio cultivado y luego se
multiplican nuevos establecimientos, aldeanos o monásticos, en el corazón de zonas antiguamente
vírgenes. En este momento se crea la red de poblados tal como va a
subsistir en lo esencial hasta el
siglo XIX, y se vive en
Europa
el
mayor
incremento
de
las
superficies
cultivadas
desde
los
tiempos
prehistóricos.
• El
progreso
sólo
tiene
verdadero
sentido
en
la
medida
que
se
integra
un
nuevo
sistema
técnico,
igualmente
caracterizado
por
la
mejora
de
la
tracción
animal.
Los
bueyes,
que
se
empleaban
tradicionalmente, van cediendo su lugar a los caballos, que son más fuertes y nerviosos, capaces de
jalar un utillaje más pesado y de sacar un arado atascando en un suelo denso.
• Durante
el
feudalismo
las
fuerzas
productivas
adquirieron
mayor
desarrollo
que
en
el
esclavismo.
El
uso
del
hierro
y
los
aperos
elevó
la
producción
agrícola
en
cantidad,
calidad
y
diversidad:
prosperaron
la
viticultura,
la
horticultura
y
la
ganadería.
El
auge
del
campo
es
también el
de
la
crianza de caballo, de bovinos, de ovinos y de cerdo
LAS OTRAS TRANSFORMACIONES TÉCNICAS
• El
mejoramiento
de
las
técnicas
en
el
uso
de
los
metales,
principalmente
el
hierro,
y
la
invención
del molino (de agua y de viento) como fuerza motriz, permitieron
perfeccionar los instrumentos de
trabajo. El molino de agua es consustancial al paisaje del campo
occidental, aunque también de las
ciudades.
• Junto a los avances y descubrimientos se desarrollaron los oficios artesanales, que se concentraron
en las ciudades. Esta producción de bienes estaba destinada al intercambio e impulsó
el comercio.
Los
artesanos
del
campo
llevaban
sus
productos
al
mercado
y
ferias
de
las
ciudades,
y
crecía
la
producción artesanal
en
los
talleres
urbanos.
Esta
producción
de
mercancías
basada
en
el
trabajo
personal se denomina producción mercantil simple.
• Entre
los
siglos
XVI
y
XVII
el
uso
del
torno
de
hilar
se
extendió
por
Europa.
En
1600
se
inventó
el
telar
de
cintas.
La
utilización
de
la
pólvora
desarrolló
la
artillería.
La
invención
de
la
brújula
estimuló
la
navegación.
Con
todo,
el
progreso
de
las
fuerzas
productivas
era
lento
y
rutinario:
las
relaciones
de
producción
las
frenaban.
El
alto
peso
de
las
cargas
tributarias
y
las
limitaciones
sociales, políticas y jurídicas desincentivaban su progreso.
• El
avance
de
los
oficios
y
el
comercio
en
las
ciudades
se
veía
limitado
por
los
impuestos
y
trabas
que
imponía
la
nobleza.
Pese
a
ello,
a
fines
del
feudalismo
el
poder
económico
se
había
concentrado
en
una
nueva
capa
social
surgida
en
los
oficios
urbanos:
los
dueños
de
los
talleres
o
maestros burgueses. Se engendraba un nuevo modo de producción.
UNA EXPLICACIÓN DEL AUGE
• Con respecto al clima, después de una fase fría empieza un recalentamiento entre 900 y 950, para
prolongarse
hasta
finales
del
siglo
XII
provocando
un
retroceso
de
los
hielos,
una
ganancia
de
la
altitud
de
la vegetación
y
una
elevación
de
los
niveles
de
las
aguas
subterráneas,
lo
que
aumenta
las posibilidades de instalación de poblados.
• La reorganización feudal confiere un mejor asentamiento a los señores, deseosos en lo sucesivo de
obtener
mayores dividendos
de
sus
dominios
y
capaces
de
someter
a
las
poblaciones
aun
control
más
estricto. Así
como
la
decadencia
de
la
esclavitud,
que
incita
a
un
progreso
técnico
y
quizás
explica la contribución de la aristocracia a la difusión de las nuevas técnicas.
• De
manera
más
general,
la
actitud
de
la
Iglesia,
que
mezcla
la
concepción
penitencial
del
trabajo
como
esfuerzo
redentor
y
forma
de adoración
divina, y una
nueva actitud
ante
una
naturaleza
en
vías de desacralización lo que predispone a la innovación técnica.
• Un
marco
explicativo
más
incluyente,
señalaría
que
las
causalidades
sociales
parecen
las
más
pertinentes, pues tienen que ver con las condiciones de posibilidad, a la vez materiales e ideológicas,
indispensables
para
semejante
auge
productivo,
más
allá
de
los
medios
técnicos
y
humanos
necesarios para ponerlos en marcha.
EL ESTABLECIMENTO DEL SEÑORIO Y LA RELACIÓN DEL DOMINIUM
• El nacimiento de la aldea y el encelulamiento de los hombres
• La relación de dominium
• Tensiones del señorío• ¿Una dominación total?
EL NACIMIENTO DE LA ALDEA Y EL ENCELULAMIENTO DE LOS HOMBRES
•Los
principios
básicos
del
feudalismo
giran
en
torno
al feudo
y
los
vasallos.
Un
feudo
es
una
propiedad,
normalmente
tierras,
ganadas
a
cambio
de
un
servicio militar.
Un
vasallo
jura
lealtad
al
señor
que
obtiene
el
feudo.
•El señor tiene la última palabra sobre todas las cosas. El vasallo
está
obligado
a
asistir
financieramente
y
ayudar
militarmente al señor. A cambio, el señor está
obligado a respetar
y
proteger
al
vasallo.
Al
igual
que
un
caballero
sirve
a
un
rey,
el
campesino
confía
en
el
caballero
para una protección similar
.
OBLIGACIONES DEL VASALLO
• La prestación militar era fundamental en el feudalismo, pero estaba
lejos
de
ser
la
única
obligación
del
vasallo
para
con
su
señor.
Cuando
el
señor
era
propietario
de
un
castillo,
podía
exigir
a
sus
vasallos
que
lo
guarnecieran,
en
una
prestación
denominada
‘custodia del castillo’.
• El
señor
también
esperaba
de
sus
vasallos
que
le
atendieran
en
su
corte,
con
objeto
de
aconsejarle
y
de
participar
en
juicios
que
afectaban
a
otros
vasallos.
Si
el
señor
necesitaba
dinero,
podía
esperar que sus vasallos le ofrecieran ayuda financiera.
• A
lo
largo
de
los
siglos
XII
y
XIII
estallaron
muchos
conflictos
entre
los señores y sus vasallos por los servicios que estos últimos debían
prestar.
DISEMINACIÓN Y ANCLAJE ESPACIAL DEL PODER
• Un
noble
podía
conservar
la
totalidad
de
sus
feudos
bajo
su
dominio
personal
y
mantener
a
sus
caballeros
en
su
señorío,
alimentados
y
armados,
todo
ello
a
costa
de
sufragar
las
prestaciones debidas a
su
señor a partir de
su propio patrimonio y
sin establecer relaciones feudales con inferiores, pero esto era
raro
que
sucediera
ya
que
los
caballeros
deseaban
tener
sus
propios
señoríos.
• Los
caballeros
podían
adquirir
dos
o
más
feudos
y
eran
proclives
a
ceder,
a
su
vez,
parte
de
esas
posesiones
en
la
medida
necesaria
para
obtener
el
servicio
al
que
estaban
obligados
con
su
superior.
Mediante este subenfeudamiento se creó
una pirámide feudal, con
el
monarca
en
la
cúspide,
unos
señores
intermedios
por
debajo
y
un grupo de caballeros feudales para servir a la convocatoria real.
AUTORIDAD REAL
• Los monarcas, durante toda la época feudal, tenían otras fuentes de autoridad además de su
señorío
feudal.
El
renacimiento
del
saber
clásico
supuso
el
resurgimiento
del
Derecho
romano, con su tradición de poderosos gobernantes y de la administración territorial.
• El
florecimiento
del
comercio
y
de
la
industria
dio
lugar
al
desarrollo
de
las
ciudades
y
a
la
aparición
de
una
incipiente
burguesía,
la
cual
exigió
a
los
príncipes
que
mantuvieran
la
libertad
y
el
orden
necesarios
para
el
desarrollo
de
la
actividad
comercial.
Esa
población
urbana también demandó
un papel en el gobierno de las ciudades para mantener su riqueza.
• En Italia se organizaron comunidades que arrebataron el control del país a la nobleza feudal
que incluso fue forzada a residir en algunas de las urbes. Las ciudades situadas al norte de los
Alpes
enviaron
representantes
a
los
consejos
reales
y
desarrollaron
instituciones
parlamentarias
para
conseguir
voz
en
las
cuestiones
de
gobierno,
al
igual
que
la
nobleza
feudal.
• Con
los
impuestos
que
obtuvieron
de
las
ciudades,
los
príncipes
pudieron
contratar
sirvientes
civiles
y
soldados
profesionales.
De
este
modo
pudieron
imponer
su
voluntad
sobre el feudo y hacerse más independientes del servicio de sus vasallos.
EL DESARROLLO DE LAS RELACIONES JURÍDICAS
• La
figura
jurídica
del
feudo
estaba
contenida
en
el derecho
consuetudinario
de
Europa
occidental
y
en
aspectos
feudales
como
la
tutela
y
el
matrimonio,
la revertibilidad
y
la
confiscación,
que
continuaron
en
vigor
después
de
que
la
prestación
militar
hubiera desaparecido.
• En
Inglaterra
las
posesiones
feudales
fueron
abolidas por ley en 1660, pero se prolongaron en algunas zonas de
Europa
hasta
que
el
derecho
consuetudinario
fue
sustituido
por
el
Derecho
romano,
proceso
concluido por el emperador Napoleón a principios del siglo XIX.
CONFLICTO
• El
alto
peso
de
las
cargas
tributarias
y
las
limitaciones sociales,
políticas
y
jurídicas
desincentivaban
su
progreso.
El
avance
de
los
oficios
y
el
comercio
en
las ciudades
se
veía
limitado
por
los
impuestos
y
trabas
que imponía la nobleza.
• Pese a ello, a fines del feudalismo el poder económico se había concentrado en una nueva capa social surgida en
los
oficios
urbanos:
los
dueños
de
los
talleres
o
maestros
burgueses.
Se
engendraba
un
nuevo
modo de producción.
DECADENCIA
• El
feudalismo
alcanzó
el
punto
culminante
de
su
desarrollo
en
el
siglo
XIII;
a
partir
de
entonces
inició
su
decadencia.
El
subenfeudamiento
llegó
a
tal
punto
que
los
señores
tuvieron problemas para obtener las prestaciones que debían recibir. Los vasallos prefirieron
realizar
pagos
en
metálico
(scutagium,
‘tasas
por
escudo’)
a
cambio
de
la
ayuda
militar
debida a sus señores; a su vez éstos tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar
tropas
profesionales
que
en
muchas
ocasiones
estaban
mejor
entrenadas
y
eran
más
disciplinadas que los vasallos.
• Además,
el
resurgimiento
de
las
tácticas
de
infantería
y
la
introducción
de
nuevas
armas,
como el arco y la pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra.
La decadencia del feudalismo se aceleró
en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien
Años, las caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se ganaron
en gran medida por los soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie.
• Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento
de
homenaje
y
fidelidad
a
un
príncipe,
pero
con
contratos
no
hereditarios
y
que
normalmente tenían una duración de meses o años. Este
‘feudalismo
bastardo’
estaba
a
un
paso
del
sistema
de
mercenarios,
que
ya
había
triunfado
en
la
Italia
de
los
condotieros
renacentistas.
LA REVOLUCIÓN BURGUESA
• "El
estamento
burgués,
inicialmente
tributario
de
la
nobleza
feudal,
compuesto
de
vasallos
y
siervos
de
todas
clases,
ha
conquistado
una
posición
de
poder
tras
otra
a
lo
largo
de
una
duradera
lucha
contra
la
nobleza,
y
en
los
países
más
desarrollados
ha
acabado
por
tomar
el
poder
en
vez
de
ésta;
en
Francia
lo
hizo
derribando
a
la
nobleza
de
un
modo
directo;
en
Inglaterra,
aburguesándola
progresivamente
y
asimilándola como encaje ornamental de la burguesía misma ‐dice Engels en 'Anti‐Dühring' (1878)‐.
• Mas
¿cómo
ha
conseguido
eso
la
burguesía?
Simplemente,
transformando
la
situación
económica
de
tal
modo
que
esa
transformación
acarreó
antes
o
después,
voluntariamente
o
mediante
lucha,
una
modificación
de
la
situación
política.
La
lucha
de
la
burguesía
contra
la
nobleza
feudal
es
la
lucha
de
la
ciudad
contra
la
tierra,
de
la
industria
contra
la
propiedad
rural,
de
la
economía
dineraria
contra
la
natural, y las armas decisivas de los burgueses
en
esa
lucha
fueron
sus
medios
eco
nómicos
en
continuo
aumento,
por
el
desarrollo
de
la
industria,
que
empezó
artesanalmente
para
progresar
luego
hasta
la
manufactura, y por la exten‐sión del comercio.
• Durante toda esta lucha el poder político estuvo de la parte de la nobleza, con la excepción de un período
en
el
cual
el
poder
real
utilizó
a
la
burguesía
contra
la
nobleza
para
mantener
en
jaque
a
un
estamento
por medio del otro; pero a partir del momento en que la burguesía, aún impotente políticamente, empezó
a hacerse peligrosa a causa de su creciente poder económico, la monarquía volvió
a aliarse con la nobleza
y provocó
así, primero en Inglaterra y luego en Francia, la revolución de la burguesía".