reflexiones sobre educación

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CONTEXTOS, FILOSOFÍAS Y EXPERIENCIAS: UN DIÁLOGO ENTRE DOS ÉPOCAS María Laura Medina [email protected] María Carolina Méndez [email protected] Universidad Nacional de Quilmes PALABA! CLA"#!$ escuela%su&etos%'iloso'ía%e()eriencias%di*lo+o. La intenci,n del tra-a&o ser* )resentar un an*lisis com)arativode re'le(iones de &,venes de / 0 8 a1os 0 adultos ma0ores 2un )romedio de /3 a1os4 en relaci,n a t,)icos como la educaci,n5 las nuevas tecnolo+ía ense1anza de la 'iloso'ía 0 la mirada 6ue cada +ru)o tiene del otro. Pretendem 6ue am-as voces entren en di*lo+o a )artir de a)ortes te,ricos 0 re'le(iones )ersonales. Pues cada +ru)o se constitu0e no s,lo con su )ro)ia mirada sino co la de los otros. #stos +ru)os5 tan ale&ados e)ocalmente conviven en un mundo 0 )u+nan )or un lu+ar5 unos dentro de un mundo 6ue 0a no le es )ro)io5 0 los otr )or +anarse un lu+ar en un mundo 6ue todavía no les )ertenece. Los +ru)os entrevistados )ertenecen al Cole+io Martín Mi+uel de 7 emes de clase media%alta de la ciudad de Bahía Blanca5 0 el los adultos ma0ores 'or )arte de un curso -rindado )or el )ro+rama Universidad )ara Adultos Ma0ores5 una iniciativa llevada a ca-o )or la Universidad Nacional del !ur 0 PAM9. Para me&or or+anizaci,n del tra-a&o5 )resentaremos una divisi,n en secciones5 a sa- funciónde la escuela, rol docente, visión del adulto y del joven, nuevas tecnologías y aprender filosofía . 1

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Reflexiones sobre educación

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CONTEXTOS, FILOSOFAS Y EXPERIENCIAS: UN DILOGO ENTRE DOS POCAS

Mara Laura Medina [email protected] Mara Carolina Mndez [email protected] Universidad Nacional de QuilmesPALABRAS CLAVES: escuela-sujetos-filosofa-experiencias-dilogo.

La intencin del trabajo ser presentar un anlisis comparativo de reflexiones de jvenes de 17 y 18 aos y adultos mayores (un promedio de 75 aos) en relacin a tpicos como la educacin, las nuevas tecnologas, la enseanza de la filosofa y la mirada que cada grupo tiene del otro. Pretendemos que ambas voces entren en dilogo a partir de aportes tericos y reflexiones personales. Pues cada grupo se constituye no slo con su propia mirada sino con la de los otros. Estos grupos, tan alejados epocalmente conviven en un mundo y pugnan por un lugar, unos dentro de un mundo que ya no le es propio, y los otros por ganarse un lugar en un mundo que todava no les pertenece.Los grupos entrevistados pertenecen al Colegio Martn Miguel de Gemes de clase media-alta de la ciudad de Baha Blanca, y el los adultos mayores forman parte de un curso brindado por el programa Universidad para Adultos Mayores, una iniciativa llevada a cabo por la Universidad Nacional del Sur y PAMI. Para una mejor organizacin del trabajo, presentaremos una divisin en secciones, a saber: funcin de la escuela, rol docente, visin del adulto y del joven, nuevas tecnologas y aprender filosofa.

FUNCIN DE LA ESCUELAEs interesante analizar en este punto las distancias o trayectos recorridos por parte de los grupos entrevistados. En este sentido, la confianza depositada en la institucin como herramienta para un ascenso social. Para los adultos mayores la escuela signific precisamente no slo un lugar para adquirir habilidades y conocimientos, sino tambin un espacio en el cual se aprendan valores y especialmente, a ser ciudadano. Por su parte los jvenes entrevistados, afirman que para ellos la funcin de la institucin educativa es incorporar conocimientos bsicos que los definen como saberes, normas y valores. Llama la atencin que adems sostengan que la escuela debe guiarlos. En este sentido se advierte una de las caractersticas que Kessler sostiene que est vinculada con el estrato social al que pertenecen una gran mayora de los alumnos entrevistados, pues ellos consideran que se los debe cuidar porque se saben, de alguna manera, indefensos en relacin al mundo en que prximamente se insertarn. De este modo, Kessler seala que en este tipo de establecimientos se construye una especie de burbuja, esto significa que la institucin garantiza una proteccin frente a los disfuncionamientos del sistema educativo, brindndoles mayores oportunidades de una experiencia clsicamente escolar que aquellos que no pueden acceder a este tipo de escuelas (Kessler, 2002, p.35). As encontramos diferencias en nuestra tarea docente en relacin a escuelas pblicas y, en lo cotidiano del trabajo ulico, sobre cul es la funcin de la escuela. Adems, en la actualidad la funcin de la escuela se ampla. En las escuelas privadas de clase media alta, se busca que se los proteja, no slo del futuro incierto sino tambin en relacin a la familia. Pues muchos padres dejan a sus hijos la mayor parte del da en la escuela, y sta debe suplir funciones que realizaba antiguamente la familia. En relacin a los sectores ms desfavorecidos, se pretende que la escuela contenga a los alumnos cumpliendo funciones que debera realizar la familia comida, etc.-, y tambin el propio Estado.Por otro lado, en los jvenes encontramos respuestas como la siguiente espero que la escuela me forme para ser algo en la vida. Aqu aparecen las expectativas depositadas tambin por los adultos mayores, no obstante, ese deseo est ligado con una preparacin futura como la universitaria, a diferencia de los adultos que la pensaban como una posibilidad de insercin en la sociedad. Por otra parte, los adultos mayores tambin consideran que la funcin de la escuela en su momento era ensearme a ser ciudadano y que en la actualidad la escuela ya no cumple su funcin formadora porque ese lugar ha sido ocupado en gran parte por los medios de comunicacin que, a travs de las publicidades indican qu deben querer. Aqu, encontramos otro punto de contacto con Kessler quien seala que la ciudadana escolar se ve menoscabada por la preponderancia en la sociedad argentina de la figura del ciudadano-consumidor (Kessler, 2002, p.42).VISIN DEL ADULTO Y DEL JOVEN: JUEGO DE MIRADASAhora bien, en este eje nos centraremos en las representaciones que tienen ambos grupos etarios del otro, es decir, cmo ven los jvenes a los adultos mayores y cmo los adultos mayores a los jvenes. Primeramente, tomaremos la mirada de los jvenes. Aqu encontramos dos puntos opuestos, por un lado afirman los adultos mayores son fuente de experiencia y ejemplos de vida. Pero tambin algunos consideran que aunque tienen mucha experiencia no la utilizan, son personas que necesitan nuestra ayuda. As podemos sealar que los jvenes entrevistados le atribuyen a la experiencia un doble valor: uno positivo, como fuente de sabidura, es decir como experiencia de vida que sera importante escuchar para poder aprender; otro negativo en tanto que la experiencia sera un cmulo de situaciones vividas de las cuales ellos mismos no podran aprender nada porque estn demasiado alejadas de su propia realidad. Por otro lado, encontramos la mirada que tienen los adultos mayores de los jvenes, es decir cmo ellos construyen al joven de hoy. As, sostenan, respecto de la relacin de los jvenes con la escuela, que en la actualidad los jvenes no tienen respeto por los docentes en general, a la mayora no les interesa, pienso que es culpa de los padres que no les transmiten el respeto y la importancia que tiene el estudio; van a la escuela a socializar, a divertirse, a jugar porque en eso se ha convertido la escuela de hoy, en algo que debe ser divertido. Los adultos mayores hacen hincapi en el desinters, como afirma Saintout los jvenes se presentan como apticos, individualistas, distanciados de las problemticas sociales, perdidos en un ocio eterno, y finalmente entonces como propensos y disponibles al descontrol (Saintout, 2008, p. 3). Este discurso que construye la identidad de los jvenes como desinteresados, los liga tambin a un futuro incierto y oscuro sobre todo, si se trata de jvenes de bajos recursos econmicos. De este modo, podemos hablar de distintas juventudes. Los jvenes de menos recursos estarn vinculados a la delincuencia y representarn, para algunos sectores, un peligro para la sociedad. Un ejemplo de ello presenta Reguillo cuando afirma que a partir del neoliberalismo los jvenes del continente empezaron a ser pensados como los responsables de la violencia en las ciudades (Reguillo, 2000, p. 5), haciendo su aparicin en los medios de comunicacin como las maras de Guatemala o los favelados de Brasil. Saintout refuerza esta hiptesis a partir de un recorrido histrico sealando que en la actualidad la representacin de los jvenes adems de vincularse o constituirse desde la peligrosidad y el desinters, suma el consumo, ver a los jvenes como consumidores. ROL DOCENTEEs sumamente importante, desde nuestra tarea como docentes, analizar la imagen del maestro dentro del aula y su influencia en los jvenes de ayer y de hoy. Desde la perspectiva de los adultos mayores y su experiencia y paso por la escuela, el docente era el legtimo sostenedor de la cultura del conocimiento; era la figura central del sistema educativo y su funcin radicaba en su devocin por la transmisin del conocimiento, no solo formal, sino tambin en saberes de tipo moral. As testimonios recabados de las entrevistas efectuadas en el curso Filosofas y experiencias dictado a adultos mayores de la Universidad Nacional del Sur, ejemplifican cabalmente la figura descripta: se ganaban cada da el respeto, amor, yo quera a mis maestros y senta que ellos me queran a m, y la relacin era de respeto. Si haba algn dscolo, ellos saban enderezarlo. Su autoridad no era ni criticada ni discutible, era valorado como un estandarte del saber dentro y hasta fuera de la escuela. Ya centrndonos en los jvenes de hoy, su visin del rol del maestro, tal vez dista de la de los adultos mayores en cuanto a la indiferencia que se genera en las escuelas y especficamente en el rol del docente con relacin al conocimiento. Desde las entrevistas efectuadas en el Colegio Martn Miguel de Gemes, se vislumbra una buena relacin con los docentes, haciendo hincapi en su figura como persona, quedando un vaco importante en cuanto a la opinin de los chicos sobre la legitimidad que despliega el profesor como portador de conocimientos. As sostienen rasgos para ellos positivos como bondad, amistad, buena relacin, valoran mucho la forma de ser del maestro, un elemento netamente paternalista como la dependencia. Su visin del profesor se centra precisamente en aspectos constitutivos de su personalidad se habla as de su carcter, capacidad de motivacin. (Kessler, 2002, p. 76) Tal vez no se refleje en los testimonios de las entrevistas tomadas como base en este trabajo, pero actualmente y en otras instituciones, la legitimidad del conocimiento enseado, aparece tambin una crtica a aquellos que ensean. Hoy se ve esa misma autoridad cuestionada. Los jvenes son uno de los actores que primero lo hacen visible, sealando dnde es que el maestro no sabe, no entiende, o simplemente no existe (Kessler, 2002, p. 48). Especialmente en instituciones de tipo privado otro factor a tener en cuenta es la concepcin trasladada de padres a hijos de la escuela-servicio, que desvirta la imagen del docente, ya que se evala a los mismos por sus mritos y se desvaloriza su palabra como portadores de saberes; segn Kessler Ellos tienen la potestad, en ltima instancia, de poder descalificarlos. Se ha perdido la autoridad que emanaba del hecho de ser profesor, ahora deben ganarlo por su propio desempeo. (Kessler, 2002, p. 76)NUEVAS TECNOLOGASNuestro propsito en esta parte del trabajo, es identificar el papel que juega la tecnologa en la vida de nuestros alumnos, adultos mayores y jvenes. Justamente por ello, no debemos olvidar, cmo se incorporan estos nuevos medios de comunicacin o tecnologa a la vida de la escuela y en mayor o menor medida, cmo son utilizados tanto por los educandos como por los docentes. Tal vez aqu debemos ponernos en el lugar del otro, buscando que el eje de "lectura" sea el propio joven que, a partir de las mltiples mediaciones que lo configuran como actor social, "haga hablar" a la institucionalidad. Las identidades juveniles no pueden pensarse al margen de las transformaciones en las coordenadas espacio-temporales de la llamada sociedad red (Reguillo, 2000, p. 24). Por otra parte debemos intentar soslayar, lo que genera en el adulto mayor la utilizacin de estas nuevas herramientas, lo que implica una mirada totalmente distinta a la del joven planteada en los textos ledos en lo largo de la materia.Nos introduciremos al tema con algunas de las respuestas del grupo de adultos mayores, tal vez las ms significativas para comprender qu relacin plantean ellos con las nuevas tecnologas. Desde sus reflexiones, uno de los elementos comunes, no tomados en cuenta por los jvenes, es el lmite o la finalidad para la cual se crearon estas nuevas tecnologas, lo que implica ir ms all y entender su funcionalidad, no olvidando ciertas restricciones; son extraordinarias para la comunicacin e informacin si se las usa en forma correcta; no quiero ser una analfabeta en esta poca, el nuevo paradigma va por la tecnologa, facilita la comunicacin pero mal usada puede ser negativa; las acepto pero no me desviven, en cierto grado son buenas, siempre y cuando no se vuelvan adictivas, tiene que haber un control; antes caminaba en paralelo al progreso por eso de trabajar, despus me negu a la computadora, lleg un tiempo que me di cuenta y volv a amigarme con ellas.; Son grandes adelantos emplendolos adecuadamente. Tal vez, lo precedentemente planteado se pueda relacionar tambin con los medios, no como meros instrumentos, sino como provocadores de determinadas reacciones, generadores de influencias, que pueden ser nocivas o no, depende el tamiz de la audiencia y a su vez creadores de consecuencias que construyen, recrean la cultura del momento histrico que vivimos, como afirma Saintout. A su vez, el grupo ya mencionado, describe positivamente los medios y/o tecnologas de la modernidad, sosteniendo que son caractersticas de bienestar, las he ignorado reconozco que me veo obligado a aprenderlas s o s; trato de incorporarme suavemente; son impresionantes los avances tecnolgicos en materia de comunicacin; me parecen una hermosura pero mi rol es limitado, ya no creemos una vida sin ellas; Me interesan y tratar de incorporarlas en mi vida. Segn los testimonios del grupo de adultos mayores, los mismos valoran la existencia de la tecnologa como medio, la incorporan para no quedarse atrs, pero no nacieron con ellas, sino con otras herramientas, la lectura, la escritura, el papel. La perspectiva planteada desde los jvenes es totalmente diferente desde sus orgenes; hoy ya conforman una generacin multimedia, Saintout sostiene que nacen y se socializan desde temprana edad en la relacin simultnea con diferentes medios y tecnologas de comunicacin. Los jvenes contemporneos no son jvenes que hayan conocido primero la escritura, luego la radio o el cine, y luego la tele y el telfono, la videocasetera, para pasar por ltimo a internet y la telefona celular, DVD, el MP3, el facebooksino que han nacido en un mundo donde todas stas tecnologas estn presentes de manera simultnea. Encontramos relacin aqu tambin con el quiebre de los marcos institucionales como la familia, la escuela, los clubes, espacios comunitarios, que histricamente dejaban a un lado el yo, actualmente sobrevaluado en los diferentes medios de comunicacin ( TV, facebook, etc.), para convertir al individuo en un nosotros y unificarse tras ciertos valores, enseanzas o causas comunes, idea que incide en la relacin docente- alumno y diferencia las interpretaciones del uso de la tecnologa por los adultos mayores y los jvenes de hoy.Segn los jvenes entrevistados, las nuevas tecnologas implican: comunicacin, integracin, diversin, ayuda, es todo, influencia, costumbre, informacin, entretenimiento, ocio, distraccin, inters, ocupan el mayor tiempo de su vida, acorta distancias y tiempos, consumo de tiempo. Estas expresiones vertidas en la entrevista, reflejan un mundo distinto que atraviesa al joven y no al adulto mayor; la globalizacin que afecta y genera una visin totalmente abarcadora de lo mundial conectado con lo local en todos sus aspectos. Con relacin a este tema Reguillo sostiene en trminos prcticos ello significa que hoy, como nunca, la identidad est atravesada por fuerzas que rebasan la dimensin local y la conectan a comunidades imaginarias, en el sentido manejado por Anderson (1983), que desbordan los lmites geogrficos del Estado-nacin. Los fenmenos de globalizacin y desterritorializacin econmica y mundializacin de la cultura, se le oponen fenmenos de relocalizacin. (Reguillo, 2000, p. 24)Por ltimo analizaremos algunas de las posturas crticas que manifiestan los adultos mayores y jvenes sobre la temtica planteada. Desde los primeros nos llegan reflexiones como las siguientes: Las nuevas tecnologas facilitan tanto en algunos aspectos y en otros slo sirven para obnubilar a los obsecuentes. En todos los casos, es bueno el dorado trmino medio, No las desconozco del todo pero no me quitan el sueo. No dejan de ser herramientas que a veces sirven y otras son una incordia. Todava sigo creyendo sin ser un dinosaurio en la comunicacin cara a cara; El escritor Oscar Wilde, dijo a propsito del telfono: disponemos de muchos recursos para comunicarnos y hablar, pero la pregunta de Wilde era, y para hablar de qu? La calidad de lo que transmitimos es lo que importa. El segundo grupo manifiesta que las nuevas tecnologas: facilitan la comunicacin y en algunos casos la empeora, no dilogo, ayuda a la prdida de antiguas tecnologas que son mejores, ejemplo: leer. APRENDER FILOSOFAMucho se ha dicho acerca de la posibilidad de ensear o no filosofa a los jvenes. Platn, por su parte, consideraba que la filosofa no deba ensearse a los jvenes porque ellos no estn preparados para un pensamiento serio como lo es el filosfico. En este sentido, tambin encontramos las voces de nuestros alumnos cuando, por un lado, condenan la enseanza de la filosofa por considerarla un saber intil; as nos decan:no tiene sentido, no la usara para algo cotidiano.As, nos enfrentamos a uno de los grandes desafos de la filosofa, a saber: justificar su existencia. A partir de la modernidad y con el desarrollo de la razn instrumental, la filosofa ha tenido que pugnar por existir. El panorama se complica cuando pensamos en su enseanza y adems, en un espacio curricular obligatorio. La pregunta latente es para qu ensear filosofa en el contexto educativo actual?, tiene sentido? As, despus de escuchar voces que nos dicen que no tiene ningn sentido, otras sostienen:ayuda a pensar y a preguntarse, es ir ms all de lo que sabemos, le da sentido a las cosas porque pods tener otra mirada.De este modo, encontramos estas dos posturas de los jvenes ante la filosofa y nos volvemos a plantear cmo puede constituirse la filosofa en una herramienta para los jvenes? Consideramos que cada docente debe cuestionarse primeramente qu es la filosofa y pensar qu sentido tiene su enseanza, es decir, pensar la enseanza de la filosofa como un problema filosfico y recuperar precisamente la actitud filosfica, como sostiene Alejandro Cerletti, esa actitud de sospecha, cuestionadora o crtica del filosofar. (Cerletti, 2008, p.28)Ahora bien, por su parte, los adultos mayores presentan otra mirada de la filosofa o del sentido que tiene para ellos aprender filosofa en este momento de sus vidas y nos decan lo siguiente:me abre los ojos para ver y comprender cosas que antes no las vea ni las entenda como ahora, la filosofa es una ciencia que agita sus campanas sobre nuestras conciencias, es inagotable, es un desafo para la experiencia y conocimiento personal, es encontrar o no respuestas a las preguntas del porqu de la vida y la muerte, me sirve para mi conocimiento general.Por qu la filosofa despierta en este grupo tanto inters? Consideramos que una de las cuestiones ms importantes es que los adultos mayores eligen este encuentro con la filosofa, a diferencia de los jvenes que lo tiene como un espacio curricular obligatorio. Por otro lado en las clases los adultos, al escuchar la voz de la tradicin filosfica, buscan en la biografa de cada pensador el porqu de su pensamiento. As, pensamos que ellos analizan a los filsofos desde su experiencia de vida porque precisamente es lo que tienen en comn con ellos, la experiencia. Aqu radica el valor de este encuentro. La experiencia del filosofar les ha permitido resignificar su propia vida, su mirada de la realidad. Podemos pensarlos como extranjeros en tanto que Extranjera puede ser una figura que no viste nuestra ropa, que no piensa nuestro pensamiento o, de manera menos estricta, que vive otra vida. As, el extranjero, de manera general, es alguien que est instalado fuera de nuestro universo de normalidad (Kohan, 2007, p. 9). As, los adultos mayores se sienten extraos respecto del mundo en el que viven porque a su vez ya no forman parte del mismo. A diferencia de los jvenes, ellos ya se alejaron casi completamente del ideal de hombre que rige este mundo, a saber: el que trabaja, que consume bienes materiales, que se reproduce. Consideramos que la filosofa permite una reflexin tanto en los jvenes como en los adultos mayores, para pensarse, no slo en relacin a la tradicin filosfica, sino a su tiempo, ste en el que viven. Unos porque ya no forman ms parte del mundo en el que viven, y otros porque todava no pueden apropiarse de l. Adultos y jvenes pueden pensarse como extranjeros. CONCLUSINA lo largo del trabajo hemos intentado poner de manifiesto un dilogo entre los jvenes y los adultos mayores entrevistados. Sus concepciones y representaciones han permitido analizar la mirada que cada uno tiene del otro. Una de las nociones que nos ha servido como eje para analizar dicho encuentro fue la experiencia, por un lado los adultos mayores denuncian a los jvenes por su falta de experiencia y por otro los jvenes sostienen que la experiencia de los adultos no tiene lugar en nuestro tiempo. As, al pensar en la funcin de la escuela, es interesante cmo cada grupo entrevistado describe un da en la escuela:Llegbamos temprano, izbamos la bandera y nos dirigamos al aula. Cuando entraba la maestra nos ponamos de pie y la saludbamos. Luego comenzbamos con las tareas, recreos, etc. En mi poca haba ms respeto en el aula, la maestra era nuestra segunda mam.Llego 7:30hs, saludar a mis amigos, hablar un rato, estar en clase, hacer la tarea, escuchar un poco de msica y as hasta irme.Cada uno se narra, desde un pasado muy lejano o un presente. Los mundos a los que cada grupo pertenecen, conviven pero son ajenos uno del otro, se comunican muy poco. La escuela es el factor comn de ambos grupos, pero sus representaciones y objetivos difieren. As, narran instituciones distintas, en tiempos y espacios diferentes. Como seala Kessler, existen diferencias entre el colegio secundario en sus comienzos y el de la actualidad, as el autor sostiene que El colegio secundario, en primer lugar, no era obligatorio como lo es hoy (aqu estamos hablando de obligatoriedad social, ms que de la obligatoriedad jurdica). Por el contrario, era una escuela para pocos y que tena una declarada y reconocida vocacin selectivaCuando el secundario se vuelve obligatorio cambia de naturaleza. Ahora se convierte en el techo de la escolaridad obligatoria y general para el conjunto de los ciudadanos (Kessler, 2002, pp. 11-12). Para finalizar, consideramos fundamental reflexionar acerca del rol de las nuevas tecnologas en los jvenes. As, hemos escuchado muchas veces que ellos acortan distancias y tiempos; justamente este es un tema trascendente, los nuevos conceptos de temporalidad y distancia y su relacin con el tpico incertidumbre. Saintout afirmar que este es un tiempo que pone nfasis en el presente: en el puro presente. Y los jvenes muestran exacerbadamente esta caracterstica de todo el espacio social. Pero adems es un tiempo de fragmentos, de discontinuidades y revolturas. Entonces: un tiempo del ahora y de los pedacitos desprendidos aparentemente de la totalidad. En este tpico tal vez como docentes, debamos replantearnos cmo llegar al joven tan influenciado por los tiempos de la tecnologa que son muy distintos a los de la escuela, es factible un cambio? es recomendable? O se debe generar una cultura del esfuerzo basada en tiempos ms lentos? Consideramos que dichos interrogantes deben ser analizados con los jvenes que forman parte de nuestra cotidianeidad; pero tambin sera importante recuperar la voz de los adultos mayores como parte constitutiva de nuestro tiempo, ya que su experiencia nos presentar otra mirada acerca de la realidad y podremos reflexionar conjuntamente.

BIBLIOGRAFA Cerletti, Alejandro, La enseanza de la filosofa como problema filosfico, Bs. As., Libros del Zorzal, 2008. Kessler, G., La experiencia escolar fragmentada. Estudiantes y docentes en la escuela media en Buenos Aires, Bs. As., IIPE-UNESCO, 2002. Kohan, W., Infancia, poltica y pensamiento, Buenos Aires, Del estante editorial, 2007. Reguillo, R., Emergencia de culturas juveniles. Estrategia del desencanto, Bs. As., Norma, 2000. Saintout, F., Relatos mediticos de juventud en El futuro lleg hace rato, Prometeo Ediciones, 2008.

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