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Recuerdos de Ana 2 El eclipse 3 El conejo y el León 4 SUMATE 5 Becas para Posgrados en Línea 5 Acuerdos del CDM 6 Engubia2 6 Las ciencias en Ciencias Puertas abiertas 8 Con Leibniz 8 Grabado de John Buckland Wright, (1897-1954), Love Night. London, 1936.

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Recuerdos de Ana 2

El eclipse 3

El conejo y el León 4

SUMATE 5

Becas para Posgrados en Línea 5

Acuerdos del CDM 6

Engubia2 6

Las ciencias en Ciencias Puertas abiertas 8

Con Leibniz 8

Grabado de John Buckland Wright, (1897-1954), Love Night. London, 1936.

Nota: El pasado 23 de julio, falleció nuestra compañera Ana Margarita Guzmán, profesora de este departamento por muchos años.Quienes la conocimos, siempre la recordaremos como una persona jovial, generosa, sencilla.Este boletín le pidió al profesor Oscar Palmas que escribiera sobre ella y este es el texto que nos comparte.

Aquí estoy para vivirmientras el alma me suene,

y aquí estoy para morircuando la hora me llegue,en los veneros del pueblo

desde ahora y desde siempre.Varios tragos es la vida

y un solo trago es la muerte.

Miguel Hernández, Sentado sobre los muertos

RecueRdos de AnA (RetomAndo un texto de JAvieR Páez

y unA cARtA A La Jornada)

oscAR PAlmAs

Ana Margarita Guzmán Gómez ingresó como estudiante a la Facultad de Ciencias en el año de 1974. En 1977 inició su carrera docente, primero como ayudante de profesor en la Facultad de Ciencias y a partir de 1980 como pro-fesora de asignatura. Entre 1986 y 1988 fue profesora de tiempo completo en la Escuela de Físico Matemáticas de la BUAP y en 1989 retornó a Ciencias como profesora de asignatura, obteniendo el grado de Maestra en Ciencias por la UNAM en 1990.Aunque nos conocíamos de años atrás, a partir de 1990 coincidí con Ana en varios hechos afortunados. Ambos

realizamos nuestras tesis doctorales bajo la dirección de Santiago López de Medrano y las concluimos con diferen-cia de unos cuantos meses.Una vez doctorados, nos incorporamos en 1995 al Depar-tamento de Matemáticas de la Facultad como profesores de tiempo completo. Fuimos invitados y apoyados por el Departamento para llevar a cabo sendas estancias pos-doctorales en el extranjero, para después reintegrarnos a nuestras labores cotidianas de docencia e investigación.Durante todos estos años, por supuesto que pudimos pla-ticar de matemáticas y de muchos otros temas diversos. Entre otras cosas, recuerdo su viaje de regreso del pos-doctorado; desde Montreal hasta México, con sus hijos y ella a bordo de un auto-cocina-sala-recámara, durmien-do donde les agarrara el sueño, claro, mientras no los corriera....¡la policía!Ana dirigió y asesoró a una gran cantidad de estudiantes de la licenciatura y la maestría en matemáticas, acogiendo a cuantos pudo en su cubículo. Realizó también una labor de investigación, destacando la colaboración durante va-rios años con Beatriz Fuentes Pardo, Miguel Lara Apari-cio y Santiago López de Medrano.Lamentablemente, hace años comenzaron a aparecer in-dicios de que su salud no estaba del todo bien. Según sus propias palabras, llegó a dificultarse el pensar en cuestio-nes matemáticas. No tengo la menor idea de si esto tuvo que ver con la enfermedad principal que nos privó de su presencia, pero sin duda fue un golpe duro a su ánimo en aquel entonces.Ante los cada vez mayores indicios de su gravedad, Ana solicitó su prejubilación en la UNAM en abril de 2010. Na-turalmente, se dedicó a buscar opciones médicas diversas para enfrentar su enfermedad, en varias instituciones, con mayor o menor éxito temporal. Lo agresivo de los trata-mientos, las restricciones en su vida cotidiana y el dolor,todos fueron aumentando.Sin embargo, Ana marcó otro camino igualmente impor-tante. Con su resolución característica, aprovechó su jubi-lación para vivir. Planeó, y realizó, algunos viajes. Dedicó tiempo a la construcción de su casa en Tlayacapan. Pudo desarrollar su pasión por el arte, que aunque presente desde mucho tiempo antes, tenía que ceder espacios a suvocación matemática, a sus clases, a sus tesistas.Las ecuaciones y los sistemas dinámicos cedieron final-mente su espacio a los grabados, las litografías, las pintu-ras y las exposiciones.Inclusive cuando por prescripción médica no debía salir de su cama, tenía a la mano papel y lápiz, ya no para tra-zar diagramas ni desarrollar argumentos matemáticos, sino para plasmar objetos cotidianos, paisajes, personas y vivencias.En unas cuantas palabras, muy bien expresadas en una carta a La Jornada, Ana fue una brillante matemática, pro-fesora de varias generaciones en la Facultad de Ciencias de la UNAM, gran mujer, luchadora social incansable, madre y amiga cariñosa, solidaria, generosa, sencilla, sen-sible. Le agradecemos su presencia a lo largo de tantos años y particularmente la lección de vida que nos dejó en sus últimos días, pues disfrutó cada momento que le fue posible haciendo justamente lo que le gustaba, rodeada de su familia y sus amigos, a quienes nuevamente envia-mos nuestra solidaridad y cariño.

Nota: El escritor guatemalteco Augusto Monterroso (1921-2003), es considerado como uno de los maestros de la mini-ficción y, de forma breve, aborda temáticas complejas y fascinantes, con una provocadora visión del mundo en el universo y una narrativa que deleita a los lectores más exigentes, haciendo habitual la sustitución del nombre por el apócope. Entre sus libros destacan además: La oveja negra y demás fábulas (1969), Movimiento perpetuo (1972), la novela Lo demás es silencio (1978); Viaje al centro de la fábula (conversaciones, 1981); La palabra mágica (1983) y La letra e: fragmentos de un diario (1987). En 1998 publicó su colección de ensayos La vaca.Su cuento Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, era considerada como el microrrelato más breve de la literatura universal hasta la aparición de El emigrante de Luis Felipe Lomelí. Sobre El Dinosaurio, Monterroso decía que "sus interpretaciones eran tan infinitas como el universo”. En el Boletín, hemos seleccionado tres de sus cuentos.

El EclipsE

Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

–Si me matáis –les dijo– puedo hacer que el sol se ocurezca en su altura. Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

El camalEón quE finalmEntE

no sabía dE qué color ponErsE

En un país muy remoto, en plena Selva, se presentó hace muchos años un tiempo malo en el que el Camaleón, a quien le había dado por la política, entró en un estado de total desconcierto, pues los otros animales, asesorados por la Zorra, se habían enterado de sus artimañas y empezaron a contrarrestarlas llevando día y noche en los bolsillos juegos de diversos vidrios de colores para combatir su ambigüedad e hipocresía, de manera que cuando él estaba morado y por cualquier circunstancia

del momento necesitaba volverse, digamos, azul, sacaban rápidamente un cristal rojo a través del cual lo veían, y para ellos continuaba siendo el mismo Camaleón morado, aunque se condujera como Camaleón azul; y cuando estaba rojo y por motivaciones especiales se volvía anaranjado, usaban el cristal correspondiente y lo seguían viendo tal cual. Esto sólo en cuanto a los colores primarios, pues el método se generalizó tanto que con el tiempo no había ya quien no llevara consigo un equipo completo de cristales para aquellos casos en que el mañoso se tornaba simplemente grisáceo, o verdiazul, o de cualquier color más o menos indefinido, para dar el cual eran necesarias tres, cuatro o cinco superposiciones de cristales.Pero lo bueno fue que el Camaleón, considerando que todos eran de su condición, adoptó también el sistema.Entonces era cosa de verlos a todos en las calles sacando y alternando cristales a medida que cambiaban de colores, según el clima político o las opiniones políticas prevalecientes ese día

El conEjo y El lEón

Un célebre Psicoanalista se encontró cierto día en medio de la Selva, semiperdido. Con la fuerza que dan el instinto y el afán de investigación logró fácilmente subirse a un altísimo árbol, desde el cual pudo observar a su antojo no sólo la lenta puesta del sol sino además la vida y costumbres de algunos animales, que comparó una y otra vez con las de los humanos.Al caer la tarde vio aparecer, por un lado, al Conejo; por otro, al León.En un principio no sucedió nada digno de mencionarse, pero poco después ambos animales sintieron sus respectivas presencias y, cuando toparon el uno con el otro, cada cual reaccionó como lo había venido haciendo desde que el hombre era hombre.El León estremeció la Selva con sus rugidos, sacudió la melena majestuosamente como era su costumbre y hendió el aire con sus garras enormes; por su parte, el Conejo respiró con mayor celeridad, vio un instante a los ojos del León, dio media vuelta y se alejó corriendo.De regreso a la ciudad el célebre Psicoanalista publicó cum laude su famoso tratado en que demuestra que el León es el animal más infantil y cobarde de la Selva, y el Conejo el más valiente y maduro: el León ruge y hace gestos y amenaza al universo movido por el miedo; el Conejo advierte esto, conoce su propia fuerza, y se retira antes de perder la paciencia y acabar con aquel ser extravagante y fuera de sí, al que comprende y que después de todo no le ha hecho nada.

de la semana o a esa hora del día o de la noche.Como es fácil comprender, esto se convirtió en una especie de peligrosa confusión de las lenguas; pero pronto los más listos se dieron cuenta de que aquello sería la ruina general si no se reglamentaba de alguna manera, a menos de que todos estuvieran dispuestos a ser cegados y perdidos definitivamente por los dioses, y restablecieron el orden.Además de lo estatuido por el Reglamento que se redactó con ese fin, el derecho consuetudinario fijó por su parte reglas de refinada urbanidad, según las cuales, si alguno carecía de un vidrio de determinado color urgente para disfrazarse o para descubrir el verdadero color de alguien, podía recurrir inclusive a sus propios enemigos para que se lo prestaran, de acuerdo con su necesidad del momento, como sucedía entre las naciones más civilizadas.Sólo el León que por entonces era el Presidente de la Selva se reía de unos y de otros, aunque a veces socarronamente jugaba también un poco a lo suyo, por divertirse.De esa época viene el dicho de que todo Camaleón es según el color del cristal con que se mira.

Estimación de procesos de Markov discretamente observados

Fernando BaltazarDepartamento de Matemáticas.

Resumen: Se proponen métodos para obtener estimaciones de los parámetros de procesos de saltos

de Markov cuando se cuenta con observaciones discretas de estos y modelos de difusión cuando los datos son una muestra de tiempo discreto

de la integral del proceso. Se presentan algunas aplicaciones de dichas estimaciones.

Anfiteatro Alfredo BarreraConjunto Amoxcalli

Martes 25 de Septiembre

13 horas.

BecAs PARA PosgRAdos en líneA

Te invitamos a formar parte de nuestra comunidad es-tudiantil a distancia. Puedes cursar desde la comodidad de tu hogar cualquiera de nuestros POSGRADOS y LI-CENCIATURAS con validez oficial y totalmente en línea. Contamos con una plantilla docente altamente calificada que interactúa con el alumno durante las clases a través de aplicaciones vanguardistas de audio y video, además de costos accesibles y nuevos programas de apoyo eco-nómico.Inscribete antes del 26 de septiembre y recibe una beca del 40% durante toda tu Carrera o PosgradoDoctorado en Ciencias en el área de PedagogíaMaestría en Ciencias en el área de Sociología EducativaMaestría en Ciencias en Educación Especial, en el área de Necesidades Educativas EspecialesLicenciatura en Sociología de la EducaciónPrograma registrado oficialmente en la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública de México.Expediente 32-00049 DGP-SEPContacta directamente a un represéntante de ICYTEG desde MSN Messenger. Agrega a tu MSN a [email protected] y solicita información. Si aún no cuentas con MSN Descárgalo Llama sin costo directamente a ICYTEG desde SKYPE. Agréganos a tus contactos con el nombre de usuario: icyteg, y llámanos. Si aún no cuentas con SKYPE Descár-galo.¡Inscripciones Abiertas!Inicio de clases: 26 de septiembre de 2012www.icyteg.com.mx

AcueRdos del conseJo

dePARtAmentAl de mAtemáticAs

Sesión del 11 de septiembre de 2012

Estando presentes:

Mat. Margarita E. Chávez CanoCoordinadora GeneralDra. Elisa Viso GurovichCoordinadora InternaAct. Jaime Vázquez AlamillaCoordinador de la Carrera de ActuaríaDr. Octavio Páez OsunaCoordinador de la Carrera de MatemáticasM. en C. Lourdes Velasco ArreguíConsejera TécnicaDra. Rita E. Zuazua VegaConsejera Técnica

Se tomaron los siguientes acuerdos:

Solicitante: Dr. Héctor Méndez Lango.Asunto: Solicita permiso para ausentarse del Departa-mento del 12 al 21 de septiembre, por motivos de salud. Anexa constancia médica.Acuerdo: Se apoya.Solicitante: Dr. Oscar A. Palmas Velasco.Asunto: Solicita un espacio en el cubículo de profesores invitados, para la Dra. Martha Patricia Dussan Angulo, quien realizará una estancia sabática en el Departamento de Matemáticas.Acuerdo: Se apoya.Solicitante: Comisión especial compuesta por la Dra, Isa-bel Puga, Dra. Rita Zuazua y el Dr. Oscar Palmas.Asunto: Entregan opinión con respecto a la solicitud de renovación de contrato del Dr. Fidel Casarrubias Segura.Acuerdo: Se apoya. Se turna a Rosa María Flores para el trámite correspondiente.Solicitante: M. en C. Ma. de Lourdes Guerrero Zarco.Asunto: Solicita autorización para iniciar la difusión e inscripción de tres Cursos de Acreditación de Conoci-mientosActuariales y/o Certificación Actuarial.

Acuerdo: Se aprueban. Se turna a Rosa María Flores para el trámite correspondiente.Solicitante: Oscar Gabriel Abundis Patiño.Asunto: Solicita un espacio en algún cubículo de becarios, con el fin de realizar sus estudios de posgrado.Acuerdo: Se aprueba. Se turna a Rosa María Flores para el trámite correspondiente.Solicitante: Dra. Mucuy-Kak del Carmen Guevara A., Dr. Francisco Hernández Q., Dra. Ursula Iturrarán V., Dr. Fe-derico Sánchez B., Mat. Ana Luisa Solís G. y Dra. Rita E. Zuazua V.Asunto: Solicitan apoyo económico para proyectos de in-vestigación. Anexan documentos requeridos.Acuerdo: Se turna a la Coordinadora General, Mat. Mar-garita Chávez Cano.Solicitante: Dra. Carmen Martínez Adame I.Asunto: Solicita que su asignación presupuestal del pre-sente año se ocupe para que el Profr. Marco Panza, de La Universidad de París I, realice una visita al Departamento en el mes de octubre.Acuerdo: Se apoya.Solicitante: Dra. Mucuy-Kak Guevara, M. en C. Elena de Oteyza, M. en C. Emma Lam, Dr. Pedro Miramontes y el M. en C. Rafael Rojas.Asunto: Solicitan permiso para ausentarse del 27 de octu-bre al 3 de noviembre, con el fin de participar en el XLV Congreso de la SMM, a realizarse en Querétaro.Acuerdo: Se apoya. Se turna a Rosa María Flores para el trámite correspondiente.Solicitante: Dr. Pedro E. Miramontes V. y M. en C. Miguel Lara A.Asunto: Solicitan permiso para ausentarse del 15 al 19 de octubre, con el objeto de participar en la Escuela de Otoño en Biología Matemática, que se realizará en la Universi-dad Autónoma de San Luis Potosí.Acuerdo: Se apoya. Se turna a Rosa María Flores para el trámite correspondiente.

Por Marco Antonio Santiago

Comentarios: [email protected], @pollocinefilo

ted

En los últimos años, uno de los temas recurrentes de la ficción cinematográfica, ha sido la guerra entre la infancia y la madurez. Entre el escapismo y la toma de responsa-bilidades, entre la tranquilidad ingenua y despreocupada de la juventud y el compromiso y la seriedad del mundo adulto. Esta simplificación es una de muchas generalizaciones erróneas que Hollywood nos ha vendido. Ni la juventud es irresponsable, ni aceptar responsabilidad te vuelve un adulto. Como tampoco es cierto que sólo los niños se divierten y que los mayores añoran las épocas sim-ples de su infancia. El último round de esta batalla, viene de la mano del polifacético creador de Family Guy, el irreverente Seth McFarlane. Su pe-lícula Ted (2012), narra las aventuras de una extraña pareja de amigos. Un niño solitario pide un deseo. Que su oso de peluche pueda hablar, para hacerlo su verdadero compañero. El deseo se realiza, y el oso cobra vida, volviéndose el cómplice perfecto. Los años pasan, y el niño crece. El oso sólo engruesa la voz y cambia sus modales, de tierno compañero a cómplice de borracheras, compa-ñero de drogas y ligues, y fan de las mismas películas y series de televisión. De cierta manera, la película arranca justo donde Disney nos dice que estas historias acaban.Lo cierto es que Ted es una comedia vertiginosa, dester-nillante, a veces escatológica, a veces friki, y siempre muy divertida. El ver la figura contrastante de un oso Teddy drogándose, emborrachándose, parrandeando e insultan-do a todo el mundo, es detonante suficiente. Pero en el fondo, la cinta no deja de tener su profundidad, muy es-condida bajo toneladas de obscenidades. En la cinta, Ted pasará por discusiones, peleas, fiestas, ligues, búsqueda de trabajo, conseguir departamento e incluso un secues-tro, siempre al lado de su amigo John. Es cierto que él es causante de algunos problemas, pero todos los que me lean y hayan sido considerados malas influencias por la pareja de algún amigo o amiga, entenderán de lo que ha-blo. Un común denominador de las comedias románticas es considerar a los amigos parranderos, un ciclo en la vida de la gente, que debe cerrarse, para continuar. Esta pelícu-la, al menos, no lo hace.

Pero me pierdo en detalles. No exagero al decirles que ésta es una de las comedias más divertidas de los últimos tiempos. Tiene muchos elementos salidos directamente de los dibujos animados, de los que su creador es una celebridad. Sus personajes sirven para mostrar el punto que su creador quiere probar. Después de eso, como en las buenas caricaturas, hacen mutis y no volvemos a saber de ellos. Ni nos interesa. Personalmente casi me desarmé un par de veces en la butaca del cine con las ocurrencias del oso. Así que mi opinión puede estar un poco sesgada (Aunque debo confesar que nunca he sido fan de los tra-bajos de McFarlane) a lo que añadiría: ¿No es así siempre con este pollo cinéfilo? Si van a ver una comedia esta tem-porada del año, les recomiendo entusiásticamente Ted. Si ustedes han estado en el trance que la película narra, se-guro que les será mucho más entrañable. Y si no, se pasa-rán un buen momento en una butaca de cine. Ganancia de cualquier manera, ¿no es así?

POSDATA: las películas sobre el rito de llegada a la ma-durez son muchas. Así que encontrar recomendación es fácil. The dangerous lives of the altar boys (Peter Care, 2003) es una historia sobre dos jóvenes monaguillos en una es-cuela católica, que imaginan una vida distinta, ilustrándo-la de la misma forma en que están ilustrados los comics a los que son tan aficionados. Es una gran historia sobre la amistad, los primeros amores, la escuela y todas las co-sas que nos pasan cuando creemos que el mundo inicia y acaba de golpe, por la sola razón de que tenemos 14 años. Fue en su momento una pequeña joyita olvidada de las carteleras comerciales. Pero vale mucho la pena el salto a esta parábola del crecimiento, cuyas secuencias animadas están hechas por otro celebre McFarlane. Todd, el creador de Spawn. Es la recomendación del pollo de esta semana.

INTEGRANTES DEL CONSEJO DEPARTAMENTAL DE MATEMáTICAS, FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM.COORDINADORA GENERAL margarita elvira chávez cano - COORDINADORA INTERNA elisa viso gurovich - COORDINADOR DE LA CARRERA DE ACTUARíA jaime vázquez alamilla - COORDINADOR DE LA CARRERA DE CIENCIAS DE LA COMPUTACIóN salvador lópez mendoza - COORDINADOR DE LA CARRERA DE MATEMáTICAS octavio páez osuna.

RESPONSABLES DEL BOLETíNCOORDINACIóN héctor méndez lango y silvia torres alamilla - EDICIóN ivonne gamboa garduño - DISEñO ma. an-gélica macías oliva y nancy mejía morán - PáGINA ELECTRóNICA j. alfredo cobián campos - INFORMACIóN consejo departamental de matemáticas - IMPRESIóN coordinación de servicios editoriales de la facultad de ciencias - TIRAJE 500 ejemplares. Este boletín es gratuito y lo puedes obtener en las oficinas del CDM.NOTA: Si deseas incluir información en este boletín entrégala en el CDM o envíala a: [email protected]

Con LeibnizDesde mi adolescencia he sostenido que Leibniz tenía razón: no hay dos individuos iguales. Siempre pensé que esa conclusión no se basaba únicamente en la imposibilidad de que las arrugas de un hombre fuesen –en cada pliegue y en cada ángulo– idénticas a las de otro. Intuía, más bien, que significaba almas diferentes, maneras de imaginar distintas, la garantía de una originalidad modesta pero segura. Un aliento, un estímulo para quienes estamos atravesados por las dudas: si sueltas tu voz –como dicen los poetas–, ésta será forzosamente única. Aunque sea un susurro inaudible.

Alejandro Rossi