En los jardines del R ey y de la Primavera, así como por los nuevos plantíos hacia la Casa del L abrador
Nuestra Casa de Oficios tiene su corte en esos pasadizos, con sus rangos y sus preeminencias
Entre todos sabemos verdades desconocidas en la Casa de Caballeros
Es mucha pendiente la Cuesta de la R einas y hay que asegurar la bajada
…la Casa del L abrador recién acabada.
…y pronto rueda sobre los tablones flotantes del Puente de B arcas…
L a berlina acaba de atravesar la rotonda de las D oce Calles
…a cuyo fondo se alza, roja y blanca la fachada posterior de Palacio
L os instaladores, en la plaza de Parejas, con lo necesario para el aerostato, cuya elevación a la visita de sus majestades está prevista para los próximos días
L a sonora voz hace vibrar la nave de la iglesia de San A ntonio
H ay hortelanos del barrio de A lpajés
En los balcones de los palacios de Osuna y del Príncipe de la Paz
L os bancos de piedra bajo los tilos que rodean la fuente del niño de la Espina
El globo que se va haciendo pequeño por el viento sobre el jardín real, el Tajo, el camino a Madrid, el J ardín de la Primavera…
El mercadillo semanal se instala en la parte de la Plaza de A bastos más cercana a la iglesia de San A ntonio, al H ospital Viejo y al camino real de Ocaña
Se sienta en el pretil de piedra blanca que sostiene la verja en torno al Parterre
Fiesta que congregó muchos a muchos espectadores a lo largo de la Calle de la R eina
D urante el enojoso besamanos, en el Gran Salón del Trono del Palacio
No está toda la flotilla, pero sí la Falúa R eal, el bote grande, el de seis remos, cuyo adornado casco imita a un pavo real
El Palacio R eal era el centro de toda esa agitación…
…pero también desde la Casa de Fogones…
…la Casa de Marinos…
Y el Cortijo de San I sidro.
I ncluso parecía que el río había dejado de fluir, bajas como estaban las aguas estivales sin rebasar el nivel de la presa de Palacio
Se trataba de uno de los varios parajes de las Caballerizas R eales
Pero todos saben que el monarca no pierde día de matar unas reses por los Sotos de L egamarejo
Se casaron discretamente el 22 de A bril, con R oque y Gertrudis como padrinos, en la capilla del Palacio del R eal Sitio