¡SOY HIJO DE MI PADRE DIOS!

Raúl Pérez LeónTabasco, México

Les comparto que vengo de una familia evangélica, criado en bases cristianas, sin embargo tenía una vida vacía, vivía con religiosidad. Vivía con rencor, y no sabía el por qué vivía así. Aunque llegaba los domingos a la iglesia, sentía que no tenía ningún cambio en mi vida, solo trataba de no pecar para evitar que Dios me “castigara”. En la iglesia me hacían sentir que si no cumplía con ciertas normas de conducta o comportamiento, me iría al infierno porque le estaba faltando a mi Dios.

Fue hasta hace tres años atrás que realmente conocí el verdadero Dios que me adoptó, así sin preguntarme nada y sin pedirme nada a cambio, únicamente que yo recibiera esa adopción en mi corazón.

Entonces realmente empecé a vivir una vida en Cristo, sin temor, sin miedo, sin preocupaciones y sin estar haciendo penitencias y obras vanas para poder ser aceptado por Él.

Sé que El me ama y me acepta tal cual soy, hoy vivo en paz. Sé que estoy en un proceso de transformación pero hoy sé que Él vive en mí y me guía en cada una de mis acciones.

Solo les puedo decir que mi vida ha cambiado, que deje atrás ese temor, y también ese rencor hacia personas que amo. Hoy sé que tengo que aceptar a las personas tal cual son y yo solo debo dejar que mi Abba haga la obra en ellas como lo hace en mí. Hoy vivo mejor con mi esposa e hijas, y hago las cosas de mi trabajo con más ganas. ¡Disfruto la vida que Dios me está regalando!

Hoy puedo creerle a mi Padre todas esas promesas que Él me da y además esperarlas sin dar nada a cambio, solo porque soy su hijo, porque he sido adoptado. Vivo en reposo y esperándolo en cada momento. Pues en el momento que le acepté, me volví su heredero y coheredero junto con mi hermano Cristo y esto es una gran promesa que veo se cumple cada día en mi vida y en mi familia.

Por ello, cada mañana le doy gracias a Abba por la oportunidad de ser mejor cada día en cada una de las situaciones de mi vida, hoy me puedo levantar sin estar pensando en qué va a ser de mi vida.

Hoy permanezco en comunión con mi Padre Dios y además agradezco a mis hermanos de iTransform que nos comparten las herramientas necesarias para poder ser guiados por Dios en nuestras vidas. ¡Gracias a Dios por sus vidas y por ese

maravilloso tiempo que nos dedican en cada una de la sesiones en iTransform!

Dios bendiga sus vidas hoy y siempre. Amén.www.

humanidadtransformada.com

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