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( 54 p.) INFORME DEL CONSEJO DE SEGURIDAD 16 de julio de 1962-15 de julio de 1963 ASAMBLEA GENERAL DOCUMENTOS OFICIAlES : DECIMOCTAVO PERIODO DE SE SUPLEMENTO No. 2 (A/5502) NACIONES

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INFORME

DEL CONSEJO DE SEGURIDAD

16 de julio de 1962-15 de julio de 1963

ASAMBLEA GENERAL

DOCUMENTOS OFICIAlES : DECIMOCTAVO PERIODO DE SESIONESSUPLEMENTO No. 2 (A/5502)

NACIONES UNI~AS

INFORME

DEL

CONEE~TO DE SEGURIDAD

16 de julio de 1962 -15 de julio de 1963

ASAMBL':A GENERAL

DOCUMENTOS OFICIALES : DECIMOCTAVO PERIODO DE SESIONES

SUPLEMENTO No. 2 (A/5502)

NACIONES UNIDAS

Nueva York, 1963

• ._-------_....._---------------------------------

NOTA

Las signaturas de los documentos de las Nacio:J.es Unidas se componen deletras mayúsculas y cifras. La mención de una de tales signaturas indica que sehace referencia a un documento de las Naciones Unidas.

"'''''~~-Lá;....~~ ........,..,."~~_...............,g,,...''(-......._ ...._ .......__..._ ..... ....... ....__... _

INDICE

INTRODUCCIÓNPágina

V

PARTE 1

Cuestiones examinadas por el Consejo de Seguridad en virtud de suresponsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales

Capítulo

1. CARTA DE FECHA 22 DE OCTUBRE DE 1962, DIRIGIDA AL PRESIDENTE DELCONSEJO DE SEGURIDAD POR EL REPRESENTANTE PERMANENTE nE LOSESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA;CARTA DE FECHA 22 DE OCTUBRE DE 1962, DIRIGIDA AL PRESIDENTE DEL

. CONSEJO DE SEGURIDAD POR EL REPRESENTANTE PERMANENTE DE CUBA;CARTA DE FECHA 23 DE OCTUBRE DE 1962, DIRIGIDA AL PRESIDENTE DELCOSSEJO DE SEGURIDAD POR EL REPRESENTANTE PERMANENTE ADrJNTO DELA UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS 1A. Comunicaciones recibidas entre el 22 y el 23 de octubre de 1962 1B. Examen de la cuestión en las sesiones 1022a. a 1025a. (23 a 25 de

octubre de 1962) 2C. Comunicaciones recibidas entre e123 de octubre y el 13 de diciembre de 1962 5

i) Comunicaciones de los Estados Miembros 5ii) Comuni:aciones de la Organización de Estados Americanos ,.. 6

D. Acontecimientos ulteriores a las sesiones del Consejo 6

2. CARTA DE FECHA 10 DE ABRIL DE 1963, DIRIGIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJODE SEGURIDAD POR EL ENCARGADO DE NEGOCIOS INTERINO IYE LA MISIÓNPERMANENTE DEL SENEGAL .. 9

3. TELEGRAMA DE FECHA 5 DE MAYO DE 1963 DIRIGIDO AL PRESlDENTE DELCONSEJO DE SEGURIDAD POR EL MINISTRO DE R.'LACIONES ExTERIORES DELA REpÚBLICA DE HAITÍ 17A. Comunicaciones al Consejo 17B. Examen de la cuestión en las 1035a. a 1036a. sesiones (8 y 9 de mayo

de 1963) 17C. Comunicaciones recibidas después del 9 de mayo 20

4. INFORMES DEL SECRETARIO GENERAL AL CONSEJO DE SEGURIDAD ACERCA DELOS ACONTECIMIENTOS RELATIVOS AL YEMEN 20A. Informes del Secretario General . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20B. Examen de la cuestión en las sesiones 1037a. a 1039a. (10-11 de junio

de 1963) 21C. Acontecimientos posteriores al examen de la situación por el Consejo 22

PARTE II

Otras cuestiones examinadas por el Consejo5. ADMISIÓN DE NUEVOS MIEMBROS

A. Solicitud de la República de Rwanda 24B. Solicitud del Reino de Burundi 24C. Solicitud de Jamaica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24D. Solicitud de Trinidad y Tabago 24E. Solicitud d,= la República Argelina Democrática y Popular 25F. Solicitud de Uganda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25G. Solicitud de Kuwait 25

6. RECOMENDACIÓN RELATIVA AL NOMBRAMIENTO DEL SECRETARIO GENERALDE LAS NACIONES "UNIDAS 26

___________________________. __ __ =- '*rm-rre~ -----_·4 --P6gina

PARTE HI

El Comité de Estado MayorCapítulo7. iAEOR DEL COMITÉ DE ESTADO ~AYOR 0.... 27

PARTE IV

Asuntos señalados al Consejo d«. Seguridad pero no discutidos por éstedurante el período a que se refiere este informe

8. COMUNJCACIONES RELATIVAS A LA CUESTIÓN DE PALESTINA ... o • • • • • • •• • 28A. Comunicaciones de Jordania e Israel referentes a la construcción de salinas 28B. Comunicaciones de Isráel y de la República Arabe Siria o • o • 28C. Otras comunicaciones . o •• o • o o •••• o o ••••• o o ••••• o • • • • • • • • • • • • • • • • • • 28

9. COMUNICACIONES RELATIVAS AL TEMA: "CARTA DE FECHA 13 DE JULIO DE1960 DIRIGIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD POR EL SECRETARIOGENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS" o... . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

10. INFORMES SOBRE EL TERRITORIO EN FIDEICOMISO DE LAS ISLAS DEL PACÍFICO,CONSIDERADO ZONA ESTRATÉGICA .. o' o oo •••••• o" ••••• ••••• ••••• ••••• ••• 38

11. COMUNIcACIONES RELATIVAS AL IRIÁISi OCCIDENTAL (NUEVA GUINEAOCCIDENTAL) o •••••••••••••••• o • • • • • • •• • • • • • • • • • • •• • • •• • • • • 38A. Comunicaciones del Gobierno de los Países Bajos o o •••• o o • • • • • • • • • • • • 38B. Acuerdo entre la República de Indonesia y el Reino de los Países Bajos

relativo a Nueva Guinea C?ccidental (Irián Occidental) o o •• o o o •• o o • • • 38

12. DOCUMENTOS RELATIVOS A LA SITUACIÓN EN ANGOLA o" o o • o o o o ••••• o • • 39

13. CARTA '>EL SECRETARIO GENERAL, DE FECHA 18 DE DIC'IEMBRE DE 1962,RELATIV.A A LOS PROBLEMAS EXISTENTES ENTRE CAMBOYA y TAILANDIA .... 39

14. COMUNICACIONES RELATIVAS A LA CUESTIÓN DEL CONFLICTO RACIAL EN ELAFRICA DEL SUR o ••••••••••••• o o • o o •• o •• o o o o •• o o o • o o •• o •• o o ••• o •• o • o 39

15. C01YiUNICACIONES RELATIVAS A LA CUESTIÓN INDIA-PAKISTÁN ... o o o • o • • • • 40

16. COMUNICACIONES RFJLATIVAS A LOS TERRITORIOS BAJO ADMINISTRACIÓNPORTUGUESA o •• o o • o ••••• o •••••••••••••••••••••••••• o o • • • • 41

17. .cOMUNICACIÓN RELATIVA A LA CUESTIÓN DE COREA .. o o • o o o o ••• o o o • o •••• o 41

18: COMUNICACIÓN RELATIVA A LA SITUACIÓN EN EL AFRICA SUDOCCIDENTAL . o 42

19. COMUNICACIÓN RELATIVA A RHODESIA DEL SUR o •••• o • o •• o • • • • • 42

20. COMUNICACIONES DE LA REPÚBLICA ARABE DEL YEMEN Y DEL REINO UNIDO 42

21. COMUNICACIONES DE LA UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS,DEL IRAK y DE LA REPÚBLICA ARABE SIRIA o o o o o o ••••• o •• o o • o •••••• o o • • 42

Apéndiee,

l. REPRESENTANTES, REPRESENTANTES SUPLENTES Y REPRESENTANTES INTERINOSACREDITADOS ANTE EL CO:NSEJO DE SEGURIDAD .. o o o o o o ••• o •• '. • o ••• o • • • 44

n. PRESIDENTES DEL CONSEJO DE SEGURIDAD o o o o o ••• 00 o • o • o' ••• o o • o • o • • • • 44

IIl. SESIONES CELEBRADAS POR EL CONSEJO DE SEGURIDAD DURANTE EL PERfoDODE 16 DE JULIO DE 1962 A 15 DE JULIO DE 1963 o o •• o • o ••••••• o o •••• o • o o 45

IV. REPRESENTANTES, PRESIDENTES Y SECRETARIOS PRINCIPALES DEL COMITÉ DEESTADO MAYOR .. o. o ••• o o ••••• o o o o' o o o o' o o •• ; •••••••• o............. 45

iv

INTRODUCCION

El Consejo de Seguridad somete el presente informe1 a la Asamblea Generalen cumplimiento del párrafo 3 del Artículo 24, y del párrafo 1 del Artículo 15de la Carta.

Por ser esencialmente un resumen y una guía que refleja el sentido generalde los debates, este informe no está destinado a sustituir a las actas oficiales delConsejo de Seguridad, que constituyen la única relación completa y autorizada desus deliberaciones y decisiones.

Con respecto a la composición del Consejo de Seguridad durante el períodode que se trata, se recordará que la Asamblea General, en su 1154a. sesión plenaria,celebrada el 17 de octubre de 1962, eligió a Brasil, Filipinas, Marruecos y Noruegacomo miembros no permanentes para cubrir las vacantes disponibles al expirar,el 31 de diciembre de 1962, los mandatos de Chile, Irlanda y la República ArabeUnida y al renunciar Rumania a su mandato.

Durante el período a que se refiere el presente informe, que va del 16 dejulio de 1962 al 15 de julio de 1963, el Consejo celebró 23 sesiones.

1 Este es el 18 0 informe anual del Consejo de Seguridad a la Asamblea General. Losinformes anteriores fueron presentados con las siguientes signaturas: A/93, A/366, A/620,A/945, A/1361, A/i873, A/2167, A/2437, A/2712, A/2935, A/3137, A/3648, A/3901, A/4190,A/4494, A/4867 Y A/5202.

v

Parte 1

mundo causada por la continuación y la aceleraciónde la intervención extranjera en el Caribe,

((Observando con preocupación que se han intro­ducido secretamente en Cu1:'a. proyectiles nucleares yotras annas ofensivas)

((Observando también que a consecuencia de ellose está imponiendo una cuarentena en torno al país,

((Gravemente preocupado por la posibilidad de quela pnlongación de la situación cubana lleve a unconfl,cto directo,

"1. Insta a que, como medida provisional con­forme al Artículo 40, sean inmediatamente desmon­tados y retirados de Cuba todos los proyectiles yarras armas ofensivas;

"2. Autoriza y pide al Secretario General interinoque disponga el envío a Cuba de un grupo de obser­vadores de las Naciones Unidas para comprobar elcumplimiento de la resolución e informar al respecto;

"3. Pide que se levante la cuarentena impuestaa los cargamentos militares dirigidos a Cuba unavez q..le las Naciones Unidas hayan comprobado quese ha dado cumplimiento a la disposición del pá­rrafo 1;

"4. Recomienda urgentemente que los EstadosUnidos de América y la Unión de Repúblicas Socia­listas Soviéticas celebren prontamente conversacionessobre las medidas destinadas a eliminar la actualamenaza a la seguridad del hemisferio occidental ya la paz del mundo e informen al respecto al Consejode Seguridad."En una carta de fecha 22 de oetllbre (S/ 5183), el

representante de Cuba solicitó, invocando el Artículo34, el párrafo 1 del Artículo 35, el Artkl.1lo 39, elpárrafo 1 del Artículo 1, el párrafo 4 del Artículo 2,y el párrafo 1 del Artículo 24 de la Carta· dé lasNaciones Unidas, que el Consejo de Seguridad con­siderase urgentemente el acto de guerra unilateralmenteejecutado por el Gobierno de los Estados Unidos aldisponer el bloqueo naval de Cuba. Cuba sostenía quelos Estados Unidos actuaban a espaldas de los orga·nismos internacionales, concretamente con absoluto des-

1

CARTA DE FECHA 22 DE OCTUBRE DE 1962, DIRIGIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DESEGJRIDAD POR EL REPRESENTANTE PERMANENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DEAMERICA

CARTA DE FECHA 22 DE OCTCBRE DE 1962, DIRIGIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DESEGURIDAD POR EL REPRESENTANTE PERMANENTE DE CUBA

CARTA DE FECHA 23 DE OCTUBRE DE 1962, DIRIGIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DESEGURIDAD POR EL REPRESENTANTE PERM...<\NENTE ADJUNTO DE LA UNION DE RE.PUBLICAS SOCIALISTAS SOVIETICAS

A. Comunicaciones recibidas entre el 22 y el 23de octubre de 1962

En una carta fechada el 22 de octubre de 1962(S/5181) el Representante Permanente de los EstadosUnidos solicitó una sesión urgente del Consejo deSeguridad para hacer frente a la peiigrosa amenazaque la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticashabía creado para la paz y la seguridad del mundo alinstalar secretamente en Cuba bases de lanzamiento yproyectiles balísticos de largo alcance capaces de trans­portar cabezas de guerra termonucleares a casi cual­quier punto de América del Narte y Améril:a del Sur.Los Estados Unidos sostenían que poseían pruebasincontrovertibles de que la URSS había estado insta­lando en Cuba toda una serie de medios de lanza­miento y armas ofensivas que sobrepasaban en muchotodas las imaginables necesidades de defensa de esepaís. La magnitud de la empresa soviética en Cubarevelaba que se la había estado planeando durantevarios meses, durante los cuales la Unión Soviéticahabía dado repetidas veces garantías, tanto en públicocomo en privado, de que no se estaba entregando aCuba armas ofensivas de ninguna clase. Por consi­guiente, el Gobierno de los Estados Unidos había ini­ciado una serie de medidas destinadas a hacer cesareste fortalecimiento ofensivo. Había convocado a unareunión del órgano de Consulta de la Organizaciónde Estados Americanos (OEA) para invocar losartículos 6 y 8 del Tratado de Río de Janeiro, y habíacomenzado a aplicar una cuarentena estricta en Cubapara impedir la introducción de armas de carácter ofen­sivo en ese país. De acuerdo con sus obligacionesconforme a la Carta de las Naciones Unidas, los Esta­dos Unidos llevaban ante el Consejo de Seguridad elhecho de la existencia de proyectiles nucleares y otrasarmas ofensivas en Cuba, y proponían que el Consejo~·tsumiera pronta y efectivamente su responsabilidad demantener la paz y la seguridad internacionales. LosEstados Unidos sometieron el siguiente proyecto deresolución (S/5182):

((El Consejo de Seguridad)((Habiendo considerado la grave amenaza a la

seguridad del hemisferio occidental y a la paz del

Capítulo 1

CUESTIONES EXAMINADAS POR EL CONSEJO DE SEGURIDAD EN VIRTUD DE SURESPONSABILIDAD DE MÁl~TENER LA PAZ Y LA SEGURIDAD INTERNACIONALES

2

B. Examen de la cuestión eu las sesioues 1022a.a 1025a. (23 a 25 de octubre de 1962)

En la 1022a. sesión, celebraoci e 23 de octubre de1962, el Consejo decidió exam ill"".· al mismo tiempolas cartas de los Estados Unidos, de Cuba y de laURSS. e invitó al representante de :uba a participaren el debate.

El representante de los Estados Unidos declaró queal transformar a Cuba en una base de armas ofensivasy rápidas de destrucción en masa se había creado unaamenaza a la paz en el hemisferio occidental y en elmundo, y esa amenaza había obligado a los EstadosUnidos a impone. la cuarentena a todo cargamento de

il~------------------""'·_·"._....,-_..~,"".,."~,,,.'"' ...,,.~-",'~,.~-'",'~""'precio del Consejo de Seguridad, y estaban creando armas militares ofensivas dirigido a Cu;>a. Exami-

1, un inminente peligro de guerra. nando los acontecimientos ocurridos en Cuba dl'sdeEn una carta de fecha 23 de octubre (S/5l86), la 1959, declaró que la crítica mas ímportante de su Go-

Unión de Repúblicas Socialist(l.s Sovíétkas pedia que ')ierno al régimen cubano er;¡ la de que hahía dadose reuniera inmediatamente el Consejo de Seguridad a la VRSS una cabecera de puente )' una zona depara examinar la cuestión "Yioladón de la rarta de operaciones en el hemisferio occidental. Las hases sovié-las Naciones Unidas y amenaza a la paz por parte ticas en Cuba eran totalmente diferentes de las basesde ios Estados Unidos de América". En una dec1a"~- de la OTAN sit~!adas en las cercanías de la Uniónción adjunta a dicha carta el Gobierno soviético seña- Sf)viética. En tanto que estas ú1tima~; eran de carácterlaba el anuncio, hecho el 22 de octubre por el Presi- Jefensivo y compatibles con los principios de lasdente de los Estados Unidos, de que había dado órdenes Naciones Unidas, las bases soviéticas en Cuba. ins-a las fuerzas navales de los Estados Unidos de inter- taladas clandestinamente. habían creado en el hemis-ceptar todos los barcos que se dirigiesen a Cuba, ferio la más importante base nuclear al margen desemete¡'tos a ;nspección. y hacer regresar a los barcos todos los sistemas de tratados existentes. La Uniónque tra:1sportasen arma'> que, a juicio de las autori- Soviética, aunque oficialmente declaraba que los arma-dades de 103 Estado,> Unidos, fuesen de carácter ofen- mentas y el material militar enviado a Cuba eransivo." \lén se habían dado órdenes de mantener exclusivamente de carácter defensivo. estaba enviandouna ( l'la y estrecha vigi1ancia sobre Cuba. Al miles de técnicos milita,es y bomharderos a reacciónpropil) tip:npo los Estados Unidos habían comenzado capaces de arrojar amlaS nucleares y estaba instalandoa desembarcar nuevas tropas de los Estados Unidos en en Cuba proye~ti1es nucleares que constituían evidente-su base de Guantánamo en Cuba. y estaban poniendo mente l.1na amenaza para el hemisferio y para el mundo?, sus fuerzas armadas en estado de alerta, En la decla- entero. Si los Estados UniGos y las otras naciones delración soviética se acusaba también a los Estados hemisferio occidental aceptaban ese trastorno funda-Unidos de t0mar una medida que podía desencadenar mental de la estructura mundial del poder, estaríanuna guerra termonucl~r y de violar las normas jurí- invitando a nuevos actos de agresión. Dicho repre-dicas internacionales y los principios tie la Carta de sentante subrayó que el Consejo estaba ante una gravelas Naciones Unidas al arrogarse el derecho de at;],cnr cuestión y que su actitud podía decidir "'! !'1turo deembarcaciones extranjeras en alta mar. El bloqueo de la civilización, Informó al Consejo de que la Organi-los Estados Unidos contra Cuba era un acto provoca- zación de Estados Americanos había aprobado aquellativo, una violación del derecho internacional sin pre- tarde una resolución en la que se pedía el inmediatocedentes. En virtud de la Carta de las Naciones Unidas, retiro de todos los proyectiles de Cuba y se recomen-todos los países tenían derecho a organizar sus vidas daba a los miembros de la OEA que tomasen, indi-según sus deseos y a tomar las medidas necesarias vidual y colectivamente, todas las medidas necesarias,para proteger su propia seguridad. El Gobierno ~ovié- inclusive el empleo de la fuerza am1ada. para que Cubatico se consideraba en el deber de advertir seriamente no continuase recibiendo de las Potencias chino-al Gobierno de los Estados Unidos que al llevar a ~oviéticas material y suministros militares que pudierancabo las medidas anunciadas estaba asumiendo "una crear una arlenaza a la paz y la seguridad del con-grave responsabilidad con resptlcto al destino del tinellte.mundo, y jugando temerariamente con fuego". La ayuda El representante de Cuba afirmó que su país se habíasoviética a Cuba estaba destinada exclusivamente a visto precisado a armarse defen~ivamente frente a lasfortalecer la capacidad de defensa de ese país y así reiteradas agresiones del Gobierno americano. Recordó10 exigían los repetidos actos de provocación por parte que el Presidente Dorticós, en el discurso pronunciadode los Estadas Unidos. Los Estados Unidos. continuaba ante la Asamblea General en el decimoséptimo períodola declaración. estaban pidiendo el retiro del material de sesiones, había declarado que si los Estados Unidosmilitar que Cuba necesitaba para su propia defensa, fuesen capaces de dar a Cubar garantías efectivas, demedida que ningún Estado que estimase su indepen- palabra y en los hechos, de no realizar agresiones contradencia podía aprobar. La Unión Soviética consideraba su país, Cuba no necesitaría fortalecer su defensa. Elque debían retirarse del territorio de otros Estados representante de Cuba dijo que su país no sólo habíatodas las tropas extranjeras. Si los Estados Unidos se .ecibido el boicoteo económico del Gobierno de losestaban esforzando sinceramente por lograr una paz Estados Unidos y la utilización de la presión ameri-duradera. como el Presidente Kennedy había declarado. cana con el propósito fallido de aislarlo económica' ydebían haber aceptado la propuesta soviética y haber diplomáticamente, sino que había sido objeto de ataquesretiradv sus tropas y su equipo militar y desmantelado armados y sabotaje por agentes entrenados en lossus bases militares en diferentes partes del mundo. Estados Unidos. Señaló que los Estados Unidos que

habían acusado a Cuba de ser una base amena~ante,eran los que tenían la única base extranjera en Cubaen Guantána'l1o, en contra de la voluntad del puebl~cuban? Esta base se estaba reforzando para desde allíagredIr a Cuba. Por supuesto, el Gobierno de losEstados Unidos se había reservado el derecho de deter­minar cuándo un cohete era bueno y cuándo un coheteera malo y cuándo una base era buena y cuándo eramala, y estaban colocando ~l mundo al borde de laguerra, sin presentar pruebas de sus afirmaciones. LosEstados Unidos, continuó diciendo el representante deCuba, ~abían. adoptado una medida unilateral de guerraal envIar pnmero sus barcos y naves aéreas a Cubapara consultar después a sus aliados v a los orrranismosinternacionales. Los Estados Unido~ habían puesto al

Consejo juna solamedidasque Ct:bapacífica)Unidos, I

las Nadesiempre lsn Gobieclase 1'11 ,

Y (lue lobases aU1'tigar a edecretadoguerra qty por tO(

las fuerz<:de las caa·~ciones

piratas ode los E.

El Pnrepresentde Seguncitaban 1:Caribe yCuba y 1Gobiernoción flag'de los prhacia laacción agutilizadoUnión Stamente (rada ofic'vianda atenía fintenía derde su exhabía est'cacionesintervenciorador,armamenv no se ode las NEstadossus accioprerrogatúnico qusejo deno cumpmente re.internaciel siguie

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la. Exami­~uba desde. de su Go­habia dadola zona debases sovié­e las bases~ la Uniónde carácterios de lasCuba. ins­

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'a que Cubacias chino­ue pudieranId del con-

aís se habíatrente a las10. Recordó)ronunciadoimo período.dos Unidos~fectivas, deiones contradefensa. ElI sólo habíamo de lossión mneri­conómica- y• de ataquesdos en losJnidos, quelmenazante,'a en Cuba,del pueblo

a desde allímo de los10 de deter­D un cohetecuándo eralOrde de lalciones. Los:sentante detI de guerra~as a Cubaorganismos

11 puesto al

Consejo frente a un hecho consumado porque no teníanuna sola razón legal ni normal en la 'fue fL1ndar susmedidas de fuerza contra Cuba. El orador sostuvoque Ct:ba siempre había estado abierta a la negociaciónpacifica y a la solución de sus conflictos con EstadosUnidos, de acuerdo con lo dispuesto en la Carta delas Naciones Unidas, pero que los Estados Unidossiempre habian dado una respuesta airada. Declaró quesu Gobierno no aceptaría observadores de ningunaclase 1'11 asuntos que competían a su jurisdicción internay (!ue los observadores habría que mandarlos a lasbases americanas de donde salian los piratas para hos­tigar a Cuba. En opinión del orador, el bloqueo navaldecretado por los Estados Unidos era un acto deguerra que el pueblo cubano resistiría de todas formasy por todos los medios. Pidió el inmediato retiro delas fuerzas agresoras de los Estados Unidos alrededorde !as costas cl,banas y la ces..1.ción del bloqueo, de lasa':clOnes pro,:ocativas en Guantánamo y de los ataquespIratas orgamzados por agentes al servicio del Gobiernode los Estados Unidos.

El Presidente, haciendo uso de la palabra comorepresent~nte de la URSS, observó que el Consejode Segundad estaba reunido en circunstancias que sus­cita~n la más grave preocupación por la paz en elCanbe y en el mundo entero. El bloqueo naval deCub~ y todas las medidas militares adoptadas por elGobIerno de los Estados Unidos constituían una viola­ción flagrante de la Carta de las Naciones Unidas yde los principios del derecho internacional y un pasohac~~ la gu~rra termonuclear. Como pretexto para suacclon agresIva contra Cuba, los Estados Unidos habíanutil~~ado e!, ~rgume:lt~ falso y calumnioso de que laUntan Sovletlca habIa 1l1staIado en Cuba armas supues­tamente ofensivas. El Gobierno soviético había decla­r~do oficialmente que nI) había enviado ni estaba en­VIando arnlas ofensivas a Cuba y que la ayuda militarten~a fines exclusivamet;te defensivos que sólo Cubatema der~cho .a detern11l~ar. Desde los primeros díasde su eXIstenCIa, el GobIerno revolucionario de Cubahab.ía estado sometido a continuas amenazas y provo­~aclOnes por parte de los Estados Unidos. inclusive lamten'ención armada. El Gobierno soviético. afirmó elorador, propugnaba el retiro de todas las fuerzas yarmamentos eX,tranjeros de los territorios extranjeros,y no se opondna a que se efectuase bajo la observaciónde las Naciones Unidas. Además. la decisión de losEstados Unidos de recurrir a la· OEA para realizarsus acciones agresivas constituía una violación de laspr~rrogativas del Consejo de Seguridad, que era elúmco que podía aplicar medidas ccercitivas. Si el Con­sejo de ~epIridad ignoraba esas acciones agresivas,no cumphna con su deber como órgano primordial­~ente r~sponsable de mantener la paz y la seguridad1l1ternaclOnales. El representante de la URSS presentóel siguiente proyecto de resolución (S/5187):

((El Consejo de Seguridad.

((Guiado por la necesidad de mantener la paz ysalvaguardar la seguridad en todo el mundo,

((Reco~.Jciendo el derecho de todos los Estadosa fortalecer sus defensas,

((Considerando i~admisible la injerencia de algunosEstados en los asuntos internos de otros países sobe­ranos e independientes,

((Observando que es inadmisible la violación de lasnormas que rigen la libertad de navegación en altamar,

3

"1. Condena los actos del Gobierno de los EstadosUnidos enderezados a violar la Carta de las NacionesUnida!) y a aumentar la amenaza de guerra;

"2. ItI.I"iste en que el Gobierno de los EstadosUnidos revoque su decisión de inspeccionar las em­barcaciones de otros Estados que se dirigen a laRepública de Cuba;

"3. Pide al Gobierno de los estados Unidos deAmérica que ponga fin a toda clase de intervenciónen los asuntos intemos de la República de Cubay de otros Estados que cree una amenaza para lapaz;

"4. Insta a los Estados Unidos de América, a laRepública de Cuba y a la Unión de Repúblicas So­cialistas Soviéticas a establecer contacto entre sí ycelebrar negociaciones a fin de nomla1izar la situa­ción y eliminar de ese modo la amenaza de guerra."En la 1023a. sesión, celebrada el 24 de octubre, el

representante de Venezuela dijo que expresaba la gravepreocupación de todos los países de América Latinaante la amenaza que constituía para su seguridad lainstalación en Cuba de bases y proyectiles nuclearescapaces de aniquilar a cualquiera de las naciones delhemisferio occidental. Ob.,ervó que entre Cuba y lasotras repúblicas americams existía una tirante situa­ción debida a la política del régimen comunista esta­blecido en Cuba, que pretendía exportar su sistemaa las otr1.S naciones del continente e incitar a la sub­versión contra los gobiernos constituidos de otras repú­blicas americanas. Frente a un peligro aúK mayor parala paz y la estabilidad del hemisferio, la OEA habíaaprobado ya una resolución en la que se pedía eldesmantelamiento de las bases de cohetes establecidasen Cuba. El orador consideró que era necesario queel Consejo de Seguridad tomase medidas para impedirque siguiesen llegando a Cuba armas nucleares y paraqae fuesen desmanteladas las bases actuales de proyec­tiles nucleares en Cul.a.

El representante del Reino Unido afirmó que laintroducción en el hemisferio occidental de proyectilesnucleares soviéticos de destrucción en masa constituíauna situación que los responsables de la seguridad delhemisferio no podían tolerar. Su país nunca habían;g~do el de~~cho del pueblo cubano a elegir su propioregImen pohttco, el derecho del Gobierno cubano aadoptar las medidas defensivas que juzgase necesariaso .e! derecho de un .Estado soberano a solicitar ayudal111htar de otro gobIerno. No obstante, habida cuentade la naturaleza de las armas v del secreto que rodeabaa su introducción ~n Cuba, su Gobierno se veía obli­gado a concluir que estas bases no tenían fines exclusi­vamente defensivos y que el Gobierno soviético tratabade lograr una posición militar ventajosa en Cuba. ElGobierno del Reino Unido estimaba que los EstadosUnidos habían actuado apropiadamente al acudir alConsejo de Seguridad lo antes posible. El represen­tante del Reino Unido apoyó el proyecto de res'Jluciónpresentado por Jas Estados Unidos y declaró que eldesmantelamiento y el retiro de los proyectiles de Cubaera el medio de restaurar la confianza en eJ¡ hemisferiooccidental.. El representante de Rumania dijo que los prepara­

tIVOS militares para una nueva invasión de Cuba habíancomenzado antes del supuesto descubrimiento de ciertasinstalaciones ofensivas en Cuba. El bloqueo militar deCuba, -ontinuó, era un acto de guerra que contraveníamuchas convenciones y declaraciones marítimas inter­nacionales, así como las tres convenciones sobre la

definición de agreslOn, concluidas en julio de 1933.que habían sido ratificadas por los Estados Unidos.La delegación de Rumania estimaba que el Consejo deSeguridad debia co'\denar la acción de los EstañosUnidos contra Cuba e insistir en que se levantarainmediatamente el bloqueo y se cesara toda interven"ción en los asuntos internos de Cuba.

El representante de Irlar.da dijo que si bien com­prendía la preocupación del Gobierno H.evolucionariode Cub¿\ por su seguridad nacional. el fortalecimientomilitar efectuado en Cuba con la avuda de la UniónSoviética excedía a la necesidad de" reforzar b capa­cidad defensiva de Cuba. Había provol'ado una peli­grosa alteración del equilibrio existente en la seguridaddel mundo y constituía una grave amenaza para laseguridad del hemisferio occidental. Por otra parte. laextensión de las bases nucleares v la difmió:l dí:' lasarmas nucleares habían llegado a constituir UI1 métodoinaceptable para resolver los problemas internacionales.Después de señalar que las dos partes parecÍ:1n dis"pnestas a llegar a una c;olución pacífica del problema.expresó la esperanza de que se iniciatan negociacíonesmientras todavía hubiese tiempo para ello.

En la 1024a. sesión. el 24 de octubre. el represen­tante de Francia declaró que la introducción de armasofensivas en Cuba representaba una grave tentativade crear un nuevo frente de guerra en ul1a regíónanteriormente libre de amenazas nucleares. La gravedadde la situación quedaba demostrada por la reacción delos países de América Latina ante el prolJlema creadopor la Unión Soviética. En su opinión. el proyectode resolución de los Estados Unidos era claramenteun \..sfuerzo en procura de una solución pacífica conarreglo a los principios de la Carta.

El representante de la China observó que el asuntono consistía en determinar si Cuha te1Ía derecho areforzar su propias defensas, sino si debía permitírsea la Unión Soviética instalar armas de destrucción enmasa en esa zona estratégica con las consecuenciasprevisibles. Los Estados Unidos tenían pleno derechoa detener la afluencia continuada de arma, ofensivasa Cuba cuamlo se veían amenazadas su propia segu­ridad y la de sus vecinos. Los Estados Unidos, alseñalar prontamente la cuestión a la atención elel Con­sejo de Seguridad. habían demostrado S l l serio propó­sito de impedir que se agravara aún mas la situación,que estaba cargada de grave peligro. Agregó el oradorque la crisis se había precipitado por el refuerzo militarsoviético en Cuba, y que podía ser rápidamente ter­minada mediante el retiro de las armas ofensivas, sila Unión Soviética deseaba convencer al mundo de lasinceridad de sus protestas.

El representante de Chile declaró que su Gobiernohabía mantenido síempre una actitud serena con res­pecto a la revolución cubana y las repercusiones deésta en el hemisferio. Aunque Chile había estado endesacuerdo con Cuba, mantenía con ella relacionesnormales. El problema presentado al Consejo de Segu­ridad no era el de la revolución cubana o el de lainfiltración de su ideología en otros países latinoame­ricanos, sino el hecho de que una Potencia extra.con­tinental hubíera encontrado en Cuba la puerta abiertapara intervenir en el hemisferio occidental y amenaz<!rsu seguridad. Por tal razón, Chile había dado su con­formidad a la convocación del órgano de consulta dela OEA conforme al Tratado de Asistencia Recíprocade Río de Janeiro. Subra.yó la necesidad de asegu:arla presencia de las Naciones Unidas en Cuba e ·hl7.pun llamamiento al Gobierno cubano .para quC' aceptara

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dicho procedimiento o cualquier otra iniciativa que elSecretarío General interino p\\diera adoptar en procurade una solución pacífica de la crisis.

El representante de la Repúhlica Arabe Unida mani·festó que su Ciobierno no podía disculpar la decisiónunilateral de los Estados Cnidos de imponer la cuaren­tena en el mar Caribe. actitud que era contraria alderecho internacional y que intensíficaría las tensionesmundinles y amenazaría h pnz y la seguridad inter"nacionales. El Consejo de Seguridad debía concentrarsus esfuerzos en reunir a todns las partes intert'sadaspam que lograran un arreglo pacifico. conionne a losprincipios de la Carta, y para que aprovecharan laasistencia que el Secretario C'ienera! interino pudierahrinoar.

El representante de Chana expresó que existía untemor legítimo de que el hemisttrio occidc'ntal e,-,tuvieraamenazado por el fortalecimiento militar de Culla, entanto que Cuba temía el at:lll'.1e de sus vecinos. inclu­sive los Estados Unidos, 10 que constituía el motivode sus medidas defensivas. En tales circunstancias. ladelegación de Ghana proponía que los Estados Unidosdieran al Consejo una gar<ll1tía por escrito en el sentidode que no tenían intención alguna de injerirse en losasuntos internos de Cuba. ni de realizar operacionesmilitares ofensivas contra ese país. Cuba debía tanl­hién dar una garantía escrita semejante con respectoa los países del hemisferio occidental. Lo que se nece­sitaba con urgencia era la negociación entre las partesinteresadas para resolver la crisis sobre la base delmutuo respeto por los derechos soberanos de cada uno.A la luz de estas considertl.;:; Jnes, observó, su delega­ción y la de la República Al'lbe Unida. después deconsultar a gran número de Estados Miembros, pre­sentaban al Consejo de Seguridad un proyecto deresolución (S/5190) así redactado:

"El Consejo de Seguridad,"Habiendo considcrado los graves acontecimientos

recientes del Caribe,"Obser'lJand') con grm'c preocupación la amenaza

a la paz y la seguridad internacionales,"Habiendo oído a las partes directamente inte­

resadas,"1. Pide al Secretario General interino que con­

sulte con urgencia a las partes directamente intere­sadas acerca ele las medidas inmediatas que han deadoptarse para hacer desaparecer la amenaza a lapaz mundial existente, y nonna1izar la situación enel Caribe;

"2. Exhorta a las partes interesadas a cumplirinmediatamente con esta resolución y brindar plenaasistencia al Secretario General interino en el CtID1­

plimiento de su tarea;"3. Pide al Secretario General interino que in­

forme al Consejo acerca elel cumplimiento del pá­rrafo 1 de esta resolución;

"4. E.1;lwrta a las partes intere.sadas a abstenerseentre tanto de cualquier actitud que en forma directao indirecta pueda agravar más la situación".El Secretario General interino hizo una declaración

acerca de la gravedad de la situación que se planteabaa las Naciones Unidas, e informó al Consejo de Segu­ridrrd que, a pedido de muchos Estados Miembros,ha.bía enviado mensajes idénticos al Presidente de losEstados Ullidosy '.301 Presidente del Consejo de M!nis­tros de laURSS. ~n el mensaje, cuyo texto leyo enla reunión, el Secretario General interino formulaba

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un llamamiento urgente en el sentido de que se dieratiempo para que las partes interes."ldas se reunierancon miras a resolver pacíficamente la crisis y norn1a­lizar la situación en el Caribe mediante la suspensiónvoluntaria, por un período de dos o tres semanas, nosólo de todos los envíos de armas a Cuba sino tambiénde las medidas de cuarentena que involucraban el regis­tro de los buques destinados a Cubn. En dicho con­text9 manifestó que se pondría gustosamente a dispo­sición de todas las partes interesadas para cualquierfunción que le fuera posible desempeñar.

En la misma sesión, el Secretario General interinoformuló también un llamamiento al Presidente y elPrimer Ministro del Gobierno Revolucionario de Cubapara que suspendiesen la construcción y ampliaciónde las instalaciones y servicios militares mientras secelebraban las negociaciones. Instó también a las partesinteres....das a que iniciaran negociaciones inmediata­mente, sin perjuicio de cualquier otro procedimientode que se pudiera disponer o que pudiera ser invocado.Observó que desde el fin de la segunda guerra mundialnunca había existido una confrontación más peligrosao directa entre las principales Potencias, e insistió enque la negociación y las transacciones constituían elúnico camino que permitiría lograr la paz en ese mo­mento de crisis.

En la 1025a. sesión, el 25 de octubre, los represen­tantes de los Estados Unidos y de la Unión de Repú­blicas Socialistas Soviéticas hicieron nuevas declara­ciones en el curso de las cuales leyeron a los miembrosdel Consejo los textos de las respuestas de sus res­pectivos Gobiernos al llamamiento del Secretario Ge­neral interino. El Presidente Kennedy, en su respuestade fecha 25 de octubre, expresaba que apreciaba pro­fundamente el espíritu que había impulsado a U Thanta enviar su mensaje, y declaraba que la amenaza exis­tente había sido creada por la introducción secreta dearmas ofensivas en Cuba y que la solución era el retirode esas armas. El Presidente indicó que el EmbajadorStevenson estab2. dispuesto a discutir la cuestión inme­diatamente con el Secretario General interino a fin dedeterminar si podía llegarse a un arreglo satisfactorio.Aseguró al Secretario General interino el deseo de suGobierno de llegar a una solución satisfactoria y paCÍ­fica de la cuestión.

En S11 respuesta de fecha 26 de octubre, el Primer)Jinistro Khrushchev aprobó la iniciativa del Se::re­tario General, declarando que el Gobierno soviéticotambién consideraba que la situación en el Caribe erapeligrosísima y requería la intervención inmediata delas Naciones Unidas. Agregaba que había estudiadocuidadosamente, y aceptado, la propuesta de U Thant,que coincidía con los intereses de la paz.

En la misma sesión el representante de los EstadosUnidos expresó que su Gobierno aprobaba las segu­ridades que el Primer Ministro Khrushchev había dadoEn su carta al Conde Russell en el sentido de que laUni6n Soviética no adoptaría ninguna decisión preci­pitada con respecto a la crisis. Los Estados Unidosrecibían· con especial beneplácito el informe de que elSr. Khrushchev había aceptado las propuestas adelan­tadas por el Secretario General. Refiriéndose a cues­tiones planteadas en el curso de sesiones anteriores,declaró que los Estados Unidos habían actuado rápi­damente en el Caribe debido a la amenaza creada oorla forma apresurada y secreta con que habían s"icioinstalados los proyectiles nucleares en· Cuba. Tal ame­naza, que contravenía el párrafo 4 del Artículo 2 de

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la Carta, era una amenaza que las Repttblicas ameri­canas tenían derecho a rechazar; cualquier demorahubiera permitido dotar rápidamente a Cuba de arm"lSnucleares, riesgo que el hemisferio no estaba dispuestoc'l. correr. En cuanto a la argumentación del represen­tante de la URSS de que los Estados Unidos man­tenian 35 bases en países extranjeros, aclaró que esasbases habían sido estableciclas únicamente por deci­sión adoptada en la reunión de Jefes de Estado dediciembre de 1957, que se había visto obligada a auto­rizar tales medidas debido a una anterior decisiónsoviética de introducir sus propios proyectiles capacesde destruir los países de Europa Occidental. Mostróvarias fotografías de reconocimiento aéreo que, sostuvo,ofrecían pruebas indiscutibles del poderío militar sovié­tico en Cuba. Además de los proyectiles, la UniónSoviética había enviado varios bombarderos que podíantransportar armas nucleares y, en apoyo de esos avan­zados sistemas de arn1amento, habia enviado a Cubamucho personal militar.

El representante de la URSS replicó que la esenciadel problema no consistía en 10 que los Estados Unidoshabían denominado "pruebas incontrovertibles de lainstalación de armas ofensivas en Cuba", sino en lasintenciones agresivas de los Estados Unidos haciadicho país. Sin embargo, los Estados Unidos, en suintento de lanzar su acción agresiva, se habían vistoenfrentados con la opinión mundial y obligados a cam­biar su tono. La interpretación dada por el represen­tante de los Estado..<; Unidos a la carta dirigida por elSr. Khrushchev a Bertrand Russell estaba en completodesajuste con el contenido de esa carta. Leyó ante losmiembros del Consejo parte de la carta, la cual afir­maba, entre otras cosas, que la URSS haría todo 10posible para evitar una _atástrofe, pero que si losEstados Unidos continuaban con su programa de actosde piratería la URSS tendría que recurrir a mediosde defensa contra el agresor para defender los derechosestablecidos.en acuer~os internacionales y en la Cartade las NaClOnes Umetas. La carta declaraba ademásque la cuestión de guerra y paz era tan vital que elGobierno soviético consideraba útil una reunión cum­bre con el objeto de discutir todos los problemas ytratar de hacer desaparecer el peligro de desatar unaguerra termonuclear, El representante de la URSSexpresó que su Gobierno había señalado muy clara­mente que la Unión Soviética poseía armas nuclearestan poderosas que no tenía necesidad de buscar basesde lanzamiento fuera de las fronteras de la UniónSoviética. El Gobierno de los Estados Unidos habíacreado deliberadan1ente la crisis y había procuradoocultar su acción agresiva mediante un debate en elConsejo de Seguridad.

Los representantes de la República Arabe UnidaGhana y Chile celebraron la respuesta favorable d~ambas partes al llamamiento del Secretario Generalinterino y señalaron que ése era un momento propiciop~ra que las P?-rtes .se reunieran ~ iniciasen negocia­CIOnes con la aSIstenCIa del Secretano General interino.

Decisión: A moción de la República Arabe Unida,apoyada por Ghana, el Consejo apla.zó sus sesionessine die.

C. Comunicaciones recibidas entre el 23 deoctubl'e y el 13 de diciembre de 1962

i) Comunicaciones)je los Estados Miembros .E? comunicaciones separadas de fechas· 24~ .25 Y

26 > octubre (Sj5189, 5192, 51~4 y 5196}, Bttlgaria,

Checoslavaquia, Hungría y Mongolia denunciaron elbloqueo naval de Cuba como violación flagrante delderecho internacional y de los principios de la Cartade las Naciones Unidas. Expresaron su apoyo a ladeclaración soviética del 23 de octubre y su solidaridadcon el Gobierno y el pueblo de Cuba, y pidieron a lasNaciones Unidas que adoptaran medidas efectivas paradetener la acción agresiva de '')s Estados Unidos. Enuna carta de fecha 24 de octubre de 1962 (S/ 5191 ),la República Dominicana comprometió su apoyo a cual~

quier medida que pudiera adoptarse para conjurar laamenaza creada por la presencia de proyectiles nu­cleares en Cuba. En una carta de fecha 25 de octubre(S/5195), doce Estados :Miembros africanos (la Uniónde Estados Africanos y lvladagascar) apoyaron lasiniciativas del Secretario General sobre la crisis delCaribe y recomendaron que el cumplimiento de laspropuestas fuera supervisado por las Nadanes Unidas.En carta de fecha 29 de octubre (S/5199) Haití comu­nicó al Secretario General que había puesto instala­ciones portuarias y aeropuertos a disposición de lasunidades navales de los Estados Unidos que interve­nían en la operación de cuarentena. En una carta defecha 30 de octubre (S/ 52(0), el Presidente de Yugos­lavia elogiaba al Secretario General interino por suiniciativa al haber hallado una solución pacífica a lacrisis del Caribe, y expresaba su confianza en que lasnegociaciones conducirían a una garantía internacionalefectiva de la seguridad e independencia de Cuba.

ii) Comunicaciones de la Organización de Estado:,Amen:canos '

Mediante una carta de fecha 23 de octubre de 1962(S/5193), el Secretario General de la OEA comunicóal Consejo de Segur1d~d el l.exto de una re, :uciónaprobada por el Consejo de la OEA, actuando provi­sionalmente como Organo de Consulta, en la cual:1) instaba a que se desmantelaran inmediatamente yse retiraran de Cuba todos los proyectiles y cuales­quiera otras armas con capacidad ofensiva; 2) reco­mendaba a los Estados Miembros de la OEA, deconformidad con los articulas 6 y 8 del Tratado Intera­mericano de Asistencia Recíproca, que adoptaran todaslas medidas individuales y colectivas, incluso el empleode la fuerza armada, que considerasen necesarias paraasegurar que el Gobierno de Cuba no pudiera continuarrecibiendo de las Potencias chino-soviéticas pertrechosy suministros militares que amenazaran la paz y laseguridad del Continente, y para impedir que losproyectiles en Cuba con capacidad ofensiva se convir­tieran en cualquier momento en una amenaza activacontra la paz y la seguridad del continente; 3) expre­saba la esperanza de que el Consejo de Seguridad, deacuerdo con el proyecto de resolución presentado porlos Estados Unidos, enviara a Cuba observadores delas Naciones Unidas a la brevedad posible, y 4) ins­taba a los Estados Miembros de la OEA a que man­tuvieran debidamente informado al Organo de Consultasobre las medidas que adoptaran de acuerdo con elpárrafo 2 de la resolución.

Por carta de 29 de octubre (S/5202), el SecretarioGeneral de la OEA comunicó al Secretario Generalinterino notas de los Gobiernos de la Argentina, Co­lombia, Costa Rica, los Estados Unidos, Guatemala,Haití, Honduras, Panamá y la República Dominicanareferentes al cumplimiento de lo dispuesto en el pá­>rrafo 2 de la resolución de la OEA de 23 de octubrede 1962. La nota de los Estados Unidos contenía eltexto de la proclamación del Presidente de los Estados

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Unidos sobre la "Interdicción de la Entrega de ArmasOfensivas a Cuba". Las notas de los otrus miembrosde la OEA contenían ofrecimientos de cooperación defuerzas navales y aéreas, facilidades portuarias y otrasinstalaciones necesarias que, se afirmaba, eran nece­sarias para llevar a cabo la acción colectiva contem­~ad~ en d Tr:¡tíldo Interamericano de Asistencia.\.cclproca.

Por cnrta de 8 de noviembre (S/5206), el Secre­tario General de Jo. OEA remitió al Consejo d.. Segu­ridad el texi0 ce una resolución aprob~l.'Ja el 5 denoviembre de 1~'1()2 por el Cons{'jv de la OEA, enactuación provisional como Organo de Consulta, porla c lal tomaba nüia de los ofrecimientos de ayudamilitar 1) de otro gi:nero efectuados por los miembrosde la OEA. v recomendaba a los Estados Miembrosque participaban con efectivos militarES u otra contri­bución a la defensa del continente que tomaran direc­tanlente entre ellos las medidas de carácter técniconecesarias para establecer una acción coordinada yeficaz de las fuerzas combinadas.

Por carta de 14 de noviembre (S/5208), el Secre­tario General de la OEA remitió al Consejo de Segu­ridad los siguientes documentos relacionados con laresolución aprobada el 23 de octubre de 1962 por elConsejo de la OEA actuando provisionalmente comoOrgano de Consulta: informes de los Gobiernos de laArgentina, El Salvador y Venezuela referentes a nuevosofrecimientos de ayuda militar y de otro género paralas operaciones de cuarentena; un informe de losEstados Unidos que expresaba que la cuarentena im­puesta por el Gobierno de los Estados Unidos habíasido suspendida por 48 horas entre el 30 de octubre yel 10 de noviembre de 1962 y que los vuelos de obser­vación y vigilancia sobre Cuba se habían suspendidotambién por dos días a partir del 30 de octubre de1962; y una nota conjunta de las delegaciones de losEstados Unidos de América, la Argentina y la Repú­blica Dominicana comunicando que, de conformidadcon la resolución del Consejo de la OEA de fecha 5 denoviembre, los tres Gobiernos habían establecido unaFuerza Combinada de Cuarentena bajo comando de losEstados Unidos.

Por carta de 13 de diciembre (S/5217), el Secre­tario General de la OEA transmitió al Consejo deSeguridad documentos adicionales que se referían alcumplimiento de la resolución de la OEA de fecha23 de octubre y uno de los cuales contenía una procla­mación del Presidente de los Estados Unidos de 21 denoviembre de 1%2, dando por terminadas las opera­ciones de cuarentena en las proximidades de Cuba.

D. Acontecimientos ulteriores a las sesiones delConsejo

[El 25 de octubre el Secretario General interinoenvió mensajes al Presidente Kennedy y al PresidenteKhrushchev proponiendo que, a fin de que las discu­siones permitiesen llegar a un arreglo pacifico del pro­blema en armonía con la Carta de las Naciones Unidas,las embarcaciones soviéticas que se dirigían a Cuba semantuviesen lejos de la zona de cuarentena por unperíodo limitado de tiempo, y que los barcos de losEstados Unidos en el Caribe hiciesen en los siguientesdías todo lo posible para evitar una confrontación directacon las embarcaciones soviéticas para disminuir el riesgode cualquier incidente desfavorable. En su respuesta del25 de octubre, el Presidente Kennedy manifestó que su

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Gohierno aceptaría y mantendría la propuesta delSecretario General interino si el Gobierno de la UniónSoviética haci:l 10 mismo. Señaló que el problema erasumamente urgente y que los trahajos en las instala­ciones militares ofensivas en Cuba seguian avanzando.En su respuesta del 26 de octuhre el PresidenteKhrushchev aceptb la propuesta del Secretario Generalinterino y expresó su esperanza de que la otra partecomprendería que una situación en la cual los barcosde la Unión Soviética se vieran obligados a permanecerinmovilizados en alta mar debía ser t~mporal y de cortaduración. Declaró q'le el Gobierno de la Unión Soviéticatrataha constantemente de afianzar la autoridad delas ~aciOl}("s Unidas. que sirven de foro para todoslos países. independientemente de su estructura socio­política. para que las controversias puedan ser zanjadasno mediante la guerra sino mediante negociaciones.]

En un;) carta con fecha 26 de octubre (S/5197), losEstados Unidos informaron al Secretario General in­terino de que los traha jos en las hases de cohetes halís­ticos de Cuha avanzahan rápidamente con el objetivo,al parecer. de ponerlas cuanto antes en condiciones depleno funcionamiento.

[Ese mismo día el Secretario General interino envióun mensaje al Primer Ministro Fidel Castro reiterandosu anterior llamamiento para que durante las negocia­ciones se suspendiese la construcción y ampliación delas princip:lles instalaciones y servicios militares enCuha. especialmente las destinadas al lanzamiento decohetes halísticos de alcance mediano e intermedio. ElPrimer l\finistro Castro respondió el 27 de octubreque Cuba estalla dispuesta a aceptar la transacción suge­rida por el Secretario General interino si al mismotiempo. mientras se celehraran las negociaciones, elGobierno de los Estados Unidos cesaba sus amenazasv acciones agresivas contra Cuba. inclusive el bloqueonaval. El Primer Ministro invitó además al SecretarioGeneral interino a que fuera· a Cuba a fin de celé."arconversaciones d;rectas. Subrayó que el respeto abso­luto de la soberanía de Cuba era un requisito previoindispensable para cualquier solución del problema.El 28 de octuhre el Secretario General interino aceptóla invitación del Primer Ministro Castro y expresó laespera:lza de que podría lograrse una solución que ase­gurase el principio del respeto de la soberanía de Cuba.Añadió que tal vez sería posihle además adoptar me­didas que tranquilizasen a otros países que se habíansentido amenazados por los recientes acontecimientosocurridos en Cuba.]

[Durante ese período hubo un intercambio de corres­pondencia entre el Presidente Kennedy y el PresidenteKhrushchev celebrándose simultáneamente conversa­ciones privadas por separado entre el Secretario Ge~eralinterino y los representantes de los Estados Umdos,Cuba y la URSS.]

El día 27 de octubre, el representante de los EstadosUnidos dirigió una nota verbal al Secretario Generalinterino transmitiendo copia de una carta del PresidenteKennedy al Presidente Khrushchev en la cual el primeroexplicaba la posición del Gobierno de los EstadosUnidos. El Presidente Kennedy indicaba en su cartaque, según las propuestas que en líneas generales eranaceptables por los Estados Unidos, la Unión Soviéticadebía acceder a retirar del territorio cubano las armasinstaladas, bajo un sistema adecuado de o~servación ysupervisión por parte de las Naciones Umdas, y pro­ceder asimismo, con las garantías adecuadas, a detenercualquier envío ulterior de tales armas a Cuba. Los

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Estados Unidos, por su parte, accederían, a base depreparativos adecuados realizados por las NacionesUnidas, a asegurar el cumplimiento de estos compro­misos, a levantar prontamente las medidas de cuaren­tena y también a dar garantías contra una invasión deCuba. Con respecto al último compromiso, el PresidenteKennedy señaló que confiaba en que otras naciones delHemisferio Occidental estarían dispuestas a hacer 10mismo.

El 28 de octubre, el Presidente Khrushchev envió unmensaje al Secretario General interino, en el cual ma­nifestaba que el Gobierno soviético había designado alSr. V. V. Kuznetsov. Primer Viceministro de Rela­ciones Exteriores de la URSS, para que se dirigieraa Nueva York a fin de cooperar con el SecretarioGeneral interino en sus esfuerzos por eliminar esapeligrosa situación. Para mantener informado al Secre­tario General interino acerca de la posición soviética,el Presidente Khrushchev le envió también una copiade la carta que había dirigido al Presidente Kennedyel mismo día. En esa carta. el Presidente Khrushchevindicaba que veía con respeto y confianza la declaracióndel Presidente Kennedy según la cual "no habrá ataque,ni invasión de Cuba. ni por parte de los Estados Unidosni por otras naciones del Hemisferio Occidental". ElPresidente Khrushchev agregaba que se había dadoinstrucciones para "adoptar medidas adecuadas parainterrumpir la construcción de las instalaciones men­cionadas. desmantelarlas y llevarlas de nuevo a laUnión Soviética".

En una carta del 28 de octubre (S/5228, anexo 1),dirigida al Secretario General interinú, el Primer Mi­nistro Castro se refirió a la declaración formulada porel Presidente Kennedy, en carta enviada al PresidenteKhrushchev en el sentido de que los Estados Unidosaceptarían, después de establecerse adecuados acuerdospor conducto de las Naciones Unidas, eliminar lasmedidas de bloqueo en vigor y dar garantías contra unainvasión a Cuba. Se refirió también a la decisión anun­dada por el Presidente Khrushchev de retirar las armasdefensivas estratégicas del territorio cubano. N o existi­rán, dijo el Primer Ministro Castro las garantías deque habla el Presidente Kennedy contra una agresióna Cuba, si, además de eliminar el bloqueo naval quepromete, no se adoptan entre otras, las siguientes me­didas: primero, la cesación del bloqueo económico yde todas las medidas de presión comercial y económicaque ejercen los Estados Unidos contra Cuba; se­gundo, la cesación de todas las actividades subver­sivas, incluyendo el lanzamiento y el desembarcode armas por aire y por mar, la organización de inva­siones mercenarias, la infiltración de espías y sabotea­dores; tercero, la cesación de los ataques piratas reali­zados desde los Estados Unidos y Puerto Rico; cuarto,la cesación de todas las violaciones de! espacio aéreoy de las aguas territoriales de Cuba por aviones y navíosde guerra de los Estados Unidos; quinto, la evacuaciónde la base naval de Guantánamo, por los EstadosUnidos.

[El 28 de octubre, el Secretario General interinoexpresó su agradecimiento al Presidente Khrushchevpor haberle enviado una copia del mensaje que elPresidente había remitido el 28 de octubre al Presi­dente Kennedy en contestación a la carta de este últimodel día 27 de octubre. El Secretario General interinoexpresaba que había tomado nota de las constructivaspropuestas que el Presidente Khrushchev había hechopara eliminar la tensión en la zona del Caribe, y quecreía que cuando dichas propuestas fueran llevadas a

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cabo la situación en el Caribe se normalizaría. ElSecretario General interino expresó su particular satis­facción por el hecho de que el Gobierno de la UniónSoviética hubiese convenido en interrumpir la cons­trucción de bases de cohetes halísticos en Cuba. endesmantelarlas y llevarlas de nuevo a la Unión Sovié­tica. así como de que estuviese dispuesto a llegar aun acuerdo en virtud del cual los representantes de lasNaciones Unidas pudiesen verificar el desmantelamientode las bases. Deseaba asimismo discutir con el Sr.Kuznetzov, y con el Primer Ministro Castro. las moda­lidades de la verificación por los observadores de lasNaciones Unidas, a 10 cual el Presidente Khrushchevhabía accedido tan prontamente, y expresó la esperanzade que podría alcanzar un acuerdo satisfactorio conellos.]

[Los días 30 y 31 de octubre, el Secretario Generalinterino, que se había trasladado por avión a La ~~hanacon algunos de sus colegas y asesores. conferenCIo conel Presidente Dorticós y el Primer Ministro Castro.Al regresar a la Sede el 31 de octubre el SecretarioGeneral interino declaró que sus conversaciones con losdirigentes cubanos habían sido provechosas y qt~e sehabía llegado a un acuerdo para que las NacIOnesUnidas contir..~taran participando en la solución pacíficadel problema. Manifestó después que durante su per­manencia en La Habana se le había informado en formafidedigna de que ya se ~a~ía iniciado el.desma~tela­miento de los cohetes 1>C1.hsttcos y de sus mstalacIonesque se completaría para el 2 de noviembre.],

[En una carta del 15 de noviemhre dirigida al Secre­tario General interino. el Primer Ministro Castro rei­teró la posición de Cuba de que la instalación de armasen Cuha había sido un acto de legítima defensa contrala política agresiva de los Estados Unidos, y de queCuba no permitiría una inspección unilateral, nacionalo internacional, de su territorio. Manifestó que mientrasel Gobierno soviético, en cumplimiento de su promesaal Presidente Kennedy, había retindo sus cohetes balís­ticos estratégicos bajo la inspección de funcionariosde los Estados Unidos en alta mar, los Estados Unidoscontinuaban violando la soberanía de Cuba. Advirtióque toda nave que violase el espacio aéreo ~ubanocorrería el riesgo de ser destruida. El 19 de nOVIembreel Primer Ministro Castro informó al Secretario Gene­ral interino de que el Gobierno cubano no se opondríaa la decisión del Gobierno soviético de retirar de Cubalos bombarderos medianos IL-28.]

En una carta del 26 de noviembre (S/5210), dirigidaal Secretario General interino. el Gobierno de Cuba serefirió a una declaración del Presidente Kennedy sobreel levantamiento del bloqueo en reciprocidad por laacción ante el acto de la Unión Soviética en el sentidode retirar de la Isla los cohetes balísticos de alcanceintermedio y los bombarderos medianos IL-28. A juiciodel Gobierno de Cuba, sin embargo, la negativa porparte de los Estados Unidos a dar garantías contra unainvasión de Cuba, aduciendo que este país no habíaaccedido a la inspección internacional, era un simplepretexto para no cumplir su compromiso e insistir ensu política de agresión contra Cuba. El Gobierno cu­bano, insistiendo en que era indispensable adop!ar .l?scinco puntos que había expuesto en la comumcaClOndel 28 de octubre, sostuvo que la necesidad de esta­blecer medidas de control efectivo constituía una delas garantías requeridas para una solución verdaderay definitiva de la crisis. Manifestó además que si EstadosUnidos y sus cómplices de agresión contra Cuba no

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aceptaban la inspección en sus te-rritorios por lasNaciones Unidas, Cuha no aceptaría por ningún con­cepto la inspección de su territorio.

En una carta con fecha 5 de diciembre (S/5214),el Representante Permanente de Cuba denunció queen la noche del 4 de diciembre. individuos integrantesde organizaciones contrarrevolucionarias que operabanen territorio norteamericnno. tripulando una embarca­ción grande procedente del norte dispararon contra unazona situada al este d,~ la ciudad de Caibarién.

El 7 de enero de 1963. en una carta conjunta diri­gida al Secretario General (S/5227). el Sr. Kuznetsov,Primer Viceminis~ro de Relaciones Exteriores de laUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y el Sr.Stevenson. Representante Permanente de los EstadosUnidos. expresaron su reconocimiento al SecretarioGeneral por los esfuerzos que había realizado paraayudar a sus respectivos Gohiernos a evitar la graveamenaza surgida a la paz recientemente en la regióndel Caribe. Manifestaron que aunque no había sidoposihle resolver todos los problemas que se suscitaronen relnción con ese asunto, los dos Gobiernos estimabanque, dado el grado de entendimiento logrado entre ellosrespecto de la solución de la crisis y el grado de pro­greso realizado en la aplicación de ese entendimiento,no era necesario que esa cuestión continuara ocupando,por el momento. la atención del Consejo de Seguridad.Los dos Gobiernos expresaron la esperanü1. de que lasacciones realizadas para evitar la amenaza de guerraen relación con la crisis condujeran al arreglo de otrasdiferencias que existieran entre ellos y de la disminu­ción general de la tirantez que pudiera ocasionar unanueva amenaza de guerra.

En una carta de fecha 7 de enero de 1963 (S/5228).el Representante Permanente de Cuba comunicó alSecretario General la opinión de su Gobierno de quelas negociaciones no h"bían producido acuerdos acep­tables para Cuba y capaces de garantizar de manerapermanente la paz en el Caribe. El argumento básicoera que los Estados Unidos, lejos de renunciar a supolítica agresiva e intervencionista respecto de la Repú­blica de Cuba, había mantenido la posició'l de fuerzaasumida en flagrante violación de las normas jurídicasinternacionales. El Gobierno cubano no podía consi­derar como acuerdo eficaz otro que no fuera el que in­cluyese la consideración de los cinco puntos o medidas,que como garantías mínimas para la paz en el Caribe,había reclamado el Primer Ministro Fidel Castro ensu declaración del 28 de octubre de 1%2. La simplepromesa de no invasión por el Gobierno de los EstadosUnidos, la cual, por otra parte, ni siquiera había sidoformalizada, no constituía garantía alguna para Cuba.El Gobierno cubano recordó que ya había dicho queestaba dispuesto a aceptar un sistema de verificaciónmúltiple en los países de la zona del mar Caribe queincluyera el territorio correspondiente de los EstadosUnidos, 10 cual resolvería la verificación del cumpli­miento de los compromisos contraídos, siempre quelos Estados Unidos asumieran como compromiso suyola adopción de las mencionadas cinco medidas o puntosexigidos por el Gobierno cubano. A juicio del Gobiernode Cuba no había mejor manera de resolver la crisis,que mediante negociaciones pacíficas y el acatamientode las normas del derecho internacional. Por último,Cuba se reservaba siempre todo el derecho, frente asus e~:emigos, de adoptar las medidas que estimasepertinel!tes y a obtener las armas que considerasenecesanas.

Capítulo 2

CARTA DE FECHA 10 DE ABRIL DE 1963, DmIGIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DESEGURIDAD POR EL ENCARGADO DE NEGOCIOS INTERINO DE LA MISION PERMANENTEDEL SENEGAL

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El 8 de enero, el Secretario General, en cartas(S/5229 y S/5230) dirigidas al Representante Perma­nente de los Estados Unidos v al Primer Viceministrode Re!:',,'iones Exteriores de 'la Unión de RepúblicasSocialic .as Soviéticas. expresó su esperanza de quetodo. los gohiernos interes:ldos se abstendrían deadoptar cualquier medid:'! que pudiera agravar de algúnmodo la situación en la zona del Carihe. En una cartacon fecha 9 de enero (S/5231) dirigida al Represen­tante Permanente de CuIJa. el Secretario General tomónota de la posición del Gobierno revolucionario deCuha, expresada en su carta del 7 de enero, y mani­festó su confianza en que todos los gobiernos intere­sados se abstendrían de cualquier acto que pudiera;lgravar de cualquier manera la situación en la regióndel Caribe.

Por una carta de fecha 11 de marzo (S/5259) elRepresentante Permanente de Cuba comunicó al Pre­sidente del Consejo de Seguridad el texto de una carta,de fecha 4 de m'1rzo de 1963, dirigida por el Ministrode Relaciones Exteriores de Cuba, al Secretario General.En la carta se manifestaba que desde la terminación de

En una carta, de fecha 10 de abril de 1963 (S/5279),el encargarlo de negocios interino del Senegal pidió queel Consejo de Seguridad se reuniera cuanto antes paradiscutir "las repetidas violaciones del espacio aéreo ydel territorio senegalés". Agregaba que el 9 de abril,cuatro aviones portugueses habían violado el espacioaéreo del Senegal y lanzado cuatro granadas sobre laaldea de Bougniack. En la carta se recordaba que, endiciemhre de 1961. Senegal ya había señalado a la aten­ción del Consejo de Seguridad otras violaciones ante­riores de carácter análogo. Ante la repetición de estoshcidentes, el Gobierno del Senegal no tenía más remedioque dirigirse al Consejo de Seguridad. En una correc­ción ulterior (S/5279/Corr.l), el Senegal declarabaque el incidente mencionado había ocurrido el 8 deabril y no el 9 de abril.

En carta de la misma fecha, el representante dePortugal declaró (S/5281) que tras minuciosa investi­gación, su Gobierno podía declarar categóricamente quela acusación de violación formulada en la carta delSenegal "ca'recia de todo fundamento". En la fecha in­dicada, ninguna aeronave militar portuguesa había vo­lado en la zona a que se refería la carta o ninguna otrazona a 10 largo de la frontera con el Senegal. En cuantoa la referencia del Senegal a supuestas violaciones ante­riores, Portugal ya las había contestado en su carta de10 de enero de 1962 (S/5055). Portugal deplorabaque el Senegal hubiera ~?mbinado estas dos viej~sdenuncias con una alegaclOn totalmente nueva y S111

fundamento con objeto de crear un ambiente de hosti­lidad contra Portugal a fin de fomentar ciertos obje­tivos políticos. En esas circunstancias, Portugal con­sideraba que la reunión del Consejo de Seguridad nose justificaba en modo alguno.

El Consejo de Seguridad incluyó este asunto en suorden del día de la 1027a. sesión, celebrada el 17 de abrilde 1963, e invitó a los representantes del Senegal y

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las negoclaclOnes diplomáticas en torno a la crisis delCaribe, habían surgido nuevas amenazas y tirantecescomo resultado de la política de agresión de EstadosUnidos contra Cuba. Refiriéndose a los acontecimientosocurridos en la Organización de los Estados Ameri­canos, el Gobierno cubano acusaba a Venezuela y aotros países de América Latina de fomentar la agresióncontra Cuba.

En relación con el documento S/5259 hubo un canjede correspondencia entre los re¡::resentantes de Vene­zuela, Costa Rica y Paraguay y el Presidente del Con­sejo de Seguridad (S;526O. S/5264, S/5266, S/5267,S/5268, S/5269, S/5271, S/5272 y S/5273).

En una carta de fecha 10 de mayo (S/5299), elrepresentante de Cuba transmitió al Presidente del Con­sejo de Seguridad el texto de una nota que su Gobiernohabía enviado, el 26 de abril, al Gobierno de EstadosUnidos. En la nota se protestaba contra un intentode bombardear una refinería de petróleo en Cuba, rea­lizado supuestamente el 25 de abril, por un ciudadanode los Estados Unidos, en un avión que operó desdeterritorio norteamericano.

de Portugal a que participaran, sin voto, en el examendel mismo. En su 1028a. sesión, celebrada el 18 deabril, el Consejo acordó acceder a las ;;olicitudes delos representantes del Congo (Brazzaville) y del Gabón(S/5286 y S/5288 respectivamente) a participaT en eldebate en el momento oportuno. El Consejo examinóesta cuestión en sus sesiones 1Ü27a. a 1033a. (inclusive)celebradas entre los días 17 y 24 de abril de 1963.

En la 1027a. sesión del Consejo de Seguridad, cele­brada el 17 de abril de 1963, el representante delSenegal declaró que no era la primera vez que habíanocurrido incidentes de esa clase. Ya el 10 de diciembrede 1%1, unidades motorizadas del ejército colonialportugués habían penetrado en la aldea senegalesa deBakaka sembrando el terror entre su población. Por­tugal había persistido en esa política con actos pare­cidos, entre ellos repetidos vuelos de aviones de cazaportugueses sobre territorio senegalés. El Senegal habíapedido al Consejo de Seguridad que examinara estosincidentes en el momento oportuno, pero se le habíarecomendado que tratara de llegar a un ar-reglo directocon Portugal. Aun cuando el Senegal había seguidoese procedimiento, se veía muy a su pesar obligado acomparecer ante el Consejo de Seguridad en vista deque los incidentes que habían ocurrido eran más gravesque los de 1961.

El 8 de abril de 1963, la aldea senegalesa de Boug­niack había sido bombardeada por cuatro aviones delejército colonial portugués. Dos aviones pequeños vola­ron previamente y fueron seguidos por bombarderosque arrojaron bombas sobre la aldea de Bougniack yla atacaron con fuego de ametralladora. Un grupo defuncionarios del Gobierno senegalés encontró pedazosde cola de cohetes y cartuchos de ametralladora. Re­sultó herida una persona que fue hospitalizada. Lasautoridades portuguesas en Bissau admitieron que, el8 de abril, se habían realizado maniobras combinadas

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Además del bombardev de la aldea de Bougniack,la tirantez existente en la región se debía también a lapolítica sistemática de división de la. población fron­teriza. Los portugueses estaban reahzando matanzasy aterr~rizando a la población de piol~,. que era denacionalIdad portuguesa, a fin de mduclt les a lucharcontra los nacionalistas e incitarles contra los habitanteslocales en el lado del Senegal, que se llaman mandjakes.La situación era sumamente peligrosa porque si ele­mentos extranjeros cruzaban la frontera del Senegalpara atacar a sus nacionales, el Senegal se vería obligadoa actuar.

Una tercera causa de tirantez era la det~nción dedos conductores senegaleses que habían sido atacadosy posteriormente detenid.os ~e.spués de penetrar e~ l.aGuinea Portuguesa en eJerclcIO nor:nal de sus activI­dades. El Gobierno senegalés no había podido estable­cer contacto con ellos. Entre otros factores que agra­vaban la situación figuraba la existencia ?e ';lna redde espionaje portugués que actuaba en terrItOrIO sene­galés. Se había detenido a dos espías que habían confe­sado que trabajaban a favor de Portugal.

Más de una vez Portugal había acusado al Senegalde abrigar intenciones de anexión respecto de la GuineaPortuguesa. T~lles acusaciones quedaban desmentidaspor la posición que siempre había manteni~o ~l .Senegalen las Naciones Unidas y su apoyo al prInClpIO de lalibre determinación y la independencia na~ional. Ade­más, en todas las cuestiones rebtivas a fronteras deantiguas colonias, el Senegal se adhería estrictamenteal principio jurídico de que cuando una colonia obter.íasu independencia sus límites territoriales debían serlos mismos que cuando había sido colonia. La tiranteza lo largo de la frontera obedecía exclusivamente.a lapolítica que seguía Portugal. De hecho, el ambienteera tan tirante y cargado de peligro que podría pro­vocar un conflicto armado y constituía una amenazapara la paz y la seguridad internacionales. P«;>r ese mo­tivo, su delegación estimaba que el Cons~Jo .deberíacondenar las incursiones portuguesas en terntOrIO sene­galés y los ataques contra aldeas del Se~egal. Tam1:J~én

pedía al Consejo que adoptara las medIdas necesarIaspara que Portugal se ~!uviera al derecho internacionaly aplicara la resolucIOn 1514 (XV) relatIva a ladescolonización.

El representante de Portugal declaró que el examende los supuestos agravios del Senegal era irregular yprematuro con arreglo a la Carta de las N acion~s

Unidas. La solicitud del Senegal de que el Consejocelebrara una sesión correspondía al Capítulo VI de laCarta en el que se prevé que las partes en una con­troversia tratarán de buscarle solución ante todo me­diante la negociación, la investigación, la mediación yotros medios pacíficos. Sólo se podía rec1;1rrir al ~on­

sejo de Seguridad cuando todas esas medIdas hublese~

sido probadas sin éxito. Sin embargo, el Senegal msiquiera había pretendido utilizar ninguno de estos me­dios de solución previstos en el Artículo 33 de la Carta,y el Gobierno de Portugal sólo había podido enterarsede las supuestas causas de la controversia por mediode la prensa. No obstante, Portugal siempre habíatratado de mantener con el actual Gobierno del Senegallas relaciones más correctas y de mejor vecindad, comocorresponde a Estados que tienen fronteras comunes.

El represpntante de Portugal agregó que el 9 de abrilde 1963, ningún avión militar portugués, procedente

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de bases en la provincia de Guinea, había despegado ypor 10 tanto ningún avión portugués podía haber voladosobre la aldea de Bougniack ni sobre ninguna otra zonaa 10 largo de la frontera del Senegal. Además, todoslos aviones portugueses en la provincia de Guinea teníanórdene<; muy estrictas de respetar escrupulosamente lasoheranía e integridad de la República del Senegal.El Senegal había alegado luego que el supuesto inci­dente no había ocurrido el9 de abril sino el día anterior.No estaba muy clara la razón de que el Senegal hubieraesperado siete días para corregir ese dato tan impor­tante. La investigación efectuada por el Gobierno dePortugal había revelado claramente que el 9 de abrilningún avión militar había despegado en Guinea Por­tuguesa y que el 8 de abril se habían efectuado manio­bras militares de poca importancia, pero que ningúnavión había empleado bombas ni granadas, y todas lasoperaciones se habb.n desarrollado estrictamente enterritorio portugués. N o parecía que las autoridadessenegalesas estuvieran segnras de la fecha en que sehabía producido el incidente ni de los daños que pre­suntamente se habían causado. Precisamente para evitarsituaciones confusas de esa clase se recomendaba a laspartes de una controversia las disposiciones del Artículo33 de la Carta. El representante de Portugal hizoresaltar que se había hecho evidente que la queja carecíaa todas luces de fundamento. N o se había realizadoningún vuelo ni ningún bombardeo sobre parte algunade territorio senegalés.

Las denuncias del Senegal relativas a los incidentesde diciembre de 1961 habían sido dirimidas en aquellaoportunidad. Se había explicado que obedecían en sumayor parte a errores de navegación y que no habíaexistido el propósito deliberado de violar el territorioseneO'alés. Además, Portugal había expresado su pesarpor ios incidentes ocurridos y había ofrecido una expli­cación en forma que dejaba perfectamente a salvo subuena fe y sinceridad. La ~enuncia de que colu~n~smotorizadas portuguesas hablan penetrado en terrItOrIOsenegalés carecía de fundamento y, junto con otrasdenuncias había quedado contestada adecuadamente enel docum~nto S/5055. En cuanto a la acusación deque en el Senegal actuaban agentes de la policía por­tuguesa, afirmó igualmente que la acusa~ión carecíade fundamento y que las personas detemdas por elSenegal no eran agentes de Portugal. Respecto de laacusación de que se había detenido a dos conductoressenegaleses, podía afirmar que era la primer;a vez quehabía escuchado tal denuncia, pero supoma que setrataba de un caso ordinario y estaba seguro de que,de haberse comprobado la inocencia de esas personas,se les habría puesto en libertad. En todo caso, el citadoincidente no servía de base a una denuncia ante elConsejo. Terminó diciendo que su país estaba dis­puesto a cooperar y a discutir con el Senegal proble­mas de interés común a fin de llegar a solucionesaceptables.

En la 1028a. sesión del Consejo celebrada el 18 deabril, el representante del Senega1 observó que..Por­tugal había acusado al Senegal de no haber utIlIzadolas disposiciones de la Carta relativas al arreglo de lacontroversia por conciliación. N o es que ello significaraque Portugal se había convertido de r~pente er: unardiente defensor de la Carta de las NaCIOnes Umdas,ya que de todos era bien conocido el desprecio quePortugal había demostrado por la Carta. Además, araíz de los incidentes de 1%1 y principios de 1962,el Senega1 había tratado por todos los medios deresolver sus diferencias con Portugal por medio de la

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negocbción, pero esas conversaciones habían fracasado.El Senegal había tenido que comprender el hecho ine­ludible de que no cabía posibilidad alguna de diálogocon Portugal. Portugal negaba todo, e incluso en sucarta de 10 de abril de 1963 había calificado la denun­cia del Senegal de carente de fundamento y, en el mejorde los casos, de carácter trivial. El Senegal no teníamás recurso que presentar la denuncia ante el Consejode Seguridad.

Portugal había tratado de sembrar la confusión enel asunto al declarar que la denuncia del Senegal eraimprecisa y que la fecha del incidente se había corre­gido en un telegrama posterior. La fecha del primertelegrama se debió a un error de transmisión. El comu­nkado facilitado por las autoridades portuguesas enBissau demostraba que había habido agresión y quese habían efectuado maniobras aéreas en la regióJ:l,fronteriza. El primer comunicado senegalés se habíareferido a granadas de mano por basarse en el informeque se había recibido entonces. En el segundo comu­nicado, el Gobierno del Senegal había dado la infor­mación precisa. Sin embargo, aparte de los detalles dela agresión, lo importante era que se había demostradola violación del espacio aéreo del Senegal, que se habíabombardeado una aldea senegalesa, se había puesto enpeligro la vida de nacionales senegaleses y ~'e habíaherido gravemente a uno de sus ciudadanos. Tal vez,todo esto pareciera trivial al representante de Portugal,pero, para el Senegal, era una cuestión de grave im­portancia. Con su acción, Portugal había causado unagrave situación de tirantez en las fronteras del Senegal,que también se debía a la política general que Portugalseguía en Africa, y que las Naciones Unidas habíandiscutido y condenado durante muchos años. El mejorservicio que el Consejo de Seguridad podría prestara Portugal era hacerle comprender 10 retrasado quese hallaba en la aplicación de la resolución 1514 (XV)de la Asamblea General relativa a la cOh'esión de laindependencia a los países y pueblos coloniales. Asi­mismo, el Senegal confiaba en que el Consejo de Segu­ridad le ayudaría a restablecer la paz y la tranquilidaden sus fronteras con la llamada Guinea Portuguesaobligando a Portugal a comprender mejor los prin­cipios que regulan las relaciones entre países vecinos.

En la misma sesión, el representante de Ghana de­claró que, tras examinar las declaraciones hechas anteel Consejo, su delegación estaba persuadida de que lareunión del Consejo estaba en orden y era importante.En virtud del Artículo 35 de la Carta, todo EstadoMiembro podía llevar cualquier controverr.'1. o cual­quier situación que pudiese poner en peligl.O la pazy la seguridad internacionales a la atención del Consejo.Ghana estaba persuadida de que existía tal amenazaa la paz internacional como resultado de los incidentesde que el Senegal había dado cuenta ante el Consejo.El Senegal había tratado antes de resolver su contro­versia con Portugal en forma bilateral, pero en vistade la persistencia de los incidentes y de que el Senegalhabía roto sus relaciones diplomáticas con Portugal,no se podían continuar esas negociaciones. Además, laviolación del territorio senegalés por Portugal se debíaa la existencia de la colonia portuguesa en las fronterasdel Senegal, es decir, a la llamada Guinea Portuguesa.Cabía afirmar que la denuncia del Senegal era unadenuncia presentada por toda Africa. Para los Estadosafricanos, el provocativo y arrogante alarde de fuerzaque Portugal hacía en la llamada Guinea Portuguesay en el Senegal y otras partes de Africa, era causade grave preocupación. De tener solamente en cuenta

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Portugal contra el Senegal no era un acto aislado,sino que formaba parte de la política que seguía encooperación con otras Potencias coloniales a fin derestaurar su decadente posición en Africa. Así, lasautoridades portuguesas de Angola y la empresa bri­tánica Benguela Railway habían cooperado en la orga­nización del envío de suministros de armas y equipoa Tshombé. Portugal no podría reprimir el movimientode liberación nacional de los pueblos de las coloniasportuguesas sin el apoyo y la asistencia de otros miem­bros de la OTAN. Era evidente que esa política cons­tituía una grave amenaza para la paz y la seguridadinternacionales. En su resolución 1807 (XVII), apro­bada el 14 de diciembre de 1962, la Asamblea Generalya había tomado nota con viva inquietud de que lapolítica y los actos de Portugal con. respecto a losterritorios bajo su administración habían creado unaamenaza muy grave para la paz y la seguridad mun­diales. El Comité de los veinticuatro había señalado ala atención del Consejo de Seguridad la situación quese había producido a consecuencia de los actos dePortugal y había pedido al Consejo que adoptara lasmedidas apropiadas, incluidas las sanciones, contraPortugal. Con este nuevo ado, Portugal había demos­trado de modo concluyente que seguía violando obsti­nada y sistemáticamente los principios de la Carta,motivo por e! cual era absolutamente indispensableque el Consejo actuara inmediata y decisivamente.

En la 1030a. sesión del Consejo, celebrada el 19 deabril, el representante de Portugal declaró que, por eltono y el contenido de las declaraciones de, los repre­sentantes del Senegal y de los que le habían apoyado,se infería claramente que la denuncia del Senegalconstituía parte de una conspiración cuidadosamentetramada para preparar el terreno al Consejo para queéste examinara sin justificación alguna cuestiones queeran de la exclusiva jurisdicción interna de un Estadosoberano. Los incidentes denunciados por Senegal erande poca trascendencia y todas las acus::tciones subsi­guientes de "represión", "barbaridades" y "atroci­dades" carecían de fundan1ento. El Senegal habíautilizado sin distinción alguna las expresiones "gra­nadas, granadas de mano. bombas y cohetes". Eraevidente que se estaba tratando de sembrar la confu­sión y encubrir las discrepancias en cuanto a la fechadel incidente y a los hechos del supuesto daño. Aunlos documentos (S/5287) presentados posteriormentepor la delegación del Senegal y distribuidos a susolicitud no demostraban que los proyectiles o cohetesde que hablaba hubiesen sido disparados desde avionesportugueses el citado día, ya fuera el 8 o el 9 de abril.Además, tampoco había prueba alguna de que hubieransido disparados contra la aldea de Bougniack. Lasdeclaraciones del representante de! Gobierno del Se­negal :Jara demostrar su caso parecían haber sidohechas por personas de la Guinea Portuguesa que sehabían trasladado al Senegal para escapar de las pes­quisas de las autoridades portuguesas. Además, no exis­tía indicio alguno en cuanto a la fecha en que se habíanhecho esas declaraciones o la forma en qt<.e se habíaestablecido su autenticidad.

El representante de Portugal agregó que la refe­rencia a la supuesta tirantez en las fronteras entre elSenegal y la Guinea PortL1gucaa sólo tenía por objetoreforzar la denuncia original del Senegal. En realidad,no existía la menor tirantez en la frontera, salvo enaquellas ocasiones en qUe penetraban agitadores en laGuinea Portuguesa bajo el pretexto de que eran·nacio­nalistas, cuando en realidad eran agentes provocadores.

Asimismo era falsa la acusación de que Portugal man­tenía en territorio del Senegal una "red de espionaje"que actItaba contra ese país.

Senegal h<'.bía puesto gean empeño en asegurar queno tenía designios expansionistas con respecto a laGuinea Portuguesa. Sin embargo, en septiembre de1961, cuando e! Senegal rompió relaciones diplomá­ticas con Portugal, una de las razones aducidas habíasido que Portugal se había negado a ceder su provinciade Guinea. Con ese propósito, el Senegal había recu­rrido a métodos sutiles de presión contra Portugal.Las estaciones de radio transmitían programas sub­versivos de propaganda antiportuguesa. Se habían pro­porcionado medios a los grupos de terroristas en elSenegal para sus incursiones agresivas en territorioportugués. Sobre territorio de la Guinea Portuguesahabían volado aviones que, se suponía, procedían de!Senegal. Portugal había reiterado su deseo de discutircon el Senegal asuntos de interés común y cooperarcon este país para llegar a una :nlución aceptable. Sinembargo, en vista de las versione~ wntradictoriassobre el supuesto ataque contra Bougniack, Portugalsugería que se estableciera una pequeña comisión parainvestigar sobre el terreno el incidente que había pro­vocado la denuncia del Senegal. La Comisión se com­pondría de técni.ros competentes que serían nombradosen númerr igual por cada una de las partes y estaríapresidida por un neutral aceptable para ambas partes.Portugal presentaba esa propuesta con espíritu de buenafe e impulsado por un auténtico deseo de conciliación.

El representante del Gabán declaró que su delega­ción había solicitado participar en el debate porquele unían al Senegal acuerdos bilaterales de defensa y,a su juicio, si se producía un conflicto entre el Senegaly otro Estado, Gabón se interesaba justificadamente enla cuestión. El presente conflicto no se limitaba a esasdos partes, sino que también interesaba a los aliadosdel Senegal y a los Estados africanos en general.Estaba autorizado por los Estados que constituíanla Unión Africana y Malgache a apoyar incondicional­mente a la República del Senegal. Los reiterados actosde terrorismo perpetrados por los elementos motoriza­dos del ejército portugués y la violación del espacio aéreosenegalés habían ofrecido pruebas innegables de que elejército portugués estaba dispuesto a utilizar todos losmedios a su alcance para mantener su presencia en elcontinente africano. Sin embargo, las Naciones Unidasno podían permanecer indiferentes ante tal situacióny permitir que Portugal siguiera negando e! derechode libre detern1inación al pueblo de la Guinea Portu­guesa o a efectuar sus incursiones contra países vecinos.

El representante del Congo (Brazzavi1Ie) dijo quele parecía irónico que Portugal, cuyo historial pocoenvidiable de desconocimiento de resoluciones de laAsamblea General y de negativas de cooperar contodas las comisiones establecidas para resolver losproblemas de la descolonización y que había cometidoreiterad08 actos de agresión contra Estados africanos,pidiera ahora que se celeoraran conversaciones bila­terales cuando anteriormente habían fracasado todaslas conversaciones de ese tipo. Asimismo, Portugalhabía tratado de restar importancia a la denuncia delSenegal. No obstante. independientemente de la con­fusión que se hubiera producido a consecuencia de unerror en cuanto a la fecha del suceso o la forma deexpresión, lo cierto era que se había producido laagtesión y que no era la primera vez que Portugaleta culpable de un' acto de esa índole. Además, elCongo (Brazzaville)· en sus fronteras con Cabinda

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también había sufrido incidentes análogos a los delSenegal. Tales incidentes reflejaban la trágica situa­ción que Portugal había creado en distintas partes deAfrica por su obstinada política de no reconocer lasaspiraciones legítimas del pueblo que, para su des­gracia, estaba bajo su admini~tración. Como los pueblosde Africa, y, en particular los pueblos bajo adminis­tración portuguesa, habían rechazado la llamada so­ciedad multirracial de Portugal, no le quedaba a estepaís más remedio que seguir una política sumamenterepresiva en esos territorios. Si el Consejo de Segu­ridad no adoptaba medidas decisivas para impedir quePortugal siguiera esa política de represión, se veríaobligado a entender en casos mucho más graves deagresiones de Portugal contra naciones africanasunidas.

En la 1031a. sesión del Consejo, celebrada el 22 deabril, el representante del Senegal declaró que sudelegación había demostrado claramente que los inci­dentes que habían resultado de la acción de Portugalafectaban a las raíces mismas de la independencia delos Estados africanos. Si Portugal podía lanzar bombassobre el Senegal, también podría bombardear impune­mente cualquier otro Estado africano. Se amenazabacon ello la existencia misma de la independencia. Elrepresentante de Portugal no había aducido argumentoalguno como no fuera la negación de todo. Portugalhabía acusado al Senegal de desencadenar una cam­pa?a radiofónica y de propaganda contra Portugal. EnprImer lugar, los programas de Radio Senegal no teníanmás finalidad que informar al pueblo senegalés delcomportamiento de Portugal en Africa. Además, ali&Ual que los otros Estados africanos, el Senegal estabadIspuesto a mantener el derecho de la libre determina­ción de los pueblos y seguiría proclamando su adhesióna la libertad, justicia y dignidad humana para todoslos pueblos del mundo. Todos los Estados que nopodían aceptar la política retrógrada de Portugal habíandefinido y enunciado oficiahnente su posición juddicay los medios que consideraban adecuados para acelerarla liberación de los pueblos oprimidos de las coloniasportuguesas. La oferta de Portugal de establecer unacomisión de encuesta no era más que una táctica dila­toria cuya única finalidad era impedir que el Consejode Seguridad adoptara una decisió!! justa y eficiente.

En la 1032a. sesión del Consejo, celebrada el 23 deabril, el representante de Marruecos declaró que elSenegal había demostrado daramente su deseo de basarsus relaciones con Portugal en el respeto mutuo y enel derecho internacilJnal, pero los incidentes que habíanvenido produciéndose desde diciembre de 1961 y los es­fuerzos frustrados del Senegal por resolver amigable­mente esos incidentes, habían definido claramente cuálera la parte que constantemente faltaba a las obligacionesmutuas. Portugal había tratado de restar importancia alos incidentes y había llegado a sugerir que el Senegaldebería haber recurrido al Artículo 33 de la Cartaantes de presentar su denuncia ante el Consejo deSeguridad. Como ya 10 había señalado el propio Sene­gat, un país que no sólo venía desconociendo obstina­damente las resoluciones de las Naciones Unidas, sinoque también prestaba pOCe1- atención a los principiosfundamentales de la Carta, había demostrado clara­mente que toda discusión bilateral era inútil. Por esemotivo, Marruecos había apoyado plenamente al Se­negal al plantear la cuestión actual ante el Consejo.Además, el incidente denunciado por el Senegal noera un incidente' aislado. Era tin acto característico deagresión perpetrado por el imperialismo portufués con-

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tra la soberanía e integridad territorial del Senegal,ya qu:. de hecho, la presencia de Portugal en Guinearevestía un carácter que exponía forzosamente al Se­negal al riesgo de nuevas violaciones que inevitable­mente habrían de cometer las fuerzas armadas dePortugal. Portugal había acusado tácitamente al Se­nega! de dar asilo a los nacionalistas de Guinea ycalificado este acto del Senegal de acto de beligerancia.De ser así, Portugal se encontraría en estado de guerracon todos los países de Africa y con otros muchos quedesearían apoyar y dar asilo a los nacionalistas deAngola, Guinea y Mozambique. Sin embargo, dejandoa un lado por el momento las consecuencias remotasdel incidente de Bougniack y limitándose al acto deagresión en una localidad precisa, la delegación deMarruecos no podía menos de considerarlo en verdadcomo una violación, cometida por Portugal, de la inte­gridad territorial del Senegal. Por consiguiente, elConsejo debía adoptar las medidas necesarias parahacer frente a esa situación. Por ese motivo, su dele­gación, junto con la de Ghana, presentaba el siguienteproyec.to de resolución (S/5292):

"El Consejo de Seguridad}"Deplorando los incidentes que han ocurrido cerca

de la frontera entre el Senegal y la Guinea Por­tuguesa,

"Observando con inquietud que el estado de lasrelaciones en esa región entre las dos partes inte­resadas puede ser causa de tirantez en ocasión decualquier incidente, y expresando la esperanza deque dicha tlrantez sea eliminada en conformidadcon las disposiciones de la Carta,

"Tomando nota de la declarada intención del Go­bierno de Portugal de respetar escrupulosamentela soberanía y la integridad territorial del Senegal,

"1. Deplora toda incursión en el territorio delSenegal por fuerzas militares portuguesas, así comoel incidente ocurrido en Bougniack el 8 de abril;

"2. Pide al Gobierno de Portugal que, conformea sus declaradas intenciones, adopte todas las medi­das que puedan ser necesarias para evitar cualquierviolación de la soberanía e integridad territorial delSenegal;

"3. Pide al Secretario General que sip:a de cercael desarrollo de la situación."El representante de Marruecos añadió que su dele­

gación reconocía que el proyecto de resolución antestranscrito (S/5292) distaba de expresar adecuada­mente los sentimientos de los Estados africanos res­pecto del comportamiento de Portugal en Africa. Alpresentarlo, los autores habían querido lograr un espí­ritu de cooperación, así como la unanimidad, entre losmiembros del Consejo con respecto a un principio fun­damental de la Carta. Cualquier discrepancia de opi­niones sobre dicha cuestión no sólo menoscabaría laautoridad del Consejo 5;~" que tendría graves reper­cusiones en toda Africa.

El representante de Ghana manifestó que su dele­gación también se percataba .de que el proyecto deresolución (S/5292) que copatrocinaba no correspon­día a la gravedad de la denuncia formulada por elSenegal. Existía un grave estado de tirantez en lasfronteras del Senegal debido a los actos de Portugal.Portugal ,10 había negado el incidente, pero habíatratado de restarle importancia. Cabía destacar el tercerpárrafo de. la parte dispositiva del proyecto de reso­lucióti, 'en el cual se pedía al Sécretario General quesiguiese de cerca el desarrollo de la situación.

I .

El representante de Francia declaró que su delegaciónno había considerado a la ligera la preocupación ex­presada por el Senegal. con el cual Francia teníavinculas muy estrechos. No ohstante. eS'l estrecha sim­patia no impedía a su deleg<lción examinar la situaciónobjetivament~. Confornle a la información redbida porella de diversas fuentes. la delegación de Francia estabasegura de que el 8 de ahril habia ocurrido un incidenteen el curso del cual la aldea de Bougniack habia sidoblanco de halas y por lo menos de un cohete. disparadospor aviones procedentes de la Guinea Portuguesn. Enrealidad. no existia ninguna contradicción entre loshechos comunicados por el Seneg<ll y la informaciónprocedente de fuentes portughesas. Con todo, el Iamen­tahle incidente no era de tal gravedad que pudieseponer en peligro la paz internacional. En cuestiones deese género Francia consideraha que debian utilizarsede la manera más amplia posihle los procedimientosmencionados en el Articdo 33 de la Carta. En conse­cuencia. su delegación no habria considerado inapro­piada la propuesta de Portugal de que se enviase unacomisión investigadora. d~ haherse ohtenido el consen­timiento del Senegal. Como las relaciones entre los dosGohiernos interesados no daban viahilidad <~ dichasolución. la delegación de Francia podría apoyar elproyecto conjuntv de resolución (S/5292) que elConsejo tenía ante sí.

En la 1033a. sesión del Consejo. celehrada el 24 deabril. el representante de Venezuela manifestó que loshechos menrionados en la denuncia del Senegal, consi­derados aisladamente. no revestían mayt'lr gravedad.pero que dehido a su repetición y por estar enmarcadosdentro de un amhiente de tirantez como consecuenciade la política colonial de Portugal. dichos incidentestenían una significación más importante. No se podiapasar por alto ningún incidente que constituyese unaviolación dd territorio o del espacio aéreo de un país.Debido a la inexistencia de relaciones diplomáticas entrelas partes y <1 la tirantez creada entre ellas por razónde los mo'V imientos nacionalistas de la Guinea Portu­guesa. que contaban con la simpatía del Senegal y deotros Estados africanos. no se hahía podido resolverel incidente mediante conversaciones bilaterales. Enconsecuencia. incumbia al Consejo establecer ia verdadde los hechos y tomar una determinación al respecto.De las declaraciones hechas ante el Consejo y de infor­maciones provenientes de otras fuentes. quedaba esta­blecido que el 8 de abril Portugal habia efectuado enla frontera maniohras durante las cuales se hicieronlanzamientos de proyectiles tanto en Guinea Portuguesacomo en el Senegal. Seguramente los daños habí:msido causados involuntariamente, peca dada la tirantezexistente entre los dos países tales equivocacionespodian dar origen a un conflicto muy grave. Por lotanto, seríé!. apropiado que el Consejo de Seguridaddeplorase los hechos ocurridos y pidiese a Portugalque en 10 sucesivo tomas\.. todas las precauciones delcaso a fin de evitar la repetición de hechos similares.

El representante de los Estados Unidos declaró quecomo no era probable que se pudiera obviar por en­tonces ia causa subyacente de la tirantez entre Portugaly los Estados contiguos a ia Guinea Portuguesa, asaber la cuestión de la libre determinación, lo mejorsería ayudar a reducir la tirantez existente. Se habíapedido al Consejo primordialmente que se ocupara deun incidente concreto. Dicho incidente había ocurridocon el antecedente de que ya se habían planteado pro­blem.a!.i similares en 1961. De todos modos, los incidentese::-an de menor importancia, y e11 anteriores ocasi<.'11es

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Portugal habia reconocido que habían ocurrido viola­ciones involuntarias. y luego de expresar su pes.,r habiareiterauo su politica de respetar la soberanía del Sene­gal y se habia dedarado uispuesto a tomar medidaspara evitar llt1t'vas dificultades. En consecuencia, losEstados Unidos no estimaban que hubiese pruebas deqUt' las incursion~s en el territorio del Senegal obede­cieran a un plan predeterminado.

Si hien el:l cierto que conforme al Articulo 35 de laCarta todo Estado Miemhro podia señalar a la atencióndel Consejo de Seguridad cualquier controversia ocualquier sittt:lciún de naturaleza similar a la presen­tada por el Senegal. la delegación de los Estados Unidosconsideraba que en condiciolh's anúlogas a las del casodt' que se trataha dehía recurrirse en primer términoa las disposicione,· del Articulo 33. Cahia esperar, pot'lo tanto. que en caso de que se repitieran incidenteslen's de esa naturaleza. las partes interesadas recu­rrirían a las medidas prescritas en la Carta.

El representante de los Estados Unidos manifestóluego que la reladón geográfica entre las dos aldeasdel mismo nomhre a ambos lados de la frontera v laconfiguracic'l\l del toscamente demarcado límite en dichazona eran factores conducentes a un alto grado de pe­ligro de violacíon accidental en el curso de operacionesaéreas. No ohstante. sohre la base de los informes detestigos. y de Otros elementos de prueba. cahía 11eg~r

a la conclusión de que en realidad hahía ocurrido unincidente de la naturaleza descrita en la denuncia delSenegal. Aun así. la declaración hecha por el represen­tante de Portugal ante el Consejo ponia en cIara que nohabía existido el propósito de efectuar ninguna in­cursión v hahía reafirmado la política del Gobiernode Porttígal de respetar escrupulosamente la soberaníay la integridad territorial del Senegal. LiS sugestionesde que se efectuara una investigación imparcial, aunqueplanteahan dificultades de procedimiento. habían de­mostrado moderación y buena f::-. El Senegal ~ambién

había expresado su de<;eo de utilizar métodos pacíficosy el prucedimiento previsto en la Carta a fin de obtenergarantías contra la violación de su territorio. A juiciode los Estados Unidos esa era una actitud apropiaday constructiva. Por tal razón, los Estados Unidos apo­yarían el proyecto conjunto de resolución (S/5292),que colocaha el referido incidente en una perspectivaaceptable. incluido el reconocimiento de la política de­clarada de Portugal y. al mismo tiempo. satisfacía ade­cuadamente la denuncia presentada al Consejo por elSenegal.

El representante del Reino Uni.:1o manifestó que elConsejo examinaba una denuncia relativa a un inci­dente que en sí mismo era de menor importancia, peroque podía 11evar a hechos mayores. La magnitud de unacontecimiento nc constituía el único factor que sedeVa tener en cuenta para evaluar su importancia. Deigual modo, sería equivocado desconocer las disposi­ciones del Artículo 33 de la Carta, que subrayaban laimportancia de las negociaciones directas. La delegacióndel Reino Unido lamentaha que las partes no hubieranpodido reunirse para establecer los hechos y discutirlos medios de evitar que se plantearan problemas simi­lares en 10 porvenir. Como el Consejo estaba exami­nando el caso, debía en primer término establecer loshechos y formó.rse una opinión al respecto y, en segundolugar, determinar 10 que podía hacerse para remediarla situación y disminuir la tirantez en la región. Aunqueno eran completos los elementos de prueba presentadosal Consejo y 110 era posible tener absoluta seguridadacerca de todo 10 que habla pasado, el Gobierno de

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Su Majestad se inclinaba a aceptar que habia ocurridoun incidente de mt:nor importancia el 8 de abril enla aldea de Bougniack en territorio del Senegal. De ahíque la delegación del Reino Unido pudiera aceptar ellilrrafo 1 de la p"lrte dispositiva del proyecto conjuntode resolución (S/5292). Ciertamente, no había nadaque demostrara que el incidente de Bougniack habíasido un acto de agresión deliberada. La delegación delReino Unido se inclinaha a creer que 10 ocurrido habíasido muy prohahlemente el resultado de un auténticoerror o de un cálculo equivocado.

En ct~anto a 10 que podría recomendar el Consejopara ali....iar la situación. a juicio de la delegación delReino Unido el punto esencial en cualquier problemarelativo a una frontera mal delimitada debía ser evitarescrupulosamente cualquier extralimitación. incursióno acción que pudiera provocar un incidente fronterizo.En consecuencia. acogía con agrado las seguridadesdadas por Portugal de que respetaría la soberanía y1:1. integr;rl.ad territorial del Senegal y de que las fuerzasportuguesas hahían recihido órdenes estrictas en esesentido. La delegación del Reino Unido esperaba quePortugal. como se sugería en el proyecto de res01ución.ndoptase todas las medidas posibles para evitar cualquierincidente en sus fronteras v estaha segura de que podíaconfiarse en que el Senegal hiciera 10 mismo. Si en10 futuro se afirmara que hahían ocurrido incidentesde menor importanci<l, los dos Gobiernos podrían cele­hrar consultas con miras a adoptar medidas preventivas.Esa era al parecer la idea que había inspirado el tercerpárrafo del preámhulo del proyecto de resolución. Elofrecimiento de Portugal de participar en una comisiónmixta de investigación demostraba que ese país estabadispuesto a proponer métodos de cooperación para re­solver la controversia. La delegacién del Reino Unidolamentaha que el ofrecimiento hubiera sido inaceptablepara el Senegal. No obstante, considerada la propuestadesde el punto de vista práctico, seguía siendo evidenteque una comisión de esa índole no podía sino ser pro­vechosa con el cCllsentimiento de las dos partes. Además,era quizás dudOEIO qte .llgún tiempo después de ocurridoel hecho una comisión pudiera agregar algo nuevo a10 que ya era de conocimiento del Consejo. La dele­gación del Reino Unido estimaba que el proyecto con­junto de resolución presentado por Marruecos y Ghanaera apropiado a las circunstancias y le daría su ~ poyo.

El representante de Noruega declaró que al presentarsu caso el Senegal había expresa-J.:> claramente que nosólo le preocupaban el incidente del 8. de abril y losanteriores incidentes de diciembre de 1961, sino latirantez general que existía en la zona fronteriza. Seabrigaba el temor de que si no se reducía la tirantezpudiera agravarse la situación en la frontera. El Sen~galhabía señal<lrlo que no poseía los armamentos 111 elequipo necesarios para;, patrullar la fro?tera. y evita,violaciones. La de1egaclon de Noruega sImpatIzaba conla posición del Senegal y la co~:prendía, al n;ismotiempo que confiaba en que la aCClOn del Consejo deSeguridad pudiera aliviar la tirantez y disipar los temo­res expresados por el Senegal. A. este respecto, tambiénacogía con satisfacción las segundades dadas por Por­tugal de que las fuerzas armadas portuguesas habíanrecibido las órdenes más estrictas de respetar escrupu­losamente la soberanía, la integridad '". el espacio aéreodel Senegal. A pesar de los puntos de VIsta opuestos quese habían presentado al Consejo -·10 cual era cosa fre­cuente en casos de disputas fronterizas -la delegaciónde Noruega consideraba claramente demostrado queexistía un estado de tirantez a 10 largo de la frontera

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entre el Senegal y la Guinea Portuguesa y que habíaocurrido una incursión portuguesa en la aldea sene­!,,~lesa de Bougniack el 8 de abril. En esas circuns­tancias. sería mejor que el Consejo concentrara suat('nción e~ el aspecto preventivo de la cuestión y adop­tara medidas capaces de disipar las naturales apren­siones del Senegal. Dado que el proyecto de resoluciónpresentado por Ghana y Marruecos estaba inspirado endichos objetivos, la delegación de Noruega 10 acogíacomplacida y estimaba que una resolución del Consejode Seguridad así orientada haría mucho por evitarnuevos incidentes fronterizos, y que la solicitud dirigíaaal Secretario General de que siguiera de cerca el des­arrollo de la situación tendría un efecto especialmenteheneficioso.

El representnate de Filipinas manifestó que si bienla denuncia del Senegal entrañaba asimismo la cuestiónde las relaciones entre los Estados africanos y Portugal,el Consejo se ocupaba en esos momentos de la contro­versia provocada por el incidente concreto del 8 de abril.Ese incidente demostraba que se había violado el espacioaéreo del territorio de un Estado Miembro y el Con­sejo dehía deplorarlo. Aunque la ocasión no era la deexaminar el problema de los territorios portuguesesde Africa, la delegación de Filipinas tomaba en cuentael más ancho margen de problemas que planteaba ladenuncia del Senegal. En consecuencia, apoyaba en par­ticular la inclusión en el proyecto conjunto de resolu­ción (S/5292) del párrafo 3 de la parte dispositiva,en el cual se solicitaba del Secretario General quesiguiese de cerca el desarrollo de la situación. La dele­gación de Filipinas confiaba asimismo en que la decisióndel Consejo evitaría que se repitieran los incidentesentre los dos países y ayudaría a eliminar la tirantezentre ellos.

El representante del Brasil expresó que como el Con­sejo se hallaba ante dos versiones diametralmente opues­tas del incidente que examinaba, no estaba en condi­ciones de adoptar una decisión sobre el fondo de ladenuncia. Para poder hacerlo, sería necesario realizaruna investigación imparcial del caso y examinar luegola cuestión a la luz tie los resultados obtenidos. Noobstante, sería perfectamente apropiado que el Consejorecomendara a las partes que recurrieran a otros mediosde arreglo pacífico, como los expuestos en el Artículo 33de la Carta. También en el caso que se estudiaba, elConsejo debía actuar de conformidad con el Capítulo VIde la Carta. En consecuencia, la delegación del Brasilapoyaría el proyecto conjunto de resolución, que tr?­taba de limitarse al problema planteado y estaba inspi­rado en el Capítulo VI de la Carta. No obstante, elBrasil tenía una ,reserva que hacer con respecto alpárrafo 1 de la parte dispositiva, el cual estaba redac­tado de tal suerte que podría interpretarse como si fuerauna decisión del Consejo sobre los aspectos fundamen­tales de la cuestión. En consecuencia, la delegación delBrasil pediría que se sometiera a votación por sepa­rado dicho párrafo para poder abstenerse al respecto.Con dicha reserva, apoyaba el proyecto conjunto deresolución.

El Presidente, hablando en su calidad de represen­tante de la China, dijo que las declaraciones de laspartes interesadas, a pesar de ser contradictorias, habíansido hechas de buena fe. Portugal había admitido poruna parte que se habían efectuado maniobras en pe­queña escala el 8 de abril, pero había negado por otraque se hubiese volado sobre ~erritorio del Senegal. Noobstante, como 10 había señalado el representante de

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Francia, Portugal probablemente no había podido veri­ficar el impacto accidental de balas y otros proYe<'tllessobre territorio del Senegal. Así. pues, cada una delas part..s estaba diciendo la verci:'id tal como podía verla.En circunstancias normales un incidente de esa índolepodría haber sido resuelto mediante negociaciones di­rectas. pero en el caso de que se trataba había resul­tado difícil efectuar conversaciones directas debido alas relaciones tirantes entre las partes. Era satisfactorio,sin embargo. advertir que no había ocurrido ningúnnuevo incidente a partir del 8 de abril. El hecho deque la situación no hubiera empeorado mostraba que elSenegal no abrigaba el propósito de agravarla. De igualmodo. era satisfactorio que Portugal hubiese dado segu­ridades de que respetaba cabalmente 11. soberanía yla integridad territorial del Senegal. Como el proyectode resolución que examinaba el Consejo trataba deatenuar inmediatamente la tirantez existente, la dele­gación de la China votaría en su favor.

Refiriéndose al proyecto conjunto de resolución(S/5292). el representante de la Unión de RepúblicasSocialistas Soviéticas manifestó que el proyecto. comolo habían señalado los propios autores, era sumamentedébil. Su defecto principal residía en que no reflejabatodo el fondo de la situación creada por los muchosactos de agresión de Portugal cont"a el Senegal. Nocontenía una reprobación directa de dichos actos, a pesarde que el Senegal había suministrado pruebas convin­centes al respecto. No obstp.nte. la delegación de laURSS conocía el deseo de los Estados africanos miem­bros del Consejo, deseo que compartía y respetaba, dellegar a una solución generalmente aceptable de lacuestión.

A pesar de sus insuficiencias, el proyecto de reso­lución expresaba clara e inequívocamente una evalua­ción negativa, por el Consejo de Seguridad, de los actoshostiles de Portugal contra el Senegal. El Consejo teníala obligación de no pasar por alto los llamamientos delSenegal y otros Estados africanos para que se lograrauna solución del problema creado por los actos dePortugal.

En una nueva declaración, el representante de Por­tugal reafirmó la posición de su Gobierno respecto deque los resultados de las investigaciones por él reali­zadas en diferentes fases le habían impedido aceptarninguna responsabilidad por ningún supuesto incidenteque se sostuviera haber ocurrido en la aldea de Boug­niack. No se habían efectuado vuelos sobre el territoriodel Senegal, ni se había bombardeado ninguna aldea opoblado del Senegal. Se había afirmado que existíacontradicción entre la versión de los hechos comunicada~esde Lisboa y la versión dada en Bissau. Eso no era

exacto. El Senegal había denunciado al Consejo deSeguridad que babía ocurrido un incidente en la aldeade Bougniack el 9 de abril. El Gobierno de Portugalemitió un comunicado en Lisboa negando dicho inci­dente sobre la base de su propia investigación. Luegolas a~toridades portuguesas de Bissau, negando asi­mismo las afirmaciones del Senegal, habían dado volun-

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tariamente la información de que se habían efectuadoejercicios militares el 8 de abril y de que en el cursode dichos ejercicios hahían resultado heridos dos sol­dados del ej~rcito portugués. La, delegación de Portugalno considerah:J que huhiera ninguna contradicción enello. pues las dos declaraciones se referían a dos fechasdiferentes. En una háhil maniobra. la delegación delSenegal había modificado la fecha del supuesto inci­dente. pasando del 9 al 8 de abril- y ello sólo sietedías más tarde - y, basándose en la declaración de lasautoridades de Bissau. había afirmado que su denunciaquedaba demostrada. De todos modos. animado debuena fe y del deseo de obtener una conciliación deconformidad con 10 dispuesto en el Artículo 33 de laCarta. Portugal hahía sugerido el envío de una comisióninvestigadora. Era lamentahle que la actitud poco con­ciliadora del Senegal hubiera hecho imposible la creaciónde dicha comisión. En vez de ello. se había redactadouna resolución que prejuzgaba la cuestión principalsin realizar siquiera un esfuerzo por apreciar el ladoportugués de la cuestión. A pesar de que la delegaciónde Portugal lamentaba todo eso. en justicia no podíanegar que los términos del proyecto de resolución refle­jaban la política reiterada de su Gobierno, basarla enel respeto por la soberanía del Senegal y en su deseode lograr una estrecha cooperación.

Antes de someterse a votación el proyecto conjuntode resolución (S/5292), el representante de Marruecos.en su calidad de copatrocinador. hizo un llamamientoal representante del Brasil para que no insistiera enla solicitud de su delegación de que se sometiera avotación por separado el párrafo 1 de la parte dispo­sitiva, de modo que el Consejo pudiera adoptar el pro­yecto de resolución por unanimidad. El representantedel Brasil manifestó que en vista de dicho llamamientosu delegación no insistiría en su solicitud, pero observóque si se humera efectuado una votación separada, ladelegación del Brasil se habría abstenido con respectoa dicho párrafo.

Decisión: EtL la 1033a. sesión, celebrada el 24 deabril de 1.063, quedó aprobado por unanimidad el pro­yecto conjunto de resolución presentado por Ghana yMarruecos (A /5292).

Después de la votación, el representante del Senegalexpresó la satisfacción de su delegación por la unani­midad en la decisión del Consejo, aunque su Gobiernohubiera preferido una reprobación formal de la agresiónde Portugal y una decisión más concreta por parte delConsejo para hacer frente a dicha agresión. Sin em­bargo, el Consejo había deplorado claramente la viola­ción del territorio del Senegal por Portugal y, enparticular, el incidente ocurrido el 8 de abril de 1963.Además el Consejo había dirigido una reprobación im­plícita a Portugal, al pedir a este país que se abstuvierade tomar medidas similares. El Senegal atribuía unaespecial importancia a la solicitud formulada al Secre-'tario General de que siguiera de cerca el desarrollode la situación.

I

El Presidente había declarado que su Gobierno recu­rriría al uso de la fuerza solamente en caso de quepersistiesen los aetos de agresión de que había sidoobjeto la Embajada dominicana en Haití.

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Capítulo S

TEL~GRAMA DE FECHA 5 DE MAYO DE 1963 DIRIGIDO AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DESEGURIDAD POR EL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIOR~S DE LA REPUBUCA DEHAITI

A. Comunicaciones al Consejo

En carta de fecha 28 de abril de 1963 (5/5301), elSecretario General de la Organización de los EstadosAmericanos (OEA) informó al Consejo de Seguridad

de que el Consejo de la OEA había resuelto, en res- B. Examen de la cuestión en las 1035a. a 1036a.puesta a. la solicitud del Gobierno de Costa Rica,convocar una Reunión de Consulta de Ministros de sesiones (8 y 9 de mayo de 1963;Relaciones Exteriores para estudiar la situación que El Consejo de Seguridad incluyó el tema en su ordenhqbía surgido entre la República Dominicana y Haití, del día en la 1035a. sesión, celebrada el 8 de mayo.y para constituirse y actuar provisionalmente como Se invitó a los representantes de Haití y de la Repú-Organo de Consulta, conforme a lo dispuesto en el blica Dominicana a que participasen en el debate.Art:~ulo 12 del Tratado Interamericano de AsistenciaRecíproca. El representante de Haití declaró que el Gobierno

En carta de fecha 3 de mayo (S/5307), el Secre- de la República Dominicana había amenazado a Haitítario General de la OEA informó además al Consejo con una invasión y había enviado un ultimátum de

h b' 24 horas con el pretexto de supuestas violaciones dede Seguridad de que el Consejo de la OEA a la la Embajada dominicana en Puerto Príncipe por lasdesignado una Comisión de cinco mi~mbros para que fuerzas de seguridad haitianas. Estos actos hostiles deestudiara sobre el terreno los hechos denunciados por 1 R 'bl' D .. t' b' to dest....;r1 a epu lca omlmcana em:m por o Je HU

la República Dominicana, y que había solicitado a os las instituciones haitianas y abatir la inflexible deter-Gobiernos de la República Dominicana y Haití que se minación del pueblo haitiano de defender su sobercühabstuvieran de realizar cualquier acto susceptihle de y su independencia. Sostuvo que el Gobierno de lc:l.quebrantar la paz internacional. República Dominicana había proseguido prestando

En telegrama de fecha 5 de mayo (5/5302),. el ayuda a los asilados haitianos, y que les había con-Ministro de Relaciones Exteriores de la Repubhca sentido que iniciaran actividades hostiles contra elde Haití pidió que se reuniera el Consejo .de ~:gtlrid~d Gobierno de Haití, violando así los tratados vigentespara examinar urgentemeilte la grave SÚtaClOn exts- entre los dos países y los principios que rigen la cues-tente entre Haití y la República Dominicana. Haití tión del asilo en el derecho interamericano. Además,sostenía que la situación había sido causada por las la Embajada dominicana había dado asilo a variosreiteradas amenazas de agresión y los actos de inje- oficiales militares haitianos, a los cuales se les habíarencia por parte de la República Dominicana, que permitido conservar ametralladoras y otras armas. Aatentaban contra la soberanía y la integridad territo- uno de los oficiales, el Capitán Franr;ois Benoit, queriales de Haití y ponían en peligro la segttridad y la paz había busc..1.do asilo el 23 de abril de 1963, le habíainternacionales. resultado posible atentar contra la vida de los hijos

En carta de fecha 6 de mavo (S/5304), el Presi- del Presidente Duvalier, y volver luego, sano y salvo]dente del Consejo de la OEA informó al Presidente a la Embajada. Finalmente, el representqnte de Haitídel Consejo de Seguridad de que el Consejo de la reafirmó la fe de su Gobierno en el arreglo pacíficoüEA continuaba conociendo en el conflicto existente de las controversias como lo establece la Carta de lasentre la República Dominicana y Haití, y que había Naciones Unidas, y expresó la esperanza de que elhecho un llamamiento a ambos Gohiernos para que Consejo de Seguridad tomara las medidas necesariascooperasen a fin de llegar a un arreglo pacífico. para salvaguardar la paz en el Caribe.

En nota verbal de fecha 6 de mayo (S/5306), la El representante de la República Dominicana de-Misión Permanente de la República Dominicana trans- daró que la tensión entre su país y Haití obedecía amitió al Secretario General de las Naciones Unidas la política del Presidente Duvalier, quien en su deseolos textos de una nota que el Secr~tario de Estado de perpetuarse en el poder, había mantenido a su paísde Relaciones Exteriores de la República Dominicana en un estado de terror y caos. Los ataques perpetradoshabía enviado al Ministro de Relaciones Exteriores de por las fuerzas de seguridad haitianas contra la Em-Haití, y de un mensaje enviado por el Presidente bajada dominicana en Puerto Príncipe constituían inne-de la República Dominicana a la Or~ani~ación de los gables actos de provocación y eran la culminación deEstados Americanos. En estas comumcaClOnes, la Re- una serie de actos irresponsables por medio de lospública Dominicana decl~raba que no podía acceder a cuales el Gobierno haitiano intentaba ultrajar la dig-la solicitud del Gobierno haitiano de retiro de la misión nidad y violar la soberanía de la República Domini-diplomática dominicana, hasta qt!e. hubiese recibi~o de cana. El despliegue de tropas dominicanas en la fron-ese Gobierno el salvoconducto sohcltado para los clttda- tera dominico-haitiana no podía considerarse como undanos haitianos que se habían refugiado en la Emba- acto de agresión. Las tropas habían sido destacadasjada dominicana en Puerto Príncipe, o garantías de con fines de legítima defensa y para impedir que lasque se les permitiría permanecer bajo la protección de fuerzas haitianas hicieran incursiones militares en terri-alguna misión diplomática amiga. torio dominicano. La República Dominicana hizo ab-

En teleo-rama de fecha 7 de mayo (S/5309), el servar que el conflicto entre los dos países estabaPresidenttdel Consejo de la OEA comunicó al Con- sometido a examen de la Organización de los Estadossejo de Seguridad la respuesta del Presidente de la Americanos, la cual, como organ~zación compet~nteRepública Dominicana a su llamamiento del 6 de mayo. para entender en el asunto, ya habla tomado medIdas

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mpetentemedidas

para resolver el problema. Señaló también que el Ar­tículo 52 de la Carta de las Nationes Unidas permitíaaplicar los principios establecidos en los Artículo:; 33y 36 de la Carta en el sentido de que la solución delas controversias internacionales ha de hacerse, antetodo, merced a los medios pacíficos elegidos por lasPartes, y que el Consejo de Seguridad deberá tomaren consideración todo procedimiento que las Partt.'shubiesen ya adoptado para la solución de la contro­versia. Por consiguiente, la República Dominicanaconfiaba en que el Consejo de Seguridad suspenderíael examen de esta cuestión para dejarla al arbitrio dela OEA.

En la 10300. sesión, celebrada el 9 de mayo, elPresidente del Consejo de Seguridad señaló a la aten­ción de éste el texto de una resolución que había sidotransmitida al Consejo por el Secretario General dela OEA (S/5312). Según la resolución, el Consejode la OEA hacía un nuevo llamamiento a los dosGobiernos para que continuasen prestando su valiosacooperación y se abstuviesen de realizar acto algunoincompatible con las obligacil",nes emanadas de laCarta de la OEA, y autorizaba al Presidente del Con­sejo de la OEA para que ampliase. en caso necesario,el número de los miembros de la Comisión de estudio.

En la misma sesión el representante de Haití negóque hubiese habido violación alguna de la Embajadadominicana en Haití, y declaró que los centinelas hai­tianos custodiaban la Embaiada a pedido del Jefe dela Misión Dominicana. El Gobierno de HaitL ya habíaconcedido salvoconducto y pasaportes a 15 asilados enla Embajada dominicana, y a los asilados en otrasembajadas latinoamericanas. Los argumentos aducidospor el representante de ia República Dominicana eransolamente pretextos para asestar un golpe mortal aHaití. Por 10 tanto, Haití se encontraba dentro de suderecho al apelar al Consejo de Seguridad, de confor­midad con los Artículos 34 y 35 de la Carta. Sin em­bargo, si el Consejo consideraba que. pese a la gravedadde la situación, debería esperar los resultados de lamisión pacificadora de la OEA, Haití estaría de acnerdo,siempre que el Conseio de Segurídad permaneciese in­formado de la cuestión v reanudase el estudio de lamisma en cualquier caso ñecesario.

El representante de la República Dominicana decl::tróque Haití había recurrido al Consejo de Seguridadsolamente para distraer la atención de la situacióninterna de Haití. Opinó que la OEA debería continuarentendiendo en el asunto, y expresó la esperanza deque las medidas que ésta adoptara fueran eficaces pararestablecer la armonía entre las dos naciones.

El 'representante de Venezuela observó que tantoHaití como la República Dominicana debían acatar elArtículo 20 de la Carta de Bogotá (OEA), CJue esta­blece el arreglo pacífico de las controversias y está deacuerdo con 10 dispuesto en el párrafo 2 del Artlculo 52de la Carta de l~s Naciones Unidas SegÚn el Ar­tículo 102 de la Carta de Bogotá y el p~rr~fo 4 delArtículo 52 de 1::1 Carta de las Naciones Unidas. cual­quier Estado Miembro de la OEA tiene derecho al1evar una controversia de carácter regional a la aten­ción del Consejo de Seguridad, pero era lógico queel Consejo de Seguridad solamente tomase medidascuando hubiesen fracasado 10R esfuerzos para un arre­glo pacífico de la controversia en el plano regional.Cualquier otra interpretación privaría de sentido tantoal Artículo 20 de la Carta de Bogotá como al párrafo 2del Artículo 52 de la Carta de las Naciones Unidas.

Por 10 tanto, en ~pinión de la delegación de Venezuela,10 que procedía en esas circunstancias era que el Con­l'=cjo ::le Seguririad reconociese la acción de la OEA enel caso, y m?.ntuviese el conocimiento del asunto endicha Organización, de acuerdo con 10 dispuesto enel párrafo 3 del Artículo 52 de la Carta.

El representante del Brasil declaró que su delegaciónno tenía duda alguna de que el Consejo de Seguridad,según los Artículos 24. 34, 35, 52 (4) y 103 de laCarta de las Naciones Unidas, era competente paratratar de un asunto que estaba ya sometido al examerlde la OEA. Además, el Artículo 20 de la Carta deBogotá debía interpretarse según el Artículo 102 de lamisma Carta, d cual declaraba que ninguna de las esti­pulaciones de dicha Carta se interpretaría en el sentidode menoscabar los derechos y obligaciones de los Esta­dos Miembros de acuerdo con la Carta de las NacionesUnidas. El Artículo 20 de la Carta de Bogotá no esti­pulaba que un Estado Miembro tuviese que esperarla acción de la organización regional, sino solamenteCJue la controversia debía resolverse por uno de losprocedimientos previstos en la carta de la OEA.Además, el Artículo 36 de la Carta de las NacionesUnidas autorizaba al Consejo de Seguridad a ocuparseen cualquier momento de cualquier controversia de lanaturaleza de que trata el Artículo 33 de la mismaCarta. En opinión de su delegación, la Carta de lasNaciones Unidas no privaba a un miembro de la OEAdel derecho de solicitar al Consejo de Seguridad queconsiderase cualquier asunto de su competencia encualquier momento. En realidad, un país miembro dela OEA y de las Naciones Unidas tenía el gran privi­legio de utilizar dos organizaciones diferentes para faci­litar el arreglo de las controversias. La tensión entreHaití y la República Dominicana tenía su origen enuna controversia sobre el derecho de asilo, institucióntípicamente latinoamericana que había arraigado en elderecho internacional latinoamericano por causa de lasespeciales condiciones políticas y sociales reinantes enaqueIla región. Por dicha razón, y por haber tenido encuenta los párrafos 2 del Artículo 36 y 3 del Artículo 52de la Carta de las Naciones Unidas, su delegación con­sideraba que, en la situación presente, la cuestión podíaarreglarse satisfactoriamente por el Consejo de la OEA,que, a petición de las dos partes interesadas, ya habíatomado medidas para restaurar la paz y la armonía enaquel1a zona.

El representante de Ghana dijo que su delegaciónes~aba completamente de acuerdo con las opiniones ex­presadas por el representante del Brasil con respectoa la competencia del Consejo de Seguridad. El párrafo 4del Artículo 52 no dejaba dudas de que cualquier miem­bro de una organización regional que abrigase un mo­tivo de queja legítimo tenía completo derecho a pre­sentarse ante el Consejo.

La naturaleza explosiva de la tensión entre Haití yla República Dominicana había quedado de manifiestopo. las declaraciones de los representantes de dichospaíses. A ese respecto, dijo que su Gobierno habíasostenido siempre que la naturaleza política de un go­bierno era una cuestión que tocaba decidir al pueblodel mismo país; el carácter del régimen actual de Haitíno podía ser un tema de debate en el Consejo de Segu­ridad. Por parte de Haití había auténtico temor a unainvasión desde la República Dominicana. En esas cir­cunsta.ncias era alentador observar que ambas partesestaban dispuestas a resolver sus diferencias por mediospacíficos y habían prometido su completo apoyo a laOEA. Sin embargo, la actuación de la organización

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de Venezuela.a que el Con­ie la OEA en1el asunto en

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ambas partesas por medioso apoyo a laorganización

regional no debía m~noscabar la responsabilidad funda- normalmente las controversias de carácter local. Losmental del Consejo de Seguridad de mantener la paz Estad05 Unidos, añadió, creían firmemente que el orga-y la seguridad mundiales. Propuso que el Consejo: nismo adecuado para actuar en aquel caso concreto1) hiciese un llamamiento formal a Haití y a la Repú- era la OEA, sobre todo porque dicha Organizaciónhlic.. Dominicana para que recurriesen a medios pací- hahia tomado medidas rápidas y eficaces para restaurarficos a fin de zanjar sus diferencias; 2) exhortase a la paz en aquella zona. En ese sentido, observaba conla OEA, de acuerdo con el Artículo 52 de la Carta, a satisfacción las respuestas de las partes a los llama-continuar sw; esfuerzos para la solución del problema; mientos dirigidos pcr el Presidente del Consejo de3) conserv:\se el tema en su programa; y 4) pidiese la OEA.que se comunicasen los resultados de las negociaciones El representante de Noruega declaró que su dele-al Presidente del Consejo de Seguridad y al Secretario gación se habia guiado por el hecho de que la CartaGeneral. de las Naciones Unidas alentaba el uso de organiza-

El representante de la Unión de Repúblicas Socialistas ciones regionales para arreglar las controversias deSoviéticas declaró que la tensa situación creada en la cmácter local. Además. el origen de la controversiaHispaniola y el c1lrácter de los sucesos que ocurrían afectaba al derecho de asílo. Los convenios y doctrinasen aquella zona eran un peligro para la paz y la segu- sobre este tema eran únicos en su género, y se limitabanridad y hacían necesario qU(; el Consejo tratase del principalmente a la zona de la OEA. Por consiguiente,problema y tomase medidas concretas. El argumento los medios que ofrecían las mejores perspectivas parade que la cuestión estaba sometida al estudio de la OEA llegar a un arreglo pacífico eran los procedimientosy que. por consiguiente, el Consejo de Seguridad no iniciados por la üEA. Expresó la esperanza de que lanecesitaba tratar del asunto, no podía resistir la crítica OEA tuviera éxito en sus esfuerzos y de que las partesdesde un punto de vista jut'Ídico. La Carta de las interesadas ob".:.:rvasen mesura de palabra y acción paraNaciones Unidas y las responsabilidades de sus miem- facilitar la labor de la OEA.bros tenían prioridad sobre la Carta y las responsabili- El representante de las Filipinas dijo que, en vistadades de cualquier organización regional, y en parti- de la importante actividad diplomática emprendida porcular, de la OEA. Los acuerdos regionales según la la OEA. y considerando las disposiciones de los Ar-Carta de las Naciones Unidas eran lícitos y efectivos tículos 33, 52 Y 54 de la Carta de las Naciones Unidas,sólo en la medida en que fuesen compatibles con los que eran aplicables al caso debatido, su delegación creíaprincipios y objetivos de la Organización. No podían que la OEA debía continuar buscando un arreglo pací-y no debían ser un obstáculo para los derechos y obli- fico de la controversia entre la República Dominicanagaciones de la Organización. La experiencia del Con- y Haití, que era lo bastante grave para constituir unasejo de Seguridad y otros órganos de las Naciones seria amenaza para la paz y la seguridad en el Caribe.Unidas también mostraba que en muchas ocasiones lasNaciones Unidas habían examinado cuestiones surgidas El representante de la China, expresando opinionesentre países bajo jurisdicción de la OEA, sin tener semejantes, dijo que sería prudente que el Consejo deen cuenta si la cuestión había sido examinada o no por Seguridad ag:uardase los resultados de la acción em­

prendida por la organización regional antes de tomarla organización regional. sus propias medidas. Incumbía al Consejo de Seguridad,

La cuestión sometida al Consejo no era de simpatía dijo, alentar el arreglo pacífico de las controversias deo antipatía hacia ningún régimen determinado, sino carácter local por medio de organismos regionales, talde relaciones entre Estados. El peligro de la situación como se preveía en el Artículo 52 de la Carta de lasen la Hispaniola residía no sólo en la actitud del Go- Naciones Unidas. Eso no menoscababa en modo algunobierno dominicano en relación con el régimen de la posición de ninguna de las partes de la controversiaDuvalier sino también en las acciones de los Estados ni impedía que el Consejo de Seguridad siguiese enten-Unidos que, como indicaban las informaciones de la diendo en el asunto.prensa, estaban intervinienáo abiertamente en la situa- El representante de Marruecos apoyó la opiniórl deCiÓll. La presencia de la Marina de los Estados Unidos que el Consejo de Seguridad era plenamente competenteen las costas de Haití, dijo, tenía por fin dictar a este para hacerse cargo del asunto. En realidad, de acuerdopaís el rumbo que había de seguir su vida política. con la tradición latinoamericana, era el Consejo quien,Los Estados Unidos intentaban practicar otra vez su según el derecho internacional, tenía prioridad paradiplomacia de fuerza en aquella zona. tratar del asunto. Haití, como Miembro de las Naciones

La delegación soviética consideraba que el Consejo Unidas y de la OEA, había considerado esa doble calidadde Seguridad debía instar a la República Dominicana, como un aumento y no como una restricción de susHaití y los Estados Unidos a abstenerse de nuevas derechos, y por consiguiente había llevado el asuntoacciones que pudiesen aumentar la tensión en la zona; ante el Consejo de Seguridad. El representante deexigir el inmediato retiro de todas las fuerzas de tierra, Haití, con espíritu de conciliación, había accedido ahoramar y aire de las costas de la Hispaniola, y la cesación a que la cuestión continuase tratándose por la OEA,inmel'iata de toda intervención extranjera en los asuntos pero se había reservado el derecho de volver al Con-internos de Haití. sejo si fuese necesario. El Consejo debía continuar ocu-

El representante de los Estados Unidos lamentó que pándose del asunto, aunque dejándolo de momento ael representante soviético hubiese traído la "guerra fría", la üEA.con sus conocidas e infundadas acusaciones, al debate El representante del Reino Unido acogió con satis-del Consejo. facción las medidas adoptadas por la OEA para un

Mientras que las disposiciones de los párrafos 2 y 3 arreglo pacífico de la controversia, las cuales estabandel Artículo 52 y del Artículo 33 de la Carta de las de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas yNaciones 'Unidas y del Artículo 20 de la Carta de debían proseguir sin ningún impedimento. En vista deBogotá, no sustraían, naturalmente, las responsabili- la disminución de las tensiones en la zona y de ladades del Consejo de Seguridad según la Carta, sí cooperación prestada a la OEA por las partes intere~prescribían los procedimientos y prioridades para tratar sadas, consideraba superfluo que el Consejo de Segu~

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Capítulo 4

INFORMES DEL SECRETARIO GENERAL AL CONSEJO DE SEGURIDAD ACERCA DE LOSACONTECIMIENTOS RELATIVOS AL YEMEN

icter local. Losnte que el orga­I caso concretola Organizacións para restaurar1, observaba cones a los lIama­del Consejo de

:ó que su dele­fe que la Cartaso de organiza­:ontroversias dela controversia

nios y doctrinasCl, y se limitabanlor consiguiente,erspectivas para

procedimientos'ranza de que lale que las partesra y acción para

jo que, en vistaemprendida pormes de los Ar­faciones Unidas,delegación creíaun arreglo pací­lka Dominicanaa constituir unaad en el Caribe.sando opinionese el Consejo de~ la acción em­antes de tomarjo de Seguridad,:ontroversias des regionales, talla Carta de lasen modo alguno: la controversia1siguiese enten-

ó la opiniór. deente competentedad, de acuerdoConsejo quien,prioridad parade las Naciones~sa doble calidad¡tricción de sus~vado el asunto~presentante del accedido ahorae por la OEA,volver al Con­

l continuar ocu­de momento a

:ogió con satis­OEA para uncuales estaban

tones Unidas yItO. En vista de. zona y de las partes intere~

Insejo de Segu~

ridad interviniese en aquella prometedora fase de losacontecimientos.

El Presidente. hablando como representante deFrancia, dt>daró que en el casO presente no podíacuestionarse válidamente la aplicabilidad del Artículo52. Participó de la opinión de la mayoría de los miem­bros del Consejo de que. en la coyuntura presente, elConsejo de Seguridad debía procurar no estorbar laacción de la OEA.

Hablando como Presidente. hizo notar que la ma­yoría de los miembros creían preferible, de momento,dejar la iniciativa a la organización regional que estabaintentando lograr un arreglo amistoso. L'lS dos parteshabían indicado que no veían ningún inconvenientea dicho procedimiento. El asunto continuaría en el ordendel dia del Consejo.

C. Comunicaciones recibidas después del 9 demayo

En un telegrama de fecha 14 de mayo de 1963(S/5314), el Ministro de Relaciones Exteriores de

.A. Informes del Secretario General

El 29 de abril de 1963, el Secretario General informóal Consejo de Seguridad (S/5298) de que desde elotoño de 1%2 había venido celebrando consultas regu­larmente con los representantes de los Gobiernos de laRepública Arabe del Yemen, de Arabia Saudita y dela República Arabe Unida, sobre ciertos aspectos de lasituación en el Yemen que tenían su origen fuera delpaís, con objeto de poner a disposición de las partessus buenos oficios para prestarles la asistencia quepudieran desear a fin de evitar que se produjesen acon­tecimientos que pudiesen poner en peligro la paz en laregión. Como resultado de una misión de investigaciónrealizada en su nombre por el Sr. Bunche en la zona,después de haber obtenido el asentimiento de los go­biernos interesados, y de una misión independientepero similar, cumplida por el Sr. Ellsworth Bunkerde los Estados Unidos de América, recibió de cada unode los tres Gobiernos interesados, en comunicacionesseparadas, la confirmación oficial de que aceptaban con­diciones similares para el cese de las hostilidades enel Yemen.

El Gobierno de Arabia .3audita pondría término atodo apoyo y ayuda a las fuerzas monárquicas delYemen y prohibiría el empleo del territorio de ArabiaSaudita, por parte de los dirigentes monárquicos, paracontinuar la lucha en el Yemen. Simultáneamente, laRepública Arabe Unida se comprometía a empezar aretirar del Yemen las tropas enviadas a petición delnuevo gobierno; la retirada se efectuaría en varias fasesy tendría lugar lo antes posible. Se pondría fin a todaslas acciones en territorio de Arabia Saudita por partede fuerzas de la República Arabe Unida. Se estableceríauna zona: desmilitarizada de 20 kilómetros a cada ladode ia frontera entre el Yemen y Arabia Saudita, y enella se estacionarían observadores imparciales para.comprobar el cumplimiento qe las condiciones del·cesede las hostilidades. También vigilarían la suspensión

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Haití informó al Presidente del Consejo de Seguridadque bs tropas dominicanas estahan todavía destaC':J.d:'!sen la frontera dominico-ha;tiana por orden del Presi­dente de la Repúhlica Dominic:lI1a. y que representahanuna amenaza continua de agresión y una viohcióntbgrante de los principios en que se inspirahan lus pro­cedimientos de conciliación que ya habia iniciado laüEA,

En una carta de fecha 17 de mayo (S/5315) diri­gida al Presidente del Consejo de Seguridad, el Repre­sentante Permanente de la Repúhlica Dominicana negóque bs tropas duminicanas abrigasen designios agre­sivos contra Haiti. según se afirmaba en la comuni­cación de Haiti del l-t- de mayo. Agregaba la carta queel Gobierno dominicano deseaha Ileg,¡;" I un arreglopacífico de la crisis y hahía demostracl , .. m dispo­:,ición a cooperar con la üEA una actito . '111e estabaen contraste con la renuencia del Gobierno haitiano afacilitar a dicho organismo los medios para la reali­zación de su lahor conciliadora.

de las actividades en apoyo de los monárquicos desdeel territorio de Arallia Sauc1ita y la salida de las fUErzasy equipo enviados por la Repíthlica Arabe Unida, desdelos aeropuertos y puertos marítimos del Yemen. ElGeneral Van Horn visitaría los tres países interesadospara celebrar consultas sobre el carácter y la actuaciónde los ohservadores de las Naciones Unidas en cum­plimiento de las condiciones del cese de las hostilidades.Por 10 que se refiere a la financiación de cualquieractividad de esa naturaleza por parte de las NacionesUnidas, el Secretario General manifestaba que teníaintención de proceder en conformidad con las disposi­cior:.es de la resolución 1862 (XVII) relativa a losgastos imprevistos y extraordinarios.

En un nuevo informe, presentado el 27 de mayo(S/5321), el Secretario General, basándose en la infor­mación proporcionada por el General Van Horn, llegabaa la conclusión de que la presencid de los observadoresde las Naciones Unidas en la región era esencial y quedebía enviárselos lo más pronto posible. El númerorequerido no pasaría de 200 personas y se calculabaque las funciones de observación no serían necesariaspor más de cuatro meses. El 3 de junio, el SecretarioGeneral presentó al Consejo de Seguridad (S/5323)el cálculo de los gastos que requeriría la misión. El 7 dejunio, el Secretario General informó al Consejo(S/5325) de que Arabia Saudita había aceptado aportar"una contribución proporcional" a los costos de la ope­ración, mien.tras que la República Arabe Unida semostraba, en principio, dispuesta a proporcionar asi~­

tencia hasta un. equivalente de 200,000 dól¡¡.res duranteun período de dos meses, con los que se cubriría aproxi­madal1Jt;nte la, mitad d~l costo de la 9peración en dichoperíodo. Ello no sería óbice, desde luego, para solicitar.del Gobierno de la República Arabe Unida una mayorasistencia, al .cabo de los dos meses, en caso de que'fuese necesario prolongar la operación más allá de eseperiodo: .En consecuenCia, el establecimiento y puesta

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en marcha de la misión de observación en el Yemen,así como su mantenimiento durante un período inicialde dos meses, no entrañarían ninguna consecuenciafinanciera para las Naciones Unidas.

B. Examen de la cuesti6n en las sesiones 1037a.a 1039a. (10-11 de junio de 1963)

En una carta de fecha 8 de junio (S/5326), el repre­sentante de la URSS pidió que se reuniese el Consejode Seguridad para examinar los informes del SecretarioGeneral, ya que esos informes contenían ciertas pro­puestas relativas a posibles medidas por parte de lasNaciones Unidas para el mantenimiento de la paz yla seRUridad internacionales sobre las que, con arregloa la Carta, correspondía al Consejo de Seguridad tomardecisiones.

El Consejo de Segurida 1 examinó la cuestíón ensus sesiones 1037a. a 1039a., celebradas el 10 y 11 dejunio de 1963.

En su sesión 1037a.. celebrada el 10 de junio, elSecretario General declaró que en sus cuatro informesse exponía su concepto de una función de observaciónpor parte de las Naciones Unidas que podría reali­zarse en cumplimiento de las condiciones convenidaspara el cese de las hostilidades. En aquel momento ellono tendría consecuencias financieras para las NacionesUnidas en vista de que Arabia Saudita y la RepúblicaArabe Unida habían aceptado costear los gastos de laoperación durante dos meses. Para terminar, dijo quelos informes subrayaban la urgencia cada vez mayorde la operación.

En la sesión 1038a:, celebrada el 11 de junio, elSecretario General declaró que tenía la firme impresiónde que todos, incluidas las partes interesadas, estabande acuerdo en que las Naciones Unidas debían cumpliruna función de observación. Dijo que estaba dispuestoa comenzar la operación inmediatamente. Sería unamisión modesta, cuya duración no pasaría de cuatromeses, y que podría concluirse en dos. En caso de quefuesen necesarios más de dos meses, informaría al Con­sejo de Seguridad por anticipado. Terminó sus obser­vaciones con la advertencia de que podría ponerse enpeligro el acuerdo sobre las condiciones para el cesede las hostilidades si el personal de observación de lasNaciones Unidas no se encontraba sobre el terreno.

En la misma sesión, el representante de la UniónSoviética declaró que había habido injerencia extran­jera en los asuntos internos de la República del Yemen.Era natural que en tales circunstancias el Gobierno delYemen, en virtud de su derecho de legítima defensa,hubiese emprendido acciones militares a fin de pro­teger su in¿'=pendencia. Las consultas mencionadas enel informe del Secretario General demostraban que losGobiernos de la República Arabe Unida y del Yementrataban de resolver el conflicto entre el Yemen y laArabia Saudita por medios pacíficos. El acuerdo alcan­zado entre las tres partes interesadas estaba precisa­mente dirigido a ese fin y por ello había que acogerlocon satisfacción. Sin embargo, el aspecto del acuerdorelativo al envío de observadores de las NacionesUnidas exigía ciertas obserY,aciones' ya q?e alcan~aba

·a todo el problema de la aCClOn de las NaclOnes U11ldaspara el mantenimiento de la paz y la seguridadinternacionales.

· En los últimos años se había demostrado, siguiódiciendo, que el envío ~~. fuerzll;s. de las N~0!1es

·Unidas era un método utlbzado por las Potenclasun-

perialistas para establecer su propio control sobredeterminadas regiones. Por consiguiente, era esencialseñalar que la garantia más eficaz contra la continua­ción o la repetición de la agresión por parte de cualquierPotencia era tomar medidas des'tinadas a refrenar re­sueltamente al agresor, y no enviar fuerzas u obser­vadores de las Naciones Unidas a la frontera entre unagresor extranjero y su víctima. Sin embargo, en vistade que en este caso los gobiernos de la RAU y delYemen considerahan que el envío de observadores delas Naciones Unidas a la zona fronteriza entre el Yemeny Arahia Saudita podría evitar nuevas acciones hostilescontra el Yemen, la delegación soviética no se opondríaa que el Consejo de Seguridad - único órgano compe­tente para adoptar dtdsiones relativas a la acción delas Naciones Unidas para el mantenimiento de la pazy la seguridad internacionales - decidiese el envío deun limitado número de observadores a aquella regióndurante un período de dos meses. En cuanto a los gastosque ocasionaría la operación y que se detallaban enlos cálculos presentados al Consejo de Seguridad porel Secretario General, la Unión Soviética seguía opi­nando que correspondía al agresor sufragar el costo dela eliminación de las consecuencias de la agresión. Sinemh1.rgo. puesto qUE las partes interesadas habían con­venido en pagar los gastos de la misión de observacióny puesto que la medida no entrañaría obligaciones finan­cieras para las Naciones Unidas, no había razón paracreer que pudierar. ponérsele objeciones.

El representante de Marruecos presentó un proyectode resolución, patrocinado conjuntamente por Ghanay Marruecos (S/ 5330), cuyo texto decía 10 siguiente:

"El Consejo de Seguridad,"Tomando nota con satisfacción de la iniciativa

del Secretario General, mencionada en su informeS/5298 "acerca de ciertos aspectos de la situaciónen el Yemen que tienen su origen fuera del país", yencaminada a lograr una solución pacífica y a "evitarque se produzcan acontecimientos que puedan poneren peligro la paz en la región",

"Tomando nota además de la declaración formuladapor el Secretario General ante el Consejo de Segu­ridad el 10 de junio de 1963,

"Tomando nota además con satisfacción de que laspartes directamente interesadas en la situación queafecta al Yemen han confirmado que aceptan condi­ciones similares para el cese de las hostilidades enel Yemen, y de que los Gobiernos de Arabia Sauditay de la República Arabe Unida han convenido ensufragar durante un período de dos meses los gastosque requieran las funciones de observación de lasNaciones Unidas previstas en las condiciones del cesede las hostilidades,

"1. Pide al Secretario General que establezca laoperación de observación tal como la ha definido;

"2. Insta a las partes interesadas a que observencabalmente las condiciones para el cese de las hosti­lidades expuestas en el documento S/5298 y a quese abstengan de toda acción que pueda aumentar latirantez en la zona;

"3. Pide al Secretario General que informe alConsejo de Seguridad sobre el cumplimiento de estadecisión." .

El representante de Marruecos explicó que el proyectode resolución estaba encaminado a definir en forma.precisa los términos legales de la acción de las.Na:dones·Unidas.que le permitiría asumir la responsabilidad en

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el conflicto que ponía en peligro la paz y la seguridadinternacionales. Puso de relieve que el proyecto de reso­lución no debía considerarse como un precedente, nidesde el punto de vista político en cuanto a las solu­ciones de los problemas ni en cuanto a los aspectosfinancieros de la situación. Podía decirse que la crisisdel Yemen era sui generis y que cualquier solución debíatener también un carácter sui generis. A su juicio, loselementos de la solución no podían cambiar, enmendar,ni contrariar los principios de la Carta en 10 relativoa la definición de las soluciones. los métodos de finan­ciación y las medidas que las Naciones Unidas podríantener qtle adoptar con objeto de garantizar la paz y laseguridad internacionales.

En la sesión 1039a., el representante del Reino Unidodeclaró que la política de su país había sido de estrictaprescindencia y no intervención y que su único interésera que se restableciese la estabilidad en el Yemen yse evitase la extensión del conflicto. Añadió que lanueva misión emprendida por la Organización estabaen consonancia con las obligaciones relativas al mante­nimiento de la paz que le confería la Carta y contri­buiría a la paz en el Yemen y a la estabilidad en elCercano Oriente.

Decisión: El proyecto de resolución conjunto (S/5330) quedó aprobado por 10 votos contra ninguno y1 abstención (URSS) (S/5331).

El representante de los Estados Unidos de Américadeclaró que su Gobierno había confiado en que el Secre­tario General pudiera haber procedido rápidamente y sinobjeciones, sobre la base de sus informes, al envío dela misión de observación requerida. Aunque la demoraera lamentable, en vista de la gran urgencia del pro­yectado cese de hostilidades, la resolución aprobada era,en términos generales, satisfactoria. Señaló, sin em­bargo, que el cese de las hostilidades entre las partesno limitaba la duración de la operación de las NacionesUnidas a dos meses ni a ningún otro período. La refe­rencia al período de dos meses se había hecho única­mente a causa del acuerdo sobre la financiación y noprejuzgaba la forma de esa financiación una vez trans­currido dicho período, en caso de que resultase nece­sario prolongar la operación. En cuanto a la financiaciónde la operación, a su juicio era acertado que la reso­lución no previese nada al respecto y se limitase a tomarnota de que las partes convenían en sufragar los gastosdurante un período limitado.

El representrl!1te de la Unión Soviética declaró quela resolución que se 2.cababa de aprobar no respondíacabalmente a las necesidades de la situación y por lotanto no parecía adecuada. En primer lugar, la reso­lución no contenía indicaciones directas en cuanto alperíodo de .tiempo concreto en que actuaría la misiónde observación. Sin embargo, era evidente, por la decla­ración formulada por el Secretario General en la sesióndel Consejo de Seguridad del 10 de julio, que se tratabade enviar a los observadores por un período concretoy limitado. Subrayó que si la misión tenía que perma­necer en la región fronteriza entre Arabia Saudita y elYemen después de transcurridos los dos meses, la cues­tión tendría que ser examinada oportunamente por elConsejo de Seguridad y tendría que adoptarse unadecisión al respecto. Refiriéndose a la importancia,desde el punto de vista financiero, de la duración dela misión, el representante de la Unión Soviética dijoque aunque el Consejo de Seguridad había consideradoesencialmente la cuestión de las fuentes de financiaciónde .la operación, puesto que el Secretario General le

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había presentado un presupuesto y que el Consejo tam­bién había tomado nota de la declaración del SecretarioGeneral de que todos los gastos pertinentes serían su­fragados por las partes interesadas, los datos relativos alas fuentes de financiación de la operación no estabandebidamente reflejados en la resolución. Destacó quela delegación soviética había adoptado sistemáticamentela actitud de que el Consejo de Seguridad, de confor­midad con la letra y el espíritu de la Carta, debía adop­tar las decisiones relacionadas con las medidas tomadasen nombre de las Naciones Unidas para el manteni­miento de la paz y la seguridad internacionales, única­mente después de tener en cuenta todos los aspectosdel caso, incluidas las circunstancias materiales y finan­cieras que entrañase la aplicación de 1as decisiones delConsejo.

Al explicar su voto en favor de la resolución, elrepresentante del Brasil dijo que la misma tenía elmérito de no establecer principios controvertibles comoun cas d'espece, hecho que tenía ventajas para la Orga­nización en esa situación y que al mismo tiempo man­tenía la confianza de los Estados Miembros en la efi­cacia de las Naciones Unidas.

El representante de las Filipinas declaró que, como10 había dicho el representante de Marruecos, se tra­taba de una situación peculiar que exigía una solucióntambién peculiar y que, en consecuencia, no debía con­siderársela como un precedente, particularmente en 10relativo a la presunción de que sólo el Consejo de Segu­ridad podía autorizar operaciones de mantenimientode la paz o de que era el único órgano que podía iniciaracciones encaminadas a mantener la paz.

El representante de Francia declaró que la finan­ciación de la operación constituía un aspecto impor­tante del problema acerca del cual el Consejo de Segu­ridad tenía competencia para adoptar 1ecisiones. Si lamisión de observación tenía que prolongarse más dedos meses, es decir, el período durante el cu.:tl seríaválida la decisión del Consejo de Seguridad, y si laspartes dejaban de costear los gastos que habían aceptadopagar, el Consejo se vería obligado a volver a examinarel problema.

El representante de la China explicó que su delega­ción había votado en favor de la resolución porque creíaque en virtud de ella el Consejo velaría por que elacuerdo entre las partes fuese cumplido rápida y cabal­mente y por que todos los elementos de origen externo.cualquiera fuese su procedencia, quedasen eliminados dela lucha civil en el Yemen con la menor demora posible.

El representante de Ghana señaló que si el grupode observación tenía que continuar su tarea despuésde transcurridos los dos meses, el Consejo de Segu­ridad tendría que aprobar nuevas medidas en la región.

c. Acontecimientos posteriores al examen de !asituación por el Consejo

En una carta de fecha 17 de junio dirigida al Secre­tario General (S/5333), el representante de ArabiaSaudita informó de que los días 6 y 8 de junio avionesmilitares egipdos habían realizado incursiones contrael territorio de Arabia Saudita, causando víctimas ycometiendo una violación del derecho internacional y dela Carta. La actitud moderada de su Gobierno no debíainterpretarse como signo de debilidad. Debido al pro­fundo deseo de paz de Arabia Saudita,su ·Gobiernoconfiaba en que el Secretario General velaría por que

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En su respuesta dirigida al Secretario General el20 de junio (S/5336), el representante de la RepúblicaArabe Unida declaró que, a petición de la RepúblicaArabe del Yemen, su país había puesto fuerzas militaresa disposición del mando supremo yemenita, en virtuddel pacto de defensa mutua concertado entre los dosGóbiernos, con objeto de rechazar la a~resión extran­jera contra el Yemen. Se había comprobado que ArabiaSaudita desempeñaba un papel preponderante en aquella

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agreslOn. Los Gobiernos de la República Arabe delYemen y de la República Arabe Unida habían aceptadode buena fe las condiciones para el cese de las hostili­dades, que disponían el envío de una misión de lasNaciones Unidas cuyo objeto principal sería la suspen­sión de la intervención militar extranjera contra elYemen. Por consiguiente, el Gobierno de Arabia Sau­dita debía ser el último en protestar, ya que la acdónofensiva contra un pueblo pacífico era una violaciónde la Carta y una amenaza a la paz y a la seguridadinternacionales.

be deleptadolostili­de lasI1spen­tra elL Sau­acdónilaciónlridad

Parten

OTRAS CUESTIONES EXAMINADAS POR EL CONSEJO

Capítulo 5

ADMISION DE NUEVOS MIEMBROS

A. Solicitud de la República .de Rwanda

En cartas de fecha 27 de junio de 1962 (S/5137)y 10 de julio de 1962 (S/5137iAdd.1), del PrimerMinistro de Relaciones Exteriores de la Reoública deRwanda, y en un telegrama de fecha 2 de julio de 1962(S/5137/Add.2), del Presidente de la República deRwanda, se presentó la .5olicitud de admisión de laRepública de Rwanda como Miembro de las NacionesUnidas. El Primer Ministro y el Presidente declarabanque la República de Rwanda se comprometía a aceptarsin reservas las obligaciones enunciadas en la Carta.

En una carta de fecha 19 de julio de 1%2 (S/5146),el representante de Bélgica apoyó la solicitud y pidióque se le autorizase a participar en el examen de lacuestión. ,

El ::onsejo de Seguridad examinó la cuestión en su1017a. ~,esión, celebrada el 26 de julio. El Presidente,con el consentimiento del Consejo, invitó al represen­tante de Bélgica a participar en el debate.

Francia, Ghana, Irlanda, la República Arabe Uniday Venezuela presentaron el siguiente proyecto de reso­lución (S/5147) :

"El Consejo de Segurift~d,

. "Habiendo examinad... la solicitud de la Repúblicade Rwanda,

"Reco11J..ienda a la Asamblea General que admitaa la República de Rwanda como Miemhro de lasNaciones Unidas."

Después de oír declaraciones del representante deBélgica y de todos sus miembros, el Consejo procedióa votar sobre el proyecto de resolución conjunto.

Decisión: El proyecto de resolución presentado porFrancia, Ghana, Irlanda, la República Arabe Unida yVenezuela quedó aprobado por unanimidad (S/5149).

B. Solicitud del Reino de Burundi

En un telegrama de fecha 4 de julio de 1962 (S/5139y Add.1) el Primer Ministro del Reino de Burundipresentó la solicitud de admisión del Reino de Burundicomo Miembro de las Naciones Unidas, junto con unadeclaración en que dicho país aceptaba las obligacionesenunciadas en la Carta.

En una carta de fecha 19 de julio de 1962 (5/5146)el representante de Bélgica apoyó la solicitud y pid~ó

que se le autorizase a participar en el examen de lacuestión.

El Consejo de Seguridad examinó la solicitud delReino de Burundi en su !017a. sesión, celebrada el26 de julio. El Presidente, con el consentimiento del

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Consejo, invitó al representante de Bélgica a participaren el debate.

Francia, Ghana. Irlanda, la República Arabe Uniday Venezuela presentaron el siguiente proyecto de reso-lución (S/5148) : '

"El Consejo de Seguridad"Habiendo examinado la solicitud del Reino de

Burundi,"Recomienda a la Asamhlea General que admita

al Reino de Burundi como Miembro de las NacionesUnidas."

Después de oír declaraciones del representante deBélgica y de todos sus miembros, el Consejo procedióa votar sobre el proyecto conjunto de resolución.

Decisión: El proyecto de resolución presentado porFrancia, Ghana, [¡-landa, la República Arabe Unida yVenezuela quedó aprobado por unanimidad (S/5150).

c. Solicitud de Jamaica

En un telegrama de fecha 6 de agosto de 1962(5/5154), el Primer Ministro y Ministro de RelacionesExteriores de Jamaica presentó la solicitud de admisiónde Jamaica como Miembro de las Naciones Unidas.Declaraba que Jamaica se comprometía a aceptar sinreservas las obligaciones enunciadas en la Carta.

El Consejo de Seguridad examinó la solicitud ensu 1D18a. sesión, celebrada el 12 de septiembre. Ghanay el Reino Unido presentaron el siguiente proyecto deresolución (5/5164) :

"El Consejo de Seguridad,"Habiendo examinado la solicitud de Jamaica,"Recomienda a la Asamblea General que admita

a Jamaica como Miembro de las Naciones Unidas."

Después de oír declaraciones de todos sus miembros,el Consejo procedió a votar sobre el proyecto conjuntode resolución.

Decisión: El proyecto de resolución presentado porGhana y el Reino Unido quedó aprobado por una­nimidad (S/5166).

D. Solicitud de Trinidad y Tabago

En telegramas de fecha 6 y 8 de septiembre de 1962(S/5162 y Add.1), el Primer Ministro y Ministro deRelaciones Exteriores del Estado de Trinidad y Tabagopresentó la solicitud de admisión de Trinidad y Tabagocomo Miembro de las Naciones Unidas. Declaraba queel Estado de Trinidad y Tabago se comprometía a acep­tar sin reservas las obligaciones enunciadas en la Car·ta.

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El Consejo de Seguridad examinó la solicitud en su1018a. sesión, celebrada el 12 de septiembre. Ghana yel Reino Unido presentaron el siguiente proyecto deretmlución (Sj5165) ;

"El Consejo de Seguridad,"Habiendo examinado la solicitud del Estado de

Trinidad y Tabago,"Reco1Jlienda a la Asamblea General que admita

al Estado de Trinidad y Tabago como Miembro delas Naciones Unidas."Después de oír declaraciones de todos sus miembros,

el Consejo procedió a votar sobre el proyecto conjuntode resolución.

Decisión: El proyecto de rl~solución presentado porGhana y el Reino Unido qUl:-tió aprobado por una­nimidad (Sj5167).

E. Solicitud de la República Argelina Demo­crática y Popular

En un telegrama de fecha 30 de septiembre de 1962(Sj5172jRev.1), el Jefe de Gobierno de la RepúblicaArgelina Democrática y Popular presentó la solid:de admisión de la República Argelina Democrática yPopular como Miembro ele las Naciopes Unidas. Decla­raba que la República Argelina. Demncrática y Popularaceptaba sin reservas las obEgaciones enunciadas enla Carta.

El Consejo de Seguridad examinó la solicitud ensu 1020a. sesión, celebrada el 4 de octubre. Chile, losEstados Unidos de América, Francia, Ghana, Irlanda,el Reino Unido, la República Araoe Unida, Rumania,la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Vene­zuela presentaron el siguiente proyecto de resolución(Sj5173) :

((El Consejo de Seguridad,{(Habiendo examinado la solicitud de la República

Argelina Democrática y Popular,u Recomienda a la Asamblea General que admita

a la República Argelina Democrática y Popularcomo Miembro cie las Naciones Unidas."Después de oír declaraciones de todos sus miembros,

el Consejo procedió a votar sobre el proyecto de reso­lución conjunto.

Decisión: El proyecto de resolución presentado porChile, los Estados Unidos de América. Francia, Ghana,Irlanda, el Reino Unido, la República Arabe Unida,Rumania, la Uni6n de Repúblicas Socialistas Soviéticasy Venezuela, quedó aprobado por unanimidad por 10votos contra ninguno y una abstención (Cl1-zna)(Sj5174).

F. Solicitud de Uganda

En un telegrama de fecha 9 de octubre de 1962(Sj5176) el Primer Ministro de Uganda presentóla solicitud de admisión de Uganda como miembro delas Naciones Unidas. Declaró que Uganda aceptabasin reservas las obligaciones enunciadas en la Carta.

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El Consejo de Seguridad ex~_minó la solicitud ensu 1021a. sesión, celebrada el 15 de octubre. Ghrna,el Re~no Unido y la República Arabe Unida presen­taron el siguiente proyecto de resolución (5/5177).

"El Consejo de Seguridad,"Habiendo examinado la solicitud Je Uganda,"Recomienda a la Asamblea General que admita

a Uganda como Miembro de las Naciones Un~das."

Después de oír declaraciones de todos sus miembros,el Consejo procedió a votar sobre el proyecto deresolución conjunto.

Decisión: El proyecto de resolución presentado porGhana, el Reino Unido y la R.epública Arabe Unidaquedó aprobado por unanimidad (Sj5179 y Con-.1).

G. Solicitud de Kuwait

En una carta de fecha 20 de abril de 1963 (S/;:;?94),el Ministro de Relaciones Exteriores de Kuwait p2dióque el Consejo de Seguridad volviese a (;Qnsiderar enfecha próxima la solicitud. preser .• da por Kuwait el30 de junio de 1%1 (Sj4852).

En su 1034a. sesión, celebrada :C.. 7 de mayo de1%3, el Consejo de Seguridad examinó la solicitud einvitó al representante del Irak, conforme a su pedido(Sj5305), a participar sin voto en el debate.

El representante del Irak expresó su convicción deque el aplazamiento del examen de la solicitud habríadado una oportunidad para resolver el problema deconfonnidad con la política de su Gobierno de encon­trar una solución pacífica. Su Gobierno no tenía otraalternativa que manifestar en forma ineq1Úvoca susreservas con respecto a toda decisión que se tomasey declarar que reafirmaba sus legítimos derechos yjamás permitiría que nada afectase los históricosvínculos que lo unían con Kuwait y su pueblo.

El Consejo accedió luego al pedido del representantede Kuwait de que se le alltorizase a exponer la opiniónde su Gobierno respecto de algunas de las cuestionesplanteadas por el representante del Irak. El represen­tante de Kuwait declaró que su Gobierno considerabaque no había justificación para ningún aplazamiento yque la mayoría abrumadora de los Miembros de lasNaciones Unidas compartía la convicción de su Go­bierno de que no existía' "'gú" problema entre Kuwaity el Ira!<:. Su Gobierno haoía demostrado, en el canjede comunicaciones I:on miembros del nuevo n~!!"imen

del Irak, su voluntad y su deseo de que se p;:;'siesetérmino a esta llamada "reclamación" del Irak, quesu Gobierno no aceptaba.

Después de oír declaraciones de todos los miembrosdel Consejo, el Presidente llegó a la conclusión de queel Consejo recomendaba unánimemente la admisiónde Kuwait como miembro de las Naciones Unidas, yleyó el texto de una carta dirigida al Secretario Ge­neral en que le pedía que informase a la AsambleaGeneral de la recomendación del Consejo.

Decisión: El Cnnsejo aprobó sin objeciones ladeclaración del Presidente.

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C'tpflulo 6

RECOMENDACION RELATIVA AL NOMBRAMIENTO DEL SECRETARIO GENERAL DE LASNACIONES UNIDAS

El 3 de noviembre de 1961, la Asamblea General,actuando en conformidad con b recomendación delCL>nsejo de Seguridad había nombrado a Su Exce­lencia U Thant Secretario General interino de lasNaciones Unidas por un período que terminaría el10 de abril de 1963. En consecuencia, en el programadf"l decimoséptimo período de sesiones de la Asam­blea General .'>e inch.lYó un tema titulado "Nombra­miento de Secrd~rio Gen~ral de las Naciones Unidas".En comormidad con el Articulo 97 de la Carta, el

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Secretario Gf"neral es nombrado por la Asamblea arecomendación dd Consejo de Seguridad.

En su 1026a. sesión celebrada a puerta cerrada el30 de noviembre de 1962, el Consejo de Seguridadexaminó la cuestión de dicha r~omendación y decidiópor unanimidad recomendar a la As..'1mblea General elnombramiento de U Thant como Secretario Generalde las Naciones Unidas por un período que expiraráel 3 de n3viembre de 1966. Ese mismo día, el Presi­c!ente del Consejo informó al Presidente de la Asam­blea General de la recomendación del Consejo.

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rallreÍ.si­m-

Parte mEL COMITE DE ESTADO MAYOR

Capítulo 7

LABOR DEL COMITE DE ESTADO MAYOR

Durante el período reseñado, el Comité de Estado Mayor siguió funcionandode modo continuo en conformidad con su reglamento provisional y celebró 26sesiones en total sin realizar ningún progreso en cuestiones de fondo.

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misticio General cometidas por Siria, ya que una seriede decisiones de la Comisión Mixta de Armisticiohabia confirmado que todo acceso al Lago por el ladode Siria constituía una violación del Acuerdo. Laresponsabilidad por el hostigamiento constante de lasactividades civiles de Israel en el Lago Tiberíades ylas incursiones ilegales al otro lado de la línea dedemarcación del Armisticio recaía por entero en elGobierno sirio.

En una carta de fecha 10 de junio (S/5329), elrepresentante de la República Arabe Siria informó alConsejo de que el 9 de junio, en violación del Acuerdode Armisticio General, un cañonero israelí se habíaaproximado a la costa oriental del Mar de Galilea yabierto fuego sobre las posiciones sirias, y asimismo,que aviones de retropropulsión israelíes habían atacadola aldea siria de El Douga con ametralladoras ycohetes.

En respuesta, el representante de Israel declaró enuna carta de fecha 11 de junio (S/5332) que el 9 dejunio una lancha de la policía israelí había contestadoal fuego de las posiciones del ejército sirio que domi­naban la costa oriental del Lago Tiberíades, y negóque aviones israelíes hubieran atacado El Douga conametralladoras y cohetes. En las posiciones fortificadassirias se estaba recurriendo a la práctica de dispararcontra las lanchas de la policía israelí que cumplíansus funciones normales y de hacer fuego contra losagricultores israelíes con el fin de perturbar las acti­vidades civiles israelíes en la región fronteriza y, porúltimo, tratar de establecer el control territorial deSiria más allá de las fronteras de dicho país. Estosactos constituían violaciones del Acuerdo de ArmisticioGeneral.

C. Otras comunicaciones

En una carta de fecha 29 de abril de 1963 (S/5297),el representante de Israel señaló a la atención delConsejo de Seguridad la declaración conjunta formu­lada el 17 de abril de 1963 por la República ArabeUnida, la República Arabe Siria y el Irak sobre elestablecimiento de una federación entre esos tres Esta­dos en la que se instaba a la "liberación de Palestina".Dicha declaración era incompatible con la obligaciónde todos los Estados Miembros de las Naciones Unidasde abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso dela fuerza contra la integr:dad territorial o la indepen­dencia política de cualquier Estado.

En respuesta, los representantes del Irak, de laRepública Arabe Siria y de la República Arabe UniLd,manifestaron en una carta de fecha 10 de mayo (S/

28

A. Comunicaciones de Jordania e Israel referentesa la construcción de salinas

En una carta de fecha 20 de julio de 1%2 (S/5144),el representante del Reino Hachemita de Jordaniapresentó una reclamación contra Israel pe,r haber cons­truido salinas del otro lado de la línea de demarca­ción del Armisticio jordano-israelí en suelo jordanoal sur del Mar Muerto. lo que constituía una infraccióndel Acuerdo de Armisticio General. La carta se referíaa la resolución de la Comisión Mixta de Armisticiode 12 de diciembre de 1961, por la que !t~ pedía aIsrael que suspendiera los trabajos y la explotaciónde las salinas al otro lado de la línea de demarcaciónf'!l territorio de Jordania. En la C'1rta se añadía quelas autoridades de Israel no habían dado muestras deestar dispuesta:> a cumplir dicha resoludón.

En respuesta, el representante de Israel manifestóen una carta de fecha 10 de agosto (S/5152), que laalegación de Jordania carecía de fundamento ya quejamás se había demarcado la frontera internacional ypuesto que Jordania no había protestado contra laubicación ni la explotación de las salinas en los seisaños que siguieron al retiro, en 1955. de la queja quepresentara en 1954. Añadía que Israel había informadoa J ordania y al Secretario General de que estaba dis­puesto a cooperar en una demarcación conjunta de lafrontera a fin de permitir que Jordania llevase a cabosus propios planes de extracción de minerales al surdel Mar Muerto.

Capítulo 8

COMUNICACIONES RELATIVAS A LA CUESTION DE PALESTINA

Parte IV

ASUNTOS SENALADOS AL CONSEJO DE SEGURIDAD PERO NO DISCUTIDOS PORESTE DURANTE EL PERIODO A QUE SE REFIERE ESTE INFORME

B. Comunicaciones de Israel y de la RepúblicaArabe Siria

En una carta de fecha 11 de marzo de 1%3 (S/5258), el representante interino de la República ArabeSiria reclamó contra una serie de actos de agresióncometidos por Israel entre el 24 de enero y el 3 demarzo de 1963 a lo largo de las líneas de demarcacióndel armisticio y en particular en las costas oriental ynororiental del Lago Tiberíades. En la carta se decíaque esas incursiones y provocaciones israelíes consti­tuían una grave amenaza para la paz en la región asícomo una violación del Acuerdo de Armisticio.

En respuesta, el representante de Israel, en unanota verbal de fecha 15 de marzo (S/5261), negó lasalegaciones de Siria y enumeró una serie de incidentesocurridos er. el Lago, en territorio de Israel, que habíansido objeto de reclamaciones presentadas a la Comi­sión de Armisticio entre el 4 de enero y el 14 demarzo. La situación era inquietante pero ello se debíaexc1usivamentf: a las violaciones del Acuerdo de Ar-

- ,5300) que la declaración conjunta de 17 de abril de1%3 reiteraba y reafirmaba la opinión de sus gobiernos,que habían expresado por separado y conjuntamenteen las Naciones Unidas .v fuera de ellas, de que los

derechos del pueblo de Palestina debían ser cabalmenteprotegidos. Al suscitar esta cuestión, Israel tratabaen realidad de encubrir una posible acción militar con­tra los Estados árabes.

PORCapítulo 9

COMUNICACIONES RELATIVAS AL TEMA: "CARTA DE FECHA 13 DE JUliO DE 1960 DIRI.GIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD POR EL SECRETARIO GENERALDE LAS NACIONES UNIDAS"

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El 20 de agosto de 1962 se distribuyó en el docu­mento Sj5053/Add.1l un inforn1e dirigido al Secre­tario General por el funcionario encargado de la ONDCsobre los acontecimientos relativos a la aplicación delas resoluciones del Consejo de Seguridad de 21 defebrero y 24 de noviembre de 1961. Con respecto alos acontecimientos ocurridos con posterioridad a lasconversaciones entre el Sr. Adoula y el Sr. Tshombé,en el informe se señalaba que el 26 de junio, trashaberse suspendido sin llegar a ninguna conclusiónlas conversaciones de Leopoldville, el Sr. Tshombéhabía regresado a Elisabethville en un avión de la ONUCcon los restantes miembros de la delegación de Ka­tanga. En el centro de Elisabethville se había organi­zado un desfile. Dirigiéndose a la multitud, el Sr.Tshombé había señalado que las conversaciones deLeopoldville, en las cuales las tres partes interesadashabían seguido tres políticas diferentes en nombre delbienestar y felicidad de las poblaciones del Congo,habían suscitado problemas muy complejos. Habíaresultado inútil tratar de resolverlos todos durante laseguuda fase de las conversaciones. La posición de ladelegación de Katanga habia sido muy razonable;había aceptado la creación de comisiones para estudiarlos problemas y presentar propuestas al Gobierno Cen­tral y al Gobierno de Kat::mga. La delegación de Ka­tanga había adarado desde el prillcipio que estas comi­siones debían ser órganos consultivos, mientras queel Gobierno Central había tratado, en diversas formas,de facultar a las comisiones para tomar decisionesdefinitivas y obligatorias. Se habían hecho repetidosintentos para inducir a la delegación de Katanga aaprobar enmiendas que hubiesen modificado el carácterde las comisiones, pero la delegación de Katanga nose había dejado enY:Jlver por estas maniobras. El Sr.Tshombé había insistido en que no había firmado nada.Habían tratado de convencerle de que estaba compro­metido por comunicados de prensa como si los comu­nicados representasen un compromiso. En el informese continuaba diciendo que el 27 de junio el Sr. Tshombéhabía informado al Secretario General y al funcionarioencargado de la ONDC de que las autoridades deKatanga habían decidido traspasar una suma de 100millones de francos al Gobierno Central, por intermediode las Naciones Unidas (Anexos III y IV). El 2 dejulio el Sr. Tshombé había comunicado al SecretarioGeneral, al funcionario encargado de la ONUC y alPrimer Ministro Adoula que Katanga había designadolas personas que iban a integrar las cuatro comisionescuya creación se había decidido durante las conver­saciones de Leopoldville.

El 28 de julio el Sr. Bomboko, Ministro de Rela­ciones Exteriores del Gobierno Central, había dirigidouna carta al Secretario General interino pidiéndoleque nombrase juristas especializados en derecho inter­nacional público y especialmente en constituciones fede-

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rales para que ayudasen al Gobierno Central a prepararuna constitución federal (Anexo XI). Al propiotiempo el Gobierno Central había hecho público uncomunicado en el que se apoyaba la aprobación deuna nueva constitución de carácter federal que con­cediese amplia autonomía a los estados miembrosaunque reservando ciertos derechos al Gobierno Central(Anexo XII). Tras las consultas celebradas entre elfuncionario encargado de la O NUC y el GobiernoCentral con respecto a la solicitud del Sr. Bomboko,el Secretario General interino había obtenido los ser­vicios de los cuatro juristas siguientes, cuyo nombra­miento había sido aprobado por el Primer MinistroAdoula: Jean Beetz (Canadá), profesor de DerechoConstitucional de la Universidad de Montreal; B.Malik (India), presidente retirado de la Corte Su­prema de Allahabad, ex asesor en asuntos constitu­cionales de Malaya y Kenia; Dietrich Schindler(Suiza), profesor de Derecho Constitutional e Inter­nacional de la Universidad de Zurich; O. O. Davies,Q.c. (Nigeria) escritor y jurista especializado enderecho constitucional. Los juristas debían asesoraral Gobierno congolés a título personal y en calidad deexpertos; sus opiniones no representarían necesaria­mente las de las Naciones Unidas. Entre tanto el Sr.Tshombé había aprovechado la ocasión para haceruna declaración al cuerpo consular pidiendo el nom­bramiento de una quinta comisión que debía encargarsede redactar una constitución federal (Anexo XIII).

El informe se refería también a la celebración delsegundo aniversario de la denominada independenciade Kataliga, en la que habían tomado parte 2.000miembros de la gendarmería, además de 800 policías,aunque el Sr. Tshombé había afirmado que sólo inter­vendría en el desfile una representación de las fuerzasde Katanga. También se mencionaba en el informe elincidente del 17 de julio durante el cual tropas dela ONUC habían sido atacadas en la Avenue Tombeurde Elisabethville por una turba de mujeres. Una comi­sión internacional de la ONUC nombrada para inves­tigar el incidente llegó a las siguientes conclusiones:a) la manifestación había sido planeada cuidadosamentey contaba con el pleno apoyo de las autoridades deKatanga; b) a pesar de las grandes provocaciones aque habían sido sometidos, los soldados de las NacionesUnidas se habían comportado con disciplina y modera­ción ejemplares; e) era completamente infundada laacusación de que la muerte de una mujer katanguesay tie un niño había sido causada por el fuego de lastropas de las Naciones Unidas (Anexo XXIII).

Al comparecer ante el Comité Consultivo para elCongo el 24 de julio, • funcionario encargado de laONUC había destacauv los siguientes puntos: a) alnombrar los miembros de las cuatro comisiones. Ka­tanga las había calificado de preparatorias, consuitivas,y en modo alguno ejecutivas; b) durante el curso de

-un futuro acuerdo, había creído conveniente, en vistade que la solución del problema de Katanga era cadavez más urgente tanto para las Naciones Unidas comopara el porvenir del Congo, adoptar ciertas medi::lascon ese fin. Estas medidas habían sido expuestas enlas cartas que había dirigido a todos los Estados Miem-bros (Anexo XXV), al Ministro de Asuntos Exte­riores de Bélgica (Anexo XXVI), al Primer MinistroAdoula (Anexo XXVII) y a la Unión Postal Uni­versal en Berna (Anexo XXVIII).

Con respecto a las propuestas que, según se anun­ciaba, el Secretario General interino pensaba hacer,afirmaba que como el problema de Katanga era laclave de l~s dificultades del Congo, sn propósito habíasido tratar de lograr la unidad del Congo por todos losmedios posibles, distintos del empleo de la fuerza,poniendo fin a los intentos de secesión de Katangamediante un acuerdo sobre una constitución. Habíaordenado a su representante en Leopoldville que pre­sentara al Primer Ministro Adoula y al presidenteprovincial Tshombé un ¡.rograma de medidas relativasa la preparación de una constitución que previese unsistema de gobierno federal, la distribución de losingresos entre el Gobierno Central y los gobiernos delas provincias, y procedimientos para la utilizaciónde las divisas, la unificación de la moneda, la integra­ción y unificación del ejército congolés, la conducciónde las relaciones exteriores, la reorganización del Go­bierno Central, la proclamación de una amnistía ge­neral para los políticos y la cooperación de todas lasautoridades congolesas con las Naciones Unidas.

El Secretario General interino expresaba la creenciade que las autoridades de Katanga aceptarían el pro­grama. Si no Jo aceptaban, pensaba ejercer sobre lasautoridades katanguesas una presión económica de talnaturaleza que les hiciese comprender cuál era susituación real y el hecho de que Katanga no era utlEstado soberano ni estaba reconocido como tal porningún gobierno del mundo.

El 23 de agosto se distribuyó una adición (S/5053/Add.l 1/ Add.l) al informe del funcionario encargadode la ONUe. Se refería a los choques ocurridos entreel ENC y la gendarmería en ei norte de Katanga ya la detención del Sr. Antaine Gizeng-a. Un oficial delENC y un mercenario habían resultado muertos el14 de agosto cuando la gendarmería había atacado alENC en la zona de Kitenge.

El 17 de agosto el funcionario encargado de laONUC había enviado una carta a las autoridadeskatanguesas advirtiéndoles que si la g'endarmería ka­tanguesa no cesaba en sus ataques, la eNDC se veríaobligada a intervenir con todos los medios de quedisponía (Anexo XXIX).

El mismo día, el Sr. E. Kimba, Presidente interinodel gobierno provincial de Katanga, había respondidoque se habían dado las órdenes necesarias para quese suspendiesen todos los movimientos militares (AnexoXXX).

Con respecto a la detención del Sr. Antoine Gizenga,se recordaba que el ex Viceprimer Ministro estababajo la custodia del Gobierno Central en la Isla de

. Bulabemba, situada en el estuario del Río Congo.El 20 de agosto, había visitado al Sr. Gizenga unacomisión integrada por el comandante de la base delENC en Banana, el comandante de la guardia delSr. Gizenga y un miembro de la guardia, un repre­sentante de la Sureté nationale, dos médicos y undelegado del Comité Intemacional de la Cruz Roja.

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las negoctaClones de Leopoldville los katan~eseshabían estado al mismo tiempo activamente dedtcadosa preparar la celebración de' su "independencia", comoacontecimiento distinto de la independencia del Congo;e) en la prensa local: en la radio, y mediante anunciosgenerales publicados en Katanga se había popularizadola idea de un Estado, de un país, de una nación.

En el mismo documento se distribuyeron algunasobservaciones del Secretario General interino con res­pecto al informe del funcionario encargado de laONUe. Comentando el problema del Congo en gene­ral, el Secretario General interino informaba de quedespués de la interrupción de las conversaciones entreel Sr. Adoula y el Sr. Tshombé el 26 de junio, habíaconvocado una reunión del Comité Consultivo parael Congo, el 29 de junio, con objeto de consultarloacerca de las pautas de acción para el porvenir ycomunicarle sus propias opiniones. Había consultadotambién con varios delegados en la Sede. Además,durante las visitas que había realizado en el mes dejulio a algunas capitales europeas había aprovechadola oportunidad para llevar a cabo provechosos inter­cambios de opinión con los gobiernos interesados sobrelos problemas con que se enfrentaban las NacionesUnidas en el Congo.

Los incidentes mencionados anteriormente por elfuncionario encargado de la ONUC, a saber la cele­bración del denominado Día de la Independencia deKatanga el 11 de julio y el ataque cuidadosamentepreparado por miles de mujeres y niños katanguesescontra las tropas de las Naciones Unidas en un puestode control de Elisabethville, habían contribuido a au­mentar la tirantez y también la impresión de que, porlo que hacía a Katanga, el deseo de llegar a una solu­ción conciliando las discrepancias entre el GobiernoCentral y las autoridades de la provincia de Katangaera más débil que nunca.

Teniendo en cuenta esta situación había celebradonuevas consultas con el Comité Consultivo, a las queasistió asimismo a petición suya el funcionario encar­gado de la ONUe, el 24 de julio y el 31 de jt:.1io.Había expuesto al Comité la situación, tal como élla veía, a la luz de los recientes acontecimientos asícomo de sus consultas en Europa y en otros lugares.En estas reuniones, como en el curso de conversacionescon delegaciones y gobiernos, el Secretario Generalhabía tratado de dejar claramente establecido que afin de evitar el caos en la República y en esa reg-iónde Africa en g-eneral, era imperioso adoptar medidasenérgicas y eficaces para cumplir con el mandato delas Naciones Unidas en el Congo.

Cuando había planteado la cuestión de la necesidado conveniencia de que se celebrase una sesión delConsejo de Seguridad con miras a formular un nuevomandato para la operación de las Naciones Unidas oa aclarar y fortalecer el existente, el consenso delComité había sido que el mandato existente de lasNaciones Unidas era adecuado y que no parecía nece­saria ninguna otra decisión del Consejo de Seguridad.

El Secretario General había planteado asimismo lacuestión de la posibilidad de que los Estados Miembrosejercieran una presión económica sobre Katanga paralograr los objetivos de las Naciones Unidas, teniendoen cuenta también las posibles consecuencias políticasde tal acción. El Secretario General interino conti­nuaba diciendo que sin menospreciar las posibilidadesdel proyecto de constitución federal que estaban prepa­rando el Primer Ministro y sus colegas como base para

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- ,En el informe presentado por el delegado de la CruzRoja se había dejado constancia de que el Sr. Gizengagozaba de buena salud.

Otro informe (S/50S3/Add.l2), distribuido el 8 deoctubre de 1962 por el funcionario encargado de laONUC, contenía detalle~ acerca del fortalecimientode la fuerza mercenaria katanguesa. En el informese señalaba que se había observado que continuaba lapresencia de mercenarios extranjeros en las fuerzasarmadas de Katanga y que habían llegado otros apesar de la promesa hecha después de la Declaraciónde Kitona por el Sr. Tshombé y otros portavoces deKatanga con respecto a la eliminación de los mercena­rios. Aunque las comisiones mixtas ONUC-Katangarelativas a los mercenarios no habían podido confirmarni negar los informes procedentes de diversas fuentesde que mercenarios extranjeros permanecían todavíaen la provincia de Katanga, habían llegado a lasNaciones Unidas datos fidedignos, inclusive pruebasdocumentales, relativos a la presencia y las actividadesde mercenarios en Katanga desde comienzos de 1962.El Anexo 1 del informe contenía los nombres, lasnacionalidades y las fechas de la presencia de algunosde ellos. Otra lista, procedente de fuente muy fide­digna y adjunta como Anexo Ir daba los nombresde 36 nacionales belgas que, según se informaba, sehallaban en Katanga y podían todavía actuar comomercenarios. En e1 informe se señalaba que otraspruebas menos concretas procedentes de observadoresmás o menos fidedignos habían fijado el número depersonal extranjero en las fuerzas armadas de Ka­tanga entre 300 y 500. El 13 de noviembre se distribuyócomo documento S/S053/Add.12/Add.l otra lista depersonal militar extranjero que según fuentes dignasde crédito se encontraba en Katanga desde enero de1%2. En el informe se continuaba diciendo que laconclusión que había que sacar de las pruebas docu­mentales en poder de las Naciones Unidas y de losinformes suplementarios procedentes de otras fuentesera que el elemento mercenario, aunque había dismi­nuido temporalmente a fines de 1961, había aumentadohasta llegar a sus primitivos efectivos a partir de losprimeros meses de 1962. Sin embargo lo que ocurríaera que en general los mercenarios de Katanga habíanadoptado ropas y empleos civiles, lo que hacía difícildistinguirlos de la población local de origen europeo.Por consiguiente, resultaba mucho más difícil que antesaprehenderlos.

En los párrafos 10 a 14 del informe se aludía alos casos individuales de mercenarios que habían resul­tado muertos durante choques ocurridos entre lastropas del ENC y la g-endarmería de Katanga o conrespecto a los cuales había pruebas de que habíanservido en las fuerzas armadas de Katanga. En elinforme se mencionaba también el caso del Sr. HubertFauntleroy]ulian, un nacional de los Estados Unidoscuyas declaraciones a los funcionarios de la ONUC,así como los documentos que llevaba consigo, habíandomostrado claramente que había estado dedicado alcomercio de armas, municiones y equipo militar porcuenta de las autoridades secesionistas de Katanga.

Refiriéndose al fortalecimiento de la fuerza aéreakatanguesa, en el informe se declaraba que entre laspruebas relativas al aumento de poderío aéreo seincluía la anunciada adquisición y llegada a Katangade nuevos aviones (aviones de combate y de adiestra­miento), la construcción y ampliación de campos deaviación y pistas de aterrizaje y la llegada de merce-

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narios extranjeros que se sabía eran pilotos y técnicosde aviación.

El informe contenía información, verificada por elMando de las Naciones Unidas, acerca de la llegadaa Katanga de un cierto .úmero de aviones desde co­mienzos de 1962. Gran parte de esta información habíasido confirmada mediante fotografía aérea directa. Seindicaba que la principal base de la fuerza aérea deKatanga era Kolwezi-Kengere. Desde enero de 1962se venían realizando obras para mejorar este aeró­dromo. Se habían construido cobertizos semisubte­rráneos para aviones, en general bien disirnulados. Secreía que el campo de aviación Kolwezi-Kengere habíasido reforzado con una serie de baterías antiaéreas.Lo mismo se había hecho, al parecer, en Kipushi. Enotros lugares de Katanga se había estado trabajandodesde enero de 1962 en la constntcción de nuevaspistas de aterrizaje en Kipushi, Lengwe, Pepa y enla carretera de Sakania. No se conocía el número totalde personal extranjero empleado en la fuerza aéreade Katanga. Sin embargo, se creía que había aprc.xi­madamente de 20 a 50 pilotos y técnicos experimen­tados al servicio de las autoridades de Katanga.

Se informaba también acerca de una serie de inci­dentes ocurridos en Katanga. El 12 de septiembre sehabía producido un choque en el cruce de caminosde Martini en Elisabethville al ser atacada una pa­trulla de las fuerzas de la ONUC, compuesta por 20hombres, por unos 100 miembros de la gendarmeríakatanguesa. Según se decía en el incidente habíanresultado muertos dos miembros de la gendarmería.Las fuerzas de la ONUC no habían sufrido bajas.

El 24 de septiembre una patrulla de la ONUC queestaba cumpliendo una misión de reconocimiento delcamino de Martini había sufrido algunas bajas a con­secuencia de la explosión de una mina colocada porla gendarmería katanguesa.

El 20 de septiembre había sido derribado en Ka­munzu un avión de la ONUC que efectuaba un vuelode reconocimiento. Había resultado muerto un miem­bro de la tripulación, y otro había fallecido poco des­pués del incidente a consecuencia de las heridas reci­bidas. Una junta investigadora no había podido llegara una conclusión definitiva con respecto al origen delos disparos, ya que se había comprobado que en elmomento del incidente se hallaban en la región tropasdel ENe y de las fuerzas te~restres katanguesas.

En un informe (S/S053/Add.13) de fecha 26 denoviembre, el funcionario encargado de la ONUCmanifestó que el programa de medidas propuesto porel Secretario General interino, conocido con el nombrede "Plan de Conciliación nacional", o, simplemente,"el plan", había sido recibido en Leopoldville el 19 deagosto de 1%2 para su presentación al Gobierno Cen­tral y, con el asentimiento de éste, al Sr. MoiseTshombé. Conforme a las disposiciones constitucio­nales sugeridas en el plan, el Gobierno Central debía,en el mes de septiembre, presentar y apoyar en elParlamento, hasta su entrada en vigor, un proyectode constitución que estableciera un gobierno federalpara el Congo. A tal efecto, el Gobierno Central habíapedido a las Naciones Unidas que le facilitaran losservicios de expertos internacionales en derecho cons­titucional, especializados en sistemas federales. T{.niendo en cuenta las opiniones de todos los gobiernosprovinciales y grupos políticos interesados del Congoacerca de las disposiciones que habían de incluirseen esta constitución, el Gobierno Central daría a los

.,------..ticos relacionados con las disposiciones militares yfinancieras del Plan (Anexo VI).

De conformidad con la primera cláusula del Plande Conciliación Nacional, los expertos en derecho cons­tituc.i0nal cu:yos servicios fueron facilitados por lasNaclOnes Umdas redactaron un proyecto de constitu­ción federal. Los expertos tuvieron en cuenta algunasu?bservaciones preliminares" presentadas por las auto­rIdades de Katanga (Anexo IX) así como las pro­pues~s ~~ otras proyincias y grupos. El proyecto deco~stltUCIOn federal,. Junto con un memorándum expli­catIvo y comentarIos detallados sobre sus diversascláusulas, había sido sometido al Primer MinistroAdoula el 27 de septiembre, quien lo había transmitidoa las Mesas de las dos Cámaras del Parlamento el13 ,de octubre (Anexo XI). Posteriormente se lohabI~ presentado a una conferencia de presidentesprOVInCIales celebrada en Leopoldville del 16 al 23 deo~tubr.e. ~as autoridades de Katanga, a pesar de haberSIdo lllvltadas, no habían asistido. La Conferenciahabía aprobado una resolución en la que se invitaba~ Sr. Tshombé ua .cooperar· en forma constructiva yS111cera con el GobIerno Central y otras provincias".Seg~n estaba previsto en el programa de ejecución,

se hablan establecido tres comisiones integradas porrepresentantes de las autoridades del Gobierno Cen­tral y de ~atanga, c.on el asesoralpiento de expertosde las NacIOnes Dmdas, que debIan determinar las~odal~d~des ad~inistrativas de la aplicación de lasdISposIcIones mIlItares del Plan como así también lasrelativas a ingresos y divisas. Las Comisiones habíancelebrado varias reuniones. El 16 de octubre la Comi­sión de Asuntos Militares había llerrado a ~n acuerdosobre cesación ?,e1 f~ego ~n el que s~ pedía entre otrascosas la cesaClOn lllmedIata de los movimientos detropas d~l ~NC y de Katanga ~n el norte de Katangay el sumlmstro de armas y mumciones a estas fuerzasel retiro por ambas partes de todas las barreras colo~cadas. ~n los caminos de la zona respectiva, un canjede pnSlOneros y un compromiso mutuo de no aumen­tar las fu'~rzas militares en las zonas de operacionesdel norte de Katanga.

El Secretario General interino había dado instruc­ciones al funcionario encargado de la ONDC el 30 deoctubre para que señalara a la atención del GobiernoCent~al y de las ,autoridades katanguesas los com­promISOS ,qu~ habI~n contraído al aceptar el Plan.Esto habIa SIdo objeto de dos cartas idénticas diri­gidas al Primer Ministro Adoula y al Sr. Tshombéde fechas 10 y 2 de noviembre respectivamente a lascuales se había agregado una nota acerca d~ "losr~~uisitos del Pl~" en que se enumeraban las dispo­SICIOnes que hablan de adoptar el Gobierno Central yel de Katanga, y se hacía una evaluación de las dispo­siciones efectivamente adoptadas por ellos.

En un cablegrama dirigido al Secretario Generalinterino, de fecha 9 de noviembre el Primer MinistroAdoula había reafirmado su apoyo' al Plan de concilia­ción ,nacion~l pero había señalado los peligros quepod~Ian surgIr en caso de que las partes no se ajustaranestnctamente a los plazos previstos en el mismo.Posteriormente, el Primer Ministro había explicadoen detalle, en un anexo agregado a una carta de fecha13 de noviembre, las medidas y la posición adoptadaspor su Gobierno con respecto a la ejecución del Plan.Había sostenido que su Gobierno había hecho todo loposible para aplicar las disposiciones pertinentes del

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e:xpertos las instrucciones necesarias para la prepara­ción definitiva, para el mes de septiembre, de un pro­yecto de constitución conforme al cual los poderes sedividirian según se expone a continuación. Quedaríanreservados exclusivamente al Gobierno Central lossiguientes aspectos: a) relaciones exteriores, b) de­fensa nacional (fuera de las funciones de policía local),e>. adua.nas, d) mon:d~, co!?'trol de ca.mbios y política~nbut~Ia, e) c0l.llerClO mterIor y exterIor, f) facultadesImpoSItIvas sufiCIentes para atender las necesidades delGobierno Central, g) nacionalidad e inmigración yh) correos y telecomunicaciones. Los gobiernos provin­ciales tendrían autoridad tiobre sus propias administra­ciones y poseerían todos los poderes que no estuviesenreservados al Gobierno Central, incluidos los de po­licía local, como así tanlbién las facultades impositivasnecesarias para sufragar los gastos de las actividadesde administración local.

Además de la preparación de una constitución fede­ral, los otros elelllentos principales previstos en elPlan eran la distribución de los ingresos y divisas entreel Gobierno Central y los gobiernos de las provincias,la unificación de la moneda, la integración y unifica­ción de todas las unidades militares, paramilitares yde gendarmería en un ejército y gendarmería nacio­nales, el retiro de todas las misiones o los represen­tantes diplomáticos o consulares en el e.,'{terior que noestuviesen sujetos a la autoridad del Gobierno Cen­tral, la proclamación de una amnistía general y lareconstitución del Gobierno Central de modo queestuviesen representadas en él todas las, agrupacionespolíticas y provinciales (S/5053/Add.13/Corr.1). Elinforme del funcionario encargado de la ONDC expre­saba a continuación que el plan había sido presentadoal Primer Ministro Cyrille Adoula en Leopoldvilleel 20 de agosto, y el 24 de agosto a las autoridadesde Katanga en Elisabethville. En sus conversacionescon el Primer Ministro Adoula, lo mismo que con elrepresentante del Sr. Tshombé, el funcionario encar­gado de la ONDC había aclarado que el plan, tal comoles había sido presentado, debía ser aceptado o recha­z~d~ en su totalidad, y que no estaba sujeto a nego­CIaClOnes.

Después que el Primer Ministro Adoula y el Sr.Tshombé habían aceptado el plan, les fueron remitidas,el 10 de septiembre, dos cartas idénticas que incluíanun programa detallado para la apllcauón inmediatadel mismo. El programa, entre otras cosas, requería:a) que se terminara el proyecto de constitución federalpara fines de septiembre y se 10 presentara al Parla­mento; b) que se preparara un proyecto de ley finan­ciera sobre distribución de los ingresos y divisas quedebía ipc1uirse en la co!:'- Litución y someterse al Par­lamento; e) que se tomdra inmediatamente un jura­mento <le lealtad al Presidente de la República, a loscomandantes de todas las unidades militares, paramili­tares o de gendarmería que no lo hubieran prestadoaún; d) que las autoridades del Gobierno Central pro­clamaran una amnistía; e) que el Sr. Tshombé disol­viera el "Ministerio de Relaciones Exteriores" de Ka­tanga y se retiraran inmediatamente todos los repre­sentantes y misiones de Katanga en el exterior; yf) que el Gobierno Central ofreciera asignar a losmiembros del Partido Conakat determinados minis­terios en un Gobierno Central reorganizado lo máspronto posible. En el programa para la aplicación delPlan se había previsto también la creación de comi­siones mixtas que debían ocuparse de los detalles prác-

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"Plan, a menudo frente a graves provocaciones porparte de las aut9ridades de Katanga (Anexo XVIII).

Después de la visita que el funcionario encargadode la ONDC había realizado a Elisabethville parahacer comprender al Sr. Tshombé la necesidad deque diese una respuesta positiva, antes del 15 de no­viembre, a la nota del Secretario General interinosobre los requisitos del Plan, el Sr. Tshombé le habíainformado en una carta de fecha 12 de noviembre queestaba resuelto á. aplicar el Plan y había negado queKatanga hubiese insistido en adoptar una actitud sepa­ratista, y había atribuido toda la responsabilidad porlas dificultades con que se había tropezado en el cum­plimiento del Plan al Gobierno Central (Anexo XIX).El 12 de noviembre el Sr. Tshombé había emitido uncomunicado de prensa en el que atribuía al GobiernoCentrulel fracaso de la ejecución del Plan y afirmabaque las Naciones Unidas estaban tratando de encontrarpretextos para justificar el empleo de la fuerza (AnexoXIX-a).

En una carta de fecha 16 de noviembre, dirigida alSr. Tshombé, el funcionario encargado de la ONDCle había pedido que adoptara las siguientes medidas:a) enviar sin demora a Leopoldville a los funcionariossuperiores de Katanga para prestar juramento delealtad al Presidente del la República, quedando enten­dido que si era necesario la ONDC garantizaría suseguridad y les proporcionaría medios de transporte;b) anunciar la inmediata adopción de medidas para laaplicación de las disposiciones del Plan relativas aingresos, finanzas y divisas; e) autorizar a los fun­cionarios de aduanas e inmigración del Gobierno Cen­tral a desempeñar sus funciones en Katanga lo mismoque en cualquier otro punto del Congo: d) permitircompleta libertad de movimiento a todo el personalde la ONDC en Katanga, inclusive en Jadotville,Kipushi y Kowezi, y e) cooperar con la ONDC a finde eliminar a todos los mercenarios de la gendarmería.

Con respecto a la proclamación de la amnistía generalrecomendada en el Plan de conciliación nacional, enuna adición (S j 5043j Add.13 j Add.l ) distribuida el28 de noviembre, se reproducía la proclamación for­mulada. el 26 de noviembre por el Presidente de laRepública, Sr. Kasa-Vubu. El Presidente declarabalamentar profundamente la conducta extraviada dealgunos de "nuestros hermanos del sur de Katanga"quienes, confiaba, escucharían "nuestro llamado paraque retornen al redil". Agregaba que las puertas esta­ban abiertas para todos aquellos que desearan regresary que con el mismo espíritu que había reinado en laépoca de la reunión de Lovanium, en julio y agostode 1961, en que se habían superado y sepultado lasmás graves enemistades y divergencias de opinión,renovaba solemnemente el ofrecimiento que había for­mulado en aquella ocasión y proclamaba que se con­cedería una anmistía general y completa a todosaquellos que regresaran al Congo, cualesquiera fuesenlos delitos políticos que pudieran haber cometido.

En un informe (Sj5053jAdd.14) sobre los acon­tecimientos ocurridos en Katanga desde el 26 de no­viembre de 1962 al 4 de enero de 1963, el funcionarioencargado de la ONUC declaró que el Sr. Tshombéno había adoptado ninguna medida de importanciapara lograr la reintegración de Katanga. En el Plandel Secretario General se había enunciado un programade medidas concretas que habían de adoptarse endeterminados plazos, al término de los cuales Katangadebía quedar reintegrada en una república federal del

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Congo. El Sr. Tshombé sólo había respondido contibias declaraciones de aceptación y sus actos habíandesmentido aun esas declaraciones.

Al mismo tiempo, las autoridades provinciales deKatanga se habían dedicado a una campaña de hosti­gamiento de creciente intensidad contra las fuerzas yel personal civil de la ONDe en la zona de Elisabeth­ville, las que se habían encontrado cada vez más enuna situación análoga a la de un sitio. Se mencionabael caso de cinco soldados tunecinos de la ONDC quese habían dado por desaparecidos o secuestrados porla gendarmeríé/. El 18 de diciembre el Sr. Tshombéhabía informado al representante de las NacionesUnidas en Elisc:.bethville que la devolución de loscinco soldados se efectuaría solamente 10 días antesde la repatriación del contingente tunecino, posiciónque el representante de las Naciones Unidas se habíanegado a aceptar. Se mencionaba también el caso delos dos empleados civiles de la ONUC que habían sidodetenidos el 4 de diciembre. Los enérgicos esfuerzosrealizados por el representante de las Naciones Unidasen ~lisabethvil~e para conseguir que fueran puestosen lIbertad hablan resultado infructuosos. Uno de loshombres detenidos había escapado a la vigilancia dela gendarmería el 22 de diciembre de 1962 y habíainformado de que se había hecho fuego contra el otroy que se temía que hubiera muerto. Se denunciabaque durante la noche del 7 de diciembre de 1962 sietefuncionarios de la ONDC que viajaban en ur: jeephabían sido detenidos por miembros de la gendarmeríay policías katangueses. Habían sido abofeteados y gol­peados por los policías y por el General Moke, Co­mandante de la Gendarmería, antes de entregárselesa las autoridades militares de la ONUC.

Gradualmente, la campaña del Sr. Tshombé contralas Naciones Unidas se había hecho extensiva a losnacionales de los Estados Miembros de la OrO'aniza­ción cuyos Gobiernos c:ooperaban en la aplicación delPlan del Secretario General y del mandato de lasNaciones Unidas en el Congo.

El informe se refería tanlbién a choques entre tropasdel F;NC y fuerzas katanguesas, a bombardeos y des­truc~lOne~ en el norte de Katanga y señalaba que elfunC1onano encargado de la ONDC había protestadoenérgicamente por la itmecesaria destrucción de lainfraestructura vital del país en una carta de fecha8 de diciembre en la cual se había informado ademásal Sr. Tshombé de que se había enviado un destaca­mento militar de la ONUC a Kongolo localidad a laque habían entrado las fuerzas del ENC, para man­tener el orden. ~ la legalidad y evitar la guerra civily choques fratncldas (Anexo IX). El 14 de diciembre,las tropas de las Naciones Unidas habían entrado enKongolo y habían permanecido allí.

Con respecto a la aplicación del Plan de concilia­ción nacional, se señalaba que durante el período aque se refería el informe, el gobierno del Sr. Tshombéno había adoptado medida alguna para llevar a cabola parte del Plan que le correspondía a Katanga. Porconsiguiente, se había informado al Sr. Tshombé deque se aplicarían las fases II a IV de las pautas deacción del Plan (Sj5053jAdd.13, Anexo I) y de quela ONUC insistiría en que se cumplieran las resolu­ciones de las Naciones Unidas relativas al Congo.

El 11 de diciembre, el Secretario General habíapedido ayuda al Gobierno de Bélgica, uno de los pri­meros en apoyar el Plan, para poner fin pacíficamenteal problema de Katanga. Se había solicitado al Go-

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bierno de Bélgica que ejerciera toda la influencia posi­ble sobre la Union Miniere du Haut Katanga paralograr que desistiera inmediatamente de pagar utili­dades a la provincia de Katanga (Anexo XIII).

El Secretario General se había dirigido también alos Gobiernos de Portugal, de la República de Sudá­frica y del Reino Unido para pedirles que adoptaranlas medidas necesarias a fin de prohihir la expediciónde mineral de cobre de Katanga a través de los terri­torios bajo su jurisdicción, hasta tanto quedase resueltala cuestión del pago de los ingresos de la Union Mi­niere al Gobierno Central y a la división de los mismoscon Katanga (Anexos XIV y XV).

El 11 de diciembre el Primer Ministro Adoula habíadirigido cartas idénticas a 17 Gob~ernos interesadospidiéndoles que, en cumplimiendo de la fase II delPlan no permitieran la importación a sus territoriosde cobre y cobalto de Katanga. Esta petición habíasido apoyada por el Secretario General.

El 12 de diciembre el Sr. Tshombé había transmi­tido al Secretario General un "ofrecimiento" relativoa la cuestión de las divisas, con arreglo al Plan deconciliación nacional, pero había resultado imposiblellegar a un acuerdo sobre los detalles de ese ofre­cimiento.

En el informe se continuaba diciendo que del 24 al28 de diciembre se habían producido tiroteos esporá­dicos por parte de la gendarmería en Elisabethville,y sus alrededores, causando varias bajas entre lastropas de la ONUe. Cuando las Nadones Unidashabían pedido el retiro de las barreras y posicionesde sitio desde las cuales se producían los tiroteos, lasautoridades katanguesas habían publicado una decla­ración en la que se invitaba a la resistencia contralas tropas de la ONUC y se amenazaba con volar puen­tes, represas y otras instalaciones (Anexo XXVIII) .

Del 28 al 31 de ciiciembre las Naciones Unidashabían iniciado la acción necesaria para restablecerla seguridad de las tropas de la ONUC en la zonade Elisabethville y su libertad de movimientos me­diante el retiro de las barreras de la gendarmería.La acción se había llevado a cabo con éxito y se habíancapturado las posiciones fortificadas de los lugaressiguientes: el camino de Jadotville, el campo de golfde Kasapa, el camino de Kipushi, la Avenida Tom­beur, Munama y Naviundu. Las fuerzas de la ONUCcontrolaban en forma efectiva toda la zona que seextiende aproximadamente a unos 20 kilómetros entorno a Elisabethville y la primera fase de la opera­ción de las Naciones Unidas en Elisabethville habíaterminado.

Prosiguiendo su acción para lograr libertad de movi­miento, la Fuerza de las Naciones Unidas, en elperíodo comprendido entre el 31 de diciembre y el4 de enero, había avanzado sobre las posiciones forti­ficadas de Katanga y luego sobre Jadotville, una im­portante ciudad minera en la que se habían concen­trado los mercenarios. Las fuerzas de la ONUe habíanllegado a esta ciudad el 3 de enero y habían sido entu­siastamente acogidas por la población.

La operación de J adotvi11e había sido la primeraexperiencia de una fuerza armada estrictamente bajoel mando de las Naciones Unidas en condiciones decombate sobre el terreno. Las dificultades de la batallahabían revelado serias deficiencias en materia de comu­nicaciones y coordinación entre la Sede de las NacionesUnidas en Nueva York, el cuartel general de la Ope-

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raClon del Congo en Leopoldville y los destacamentosmilitares que actuaban sobre el terreno.

En el informe se agregaba que desde el 28 de di­ciembre los avior.es de combate de la ONUC, armadoscon cañones y cohetes pero no con bombaS, habíanpermanecido listos para entrar en acción con la má­xima rapidez. En caso de ser necesaria su actua­ción, la misión concreta de los mismos consistíaen impedir toda actividad aérea de los katanguesescontra la ONUe. El plan consistía en destruir losaviones katangueses que se encontrasen en el aire oen el aeródromo militar de Kolwezi Kengere y otrosaeródromos del sur de Katanga que podrían ser em­pleados para las operaciones aéreas katanguesas en lazona de Elisabethville. Desde el 28 de diciembre hastael 4 de enero inclusive se habían efectuado en total76 salidas que representaban más de 100 horas de vuelo.Siete aviones de combate de la aNUC y uno de reco­nocimiento habían sido alcanzados por proyectilesaunque ninguno de sus pilotos había resultado herido.

Con respecto a las bajas sufridas por las fuerzasde la aNUC entre el 24 y el 28 de diciembre a raízde los disparos de la gendarmería y en el transcurso delas subsiguientes operaciones cumplidas entre el 28de diciembre y el 4 de enero, el informe fijaba en nueveel número de muertos y en 72 el de heridos.

Se señalaba que durante las operaciones las autori­dades civiles y militares de la aNUe habían realizadograndes esfuerzos para mantener la legalidad y elorden público así como los servicios civiles esenciales,y que a partir del 3 de enero habían comenzado allegar a Elisabethville algunos funcionarios del Go­bierno Central para estudiar el problema del restable­cimiento de las relaciones normales y las comunica­ciones y el enlace entre las autoridades de Leopold­ville y Elisabethville.

Al informar acerca de las relaciones con las auto­ridades katanguesas después de las recientes opera­ciones, el funcionario encargado de la ONUC declaró,en un informe posterior (SjSOS3jAdd.lS), que elSr. Tshombé, después de saHr de Elisabethville el 2gde diciembre y efectuar una visita a Salisbury, capi­tal de la Federación de Rhodesia y Nyasalandia, sehabía dirigido por vía de Rhodesia del Narte a Kolwezi,último centro minero de importancia ocupado todavíapor la gendarmería katanguesa. Con posterioridad sehabía informado de que el Sr. Tshombé había conti­nuado dando muestras de cierto interés en reanudarlas conversaciones con los funcionarios de la ONUe,pero que había dicho también que, si se veían obliga­dos, los katangueses lucharían hasta el último hombrey recurrirían a una política de "tierra arrasada", queincluiría la destrucción de valiosas instalaciones mi­neras, centrales eléctricas y puentes, especialmenteen Kolwezi. La amenaza de una política de "tierraarrasada" se había hecho cada vez más grave en vistade la extensa e innecesaria destrucción de puentes yacausada durante las recientes operaciones (en elAnexo 1 adjunto al informe se reproducía una listade los puentes y otras instalaciones destruidos o da­ñados en Katanga desde noviembre hast~ el 14 deenero).

A su regreso a Elisabethville el 8 de enero, el Sr.Tshombé había informado a los funcionarios de lasNaciones Unidas de que había regresado a Elisabeth­ville con el exclusivo objeto de restablecer la paz y latranquilidad de Katanga y de todo su pueblo 10 máspronto posible. Sin embargo, en una conferencia de

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El Secretario General había formulado inmediata­mente una declaración en la que había reiterado loscuatro puntos básicos con respecto a los cuales lasNaciones Unidas habían pedido garantías al Sr.Tshombé antes de entrar en contacto con él en 10 refe­rente a otros asuntos. Estos puntos habían sido: 1) larenuncia categórica del Sr. Tshombé a la política detierra arrasada y de sabotaje que se le atribuía frecuen­temente; 2) la renuncia a su intención reiteradamenteexpresada de luchar hasta el último hombre; 3) laadopción inmediata de medidas •prácticas para la eje­cución del Plan de Conciliación Nacional que el Sr.Tshombé había aceptado hacía muchos meses; y 4) laseguridad de que reconocería de inmediato el derechode la ONUC a circular libremente por todo el territoriode Katanga (Anexo IJI).

El 12 de enero, el Sr. Tshombé había partido preci­pitadamente en automóvil hacia la frontera con Rhodesiay había regresado en avión a Kolwezi. En esa fechase tuvo conocimiento de que elementos de la gendar­mería y mercenarios habían minado completamente lasimportantes instalaciones industriales y mineras deKolwezi y estaban decididos a hacer volar dichas insta­laciones en caso de que las tropas de la ONUC hubierantratado de aproximarse a dicha ciudad. Asimismohabían quedado en peligro de destrucción el puentesobre el río Lualaba, cerca de Kolwezi, la represaDelcommune y la central de energía eléctrica de Lufira.

El 17 de enero, el Sr. Tshombé había convenido enreunirse con representantes de las Naciones Unidas enla sede de la ONUC en Elisabethville, a fin de discutirlas modalidades de la entrada de la ONUe en Kolwezi.Al final de la reunión, el Sr. Tshombé se había com­prometido a facilitar la entrada pacífica de la ONUeen Kolwezi, la cual debía efectuarse el 21 de enero de1963. Se le había permitido mantener una pequeñaguardia personal.

En consecuencia, las tropas de las Naciones Unidashabían entrado en Kolwezi en la tarde del 21 de enero.El Sr. Tshombé había reiterado ulteriormente su sin­cera determinación de poner en práctica el Plan deConciliación Nacional propuesto por el SecretarioGeneral.

El funcionario encargado de la ONUC informó asi­mismo acerca de las operaciones militares que se habíanllevado a cabo durante el período a que se refería suinforme. Dichas operaciones, que habían permitido ala fuerza de las Naciones Unidas tener bajo su controltodos los centros importantes que hasta entonces habíanestado en poder de los katangueses, se cumplieron, engeneral, con un mínimo de resistencia. Para el 21 deenero, las tropas de las Naciones Unidas habían res­tablecido la legalidad y el orden en todas partes. Lagendarmería katanguesa había dejado de existir comofuerza organizada de combate. De este modo habíanconcluido las operaciones militares comenzadas el 28 dediciembre.

Refiriéndose a la cuestión de los mercenarios, en elinforme se manifestaba que durante la última semanade diciembre y las dos primeras semanas de enero,las tropas de las Naciones Unidas habían capturado a.'ueve mercenarbs o personas de quienes se sospechabaqt1~ eran mercenarios.

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No obstante, se había comprobado que si bien losmiembros mercenarios de la gendarmería katanguesaascendían en diciembre a unos 400 según la mayoríade las fuentes de información. pronto habían quedadodesorganizados y desmoralizados. Se había observadoque eran incapaces de reforzar la moral y de dirigireficazmente a la gendarmería katanguesa como 10 habíanhecho anteriormente. Antes de la entrada de las fuerzasde la ONUC en Kolwezi, se había informado de queun gran número de mercenarios habían partido por trenen dirección a Dilolo, en la frontera con Angola, ydesde entonces las tropas de la ONUC no habían encon­trado a ningún mercenario.

En el mismo informe. el funcionario encargado dela ONUe describía el restablecimiento de los serviciosy las medidas adoptadas para la reintegración deKatanga.

Durante la primera semana de enero de 1963, se habíatransportado por avión a Elisabethville a 22 oficiales yfuncionarios representantes del Gobierno Central, loscuales habían integrado la Comisión Administrativaque se había ido organizando gradualmente, instalandooficinas y estableciendo los contactos preliminares, perono se había ocupado de la legalidad y el orden, 10 cualhabía seguido siendo la responsabilidad principal de laONUC. actuando en cooperación con la policía katan­guesa. El 16 de enero, el Presidente de la Repúblicadel Congo, había designado al Sr. Joseph Ileo comoMinistro de Estado, miembro del Consejo de Ministros,residente en Elisabethville. con la misión espe~ial deestablecer los contactos necesarios con las institLJonesprovinciales y de facilitar el proceso de reintegraciónde Katanga del Sur a la República. El Sr. Ileo y sucomitiva habían llegado a Elisabethville el 23 de eneropara asumir sus funciones.

Del 4 al 15 de enero se habían celebrado conversa­ciones entre representantes de la Unión Miniere duHaut Katanga y del Gobierno del Congo, las cualeshabían dado como resultado un acuerdo sobre divisas,en virtud del cual la Unión Miniere debía remesar alConsejo Monetario todos sus ingresos por conceptode exportación; este último, a su vez, debía asignar ala Unión Miniere las divisas que precisase para satis­facer sus necesidades esenciales y mantener sus activi­dades, a condición de que la utilización de dichas divisasse hiciera bajo la fiscalización del Consejo Monetario.

Con respecto a la integración de la gendarmeríakatanguesa, se informó de que. después de una decla­ración hecha por el Primer Ministro Adoula el 7 deenero. un número cada vez mayor de miembros de lamisma había comenzada a presentarse a la ONUC oal representante del Gobierno Central en Elisabethvillepara solicitar que se les reintegrara en el ENe.

En un informe sobre la aplicación de las resolucionesdel Consejo de Seguridad de 14 de julio de 1960, 21 defebrero y 24 de noviembre de 1961 (Sj5240) distri­buido el 4 de febrero, el Secretario General manifestóque el informe más reciente del funcionario encargadr.­de la ONUC (Sj5053jAdd.15) indicaba que se habíaterminado una importante fase de la operación en elCongo y que consideraba adecuado y oportuno informaral Consejo de Seguridad acerca del grado en que sehabía puesto en práctica el mandato que las resolucionesdel Consejo de Seguridad habían otorgado a la ONUCy de los aspectos de ese mandato que seguían sin eje­cutar, y sugerir después de un análisis de las perspec­tivas, las tareas que quedaban por realizar y determinarlos recursos que se requerían a tal efecto.

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Refiriéndose a las recientes operaciones militares em­prendidas por tropas de la ONUC a fin de lograr com­pleta libertad de movimiento en todo el territorio deKatanga. el Secretario General manifestaba que sehabían visto coronadas por un éxito total. Pero lamen­taba profundamente que dichas operaciones hubieranoriginado la pérdida de algunas vicIas y ciertos daños.Agregaba que para una fuerza de paz, incluso talesescaramuzas eran excesivas y unas cuantas bajas,demasiadas.

El Secretario General recordaba que la política y losobjetivos de las Naciones Unidas para la República delCongo. tal como habían sido estahlecidos por el Con­sejo de Seguridad en sus resoluciones, eran lossiguientes:

a) Mantener la integridad territorial y la indepen­dencia política de la República del Congo;

b) Ayudar al Gobierno Central del Congo a resta­blecer y mantener la legalidad y el orden;

e) Evitar que se produjera una guerra civil en elCongo;

d) Conseguir el retiro y la evacuación inmediata delCongo de todo el personal militar y paramilitar y delos asesores extranjeros que no dependieran del Mandode las Naciones Unidas, así como de todos los merce­narios; y

e) Proporcionar asistencia técnica.Con respecto al mantenimiento de la integridad terri­

torial y la independencia política, el Secretario Generalmanifestaba que la amenaza más grave había sido laactividad secesionista que desde 1"1 11 de julio de 1960habían realizado las autoridades provinciales de Ka­tanga. A pesar de las frecuentes declaraciones delSr. Tshombé de que aceptaba la reintegración, no sehabía logrado ningún progreso real en este sentidohasta después de terminadas las recientes operacionesmilitares en Katanga.

No obstante. el Secretario General señalaba que, silas tropas de la ONUC descuidaban la vigilancia o seretiraban demasiado pronto, era probable que volvieraa resurgir el movimiento secesionista. En Katanga exis­tían intereses y elementos que siempre estarían en favorde dicho movimiento. Podría producirse una reagru­pación y rearme de la gendarmería, o de parte deella, para organizar una nueva fuerza secesionista.

El Secretario General recordaba que en el Congohabía habido otras tentativas separatistas, pero que nin­guna había contado con el apoyo financiero otorgado alas pretensiones de Katanga y se encontraban más omenos inactivas. Por fortuna, no parecía existir ningunaamenaza directa contra la independencia del Congoprocedente de fuentes exteriores. Así, pues, era posibleafirmar que se había cumplido en gran parte el man­dato de la operación de las Naciones Unidas relativoa la integridad territorial y la independencia políticay que sólo quedaba por desempeñar un papel devigilante.

En cuanto a la ayuda para restablecer y mantenerla legalidad y el orden, el Secretario General manifes­taba que parecía que se había restablecido con firmezala legalidad y el orden en los principales centros deKatanga, y se esperaba que la presencia de la ONUetendría el mismo efecto en las zonas rurales dondehabía habido choques entre tropas dd ENC y los gen­darmes katangueses. De todas formas, durante el pe­rbdo de transición hasta c: ,e Katélnga se reintegrasecon el resto de la República, el problema de h legalidad

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y el orden seguiría siendo delicado. Así 10 había reco­nocido el Gobierno Central, que había accedido por elmomento a colocar sus fuerzas de seguridad en el surde Katanga bajo la jurisdicción del Mando de lasNaciones Unidas, y había aceptado, por 10 menos en?rincipio, que la entrada de sus unidades armadas enesa zona se efectuara escalonadamente. Se había pedidoal funcionario encargado de la ONUC y al comandantede la Fuerza que se entrevistaran con las autoridadescongolesas para tratar de determinar hasta cuándonecesitaría el Gobierno Central la asistencia militar delas Naciones Unidas para mantener la legalidad y elorden.

En 10 tocante al mandato de prevenir una guerracivil en el Congo, el Secretario General observaba que,después de la formación en agosto de 1961 de un go­bierno de unión nacional y a raíz de la decisión de lasautoridades katanguesas de poner fin a sus actividadessecesionistas, podía considerarse que dicho mandatose había cumplido en su mayor parte, si bien todavíahabría que ejercer durante algún tiempo una obser­vación vigilante y eficaz de la situación. Refiriéndoseal retiro del personal militar y paramilitar y de losasesores, así como de los mercenarios, el SecretarioGeneral declaraba que se había calculado que habíaunos 400 mercenarios en las filas de la gendarmeríakatanguesa al iniciarse las operaciones de diciembrede 1962 y enero de 1963 y que la feliz terminación dedichas operaciones había hecho, al parecer, que la ma­yoría de los mercenarios, si no todos, hubieran huidode Katanga por la vía de Angola, salvo un pequeñonúmero que se encontraba bajo la custodia de lasNaciones Unidas. Así, pues, era posible sacar la con­clusión de que el mandato relativo a los mercenarioshabía quedado prácticamente cumplido. Sin embargo,no se sabía si aún quedaban entre los técnicos queprestaban servicios a las autoridades provinciales katan­guesas, o entre los residentes no congaleses del sur deKatanga, algunas personas que hubieran traspasadolos límites de las actividades legítimas y hubieran ac­tuado como asesores políticos y posiblemente militares,o como mercenarios. Por lo tanto, no podía descartarsela posibilidad de que hubiera expulsiones por esemotivo.

Con respecto a la asistencia técnica, el SecretarioGeneral informaba de que había iniciado consultas conel Gobierno congolés sobre la manera en que deberíaencauzarse la ayuda que se prestara al país en el por­venir. Desde luego, continuaría la ayuda multilateralo de las Naciones Unidas. Faltaba saber hasta quépunto podía ser oportuno y conveniente prever unaumento de la ayuda bilateral. Aunque las NacionesUnidas habían creído preferible que toda la ayuda parael Congo fuese encauzada o por lo menos aprobada porellas, resultaba evidente que la Organización no dis­pondría por sí misma de los recursos que se requeriríanpara atender a las ingentes necesidades del Congo.

El Secretario General continuaba diciendo que habíaconcluido una fase decisiva de las actividades de lasNaciones Unidas en el Congo. Se trataba del períodoen que las tropas de las Naciones Unidas habían tenidoque desempeñar un papel militar activo. Sin embargo,esto no significaba automáticamente que la Organiza­ción retiraría sus tropas del país. Se reduciría gradual­mente el número de hombres de la Fuerza y no podíaexcluirse la posibilidad de retirarla del todo en breve.

Al final de su informe, el Secretario General desta­caba los principios básicos en que se había fundado la

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En una carta de fecha 2 de marzo dirigida al Secre­tario General (S/5249), el Representante Permanentede la URSS, refiriéndose al informe del SecretarioGeneral de 4 de febrero, recordó que la misión quedebían cumplir las Naciones Unidas en el Congo habíasido clara y concretamente proteger a la República delCongo contra la agresión externa y garantizar su inde­pendencia política, su unidad y su integridad territorial.Señaló que, si bien en el informe del Secretario Ge­neral se indicaba que se habían cumplido en granmedida las tareas a que habían tenido que hacer frentelas Naciones Unidas en el Congo, en realidad conti­nuaba sin resolver el problema de Katanga, tantodesde el punto de vista político como desde el econó­mico, aunqu~ las operaciones militares de las NacionesUnidas en el Congo hubiesen terminado. Se disponíade indicios considerables de que. en violación directade las resoluciones del Consejo de Seguridad, un grannúmero de belgas y de otros m,=rcenarios extranjerosestaban regresando a Katanga junto ron diversos tiposde asesores y expertos procedentes de las Potenciascoloniales. El representante de la URSS continuabadiciendG que algL1l1as Potencias seguían ejerciendo pre­sión sobre el Gobierno de la República del Cong-o paraqu,= resolviese la cuestión de la reunificación de Ka­tanga y el Congo de una manera que suponcría prácti­camente la sujeción de la República del Congo a losmonopolios extranjeros que dominaban en Katanga.La posición de su país con respecto a esta cuestiónhahía quedado explicada en la respuesta de su Go­bierno al llamamiento que el Secretario General habíadirigido a los Est~dos Mif'mbros de las NacionesUnidas el 31 de julio de 1962.

La política fundamental de la Unión Soviética habíasido y continuaba siendo que debía darse al pueblo, alParlamento y al Gobierno de la República del Congola oportunidad de resolver sus propios asuntos.

Refiriéndose a la presencia de las tropas d~ lasNaciones Unidas en el Congo, el representante de laURSS sostenía que la Carta no autnrizaba a lasNaciones Unidas a actuar en casos relacionados conel mantenimiento de la legalidad y el orden en undeterminado país, ya que ésta era una prerrogativadel gobierno del país respectivo. En consecuencia, eraevidente que el mantenimiento de la ONUC en elCongo sólo para desempeñar funciones d~ policía erauna acción que no podía justificarse desde el puntode vista de los principios y las disposiciones de laCarta de las Naciones Unidas.

Con respecto a otras cuestiones referentf'~ a lasperspectivas de nuevas actividades de las NacionesUnidas en el Congo, expresaba la opinión de que todasesta!; cuestiones debía decidirlas el Consejo de Segu­ridad. Finalmente, expresaba la creencia de que laincorporación de elementos militares congoleses en lasfuerzas armndas de las Naciones Unidas. que estabanbajo las órdenes del Mando de las Naciones Unidas,era incompatible con la soberanía del Congo y con­traria a los principios de la Carta de las NacionesUnidas.

En tlna carta (5/5253) de fecha 4 de marzo, elRepresentante Permanente de Ghana pidió al presi­dente del Consejo de Segu:idad que convoca3e unareunión a fin de estudiar el informe de la Comisiónde Investigación creada por la resolució'" 1601 (XV)

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de la Asamblea General, que figuraba en el documentoA/4964 y S/4976 de 11 de noviembre de 1%1. En elmemorándum explicativo que acompañaba a la carta,el Representante Permanente de Ghana re~ordaba queen la 942a. sesión celebrada el 20 y 21 de febrero de1961, el Consejo de Seguridad había aprobado unaresolución en cuyo párrafo dispositivo 4 de la parte Ase decidía que se iniciara "una investig<...:ión inmediatae imparcial con el fin de averiguar las circunstanciasque rodearon la muerte del Sr. Lumumba y sus colegasy hacer que se castigue a los responsables de esoscrímenes". La Comisión de Investigación, que habíasido establecida oficialmente por la resolución 1601(XV) de la Asamblea General, había cumplido debi­damente la tarea que se le había encom"ndado y habíapresentado una serie de conclusiones enumeradas enel párrafo 124 de su informe. La Comisión había pre­visto la realización de actividades complementarias asu informe al manifestar en el párrafo 31 que, "traspresentar este informe, la Comisión suspende su laboren espera de instrucciones de la Asamblea General"en cuanto a sus trabajos futuros. El Representante Per­manente de Ghana continuaba diciendo que no habíaindicios de que desde la fecha de publicación del in­forme se hubieran adoptado nuevas medidas para lograrlos objetivos previstos en la resolución S/4752 delConsejo de Seguridad. A juicio del Gobierno de Ghana,el Consejo de Seguridad, que había iniciado la inves­tigación, debía examinar el informe de la Comisióny decidir acerca de las nuevas medidas que estimaranecesarias para descubrir la verdad.

En una carta de fecha 7 de marzo, distribuida ~.

solicitud del remitente en el documento S/5254, elEncargado de Negocios interino del Congo (Leopold­ville) transmitió al Presidente del Consejo de Set::u­ridad un telegrama dirigido por el Ministro de H.ela­ciones Exteriores de su país en relación con la solicíi.:ldde Ghana. En el telegrama se manifestaba que elGobierno del Congo consideraba que la cuestión quehabía motivado la solicitud de Ghana era estrictamentede la jurisdicción de las instituciones de la Repúblicadel Congo. En consecuencia, estimaba que la acción deGhana constituía :"11a abierta intervención en los asun­tos internos del Congo y una violación inadmisible dela soberanía de la República del Congo.

En una carta de fecha 11 de marzo (S¡5257) elRepresentante Permanente de Ghana solicitó al Pre­sidente del Consejo que no adoptara ninguna medidaen relación con su carta de fecha 4 de marzo. Mani­festó que se obraba de esa suerte en vista de las repre­sentaciones especiales hechas ante su gobierno porel Gobierno Central del Congo.

En una caJita de fecha 16 de marzo, dirigida alSecretario General (S/5277), el Primer Ministro delCongo, refiriéndose a la carta (5/5249) del Repre­sentante Permanente de la URSS, recordó que elacuerdo básico que regía las relaciones entre la Fuerzade las Naciones Unidas en el Congo y la Repúbíicaera el texto que se había publicado como documentode las Naciones Unidas el 29 de julio de 1%0 (S/4389/Add.5) y manifestó que el Gobierno del Congo,en ejercicio de s'Os derechos soberanos, declaraba. cate­góricamente qwe consideraba necesario que la Fuerzade las Naciones Unidas en el Congo permaneciera enla República durante algún tiempo más. en vista deque el ejército congolés, a pesar de los grandes pro­gresos hechos a fin de reorganizarse y obtener mayoreficacia, no podría aswnir por sí mismo la tarea de

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~mantener el orden en todo el vasto territorio delCongo.

El 21 de mayo se <1i~tribuyeron como documentoS/5240/Add.2 las comtmicnciones c:mjeadas por elPrimer Ministro o el Primer Ministro interino delConga, por una parte, y e! Sec: etario General o elfuncionario encargado de la ONDC, por la otra, sobrela cuestión de la ayuda pam modernizar y Gdr adies­tramiento a las fuerzas <trmadas cougolesns. hl Go­bierno del Congo había informado a la Organizaciónque habia decidido pedir avuda a los siguientespaíses para modernizar el ENC: 1) Canadá, paraescuelas técnicas (comunicaciones); 2) Italia. para lafuer-:a 'léren: 3) Noruega. para la marina: t) Israel,para el adiest~miento de paracaidistas: .: 5) B~lgica,para el suministro de técnicos destinados a la sededel ENe y las diversas unidades. T~.mhién se habíapedid,) a Bélgica que suministrase aytvia en 10 relativoa las bases. la gendarmería y las varias escuelas mir,tares. Se había solicitado a los Estados Unidos que

suministraran el equipo necesario para asegurar eléxito de las medidas de asistencia téL"tlica.

Despup.s de un inttrcambie- de comunicaciones, elPr:mer Ministro había informado al Sp.cretario Ge­neral el 12 dl mayo de i:J. decisión de su Gobierno deproceder inmerliatamente a la reorganización Jel ENCy de :>olicitar con tal fi1' ayuda bilateral de los paísesque ~stuvieran dispuestos a suministrarla. Esto nosignifi¡' 'La en modo alguno que la República del Congono des~ara que las Naciones Unidas se asociaran adicha reorganización; por el contrario, ~e complacíaobse:-var que las Naciones Unidas podrían poner adisposición de la República los servicios de expertos,pues consideraría dicha asistencia como la continua­ción de la coooeración que su Gobierno deseaba man­tener e intensificar.

En la última carta contenida en ese documento seexpresaba que se había llegado a un acuerdo en prin­cipio entre los G::>biernos del Congo y de Nigeria conrespecto a la prestación de asistencia por Nigeria parala reorganización de las fuerzas de policía del Co::tgo.

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la admincutiva P:que el ..ridad. Lnistradortunamenadministlciertas gduso disderechoque hahla asiste¡quien d

Capítulo 10

Il\'FORMES SOBRE EL TERRITORIO EN FIDEICOMISO Dl LAf i~LAS DEL PACIFICO,CONSIDERADO ZONA ESTRATEGICA

Capítulo 11

COMUNICACI( -...;~ RELATr~AS AL IRIAN OCCIDENTAL (NUEVA GUINEA OCCIDENTAL)

Con una nota de fecpa 19 de julio de 1962 (S/5143), el Secretario General transmitió -al Consejode Seguridélu el informe presentado por el Consejode Ad:ninistración Fiduciaria en conformidad con elArtículo 83 ce- la Carta, sobre el Territorio en fidei­comiso de !as Islas del Pacífico, correspondiente alperíodo compr~ndido entre el 20 de j-..rlio de 1%1 yel 16 de julio de 1962. El informe se refería a lasactividades del Consejo de Admh1istración Fidl:dariarespecto de dicho Territorio y a su examen de lascondiciones imperantes en el mismo.

El 21 de mayo de 1963 el Secretario General trans­mitió al Consdo de Seguridad el informe que habíarecibido del Gobierno de !->s Estados Uniáos (S/5137)sobre la administración del Territorio en fideicomisode las Islas del Pacífico, correspondiente al pEríodo

A. eamunicaciones del Gobierno de los PaísesBajos

En cartas de fecha 10 y 14 de agosto de 1962 (S/5155 y S/5157), el representa.nt~ de los Países Bajosinformó al Secretario veneral interino del desemharcoen Nueva Guinea Occidental de agentes de infiltra­ción y paracaidistas indonesios. Su Gobierno protestabacontra estos actos de Indonesia en un momento en quese estaban realizando negociaciones entre los PaísesBajos e Indonesia bajo la responsabilidad del Secre­tario General interine.

'B. Acuerdo entre la República de IndOl esia y elRe" 'lO de los Países Bajos relativo a Nueva\¡. aea Occiitental (Irián Occidental)

Por carta de fecha 21 de septiembre de 1962 (S/5169), el Secretario General interil"o transmitió al

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comprendido entre ello de julio de 1961 y el 30 dejunio de 1962, presentado en cumplimiento de 10 dis­puesto en el párr"fü 3 de la resnlución aprobada porel Consejo en su 415a. sesión, ...elebrada el 7 de marzode 1949.

El 11 de julio de 1%3 el SecretarlO General trans­mitió al Consejo de Se:gmidad el infnrme del Consejode Administración Fiduciaria (S/5340) sobre el Te­rritorio en fideicomiso. correspondiente al períodocomprendido entre el 17 de julio de 1962 y el 23 dejunio de 1963. El informe se refería a las actividadesdel Consejo de Administración Fiduciari~. y a suexamen de las condiciones imperantes en .-. Territorio,así como a la Misión Visitadora que se trasladaríapróximamente al Tf'rritorio en fideicomiso.

Presidente del Consejo de Seguridad los textos de unacuerdo entre la República de Indonesia y el Reinode los Países Bajos relativo a Nueva Guinea Occi­dental (Irián Occidental), así como 0tros documentosconexos. En la carta se indicab? que el acuerdo sehabía firmado en la Sede de las Naciones Unidas el15 de agosto de 1962, que se habían canjeado instru­mentos de ratificación entre las Partes el 20 de sep­tiembre y que, ccpforme a las disposiciones del Acuerdo.éste había entra(1") en vig-or el 21 de septiembre alapr()barse la resolución 1752 (XVII) de la AsambleaGeneral. En virtud de esta resolución, la Asambleatomaba nota del Acuerdo, reconocía la función con­ferida en él al Secretario General y autorizaba a estea dar cumpiimiento a las tareas que se le confiabanen el Acuerdo.

En el Acuerdo se disponía ·que, poco después deentrar en vigor el mismo, los Países Bajos traspasarían

CARTA

por resNacioneción dede nuesentante¡recienteconvenieen la zc

En u5235),ridad,resoluci

la administración del Territorio a una Autoridad Eje­cutiva Provisional de las Naciones Unidas (AEPNlT)que el Secretario General establecería bajo su auto­ridad. La AEPNU, que estaría dirigida por Uh Admi­nistrador de las Naciones Unidas, debía traspasar opor­tunamente, después del 10 de mayo de 1963, laadministración a Indonesia. El Acuerdo conteníaciertas garantías para la población del Territorio, in­duso disposiciones detalladas respecto al ejercido delderecho de libre determinación confomle a arreglosque había de hacer Indonesia. con el asesoramiento,la asistencia y la participación del Secretario General,quien designaría a este efecto a un representante de

las Naciones Unidas. Este representante informaría alSecretario General sobre las ciisposiciones adopt8daspara el acto de libre determinación, el cual se efec­tuaría antes de finalizar el año 1969. Todos los gastosen que incurriesen las Naciones Unidas en la aplica­ción del Acuerdo serían liufragados por los Gobiernosde Indonesia y los Países Bajos por partes iguales.

Ello de m'\yo de 1963, en conformidad ("')n elAcuerdo de 15 de agoso de 1962, el Administrndorde la AEPNU procedia a traspasar la autoridad alrepresentante del Gobierno de la República de In­donesia.

Capitule. 12

DOCUMENTOS RELATIVOS A L..o\ SITUACION EN ANGOLA

Por una carta de fecha 13 de noviembre de 1962 (S;'5205), dirigida al Presi­dente del Consejo de Seguridad, el Presidente de la Subcomisión encargada deexaminar la situación en Angola transmitió el informe que dicha Subcomisiónhabía preparado en conformidad con las resoluciones 1605 (XV) y 1742 (XVI)de la Asamblea General, de fecha 20 de abril de 1961 y 3D de enero de 1962respectivamente, y de la resolución S/4835 del Consejo de Seguridad, de 9 dejunio de 1961.

Por una carta de fecha 22 de enero de 1%3 (S/5239), dirigida al Presidentedel Consejo de Seguridad, el Secretario General transmitió el texto de la reso­lución 1819 (XVII) de la Asamblea General, de J8 de diciembre de 1962, relativaal tema "La situación en Angola". Se señalaba especialmente a la atención delConsejo de Seguridad el p~rrafo 9 de la parte dispositiva de la resolución, en elque la Asamblea General ~ edía al Consejo que adoptase las medidas apropiadas,incluso sanciones, para que Portugal acatase esa resolución y las resolucionesanteriores de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad.

Capítulo 13

CARTA DEL SECRETARIO GENERAL, DE FECHA 18 DE DICIEMBRE DE 1962, RELATIVA A LOSPROBLEMAS EXISTENTES ENTRE CAMBOYA y TAILANDIA

En una carta de fecha 18 de diciembre de 1962 elSecretario General recordó que, por solicitud de Cam­boya y Tailandia, en octubre había designado al Sr.Nils Goran Gussing como su representante personala fin de investigar los problemas que se habían susci­tado entre esos dos Gobiernos. El Secretario Gen,=rali.líortllaba de que, si bien quedaban graves problemaspor resolver, las actividades del representante de lasNaciones Unidas habían coincidido con una disminu­ción de la tirantez entre los dos países. Como resultadode nuevas conversaciones celebradas con los Repre­sentantes Permanentes de Camboya y de Tailandia,recientemente se había llegado a un acuerdo sobre laconveniencia de designar a un Representante Especialen la zona, por un período de un año a partir del

10 de enero de 1963. El Representante Especial sepondría a la disposición de las partes a fin de ayu­darles a resolver todos los problemas existentes o quepudieren suscitarse entre ellas. El más inmediato dedichos problemas se refería al restablecimiento delacuerdo de 15 de diciembre de 1960 sobre ataques enla prensa y en la radio, y a la supresión de algunasrestricciones al tránsito aéreo impuestas a nacionalesde ambos países. Se confiaba en que oportunanlentese consideraría la posibilidad de reanudar las relacionesdiplomáticas. Como prueba de su buena voluntad,ambos Gobiernos se habían manifestado dispuestosa compartir por igual los gastos que ocasionase lamisión del Representante Especial, quien contaría Cal;

la colaboración de un reducido personal.

Capítulo 14

COMUNICACIONES RELATIVAS A LA CUESTION DEL CONFLICTO RACIAL EN ELAFRICA DEL SUR

En una carta de fecha 14 de enero de 1%3 (S/5235), dirigida al Presidente del Consejo de Segu­ridad, el Secre1:aJrio General transmitió el texto de laresolución 1761 (XVII), titulada "La política de

apartheid del Gobierno de la República de Sudáfrica",que había sido aprobada por la Asamblea General ensu 1165a. sesión plenaria, celebrada el 6 de noviembrede 1962. En la carta se señalaba a la atención de los

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miembros del Consejo el párrafo 8 de la parte dispo­sitiva de la resolución, en el que se pedía al Consejode Seguridaa que tomase med!da~ apropiadas,. inclusosanciones, para lograr que Sudafnca cUl11ph('s~ lasresoluciones de la Asamblea General v del Consejo deSeguridad sobre esta cuestión y que,· de ser necesario,considerase la aplicación del Artículo 6 de la Carta.

En una carta de fecha 6 de mayo de 1963 (S/531O),el Presidente del Comité Especial encargado de exa­minar la política de apartlleid del Gobierno de la Re­pública de Sudáfrica presentó al Consejo de Seguridadun informe provisional (A/5418). aprobado unáni­memente el 6 de mayo de 1963 por dicho Comité ypreparado en cumplimiento de lo dispuesto en el incisob) del párrafo 5 de la parte dispositiva de la resolu­ción 1761 (XVII) de la Asamblea General, de fecha6 de noviembre de 1962.

En una carta de fecha 11 de julio dPo 1%3 (S/5348),los representantes de Alto Volta, Argelia. Burundi.Camerún, Congo (BrazzaviUe), Congo (Leopoldville).Costa de Marfil, Chad, Dahomey, Etiopía, Gabán,Ghana, Guinea, Liberia, Libia, J\Iadagascar. lIalí, Ma­rruecos, Mauritania, Níger, Nigeria, República Arabe

Unida, República Centroafricana, Rwanda, Senegal,Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tanganyika, Toga,Túnez y Uganda pidieron al Presidente del Consejode Seguridad que convocase a una reunión del Con­sejo para examinar la explosiva situaciór. existente enla República de Sudáfrica, provocada por la intolerablepolítica de aparthcid del Gobierno de dicho país, y queadoptase las medidas requeridas por la situación.Acompañaba a dicha caria un memorándum explica­tivo que cuntenía párrafos de una resolución relativaa la aparthcid que había sido aprobada por unanimidadpor la Conferencia de Jefes de Estado y de GobiernoAfricanos, celebrada en Addis Abcb:l del 22 al 25 demayo de 1%3. En la carta se decía que dicha reso­lución expresaba la profunda preocupación de los Jefesde Estado v de l~obierno ¡\fricanos ante el constanteempeoramiénto de la situación en la República deSudáfrica, y reafirmaba que la continua ne¿ativa delGobierno de Suc1áfrica a dar cumplimiento a las reso­luciones de las Xaciones Unidas relativas a la cues­tión del conflicto racial en dicho país no sólo cons­tituía una fuente de tirantez internacional sino, t::mbién,una grave amenaza a la paz y la seguridad inter­nacionales.

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Capítulo 15

COMUNICACIONES RELATIVAS A LA CUESTION INDIA.PAKISTAN

En una carta de fecha 16 de marzo de 1963 (S/5263y Corr.l), el Encargado de Negocios de la delegaciónde la India señaló a la él.tención del Consejo de Se­guridad el acuerdo sobre fronteras entre la China yel Pakistál1 firmado en Pekín el 2 de marzo de 1%3,y por el cual, a juicio de la India, los dos signatariosse habían repartido ilegalmente una parte del terri­torio de Ir. Unión India. en Jammu y Cachemira. LaIndia declaraba que el Pakistán había firmado dichoacuerdo con pleno conocimiento de que el mismoentrañaba violaciones de la soberanía de la India yde la resolución del Consejo de Seguridad de fecha17 de enero de 1948. El 3 de diciembre de 1959 enuna carta dirigida al Presidente del Consejo de Segu­ridad (S/4242), el Pakistáll, a la vez que se ~efería

a la agresión china contra Ladakh y a la tentativa dela India de obtener la evacuación de esa zona mediantenegociaciones pacíficas había declarado que no reco­nocería validez a ninguna posición adoptada o ajustehecho por cualquiera de ambas partes en esa coatro­versia. El Pakistán había reiterado esa posición enotra carta, de fecha 25 de marzo de 1960 (S/4278) .Contrariamente a la actitud adoptada entonces el Pa­kistán había decidido concertar un acuerdo con laChína, en violación de. las resoluciones del Consejo deSeguridad y de la condición jurídica de Jammu yCachemira. Cuando el Pakistán había publicado uncomunicado en e1

, sentido de que dichos países habíanconvenido en realizar negociaciones respecto de lademarcación de la frontera, la India había protestadoformalmente ante el Pakistán contra tal procedimiento.Nuevamente, cuando en diciembre de 1962 los Go­biernos de la China y el Pakistán anunciaron unacuerdo de principio sobre la delineación de la fronterade CaCJ.'1emira, ocupada por el Pakistán, con Sinkiang,la India había presentado una protesta formal contraese "acuerdo de principio". Así pues, no obstantehabéTsele señalado su ilegalidad, el Pakistán habia

4D

decidido firmar un acuerdo COl" la China acerca de unaregión en la cual ninguno de esos países tenía lOCl/S

standi alguno, excepto el de agresor. El 5 de marzode 1963 la India había presentado una protesta alPakistán en ese sentido.

La India envió adjunta a su carta una copia delacuerdo entre la China y el Pakistán, así como copiasde sus protestas ante el Gobierno del Pakistán conresuecto a dicho acuerdo.

En una carta de fecha 30 de marzo de 1%3 (S/5275), el repre'>entante de la China, después de refe­rirse a la carta de la India de fecha 16 de marzo(S/5263 y Corr.l) sobre la cuestión del acuerdo defronteras entre la China v el Pakistán. manifestó queen la 1012a. sesión del ·Consejo de Seguridad, cele­brada el 15 de junio de 1962, la delegación de laChina, refiriéndose a las negociaciones que, según seinformaba, se estaban realizando a la sazón entre "elPakistán y los comunistas chinos" había d :la,adoque el resultado de las mencionadas negociac:io:les nooblig;,rb. en nada al Gobierno y al pueblo de la China,ya que "los comunistas chinos no pueden representaral pueblo chino ni tienen derecho alguno para con­certar, eL nombre de la China, ningún tratado oacuerdo con ningún país". Esa continuaba siendo laposición del Gobierno de la China con respectoal acuerdo de fronteras de que se había informado.

En una carta de fecha 10 de abril de 1963 (S/5280y Corr.l), el representante del Pakistán manifestóque la carta de la India, de fecha 16 de marzo (S/5263y Corr.l). en que se criticaba el acuerdo de fronterasconcertado por el Pakistán con la China, conteníaalegaciones sin ningún fundamento de hecho ni dederecho e intentaba tergiversar ciertos hechos de. losque había constancia en las Naciones. Unidas. Elacuerdo de fronteras entre la Chi-la y el P;,.kistán no"repartía" parte alguna del territorio de la Ui1iónIndia entre el Pakistán y la China, puesto que el

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territorio en cuestión era el de Jammu y Cachemira,el cual, desde luego, no formaba parte del territoriode la Unión India. En realidad no Se trataba de larepartición de ningún territorio, puesto que el acuerdotenía ¡Y't' única finalidad delimitar y demarcar oficial­mente una frontera basándose en la línea tradicionaly consuetudinaria, que incluía los accidentes topográ­ficos. El acuerdo no constituía una violación de laresolución del Consejo de Seguridad de 17 de enerode 1948, como alegaba la India. En esa resoluciónse había instado a las partes a adoptar todas las me­didas a su alcance destinadas a mejorar la situación.A juicio del Pakistán, un acuerdo para delimitar ydemarcar una frontera con una Potencia extranjera alos efectos de evitar toda confusión era, evidentemente,una medida destinada a mejorar la situación. El hechode que, por su parte, la India no hubiese querido ono hubiese podido cumplir un propósito análogo. noalteraba el carácter pacífico de la medida adoptada porel Pakistán para garantizar la tranquilidad en unafrontera cuya defensa estaba en ese momento bajo sucontrol. Más aún, el acuerdo concertado por el Pa­kistán no provocaba ningún cambio esencial en lasituación en Jammu y Cachemira, COmo también lorequería la misma ,resolución. La India se había refe­rido luego a la posición del Pakistán en ocasión dela controversia entre la China y la India acerca de laregión de Lac1akh, en el Estacio de }ammu y Cache­mira. Sin embargo, el representante de la India habíahecho, a este respecto, SÓ10 una cita parcial de unacomunicación de la delegación del Pakistán de fecha

3 de diciembre de 1959 (S/4242) puesto que el Pa­kistán había declarado en esa oportunidad que "mien­tras no se decidiese el porvenir de Cachemira, ningunaposición adoptada o ajuste hecho por cualquiera deambas partes en la controversia actual tendría validezni alteraría la condición jurídica del territorio deJ ammu y Cachemira ni las exigencias de la desmilita­rización y la libre determinación del Estado, comohabían quedado establecidas por las resoluciones delConsejo de Seguridad y de la Comisión de la:; NacionesUnidas". El Pakistán había añadido que considerabacomo una cuestión de principio axiomático que corres­pondía a la autoridad soberana libremente surgida delpueblo de Jammu y Cachemira y aceptada por él efec­tuar cualesquier ajusl:es de sus fronteras con cualquierPotencia extranjera. Esa había sido en todo momentola posición del Pakistán, y por tal razón en el artículo 6del acuerdo de fronteras concertado con China seexpresaba que las dos partes habían convenido en que,una vez zanjada la controversia sobre Cachemira. laautoridad soberana interesada reanudaría las negocia­ciones con el Gobierno de la República Popular deChina con respecto a la frontera, seg{m se la describíaen el artículo 2 del acuerdo, a los efectos de firmarun tratado de fronteras que reemplazaría dicho acuerdo.Así pues, el acuerdo de fronteras entre la China y elPakistán no prejuzgaba de ningún interés eventual quela India pudiese derivar de las resoluciones conjunta­mente aceptadas de la Comisión de las Naciones Unidaspara la India y e! Pakistán, de 13 de agosto de 1948y 5 de enero de 1949.

COMUNICACION RELATIVA A LA CUESTION DI: COREA

Capítulo 17

Capítulo 16

COMUNICACIONES RELATIVAS A LOS TERRITORIOS BAJO ADMINISTRACION PORTUGUESA

En una nota de fecha 7 de junio de 1963 (S/5327), el representante de losEstados Unidos informó al Consejo de Seguridad que, con efectividad al10 de agosto de 1963, el Presidente de los Estados Unidos había designado alGenera. Bamilton H. Howze para reemplazar al General Guy S. Meloy, Jr., enel cargo de Jefe de las Fuerzas Militares que los Estados Miembros de las NacionesUnidas habían facilitado al Mando Unificado bajo los .Estados Unidos, ·en cum-plimiento· de la resolución de 7 de juli!J de 1950 del Consejo de Seguridad.· .

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Toga, Túnez y Uganda, solicitaron al Presidente delConsejo de Seguridad que convocase una reunión delConsejo, 10 antes posible, para considerar la situaciónreinante en los territorios bajo la dominación portu­guesa. En la carta se afirmaba que la situación creadapor la persistente negativa de! Gobierno de Pcrtngala aplicar las disposiciones de la resolución 1514 (XV)de la Asamblea General y la resolución de 9 de luniode 1961 del Consejo de Seguridad constituía" tinaamenaza para la seguridad de Africa y para la pazint~~nacional. La carta expresaba la. profunda preocu­pactan 3e los Jefes de Estado afncanos quienes, enla Conferencia celebrada en Addis Abeba de] 22 al25 de mayo de 1963, habían aprobado una resoluciónsobre esta cuestión, algunos de cuyos párrafos se in­cluían en un memorándum explicativo anexo a lacarta.

En una carta de fecha 5 de abril de 1963 (S/5276),el Secretario General transmitió al Presidente de!Consejo de Seguridad e! texto de la resolución rela­tiva a los territorios bajo administrac16a portuguesaaprobada el 4 de abril de 1963 (A/AC.109/.38) , pore! Comité Especial encargado de examinar la situa­ción con respecto a la aplicación de la Declaraciónsobre la concesión de la independenc:a a los países ypueblos coloniales.

En una carta de fecha 11 de ;ulio de 1963 (S/5347), los representantes de Alto Volta, Argelia,Bnrtmcli. Camerún. Congo (Brazzaville), Congo (Leo­poldville), Costa de Marfil. Chad, Dahomey, Etiopía.Gabán, Ghana, Guinea, Liberia, Libia, Madagascar,Malí, Marruecos, Mauritania. Níger. Nigeria, Repú­blica Arabe Unida, República Centroafricana, Rwanda,Senegal, Sierra Leona, S01l1alia, Sudán, Tanganyika,

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Capítulo 18

COMUNIC.A.CION RELATIVA A LA SITUACION EN EL AFRICASUDOCCIDENTAI.

En una carta de fecha 14 de mayo de 1963 (S/5322), el Secretario Generaltransmitió al Presidente del Consejo de Seguridad el texto de la resoluciónsobre la cuestión del Africa Sudoccidental aprobada, el 10 de mayo de 1963(A/AC.l09/43), por el Comité Especial encargado de examinar la situación conrespecto a la aplicación de la Declaradón sobre la concesión de la independenciaa los países y pueblos coloniales.

Capítulo 21

COMUl''lCACIONES DE LA UNION DE REPUBUCAS SOCIALISTAS SOVIETICAS, DEL IRAK Y DELA REPUBUCA ARABE SIRIA

Capítulo 19

COMUNICACION RELATIVA A RHODESIA DEL SUR

Capítulo 20

COMUNICACIONES DE LA REPUBUCA ARABE DEL YEMEN Y DEL REINO UNIDO

En una carta de fecha 24 de junio (S/5338), elrepresentante de la República del Yemen protestócontra la continua agresión armada por parte de lasfuerzas británicas en las fronteras de la RepúblicaArabe del Yemen desde el 11 de junio. Pidió que setomasen medidas urgentes para poner término a estaagresión y lograr la evacuación de las fuerzas britá­nicas del Yemen. En la carta se advertía que si laagresión no cesaba, el Gobierno de la República Arabedel Yemen utilizaría todos los medios a su alcancepara ponerle fin. En su respuesta de fecha 10 de julio(S/5343), el representante del Reino Unido negó lasafirmaciones yemenitas y presentó una lista de inci­dentes de agresión iniciado por las fuerzas republicanasyemenitas en la frontera de la Federación de la ArabiaMerid10nal entre el 3 y el 25 de junio. Añadió que suGobierno tomaría todas las medidas necesarias paradefender al territorio de la Federación de conformidadcon las obligaciones que había asumido en virtu::1 detUl tratado.

En una carta de fecha 21 de junio de 1963 (S/5337), el Secretario Generaltransmitió al Consejo de Seguridad el texto de la resolución sobre la cuestiónde Rhodesia del Sur aprobada por el Comité Especial encargado de examinar lasituación con respecto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de laindependencia a los países y pueblos coloniales en su 177a. sesión, celebradael 20 de junio de 1963 (A/AC.109/45).

En un telegrama de fecha 28 de febrero de 1963(S/5248), el Presidente de la República Arabe delYemen se quejó de la llegada de fuerzas británicasa la zona de Hareb y de que aviones británicos habíanlanzado circulares en apoyo de los elementos infil­trados desde Arabia Saudita para ayudar al destronadoImam. Añadía que esto constituía una clara violaciónde la soberanía del Yemen, así como una amenaza ala paz mundial. En su respuesta (S/5250), de feóa4 de marzo, el representante del Reino Unido des­cribió la serie de aconteCÍJ.llientos relativos a la incur­sión de las fuerzas republicanas yemenitas en el Terri­torio de la Federación de la Arabia Meridional. Afirmóque las autoridades de la República habían enviadofuerzas de tierra a la Federación. Después de lasdebidas advertencias, la artillería británica había abiertofuego para expulsar a las fuerzas yemenitas del terri­torio de la Federación. El representante del ReinoUnido afirmó que el relato de los hechos contenido enel mensaje yemenita del 28 de febrero era inexacto.

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En una carta de fecha 9 de julio de 1963 (S/5345y CorrJ), el representante G¿ la URSS afirmó quese habían iniciado operaciones militares en gran escalacontra el pueblo kurdo en el norte del Irak. Señalabaque esta. política de represión creaba la amenaza deque se extendiese el conflicto y estaba minando la pazen el Cercano Oriente y el Oriente Medio. Según lasinformaciones disponibles, unidades militares proce­dentes de Estados vecinos, entre ellas un batallón deSiria, estaban prestando ayuda a las autoridades ira­quesas contra el pueblo kurdo.

El representante de la URSS añadía que el esta­blecimiento de bases junto a las fronteras soviéticascreaba una amenaza para la seguridad de varios Esta­dos, entre ellos la Unión Soviética. Si la intervenciónex.tranjera continuaba, otros Estados podrían verseobligados a tomar medidas para eliminar esa inter­vención y proteger su propia seguridad. El Gobiernode la Unión Soviética creía que podría resultar nece­sario convocar una reunión del Consejo de Seguridadpara poner fin a tal intervención.

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S/5338), elen protestó¡arte de lasl Repúblicalidió que senino a estaerzas britá­1 que si lalblica Arabesu alcance10 de juliojo negó las¡ta. de inci­republicanase la Arabialdió que susarias para:onformidadL virtu:l de

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En una carta de fecha 10 de julio (S/5346), elrepresentante del Irak protestó contra la intervenciónde la Unión Soviética en los asuntos internos del Irak.Los recientes actos y declaraciones de la Unión Sovié­tica con respecto a la situación en el norte del Irak,constituían una violación de la Carta. Negó las afirma­ciones relativas a la participación de unidades mili­tares sirias en las operaciones del norte del Irak.Agregó que se realizaban operaciones militares limi­tadas contra un grupo de bandidos. De continuar laintervención soviética en los asuntos del Irak ello n;:>podría dejar de tener las más graves consecuenciaspara la paz y la seguridad internacionales.

En una carta de fecha 12 de julio (S/5349 y Corr.l),el representante de la República Arabe Siria transmitió

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la declaración formulada el 11 de julio por el Ministrode Relaciones Exteriores de Siria en la que el Go­bierno de este país afirmaba que consideraba el movi­miento de Barzani en el norte del Irak como un actode insubordinación, dentro de la esfera de competenciadel Irak, y que toda intervención extranjera era con­traria a las disposiciones del párrafo 7 del Artículo 2de la Carta. El Gobierno de Siria negaba que sehubiese enviado al Irak ninguna uninad militar siriapara ayudar a sofocar el movimiento. En la declaraciónse añadía que, como países liberados, Siria y el lrakaplicaban una política de no alineamiento que lesimpedía cooperar con países cuyos objetivos eranimperialistas.

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APENDlCES

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l. Representantes, representantes suplentf;s y representantes interinos acreditados ante elel Consejo de Seguridad

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Durante el período a que se refiere este informe, fue­ron acn:ditados ante el Consejo de Seguridad los si­guientes representantes y representantes suplentes einterinos:

Brasila

Sr. Geraldo de Carvalho SilosSr. Carlos Alfredo BernardesSr. Carios dos Santos VerasSr. Antonio Houaiss

Chileb

Sr. Daniel SchweitzerSr. Humberto Díaz Casanueva

China

Dr. Tingfu F. TsiangSr. Liu ChiehSr. Yu Chi HsuehDr. Chun-Ming Chang

Estados Unidos de América

Sr. Adlai E. StevensonSr. Francis T. P. PlimptonSr. Charles VV. Yost

Filipinasa

Dr. Jacinto Caste1 BorjaSr. Privado G. JiménezSr. Amelito MutucSr. Joaquín M. ElizaldeSr. Hortencio J. Brillantes

Francia

Sr. Armand BérardSr. Roger SeydouxSr. Pierre MilletSr. Claude Arnaud

a Su período de funciones comenzó el 10 de enero de 1963.b Su período de funciones terminó el 31 de diciembre de 1962.

Ghana

Sr. Alex Quaison-S; ckeySr. Kenneth K. S. DadzieSr. Nathan Anang Quao

Irlandab

Sr. Frederick H. BolandSr. Tadhg Q'Sullivan

J[arru-ecosa

Sr. Ahmed Taibi BenhimaSr. Dey Ould Sidi Baba

Norllegaa

Sr. Sivert A. NielsenSr. Ole Algard

ReblO Ullido de Gran Bretaiía e Irlanda del N arte

Sir Patrick DeanSr. C. T. CroweSr. R. W. JacklingSr. A. H. Campbcll

Refrlíblica Arabe Unidab

Sr. Mahmoud RiadSr. Mohamed H. El-Zayyat

R1I1I1a1liab

Profesor Mihail HaseganuSr. Mircea MalitzaSr. Corneliu Bogdan

Un.ión de Rep!Íblica.~ Socialistas So~"¡éticas

Sr. Valerian Aleksandrovich ZorinDr. Nikolai Trofimovich FedorenkoSr. Platon Dmitrievich Morozov

Ve1leslIela

Dr. Carlos Sosa RodríguezDr. Tulio AlvaradoDr. Leonardo Díaz González

II. Pre~identes del Consejo de Seguridad

Los representantes que se citan a continuación ejer­cieron el cargo de Presidente del Consejo de Seguridaddurante el período a que se refiere este informe:

(;h01W

Sr. Alex Quaison-Sackey (16 a 31 de julio de 1962)

Irlanda

Sr. Frederick H. Boland (loa 31 de agosto de 1962)

Rumania

Profesor Mihail Haseganu (lOa 30 de septiembre de 1962)

44

Unión de Repúblicas Socialistas Scviéticas

Sr. Valerian Aleksandrovich Zorin (loa 31 de octubre de1962)

RefrlÍblica Arabe Ultida

Sr. Mahmoud Riad (lOa 30 de noviembre de 1962)

ReÍ1to Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte

Sir Patrick Dean (lOa 31 dF.- diciembre de 1962)

Estados Unidos de América

Sr. Adlai E. Stevenson (lOa 31 de er,,;1'O de 1963)

,

lte el

Venezuela

Dr. Carlos Sosa Rodríguez (1° a 28 de febrero de 1963)

Brasil

Sr. Geraldo de Carvalho Silos (lo a 31 de marzo de 1963)

China

Sr. Liu Chieh (1° el 30 de abril de 1963)

FranciaSr. Roger Seydoux (1° a 31 de mayo de 1963)

GhaM

Sr. Alex Quaison-Sackey (1° a 30 de junio de 1963)

Marruecos

Sr. Ahmed Taibi Benhima (1° a 15 de julio de 1963)

UI. Sesiones celebradas por el Consejo de Seguridad durante el período de16 de julio de 1962 a 15 de julio de 1963

SesiólI PlIlltO del orden del dla Fulla Sesión

1017a. :\dmisión de nuevos Miem- 26 de julio de 1962 1027a.bros

1018a. Idcm 12 de septiembre de 1962

1019a. Examen del informe del 13 de septiembre de 1962( Privada) Consejo de Seguridad a

la Asamblea General

1020a.

1021a.

1022a.

1023a.

1024a.

1025a.

1026a.(Privada)

Admisión de nuevos Miem­bros

Idem

Carta de fecha 22 de octu­bre de 1962 dirigida alPresidente del Consejode Seguridad por el Re­presentante Permanentede los Estados Unidos deAmérica (S/5181) ;

Carta dFo fecha 22 de octu­bre de 1962 dirigida alPresidente del Consejode Seguridad por el Re­presentante Permanentede Cuba (5/5183) ;

Carta de fecha 23 de octu­bre de 1962 dirigida alPresidente del Consejode Seguridad por el Re­presentante PermanenteAdjunto de la Unión deRepúblicas SocialistasSoviéticas (5/5136)

Idem

Idcm

Ide11l

Cuestión de una reco­mendación para el nom­bramiento de SecretarioGeneral de las Nacione~

Unidas

4 de octubre de 1962

15 de octubre de 1962

23 de octubre de 1962

24 de octubre de 1962

24 de octubre de 1962

25 de octubre de 1962

30 de noviembre de 1962

1028a.

lO29a.

1030a.

1031a.

1032a.

1033a.

1034a.

1035a.

1036a.

1037a.

1038a.

1039a.

Plinto del orden del dla

Carta de fecha 10 de abrilde 1963 dirigida al Pre­sidente del Consejo deSeguridad por el Encar­gado de Negocios Inte­rino de la Misión Per­manente del Senegal(S/5279)

Idem

Idem

Idem

Idem

Idem

Carta de fecha 10 de abrilde 1963 dirigida al Pre­sidente del Consejo deSeguridad por el Encar­e .ido de Negocios Inte­rino de la Misión Per­manente del Senegal(S/5279)

Admisión de nuevos Miem­bros

Telegrama de fecha 5 demayo de 1963 dirigido alPresidente del Consej ode Seguridad por el Mi­nistro de Relaciones Ex­teriores de la Repúblicade Haití (S/5302)

Idem

Informes del SecretarioGeneral al Consejo deSeguridad acerca de losacontecimientos relativosal Yemen (5/5298,5/5321, S/5323 y S/5325)

Idem

Idem

17 de abril de 1963

18 de abril de 1963

19 de abril de 1963

19 de abril de 1963

22 de abril de 1963

23 de abril de 1963

24 de abril de 1963

7 de mayo de 1963

8 de mayo de 1963

9 de mayo ':le 1963

10 de junio de 1963

11 de junio de 1963

11 de junio de 1963

IV. Represeutantes, presidentes y secretarios principales del Comité de Estado Mayor

A. REPRESENTANTES DE LAS FUERZAS ARMADAS AGRUPADOS POR DELEGACIÓN

le octubre de

2)

,

CHINA

General 'vVang Sh\'· '11ing, Fuerza Aérea chinaTeniente General Lu Fu-ning, Ejército chinoContraalmirante Chang Hsiang-chi, Armada china

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Teniente General G. H. Davidson, Ejército de los EE.UU.Vicealmirante Ch. \Vellborn, Jr., Armada de los EE.UU.Vicealmirante H. T. Deutermann, Armada de los EE.UU.Teniente General R. \V. Burns, Fuerza Aérea de los EE.UU.

45

PeriodO' de ¡llllciolles desde el 16 de julio de 1962

16 de julio de 1962 hasta el presente16 de julio de 1962 hasta el presente16 de julio de 1962 hasta el presente

16 de julio de 1962 hasta el presente16 de julio de 1962 a 31 de enero de 196331 de t'nero de 1963 hasta el presente16 de julio de 1962 hasta el presente

_______________, -.1 ....__•• ..

A. REPRESF.NTANTES DE LAS FUERZAS ARMADAS AGRUPADOS POR DELEGACIÓN (continuación)

¡ril de 1963

FRANCIAGeneral de Brigada P. Gouraud, Ejército francésGeneral de Brigada J. Compagnon, Ejército francésContraalmirante J. Guérin, Armada francesaGeneral de División Aérea H. M. de Rancourt de Mimerand, Fuerza Aérea

francesa

REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA DEL NCr¿TE'General de División J. M. McNei11, Ejército británicoGeneral de División R. E. T. Sto John, Ejército británicoVii:ealmirante Sir Wi11iam CrawfordContraalmirante J. F. D. BushVicemariscal del Aire R. H. E. Emson, Real Fuel'za AéreaVicemarisca1 del Aire Ian G. Esplin, Real Fuerzr.. Aérea

UNIÓN:.lE REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICASTeniente General V. A. Dubovik, Ejército soviéticoContraalmirante B. D. Yashin, Armada de la URSSVicealmirante L. K. Bekrenev, Armada de la URSSGeneral de División M. N. Kostiuk, Fuerza Aérea de la URSSGeneral de División A. N. Chizhov, Fuerza Aérea de la URSS

Período de fllnciones desde el 16 de julio de 1962

16 de julio de 1962 a 2 de agosto de 19622 de agosto de 1962 hasta el presente

16 de julio de 1962 hasta el presente16 de julio de 1962 hasta el presente

16 de julio de 1962 a 26 de febrero de 196326 de febrero de 1963 hasta el presente16 de julio de 1962 a 26 de febrero de 196326 de febrero de 1963 hasta el presente16 de julio de 1962 a 21 de marzo de 196322 de murzo de 1963 hasta el presente

16 de julio de 1962 hasta lo: presente16 de julio de 1962 a 29 de octubre de 196229 de octubre de 1962 hasta el presente16 de julio de 1962 a 7 de agosto de 19627 de agosto de 1962 hasta el presente

¡ril de 1963

¡ril de 1963 B. PRESIDENTES DE LAS SESIONES

¡ril de 1963 Sesión Fecha Preside1lte Delegación

¡ril de 1963 448a. 26 de julio de 1962 G<.:>.eral Wang Shu-ming, Fuerza Aérea china China

¡ril de 1963 449a. 9 de agosto de 1962 General de División Aérea H. M. de Ran- Francia

¡ril de 1963court ..le Mimüailcl, Fuerza Aérea francesa

450a. 23 de agosto de 1962 General de Brigada J. Compagnon, Ejército Francia. francés451a. 6 de septiembre de 1962 Teniente General V. A. Dubovik, Ejército URSS

soviético452a. 20 de septiembre de 1962 Contraalmirante B. D. Yashin, Armada de URSS

la URSS453a. 4 de octubre de 1962 General de División J. M. McNei1I, Ejército Reino Unido

lYO de 1%3 británico454a. 18 de octubre de 1962 Vicealmirante Sir William Crawford Reino Unido

lyode 1963 455a. 10 de noviembre de 1962 Vicealmirante Ch. WeIlborn, Jr., Armada de Estados Unidoslos EE.UU.

456a. 15 de noviembre de 1962 Vicealmirante Ch. WeIlborn, Jr., Armada de Estados Unidoslos EE.UU.

457a. 29 de noviembre de 1962 Vicealmirante Ch. WeIlborn, Jr., Armada de Estados Unidoslos EE.UU.

458a. 13 de diciembre de 1962 General Wang Shu-ming, Fuerza Aérea china ChinalYO ':le 1963 459a. 27 de diciembre de 1962 General Wang Shu-ming, Fuerza Aérea china Chinanio de 1963 460a. 10 de enero de 1963 General de Brigada J. Compagnon, Ejército Francia

francés461a. 24 de enero de 1963 General de División Aérea H. M. de Ran- Francia

court de Mimerand, Fuerza Aérea francesa462a. 7 de febrero de 1963 Teniente General V. A. Dubovik, Ejército URSS

soviéticoniode 1963 463a. 21 de febrero de 1963 Teniente General V. A. Dubovik, Ejército URSSnio de 1963 soviético

464a. 7 de marzo de 1963 Contraalmirante J. F. D. Bush Reino Unido465a. 21 de marzo de 1963 Comodoro J. G. B. Cooke Reino Unido466a. 4 de abril de 1963 Teniente General G. H. Davidson, Ejército Estados Unidos

de los EE.UU.467a. 18 de abril de 1963 Teniente General G. H. Davidson, Ejército Es,tados Unidos

de los EE.UU., de 1962 468a. 2 de mayo de 1963 General Wang Shu-ming, Fuerza Aérea china China

469a. 16 de mayo de 1963 General Wang Shu-ming, Fuerza Aérea china China470a. 29 de mayo de 1963 General Wang Shu-ming, Fuerza Aérea china China471a. 13 de junio de 1963 Contraalmirante J. G. M. Guérin, Armada Frapcia

francesa472a. 27 de junio de 1963 General de División Aérea H. M. de Ran- Francia

163 court de Mimerand, Fuerza Aérea francesa473a. 11 de julio de 1963 Teniente General V. A. Dubovik, Ejército URSS

soviético

46

;'~,~,,;::~'i'~7!1o~':;~

16 de julio de 1962

¡to de 1962presenteesenteesente

lrero de 1963presente,rero de 1963presenterzo de 1963¡resente

esenteubre de 1962presenteto de 1962¡resente

in

los

los

los

los

.os

S.-.n·611

44&.449a.

450a.

451a.

452a.

453a.454a.

455a.456a.457a.458a.459a.460a.

461a.

462a.

463a.

464a.

465a.

4600.467a.468a.469a.470a.471a.

472a.

473a.

F'CM

26 de julio de 19629 de agosto de 1962

23 de ag(,. in- de 1962

6 de septiembre de 1962

20 de septiembre de 1962

4 de octubre de 196218 de octubre de 1962

10 de noviembre de 196215 de noviembre de 196229 de noviembre de 196213 de diciembre de 196227 de diciembre de 196210 de enero áe 1963

24 de enero de 1963

7 de febrero de 1963

21 de febrero de 1963

7 de marzo de 1963

21 de marzo de 1963

4 de abril de 196318 de abril de 19632 de mayo de 1963

16 de mayo de 196329 de mayo de 196313 de junio de 1963

27 de jImio de 1963

11 de julio de 1963

C. SECRl!:TARIOS PRINCIPALES

Secretario Principal

Teniente Coronel]. Soong, Ejército chinoCapitán de Fragata A. Gélinet, Armada

francesaCapitán de Fragata A. Gélinet, Armada

francesaTeniente Coronel A. B. Senkin, Ejército

soviéticoTeniente Coronel A. B. Senkin, Ejército

soviéticoCoronel T. H. Sergeant, Ejército británicoCoronel ]. C. d'E. Coke, Real Infantería de

MarinaCoronel C. F. Nelson, Ejércitode los EE.UU.Capitán F. W. Pump, Armada de los EE.UU.Capitán F. W. Pump, Armada de los EE.UU.Teniente Coronel]. Soong, Ejército chinoTeniente Coronel ]. Soong, Ejército chinoCapitán de Fragata A. Gélinet, Armada

francesaCapitán de Fragata A. Gélinet, Armada

francesaTeniente Coronel A. B. Senkin, Ejército

soviéticoTeniente Coronel A. B. Senkin, Ejército

soviéticoCoronel ]. L. Carter, Real Infantería de

MarinaCapitán de Fragata T. B. Roman, Armada

RealCapitán F. W. Pump, Armada de los EE.UU.Capitán F. W. Pump, Armada de los EE.UU.Teniente Coronel ]. Soong, Ejército chinoTeniente Coronel ]. Soong, Ejército chinoTeniente Coronel ]. Soong, Ejército chinoCapitán de Fragata A. Gélinet, Armada

francesaCapitán de Fragata A. Gélinet, Armada

francesaTeniente Coronel A. B. Senkin, Ejército

soviético

47

D'¡'I1.cih

ChinaFrancia

Francia

URSS

URSS

Reino UnidoReino Unido

Estados UnidosEstados UnidosEstados UnidosChinaChinaFrancia

Francia

URSS

URSS

Reino Unido

Reino Unido

Estados UnidosEstados UnidosChinaChinaChinaFrancia

Francia

URSS

[63SI]Los pedidos a consultas de aquellos paises donde aún no se venden lo~ publicaciones de los Naciones Unidas deben dirigirse a: Sección de Ventas, Naciones Unidas,

Nueva York (EE.UU. de A.); o Sección de Ventas, Oficina de las Nociones Unidas, Palacio de 'ClS Naciones, Ginebra (Suiza).

Price: U.S. 0.75 (al' equivalent in other currencies) 20412-0ctober 1963-525

NACIONES UNIDASDE JUSTICIA

OCEANIA

GRECIA: LlBRAIRIE KAUFFMANN28. rue du Slade. Athenes.HUNGRIA: KULTURA, P.O. Bax 149. Budapast 62.IRLANDA: STATIONERY OFFICEDublin. , ,ISLANDIA: BOKAVERZlUN SIGFUSAREYMUNDSSONAR ti. F.Au.turstraeli 18. Reykjavik.ITALIA: lIBRERIA COMMISSIONARIASANSONIVio Gino Capponi 261 Firenze,y Via Paalo Mercuri 19/B. Rama.LUXEMBURGO: L1BRAIRIE J. TRAUSCH·SCHUMMERPlace du Thiéitre, Luxembourg.NORUEGA: JOHAN GRUNDT TANUMKarl Jahan.gate. 41. 0.10.PAISES BAJOS: N. V. MARTINUS NIJHOFFLange Voorhout 91 's~Gravenhage.

POLONIA: PAN. Palac Kullury ¡ Nauki. Warszawa.PORTUGAL: L1VRARIA RODRIGUES & CIA.186 rua Aurea, Lisboa.

REINO UNIDO: H.M. 5TATIONERY OFFICEP. O. Bax 569. Landon. S.E.I(y sucursale. de HMSO en Belfa.t. Birmingham. Eri.lol.Cardiff, Edinburgh. Manche.ter).RUMANIA: CARTIMEX, Str. Ar¡.lide Briand 14.18.P.O. Box 134.135. Bucure.ti.SUECIA: C.E. FRITZE'S KUNGL. HOVBOK·HANDEL A·BFred.gotan 2, Stackholm.SUIZA:L1BRAIRIE PAYOT. S.A.lausanne, Geneve.HANS RAUNHARDTKlrchga••e 17, Ziirich l.TURQUIA: LlBRAIRIE HACHETTE469 Isliklal Cadde.i. Beyoglu. I.tanbul.UNJON DE REPUBLlCAS SOCIALISTASSOVIETICAS:M~ZHDUNARODNAYA KNYIGASrnolen.kaya Plo.hchad, Mo.kva.YUGOSLAVIA: ..CANKARJEVA ZMOZBALjubliana. Slovenia.DRZAVNO PREDUZEéEJugo.loven.ka Knjiga. Teraziie 27/11,Beagrad.PROSVJETAS, Trg Brahlva I Jedin.lva. Zagreb.PROSVETA PUBlISHING HOUSEImparl.Export Divi.ion, P, O. Box 559.Teraziie 16/1. Beograd.

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IRAK: MACKENZIE'S BOOKSHOP8aghdad.

ISRAEL: BLUMSTEIN'S BOOK5TORE535 Allenby Rd. , 4B Nachlat Beniamln St••Tel Aviv.

JORDANIA: JOSEPH l. BAHOUS & CO.Dar-ul.Kulub, Box 66, Amman.

L1BANO: KHAYAT'S COUEGE BOOKCOOPERATIVE92.94. rue Bli••, Beyrouth.

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URUGUAY: REPRESENTACION DE EDITORIALESPROF. H. D'ElIAPlaza Cagancha 1342, l"r piso, Montevideo.VENEZUELA: lIBRERIA DEL ESTEAv. Miro::lda, No. 52, Edf. Galipán, Carocas.

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