que la hay, la hay

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Proyecto de grado Sylvia Jaimes UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE ARTES Y HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE ARTE BOGOTA-COLOMBIA ENERO DE 2004 QUE LA HAY, LA HAY. Origen y repercusión del mito de la guaca

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Page 1: QUE LA HAY, LA HAY

Proyecto de grado

Sylvia Jaimes

UNIVERSIDAD DE LOSANDES

FACULTAD DE ARTES YHUMANIDADES

DEPARTAMENTO DEARTE

BOGOTA-COLOMBIA

ENERO DE 2004

QUE LA HAY,LA HAY.

Origen y repercusión

del mito de la guaca

Page 2: QUE LA HAY, LA HAY

Indice

INTRODUCCION.

HISTORIA DE LA CASA DELA 86.

EL MITO EN EL MUSEO.En el m

PROPUESTA PLASTICA YREFERENCIASARTISTICAS. F

BIBLIOGRAFIA.

El 20de Agosto de 1989, la DirecciónNacional de Estupefacientesrecibió el acta de ocupación eincautación de la mansión deGonzálo Ródriguez Gacha .

Esta fue la casa que sequemó el 12 de Diciembre del2001, un mes antes de que yo laconociera.

a. Encuentro con la casa.

b. El fetiche.

c. Los periódicos.

d. La demolición.

e. Los guaqueros.

useo de la policía de laciudad de Bogotá, existe unpiso dedicado a los antihéroesdados de baja por la policía.

uerealizando estos dibujos que medi cuenta que lo másemocionante era especularacerca de las posibilidades deestas historias.

1.

6.

29.

32.

39.

Page 3: QUE LA HAY, LA HAY

INTRODUCCION

El 20 de Agosto de 1989, la Dirección

Nacional de Estupefacientes recibió el acta de

ocupación e incautación de la mansión de

Gonzálo Ródriguez Gacha , ubicada en la calle

86ª No. 12-16 y/o carrera13 No. 86A-48.

Tan sólo hasta 1984, se creó una ley que hizo

ilegal el enriquecimiento ilícito y que permitió

al estado la incautación de los bienes obtenidos

con el dinero del narcotráfico.

La casa mansión de la calle 86ª es sólo uno de

los tantos bienes que se le incautaron al

narcotraficante Gonzálo Rodríguez Gacha y

que permanecieron en proceso de extinción de

dominio por cerca de quince años después de

su muerte. En Noviembre del 2003 el proceso

concluyó y el Estado quedó como único dueño

de todas las propiedades que alguna vez

pertenecieron al capo.

[1]

1.

[1] Esta información fue tomada del acta de arriendo con la que la

Fundación Teatro Varasanta recibió la casa en Enero del 2002.

(2003, 28 de Diciembre). ¨Extinción, a todo vapor . El Tiempo.¨

1

Page 4: QUE LA HAY, LA HAY

Mi proyecto de tesis parte de esta casa con la que he tenido oportunidad de tener

contacto directo. Fue algo que se atravesó en mi vida.

Aunque en un principio no me sentí con propiedad para llevar a cabo una tesis sobre

este tema, a medida que ha pasado el tiempo, me he dado cuenta que mi experiencia

puede volverse de gran importancia.

Por esta razón, mi trabajo ha estado centrado en relatar esa experiencia y llevarla a

una propuesta plástica.

La Dirección Nacional de Estupefacientes entregó en Enero del 2002 la casa a la

Fundación Teatro ; de la cual en ese momento yo era miembro. Desde esa

fecha y durante dos años me fue posible disponer de ciertas ventajas que no hubiera

podido tener de otra manera.

El Teatro logró obtener el arriendo de esta casa al licitar para el programa

estatal que otorga a las fundaciones sin ánimo de lucro la posibilidad de habitar por

un periodo de tiempo los inmuebles que se encuentran en medio de un proceso de

sucesión de dominio.

Quien recibe la propiedad se compromete a: no subarrendarla, no utilizarla en fines

distintos a los de la fundación y a cubrir con todos los gastos que sean necesarios para

su conservación.

Para Estupefacientes esto es una buena manera de asegurarse de que alguien tomará

la potestad de la propiedad por cierto tiempo, lo que soluciona en alguna medida los

problemas de seguridad y decadencia del inmueble.

Cuando recibimos la propiedad había deudas superiores a los cinco millones de pesos

en los servicios de agua, luz y teléfono. Por supuesto eso era parte de los gastos que la

fundación debía asumir si quería contar de nuevo con estos servicios. Como

Estupefacientes no se hace cargo de ninguno de los gastos que haya que hacer en

cuanto a restauración y mantenimiento de la casa, la propiedad se convirtió en una

gran responsabilidad para la fundación.

Varasanta

Varasanta

2

Page 5: QUE LA HAY, LA HAY

Como algunas fundaciones han tratado de lucrarse con las propiedades de este

programa violando parte de los estatutos del convenio, cada vez es más difícil ganar

una de estas licitaciones.

En este caso las posibilidades eran aún menores por el sector en que está ubicada la

casa, el barrio la Cabrera, donde está quizá el metro cuadrado más caro de Bogotá.

A pesar del estado deplorable en que se encontraba la casa de la 86ª cuando llegamos,

(faltaban desde las puertas hasta los switches de la luz) el solo hecho de haber

pertenecido a uno de los integrantes del famoso cartel de Medellín la hacía

fascinante: Estaba en el mismo espacio donde alguna vez había estado uno de los

narcotraficantes más importantes y peligrosos de la década de los ochenta.

Es en estas propiedades donde es posible constatar el grado de trascendencia que

llegaron a tener los grandes capos de la mafia colombiana. Aunque usualmente se

tienen actitudes diversas con respecto a estos personajes, en ningún caso existe

indiferencia en el momento de conocer una de sus propiedades.

Algunos han entrado en estos lugares con la esperanza de encontrar una de las

famosas guacas, otros se han llevado algún que otro “trofeo” histórico, otros tan solo

han ido a calmar la curiosidad y el escalofrío que produce pisar el mismo piso, o aún

mejor, presenciar parte de la privacidad de un ser legendario.

En el caso de Gacha, la leyenda sobre el dinero enterrado, las millonarias caletas y

demás es tan grande, que la gente suele creer que cualquier tipo de propiedad que le

haya pertenecido representa una posibilidad de encontrar una guaca.

Cuando empecé a hablar de la casa con otra gente, a todos les intrigaba saber cómo

era por dentro, qué tipo de lujos tenía, si había rastro de alguna de las famosas

caletas.

Mucha gente empezó a contarme historias que había escuchado del narcotráfico.

Algunos dijeron haber conocido el famoso zoológico de Pablo Escobar en la Dorada.

Otros dijeron que habían escuchado los cuentos de las canecas llenas de dólares que

había enterrado Rodríguez Gacha y la historia de la réplica de la Casa Blanca que

3

Page 6: QUE LA HAY, LA HAY

José Santacruz Londoño mandó construir en

el barrio Ciudad Jardín de Cali, cuyos

cimientos se encuentran ahora en ruinas.

Me daba cuenta que la emoción generada por

conocer una de estas propiedades no era algo

que me ocurría solo a mí. Invité a la casa a

todo el que mostró interés en verla.

Consideraba que la experiencia podía ser

mucho más interesante que el relato. Además

cada persona observaba cosas diferentes en

su visita a la casa y eso me permitía

enriquecer mi propia experiencia.

La oportunidad que tuve de recorrer la casa

durante mucho tiempo, generó muchas

posibles directrices de mi proyecto de tesis

que no estaban ligadas exclusivamente a

Rodríguez Gacha. Más adelante explicaré

cuáles fueron algunas de esas directrices.

Decidí centrarme en la manera en que

llegamos a relacionarnos con los objetos,

lugares e historias que guardan algún tipo de

relación con un ser mítico. Rodríguez Gacha

me sirve como punto de referencia.

Mi interés está más en la repercusión que la

historia de su vida ha llegado a tener, que en

la manera como él vivió.

Fotografía tomada en el Monasterio del Carmen, Villa deLeyva. En esta lápida se evidencia la manera como elcontacto, así sea fugaz, con un ser legendario suele seruna experiencia que se atesora. Diciembre 2003.

4

Page 7: QUE LA HAY, LA HAY

Utilizaré en este texto la palabra mito, para referirme a lo que adquiere veracidad al

alimentarse socialmente. El mito al que me refiero guarda una incógnita que en la

mayoría de los casos es imposible de descifrar y que hace que el mito persista. Esta es

una de las razones por las cuales genera tanta ansiedad.

Lo incalculable, la capacidad de sobrepasar los límites de la cotidianidad hace que el

mito nunca deje de ser fascinante.

Actualmente el mito es alimentado por los medios de comunicación, pues la mayoría

de las veces se asume que lo que proviene de un noticiero o de la radio es verídico. En

este caso, el mito se alimenta de la serie de especulaciones que puede generar una

imagen o una frase dicha de manera vaga.

El fenómeno de los grandes capos de la mafia se construyó conjuntamente entre los

medios de comunicación y las acciones que llevaban a cabo los engrandecidos

cabecillas. Fueron los medios de comunicación los encargados de convertirlos en las

figuras de grandes antihéroes, blancos seguros y codiciados por la policía. Quién

sabe si para ponerle nombre y culpabilidad al fenómeno del narcotráfico, o para

otorgarle unos antihéroes lo suficientemente espeluznantes a la policía que

engrandecieran su función de salvadora.

A su vez, ellos respondieron acorde a lo esperado y se convirtieron en los mayores

terroristas de la historia de Colombia que los medios se encargaron de hacer conocer

en el mundo entero. (Tras la muerte de Pablo Escobar, su familia que trató de salir del

país fue rechazada en todos los países en los que pidió asilo, incluso en China. Sólo les

fue posible adquirir asilo político en otro país cambiando de identidad).

Mi proyecto de tesis es la reflexión generada en torno a los aspectos mencionados

anteriormente que desarrollaré de manera más detallada a continuación.

[2]

[2] RCN Noticias. (2003,Diciembre 2) Especial emitido diez años después de

la muerte de Pablo Escobar,

5

Page 8: QUE LA HAY, LA HAY

HISTORIA DE LA CASA DE LA 86

La mansión de la calle 86ª ocupa casi

una hectárea entre las carreras 12 y 13 y está

aislada por un muro de piedra de cuatro metros

de alto. En su interior, un jardín domina el

territorio donde se erigen dos casas, una a cada

lado de la propiedad.

Una de las casas fue construida antes de que el

lote fuera propiedad de Rodríguez Gacha, es de

estilo moderno y se comunica al jardín a través

de un ventanal que da a uno de los lagos

artificiales.

La otra al parecer fue construida cuando el

capo se hizo propietario alrededor de lo que en

un principio fue la piscina.

Se caracteriza por las numerosas escaleras de

caracol y por una cúpula en hierro rojo que

se erige en el costado sur-occidental. Al

parecer donde quedaba el jacuzzi. La cúpula

crea una especie de terraza.

6.

Costado nor-occidental de la casa que no se quemóSeptiembre del 2002.

Costado occidental de la casa quemada.Diciembre del 2003.

6

Page 9: QUE LA HAY, LA HAY

Esta fue la casa que se quemó el 12 de

Diciembre del 2001, un mes antes de que yo la

conociera. Fue en esta casa en la que llevé a

cabo la mayoría de la investigación de mi

proyecto de tesis.

Un mes después del incendio apareció en la

revista un reportaje sobre la

propiedad. Decía que sus anteriores habitantes

habían salido de la mansión del extinto

narcotraficante por miedo al fantasma de

y por la imposibilidad de pagar el

costo de los servicios; la casa es estrato 6.

Antes de nosotros (Cuando hablo de nosotros

me refiero a la Fundación Teatro ),

la casa fue cedida a varias fundaciones. En un

principio la tomó una división del ejército y

según lo que se dice, ellos fueron los que

construyeron una plataforma encima de la

piscina. Luego estuvo en manos de una

fundación para niños con cáncer que se

llamaba .

Cromos

Forjar

El

mexicano

Varasanta

**BOGOTÁ El incendio estemiércoles de la que fuera la mansióndel extinto narcotraficante GonzaloRodríguez Gacha, en Bogotá, dejóal descubierto la suerte que hancorrido los cuantiosos bienes delnarcotráfico. El Canal Caracol lespresenta un informe especial sobreel destino de esas propiedades. Lacasa de Gacha, ubicada en lacarrera 13 con calle 86, en el nortede Bogotá, fue presa de las llamas alas cinco de la madrugada. Era unode los bienes más lujosos delnarcotraficante. Tenía grifería enoro, obras de arte y una decoraciónexcéntrica. La residencia hace partede los bienes ocupados por elEstado contra Gacha, jefe del cartelde Medellín. Hasta hace un año ymedio, la Fundación Forjar, queprestaba atención a los niñosenfermos de cáncer, tuvo su sede enesta vivienda. Desde entonces, lar e s i d e n c i a p e r m a n e c í aabandonada. Las autoridadesinformaron que no se presentaronv í c t i m a s h u m a n a s e n l aconflagración. Los residentes delsector aseguran que el lugar eshabitado por un grupo de indigentes."Entran y salen como si fuera sucasa", dice un vecino de la mansión,hoy reducida a cenizas. "Lo quequeda son algunos residuos, lavivienda prácticamente estabad e s h a b i t a d a , n ohabía enseres”, ”, reportó el mayorFreddy Novoa, del cuerpo de

bomberos. Según losvecinos, la casa, queestá bajo el control de laDirección Nacional deE s t u p e f a c i e n t e s ,permanece sin ningúntipo de seguridad, loque es aprovechado porlos indigentes. Lascausas del incendio sedesconocen, pero no sedescarta que haya sidoprovocado. **

Manos criminales incendiaron casa de Rodriguez Gacha.

(2001, Diciembre,12). Http://www.canalcaracol.com.co

7

Page 10: QUE LA HAY, LA HAY

Ellos fueron quienes al parecer la tuvieron durante mayor tiempo; cerca de cinco años.

Las razones por las que los sacaron aún son inciertas. Algunos dicen que la propiedad al

final estaba siendo subarrendada. Otros creyeron sospechosa la cantidad de veces que la

directora de la fundación llamó a la policía para reportar robos por varios millones de

pesos.

Casi un año y medio después de estar trabajando en la casa, tuvimos la oportunidad de

conocer a la directora de esta fundación. Nos contó que ella había recibido la casa poco

tiempo después de que había sido incautada.

“Había un perro asesino y un gallo que picoteaba a las mujeres en falda” dijo.

También afirmó que la habían sacado a la fuerza. Nos habló sobre las reformas que le

había tenido que hacer a la casa original para poder conservarla durante esos cinco años

y cómo finalmente a los golpes y amenazada, tuvo que salir de la casa y del país.

“Hay mucha gente interesada en esta casa, sobre todo en el lote” dijo “a ellos les conviene

que la casa se deteriore para poder demolerla y construir”.

Después de Forjar, vino una asociación de ciclistas que no duró mucho tiempo. Al parecer

tenían un negocio de partes en el garaje, lo cual está prohibido dentro de los estatutos del

convenio con Estupefacientes.

Luego de ellos, la casa permaneció abandonada cerca de dos años antes de que nos fuera

otorgada.

Según nos contaron los vecinos, durante ese período de tiempo los indigentes se trepaban

a los árboles que rodean la propiedad y se saltaban el muro de piedra. No había ningún

tipo de vigilancia por lo que seguramente cualquiera con interés de entrar a la casa, lo

hizo sin mayor problema.

Fue durante este período de tiempo donde se supone que ocurrió el mayor saqueo.

Finalmente el 12 de Diciembre del 2001, algo produjo un incendio en la casa de la cúpula

de hierro y los bomberos tuvieron que tumbar la puerta que linda con la carrera 13 para

poder entrar. Desde ese día y hasta el momento en que nosotros la ocupamos,

Estupefacientes le asignó un celador a la propiedad.

8

Page 11: QUE LA HAY, LA HAY

Encuentro con la casa

Era necesario registrar el estado en que nos entregaban el lote. Al menos esa fue la

primera excusa para tomar las fotos de ese día.

Todavía no sabíamos ni siquiera si nos iban a dar la casa, por eso era preferible no tener

muchas expectativas. Llevé la cámara fotográfica pensando que no iba a tener la

oportunidad de volver a ese lugar.

El celador nos abrió por la entrada de la carrera 13, la puerta que se mando clausurar por

seguridad cuando nos mudamos a la casa. Lo primero que vi fue el cambuche que habían

construido los vigilantes al lado del garaje de la primera casa.

Llegué tarde, así que lo primero que hice fue dar la vuelta por el jardín buscando a mis

compañeros de grupo. El pasto me llegaba a la rodilla. El jardín tenía dos lagos artificiales

no muy grandes que por supuesto estaban desocupados. El más grande lindaba con uno de

los ventanales de la casa que se encuentra en mejor estado.

La pared opuesta al ventanal estaba llena de espejos, de manera que el jardín se reflejaba y

continuaba en la pared contraria.

La chapa de todas las puertas estaba dañada, gran parte del piso había sido levantado,

cualquier lugar que se presumiera con doble fondo había sido atravesado, había tiros en

los espejos de la sala.

El lote estaba completamente ahuecado. En el jardín algunos desniveles ya estaban

cubiertos de pasto.

Las primeras fotos de la casa quemada salieron oscuras. El techo estaba atravesado en casi

todos los espacios haciendo imposible pasar de un lado al otro.

9

Page 12: QUE LA HAY, LA HAY

En la entrada principal estaban apilados

algunos muebles ahumados, supongo que para

protegerlos de la lluvia.

Mi primera aproximación fue muy tímida,

entré sólo a los lugares de fácil acceso. Sentía

que cualquier cosa podía caerme encima.

Había vidrios por todas partes, la sala estaba

atravesada por el techo derretido. Eran pocos

los lugares a los que se tenía acceso en estas

condiciones.

La segunda vez llevé la cámara de video. No

había luz, ni agua, ni teléfono.

Había que cortar y barrer el pasto, virutear los

pisos, remover escombros, volver a poner

partes del piso, inventarse puertas. Era

imposible habitar la casa en el estado en que se

encontraba.

En esa primera grabación, me deslumbré

con los vidrios y los espejos de ambas

casas.

Desde la piscina, el jardín se reflejaba a

través de un espejo que cubría una pared

de unos ocho metros de largo.

Desde este espejo yo observaba la casa al

revés y podía vigilar todo lo que pasaba

detrás de mí.

Primeras fotos de la casa quemada.Enero 2002

10

Page 13: QUE LA HAY, LA HAY

Al lado de la piscina, una escalera de caracol daba

paso al segundo piso. En un principio todo

parecía tan frágil que incluso dudé en subir. Los

peldaños se reflejaban y se quebraban millones

de veces en una pared semi-circular tapizada con

espejos rectangulares del piso al techo, que

guiaban el paso al segundo piso.

En la mayoría de los espacios donde había

espejos, se tenía una sensación de reflejo

interminable, donde un reflejo se refleja en otro

que a su vez se refleja en otro espejo.

Hay lugares donde por la disposición de los

espejos era posible verse desde ángulos inusuales,

como el efecto generado al enfrentar un espejo en

el techo y un espejo en el piso. Al mirarse da la

sensación de estar viéndose uno mismo desde

una cámara de seguridad.

Al principio era muy cuidadosa, no me atrevía a

mover nada, quería conservar, quería registrar

para preservar. Era por lo menos lo que sentía en

ese momento. Que no debía tocar nada porque

era necesario preservar la casa quemada tal cual.

Como quien hace el levantamiento de la escena

de un crimen.

Un tiempo después ocurrió todo lo contrario. Al

ver que algunos de mis compañeros de grupo

empezaron a remover escombros en la casa

quemada, decidí hacer lo mismo. La sensación de

preservar se torno en un afán de despejar el

espacio, no sabía exactamente para qué.

EspejosFebrero 2002

11

Page 14: QUE LA HAY, LA HAY

De cualquier manera, luego lo supe. A medida que se despejaba el espacio la casa mostraba

más de lo que yo consideraba sus características originales.

Aparecieron los pocos muebles que quedaban, fue posible ver los pisos, las paredes y

algunos objetos que habían dejado los de la fundación Forjar.

A medida que fue avanzando ese semestre en la universidad deje de ir por un largo

periodo de tiempo. Iba los fines de semana cuando la casa estaba sola. Mi único contacto

con lo que pasaba mientras yo no estaba, era ver lo que había sido alterado en las casas.

Me convertí en una espectadora del proceso de adecuación de la casa. Mis compañeros de

grupo alteraban continuamente la casa quemada, dejando a su paso parte el rastro de lo

que hacían y a su vez, destapando parte de las características originales de la casa. En

algunas partes y en cierto momento se me hizo imposible distinguir entre las marcas que

habían hecho mis compañeros de grupo, las que habían sido hechas en el tiempo en que se

construyó la casa y las que habían hecho las fundaciones anteriores. Fue uno de los

indicios de que la casa que yo estaba presenciando no era sólo la casa de Rodríguez Gacha,

sino la de todos los que habían pasado por ahí después de su muerte.

Después de tres meses apareció una puerta que no había visto nunca.

El tamaño de los escombros todavía era muy grande para pensar en atravesar ciertos

espacios.

La puerta daba a una especie de salón de juegos con una lámpara de billar en el centro. En

ese momento había un mueble a manera de bar en el costado derecho. Era uno de los

pocos lugares que no tenía escombros en el piso.

En la pared de la izquierda habían arrancado la tela que cubría las paredes. Se veía el

esqueleto de la estructura que sostenía los paneles de tela; unos listones de madera

delgados con pedazos de bóxer y espuma, que atravesaban la pared verticalmente.

Entre los paneles y de manera muy sutil había dibujados tres rectángulos en lápiz.

La imagen me deslumbró por completo, para mí se trataba de un cuadro armado en la

pared de manera perfecta.

12

Page 15: QUE LA HAY, LA HAY

Durante mucho tiempo fotografié lo que en ese momento llamé

p

Pensaba en el trabajo de Danilo Dueñas. De pronto, el orden que adquirían las cosas

generaba una serie de composiciones que se hacían cada vez más interesantes en la

medida en que las estudiaba. Note que obedecían a un comportamiento de mis

compañeros con respecto a lo que debía ocurrir en la casa. A un ideal y a unos intereses

específicos.

cuadros; las

composiciones que se generaban con el aso de los individuos por la casa. Los anteriores

habitantes, y ahora, mis compañeros de grupo.

Estas fotografías podrían ser parte de otro proyecto de tesis. Decidí dejarlas de lado en

determinado momento cuando elegí trabajar con el contexto histórico de la casa

directamente.

El fetiche

A medida que la casa quemada se fue destapando, la casa del lado empezó a llenarse

de objetos.

La casa que no estaba quemada empezó a ser habitada y fue necesario empezar a extraer

objetos de la otra para construir esta nueva casa. Algunos pedazos de triplex que hacían

parte del techo del cuarto principal de la casa quemada, fueron utilizados para hacer las

puertas de los cuartos de la otra casa.

Los muebles que estaban apilados en el garaje de la casa quemada fueron llevados a la casa

habitada. Las placas de mármol rosado del baño principal, sirvieron para hacer mesas.

La casa quemada amenazaba con caerse en cualquier momento. Los objetos que tenían

alguna clase de valor, fueron extraídos y organizados de tal manera que en cualquier

momento fuera posible rescatarlos del próximo derrumbe. Fue así como se desmontaron

las baldosas del piso del corredor, y las placas de mármol del baño rosado.

Incluso el tapete de pasto artificial del antejardín, sirvió para hacer trueque y conseguir

una guadaña de la cual se pudiera disponer siempre.

13

Page 16: QUE LA HAY, LA HAY

El primer objeto que me sedujo, y que pensé en llevarme para utilizarlo de alguna manera,

fue la tela de los parasoles del segundo piso de la casa, donde al parecer quedaban el sauna

más grande y el baño turco.

Las cortinas estaban manchadas por el hollín y la humedad porque quedaron a la

intemperie después de que la casa se quemó. El objeto me interesaba por sus cualidades

formales. Parecía un dibujo muy complejo en carboncillo.

Cuando iba terminando de desmontar la segunda cortina, empezó a aparecer en la

baranda que servía como soporte para colgarlas, la palabra PARASOLES, escrita en

crayola azul de manera rápida, como una indicación del objeto que debería ir allí.

Con el tiempo fui encontrando más de este tipo de señalizaciones en la casa; detrás de los

espejos, en las paredes, en el techo.

Me emocionaba encontrarlas, porque además de ser un tipo de constancia de la antigua

existencia de un objeto que había sido removido, me remitían al proceso de construcción

de la casa. La manera como aparecían también me hacía pensar en huellas o pistas para

encontrar un tesoro.

Parece que sobre la estructura ya armada de la casa, fue necesario empezar a improvisar en

lugares donde se olvidaron algunos detalles. Una tabla en la mitad del techo con un letrero

gigante en lápiz que decía “casar hueco en la esquina” y que señalaba un hueco hecho a

mano, (por no decir hecho con los dientes), fue una de las cosas que más me emocionó.

Incluso luego de la demolición de la casa seguían apareciendo este tipo de marcas, algunas

ilegibles y otras muy sencillas, un número y una flecha, una palabra corta.

Considero que los espacios en ruinas llegan a ser fascinantes porque el aparente caos deja

ver de manera más clara las huellas más sutiles de los objetos de la cotidianidad. Las

huellas dejadas por el paso de alguien se vuelven sumamente significativas porque son

vistas en su ausencia. La sensación que produce presenciar el espacio íntimo de otro, es

algo que hace todavía más emocionante el recorrido de una casa en ruinas.

Luego de algún tiempo decidí remover las baldosas de uno de los baños que estaban

manchadas por el hollín del incendio. Me remitieron a los dibujos de Miguel Ángel Rojas.

Mientras las sacaba con cuidado para no romperlas me sentí como todos los otros que

habían venido a saquear la casa; yo me estaba llevando algo que era valioso para mí.

14

Page 17: QUE LA HAY, LA HAY

Lo más extraño de esto fue darme cuenta que

probablemente este objeto ni siquiera era parte

de la casa originalmente, mejor dicho no

pertenecía a la época cuando Gacha vivía allí;

eran unas baldosas de la línea más económica

de Corona, que además parecían estar pegadas

encima de otras baldosas más pequeñas.

Karen, la directora de Forjar, también nos

había contado las reformas que le había hecho

a la casa que permanecía en mejor estado.

Cosas que hasta ese momento habíamos

pensado que eran de la época en que había

estado Gacha.

Realmente yo no tuve contacto con los objetos

impregnados de Gonzalo Rodríguez Gacha, ni

pude establecer un contacto con su vida a

través de los objetos que le habían pertenecido,

no era la misma situación de cuando un ser

querido muere, que se tiende a preservar los

objetos en el mismo orden en que esa persona

los tenía en un intento por preservar algo de

ella. Mi contacto no fue con él como persona,

sino con el mito de Rodríguez Gacha, con los

comportamientos generados por la

trascendencia de su leyenda.

Es realmente el comportamiento de la gente

con respecto a la leyenda de Rodríguez Gacha

lo que permite que la leyenda se extienda y

perdure.

De los objetos que habían pertenecido a Gacha

quedaban muy pocos; los que o bien eran muy

pesados para ser cargados, (como los

Huellas o pistas encontradas en la estructurade la casa.

Agosto 2002

El baño ahumado después de remover las baldosasNoviembre 2002

15

Page 18: QUE LA HAY, LA HAY

electrodomésticos) o los que no ofrecieron

ningún tipo de interés para los saqueadores.

Buscando los objetos que habían pertenecido a

Rodríguez Gacha, encontré que unos pocos

tenían todavía código de inventario. No se

muy bien quién hizo el inventario de la casa y

en qué momento. De cualquier manera los

únicos objetos con código que pude encontrar

fueron la cabecera de una cama, un sofá

morado, y más tarde una silla para piano.

Los otros que puedo pensar que le

pertenecieron, son la nevera y la estufa que

estaban arrumados en el garaje, por tratarse de

electrodomésticos similares a los utilizados en

la década de los ochenta.

Objetos con código de inventarioDiciembre 2002

16

Page 19: QUE LA HAY, LA HAY

Los periódicos

Luego de llevar cerca de seis meses trabajando con la casa como proyecto de tesis,

tratando de evadir el peso histórico que tenía por considerar que era un tema que a mi no

me tocaba y del cual no me sentía con propiedad para hablar, me di cuenta que si quería

seguir trabajando con la casa, era imposible hacer de lado el tema del narcotráfico. Hasta

el momento mi atención estaba centrada en el proceso de acomodación de ese espacio por

parte del grupo y en las cosas que podía ver al observar ese proceso de acomodación.

Todo se limitaba a mi experiencia física con ese espacio.

Pero la historia pesaba sobre los objetos de la casa. El saqueo y el incendio habían dejado

huellas muy fuertes en la casa que yo no quería dejar reducidas simplemente a una

observación formal.

En el primer semestre del 2003, decidí dejar de lado el miedo a meterme con este tema y

empecé a investigar los mitos y los cuentos que existían sobre la época dorada del

narcotráfico colombiano, la década de 1980.

Decidí hacerlo desde los libros más populares que se han escrito sobre este tema. No

buscaba la veracidad, sino el tipo de información que más acogida tiene, los

B

Empecé por , d

d M a b e

.

Los autores de estos libros son en su mayoría periodistas que tuvieron que salir del país

luego de escribir, conscientes del peligro que representa hacer muchas de las

revelaciones que se hicieron en estos libros y que implican tanto al gobierno y a la

policía, como a la guerrilla y al narcotráfico.

Algunos de los relatos resultan algo sensacionalistas, no únicamente por las historias en

sí, sino por la manera como son narradas; no deja de haber todo el tiempo un cierto tono

de realismo mágico, como se aprecia en la siguiente cita:

best sellers.

uscaba historias que rebasaran mi imaginación.

La Coca Nostra y Los Jinetes de la Cocaína e Fabio Castillo, Crónicas que

Matan e arí Jimena Duzán, y Mi Hermano Pablo, asado en el r lato de Roberto

Escobar, alias el osito

17

Page 20: QUE LA HAY, LA HAY

“Se levantaba temprano, bebía poco, hablaba

reposadamente y evitaba la utilización de

palabras soeces. Viáfara siempre lo veía

elegante, con la ropa apropiada para cada

ocasión… (hablando de Rodríguez Gacha)

(con respecto al hijo de El mexicano):

“Freddy era corpulento y el apodo de pocillo

le quedaba bien por sus grandes orejas. Había

dejado de estudiar para incorporarse de lleno a

las escuelas paramilitares”.

El libro escrito por Roberto Escobar tal vez sea

el que ha tenido mayor acogida a nivel

mundial; en este libro Pablo Escobar es un

personaje astuto que logra escabullirse y burlar

la autoridad en todo momento; una especie de

Renegado que tiene toda la astucia de Mac

Gyver. El que su hermano sea el narrador

implica que el lector tiene el privilegio de

presenciar desde muy cerca la mente perversa

y por lo tanto fascinante, del mayor capo de la

droga en la historia colombiana.

La foto de la primera página es ya un indicio

del tono que tendrá el libro. Una manera más

de fortalecer la leyenda de Escobar Gaviria.

[3]

[3] Duzán Maria Jimena (1992) . Bogotá

Colombia. Tercer Mundo Editores. (Pags).

Crónicas que matan Contraportada del libro Mi Hermano Pablo

18

Page 21: QUE LA HAY, LA HAY

El libro de Maria Jimena Duzán intenta tener un tono más periodístico. Sin embargo el

carácter de revelaciones que se hacen, la manera en que ciertos periodistas

“privilegiados” son llamados y escogidos por los narcotraficantes

Luego de esto, Rodríguez Gacha se convertiría en el mayor financiador de los crecientes

paramilitares del Magdalena medio.

para tener contacto

directo con ellos y tener el honor de escribir sus declaraciones, sigue dejando estas

historias en un campo de cierta manera fantástico. Lo que me pregunto es si serían tan

interesantes al ser narradas de otra manera.

La figura de los capos de los grandes carteles es ante todo un desafío a los límites humanos.

Como el espejo puesto contra el espejo en la casa creando un reflejo interminable. Lo

incontable. Lo infinito.

El hombre más rico del mundo, el atentado más sangriento de la historia de Colombia, el

mayor terrorista, el hombre más temido.

En una de las ocasiones en las que le estaba dando vueltas a la casa descubrí unos espejos

que se habían caído de la pared en la parte donde estaba la escalera de caracol.

Mirando uno de los periódicos que habían utilizado para pegar los espejos con Bóxer ala

pared, me di cuenta que era un periódico de 1984 que estaba intacto.

Uno de los titulares decía “ ”. Me acordé de

inmediato del libro que estaba leyendo en ese momento; de María

Jimena Duzán, y de cómo ella cuenta la manera en que se acabó la amistad entre

Rodríguez Gacha y la guerrilla:

Al descubierto sociedad narcoguerrillera

Crónicas Que Matan

“Sin embargo desde cuando en 1984 las FARC le habían robado a armas,

dinero en efectivo y cocaína, su anticomunismo lo había acercado aún más a los grupos de

autodefensa del Magdalena medio”.

El Mexicano

[4]

[4] Duzán Maria Jimena. (1992). (1a ed).

Bogotà Colombia. Tercer Mundo Editores. p. 115.

Crónicas que matan.

19

Page 22: QUE LA HAY, LA HAY

Allí, en una finca de propiedadde `El Mexicano´, las armasfueron guardadas durante dosdías , y poster io rmentee n t r e g a d a s a u n j e f eparamilitar conocido con ela l ias de ¨samura i ¨ . E l`seapoint´ luego de hacer eltransbordo de las armassiguió su rumbo haciaPanamá, tras la muerte deRodriguez Gacha, ocurrida el12 de diciembre de 1989, 232fusiles Galil provenientes deeste cargamento seríanencontrados por la policíaColombiana en enero de 1990en caletas de su propiedad¨

Duzán M. Jimena (1992).

Bogotà Colombia. Tercer Mundo

Editores. p. 149.

Crónicas que

matan.

[5]

También se dice que fueron

ellos los que aprovisionaron en esa ocasión

de armas al ejército paramilitar.

Luego de la muerte de E , una

caleta que contenía la mayoría de estas armas

fue encontrada en una de sus propiedades.

Basándome en esta historia y con las baldosas

que había extraído del baño de la casa, decidí

crear un dibujo fragmentado de la caleta

donde podrían estar guardadas las armas que

se encontraron después de la muerte de

Incluso, según se narra también en este

libro, Rodríguez Gacha trajo a finales de la

década de los ochenta, mercenarios israelíes

para que entrenaran a las tropas

paramilitares.

Para mí esta fue una primera manera de

juntar mi experiencia física con la casa y el

mito de Rodríguez Gacha.

Como sabía que los libros que estaba leyendo

podían resultar algo sensacionalistas, decidí

buscar en periódicos de la época por

considerar que podrían ser un poco más

verídicos o por lo menos podrían darme una

idea de la opinión que generaba en ese

momento la lucha contra los carteles.

También quería saber si existían fotos

oficiales de las caletas.

l Mexicano

El

Mexicano.

20

Page 23: QUE LA HAY, LA HAY

Como la búsqueda debía hacerse por fechas,

decidí buscar a partir de la fecha de la muerte

de Rodríguez Gacha y de Pablo Escobar.

No había tantos relatos sobre las propiedades

de los capos como sobre los actos terroristas

que habían llevado a cabo y sobre las

estrategias que la policía utilizó para

capturarlos.

El país estaba golpeado por la ola de violencia

generada por el narcotráfico y veían en la

muerte de los capos un primer triunfo en la

guerra contra los carteles de la droga.

Decidí desmontar el resto de los espejos de la

escalera para ver que más información podía

encontrar en los periódicos de la época. Me

emocionaba saber que la casa misma podía

guardar parte de su historia periodística y que

yo tenía acceso físico a ella.

En el caso del segundo la información fue más

extensa. Muchos periódicos de la fecha de la

muerte de Rodríguez Gacha no estaban a

disposición del público, la encargada dijo que

probablemente se encontraban en proceso de

microfichas, y que se demorarían varios meses

en regresar a la biblioteca.

(1993, 5 de Diciembre)“Los Capos y El absurdo”

El Tiempo

(1993, 12 de Diciembre). ¨Escobar no fue un

héroe¨. Gaviria. El Tiempo

(1984, 4 de Octubre) “¿mansión, expansión,extorsión?...Narcolandia”

El Tiempo

(1993, 12 de Diciembre). ¨Medellin, sin el estigma

del cartel . El Tiempo.¨

21

Page 24: QUE LA HAY, LA HAY

Detrás de la mayoría de los espejos había avisos clasificados, otros hablaban sobre temas

de la farándula, había una cartelera de cine y bastante publicidad. Solo pocos tenían

alguna nota, cortada por el límite del espejo, acerca de las presuntas alianzas entre

narcotraficantes o un cargamento incautado. Ninguno hablaba sobre Rodríguez Gacha

o Escobar específicamente, eran periódicos del 84, época en la cual todavía los capos no

se habían convertido en el tipo de cabecillas que llegarían a ser.

La demolición

Cuando empezaron a funcionar los talleres de niños en la nueva sede de la

m

Algunos arquitectos que fueron a verla coincidieron en que si no la tumbábamos

nosotros, se le podía caer encima a alguien en cualquier momento. Por esta razón

durante algún tiempo mis entradas a la casa quemada se limitaron a lo estrictamente

necesario. En cuestión de semanas las grietas de la casa se hacían más protuberantes, y

las estructuras chirriaban. El piso de la piscina se levantó como un cráter, y el segundo

piso se hundió unos 10 centímetros en la mitad. Las columnas de Zinc que se

encontraban en el corredor que daba a al piscina estaban completamente dobladas. Las

grietas se agrandaron y el vértigo predominaba.

Cuando empezó la demolición sentí una gran frustración. Estaba apegada, sentía la

necesidad de preservar esa casa. Hasta último momento pensé que era posible reciclar la

casa para convertirla en algo nuevo recuperando parte de la estructura original, me

parecía lo más coherente por hacer cuando se tiene un lugar con semejante peso

histórico.

Empezó en las partes que estaban más desgastadas como la piscina y el bar. Uno de los

obreros que me vio tomando fotos, me mostró una parte de la casa que era subterránea.

Fundación

Teatro , la necesidad de demoler la casa quemada se hizo ás urgente.Varasanta

De cualquier manera el estado en que se encontraba era realmente peligroso y

no hubo otra opción que demolerla.

22

Page 25: QUE LA HAY, LA HAY

Yo nunca había bajado al sótano porque

estaba inundado, y aunque existían unas

escaleras de caracol que bajaban hasta allá, el

agua empozada no dejaba pasar.

El obrero había abierto parte del piso de la cocina

durante la demolición y había encontrado una

especie de túneles subterráneos que se

encontraban inundados a un nivel de

aproximadamente un metro y medio del piso.

Me dijo que eran los cuartos donde guardaban

los calentadores de la piscina.

Me hubiera gustado que hubiera sido parte del

famoso túnel que daba a la calle, por donde

Rodríguez Gacha se le escapaba a la policía

cuando ocurrían los allanamientos sorpresa.

El obrero había llenado con escombros parte del

cuarto subterráneo; (un poco por encima del

nivel del agua) para crear una pequeña montaña

donde me pude parar y ver, lo que para mí era el

túnel de Gacha, en vivo y en directo. Las fotos

que pude tomar no salieron de muy buena

calidad, la luz era muy baja y era imposible

iluminar desde alguna otra parte. Para mí sin

embargo sirven como pruebas contundentes del

famoso túnel.

A medida que avanzó la demolición el túnel y

otros huecos como la piscina y el jacuzzi, fueron

tapados con los escombros. Incluso la escalera

que solía bajar hasta el sótano despareció.

El túnel de Rodríguez GachaFebrero 2003

23

Page 26: QUE LA HAY, LA HAY

La parte de la casa que se encontraba en mejor

estado quedó en pie.

Sin embargo , en ese momento se sepultó

para mí, la casa como mito. Se acabó con los

pocos rezagos que quedaban de la casa

original.

Los guaqueros

Hasta el 28 de Abril del 2003, yo había

mantenido cierta distancia con los cuentos de

las guacas. Aunque en la casa había huellas de

excavaciones y saqueo, era algo ajeno a

nosotros, pasado.

Lo más extraño de los guaqueros que se

metieron a la casa ese Lunes, fue darse cuenta

que no solo el mito de las caletas está latente en

la población colombiana aún hoy, después de

casi quince años de la muerte de Rodríguez

Gacha, sino que hay gente que cree

firmemente en la posibilidad de encontrar una

de esas caletas y está dispuesta a exponerse de

la manera como lo hicieron los que entraron a

la casa ese día.

El lunes 28 a las cuatro de la tarde llegaron

unos tipos a preguntar por unos talleres. Los

atendieron en la puerta, no parecían ser del

tipo de personas que asistían a los talleres.

----

-

Trajeron un man que había

estado en el Tolima y que

entonces conocía los lugares de

Gacha. Decía que la disposición

de las cosas acá que era muy

parecida a una de las casas

donde habían encontrado

guaca, que por eso estaban acá.

---

entrevista a Angela una de las

personas presentes el día de la

irrupción.

24

Page 27: QUE LA HAY, LA HAY

---¡El sitio donde estuvieron

buscando es de un absurdo! de

un absurdo que ahí existiera

algo… Si fuera así, eso quiere

decir que Gacha para sacar una

guaca de esas; ¡le toca traer una

retroexcavadora!----

----en un momento la vieja que

nos estaba cuidando entró al

cuarto donde dejamos nuestras

cosas y empezó a esculcar

maletas, billeteras, todo y

obviamente se robó: un celular,

se una flauta traversa, una plata

del grupo que estaba bien

guardada…

…y finalmente terminó siendo,

cuando los manes se dieron

cuenta que aquí no había nada

y se cansaron de cavar, terminó

siendo un robo un poco

patético; la vieja se llevó lo que

le pareció que podía llevarse. --

entrevista a Fernando, director

de la Fundación teatro Varasanta

entrevista a Angela una de las

personas presentes el día de la

irrupción.

Ellos fueron metiéndose despacito hasta que;

una vez estando adentro, mostraron un

revólver y obligaron a todos lo que se

encontraban dentro de la casa a permanecer

quietos y a obedecer mientras ellos buscaban la

guaca de .

Venían poco preparados, sin herramientas, sin

linterna; muy seguramente pensaban que iba a

ser cuestión de unas 2 horas; en total

permanecieron 10. Al parecer en un punto se

encontraron una roca demasiado grande que

no pudieron ni romper ni mover y se

marcharon haciendo claro que iban a volver.

El mexicano

Inspeccionaron todo el área del jardín y la casa

quemada. No mostraron ningún interés en la

casa que está en pie. Se sorprendieron de

encontrar todo en ruinas. Alguno mandó a

buscar la mesa de billar, según él una de las

patas estaba llena de esmeraldas. Por supuesto

no encontraron ni la mesa de billar, ni nada de

lo que estaban buscando.

A la medianoche trajeron una mujer paralítica

que decía ser vidente, dijo sentir vibraciones

debajo del árbol de cerezas por lo que

decidieron empezar a cavar ahí. Estuvieron

hasta las dos de la mañana, cuando

encontraron una piedra demasiado pesada

para ser removida. Le pidieron el gato a uno de

los integrantes del grupo que tenía carro. No

funcionó.

25

Page 28: QUE LA HAY, LA HAY

Finalmente se aburrieron y se fueron dejando

claro que pensaban volver.

Retuvieron a los integrantes del grupo en la

entrada de la casa donde se dictan los talleres,

sentados en un colchón. En varios momentos

les repitieron que no tenían interés de hacerles

ningún daño y que venían a llevar a cabo una

operación que no les incumbía.

Los guaqueros que permanecieron adentro, a

quienes se les había encargado cuidar a los

integrantes del grupo mientras se llevaba a

cabo la “operación” en el jardín, cortaron las

líneas del teléfono y obligaron a los

integrantes de a llamar a sus

respectivas casas desde un celular para aclarar

que no podían llegar esa noche; buscando que

los familiares intranquilos no tomaran

medidas; como llamar a la policía.

El hecho de saber que los captores conocían

el número de teléfono de cada una de sus

casas, generó en los integrantes del grupo un

miedo posterior a las posibles represalias, que

no los dejó tranquilos durante más de tres

meses.

Adentro de la casa, los captores contaban

chistes e historias tratando de crear un

ambiente más ameno a sus secuestrados.

Nadie se enteraba de lo que pasaba afuera.

Uno de ellos tratando de alivianar la

situación, dijo que en realidad ellos no

estaban interesados en ninguna guaca, que

habían ido allá para desenterrar a treinta

Varasanta

---

.-

---

----

-

Ellos creen que la guaca es

para ellos. Ellos saben que acá

ha venido mucha gente a

buscarla, que la casa está

rota;… pero hay algo que les

dice a ellos que la van a

encontrar.

Que esa guaca, aunque miles de

gente le ha pasado encima y no

la ha encontrado, ellos creen

que ellos sí la van a encontrar

Es posible, como dice todo

el mundo que acá hubo algo,

pero ya se lo llevaron hace rato.

La dificultad es: ¿Cómo le saca

usted la guaca de la cabeza a la

persona? La guaca no está aquí,

pero está en la cabeza de la

persona; ¿Cómo se la saca?--

entrevista a Francesca una de las

personas presentes el día de la

irrupción.

entrevista a Fernando, director de la

fundación teatro Varasanta.

26

Page 29: QUE LA HAY, LA HAY

dándose cuenta de la mentira que

proponía su compañera dijo: “yo pensé que eran solo diez”.

La situación generada parecía una sátira. Los guaqueros parecían totalmente inexpertos,

mostraban el arma todo el tiempo corriendo el riesgo de generar pánico en sus víctimas,

dejaron todo tipo de evidencias sobre su identidad y no llevaron ningún tipo de

herramienta.

Durante los días siguientes tratamos de frecuentar la casa lo menos posible. Se cancelaron

las actividades de esa semana y empezamos a crear un plan de seguridad.

Diez días después, en el momento en que yo llegaba a la fundación, a las seis y media de la

tarde aproximadamente, los tipos que al parecer habían estado esperando la oportunidad

de entrar, se acercaron cuando ya había timbrado. Yo me puse muy nerviosa, no sabía si

salir corriendo a llamar a la policía era la mejor opción. Venían con una guitarra

pretendiendo ser unos serenateros, yo me quedé quieta mucho tiempo pensando que

hacer, no quería que se alertaran y que de pronto me cogieran por escandalosa de rehén

para obligar a los que estaban adentro a abrir la puerta.

Había timbrado con el santo y seña que habíamos acordado con los del grupo, por lo que

seguramente me iban a abrir sin preguntar antes por el citófono.

Timbre una vez más, de pronto ellos entenderían que algo andaba mal, y decidí hacerme

la loca, como si no me hubieran abierto, e ir a llamar al celador de la casa del lado.

Mientras yo me fui, ellos abrieron la puerta. Los tipos trataron de entrar, pero alguien

logró empujarlos hacia fuera y cerrar. Cuando llegué con el celador los tipos ya se habían

ido. Minutos después llegó la policía.

-Si insisten tanto es que debe haber guaca- dijo uno de los policías- seguramente es uno de

los guardaespaldas de Gacha que está seguro porque vio cuando enterraron la guaca.

Esta teoría resulta imposible dentro de la mitología de Rodríguez Gacha. Según se cuenta

la manera en que los narcotraficantes se aseguraban que el sitio de la guaca permaneciera

en secreto, era matando a todos aquellos que habían participado de alguna manera en la

construcción de la misma.

compañeros que habían sido sepultados en la casa. Dijo que ellos tenían el deber de

otorgarles cristiana sepultura. Su compañero no pudo evitar voltearse asustado

“Treinta?” Le preguntó, luego un poco más calmado y

27

Page 30: QUE LA HAY, LA HAY

-----

-----

Yo creo que los manes

están convencidos de la guaca.

Prefiero además pensar eso, es

como más ingenuo.

Me parece más sofisticado que

estén pensando en decir lo de

la guaca pero su verdadera

intención es que nos vayamos y

quedarse con el lote para

construir unos edificios. Eso me

parece bastante más sofisticado

y no creo que los manes sean

tan inteligentes, aunque ni

idea.

entrevista a Liliana, una de las

personas presentes el día de la

irrupción.

Luego de algún tiempo toda esta situación se

volvió graciosa, sobretodo porque los

guaqueros no volvieron a insistir. Se instaló

una cámara de seguridad en la casa y se

contrataron los servicios de una compañía de

seguridad.

A través de los vecinos nos enteramos que no

era la primera vez que esto sucedía y que era

habitual en todas las propiedades que habían

pertenecido a los capos de la mafia.

El mito de la caleta fue el principal legado que

dejaron los grandes capos a los esperanzados

colombianos.

(2003,4 de Mayo) “La Guaca de El Mexicano”El Tiempo

28

Page 31: QUE LA HAY, LA HAY

EL MITO EN EL MUSEO

En el de la ciudad de Bogotá, existe un piso dedicado a los

antihéroes dados de baja por la policía. Lo que más llama la atención de esta puesta en

escena es una moto Harley Davidson anaranjada, que fue decomisada al unos de

los hombres de confianza de Pablo Escobar. Hay además una mala reconstrucción de la

figura de Pablo Escobar vestida con ropa semejante a la que llevaba el día que murió. En la

pared hay colgadas a manera de trofeo educativo, las cabezas en cera de los

narcotraficantes más perseguidos, entre ellos la de Rodríguez Gacha, quién resulta

irreconocible de no ser por el sombrero que intenta ser igual al que utilizaba

Esta serie de adquisiciones (que en la mayoría de los casos son recreaciones, de la

situación de un personaje) cumplen el objetivo de relatar la historia “sucia” del país desde

los trofeos de guerra adquiridos por la policía.

Es la manera de dar crédito a una institución mostrando los obstáculos que tuvo que

sobrepasar. Son estas pruebas superadas las que afirman su grandeza.

Cada museo crea su propio orden. Hace una edición de la historia. En este caso la edición

trata de recrear las imágenes más vistas, la mayoría salieron en casi todos los periódicos.

Es el caso de la imagen de Pablo Escobar tirado en el techo de la casa donde fue asesinado o

la imagen de Pablo Escobar cuando se encontraba “preso” en La Catedral, que en el museo

se encuentra recreada por un muñeco con el famoso sombrero ruso que se agita detrás de

unos barrotes.

Muchos pobladores de los barrios populares de Medellín o de Pacho, llegaron a tener

mayor fe en los narcotraficantes, porque fueron ellos quienes se manifestaron

monetariamente antes de que lo hiciera el gobierno.

Para aquellos, que vieron en estos antihéroes una especie de ídolos a seguir, la tumba de

Pablo Escobar o de Rodríguez Gacha se convirtió en un sitio sagrado.

museo de la policía

¨arete¨,

El Mexicano

29.

29

Page 32: QUE LA HAY, LA HAY

“Por eso, cuando empezaron aaparecer billetes de cien dólaresque brotaban del río, como sipor un milagro divino sus aguastuvieran la facultad deproducirlos , muchos de lospobladores creyeron que desdearriba el alma generosa de

los había mandado. Elmilagro inmediatamente produjouna romería incesante hacia elrío, y los habitantes de pacho selanzaron a ´pescar´ billetes enmedio de toda suerte derumores. El más fuerte de ellosdecía que Rodríguez Gacha,antes de su muerte, habíaenterrado millones de dólares enla ribera del río, y cuando estehabía subido, el dinero habíasido arrastrado por la fuerza delas aguas.Desde allá, (señalando el cielo),

nos sigueprotegiendo---decían los pobladores mientrasrecogían manojos de billetesmojados.”

Pag 249Duzàn Maria Jimena.

Bogotá, Colombia.Tercer Mundo Editores.

el

mexicano

el mexicano

Crònicasque Matan.

Al tercer piso del museo del oro se entra por

una puerta pesada y blindada, de las mismas

que se utilizan en las bodegas de los bancos.

La sala permanece en penumbra. En las

vitrinas se ven los objetos en oro encontrados

en diferentes partes del país. A mitad de la sala,

puede verse el poporo Quimbaya de aprox.

50cm de alto que se ha convertido en símbolo

de nuestro país y que se hizo popular cuando

apareció en las primeras monedas de veinte

pesos.

Los visitantes, (no todos pero en su mayoría)

dan rápidamente la vuelta a la sala buscando la

famosa balsa de El Dorado¨ que suele

aparecer en todos los libros de historia de

primaria. Se sorprenden al ver que es muy

pequeña.

El poporo Quimbaya, pieza que inició la

colección del Museo del Oro en 1939, es

sentido por los colombianos como

identificación de su nacionalidad y de su

historia

(leyenda encontrada al lado del esta pieza en el museo

del oro, Bogotá.)

¨

30

Page 33: QUE LA HAY, LA HAY

Según la leyenda, el cacique se untaba de polvo de oro todo el cuerpo y se metía a la

laguna de Guatavita. Se dice que en el momento que se sumergía, eran arrojadas

también ofrendas en oro para los dioses.

La famosa leyenda atrajo la atención de los conquistadores. Hasta buzos se

sumergieron en la laguna buscando parte del tesoro de El Dorado. Finalmente fue

imposible comprobar la veracidad de este mito, y permaneció como una incógnita.

Muchas piezas que fueron saqueadas en la época de la colonia, permanecen hoy en los

museos de España. La historia del saqueo lleva miles de años y es la manera como se han

construido gran parte de las colecciones reconocidas. (Museo Louvre, Paris. Museo

Pergamo, Berlín)

Lo más interesante es la puesta en escena que luego se hace de estas piezas dentro de los

museos. La imagen descontextualizada es ordenada de tal manera que el espectador crea

otro tipo de relación con ella. Aunque el espectador suele tener la expectativa de lograr

un encuentro físico con el objeto, muchas veces esta relación esta mediada por el respeto

que debe guardar frente a la pieza expuesta, lo que hace que en algunos casos el encuentro

se vuelva exclusivamente intelectual.

En el caso del monumento arqueológico o de la casa museo, la experiencia está un poco

menos mediada y se tiene el atractivo de estar en el mismo espacio donde el personaje

legendario estuvo. No deja de haber cierta disposición de los objetos que remite

nuevamente al museo y entonces la relación se rompe de nuevo. Es el caso de las Quinta

de Bolívar en Bogotá, o la casa de Santander en Cúcuta. L

El peligro de extinción que corren los bienes del narcotráfico es que no existe deseo por

parte del estado de preservarlos como objetos de respeto , tal vez de valor histórico sí,

pero esta motivación no llega a ser suficiente. Además demandan tal cantidad de dinero

para su conservación que es imposible pensar en mantenerlos en pie.

Mi propuesta plástica tiene como objeto preservar y dar a conocer ese espacio, por lo

menos por un lapso de tiempo antes de que desaparezca.

os objetos tratan de permanecer

en reposo como si hubieran quedado de esa manera desde el día de la muerte de su

propietario.

31

Page 34: QUE LA HAY, LA HAY

PROPUESTA PLASTICA

Y REFERENCIAS

ARTISTICAS

“La vida se ha extendido por todas

partes

dando vueltas cada vez más amplias.

Por eso su camino tiene la forma del

caracol.”

Mitología Kogui

En Octubre del 2002, cuando llevé a una de

mis asesoras de anteproyecto a la casa de

Rodríguez Gacha, hubo algo que observó que

yo no había tenido en cuenta. Ella dijo “Mire,

todas las escaleras de caracol, como para bajar a

una caleta”.

Efectivamente en la casa quemada todas las

escaleras fueron construidas con esta

arquitectura. Las escaleras de caracol son

utilizadas generalmente para ahorrar espacio

horizontal, sin embargo en este caso parecían

una cuestión de gusto personal.

Siempre me llamó la atención en la casa, la

escalera al lado de la piscina. En términos

coloquiales, era lo más lobo que la casa tenía.

32.

32

Page 35: QUE LA HAY, LA HAY

La leyenda acerca de esta escalera es que Gacha

quiso construir una escalera que no existiera

en Latinoamérica. Los arquitectos encargados

de esta tarea dieron con una escalera existente

en Italia hecha de cristal murano. Según esta

leyenda Gacha mandó a hacer la replica exacta

en la casa de la 86.

Me imaginé cómo podría ser la escalera que

llevara a la caleta mayor de Rodríguez Gacha.

Una caleta donde estuviera el real tesoro de

. De que manera podría permanecer

protegida, cual sería la estrategia para que

fuera la guaca más difícil de encontrar.

Un amigo me había llevado un artículo de El

Tiempo en donde se hacía referencia a un

maletín que había pertenecido a ,

y que se encontraba en alguna de sus

propiedades. Según el artículo este maletín

tenía mucho más valor que todas las canecas

llenas de dólares que podrían encontrarse

dentro de una guaca. Empecé a realizar unos

dibujos que indagaban el posible contenido de

la maleta.

Fue realizando estos dibujos que me di

Mi propuesta plástica se construye a partir del

mismo tipo de detalles inexactos que he

encontrado durante la investigación ligada a

mi proyecto de tesis. No tengo necesidad de

creerlos, es la duda generada luego de

escucharlos lo que considero valioso.

El

Mexicano

El Mexicano

(2002, 10 de Febrero)”El maletín de El Mexicano”El Tiempo

33

Page 36: QUE LA HAY, LA HAY

cuenta que lo más emocionante era especular

acerca de las posibilidades de estas historias.

En tantos casos quedan abiertas que es

fascinante. Quedan inconclusas y en manos

del que las escucha para que imagine lo que

quiera.

La noticia era acerca de la incursión de algunos

personajes militares y otros presuntos

integrantes de una banda en una casa de Suba

que había pertenecido a sin

embargo el protagonismo se lo llevo la historia

inconclusa e inexacta del maletín.

La ausencia de imágenes fotográficas explicitas

en este tipo de historias hace que la imagen

mental pueda extenderse según los deseos del

espectador. El sabe que nunca tendrá contacto

con este tipo de situaciones, por lo que su deseo

de conocer debe ser llevado a cabo a través de

otra persona: el periodista, el sobreviviente, el

cronista o el creador de una historia. Si estos

mediadores además, pueden darle a conocer

parte de la evidencia, así sea dentro de un

contexto diferente, su relación con el relato se

vuelve más estrecha.

En Mayo del 2003, un mes después de la

irrupción de los guaqueros en la casa de la 86,

apareció un titular en el periódico del

domingo, refiriéndose a la caleta de la FARC

que había sido encontrada y repartida entre

una división del ejército. El titular decía: ¡Esto

es plata, pero mucha plata, lanza!

El Mexicano,

[6][6]

.

(2003, 25 de Mayo). ¨Esto es plata pero mucha

plata lanza¨. El Tiempo

34

Page 37: QUE LA HAY, LA HAY

Me hizo pensar en el famoso relato del río de

billetes y como fue interpretado por algunos

habitantes de Pacho, como la prueba física de

la generosidad del espíritu ,

”que aún después de muerto, los seguía

ayudando.” (Pg. 30 de este doc.)

La imagen que acompañaba este titular

donde aparecían en un montaje canecas de

plástico azules, de las mismas que se hicieron

célebres al salir en televisión luego que fue

encontrada una de las primeras caletas

millonarias de , me hizo pensar

en la repercusión que una imagen como esta

podía llegar a tener. Las canecas más que una

manera de guardar el dinero, se convirtieron

en un estilo de hacerlo. No importa si las

canecas que encontró el ejército ese día eran

realmente azules, tal vez el que las concibió

de esta manera fue el que realizó el montaje,

de cualquier manera se han convertido en un

icono.

de El mexicano

El Mexicano

Además de todos los libros que

se han escrito acerca de la

leyenda de Rodríguez Gacha,

en la plaza de Chiquinquirá

encontré un lugar donde por

4,500 pesos uno podía tomarse

una foto vestido como

,

c

r

El

Mexicano encima de un

aballo relinchando, con

poncho, charreteras, somb ero

y pistolas.

35

[6]

.

(2003, 25 de Mayo). ¨Eran canecas y canecas¨.

El Tiempo

Page 38: QUE LA HAY, LA HAY

Decidí llevar a cabo una propuesta plástica que se nutriera de esa repercusión y que

contribuyera a mantenerla como patrimonio de valor histórico.

En el teatro de Brecht, el espectador siempre esta siendo recordado de la situación en

la que se encuentra. El actor varias veces se dirige al público como la persona

actuando que es y no como su personaje.

En las instalaciones de Illya Kabakov la puesta en escena tiene una realidad

construida en torno suyo. Obedece a una realidad propia, así se trate o haga

referencia a una cultura ya existente. Como en el caso de

, donde se hace referencia al museo ruso, pero no se trata de una puesta

en escena, se trata de una nueva realidad a la que el pintor Stepan Yakovlevich

(pintor ficticio creado por Illya Kabakov) pertenece.

En el caso de de 1996, Kabakov crea el espacio íntimo de un personaje

y da la oportunidad al espectador de establecer otro tipo de contacto con los objetos.

Existe toda una estructura que se establece como entorno de un personaje que no se

encuentra en el momento que el espectador hace la visita de eses espacio. En esta

medida lo considero similar a la experiencia que se puede tener al entrar en un

espacio abandonado o en las ruinas.

Durante el proceso 8000, muchas veces se habló de una misma imagen de la cual no

existía ningún registro; las cajas forradas con papel regalo fucsia y estrellas doradas.

Según los noticieros, había sido en estas cajas donde se había entregado el dinero del

narcotráfico que sería utilizado para la campaña presidencial de Ernesto Samper. En

la primera versión de la obra Juan Fernando Herrán mostró la foto de dos

personas en un parque adero subterráneo, tratando de meter las presuntas cajas en el

baúl de un carro.

Las cajas rosadas se convirtieren en una evidencia que por ser presentada dentro de

un contexto artístico se negaba a si misma.

Incident at The museum or

Water Music

On The Roof

anexo 273,

Si se compara con Brecht, no hay actor que se quite la máscara. Existe una

experiencia real que le da la posibilidad de una reflexión conjunta al espectador.

El espectador est a en ambos lados del escenario.

36

Page 39: QUE LA HAY, LA HAY

La imagen de las cajas era identificable para todos los colombianos que habían

presenciado por televisión el escándalo de los narco-cassetes y la campaña presidencial

pagada con dineros calientes.

En la pared unos dibujos en lápiz muy leves mostraban la manera como la situación había

sido narrada por los periódicos.

En la primera etapa de contacto con la casa me era imposible considerar que la

experiencia cotidiana pudiera convertirse en experiencia plástica, sentía un gran afán de

materializar y crear a partir de lo que observaba, sin considerar el relato de esta

experiencia como parte de una propuesta plástica.

Anteriormente dije que consideraba que la experiencia podía resultar más interesante

que el relato, no se trata de una premisa.

El relato no puede ser comparado con la experiencia porque simplemente es otro tipo de

experiencia que permite otro tipo de aproximaciones cuya vivacidad es cuestión de

narrativa.

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Page 40: QUE LA HAY, LA HAY

Chiquinquirá, Diciembre 28 del 2003

Page 41: QUE LA HAY, LA HAY

BIBLIOGRAFIA

-39.

39

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