psicologÍa de la tipografia
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PSICOLOGÍA DE LA TIPOGRAFÍA
La tipografía está en todo lo que nos rodea, aparece en la publicidad, en los comunicados
oficiales, en los mensajes personales…
En principio, la tipografía no debería ser protagonista, sino que su objetivo es permanecer
oculta mientras la información se transmite eficazmente. Sin embargo, en realidad le es
imposible este“permanecer oculta”, en lugar de ello se utiliza un tipo de letra apropiado según
el mensaje que se desea transmitir.
El tipo de letra que se elige para el logotipo de una empresa no es el mismo que usa en sus
comunicados oficiales, del mismo modo, no se usa el mismo tipo para el rótulo de una
guardería que para los carteles del nombre de las calles. Y esto es así porque, como varios
estudios demuestran, las personas asociamos la forma de la letra con determinadas actitudes:
seriedad, alegría, elegancia, flexibilidad, rudeza…
Toda actividad relacionada con la comunicación de masas requiere ceñirse a las reglas que
dan lugar a las convenciones para que sea comprensible por el lector. El espacio que medie
entre las palabras y las líneas siempre será justificado ya que una de las funciones de estos
elementos es garantizar que el lector realice sin darse cuenta esta actividad, al igual que el
espacio alrededor del texto. Ha de tener una composición justificada, saltos de línea no
arbitrarios.
Sin embargo, respetando unos mínimos de legibilidad, se pueden usar todas estas
características para transmitir una emoción más general: es lo que se denominan atmósferas
textuales.
Así, el tipo de letra de los créditos de una película de terror, una cómica o un drama serán muy
distintos, porque todo comunica y con la tipografía se envía un mensaje independiente al del
texto escrito.
Así cuando alguien escribe su blog personal, o diseña una página web, tener en cuenta la
emoción que el tipo de letra transmite es esencial para transmitir correctamente su
personalidad, su estilo particular que le distingue del resto, y esto es tan importante para un
músico como para una empresa de venta de coches o zapatillas deportivas.
Sensibilidad tipográfica
el diseño de la tipografía es a la escritura, lo que el tono de voz es a la palabra hablada.
De hecho, es muy posible que cuando le hables a un cliente importante, no ocupes el mismo
tono de voz que cuando vas a un almacén a comprarle frutas a la señora Juanita. El nivel de
tensión-relajo necesario para cumplir estas dos tareas, probablemente va a ser muy diferente.
Entonces, ¿es posible extraer formas visuales a partir de análisis de voz?.
Por supuesto. Podemos ser muy abstractos, pero también tan concretos como queramos.
Por ejemplo, si quiero decirle “te quiero” a una persona, posiblemente lo diga con dulzura. Pero
si esa persona es mi madre, lo haré con un tono de ternura. En cambio, si lo hago a mi novia,
lo haré con algo más de coquetería.
La pregunta. ¿Existen diferencias entre una voz tierna y una voz coqueta?.
Claro que si, la voz tierna posiblemente sea mucho más sólida, puediendo incluso expandir un
par de sonidos (Algo así como un “te quieeeeeero”). En cambio la voz coqueta, puede ser con
uno o dos tonos más graves, y se habla casi en susurro.
Es increíble que nuestro cerebro ya esté recreando las formas visuales a partir de la
descripción de los sonidos.
Entonces analizar la forma de los sonidos puede ser muy útil a la hora de entender conceptos
de sensibilidad de tipografías.
Hagamos un par de pruebas:
Imaginemos la voz de nuestra profesora de primaria. Aquella que nos enseñó a leer.
Posiblemente con una voz simpática y entusiasta. Haciendo esfuerzos gigantescos para que su
voz sea lo más clara posible, tratando de enseñar palabras fáciles con sonidos muy simples,
para que los niños que tenga a su cargo no puedan confundirse al dibujar las letras (mi mamá
me ama).
Imaginemos con qué voz escribiría el administrador de un edificio. Él es una persona mayor, de
unos 70 años, conservador y enchapado a la antigua. El no tranza con el idioma, y ocupa la
plenitud de su vocabulario, aunque hable con la gente del aseo, con su nieto de 6 años, o con
un empresario amigo. Es correcto, intachable, puntual y muy refinado. Sólo escucha música
sinfónica y usa ropa de tela. Posiblemente use unas zapatillitas blancas de lona los domingos
emprano en la mañana, solamente para ir a comprar el diario.
Imaginemos la voz de un tipo que ha sido el gordo simpático toda su vida. Tiene unos 30 años,
pero todavía no madura 100%. Una junta del colegio nunca sería lo mismo sin él, ya que todos
están siempre alrededor de él, para escuchar sus lamentables aventuras, que de su boca,
suelen ser relatadas con una gracia única.
La voz de un hippie puede ser algo distinta. Es cantadita, calmada y hablada con mucha
sicodelia. Habla sólo con frases prefabricadas y defiende ideales que posiblemente ni él mismo
entienda. El vive libre, anda a pie pelado, usa el pelo larguísimo y ropa artesanal con tela de
saco de harina.
El joven transgresor y vanguardista está obsesionado con romper las reglas. Consume
tecnología como loco, ha reprogramado varias veces su computador, y le encanta experimentar
con voces extrañas. Es expresivo, y está más al tanto del futuro que del pasado. La historia no
le interesa, pero si la llegase a necesitar, posiblemente saque su agenda electrónica y con una
conexión inalámbrica compruebe la fuente de lo que va a decir y no está seguro.
La voz de una niña adolescente es algo más ingenua. Entusiasta, tímida y con una coquetería
propia de la edad. Es segura de si misma, dentro de todas sus simples complicaciones, y
quiere pretender tener la elegancia y la distinción de las mujeres más grandes que ella.
Posiblemente su hermana artista.
Su hermana mayor, ya es un poco más madura, ubicada y tiene claro lo que quiere. Es una
artista plástica que inagura justamente hoy su galería. Es elegante, sabe caminar con tacos de
aguja y en un evento fashion, es sofisticada y la más distinguida.
La voz de un periodista de terreno en un noticiario es muy clara. El lee sus noticias lo más
formal que puede, sin embargo, su tono deja ver la frescura propia del tipo que está ganando
experiencia, reporteando donde los hechos lo manden. Es joven, pero ya no tanto. Es centrado,
estudioso, y muy bien comportado. Posiblemente jamás le haya provocado un disgusto a nadie.
El tono de voz de un deportista, es más grueso y simple. Sin embargo, es robusto, fuerte y
seguro de si mismo. El ha entrenado para no mostrar sus debilidades en competición, y esto se
traspasa a su voz.
Conclusión
Para los diseñadores más experimentados, el proceso de elección tipográfica es tan
apasionante como hacer un casting de talentos para un programa de televisión, en el que las
invitadas, finalmente serán las tipografías