prótesis total de tobillo · crónica progresiva, con déficit vascular, habiendo realizado solo...
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Rev. Esp. de CiT. Ost., 12, 293-297 (1977)
HOSPITAL DE LA MISERICORDIA y SAN JUAN DE DIOS. SERVICIO JERARQUIZADO
DE TRAUMATOLOGÍA y ORTOPEDIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL DE CÁDIZ
Jefe de Servicios Prof. Dr. ANTONIO JIMÉNEZ CISNEROS
Prótesis total de tobillo
A. JIMENEZ CISNE'«OS, C. 808'« GOMEZ *y f . .«AMI.«EZ GUTIE.«.«EZ *
RESlTlVIEN
A pesar de la corta experiencia en estos problenlas, los autores se anirnana reiterar sobre las prótesis totales de tobillo, ya qu~ los buenos resultadosque se pueJen obtener suponen una nueva puerta abierta a la esperanza, frentea la grave situación que suponen la artrosis del tobillo, generalmente postraul11ática, y los catacLsmicos estallidos de la articulación tibioperonea astragalina.
I~eiterar en las indicaciones es el objetivo esencial del trabajo, con exten~iones perfectamente delimitadas en la patología del astrágalo y necrosis avascular del misrno, así corno derivadas de patolog~a reurnática destructiva de laarticulación.
La aparición después de este escrito de nuevas prótesis 111ás fisiológicas, rná~
funcionales y de técnica de colocación más sencilla, realzan aún más la inlportancia de los aspectos substitutivos a este nivel.
Descriptores: Prótesis de tobillo.
SUMMA.«Y
Information regarding the recent ose oi total ankle joint replacement inthe case O! osteorthritis is scarce; and as new models are continualIy appearing,the experience 01 this published case is considered interesting.
Rey ,vords: Ankles total joint replacement.
Introducción
Consideramos muy prematuro por nues
tra parte el traer este tema a discusión
dada nuestra pequeña experiencia en este
campo. Si nos hemos animado a ello es
por el buen resultado obtenido en la única
prótesis total de tobillo que hemos reali
zado, que nos. ha situado en postura de
fervientes partidarios de dicha técnica.
No son frecuentes ni numerosas las es
tadístieas de la substitución articular del
* Médico adjunto.COI1ult1icación presentada al Congreso SOTIl\' I
SATO de Nápo~es. Mayo 1976.
tobillo, ya que el propio BUCHOLTZ, cam
peón y promotor de dicha técnica, sólo
aporta en 1975 una serie de 35 prótesis
colocadas.
Lo que sí es cierto, y de gran valor el
divulgar, que hasta el advenimiento de
esta técnica, el arsenal terapéutico de que
po dríamos disponer en los graves deterio
ros del tobillo, estaba exclusivamente limitado a la realización de una fijación
mediante las distintas técnicas de artrode
sis, que con muy diversas variantes han
sido propuestas por MERLE D'AUBIGNE,
WITHMANN, DUNN, HOKE, OMBREDANNE,
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SCHERB, BIESAL8KI, y muchos autores más,abarcando exclusivamente la articulacióntibioperonea, astragalina o ampliándose alas otras articulaciones del retropié.
Fundamentos de las artrodesis
El objetivo que han tratado de cumplirlas artrodesis, ha sido, de una parte, laobtención de una estabilidad articular enla cirugía de las parálisis, que no es nuestro objetivo relatar ahora. Por otra parte,la supresión del dolor sobre la base deuna restricción de movilidad total y anquilosis; ha sido por tanto una cirugíapeyorativa y restrictiva articular.
Los intentos en el tobillo de una ciru·gia artroplástica, que venía realizándosede modo esporádico en enfermos con arotritis reumatoidea progresiva, no ha sido
FIG. 1.
satisfactoria en sus resultados funcionalessiendo incluso peores los resultados quecon las simples sinovectomías.
Igualmente frente a la frecuentísimaetiología postraumática, cuando el deterioro articular y los síntomas evidentes deartrosis estaban presentes, junto al dolore incapacidad progresivos, hasta el momento sólo teníamos el recurso de la artrodesis como un mal menor.
La artrodesis de tobillo es indudableque nos ha rendido beneficios, pero no todos los pacientes que las sufren se encuentran totalmente satisfechos con la misma,toda vez que la supresión de movilidad enla polea astragalina da lugar a una hipermovilidad compensatoria de las restantesarticulaciones del tarso, en especial en lasllamadas articulaciones de Chopart y deLisfrane. Se genera por tanto, hipermotilidad anormal, tracciones ligamentarias eincluso a la larga transformaciones de lamorfología de los huesos del pie, en labúsqueda de una situación de compensación, que por último pueden llegar a laorganización de artrosis, con síndrome doloroso tardío.
Así pues, la artrodesis es una buenasolución, pero no todo lo buena y permanente que sería de desear.
La inauguración de la cirugía substitutiva del tobillo, abre un campo prometedor, desde el momento que llega a:
a) Suprimir el dolor en la carga.b) Permite la supervivencia de la mo
vilidad articular.
Prótesis total de tobillo
Es un sistema terapéutico, como todasubstitución articular protésica de cual·quier otra articulación de carga, sometidaen el momento actual de nuestros conocimientos a discusión e incluso a diatriba.Pero, sin embargo, creemos que tiene susaspectos positivos.
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El objetivo de nuestra comunicaclOnes el dar a conocer nuestras impresionesiniciales, a pesar de nuestra cortísima experiencia, y decir en todas aquellas ocasiones que estaremos dispuestos a realizaruna indicación quirúrgica de prótesis totalde tobillo, siempre que tengamos el enfermo idóneo y su con"entimiento.
Indicaciones quirúrgicasde endoprótesis de tobillo
Creemos que dos son las indicacionesesenciales de prótesis total de tobillo:
A) Secuelas postraumáticas graves deltobillo que han generado la aparición deuna artrosis.
B} Secuelas deformantes de origenreumático progresivo, generadoras de graove deterioro articular y artrosis secun·daria.
Las secuelas artrósicas del tobillo comoetiologia inicial, son muy infrecuentes aeste nivel, a pesar de tratarse de una arti·culación de carga, pero podrían ser unacircunstancia de índícación relativa.
Al igual que a otros niveles articula·res, la patología infecciosa específica cons·tituye un aspecto restrictivo de sus indicaciones, ante la eventualidad de reínfecciones.
A) Patología postraumática:
1.0 Dentro de la etiología traumática,podrán ser indicaciones inmediatas aqueollas fracturas parcelares del techo de lamortaja tibial, y fracturas o fracturas·luxa·ciones intraarticulares que no obtuvieronuna precisa y meticulosa restauración dela superficie articular.
2.° Lesiones parcelares o con hundi·mientos de la superficie articular del astrágalo y necrosis persistentes no rehabi·litadas y deformadas.
3.° Todas aquellas lesiones del tobillo,que consideramos como traumatismos anotiguos, en los que no sólo existen desvia·
FIG. 2.
ciones residuales por callos VIClOSOS, sinoque además exhiban signos evidentes deartrosis.
4." Pueden ser también indicaciónquirúrgica aquellas precedentes artrodesispracticadas, que muestren síndrome dolo-
FIG. 3.
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roso residual, significando entonces un salvamento y restauración de la movilidadarticular.
B) Cirugía de los reumatismos:
Es una indicación de elección en lasgraves lesiones destructivas y deformantes,debiendo ser acompañad,a de una sinovectomía articular selectiva.
Contraindicaciones
La realización de un acto quirúrgico,cualquiera que sea, ha de llevar implícitoun estudio reflexivo de indicaciones y contraindicaciones.
No vamos a referirnos ahora a contraindicaciones operatorias de índole general,que a este nivel mantienen su vigencia. Yasean cardiorrespiratorias, metabólicas o deotra causa general grave. Ahora nos interesa destacar las específicas contraindicaciones locales o regionales.
La preoencia de lesiones de partes blandas con extensas cicatrices pueden ser unacontraindicación formal. Igualmente laexistencia de importantes trastornos circulatorios arteriales o de retorno, y grandes
l'I;::. 4.
edemas, pueden constituir importante contraindicación. La existencia de ulceracio·nes tórpidas, igualmente.
A pesar de nuestro deseo de realizareste tipo de cirugia, y de haber realizadosólo una endoprótesis de tobillo, sin embargo, hemos rechazado por dos veces surealización. La primera en una poliartritiscrónica progresiva, con déficit vascular,habiendo realizado solo una amplia sinovectomía. En la segunda ocasión, en unintento de movilización de una seudartrosis residual a una artrodesis de tobillospostraumática; la presencia de piel en malas condiciones, con ulceración tórpida,nos indujo a rechazar la prótesis, realizando a cambio una consolidación de laartrodesis inicial.
Puede significar también contraindicación a la prótesis de tobillo, la existenciade una artrosis subastragalina o talo-calcáneo-navicular. En esta situación procederealizar antes una doble o triple artrodesis,para en un estadio posterior realizar la intervención movilizadora del tobillo.
Técnica
El tipo de prótesis que empleamos esla Sto Georg que nos parece más eficaz ymenos complicado que la de LORD y MAROTTE. Hemos seguido técnica parecida ala descrita por BUCHOLTZ (Fig. 1, dibujo),y hemos utilizado la próteús de Sto Georg,(Fig. 2, preoperatoria), por él preconizada,en un caso de una artrosis postraumáticade larga data con secuela persistente denecrosis del cuerpo del astrágalo, con disminución de altura del espacio articular,rugosidad de superficies, síndrome doloroso persistente y progresivo, así como importante incapacidad. (Figs. 3 y 4, postoperatoria al año), de la movilidad articular y grave claudicación para la marcha.
Los resultados han sido altamente favorables consiguiéndose una remisión to-
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tal del dolor de la carga y marcha y recuperación de la flexoextensión del tobillo,en máE de un 50 por 100 de su movilidadnormal.
Como en toda cirugía protésica articular, la infección es la más temible de lascomplicaciones, y deben extremarse lascondiciones de asepsia. Sin embargo, ydado que la resección que se realiza enestas técnicas en las superficies articulareses mínima, la posibilidad de un sucesoeomplicativo de este tipo, no invalida en
absoluto para una ulterior cirugía artrodesante en caso de no haber obtenido losresultados deseados.
Es pues esta cirugía, una nueva puertaabierta al bienestar del hombre.
BIBLIOGIlAFIA
MERLE D'AUBIGNE y RANADIER. (1959). Traumatismos Anciens. Mas~>-=':.'.1 Edt.
BUCHOLTZ, Primeras Jornadas de trabajo desubstituciones articulares. :Madrid 1975.
LORD Y MAROTTE. (1973). Revue de ChirurgieOrthopedique, 59, 139-151.