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Proyecto de Tesis de Doctorado en Estudios Mexicanos Literatura mexicana Nicolas BALUTET POÉTICA DE LA HIBRIDEZ EN TRES RELATOS MEXICANOS [Laura ESQUIVEL, Margo GLANTZ, Luis ZAPATA] Corpus: • Zapata, Luis, El vampiro de la colonia Roma, México, Grijalbo, 1992 [1979]. • Glantz, Margo, Las genealogías, Valencia, Pre-textos, 2006 [1981, con modificaciones en 1987, 1990, 1997]. • Esquivel, Laura, Como agua para chocolate, Barcelona, Mondadori, 1994 [1989]. Al leer dos importantes ensayos – Historia maldita de la literatura. La mujer, el homosexual, el judío de Hans Mayer 1 y Estigma. La identidad deteriorada de Erving Goffman 2 –, se nos ocurrió reunir tres libros mexicanos de los años 80 : El vampiro de la colonia Roma, de Luis Zapata (1979), Las genealogías, de Margo Glantz (1981) y Como agua para chocolate, de Laura Esquivel (1989). Además de la unidad espacio-temporal, acercar estas obras permite convocar, en un mismo estudio, textos que atañen a la mujer, al homosexual y al judío, es decir tres figuras que fueron – y siguen siendo a veces – desvalorizadas. Hans Mayer, en su brillante estudio, describe la genealogía del personaje marginal en la historia de la literatura occidental : en su opinión, la tragedia griega puso en escena a héroes fuera de lo común y de la norma, tocados por la maldición divina mientras que la comedia antigua enseñó a « marginales intencionales », es decir unos originales que decidieron serlo ; la cristiandad medieval representó, en cuanto a ella, a los marginales bajo la forma de heréticos (judíos, paganos, sectarios, etc.) que rechazaban la ortodoxia ; el Renacimiento describió a marginales fuera de los mitos y de los dogmas y presentó a personajes únicos, extraños en el seno de su comunidad (Don Quijote, Don Juan, Hamlet, Fausto) ; por fin, si el final del siglo XVII vio la aparición de cierta tolerancia de las diferencias de cultura, religión, raza y costumbres, la sociedad burguesa del siglo XIX se caracterizó por una voluntad integradora que borró dichas diferencias y fundó, por lo tanto, la desigualdad : las víctimas de esta sociedad de la que somos los herederos fueron, en particular, la mujer, el homosexual y el judío. En cuanto al sociólogo americano Erving Goffman parte, en su ensayo, del término « estigma » que, entre los griegos, désignaba : signos corporales con los cuales se intentaba exhibir algo malo y poco habitual en el status moral de quien los presentaba. Los signos consistían en cortes y quemaduras en el cuerpo y advertían que el portador era un esclavo, un criminal o un traidor, es decir una persona corrupta, ritualmente deshonrada, a quien debía evitarse, especiamente en lugares públicos. 3 1 Mayer, Hans, Historia maldita de la literatura. La mujer, el homosexual, el judío, Madrid, Taurus, 1999. Versión francesa : Mayer, Hans, Les marginaux. Femmes, Juifs et homosexuels dans la littérature européenne, París, 10/18, 1975. 2 Goffman, Erving, Estigma. La identidad deteriorada, Buenos Aires, Amorrortu, 1986. Versión francesa : Goffman, Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, París, Les Editions de Minuit, 1975. 3 « des marques corporelles destinées à exposer ce qu’avait d’inhabituel et de détestable le statut moral de la personne ainsi signalée. Ces marques étaient gravées sur le corps au couteau ou au fer rouge, et proclamaient que celui qui les portait était un esclave, un criminel ou un traître, bref, un individu frappé d’infamie, rituellement impur, et qu’il fallait éviter, surtout dans les lieux publics ». Goffman, Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, París, Les Editions de Minuit, 1975, p. 11. Salvo mención contraria, todas las traducciones son mías.

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Proyecto de Tesis de Doctorado en Estudios Mexicanos Literatura mexicana Nicolas BALUTET

POÉTICA DE LA HIBRIDEZ EN TRES RELATOS MEXICANOS

[Laura ESQUIVEL, Margo GLANTZ, Luis ZAPATA]

Corpus: • Zapata, Luis, El vampiro de la colonia Roma, México, Grijalbo, 1992 [1979]. • Glantz, Margo, Las genealogías, Valencia, Pre-textos, 2006 [1981, con modificaciones en 1987, 1990, 1997]. • Esquivel, Laura, Como agua para chocolate, Barcelona, Mondadori, 1994 [1989].

Al leer dos importantes ensayos – Historia maldita de la literatura. La mujer, el homosexual, el judío de Hans Mayer1 y Estigma. La identidad deteriorada de Erving Goffman2 –, se nos ocurrió reunir tres libros mexicanos de los años 80 : El vampiro de la colonia Roma, de Luis Zapata (1979), Las genealogías, de Margo Glantz (1981) y Como agua para chocolate, de Laura Esquivel (1989). Además de la unidad espacio-temporal, acercar estas obras permite convocar, en un mismo estudio, textos que atañen a la mujer, al homosexual y al judío, es decir tres figuras que fueron – y siguen siendo a veces – desvalorizadas.

Hans Mayer, en su brillante estudio, describe la genealogía del personaje marginal en la historia de la literatura occidental : en su opinión, la tragedia griega puso en escena a héroes fuera de lo común y de la norma, tocados por la maldición divina mientras que la comedia antigua enseñó a « marginales intencionales », es decir unos originales que decidieron serlo ; la cristiandad medieval representó, en cuanto a ella, a los marginales bajo la forma de heréticos (judíos, paganos, sectarios, etc.) que rechazaban la ortodoxia ; el Renacimiento describió a marginales fuera de los mitos y de los dogmas y presentó a personajes únicos, extraños en el seno de su comunidad (Don Quijote, Don Juan, Hamlet, Fausto) ; por fin, si el final del siglo XVII vio la aparición de cierta tolerancia de las diferencias de cultura, religión, raza y costumbres, la sociedad burguesa del siglo XIX se caracterizó por una voluntad integradora que borró dichas diferencias y fundó, por lo tanto, la desigualdad : las víctimas de esta sociedad de la que somos los herederos fueron, en particular, la mujer, el homosexual y el judío.

En cuanto al sociólogo americano Erving Goffman parte, en su ensayo, del término « estigma » que, entre los griegos, désignaba :

signos corporales con los cuales se intentaba exhibir algo malo y poco habitual en el status moral de quien los presentaba. Los signos consistían en cortes y quemaduras en el cuerpo y advertían que el portador era un esclavo, un criminal o un traidor, es decir una persona corrupta, ritualmente deshonrada, a quien debía evitarse, especiamente en lugares públicos.3

1 Mayer, Hans, Historia maldita de la literatura. La mujer, el homosexual, el judío, Madrid, Taurus, 1999. Versión francesa : Mayer, Hans, Les marginaux. Femmes, Juifs et homosexuels dans la littérature européenne, París, 10/18, 1975. 2 Goffman, Erving, Estigma. La identidad deteriorada, Buenos Aires, Amorrortu, 1986. Versión francesa : Goffman, Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, París, Les Editions de Minuit, 1975. 3 « des marques corporelles destinées à exposer ce qu’avait d’inhabituel et de détestable le statut moral de la personne ainsi signalée. Ces marques étaient gravées sur le corps au couteau ou au fer rouge, et proclamaient que celui qui les portait était un esclave, un criminel ou un traître, bref, un individu frappé d’infamie, rituellement impur, et qu’il fallait éviter, surtout dans les lieux publics ». Goffman, Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, París, Les Editions de Minuit, 1975, p. 11. Salvo mención contraria, todas las traducciones son mías.

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Proyecto de Tesis de Doctorado en Estudios Mexicanos Literatura mexicana Nicolas BALUTET Más tarde, el cristianismo utilizó la palabra para designar las marcas dejadas en el cuerpo por la gracia divina o, al contrario, por un desorden físico4. Hoy en día, el término evoca más la desgracia que su manifestación corporal. Para Erving Goffman, la noción de estigma se relaciona con la identidad social que estructura las interacciones cotidianas de los individuos. Existirían tres tipos de estigmas : 1) las monstruosidades/disformidades del cuerpo ; 2) los defectos de carácter (falta de voluntad o de probidad, pasiones irreprimibles, creencias extraviadas o rígidas, etc.) que se atribuyen a personas mentalmente trastornadas, encarceladas, drogadas, alcohólicas, homosexuales, suicidas, de extrema izquierda, etc. ; 3) y las características tribales en el sentido amplio (raza, nacionalidad, religión)5. Los que poseen este tipo de estigmas se ven discriminados por las personas que Erving Goffman llama « normales ». El ideal de la normalidad por antonomasia sería, en el caso de los Estados Unidos, « el joven casado, padre de familia, blanco, urbano, norteño, heterosexual, protestante, diplomado por una universidad, empleado de tiempo completo, que goza de buena salud, tiene peso y altura adecuados y practica un deporte »6.

Ambos ensayos se refieren pues a una comunidad de marginales inferiorizados por el sexismo, la homofobia7, el racismo y el antisemitismo, consecuencia directa del advenimiento de la sociedad burguesa que hizo de la figura del hombre blanco, heterosexual y cristiano el modelo que imitar. El orden « natural » de los sexos implicó un orden social en el que la mujer, complementaria del hombre, pasó a ser su subordinada. « Homofobia y dominación sobre las mujeres son las dos caras de una misma medalla », como lo explicita el sociólogo Daniel Welzer-Lang8. Debido a la presencia de este estigma, los grupos así marginalizados se reúnen en torno a una identidad propia. Algunos se reconocen en ella, otros la rechazan, pero todos se posicionan respecto a ella. En efecto, por mucho que se aborrezca dicha identidad por su carácter uniformizador y estereotipado, crea sin embargo un sentimiento de incorporación en un grupo y revela parte de lo que somos. Para Jeffrey Weeks, « nos permite [...] vivir y tener un lugar en el mundo »9.

Hemos decidido reunir también El vampiro de la colonia Roma, Las genealogías y

Como agua para chocolate porque estas obras pueden analizarse, desde nuestro punto de vista, mediante la noción de « hibridez ». Hacia finales de los años 70, el campo de los estudios literarios vio la emergencia del posmodernismo y el poscolonialismo. El posmodernismo se caracteriza por una voluntad de creación de formas nuevas que, sin embargo, se apoyan, « reciclan » y desvían formas preexistentes. El posmodernismo juega con las citas, el pastiche y la parodia, utiliza la ironía, la distanciación y la metaficción, es decir la revelación de los mecanismos de la escritura, presenta relatos fragmentados, no lineales, distorsionados. El posmodernismo corresponde a un sincretismo estético que confiere un papel importante al collage de elementos heteroclitos y a la desaparición de la jerarquía entre cultura popular y cultura elitista. El poscolonialismo, en cuanto a él, que nació de los debates sobre la descolonización en África y en Asia después de la segunda guerra

4 Goffman, Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, París, Les Editions de Minuit, 1975, p. 11. 5 Goffman, Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, París, Les Editions de Minuit, 1975, p. 14. 6 « le jeune père de famille marié, blanc, citadin, nordique, hétérosexuel, protestant, diplômé d’université, employé à temps plein, en bonne santé, d’un bon poids, d’une taille suffisante et pratiquant un sport ». Goffman, Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, París, Les Editions de Minuit, 1975, p. 151. 7 Sobre la homofobia, véase Kretz Grégoire y Sophie-Anne Bled, « La Haine », Têtu, n°17, septiembre de 1997, pp. 44-48 ; Borillo, Daniel, L’homophobie, París, PUF, 2000. 8 « Homophobie et domination des femmes sont les deux faces d’une même médaille ». Welzer-Lang, Daniel, Les hommes aussi changent, París, Payot, 2004, p. 298. 9 Weeks, Jeffrey, « La construcción de las identidades genéricas y sexuales. La naturaleza problemática de las identidades », Sexualidades en México. Algunas aproximaciones desde la perspectiva de las ciencias sociales, edición de Ivonne Szasz y Susana Lerner, México, El Colegio de México, 1998, p. 200.

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Proyecto de Tesis de Doctorado en Estudios Mexicanos Literatura mexicana Nicolas BALUTET mundial, se desarrolló en el mundo anglosajón en una coyuntura histórica particular que recuerda Fernando Coronil :

las insuficiencias cada vez más evidentes de los proyectos de desarrollo nacional en el tercer mundo ; el desplome del socialismo real ; el auge de políticas conservadoras en Gran Bretaña (el thatcherismo) y en los Estados Unidos (el reaganismo) ; y por fin la irresistible aparición del capitalismo neoliberal, único horizonte histórico concebible o, por lo menos, aparentemente viable.10

El poscolonialismo pretende estudiar escritos procedentes de las antiguas colonias de Europa, principalmente de los mundos francófono y anglófono11, unos relatos que se perciben como políticos y subversivos. Tal es la declaración de intención que aparece en The Empire Writes Back. Theory and Practice in Post-Colonial Literatures, la obra fundadora de la teoría poscolonial :

Más de las tres cuartas partes de la gente que vive en el mundo hoy en día vieron su vida forjada por la experiencia del colonialismo. [...] La literatura ofrece una de las vías más importantes por las que se expresan estas nuevas percepciones y fue en sus relatos donde las realidades cotidianas vividas por estos pueblos colonizados se transcribieron con mayor fuerza y tuvieron tan grande influencia. [...] Lo que tienen en común todas estas literaturas más allá de sus características regionales distintas y específicas es que emergen en su forma actual de la experiencia de la colonización y se afirman insistiendo en la tensión con el poder imperial y poniendo de relieve sus diferencias respecto a las presunciones del centro imperial. Es lo que les hace distintamente poscoloniales.12 El posmodernismo y el poscolonialismo tienen en común el interés por los márgenes y

las formas de la marginalidad, las operaciones de deconstrucción, de diseminación y de mezcla, el rechazo de lo binario13. En este contexto, el concepto de « hibridez » ocupa un lugar destacado14. Dicho término procede del latín ibrida, « sangres mezcladas », alterado en hybrida por su similitud con el griego hybris, « exceso, violencia, orgullo, desmesura »15. Es

10 « les insuffisances de plus en plus évidentes des projets de développement national dans le Tiers-Monde ; l’effondrement du socialisme réel ; la montée de politiques conservatrices en Grande-Bretagne (le thatchérisme) et aux Etats-Unis (le reaganisme) ; et enfin l’irrésistible apparition du capitalisme néolibéral, seul horizon historique concevable ou, du moins, apparemment viable ». Coronil, Fernando, « Les études postcoloniales latino-américaines et la décolonisation du monde », Penser le postcolonial. Une introduction critique, edición de Neil Lazarus, París, Editions Amsterdam, 2006, p. 335. 11 Dado el origen de los estudios poscoloniales, América Latina no ocupa un lugar destacado en este campo tanto más cuanto que se consideran las naciones latinoamericanas como « viejas » naciones poscoloniales. Coronil, Fernando, « Les études postcoloniales latino-américaines et la décolonisation du monde », Penser le postcolonial. Une introduction critique, edición de Neil Lazarus, París, Editions Amsterdam, 2006, pp. 333-337. 12 « More than three quarters of the people living in the world today have had their lives shaped by the experience of colonialism. [...] Literature offers one of the most important ways in which these new perceptions are expressed and it is in their writing that the day-to-day realities experienced by colonized people have been most powerfully encoded and so profoundly influential. [...] What each of these literatures has in common beyond their special and distinctive regional characteristics is that they emerged in their present form out of the experience of colonization and asserted themselves by foregrounding the tension with the imperial power, and by emphasizing their differences from the assumptions of the imperial centre. It is this which makes them distinctively post-colonial. » Ashcroft, Bill, Gareth Griffiths y Helen Tiffin, The Empire Writes Back. Theory and Practice in Post-Colonial Literatures, Nueva York, Routledge, 1989, pp. 1-2. Por su parte, Jacqueline Bardolph ofrece un buen acercamiento a las literaturas poscoloniales. Véase Bardolph, Jacqueline, Etudes postcoloniales et littératures, París, Honoré Champion, 2002. 13 Budor, Dominique, « Les enjeux d’un concept », Le texte hybride, edición de Dominique Budor y Walter Geerts, París, Presses Sorbonne Nouvelle, 2004, p. 8 ; Moura, Jean-Marc, Littératures francophones et théorie postcoloniale, París, PUF, 2005, pp. 149-150. 14 Ashcroft, Bill, Gareth Griffiths y Helen Tiffin, The Empire Writes Back. Theory and practice in Post-Colonial Literatures, Nueva York, Routledge, 1989, p. 118 ; De Toro, Alfonso, Epistémologies. Le Maghreb, París, L’Harmattan, 2009, p. 27. 15 Ezquerro, Milagros, « Avant-propos », L’hybride / Lo híbrido. Cultures et littératures hispano-américaines,

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Proyecto de Tesis de Doctorado en Estudios Mexicanos Literatura mexicana Nicolas BALUTET una palabra procedente de los campos de la biología y de la botánica donde designa el « cruce de variedades, razas, especies diferentes »16. El maíz, la nectarina, el mulo o el burdégano son ejemplos de híbridos. Por extensión, el término significa comúnmente lo que « se compone de dos elementos de naturaleza diferente anormalmente reunidos ; que participa de dos o varios unidades, géneros, estilos »17.

La teoría literaria retuvo de estas definiciones algunos aspectos para explicar ciertos fenómenos de escritura. En nuestra opinión, la noción de hibridez puede aplicarse en cuatro niveles principales : – 1) Hibridez genérica. Las obras híbridas rechazan la regla clásica de la separación de los géneros. En el seno de un mismo texto, coexisten por lo tanto varios géneros, tanto literarios (novelas cortas, poemas, sainetes, etc.) como extraliterarios (textos religiosos o científicos, cartas, estudio de costumbres, etc.) o artísticos, lo que hace difícil una categorización genérica18. – 2) Hibridez dialógica. Siguiendo los aportes de Mijail Bajtín para quien existe una interacción entre el discurso propio del enunciador y los discursos exteriores – lo que él llama « dialogismo »19 y otros, como Julia Kristeva o Roland Barthes por ejemplo, « intertextualidad » –, cabe considerar la transformación en un texto particular de diferentes elementos culturales, literarios y linguísticos tomados en otros textos (la cita, la alusión literaria, el plagio, la recuperación de un mito por ejemplo). Más generalmente, entran en esta categoría todos los fenómenos de reescritura, es decir la imitación (parodia, pastiche) o la translación (traducción, transcripción, adaptación). Siempre con Mijail Bajtín, es imprescindible interesarse por la polifonía, es decir la pluralidad de voces, y el plurilinguismo, niveles de lenguaje en los discursos y las instancias de la narración. En efecto, en un texto literario, pocas veces resulta uniforme la lengua que puede, al contrario, integrar varios registros, incorporar otras lenguas gracias a préstamos lexicales o sintácticos, diálogos, citas de autores extranjeros. – 3) Hibridez de los personajes, del tiempo y del espacio. El término « híbrido », operante en un principio en los campos biológico y botánico, invita a interrogarse sobre los personajes de los relatos. ¿ Aparecen como una síntesis de dos o varios elementos ? ¿ Traducen más bien un agregado de dichos elementos ? La noción de mestizaje, por ejemplo, está en el corazón de esta cuestión20. ¿ Cómo los personajes viven su hibridez ? ¿ Corresponden a la imagen que

edición de Milagros Ezquerro, París, Indigo, 2005, p. 9 ; Ramos-Izquierdo, Eduardo, « De lo híbrido y de su presencia en la novela mexicana actual », L’hybride / Lo híbrido. Cultures et littératures hispano-américaines, edición de Milagros Ezquerro, París, Indigo, 2005, p. 61 ; Godin, Christian, « L’hybride entre la puissance et l’effroi », Uranie, « Hybrides et hybridités », n°6, 1996, p. 37. 16 « croisement de variétés, de races, d’espèces différentes ». Petit Robert 2010, París, Le Robert, 2009. El Trésor de la Langue Française propone una definición similar : « croisement naturel ou artificiel de deux individus (plantes ou animaux) d’espèces, de races ou de variétés différentes » ; el DRAE también : « 1. adj. Dicho de un animal o de un vegetal : Procreado por dos individuos de distinta especie ; 2. adj. Biol. Dicho de un individuo: Cuyos padres son genéticamente distintos con respecto a un mismo carácter ; 3. adj. Se dice de todo lo que es producto de elementos de distinta naturaleza ». 17 « composé de deux éléments de nature différente anormalement réunis ; qui participe de deux ou plusieurs ensembles, genres, styles ». Petit Robert 2010, París, Le Robert, 2009. 18 Moura, Jean-Marc, Littératures francophones et théorie postcoloniale, París, PUF, 2005, p. 136. 19 Bakhtine, Mikhaïl, Esthétique et théorie du roman, París, Gallimard, 1978, pp. 87-88. 20 El mestizaje es una noción cercana a la de la hidridez en la medida en que la palabra mestizo (del latín mixus, « mezclado »), designa el resultado del cruce de dos cosas diferentes. Pero, nos parece que esta noción resulta menos operante porque está muy marcada por la historia colonial y relacionada con la idea de « raza ». Léase Lüsebrink, Hans-Jürgen, « "Métissage" : Contours et enjeux d’un concept carrefour dans l’aire francophone », Etudes Littéraires, Volumen 25, n°3, 1992-1993, pp. 93-106 ; Montandon, Alain, « Préface », Métissages littéraires, edición de Yves Clavaron y Bernard Dieterle, Saint-Etienne, Publications de l’Université de Saint-Etienne, 2005, pp. 7-10 ; Kuortti, Joel y Jopi Nyman, « Introduction : Hybridity Today », Reconstructing

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Proyecto de Tesis de Doctorado en Estudios Mexicanos Literatura mexicana Nicolas BALUTET espera la sociedad ? El tiempo y el espacio pueden también aparecer híbridos a través de la coexistencia y la fusión de varias esferas temporales, los anacronismos y otras rupturas sincrónicas, la noción de fronteras, etc. – 4) Hibridez ideológica e identitaria. La hibridez puede operar en el nivel ideológico, es decir, para retomar la etimología griega de la palabra, caracterizar un discurso sobre unas ideas, una reflexión sobre las fuerzas antagónicas que actúan en la sociedad, sobre el origen de los conflictos y las modalidades que permiten resolverlos. Por otra parte, la noción de hibridez plantea directamente la cuestión de la identidad y se opone al mito de la pureza y de la autenticidad racial y cultural, de la identidad fija y esencialista. Es una noción muy subversiva en la medida en que reconoce la diversidad, resiste a las normas vigentes, a las imposiciones, a la cultura dominante, al canon único e impone volver a pensar las estructuras del poder21. La hibridez aparece por lo tanto como una transgresión del orden antiguo lo que puede generar violencia, una idea ya contenida en la noción griega de hybris22.

Nuestro proyecto de tesis de doctorado se propone estudiar por lo tanto las obras de

Laura Esquivel, Margo Glantz y Luis Zapata retomando los cuatro ejes de la hibridez literaria. El propósito de este trabajo es demostrar cuán operante resulta dicha noción que permite no sólo analizar cuestiones formales sino también traducir las identidades y problemáticas relacionadas con seres marginados : la mujer, el homosexual, el judío.

Hybridity. Post-Colonial Studies in Transition, edición de Joel Kuortti y Jopi Nyman, Rodopi, Amsterdam, 2007, p. 4. 21 Deremetz, Alain, « Préface », Uranie, « Hybrides et hybridités », n°6, 1996, pp. 5-6 ; Le Bourdellès, Hubert, « L’hybridité culturelle dans les débuts du Moyen Âge occidental », Uranie, « Hybrides et hybridités », n°6, 1996, pp. 103-112. 22 Louviot, Myriam, « L’hybridité, un concept pour aborder les littératures post-coloniales », Métissages littéraires, edición de Yves Clavaron y Bernard Dieterle, Saint-Etienne, Publications de l’Université de Saint-Etienne, 2005, p. 488.