propuesta de control de la invasión en toledo de cylindropuntia tunicata

PROPUESTA TÉCNICA DE

CONTROL DE LA INVASIÓN DEL CERRO DE LA CABEZA EN

TOLEDO POR CYLINDROPUNTIA TUNICATA

Eduardo Alejandro Sánchez Butragueño Licenciado en Ciencias Ambientales Ingeniero Técnico Agrícola

Noviembre de 2007

Propuesta técnica de control de la invasión del Cerro de la Cabeza en Toledo por Cylindropuntia tunicata

Eduardo Alejandro Sánchez Butragueño Licenciado en Ciencias Ambientales e Ingeniero Técnico Agrícola

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Índice.

1.- Antecedentes y origen de la invasión.

2.- Descripción de la especie.

3.- Problemática de la invasión.

4.- Propuesta de actuación.

5.- Elección de las especies de sombreo.

6.- Coste estimado de la propuesta.

1.- Antecedentes y origen de la invasión.

En la década de los 80 del pasado siglo comenzó a detectarse en el Cerro de la Ermita

de Nuestra Señora de La Cabeza una invasión producida por la especie Cylindropuntia

tunicata que ha ido avanzando hasta llegar al día de hoy a ocupar la totalidad de la

ladera sur y oeste del cerro, y parte de la este. Asimismo ha sido ya detectada en

algunos puntos de la otra orilla del Río Tajo y en otros lugares de la ciudad. La invasión

parece que comenzó accidentalmente a partir de una pequeña maceta procedente de la

ermita que fue arrojada o cayó por la ladera.

Foto 1: Vista aérea de la zona afectada. Se observa la tonalidad blanquecina que las púas confieren a la masa de Cylindropuntia

tunicata.

Se han descrito invasiones de Cylindropuntia tunicata en otros lugares de España,

principalmente en la provincia de Alicante, en localidades como Ibi y Orihuela. Del

mismo modo se han detectado graves invasiones en Australia y América.

2.- Descripción de la especie.



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Cylindropuntia tunicata es una especie originaria de América, principalmente de los

desiertos como el de Méjico o Arizona, extremadamente resistente a la sequía y a

adaptada a suelos muy pobres. Como todas las cactáceas (familia a la que pertenece), es

de marcado carácter heliófilo, es decir, gran amante de espacios soleados, por lo que se

reproduce de modo óptimo en situaciones de solana sin cubierta vegetal arbórea previa.

Esta especie tiene además la particularidad de resistir heladas e incendios.

Su gran agresividad debida a las enormes púas de gran dureza y acabadas en forma de

anzuelo hace que en los países de origen fuese usada como especie separadora de lindes

para evitar el acceso de alimañas hasta el punto de que en idioma quechua su nombre es

atoq-waqachi que traducido al castellano significa “Que hace llorar al zorro” ya que es

muy doloroso desprender de la piel las púas clavadas.

Foto 2: Aspecto de una mata de Cylindropuntia tunicata.

Se reproduce principalmente de modo vegetativo (sin necesidad de semilla) mediante un

curioso mecanismo que consiste en poseer zonas en sus tallos que son muy frágiles, de

modo que cuando el tallo tiene ya gran peso o bien por contacto de un animal, el tallo se

quiebra por ese punto de rotura y cae al suelo rodando o es transportado por el animal

enganchado a su piel. Cuando el trozo es finalmente depositado en el suelo, emite raíces

en la zona de contacto con el sustrato sirviéndose de un mecanismo evolutivo de gran



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utilidad que le hace detectar la ausencia de luz lo cual es interpretado por la planta como

cercanía al suelo, de modo que esas raíces alimentadas inicialmente por el agua

almacenada en el tallo desprendido (característica de las cactáceas denominada

suculencia) encuentran rápidamente el suelo arraigando y creando una nueva mata que

seguirá el proceso expansivo siempre que encuentre las condiciones adecuadas,

especialmente una gran radiación solar.

3.- Problemática de la invasión.

Dada su enorme capacidad colonizadora y su extrema adaptabilidad, Cylindropuntia

tunicata desplaza a las especies autóctonas impidiendo su regeneración y su

crecimiento. Esto supone un problema por la desnaturalización del ecosistema y por los

efectos en cadena que conlleva, provocando una paulatina pérdida de biodiversidad en

la zona afectada. Asimismo desplaza a la fauna del lugar por la agresividad de sus púas

que quedan clavadas en la piel de conejos, zorros, gatos, perros y ganado ovino y

caprino provocándoles heridas e infecciones y aprovechando su pelaje para adherirse a

él y diseminar la especie. A las aves les resulta casi imposible posarse en las zonas más

invadidas por lo que también frecuentan poco esta zona.

Foto 3: Aspecto de los escasos restos de vegetación autóctona que está siendo desplazada por Cylindropuntia tunicata.



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Impide del mismo modo el acceso de personas debido a la densidad que en ocasiones

presenta la masa de cactus y al miedo que provocan sus púas, habiendo sido numerosos

los casos de personas (escaladores, turistas, paseantes y vecinos) que han requerido

atención sanitaria por caídas sobre las enormes matas y púas que han atravesado el

calzado o heridas al ayudar a sus mascotas a liberarse de trozos de la planta clavados en

su piel. Asimismo se han presentado casos de infecciones en las heridas causadas por la

planta. Se puede decir por tanto que esta invasión supone un problema para la salud

pública.

4.- Propuesta de actuación.

La presente propuesta de actuación tiene como origen el estudio realizado en 2002 por

el autor de este documento técnico en colaboración con otros compañeros de la Facultad

de Ciencias Ambientales y dirigidos por el Catedrático de Botánica y actual Decano de

la Facultad, D. Federico Fernández. En aquel estudio se comprobó la enorme capacidad

de colonización de la especie y se hizo un análisis de su distribución en función de la

orientación del terreno sobe donde se asentaba. Se detectó, como era previsible, la

enorme afinidad de Cylindropuntia tunicata por las zonas previamente exentas de

cobertura vegetal y orientadas al sur y al suroeste, lo que confirma su carácter

marcadamente heliófilo. En aquel estudio también se observó, como consecuencia de

lo anterior, que en aquellas zonas de umbría a las que la planta había saltado, su

desarrollo era mucho menor, no creaba grupos y a menudo presentaba síntomas de

decaimiento y muerte por falta de insolación suficiente. En esas zonas no era capaz de

competir con la vegetación autóctona que, por otro lado, es más abundante en estas

áreas de umbría del otro lado del río. En pocas palabras, lo único que Cylindropuntia

tunicata no soporta es la sombra.



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Foto 4: Se aprecia con claridad la afinidad de Cylindropuntia tunicata por las zonas soleadas y su nula presencia en la ladera de la

umbría.

Por otro lado, los intentos de erradicación de la invasión mediante el fuego (que algún

vecino intentó hace años) también aportaron información de interés sobre

Cylindropuntia tunicata: este cactus soporta el fuego de modo que rebrota tras el

incendio haciendo inútil este método de lucha. Además, plantearse la utilización del

fuego como remedio contra la invasión supondría otros muchos problemas como el

riesgo de quemar zonas aledañas no invadidas, daños a la fauna, al paisaje y la

eliminación del poco suelo que existe en esta ladera.



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Foto 5: Evidencias del rebrote de Cylindropuntia tunicata tras el fuego.

Consultando la bibliografía sobre otras invasiones de la misma especie en España se

constata el empleo de brigadas de personal forestal especializado dotado de medidas y

equipos de seguridad y vacunados contra el tétanos cuyo objetivo era arrancar mata a

mata la invasión mediante un hoyo en cada una que teóricamente sustrajera del subsuelo

cualquier raíz. Pasados los años esta técnica de actuación utilizada en Orihuela e Ibi

(Alicante) se ha manifestado como poco eficaz, desproporcionadamente cara y en

absoluto definitiva puesto que al ser materialmente imposible retirar todo resto de la

planta y no variar las condiciones ambientales (zonas de elevada insolación) la planta

termina por rehacerse a partir de cualquier pequeño brote caído al suelo mediante en ya

expuesto método de reproducción vegetativa sin semillas. En pocos años se vuelve a la

situación precedente y es necesario un nuevo desembolso económico para la

erradicación de la invasión.

Por tanto, parece claro que, una vez instaurado el problema, toda actuación que no

suponga variar las condiciones ambientales que le son favorables a Cylindropuntia

tunicata está abocado al fracaso o al menos, está obligando a los poderes públicos al

desembolso periódico de una importante cantidad de dinero para pagar las brigadas

especializadas y los equipos de seguridad e higiene que requieren. Y dado que, como se

ha indicado, las condiciones ambientales favorables para la proliferación de

Cylindropuntia tunicata se basan en la abundancia de insolación, o lo que es lo mismo,



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la ausencia de sombra por parte de especies arbóreas o elementos geográficos, la mejor

y más eficaz lucha a medio y largo plazo es conseguir la instauración de una

cobertura vegetal arbórea que sombree la zona de afección de modo que

paulatinamente vaya debilitando la masa de Cylindropuntia tunicata por falta de

radiación solar, provocando su decaimiento progresivo y finalmente su muerte. Esta

forestación con especies arbóreas supondría además mejorar varios aspectos

ambientales de la zona, comenzando por permitir la regeneración natural del ecosistema

mediterráneo propio de nuestro clima, contribuyendo a la mejora paisajística que toda

masa arbórea supone y finalizando por la instauración de un nuevo pulmón verde para la

ciudad de Toledo que permita contribuir a mejorar la calidad ambiental del aire de la

ciudad.

Apostar por esta técnica de control de la invasión supondría además de los mencionados

beneficios ambientales, el ahorro de una gran cantidad de dinero para el Ayuntamiento

puesto que en lugar de tener que actuar en toda la zona de afección, unas 2,5 ó 3

hectáreas, y con cierta periodicidad, tan sólo sería necesario actuar en los puntos que se

escogieran para la plantación de los árboles destinados a sombrear la zona, lo cual es

muy importante en una zona de orografía tan abrupta como la que tiene el cerro de la

Ermita de La Cabeza.

5.- Elección de las especies de sombreo.

Considerando la climatología dominante en el centro de la Península, la situación actual

del suelo del cerro y el carácter competitivo de Cylindropuntia tunicata, la única especie

propia del ecosistema mediterráneo capaz de competir con esta planta invasora y de

crear una red de sombreo de la zona en un espacio de tiempo razonablemente corto es el

pino carrasco o Pinus halepensis. Esta especie es además una de las que más ha

contribuido a la mejora ambiental del entorno de Toledo en los últimos siglos como así

lo atestiguan ejemplos como la repoblación del cerro de La Bastida que a principios del

siglo XX era un espacio yermo y de paisaje desolador y que hoy en día es uno de los

lugares de esparcimiento forestal más apreciado por los toledanos. Casos similares son

el Parque de la Fuente del Moro y los pinares de la carretera de Madrid. Otro ejemplo de

la idoneidad de esta especie está situado en el mismo cerro de la Ermita de La Cabeza

donde una agrupación de Pinus halepensis sombrea la parte más alta del cerro rodeando



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la ermita por el oeste y evita la presencia de Cylindropuntia tunicata por la abundante

sombra que proporcionan

.

Foto 6: Aspecto libre de la invasión de la zona del cerro sombreada por ejemplares de Pinus halepensis.

La utilización de otras especies de sombreo autóctonas distintas como por ejemplo la

encina (Quercus rotundifolia) no es aconsejable en esta primera fase por diferentes

razones como son su escasa competitividad frente a Cylindropuntia tunicata (de hecho

está siendo desplazada por ella), su lenta velocidad de crecimiento que alargaría el

proceso deseado durante siglos y la ausencia en la actualidad de las condiciones

necesarias para conseguir una formación más o menos densa de encinas como pudieran

ser un suelo más profundo (tras siglos de erosión por falta de cobertura vegetal el cerro

apenas cuenta con una capa de suelo capaz de sustentarla) y cierto sombreamiento (la

encina requiere sombra que evite una excesiva insolación en sus etapas más juveniles).

Por el contrario, la elección del pino carrasco, además de ser eficaz contra

Cylindropuntia tunicata, sería el mejor modo de ir creando esas condiciones adecuadas

para la encina (y otras especies como el enebro o la cornicabra) puesto que además de

sombreamiento proporciona suelos más profundos al resquebrajar con sus raíces la roca

permitiendo la disgregación de la misma y favoreciendo la edafogénesis o procesos de

formación del suelo.



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Esta sería por tanto la elección más apropiada en una primera fase del control de la

invasión. En esta fase y según fuesen creciendo los pinos y el área de sombreo fuese

siendo mayor es previsible el decaimiento de las matas del cactus invasor por falta de la

luz que necesita. Paulatinamente, estas zonas de decaimiento irían aumentando hasta

desencadenar la muerte en las zonas de mayor sombreo, momento en el cual comenzaría

una segunda fase de modo natural.

Esta segunda fase estaría caracterizada por la recolonización de las áreas dejadas por

Cylindropuntia tunicata tras morir por parte de la vegetación autóctona de la zona que

vería como su gran competidor ya no obstaculiza su proliferación. Esta segunda fase

que se iniciaría de modo natural (como ya sucede en el mencionado cerro de La Bastida

donde encinas, enebros y cornicabras vuelven a crecer en ciertas zonas a la sombra del

pinar después de llevar décadas sin hacerlo) podría ser complementada con tareas de

reintroducción masiva artificial mediante la plantación en esos puntos de especies

propias del ecosistema como la retama (Retama sphaerocarpa), el enebro (Juniperus

oxycedrus), la encina (Quercus rotundifolia), el almez (Celtis australis) la cornicabra

(Pistacia terebinthus). De este modo en unos años no sólo se habría conseguido

controlar la invasión de Cylindropuntia tunicata sino que se habría regenerado el monte

mediterráneo autóctono que en esta zona de los Cigarrales está casi ausente por

completo.

6.- Coste estimado de la propuesta.

El coste de esta actuación, como se ha indicado, siempre será muy inferior al coste de

los métodos empleados en la provincia de Alicante, ya que en lugar de actuar sobre la

totalidad del terreno invadido se actuaría sólo en los puntos de ubicación de los árboles

limitando en gran medida las horas de trabajo y medios necesarios, con el consiguiente

ahorro económico. Además la propuesta supone una doble inversión al tener dos efectos

beneficiosos simultáneos: por un lado controlar la invasión de Cylindropuntia tunicata y

por otro forestar una zona muy degradada favoreciendo la reinstauración del bosque

autóctono mediterráneo.



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Grosso modo, estimando un área de afección de unas 3 hectáreas y una densidad de

plantación inicial de unos 1000 árboles por hectárea, se requerirían unos 3000

ejemplares de Pinus halepensis. El tamaño de los mismos debería ser intermedio, ni

excesivamente pequeños para evitar la competencia de Cylindropuntia tunicata, ni muy

desarrollados ya que las tasas de supervivencia disminuyen conforme aumenta el

tamaño de los árboles plantados. Por tanto los ideales serían ejemplares de unas 4 ó 6

savias, de 1 metro o 1,5 metros de altura. El precio estimado para este tipo de árbol y en

esa cantidad es de unos 5 euros por ejemplar, es decir que la totalidad de los árboles

supondrían unos 15.000 euros a lo que habría que añadir los gastos de apertura de

hoyos y personal de plantación, pudiéndose incluir los costes de algún riego durante el

primer verano. Estos gastos son variables según la empresa contratista pero en el caso

de obras con carácter público el coste de estas tareas podría oscilar entre 10.000 y

20.000 euros. Tomando un valor medio y sumándolo al coste de la planta tenemos que

el coste total de la operación podría rondar los 30.000 euros, lo que supone una cifra

pequeña en comparación con el coste que supondría actuar en toda la zona y extraer una

a una las matas para cargarlas y llevarlas fuera del lugar.

Por todo lo expuesto, considero que la propuesta es viable técnica, ambiental y

económicamente.

Contacto:

e-mail: [email protected]

Móvil: 606432205

Dirección: Paseo de la Rosa, 6B, 3º, 18. 45006- Toledo.

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