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Profesora Eliana Marina Ifrán - Escuela Secundaria Euforión

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Unidad 5

El mundo griego Los antiguos griegos desarrollaron en el Mediterráneo oriental una brillante civilización, que influyó poderosamente en los romanos

y, a través de ellos, en nuestras formas de vida. Buena parte de los elementos fundamentales de nuestra manera de pensar y de ver el

mundo en el siglo XXI nación en la antigua Grecia: las formas de gobierno, las instituciones, los géneros literarios, la filosofía, el

modo de razonar, entre muchos otros.

Temas: Modo de vida y funcionamiento de la civilización griega. Proceso histórico: Creta, Micenas, Edad Oscura. Colonización

griega, causas y consecuencias. Diferenciación social: exclusión y participación en la conformación del orden político social.

Ciudades Estado (polis) características. Cultura griega, los legados. Helenismo.

Grecia en el espacio y el tiempo

La civilización griega se desarrolló en la parte meridional de la península de los Balcanes –la península griega-, las islas

del Mar Egeo y la costa del Asia Menor, además de numerosos puntos ubicados en las costas del mar Mediterráneo y del

Mar Negro, donde los griegos fundaron colonias. En esta civilización, es posible distinguir diferentes periodos.

La época del neolítico griego (6000 a.C. / 2500 a.C.)

La época de la civilización minoica (2500 a.C. / 1450 a.C.)

La época de los reinos micénicos (1450 a.C. / 1200 a.C.), que se caracteriza por la formación de reinos

independientes en la península griega.

La época oscura (1200 a.C. / 800 a.C.), llamada así por la escasez de testimonios escritos para reconstruirla.

La época arcaica (800 a.C. / 500 a.C.), caracterizada por la aparición de las polis y la expansión por todo el

Mediterráneo.

La época clásica (500 a.C. / 350 a.C.), periodo en el que la civilización griega alcanzó su máximo desarrollo.

La época helenística (350 a.C. / 31 d.C.), cuyos rasgos fundamentales son la formación del imperio de Alejandro

Magno y la extensión de la cultura griega por todo el Mediterráneo oriental y el Cercano Oriente.

Grecia es un Estado europeo. En la Antigüedad, sin embargo, este país no existía tal como lo conocemos hoy. Se trataba

de un conjunto de pueblos que, a pesar de carecer de un gobierno común, establecieron vínculos culturales que les daban

la conciencia de pertenecer a una misma nación y los diferenciaban de las otras sociedades del mundo antiguo.

La historia de Grecia se desarrolló en intima relación con su paisaje. Por ese motivo, conocer el espacio en el que surgió

esta sociedad nos ayuda a entender algunos aspectos sobre cómo se fue formando su cultura.

Su territorio puede dividirse en dos regiones:

- Grecia continental, surcada por montañas que no superan los 3000 metros. Las cadenas montañosas encierran

valles muy poco comunicados entre sí.

- Grecia insular, que es un conjunto de dos mil islas. La isla de Creta cierra el conjunto de islas por el sur.

El territorio griego está rodeado por los mares Egeo, Jónico y Mediterráneo. Este último, se convirtió en un espacio de

intercambios económicos y culturales en el que surgieron las civilizaciones talasocráticas. Pueblos como el fenicio, el

cretense y el griego desarrollaron su comercio, sus guerras, su cultura y su historia en torno al Mediterráneo.


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En el caso de Grecia, además, como el relieve montañoso dificultaba la comunicación, el mar fue la vía de expansión por

excelencia. Una de las consecuencias de esta expansión fue el contacto con otros pueblos y culturas que contribuyeron a la

construcción de un pensamiento abierto y el sentimiento de pertenencia a una misma comunidad cultural.

EL ESPACIO EN LA ANTIGUA GRECIA

Los primeros griegos

El Neolítico, en el actual territorio de Grecia, comenzó aproximadamente en el año 6000 a.C. con el trabajo de la piedra,

la cerámica y la domesticación de plantas y animales. Alrededor del año 3000 a.C. y a través de migraciones del Cercano

Oriente, llegó la tecnología del bronce a Grecia. Los restos arqueológicos muestran que entre 2200 y 2100 a.C., varios

lugares del centro de Grecia, algunas islas del Egeo y Troya fueron destruidos por la presencia de pueblos de origen

indoeuropeo. La mutua influencia de estos pueblos y los habitantes del lugar dio como resultado la lengua griega, nuevos

estilos de cerámica y cambios en la práctica funeraria.


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Creta, una sociedad de palacio

Entre el 2500 y el 1600 a.C. surgió en la Isla de Creta, ubicada en el Mar Mediterráneo oriental, una floreciente

civilización llamada minoica, en recuerdo de un legendario rey llamado Minos.

Uno de los centros políticos de la civilización minoica era el palacio de Cnosos, similar a un laberinto decorado con

fabulosos frescos. El refinamiento de esta cultura se evidencia en su original sistema de escritura, denominado lineal A,

utilizado únicamente por los escribas del palacio que escribían sobre tablillas de arcilla cruda. Probablemente les servía

para registrar los pagos recibidos por el comercio y los productos que almacenaban en los depósitos. Solo se ha descifrado

una pequeña parte.

PALACIO DE CRETA

Hacia el 1500 a.C., apareció un nuevo tipo de escritura, llamado lineal B, que se usaba para escribir el griego arcaico. Es

probable, entonces, que los habitantes de Grecia continental en ese momento controlaran la isla.

Las tablillas en las que se registraba la producción, los tributos y los productos que se comerciaban confirman que el

palacio era el centro administrativo de la economía. No hay rastros de una organización militar ni de la construcción de

templos. Solo había algunos lugares sagrados dedicados a los ritos religiosos.

Los cretenses no estaban unidos políticamente ni estaban sometidos a la misma autoridad, sino que existían distintos

centros de administración. Al frente de cada uno, había un rey, que ejercía el gobierno desde un palacio ubicado en el

centro de un núcleo de población y que, al mismo tiempo, era el principal sacerdote.

Los palacios más destacados fueron los de Festos, Mallia, Hagia Triada y el ya nombrado, Cnosos. El rey de Cnosos

llegó a unificar políticamente la isla de Creta.

Las excavaciones arqueológicas han demostrado que los palacios no estaban defendidos por murallas ni fortificaciones, y

que sus paredes estaban decoradas con representaciones de flores, pájaros y animales marinos. Este hecho indica que el

poderío de Creta era comercial y no militar y que el poder del grupo dirigente sobre el resto de la sociedad se basaba en su

prestigio religioso y no en la fuerza.


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PALACIO DE CNOSOS

La civilización minoica tuvo su apogeo en 1700 a.C. Luego, alrededor de 1450 a.C., la isla fue conquista por los aqueos,

un pueblo indoeuropeo. Poco después del año 1400 a.C., un desastre natural destruyó el palacio de Cnosos. Desaparecido

el centro político, las comunidades campesinas se mantuvieron dispersas.

Si te fijas en el mapa, la isla de Creta está ubicada en un lugar estratégico que le permitió convertirse en el centro del

comercio entre Europa Oriental, el Cercano Oriente y el nordeste de África. Los cretenses aprovecharon esta posición y,

luego de organizar una importante flota, desarrollaron un comercio que se convirtió en la base del poderío de Creta. Las

excavaciones han demostrado la existencia de intercambios comerciales entre Creta y sus vecinos: objetos egipcios en

Creta, objetos cretenses en Egipto.

LINEAL A LINEAL B


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Los cretenses producían y vendían armas de bronce y joyas de oro con piedras preciosas y semipreciosas. También

cerámicas decoradas con motivos marinos. Hilados de hilo teñidos con azafrán y con un liquido obtenido de un molusco

llamado múrice. Además producían vino y aceite. A cambio de sus productos obtenían estaño y cobre, marfil, oro y

piedras preciosas.

Los reinos micénicos

Desde el segundo milenio a.C., pueblos indoeuropeos de Europa central –aqueos, jonios, eolios- comenzaron a ingresar

en el Mediterráneo e invadieron la parte continental de Grecia. Hablaban diferentes dialectos de una forma primitiva de

griego. Rápidamente se impusieron por la fuerza a los primitivos habitantes de la zona a causa de su superioridad

militar: poseían armas de bronce y utilizaban carros de guerra de dos ruedas tirados por caballos y conducidos por el

auriga.

En un principio, los invasores se instalaron en aldeas y luego construyeron fortificaciones con murallas de piedra en lo

alto de las colinas.

Hacia el año 1600 a. C., Micenas, ubicada en la Grecia Continental, se convirtió en un centro de gran poder.

Simultáneamente se desarrollaron otros centros políticos independientes en el continente y en las islas del Egeo como

Pilos, Tirinto, Tebas, Argos y Atenas. Los historiadores llaman micénica a la civilización organizada sobre esos centros

debido a la importancia que alcanzó el reino micénico.

PUERTA DE LOS LEONES, UNA DE LAS ENTRADAS DE MICENAS

Desde el 1400 a.C., comenzaron a construirse monumentales palacios fortificados. En las ciudades, además del palacio

real (donde vivía el rey y sus funcionarios), tenían depósitos, talleres, tumbas, pozos de agua, santuarios y templos.


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El palacio tenía un lugar central en la organización social y la economía, ya que ejercía el control directo sobre la cría de

ganado, la confección de paños de lana, la construcción de barcos, el comercio de larga distancia y la explotación de

tierras para la horticultura y la producción de cereales (trigo y cebada), vino, aceite de oliva y lino.

A la cabeza de esta sociedad se encontraba un rey (anax), secundado por jefes militares. El basileus, un personaje con

ascendiente social, se encargaba de vincular a la gente del palacio con las comunas aldeanas. Las familias nobles eran

dueñas de una gran propiedad que abarcaba sus tierras, su ganado y la casa señorial. Sobre las laderas de la colina y en sus

alrededores se extendían las tierras de cultivo y aldeas de los campesinos. En esta sociedad, además, existía la esclavitud.

El personal del palacio era mantenido directamente por medio de raciones de alimentos o bien a algunos se les cedían

tierras del palacio para que pudieran mantenerse a sí mismos. Muchos de ellos eran artesanos, dedicados a la fabricación

de perfumes, carros, armas y objetos de cuero y bronce.

Los campesinos entregaban parte de sus cereales como tributo e intercambiaban con el palacio la cerámica de baja

calidad, las legumbres, y algunos animales, como cerdos y cabras. La acumulación de recursos en el palacio permitía tener

reservas para los periodos críticos.

MÁSCARA FUNERARIA CONOCIDA COMO MÁSCARA DE AGAMENÓN, REY DE MICENAS

A mediados del 1400 a.C. algunos reinos micénicos invadieron Creta. De ellos aprendieron los secretos del comercio

marítimo y pudieron extender su influencia por todo el mar Egeo y por el Mediterráneo oriental, y mantuvieron

relaciones comerciales con Italia, Rodas, Chipre y la costa de Asia Menor.

Con el fin de controlar la ruta marítima que llevaba al mar Negro (área de producción de metales, el principal rubro de la

época), varios reinos micénicos se unieron para enfrentar a la ciudad de Troya. Los troyanos, estaban ubicados en una

posición estratégica ya que controlaban los estrechos que comunicaban el mar Egeo con el Negro. Estas son las razones

que explican la Guerra de Troya.

Luego de la guerra de Troya, alrededor del 1200 a.C., hubo un periodo de movimiento de pueblos en todo el Cercano

Oriente y el Mediterráneo oriental (tal como vimos en la unidad anterior) que afectaron también a los hititas, los griegos y

los egipcios. Es posible que estos movimientos se produjeran por la llegada de otro pueblo indoeuropeo: los dorios,

militarmente superiores por sus armas de hierro y caballos. Una de las consecuencias más notables fue la destrucción de

fortificaciones micénicas. Así y durante mucho tiempo, desaparecieron los palacios, es decir, los centros de control

político y económico.


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Las ciudades fortificadas fueron abandonadas, la población se dispersó, las comunicaciones se interrumpieron y el

comercio se redujo. También cayó en el olvido el sistema de escritura Lineal B, utilizado por los micénicos. Esta etapa de

la historia es conocida como época oscura por lo poco que se conoce de ella ante la falta de escritura.

FOTOGRÁMA DE LA PELÍCULA TROYA, QUE MUESTRA EL CABALLO DE MADERA QUE LOS GRIEGOS MICÉNICOS CONSTRUYERON

PARA TOMAR POR ASALTO LA CIUDAD DE TROYA, QUE POSEÍA GRUESAS MURALLAS.

Muchos aqueos, jonios y eolios pudieron escapar hacia las islas del Egeo y las costas de Asia Menor, donde fundaron

ciudades. Años después, algunos grupos dorios se trasladaron fundando ciudades en Asia Menor. A este movimiento

fundacional se lo conoce como primera colonización griega.

La edad Oscura y los poemas homéricos

Las únicas fuentes literarias de toda la edad oscura son dos poemas compuestos alrededor del 800 a.C.: La Ilíada y La

Odisea. Ambos son atribuidos a Homero, considerado el primer poeta griego. La Ilíada narra el último año de la guerra

de Troya, que enfrentó a griegos y troyanos. Y la Odisea relata el viaje de regreso de Odiseo (o Ulises) al reino de Ítaca,

luego de vencer en Troya.

MENELAO, DISPUESTO A MATAR A HELENA, SUELTA LA ESPADA, MARAVILLADO POR SU BELLEZA. AFRODITA Y EROS, OBSERVA LA

ESCENA. PINTURA EN UNA VASIJA DE LA ÉPOCA


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Los hechos que allí se relatan combina lo fantástico con lo real. Los guerreros de los poemas son más ricos que los de la

época del autor. Sin embargo, describe una sociedad rural más cercana a la edad oscura en la que no hay rastros de los

grandes palacios ni de sus tesoros. Los reyes son más parecidos a los jefes de una comunidad rural que a un monarca. Por

eso, los historiadores consideran que Homero mezcla los elementos de dos épocas: la micénica y la edad oscura.

El mundo presentado en los poemas homéricos se centra en las acciones de los aristócratas, es decir, el grupo con

privilegios y poder económico. La vida social se organizaba alrededor de la residencia familiar, llamada oikos, una unidad

productiva orientada hacia el autoconsumo de la familia que la poseía. El oikos de las familias ricas era la propiedad de un

rey y podía incluir varios edificios, tierras y trabajadores dependientes, la mayoría de condición libre, que labraban la

tierra y cuidaban el ganado. También existía un grupo externo al oikos, formado por hombres sin acceso a la tierra que a

veces eran incorporados como jornaleros temporarios.

En el ámbito doméstico, los nobles eran atendidos por servidores libres y por esclavos. La parte central de la casa era la

sala de los banquetes, dedicada a la recreación o a la discusión de temas diversos.

UN DÍA DE MERCADO EN EL ÁGORA DE ATENAS

Los vínculos de alianza entre los nobles se establecían a través del matrimonio y de la hospitalidad. Esta última era una

relación personal entre individuos de rango social equivalente que los obligaba a prestarse ayuda mutua. Las alianzas se

afirmaban con el intercambio de regalos valiosos, como calderos, escudos y armas.

El poder de estos señores sobre la comunidad o demos era relativo, pues dependía de su riqueza personal y de sus alianzas

privadas con otros nobles. Se trataba de una sociedad de jefatura relativamente inestable, en la que uno de los nobles era

considerado el primero entre sus iguales y asumía el carácter de rey o basileus. Sus funciones eran de árbitro de los

conflictos, legislador y comandante.

La actividad guerrera era un aspecto central en la vida de los aristócratas y buena parte de sus riquezas provenían de

expediciones de saqueo o piratería.


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La organización del oikos campesino, sólo se conoce a través del poema los Trabajos y los días de Hesíodo, escrito hacia

fines del siglo VIII a.C.

A diferencia del oikos aristocrático, el campesino era muy modesto. Se trataba de una unidad doméstica orientada al

autoconsumo, conformada por una familia y algún esclavo que ayudaba en las tareas del hogar y en las agrícolas. La casa

era, por lo general, una choza de adobe reforzada por palos, y con techo de paja. En los terrenos circundantes se criaban

cabras, ovejas, cerdos y aves de corral. Poseer un par de bueyes para tirar del arado era un indicador de cierta riqueza.

Quienes no contaban con esos animales, trabajaban la tierra manualmente utilizando la azada.

Desarrollaban una agricultura en campos poco extensos y con mucha mano de obra, basada en la producción de cereales,

legumbres, hortalizas, árboles frutales, vides para producir vino y olivo para producir aceite.

Las residencias domésticas estaban generalmente agrupadas en aldeas con las tierras de cultivo a su alrededor.

Existían tierras comunes de las que se obtenían frutos, plantas silvestres, hongos y leña, y que se usaban para la caza y el

pastoreo de los cerdos. En las costas se complementaba la alimentación con la pesca.

Los campesinos griegos, al igual que los nobles, integraban un sistema de intercambio de favores con familiares y

vecinos, a quienes recurrían en momentos de crisis para obtener alimentos, granos, herramientas y, a veces, colaboración

en el trabajo.

Grecia Arcaica: crisis y surgimiento de la polis

A partir del 800 a.C. las comunidades griegas aumentaron rápidamente su población y comenzaron a ocupar las tierras

disponibles. Los grupos aristocráticos se adueñaron de mayores porciones de tierras que los demás grupos sociales, lo que

provocó una crisis en la mayoría de las comunidades. Durante este período, se produjo un proceso de unión de las aldeas

y los oikos que dio nacimiento a las polis o ciudad- Estado. Se unían bajo la protección de un dios en común, al cual le

ofrecían fiestas y sacrificios. Este fue un proceso fundamentalmente político, aunque, en algunos casos incluyó la

conquista sobre otras aldeas o el traslado de grupos humanos a un único centro.

VISTA ACTUAL DE LA ACRÓPOLIS DE ATENAS. A LA IZQUIERDA SE OBSERVA EL ERECTEÓN Y A LA DERECHA, EL PARTENÓN


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Los nobles adquirieron mayor poder. La monarquía perdió peso y surgieron instituciones rotativas y con mandatos

limitados, ocupadas por los nobles. También se mantuvieron las formas de participación comunitaria campesina que ya

existían, como las asambleas.

Estas polis representaban una nueva forma de organización política en Grecia. Efectivamente, cada polis era una ciudad-

Estado, que se caracterizaba por su independencia frente a cualquier otro Estado o poder. Tenía su propio gobierno y su

propio ejército, y se regía por sus propias leyes. También tenía una economía autosuficiente y un culto propio. Era el

ámbito ideal para la convivencia.

Además, las polis fueron la base para el resurgimiento de la cultura griega después de la época oscura. Por eso, con su

aparición comienza la época arcaica.

Si bien las polis fueron independientes, realizaban intercambios comerciales entre ellas y se unían para fiestas religiosas.

En ocasiones también se enfrentaron en conflictos armados.

La organización del espacio en la polis

Cada polis estaba formada por la ciudad y por los territorios que la rodeaban.

La ubicación de la polis era estratégica: el poblado, donde vivían campesinos y artesanos, se encontraba al pie de la colina

y en lo alto se construía la acrópolis, un recinto protegido por gruesas murallas, que servía como refugio, en caso de

ataque, y de residencia de las autoridades y de las familias más prestigiosas. Pero, fundamentalmente la acrópolis era un

lugar sagrado, ya que allí se hallaban los templos dedicados a las divinidades protectoras de la ciudad. Otra parte

importante de la acrópolis era el ágora o plaza pública, donde funcionaba el mercado y los ciudadanos se reunían a

discutir los problemas de la comunidad.

Alrededor de las ciudades, del otro lado de las murallas se encontraban los campos de cultivo, de donde provenían los

recursos para sostener cada polis: vid, trigo, oliva, frutales, ovejas y cabras. También había bosques de los cuales podían

extraer maderas para combustibles o para fabricar viviendas. Asimismo, muchas polis contaban con un puerto.

ESQUEMA DE UNA POLIS GRIEGA


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La sociedad y el gobierno

El un principio las polis fueron gobernadas por reyes o basileus elegidos por los miembros más ricos y poderosos de la

polis, que integraban el consejo de la aristocracia. Su poder dependía de la riqueza que tenían (mejores tierras y rebaños

numerosos) pero también de sus hazañas personales y de las relaciones que establecían con otras familias nobles mediante

matrimonios y alianzas.

ASAMBLEA POPULAR

La mayoría de la población, el demos o pueblo, expresaba su opinión en la asamblea del pueblo, que reunía a todos los

hombres que fueran propietarios de tierra y tuvieran edad y riqueza suficientes para servir en el ejército (necesitaban

costearse el armamento para ser hoplitas). Su función consistía en aprobar o rechazar las decisiones tomadas por el

basileus y el consejo aristocrático.

HOPLITA ESPARTANO


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En algunas ocasiones se producían conflictos entre los reyes y las familias aristocráticas, que se oponían al gobierno de

una sola persona. Muchos de estos conflictos concluyeron con la abolición de la monarquía y la sustitución del rey por un

conjunto de magistrados1 colectivos.

La característica más importante de la polis como comunidad política es que todos los ciudadanos eran libres y tenían

derecho a participar en las decisiones colectivas. Pero la polis no era una sociedad igualitaria porque no todos los

habitantes eran considerados ciudadanos. La ciudadanía era más bien un privilegio de unos pocos que un derecho, lo que

generaba desigualdades en la sociedad.

Para que una persona fuera considerada ciudadano debía reunir las siguientes condiciones: ser varón y tener los recursos

necesarios y la edad suficiente para participar en el ejército (es decir, ser hoplita). Además, poseer una parcela de tierra en

la polis para garantizarse un medio de vida. Estas condiciones dejaba afuera de la ciudadanía a la mayoría de la población:

las mujeres, los niños, los extranjeros, los esclavos y aquellos campesinos que, por distintas razones, habían perdido sus

parcelas de tierra o que carecían de medios suficientes para subsistir.

Hecha esta distinción, hay que aclarar que no todos los ciudadanos contaban con los mismos derechos. Los ciudadanos

más ricos, en especial los grandes propietarios de tierras, tenían privilegios, como el acceso a las magistraturas y el

sacerdocio. En tanto, los campesinos, que eran la mayoría de la población, sólo podían participar en las asambleas. Con el

paso del tiempo, estas desigualdades, sumadas a los reclamos de la mayoría para tener mayor participación en las

decisiones de la polis, provocaron fuertes tensiones sociales y políticas.

Conflictos sociales y tensiones políticas

Entre los siglos VIII y VI a.C. se produjo una crisis social y económica en las ciudades griegas: las tierras de cultivo no

daban abasto para alimentar a una población en continuo aumento. Por otro lado, se produjo una división entre los

ciudadanos más ricos (la aristocracia2) y los ciudadanos sin privilegios (el demos, o pueblo). El demos reclamaba que

todos los ciudadanos pudieran acceder a las magistraturas y que se permitiera a los ciudadanos pobres participar de la

asamblea. Otro reclamo era la publicación de leyes escritas, para limitar el poder de los jueces para interpretarlas de

acuerdo con sus propios intereses. El demos también exigió que se aliviara la situación de los ciudadanos pobres,

especialmente de aquellos que, por no poder pagar los préstamos que pedían a los terratenientes, se habían convertido en

esclavos por deuda. Por último, reclamaban la redistribución de tierras.

Estas desigualdades culminaron en la división en dos partidos: los que estaban a favor de las reformas políticas y sociales,

y los que sostenían que los privilegios de la aristocracia debían mantenerse.

Para solucionar estos conflictos surgieron legisladores que pusieron leyes por escrito para eliminar las interpretaciones

arbitrarias de los jueces. También modificaron algunas leyes para hacerlas más justas e igualitarias, por ejemplo, la

supresión de la esclavitud por deudas. Los legisladores más importantes fueron Solón en Atenas (638-558 a.C.) y Licurgo

en Esparta (800-730 a.C.)

Cuando el conflicto social no pudo ser resuelto por medio de un acuerdo, las distintas facciones luchaban por el poder. Si

una facción se imponía sobre la otra, el bando ganador colocaba a su líder en el gobierno. Así surgieron los tiranos, que

tenían un poder personal y gobernaban las polis sin la participación de las magistraturas ni la asamblea.

En la antigua Grecia, la palabra tirano denominaba a toda persona que tomaba el poder por la fuerza. En la mayoría de los

casos, aunque los tiranos provenían de la aristocracia, eran líderes populares que alcanzaban el poder con el apoyo

1 Magistrados: funcionarios públicos que eran elegidos anualmente por la asamblea. Eran un cuerpo colegiado, es decir, había más de un magistrado para evitar que su poder fuera excesivo. En Atenas se los llamo arcontes y en Esparta, éforos. 2 Aristocracia quiere decir “gobierno de los mejores” porque los nobles consideraban que tenían condiciones especiales para dirigir a las polis.


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popular. Además, muchas de las medidas que adoptaron permitieron mejorar la situación de los más pobres: entregaron

tierras a campesinos desposeídos, emprendieron obras públicas que daban empleo a los pobres de la ciudad y promovieron

el comercio y las artesanías.

SOLÓN

La segunda colonización

Esta crisis social encontró una solución provisoria en la emigración de una parte de la población. Estos emigrantes

fundaron colonias a las que llevaron sus dioses, la cultura griega y la organización de la polis.

Aunque en un comienzo la emigración fue voluntaria, con el tiempo la preparación y el financiamiento estuvieron a cargo

de las distintas polis. La asamblea designaba al jefe de la expedición, quien sería el fundador de la colonia, el encargado

de repartir la tierra y organizar las instituciones de gobierno. La colonia se transformaba en una polis autónoma, aunque

mantenía vínculos religiosos, culturales, económicos y sentimentales con la polis de origen, llamada metrópolis.

A partir del siglo VII a.C. otros grupos partieron para dedicarse al comercio y la producción de artesanías en las nuevas

zonas de asentamiento.

Los lugares elegidos para la colonización fueron: las costas de los mares Egeo y Negro y el mar de Mármara, las costas

del nordeste africano y las costas del Mediterráneo occidental, que incluían el nordeste de España, el sur de Francia,

Córcega, Sicilia y el sur de Italia (la región fue conocida como Magna Grecia)

SEGUNDA EXPANSIÓN COLONIAL GRIEGA


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Esta expansión tuvo varias consecuencias:

- La cultura griega se expandió por todo el Mediterráneo.

- Los griegos reforzaron el sentimiento de pertenencia a una misma cultura, luego de entrar en contacto con

otros pueblos, como los fenicios.

- Aumentó el intercambio comercial. Esto estimuló la aparición de un nuevo sector social, los comerciantes,

quienes con los artesanos enriquecidos, se convirtieron en un grupo de poder.

- Estos sectores enriquecidos pudieron acumular riquezas y comprar armas. Esto les permitió participar en la

defensa de sus ciudades, y, en consecuencia, comenzaron a exigir la participación en el gobierno de las polis.

Grecia clásica: dos modelos de polis, Esparta y Atenas

La llamada época clásica en Grecia comenzó en 490 a.C. con el inicio de las Guerras Médicas entre griegos y persas, y

finalizó en el 323 a.C.

Así como la época arcaica había sido el período de formación y consolidación de las polis y de la cultura griega, la etapa

clásica fue el período de apogeo de esta cultura y está protagonizada, principalmente, por dos ciudades - Estado: Esparta y

Atenas. Estas eran muy diferentes entre sí y se convirtieron en modelo para las polis vecinas con las que intentaron

establecer alianzas.

Esparta, aristocrática y militarizada

Esparta fue fundada alrededor del 1000 a.C. por guerreros dorios, en la Península del Peloponeso, en la llanura de

Laconia. Años después, y bajo el mandato de Licurgo3, los dorios conquistaron gran parte del Peloponeso y sometieron a

los pobladores originarios, muchos más numerosos que ellos. Esta inferioridad numérica los llevó a organizar una

sociedad militarizada para evitar sublevaciones.

ESPARTA

Hacia el 600 a.C. la población de la polis espartana se dividía en tres grandes grupos con una estructura social muy

jerarquizada.

Solo los descendientes de los conquistadores dorios eran considerados ciudadanos y tenían derechos políticos y civiles.

Estos espartanos, espartiatas o “iguales” (como se llamaban a sí mismos) constituían una minoría privilegiada y eran los

únicos que podían poseer tierras (aunque tenían prohibido trabajarlas) y esclavos. Su vida estaba dedicada a la política y al

ejército, aunque, como en todas las polis, existían diferencias entre los ciudadanos más y menos ricos. Estos últimos no

podían participar del gobierno.

3 Se atribuye al legislador Licurgo una serie de reformas que culminó con la conquista de mesenios y otros pueblos vecinos para resolver los conflictos entre ricos y pobres.


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Por debajo de los iguales se encontraban los periecos, hombres libres pero sin derechos políticos. Eran descendientes de

las comunidades campesinas que no se opusieron a la dominación doria. Como carecían de derechos políticos, estaban

excluidos de los cargos públicos. Vivian en comunidades separadas de los ciudadanos, con sus propias instituciones de

gobierno pero debían someterse a las decisiones del gobierno espartano. Se dedicaban a las actividades artesanales,

agrícolas y comerciales por las que pagaban tributos. Además, debían ser auxiliares en los ejércitos.

La categoría más baja estaba formada por los ilotas, la mayoría de la población. Eran los descendientes de los campesinos

que habían resistido la invasión doria. Estaban sometidos a un régimen de servidumbre y carecían de todo derecho civil o

político. El Estado los entregaba a los iguales y los obligaban a trabajar la tierra para ellos. Vivían en la extrema pobreza,

por tal motivo las rebeliones eran frecuentes. Esto generó que la vigilancia a los ilotas fuera estricta.

A pesar del nivel de vida al cual estaban sometidos los ilotas, no podían ser vendidos como los esclavos.

El sistema de gobierno espartano era aristocrático. La ciudad estaba gobernada por una diarquía, es decir, dos reyes con

poder limitado. Sus funciones eran conducir el ejército y los ritos religiosos. También había un consejo de ancianos o

Gerusía. Estaba compuesto por veintiocho varones de más de sesenta años pertenecientes a la aristocracia. La Gerusía se

encargaba de la elaboración de leyes que debía aprobar la asamblea. Además podía vetar toda decisión tomada por la

asamblea, declarar la guerra, juzgar homicidios y autorizar a los reyes a movilizar el ejército.

La asamblea popular o apella, formada por los ciudadanos mayores a treinta años, cuya única función era aprobar las

leyes de la Gerusía. Además, se encargaba de elegir a los magistrados. Por último, los cinco éforos o magistrados, que

tenían el poder de vetar y juzgar las decisiones de los reyes, movilizar ejércitos, desplazar funcionarios e impartir justicia

(exceptuando los homicidios).

La educación y el modo de vida espartano

La vida del ciudadano espartano estaba centrada en el ejército, el servicio a la ciudad y la austeridad.

Al nacer, cada espartano era sometido a un detallado examen físico. Si se comprobaba que tenía algún defecto (bajo los

estándares de esa sociedad), eran arrojados desde lo alto de una montaña para evitar que se conviertan en una carga para

la ciudad.

Desde los siete años, los espartanos recibían una rígida educación militar y pasaban prácticamente la vida en los

cuarteles. Allí se les enseñaba a soportar el frío y el hambre, a usar armadura y manejar las armas. Concluida la etapa de

instrucción, podían casarse y tener hijos pero no tenían vida familiar ya que continuaban entrenándose en los cuarteles y

comían fuera de sus casas, en mesas públicas donde se discutían asuntos del Estado.

FRAGMENTO DE UNA VASIJA ESPARTANA. REPRESENTA A UN MAESTRO Y SU ALUMNO


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A los veinte años se incorporaban al ejército. Allí convivían en barracas y comían en esas mesas públicas hasta los sesenta

años. A partir de los treinta alcanzaban la ciudadanía plena y podían participar de la asamblea o ser elegido para algún

cargo. La ley espartana prohibía la ostentación de riqueza o la acumulación de dinero. Además la cobardía o falta de

disciplina en las batallas era castigada con la pérdida de la ciudadanía. Todo el sistema de vida espartano tenía el objetivo

de exaltar el patriotismo, la disciplina y el valor.

HOPLITAS ESPARTANOS

Las mujeres espartanas estaban excluidas de la ciudadanía, pero su papel en la sociedad era mucho más activo en

comparación con las mujeres de otras polis griegas. Las niñas estaban sometidas a un sistema educativo similar al de los

varones que se basaba en los ejercicios físicos. Pero el fin de la educación de las mujeres era transformarlas en madres

aptas y fuertes para procrear y criar a los futuros ciudadanos.

Las jóvenes espartanas participaban de las fiestas públicas y usaban una falda corta que les permitía practicar los

ejercicios. Una vez casadas, se encargaban de las tareas del hogar, pero no quedaban recluidas en él.

Atenas y la democracia

Atenas está ubicada en la Península Ática. En el siglo V a.C. se convirtió en el centro de la cultura griega y del poder

militar y fue el escenario del nacimiento de una forma política que cambiaría el mundo occidental: la democracia.

Sin embargo, como ocurrió en todas las polis griegas, en sus inicios, Atenas estuvo gobernada por un rey. Más tarde, el

gobierno quedó en manos de unos pocos, que eran los grandes propietarios de tierras: los nobles o eupátridas (“los de

buen linaje”). El gobierno se convirtió, entonces, en una aristocracia.

El resto de la población, el pueblo (demos), no participaba del gobierno, pero poco a poco fueron reclamando más

derechos. De todos modos, como ya leímos, las mejoras que se lograron a partir de la acción de los legisladores no fueron

suficientes para descomprimir las tensiones sociales. Recién a fines del siglo VI a.C., luego de que finalizó el período de


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los tiranos, un aristócrata llamado Clístenes llegó al gobierno de Atenas, y en contra de los intereses de su propia clase,

realizó reformas que dio origen a la democracia (del griego demos, “pueblo” y kratos, “gobierno”: gobierno del pueblo).

HOPLITA ATENIENSE

El objetivo de Clístenes era ampliar la participación política, es decir, lograr que todos los ciudadanos formaran parte del

gobierno de la polis. Para eso, dividió a la población de la ciudad en diez distritos o “tribus”, integradas por ciudadanos

que vivían en distintos barrios y que tenían diferentes niveles de fortuna. Cada uno de los miembros de la tribu tenía los

mismos derechos que los demás, sin importar su fortuna, su lugar de residencia ni su nacimiento.

Luego estableció que cada tribu eligiera un estratega y un arconte. En total eran elegidos diez estrategas, que se

ocupaban de dirigir el ejército y la flota, fijar impuestos para la guerra o representaban a Atenas ante otras polis y Estados

extranjeros. A su vez, los diez arcontes se ocupaban de asuntos administrativos y religiosos. Las diez tribus también

elegían a cincuenta representantes cada una para que integraran el Consejo de los Quinientos o Bulé, que preparaba las

leyes, y a los seiscientos integrantes del Tribunal de los Heliastas, que se ocupaban de la justicia. Y todos los ciudadanos

participaban de forma directa de la Asamblea del Pueblo o Eclasía, donde discutían y votaban las leyes.

ECLESIA


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Las reformas de Clístenes fueron profundizadas por el gobierno de Pericles a mediados del siglo V a.C. En esa época,

muy pocos ciudadanos participaban de la Asamblea y muchos menos se presentaban para ocupar cargos públicos, que se

sorteaban todos los años. ¿Por qué? Porque no se recibía ningún tipo de retribución para ejercerlos. Por eso, Pericles

decidió que todos los cargos recibieran una compensación económica. De este modo, también los ciudadanos más pobres

lograron participar del gobierno de Atenas.

¿Y a quiénes se consideraba ciudadanos? A los hijos varones de padre y madre atenienses, que constituían una minoría de

la población ateniense (40.000 de un total de 350.000 habitantes). Los ciudadanos no sólo contaban con derechos

políticos, sino que estaban exentos del pago de impuestos. Podían participar de la Asamblea y, desde la reforma de

Clístenes, podían ser elegidos como magistrados sin tener en cuenta su riqueza.

Las mujeres no eran ciudadanas, tampoco lo eran los metecos ni los esclavos.

Los metecos eran hombres libres nacidos en ciudades vecinas que vivían en Atenas pero eran considerados extranjeros.

Se dedicaban al comercio y las artesanías, y se los obligaba a pagaban impuestos. No contaban con derechos políticos ni

podían ser propietarios de tierras.

Por último, los esclavos. Desde la reforma de Solón, que abolió la esclavitud por deudas, los atenienses debieron importar

una gran cantidad de esclavos. Estos carecían de todo derecho y eran considerados una propiedad de sus amos.

Los griegos en guerra

La época clásica fue escenario del florecimiento cultural y político de Grecia que coincidió en su comienzo con una guerra

entre las polis griegas y el Imperio persa. Los enfrentamientos entre griegos y persas son conocidos como Guerras

Médicas, debido a que los griegos llamaban Medos a todos los habitantes de Irán.

Más tarde, con la conformación de la Liga de Delos, Atenas consolidó su ambición imperialista, lo que la llevó a

enfrentarse con Esparta. Estos enfrentamientos se conocen como Guerra del Peloponeso.

Las Guerras Médicas

A medida que la civilización griega se expandía por el Mediterráneo, el encuentro con los persas se volvía inevitable. En

el año 449 a.C. las ciudades jónicas del Asia Menor (Focea, Efeso, Mileto y Samos) que por entonces estaban dominadas

por los persas, se rebelaron al mando del tirano Aristágoras de Mileto. Aunque Atenas y Eretria enviaron algunos barcos

para ayudar a los rebeldes, la sublevación fue sofocada. Darío I, el rey persa, decidió atacar a los griegos del continente y

en 490 a.C. envió una expedición punitiva a Grecia.

Los persas capturaron Eretria y luego se dirigieron a la llanura de Maratón, a 40 km de Atenas, donde se enfrentaron con

los atenienses. Aunque los griegos eran menos, lograron vencer a los persas.

En el decenio siguiente, Darío I murió y fue sucedido por Jerjes. Mientras tanto los atenienses habían organizado una flota

de 200 barcos y se habían aliado a los espartanos para enfrentar al enemigo.

En el año 480 a.C., Jerjes emprendió una nueva invasión, esta vez por tierra y por mar. Por tierra, los ejércitos se

enfrentaron en el desfiladero de las Termópilas. Después de dos días de batalla, los griegos fueron vencidos. Los

atenienses, entonces, evacuaron la población del Ática hacia la isla de Salamina. Mientras los persas destruían y

saqueaban Atenas, la flota griega permanecía en el estrecho, junto a la isla. Finalmente se enfrentó con la flota persa y la

derrotó en la batalla de Salamina. Jerjes decidió volver a sus territorios de Asia. Aunque dejó un ejército en Tesalia, los

griegos vencieron en Platea. Según Heródoto, ese mismo día los persas fueron definitivamente derrotados con una batalla

naval en Micala, Jonia.


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LEÓNIDAS Y LOS 300 EN LAS TERMÓPILAS, ÓLEO DEL SIGLO XIX DEL FRANCÉS LOUIS DAVID

La Guerra del Peloponeso

Tras la derrota de los persas, los atenienses formaron la Liga de Delos, una confederación cuyo objetivo era terminar con

el poderío marítimo persa. En poco tiempo, la liga se transformó en un instrumento de la política imperialista de Atenas.

Las islas, que al principio habían adherido voluntariamente a la liga, se vieron obligadas a permanecer en ella con la

amenaza de ser atacadas y sometidas por Atenas si se retiraban.

RUINAS DE LA TERRAZA DE LOS LEONES, EN LA ISLA DE DELOS. GRACIAS AL TESORO DE LA LIGA DE DELOS, QUE SE GUARDABA EN

ESTA ISLA, ATENAS PUDO BENEFICIARSE.

Cuando Atenas intentó ampliar su imperio en el continente, se enfrentó con Esparta en una serie de batallas que se

conocen como Primera Guerra del Peloponeso. Durante el conflicto, que se entendió entre el 460 y el 445 a.C., Atenas

sufrió varias derrotas hasta que aceptó una tregua.

Catorce años después, Atenas y Esparta volvieron a enfrentarse en la Gran Guerra del Peloponeso. Los espartanos

atacaron Ática, destruyendo campos y huertos. Los atenienses, al mando de Pericles, respondieron con incursiones navales

en la costa del Peloponeso.


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AL COMIENZO DE LA GUERRA DEL PELOPONESO, LOS ATENIENSES SE REFUGIARON EN LA ACRÓPOLIS. SE DESATÓ ENTONCES UNA

PESTE QUE MATÓ A UN TERCIO DE LA POBLACIÓN.

En el año 421 a.C. se negoció una tregua que debía durar cincuenta años. Pero solo seis años después la guerra se reanudó.

Atenas llevó a cabo una expedición a Sicilia que terminó en desastre: los atenienses murieron o fueron vendidos como

esclavos. Las incursiones continuaron hasta que, finalmente, en el 405 a.C., la flota ateniense fue destruida. Un año

después, Atenas fue sitiada y vencida. La guerra y el imperio ateniense, llegaban a su fin.

La decadencia de la polis

Luego de la Guerra del Peloponeso, Atenas perdió su imperio y todos los recursos que provenían de ahí. La aristocracia

ateniense, apoyada por Esparta impuso un gobierno oligárquico conocido como los treinta tiranos. Este gobierno tomó

medidas represivas contra los políticos que apoyaban la democracia, lo que los obligó a exiliarse.

Debido a la crueldad de los tiranos, el partido que promovía la vuelta de la democracia tomó el poder por la fuerza en 399

a.C. reinstalando el gobierno de la Asamblea. A este período se lo conoce como democracia moderada, porque los poderes

de la Asamblea estaban restringidos.

En los años siguientes, Atenas logró recuperar su flota y la liga de Delos, aunque su poder nunca llegó a ser el que tenían

en el siglo V a.C.

Por el lado de Esparta, luego de la guerra, su supremacía se extendió sobre toda Grecia. De esta manera, lograron instalar

guarniciones militares en casi todas las polis. Sin embargo, la supremacía espartana duró poco debido a la corrupción de

sus líderes quienes aceptaron oro de los persas. Al mismo tiempo, la disciplina del ejército se fue resquebrajando debido a

la disminución de los iguales (por las bajas en las guerras) y la inclusión de periecos e ilotas en sus filas.

Ocurrió entonces un enfrentamiento con la polis Tebas y su liga, Beocia. En el 373 a.C. los ejércitos de esa liga derrotaron

a los espartanos en Leuctra.

Los espartanos y los atenienses se aliaron contra Tebas y, aunque fueron vencidos, llegaron a un tratado de paz que

equilibró el poder de las tres ciudades.

Durante el siglo IV a.C. la mayoría de las polis griegas estaban en guerra unas con las otras. Esto generó una profunda

crisis económica, social y política.


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La guerra provocó la ruina de muchos campesinos que debían contraer deudas y, para pagarlas, debían vender sus tierras.

Al perder sus parcelas, muchos debieron convertirse en jornaleros o arrendatarios. De esta manera, la población pobre

aumentó y se profundizaron las desigualdades.

Esta división entre ricos y pobres afectó al sistema político, ya que los conflictos que provocaban las crecientes injusticias

sociales se multiplicaron. Sin embargo, estos conflictos políticos no generaron, como en la época arcaica, un movimiento

que favoreciera a los pobres. Por el contrario, las polis se volvieron más aristocráticas y marginaron de la vida política a la

mayoría de la población.

El imperio de Alejandro Magno

Macedonia era un extenso territorio ubicado al norte de Grecia. Uno de sus reyes, Filipo II, fortaleció la monarquía

frente al poder de los nobles y convirtió el reino en un Estado rico gracias a la explotación de yacimientos de metales

preciosos. Estas riquezas le permitieron al rey adquirir una flota y organizar un ejército permanente, disciplinado y

numeroso.

Con ese ejército, en 338 a.C., Filipo decidió expandir su reino, venció a las polis griegas e impuso su dominio, aunque les

garantizó sus libertades. Luego decidió enfrentar al Imperio persa. Para eso, nucleó a las ciudades griegas en la liga de

Corinto. Sin embargo, no concretó la campaña porque fue asesinado en 336 a.C. Lo sucedió su hijo Alejandro, de veinte

años.

Desde pequeño Alejandro había recibido entrenamiento militar y una esmerada educación. A cargo del ejército de

Macedonia, Alejandro retomó los planes de su padre. Por sus victorias fue conocido como Alejandro Magno. Se dirigió a

Asia y después de varias batallas logró conquistar todo el Imperio persa. El ejército continuó hasta el valle del río Indo,

pero los soldados se negaron a seguir avanzando agotados por los años lejos de su tierra.

Alejandro murió a los 33 años, no se sabe si envenenado o intoxicado. En pocos años había organizado un imperio que

incluía Macedonia, Grecia, y todo el Cercano Oriente, desde Egipto hasta el río Indo.

ESTA MONEDA DE FINES DEL SIGLO IV a. C., CON EL ROSTRO DE ALEJANDRO CIRCULÓ POR TODO EL IMPERIO Y LOGRÓ ASÍ

INTEGRAR ECONÓMICAMENTE LOS DISTINTOS TERRITORIOS QUE LO COMPONÍAN.


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Alejandro respetó la cultura de los lugares que conquista y, al mismo tiempo, difundió la cultura griega. De la fusión de

las culturas orientales con la griega se formó una nueva civilización, llamada helenística.

IMPERIO DE ALEJANDRO MAGNO

Los reinos helenísticos

El imperio de Alejandro fue el más extenso del mundo antiguo hasta las conquistas romanas. Pero, luego de su muerte, la

lucha de sus principales generales originó conflictos dentro del imperio. Finalmente, el imperio se dividió en tres reinos

helenísticos: Egipto, Siria (del cual se desprendió luego el reino de Pérgamo) y Macedonia, que incluía a Grecia.

Los monarcas helenísticos gobernaron de manera personal y autoritaria, y eran considerados dioses por sus súbditos.

Enfrentados entre ellos en constantes guerras, fueron sometidos por los romanos en el siglo I a.C.

La cultura griega

La cultura griega, un factor de unión

En un principio, las ciudades griegas no tenían una identidad común que las uniera. Sin embargo, con el correr de los

siglos, sus habitantes comenzaron a sentir la pertenencia a una cultura y una identidad propias que los vinculaba: la de

ser helenos. Esta identidad los diferenciaba de los no griegos, a quienes llamaban bárbaros.

Ahora bien, ¿Qué elementos culturales unían a los griegos y los distinguían de otros pueblos? La lengua y un sistema de

escritura (a pesar de los distintos dialectos) les permitían expresar un pensamiento común y comunicarse. Otros vínculos

culturales eran las prácticas religiosas y ciertas manifestaciones artísticas, literarias e intelectuales.


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A su vez, los habitantes de las polis compartían un modo de vida relativamente similar. En general, las personas que

vivían en las ciudades griegas se dedicaban fundamentalmente a la elaboración de artesanías y al comercio, mientras que

los habitantes del campo realizaban trabajos agrícolas en pequeñas parcelas de tierra donde cultivaban principalmente vid,

olivo y trigo. Los centros de reunión eran los estadios, los teatros, los gimnasios y los mercados.

LA VIDA DE LAS MUJERES SE RESTRINGÍA AL ÁMBITO DOMÉSTICO

La religión de los griegos

Los griegos eran politeístas, ya que creían en la existencia de una gran cantidad de dioses a los que imaginaban a su

imagen y semejanza. Esto significa que le atribuían forma humana (por eso su religión se considera antropomorfa) y

pensaban que tenían las mismas virtudes y defectos que los seres humanos, aunque con una gran diferencia: los dioses

eran inmortales.

La religión tenía dos aspectos: un culto público y uno privado. El culto público se relacionaba con los dioses y se

realizaba en templos y en ámbito de la ciudad. El culto privado, en cambio, se limitaba al ámbito domestico y se refería

al homenaje a los antepasados.

Los dioses olímpicos

Los dioses, como dijimos, tenían aspecto humano, eran inmortales y omnipotentes. Sus historias y hazañas eran narradas

en mitos y relatos que en su conjunto conforman la mitología griega.

LOS GRIEGOS CREÍAN QUE LOS DOCE DIOSES OLÍMPICOS TENÍAN SU MORADA EN LA CUMBRE DEL MONTE OLIMPO


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Además de los dioses protectores que tenía cada polis, todos los griegos rendían culto a muchos dioses que, según ellos,

vivían en el monte Olimpo, por eso son conocidos como Dioses del Olimpo. El más importante de todos era Zeus, dios de

las fuerzas del cielo y responsable del orden en la naturaleza. Lo acompañan Hera, Ares, Afrodita, Deméter, Palas Atenea

y Apolo. Poseidón, dios de los mares, y Hades, dios del mundo subterráneo, no vivían en el Olimpo.

Las ceremonias públicas

Los dioses olímpicos, junto a los héroes (hijos de dioses con mortales), eran venerados a través de ceremonias públicas

que consistían en sacrificios, cantos, danzas, fiestas y procesiones.

Para cada dios, los griegos construyeron templos en su honor, edificios que no estaban destinadas a reunir a los fieles sino

a albergar la estatua de la divinidad y los tesoros que le pertenecían.

Además, en honor a cada dios, las polis podían celebras fiestas que duraban varios días, como las Dionisíacas.

También había fiestas panhelénicas, que reunían a griegos de distintas partes de Grecia y que consistían en juegos

deportivos que incluían eventos poéticos y musicales. Los Juegos Olímpicos eran los más importantes y en honor a Zeus.

TRIATLÓN, JUEGOS OLÍMPICOS

Durante estos festejos la unidad cultural se imponía a cualquier rivalidad que las polis pudieran tener: para que todos

pudieran concurrir, durante los juegos se proclamaba una paz sagrada.

Los oráculos

Una particularidad de la religión griega era la creencia de que se podía conocer la voluntad divina y el porvenir a través de

presagios y oráculos. Esto lo podían hacer, por ejemplo, al interpretar el vuelo de un ave, de los sueños, de las entrañas de

animales sacrificados, etc. Los encargados de esta interpretación eran los adivinos.

El espacio para consultar a los dioses era el oráculo. Allí, los creyentes realizaban preguntas a los dioses y recibían la

respuesta a través de sacerdotisas llamadas pitonisas. El más famoso era el oráculo de Apolo en Delfos. Para recibir la


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respuesta del dios, las pitonisas entraban en trance y pronunciaban palabras que eran anotadas por los sacerdotes y luego

trasmitida a los hombres.

ORÁCULO GRIEGO

De los mitos a la filosofía

Durante la época oscura, los griegos recurrieron a relatos mitológicos para darle sentido a los fenómenos naturales que no

podían entender. Pero a partir del 600 a.C., intentaron encontrar una explicación racional para estos grandes misterios de

la vida. Nació así la filosofía.

Los filósofos buscaban las leyes que rigen el Universo, la esencia del ser humano y su conducta, y los principios morales

fundamentales.

En un principio, los filósofos de Asia Menor querían conocer el origen de todas las cosas y por lo tanto, la sustancia

esencial de la que estaban formadas. El agua, el aire, y el fuego fueron puestos en discusión por estos “filósofos de la

naturaleza”.

Durante la época clásica, mientras los filósofos se centraron en el estudio del ser humano, se destacaron los sofistas,

quienes enseñaban como encadenar los argumentos para tener una buena oratoria. Para ellos no existía la verdad absoluta,

por tal motivo era fundamental convencer al otro por medio de la oratoria. Los sofistas fueron criticados por el ateniense

Sócrates, quien alentaba a los hombres a conocerse a sí mismos razonando de manera rigurosa y metódica. Para él si

existía una verdad absoluta, y el hombre debía buscarla estudiando. Uno de sus discípulos, Platón, criticaba a la

democracia ya que consideraba que ésta necesitaba estudio y preparación y, por ende, no podía ser desempeñada por

cualquiera. Platón dirigía una institución llamada Academia, donde se formó Aristóteles. Aristóteles, quien fue maestro

de Alejandro Magno, intentó recopilar todos los conocimientos alcanzados en su época.


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“LA ESCUELA DE ATENAS”, PINTURA DE RAFAEL SANZIO

Otras ciencias y disciplinas en las cuales se destacaron los griegos fueron: historia, medicina y matemática, entre otras.

La poesía y el teatro

La poesía fue la primera forma en que se expresaron las letras griegas. La poesía épica se ocupa de temas legendarios,

principalmente las hazañas de héroes y dioses, y posee un tono grave y solemne. La Ilíada y la Odisea pertenecer a este

género. Durante la edad oscura eran recitadas por poetas ambulantes, llamados aedos, y acompañados por instrumentos

musicales. En el siglo VIII a.C., la adopción de la escritura fonética permitió que la Ilíada y la Odisea fueran puestas por

escrito. La poesía lírica se dedicaba al amor y las pasiones o a la exaltación de los atletas, que vencían en las

competencias. Estos poemas se caracterizaban por su tono dulce y melancólico.

El teatro es el género literario que incluye obras pensadas para ser representadas frente a una audiencia. En un principio,

los intérpretes de esas obras eran un grupo de hombres disfrazados de machos cabríos que cantaban y bailaban

frenéticamente. Más tarde comenzaron a representar tragedias y comedias. Las tragedias son obras en la que héroes

legendarios se esfuerzan por impedir o desafiar la voluntad de los dioses, aunque finalmente fracasan. Las comedias, en

cambio, estaban escritas en tono de farsa y les tomaban el pelo a situaciones o personajes de la vida pública y privada en

un lenguaje picaresco o burlón.

MÁSCARA TEATRAL


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El arte: proporción, armonía y equilibrio

Las principales características del arte fueron el interés de los artistas por representar al ser humano y la búsqueda de una

belleza ideal. En la época clásica, esa belleza se asoció con la armonía, la proporción y el equilibrio.

DISCÓBOLO, ESCULTURA DEL SIGLO V a.C. REALIZADA POR MIRÓN

La arquitectura tuvo en el templo su edificio más característico. Los templos de la época clásica estaban construidos con

bloques de mármol blanco, pintados con colores brillantes como azul o rojo. Todo el edificio descansaba sobre una

plataforma, estaba en parte o totalmente rodeado por columnas de diferentes estilos y se lo decoraba con esculturas que

representaban escenas mitológicas. Los techos eran de madera y estaban dispuestos a dos aguas. La arquitectura alcanzó

su apogeo hacia mediados del siglo V a.C., cuando Pericles recurrió a Fidias, Ictinos y otros arquitectos para reconstruir la

acrópolis de Atenas, que había sido destruida por los persas durante las Guerras Médicas.

CARIÁTIDES


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En la escultura, el interés de los artistas estuvo centrado en la exaltación de la belleza del cuerpo humano, en especial, el

masculino. Las esculturas del siglo V a.C. (en general de dioses, guerreros o atletas) mostraron una gran evolución con

respecto a las de la era arcaica, durante la cual las figuras estaban representadas de frente, en posturas estáticas e

inexpresivas.

VENUS DE MILO, LA ESCULTURA MÁS FAMOSA DE LA ANTIGUA GRECIA

En cuanto a la pintura griega, no han quedado importantes vestigios de esta. Sin embargo, sabemos que los griegos

pintaban las esculturas con vivos colores y que también usaban la pintura al fresco y con cera caliente. Empleaban ambas

técnicas para pintar los revestimientos de los muros, pero fundamentalmente para decorar vasos y pequeñas esculturas.

PINTURA GRIEGA DECORANDO VASIJAS


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El helenismo

La cultura del periodo helenístico fue el resultado de un proceso de fusión y superposición de múltiples culturas puestas

en contacto por las conquistas territoriales de Alejandro que incluyó, además de lo específicamente griego, elementos

provenientes de las culturas egipcias, persas y asirio-caldeas.

Así, junto con Atenas, cobraron importancia otras ciudades con Antioquía, Pérgamo y Alejandría, que se convirtieron en

centros de elaboración y difusión de una nueva cultura de carácter universal. En Pérgamo se desarrollaron las ciencias y

las artes. Además, en ella se creó un nuevo material sobre el cual poder escribir, que estaba hecho de cuero: el

pergamino. Por su parte, Antioquía fue un puerto comercial de gran importancia y constituyó uno de los centros

culturales en su época. Sin embargo, fue Alejandría la capital cultural del período. Esta ciudad, fundada por Alejandro

Magno en el delta de Egipto, contaba con una gran biblioteca que recopilaba todos los saberes del mundo conocido. En

este ámbito, los estudiosos lograron importantes adelantos de la física, la medicina, la astronomía, la geografía, la

filosofía, la matemática, la biología y la ingeniería.

BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA

Entre los adelantos más importantes se encuentran los que se produjeron en el ámbito artístico. Durante el helenismo, los

grupos adinerados comenzaron a construir y decorar grandes mansiones, fomentando así el desarrollo de arquitectura,

escultura, la pintura y mosaicos.

En la escultura, los artistas se expresaron mediante un arte realista y de gran expresividad, en el que buscaron trasmitir

lo pintoresco, el movimiento y las distintas emociones de las personas. Asimismo, junto con los cuerpos de hombres

jóvenes y atléticos, se le incorporaron nuevos personajes (artesanos, pescadores, niños, ancianos y mujeres) y escenas de

la vida cotidiana.


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ESCULTURA HELENÍSTICA

Finalmente, la arquitectura mantuvo las características previas, aunque sobresalieron las edificaciones monumentales,

que contaban con importantes y lujosas decoraciones.

Bibliografía

-AA VV: “Ciencias Sociales 1. Santillana en línea”. Editorial Santillana, 1° edición, CABA, 2014.

-AA VV: “Activados. Ciencias Sociales 1. Maravillas del mundo: Sociedades y espacios geográficos en la actualidad. Historia de las civilizaciones de la Edad Antigua y el mundo feudal”, Puerto de Palos, 1° edición, CABA, 2015.

-AA VV: “Ciencias Sociales 7”, Kapelusz, 1° edición, CABA, 2012.

-AA VV: “Ciencias Sociales 1 ES”, Estrada, 1° edición, San Isidro, 2010.

-Cristófori, A y Zappettini, Ma. C. (coords.): “Ciencias Sociales 1 De los comienzos de la historia y la geografía humanas

hasta el fin de la Edad Media”, Editorial Aique, 1° edición, CABA, 2009.

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La Antigua Grecia II: La Grecia Clásica, Atenas y Esparta: https://www.youtube.com/watch?v=uxBLi1kMnFQ

La Antigua Grecia III: Alejandro Magno, la época helenística y el legado griego:

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https://www.youtube.com/watch?v=9LMlD7L4Vdk

https://www.youtube.com/watch?v=nBI0-5H5L2c

https://www.youtube.com/watch?v=uxBLi1kMnFQ

https://www.youtube.com/watch?v=aHGdLmcY4qs

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