prácticas de crianza en la familia para el desarrollo...
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Prácticas de crianza en la familia para el desarrollo del lenguaje en
niños de 18 meses de edad.
YANIRA DE LA CADENA
TUTORES: EDUARDO ORTIZ- LISA BOYCE.
FEBRERO, 2018
Índice
Glosario 4
Agradecimientos 5
Abstract 6
Introducción 7
Revisión de literatura 10
La crianza: patrones, creencias, pautas y prácticas 10
Concepciones de la infancia desde la perspectiva de los adultos. 12
El contexto sociocultural de la familia en el ejercicio de una parentalidad positiva 14
Factores de riesgo en la crianza y desarrollo de los niños. 16
La pobreza por ingresos y sus consecuencias en las prácticas de crianza 17
La depresión materna. 20
El estrés materno. 20
Factores de protección en la crianza y desarrollo de los niños. 22
La familia como red de apoyo 23
El nivel educativo de la madre. 25
Los libros en la práctica de lectura de padres a hijos. 25
Prácticas de crianza que favorecen el desarrollo del lenguaje 26
Las actividades de estimulación entre padres e hijos desde la tradición oral en el desarrollo
del lenguaje.
26
Perspectivas sobre el desarrollo del lenguaje de los niños 31
Características del lenguaje en el periodo prelingüístico. 32
Objetivo general 35
Objetivos específicos 35
Preguntas e hipótesis de investigación 35
Diseño y metodología de la investigación 36
Muestra 37
Variables de estudio 37
Instrumentos y procedimientos 41
Resultados y análisis de datos 44
Descripción de las variables de estudio 44
Análisis de las variables de estudio 52
Conclusiones y discusión 58
Referencias bibliográficas 65
Anexos 71
Índice de Tablas
Tabla 1 Evolución de la pobreza (ciudades principales) 18
Tabla 2 Pobreza extrema (ciudades principales) 19
Tabla 3 Variables de estudio 37
Tabla 4 Nivel educativo de las madres 44
Tabla 5 Cuidador primario del niño 44
Tabla 6 Edad de la madre 45
Tabla 7 Apoyo a la madre en la crianza 45
Tabla 8 Número de horas que reciben ayuda 46
Tabla 9 Número de libros para niños 47
Tabla 10 Depresión materna 47
Tabla 11 Estrés materno 48
Tabla 12 Ingreso económico familiar por persona 48
Tabla 13 Actividades de estimulación que realiza la familia 49
Tabla 14 Frecuencias de actividades de estimulación en las prácticas de crianza 50
Tabla 15 Nivel de involucramiento de la familia en las actividades de estimulación 51
Tabla 16 Nivel de desarrollo de lenguaje del niño 51
Tabla 17 Factores de riesgo con prácticas de crianza 53
Tabla 18 Factores familiares y prácticas de crianza 54
Tabla 19 Prácticas de crianza y desarrollo del lenguaje 55
Índice de gráficos
Figura 1: Esquema de las variables de estudio 37
Figura 2: Árbol de regresión de factores predictores en el desarrollo del lenguaje 57
4
Glosario
CES-D. Center for Epidemiological Studies- Depression Scale (Centro de Estudios
Epidemiológicos- Escala de Depresión)
INEC. Instituto Nacional de Estadística y Censo
MICS. Multiple Indicator Cluster Survey (Encuestas de Indicadores Múltiples por
Conglomerados)
PSI. Parental Stress Index.(Índice de Estrés Parental )
UNICEF. United Nations International Children´s Energency Fund (Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia)
5
Agradecimientos
Quiero expresar mi agradecimiento a mis tutores Dr. Eduardo Ortiz y Dra. Lisa Boyce,
quienes, con sus conocimientos y experiencia, se convirtieron en una guía académica
fundamental y en una fuente de inspiración y motivación permanentes para el cumplimiento de
este importante reto académico, que, sin duda, constituye un paso muy significativo en mi
desarrollo personal y profesional.
A los profesores evaluadores, especialmente, a la Msc. Marcela Santos por la revisión
cuidadosa que ha realizado de este texto y sus valiosas sugerencias en momentos de duda. A mi
familia, quienes, con su incondicional apoyo, supieron entender mis ausencias, demostrando su
absoluta confianza en mi esfuerzo y los propósitos que han alimentado este reto profesional y
académico. Su aliento y compañía a lo largo de este proceso de grandes aprendizajes, sin duda,
se constituyeron en un apoyo fundamental para poder concluir esta importante fase de mi
desarrollo personal y profesional.
Y, finalmente, a todas las personas que de una u otra manera contribuyeron a la consecución
de esta meta.
6
Abstract
El presente trabajo de investigación se plantea como objetivo medir el nivel de influencia que
poseen los factores de riesgo y los factores familiares en las prácticas de crianza destinadas al
desarrollo del lenguaje, en niños de 18 meses, provenientes de diferentes zonas, tanto rurales
como urbanas del país, así como de diferentes niveles sociales, económicos y educativos.
Este estudio socioeducativo utilizó una metodología de análisis cuantitativo para establecer la
correlación entre el ingreso económico familiar por persona y el desarrollo del lenguaje de los
infantes. El estudio también arrojó resultados sobre la relación que existe entre la cantidad de
libros disponibles en el entorno familiar y las prácticas de crianza orientadas al desarrollo del
lenguaje. Finalmente, se realizó un “árbol de regresión” que permitió establecer que la lectura es
un factor decisivo en el desarrollo del lenguaje del grupo de niños estudiados.
7
Introducción
La familia es el primer lugar de socialización de los niños, es decir, el espacio en donde los
niños experimentan durante la primera infancia una serie de aprendizajes fundamentales para su
desarrollo cognitivo, afectivo, motriz, lingüístico. Por ello, es necesario que los padres o
cuidadores primarios del núcleo familiar realicen prácticas adecuadas de crianza y cuidado
(Mustard, 2006).
Los padres pueden estimular, desde edades tempranas de los niños, el desarrollo de
competencias lingüísticas a través de prácticas de crianza cotidianas. Estas prácticas de crianza
son acciones concretas que los padres o cuidadores primarios ejecutan con el fin de estimular en
el niño su desarrollo cognitivo, su capacidad de socialización y de supervivencia. Entre las
principales actividades de estimulación, se pueden mencionar la lectura de cuentos y la
realización de diferentes actividades, como el juego, el canto, las conversaciones, las
explicaciones, las salidas de exploración y recreación, la alimentación y el cuidado de la salud,
entre otras. También es importante mencionar el rol clave que juegan en la estimulación de estos
hábitos, los materiales y los espacios que los adultos ofrecen al niño para que pueda explorar,
aprender y jugar (Peralta, 1996). Hay que señalar que estas prácticas están arraigadas en las
creencias y costumbres familiares que son validadas culturalmente, convirtiéndolas en un objeto
de estudio complejo y dinámico (Gallego, 2012).
En Latinoamérica, se han realizado varios estudios, desde diversas disciplinas, sobre la
influencia que tienen las prácticas de crianza en el desarrollo cognitivo de niños y niñas menores
a seis años, así como en sus competencias relacionadas con otros ámbitos del desarrollo integral
de los menores, como el de los roles de género, el contexto cultural, social, económico y
familiar, todos elementos que aportan información crítica para posteriores investigaciones.
8
En Colombia, Gallego (2012) realizó el estudio documental Familias, infancia y crianza;
tejiendo humanidad, en el que se destaca a la familia como el primer espacio de socialización del
niño, es decir, como el espacio de inserción en la cultura y como el espacio en donde el infante
adquiere su seguridad emocional, al fortalecer sus vínculos afectivos en el primer año de vida.
Este estudio de tipo hermenéutico, que se realizó con familias monoparentales y cuyos jefes de
familia son mujeres, identificó que las percepciones sobre la crianza se relacionan con el cuidado
que las madres brindan a sus hijos para atender a sus necesidades y demandas, así como con el
nivel educativo de la madre o la idea de educación que esta desea para su hijo. Finalmente, el
estudio identificó la percepción del rol protagónico que se le atribuye a la madre en la
orientación y formación de sus hijos.
Por otro lado, Ramírez (2005) realizó un estudio sobre cómo los padres (padres y madres),
contribuyen al desarrollo de los hijos. Este trabajo analiza las estrategias de socialización y las
prácticas de crianza, en relación al nivel educativo y la edad de los padres, así como el tiempo
que estos dedican al hogar.
La investigación de Johnston (2010), Factores que afectan el desarrollo del lenguaje,
identifica a la pobreza como un factor de riesgo que impide un desarrollo óptimo del lenguaje en
los infantes, debido a que la calidad y cantidad de interacciones y estímulos verbales disminuye
en este tipo de entornos, aumentando de este modo el riesgo de que los niños presenten
problemas cognitivos, lingüísticos y sociales. El estudio, además, identifica a la maternidad
adolescente como otro factor de riesgo para la crianza de los niños y su desarrollo emocional y
cognitivo. Esto se explica, en gran medida, debido a que las madres menores de edad están
todavía en un período de formación y requieren satisfacer otro tipo de necesidades (estudios,
socialización, actividad económica), lo que impide que compartan más tiempo con sus hijos. Por
9
supuesto, la ausencia prolongada de los padres en el hogar provoca que no se generen los
estímulos verbales necesarios para un óptimo desarrollo del lenguaje en los infantes que tienen a
su cuidado.
En el Ecuador, la implementación de políticas públicas de atención a la primera infancia,
como la estrategia Infancia Plena, está orientada a la atención prioritaria de niños y niñas, así
como a la capacitación de padres en prácticas de crianza. El enfoque de la política pública en este
tema es multisectorial, ya que integra en la implementación de su política áreas como la salud, la
educación, la nutrición y la recreación, en niños de 0 a 5 años (Ministerio Coordinador de
Desarrollo Social, 2014).
Rodríguez (2015) realizó una evaluación de los programas y servicios de desarrollo infantil
integral en el Ecuador, durante los años 2009, 2010, 2013 y 2015. Esta evaluación comparó los
marcos teóricos y metodológicos de estos programas y servicios públicos durante estos años,
revelando la importancia que tiene la participación de la familia y la comunidad en la crianza y
desarrollo de los niños.
Las investigaciones antes citadas advierten sobre la importancia de seguir desarrollando este
tipo de estudios para entender mejor las prácticas de crianza en la familia y sus efectos en el
desarrollo integral de los infantes. En este sentido, en el presente trabajo se investiga sobre el
desarrollo del lenguaje en niños de 18 meses en diferentes contextos familiares del Ecuador.
El objetivo general de esta investigación es identificar el nivel de relación que existe entre los
factores de riesgo, los factores familiares y las prácticas de crianza orientadas al desarrollo del
lenguaje de los infantes. Entre los factores de riesgo analizados se pueden mencionar la
depresión, el estrés y los índices de pobreza determinados por el ingreso familiar, así como otros
factores familiares, como la edad, el nivel de instrucción de la madre, el tiempo que esta destina
10
a compartir con sus hijos, la cantidad de libros que existen en el hogar para el estímulo, y el
apoyo que recibe la madre de otros miembros del grupo familiar en las prácticas de crianza para
el desarrollo del lenguaje de los niños pequeños.
Además, la presente investigación examinará algunas prácticas de crianza orientadas a la
estimulación del desarrollo verbal de los infantes, como las conversaciones, la narración de
cuentos, las explicaciones, el canto y otras actividades recreativas, como los paseos y los juegos.
Finalmente, se explorará los factores de riesgo, los factores familiares y las prácticas de crianza
que predicen el nivel de desarrollo de lenguaje en niños pequeños.
El objetivo de este estudio es contribuir a proporcionar información que permita una mejor
comprensión sobre este complejo tema, así como proporcionar recomendaciones que aporten en
el mejoramiento de la implementación de programas que favorezcan el desarrollo del lenguaje en
la primera infancia, a partir del cultivo de prácticas de crianza positivas dentro de las familias.
Este estudio es parte de un proyecto más amplio de investigación con diferentes familias del
Ecuador, por tanto, los datos que se utilizan corresponden a los objetivos y preguntas de
investigación planteadas en el marco del mismo.
Revisión de literatura
La crianza: patrones, creencias, pautas y prácticas
La crianza que practican los adultos con los niños responde a factores sociales, históricos,
culturales y sociales, además, se fundamenta en patrones, creencias, pautas y prácticas que los
adultos establecen para garantizar el desarrollo y la integración del niño dentro de su cultura
(Peralta, 1996).
Los patrones de crianza, entendidos como la estructura cultural para el cuidado y el desarrollo
de los niños, que a su vez van a permitir el desarrollo y supervivencia de la cultura, se aprenden
11
de generación en generación (Peralta, 1996). En la cultura andina, por ejemplo, existe la
costumbre de envolver con fajas o telas a los niños recién nacidos para que no se espanten y
crezcan “bien derechitos”, considera que si no se les faja a los recién nacidos, estos podrían
desarrollar hernias en el futuro que les impediría trabajar de adultos. Este patrón, que sigue
vigente, se ha transmitido de generación en generación desde tiempos remotos hasta la
actualidad.
Las pautas hacen referencia a un “deber ser” sociocultural del grupo de referencia, reflejan lo
que es aceptado en la sociedad en tanto normas, costumbres, expectativas, de tal manera que la
familia adopta lo que se considera como adecuado para el niño (Castro, s,f.), como, por ejemplo,
cuando los adultos consideran que los niños no deben interrumpir cuando los adultos hablan,
porque es un acto de mala educación, o, de igual forma, con respecto al saludo “obligatorio” que
los niños deben brindar a las personas adultas.
Las creencias están arraigadas en los saberes compartidos de su grupo cultural, establecen
lazos e interacciones con los miembros de su familia y comunidad, y permiten justificar las
prácticas (Solis, 2007). Por ejemplo, los roles que deben asumir hombres y mujeres están
fundadas en la creencia de que la mujer tiene mejores aptitudes para las actividades del hogar y
la crianza de los niños, mientras que los hombres para traer el sustento económico al hogar.
Las prácticas de crianza son interacciones dinámicas entre los adultos y los niños para
posibilitar la supervivencia y el desarrollo de una determinada comunidad, por tanto, se
manifiestan en acciones específicas realizadas por los padres dentro de la cotidianidad. Estas
actividades están encaminadas a propiciar actividades de estimulación y a generar espacios y
materiales para los niños.
12
Las prácticas de crianza son acciones concretas que los adultos, en especial los padres de
familia, llevan a cabo con el propósito de orientar a los niños y niñas, en aras de su desarrollo,
supervivencia e integración a la vida social, que se constituyen como un medio de control (no
entendido como coacción sino como medio) de las acciones, y transmisión de valores, formas
de pensar y actuar. (Ahumada, s.f.)
Las prácticas de crianza no son generalizables, debido a la diversidad del tipo de familias en
las que se valoran, promueven o rechazan estas prácticas con los niños; por tanto es importante
revisar como la sociedad aborda la infancia, la construcción de su concepto y la diversidad que
implica ser niño en el contexto social y familiar.
Concepciones de la infancia desde la perspectiva de los adultos. En la sociedad actual, la
infancia es abordada desde diferentes enfoques, entre los que se pueden mencionar el político, el
legal y el psicológico, entre otros, que determinan, por un lado, las prácticas y las formas de
interactuar con los niños, y, además, que permiten entender que no existe una sola forma de ser
niño.
El concepto de infancia dista mucho de ser objetivo o universal. Esto se explica, por una
parte, porque cada sociedad, cada cultura define, explícita o implícitamente, qué es infancia,
cuáles son sus características y, en consecuencia, qué periodos de la vida incluye. Por otra
parte, diversos historiadores y otros estudiosos han demostrado cómo en diferentes momentos
de la historia de una misma cultura el significado del concepto también ha ido variando
(Casas, 1998, p. 16).
Cabe resaltar que, para el contexto de nuestro país, esta apreciación es válida, pues describe la
diversidad étnica, cultural y social de la población que lo constituye. De este modo, la visión que
se tiene del niño cambia de acuerdo al lugar geográfico, la clase social, el nivel educativo, etc.,
13
así como también varían las formas en cómo los adultos se relacionan con la infancia y cómo
identifican su desarrollo, sus problemas, necesidades e intereses. Por ejemplo, si los adultos
parten de la idea de que los niños entienden lo que se les dice, entonces podrían adoptar
estrategias para comunicarse con ellos, utilizando cambios en el tono de voz, en la entonación de
las palabras, en el uso del vocabulario. Por el contrario, si se considera que los niños no
entienden a los padres, estos últimos no buscarán estrategias para tratar de comunicarse con sus
hijos, y se justificarán diciendo que no hace falta hablarles porque ellos todavía no se comunican.
Según el análisis de Casas (1998), la infancia es “el conjunto de características
psicosociobiológicas de unos sujetos en estado de desarrollo, hasta que no alcanzan las
características consideradas como propias de otra etapa posterior de desarrollo” (p.23). Desde
otra perspectiva, este mismo autor señala que la infancia es una representación social que
“también resulta ser aquello que la gente dice o considera que es la infancia, una imagen
colectivamente compartida que va evolucionando históricamente” (p.25). Por lo general, estas
representaciones están fundadas en creencias y prácticas que la sociedad tiene con respecto al
niño, y que definen las interacciones e interrelaciones que en lo cotidiano los adultos establecen
con estos.
Colángelo (2003) indica que “eso que nosotros llamamos infancia no representa lo mismo ni
es vivido de la misma manera en todos los grupos humanos” (p.2). Las representaciones sociales
de la infancia, es decir, “el cómo la sociedad concibe a los niños”, marcan la forma de relación y
valoración que esta sociedad establece con los niños, como miembros de la comunidad. Por
tanto, es importante conocer qué es lo que el adulto (padre, madre, educador, cuidador primario)
piensa, dice, valora de un niño, porque de este modo podremos inferir cuáles podrían ser sus
prácticas de crianza y cuidado.
14
Lo expuesto hasta el momento da cuenta de que la visión que se tiene de la infancia es una
construcción social, histórica y cultural de la forma en cómo los adultos han ido relacionándose y
valorando a los niños en su diversidad e individualidad. Las prácticas de crianza como producto
social están relacionadas con la visión que tienen los padres de sus hijos. En consecuencia, el
desarrollo de las habilidades afectivas, sociales, cognitivas y lingüísticas de los niños
dependerán, entre otros factores, de las prácticas de crianza que se derivan de la concepción que
tengan sus padres sobre la infancia.
El contexto sociocultural de la familia en el ejercicio de una parentalidad positiva
La familia está determinada por la cultura, pues las prácticas, las costumbres, las tradiciones,
las creencias de cada contexto cultural orientan la forma en cómo las personas se comportan y
establecen sus relaciones interpersonales. Las interacciones entre padres e hijos son el resultado
de un complejo proceso en el que intervienen tanto factores biológicos como sociales. En este
sentido, los niños nacen con ciertas capacidades de aprendizaje que se desarrollan acordes a las
formas de vida de su contexto.
El desarrollo humano se construye necesariamente sobre la dote histórica con la que los
humanos nacen al mismo tiempo como miembros de su especie y como miembros de su
comunidad. Por lo tanto, es una falsa dicotomía enfocarse entre “naturaleza” o “crianza”
como influencias separadas en el desarrollo humano. Los bebés entran al mundo equipados
tanto con patrones de acción como preferencias y prejuicios en el aprendizaje, basados en sus
genes individuales y los propios de la especie, así como con su experiencia prenatal. Ellos
también vienen equipados con sus cuidadores quienes estructuran su mundo biológico y social
en formas derivadas de las suyas propias y del desarrollo filogenético e historia cultural de
sus ancestros. (Rogoff, 2003, p. 8)
15
La familia no es una isla, por el contrario, es un espacio que está integrado a la comunidad,
donde se adquieren valores, creencias, tradiciones, ideales y costumbres, que, a su vez,
fundamentan las prácticas de crianza que ejercen los adultos, especialmente los padres, con el
propósito de estimular el desarrollo de los niños e integrarlos a la vida social. Por tanto, la
familia es un espacio de intercambios simbólicos e imaginarios que permiten transmitir la cultura
a nivel individual y social (Muñoz, 2005).
La familia constituye un pilar fundamental en la sociedad, razón por la cual recae sobre los
padres la responsabilidad de promover valores, actitudes, comportamientos, y brindar un
contexto adecuado para que los niños aprendan a descubrir el mundo y a relacionarse e
interactuar con los demás (Muñoz, 2005). Esta función de parentalidad tiene dos dimensiones: la
biológica, relacionada exclusivamente con la procreación, y la social, vinculada a la
responsabilidad de los padres de brindar el apoyo social necesario a los niños durante la crianza
para satisfacer sus necesidades educativas, así como para enfrentar de manera solvente la vida
personal y familiar (Sallés y Ger, 2011).
La parentalidad positiva es el conjunto de actitudes y comportamientos que tienen los padres
y las madres para fomentar el bienestar y el desarrollo integral de los niños. Estas prácticas de
cuidado, afecto, protección, seguridad posibilitan a los padres instaurar límites para mejorar la
autonomía y toma de decisiones del infante dentro del entorno social y comunitario en el que se
desenvuelve (Rodrigo, Máiquez y Martín, 2010).
La tarea de ser padres y madres no se ejerce en un vacío, ni depende exclusivamente de las
características de los progenitores. Se ejerce dentro de un espacio ecológico cuya calidad
depende de tres tipos de factores: el contexto psicosocial donde vive la familia, las
16
necesidades evolutivo/ educativas de los menores y las capacidades de los padres y madres
para ejercer la parentalidad positiva. (Rodrigo, et al., 2010, p.13)
En la actualidad, existe una gran diversidad de dinámicas familiares y modalidades de ejercer
la parentalidad, debido a que los padres y madres de las nuevas generaciones ya no se limitan a
reproducir los patrones, las creencias y las pautas de crianza, que han recibido del pasado, sino
que, por el contrario, desarrollan nuevas prácticas basadas en su propia experiencia y
conocimientos. Desde esta perspectiva, se puede afirmar que las nuevas prácticas de crianza
responden a las necesidades y características actuales, tanto de la familia como de las de sus
miembros. En este nuevo contexto, los hijos son considerados como sujetos activos que inciden
en las prácticas de los padres.
Los padres, al igual que los hijos, están en un proceso de desarrollo de sus habilidades
parentales, por lo que requieren apoyo, contención, reconocimiento, convirtiendo a las redes de
apoyo social en una alternativa en este sentido (Rodrigo, et al., 2010).
Factores de riesgo en la crianza y desarrollo de los niños. En el ejercicio de la
parentalidad, como lo explica Rodrigo (2010), existen condiciones, relacionadas con el contexto
psicosocial, las necesidades evolutivas de los niños y las capacidades de los padres, que pueden
afectar de manera negativa el proceso de crianza de los niños. Casas (1998) define los factores de
riesgo de la siguiente manera:
Determinadas condiciones biológicas, psicológicas o sociales, medidas mediante variables
directas o indicadores (sociales o psicosociales) que, acorde con conocimientos científicos, se
ha demostrado que participan probabilísticamente en los antecedentes o en las situaciones
asociadas o implicadas con la emergencia de diferentes enfermedades, problemáticas o
necesidades sociales. (p.168)
17
Actualmente, se ha evidenciado que los factores que influyen en el desarrollo de los niños,
pueden presentar múltiples riesgos, originados por estresores presentes en el contexto familiar y
social de los infantes. De igual forma, existen factores contenedores, compensadores o
protectores, a los cuales Henderson y Milstein (2005) los definen como “características de la
persona o del ambiente que mitigan el impacto negativo de las situaciones y condiciones
estresantes” (p. 27).
Cuando existen varios factores de riesgo en la familia, se dificulta la toma de decisiones
acertadas por parte de los padres con respecto a la crianza respetuosa de los niños, debido a que
la resolución urgente de estos problemas cotidianos ocasionan la negligencia, el abandono y el
desinterés de la familia hacia los hijos; círculos de maltrato, violencia, abandono, que
constituyen problemas psicosociales que afectan a toda la sociedad y al desarrollo de los niños
pequeños en particular.
Los factores de riesgo que se analizan en la presente investigación están relacionados con la
pobreza, la depresión y el estrés maternos.
La pobreza por ingresos y sus consecuencias en las prácticas de crianza. La medición de la
pobreza se establece a partir de diversos indicadores sociales, económicos y culturales,
relacionados con el acceso a bienes y servicios por parte del núcleo familiar. La medición de la
pobreza por ingresos es uno de los métodos que utiliza el Instituto Nacional de Estadística y
Censo (INEC) para medir la pobreza en nuestro país. Otros métodos utilizan el nivel de acceso a
la educación, la salud o la alimentación como criterios para medir este indicador.
La medición de la pobreza por ingresos se obtiene de comparar el monto de los ingresos
económicos familiares y los ingresos mínimos, que una familia necesita para satisfacer un
conjunto de necesidades básicas. Según este método de medición, se considera una persona
18
pobre cuando el ingreso total del núcleo familiar al que pertenece esta persona no llega a cubrir
el mínimo de ingresos que cada uno de los miembros de este grupo necesita para satisfacer sus
necesidades básicas, o, explicado en términos técnicos, cuando el ingreso familiar por persona es
inferior a la línea de pobreza (INEC, 2017).
Según datos del INEC (2017), presentados en su Reporte de pobreza y desigualdad, la
pobreza por ingresos a nivel nacional en el mes de junio se ubicó en 23,1% y la pobreza extrema,
en 8,4%. A nivel urbano, la incidencia de la pobreza es de 14,6% y de la extrema pobreza, de
3,90%, mientras que en el área rural la pobreza es de 41,0% y la pobreza extrema, de 17,8%. Es
importante recordar que la línea de pobreza se ubicó en $85,58 mensuales, por persona, y la de la
pobreza extrema, en $48,23 mensuales, por persona.
El INEC realizó en este reporte un análisis de datos del indicador de pobreza en cinco
ciudades autorepresentadas del país: Guayaquil, Quito, Cuenca, Ambato y Machala. En los datos
estadísticos obtenidos no se encuentran diferencias significativas entre ciudades. Como ejemplo,
cabe mencionar que Machala es la ciudad con mayor incidencia de pobreza de las cinco, para
junio 2017, con 14,4%, y Quito es la de menor nivel de pobreza, con 7,8%, para ese mismo mes.
Tabla 1
Evolución de la pobreza (ciudades principales)
Ciudad Jun-16 jun-17 Dif p-valor
Quito 7,9% 7,8% -0,1 0,949
Guayaquil 8,5% 10,5% 2,0 0,206
Cuenca 7,6% 7,8% 0,2 0,934
Machala 10,1% 14,4% 4,3 0,059
Ambato 9,8% 10,2% 0,4 0,886
Nota: Recuperado de: Reporte de pobreza y desigualdad, INEC, 2017, Recuperado de
http://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/webinec/POBREZA/2017/Junio/Informe%20pobreza%20y%20desi
gualdad%20%20jun%202017%2014072017.pdf
19
Mientras tanto, la pobreza extrema se ha reducido en Cuenca, en 1,7%, y ha aumentado en
Ambato, en 4,0%.
Tabla 2
Pobreza extrema (ciudades principales)
Ciudad Mar-15 Mar-16 Dif p-valor
Quito 1,7% 1,9% 0,2 0,800
Guayaquil 1,5% 1,9% 0,4 0,596
Cuenca 0,7% 1,7% 1,0 0,351
Machala 1,5% 2,1% 0,6 0,543
Ambato 4,0% 4,0% 0,0 0,988
Nota: Recuperado de: Reporte de pobreza y desigualdad, INEC, 2017, Recuperado de
http://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/webinec/POBREZA/2017/Junio/Informe%20pobreza%20y%
20desigualdad%20%20jun%202017%2014072017.pdf
La pobreza es un factor multiriesgo, como se mencionó antes en este mismo trabajo, que
afecta a la familia en muchos sentidos, por ejemplo, el nivel educativo, la condición de salud, la
ocupación, la estructura familiar, el acceso a servicios básicos, el acceso a vivienda, etc.. Por
supuesto, estas condiciones de la pobreza influyen de manera importante, en las prácticas de
crianza que los padres práctican con sus hijos.
Los niños de las familias que no han logrado superar la condición de pobreza y pobreza
extrema reproducen en su edad adulta los patrones y prácticas de crianza que vivenciaron, por
ejemplo, tensión e inestabilidad emocional que influyen en la manera en cómo estos establecen
relaciones con sus hijos, respondiendo a sus necesidades de manera agresiva. Además, las
actividades de estimulación que se ven interferidas son los juegos de contacto físico, la
gesticulación voluntaria, las verbalizaciones, las palabras cariñosas, muestras de interés por las
necesidades de los niños (Aguirre, 2002).
La pobreza por el nivel de ingresos económicos es un factor de riesgo que requiere una
atención especial, que modifique las condiciones de vida de los niños y los núcleos familiares
20
que sufren esta condición, con programas que puedan generar impactos, tanto individuales como
sociales.
La depresión materna. Es identificada como un factor de riesgo para el desarrollo infantil,
debido a que puede generar prácticas inadecuadas en la crianza de los niños que afecten su
desarrollo (Campbell, 2010).
La depresión materna ocurre durante el embarazo o el posparto, y se caracteriza por provocar
en la madre alteraciones en el estado de ánimo y dificultades para establecer vínculos afectivos
con su hijo, lo que perjudica la estimulación que los niños requieren en sus primeros años de
vida.
La depresión materna alude a las dificultades percibidas por parte de la madre durante el
embarazo, como, por ejemplo, la falta de acompañamiento de la pareja o la familia, así como la
falta de conocimiento sobre su rol parental. También está depresión materna puede tener su raíz
en los antecedentes de depresión en la familia.
Los efectos negativos en los niños, provocados por la depresión materna durante la crianza se
manifiestan en las dificultades que tienen estos para expresar afecto, manejar sus emociones,
establecer relaciones interpersonales, desarrollar sus facultades lingüísticas, académicas y de
autoestima (Goodman, 2010).
El estudio de Appelbaum et al. (1999) señala que las mujeres que reportaron tener síntomas
crónicos de depresión son menos sensibles a las necesidades de sus niños, juegan y les hablan
menos, por tanto, existe mayor probabilidad de que los niños, afectados por esta situación,
tengan un desarrollo lingüístico menor.
El estrés materno. Se refiere a las condiciones de las madres para responder desde su rol a las
necesidades y demandas de los hijos de manera competente. Las fuentes de estrés, en muchas
21
ocasiones, provienen de constantes tensiones de pareja, problemas de salud, discapacidades, alto
número de hijos que requieren atención y respuestas a sus necesidades diarias. La madre, al
ejercer un rol mucho más activo que el padre, es quien experimenta mayores niveles de estrés
(Pérez, 2010).
El estrés tóxico, que muchas madres pueden experimentar por la acumulación de estresores,
genera prácticas de crianza inadecuadas que repercuten en el desarrollo neurobiológico de los
niños.
Según Mustard, tal como se citó en Arruabarrena (2012), en la etapa prenatal y la primera
infancia, el infante experimenta un crecimiento cerebral y una activación neuronal, que van
especificando las funciones cerebrales. Este es el motivo por el que la exposición al estrés tóxico
produce cambios en la arquitectura y funcionamiento cerebral del niño, que inciden
negativamente en su proceso de adaptación al ambiente.
Cuando se activa la senda del estrés con el incremento de producción de la hormona cortisol,
se interfiere en el desarrollo cerebral, la sinapsis y la estructuración del sistema límbico del niño,
que se verá reflejado posteriormente en problemas físicos, tales como presión alta, problemas
cardiovasculares, problemas inmunológicos, etc., y psicológicos, relacionados con dificultades
en el desarrollo cognitivo, afectivo y social de los infantes.
Las condiciones adversas que experimentan los niños desde la etapa prenatal y la primera
infancia pueden modificarse con prácticas de crianza positivas, que permitan establecer un
vínculo de apego seguro al interior de la familia. De ahí la importancia que tiene el trabajo que se
realice con las familias, sobre todo en el ámbito de la prevención en edades tempranas y en los
procesos de intervención temprana, cuando se detectan problemas familiares, en la salud o en el
comportamiento de alguno de sus miembros (Rodrigo, et al., 2010).
22
En el estudio de Pérez, Pérez, Montealegre (2012), Estrés parental, desarrollo infantil y
atención temprana, se analizó si el desarrollo cognitivo, del lenguaje y del aparato motor, se
relaciona con el estrés total de los padres. Entre los resultados del estudio, encontraron que el
padre experimenta menores niveles de estrés que la madre debido a que la madre interactúa una
mayor cantidad de tiempo con el hijo. Además, con respecto al desarrollo infantil, se encontraron
correlaciones significativas, inversamente proporcionales, entre los elementos de la escala
motora y el estrés de la madre, es decir, mientras menor ejecución motora del infante mayor
estrés total de la madre. Por otro lado, el estudio identificó que cuando la madre tiene sobre el
infante una percepción de “niño difícil”, se incrementa la interacción disfuncional y el malestar
materno, afectando el desarrollo motor de los niños.
En contextos de riesgos es importante que las familias puedan recibir el apoyo social y
económico necesario para mejorar sus condiciones de vida, de tal forma que puedan cubrir sus
necesidades. Sin duda, solo un cambio en este nivel podrá traer un bienestar prolongado a estas
familias, sin embargo, también resulta de gran ayuda la conformación de redes de apoyo
informales (la familia extensa, los amigos cercanos, los círculos de padres) o redes formales,
cuando existen condiciones de vulnerabilidad mayor que requieren el apoyo de profesionales e
instituciones.
Factores de protección en la crianza y desarrollo de los niños. Los factores de protección
reducen los riesgos a que un individuo experimente situaciones que perjudiquen su estabilidad
física, psicológica y social, de ahí que cualquier recurso de protección, personal, familiar o
social, son necesarios.
Existen factores de protección que favorecen el desarrollo personal, emocional, afectivo de
todo niño. Rapado (2006) define a los factores de protección como:
23
Modelos individuales o de relación, actitudes, conductas, circunstancias individuales y
colectivas, que se van conformando en un medio social (familiar, en el caso de los niños) y
que incluyen aspectos relacionados con la salud, educación, vivienda, afectos y conductas
sanas y saludables. (p.1)
Los factores de protección se pueden clasificar en personales, familiares y sociales. Los
factores personales están relacionados con las habilidades cognitivas, el nivel de autoestima, la
capacidad de resolución de problemas de cada persona; los factores familiares se asocian al nivel
económico y educativo, al nivel de estímulos que ofrecen los padres a los hijos y a la presencia
de una estructura familiar estable; finalmente, los factores sociales se relacionan con el acceso de
la familia a salud, educación, vivienda, redes de apoyo comunitario.
La familia como red de apoyo. La familia constituye la red de apoyo más importante con la
que cuentan los padres para la crianza de sus hijos. El reconocimiento de los recursos familiares
ayuda a manejar las situaciones complejas que enfrentan las familias en la crianza y educación
de sus hijos, ayudando de este modo a que se reduzcan los comportamientos de riesgo.
La familia, cuando está conformada por miembros parentales de diferentes generaciones,
como ocurre con padres, hijos, abuelos, tíos, primos, que viven en un mismo lugar, se denomina
familia extensa, y, en condiciones de riesgo, puede ser considerada como un factor de protección.
La familia extensa apoya a la madre cuando tiene una condición de vulnerabilidad, la
condición de madre soltera, adolescente, por ejemplo. Si en la familia existen relaciones estables
y afectivas, en donde prima el diálogo para la resolución de conflictos y las tareas del hogar son
compartidas, se crean las condiciones necesarias para que los menores se sienten aceptados,
queridos y respetados. Además, en estas circunstancias, la madre puede estar más atenta a las
necesidades de su hijo y a las suyas propias, como, por ejemplo, en el caso de las madres
24
adolescentes, completar sus estudios, conseguir una fuente de trabajo y mantener sus relaciones
sociales. Todo esto solo sólo lo puede realizar si cuenta con el apoyo de su familia de origen. De
igual forma, la familia puede ayudar a la madre facilitándole información sobre el desarrollo
infantil, de tal forma que cuente con las herramientas que le permitan ayudar a su hijo, y de este
modo se sienta más involucrada en el proceso de crianza. Esto le permitirá, junto a sus
experiencias y conocimientos, tomar decisiones de forma oportuna y pertinente con respecto a
las necesidades del infante durante todo su crecimiento (Brazelton y Greenspan, 2005).
Cuando existe depresión materna, la función que cumple la familia es vital, debido a que
acompaña y restituye el vínculo con el hijo, a la vez que atiende al niño que en ese momento
puede ser abandonado emocionalmente por parte de la madre.
De igual forma, en situación de pobreza, la familia es capaz de unir sus esfuerzos para que los
ingresos mejoren las condiciones materiales, servicios básicos y alimentación, así como, en el
campo afectivo, encontrar una fuente de afecto compartido, que ayude a enfrentar las carencias o
ayude a compensarlas, con el apoyo que se brindan de modo recíproco los miembros del grupo
familiar (Brazelton y Greenspan, 2005).
Además existen características psicoeducativas favorables dentro de la familia, que
contribuyen en el desarrollo de los niños, fortaleciendo sus habilidades personales, sociales y
comunicativas, en el marco de unas formas de comunicación que promueven la escucha y el
respeto por parte del adulto hacia los intereses e inquietudes del niño, así como hacia la
resolución de conflictos a través del diálogo, para no recurrir a la agresividad, violencia o
amenaza. Otra característica psicoeducativa de la familia se relaciona con el fomento de la
disciplina que construye normas y establece rutinas, en forma consensuada. Finalmente, otra de
25
sus características es propiciar y promover momentos para el ocio y el uso del tiempo libre, en
los que la familia pueda disfrutar de tiempo juntos (Rodrigo, et al., 2010).
El nivel educativo de la madre. El nivel de educación de las madres influye en las prácticas
de crianza con sus hijos, en la medida que reproducen sus propias experiencias del pasado en las
nuevas relaciones y entornos familiares, sin que esto signifique que no puedan cuestionarlas o
acogerlas, reconociendo la importancia que tiene el rol materno en el desarrollo de los niños.
Esto permite a las madres tomar decisiones e involucrarse más en la crianza de sus hijos.
Solis y Días (2002), en su estudio Los efectos de un programa de crianza para mamás y
papás de niños pequeños: la importancia del nivel educativo de los padres, realizado en México,
encontraron que existe una correlación significativa entre la mayoría de las actitudes y
comportamientos que los padres tienen en la crianza de sus hijos y el nivel de escolaridad de los
padres; además, en ese mismo estudio, se indica que los padres con un menor nivel de
escolaridad, a pesar de haber recibido un programa de entrenamiento para mejorar sus prácticas
de crianza, obtuvieron puntajes más bajos, comparados con los padres con mejores niveles
educativos. Aunque cabe señalar que los puntajes antes del entrenamiento fueron similares a los
que se obtuvieron luego del mismo.
En el estudio de Tamis y Rodríguez (2008), El rol de los padres en fomentar el aprendizaje y
desarrollo del lenguaje en niños pequeños, se señala que los padres con mejor educación tienen
mejores capacidades para proporcionar a sus hijos experiencias positivas de aprendizaje.
Los libros en la práctica de lectura de padres a hijos. Los libros no solo son para leer, sino
que también permiten la interacción del adulto con el niño, entregando al adulto una herramienta
poderosa para responder a las necesidades de los niños. La lectura genera en los infantes
procesos de preguntas y respuestas, de escucha y de enunciación, así como procesos de
26
construcción de nuevas palabras, de recreación de situaciones diversas y de producción de
relatos, que favorecen la estimulación cognitiva, lingüística y social del niño.
Tamis y Rodríguez (2008) coinciden en que los materiales de aprendizaje, como los libros y
los juguetes, adecuados para la edad de los niños, les brindan oportunidades para generar
experiencias fundamentales en su desarrollo.
Prácticas de crianza que favorecen el desarrollo del lenguaje
Las prácticas de crianza son particulares en cada familia y en cada contexto cultural, e
implican interacciones dinámicas entre los padres y sus hijos para promover el desarrollo y la
supervivencia de los niños en la cotidianidad de su entorno.
Las interacciones dinámicas generan un grado de intersubjetividad, que facilita al adulto
entender su posición con respecto al niño y responder a las demandas y necesidades de
estimulación del mismo. De tal manera, estas interacciones dinámicas ayudan a seleccionar,
organizar y proporcionar situaciones o actividades que, por un lado, fortalecen el vínculo
afectivo y, también, promueven el desarrollo integral del niño (Muñoz, 2005).
Estas interacciones se presentan cuando los padres promueven actividades con sus hijos de
carácter educativo, como hablar, escuchar y participar, lo que facilita la transmisión e
interiorización de las normas y saberes de la cultura al infante, y, al mismo tiempo, le proveen al
niño de las herramientas necesarias para la resolución de retos y exigencias. Esto le permite al
infante reconocer sus capacidades, y alentar su independencia o tener la capacidad de recibir y
solicitar apoyos cuando lo requieren.
Las actividades de estimulación entre padres e hijos desde la tradición oral en el
desarrollo del lenguaje. La oralidad en el hogar, durante la etapa prelingüística, genera
oportunidades para llenar el mundo infantil de expresiones, poemas, retahílas, trabalenguas,
27
cuentos, juegos, canciones y palabras, es decir, de lenguaje. Esto permite que el niño cuente con
un entorno familiar seguro, que estimule sus capacidades de pensar, analizar y sentir, es decir, de
desarrollar sus estructuras cerebrales (Mustard, 2006).
El desarrollo del lenguaje es uno de los aprendizajes más complejos en los primeros años de
vida de toda persona, por lo cual su desarrollo depende de las interacciones e intercambios con
adultos referenciales. Las palabras que utilizan los adultos están acompañadas de sonrisas,
expresiones faciales, caricias, besos, mimos, que complementan la sonoridad de la palabra,
facilitando al niño la comprensión de la expresión y expresividad lingüística y comunicativa de
su ambiente familiar.
Por tanto, la presencia de la oralidad en lo cotidiano, a través de conversaciones, lectura de
cuentos, descripción de espacios, momentos y situaciones vividas, constituye un valioso recurso,
que los padres pueden utilizar de manera creativa en todo momento, para favorecer la interacción
comunicativa de sus hijos con las personas que le rodean (Sadurni y Rostan, 2000).
De igual forma, el estudio de Johnston (2010) indica que el entorno o ambiente verbal influye
en el desarrollo del lenguaje. En el caso de los niños de 1 a 3 años de edad, que cuentan con
familiares profesionales y entornos muy comunicativos, el promedio de palabras oídas por
semana son tres veces mayor a los niños provenientes de familias no profesionales y poco
comunicativas. Es necesario recalcar que el estudio determinó que, a largo plazo, estos factores
pueden predecir el desarrollo del lenguaje de los niños a la edad de nueve años.
Escuchar la voz de la madre cantando arrullos y canciones, así como declamando poemas,
destinados para consolar y calmar al niño, o provocar sonrisas, estimular su apetito y
movimiento, así como propiciar el reconocimiento de elementos de su ambiente y los rostros de
personas cercanas, constituyen un mundo cargado de significados para el niño. Este mundo
28
lingüístico y sensorial es interpretado y apropiado por los niños, quienes se incorporan en el
lenguaje social, cargado de significaciones verbales y no verbales.
En la investigación de Ochoa y Zapata (2006), en sus conclusiones, se señala la influencia que
tiene la canción infantil en el desarrollo del lenguaje oral, ya que por medio de esta el niño
identifica sonidos con movimientos y palabras con acontecimientos, estimulando la función
comunicativa, así como enriqueciendo el vocabulario.
Suscitar conversaciones con niños menores de 3 años, para muchos adultos puede ser difícil.
A veces, la falta de predisposición para entender las necesidades comunicativas de los niños y
solo atender sus necesidades básicas como son mantenerlo limpio, alimentado, abrigado y
seguro; impiden un desarrollo integral del infante. En estos casos la comunicación se limita a
dar órdenes, instrucciones pero no a escuchar y preguntar. En el contexto de la cotidianidad, los
padres pueden narrar o relatar experiencias que han vivido en el día, para estimular el uso del
lenguaje en el entorno familiar, y lograr de este modo que el niño interactúe, preste atención, se
motive para plantear preguntas que le permitan comprender las experiencias escuchadas. Es
importante que los adultos puedan, de manera espontánea, aprovechar toda intención
comunicativa para impulsar el lenguaje como instrumento comunicativo pero también como
instrumento de pensamiento en el entorno familiar (Ritchhart, 2008).
Los juegos, como indica Bruner (1986), ofrecen situaciones en las que tanto el niño como el
adulto utilizan de manera sistemática el lenguaje, lo que permite “[…] que se dé la primera
oportunidad de ver que con palabras se consiguen cosas hechas” (p. 46). El juego incluye la
asignación de roles intercambiables, en el que uno toma la palabra y el otro escucha para iniciar
un diálogo lúdico. Por otro lado, el juego en los niños es gratificante y el placer que les produce
hace que se mantengan interesados en esta actividad.
29
Los juegos que los padres pueden realizar con sus hijos infantes posibilitan la cercanía, el
contacto físico entre los miembros de la familia, así como estimulan la escucha de nuevas
palabras, y la pronunciación de voces diferentes. Todos estos elementos favorecen en el niño el
sentido del ritmo y la melodía, así como estimulan los sentidos de la audición, la vista y el tacto;
además, de que el niño aprende una secuencia de frases, desarrolla la memoria, disfruta de
predecir el futuro, refuerza el vínculo con el adulto a través de las risas, las cosquillas y los
abrazos.
Durante la lectura de cuentos, los padres pueden nombrar personas y objetos, realizar
descripciones de la acción, establecer diálogos, a partir de las imágenes, etc. Los padres o
cuidadores primarios pueden adaptar la lectura a las aptitudes y necesidades del niño. La
variedad de tipos de enunciados que realizan los padres en la lectura permite que el niño fije la
atención en elementos concretos, que sea capaz de describir o inferir las imágenes lingüísticas,
nombrar los objetos y, también, reafirmar sus expresiones. Este tipo de interacciones se pueden
realizar en función de lo que su hijo demanda, pero también con lo que el entorno ofrece para su
estímulo (Pelegrin, 2006).
Las respuestas de los niños podrían incluir vocalización, gestos, sonrisas, contacto visual con
su cuidador primario y búsquedas de un objeto especificado. Es importante indicar que la
interacción de los niños aumenta con la edad, además que su vocalización mejora y permite que
esta sea comprensible para sus interlocutores; el niño más grande es capaz de dotar de
significados a un mayor número de palabras, así como tiene la necesidad de ampliar su
vocabulario y de reproducir nuevos sonidos en la vocalización de nuevas palabras.
Los cuentos se vuelven una herramienta que facilita a los padres y a los niños establecer
interacciones positivas, mediante las cuales los niños podrán desarrollar sus capacidades
30
lingüísticas. Lamentablemente, en las familias de escasos recursos existen otras prioridades
vinculadas a la supervivencia, muy diferentes a las de tener libros y generar espacios de lectura.
El momento de la narración del cuento demanda al padre estar pendiente de las intenciones
comunicativas del niño para responder sus inquietudes, de tal forma que, por un lado, se estimule
y refuerce el interés del niño en la lectura y, por otro, que el padre se involucre más en la
actividad.
Raikes, et al. (2006), en su investigación, revelan que la lectura tiene una influencia
significativa en el desarrollo cognitivo y de lenguaje del niño. En relación al lenguaje, este
estudio identificó una correlación significativa que se da a los 14 meses entre la asociación para
la producción de palabras y la comprensión de vocalizaciones, y la producción de vocabulario,
que suele consolidarse a partir de los 24 meses.
Según la Encuesta Latinoamericana de hábitos y prácticas culturales de la Organización de
Estados Iberoamericanos (2013), en la pregunta sobre el número de libros que se leen como
promedio en un año en Latinoamérica, se indica que en esta región“se lee anualmente una media
de 3,6 libros. Por encima de este valor se situaría México con 6 libros y Uruguay con 5,4. Les
siguen Argentina, Colombia y Brasil, con un promedio de poco más de 4 libros por año” (p. 75).
En el Ecuador, la lectura tiene un promedio de 3 libros por año, lo que da cuenta que el hábito
lector en nuestro país es bajo comparado con otros países de la región.
De igual forma, Tamis y Rodríguez (2008) concluyen en su estudio que existen tres aspectos
en el hogar que promueven el lenguaje: las actividades de aprendizaje, como la lectura de
cuentos, la dedicación de los padres a sus hijos y la presencia de materiales de aprendizaje.
Cuando existen estas condiciones, se puede observar que el desarrollo del lenguaje en los niños
es mayor, comparado con los niños que carecen de estas condiciones.
31
Con respecto a los espacios educativos, Muñoz (2005) indica que en la cotidianidad de la
familia se pueden estructurar y resignificar las experiencias, creando lugares de encuentro y
relación en torno a actividades y materiales de estimulación adecuados a las características e
intereses de cada infante. Estos espacios y actividades, por lo general, se pueden presentar de
forma variada y regular en el entorno familiar, para que de este modo se puedan integrar como
rutinas dentro de la vida cotidiana.
Perspectivas sobre el desarrollo del lenguaje de los niños
El desarrollo del lenguaje se define como la capacidad del niño para producir y comprender el
idioma de su cultura, es decir, como la capacidad del infante para comunicarse con los demás,
obtener información del medio que le rodea, manifestar sus necesidades físicas, afectivas,
sociales y para establecer relaciones interpersonales cercanas y significativas con los miembros
de su comunidad cultural (Rogoff, 2003).
Autores como Broca y Wernike han investigado el desarrollo del lenguaje en los niños desde
el punto de vista neurológico. Desde la psicología, en cambio, se cuenta con los aportes de
Piaget, Vygotsky y Bruner. A continuación, se expondrán de manera resumida algunos de los
planteamientos más importantes de los teóricos antes mencionados.
Broca estudió las zonas del cerebro que se encargan del habla o lenguaje expresivo, que se
encuentran en el lóbulo frontal. Por su lado, Wernike identificó en el lóbulo temporal la zona del
cerebro relacionada con la comprensión del habla (Burneo, 2003).
Piaget, a partir de su teoría genética y constructivista, si bien no plantea una teoría sobre el
desarrollo del lenguaje, lo concibe como un producto de la inteligencia. Desde esta perspectiva,
el autor mencionado señala que existe, en la primera etapa del infante, un lenguaje egocéntrico
32
en el que el niño habla consigo mismo, para luego pasar a la etapa del lenguaje socializado o
comunicativo, en la que el niño trata de comunicar su pensamiento (Piaget, 1999).
La concepción del lenguaje de Vygotsky pone énfasis en lo cultural, debido a que considera
que el lenguaje es el resultado de un proceso de intercambio y transmisión de conocimientos, sin
desconocer, por supuesto, la influencia que tiene este proceso en el desarrollo de las funciones
mentales del infante. Vigotsky considera que existen tres etapas en el desarrollo del lenguaje: el
lenguaje social, con el que el infante se comunica con los adultos, luego, el lenguaje egocéntrico,
que es la transición de la actividad social a una actividad más individual. Finalmente, la etapa del
lenguaje interiorizado, en la que el niño comprende y maneja su estructura (Piaget, 1999).
Bruner trata de conciliar las posturas de Piaget y Vigotsky, utilizando un enfoque
neurolinguístico. Su planteamiento consiste en que el niño accede al lenguaje a partir de la
comunicación entre madre e infante, es decir, a partir de las interacciones continuas, repetitivas y
rutinarias que establecen ambos. En este proceso, se destacan dos etapas: la prelingüística y la
lingüística.
La etapa prelingüística, según este autor, abarca el primer año de vida del infante, y
corresponde a la comunicación que tiene una carga afectiva y gestual, relegando a la palabra a
una función solo de apoyo. Esta etapa, según Bruner, determina el desarrollo posterior de la
comunicación lingüística, ya que con la enunciación de las primeras palabras con significado, el
niño empieza a desarrollar la comprensión simbólica del mundo, lo que motiva al infante a seguir
aprendiendo nuevas palabras (Bruner, 1986).
Características del lenguaje en el periodo prelingüístico. El periodo prelingüístico abarca
desde el nacimiento del infante hasta los 18 a 24 meses de vida. A continuación, se indicará los
hitos más importantes que se presentan en el desarrollo del lenguaje durante esta primera etapa,
33
tanto expresivos como receptivos, y que le permiten al infante comunicarse y entender el
significado de las palabras dentro de un contexto determinado (Alfonso e Ibáñez, 2013).
Después del nacimiento, hasta los tres primeros meses, la actividad de exploración y
descubrimiento que realiza el niño es intensa; observa a su alrededor, gira la cabeza ante un
ruido, reacciona frente a los cambios de luz o color y empieza a reconocer también los elementos
que conforman su entorno, los rostros de las personas más familiares, etc. Además, empieza a
comunicarse por medio de llantos, gritos, sonrisas sociales. También el niño comienza a
relacionarse con su lengua materna, a partir de la formulación de frases cortas, enunciadas por la
madre, en forma repetitiva, en voz alta y con una pronunciación exagerada, para describir las
acciones del niño y lo que pasa en su entorno.
De los seis a los 12 meses, el infante es capaz de comprender el significado de la palabra
“no”, además de reconocer su nombre y entender algunas palabras y gestos. Otra característica
interesante de esta etapa corresponde al balbuceo que emite el infante, que es similar en todos los
contextos lingüísticos y culturales. Solo a partir de los seis meses, los niños empiezan a
especializarse en su lengua materna. Durante el primer año, el bebé realiza adaptaciones
fonéticas de las primeras palabras, lo que le permite interactuar con los miembros de su familia y
comunidad.
Otro aspecto importante en la etapa pre lingüística es la coordinación que realiza el niño entre
el gesto y la vocalización, en torno a los 11 meses. En este etapa, se puede observar en los niños
gestos como los de apuntar y mostrar con los dedos, así como los de ofrecer los objetos por los
que tiene interés para interactuar con el adulto. Todos estos elementos fundamentan el desarrollo
posterior del lenguaje oral (Romero, Etxebarria, De Pablo y Romero, 2017).
34
Entre los 13 a 18 meses, el lenguaje expresivo de los niños se caracteriza porque empieza a
ser complementado con el habla. En este momento de su desarrollo, los niños alcanzan un
vocabulario mayor a 50 palabras, están ya en capacidad de combinar dos palabras en una misma
frase, empiezan a utilizar los adjetivos calificativos y son capaces de denominar objetos, figuras
y diferentes partes del cuerpo. En el lenguaje receptivo, son capaces de identificar los objetos o
dibujos que se nombran, además de manifestar interés por escuchar historias, así como
interactuar y responder a las rutinas de juego (Alfonso e Ibáñez, 2013).
En este momento tan crucial en la vida de los niños, como indica Rogoff (2003), la presencia
de los padres es muy importante porque desarrollan un vínculo afectivo a través de las palabras,
el contacto físico, las caricias, los besos, los mimos y los gestos de disgusto o gusto, que
enriquecen la vivencia de los niños; los padres entregan al niño una palabra viva y sentida, que
posibilitará el acceso al mundo mágico del habla, cargado de significaciones y expresividad
compartidas.
Los niños que tienen la posibilidad de contar con un ambiente favorable de oportunidades de
expresión afectiva y oral, ingresan en el mundo de la cultura y sus significados gracias a las
interacciones positivas que proponen los padres a través de la palabra, los cantos, los arrullos, el
pecho cercano. Este acceso al mundo social solo es posible si el cuidador primario está en
capacidad de estimular a menudo al niño para que pueda comunicarse sin limitaciones, expresar
sus afectos, emociones y conocimientos (Brazelton y Greenspan, 2005).
Por tanto las prácticas de crianza que los padres o cuidadores primarios realicen con sus hijos
y la frecuencia con la que interactúen tendrán efectos en el desarrollo del lenguaje.
35
Objetivo general
Identificar el nivel de influencia de los factores de riesgo y los factores familiares en las
prácticas de crianza para el desarrollo del lenguaje en niños de 18 meses, provenientes de
diferentes ciudades del Ecuador.
Objetivos específicos
Identificar el nivel de relación entre los factores de riesgo (pobreza, depresión, estrés) y las
prácticas de crianza.
Determinar el nivel de relación entre los factores familiares (nivel de instrucción del cuidador
primario, personas de apoyo en la crianza, tiempo compartido de la madre) y las prácticas de
crianza.
Identificar el nivel de relación entre las prácticas de crianza y el nivel lenguaje.
Preguntas e hipótesis de investigación
¿Influyen los factores de riesgo en las prácticas de crianza para el desarrollo del lenguaje de
los niños de 18 meses?
Hipótesis (H1): Las familias con altos niveles de pobreza, depresión y estrés no cuentan en
sus prácticas de crianza, con actividades y materiales de estimulación para el desarrollo del
lenguaje del niño.
¿Influyen los factores familiares en las prácticas de crianza para el desarrollo del lenguaje de
los niños de 18 meses?
Hipótesis (H2): Las familias, cuyos cuidadores primarios cuentan con un mayor nivel de
educación, mayor cantidad de tiempo para compartir con los hijos y con personas de apoyo para
la crianza, proveen mayor cantidad de actividades y materiales de estimulación para el
desarrollo del lenguaje de los niños de 18 meses.
36
¿Influyen las prácticas de crianza en el nivel de lenguaje de niños de 18 meses?
Hipótesis (H3): Las familias que en sus prácticas de crianza que tienen un alto nivel de
involucramiento en las actividades de estimulación los niños de 18 meses tienen un mejor nivel
de desarrollo del lenguaje.
¿Qué factores familiares, factores de riesgo y prácticas de crianza predicen el nivel de
desarrollo del lenguaje en niños de 18 meses?
Hipótesis (H4): El nivel de desarrollo del lenguaje en los niños se puede predecir explorando
los factores familiares, los factores de riesgo y las prácticas de crianza que influyen de manera
directa en el nivel de desarrollo del lenguaje.
El estudio se realizó en Quito, Guayaquil, Loja y El Carmen, con una muestra de 100 madres
de familia con hijos de 18 meses de edad, de diferentes niveles sociales, económicos, educativos,
provenientes tanto de zonas urbanas como rurales.
A continuación, se describe el diseño metodológico de la investigación, la muestra, los
instrumentos de recolección de información y el análisis de los datos recabados sobre las
variables de estudio.
Diseño y metodología de la investigación
Esta investigación socioeducativa se ha desarrollado con un enfoque cuantitativo, es decir,
que su análisis se ha realizado sobre la base de información cuantificable, que ha permitido
describir, correlacionar e inferir sobre potenciales influencias que tienen los factores de riesgo,
factores familiares y las prácticas de crianza de los padres, de niños ecuatorianos de 18 meses de
edad, en el desarrollo del lenguaje. Por tanto los resultados obtenidos de la muestra pueden ser
generalizables para la población bajo estudio (McMillan y Schumacher, 2005).
37
Los métodos de investigación se escogieron en función de las preguntas planteadas y la
descripción de las variables utilizadas: factores de riesgo, factores familiares, prácticas de crianza
y desarrollo del lenguaje. Además, se analizó la influencia que tienen los factores de riesgo y los
factores familiares en las prácticas de crianza en el desarrollo del lenguaje, a través del análisis
correlacional. Por último, se ilustró este análisis con un árbol de regresión (McMillan y
Shumacher, 2005).
Muestra
Se realizó un muestro por conveniencia no probabilístico, la muestra estuvo conformada por
100 familias con niños de 18 meses, de las ciudades de Quito, Guayaquil, Loja y El Carmen,
provenientes de diferentes niveles sociales, económicos, educativos, culturales, tanto de zonas
urbanas como rurales. La muestra no incluyó a niños con discapacidad.
Variables de estudio
Las variables son características concretas de los sujetos u objetos de estudio que se desean
investigar. Esta dimensión concreta del objeto de estudio permite medir o establecer relaciones,
con el objetivo de conocer la realidad investigada. Por supuesto, antes de usar estas variables, se
requiere operativizarlas, es decir, definirlas e indicar cómo se las va a medir.
Las variables en este estudio son: desarrollo del lenguaje, factores de riesgo en la familia,
factores familiares y prácticas de crianza.
Figura 1: Esquema de las variables de estudio
Tabla 3
Factores de riesgo
VI
Factores familiares
VI
Prácticas de crianza
VD VI Desarrollo del Lenguaje
VD
38
Variables de estudio
Variables Indicadores Instrumento/ Operacionalización
Desarrollo del lenguaje Lenguaje total.
Bayley- III (2006) con la aplicación de
las subescalas de lenguaje expresivo y
comprensivo. Bayley, N
Factores de riesgo Nivel de pobreza.
Nivel de depresión.
Nivel de estrés.
Medido a través de:
Encuesta de indicadores múltiples por
conglomerados (MICS) UNICEF
1. Índice de estrés parental (PSI-4)
2. Escala de depresión CES-D
Factores familiares
Nivel educativo de la madre
Cuidador primario del niño.
Apoyo a la madre en la crianza.
Número de horas que recibe
apoyo.
Número de libros.
Edad de la madre.
Personas de apoyo en la crianza.
Medido a través de:
Encuesta MICS UNICEF
Prácticas de crianza Actividades de estimulación
(leer, contar cuentos, cantar,
jugar, pasear, nombrar cosas).
Medido a través de:
Encuesta MICS UNICEF
Nota: elaboración de la autora.
Variables independientes
Factores de riesgo en la familia. Los factores de riesgo familiares son condiciones
psicológicas y/ o socioeconómicas de inestabilidad que determinan la inasistencia a las
necesidades de los menores. Entre los factores de riesgo se analizaron: el nivel de pobreza de la
familia, el nivel de depresión y el nivel de estrés.
Para el nivel de pobreza, se recogió, de la Encuesta de Indicadores Múltiples por
Conglomerados (MICS), la pregunta 16: “¿Cuál es el ingreso mensual de la familia?”, y la
relación con la cantidad de miembros de la familia que se obtiene de la pregunta 26: “¿Quiénes
son las personas que están viviendo en su casa actualmente (incluyendo a usted mismo)?”.
Con respecto al nivel de depresión materna, para su medición se utilizó la Escala de depresión
CES-D, que, a su vez, utiliza una Escala de Likert, en la que se establece que : (1) “Menos que
un día”, (2) “De uno a dos días”, (3) “De tres a cuatro días”, (4) “De cinco a siete días”. La
39
puntuación es la suma de los 10 ítems, en donde se determina que mientras más alta es la
puntuación, más alto es el nivel de depresión.
Para el estrés parental, se aplicó el cuestionario Índice de estrés parental (PSI-4 cuestionario
corto), que utiliza una Escala de Likert, en donde se establece que: (1) “Totalmente de acuerdo”,
(2) “De acuerdo”, (3) “No estoy seguro”, (4) “En desacuerdo” y (5) “Totalmente en desacuerdo”.
La puntuación es la suma de los 36 ítems, en donde se establece que a mayor puntuación, más
alto es el nivel de estrés.
Factores familiares. Los factores familiares que se analizaron en el desarrollo del lenguaje del
niño son: nivel de instrucción de la madre o cuidador primario, edad de la madre, tiempo
compartido de la madre con su hijo, presencia de personas de apoyo en la crianza, número de
libros infantiles que existen en el hogar.
El nivel de instrucción de los padres o cuidadores primarios se obtuvo de la Encuesta MICS,
de la pregunta: ¿Cuál fue el nivel de estudios más alto al que asistió (nombres)?
Para conocer la edad de la madre, se obtuvo de la pregunta 26: ¿Quiénes son las personas que
están viviendo en su casa actualmente (incluyendo usted mismo)?, en la descripción se solicita la
edad de cada miembro.
El indicador de tiempo compartido de la madre con su hijo, se obtuvo de la pregunta:
¿Cuántas horas pasa el niño/a diariamente junto con su mamá?
Para conocer sobre las personas de apoyo en la crianza, se realizó la pregunta: ¿En la semana
anterior recibió usted apoyo de algún miembro de la familia en el cuidado y crianza de su hijo?;
si su respuesta fue afirmativa, se le preguntó también: ¿Quiénes brindaron ese apoyo y durante
qué tiempo (en toda la semana anterior)? Para conocer sobre los materiales de estimulación, se
40
utilizó la pregunta de la Encuesta MICS para niños: ¿Cuántos libros de niños o libros con dibujos
tiene para (nombre)?
Prácticas de crianza. Es importante indicar que las prácticas de crianza con respecto a los
factores de riesgo y familiares es una variable dependiente, pero con respecto al desarrollo del
lenguaje es una variable independiente.
Las prácticas de crianza se definen como las interacciones entre padres o cuidadores primarios
y sus hijos para promover el desarrollo infantil a través de actividades y materiales de
estimulación, que respondan a las características, intereses y necesidades de los niños en su
cotidianidad.
Las actividades de estimulación (leer libros, contar cuentos, cantar canciones, llevar a pasear,
jugar, nombrar cosas) se obtienen de la encuesta MICS para niños y niñas, con las preguntas: En
el mes pasado, ¿usted o alguien de su hogar participó en alguna de las siguientes actividades con
(nombre del niño/a)? ¿Quién participó en esta actividad y con qué frecuencia?
Variable dependiente
Desarrollo de lenguaje. Se define como la capacidad del niño para producir y comprender el
idioma de su cultura, que le permite comunicarse con los demás, obtener información del medio
que le rodea y manifestar sus necesidades.
El desarrollo del lenguaje se determinó mediante la aplicación de la Escala de Lenguaje del
Bayley –III, la cual está compuesta por dos pruebas: Comunicación receptiva y Comunicación
Expresiva, siendo la suma de estas dos pruebas la que establece el puntaje en el desarrollo del
lenguaje.
La prueba de Comunicación receptiva incluye 49 ítems, que evalúan las conductas
preverbales, el desarrollo del vocabulario y la comprensión verbal del niño; la prueba de
41
Comunicación expresiva está conformada por 48 ítems, que evalúan la comunicación preverbal y
el desarrollo del vocabulario.
En este indicador, se considera la puntuación compuesta que se basa en la suma de las
puntuaciones escalares de la prueba, y que reflejan el rendimiento promedio del niño, en relación
con los niños de su misma edad.
Instrumentos y procedimientos
Es importante recordar que la presente investigación es parte de un estudio más amplio, en el
cual se aplicaron varios instrumentos para el registro de los datos, utilizados en la mencionada
investigación. Para la recolección de datos, se aplicaron cuestionarios dirigidos a madres y
padres para conocer aspectos relacionados con datos demográficos, edad, nivel de instrucción,
prácticas de crianza, estrés, depresión. Además, se realizó una evaluación a los niños para
determinar su nivel de desarrollo, exclusivamente, en el área de lenguaje.
Encuesta de indicadores múltiples por conglomerados (MICS). La Encuesta de Indicadores
Múltiples del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2006) se ha utilizado en más de
100 países para recopilar datos sobre indicadores claves del bienestar de los niños y las mujeres.
En las entrevistas para este estudio se incluyeron elementos seleccionados del Cuestionario
MICS para las mujeres, Cuestionario MICS para los hombres, Cuestionario MICS para niños
menores de cinco años y Cuestionario de hogares MICS.
Escalas de Cuidados parentales. En el Cuestionario MICS para niños menores de cinco años
se realizaron preguntas con respecto a las prácticas de crianza y cuidado que ejerce la madre, el
padre o algún otro miembro del hogar, así como su frecuencia.
Las prácticas se relacionan con las actividades de estimulación como son: leer libros, contar
cuentos, cantar canciones, jugar juntos, llevar a pasear fuera de casa al niño y nombrar, contar o
42
dibujar cosas, y la frecuencia con la que se realizan: “diariamente”, “una o dos veces por
semana”, “casi nunca” o “nunca”. Además, se conoció sobre la cantidad de libros para niños que
existen en el hogar.
Escala de Depresión (CES- D). El CES-D mide la depresión parental y los síntomas
depresivos. La escala en esta investigación se aplicó a las madres durante las entrevistas.
El CES-D es una medida de autoreporte, que contiene 20 preguntas que describen síntomas de
depresión. Las madres clasifican sus síntomas dentro de la escala de 0, "rara vez, o nada del
tiempo", a 3, "la mayoría o todo el tiempo". Las puntuaciones más altas indican niveles más altos
de depresión; Una puntuación de 16 o superior se utiliza como un punto de corte para los
síntomas de alta depresión.
Índice de Estrés Parental (PSI- 4). El Índice de estrés materno (PSI-4) se utilizó para evaluar
los problemas psicosociales maternos, relacionándolos con el estrés de los padres, que se midió
junto a las entrevistas de la madre. La PSI-4 es un cuestionario de autoreporte, tiene 36 reactivos,
con cinco opciones de respuesta (Escala de Likert), organizados de la siguiente manera: (1)
“totalmente de acuerdo”, (2) “de acuerdo”, (3) “no estoy seguro”, (4) “en desacuerdo” y (5)
“totalmente en desacuerdo”. En esta escala, 1 significa que la madre está conforme con la
situación, y 5, que está muy disconforme (Díaz, López, López, Brito y Martínez, 2011).
El PSI-4 contiene dos dominios: uno para conocer las características del hijo y otro para las
características del progenitor. El dominio del hijo contiene seis subescalas: adaptabilidad,
aceptación, exigencia, humor, distractibilidad y refuerzo. El dominio del padre/madre contiene
siete subescalas: relación marital, depresión, sentido de competencia, historia de apego,
restricciones del rol, salud, apoyo social. Las puntuaciones más altas indican mayor estrés
parental o interacción disfuncional (Díaz, et al., 1995).
43
El PSI-4 se ha aplicado en diferentes poblaciones para conocer su validez, con resultados
satisfactorios, obtenidos mediante el Índice alpha de Cronbach, cuya fiabilidad es de α=.80
(Díaz, et al. 2011).
Escala Bayley de desarrollo infantil (BAYLEY- III). La Escala Bayley de desarrollo infantil
III se utilizó para evaluar el desarrollo cognitivo, lingüístico y socioemocional de los niños. El
BSID-III es una evaluación (aplicada individualmente), diseñada para medir el desarrollo de
bebés y niños pequeños en una variedad de funciones sensomotoras, cognitivas, de lenguaje y de
resolución de problemas. La escala cognitiva consta de 91 preguntas, que evalúan el desarrollo
sensomotor, la exploración y la manipulación, la relación con los objetos, la formación de
conceptos y la memoria. La Escala de Lenguaje consiste en elementos de comunicación
receptivos y expresivos. Las preguntas de comunicación receptiva incluyen 49 preguntas, que
evalúan los comportamientos preverbales, el desarrollo del vocabulario y la referencia social de
los niños y la comprensión verbal. El cuestionario de lenguaje expresivo incluye 48 preguntas,
que evalúan la comunicación preverbal, el desarrollo del vocabulario y el desarrollo
morfosintáctico (por ejemplo, la formación de dos expresiones verbales, plurales). La Escala
Socioemocional evalúa la autorregulación, comunicación de las necesidades, estableciendo
relaciones y utilizando señales emocionales para resolver problemas. Las estimaciones de
confiabilidad de consistencia interna se reportan como .91 para la Escala Cognitiva, .93 para la
Escala de Lenguaje, y .90 para la Escala Social-Emocional (Bayley, 2006). El BSID-III fue
seleccionado para este estudio, ya que se ha utilizado con frecuencia en investigaciones
realizadas en Sudamérica (Lozaff, De-Andraca, Castillo, Smith, Walter y Pino, 2003). El BSID-
III es también la evaluación del desarrollo del niño que con más frecuencia se utiliza en el
mundo, incluso, fue recomendada en el reporte Examining Early Child Development in Low-
44
Income Contries: A Toolkit for the Assessment of Children in the First Five years of Life,
preparado para el Grupo de Desarrollo Humano del Banco Mundial (Fernald, Kariger, Engle, y
Raikes, 2009).
Resultados y análisis de datos
Para el análisis de datos, se utilizó estadística descriptiva e inferencial, a través de las
herramientas de Excel, SPSS y el software libre para el análisis estadístico de datos R. En la
estadística descriptiva se presentan tablas de frecuencia, medidas de dispersión. En la estadística
inferencial, se presentan correlaciones y regresiones.
Descripción de las variables de estudio
Factores familiares. El 61,3% de las madres de la muestra tiene un nivel de educación
superior, el 31,2 %, secundaria y el 7,5%, educación primaria. Lo cual es un factor importante
revisar cómo influye esta condición en las prácticas de crianza y el lenguaje en las correlaciones
realizadas.
Tabla 4
Nivel educativo de las madres Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válidos Primaria 7 7,0 7,5 7,5
Secundaria 29 29,0 31,2 38,7
Superior 57 57,0 61,3 100,0
Total 93 93,0 100,0
Perdidos Sistema 7 7,0
Total 100 100,0
Nota: elaboración de la autora.
Con respecto al cuidador primario, el 74% de la muestra corresponde a las madres que
desempeñan este rol, mientras que el 26% corresponde a otro miembro de la familia, como se
observa en la tabla 5.
Tabla 5
45
Cuidador primario del niño
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido Otro 26 26,0 26,0 26,0
Madre 74 74,0 74,0 100,0
Total 100 100,0 100,0
Nota: elaborado por la autora.
El rango de 26 a 35 años de edad en las madres es el que mayor porcentaje tiene, con un
49,5%; en el rango entre 19 a 25 años, el porcentaje es de 41,9%, y en el rango entre 36 a 49
años, el porcentaje corresponde al 8,6%. Como se observará en la tabla 6.
Tabla 6
Edad de la madre
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido 19-25 39 39,0 41,9 41,9
26-35 46 46,0 49,5 91,4
36-49 8 8,0 8,6 100,0
Total 93 93,0 100,0
Perdidos Sistema 7 7,0
Total 100 100,0
Nota: elaboración de la autora.
El 70,7% indican que reciben el apoyo de algún miembro de la familia en la crianza de los
niños, mientras que el 29,3%, declara no recibir ningún apoyo.
Tabla 7
Apoyo a la madre en la crianza
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido NO 29 29,0 29,3 29,3
SÍ 70 70,0 70,7 100,0
Total 99 99,0 100,0
Perdidos Sistema 1 1,0
Total 100 100,0
Nota: elaboración de la autora.
46
Los 69 casos que reciben ayuda, poseen un promedio de 6,6 horas en el día de apoyo. Se
presenta una diferencia notable entre el mínimo y máximo de horas de ayuda, con un rango de
23.
Tabla 8
Número de horas que reciben ayuda
N Mínimo Máximo Media Desviación
estándar
# de horas de
apoyo
69 1,0 24,0 6,62 5,34
N válido (por lista) 69
Nota: elaboración de la autora.
En la tabla 9, claramente se puede apreciar que el número de libros fluctúa entre 0 y 16 libros.
También es importante señalar que el mayor porcentaje corresponde a cero libros.
47
Tabla 9
Número de libros para niños
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido ,0 22 22,0 22,2 22,2
1,0 8 8,0 8,1 30,3
2,0 13 13,0 13,1 43,4
3,0 14 14,0 14,1 57,6
4,0 3 3,0 3,0 60,6
5,0 13 13,0 13,1 73,7
6,0 3 3,0 3,0 76,8
7,0 2 2,0 2,0 78,8
8,0 2 2,0 2,0 80,8
9,0 1 1,0 1,0 81,8
10,0 17 17,0 17,2 99,0
16,0 1 1,0 1,0 100,0
Total 99 99,0 100,0
Perdidos Sistema 1 1,0
Total 100 100,0
Nota: elaboración de la autora.
En el 16,3% de las madres, se observan niveles de depresión, mientras que el 83,7% no
presenta rasgos depresivos, como se verá en la tabla 10.
Tabla 10
Depresión materna
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido NO 82 82,0 83,7 83,7
SI 16 16,0 16,3 100,0
Total 98 98,0 100,0
Perdidos Sistema 2 2,0
Total 100 100,0
Nota: elaboración de la autora.
Según la tabla de conversión del PSI-4S-F, del puntaje bruto a percentiles, existen dos casos
que corresponden a nivel alto de estrés, mientras que los 98 casos restantes se encuentran en un
rango de estrés normal. Esto se puede observar en la tabla 11.
48
Tabla 11
Estrés materno
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido Normal 98 98,0 98,0 98,0
Alto 2 2,0 2,0 100,0
Total 100 100,0 100,0
Nota: elaboración de la autora.
Con respecto al ingreso por cada miembro de la familia, se puede apreciar que el mínimo es
de $24 dólares al mes y el máximo es de $7. 500. La media es de $502,88, sin embargo, la
desviación estándar de 1049,41 indica que los datos sobre la media son dispersos, mientras que
bajo la media son concentrados, por tanto, implica que la mayoría de los casos tienen ingresos
menores a la media.
Tabla 12
Ingreso económico familiar por persona
N Mínimo Máximo Media Desviación
estándar
Ingreso económico familiar por
persona
100 24,00 7500,00 502,88 1049,41
N válido (por lista) 100
Nota: elaboración de la autora.
En la siguiente tabla de doble entrada, se puede identificar que la madre es quien se encuentra
mayormente involucrada en todas las actividades de estimulación. De acuerdo a este indicador,
como actividades cotidianas diarias se destacan: el juego, con 76 madres que realizan esta
actividad, seguido de cantar, con un total de 69, y de explicar, con un total de 49. Las actividades
que se realizan con menos frecuencia, de acuerdo a los resultados para este indicador, son contar
historias, con 23, leer cuentos, con 27, y caminar, con 34. Estos datos son importantes porque
revelan las actividades que los padres realizan y cuáles de ellas tienen mayor efecto en el
desarrollo del lenguaje de los niños.
49
Tabla 13
Actividades de estimulación que realiza la familia
Personas Indicador
que
participan
en actividades de estimulación Nunca
Cas
i nunca
1-2
vec
es p
or
sem
ana
Dia
riam
ente
Tota
l
Leer
Mamá 7 28 38 27 100
Papá 41 25 15 19 100
Otro 69 5 10 16 100
Contar cuentos
Mamá 13 26 38 23 100
Papá 41 26 21 12 100
Otro 78 3 13 6 100
Cantar
Mamá 2 6 23 69 100
Papá 37 12 17 34 100
Otro 62 3 5 30 100
Caminar
Mamá 3 2 61 34 100
Papá 32 4 48 16 100
Otro 63 3 16 18 100
Jugar
Mamá 6 0 18 76 100
Papá 27 6 19 48 100
Otro 53 1 6 40 100
Explicar
Mamá 9 9 33 49 100
Papá 35 11 23 31 100
Otro 70 3 6 21 100
Nota: elaboración de la autora.
La tabla sobre la frecuencia de actividades de estimulación en las prácticas de crianza es de
doble entrada, y relaciona el involucramiento familiar, en una escala de 0- 9, con las prácticas de
crianza, como leer libros, contar cuentos, cantar canciones, pasear, jugar y explicar. El nivel de
involucramiento se midió en una Escala de Likert, con los siguientes indicadores: 0 para
“nunca”, 1 para “casi nunca”, 2 para “una o dos veces por semana” y 3 para “diariamente”.
Además cabe indicar que pueden ser tres o más miembros de la familia (mamá, papá, y algún
otro) los que participan de esta actividad de estimulación, por lo que la escala debió quedar
50
establecida en una escala de 0 a 9, ya que se sumaron los indicadores de cada uno de los
miembros de la familia para determinar cuáles son las actividades de estimulación más
frecuentes en el hogar. Es importante señalar que a mayor puntuación en la escala de 0 a 9,
mayor involucramiento familiar.
Tabla 14
Frecuencias de actividades de estimulación en las prácticas de crianza
Involucramiento
Prácticas
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Lectura 3 11 27 8 19 7 13 6 4 2
Contar 6 11 25 17 18 7 13 1 0 2
Cantar 0 1 16 17 10 7 25 5 5 14
Caminar 0 1 15 14 23 12 20 6 5 4
Jugar 2 0 6 14 8 5 29 5 14 17
Explicar 5 4 16 11 17 6 25 4 3 9
Nota: elaboración de la autora.
Para medir el nivel de involucramiento de los miembros de la familia en las actividades de
estimulación, se integraron las frecuencias de la tabla 13 para establecer rangos de la siguiente
manera: 0 a 3, “Nivel bajo”, 4 a 6, “Nivel medio”, y el rango de 7 a 9, para “Nivel alto”. En los
resultados que se obtuvieron se observa las frecuencias más destacadas en cada uno de los
niveles de involucramiento familiar: en el nivel de involucramiento alto, 36, en la actividad de
jugar, y 3, en la de cantar. En el nivel de involucramiento medio, 55, en las actividades de
caminar, y 38, en las de contar cuentos; finalmente, en el nivel de involucramiento bajo, 59, en
las de contar cuentos, y 22, en las de jugar.
51
Tabla 15
Nivel de involucramiento de la familia en las actividades de estimulación
Nota: elaboración de la autora.
Para determinar el nivel de desarrollo de lenguaje, se ubicó el puntaje en el perfil de
puntuaciones compuestas para cada participante, y que reúne la suma de las puntuaciones
escalares. “Las puntuaciones compuestas se escalan métricamente con una media 100 y una
desviación típica 15 y oscilan entre 46 y 154” (Bayley, 2006, p. 4). Esto permite generar varios
rangos, así, por ejemplo, partiendo de la media de 100 y una desviación estándar sobre y bajo la
media, se genera un intervalo de 85 a 115, denominado “media”; al intervalo de 115 a 130, que
tiene una desviación típica por encima de la media, se lo ha denominado “sobre la media”; de
igual manera, al intervalo de 70 a 85, que tiene una desviación típica por debajo de la media, se
lo ha denominado “bajo la media”. De este modo se generan el resto de intervalos de medición.
El 66% de la muestra presenta un nivel de desarrollo del lenguaje dentro de la media, el 8% se
encuentra sobre la media y el 26% se encuentra por debajo de la media.
Tabla 16
Nivel de desarrollo de lenguaje del niño
Bajo la media Media Sobre la Media
Lenguaje Total 26 66 8
Nota: elaboración de la autora.
Actividades de estimulación Nivel de involucramiento
Bajo Medio Alto
Leer 49 39 12
Contar cuentos 59 38 3
Cantar 34 42 24
Caminar 30 55 15
Jugar 22 42 36
Explicar 36 48 16
52
Análisis de las variables de estudio
Correlaciones. En base al modelo de análisis (ver figura 1), las correlaciones que interesan
establecer en el presente estudio son: factores de riesgo con prácticas de crianza, factores
familiares con prácticas de crianza y, finalmente, prácticas de crianza con desarrollo del
lenguaje.
En cada uno de los cuadros siguientes, se indica la significancia de la correlación de variables
con uno o dos asteriscos. El doble asterisco muestra una correlación estadísticamente
significativa muy fuerte (p=<.01) entre las variables; además, el signo positivo o negativo indica
que son directa o inversamente proporcionales.
Factores de riesgo con prácticas de crianza.
El ingreso familiar por persona tiene una correlación muy significativa con las actividades de
estimulación de cantar, con el r = -0,263**, p < .01, y jugar, con el r = -0,288**, p < .01, y con
la actividad de caminar es significativa con el r = -0,221*, p <.05. El índice de depresión tiene
una correlación muy significativa con la actividad de contar cuentos, con el r = -0,29*, p <.05.
La correlación, tanto del ingreso familiar como la de la depresión con las actividades de
estimulación, en las prácticas de crianza familiares, tiene un signo negativo que indica que son
inversamente proporcionales. Esto quiere decir que cuando los problemas económicos y el
índice de depresión son mayores en el núcleo familiar, los estímulos para el desarrollo de los
infantes disminuyen.
Es importante indicar que con respecto a la pregunta 1 que se planteó en este estudio, la
variable de estrés materno solo se observa en el 2% de la muestra por tanto es posible que no se
vea reflejado como un factor que influye en las prácticas de crianza.
53
Tabla 17
Factores de riesgo con prácticas de crianza
Actividades de estimulación
Factores de riesgo Lee
r
Conta
r
Can
tar
Cam
inar
jugar
Expli
car
Ingreso económico familiar por persona
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
-,10
-,01
-,26**
-,22*
-,29**
-,16
,34 ,90 ,00 ,03 ,00 ,12
100 100 100 100 100 100
Estrés materno
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
-,10 -,14 -,16 -,18 -,13 -,04
,34 ,17 ,12 ,09 ,22 ,70
100 100 100 100 100 100
Depresión materna
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
-,06 -,29** -,06 ,02 -,09 -,07
,56 ,00 ,56 ,85 ,39 ,47
98 98 98 98 98 98
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
*. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).
Nota: elaboración de la autora.
Factores familiares con prácticas de crianza. El nivel de educación de la madre tiene una
correlación significativa con la actividad de estimulación explicar que tiene un valor de r =
0,22*. p <.05 (es directamente proporcional) mientras que con el resto de actividades de
estimulación no existe correlación.
La cantidad de libros en el hogar para los niños tiene una correlación con todas las actividades
de estimulación, especialmente, con las de leer, contar cuentos, explicar y jugar.
El cuidador primario en este estudio no se observa que exista una correlación significativa con
las prácticas de crianza, posiblemente esto responde a que no es suficiente con su presencia sino
más bien la frecuencia con la que realizan las diferentes actividades de estimulación con sus
hijos, además que como se observa en la tabla 13 las actividades de estimulación son
compartidas con otros miembros, lo cual puede afectar en el resultado.
54
A pesar que existe un apoyo a la madre en la crianza de un 70,7%, el nivel de involucramiento
de la familia en las actividades de estimulación es bajo, por lo que se puede suponer que el apoyo
está relacionado con actividades de cuidado, limpieza y alimentación.
Con respecto a la edad de la madre no existe una correlación significativa, sería interesante
analizar además de la edad otros indicadores asociados como por ejemplo estado civil, nivel de
educación, nivel económico, etc.
Tabla 18
Factores familiares y prácticas de crianza
Actividades de estimulación
Lee
r
Conta
r
Can
tar
Cam
inar
Jugar
Expli
car
Factores familiares
Nivel Educativo mamá
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)N
,15
,12
,04
-,11
-,10
,22*
,15 ,26 ,73 ,30 ,36 ,04
93 93 93 93 93 93
Cuidador primario
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
-,04
-,03
,11
-,00
,11
,09
,70 ,79 ,26 ,94 ,28 ,40
100 100 100 100 100 100
Apoyo de la familia
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
,14
-,01
,06
,05
,07
,13
,13 ,96 ,55 ,62 ,48 ,20
99 99 99 99 99 99
# de horas de apoyo
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
,03
,02
,08
,16
-,04
,00
,84 ,86 ,53 ,20 ,75 ,99
69 69 69 69 69 69
#de libros
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
,42**
,49**
,25*
,24*
,34**
,36**
,00 ,00 ,01 ,02 ,00 ,00
99 99 99 99 99 99
Edad de la madre
Correlación de Pearson
Sig. (bilateral)
N
-,04
,01
-,09
-,01
-,16
-,04
,72 ,91 ,38 ,93 ,14 ,72
93 93 93 93 93 93
*. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
Nota: elaboración de la autora.
55
Prácticas de crianza y desarrollo del lenguaje. Las actividades de estimulación, que se dan en
las prácticas de crianza, y que tienen correlación con el desarrollo del lenguaje de los niños, son:
leer, contar cuentos y cantar. También caminar, pero con menor significancia como se observa a
continuación, en la tabla 19.
Es importante señalar que tanto la actividad de estimulación jugar como explicar no tienen
una correlación significativa con el desarrollo del lenguaje.
Tabla 19
Prácticas de crianza y desarrollo del lenguaje Actividades de estimulación
Lenguaje total
Leer Correlación de Pearson ,30**
Sig. (bilateral) ,00
N 100
Contar Correlación de Pearson ,29**
Sig. (bilateral) ,00
N 100
Cantar Correlación de Pearson ,34**
Sig. (bilateral) ,00
N 100
Caminar Correlación de Pearson ,20*
Sig. (bilateral) ,05
N 100
Jugar Correlación de Pearson ,19
Sig. (bilateral) ,06
N 100
Explicar Correlación de Pearson ,19
Sig. (bilateral) ,06
N 100
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
*. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).
Nota: elaboración de la autora.
Árbol de regresión y clasificación
Los árboles de regresión y clasificación son técnicas basadas en árboles de decisión. En este
estudio, se utilizó el paquete estadístico de software libre R. En este tipo de árboles, se generan
ramas que representan conjuntos de decisiones, que están sujetas a reglas sucesivas, para seguir
participando y seguir accediendo a nuevas ramas. Esto permite que se genere un modelo
56
predictivo entre las distintas variables. Este método es “no paramétrico”, divide los datos en dos
grupos, que son mutuamente excluyentes.
La lectura de estos árboles se realiza en función de la regla de clasificación. En caso de que la
regla se cumple, en función de los nodos, la lectura va a la rama izquierda, para la exclusión. Si,
por el contrario, la regla no se cumple, se lee la rama de la derecha; este método se sigue en
todos los nodos.
En el árbol de regresión y clasificación para explorar los factores de riesgos, factores
familiares y prácticas de crianza que predicen el nivel de desarrollo del lenguaje, se tuvo un error
por mala clasificación de 16% o, en otras palabras, se estima que el 84% de los datos fueron
correctamente clasificados, según las reglas de clasificación del árbol.
El árbol de regresión y clasificación permitió identificar que hay un desarrollo de lenguaje
sobre la media, bajo la condición de que exista al menos un valor de 7,5 (en un rango de 0 a 9) en
la actividad de estimulación de lectura de libros. Además, el árbol revela que existe una
posibilidad de desarrollo de lenguaje en la media o bajo la media, cuando la práctica de lectura
es menor a 7.5, aunque también establece que se la puede compensar con otras actividades de
estimulación.
En este sentido, si la actividad de estimulación caminar es menor a 3,5 y, a su vez, se
combina con la práctica de contar historias, el desarrollo del lenguaje es bajo, pero si el cuidador
primario es la madre, y además la práctica de contar cuentos es mayor a 1,5, entonces, hay un
desarrollo del lenguaje equiparable al de la media.
El desarrollo de lenguaje alcanza un nivel medio cuando la actividad de estimulación de
caminar es mayor a 3,5, y de explicar, mayor a 6,5.
57
En definitiva, se puede ver que el desarrollo del lenguaje se ubica en el nivel medio si la
práctica de lectura es menor a 7,5, y la práctica de caminar es mayor a 3,5. En este caso,
podemos ver una aparente contradicción con las actividades de estimulación jugar, pues a pesar
de haber condiciones favorables en las prácticas explicar y número de libros, el desarrollo del
lenguaje es bajo, esto coincide con los resultados de la tabla 19 en el que se observa que las
prácticas de crianza que tienen menor correlación con el desarrollo del lenguaje son jugar y
explicar.
Figura 2: Árbol de regresión de factores predictores en el desarrollo del lenguaje
Leer <7,5
Caminar <3,5 Sobre
Contar cuentos <1,5 Explicar <6,5
Bajo
Media Bajo
Cuidador prim: Madre Numlibros <0,5 Media
Media
Media
Explicar <3,5
Jugar < 7
Media Bajo
58
Conclusiones y discusión
En función de los resultados obtenidos, a continuación se comentan las preguntas de
investigación planteadas para discutir luego sus hallazgos.
La primera pregunta del estudio fue ¿Influyen los factores de riesgo en las prácticas de crianza
para el desarrollo del lenguaje de los niños de 18 meses? Se encontró que el ingreso familiar por
persona, como indicador de pobreza, establece una correlación significativa, inversamente
proporcional, con las actividades de estimulación, como jugar, cantar y caminar. Esto quiere
decir que cuando existen menores ingresos familiares éstas prácticas aumentan. Además, se
observó que estas actividades posibilitan mayor nivel de involucramiento familiar. Esto puede
explicarse debido a que no requieren de materiales y se puede recurrir a experiencias aprendidas
dentro de la familia, reflejando un aspecto importante de nuestra cultura, rica en tradiciones
transmitidas de forma oral y con escasa cultura lectora, tal como se ha comentado en la literatura
revisada (Pelegrin, 2006; Raikes, 2006, OEI 2013).
La pobreza, relacionada con el nivel de ingresos económicos por cada miembro de la familia,
es un factor de riesgo que influye en la calidad y tipo de actividades de estimulación que se
realiza con los hijos dentro de la familia, y que influirán de modo decisivo en el nivel de
desarrollo de lenguaje de los infantes, es importante indicar que además en condiciones de
pobreza las familias tratan de suplir sus necesidades de supervivencia. Por eso se requiere que
existan programas, tanto de prevención como de intervención, para que las familias puedan
mejorar sus condiciones de vida.
Con respecto a la depresión existe una correlación inversamente proporcional muy
significativa con las prácticas de contar cuentos, es decir, a mayor depresión disminuye la
actividad de contar cuentos. Este resultado coincide con las conclusiones del estudio de
Appelbaum et al. (1999). Es importante indicar que en la muestra estudiada solo existe 16% con
59
rasgos depresivos, sería interesante analizar si la depresión está relacionada con otros factores
como la edad de las madres, el estado civil y el nivel de estudios, entre otros; cabe señalar que
este estudio no se puede visualizar, pues no arroja resultados al respecto, ya que no se hizo el
cruce de variables.
Las madres que presentan niveles de estrés corresponden a un 2% y, además, el nivel de
estrés que presentan no es tóxico, en consecuencia, no existen correlaciones significativas para
conocer de qué manera afecta en las prácticas de crianza este factor de riesgo. Es posible que este
resultado se relacione con los ingresos económicos, tal vez pueda existir mayor estrés tóxico en
familias con bajos y altos niveles económicos. En este estudio no se puede visualizar esa
relación, debido, por un lado, a que existe un sesgo en los ingresos económicos por miembro
familiar y, por otro, porque no fue objeto del estudio y por tanto no se hizo este cruce de
variables.
Por otro lado, también sería interesante analizar en futuros estudios si existe relación entre el
estrés materno y vinculación con su hijo comparando con el nivel de involucramiento del padre,
debido a que la literatura revisada (Pérez, 2010) indica que normalmente la madre tiene mayor
estrés que el padre.
Además revisar que otros factores pueden estar asociados a la presencia del estrés en la madre
como el nivel de ingreso, estado civil, número de hijos ya que esto permitiría determinar qué
grupo poblacional requiere programas de apoyo para la crianza de los niños.
En definitiva, este estudio no encontró niveles de estrés tóxico entre las encuestadas, por lo
que no se puede determinar el nivel de influencia del estrés en las prácticas de crianza y en el
desarrollo del lenguaje de los infantes.
Respecto a la segunda pregunta, que se refiere a cómo ¿Influyen los factores familiares en las
prácticas de crianza para el desarrollo del lenguaje de los niños de 18 meses? Según los datos
obtenidos en este estudio, uno de los factores familiares que inciden más en las prácticas de
60
crianza es el nivel de educación de la madre, junto a la actividad de estimulación de explicar, con
.0, 22**, siendo este dato muy significativo, pues si la madre tiene un nivel de educación alto, es
más probable que esta actividad se presente en la relación con su hijo. Es importante indicar
también que el 61,3% de las madres tiene un nivel de educación superior, en consecuencia se
puede concluir que el nivel de educación influye en estas práctica de crianza, que requiere la
capacidad de escuchar, pedir opiniones, argumentar sus decisiones y lograr que el niño se sienta
comprendido, tal como indica el estudio de Solis, y Días (2002).
Por otro lado, la cantidad de libros en el hogar para los niños tiene una correlación con todas
las prácticas de crianza, especialmente, con lectura, contar cuentos, explicar y jugar.
Considerando que la lectura es una de las actividades que mayor impacto tiene en el lenguaje de
los niños. El estudio reveló que el número de libros fluctúa entre 0 a 16, siendo 0 la mayor
frecuencia, por tanto se podría inferir que, a pesar del nivel educativo, la práctica de la lectura no
es la más frecuente en la muestra estudiada.
La tercera pregunta que se planteó fue ¿Influyen las prácticas de crianza para el desarrollo del
lenguaje en el nivel de lenguaje de niños de 18 meses?, el resultado que se obtuvo revela que
existe una correlación significativa directamente proporcional entre los elementos contrastados,
revelando la significancia de las distintas actividades en esta relación. Con mayor significancia
están las actividades de lectura, con 301**, contar cuentos, con 291**, y cantar, con 336**; por
otro lado, con menor significancia, la actividad de caminar, con 200*. Esto sugiere que un
ambiente o entorno en donde predomina el lenguaje verbal estimula más el desarrollo del
lenguaje, debido a que promueve la función comunicativa y aumenta el vocabulario en los niños.
Se puede indicar que entre las familias de la presente muestra, una de las actividades que con
mayor frecuencia la realizan, y que es altamente influyente en el desarrollo del lenguaje, es
cantar. Esto se podría explicar debido a que cantar es una actividad común en diversos ámbitos y
que se transmite al niño de manera natural y espontánea (Ochoa y Zapata, 2006), además que
61
forma parte de la tradición oral que se transmite de generación en generación. En cambio, leer y
contar cuentos son conductas aprendidas del entorno familiar y educativo, por lo tanto, si estas
prácticas no han sido consolidadas es difícil que las realicen en la cotidianidad de la crianza.
Sería interesante comparar la cantidad de palabras que emiten los niños en entornos con
diferentes actividades de estimulación y la frecuencia con la que la familia las realiza, de tal
manera que se pueda comprender lo efectos que estos factores tienen en el lenguaje.
Finalmente, se planteó la pregunta ¿Qué factores familiares, factores de riesgo y prácticas de
crianza predicen el nivel de desarrollo en niños de 18 meses?, se puede observar que la actividad
de estimulación de la lectura de libros es la que predice un nivel de desarrollo de lenguaje sobre
la media, sin embargo, cuando esta actividad es menor a 7,5 se requiere de otras actividades de
estimulación, como caminar, explicar, jugar o contar historias, para complementarlas y lograr un
desarrollo del lenguaje que se encuentre en la media. Es importante indicar que el puntaje
máximo que se puede obtener en las actividades de estimulación es de 9 puntos, lo que significa
que existen más personas de apoyo involucradas en esa actividad y que el niño tiene mayor
posibilidades de interacciones con otras personas (padre, abuelos, hermanos, tíos), que los
estimulen de manera más frecuente.
Otra condición que se destaca en este estudio es la presencia de la madre, el principal
cuidador primario en las familias investigadas, pues es ella quien pasa mayor tiempo al cuidado
de su hijo y, por tanto, la que realiza la mayor cantidad de actividades que favorecen el
desarrollo del lenguaje.
Es importante indicar que en el árbol de regresión que realizó esta investigación, tanto el nivel
económico y educativo del cuidador primario no aparecen como elementos predictores del
desarrollo del lenguaje del niño. Posiblemente esto se debe a que los datos que arroja la muestra
no son representativos para determinar las correlaciones entre niveles de pobreza y educación, se
62
observa claramente en la Tabla 4 sobre el Nivel educativo de las madres que existe un porcentaje
mayor al 80% entre madres con educación secundaria y superior.
Con respecto al nivel de pobreza, según se observa en la tabla 12 existen dos extremos
importantes que podría sesgar el resultado por la desviación estándar, en donde se observa que la
mayor parte de la muestra se encuentra por debajo de la media, sería interesante revisar cómo se
comportaría la muestra sin estos extremos para realizar las correlaciones con las prácticas de
crianza y el desarrollo del lenguaje, y también cómo se relaciona el nivel educativo con el nivel
de pobreza.
Recomendaciones
Las investigaciones que se han realizado sobre las prácticas de crianza de la familia y su
influencia en el nivel de desarrollo del lenguaje en los infantes tienen una variedad metodológica
que evidencia la complejidad en el abordaje del tema, por tanto, es importante replicar la
metodología de este estudio con otras muestras para analizar y comparar los resultados. Además,
se podría realizar otro tipo de correlaciones con la base de datos obtenida en este estudio.
Se sugiere realizar comparaciones de las prácticas de crianza, factores de riesgo y familiares
en diferentes ciudades del país, tanto en zonas urbanas como rurales, lo que permitiría revisar
qué programas de prevención o intervención se deberían realizar para mejorar el nivel de
desarrollo del lenguaje de los niños.
En los programas, encaminados a fortalecer las prácticas de crianza para el desarrollo del
lenguaje, sería importante fortalecer las actividades de estimulación como son la lectura y contar
cuentos, por el alto impacto que tienen éstas en el desarrollo del lenguaje.
También se recomienda que se realice correlaciones necesarias entre el nivel de estrés y
depresión con otros indicadores, como nivel educativo, edad de la madre, nivel de pobreza y
estado civil, entro otros, para determinar cómo afectan éstas en las prácticas de crianza.
63
De igual forma, sería interesante comparar los niveles de estrés y depresión entre madre y
padre para determinar su efecto en el desarrollo del lenguaje de sus hijos.
Al considerar que el nivel educativo de los padres afecta el nivel de desarrollo del lenguaje de
sus hijos, es necesario que se desarrollen programas para atender a las familias que tienen un
nivel educativo menor, para que la frecuencia con la que realizan actividades de estimulación
sea mayor lo que favorecería a un mejor grado de interacción con su hijo y dotación de
materiales de la cotidianidad para el aprendizaje
Es importante resaltar que este estudio reconoce que la persona con mayor involucramiento
en la crianza de los hijos es la madre, por lo que es necesario que en estudios posteriores se
pueda identificar qué tipos de apoyos requiere y cuáles son necesarios implementar en esta etapa
de desarrollo del infante; además alerta sobre la importancia que tiene la participación de los
padres en la crianza de los hijos, y los efectos benéficos que esto puede provocar en el desarrollo
del lenguaje de los niños.
La estimulación verbal que reciben los niños, a través de las diferentes personas con las que
interactúan, incrementa el nivel de desarrollo del lenguaje, por tanto, las intervenciones deben
propender a que las personas que se encuentran en la cotidianeidad de los niños conozcan las
consecuencias que tiene las formas de relacionase con el infante y el nivel de desarrollo del
lenguaje de este último, de tal forma que sean significativos, planificados y frecuentes.
Los libros tienen una relación importante con las diferentes actividades de estimulación que
los padres o cuidadores primarios realizan con sus hijos, por tanto se sugiere que exista este
material de estimulación en los hogares y que los padres conozcan todas las oportunidades que
les brinda.
La lectura es determinante en el desarrollo del lenguaje, debido a que el texto está cargado de
vocabulario, entonaciones, emociones que le ayudan al niño a aprender los recursos
comunicativos del idioma. Por eso es necesario analizar, en estudios posteriores, las
64
interacciones verbales que se suscitan entre padres e hijos a través de la lectura, y cómo estas
influyen en el nivel de desarrollo del lenguaje.
Se recomienda también que, en posteriores investigaciones, se analice cómo los entornos y
actividades de estimulación influyen en la cantidad de palabras que los niños producen y sus
efectos en otras áreas de desarrollo, como el cognitivo, el afectivo y el motriz.
En estudios posteriores se puede investigar ya sea por métodos cualitativos y cuantitativos el
tipo de interacciones comunicativas que tienen las familias al realizar las diferentes actividades
de estimulación y las respuestas que emiten los niños según los hitos de desarrollo del lenguaje.
Por último, sería interesante realizar investigaciones cualitativas en las que se pueda
identificar la percepción que tienen los cuidadores primarios (madre, padre, otro) de las
capacidades, necesidades e intereses del niño, para comparar el tipo de prácticas que realizan y
sus efectos en el desarrollo del lenguaje.
65
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71
Anexos
INFORMACION FAMILIAR
1. Fecha: ________________________ 2. Número de Identificación: _________________
3. Apellido del niño(a): ______________ 4. Nombre del niño(a): _____________________
5. Sexo del niño(a): _________________ Fecha de Nacimiento: _______________________
7. Evaluación Conducida por:
SOMOS DE la Universidad CasaGrande. ESTAMOS TRABAJANDO EN UNA ENCUESTA SOBRE LA SITUACIÓN DE
LOS NIÑOS/AS, FAMILIAS Y HOGARES. ME GUSTARÍA CONVERSAR CON USTED ACERCA DE ESTOS TEMAS. LA
ENTREVISTA DURARÁ APROXIMADAMENTE 120 MINUTOS. TODA LA INFORMACIÓN QUE OBTENGAMOS SE
MANTENDRÁ BAJO ESTRICTA CONFIDENCIALIDAD Y DE FORMA ANÓNIMA. ¿PUEDO COMENZAR AHORA? Sí, se concede el permiso Comience con la entrevista.
No, no se concede permiso Agradezca y termine la entrevista
Información de la madre
Nombre:
8. Vive con el niño(a) actualmente:
Sí ____ No ____
9. Relación con el niño(a):
1. Madre Biológica 2. Madre en Custodia 3. Madre Adoptiva 4. Madrastra
5. Otro (especifique):
10. Estado Civil
1. Casada / vive con alguien 2. Separada 3. Divorciada 4. Cónyuge Difunto 5. Soltera
11. Quien es la cuidadora primaria del niño/a?
Relación: ______________________________
12. Número Telefónico de su casa:
13. Número Telefónico celular:
72
14. ¿Trabaja la mamá? Sí () No ()
14a. Si la respuesta es afirmativa, ¿Cuántas horas semanales? ______________
14b. ¿Cuál es la ocupación de la mamá? _________________________________
15. ¿Trabaja el papá? Sí () No ()
14a. Si la respuesta es afirmativa, ¿Cuántas horas semanales? ______________
14b. ¿Cuál es la ocupación del papá? _________________________________
16. ¿Cuál es el ingreso mensual aproximado de la familia? $_________________
17. ¿Cuántas habitaciones hay en su casa? ________________________________________
(Count all rooms with a distinct entrance (i.e. bedroom, laundry room, kitchen, etc.) Do Not include closets or garages.)
Para nosotros es sumamente importante seguir en contacto con usted, por lo cual, quisiéramos
que nos diga el nombre y la dirección de una persona a quien podríamos llamar en caso que
usted cambie su domicilio para preguntarle si nos puede ayudar en localizar o contactarle a
usted.
Primera Persona de Contacto: Existe una Segunda persona de contacto?
18. Nombre: __________________________ 22. Nombre: _________________________
19. Calle: _____________________________ 23. Calle: ___________________________
20. Ciudad: ___________________________ 24. Ciudad: _________________________
21. Número Telefónico: _________________ 25. Número Telefónico: ________________
26. ¿Quiénes son las personas que están viviendo en su casa actualmente (incluyendo usted mismo)?
Por favor incluya las personas que comen, duermen y comparten su casa con frecuencia (agregue
nombres adicionales en el reverso y use los códigos indicados a continuación).
01 Jefe/a 05 Nieto/a 09 Cuñado / a 13 Adoptado / Hijo/a de crianza/ Hijastro/a
73
02 Esposo/a/pareja 06 Padre o Madre 10 Tío/a 14 Sirviente/criado (vive en el hogar)
03 Hijo/a 07 Suegros 11 Sobrina / o 96 Otro (Sin parentesco)
04 Yerno/Nuera 08 Hermano /a 12 Otro parentesco 98 No sabe
Código Nombre Edad ¿ASISTIÓ
(nombre) ALGUNA VEZ A
LA ESCUELA O
AL PRE- ESCOLAR? 1 Sí 2 NO
¿CUÁL FUE EL NIVEL DE
ESTUDIOS MÁS ALTO AL
QUE ASISTIÓ (nombre)?
Nivel:
0 Preescolar 1 Primaria 2 Secundaria 3 Superior 8 NS
1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
__ __ 1 2 0 1 2 3 8
27. ¿Cuántas horas pasa el niño/a junto con su mamá? ____________________________
28. Cuando el niño/a no está con usted ¿Con quién pasa y por cuánto tiempo? ___________________
74
DISCIPLINA INFANTIL CD
29. LAS PERSONAS ADULTAS TIENEN CIERTAS
FORMAS DE ENSEÑAR A LOS NIÑOS/AS LA
MANERA CORRECTA DE COMPORTARSE O
CÓMO AFRONTAR UN PROBLEMA DE
COMPORTAMIENTO. LE VOY A LEER VARIOS
MÉTODOS QUE SE USAN Y QUERRÍA QUE
ME DIJERA SI UD. O ALGUIEN MÁS DEL
HOGAR HA USADO ESTOS MÉTODOS CON
(nombre) EN EL MES PASADO.
[A] LE QUITÓ ALGÚN PRIVILEGIO, LE
PROHIBIÓ ALGO QUE A (nombre) LE
GUSTA, O NO LE PERMITIÓ SALIR DE LA
CASA. [B] LE EXPLICÓ A (nombre) POR QUÉ SU
COMPORTAMIENTO ESTUVO MAL.
[C] LO/LA SACUDIÓ.
[D] LE GRITÓ, LE VOCIFERÓ, O LE DIO
ALARIDOS.
[E] LE DIO OTRA COSA QUE HACER.
[F] LE DIO UNA ZURRA, LO/LA GOLPEÓ O
LO/LA PALMEÓ EN EL TRASERO SÓLO
CON LA MANO.
[G] LO/LA GOLPEÓ EN EL TRASERO O EN
OTRA PARTE DEL CUERPO CON ALGÚN
OBJETO COMO CINTURÓN, UN CEPILLO
DE PELO, UN PALO U OTRO OBJETO
DURO.
[H] LO/LA LLAMÓ TONTO/A, PEREZOSO/A
O ALGUNA OTRA COSA PARECIDA.
[I] LO/LA GOLPEÓ O LE DIO UNA PALMADA
EN LA CARA, EN LA CABEZA O EN LAS
OREJAS.
[J] LO/LA GOLPEÓ O LE DIO UNA PALMADA
EN LA MANO, EN EL BRAZO O EN LA
PIERNA.
[K] LE DIO UNA PALIZA, ES DECIR, LE PEGÓ
UNA Y OTRA VEZ LO MÁS FUERTE QUE
PUDO.
Sí No
Le quitó algún privilegio ..................... 1 2
Explicó el comportamiento erróneo ... 1 2
Lo/la sacudió. ..................................... 1 2
Le gritó, le vociferó, o le dio alaridos.. 1 2 Le dio otra cosa que hacer. ............... 1 2
Le dio una zurra, lo/la golpeó o lo/la palmeó en el trasero sólo con la mano.1 2
Lo/la golpeó con cinturón, un cepillo de pelo, un palo u otro objeto duro. 1 2
Lo/la llamó tonto/a, perezoso/a o alguna otra cosa parecida. .......................... 1 2
Golpeó / dio una palmada en la cara, en la cabeza o en las orejas. ........... 1 2
Golpeó / dio una palmada en la mano, en el brazo o en la pierna. .............. 1 2
Le dio una paliza, le pegó una y otra vez lo
más fuerte que pudo. ..................... 1 2
30.¿CREE USTED QUE PARA CRIAR O EDUCAR
CORRECTAMENTE A (UN NIÑO)/(UNA NIÑA), ÉL/ELLA DEBE SER CASTIGADO
FÍSICAMENTE?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2 NS / No opina ............................................. 8
75
CUESTIONARIO DE MUJERES INDIVIDUALES
1. ¿HA ASISTIDO ALGUNA VEZ A LA ESCUELA O
PREESCOLAR? Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
2. ¿CUÁL ES EL NIVEL MÁS ALTO AL QUE HA
ASISTIDO USTED EN LA ESCUELA?
Preescolar .................................................. 0
Primaria ...................................................... 1
Secundaria ................................................. 2
Superior ...................................................... 3
ACCESSO A MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y USO DE TECNOLOGIAS
3. ¿CON QUÉ FRECUENCIA LEE UN PERIÓDICO O
REVISTA? ¿CASI TODOS LOS DÍAS, AL MENOS
UNA VEZ POR SEMANA, MENOS DE UNA VEZ
POR SEMANA O NUNCA?
Casi todos los días ..................................... 1 Al menos una vez por semana ................... 2 Menos de una vez por semana .................. 3 Nunca ......................................................... 4
4. ¿ESCUCHA LA RADIO CASI TODOS LOS DÍAS, AL
MENOS UNA VEZ POR SEMANA, MENOS DE UNA
VEZ POR SEMANA O NUNCA?
Casi todos los días ..................................... 1 Al menos una vez por semana ................... 2 Menos de una vez por semana .................. 3 Nunca ......................................................... 4
5. ¿CON QUÉ FRECUENCIA VE TELEVISIÓN? ¿DIRÍA
QUE CASI TODOS LOS DÍAS, AL MENOS UNA
VEZ POR SEMANA, MENOS DE UNA VEZ POR
SEMANA O NUNCA?
Casi todos los días ..................................... 1 Al menos una vez por semana ................... 2 Menos de una vez por semana .................. 3 Nunca ......................................................... 4
6. ¿ALGUNA VEZ USÓ UNA COMPUTADORA? Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
7. ¿HA USADO UNA COMPUTADORA EN ALGÚN
LUGAR EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES? Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
8. EN EL ÚLTIMO MES, ¿CON QUÉ FRECUENCIA
USÓ UNA COMPUTADORA? ¿CASI TODOS LOS
DÍAS, AL MENOS UNA VEZ POR SEMANA, MENOS DE UNA VEZ POR SEMANA O NUNCA?
Casi todos los días ..................................... 1 Al menos una vez por semana ................... 2 Menos de una vez por semana .................. 3 Nunca ......................................................... 4
9. ¿ALGUNA VEZ USÓ INTERNET? Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
10. EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES ¿USÓ ALGUNA VEZ
INTERNET? Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
11. EN EL ÚLTIMO MES, ¿CON QUÉ FRECUENCIA
USÓ INTERNET? ¿CASI TODOS LOS DÍAS, AL
MENOS UNA VEZ POR SEMANA, MENOS DE UNA
VEZ POR SEMANA O NUNCA?
Casi todos los días ..................................... 1 Al menos una vez por semana ................... 2 Menos de una vez por semana .................. 3 Nunca ......................................................... 4
ULTIMO NACIMIENTO DESEADO
12. CUANDO SE QUEDÓ EMBARAZADA DE (nombre),
¿QUERÍA USTED QUEDARSE EMBARAZADA EN
ESE MOMENTO?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
13. ¿QUERÍA USTED TENER UN HIJO/A MÁS
ADELANTE O YA NO QUERÍA TENER (MÁS) HIJOS/AS?
Más adelante .............................................. 1 No más ....................................................... 2
14. ¿CUÁNTO MÁS TIEMPO QUERÍA USTED
ESPERAR? Meses ................................................ 1__ __ Años ............................................. ....2 __ __
76
NECESIDAD NO SATISFECHA
15. AHORA ME GUSTARÍA HABLAR DE SU ACTUAL
EMBARAZO (SI FUERE EL CASO). CUANDO SE
QUEDÓ EMBARAZADA, ¿QUERÍA QUEDARSE
EMBARAZADA EN ESE MOMENTO?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2 No aplicable…………………………………0
16. ¿QUERÍA USTED TENER UN HIJO/A MÁS
TARDE O NO QUERÍA TENER MÁS HIJOS/AS? Más tarde. ................................................... 1 No más ....................................................... 2 No aplicable…………………………………0
17. AHORA ME GUSTARÍA HACERLE ALGUNAS
PREGUNTAS SOBRE EL FUTURO. DESPUÉS
DE TENER EL HIJO/A QUE AHORA ESTÁ
ESPERANDO, ¿LE GUSTARÍA TENER OTRO
HIJO/A O PREFERIRÍA NO TENER MÁS
HIJOS/AS?
Tener otro hijo/a .......................................... 1 No más/ninguno .......................................... 2 No ha decidido/NS ...................................... 8 No aplicable…………………………………0
18. AHORA ME GUSTARÍA HACERLE ALGUNAS
PREGUNTAS SOBRE EL FUTURO. ¿LE
GUSTARÍA TENER (UN/OTRO) HIJO/A O
PREFERIRÍA NO TENER NINGÚN (MÁS) HIJO/S?
Tener (un/otro) hijo/a ...................................1 No más/ninguno ..........................................2 Dice que no puede quedarse embarazada .3 No lo ha decidido/NS ..................................8
19. ¿CUÁNTO LE GUSTARÍA ESPERAR HASTA EL
NACIMIENTO DE (UN/OTRO) HIJO/A? Registre la respuesta tal y como lo afirme la
entrevistada.
Meses ................................................ 1 __ __ Años .................................................. 2 __ __ No quiere esperar (pronto/ahora) .............. 993 Dice que no puede quedar embarazada ... 994 Después del casamiento ........................... 995 Otro ........................................................... 996 NS ............................................................. 998
20. ¿CREE QUE ES FÍSICAMENTE CAPAZ DE
QUEDARSE EMBARAZADA?
Sí……………………………. .......................... 1 No.................................................................. 2 No sabe ....................................... ................. 8
21. ¿POR QUÉ CREE QUE NO ES FÍSICAMENTE
CAPAZ DE QUEDARSE EMBARAZADA? Relaciones sexuales infrecuentes /no tiene
relaciones sexuales ..................................A Menopausia ..................................................B Nunca menstruó .......................................... C Histerectomía (extirpación quirúrgica del útero) ................................................... D Ha estado intentando quedarse embarazada
durante los últimos 2 años o más sin resultados .................................................E
Amenorrea postparto .................................... F
No sabe .................................................. 998
77
Amamantamiento ......................................... G Demasiado mayor ........................................ H Fatalista ......................................................... I Otro (especifique) _____________________ X NS ................................................................. Z
CONSUMO DE TABACO Y ALCOHOL
22. ¿ALGUNA VEZ HA PROBADO FUMAR
CIGARRILLOS, AUNQUE SEA UNA O DOS
PITADAS?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
23. ¿CUÁNTOS AÑOS TENÍA USTED CUANDO FUMÓ
UN CIGARRILLO ENTERO POR PRIMERA VEZ?
Nunca fumó un cigarrillo entero ................ 00 Edad ................................................ ___ ___
24. ¿FUMA CIGARRILLOS ACTUALMENTE? Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
25. EN LAS ÚLTIMAS 24 HORAS, ¿CUÁNTOS
CIGARRILLOS FUMÓ?
Número de cigarrillos ....................... ___ ___
26. EN EL ÚLTIMO MES, ¿CUÁNTOS DÍAS FUMÓ
CIGARRILLOS? Si son menos de 10 días, anote la cantidad de
días.
Si son 10 días o más pero menos de un mes,
circule “10”.
Si contesta “todos los días” o “casi todos los
días”, circule “30”
Número de días .................................. 0 ___ 10 días o más pero menos de un mes ...... 10 Todos los días/casi todos los días ............ 30
27. ¿HA PROBADO ALGUNA VEZ ALGÚN OTRO
PRODUCTO CON TABACO FUMABLE QUE NO
SEAN CIGARRILLOS, COMO, POR EJEMPLO, CIGARROS, PIPA DE AGUA O PIPA?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
28. DURANTE EL ÚLTIMO MES, ¿CONSUMIÓ ALGÚN
PRODUCTO CON TABACO FUMABLE?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
29. ¿QUÉ CLASE DE PRODUCTO CON TABACO
FUMABLE CONSUMIÓ O FUMÓ DURANTE EL
ÚLTIMO MES? Circule todos los productos mencionados.
Cigarros ..................................................... A Pipa de agua .............................................. B Cigarrillos ................................................... C Pipa............................................................ D Otros (especifique) ___________________ X
30. DURANTE EL ÚLTIMO MES, ¿CUÁNTOS DÍAS
CONSUMIÓ PRODUCTOS CON TABACO
FUMABLE? Si son menos de 10 días, anote la cantidad de días.
Si son 10 días o más pero menos de un mes,
Número de días .................................. 0 ___ 10 días o más pero menos de un mes ...... 10 Todos los días/casi todos los días ............ 30
79
31. ¿ALGUNA VEZ PROBÓ ALGÚN PRODUCTO CON
TABACO NO FUMABLE/SIN HUMO, COMO TABACO
DE MASCAR, RAPÉ SECO O HÚMEDO?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
32. EN EL ÚLTIMO MES, ¿CONSUMIÓ ALGÚN
PRODUCTO CON TABACO NO FUMABLE/SIN
HUMO?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
33. ¿QUÉ CLASE DE PRODUCTO CON TABACO NO
FUMABLE/SIN HUMO CONSUMIÓ DURANTE EL
ÚLTIMO MES? Circule todos los productos mencionados.
Tabaco de mascar ..................................... A Rapé seco .................................................. B Rapé húmedo ............................................ C Otros (especifique) ___________________ X
34. DURANTE EL ÚLTIMO MES, ¿CUÁNTOS DÍAS
CONSUMIÓ PRODUCTOS CON TABACO NO
FUMABLE/ SIN HUMO? Si son menos de 10 días, anote la cantidad de
días.
Si son 10 días o más pero menos de un mes,
circule “10”.
Si contesta “todos los días” o “casi todos los
días”, circule “30”
Número de días .................................. 0 ___ 10 días o más pero menos de un mes ...... 10 Todos los días/casi todos los días ............ 30
35. ME GUSTARÍA AHORA HACERLE ALGUNAS
PREGUNTAS SOBRE EL CONSUMO DE ALCOHOL. ¿HA CONSUMIDO ALCOHOL ALGUNA VEZ?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
36. CONSIDERAMOS UN TRAGO DE ALCOHOL COMO
UNA LATA O BOTELLA DE CERVEZA, UN VASO DE
VINO O UN SHOT/CHUPITO DE COÑAC, VODKA, WHISKEY O RON.
¿QUÉ EDAD TENÍA CUANDO TOMÓ SU PRIMER
TRAGO ENTERO DE ALCOHOL MÁS ALLÁ DE
UNOS POCOS SORBOS?
Nunca tomó un trago de alcohol ............... 00 Edad ................................................ ___ ___
37. DURANTE EL ÚLTIMO MES, ¿CUÁNTOS DÍAS
CONSUMIÓ POR LO MENOS UN TRAGO DE
ALCOHOL? Si la entrevistada no tomó ninguno, circule
“00”.
Si son menos de 10 días anote la cantidad de
días.
Si son 10 días o más pero menos de un mes,
circule “10”.
Si responde “todos los días” o “casi todos los
días”, circule “30”
No tomó un trago de alcohol en el último
mes ....................................................... 00 Número de días .................................. 0 ___ 10 días o más pero menos de un mes ...... 10 Todos los días / casi todos los días .......... 30
38. EN EL ÚLTIMO MES, EN LOS DÍAS QUE TOMÓ
ALCOHOL, ¿POR LO GENERAL CUÁNTOS
TRAGOS TOMÓ POR DÍA?
Número de tragos ............................ ___ ___
80
NIVEL DE SATISFACCION CON LA VIDA
39. ME GUSTARÍA HACERLE AHORA ALGUNAS
PREGUNTAS SENCILLAS SOBRE SU FELICIDAD Y
SATISFACCIÓN.
PRIMERO, CONSIDERANDO TODOS ASPECTOS
DE SU VIDA, ¿DIRÍA USTED QUE ES MUY FELIZ
O ALGO FELIZ, NI FELIZ NI INFELIZ, O UN POCO
INFELIZ O MUY INFELIZ?
TAMBIÉN PUEDE MIRAR ESTAS IMÁGENES PARA
AYUDARLA CON SU RESPUESTA.
Muestre la cara 1 de la tarjeta de respuestas y
explíquele el significado de cada símbolo.
Circule el código de respuesta seleccionado por
la entrevistada.
Muy feliz ...................................................... 1
Algo feliz ..................................................... 2
Ni feliz ni infeliz ........................................... 3
Un poco infeliz ............................................ 4
Muy infeliz ................................................... 5
81
40. AHORA, LE VOY A HACER ALGUNAS
PREGUNTAS SOBRE SU NIVEL DE
SATISFACCIÓN EN DIVERSAS ÁREAS.
EN CADA CASO, HAY CINCO POSIBILIDADES:
DÍGAME, PARA CADA PREGUNTA, SI USTED
ESTÁ MUY SATISFECHA, ALGO SATISFECHA, NI
SATISFECHA NI INSATISFECHA, UN POCO
INSATISFECHA O MUY INSATISFECHA.
TAMBIÉN PUEDE MIRAR ESTAS IMÁGENES PARA
AYUDARLA CON SU RESPUESTA.
Muestre la cara 2 de la tarjeta de respuestas y
explíquele el significado de cada símbolo.
Circule el código de respuesta indicado por la
entrevistada para las preguntas LS3 a LS13.
¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ USTED CON SU VIDA
FAMILIAR?
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
41. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON SUS
AMISTADES?
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
42. DURANTE EL AÑO ESCOLAR actual, ¿ASISTIÓ A
LA ESCUELA EN ALGÚN MOMENTO?
Sí. ............................................................... 1 No ............................................................... 2
82
43. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON SU ESCUELA?
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
No aplicable……………………………….0
44. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON SU EMPLEO ACTUAL?
Si responde que no tiene ningún empleo,
circule “0” y continúe con la próxima
pregunta. No trate de indagar cómo se siente
por no tener empleo, a menos que se lo
mencione ella misma.
No tiene empleo .......................................... 0
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
45. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON SU SALUD?
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
46. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON EL LUGAR
DONDE VIVE?
En caso de que sea necesario, explíquele que la
pregunta se refiere al entorno de vida, que
incluye el barrio y la vivienda.
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
47. ¿CUÁN SATISFECHA, EN GENERAL, ESTÁ CON
CÓMO LE TRATA LA GENTE A SU ALREDEDOR?
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
83
48. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON SU
APARIENCIA?
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
49. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON SU VIDA, EN
GENERAL?
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
50. ¿CUÁN SATISFECHA ESTÁ CON SUS INGRESOS
ACTUALES?
Si responde que no tiene ingresos, circule “0” y
continúe con la próxima pregunta. No trate de
indagar cómo se siente por no tener ingresos, a
menos que se lo mencione ella misma.
No tiene ingresos ........................................ 0
Muy satisfecha ............................................ 1
Algo satisfecha ........................................... 2
Ni satisfecha ni insatisfecha ........................ 3
Un poco insatisfecha................................... 4
Muy insatisfecha ......................................... 5
51. ¿COMPARADO CON ESTE MISMO MOMENTO
DEL AÑO PASADO, ¿DIRÍA USTED QUE SU VIDA
EN GENERAL HA MEJORADO, MANTENIDO MÁS
O MENOS IGUAL O EMPEORADO?
Mejorado ..................................................... 1 Mantenido más o menos igual .................... 2 Empeorado ................................................. 3
52. ¿Y EN UN AÑO, CREE USTED QUE LA VIDA SERÁ
MEJOR, MÁS O MENOS IGUAL O PEOR?
Mejor ........................................................... 1 Más o menos igual ...................................... 2 Peor ............................................................ 3
84
TARJETA DE RESPUESTA:
LADO 1
Muy
feliz
Algo
Feliz
Ni feliz
ni infeliz
Un poco
Infeliz
Muy
infeliz
LADO 2
Muy
satisfecha
Algo
satisfecha
Ni satisfecha
ni
insatisfecha
Un poco
Insatisfecha
Muy
insatisfecha
OBSERVACIONES
85
DESARROLLO TEMPRANO INFANTIL
1. ¿CUÁNTOS LIBROS DE NIÑOS O LIBROS CON
DIBUJOS TIENE PARA (nombre)?
Ninguno ..................................................... 00 Número de libros de niños ..................... 0 __ Diez o más libros ...................................... 10
2. QUISIERA SABER CUÁLES SON LAS COSAS CON
LAS QUE (nombre) JUEGA CUANDO ESTÁ EN
CASA. ¿JUEGA CON:
[A] JUGUETES CASEROS (TALES COMO
MUÑECAS, AUTOS U OTROS JUGUETES
HECHOS EN CASA)?
[B] JUGUETES DE UNA TIENDA O FABRICADOS?
[C] OBJETOS DEL HOGAR (COMO CUENCOS U
OLLAS) U OBJETOS QUE SE ENCUENTRAN
EN EL EXTERIOR DEL HOGAR (COMO PALOS, PIEDRAS, CONCHAS DE ANIMALES U
HOJAS)?
Si el entrevistado responde “SÍ” a las categorías de arriba, indague para saber específicamente con qué juega el niño/a para determinar la respuesta.
Sí No NS Juguetes caseros………….....1 2 8 Juguetes de tienda……………1 2 8 Objetos del hogar u objetos del exterior …………...1 2 8
3. A VECES, LOS ADULTOS QUE CUIDAN A LOS
NIÑOS/AS TIENEN QUE DEJAR LA CASA PARA IR
DE COMPRAS, LAVAR LA ROPA, O POR OTROS
MOTIVOS, Y DEBEN DEJAR A LOS NIÑOS/AS EN
CASA. ¿CUÁNTOS DÍAS EN LA ÚLTIMA SEMANA DEJÓ A
(nombre): [A] SOLO DURANTE MÁS DE UNA HORA?
[B] AL CUIDADO DE OTRO NIÑO/A, ES DECIR, CON ALGUIEN MENOR DE 10 AÑOS, DURANTE MÁS DE UNA HORA?
Si la respuesta es ‘ningún día’, escriba’ 0’. Si la respuesta es ‘no sé’, escriba’ 8’
Número de días que lo dejó solo durante más de una hora ......................... __ Número de días que lo dejó a cargo de otro niño/a durante más de una hora .. __
4. ¿ASISTE (nombre) A ALGÚN PROGRAMA DE
APRENDIZAJE ORGANIZADO O DE APRENDIZAJE
TEMPRANO, TAL COMO UNA INSTITUCIÓN
PRIVADA O DEL GOBIERNO, INCLUYENDO
JARDÍN INFANTIL O CUIDADO INFANTIL
COMUNITARIO?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
CUESTIONARIO DE NIÑOS/AS MENORES DE CINCO AÑOS
86
5. EN EL MES PASADO, ¿UD. O ALGUIEN DEL HOGAR PARTICIPÓ EN ALGUNA DE LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES CON
(nombre del niño/a)? ¿QUIÉN PARTICIPÓ EN ESTA ACTIVIDAD Y CON QUÉ FRECUENCIA?
(Marque todas las opciones que apliquen.)
[A] LEYÓ LIBROS A (nombre) O MIRÓ LOS DIBUJOS DE UN LIBRO CON (nombre)?
MADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
PADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
OTRO (¿QUIEN?) _______________ DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA ALGUNA VEZ
NADIE [B] CONTÓ CUENTOS A (nombre) ?
MADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
PADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
OTRO (¿QUIEN?) _______________ DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA ALGUNA VEZ
NADIE [C] LE CANTÓ CANCIONES A (nombre) O CANTÓ CON (nombre), INCLUSO CANCIONES DE CUNA?
MADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
PADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
OTRO (¿QUIEN?) _______________ DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA ALGUNA VEZ
NADIE [D] LLEVÓ A (nombre) A PASEAR FUERA DE LA CASA, A ALGÚN RECINTO, PATIO U OTRO LUGAR?
MADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
PADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
OTRO (¿QUIEN?) _______________ DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA ALGUNA VEZ
NADIE [E] JUGÓ CON (nombre)?
MADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
PADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
OTRO (¿QUIEN?) _______________ DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA ALGUNA VEZ
NADIE
87
[F] LE NOMBRÓ, CONTÓ O DIBUJÓ COSAS A (nombre) O CON (nombre) ?
MADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
PADRE: DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA CASI NUNCA NUNCA
OTRO (¿QUIEN?) _______________ DIARIAMENTE UNA – DOS VECES POR SEMANA ALGUNA VEZ
NADIE
6. ME GUSTARÍA PREGUNTARLE ACERCA DE LA
SALUD Y EL DESARROLLO DE (nombre). LOS
NIÑOS/AS NO SIEMPRE SE DESARROLLAN Y
APRENDEN A LA MISMA VELOCIDAD. POR
EJEMPLO, ALGUNOS APRENDEN A CAMINAR
ANTES QUE OTROS. ESTAS PREGUNTAS ESTÁN
RELACIONADAS CON DIVERSOS ASPECTOS DEL
DESARROLLO DE (nombre). ¿PUEDE (nombre) IDENTIFICAR O NOMBRAR
POR LO MENOS CINCO LETRAS DEL ALFABETO?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
7. ¿SABE (nombre) EL NOMBRE Y RECONOCE EL
SÍMBOLO DE TODOS LOS NÚMEROS DEL 1 AL 5?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
8. ¿PUEDE (nombre) LEVANTAR UN OBJETO
PEQUEÑO CON DOS DEDOS, COMO UN PALO O
UNA PIEDRA DEL PISO?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
9. ¿SE SIENTE (nombre) A VECES DEMASIADO
ENFERMO COMO PARA JUGAR?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
10. ¿PUEDE (nombre) SEGUIR INSTRUCCIONES
SENCILLAS SOBRE CÓMO HACER ALGO
CORRECTAMENTE?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
11. CUÁNDO SE LE DA ALGO PARA HACER, ¿PUEDE
(nombre) HACERLO POR SÍ SOLO/A?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
12. ¿SE LLEVA (nombre) BIEN CON LOS OTROS
NIÑOS/AS?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
13. ¿(Nombre) PATEA, MUERDE O GOLPEA A OTROS
NIÑOS/AS O ADULTOS?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
14. ¿SE DISTRAE (nombre) FÁCILMENTE?
Sí................................................................. 1 No ............................................................... 2 No sabe ....................................................... 8
88
LACTANCIA E INGESTA ALIMENTARIA
15. ¿HA SIDO AMAMANTADO (nombre) ALGUNA VEZ?
Sí. ...................................................... 1 No ...................................................... 2 No sabe ............................................. 8
16. ¿TODAVÍA ESTÁ ÉL/ELLA SIENDO AMAMANTADO/A? Sí. ...................................................... 1 No ...................................................... 2 No sabe ............................................. 8
17 AYER, DURANTE EL DÍA O LA NOCHE, BEBIÓ (nombre)
ALGÚN LÍQUIDO DE UNA BOTELLA CON BIBERÓN? Sí. ...................................................... 1 No ...................................................... 2 No sabe ............................................. 8
18. ¿TOMÓ (nombre) ALGÚN SUERO DE REHIDRATACIÓN
ORAL (SRO) EN EL DÍA DE AYER, DURANTE EL DÍA O A
LA NOCHE?
Sí. ...................................................... 1 No ...................................................... 2 No sabe ............................................. 8
19. ¿TOMÓ O COMIÓ (nombre) SUPLEMENTOS
VITAMÍNICOS O MINERALES O ALGÚN MEDICAMENTO
EN EL DÍA DE AYER, DURANTE EL DÍA O A LA NOCHE?
Sí. ...................................................... 1 No ...................................................... 2 No sabe ............................................. 8
20.AHORA QUISIERA PREGUNTARLE SOBRE LOS LÍQUIDOS
QUE (nombre) PUEDA HABER TOMADO AYER
DURANTE EL DÍA O A LA NOCHE. ME INTERESA SABER
SI (nombre) INGIRIÓ ALGO AÚN SI FUE EN
COMBINACIÓN CON OTROS ALIMENTOS. POR FAVOR, INCLUYA LOS LÍQUIDOS CONSUMIDOS
FUERA DE SU HOGAR. ¿BEBIÓ (nombre) (nombre del ítem) AYER DURANTE
EL DÍA O DE NOCHE?
Sí No NS
[A] AGUA SOLA (SIN ADITIVOS)? Agua sola 1 2 8
[B] JUGO O BEBIDAS DE JUGO Jugo o bebidas de jugo 1 2 8
[C] introduzca el nombre local para un caldo/ caldo no espeso
Caldo/ caldo no espeso 1 2 8
[D] LECHE ENVASADA, EN POLVO O LECHE
FRESCA?
Leche 1 2 8
Si es sí: ¿CUÁNTAS VECES BEBIÓ (nombre)
LECHE? Si es 7 o más veces, guarde '7'. Si es desconocido, guarde ‘8’.
Número veces bebió leche __
[E] LECHE DE FÓRMULA PARA BEBÉS? Leche de fórmula 1 2 8
Si es sí: ¿CUÁNTAS VECES BEBIÓ (nombre)
LECHE DE FÓRMULA? Si es 7 o más veces, guarde '7'. Si es desconocido, guarde ‘8’.
Número de veces que bebió leche __