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T rabajadora informe / Historias de delegadas sindicales Entrevista de cine con Anna Solà El asociacionismo de mujeres número 9. IV época. octubre de 2003 secretaría confederal de la mujer

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Page 1: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

Trabajadora

informe / Historias de delegadas sindicalesEntrevista de cine con Anna Solà

El asociacionismo de mujeres

número 9. IV época. octubre de 2003 secretaría confederal de la mujer

Page 2: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

Trabajadora número 9. octubre de 2003. IV Época

EditaSecretaría Confederal

de la Mujer de CC.OO.

Dirección Postalc. Fernández de la Hoz, nº 12, 3ª planta

28010 Madrid

Tfno: 917 028 095

Fax: 913 104 804

Correo electrónico: [email protected]

Página web:www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

Dep. legal: M-41.009-1988

DirecciónSusana Brunel

Carmen Briz

Consejo de redacciónAna Santana, Gema Torres, Paz Perdiguer, Pura García,

Carmen Briz, Esmeralda Sanz, Rita Moreno y Susana Brunel

Colaboradoras y colaboradores en este número Ana Santana, Pura García,

Esmeralda Sanz, Susana Brunel, Gema Torres, Laura Montes,

Loren Cabral, Soledad Murillo, Rocío Rodríguez, Enrique Arce,

Marisa Jubrías, David Perejil, José Candón y Carmen Valls.

Tirada28.000 ejemplares

Diseño y fotomecánicaIO centro de diseño y animática

ImprimeAltamira

DistribuciónMarisa Jubrías

IMPRESO EN PAPEL RECICLADO

2 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

Puedes leer este número y todos losanteriores de Trabajadoraen la siguiente dirección:

http://www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

Si deseas recibir la revista por correoelectrónico, envíanos tu dirección a:

[email protected] (es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB)

FE DE ERRATASEn el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen lassiguientes erratas en el informe titulado El género de la negociación colectiva. Las dos en laentrevista a Carla Bonino. En la página17, en el inicio de la entrevista, se decía que la investi-gación La negociación colectiva como instrumento para la igualdad laboral entre mujeres y hom-bres se desarrolló a lo largo del año 2001, cuando debería haberse redactado 2002.En la página 18, en la segunda columna debería haberse escrito: “Esto quiere decir que las cláusulasseñaladas como buenas en la investigación lo son en el marco de la negociación colectiva enEspaña, entre convenios vigentes en 2001”, y no 2000, como aparecía. Nuestras disculpas a quié-nes nos leéis y sobre todo a Carla Bonino por ambos errores.

Haz servir tus derechos

1 Ausencia del trabajador en los supuestos de acci-dente y hospitalización de sus familiares.

2 Permisos por adopción y acogimiento.3 Excedencias para el cuidado de niños y niñas.4 Permisos de lactancia.5 Reducción de jornada por motivos familiares.

La Unió Sindical de CC.OO. del Barcelonèsanima a los hombres que han sido, son o seránpadres a hacerse “voluntarios”. Hacer valersus derechos equivale a cuidar de sus hijos ehijas en pie de igualdad con las madres,utilizando para ello la reducción de jornada,los permisos especiales o las excedencias,entre otras cosas. La Regidoria de BenestarSocial del Ajuntament de Barcelona hacolaborado en la iniciativa.

Page 3: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

página 21/ CIBERFEMINISTAS

Sin género de dudas, de Gema Torres.

página 22/ POR EL MUNDO

Tiempos de desigualdad, de C. B.

página 24/ INVESTIGACIÓN

Las cláusulas del acoso sexual, de

Laura Montes y Loren Cabral.

página 26/ SOCIEDAD

Ciudadanas en activo, de

Rocío Rodríguez y Soledad Murillo.

página 28/ GUÍA PARA NO PERDERSE

Véronique Olmi, Iciar Bollaín, Skin y Tina ModottiColaboraciones de Enrique Arce, Marisa Jubrías,

David Perejil y José Candón.

página 30/ SALUD

La salud pública, de Carmen Valls.

página 31/ UN SINDICATO DE HOMBRES Y MUJERES

Preguntas a María José Alende.

sumariopágina 6/ POR AQUÍ

De observatorios y homenajes

página 8/ EMPLEO

Más y mejores empleos,

de Ana Santana.

página 10/ ENTREVISTA

Entrevista de cine con Anna Solà,

de Carmen Briz.

página 13/ LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA

En el curro, tratamé igual,de Pura García.

página 14/ PUBLICACIONES Y LIBROS

Colaboraciones de C. B., Esmeralda Sanz

y Susana Brunel.

página 15/ INFORME

Historias de delegadas sindicales,

de Carmen Briz.

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 3

Miriam Cameros nació en Pamplona hace 25 años y es licenciada en Bellas Artes perosobre todo tiene mucha experiencia en imagen, animación e ilustración creadas a partir de he-rramientas gráficas digitales. Actualmente compagina su labor como profesora del Istituto Eu-ropeo di Design con su trabajo de ilustradora en el periódico feminista Andra. Además perte-nece al grupo de perfomance Post-op.

Entre sus últimos trabajos artísticos destacan el proyecto de una obra pública en el parquemunicipal de Carcastillo (Navarra) y el de una instalación en el Centre de Cultura Contem-porània de Barcelona (CCCB) dentro del proyecto Masculinidades.

Si te gustó su trabajo y deseas contactar con ella puedes hacerlo a través de su correo electró-nico: [email protected]

Page 4: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

4 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

editorial

EN SEPTIEMBRE de 2002 se inició el periodo electoraloficial en el que, durante 16 meses, se realizan la inmensamayoría de las elecciones sindicales en los centros de tra-bajo. Comisiones Obreras ha conseguido incrementar sen-siblemente el número de delegados y delegadas elegidosen sus candidaturas, revalidándose como primera fuerzasindical, y aumentando de forma significativa la diferenciaque tenía con la segunda organización sindical, la UniónGeneral de Trabajadores.

Ambos sindicatos han vuelto a superar la cifra del 80%de representación del colectivo de trabajadores que hanrealizado elecciones en sus centros de trabajo. El sindica-lismo de implantación estatal sigue siendo hegemónicoentre la clase trabajadora y año a año aumenta su repre-sentación frente a otras opciones (sindicatos nacionalistas oprofesionales, grupos autónomos, etc.).

Las elecciones sindicales son la fuente determinante dereconocimiento legal de las organizaciones sindicales. És-tas revalidan así su papel de interlocutoras ante las empre-sas, las patronales, las instituciones y las administracionespúblicas.

Son, por tanto, objetivos estratégicos para ComisionesObreras ganar las elecciones en cada ámbito territorial o sec-

torial; incrementar el número de delegados y delegadas obte-nidos; y, ampliar el número de centros de trabajo en los queestá presente. Las elecciones sindicales han de servir tambiénpara adecuar la representación sindical en las empresas a losimportantes cambios producidos en el mercado de trabajo,tanto en la composición de la clase trabajadora, como en rela-ción con la desmembración de empresas y la aparición denuevos fenómenos de organización empresarial.

Para ello es esencial favorecer la renovación de las listaselectorales, impulsando una mayor presencia de mujeres,jóvenes y –sobre todo en determinados sectores y zonasgeográficas– la participación de inmigrantes que se han in-corporado al mercado laboral español.

Comisiones Obreras busca desde hace tiempo las for-mas más adecuadas para conseguir la presencia de muje-res en los órganos de representación electoral y que estapresencia se corresponda con la que tienen las trabajado-ras en el mercado laboral y con el número de afiliadas.

Por ese motivo, al iniciarse este periodo electoral 2002-2003 se volvieron a proponer criterios y actuaciones paraimpulsar el crecimiento del número de delegadas elegidasen las listas y de alguna manera se ha conseguido un cierto

Delegadas y elec”Hablar de renovación, hablar deincorporación de jóvenes, mujeres

o inmigrantes a las listaselectorales no es un capricho niun planteamiento inviable sino

una necesidad”.

Page 5: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 5

avance, tanto en el número de delegadas elegidas como enel porcentaje que significan en relación con el total de per-sonas elegidas en candidaturas de Comisiones Obreras.

Pero además nos pusimos un reto adicional: reducir eldiferencial existente entre el número de delegadas elegi-das y el número de afiliadas. Y este ha sido más complica-do y las medidas adoptadas algo insuficientes. Realmentehay un constante y creciente aumento de la afiliación fe-menina con un lento crecimiento de la representación demujeres elegidas en las elecciones sindicales.

Si bien es una buena noticia el crecimiento de afiliadasy su mayor participación en la toma de decisiones, es preci-so que un número significativo de ellas pasen a ser repre-sentantes del colectivo de trabajadores y de los órganos derepresentación que negocian con las empresas o con las pa-tronales. Es decir, que adquieran la experiencia necesariapara poder participar en mayor número y medida en otrosámbitos de decisión: en los comités intercentros o de gru-po, en los comités de empresa europeos, en los órganos dedirección de los sindicatos.

Hablar de renovación, hablar de incorporación de jóve-nes, mujeres o inmigrantes a las listas electorales no es uncapricho ni un planteamiento inviable sino una necesidadpara las organizaciones sindicales de cara a aumentar surepresentatividad y su eficacia. Pero no basta con estable-

cer los objetivos, no basta con dar criterios a las organiza-ciones y equipos que llevan a cabo el trabajo de realizar yextender las elecciones sindicales, hacen falta medios, eco-nómicos y humanos, planes de trabajo, identificación deprioridades, seguimiento y evaluación permanente, y unaconstante atención e impulso desde las personas que tie-nen las responsabilidades más directas en torno a las elec-ciones sindicales. No cabe poner excusas ni justificacionescuando hay que llevar a cabo el trabajo sindical para des-pués estar lamentando recurrentemente la falta de impli-cación y participación de estos colectivos.

Comisiones Obreras ha superado ya la cifra de 28.400delegadas, un número importante de mujeres que deberíaen un futuro próximo participar activamente en el sindica-to. Esta cifra significa más del 40% del total de elegidas enel conjunto de opciones sindicales que han concurrido alas urnas en todo el país. Aunque es una cifra aún escasa enrelación a la presencia de las mujeres en el mercado labo-ral es, sin embargo, importante; y una buena manera depercibir el constante crecimiento y protagonismo de la tra-bajadoras en la toma de decisiones. Las diferentes estruc-turas del sindicato tienen la obligación de trabajar paraque la participación de las mujeres sea activa y efectiva.Todo el mundo saldrá ganando. T

ciones sindicales”Comisiones Obreras hasuperado ya la cifra de 28.400delegadas, un número importantede mujeres que debería en unfuturo próximo participaractivamente en el sindicato”.

Page 6: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

EL TRIBUNAL Superior de Justicia de Asturias haratificado la condena a Viveros del Sueve, por el despido

improcedente de cinco trabajadoras yconsidera incluso “modestas” las

indemnizaciones. Lastrabajadoras de Viveros ElSueve (Asturias) denunciaronhaber sufrido acoso sexual y ser

motivo de grabaciones ilícitas enlos baños de la empresa. Los Servicios Jurídicos y laSecretaría de la Mujer de Comisiones Obreras deAsturias participaron desde el primer momento en ladefensa de estas mujeres. T

DOS MUJERES han sido homenajeadas en los úl-timos meses en el País Valencià. Eran dos personasgenerosas que emplearon parte de sus vidas en tra-tar de conseguir un mundo más justo. Se llamabanPresen Sáez y Cristina Piris y probablemente se-rán recordadas durante mucho tiempo entre quie-nes les trataron.

Presen Sáez Descatllar murió en el mes de abrilcuando contaba 70 años. De profesión fue maestrade prisiones y perteneció al Movimiento de Reno-vación Pedagógica. Además trabajó en la PrimeraEscola d’Estiu del País Valencià y fue miembro deMujeres de Negro. Quienes la conocieron siemprerecordaran, junto a su nombre y su rostro, su ale-gría. En el mes de julio en la Facultad de Filologíase celebró un homenaje por Presen.

Cristina Piris participó en el movimiento obrero yvecinal en la clandestinidad y en la asamblea deBarcelona de constitución de Comisiones Obreras enjulio de 1976. Joan Sifré, secretario general de la Con-federación Sindical de Comisiones Obreras del PaísValencià decía de ella en un acto de homenaje: “Cristi-na, desde posiciones siempre críticas, ha hecho una aporta-ción muy valiosa, unánimemente reconocida como mujer ycomo sindicalista”; y finalizaba su discurso con estaspalabras: “El sindicato se tiene que reconocer en tu vidamilitante y por eso estar agradecido: porque nos has ayuda-do a mantener y a llevar a cuestas nuestras esperanzas”. T

por aquí

6 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

LOS DELEGADOS y delegadas de Comisiones Obrerasextremeños están participando en cursos de formaciónsobre igualdad de oportunidades que les permitanenfrentarse en un futuro a la realidad discriminatoriade las mujeres en nuestro país. Se trata de queadquieran conocimientos, habilidades y recursospara conocer y vislumbrar situaciones dedesigualdad en el trabajo, en los sistemas deprotección social, en la salud laboral o en hacer másacorde la vida laboral y familiar. Los cursos handestacado por la presencia de varonesimprescindibles aliados en la lucha por la igualdad.

Por otra parte y con motivo de la celebración delDía Internacional de la Seguridad y la Salud Laboral,las secretarías de Salud y de la Mujer analizaron losriesgos psicosociales (estrés, acoso sexual, acoso mo-ral, síndrome de quemado...) y cómo afectan a la sa-lud desde una perspectiva feminista. T

Harvest Goddess (Sunflowers), 1993, de la artistanorteamericana Anna Price-Oneglia.

De observatorios y

25 de Noviembre: Día Internacional para la Eliminación

de la Violencia contra la mujer

Page 7: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

SE CELEBRARON dos cursos en el mes demayo de 2003 en Madrid. Los dos organizados porla Escuela Sindical Juan Muñiz Zapico y laSecretaría Confederal de la Mujer de ComisionesObreras bajo la coordinación de María JesúsVilches. Al primero de ellos titulado Salud y géneroasistieron 14 personas provenientes de diferenteslugares del Estado español, casi en su mayoríaresponsables de salud laboral y de las secretaríasde la mujer. Carlos Martín, Lucía Artacoz, CeliaValiente, Neus Moreno, Jesús Fernández, CarmenValls y Estefanía Blount fueron algunos de losponentes.

Analizar los medios de comunicación y la pre-sencia de mujeres en ellos desde diferentes puntosde vista (como informadoras, directivas y consumi-doras) fue el objeto del curso El enfoque de géneroen la comunicación. Francisco Frechoso, Alba Vare-la, Trinidad Nuñez, Teresa Aranguren, FelicidadLoscertales, Pilar Blanco, José Benito, Emili Rey yRebeca Torada participaron en el mismo. La situa-ción de la prensa escrita, el poder del lenguaje, losestereotipos en televisión y los valores no sexistasen la prensa sindical fueron los temas abordados. T

Ilustración de Mirko Ilic.

EQUAL SABINA, este es el nombre de un nuevo programacomunitario para eliminar las desigualdades en el trabajo. La

Secretaría de la Mujer de Comisiones Obreras de Canarias, juntocon otros sindicatos canarios, está analizando las ofertas de trabajoy los convenios colectivos en busca de contenidos sexistas. Así por

ejemplo desvelan que las ofertas de empleo no suelen utilizar unlenguaje ni una publicidad que englobe a las trabajadoras. Además,según el estudio, los empleos cualificados y directivos van dirigidos

exclusivamente a los varones. La existencia de trabajosestereotipados, en masculinos o femeninos, sigue colocando a lasmujeres en la peor situación, con los sueldos más ridículos y las

condiciones más abusivas. T

ACABA de editarse una guía informativasobre qué son y cómo evitar algunos riesgos

químicos, incluidos los disruptoresendocrinos. Estos disruptores son sustancias

químicas capaces de alterar el sistemahormonal y ocasionar graves daños sobre la

salud de las mujeres y hombres expuestos y ensu descendencia. La Guía sindical para la

eliminación de tóxicos del sector limpiezas.Disruptores endocrinos: un nuevo riesgo tóxico

ha sido elaborada por Estefanía Blount,Miquel Crespo y Dolores Romano; y editada

por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente ySalud (ISTAS) y la Confederación Sindical de

Comisiones Obreras. T

Con informaciones de: Ofelia Vila, Joan Sifré, Encarna Sánchez, Herminia González, Jaione Pascual y María Jesús Vilches.

Ejemplo deanuncios de

ofertas deempleo recogido

de El País, el 12de septiembre

de 2003.

homenajes

Informaté y asiste a las manifestaciones, concentraciones oactividades que con motivo de la celebración de dicho díase realicen en tu pueblo o ciudad.

Page 8: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

A FINALES de 1997, el número depersonas desempleadas en laUnión Europea ascendía a 17 mi-llones. La mayoría de los países su-frían un índice de paro elevado,una creación de empleo lenta y ni-veles de participación cada vezmás bajos. En la Cumbre Extraor-dinaria de Luxemburgo sobre elempleo celebrada ese mismo año,los dirigentes europeos abordaronel daño que causa el desempleo enel tejido social y reconocieron esteasunto de interés común para todaEuropa. Para combatirlo adoptaronla Estrategia Europea de Empleo,que supuso el compromiso de losEstados miembros para coordinarlas políticas y promover la creaciónde más y mejores empleos.

Desde los inicios de la Estrate-gia Europea de Empleo la promo-ción de la igualdad de oportunida-des entre mujeres y hombres se in-cluye como uno de los cuatro pila-res(1) en las directrices para el

empleo(2) para dar respuesta a unode los problemas más graves a losque debían de hacer frente los Es-tados miembros: las diferencias de-bidas al género en el mercado detrabajo(3) y los obstáculos y las difi-cultades de las mujeres para conci-liar trabajos y vidas familiares y po-der reincorporarse al mercado detrabajo tras un tiempo de ausencia.

En el año 2000, el Consejo deNiza incorpora la igualdad deoportunidades a todas las directri-ces para el empleo. Esto supuso unrefuerzo significativo del compro-miso de la Unión Europea y laigualdad pasó a ser considerada unaspecto clave para aumentar las ta-sas de empleo, mejorar la calidaden el trabajo y promover un merca-

do laboral de carácter inclusivo.

Además, dado que la participa-ción de las mujeres en el mercadolaboral es reconocida como un ele-mento fundamental para la crea-

ción de empleo se han ido estable-ciendo objetivos cuantificados yacotados en el tiempo relativos alempleo femenino: alcanzar una tasade empleo femenino del 57% en2005 y del 60% en 2010. Tambiénse han fijado objetivos con respectoal cuidado de los niños menores de3 años (facilitar servicios de guar-dería al menos para el 90% de losniños entre 3 años y la edad de es-colarización, y al menos para el33% de los niños menores de 3años), con vistas a suprimir las fal-tas de incentivos para la participa-ción de las mujeres en el empleo.

El año pasado se llevó a cabouna evaluación global de los resul-tados alcanzados, tras cinco años deaplicación de la Estrategia Europeade Empleo. La integración de laperspectiva de género en todas laspolíticas y la realización de accio-nes específicas había sido eficaz.Las diferencias entre mujeres yhombres con respecto al empleo,desempleo y remuneración o laconciliación de la vida privada yprofesional habían sido tenidas encuenta en todos los Estados miem-bros. Sin embargo, las medidas po-

8 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

”Casi todos los Estados miembros aumentaron los esfuerzos sobre el cuidado infantil,

pero muy pocos lo hicieron con respecto al cuidado de otras personas dependientes”.

De la serie Moderna Madonna (1989-1994), de la fotógrafa holandesa Corinne Noodenbos.

empleo

Ser mujer, o joven, odemasiado mayor o inmigranteo tener alguna minusvalía ohaber estado en el parodurante largo tiempo tienegrandes desventajas cuandohablamos de la búsqueda deun puesto de trabajo. Crearmás y mejores empleos es unode los grandes retos de laEstrategia Europea deEmpleo.

Ana Santana

Más y mejores empleos

Page 9: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

líticas específicas adoptadas para laconsecución de los objetivos, asícomo los resultados obtenidos nohan sido los mismos en todos lospaíses.

Políticas y resultados desiguales

Las diferencias de género en elmercado laboral han sido abordadasde manera muy distintas, algunospaíses se han centrado en aumentarla tasa de empleo de las mujeres yotros en afrontar la segregación degénero y las diferencias retributi-vas. En cuanto a la reconciliaciónde la vida profesional y familiar, casitodos los Estados miembros au-mentaron los esfuerzos sobre el cui-dado infantil, pero muy pocos lo hi-cieron con respecto al cuidado deotras personas dependientes. Igual-mente pocos Estados abordaron po-líticas que facilitasen el acceso delas mujeres al mercado de trabajotras un período de ausencia.

Durante el período abordado, secrearon algo más de diez millonesde puestos de trabajo, seis de ellosfueron ocupados por mujeres. Tam-bién aumentó la población activa enaproximadamente cinco millones depersonas, la mayoría mujeres. Sinembargo, los avances conseguidosno eran suficientes para lograr losobjetivos en relación a las tasas deempleo. Para alcanzar los objetivosfijados el empleo debe aumentar en-tre 2002 y 2010 en 15,4 millones de

personas, de los cuales 9,6 debenser mujeres y 7,4 trabajadores demayor edad. Subsisten igualmentediferencias importantes entre muje-res y hombres en relación a las tasasde desempleo (9%) y las diferencias

retributivas siguen siendo conside-rables (alcanzan el 16% de media).

Por todo ello, la eliminación delas desigualdades en el empleo con-tinúa siendo un componente esen-cial de la Estrategia Europea deEmpleo, de hecho las directricespara las políticas de empleo de losEstados miembros aprobadas en2003 siguen manteniendo tres obje-tivos fundamentales: aumentar parael año 2010 la tasa de empleo feme-nino; disminuir las diferencias retri-butivas (reduciendo la segregaciónsectorial y ocupacional, potenciandoel acceso a la educación y formación,revisando los sistemas de clasifica-ciones profesionales y de los siste-mas retributivos, y de la realizaciónde campañas de sensibilización); y,por último, conciliar las vidas profe-sionales y familiares (especialmentemediante la prestación de serviciosde cuidado personas dependientes,la promoción del reparto de las res-ponsabilidades familiares y facilitan-do el regreso al trabajo después deperíodos de permiso).

El nuestro, un país difícil

Igualmente en la Recomenda-ción(4) del Consejo sobre la aplica-ción de las políticas de empleo de losEstados miembros de 2003 se havuelto a realizar recomendaciones a10 de los 15 países que forman partede la Unión Europea en materias re-lacionadas con la igualdad de géne-

ro. Concretamente el Estado espa-ñol es uno de los países donde lasmujeres encuentran mayores dificul-tades de acceso al mercado de traba-jo. Por ello, el Consejo ha instado alGobierno español para que adopte

medidas eficaces para aumentar latasa de empleo general y reducir lasdiferencias de empleo y desempleoentre hombres y mujeres, así como amejorar la oferta de servicios de cui-dado de las personas dependientes.

Por último resaltar la importan-cia de la participación activa de losinterlocutores sociales y de las auto-ridades regionales, en el marco dela Estrategia Europea de Empleo,para garantizar la efectiva puesta enpráctica de las directrices y avanzaren la construcción europea desde ellado de las políticas de empleo y dela cohesión social, y, especialmente,en la reducción de las disparidadesentre hombres y mujeres.

Ana Santana es socióloga y trabaja en la Secreta-

ría de Empleo de la Confederación Sindical de

Comisiones Obreras.

(1) Junto con la mejora de la empleabili-

dad, el fomento del espíritu empresarial y

la promoción de la adaptabilidad.

(2) Las directrices recogen los compromi-

sos en materia de política de empleo, en los

que se fijan objetivos que deben ser cumpli-

dos por los Estados miembros.

(3) Diferencias en materia de empleo y de-

sempleo y de remuneración.

(4) El Consejo revisa cada año el cumpli-

miento de las directrices por parte de cada

uno de los Estados miembros y puede for-

mular “Recomendaciones” para cada uno

de ellos, que podrán ser leídas como críti-

cas políticas y sanciones morales del Con-

sejo al Estado miembro.

(5) La implicación de los interlocutores so-

ciales debe hacerse desde las negociacio-

nes y acuerdos que se afrontan en las dis-

tintas Comunidades Autónomas, como des-

de las plataformas y la negociación de los

convenios colectivos. La contribución de

las autoridades regionales debe realizarse

desde el diseño de sus propias estrategias

teniendo en cuenta las directrices de em-

pleo y los Planes Nacionales de Acción

para el Empleo.

T

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 9

”Concretamente el Estado español es uno de los países donde las mujeres

encuentran mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo”.

Page 10: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

DRAC MÀGIC es una empresa cul-tural que se fundó en 1971 y que tra-baja en la divulgación de la cultura ci-nematográfica y audiovisual. Comen-zó su andadura en un contexto de re-sistencia cultural y de laboratorio deacciones. Anna Solà y Marta Selva fue-ron algunas de las fundadoras de estapropuesta. De aquí y de su inquietudpor “casar” cine y feminismo nació,hace 11 años, la Mostra Internacionalde Films de Dones de Barcelona.Eugènia Balcells, Marta Balletbó-Coll,Juana Macías, Cecilia Barriga, LisaBerger, Sara Mazkiarán, Laura Mañà,Josefina Molina, Silvia Munt, Idoia As-tigarraga, Adone Esparza, AzucenaRodríguez son los nombres de algunas

de las cineastas de nuestro país quehan participado a lo largo de estos añosen la Mostra. Charlamos con AnnaSolà una buena conocedora del cinerealizado por mujeres.

¿Cuál es la pregunta que os repiten in-sistentemente año tras año en la ruedade prensa de presentación de la Mos-tra de Films de Dones de Barcelona?

¿Por qué una Mostra de cine demujeres?

¿Y cuál es su respuesta?

Yo no creo que les satisfaga nuncala respuesta, pero insisten en hacer la

pregunta. En el fondo lo que quisieranmuchas personas es oír que la Mostradejará de existir cuando haya muchasmujeres que realicen películas. Puesno. No es eso sólo. Es un espacio depromoción de la autoría femenina y,por tanto, un espacio necesario.

El cine no es un terreno donde lasmujeres estén en igualdad de condi-ciones. Alrededor de un 4% de reali-zadoras están detrás de las películasque se exhiben comercialmente. Y esuna cifra algo ridícula.

Sin embargo, el cine que realizan lasmujeres en el 99% de los casos es uncine que aporta recambios interesantes yfundamentales para construir una cultu-ra que se aleje de los arquetipos patriar-cales. Las realizadoras utilizan fuerza enel espacio expresivo y también los entor-nos de producción para expresar cosasdistintas, cosas que no se ven mucho enel cine todavía, o que no se han formula-do antes como las formulan ellas.

Muchas cineastas seguirían siendodesconocidas si no fuese por estos es-pacios. En cada Mostra exhibimos 50películas inéditas, pero podríamosproyectar 100. Muchas películas noentran en circuitos de exhibición, sim-plemente porque trabajan con la expe-rimentación, con el riesgo creativo, ylos riesgos creativos -sean de signo fe-menino o masculino- están excluidosnormalmente. Según nuestro parecer,son las mujeres las que están aportan-do novedades e ideas fértiles para unacultura cinematográfica distinta.

Cuando comenzasteis fuisteis un de-safío a la no presencia y ahora, ¿enqué han cambiado las cosas cuandohablamos de cine y mujeres?

10 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

La Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona acaba de cumplir 11 años. Marta Selva

y Anna Solà llevan dirigiéndola desde sus inicios. Gracias a su existencia muchas realizadoras

jóvenes han podido ver exhibidas sus obras, las pioneras han sido rescatadas del olvido y un

público heterogéneo ha podido disfrutar conociendo sus películas.

Carmen Briz

entrevista

Una muestra de cine

Page 11: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

Hay más cineastas mujeres ahora,pero se diluyen en el magma predomi-nante donde casi todos son directores.Creo que estadísticamente dentro delconjunto de personas que hacen cine, lasmujeres ocupan un 10% como estadísti-ca mundial. Lo que necesitamos sonespacios que signifiquen a estas muje-res, porque aunque cada vez sean más,aún siguen siendo una minoría, paramostrar sus aportaciones y también parasugerir unas lecturas, que de otra formason imposibles o más difíciles de realizar.

¿Dónde creéis que ha radicado vues-tro éxito o qué tiene de especial laMostra?

Uno de nuestros méritos es quepartiendo de acciones culturales he-mos conseguido profesionalizar nues-tro trabajo. Por ejemplo el Festival In-ternacional de Cine Realizado porMujeres de Madrid tuvo una larga einteresante vida; pero terminó por-que se topó con algunos problemastécnicos insalvables y porque es difí-cil mantener un festival organizadode forma altruista, en este caso por lasmujeres del Ateneo Feminista. Peroen Madrid se pasaron y se exhibieronpelículas fundamentales para enten-der la evolución del cine contempo-ráneo. Actualmente Zaragoza, Hues-ca, Bilbao y Pamplona cuentan conmuestras estables. Además nos coor-dinamos estatalmente en TRAMA(Coordinadora de Muestras y Festiva-les de Cine de Mujeres).

Y a nivel internacional ¿cuáles sonlos festivales de cine de mujeres másrelevantes?

Hay dos referencias importantesen Europa: Créteil (Francia) y Flo-rencia (Italia). Realmente son los lu-gares donde nos hemos inspirado yhemos aprendido. Hay otros festiva-les en Alemania (Dormunt y Berlín),en Polonia y en Italia (Bolonia y su

festival de cine lésbico y Turín).Nosotras queríamos tener un pro-

yecto estable, un espacio de exhibicióny de investigación que permitiera crearreflexión y debate.

¿Siempre os planteasteis la Mostracon dimensión internacional?

La dimensión internacional esconsustancial al interés que tenemospor la aportación de las mujeres en elcine. La Mostra siempre ha sido unespacio abierto a la promoción de to-das las cineastas del país. Algunas no

han querido participar porque hancreído que su obra en este contextono estaba bien tratada; otras han teni-do miedo a ser encasilladas dentrodel feminismo; otras afortunadamen-te han podido estrenar de forma másreglada o convencional y no han ne-cesitado de plataformas alternativaspara impulsar sus películas.

Nos gusta mucho que la Mostrasirva para amplificar y visibilizar lostrabajos de cineastas desconocidas oignoradas. Recuerdo, por ejemplo, lasobras de la directora catalana NúriaOlivé-Bellés, que ha trabajado sobretodo en Estados Unidos, y lo ha he-cho desde la danza y la coreografía,aunque aquí es prácticamente desco-nocida. Y sobre todo seguimos impul-sando a las nuevas realizadoras a tra-vés de la sección de cortometrajes.

¿Con qué secciones contáis en la ac-tualidad?

Nuestra estructura es flexible,aunque siempre programamos pelí-culas muy contemporáneas. Hay unasección que pretende rescatar a lasprimeras cineastas que comenzaron adirigir. Es interesante ver como algu-nas cineastas en 1886 ya empezaban a

interferir tímida pero claramente consus posiciones sexuales dentro de laestructura productiva.

La idea del vídeo del minuto esmás bien una propuesta. Participanen esta convocatoria alrededor de uncentenar mujeres no profesionalesque deciden participar para darle unautilidad más creativa a la cámara devídeo doméstica. Las madres, Los es-torbos, Los placeres son algunos delos temas que hemos propuesto.

Proponemos un minuto porquepensamos que es más asequible paratodo el mundo y porque es justo lo

contrario que se suele hacer con el ví-deo doméstico, en donde se graba ab-solutamente todo. Determinar eltiempo significa pensar previamente.

¿Qué ha sido lo más jugoso de vues-tra última edición?

Destacaría por su intensidad laantología de las obras de una cineastajaponesa, desconocida en este paíspero que tiene una larga filmografía,Naomi Kawase. También la proyec-ción de la trilogía de Ulrike Ottingersobre los no lugares de la Europa delEste; la obra de Ariane Mnouchkinesobre el montaje teatral Tambores so-bre el dique...

Fueron jugosos los espacios de de-bate y proyección titulados Just Do It!performance y narrativas del trabajo,donde las obras cinematográficas o vi-deográficas son instrumentos paramover el pensamiento.

¿Cuál es la cinta más antigua que habéisproyectado a lo largo de estos años?

La primera película de la francesaAlice Guy, que nació en Saint-Mandé(Francia) en 1873. El festival de Cré-teil rescató una parte de la obra des-

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 11

”El cine que realizan las mujeres aporta recambios interesantes y fundamentales

paa construir una cultura que se aleje de los arquetipos patriarcales”.

Page 12: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

conocida de esta directora, que aúntiene muchas películas por catalogar.

Alice Guy tuvo una gran capacidadde trabajo, osadía en el terreno tecnoló-gico y osadía argumental. Ella introdu-jo en sus primeras películas una formade observar y representar el mundoque incluye los deseos de las mujeres,el universo femenino sin arquetipos.

¿Qué países suelen ser más inac-cesibles?

En esta última edición pasamos lapelícula Jin Nain Xia Tian de la jovendirectora china Li Yu, que fue filmadaen condiciones de clandestinidad total.Es una historia de amor entre muje-res, que ha sido rodada sin permisos,con actrices y actores no profesionalesy que no podrá exhibirse en su país.Tampoco tenemos muchas posibilida-des de traer películas africanas porqueallí la industria cinematográfica es casiinexistente.

¿Cuál es la realizadora más inolvida-ble que ha pasado por la Mostra?

Me gusta mucho hablar de la reali-zadora Laura Mulvey, su texto Placervisual y cine narrativo es una referen-cia dentro los estudios feministas. Nosvisitó también Matilde Landeta, la pri-mera mujer que realizó cine en Méxicoen los años 40 y que murió hace poco,en 1999. Fue emotivo tener a una mu-jer pionera en su género, en un país tanmachista como México y que ademásfue realizadora, guionista, productora...

¿Se puede hablar de algún géneropreferido por las cineastas?

La mayoría trabajan desde el terre-no del llamado cine de autor indepen-diente. Por definición este es un cineque no se acoge a fórmulas genéricas,desde el punto de vista industrial. Hay

una parte importante que trabaja eldocumental cinematográfico, tambiénpor cuestiones de facilidad tecnológicay presupuestaria. Pero creo que no sepuede generalizar.

Tal vez en los años 70 y 80 hubomás introspección sobre la propia ex-periencia que ahora es más difícil ob-servar. Por otra parte, los nuevos me-dios tecnológicos, ahora más baratos yligeros, están facilitando el trabajo ymuchas mujeres están abandonandoel formato vídeo por el formato cine.

Se considera a Rosario Pi Brujascomo la “madre” del cine español,¿quién era en realidad y qué rodó?

Es la primera cineasta de aquí; perocasi no se sabe nada de ella. Se conocensus dos películas: El gato montés (1935) yMolinos de viento (1937) y sabemos quetrabajó en la productora catalana StarFilm como directora de producción,guionista y realizadora. Eso es todo.

¿Qué lugar suelen ocupar las mujeresen la industria cinematográfica?

Tradicionalmente se han ocupadodel montaje o han sido script. Estashan sido las dos funciones más claras.

Guionistas ha habido siempre y ahoracada vez hay más directoras de arte ode vestuario, operadoras de cámara,directoras, responsables de produc-ción ejecutiva...

¿Podrías realizarme una pequeñasemblanza de las directoras españo-las de los años 90?

Hay proyectos consolidados y estoes lo más gratificante y lo que da idea

de un cambio cultural real. Mujerescon una sola película hay muchas. Mu-jeres que estén consolidándose desdeun punto de vista creativo aún hay po-cas: Chus Gutiérrez, Iciar Bollaín,Rosa Vergés, Isabel Coixet... Algunastienden a reflejar su particular estilo yvisión de la vida; otras están más vin-culadas a los formatos industriales.

¿Qué realizadora ha captado o “ha-blado” mejor acerca del deseo de lasmujeres?

Por ejemplo, Mai Zetterling se in-clina por argumentos del deseo; en supelícula Amorosa (1986) lo hace desdeun lenguaje y una puesta en escenabastante convencional. Liv Ullmancuando rueda sobre el guión de Ing-mar Bergman Confesiones privadas(1996) está trabajando sobre los deseoscon una sutileza exquisita.

La película de Marie Mandy Fil-mar el deseo, un viaje a través del cinede las mujeres (2000) es un compendiode la importancia que dan las mujeresa la puesta en escena del deseo, comodarle forma sin caer en los tópicos dellenguajes utilizado en la cultura audio-visual. En ella quince realizadoras delos cinco continentes explican su visión

de la sensualidad y la sexualidad, te-niendo en cuenta a un público sexua-do, no al falso neutro masculino.

No hay Festival posible sin público,¿cómo es el vuestro?

Es un público muy heterogéneo.Empezó siendo un público muy mili-tante, pero a la tercera edición era yaheterogéneo tanto en géneros comoen edades. T

12 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

entrevista / Una muestra de cine

“Mujeres con una sola película hay muchas. Mujeres que estén consolidándose

desde un punto de vista creativo aún hay pocas”.

Page 13: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

HOY DÍA aún existen muchostérminos y conceptos demasiadoconstreñidos al círculo estricta-mente sindical. Esto puede repre-sentar un problema para toda lapoblación trabajadora, pero espe-cialmente para la gente joven quese incorpora por primera vez a un

empleo. Para acercar lenguajes yluchar por condiciones dignas, lasdiferentes secretarías de la juven-tud de Comisiones Obreras pre-sentaron su campaña sobre la ne-gociación colectiva(1). Un pequeño

desplegable (a modo de programaelectoral) sirvió de soporte en laspasadas elecciones sindicales.Ahora, a punto ya de culminar elproceso electoral, llega la hora de

poner este programa enpráctica dentro de las mesasde negociación.

La campaña Negociacióncolectiva: trabajar en mejorescondiciones pretende de una ma-nera rápida, distendida y accesible

informar a la gente jo-ven empleada de sus de-

rechos y ser una guíapara que puedan em-prender mejoras la-borales. Así por ejem-plo conocer los crite-rios usados para ela-borar el Acuerdo deNegociación Colectiva2003 puede facilitar latarea.

El combate contra laprecariedad y la aplica-ción de políticas de

igualdad de trato sondos de los puntos

centrales y la negocia-ción colectiva el instrumento paraconseguirlo. Se trata de que la ju-ventud que a día de hoy tiene lasuerte de contar con un empleo lopueda desempeñar en las me-jores condiciones posibles y

que quienes se incorpo-ren ahora al curro puedandisfrutar de un camino menossinuoso y con una pendientemás llevadera.

Conciliar la vida laboral y la perso-nal; erradicar la inseguridad que ge-neran los injustos contratos tempora-les (fraudulentos en muchas ocasio-nes); controlar las subcontratacionespiratas; sumar fuerzas para conseguirderechos a pesar de la oposición delempresariado; o animar al compromi-so más activo o bien a la afiliación sonalgunos de los apartados que se desa-rrollan en la campaña.

Pura García es la responsable de la Secretaría

Confederal de Juventud de Comisiones Obreras.

(1) Puedes encontrar la campaña comple-

ta, así como otros asuntos relacionados con

la gente joven, en la siguiente página web:

http://www.ccoo.es/sindicato/vjoven.html

T

los mejores años de nuestra vida

“El combate contra la precariedad y la aplicación de políticas de igualdad de

trato son dos de los puntos centrales”.

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 13

Igualdad de trato.

En el curro, tratamé igual“¿Qué es un sindicato?”, “¿qué es una negociacióncolectiva?”, “¿cómo han de tratarme?”... probablemente

estas sean algunas de las preguntas que se hace la gente

joven cuando se incorpora al mercado laboral.

Pura García

Por un empleo de calidad: no a la temporalidad.

Conciliar la vida personal y laboral.

Page 14: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

14 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

EN 1990 se editó el primernúmero de la revista Duodaque incluía las ponencias deun encuentro sobre la historiade las mujeres, se llamaba Dela casa a la fábrica. De perio-dicidad semestral y formato li-bro Duoda está escrita indis-tintamente en catalán y caste-llano. El último número quehan publicado, el 24, con ilus-traciones de Mar Arza, mirahacia las directoras de cine. Eltítulo del monográfico es Elcine es el cine de las mujeres...y de los hombres, pero esto ya

lo sabíamos y contiene textosde las directoras Josefina Mo-lina, Iciar Bollaín, Isabel Coi-xet, Daniela Fejerman, InésParís, Chus Gutiérrez y RosaVergés y del crítico cinemato-gráfico Àngel Quintana, quehace referencia a los papelesde la recientemente fallecidaKatharine Hepburn.

Así nos lo presentan en eleditorial: “Cuando los hom-bres indagan sobre el cine ‘de’las mujeres, evidencian con suobsesión de clasificarlas comocine ‘de mujeres’ su dificultad

y la incomodidad de su lugar,de su ubicación: un lugar defi-nido por el no cuestionarse nimoverse de la idea de queellos hacen ‘el cine’”.

Debates, entrevistas, crea-ción literaria, reseñas de librosy espacio para dar a conocerlas actividades y las reflexionesde los grupos de mujeres -enesta ocasión se detienen en Ta-maia. Associació de donescontra la violència familiar- re-corren sus casi 300 páginas.

C. B.

T

publicaciones y libros

Duoda

Duoda, revista de estudios feministas.Barcelona, 2003: Centre de Recercade Dones Universitat de Barcelona.Página web: www.ub.es/duoda.Correo electrónico: [email protected].

EL siguiente libro recoge lasponencias editadas del II En-cuentro de Mujeres Sindicalis-tas de Comisiones Obreras, or-ganizado por la Secretaría Con-federal de la Mujer, en la Uni-versidad de Alcalá de Henares(Madrid), a finales del año 2001.

Las jornadas pretendían mos-trar y difundir los distintos estu-dios de género existentes sobreEducación y trabajo. Un informeque resume el estado de la cues-tión en las investigaciones sobre

Mujer y Trabajo, a cargo de Bea-triz Quintanilla, de la UniversidadComplutense de Madrid (UCM).Informe que se completa con lasexposiciones de Sandra Dema dela Universidad de Oviedo y deMaria Bustelo, de la UCM.

La ponencia marco sobreEducación y géneroestuvo a car-go de Carmen Rodríguez, de laUniversidad de Cádiz, quien re-coge y comenta las distintas in-vestigaciones realizadas. El in-forme se completa con dos in-

vestigaciones: de Nieves Blanco,de la Universidad de Málaga yde Amparo Tomé, de la Educa-ción de la Universidad Autóno-ma de Barcelona.

Así mismo se recogen losbrillantes trabajos de dos inves-tigadoras, Begoña San Miguelde la Universidad de Alicante yMónica Borrell, historiadora,co-autoras de dos estudios pro-movidos por CC.OO.

Susana Brunel

T

Acercándonos a los estudios

SON DOS las herramientasinformáticas resultantes delProyecto ISOS para adentrarseen el estudio de las diferenciassalariales. El primer CD-Romestablece un sistema de valora-ción de puestos de trabajo concriterios neutros y objetivosque ayudan a alcanzar resulta-dos positivos en cuanto a igual-dad laboral se refiere. Para supuesta en marcha es necesarioun acuerdo pleno y participati-vo entre la dirección de la em-presa y los representantes delcolectivo de trabajadores.

El segundo CD-Rom,más sencillo en su uso, estádiseñado para desvelar indi-cios de discriminación sala-rial. Partiendo básicamentede la información contenidaen las hojas de salarios, per-mite efectuar análisis compa-rativos de la retribución dehombres y mujeres según ca-tegorías profesionales, tiposde ocupación y valoración delos puestos de trabajo. Ade-más de localizar posibles dis-criminaciones salariales hastael momento sólo intuidas, el

programa cuenta con dos vir-tudes adicionales: su manejoes bastante sencillo y el equi-po informático que requiereestá al alcance de la mayoría,lo que le convierte en un ins-trumento de enorme interésde cara a la labor que los re-presentantes sindicales pue-den realizar en la lucha contrala discriminación retributivade las mujeres.

Esmeralda Sanz es socióloga y ad-

junta a la Secretaría Confederal de la

Mujer de Comisiones Obreras.

T

El Proyecto ISOS: Las diferenciassalariales entre mujeres y hombres y lavaloración de los puestos de trabajo, sepresentan en dos CD-Rom, realizadospor los hermanos Marín Álvarez, conilustraciones de Marta Coll. Madrid,2003: Instituto de la Mujer. Páginaweb: http://www.mtas.es/mujer. Correoelectrónico: [email protected].

Valorar los trabajos

Un acercamiento a los estudios degénero. II Encuentro de MujeresSindicalistas de Comisiones Obreras, devarias autoras. Valencia, 2003: EditorialGermania, S. L.

Page 15: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 15

¿Qué obstáculos encuentran las mujeres en su

camino para organizarse en un sindicato? ¿por

qué cuesta tanto ser delegada? ¿por qué es tan

duro presentarse a las elecciones sindicales?

¿para qué afiliarse? ¿cómo te ven tus colegas

de trabajo? Estas son algunas de las preguntas

que hoy les lanzamos a nuestras entrevistadas,

todas ellas, nuevas delegadas.

Historias de delegadas sindicales

Manos negras (2002), de Marisa González

Page 16: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

PIEDAD Martínez es delegada sin-dical desde hace muy pocos meses.Trabaja en la empresa Flex, equipo dedescanso y una cosa está clara: traba-jar allí no es tan relajante como la pu-blicidad a que esta casa nos tieneacostumbrados. Piedad se dedica arematar los bordes de los conocidoscolchones pero cuando oye la palabra“flex” no siente precisamente relaja-ción ni ganas de echarse una cabeza-dita: “Llevo un montón de años traba-jando. En el mismo sitio. Siempre enla misma empresa, ahora ubicada enGetafe”. Para ella su empresa supone,además de su fuente de ingresos des-de que tenía 14 años, su lugar de pe-lea para conseguir mejoras que pue-dan beneficiar a toda la plantilla:“Trabajando me puse a estudiar, miidea era hacer medicina pero cuandoterminé COU estaba tan agotada físi-ca y psíquicamente que lo dejé todo”.

Si no te dice su edad pensarías quetiene bastantes menos de los que afirmatener. Son 50 años en un rostro vivaz yque no ha perdido demasiadas ilusio-nes con el paso del tiempo: “Me man-tengo muy bien porque trabajamos mu-cho”. Piedad Martínez se declara femi-nista y tiene una hija de 18 años, Marta,aún más feminista que ella si cabe.

Su comité de empresa está forma-do por 9 personas, 7 de ellas son deComisiones Obreras, sólo 1 es mujer:ella. Se ríe de quienes hablan “mojiga-tamente” de ella en relación a sus

compañeros del sindicato o de quienessuelen opinar que algo se llevan siem-pre los sindicalistas: “No se qué, por-que yo todavía estoy esperando. Peroesta es la certeza que algunos tienen”.

Antes la plantilla de Flex era gran-de, estaba compuesta en los años 70por alrededor de 800 personas y Pie-dad era una jovencita que formabaparte de “las comisiones obreras”,cuando el sindicato aún no era ni lasombra de lo que es hoy día. Despuésformó parte durante un tiempo de laORT y volvió como afiliada a Comi-

siones Obreras cuando desapareció elsindicato unitario: “Luego me casé.Tuve a mi hija. Me propusieron mu-chas veces que volviera; pero me re-sultaba complicado. Sabía lo que meesperaría si me comprometía de nue-vo: llegar a las tantas a casa. Así esque durante mucho tiempo decidí irde ‘relleno’ en los últimos puestos, enaquellos que sabía que no iba a salir”.Ahora el número del colectivo de tra-bajadores se ha reducido drástica-mente; y poco más de 200 personastrabajan en Flex, 25 de ellas –todasmujeres- en su cadena de montaje.

16 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

informe / Historias de delegadas sindicales

Piedad Martínez, Gema Santiago, Rocío Béjar y Asunción Viqueira son nuevas delegadas

sindicales en sus respectivas empresas. Esta es una muestra de cómo viven y a qué alegrías y

disgustos se enfrentan quienes deciden asumir la responsabilidad de ser elegidas.

Carmen Briz

Yo soy delegada sindical

Piedad Martínez.

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número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 17

A Piedad Martínez, además delsindicalismo le importa la solidaridad.Forma parte desde hace 7 años de laAsociación de Amigos del Pueblo Sa-haraui de Rivas Vaciamadrid (SA-HEL): “En una ocasión acogí a unniño y después las familias acogedo-ras constituimos la asociación”.

“Creo que la gente trabajadora estáun poquito durmiendo en los laureles;si hay que hacer un paro, olvídate; sihay que hacer alguna presión, olvída-te. La dirección sin embargo está fuer-te”, me explica algo desanimada. Lepregunto sobre qué ventajas tienepara ella ser sindicalista y le lleva untiempo pensar sobre ello: “Es que ven-

tajas yo creo que no tenemos ninguna.Simplemente me gusta. Mi madresiempre decía que yo era una abogadade pleitos pobres. Yo estoy en mi sitio yveo que se da una situación injusta yme meto por medio. Desde el sindicatopuedes luchar contra las injusticias deforma organizada...Y para una sangrecaliente como la mía, la verdad es quemenos mal que tengo compañeros queson bastante fríos y me piden tranqui-lidad, porque soy muy espontánea”.

Su vida de trabajadora no le hacambiado demasiado: “Quitando queahora me reúno con la dirección no hacambiado nada. Bueno, sí, ahora merespetan más”. Aunque reconoce queal principio la idea de ser delegada sin-dical le daba miedo: “Cuando vi queme tocaba estuve a punto de dimitir.Más que nada por la responsabilidad,hacia ti y hacia tus compañeros. Miedode hacerlo mal, de fallar. Me producíabastante malestar”. Y comenta algo do-lida: “Alguna gente piensa que siendodelegada puedes incumplir el horariolaboral o que nunca te van a despedir,pero eso es absurdo porque la realidades que te creas demasiados enemigosentre la dirección”.

En su empresa casi no se contrataa mozas jóvenes: “Chicas ninguna.Las únicas chicas que entran es para

trabajar en cuestiones comerciales, enlas oficinas. No quieren mujeres, ymenos jóvenes”.

Su compromiso no le ha influidonegativamente en su vida personal:“Tengo que dedicarle horas que le res-to a la casa y a mi tiempo de ocio. Aveces hacemos gestiones en horas sin-dicales pero muchas tardes tienes que’tirar’ de tu tiempo libre”.

Piedad Martínez afirma que en sufábrica existe discriminación a pesarde que los hombres presumen de queno: “Creo que hay que ser mujer paradarse cuenta o mejor dicho para vivir-lo. En mi sección hay 26 personas, 21

mujeres y 5 hombres, y el encargadoes un hombre. Este es sólo unejemplo”. Un motivo más para consi-derarse feminista: “Mi feminismo sebasa en que todas las personas hemosde tener los mismos derechos y lasmismas obligaciones”. Y pone unejemplo absurdo de tan claro: “Haceunos años compré unas acciones y enmi entidad bancaria las pusieron anombre de ‘mi marido’. Cuando fui-mos hasta allá para deshacer el lío, eldirector salió a saludarle a él. Ocurretambién con quienes vienen a casa aarreglar algo o a hacer obras, que note hacen ni caso. Me subleva”.

La dignidadcontra el miedo

Gema Santiago tiene 28 años, eslicenciada en Filosofía y vive aún enla casa sus padres en Madrid. Lleva 3años en contacto con el mercado la-boral, antes trabajó de cajera en elPryca para poder pagarse sus estu-dios. Ahora trabaja en el sector del te-lemárketing (mercadotecnia por telé-fono) le gusta lo que hace y tiene unhorario que le permite disponer desus tardes; desde marzo de este añoes delegada sindical de ComisionesObreras. Su empresa tiene dos cen-tros de trabajo, con un total de 205

personas contratadas; en el de Gemahay 90 mujeres y 40 hombres: “Antessólo contrataban a mujeres –quizásporque los sueldos los consideran pe-queños (cobro 914 euros al mes enbruto)- ahora contratan también ahombres. Desarrollamos un trabajoadministrativo y nos regimos por elconvenio de telemárketing. El sueldono es muy grande, pero es lo quehay... mi otra opción es estudiar y pre-sentarse a unas oposiciones. Casi todoel mundo tenemos entre 27 y 33 añosy la mitad hemos estudiado una carre-ra universitaria”. Tiene truco claro,nunca les contratan como licenciados.Y comenta que con esa formación casitodo el mundo comienza a trabajar entelemárketing como algo “pasajero”,aunque al final mucha gente se termi-ne quedando.

A ella le inquietaba que en su tra-bajo nadie luchara por los derechosque les correspondían y decidió afi-liarse: “Hay mucho miedo porque va-mos encadenando contratos con dife-rentes empresas. Creo que hay que te-ner valor para decir por lo menos loque dice el convenio, porque son nues-tros derechos. Muchas veces las em-presas no los cumplen y hemos tenidoque poner denuncias en Inspección deTrabajo”. Su comité de empresa loconforman 9 personas (4 de la UniónGeneral de Trabajadores y 5 de Co-misiones Obreras) y lo preside ella.

Y me da un ejemplo del miedo rei-nante en los puestos de trabajo:“Como sección sindical, hemos pedidorealizar una encuesta sobre el clima la-boral (para que todo el mundo expli-que lo que piensa de la empresa, loscoordinadores, los supervisores, decómo nos tratan o de qué se puede me-jorar); pero ha tenido que hacerse deforma anónima, porque nadie se atre-ve a poner su nombre, se mete por lasrepresalias”. La falta de cultura sindi-cal también influye en que el temorsea mayor. Gema Santiago lo descono-cía también casi todo. Ahora no, ahorano para de leer e interpretar al restode sus colegas de trabajo el conveniocolectivo con cierta facilidad.

Su trabajo en la empresa no difie-re del de los demás, su sueldo tam-

“Cuando vi que me tocaba estuve a punto de dimitir. Más que nada por la

responsabilidad, hacia ti y hacia tus compañeros. Miedo de hacerlo mal, de

fallar. Me producía bastante malestar”.

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18 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

bién es el mismo. Lo único que varíaes que cuenta con horas sindicalesque utiliza para luchar por los dere-chos de toda la plantilla, aunque esconsciente de que algunos represen-tantes sindicales utilizan estos tiem-

pos en su propio beneficio. Esta faltade honradez por parte de algunaspersonas consigue que la imagen detodo un colectivo salga perjudicada.De todos modos Gema Santiagopiensa que a pesar de las quejas, lue-go realmente nadie quiere implicarsepresentándose a las elecciones y esotampoco es justo.

Pero de momento la desilusión nola vence y además sabe que, a falta deexperiencia, se encuentra completa-mente respaldada en sus decisiones:

“Tengo mucho apoyo de ComisionesObreras. Cuento con dos buenas ase-soras para todo”. Se refiere explícita-mente a Adela París (secretaria gene-ral de la Agrupación Estatal de Tele-márketing) y a Rosa Alcaine (de la

Agrupación Telemárketing de Ma-drid). Conocer dónde están los orga-nismos oficiales y a quién dirigirsepara recabar información no es nin-gún enigma ahora para ella. Tal vezesto sea de lo mejor.

Entre las desventajas sin embargoseñala -además de tener algunas tardesocupadas- el estrés de tener que tomardecisiones que impliquen al conjuntode la plantilla, aunque afirma rotundaque siempre consultan: “No se trata deluchar por ‘mis’ propios intereses, sino

por los que favorezcan a la mayoría.Creo que todo lo que hagamos lo tieneque saber la gente”. También es perju-dicial para ella el hecho de que su pro-ducción en la empresa, debido a las ho-ras sindicales, haya bajado; pero de mo-mento le compensa: “Tomé la decisiónde presentarme a delegada sindical seismeses antes de las elecciones. Fue un díaen que un superior me trato muy mal ypensé que no había derecho a que nostratasen como a cosas, somos personas”.

Gema Santiago dice que tiene ca-rácter. El suficiente para poder demos-trar continuamente lo que vale frente alos hombres de más edad de su em-presa, sean jefes o trabajadores. Entrelas trabajadoras, el miedo a quedarsesin trabajo hace que muchas ocultenque están embarazadas para poder se-guir encadenando contratos. Muchastemen aún más el regreso tras el naci-miento de la criatura: “Las chicas sonmás luchadoras, los hombres en mi em-presa no tienen demasiadas inquietu-des. Hay mucho machismo aún en lasociedad, en las relaciones personales osentimentales... todavía falta un cam-bio educativo que coloque en el mismoplano a mujeres y a hombres”.

Dar el paso aorganizarse

Rocío Béjar nació hace 34 años enBadalona (Barcelona). Estudio For-mación Profesional y con 14 años co-menzó a trabajar. Ha desempeñadotodo tipo de trabajos, ha sido oficiala1ª cosiendo, dependienta, limpiado-ra... Desde 1989 es administrativa enCobega (Coca Cola) en Barcelona, enel departamento de frío, se dedicafundamentalmente a compras deequipos y facturaciones.

En su empresa trabajan más de500 personas. Ella las conoce a casi to-das: “El organizarme en un sindicatofue un poco por casualidad. Quienesestaban en el Comité de Empresa mepidieron en noviembre de 2002 queformara parte de las listas porque co-

informe / Historias de delegadas sindicales

”Pensé que no había derecho a que nos tratasen como a cosas, somos personas”.

Gema Santiago fotografiada por Manoli Olmedo.

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nozco bien a las trabajadoras y traba-jadores, tengo buenas relaciones concasi todo el personal. Pero en principiono quería salir elegida. Finalmente salíy me pidieron que probara simplemen-te a ver qué pasaba”. Rocío Béjar quenunca antes había tenido experienciade trabajo en organizaciones socialeso políticas, optó por CCOO -y no porUGT o USO- porque les conocía me-jor y porque siempre les consideró suscompañeros: “Siempre había confiadoen ellos y pensaba que era quienes máscosas positivas habían hecho por laempresa”.

Como nuestras anteriores entre-vistadas nos confiesa que ser delega-da sindical le daba miedo y que tardómucho tiempo en decidirlo y dar elpaso: “No entendía mucho de política,de comités de empresa o de convenioscolectivos. Quienes llevan la voz can-tante son los que llevan más años.Pero bueno yo tengo ganas de apren-der. Y también por el tiempo de dedi-cación, pensé que no podría hacerlopor mis hijos”. Jose Ángel de 16 añosy, sobre todo, la pequeña Ana de 16

meses requieren toda su atención:“Con 19 años tuve a mi primer hijo.Nunca he tenido tiempo para hobbies;sólo para trabajar y cuidar de mi fa-milia”. En el Comité de Empresa deCobega ella y Asunción Alcalá, quetrabaja de telefonista en la centralita,son las únicas mujeres frente a 11hombres.

Confiesa que aún no lleva el tiem-po suficiente en el Comité de Em-presa como para poder regalarnosuna valoración sobre lo más positivode estar organizada: “Todavía estoyintentando enterarme de todo”. Entrelo peor, que hay veces que se apoyancausas con las que no llega a estar deltodo de acuerdo; aunque de momen-to no se trata de nada insalvable.

Le pregunto si piensa que le cues-ta más a las mujeres tomar la iniciati-va de presentarse a las elecciones ytomar responsabilidades sindicales ydice que no, que se trata más bien de

los ideales que tenga cada persona,no de su género. Aunque reconoceque a veces los ideales se aparcanjunto con los hobbies parar dedicarsea atender a la familia y que quienessuelen actuar así son mujeres: “Loshombres están menos atados, parece

que tienen más tiempo libre, que pue-den dedicarse a otras cosas”. Por pro-pia experiencia sabe que no es senci-llo compatibilizar su vida laboral consu vida privada: “Me cuesta a veces unpoco, pero como estoy empezando meayudan bastante”.

Rocío Béjar piensa que ha au-mentado en todos los ámbitos la pre-ocupación por acabar con las discri-minaciones sexistas: “Por ejemplo,mis compañeros de ComisionesObreras están pendientes de esteasunto. Y en mi empresa había mu-cho machismo. No había jefas ni di-rectoras, había discriminación en lospuestos de trabajo. Conseguir ropade mujer para quienes hacíamos pre-venta en la calle fue toda una lucha.Nos daban uniformes enormes dehombres y nos decían que no valía lapena que fuera el sastre a tomar me-didas para sólo 2 chicas, que éramosquienes hacíamos este trabajo. De loszapatos ni hablar, por supuesto. Sin

embargo, ahora la jefa de personal esuna mujer y hay chicas en la cadenade producción, conduciendo y mo-viendo carretillas”.

Por eso ahora le gustaría investi-gar sobre la existencia de discrimina-ciones salariales en la empresa por-que tiene la impresión de que sí exis-ten y de que deberían pasar a la His-toria. Esa es una de las inquietudesde esta mujer que no soporta el ma-chismo ni el insulto fácil y que pre-tende ser chistoso del estilo “las mu-jeres están mejor en la cocina” o “mu-jer tenías que ser”...

El temor de no estara la altura

Asunción Viqueira nació en San-tiago de Compostela (A Coruña) hace39 años. Tiene dos hijas, de 14 y 6años y vive en Bertamirans (Ames), unpequeño pueblo cercano a Santiago.

Después de terminar la Educa-ción General Básica, Asunción Vi-queira cursó estudios de auxiliar con-table y mecanografía. Más tarde traba-jó como cajera en un comercio y des-de hace 12 años trabaja en la empresade limpieza que tiene la concesión dela Universidad de Santiago: “De unaplantilla de 202 personas, 172 somosmujeres y 30 son hombres. Las muje-

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 19

Trabajadoras del sector agroalimentario.

”Pensé que no podría hacerlo por mis hijos”.

Page 20: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

res tenemos la categoría más baja delconvenio, somos todas limpiadoras ylos hombres -excepto 2 que son peo-nes- tienen una categoría superior,peones especialistas o especialistas”.

Considera que dentro de su em-presa existen claras situaciones dediscriminación hacia las mujeres:“Nosotras tenemos la categoría másbaja (de limpiadora) y no tenemos ac-ceso a categorías superiores, aun te-niendo la formación correspondientey estando preparadas igual que nues-tros compañeros. Esto supone ademásdiscriminación salarial”.

Su inquietud por organizarse enun sindicato le vino después de parti-cipar en la huelga del sector de lim-piezas en la provincia. Corría el año1991 y supuso un gran avance en elconvenio colectivo. Y decidió hacerloen Comisiones Obreras y no en nin-gún otro por la confianza que le ofre-cían quienes formaban parte enton-ces del Comité de Empresa: “Perotambién porque las dirigentes sindica-les que llevaron aquel conflicto ade-lante eran las que mantenían las posi-ciones más coherentes”.

A pesar de que nunca había parti-cipado activamente en ninguna otraorganización social o política, ahorapercibe que tiene ventajas el hacerlo:“Lo más positivo es la confianza quedemostró la plantilla en la candidatu-ra de Comisiones Obreras por la queme presentaba. Todavía llevo muypoco tiempo formando parte del Co-mité de Empresa. Valoro positivamen-te las posibilidades que me brinda elsindicato a todos los niveles, comoparticipar en cursos de formación

para delegadas o conseguir informa-ción de todo tipo, y no solo en lo quese refiere a mi sector”. También cono-ce lo peor. Y lo peor para ella es elsectarismo entre sindicatos cuando lo

que debería preocuparles a todos de-bía ser el bienestar del colectivo detrabajadores.

A Asunción Viqueira le costó mu-cho tomar la decisión de presentarsea delegada sindical porque como mu-chas otras mujeres en su situación lainseguridad y la responsabilidad sehacía presente a cada momento: “Nome consideraba con capacidad paraasumir esta responsabilidad. Soy lasecretaria del Comité de Empresa yme daba miedo no estar a la altura delo que se esperaba de mí”.

No era la primera vez que le ofre-cían participar en el Comité de Em-presa. La diferencia es que en estaocasión aceptó. Antes, su situaciónpersonal no se lo permitía: “En el an-terior proceso electoral me propusie-ron ir en la candidatura en puesto desalida y estuve a punto de aceptar,pero mis hijas eran muy pequeñas to-davía y las horas sindicales no cubrenmis expectativas de trabajo, por esono acepté”. El eterno problema (paralas mujeres) de la conciliación laboraly familiar.

Según ella a las mujeres les cuestamás presentarse a las elecciones sindi-cales: “Creo que en general considera-mos que tenemos menos capacidad quenuestros compañeros, además damosprioridad a nuestros compromisos fa-miliares (marido, hijos, padres), su cui-dado sigue siendo a día de hoy respon-sabilidad nuestra y en muy pocos casoscompartida con nuestros compañeros,hermanos....”.

En su caso, compatibiliza sus res-ponsabilidades de la mejor manera po-

sible aunque siempre hay “peros” e in-convenientes: “Lo hago con un gran es-fuerzo personal y renunciando inclusoen un momento a una parte de la jorna-da, para poder a atender a mis hijas”.

Cree que el prototipo de “sindica-lista” ya no se corresponde a día dehoy a una imagen exclusivamentemasculina: “En la Federación en laque estoy hay más mujeres que hom-bres, aunque es cierto que los máxi-mos dirigentes a otro nivel son hom-bres”. También piensa que existe unapreocupación real dentro de la orga-nización por acabar con las discrimi-naciones sexistas: “Yo creo que dentrodel sindicato sí, hay muchas mujeres yhombres que dedican muchos esfuer-zos, aunque a veces es verdad queexiste incomprensión o se dan res-puestas del tipo ‘existen cosas más im-portantes’. Fuera, en el resto de la so-ciedad, supongo que es parecido”.

Sus expectativas, ahora que es de-legada sindical, son claras: “Que elComité de Empresa funcione bien;que nuestra plantilla se siga afiliandoy teniendo confianza en ComisionesObreras; que desaparezca la discrimi-nación en el sector, que trabajar en lalimpieza se considere un trabajo dig-no.... Cambiaría para siempre la dis-criminación a todos los niveles”.

Asunción Viqueira se declara fe-minista porque es injusto que existadiscriminación por el hecho de nacermujer y porque en general no soportaningún tipo de discriminación, seadel tipo que sea. T

20 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

informe / Historias de delegadas sindicales

”El cuidado de la familia sigue siendo a día de hoy responsabilidad nuestra y

en muy pocos casos compartida con nuestros compañeros”.

Asunción Viqueira.

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número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 21

HAY QUE reconocer a Carmen Castro la pa-sión y la generosidad volcadas en su página web(www.singenerodedudas.com). Esta economista valen-ciana, con experiencia profesional en consultoría de gé-nero y gestión del cambio en organizaciones, ha hechouna apuesta muy ambiciosa al intentar relacionar su que-hacer profesional con la acción por la igualdad. En estecaso utilizando internet como herramienta para promo-ver la ciudadanía activa, entre otras cosas.

Singenerodedudas.com pretende, además, ser una“bitácora especializada en género”, un “foro de debatepermanentemente abierto”, un “punto de encuentro” y“un instrumento de economía del conocimiento”. En estesentido, es una página con alma, que se percibe viva.

En general, el sitio es austero sin adornos excesivos niruidos visuales, y eso se agradece. En relación a los conte-nidos, la apuesta de la autora es fuerte. La página inicial, amodo de revista electrónica, muestra artículos de temáti-

ca diversa. En el último de sus boletines encontramos,entre otras cosas, el capítulo Un ciberfeminismo diferente,de Rosi Braidotti junto con las obras de The GuerrillaGirls’ y de la artista norteamericana Barbara Kruger; elartículo “¿La OMC tiene género?”, de Graciela Rodrí-guez y Norma Sanchís y un adiós a la patrona de los hac-ker(1), la feminista Jude Milhon que falleció este verano.

Existe una voluntad teórica de establecer conexionesentre temas aparentemente muy alejados (género y eco-nomía del conocimiento, por ejemplo) que exigen, eso sí,una motivación previa a su lectura.

Como bitácora especializada en género y de-mocracia esta página logra reunir una gran canti-dad de información. Por ejemplo, entre las publi-caciones a las que se puede acceder directamentese encuentran informes de situación, libros sobredemocracia y ciudadanía o estudios diversos so-bre género.

A quienes el recorrido se les quede cor-to, siempre pueden consultar los Nutrientesde la red, enlaces a las páginas feministasmás interesantes; porque si alguna ventajatiene internet es ésta: la posibilidad de cre-cerse juntando experiencias que nos ayu-den a vivir mejor, en una sociedad que noprescinda de las mujeres.

Aquellas personas que lo deseen puedenponerse en contacto con la coordinadora dela web a través del siguiente correo electró-nico: [email protected]

Y para quienes aman los debates: el foro, siempreabierto.

Gema Torres es adjunta en la Secretaría Confederal de Formación de Comi-

siones Obreras.

(1) Piratas informáticos.

T

Crear redes feministas y compartir

experiencias y saberes siempre fue un

buen ejercicio, incluso aunque estemos

rodeadas de dudas. La página webque ahora les presentamos tal vez

ayude a despejar algunas.

Gema Torres

ciberfeministas

Sin género de dudas

Singenerodedudas.com pretende ser un “punto de

encuentro” y “un instrumento de economía del

conocimiento”. En este sentido, es una página con

alma, que se percibe viva.

Ginecología y ObstetriciaAbortos (hasta 22 semanas)

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Sin título, de la artista Barbara Kruger.

Page 22: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

22 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

“DISCRIMINAR” significa selec-cionar excluyendo, según el dicciona-rio de la lengua de la Real AcademiaEspañola. Por tanto cuando se discri-mina a una persona se la está exclu-yendo. Eso es lo que le sucede a unimportante número de trabajadoras.Pero la discriminación no viene sola,sino que suele venir acompañada porla pobreza y la inestabilidad laboral ypersonal. Muchas formas flagrantesde discriminación han desaparecidopero otras muchas persisten. Algunasincluso se disfrazan camaleónicamen-te de formas más sutiles para que re-sulte más complicado desentrañarlas.

El informe previo elaborado parala conferencia de Ginebra de la OIT(1),y que citaremos a lo largo del siguien-te artículo, indica lo siguiente: “Nume-rosas personas víctimas de discrimina-ción, basada principalmente en el sexoo el color de la piel, se ven confronta-das a una persistente ‘brecha en laigualdad’ que la separa de los gruposdominantes e inclusive de sus igualesque pudieron acogerse a leyes y políti-cas contra la discriminación. Las mu-jeres son de lejos el grupo más discri-minado. No solamente están bloquea-das por un ‘techo de cristal’ en su as-censo a los cargos ejecutivos sino que,además la mayoría de ellas ganan me-nos que sus compañeros hombres”.

Los prejuicios y los estereotipos sehan encargado de marcar y afianzar lossenderos de la discriminación. Tratar demanera equitativa a todas las personasen los puestos de trabajo es la respuestaadecuada: “Así podrá reducirse el pesode los prejuicios y llegar a superarlos”.

“Cada día, en cada lugar de traba-jo en las distintas regiones del mundo,la discriminación constituye una tristerealidad para cientos de millones depersonas”, afirmaba Juan Somavia,director general de la OIT. “Este in-

forme, acertadamente denominado Lahora de la igualdad en el trabajo(2),muestra claramente que a menos querealicemos acciones positivas, esahora estará aún muy lejos de llegar”,continuaba.

Tiempos de desigualdadpor el mundo

En el mes de junio se celebró en Ginebra (Suiza) la 91ª Conferencia Anual de la

Organización Internacional del Trabajo (OIT). La desigualdad en la vida laboral ha

sido el tema estrella.

C.B.

Page 23: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 23

Mujeres, el grupo más numeroso

Diferencias salariales, empleos peor pagados y más inesta-bilidad es lo que encuentran las mujeres de casi todos los paí-ses cuando buscan un empleo. Según el informe la discrimina-ción puede producirse a lo largo de las diferentes etapas: “Des-de la selección y contratación hasta la formación y la remunera-ción, y abarca la segregación profesional y el momento de laterminación de la relación de trabajo”. Por si esto fuera poco, lastrabajadoras deben afrontar un mayor número de obstáculospara la promoción y el desarrollo de su carrera.

Salario, jerarquía y formación es el triángulo al que se en-frentan las profesionales. Ni siquiera las nuevas áreas de trabajo,relacionadas con las tecnologías de la información y la comuni-cación, se salvan de la demoledora y persistente discriminación.

“La influencia de la acción afirmativa o positiva parece va-riar según los países e incluso dentro de ellos, y según los moti-vos que provoquen la discriminación y sus manifestaciones.En Estados Unidos, los avances en igualdad de género hansido en general más importantes que en el caso de la igualdadracial. Los países nórdicos han tenido más éxito que otros paí-ses (…) en la reducción de las desigualdades de remuneraciónentre hombres y mujeres, pero han sido menos eficaces en loque respecta a la segregación profesional”, asegura el informe.

Normal si tenemos en cuenta que la OIT la conforman multi-tud de países con tradiciones culturales y sociedades muy di-ferentes las unas de las otras y que lo que es eficaz en una deellas no tiene inmediatamente aplicación universal sobre lasdemás. Si algo llama la atención, en cualquier caso, es la repe-tición de los mismos sectores sociales como los excluidos,(mejor dicho, como las excluidas).

Las principales conclusiones a las que se llegó tras la cele-bración de la conferencia fueron las siguientes: la discrimina-ción sigue siendo un problema común; los progresos realizadosen la lucha contra la discriminación no han sido uniformes; lasdesigualdades dentro de los grupos discriminados continúanaumentando; la discriminación empuja a menudo a las perso-nas a trabajos con salarios bajos dentro de la economía “infor-mal”; el fracaso en la erradicación de la discriminación contri-buye a perpetuar la pobreza; y tanto las personas como las em-presas y la sociedad en su conjunto se benefician con la elimi-nación de la discriminación en el trabajo.

(1) Más información sobre la OIT y el informe citado a lo largo del ar-

tículo en la siguiente página web:

http://www.ilo.org/public/spanish/index.htm.

(2) El informe mundial de la OIT La hora de la igualdad en el trabajo fue

escrito como parte del trabajo realizado con motivo de la Declaración de

la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo

que fue aprobada en 1998 por la Conferencia de la OIT.

T

http://www.clinica-dator.com

“Ni siquiera las nuevas áreas de trabajo, relacionadas con las

tecnologías de la información y la comunicación, se salvan de

la demoledora y persistente discriminación”.

Page 24: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

EN EL AÑO1999, apenas un 16% delos convenios colectivos firmados enAndalucía recogían alguna cláusula re-lativa al acoso sexual. Esta cifra real-mente preocupante, animó a la Secre-taría de la Mujer de Comisiones Obre-ras de Andalucía a organizar jornadasen las ocho provincias andaluzas, conel fin de sensibilizar sobre este graveproblema a quienes negocian habitual-mente los convenios colectivos; y pos-teriormente a realizar el estudio(1).

En el primer capítulo se aborda laevolución histórica de la regulación delacoso sexual, tanto en el ámbito norma-tivo estatal como comunitario. Se aludea la regulación del acoso sexual en el or-den sociolaboral, penal y también a sudescripción en la Directiva 2002/73/CEdel Parlamento y del Consejo europeos.En el siguiente capítulo se define elconcepto de acoso sexual y las diferen-cias entre éste y el chantaje sexual.

Por supuesto uno de los apartadosestá dedicado al tema central, al análi-sis de cómo aparece regulado el acososexual en los convenios colectivos se-leccionados. Ya para terminar, se hacereferencia a las objeciones y reaccio-nes que se encuentran quienes nego-cian a la hora de regular el acoso se-xual; y, por último, se establecen unaserie de recomendaciones para intro-ducir en la negociación colectiva.

Comportamientos rechazables

La Directiva 2002/73/CE del Par-lamento y del Consejo europeos, de 23de septiembre, modificaba la anteriorDirectiva del Consejo sobre la aplica-ción del “principio de igualdad de tratoentre hombres y mujeres en relación alacceso al empleo, a la formación y a lapromoción profesionales, y a las condi-ciones de trabajo”(2). Esta Directiva,con capacidad para obligar a los Esta-dos miembros, define por primera vezel acoso sexual como “Cualquier com-

24 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

¿Cómo se aborda el acoso sexual en los convenios colectivos de

Andalucía? Esta es la pregunta que trata de responder la

investigación que a continuación les presentamos.

Laura Montes y Loren Cabral

Ilustración de Amelie Glienke.

Las cláusulas del acoso sexualinvestigación

Page 25: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 25

portamiento verbal, no verbal o físicono deseado de índole sexual que tengapor objeto o efecto atentar contra la dig-nidad de la persona, y en particularcuando se crea un entorno intimidato-rio, hostil, degradante, humillante uofensivo”, constitutivo por si sólo deuna discriminación por razón de sexo.

Asimismo establece que “El rechazo detal comportamiento por parte de unapersona o su sumisión al mismo no po-drá utilizarse para tomar una decisiónque le afecte”, esto es, contempla ex-presamente la distinción entre el acososexual ambiental y el chantaje sexual.

Según los datos obtenidos en losúltimos años, y gracias a la labor reali-zada por los agentes sociales las admi-nistraciones públicas, se han multipli-cado los esfuerzos por erradicar elacoso sexual de las relaciones labora-les en toda Andalucía. Pero aún hayque continuar trabajando.

El 30% de los convenios objeto deanálisis contemplaban la figura del “aco-so sexual”. En su mayoría se limitan aencuadrar esta conducta dentro del ré-gimen disciplinario como falta grave omuy grave en función de si es ejercidopor un superior jerárquico o por compa-ñeros o compañeras de trabajo. Salvo en

contadas excepciones, no se esta-blece un procedimiento específi-co y accesible para las personasvíctimas de acoso sexual ni se citala presencia de la figura del“agente de igualdad” como per-sona mediadora en esta clase deprocedimientos.

Asimismo se excluye cual-quier referencia al acoso sexualen materia de prevención deriesgos laborales y tampoco exis-ten acciones positivas dirigidas aevitar estas situaciones ni a con-cienciar al colectivo de trabajado-res y de empresarios del graveproblema que representa.

En el 40% de convenios co-lectivos sólo aparece la expresión“acoso sexual”. El 34% de ellos

transcribe literalmente lo establecidopor el Estatuto de los Trabajadores(3). El13% de convenios incorporan elemen-tos de lucha contra el acoso sexual, ta-les como una sanción especial de inha-bilitación o la posibilidad de que el aco-so se produzca fuera del espacio físicode la empresa, etcétera. Finalmente en

un 14% se trata más exhaustivamenteel problema del acoso sexual. Dentrode este último grupo encontramos al-gunos en los que se establece un pro-cedimiento específico y otros que re-miten al código de conducta y a las re-comendaciones comunitarias existen-tes al respecto.

Sectores y provincias Industria, campo, servicios y ad-

ministraciones públicas han sido lossectores estudiados. En los dos últi-mos se encuentran el mayor númerode referencias al acoso sexual, siendoademás las administraciones públicasquienes garantizan con más intensi-dad la intimidad y la dignidad de lasvíctimas, tal vez por su doble respon-sabilidad, frente a la plantilla de tra-bajadores y frente a la sociedad.

No obstante, el porcentaje para el sec-tor de las administraciones públicas resul-

ta con todo insuficiente, pues tan sólo el35% de los convenios colectivos, incluidoslos acuerdos para el personal funcionario,hacen referencia en su articulado al acososexual, seguido muy de cerca por el sectorservicios con un 32%, tal y como puedeapreciarse en uno de los gráficos publica-dos en estas mismas páginas.

En cuanto al reparto de estos por-centajes por provincias, Almería obtie-ne el mayor índice porcentual de con-venios con referencia al acoso sexual.En concreto un 45% frente a la mediadel 34% del resto de las provincias. Lesigue muy de cerca la provincia deCórdoba con un 38%. A la cola, sinembargo, Jaén y Málaga con un 14% yun 18% respectivamente. Sorpren-dentemente, los convenios colectivosinterprovinciales estudiados son másproclives a la regulación del acoso se-xual, llegando a cuotas hasta del 50%.

Las recomendaciones a quienes ne-gocian los convenios colectivos son cla-ras: introducir una declaración de prin-cipios en los que se establezca expresa-mente el derecho al respeto y a la digni-dad de toda la plantilla; una formaciónadecuada que permita identificar losfactores que provocan o pueden provo-carlo; incluir la definición establecidapor la nueva Directiva Comunitaria yfijar un procedimiento sancionador es-pecífico, confidencial, accesible y pocoformalista(4).

Laura Montes es técnica de la Secretaría de la

Mujer de Comisiones Obreras de Andalucía y au-

tora del estudio y Loren Cabral la responsable de

dicha Secretaría.

(1) El acoso sexual en los convenios colectivos deAndalucíaha sido elaborado y editado desde la

Secretaría de la Mujer de Comisiones Obreras

de esta comunidad autónoma, en el año 2003. El

estudio corrió a cargo de Laura Montes.

(2) La anterior directiva era la 76/207/CEE.

Sus orígenes los encontramos en el “Informe

Rubenstein” del año 1987 y en la Recomenda-ción relativa a la protección de la dignidad dela mujer y el hombre en el trabajo 92/131/CEE

de la Comisión con el Código de conducta so-bre medidas para combatir el acoso sexual.(3) Concretamente en su Artículo 4.2.e.

(4) Tal y como venía estableciendo la nor-

mativa europea en su Código de Conducta

del año 1992.

T

”Las administraciones públicas garantizan con más intensidad la intimidad y ladignidad de las víctimas”.

Convenios con referencia al acoso sexual por sector

AdministraciónPública

Servicios

Industria

Campo

0% 20% 40% 60% 80% 100%

sin referenciaal acoso sexual

con referenciaal acoso sexual

Convenios con referencia al acoso sexual (% sobre el total de cada provincia)

Almería

Córdoba

Huelva

Málaga

Interprovincial

0% 20% 40% 60% 80% 100%

% sin referencia % con referencia

Page 26: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

26 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

EL OBJETIVO de la investigación(1)

era pulsar los aspectos internos y ex-ternos de las asociaciones de muje-res; pero no tanto a partir del núme-ro de sus actividades y socias, sinode sus percepciones sobre tres pun-tos claves: sus redes y relaciones conotros grupos; su funcionamiento in-terno; y, su experiencia con la Admi-nistración.

Este interés se tornaba más va-lioso, en la medida que teníamosante nosotras un texto que aludía ala condición de participación de los

colectivos: la Ley Orgánica de Aso-ciaciones 1/2002, de 22 de marzo.Una ley que reserva distintas cate-gorías para regular el derecho deasociarse. Por un lado están las orga-nizaciones de “relevancia constitu-cional”: los partidos políticos, lossindicatos, las entidades religiosas,los colegios profesionales y las agru-paciones de consumidores. Y porotro lado, las asociaciones denomi-nadas de “utilidad pública” o sinánimo de lucro. Detrás de este do-ble significado, “utilidad” y “rele-vancia”, se esconde una diferencia

material digna de análisis: la distintafiscalidad de las subvenciones quereciben. Dato especialmente impor-tante para los grupos de mujeres,porque si tenemos que señalar doscarencias comunes a todas ellas sonel dinero y el tiempo.

Sensación de culpa

La participación implica dispo-ner de tiempo, y si se trata de redeséste se duplica, ahí radica la dificul-tad; sin olvidar la falta de operativi-dad por las decisiones cuando éstashan de ser consensuadas reiterada-mente, lo cual implica repetir y de-morar la puesta en marcha de las ac-ciones. El tiempo sigue siendo unaasignatura pendiente en cuanto a sureparto. La mayoría de entrevista-das experimentan el estrés propiode quien gestiona “su” tiempo comoun bien escaso. Por ello, cuandoaparece un varón que comparte, ad-quiere las cualidades de la excelen-cia, no en vano las participantes hantenido que pasar por el tránsito deuna negociación interna familiar: alpactar –o dar por hecho– el tiempodestinado a la vida en un colectivo,pero sin sacudirse la sensación deculpa que acompaña a toda decisiónde invertir el tiempo en lo que a unale plazca (experiencia inaudita paraun sujeto masculino).

Resulta curioso la energía gasta-da en atender cualquier demanda

Ciudadanía activa: asociacionismo de mujeres, es el nombre de un

estudio llevado a cabo para destripar las relaciones, el funcionamiento interno

y los vínculos con la Administración de los grupos de mujeres en nuestro país.

Sus autoras nos escriben sobre él.

Soledad Murillo y Rocío Rodríguez

Instalación de la neoyorquina Zoe Leonard en una galería de Kassel (Alemania) en 1922.

sociedad

Ciudadanas en activo

Page 27: Portada +Contra Trabaj. 9_n...(es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB) FE DE ERRATAS En el número 8 de la revista Trabajadora (correspondiente a junio de 2003) aparecen las siguientes

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 27

del ámbito doméstico y, en cambio,lo que se valora el tiempo cuandoéste revierte en la propia agrupa-ción. La dedicación familiar gana lapartida. Motivos por los cuales,aquellas que lideran las actividadesinvierten una tasa muy alta de tiem-po en la asociación, frente a las “so-cias” que sólo acuden puntualmentea la misma. La escasa participaciónes una preocupación por parte detodas las entrevistadas. En la mayo-ría de las ocasiones se genera unmovimiento de delegación, pudien-do repetirse cargos de manera inde-finida. Otra forma de solucionar estatensión radica en establecer –en es-tatutos, si fuera preciso– una obliga-da alternancia. Otros colectivos op-tan por carecer de ejecutiva y depo-sitar el liderazgo puntualmente enuna socia (o socias) que se harán car-go de una tarea concreta. Finalizadala cual se vuelve a la denominada“horizontalidad”.

Entre sus dificultades en relacióna su organización interna, mencio-nan la falta de jóvenes, en una suertede cantera que sustituya a las sociasde mayor edad, así como la falta dereconocimiento que obtienen porparte de las administraciones. Antelos poderes locales se expresan dosposiciones: aquellas agrupacionesque se autodefinen como feministas,traducidas en grupos destinados a laformación, con una gran desconfian-za hacia el papel que ejercen las re-des institucionales, por entenderque son demasiado reformistas,mientras que en una segunda posi-ción, están las asociaciones de muje-

res, que surgen en el marco de laspolíticas de igualdad y se decantanpor actividades, no necesariamentevindicativas. El feminismo y el aso-ciacionismo de mujeres deben inter-pretarse como dos formas de partici-pación en la vida pública, sin queesta diferencia suponga una justifica-ción para marcar rangos que pudie-

ran actuar como desencuentro entrelas distintas asociaciones. Esta desu-nión resultaría un hecho muy gravepara el movimiento.

El trato desigual y la indiferencia

Resulta clave que haya feminis-tas en el poder. De ahí que haya sidopredominante abogar por la crea-ción de un Consejo de la Mujer a ni-vel nacional, así como desvincular lapresencia del mismo de las repre-sentantes institucionales (secretariasgenerales, o concejalas de la Mujer,

que son “juez y parte”). Los gruposde mujeres perciben el trato discri-minatorio a que les someten los po-deres públicos. Lo normal es que lospartidos políticos no reconozcan loslogros conseguidos por muy impor-tantes que hayan sido o que hayanayudado a crear bienestar social.Para las administraciones el concep-to “género” equivale a “tema”, a“problemas” (los maltratos, los tras-tornos alimenticios, la menopau-sia...). La pregunta es ¿cómo se pasade gestionar problemas a ser un sol-vente interlocutor político en el ám-bito de las decisiones públicas?

Existe un grave desconocimien-to del movimiento asociativo –ade-más de las aportaciones teóricas ysociales del feminismo– por partede los poderes locales, sin que seperciba éste como un déficit de sugestión pública. La actividad políti-

ca sólo reconoce interlocutores pú-blicos, aquellos movimientos conidentidad colectiva. Esto es, aque-llos con los que pueda realizar pac-tos: los iguales.

Dos son los obstáculos para al-canzar la igualdad: el primero, lasreticencias respecto al poder, conci-

biéndolo como un terreno contami-nante, y el segundo, considerar lapolítica como una actividad ligada apartidos políticos, los cuales se su-man a sus vindicaciones “para saliren la foto”, pero sin más compromi-so de continuidad, lo que genera unespontáneo rechazo, dejando así víalibre para que “otros” ocupen el po-der y lo administren a su antojo.Además, aceptar ejercer el poderequivale a entregar tiempo a fondoperdido. No obstante, es evidenteque hay que querer, porque el po-der precisa de la voluntad de ejer-

cerlo, en suma, de adquirir los com-promisos que le son inherentes.

Otro obstáculo es creerse que lesfalta legitimidad. La legitimidad sedefine como la aprobación y el reco-nocimiento y valoración de lo que sehace y de lo que se piensa. La legiti-midad no es un espaldarazo moral,sino la aceptación de que las asocia-ciones son interlocutoras públicas,nudos de una red ciudadana quebuscan participar en las decisiones.Los colectivos deben acreditar –po-líticamente– sus acciones, puestoque la práctica habitual y la propiadinámica asociativa se decanta máspor hacer un inventario anual (requi-sito para los organismos que subven-cionan) que por convertir éste enuna baza política para establecerpactos con los poderes locales.

Soledad Murillo es socióloga y profesora en la

Universidad de Salamanca, Rocío Rodríguez es

también socióloga y experta en trabajo y género.

(1) La iniciativa parte del Consejo de la

Mujer de Madrid, sumándose al proyecto

otras entidades. La investigación ha sido

editada por el Instituto Asturiano de la Mu-

jer, Institut Balear de la Dona, Instituto

Extremeño de la Mujer, Coordinadora de

Castilla y León para el Lobby Europeo de

Mujeres y los consejos de la Mujer de Gi-

jón, Cantabria, Castilla La Mancha, Comu-

nidad de Madrid y Burgos (2003).

T

“Hay dos carencias comunes en todas las asociaciones de mujeres:

el dinero y el tiempo”.

¿Cómo se pasa de gestionar problemas a ser un solvente interlocutor político

en el ámbito de las decisiones públicas?

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28 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

Literatura / La orilla del mar

La primera novela de Véronique Olmi, La orilla delmar, ganadora del Premio Gironde 2002 y traducida a va-rias lenguas, está basada en un hecho real. Se trata de unmonólogo apasionante, áspero, poético, desgarrador y an-gustioso de una madre que vive sola con sus dos hijos varo-nes de 9 y 5 años. La novela está siendo adaptada al cinepor Erik Zonca, realizador, entre otras, de La vida soñadade los ángeles.

Olvidada y aislada en un mundo que ignora y despreciaa quienes son diferentes; bien porque carecen de conoci-mientos culturales o de recursos económicos o porque tie-nen problemas psíquicos y de adaptación a la sociedad su-puestamente normalizada. La protagonista vive todas estassensaciones a través del crecimiento y desarrollo de sus hi-jos. Así vive de manera frustrante el crecimiento de su hijomayor Stanley, que siempre ha tenido una actitud madura ycondescendiente hacia ella y su entorno, y ha cuidado conesmero de su hermano menor Kevin.

La madre vive angustiada conel sentimiento de creerse inferior,de carecer de todas las habilidadesy recursos que la sociedad le exige.Acorralada por las circunstancias yperseguida por su entorno, quesiempre le hace notar sus diferen-cias, es incapaz de llevar a cabo to-dos sus deseos. Así la realidad su-pera a sus sueños y la planificación

de un bonito y agradable viaje al mar con sus hijos se con-vierte en toda una epopeya, plena de barreras a superar.

En la narración se transmiten todas las sensaciones queacompañan a la maternidad. Se describe todo lo que se es-pera de las mujeres cuando son madres: protección, amor,desinterés, atención, desvelo, etc.. desde la perspectiva delas carencias. La protagonista es consciente de cada una deellas, así urde un plan para liberarse y liberar a sus hijos através de una escapada. Pero el viaje no se aproxima exacta-mente a “unas placenteras vacaciones” y los problemas eco-nómicos, culturales, la lluvia, el viento y el frío y un lugar notan bello como se había imaginado dan al traste con sus ilu-siones. El final de viaje es tan inesperado como esperado.

Véronique Olmi, nació en Niza (Francia) en 1962 y harealizado trabajos como actriz y como autora teatral. Ha pu-blicado el libro de relatos Privée y una segunda novela titu-lada Numéro six.

Marisa Jubrías trabaja en la Secretaría Confederal de la Mujer de Comisiones

Obreras.

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Hablar de una película queno ha sido estrenada y aún nose ha visto, puede parecer pre-tencioso, pero tiene su explica-ción. Tercer largometraje deuna de las directoras más reconocidas del cine español con eltema de las mujeres maltratadas como argumento central .

Actriz y realizadora, Iciar Bollaín es todavía para mu-chos la mirada infantil de El sur de Víctor Erice, sin recor-dar que aquella adolescente que llegó al cine por benditacasualidad, también es la directora de una película tan ho-nesta como Flores de otro mundo, premiada por la críticaen Cannes en 1999. Decidida por un cine social, no envano su compromiso más allá de la simple participacióncomo actriz con la película Tierra y libertad de Ken Loach -en 1996 publicó el libro Ken Loach, un observador solitario,(El País Aguilar)-, con pocos, pero estupendos ejemplos enel Estado español como demuestran los trabajos de Fer-nando León de Aranoa o Benito Zambrano. Cine apuntala-do en una detenida labor de documentación; curiosidad yempeño por adentrarse en “otros mundos”, sin embargotan cotidianos; la necesidad de entender algunas realida-des, de intentarlo al menos.

Explicarse el porqué una mujer soporta durante unamedia de diez años al hombre que la machaca, ¿por quémuchas siguen enamoradas esperando que “sus hombres”cambien?, es el detonante que llevo a Iciar Bollaín a escri-bir con Alicia Luna el guión del que saldría Te doy mis ojos.“Una historia de amor, miedo, poder y control”, abordadadesde la posición de la mujer, pero también desde la delhombre que es víctima de sí mismo, “que necesita tener a lapersona que quiere controlada, que tiene mucho miedo”; ydesde las personas que les rodean: la madre que consiente,la hermana que no entiende, el hijo que calla... No es la pri-mera incursión de la directora en este tema, ya en el año2000 rodó el cortometraje Amores que matan, una intere-sante reflexión sobre las terapias para los maltratadores, conun estupendo Luis Tosar como protagonista.

Laia Marull, Luis Tosar, Candela Peña, Rosa María Sar-dá, los actores son si duda el argumento definitivo, más ob-jetivo si se quiere, para arriesgarse a afirmar los buenos re-sultados de esta película. Por si aún no es suficiente: la mú-sica es de Alberto Iglesias.

Enrique Arce es documentalista.

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guía para no perderse

La orilla del mar, de Véronique Olmi. Toledo, 2002: Edi-

torial Lengua de Trapo, S. L. Colección Otras Lenguas.

Traducción de José Luis Sánchez-Silva.

Marisa Jubrías

Cine / Te doy mis ojosTe doy mis ojos. Dirección: Iciar Bollaín. Guión: Alicia

Luna e Iciar Bollaín. Director de fotografía: Carles Gusi.

Reparto: Laia Marull, Luis Tosar, Candela Peña y Rosa

María Sardá. Año de producción: 2003.

Enrique Arce

La actriz Laia Marull.

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número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 29

Cómic / Tina ModottiTina Modotti, una mujer del siglo XX, con guión y

dibujos de Ángel de la Calle. Madrid, 2003: Ediciones

Sinsentido.

José Candón

Fotógrafa, modelo, espía soviéti-ca, actriz en Hollywood, amante yamada por intelectuales y militantesde izquierdas. Tina Modotti es sinduda “una mujer del siglo veinte” ydel siglo veintiuno. Ángel de la Callerelata en cómic la intensa vida deesta mujer. Tanto en las fotografíasdel norteamericano Edward Weston como en los muralesdel pintor mexicano Diego Rivera la imagen de Tina se pre-senta espléndida e inquietante. Por su casa pasaron las figu-ras más influyentes de la cultura del México revolucionario,algunos también pasaron por su cama, y todos fueron in-fluenciados por la revolucionaria Tina. Al lado, nunca a lasombra, de artistas y políticos. Tina Modotti cultiva el artecomo fotógrafa y la política como militante comunista. Ensus fotografías está presente la huella de Weston del que fuealumna, modelo y amante. Retrató la sociedad mexicanacon una visión comprometida y vanguardista. Una mazorcade maíz, una cartuchera y una guitarra le bastan para captarla esencia y el espíritu de la revolución mexicana en una desus fotografías.

El viaje que nos propone Ángel de la Calle nos lleva, dela mano de Tina, desde Italia a la URSS pasando por Méxi-co. Una visión enriquecedora del agitado mundo de “los fe-lices años veinte”. Todo un repertorio de personajes unidospor el arte, la política y sobre todo por ella. Los muralistasDiego Rivera y Xavier Guerrero, el fundador del partidocomunista mexicano Julio Antonio Mella o los escritoresAntonio Machado y Pablo Neruda son algunos de los per-sonajes de los que se rodeó. Un cómic en blanco y negropara una época de luces y sombras, de sueños y realidadesenfrentados. Son los tiempos de la revolución mexicana, dela guerra civil española... Ángel de la Calle irrumpe en el re-lato y nos guía en su búsqueda. Se mezclan narración y na-rrador, autor y personaje. Y todos; autor, lector y personajesquedan encandilados por ella. Difícil no envidiarla, imposi-ble no enamorarse.

Ángel de la Calle ha publicado sus cómics en revistascomo Rambla, Zona 84, Comix Internacional, Heavy Metaly El Víbora. Ha cultivado, además del cómic, la publicidad,los carteles, el diseño gráfico, la ilustración editorial... Todoun “activista cultural”. Participó en la organización de la Se-mana Negra de Gijón, una “Disneylandia para rojos” queanima la vida cultural de la ciudad y desanima a la derechamás conservadora.

José Candón es dibujante y publicista.

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Después de habereditado tres discoscon Skunk Anansie,su vocalista, la em-blemática Skin aca-ba de presentar suprimer disco en soli-tario. Esta mujernegra, que nació enJamaica hace 36años (aunque vive en Inglaterra) se ha caracterizadosiempre por no callarse sus ideas feministas y sexua-les en sus canciones y conciertos. Como decía enuna de sus primeras canciones de Skunk Anansie, yhasta que cualquier sexualidad sea tan noticiosacomo ir a comprar al supemercado: “Just becauseyou feel good”.

Fleshwounds en muchos momentos podría pasarpor una recopilación, futura en este caso, de los me-dios tiempos de su antiguo grupo. Algo que viene re-forzado, no sólo por la personalísima voz de Skin,sino también porque ella y el guitarrista de su anti-gua banda rockera, Len Arran, componen la mayoríade las canciones. Las letras del disco giran en tornoal eterno tema del desamor (en concreto, tres rela-ciones de Skin). Además, Fleshwounds muestra lasmismas tendencias de Skin en su carrera con el gru-po británico, que creó discos irregulares pero queofrecían un puñado de buenas canciones llenas defuerza. El inicio, con la mejor canción del disco,Faithfulness, nos enseña toda la intensidad de la vozde Skin sobre un suave manto electrónico y orques-tal de tonos épicos. Luego, el disco se mueve entremedios tiempos que se acaban rompiendo en una ra-bia contenida, los mejores temas del disco y los máscontinuistas con su pasado grupal, y melodías detono íntimo y sedoso, en las que Skin no acaba deacertar en la diana de la canción buscada. En el pri-mer grupo nos encontramos con canciones comoTrashed, Listen to Yourself o As Long as That’s True,canción en la que juguetea con la melancolía inicial,una fuerza contenida y unos coros gospel insospe-chados. De las canciones más íntimas, suben la notamedia Burnt Like You y Til’ Morning, mientras queotras como Don’t Let Me Down rozan el tópico másaburrido. Fuera de esta clasificación está Lost, duelode piano y voz, con tintes soul.

David Perejil es periodista.

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Música / FleshwoundsFleshwounds, de Skin. 2003: Emi Records. Página

web: http://www.skin.uk.com

David Perejil

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30 / Trabajadora / número 9. octubre de 2003

LA SALUD pública tiene como misión prevenir las en-fermedades y vigilar y promocionar la salud de toda lapoblación. Entre otras cosas tiene que observar los pro-blemas que emergen en la ciudadanía (como por ejemplolas enfermedades infecciosas recurrentes) y planificarcampañas de prevención y vacunación; vigilar la polucióndel aire, el agua y los alimentos(1); colaborar con la saludlaboral en la prevención de adicciones mortales (como eltabaquismo, el alcoholismo...); y estimular a la sociedad allevar hábitos de vida saludables.

Pero la salud pública ha sufri-do la misma tendencia de géneroque la ciencia médica en general.Su eje de composición es androcéntrico y, por tanto, losanálisis de las consecuencias y riesgos de algunas enfer-medades no hacen diferencias entre hombres y mujeres.La ciencia, al convertir a los hombres en patrón y normade todo lo humano, hace invisible la morbilidad diferentede las mujeres.

El sesgo de género en el conocimiento de la realidadperpetúa la ignorancia de las diferencias. Por lo general,no se recogen sistemáticamente los diagnósticos para ela-borar las estadísticas y los profesionales sanitarios no per-ciben la existencia de enfermedades y carencias presen-tes mayoritariamente entre las mujeres. Por ejemplo, lasanemias por deficientes reservas de hierro, las carenciasde vitaminas a partir de los 50 años, las enfermedades au-toinmunes que pueden producir dolor...

El efecto de los contaminantes ambientales, los llama-dos biocidas, es también diferente. La mayoría de pro-ductos utilizados para luchar contra las plagas(2) son lipo-solubles y permanecen más de 30 años en las células gra-sas. Los cuerpos de las mujeres -con un 15 ó 20% más decélulas grasas que los de los hombres- se convierten enauténticos “bioacumuladores” químicos. Los productosquímicos ambientales nos llegan constantemente a travésdel agua, el aire y los alimentos; sin embargo, sus efectosnocivos se miden según el siguiente obsoleto patrón: ¡va-rón de 20 años del Ejército de Estados Unidos!.

Al tomar como modelo de referencia el masculino, lasalud pública se detiene en las enfermedades frecuentesen los hombres y obvia el estudio de aquellas otras queafectan más a las mujeres. Sin embargo debería ser unaprioridad docente el estudio de los riesgos y de la morbi-lidad diferenciales.

Las políticas neoliberales, con esta visión tan po-

bre de las diferencias, han incrementado los proble-mas de salud de la mitad de la población. Algunasmujeres se han convertido en víctimas de los centrosmédicos privados y sus voces y quejas se han silen-ciado, así como las voces de quienes investigan sobrediferencias de género. Sin embargo, la salud públicadebe tener este aspecto en cuenta para poder desa-rrollar programas de prevención apropiados.

Carmen Valls trabaja en el Programa Mujer, Salud y Calidad de Vida del

Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS).

(1) Los productos tóxicos que penetran en el organismo pueden

acabar trastornando la función endocrina, alterando la reproduc-

ción o incrementando la presencia de tumores cancerígenos.

(2) Organoclorados, organofosforados y piretroides.

T

Hábitos de vida saludables para encontrarse bien.

En teoría parece sencillo, en la práctica es algo

más difícil. La salud pública vela por toda la

población... o al menos debería hacerlo.

Carmen Valls

”La salud pública debe tener en cuenta las diferencias de género para poder

desarrollar programas de prevención apropiados”.

De la serie Sun City (Arizona, Estados Unidos, 2001), delfotoperiodista austríaco Peter Granser. Su trabajo pudo

verse recientemente en PhotoEspaña 2003 (Madrid). SunCity es un centro residencial habitado exclusivamente por

personas de más de 75 años.

Para todos los públicossalud

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Su primer contacto con Comisio-nes Obreras se produce a raíz de lamuerte de dos trabajadores pordisparos de la policía, cuando pro-tagonizaban una movilización paramejorar sus condiciones laborales.Fue el 10 de marzo de 1972. Lostrabajadores pertenecían a la em-presa Bazan de Ferrol. Desde sucompromiso actual, hablamos conella sobre mujeres y hombres den-tro del sindicato.

¿Piensa que está equilibrada la re-presentación sindical?

Se están produciendo avances sig-nificativos en la afiliación de muje-res, sin embargo este incrementotodavía no se ha traducido en unamayor presencia de éstas en los ór-ganos de dirección.

¿Opina que, en general, se está tra-bajando para hacer cada vez máspartícipes a todas las mujeres (simpa-tizantes, delegadas, afiliadas respon-sables) de las tareas del sindicato?

En los últimos años se está traba-jando más decididamente en la in-corporación de mujeres tanto enlas candidaturas que se presentanen las elecciones sindicales, comoen la configuración de las delega-

ciones en los procesos de negocia-ción. Pero los avances todavía noson los deseados.

¿Cómo valora esta participación?¿qué cree que pueden aportar lassindicalistas?

Es imprescindible mejorar la parti-cipación y la incorporación de más

mujeres en todos los niveles. Creoque nosotras aportamos un modelode trabajo en equipo, una gran cre-atividad, mucha constancia y prag-matismo a la hora de abordar lastareas de dirección.

Trabaja en una federación en la quela segregación profesional es muyfuerte, ¿está creciendo la afiliaciónde las mujeres?

En los últimos años ha crecido deforma considerable. En estos mo-mentos son el 74,61% del total dela afiliación. Se están produciendoademás cambios importantes en elsector sanitario público, entreotros, el incremento de la presen-cia de mujeres en puestos de res-ponsabilidad y la feminización delcolectivo médico.

¿Qué habría que hacer para acabarcon el sexismo en las profesiones fe-minizadas?

Las discriminaciones laborales sólose superarán contando con las mu-jeres en los procesos de negocia-ción de convenios colectivos y lo-grando la complicidad de los hom-bres del sindicato. Se evitará así la

firma de convenios que recojan ele-mentos discriminatorios. Creo quecada vez existe una mayor sensibili-dad en las organizaciones en rela-ción a la incorporación de la pers-pectiva de género en los procesosde negociación, pero todavía esta-mos lejos de que ésta sea una prác-tica cotidiana en todos los niveles.

¿Cuál es la discriminación sexistaque más le indigna?

La violencia de género en todassus expresiones.

Creo que el avance hacia una so-ciedad más justa pasa inevitable-mente por avanzar en la igualdadde derechos. Hombres y mujerestenemos que sumar esfuerzos y te-jer complicidades. T

número 9. octubre de 2003 / Trabajadora / 31

CC.OO., un sindicato de hombres y mujeres

Es la secretaria general de la Federación Estatal de

Sanidad de Comisiones Obreras desde 1996; enfermera y

matrona de profesión, nació en Santiago de Compostela

(A Coruña) hace 48 años. Hugo, un bebé de meses,

acaba de concederle el título de “abuela”. Se llama

María José Alende y vive en Madrid.

“Nosotras aportamoscreatividad, constancia y pragmatismo”

“Hombres y mujeres tenemos que sumar esfuerzos y tejer complicidades”.

M. José Alende.

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SUBVENCIONADA POR EL

MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES

TrabajadoraSECRETARÍA CONFEDERAL DE LA MUJER DE CC.OO.

http://www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

e-mail: [email protected]