8 de Marzo Dia Internacional de la Mujer

Un evento que no much@s conocen

El día de la mujer no nació como una fiesta, sino como un evento sangriento

La conmemoración del Día de la Mujer es nacida de una historia sangrienta...en donde el abuso, la explotación y la impunidad causó la muerte de 146 mujeres, algunas quemadas y otras muertas en la banqueta porque se arrojaron ante el temor de las llamas...no fue gracias a las mujeres bonitas, amables, de bien y sobre todo de buena familia, sexis o acomodadas, lo lograron las revolucionarias, las indecentes, las no religiosas furibundas, las indignadas, las migrantes y de baja escala social...las que pedían mayor equidad en la vida conyugal y en la productividad...

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Aquí la historia • Incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist deja 146 muertos• El 25 de marzo de 1911, un incendio en la abarrotada y poco segura fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York dejó 146

trabajadores muertos, galvanizando el movimiento trabajador en Norteamérica.

.Un edificio en llamas El edificio Asch, una construcción de 10 pisos en el barrio de Greenwich Village de Manhattan, albergaba a la Fábrica Triangle Shirtwaist. Sus empleados, en su mayoría mujeres inmigrantes, trabajaban largas horas cosiendo blusas para mujeres en la abarrotada y mal ventilada fábrica, recibiendo bajos sueldos

En 1909, las trabajadoras de Triangle se unieron a una huelga liderada por la nuevamente formada Unión Internacional de Trabajadoras de Prendas Femeninas y obtuvieron como resultado mejores sueldos y horas más cortas. Sin embargo, su petición por un lugar de trabajo más seguro y equipado con medidas de seguridad contra incendios no fueron escuchadas.

La tarde del sábado 25 de marzo de 1911, una pila de restos de material se incendió en el octavo piso del edificio Asch. Mientras varios hombres intentaban apagar las llamas con baldes de agua y una manguera de bomberos – lo que no estaba funcionando – algunas mujeres escaparon con éxito por las escaleras, la salida de emergencia y el ascensor.

En el décimo piso, las trabajadoras escaparon por el techo, donde fueron capaces de trepar hasta el techo del edificio contiguo; solamente una de cada 70 trabajadoras en el 10mo piso murieron. En el noveno piso, sin embargo, las trabajadoras estaban rodeadas por las llamas.

Algunas trabajadoras lograron escapar, pero la única escalera libre pronto fue bloqueada por las llamas y el ascensor dejó de funcionar. El único escape de emergencia colapsó bajo el peso de las trabajadoras intentando escapar, dejando a las mujeres restantes sin escapatoria.

Algunas de ellas decidieron saltar en vez de morir calcinadas; desde el techo, el cajero Joseph Fletcher vio a “sus niñas, mis hermosas, bajando por los aires. Se estrellaban contra la acera desparramadas y quietas.”

Los bomberos lograron controlar el fuego en media hora. Trabajadores de rescate investigaron la escena buscando sobreviviente a medida que la policía se llevaba a los muertos. De las 250 trabajadoras en el noveno piso, 145 murieron.

Cada ambulancia disponible en Manhattan fue llamada para llevar a los muertos a la morgue – cuerpos calcinados hasta una negrura irreconocible o enrojecidos a un tono enfermizo – como se vería por hombros o piernas saliendo a través de ropajes comidos por el fuego,” informó un reportero para el New York World. “Hombres y mujeres, niños y niñas pertenecían a los muertos que yacian en la calle; esta es la condición – las calles estaban repletas.”Reacciones: Dueños puestos a juicio, movimiento trabajador galvanizadoLa ciudad estaba horrorizada por el incendio, y la Unión de Trabajadoras de Prendas Femeninas lideró a la gente a las calles para protestar por las condiciones que llevaron a la tragedia. “Se descubrirá tal vez que alguien estaba demasiado ansioso por ganar dinero a costa de la energía humana para ofrecer la seguridad necesaria,” declaró un reverendo de una iglesia local.

Los dueños de Triangle, Isaac Harris y Mac Blanck, fueron puestos a juicio por homicidio involuntario al no proveer las medidas de seguridad para incendios y bloqueando la puerta a una escalera que podría haber salvado muchas vidas. Para sorpresa del público, fueron considerados inocentes.

El incendio galvanizó los movimientos trabajador y progresivo. La membresía en uniones creció y nuevas medidas de seguridad para trabajadores fueron adoptadas para prevenir una tragedia similar. El Partido Demócrata en Nueva York adoptó los ideales de los progresivos y se convirtió en el “líder para el movimiento democrático de la clase trabajadora que transformó la política norteamericana en los años 30, 40 y 50,” indica el historiador David van Grohl.

“Para muchos, sus horrores simbolizan los extremos del industrialismo,” escribe el Centro Kheel para Documentación de Manejo del Trabajo de Cornell University. “La tragedia permanece en la memoria colectiva de la nación y en el movimiento internacional del trabajo. Las victimas de la tragedia siguen siendo recordadas como mártires en manos de la avaricia industrial.”

La mayoría de las víctimas eran jóvenes mujeres inmigrantes de origen judío e italiano de entre dieciséis y veintitrés años de edad. La víctima de más edad tenía 48 años y la más joven 14 años.La tragedia se debió a la imposibilidad de salir del edificio incendiado y en llamas ya que los responsables de la fábrica de camisas habían cerrado todas las puertas de las escaleras y salidas, una práctica común para evitar robos y altercados.Muchas de las trabajadoras que no pudieron escapar del edificio en llamas saltaron desde los pisos octavo, noveno y décimo a las calles.El desastre en la fábrica textil de Triangle Shitwaist obligó a importantes cambios legislativos en las normas de seguridad y salud laborales e industriales y fue el detonante de la creación del importante Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles (International Ladies' Garment Workers' Union) que lucha por mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras textiles.

La mayoría eran jóvenes de entre 14 y 23 años, inmigrantes judías de Europa del Este e italianas que se ganaban la vida en esta fábrica de camisas en el distrito de Manhattan, Nueva York.

Las fallecidas no pudieron escapar del fuego, que se propagó rápidamente y pudo ser provocado por una colilla o por el motor de una máquina de coser (según The New York Times). Las puertas de las escaleras y salida estaban cerradas a propósito para evitar las protestas sindicales (según los dueños, lo hacían para evitar el robo de materiales). La única escalera de incendios de la planta novena no llevaba a ninguna parte segura y se doblaba con el peso de las trabajadoras. Sólo funcionaba un ascensor para las trabajadoras. La fábrica era una ratonera.

El incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist se produjo en las plantas octava, novena y décima y muchas de las 500 obreras rompieron los cristales de las ventanas para saltar a través de ellas antes de morir quemadas. Según los testimonios de las supervivientes, la escalera de los bomberos era demasido corta y el agua de las mangueras no llegaba a las plantas superiores.El incendio evidenció la falta de seguridad y las condiciones inhumanas en las que trabajaban las obreras textiles en ésta y otras fábricas.

Tras el incendio de Triangle Shirtwaist, todo Nueva York estuvo unido en duelo por las víctimas. Y lo ocurrido reforzó la participación en el International Ladies' Garment Workers' Union (ILGWU), un sindicato de trabajadoras textiles pionero en la defensa de las mujeres obreras. La ILGWU propuso un día de luto oficial en la ciudad y organizó un multitudinario funeral, el 5 de abril de 1911, en el que más de 120.000 personas marcharon en protesta a lo largo de la Quinta Avenida.

La tragedia de Triangle Shirtwaist trajo importantes cambios legislativos, ya que se reformularon las políticas públicas existentes sobre seguridad de las trabajadoras. Se abrió una comisión de investigación para averiguar las causas de las muertes y, junto a la presión sindical, se regularizaron las jornadas de trabajo y las condiciones de las fábricas.

En cuanto a la investigación judicial, los dueños de la fábrica, Harris y Black, fueron acusados de siete cargos, incluido homicidio en segundo grado, ya que el Código Laboral estadounidense establecía en su artículo 80 la prohibición de cerrar con llave las puertas durante la jornada de trabajo

Pero el 27 de diciembre, tras 23 días de juicio, un jurado popular los absolvió de cualquier mal proceder, alegando que no se podía probar que Harris y Black no supiesen que las puertas estaban cerradas en el momento del incendio.

Indignados por la sentencia, los familiares de las víctimas siguieron luchando y se presentaron 23 demandas individuales contra los propietarios que, finalmente, tres años después del incendio, fueron obligados a pagar una multa de 75 dólares por cada una de las 146 muertes.

(Fuente: Remembering the Triangle Shirtwaist Factory Fire. Time Magazine. The 1911 Shirtwaist Factory Fire. Cornell University.)