porfirio el antro de las ninfas de la odisea

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PORFIRIO EL ANTRO DE LAS NINFAS LA ODISEA INTRODUCCIONES, TRADUCCIONES Y NOTAS DE ENRIQUE ÁNGEL RAMOS JURADO fk EDITORIAL GREDOS

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helenismo

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  • PO R FIR IO

    EL ANTRO DE LAS NINFAS LA ODISEA

    INTRODUCCIONES, TRADUCCIONES Y NOTAS DE

    ENRIQUE NGEL RAMOS JURADO

    fkEDITORIAL GREDOS

  • BIBLIOTECA CLSICA GREDOS, 133

    armauirumqueEx Libris Armauirumque Trompe l'oeil

  • Asesor para la seccin griega: C arlos G a r c a G u a l .

    Segn las normas de la B. C . G., las traducciones de este volumen han sido revisadas por M .a C o ncepci n M orales O t a l .

    EDITORIAL GREDOS, S. A. U., 2008Lpez de Hoyos, 141, 28002 Madrid. www.rbalibros.com

    F . REIM PRESIN.

    Depsito lgal: M .-17.622-2008.

    ISBN 978-84-249-1405-8.

    Impreso en Espaa. Printed in Spain.

    Impreso en Top Printer Plus.

  • PORFIRIO

    EL ANTRO DE LAS NINFAS DE LA ODISEA

  • INTRODUCCIN

    1. La obra en su entorno

    La cultura griega bajo el Imperio no goza desgraciadamente de gran aceptacin dentro de nuestros crculos filolgicos. Parece que con Alejandro no slo pierde vida la polis autntica sino tambin, para algunos, la cultura griega. Poco a poco, afortunadamente esta visin va siendo desterrada. Ahora, con esta obra cuya traduccin ofrecemos, nos situamos en plena poca Imperial, siglo m d. C., un siglo no siempre bien comprendido.

    Hemos de reconocer a Reardon 1 el mrito de haberse enfrentado a la idea de que la cultura de los siglos Il-lll d. C. fue pobre, sin luz ni vitalidad, tesis defendida en los manuales de Literatura griega tradicionales tipo Sch- mid-Sthlin2 o Lesky3, o incluso por autores tan reconocidos como Van Groningen4, que califica la cultura de es-

    1 Courants littraires grecs des IIe et IIIe sicles aprs J.-C., Paris, I97 I.

    2 Geschichte der griechischen Literatur, Munich, 19246, II 2, pg. 667.

    3 Historia de la literatura griega, Madrid, 1968, pg. 839.4 General literary tendencies in the second century A .D ., Mne

    mosyne 18 (1965), 41-56.

  • 196 PORFIRIO

    ta poca de museo de fsiles. La tesis de Reardon se encuentra sustentada por estudios 5 com o los de Caster y Bompaire sobre Luciano, Boulanger sobre Elio Aristides o Bowersock sobre la segunda sofstica, por citar unos ejemplos. Tambin la mimesis puede llegar a ser creacin literaria, literatura renovada, y hay que reconocer que esta fase de la cultura antigua tiene autonoma propia y coherencia al igual que la cultura de la edad arcaica o clsica 6.

    Contra este concepto tan difundido de decadencia, declive, hoy da se acepta ms la nocin de crisis sin contenido negativo, sino en el sentido de que se produce un proceso de ruptura del equilibrio consolidado por el tiempo, que a su vez es obertura de un nuevo equilibrio poltico, social y cultural7. Crisis material guerras, disminucin de la poblacin, cada del comercio, empobrecimiento ciudadano... , crisis como transformacin cultural, como tensin entre lo antiguo y lo nuevo, crisis constitucional con el empeo de constituir y mantener un fuerte gobierno m onrquico8, crisis como tensin entre lo antiguo y lo nuevo en el terreno religioso, paganismo y cristianismo, dos sistemas monotestas, uno por sincretismo y otro de raz hebraica9.

    5 Sobre este tema en relacin con Porfirio c f . Fr. R o m a n o , Porfirio di Tiro. Filosofa e cultura nel III secolo D .C ., Universit di Catania, 1979, pgs. 28-33.

    6 Cf. Fr. R o m a n o , op. cit., pg. 31.7 Para las fuentes del siglo m d. C., cf. G. A l f l d y , The crisis

    of the third century as seen by contemporaries, Greek, Roman and Byzantine Studies, 15 (1974), 89-111.

    8 . M azza, II principe e il potere. Revoluzione e legittimismo constituzionale nel III sec. d. C., A tti di un incontro tra storico e giu- risti, Florencia, 1974, pg. 34.

    9 Cf. E , D o d d s , Paganos y cristianos en una poca de angustia, Madrid, 1975.

  • INTRODUCCIN 197

    En este ambiente hay que situar al neoplatonismo y a Porfirio en concreto, sirviendo a la vez tanto de sntoma como de diagnstico.

    2. Porfirio y H om ero . La cultura com o sincretismo

    En D e A n tro Nympharum encontrar el estudioso un sincretismo cultural hasta cierto punto inslito: de Hom ero a Platn pasando por Pitgoras, Hesodo o Moiss, por citar unos ejemplos porfirianos, todos ellos no han dicho ms que una nica verdad, la verdad de los herederos de Platn, y con esta verdad colorean los textos de las autoridades del pasado, Porfirio pensaba en una cultura que fuera capaz de amalgamar en s todos los motivos que se encontraban presentes en la tradicin de sus antepasados !0. Ser una tendencia que se ir profundizando progresivamente en el neoplatonismo, de Jmblico a Pro- c o 1. Esta pretensin del Porfirio de conseguir una cultura de tipo universal, que abarque todos los campos del saber y constituya una alternativa cultural a la pseudo- cultura, desde su punto de vista, cristiana est en concordancia con la tendencia presente en el siglo in d. C. de sincretismo, ya de hondas races por aquel entonces, y de vulgarizacin cultural.

    Aunque la vida de Porfirio y su obra han sido ya abordadas en otro volumen de esta misma coleccin 12,

    0 Fr. R o m a n o , op. cit., pg. 212.11 E . A . R am os J u r a d o , L o p la t n ic o en e l s ig lo v d. C .: P ro c lo ,

    Sevilla , 1981, pgs. 191-220.

    12 Porfirio. Sobre la Abstinencia, Traduccin, introduccin y notas por M iguel P eriago L o ren t e , Madrid, Gredos, 1984.

  • 198 PORFIRIO

    razn por la que no nos detenemos en este punto, s que nos interesa subrayar algunos aspectos muy concretos de su biografa que harn comprender mejor la obra. La tendencia hacia una cultura universal, sincrtica, de la que hablbamos hace un momento, se refleja en su propia biografa intelectual.

    Segn se puede reconstruir a travs de la Vita Plotini, Vita Porphyrii de Eunapio de Sardes en sus Vitae Sophistarum, o autores como Eusebio, Agustn y Scrates el historiador '3, su formacin fue muy variada. Oriente y Occidente intervinieron en ella, produciendo al final una amalgama, un crisol de elementos que, desde nuestro punto de vista, pueden parecer contradictorios. En su juventud conoci la cultura oriental, principalmente en materia religiosa, incluido el cristianismo 14, cuyo reflejo hallamos en su D e philosophia ex oraculis y quizs en su Perl agal- mton 15. Prosigue su formacin en Atenas con Longino, donde tambin conoce al matemtico Demetrio. De Longino Porfirio adquiri el mtodo filolgico, el amor por los estudios literarios y la estima y veneracin por Platn. Obras sobre H om ero,6, filosofa, filo log a l7, gramtica,

    13 Para la vida de Porfirio cf. J. B id e z , Vie de Porphyre le philosophe noplatonicien, Hildesheim, 1964 ( = 1913); cf. Fr. R o m a n o , op. cit., pgs. 105-116.

    14 Parece que en Cesrea de Palestina Porfirio conoci a Orgenes y los elementos cristianos que le servan de polemista. Recurdense sus15 libros Contra los cristianos.

    15 Para las obras de Porfirio Cf. J. Bidez, op. cit., pg. 65; Beu- t le r , Porphyrios, R.E. XXII 1, 1953, cois. 278-301; Fr. Ro m a n o , op. cit., pgs. 217-221.

    16 A este perodo perteneceran sus Cuestiones homricas.17 Philologos historia, Philologos akrasis. Q uizs la m ism a obra,

    c f. Fr. Ro m a n o , op. cit., pg. 111.

  • INTRODUCCIN 199

    retrica, crtica literaria, astronoma, etc. jalonan el perodo ateniense.

    Agotada su formacin ateniense marcha a Roma, entrando en contacto con el crculo de Plotino (263 d. C.). En el ncleo del Imperio permaneci hasta su muerte a inicios del siglo IV d. C ., con un interregno en Sicilia entre el 268-271 d. C. Su primer perodo de estancia en Roma no fue fcil, tuvo que adaptarse a las ideas de Plotino. En estos cinco aos, 263-268 d. C ., escribi la mayor parte de sus tratados de teortica, moral y psicologa, comentarios sobre Platn y Aristteles, entre ellos por su inters relacionado con D e A ntro Nympharum, un Perl to ep h hemn, que contena una exgesis del mito de Er correspondiente al libro X de la Repblica platnica. Durante su estancia en Sicilia (268-27 ) hay que situar obras como D e Abstinentia, Contra Christianos y D e Regressu Animae, y en su ltima etapa en Roma su Epistula ad Anebonem y su Comentario a los Orculos Caldeos, por citar unos ejemplos.

    Si de Porfirio conservamos unos ochenta ttulos, a Homero le dedic al menos cinco, segn nuestras noticias: D e A ntro Nym pharum l8, Perl ts Homrou ph iloso p h ia s l9, Perl ts ex H om rou dphleas ton basiln20, Perl S tyg s2i y los H om erik Z etem ata22.

    Aunque la cronologa de Porfirio ha sido reconstruida con esmero, especialmente por Bidez, es difcil situar De A ntro N ym pharum . Lo tradicional es situar este pequeo ensayo exegtico en el ltimo perodo porfiriano. es decir.

    18 B id e z 52, B e u t l e r 1.19 B id e z 51, B e u t l e r 49.20 B id e z 45, B e u t l e r 50.21 B id e z 53, B e u t l e r 51.22 B id e z 58, B e u t l e r 54.

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    posterior a la llegada de Porfirio a Roma. Hermann Sch- raeder, editor de las Quaestionum Homericarum ad Iliadem (Odysseam) pertinentium reliquiae, pensaba que sta ltima perteneca al perodo previo a la entrada de Porfirio en la escuela de Plotino, mientras que D e A n tro N ym pharum era posterior a la llegada de Porfirio a Roma. Esta es la opinion ms extendida, aceptada por Bidez, Pfeiffer, Buffire o Lamberton, por citar unos ejemplos, ya que la metodologa de ambas obras es distinta y en la primera no hay exgesis mstica de tipo neoplatnico, al contrario que en la obra cuya traduccin ofrecemos.

    P p in 23, en un artculo clsico, ha descrito las caractersticas de la exgesis porfiriana en la interpretacin de Homero. En primer lugar hay que destacar la compenetracin de historia y alegora. Como el lector observar ya en los primeros captulos de la obra, no se da en Porfirio posible contradiccin entre la historicidad y su posible apertura a la exgesis alegrica. Es ms, la exactitud histrica es una base firme para una exgesis alegrica ulterior. En segundo lugar hemos de referirnos al pluralismo de la alegora. Es decir, un mismo elemento puede tener diversos sentidos alegricos y, a su vez, se pasa de la exgesis mstica a la moral o fsica, con un virtuosismo que asombra. En tercer lugar, lo absurdo com o signo de necesidad de alegora, esto es, un pasaje que resulta absurdo entraa un significado profundo, subyacente, que slo la alegora puede desentraar. Y por ltimo, la alegora cumple una funcin protrptica, es decir, incita a la bsqueda, a la investigacin. Homero ha velado con pantallas su mensaje, de forma que slo con una paciente labor de

    23 Porphyre, exgte dHomre, Porphyre, Foundation Hardt, Entretiens XII, Ginebra, 1965, pgs. 231-272.

  • INTRODUCCIN 201

    investigacin, de exgesis alegrica, ser posible descubrirlo.

    3. O bjetivo y contenido

    El texto objeto de exgesis corresponde a Odisea XIII 102-112, concretamente el pasaje en que Homero describe la gruta de la playa de taca donde Ulises ocult sus tesoros. Estos pocos versos sirven de pretexto a Porfirio para proyectar la visin neoplatnica de la venida de las almas al mundo. El texto porfiriano es un texto difcil, rido, donde las ideas se encabalgan unas sobre otras, sin que el autor se detenga y explicite con mayores detalles las razones de su interpretacin. Slo de vez en cuando, como un profesor en clase, el autor se detiene un momento, nos concede un pequeo respiro, resume lo expuesto y prosigue su disertacin. Y aunque el autor pretenda que el mensaje alegrico de la obra est al alcance de los profanos, aparte de los entendidos, no resulta creble. El texto precisa, creemos, de una previa introduccin para que pueda ser com prendido24.

    Porfirio, tras exponer los versos homricos objeto de exgesis, es decir, la descripcin de la gruta de taca donde Ulises ocult los tesoros de los feacios, se plantea la primera cuestin: Esta gruta existe o es pura fantasa del poeta? El autor aporta dos respuestas contradictorias consecutivas: primero la de Cronio, de quien posteriormente hablaremos, y luego la suya. Cronio25 haba negado, un tanto precipitadamente desde el punto de vista porfiriano, la realidad histrica de la gruta: los autores de libros de

    24 Para toda esta seccin cf. F. B u f f i r e , op. cit., pgs. 425-459.25 Antro 2 = Test. D 9 L e e m a n s .

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    viajes no la mencionan. Por otro lado, prosegua, era absurdo suponer que todo fuera fruto de la imaginacin del poeta, pues literalmente resulta increble. Por tanto, no queda ms que la interpretacin alegrica26 y resolver las interrogantes que plantea el texto: qu significa realmente la gruta en s, su caracterizacin de amena y som bra, su consagracin a las Ninfas Nyades, sus crteras y nforas donde fabrican sus panales las abejas, los grandes telares ptreos donde las Ninfas tejen sus tnicas con prpura marina, su doble acceso, uno para los dioses hacia el lado del Noto y otro para los hombres, orientado al Breas... Todo ello son problemas planteados en estos pocos versos de la Odisea. Qu nos quiere revelar en realidad el poeta?

    Este es el objetivo que se plantea Porfirio y que va a alcanzar con la ayuda de Numenio y Cronio. En primer lugar, segn Porfirio27 la gruta de taca existe y ah est el testimonio de Artemidoro de feso que nos habla del puerto de Forcis, uno de los cuatro puertos de taca citados en la Odisea, de la playa y de una gruta consagrada a las Ninfas, donde se dice que Ulises fue desembarcado por los feacios. Por tanto, la gruta no es pura ficcin del poeta, aunque ello no obsta para que est llena de elementos alegricos, simblicos.

    En primer lugar, la gruta en s, qu representa28? Para Porfirio el cosmos. La similitud entre ambos trminos no reside en la form a29, algo externo, sino en algo ms sustancial. La gruta est constituida por bloques de roca

    26 Antro 3.27 Antro 4.28 Antro 5-9.29 Antro 9.

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    que se pierden en la tierra y se confunden con ella. Ahora bien, la roca es la parte ms dura de la tierra, y sta, a su vez, el estado ms grosero de la materia. Por otra parte, el mundo saca su origen de la materia, antes de recibir forma y belleza (ksmos). Ahora bien, las diversas propiedades de la materia tienen correspondencia con la caverna. La materia es inerte, como la piedra. Es informe e infinita, com o los bloques de piedras que se pierden en la roca y se confunden con ella. La materia informe es invisible y oscura, al igual que las grutas. La materia es fluida, capaz de recibir forma, su correlato en la gruta es el agua que fluye. Las grutas son naturales, la materia del mundo ha existido siempre y precedido al cosmos organ izado30. La gruta, por ltimo, es amena y sombra, al igual que el mundo, oscuro e invisible en tanto que materia, pero pleno de encanto y belleza en tanto que forma (ksmos) 31.

    La gruta, por tanto, simboliza el mundo material, sensible, con sus dos componentes, materia y forma. En segundo lugar simboliza el mundo inteligible, el conjunto de fuerzas o poderes invisibles, por ser las grutas oscuras e invisible la esencia de los poderes 32. La prueba la encuentra Porfirio en los telogos, en los mitos, en los fil so fo s33: la gruta donde Crono oculta a sus hijos, donde Demter cra a Core; los pitagricos; Platn con su caverna designando el cosmos; Empdocles... Todo corrobora la interpretacin porriana.

    La segunda cuestin importante que va a abordar Porfirio a partir del epgrafe 10 es por qu est la gruta consagrada a las Ninfas Nyades. Estas Ninfas presiden las

    30 Antro 5.31 A ntro 6.32 Antro 7.

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    aguas, pero tambin con su nombre los antiguos designaban todas las almas en general que descienden a la generacin34. Cul es la relacin entre las almas y las Nyades? Ambas tienen su sede en el agua, como se comprueba si se acude a la tradicin egipcia, griega caso de Herclito o incluso al Gnesis, citado ya por Nume- nio. Adems, las almas permanecen espirituales e invisibles en tanto no se humedecen, pues humedecidas se encarnan35. As se explican las apariciones de fantasmas o las evocaciones a las almas de los muertos por efusin de bilis o sangre. Con razn deca Herclito que el alma seca es la ms sabia36, pues las almas puras huyen de la generacin, de humedecerse, justificndose incluso la continencia carnal, ya que el deseo sexual degrada al alma impregnndola de vapor hmedo37. Ninfas Nyades son, pues, las almas que se encaminan a la generacin38, razn por la que las desposadas son llamadas ninfas, en tanto que su unin tiene como fin la generacin39.

    A partir del epgrafe 13 Porfirio va a desentraar el sentido del interior de la gruta, los diversos elementos que la conforman, segn son descritos por Homero: crteras, nforas, miel, ptreos telares donde las ninfas tejen tnicas con prpura marina, etc. Sentada la premisa de que

    33 Antro 7-8.3 4 Antro 10. ^ ' : ; 35 Antro 11.36 A ntro I I .37 Recordemos que para los pitagricos lo seco prevalece sobre lo

    hmedo, como el hombre sobre la mujer, el impar sobre el par. Lo seco est en relacin con el elemento gneo y la inteligencia, y o hmedo con el elemento acutico y la materia.

    38 A ntro 12.39 A ntro 12.

  • INTRODUCCIN 205

    la gruta en cuestin est consagrada a las almas y a las Ninfas Nyades, los diversos smbolos que el poeta ha situado en su interior tienen que hacer referencia a las almas o a los poderes acuticos40.

    En primer lugar, las crteras y nforas. Por un lado convienen a las divinidades acuticas, agua que brota de las rocas, pero tambin son apropiadas a las almas que van a encarnarse, pues, aunque Porfirio no lo dice, esas almas caen en la regin de la materia, de la que el agua y la piedra son el smbolo41.

    En cuanto al trabajo de las Ninfas tejiendo sus tnicas con prpura marina en ptreos telares simboliza el trabajo de las almas tejiendo sus cuerpos en torno a s con el fin de encarnarse. En efecto, el elemento ptreo son los huesos, las tnicas con prpura marina la carne con su sangre, y bien hizo el poeta al llamar tnica al cuerpo, pues ste es como un manto para el alm a42.

    En segundo lugar, por qu las nforas no estn llenas de agua, sino de panales?43. La miel preserva y purifica, y con este fin se utiliza en los misterios de Mitra, pero tambin la miel simboliza el placer del descenso en la generacin, como lo indica, por ejemplo, el caso rfico de Crono44- A su vez la miel es un smbolo apropiado para las Ninfas acuticas45, pues el agua es parecida a la miel en tanto que es asptica, purificadora y concurre a la obra de la generacin como vehculo del esperma. Por tanto, Homero no se expres inadecuadamente al llenar

    40 Antro 13.41 Antro 13-14.42 Antro 14.43 A ntro 15.44 A ntro 15-16.45 Antro 17.

  • 206 PORFIRIO

    las nforas de la gruta con miel y no con agua, pues ambos son intercambiables. En cuanto a la relacin de la miel con las almas, los paralelos no pueden faltar. Los antiguos relacionaban las almas con las abejas, dice Porfirio 46, aduciendo los testimonios de Sfocles, los cultos de Demter, la denominacin de abeja para la luna, divinidad de la generacin, entre otras pruebas. Ahora bien, la denominacin de abeja para las almas que se encaminan a la generacin no se daba indiscriminadamente sino a las que iban a vivir justamente y a retornar de nuevo tras haber llevado a cabo actos gratos a los dioses47.

    Creemos que es hora de resumir, al estilo porfiriano, en unas pocas lneas las conclusiones exegticas obtenidas hasta ahora48:

    1. La gruta homrica representa el cosmos.2. Las Ninfas Nyades simbolizan a la vez a las divini

    dades de las aguas y a las almas que vienen a encarnarse en este mundo, impregnndose de humedad.

    3. Las Ninfas que tejen sus tnicas con prpura marina en ptreos telares simbolizan las almas que vienen a encarnarse tejiendo sus cuerpos de carne en torno a los huesos.

    4. Las abejas que tienen sus panales en las crteras y nforas de piedra son las almas. Las abejas producen la miel, imagen de la dulzura y el placer, las almas que vienen a la generacin son atradas y arrastradas por el placer, que ellas experimentan al encarnarse y ofrecerse a uniones carnales. Las abejas, finalmente, no pueden simbolizar ms que las

    46 Antro 18.47 A ntro 19.48 F. B u f f i re , op. cit., pg. 437.

  • INTRODUCCIN 207

    mejores almas, las que sienten el deseo de retornar definitivamente a su verdadera patria.

    En De Antro Nympharum 20 se produce un momento de transicin, razn por la que hemos preferido resumir las lneas directrices de la exegesis alegrica de Porfirio obtenidas hasta ahora. Tras exponer de nuevo que desde la ms remota Antigedad grutas y cavernas han estado unidas a cultos divinos49, Porfirio se apresta a maravillarnos an ms como un prestidigitador con su exgesis. Qu sentido enigmtico tienen esos dos versos homricos donde el poeta nos dice que la gruta tiene dos entradas,

    una del lado del Breas, descenso accesible a os hombres,otra del lado del N oto es, en cambio, slo para los dioses; jam s

    [por ellaentran los hombres, sino que es el camino de los inmortales,

    Puesto que la gruta es la imagen y smbolo del cosmos, es preciso trasladar a nivel csmico esas dos entradas al norte y al sur: una ser el trpico de Cncer y la otra el de Capricornio50, siguiendo en ello tambin a sus modelos, Numenio y Cronio. Estas dos puertas, Cncer y Capricornio, son equiparables, segn Porfirio51, a las dos aberturas descritas por Platn en la Repblica en el mito de Er. De estos dos accesos Cncer, septentrional, es por donde descienden las almas, y Capricornio, meridional, por donde ascienden. Estas dos puertas, siguiendo a Numenio 52, son mencionadas por Parmnides, romanos y

    49 Los testimonios aducidos en el epgrafe 20 son Creta, Arcadia, Naxo y el cuito a M itra, retomando lo expresado en los epgrafes 6-7.

    50 A ntro 21. Para ias nociones de astronoma subyacentes en Porfirio cf. F. Bu ffir e , op. cit., pgs. 438-459.

    51 A ntro 22.52 A ntro 23.

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    egipcios. Estn orientadas al norte y al sur, porque para las almas son los lugares apropiados para la generacin y abandono de ella53.

    Ahora bien, Homero para decir norte y sur ha dicho Breas y N oto54. Cul es la relacin de las almas con los vientos? Ambos trminos tienen una esencia semejanteo, al menos, arrastran consigo un pneuma35, y de todos es sabido que el aire fro, Breas, reanima, razn por la que est ligado a la vida56, al descenso a la generacin, mientras que el viento del sur, Noto, viento clido que funde las nieves y disocia los compuestos, disocia las almas de los cuerpos y las reenva al calor del mundo divino, motivo por el que el poeta asigna el sur al ascenso de las almas a su verdadera patria. Que el acceso meridional est ligado al mundo inmortal lo prueba, dice Porfirio57, la costumbre religiosa de correr las cortinas a medioda en los templos de los dioses, con prohibicin del acceso a los hombres, sin citar el santo respeto que tenan pitagricos, sabios egipcios y el propio Homero por las puertas.

    Homero, prosigue Porfirio, no slo ha hecho referencia a Cncer y Capricornio en el pasaje objeto del opsculo, sino tambin en el canto XXIV de la Odisea5*, cuando habla de las puertas del sol, puertas por donde Hermes conduce las almas de los pretendientes muertos

    53 A ntro 24.54 Od. XIII 110-111.55 A ntro 25.56 Por esta misma razn, dice Porfirio en 26, el Breas es conside

    rado fecundo y, por ejemplo, Homero (II. XX 224-225) dice que fecunda las yeguas de Erictonio.

    57 A ntro 27.58 Od. XXIV 12, Antro 28.

  • INTRODUCCIN 209

    por Ulises. Esta interpretacin ya estaba en Numenio59. Asimismo lo que el propio Homero aade en el mismo pasaje de la Odisea, y el pueblo de los sueos, es interpretado por Porfirio, siguiendo a Numenio60, en lnea pitagrica, en el sentido de que se refiere a las almas congregadas en el Hades, y el Hades no es otro que la Va Lctea, llamada as por las almas que se alimentan de leche al caer en la generacin61.

    A continuacin62, Porfirio centra su exgesis en el nmero dos, el doble acceso de la gruta. Como dice el filsofo la naturaleza parte de la diversidad63. La naturaleza es como un inmenso rbol donde cada rama se divide en dos, y as sucesivamente. Por ejemplo, inteligible/sensible, y este par, a su vez, en astros fijos/planetas; en cuanto a los puntos cardinales norte/sur, este/oeste; noche/da, izquierda/derecha. Es, por otro lado, la lucha de contrarios la que da nacimiento a la armona: tanto en la lira como en el arco la tensin de fuerzas contrarias es la que permite el surgir de la msica o el vuelo de la flecha64. Esta dualidad la hallamos en Homero65, Platn66 o Hesodo67, por citar unos ejemplos. Y es que por este doble acceso Porfirio hace pasar todas las doctrinas de los antiguos filsofos o telogos68.

    59 P rodo , Comentario a la Repblica II 129, 23 Kr o ll .60 Proclo, Comentario a la Repblica II 129, 24 Kro ll .61 A ntro 28.62 A ntro 29-30.63 A ntro 29.64 A ntro 29, H er c lito , 22 B 51 (= I 162, 1-4 D iels-Kranz).65 //. XXIV 528.66 Gorgias 493 d 6-494 a 5, A ntro 30.67 Trabajos y Das 94-98.68 A ntro 3i.

  • 210 PORFIRIO

    Ya quedan pocos elementos simblicos homricos por desentraar. Concretamente el olivo, ese olivo que Homero ha situado al extremo del puerto de Forcis, cerca de la gruta69. Qu simboliza? Como es sabido, el olivo es el rbol de Atenea, y Atenea es la sabidura70, y como esta diosa naci de la cabeza de Zeus, Homero ha situado el olivo a la cabeza del puerto, indicando, segn Porfirio71, que el Todo es resultado de una naturaleza inteligente y una sabidura, separada de l, pero cerca, esto es, Dios est a la vez separado y prximo a su creacin, como el olivo est separado y prximo a la gruta. El olivo, por otra parte, es apropiado para las vicisitudes de las almas en el mundo, a las que la gruta est consagrada 72, pues rbol de hojas perennes presenta, segn poca del ao, la parte verde o blanquecina de sus hojas, motivo por el que se utiliza en las splicas, en el sentido de que va a tornarse la oscuridad en luz y se utiliza tambin como premio atltico, pues simboliza para el alma el premio a los atletas de la vida.

    Al pie de este olivo, Ulises delibera sobre la forma de desembarazarse de los pretendientes. Ulises simboliza en este caso el alma iluminada por la divinidad que busca desembarazarse de esos enemigos que son las pasiones73.Y es que Ulises, segn Numenio y su escuela74, simboliza el alma descendida del cielo a la generacin, venida a la tierra a encarnarse, pero llamada un da a recobrar su patria celeste. El largo errar de Ulises lejos de su patria

    69 Od. 102-103.70 A ntro 32.71 A ntro 32.72 A ntro 33.73 A ntro 34.74 A ntro 34-35.

  • INTRODUCCIN 211

    por el mar simboliza el errar del alma en el pas de la materia.

    El tratado finaliza75 con una exhortacin al lector en el sentido de que no piense que todo lo que ha ledo esproducto slo de una mente enfebrecida que ve ms delo que hay en realidad en el texto homrico. Homero es sabio y ofreci la verdad encubiertamente, en forma mtica, aun partiendo de ciertas realidades.

    Podramos, pues, hacer una sinopsis del tratado de Porfirio as:

    1. Texto objeto de exgesis.2-4. El problema de la historicidad de la gruta.5-9. Simbolismo de la gruta.

    10-12. Simbolismo de las Ninfas Nyades.13-19, Simbolismo del interior de la gruta: crteras, nforas,

    telares ptreos, etc.20-31. Simbolismo de las dos puertas.32-33. Simbolismo del olivo.34-35. Exgesis mstica del errar de Ulises.

    36. Conclusin: justificacin de la exgesis.

    4. Fuentes

    Esta es una cuestin que Buffire76 zanja calificando a Porfirio de vulgarizador del pensamiento de Numenioy Cronio, autores a ios que Porfirio tuvo acceso en laescuela de Plotino. Efectivamente, la Vita Plotini 14 nos informa de que Plotino haca leer en su curso los comentarios de Severo, Cronio, Numenio..., de forma que Buffire cree que la aportacin de Porfirio no fue importan

    75 Antro 36.76 Op. cit., pgs. 419-425.

  • 212 PORFIRIO

    te. En efecto, una y otra vez cita a Numenio y Cronio en su ob ra77, y en el texto se vislumbra que el discpulo de Plotino tena, por ejemplo, la obra de Cronio ante sus ojos78. Le sigue fielmente, salvo cuando, por ejemplo, rebate la opinin de Cronio de que la gruta no tiene un fondo real.

    Numenio, antes de Cronio, model una interpretacin de la gruta de las Ninfas sobre una versin quizs preexistente. Tras l su discpulo, Cronio. De ambos predecesores de Porfirio es lgico pensar que ste tuviere entre sus manos sus obras, pues ambos predecesores se comentaban en la escuela de Plotino. Segn Buffire, ni Numenio ni Cronio consagraron una obra especfica al antro de las Ninfas de la Odisea, sino que en el caso de Numenio la exgesis homrica estara incluida en su Platn secreto en relacin con el mito de la caverna y de Er. Adems, Proclo nos ha conservado en su Comentario a la Repblica textos similares a la exgesis porfiriana, pero bajo la autora de Numenio. Para este neopitagrico del siglo n d. C. Platn y Pitgoras conducen a Homero, y, por tanto, no sera extrao que comentara a Homero en una obra sobre Platn. Otro dato que se desprende de los textos de Proclo es que Cronio apenas difiere de su maestro Numenio.

    Otra posibilidad manejada por Buffire79 es que la exgesis de Numenio estuviera en su Incorruptibilidad del alma, que Orgenes cita en su Contra Celso80. Ante esta disyuntiva el autor francs concluye salomnicamente que Numenio pudo tratar este tema en ambas obras.

    77 2, 3, 10, 21, 34.78 2-3.79 pg. 423.80 y 57.

  • INTRODUCCIN 213

    En el caso de Cronio hemos de incluir su exgesis en su Sobre la reencarnacin, ya que encaja perfectamente adems con el tema de la gruta de las Ninfas.

    Por tanto, sera a la pareja Numenio-Cronio donde como fuente prxima habra que remontar la exgesis por- firiana, que sigue con fidelidad su modelo81, fuentes de tipo neopitagrico82, Estos dos neopitagricos neopita- gorizan a Homero. El mismo Porfirio en su tratado Sobre la Estige%l deca que el pensamiento de Homero no era fcilmente aprehensible, pues l ms que nadie haba velado lo relativo a los dioses y dmones, destacando en el grupo de exgetas de Homero a Cronio, aun reconociendo que en no pocas ocasiones busca llevar al poeta en la direccin de sus pensamientos. Pero es que en el fondo la alegora no es ms que eso, pues en el caso de Porfirio unos cuantos versos homricos le dan pie para exponer su teora sobre el destino de las almas, y no es que Porfirio se adapte a Homero, sino que Homero es adaptado a Porfirio y sus fuentes neopitagricas. Y si el autor, en un momento determinado, cree que su exgesis queda poco fundamentada ante el lector, no tiene inconveniente en recurrir no ya a Orfeo, sino a Zoroastro o Moiss. Hay que reconocer que es una pura labor de artesana, de orfebrera mental la que Porfirio y sus predecesores llevaron a cabo con Homero.

    81 Cf. P r o clo , Comentario al Timeo 1 77, 22-24 D ie h l : El filsofo Porfirio quien nos sorprendera si se apartara del pensamiento de Numenio.

    82 Las fuentes antiguas, por lo general, califican a Numenio y C ronio de pitagricos. Slo Jmblico y Proclo, por citar unos ejemplos, califican a Numenio de platnico. De todas formas no es extrao, ya que el neoplatonismo tiende a aunar P latn y Pitgoras.

    83 Estobeo II, pg. 14, 10 W a c hsm u th ; Buffire , op. cit., pg. 424,

  • 214 PORFIRIO

    No nos podemos detener aqu, por cuestiones obvias, en el controvertido tema del Schol. B ad Od. X III 103 donde se dice que

    alegricamente dice (el poeta) que la gruta representa el cosmos, las Ninfas las almas, las abejas lo mismo, los hombres son los cuerpos, las dos puertas son la salida del cuerpo o nacimiento y la entrada de las almas, en la que no entra ningn cuerpo, sino las almas solas, pues son inmortales.

    Segn Buffire84 este escolio difiere de la interpretacin porfiriana y sera fechable como mnimo un siglo antes de Numenio dentro de la tradicin platnica. La exgesis, por tanto, de la gruta de taca sera pre-numeniana y el escolio evidenciara una tradicin independiente del pasaje, como ya apunt en 1915 Delatte, aunque hoy da esta posicin no es completamente compartida85.

    5. Ediciones y traducciones

    La tradicin manuscrita de De Antro Nympharum est basada en dos manuscritos86. El Vatic, gr. 305, escrito por Teofilacto Saponopulo, hacia 1269, que contiene la

    84 Op. cit., pgs. 449-453.85 Lam berto n , H om er The Theologian: The Iliad and O dy

    ssey..., II, pgs. 312-32 ; A. D ela tte , tudes sur la littrature py thagoricienne, Pars, 1915, pg. 130; cf. W. Burkert , Lore and Science in Ancient Pythagoreanism, Cambridge, 1972, pg. 367, n. 94.

    86 Para este apartado cf. fundamentalmente Porphyrii The Cave o f the N ym phs in the Odyssey, a revised text with translation by Seminar Classics 609, State University of New York at Buffalo, 1969, pgs. VII- VII], Sobre la difusin de este escrito de Porfirio cf. J. P p in , La fortune du D e A ntro Nym pharum de Porphyre en Occident, Plotino e il Neoplatonismo in Oriente e in Occidente, Roma, 1974, pgs. 527-536.

  • INTRODUCCIN 215

    obra porfiriana junto con otras de Teodoro Prodromo, Libanio, Herdoto, Vita Homeri, etc., y que fue revisado por Lscaris entre 1515-1517, sugiriendo lecturas propias donde el manuscrito resultaba ilegible. El otro manuscrito es el Marc. gr. IX 4 (coll. 1209), fechable en los siglos xni-xiv, que contiene, aparte de la obra de Porfirio, otras de autores como Hesodo, Nicforo Grgoras y escolios.

    La primera edicin de la que tenemos noticias es la de Lscaris en Roma en 15 1 8 87, reeditada como apndice a los escolios homricos por Franciscus Asulanus88, Bre- d ro t89 y en los escolios de Basle90. En el siglo XVII contamos con la edicin de Holste91, reeditada en Cambridge en 165592, y en el siglo xvm con las de Barnes93 y Van Goens94, reimpresa en Leiden Amsterdam en 1792 95,

    87 Porphyrii Philosophi Homericarum quaesi tonum liber. Eiusdem de Nym pharum antro in Odyssea, opusculum.

    88 Venecia, 1521,89 Estrasburgo, 1539.90 1541, 1543, 1551.91 Porphyrii Philosophi liber de vita Pythagoreae. Eiusdem Senten

    tiae ad intelligibilia ducentes. De A ntro Nympharum, quod in Odyssea describitur. Lucas Holstenius latine vertit, dissertationem de vita et scriptis Porphyrii et ad vitam Pythagorae observationes adiecit, Roma, 1630.

    92 Epicteti Stoici philosophi Enchiridion. Una cum Cebetis Thebani Tabula. Accesre Arriani commentariorum de Epicteti dissertationibus Lib. IV . Omnia H. W o lf io interprete.

    93 H om eri Ilias et Odyssea, et in easdem Scholia, sive Interpretatio, Veterum... Opera, studio et impensis losuae Barnes... vol. I, Cambridge, 1711, pgs. CXIII-CXXIII.

    94 Porphyrins de antro nympharum, Graece cum Latina L. Holste- nii versione, Graeca ad fidem editionem restituit, versionem C. Gesneri, et Animadversiones suas adiecit R ,M . van Goens Traiectinus, Utrecht, 1765.

    95 Porphyrius de antro nympharum, Graece cum Latina L. Holste- nii Versione et Animadversionibus R .M . van Goens. Eiusdem de absti-

  • 216 PORFIRIO

    y en el siglo x ix con las de Hercher96 y la clsica de Nauck97. En nuestro siglo hay que esperar a 1969 a la edicin del Seminario de Clsicas de la Universidad de Nueva York98, un ejercicio en tcnica de edicin, segn una advertencia previa de los mismos autores, realizado en el semestre de primavera de 1968, con un objetivo limitado, donde participaron Jhon M. Duffy, Philip F. Sheridan, Leendert G. Westerink y Jeffrey A. White. Esta edicin con traduccin difiere en algunos casos de la edicin de Nauck en Teubner, razn por la que, aun basndonos en la de Nauck, en determinadas ocasiones se discuten, preferentemente en notas, las propuestas de la edicin ms reciente.

    En el mbito de las traducciones contamos con las latinas de Gesner " , reimpresa por Van Goens 10, de Holst e 101, reimpresa por Van Goens y Hercher, con las ingle-

    nentia ab esu animalium libri quatuor... Editionem curavit... Jacobus de Rhoer.

    96 Aeliani De natura animalium, varia historia et fragm enta, Por- phyrii philosophi de abstinentia et de antro nympharum, Philonis Byzantii de septem orbis spectaculis, recogn. Rud. Hercher, Paris, 1858, pgs.: 87-95.

    97 Porphyrii philosophi Platonici opuscula selecta, iterum recogn. A ugustus Nauck, Leipzig, 1887, pgs. 53-81 (no en la primera edicin de 1860).

    98 Cf. nota 86.99 Moralis Interpretatio Errorum Ulyssis Homerici. Commentatio

    Porphyrii Philosophi de N ym pharum antro in X I I libro Odysseae H om ericae, multiplici cognitione rerum variarum instructissima... Interprete Conrado Gesnero Medico, Tigurino, Zurich, 1542.

    100 Cf. . 94, pgs. 33-48.101 Cf. . 91, 92.

  • INTRODUCCIN 217

    sas de Thomas Taylor 102 y Lamberton '3, con la francesa de Buffire l04, con la de Alejandro Barcenilla105 en nuestra lengua, y con las de Penati106 en italiano y Tacho- G odii07 en ruso, entre otras.

    102 The Philosophical and M athematicai Commentaries o f Proclus on the First B ook o f Euclids Elements, voi. II, 1789, reimpreso en 1969 en Princeton, Thomas Thaylor the Platnist. Selected Writings... by Kathleen Raine and George Mills Harper, pgs. 295-342.

    103 H om er the Theologian... vol. II, Appendix No. 2, pgs. 126- 153.

    !04 Op. cit., pgs. 595-616.05 Porfirio: La Gruta de las Ninfas. Un comentarista de Homero,

    Introduccin, traduccin y comentario por Alejandro Barceniila, S.I., en Perficit, octubre-noviembre 1968, segunda serie, vol. I, nms. 18-19.

    106 L Antro delle Ninfe di Porfirio, Giornale Filologico Ferrare- se, VIII, 1985, pgs. 33-50.

    107 Voprosi Klassichesko Filoiogii, VI, 1976, pgs. 28-45.

  • EL ANTRO DE LAS NINFAS DE LA ODISEA

    Sentido enigmtico tiene en Homero la gruta de taca, t que describe con los siguientes versos:

    A l extremo del puerto hay un olivo de anchas hojas y cerca de l una gruta amena y sombra, consagrada a las N infas que llaman Nyades.Dentro hay crteras y nforasde piedra, donde fabrican sus panales las abejas.Dentro hay grandes telares de piedra, donde las ninfas tejen sus tnicas con prpura marina, maravilla de ver.Y dentro aguas siempre manantes. Dos son sus puertas,una del lado del Breas, descenso accesible a los hombres,otra del lado del N oto es, en cambio, slo para los dioses; jam s

    [por ellaentran los hombres, sino que es el camino de los inmortales 1.

    Que la descripcin del poeta no se basa en el recuerdo 2 de hechos transmitidos histricamente, lo prueban los que han escrito libros de viajes de la isla, pues no mencionan una gruta semejante en la isla, como afirma Cronio2. Es

    1 Od. XIII 102-112.2 Test. D 9 Lehmans (Studie over den Wijsgeer Numenius van A pa

    mea met Uitgave der Fragmenten, Bruselas, 1937), De este neopitagrico

  • 220 PORFIRIO

    evidente, por otra parte, que, si hubiera inventado la gruta segn licencia potica, no sera creble, si, inventando al azar lo que al azar se le ocurra, esperara convencernos de que en la tierra de taca una persona ha construido caminos para los hombres y para los dioses, o, si no una persona, entonces la naturaleza de all ha hecho patente un descenso para todos los hombres y, a su vez, un camino distinto para todos los dioses. Sin duda el universo entero est lleno de hombres y dioses, pero la gruta de taca muy lejos est de convencernos de que en ella haya un descenso de los dioses y de los hombres3.

    Tras tales premisas Cronio afirma que es evidente, no slo para los entendidos sino tambin para los profanos, que el poeta utiliza un lenguaje alegrico y enigmtico en estos versos, obligndonos a plantearnos cul es la puerta de los hombres y cul la de los dioses, y qu significa esta gruta de doble acceso, llamada, por una parte, consagrada a las ninfas, y, por otra, a la vez amena y sombra, pues jams lo sombro es ameno, sino ms bien terrible; por qu no se dice simplemente consagrada a las ninfas, sino que se aade para precisar las que se llaman Nyades4. Cul es la enseanza de las crteras y nforas, pues no se menciona lquido alguno vertido en ellas, sino que en ellas, como en colmenas, fabrican sus

    no sabemos nada prcticamente. Su nombre y tradicin se unen a la de Numenio (cf. K. P raech ter , Kronios 3, Real-Eneyelopdie XI, 1922, col. 1982). Es autor de un tratado sobre la metempscosis, Peri palingenesias.

    3 Los editores del Seminario de Clsicas 609, siguiendo al m anuscrito V, editan descenso de los hombres y ascenso (anhasin) de los dioses.

    4 Od. XIII 104.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 2 2 1

    panales las abejas5. Los grandes telares pase que sean ofrendas a las ninfas, pero por qu no son de madera u otra materia, sino de piedra ellos tambin como las nforas y las crteras? Y esto es la parte menos oscura, pero el hecho de que las ninfas tejan en estos telares de piedra sus tnicas con prpura marina, no es slo maravilla de ver 6, sino tambin de or. Quin podra creer que unas diosas tejen mantos con prpura marina en sombras grutas en ptreos telares, si se oye adems7 que estas telas y estas prpuras de los dioses son visibles? Sorprendente adems es que la gruta tenga doble acceso, uno para el descenso de los hombres, y otro, a su vez, para los dioses; y que el paso para los hombres se dice que est orientado hacia el viento del norte, y el de los dioses hacia el viento del sur: no es un problema nimio por qu razn ha asignado la parte septentrional a los hombres, y, a su vez, la parte meridional a los dioses, en lugar de utilizar mejor el levante y el poniente para su propsito, pues en casi todos los templos las estatuas y los prticos estn orientados hacia levante, mientras que los que entran quedan mirando hacia poniente al ofrecer en pie, frente a las estatuas, sus plegarias y culto a los dioses.

    Puesto que el relato est repleto de oscuridades de esta 4 categora, no puede tratarse de una ficcin al azar, escrita

    5 Od. XIII 106.6 Od. XIII 108.7 Aunque seguimos la edicin de Nauck, que, a su vez, sigue a

    Hercher, ios editores del Seminario de Clsicas 609 tras horat editan phskontos (phskonta M, lgontos V), en conjetura ya apuntada por F. Buffire , Les mythes d Homre et la pense grecque, Paris, 1973 (= 1956), pg. 598, n. 2. La traduccin apuntada por la edicin de 1969 es especially when he is told that these garments are visible, being sea- purple.

  • 222 PORFIRIO

    para divertimento, ni tampoco de una descripcin geogrfica exacta, sino que se expresa alegricamente en este pasaje el poeta, que ha aadido msticamente adems un olivo cercano. Tarea ardua consideraron tambin los antiguos investigar y desvelar todo ello, y nosotros con su ayuda, y nuestro propio esfuerzo vamos a intentar ahora descubrirlo.

    Sobre la exactitud geogrfica parece efectivamente que han escrito con negligencia cuantos han credo que es pura ficcin del poeta la gruta y cuanto sobre ella se describe. En cambio, los que han escrito descripciones geogrficas de forma mejor y ms precisa, sobre todo Artemidoro de feso \ en el libro quinto de su obra en once libros escribe lo siguiente: A doce estadios hacia el este del puerto de Panormo en Cefalonia est la isla de Itaca, de ochenta y cinco estadios, estrecha y elevada, con un puerto llamado de Forcis. Aqu hay una playa y en ella una gruta consagrada a las ninfas, donde se dice que Ulises fue desembarcado por los Feacios. Por tanto, no sera

    R Fr. 55 Stjehle (Philologus X I, 1856, pgs. 211-212). Sobre este aspecto cf. V. Bra rd , L Odysse, posie hroque, Pars, 1924, I, nota a Od. XIII 102; G. W. E lderlin k , The Homeric Cave on Ithaca, Classical Philology, 1940, pgs. 52-54; A. D. F raser , The Ithacan Cave of the Odyssey, Classical Philology, 1941, pgs. 57-60, en oposicin a Elderiink que crea que la cueva de taca era un lugar de iniciaciones mistricas; S. Ben to n , Excavations in Ithaca III; The Cave of Polis I-II, The A nnual o f the British School at A thens, 35, 39 (1938-1939), 45-73, 1-51. Otro aspecto a destacar en esta cita es que los editores del Seminario de Clsicas 609, siguiendo los manuscritos dan hn en lugar de hs, conjetura que se repite en los editores desde Lscaris. El sentido para el lector bsicamente es el mismo, si bien, admitiendo la lectura de los manuscritos, sera But there are others who have written geographical descriptions and among the best and most accurate of these is Artemidorus the Ephesian....

  • ANTRO DE LAS NINFAS 223

    del todo una ficcin homrica. Pero si la ha descrito tal y como era, o si ha aadido algo de su propia cosecha, con todo queda la cuestin para el investigador de la intencin o bien de los que la han consagrado o bien del poeta que ha aadido esos detalles, pues ni los antiguos consagraban santuarios sin smbolos msticos, ni Homero al azar describe lo relativo a ello. Y en la medida en que uno intente probar que lo relativo a la gruta no es una ficcin de Homero, sino que otros, antes de Homero, la haban consagrado a los dioses, en esa misma medida se descubrir la consagracin llena de la antigua sabidura, y por ello merece la investigacin y precisa la explicacin de su consagracin simblica.

    Los antiguos con justa razn consagraron grutas y cavernas al cosmos, tomndolo como un todo o por partes, considerando la tierra smbolo de la materia que constituye el cosmos: razn por la que algunos incluso consecuentemente identificaban la tierra y la materia9; representaban el cosmos surgido de la materia por medio de las grutas, pues de ordinario las grutas son naturales y de la misma naturaleza que la tierra, rodeada por roca uniforme, cuyo interior es hueco y su exterior se pierde en la masa ilimitada de la tierra. El cosmos, por otra parte, es natural y de la misma naturaleza que la materia l0, a la que representaban simblicamente por la piedra y la roca debido a su inercia y su resistencia a la forma, ha

    9 J enfanes 21 A 36 (= I 124, 11-25 D els-K ranz), 21 B 27 ( - I 135, 13-14 D iels-K ranz).

    10 Pasaje problemtico. Los manuscritos V y M dan autosymphys prospephykds ti hylei. Los editores del Seminario de Clsicas 609 excluyen autosymphys y Nauck prospephykds, aparte de editar symphys, siguiendo a H er c h er . Traducimos segn Nauck. La edicin de 1969 los mismos editores traducen: and is by its very nature joined to m atter.

  • 224 PORFIRIO

    cindola ilimitada por su carcter informe. Por ser la materia fluida y privada por s de la forma que la modela y hace visible, la presencia de agua y humedad de las grutas, su oscuridad, y como el poeta dijo, sombra ", lo admitieron con razn como smbolo de las cualidades inherentes al cosmos por la materia.

    6 Merced a la materia, pues, el cosmos es sombro y oscuro, pero merced a la unin de la forma y ordenacin1Z, de donde procede el nombre de cosmos, es hermoso y agradable. Por esta razn apropiadamente se la puede describir como una gruta amena 13 para el que por vez primera al punto se tope con ella merced a su participacin de las formas, sombra i4, en cambio, para quien observe su profundidad y penetre con su mente en ella: de forma que su exterior y su superficie son amables, mientras que su interior y profundidad son sombros. De forma similar tambin los persas en sus iniciaciones mistricas revelan al iniciado el descenso de las almas y su vuelta de nuevo, denominando al lugar caverna: segn dice Eubu-lo l5, fue Zoroastro el primero que consagr una caverna natural en las cercanas montaas de Persia, florida y con manantiales, en honor del creador y padre de todo, Mitra, siendo la caverna la imagen del cosmos del que Mitra es demiurgo, y los objetos de su interior, a intervalos simtricos, simbolizando los elementos y zonas csmicas. Tras el mencionado Zoroastro esta costumbre prevaleci igualmente entre otros, consistente en realizar las iniciaciones en grutas y cavernas, bien naturales o bien artificiales. Del

    11 Od. XIII 103.12 Diaksmesin.13 Od. XIII 103.14 Od. XIII 103.15 J acoby , Eubulus 15, Real-Encyclopadie, VI, 1, 1907, cois.

    878-879.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 225

    mismo modo que se consagraron a los dioses olmpicos templos, santuarios y altares, a los dioses ctnicos y hroes hogares, y a los dioses hipoctnicos hoyos y fosas, as tambin se consagraron al cosmos grutas y cavernas, y de forma semejante tambin a las ninfas por las aguas que fluyen desde arriba gota a gota o manan en las grutas, que presiden las Ninfas Nyades, como expondremos en breve.

    Pero no slo, como dijimos, hacan de la gruta el smbolo del mundo sensibleI6, sino tambin tomaron la gruta como smbolo de todos los poderes invisibles, por ser las grutas oscuras e invisible la esencia de los poderes. As Crono se prepara una gruta en el Oceno y all oculta a sus propios hijos. De forma semejante tambin Demter cra a Core en una gruta en compaa de las ninfas, y otros muchos ejemplos similares encontrar quien acuda a las obras de los telogos17,

    Que se consagraban tambin grutas a las ninfas, y muy especialmente a las Nyades, que presiden las fuentes, y que reciben el nombre de Nyades de las aguas de donde m anan18 las corrientes, como lo demuestra tambin el himno a Apolo, donde se dice:

    Y a ti sus fuen tes de sabias aguaste han prodigado ellas, cuyas sedes son las grutas de la tierra,alimentadas p or el soplo de la M usapara el divino canto; ellas, por el suelopor todas partes haciendo brotar sus aguas,proporcionan a los mortales incesantes Ondasde sus dulces corrientes 19.

    16 P la t n , Timeo, 52 a 5; S im plic io , Comentarios de la Fsica de Aristteles 43, 18-19.

    17 Orphica (?). No en la edicin de Ke r n .18 Se relaciona Nyades con nao, fluir, m anar.19 Poetae Lyrici Graeci III, pg. 684 Ber g k .

  • 226 PORFIRIO

    Basndose en ello, creo, los pitagricos y posteriormente Platn designaron al cosmos gruta o cueva. En Empedocles20, efectivamente, los poderes conductores de almas dicen:

    H em os llegado a esta gruta sotechada.

    En Platn en el libro VII de la Repblica21 s dice: Imagina a unos hombres como en una especie de cavernosa vivienda subterrnea, con la entrada abierta a la luz, ancha en toda la extensin de la caverna. A continuacin, al decir un interlocutor extraa imagen describes22, aade: Esta imagen, amigo Glaucn, hay que aplicarla a todo lo dicho anteriormente, comparando la regin revelada por la vista con la vivienda-prisin, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del so /23.

    9 Que los telogos hacan de las grutas el smbolo del cosmos y de los poderes encsmicos, con sto queda demostrado. Pero tambin se ha dich ya que las hacan smbolo de la esencia inteligible, aunque partiendo de diferentes y no idnticos conceptos. Por una parte, las hacan smbolo del cosmos sensible por ser las grutas oscuras, rocosas y hmedas, y ser el cosmos similar por la materia de la que est constituido, y por ser resistente y fluido. Por otra parte, a su vez, las hacan smbolo del mundo inteligible por ser invisible a los sentidos, y por la solidez y firmeza de su esencia; y asimismo tambin de los poderes parciales invisibles, especialmente de los que estn vin-

    20 3 120 ( - I 360.1-3 D iels-Kranz).21 514 a 2-5.22 5 1 4 a 4,23 517 a 8-b 4, con dos variantes. En b 1 pdsin por hpasan y en

    b 3 aphomointas por aphomoiunta.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 227

    culados a la materia. Hacan de las grutas smbolos en tanto que son naturales, oscuras, sombras y rocosas; y no ciertamente en modo alguno en atencin a la forma, como algunos suponan, pues no toda gruta es esfrica [por ejemplo, la de doble acceso de Homero].

    Si se trataba de una doble gruta, no la consideraban 10 smbolo de la esencia inteligible, sino de la sensible, como precisamente la cueva en cuestin, por tener aguas siempre manantes, no podra ser smbolo de la sustancia inteligible, sino de la esencia material24. De ah que est consagrada a las ninfas, no de las montaas ni de las cimas o cosas por el estilo, sino a las Nyades, que son llamadas as por los manantiales25. En sentido estricto llamamos Ninfas Nyades a los poderes que presiden las aguas, pero ellos tambin designaban con este nombre a todas las almas en general que descienden a la generacin. Pues consideraban que las almas residan en el agua animada por el soplo divino, como dice Numenio 26, por ello cita adems las palabras del profeta, el espritu de Dios se

    24 El epgrafe 0 hasta este punto muestra grandes divergencias entre las ediciones de Nauck y la del Seminario de Clsicas 609. En efecto, tras el diplo d ntos ntrou, que corresponde a nuestro si se trataba de una doble gruta, los editores ms recientes introducen un hos kai p a r Hom ri dthyron, como la de doble acceso en Homero, que aparece como correccin en V. Nauck edita dicho sintagma como final del epgrafe 9 entre [ J. Asimismo, los editores del Seminario de Clsicas 609 introducen un /ios phesn, segn dice, entre di to h- chein, por tener, e hydata aenonta, aguas siempre m anantes. En este caso, creo, los editores ms recientes recuperan el texto original, pues un phesin aparece en los manuscritos, siendo eliminado por Hercher en su edicin de 1858, al cual sigue Nauck. El sujeto lgicamente sera Homero, de quien no se precisa citar su nombre.

    25 A pd ton namln.26 Test. 46 Leemans = 30 D es P laces , Numenius. Fragments, P a

    rs, 1973.

  • 228 PORFIRIO

    mova sobre el agua27; los egipcios, adems, por el mismo motivo consideraban que todas las divinidades no estn en tierra firme, sino sobre una barca, tanto el sol como, en una palabra, todas: hay que entenderlas como las almas que vuelan sobre el agua, las que descienden a la generacin. De ah tambin las palabras de Herclito es un placer, no muerte, para las almas humedecerse28, en el sentido de que para ellas es un placer la cada en la generacin; y en otro pasaje dice nosotros vivimos su muerte y ellas viven nuestra muerte19. Por esta razn tambin el poeta llama hmedos30 a los que estn en la generacin, por tener sus almas hmedas. Sangre, pues* y semen hmedo es grato a estas almas, as como las de las plantas tienen por alimento el agua.

    il Afirman algunos31 incluso que los cuerpos que estn en el aire y en el cielo se alimentan de vapores provenientes de fuentes, ros y otras evaporaciones. Los estoicos32 pensaban que el sol se alimenta de la evaporacin proveniente del mar, la luna de las aguas de las fuentes y ros, y los astros del vapor proveniente de la tierra. Y por esta razn el sol es un cuerpo ardiente notico formado a partir del mar, la luna a partir de las aguas de los ros, y los astros a partir de la exhalacin procedente de la tierra. Necesariamente, pues, tambin las almas corpreas o incorpreas, pero que arrastran un cuerpo, y muy especial-

    27 Gnesis I 2.28 22 B 77 ( I 168, 11-15 D e ls -K ra n z ) .29 22 B 62 ( = I 164, 9-10 D e ls -K ra n z ) .30 od. VI 201.31 H er c lito , 22 A l ( = I 141, 29 - 142, 10 D iels-K ranz), A 11

    ( = I 146, 25-26 D iels-K ranz); F ilo la o , 44 a 18 ( = I 404, 1-3 D iels- Kranz); J enfanes, 21 A 40 ( = I 124, 34-36 D iels-Kranz).

    32 Stoicorum Veterum Fragmenta 1 501; II 650, 655, 656 Von Ar-n im .

  • ANTRO DE LAS NINFAS 229

    mente las que van a ligarse a sangre y cuerpos hmedos, tienden a lo hmedo y humedecidas se encarnan. Por esta razn tambin las almas de los muertos son evocadas por efusin de bilis y sangre, y las amantes del cuerpo, arrastrando el espritu hmedo, lo condensan como una nube, pues la humedad condensada en el aire forma una nube, y una vez condensado en ellas el espritu por exceso de humedad se hacen visibles33. De este tipo son las apariciones de fantasmas que sobrevienen a algunos, con su espritu teido segn la imaginacin. Sin embargo las almas puras huyen de la generacin. Herclito mismo dice el alma seca es la ms sabia 34. Por esta razn, en este mundo acorde con el deseo de unin sexual, el espritu es penetrado por la humedad y se hace ms hmedo, pues el alma arrastra vapor hmedo por su inclinacin a la generacin.

    Ninfas Nyades son, pues, las almas que se encaminan 12 a la generacin. De donde procede la costumbre de llamar ninfas a las desposadas, en la idea de que su unin tiene como fin la generacin, y de baarlas con agua procedente de fuentes, manantiales o fontanas siempre manantes. Mas para las almas iniciadas en la naturaleza y para los dmones que presiden los nacimientos, el cosmos es sagrado y amable, aunque sea oscuro y sombro por naturaleza. De ah se ha pensado que estas almas son areas y que del aire reciben su esencia. Por esta razn tambin el santuario apropiado para ellas sobre la tierra puede ser una gruta amena y sombra 35 a imagen del cosmos, en el que, como en un inmenso santuario, las almas moran. Pa-

    33 C f. P la t n , Fedn 81 b 1-d 9; P o r fir io , Sententiae 29.34 22 B 118 (= I 177, 4-5 D iels-Kranz).35 Od. X II 103.

  • 230 PORFIRIO

    ra las ninfas que presiden las aguas es apropiada la gruta, donde dentro hay aguas siempre manantes 36.

    Concedamos que la gruta en cuestin est consagrada a las almas y a las ninfas en el mbito de los poderes ms parciales, las cuales por presidir manantiales y fuentes son llamadas por ello Ninfas fontanales y Nyades. Qu diversos smbolos tenemos, unos relativos a las almas y otros a los poderes acuticos, para suponer que la cueva est consagrada a ambos en comn? Sean precisamente smbolos de las Ninfas acuticas las crteras y nforas de piedra. Estos objetos son smbolos de Dioniso pues son de arcilla [esto es, de tierra cocida] 31, pues ellos tienen ntima relacin con el don divino de la vid, ya que el fruto de sta es madurado por el fuego celestial.

    Crteras y nforas de piedra son muy apropiadas para las ninfas que presiden el agua que brota de las peas. En cuanto a las almas que descienden a la generacin y a formar un cuerpo qu smbolo podra ser ms apropiado que stos? Por esta razn incluso os decir el poeta que en estos objetos tejen sus tnicas con prpura marina, maravilla de ver. La carne, en efecto, se forma en los huesos y en torno a los huesos, y stos son, como piedra en los seres vivos, pues se asemejan a la piedra. Por esta razn, tambin los telares fueron descritos de piedra y no de otra materia. Y las telas teidas con prpura marina

    36 Od. XIII 109.37 N au ck lo entiende como glosa, B u f f i re (Les mythes d Hom-

    re..., pg. 604, nota 33) y los editores del Seminario de Clsicas 609 lo entienden como perteneciente a texto. Probablemente no sea glosa, ya que este toto stin ek gs pfmna es preciso para el juego con el pepatnetai siguiente: pepand se aplica al barro cocido (arcilla) y a la m aduracin de la vid.

    38 Od. XIII 108.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 231

    obviamente pueden ser la carne tejida a partir de la sangre. En efecto, con sangre se hacen purpreas las lanas y con productos animales se tie tambin la lana, de forma anloga la carne se produce con sangre y a partir de la sangre. Adems un manto para el alma es el cuerpo del que se reviste, maravilla realmente de ver, si atiendes ya a su composicin ya a su ligazn con el alma. As tambin en Orfeo39 Core, que es foro de todo lo sembrado, es descrita tejiendo; los antiguos tambin han llamado al cielo m anto40, como ropaje que reviste a los dioses celestiales.

    Por qu, pues, las nforas no estn llenas de agua, sino de panales? Pues en ellas, dice: fabrican sus panales las abejas41. Fabricar panales significa depositar el alimento 42. La miel es alimento y sustento de las abejas. Los telogos han utilizado la miel para muy diferentes simbolismos por reunir numerosas propiedades, puesto que goza de la capacidad tanto de purificar como de preservar. Pues gracias a la miel muchas cosas permanecen incorruptas y las heridas crnicas son limpiadas a fondo por la miel. Es, por otra parte, dulce al paladar y extrada de las flores por las abejas, que a veces pueden nacer de las vacas. Cuando a los iniciados en el grado de Len43 se les vierte en las manos, en lugar de agua, miel para lavarlos, se les conmina a tener las manos puras, ajenas a todo

    39 Orphicorum fragm enta 192 Kern .40 N a u c k da beln, mientras que ios editores ms recientes adop

    tan pplon, manto, siguiendo la lectura ms lgica ofrecida por K e rn .41 Od. XIII 106.42 Tithnai ten bsin. Esta es la etimologa de Porfirio para tithai-

    bssein, fabricar panales, cf. Etymologicum Magnum s.u. tithaibs- sontos.

    43 Perteneciente al culto de Mitra.

  • 232 PORFIRIO

    lo penoso, daino y sucio, y, puesto que el fuego es pu- rificador, al iniciado se le aplican abluciones apropiadas, excluyendo el agua como enemiga del fuego. Se le purifica tambin la lengua de todo pecado con miel.

    Y cuando al Persa44, como protector de los frutos, le ofrendan miel, simbolizan el poder protector. Por esta razn, algunos estimaban correcto entender la miel como el nctar y la ambrosa que el poeta45 instila en las narices para impedir la corrupcin de los muertos, pues la miel es un alimento de los dioses. Razn por la que tambin dice en algn pasaje: nctar rojo 46, pues tal es el color de la miel. Pero respecto al nctar, si hay que entenderlo como miel, lo examinaremos con ms detalle en otrasfuentes. En Orfeo47, Crono merced a la miel es atrapado por Zeus, pues ahto de miel se embriaga y obnubila como por vino y se duerme como en Platn48 Poros ahto de nctar, pues an no exista el vino. En Orfeo49, la Noche le dice a Zeus cuando le sugiere el ardid de la miel:

    cuando le veas bajo las encinas de alto fo lla je ebrio con las labores de las abejas zumbantes

    tale. Es lo que le sucede a Crono y, una vez sujeto, es castrado como Urano, queriendo significar el telogo en forma alegrica que por el placer los seres divinos son encadenados y arrastrados a la generacin y, una vez abandonados al placer, emiten como semen poderes. De ah que Crono castre a Urano cuando desciende hacia Gea

    44 Mitra.45 Cf. H omero , II. XIX 38-39.46 II. XIX 38; Od. V 93.47 Orphicorum fragm enta 154 Kcrn.48 Banquete 203 b 5-7.49 Orphicorum fragm enta 154 Kcrn.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 233

    impulsado por el deseo de unin. El placer procedente de esta unin es parangonable, desde su punto de vista, con el que procede de la miel, por la que, engaado, Crono es castrado. El primero de los que giran en sentido contrario a Urano es Crono con su esfera. Descienden poderes del cielo y de los planetas. Pero los del cielo los recibe Crono, y los de Crono Zeus.

    Si se emplea, pues, la miel para la purificacin, contra la corrupcin fsica y para el placer del descenso a la generacin50, es un smbolo apropiado tambin para las ninfas acuticas atendiendo al carcter asptico de las aguas sobre las que presiden, a su virtud purificadora y a su colaboracin en la generacin, pues el agua colabora en la generacin. Es la razn por la que tambin en las crteras y nforas fabrican sus panales las abejas, las crteras smbolo de las fuentes, como en Mitra la crtera se utiliza en vez de la fuente, y las nforas, en las que sacamos el agua de las fuentes.

    Fuentes y manantiales son apropiadas para las ninfas acuticas y ms an para las almas-ninfas, que especficamente los antiguos llamaban abejas, obreras del placer. De ah que tambin Sfocles51 no impropiamente diga respecto a las almas

    zum ba el enjambre de muertos y sube a lo alto.

    Tambin a las sacerdotisas de Demter, como iniciadas en la diosa ctnica, los antiguos las llamaban abejas y a la misma Core diosa de la miel, y a la luna, que pre-

    50 Aparte de optar por un phylaks (V) en lugar de un physiks (M), que no compartimos, los editores ms recientes conjeturan epi ts d i1 hedons eis gnesin katagoges, of pleasure in the descent to genesis, totalmente innecesario desde nuetro punto de vista.

    51 S fo c le s , fr . 795 N a u c k = 879 R a d t.

  • 234 PORFIRIO

    side la generacin, la llamaban abeja52, entre otras razones porque la luna es Toro y la exaltacin de la luna es el Toro, y las abejas son producto de la vaca53. Tambin las almas que se encaminan a la generacin descienden de la vaca, y ladrn de bueyes es el dios del que en secreto se menciona54 la generacin. Se ha hecho adems de la miel smbolo de la muerte, y por eso ofrecan libaciones de miel a los dioses ctnicos. En cambio, se ha hecho de la bilis smbolo de la vida, queriendo significar alegricamente que por el placer fenece la vida del alma, y por la amargura recobra la vida, por lo que tambin ofrecan bilis a los dioses, o bien que la muerte es liberadora de pesares, y la vida de aqu abajo es penosa y amarga.

    Sin embargo, no llamaban 55 indiscriminadamente abejas a todas las almas que se encaminaban a la generacin, sino a las que iban a vivir justamente y a retornar de nuevo tras haber llevado a cabo actos gratos a los dioses. Pues este animal es amigo del retorno, es eminentemente justo y sobrio: de ah que sean sobrias las libaciones de

    52 Escolio a T e c r i to X V 94/95 a-b (= pg, 313, 16 - 314, 2 W en- d e l) ; Escolio a P in d a r o , Pticas IV 106; H es q u io , s .u . M lissai.

    53 Cf. V ir g ilio , Gergicas IV 548-558.54 Referente a Hermes, ladrn de los rebaos de Apolo. Segn Li-

    DO (De M ensibus IV 76) para los fisilogos Maia, madre de Hermes, es el agua y su hijo preside las aguas, pero tambin es la que lleva a cabo la venida de los seres en este mundo, la materia. Cf. F rmico De errore 5, 2. Los editores ms recientes, en oposicin a N auck , creen que el akoon de los manuscritos es lugar corrupto. Hercher conjeturaba kln y akonn Schwyzer (resea a Porphyry. The Cave o f the N ym phs in Odyssey..., Museum Helveticum 28, 4, 1971, pgs. 239-240).

    55 P latn , Fedn, 82 b 6.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 235

    miel. Y no se posan sobre habas56, a las que consideraban smbolo de la generacin directa y sin rodeos, por ser las nicas casi entre las plantas que tienen toda su vaina continua, sin compartimientos estancos entre sus nudos. Los panales de miel y las abejas pueden, pues, ser smbolos apropiados y comunes de las ninfas acuticas y de las almas en desposorio que se encaminan a la generacin.

    En la ms remota Antigedad, pues, antes de pensar 20 en templos, se consagraban cavernas y grutas a los dioses, as hicieron en Creta los Curetes a Zeus, en Arcadia a Selene y Pan Liceo, en Naxo a Dioniso, y en todas partes donde se conoca a Mitra se le haca propicio por medio de una caverna. Respecto a la cueva de taca, Homero 57 no se content con decir que tena doble acceso, sino que incluso una puerta estaba orientada hacia el norte y la otra al sur, que se poda descender por la del norte, pero por la del sur no ha mencionado si se poda descender, sino nicamente que:

    jam s por ellaentran los hombres, sino que es el camino de los inm ortales58.

    56 Conocida es la famosa prohibicin pitagrica del kymon ap- chesthai: D genes L aercio VIII 34; P lu ta rco , Sobre la educacin de los hijos 17, Cuestiones simposacas 635 e-f; C icern , Sobre la adivinacin, I 62, II 119; C lemente de A leja n d r a , Stromata IH 3; O rgenes, Contra Celso V 41. L a explicacin de Porfirio est ligada a la metem- pscosis: no hay que comer habas, pues stas encierran las almas de los muertos que vienen a encarnarse, tomando en prstamo esta envoltura sin compartimientos.

    57 Od. XIII 109-112.

    58 Od. X III 111-112.

  • 236 PORFIRIO

    Queda, pues, por investigar cul es la intencin de los que la consagraron, si el poeta refiere un hecho histrico, o bien su significado profundo, si su descripcin es una ficcin. Ofreciendo la gruta una imagen y un smbolo del cosmos, Numenio59 y su discpulo Cronio60 dicen que en el cielo hay dos extremos: el trpico de invierno en el lmite meridional y el de verano en el septentrional. El de verano est en Cncer y el de invierno en Capricornio. Por ser el ms cercano a la Tierra para nosotros Cncer con razn ha sido atribuido a la Luna, la ms cercana a la Tierra, en cambio, al ser el Polo Sur hasta ahora invisible, ha sido atribuido Capricornio al an ms distante y elevado de todos los planetas61.

    Los signos del zodiaco estn situados en el siguiente orden desde Cncer hasta Capricornio: en primer lugar el Len, morada del sol, a continuacin Virgen, morada de Hermes, Libra, morada de Afrodita, Escorpin, morada de Ares, Sagitario, morada de Zeus, y Capricornio, morada de Crono; por otra parte, a partir de Capricornio en orden inverso estn Acuario, morada de Crono, Peces, morada de Zeus, Aries, morada de Ares, Tauro, morada de Afrodita, Gemelos, morada de Hermes, y Cncer finalmente, morada de la Luna. Estas dos puertas, pues, Cncer y Capricornio, los telogos dispusieron, y Platn habl de dos aberturas62. De ellas Cncer es por donde descienden las almas, y Capricornio por donde ascienden. Ahora bien, Cncer es septentrional y apropiado para el descenso, mientras que Capricornio es meridional y apropiado para el ascenso.

    5y T est. 43 L eem ans = fr . 31 Des P la c e s ,60 Test. A 1 Leem ans .61 S atu rno .62 Repblica X 614 c 1-3, d 4-5, 615 d 4-e 4 .

  • ANTRO DE LAS NINFAS 237

    El norte es propio de las almas que descienden a la generacin, y justamente la puerta septentrional de la gruta es para el descenso de los hombres, mientras que la meridional no es de los dioses, sino de los que ascienden a los dioses. Por esta misma razn el poeta no dijo camino de los dioses, sino de los inmortales63, trmino que se aplica igualmente tambin a las almas que son de por s o por su esencia inmortales. Numenio64 dice que estas dos puertas las menciona Parmnides en su Fsica65 as como romanos y egipcios. Efectivamente, los romanos celebran las Saturnalia cuando el Sol est en Capricornio, y la celebran imponiendo a los esclavos insignias de hombres libres y compartiendo todo, queriendo indicarnos ve- ladamente el legislador que por esta puerta del cielo los que ahora son por generacin esclavos, mediante la fiesta de Crono y la morada asignada a Crono, son liberados, reviviendo y reintegrndose a la generacin66. El descenso para ellos es el camino desde Capricornio67, razn por la que, llamando a la puerta ianua, han dado el nombre de ianuarius al mes portero, en el que el Sol asciende des-

    63 H o m ero , Od. III 112.64 Ir . 31 D es P la c e s .65 28 B 1, 11 (= I 229, 6 D iels-Kranz).66 Los editores del Seminario de Clsicas 609 con je tu ran eis apog-

    nesin en lugar de eis tn gnesin (M y N a u c k ) , a p artir de un autogne- sin (V), and depart from this w orld.

    67 Las dos ediciones ms recientes dan kaabatik, que es lo que traducimos. Sin embargo los editores del Seminario de Clsicas 609 traducen errneamente por ascent. Taylor, en su edicin de 1823, publicada originalmente en 1789, enmendaba anabatik. C f. R. D. Lam- berton, H om er the Theologian: The Iliad and Odyssey as Read by Neo- platonists o f Late Antiquity, Tesis, Yale Univ., 1979, II, pg. 144, nota 18.

  • 238 PORFIRIO

    de Capricornio hacia la Aurora, tras haberse dirigido hacia el norte68.

    24 Para los egipcios el comienzo del ao no es Acuario, como para los romanos, sino Cncer. En efecto, cercano a Cncer est Sotis69, que ios griegos llaman Estrella del Perro. El primer da est marcado para ellos por la salida de Sotis, que preside la generacin en el cosmos. Por tanto, ni al levante ni al poniente Homero dedic las puertas ni a los equinocios, como Aries y Libra, sino al sur y al norte (y a las puertas ms meridionales del sur y a la ms septentrional del norte)70, pues la gruta estaba consagrada a las almas, y a las ninfas acuticas, y para las almas son los lugares apropiados para la generacin y su abandono de ella. A Mitra le asignaron la regin equinocial

    68 Originalmente el ao romano comenzaba en marzo. Tras el 153 a. C. los cnsules ocupaban los cargos en el mes de enero y se pas a considerar este mes como el primero.

    69 El ao no era para los egipcios el tiempo marcado por la revolucin solar, sino el tiempo necesario para producir la cosecha. A hora bien, la cosecha depende en Egipto de la inundacin, y sabemos que la estrella Sirio, en egipcio Sopdit, aparece en el oriente antes de la salida del sol precisamente en la poca en que el Nilo comienza a crecer. Los egipcios no tardaron en asociar ambos fenmenos y se estableci como primer da del ao el da en que la estrella apareca. Esta ecuacin estaba consignada en los libros de 3a casa de la vida y en el calendario que Ramss III mand grabar en un muro exterior de su templo en Medinet-Habu, que fijaba como primer da del ao el da de la fiesta de Sopdit, cuando sta apareca en el firmamento. Cf. P. M o n te t , La vida cotidiana en el antiguo Egipto, Barcelona, 1961, pgs. 39-43; E. N ack, Egipto y el prxim o Oriente en la Antigedad, Barcelona, 1966, pgs. 21-23; D rioton -Va n d ier , Les peuples de l orient mditerranen, II, L'Egypte, Pars, 1946, pgs. 48-51.

    70 N a u c k excluye este pasaje, siguiendo a Van Goens, mientras que los editores ms recientes no lo entienden as, como ya haba sealado F e lix B u f f i re (Les mythes d Hom re..., pg. 609, nota 24).

  • ANTRO DE LAS NINFAS 239

    como sede apropiada. Por esta razn porta el pual de Aries, signo zodiacal de Ares, y monta sobre el Toro de Afrodita, pues como el Toro (Mitra) es demiurgo y seor de la generacin. Est situado en el crculo equinocial con el norte a su derecha y el sur a su izquierda, teniendo desde su posicin por el lado sur el hemisferio sur por ser clido, y por el del norte el correspondiente por la frialdad de su viento71.

    A las almas que se encaminan a la generacin y se apartan de la generacin lgicamente se les han asignado vientos, porque arrastran consigo un soplo, como algunos creyeron, y porque tienen una esencia semejante. Ahora bien, el Breas es apropiado para las que se encaminan a la generacin. Por esta razn precisamente a los que van a morir el soplo del Breas reanima insuflando el alma que miserablemente agoniza11, mientras que el soplo del Noto disuelve. Pues el uno, ms fro, congela y retiene en el fro de la generacin terrestre, mientras que el otro, ms clido, disuelve y remite al calor de lo divino. Como nuestra tierra habitada est ms al norte, necesariamente las que nacen aqu estn en ntima relacin conel viento del norte y las que se alejan con el viento del sur. Esta es tambin la razn de que el viento del norte sea violento cuando comienza, mientras que el del sur lo es cuando va a cesar73. Efectivamente, uno se echa enci-

    71 Austral. Los editores del Seminario de Clsicas 609 entienden, en lugar de k a t auton hemisphairou de las ediciones anteriores, to Katou, en el sentido de que al sur le asignaron Catites. De forma similar cuando traducimos y por el lado norte el correspondiente por la frialdad de su viento conjeturan un Kautoptou en vez del k a t ekeinon de los manuscritos, en el sentido de que al norte le asignaron Cautopates por la frialdad de su viento.

    72 H o m ero , II. V 698.73 Cf. A ristteles, Problemas, 39, 944 b 30-38.

  • 240 PORFIRIO

    ma inmediatamente sobre los habitantes del norte, mientras que el otro viene de lejos. La corriente que viene de lejos tarda ms tiempo, y cuando se congrega, entonces alcanza su apogeo.

    26 Como las almas se encaminan a la generacin por lapuerta septentrional, por esta razn se ha tenido este viento por amoroso. Pues, efectivamente

    las cubri bajo la fo rm a de caballo de negras crines y preadas parieron doce potros 74.

    Se dice tambin que Breas rapt a Orita y que ella pari a Cetes y Calais75. Como el sur se asigna a los dioses, a medioda se corren las cortinas en los templos de los dioses, observando ese precepto homrico segn el cual cuando el dios (el sol) se inclina hacia el sur no les es lcito a los hombres penetrar en los templos, pues es el camino de los inmortales 76.

    27 Se coloca, pues, el smbolo del medioda y del sur enla puerta cuando el dios est en su meridiano. Tampoco, por consiguiente, est permitido hablar en las otras puertas a ninguna hora, pues la puerta es sagrada. Y por esta razn los pitagricos y los sabios de Egipto prohiban hablar al franquear entradas o puertas, para as honrar por el silencio al dios principio de todas las cosas11. Homero sabe tambin que las puertas son sagradas, como lo de-

    74 Hom ero, II. XX 224-225.75 A p o lo n io d e R o d a s , Argonuticas, 211-213 y el escolio corres

    pondiente a I 211 (= Sim nides, fr . 12 E dm onds - 3 B e rck ); P l a t n , Fedro 229 b 4-d 2; P a u s a n ia s , V 19, 1; cf. R ap p , Boreaden, Lexikon der griechischen und romischen Mythologie, I I, Leipzig, 1884-86.

    76 H o m ero , Od. XIII 112.77 C f. A . D e l a t t e , tudes sur la littrature pythagoricienne, Paris,

    1915, pg. 120.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 241

    muestra en su obra el episodio de Eneo, sacudindolas a modo de splica, sacudiendo las bien ajustadas puertas, suplicando a su hijo 78. Sabe tambin que las puertas del cielo, que las Horas han recibido en custodia, estn a la entrada de la regin nubosa, cuyas aperturas y cierres se realizan con nubes:

    remover o colocar delante la densa nube 79

    y por esta razn mugen, pues los truenos atraviesan las nubes:

    p o r s mismas mugieron las puertas del cielo, que guardaban las Ho-iras 80

    H abla8' en otro pasaje tambin de las puertas del Sol, refirindose a Cncer y Capricornio, pues hasta estos lmites efectivamente llega (el sol) en su descenso de la regin del viento boreal al sur y de all en su ascenso a las regiones boreales. Capricornio y Cncer son los extremos de la Va Lctea, Cncer el norte y Capricornio el sur. El pueblo de los sueos82 segn Pitgoras 83, son las almas que se renen, segn l, en la Va Lctea, as llamada por las almas que se alimentan de leche, cuando caen en la generacin. Por esta razn tambin los evocadores de

    78 II. IX 583.

    19 II, V 751, VIII 395.80 II. V 749, VIII 393.81 H o m ero , Od. XXIV 12; N u m en io , Test. 44 Leemans = fr . 32

    D es P laces.82 Cf. Hom ero, Od. XXIV 12.83 C f. Num hnio, T est. 44 L eem ans = fr . 32 D es P la c e s ; M a c ro

    bio, Comentario al Sueo de Escipin, I 12; D am asc o , Comentario al Filebo de Platn 229; M . A. E lf e r in k , La descente de l me d aprs Macrobe, L eiden, 1968.

  • 242 PORFIRIO

    almas les ofrendan libaciones de miel mezclada con leche en la idea de que por hbito se encaminan a la generacin arrastradas por el placer, y la leche se genera naturalmente con el nacimiento84. Adems, las regiones meridionales producen cuerpos pequeos, pues el calor suele adelgazarlos, y por esta misma razn suele empequeecerlos y dejarlos secos. En las regiones septentrionales, por el contrario, todos los cuerpos son de gran talla. Lo patentizan celtas, tracios, escitas; su tierra es muy hmeda y produce abundantes pastos. Incluso el nombre mismo (de Breas)85 viene de pasto (bor), pues pasto (bo- r) es nombre de alimento, y el viento que sopla desde esta tierra nutricia, por ser l nutricio, es llamado Breas.

    Consecuentemente, pues, a la raza mortal y sometida a la generacin le son apropiadas las regiones boreales, y a la raza divina las regiones meridionales, como a los dioses las orientales y a los dmones las occidentales. Como la naturaleza parte de la diversidad, en todas partes se ha hecho de la doble puerta su smbolo. En efecto, el camino es o a travs de lo inteligible o a travs de lo sensible; y el de lo sensible puede ser o bien a travs de la esfera de los astros fijos o bien a travs de la esfera de los planetas, y a su vez o por el camino inmortal o por el mortal. En cuanto a puntos cardinales, uno superior y otro inferior; uno a levante y otro a poniente. Hay izquierda y derecha, noche y da. Y por esta razn armona propia del tender en direcciones opuestas y el arco dispara merced a los contrarios86. Platn87 habla de dos aberturas, una por donde las almas ascienden al cielo, y

    8 4 Cf. D am asc io , Comentario al Filebo de Platn, 229. .85 Etymologicum Magnum s. v. bords.86 H e r a c l i t o , 22 fi 51 ( = I 162. 1-4 D ie ls -K ra n z ) .87 Repblica 614 c 1-3, d 4-5; 615 d 4-e 4.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 243

    otra por donde descienden a la tierra, mientras que los telogos hacen del sol y la Luna las puertas de las almas, y dicen que por el sol se asciende y por la Luna se desciende88. Y dos toneles hay en Homero

    de dones que (Zeus) reparte; uno de males y otro de bienes 89.

    Tambin en Platn, en el Gorgias90, el alma es com- 30 parada a un tonel; siendo una hacedora del bien y la otra del mal; una racional y otra irracional. Toneles porque las almas son recipientes de energas y cualidades de diversa ndole. Y en Hesodo91 el poeta imagina un tonel bien cerrado, y otro al que el placer abre y derrama por todas partes, quedando slo la esperanza. En aquellos en que efectivamente el alma mala, dispersa en la materia, no se atiene a su rango, en todos estos el alma suele sustentarse con buenas esperanzas.

    En todas partes, pues, por ser la doble puerta smbolo 31 de la naturaleza, es natural que la gruta no sea de una sola entrada sino de dos entradas, de acuerdo con la realidad, distintas, una apropiada para los dioses y los buenos, y la otra para los mortales y naturalezas inferiores. Partiendo de estos presupuestos, Platn92 conoce las crteras, y en lugar de nforas pone toneles y dos aberturas,

    88 Cf. F ercides , 7 B 6 (= I 50. 4-9 D iels-Kranz).89 II. XXIV 528.90 493 d 6-494 a 5; Leyes 896 e 5-6.9! Trabajos y Das 94-98. Traducimos el pis de acuerdo con el con

    texto de Porfirio, dejando al margen cualquier interpretacin del problemtico pasaje de Hesodo.

    92 Timeo 41 d 4 (cf. P lo tin o , Enadas IV 8, 4, 35-36; P r o clo , Comentario al Timeo III 246, 29 - 247, 15 D ieh l).

  • 244 PORFIRIO

    como dijimos, en lugar de dos puertas93. Tambin Fer- cides de Sir94, cuando habla de huecos, orificios, cuevas, entradas y puertas, simboliza con ello enigmticamente la generacin de las almas y su partida lejos de ella. Pero con el fin de no alargar la exposicin aportando ms testimonios de los antiguos filsofos y telogos, consideramos haber mostrado con lo expuesto toda la intencin de la descripcin.

    Queda ciertamente por exponer el smbolo del olivo plantado, qu significado puede tener. Realmente este rbol ofrece tambin un significado especialmente singular, pues no se nos dice simplemente que est plantado a un lado, sino en el extremo:

    A l extremo del puerto hay un olivo de anchas hojas y cerca de l una g ru a 95.

    No es, como se podra creer, por simple azar que ha crecido as, sino que encierra el enigma de la gruta. Puesto que efectivamente el cosmos no ha venido a la existencia al azar ni por casualidad, sino que es resultado de la sabidura divina y de una naturaleza inteligente, se encuentra plantado junto a la imagen del cosmos, que es la gruta, el olivo, smbolo de la sabidura divina. Pues es el rbol de Atenea, y Atenea es la sabidura. Como la diosa naci de la cabeza de Zeus, el telogo96, al consagrar el olivo a la cabeza del puerto, encontr el lugar apropiado, indicando a travs de l que este Todo no ha venido a la existencia espontneamente ni como obra de un azar irra

    93 Gorgias 493 d 6-494 a 5; Repblica 614 c 1-3, d 4-5, 615 d 4-e4.

    94 7 B 6 (= I 50 4-9 D iels-K ranz).95 Od. XIII 102-103.96 En este caso Homero.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 245

    cional, sino que es el resultado de una naturaleza inteligente y de una sabidura, separada de l, pero cerca, en la cabeza del puerto en su conjunto.

    rbol de hoja perenne, el olivo ofrece una peculiaridad muy apropiada para las vicisitudes de las almas en el mundo, a las que la gruta est consagrada. En verano presenta lo blanquecino de sus hojas, mientras que en invierno cambia la parte ms blanquecina. Por esta razn, en las plegarias y splicas se lleva delante ramos de olivo, augurando que se les va a mutar las tinieblas de los peligros en claridad. El olivo, pues, tiene la propiedad por naturaleza de conservarse siempre verde, produciendo un fruto alivio de nuestras fatigas; est consagrado a Atenea, de l se ofrece la corona a los atletas victoriosos, y de l el ramo propiciatorio a los suplicantes. Est gobernado el cosmos asimismo por una naturaleza inteligente, conducido por una sabidura eterna y siempre floreciente, de la que provienen tambin los premios a los atletas de la vida y el remedio de nuestras muchas fatigas, y el que recobra a los desdichados y suplicantes es el demiurgo que mantiene unido el mundo.

    En esta gruta, dice Hornero, es preciso desprenderse de todo bien externo97, y desnudo, asumiendo el aire de mendigo98, lacerndose el cuerpo99, rechazando todo lo superfluo y abominando de los sentidos 10, deliberar con Atenea, sentado con ella al pie del olivo 101, sobre cmo

    97 H o m ero , Od. XIII 361-371.98 H o m ero , Od. X III 434-438, :99 H o m e ro , Od. XIII 98-399, 430-431. N auck edita kpsanta (V),

    m ientras que los editores m s recientes dan krpsanta (M), w itheredin body.

    100 H o m ero , Od. X III 401, 433.101 H o m ero , Od. XIII 372-374.

  • 246 PORFIRIO

    cercenar todas las pasiones que asechan nuestra alma !02. No sin razn, creo, tambin Numenio103 y su escuela pensaban que Ulises para Homero en la Odisea simboliza el hombre que atraviesa las sucesivas etapas de la generacin hasta volver entre ios que estn libres de toda agitacin de las olas e ignoran el mar:

    Hasta que llegues a esos hombres que no conocen el mar ni comen alimento mezclado con s a l l04.

    Ponto, mar, agitacin de las olas tambin en Platn son sinnimos del mundo m aterial105.

    35 Por esta razn tambin, creo, le dio al puerto el nombre de Forcis:

    H ay un puerto de Forcis, el anciano del mar 106

    de cuya hija, al comienzo de la Odisea107 Toosa, nos ofreci la genealoga, madre del Cclope, cuyo ojo ceg Ulises, con el fin de que incluso hasta en su patria subsistiera un signo recordatorio de sus faltas. De ah que para l sea natural tambin irse a sentar al pie del olivo 108, como suplicante de la divinidad, y con su ramo intentar aplacar al demon natal. En efecto, no era posible liberarse de esta

    102 H om ero , Od. XIII 376-377.103 Test. 45 L eemans = fr . 33 D es P la c es.w Od. XI 122-123.105 Cf. F. Bu ffir e , Les mythes d Hom re..., pgs. 461-464, fun

    damentalmente a partir del Timeo platnico.106 Od. XIII 96. La edicin de Nauck conjetura haiioio grontos,

    e! anciano del mar, a partir del texto homrico, cuando los m anuscritos dan henah'ou theo, seguido por los editores ms recientes, the sea god, que creemos que sera lo correcto.

    107 I 69-72.108 H o m ero , Od. XIII 372.

  • ANTRO DE LAS NINFAS 247

    vida sensible simplemente cegndola y esforzndose en abolira de golpe, sino que al hombre que haba tenido estas audacias le persegua la clera de los dioses marinos y materiales 109, a quienes se debe aplacar antes con sacrificios, fatigas y fortaleza de mendicante, tan pronto enfrentndose abiertamente a las pasiones, tan pronto recurriendo a encantamientos, engaos y transformndose bajo todos los aspectos en su presencia, para, despojado de esos harapos no, abatirlas todas y ni siquiera as poner fin a las fatigas, sino que ver su trmino cuando est completamente fuera del mar y ajeno a los trabajos marinos y materiales111, hasta el punto de creer que el remo es un bieldo por la inexperiencia total en instrumentos y trabajos marinos lt2.

    No se debe pensar que interpretaciones de este tipo son forzadas y verosimilitudes plausibles propias de gentes ingeniosas, sino que, si se tiene en cuenta la sabidura antigua, la vasta inteligencia de Homero y su justeza en toda virtud, es imposible rechazar la idea de que bajo la forma mtica aludi enigmticamente a imgenes de realidades ms divinas. No hubiera podido forjar toda la historia felizmente si no hubiese modelado su ficcin a partir de ciertas verdades. Pero de esta cuestin dejemos su tratamiento para otra obra, y sobre el antro, tema de este estudio, finaliza aqu nuestra interpretacin.

    H om ero , Od. I 74-75.l * H om ero , Od. XXII 1.111 Pasaje problemtico. Seguimos a Nauck. Los editores del Semi

    nario de Clsicas 609 dan en psychas aperois thalassn, among souls so ignorant o f everything that has to do with the sea, en correccin a V y M (mpsychos apeirn).

    112 H om ero, Od. XI 126-134.

  • INDICE DE NOMBRES*

    Acuario: 22; 24. Afrodita: 22; 24.Apolo: 8.Arcadia: 20.Ares: 22.Aries: 22; 24. Artemidoro de feso: 4. Atenea: 32-34.Aurora: 23.

    Breas: I; 25-26; 28.

    Calais: 26.Cncer: 21-24; 28. Capricornio: 21-23; 28. Cefalona: 4.Celtas: 28.Cetes: 26.Cclopes: 35.Core: 7; 14; 18.Creta: 20.Cronio: 2-3; 21.

    Crono: 7; 16; 22-23. Curetes: 20.

    Demter: 7; 18. Dioniso: 13; 20.

    feso: 4.Egipcios: 10; 23-24; 27. Empedocles: 8.Eneo: 27.Escitas: 28.Escorpin: 22.Estoicos: 11.Eubulo: 6.

    Feacios: 4.Fercides de Sir: 31. Fsica: 23.Forcis: 4; 35.

    Gea: 16.Gminis: 22.

    * Los nmeros arbigos remiten a los captulos correspondientes.

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