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1 “Por que nunca nos fuimos, y nacimos originales, viviremos auténticos” Lagos de Moreno Jalisco, volvió a ser escenario del segundo Reencuentro de Vicentinos con Vocación (REVIVO), que tuvo vida con la presencia de veintisiete ex-seminaristas, Sor María de Jesús Camacho Camacho H.C. y el Padre Servando Sánchez Ayala C.M. Todo comenzó el 1 de abril del 2010 desde muy temprano, dándonos cita en dos paraderos: la colonia la Perla y la colonia Impulsora, para abordar el autobús con destino al seminario menor vicentino en Lagos de Moreno, Jalisco. REVIVO 2010

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“Por que nunca nos fuimos, y nacimos originales, viviremos auténticos”

Lagos de Moreno Jalisco, volvió a ser escenario del segundo

Reencuentro de Vicentinos con Vocación (REVIVO), que tuvo vida

con la presencia de veintisiete ex-seminaristas, Sor María de Jesús

Camacho Camacho H.C. y el Padre Servando Sánchez Ayala C.M.

Todo comenzó el 1 de abril del 2010 desde muy temprano,

dándonos cita en dos paraderos: la colonia la Perla y la colonia

Impulsora, para abordar el autobús con destino al seminario menor

vicentino en Lagos de Moreno, Jalisco.

REVIVO 2010

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Nuevas caras se hacían notar, la

emoción y la curiosidad

estaban latente,

reflejado en sus

rostros. Ramón

tenía más canas, Ireta unos

kilos de más, nuevos ex-seminaristas como Pascual, se integraban

a la comunidad, mientras que Sigifredo contaba en su lista, los que

faltaban por llegar.

A la llegada al seminario, el cansancio no se hacia presente, sino

todo lo contrario, entusiasmados por volver a pisar otra ves, aquella

casa, que para muchos, tiene gran significado en sus vidas,

despierta cierta inquietud de recorrer sus largos pasillos, de correr

por sus canchas, y de recordar cada momento tan especial que

vivimos durante la adolescencia.

Eran las 2:30 y el Padre Servando, Sor María de Jesús, junto con

un equipo de ex – seminaristas nos esperaban, mientras que las

tías nos aguardaban con un rico plato de lentejas. Durante la

comida el padre Servando nos daba la bienvenida y nos compartía

el horario y las actividades que

realizaríamos durante el día.

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Para recordar viejos tiempos, nada mejor que volver al terreno de

juego, pisar aquella cancha y demostrarle a los años y al peso, que

todavía estamos para jugar otro partido.

Después de haber jugado y ya relajados con el baño, se presentaba

el momento para preparar la misa del Jueves Santo, y mientras

esperábamos a la gente que venia de fuera, se preparaba la parte

musical, quien mejor para dirigir esta parte, que el buen Roger,

bajo los arreglos de audio de Ramón (el paletas), que muy

amablemente y con el compromiso de nuestro anterior REVIVO se

dispuso a traer su equipo de sonido.

Durante la celebración eucarística, el padre Servando nos

compartía que Jesús nos enseña a servir con humildad y de

corazón a los demás, siendo este el mejor camino para seguirlo y

para demostrarle nuestra fe en Él. Y en un acto simbólico hacia la

comunidad, repitió el gesto que Jesucristo tuvo con los discípulos

en la última cena de lavarles los pies en señal de humildad, y a la

vez invitarnos a participar recreando el "gesto servicial" que Jesús

tuvo hacia ellos, poniéndonos en un acto disyuntivo, lavarle los pies

al otro, o dejarse lavar los pies por el otro.

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Para la noche se tenía

programado nuestro recorrido de

los siete templos, una de

las más comunes

tradiciones que se

practica durante el jueves

de la Semana Santa.

Organizados en siete equipos, y ya con las playeras bien puestas

de este revivo 2010, realizaríamos en cada templo una oración en

comunidad, dedicar un momento de adoración y de agradecimiento

a Jesús. Nuestra primera parada fue la visita al templo del calvario,

seguido del Santuario, la Asunción, la Merced, el Rosario,

Capuchinas, la Luz y culminando en Moya.

Se dice que ir a Monterrey y no comer cabrito es como nunca haber

ido, lo mismo cuando uno va para Guadalajara y no probar las

tortas ahogadas, y también se dice que ir al seminario menor

vicentino de Lagos y no probar los chilaquiles de la tía Martina es

como si no hubiéramos asistido, algo cansados por el recorrido que

habíamos hecho, los famosos chilaquiles eran para la mayoría, lo

que pedíamos a gritos para la cena, y así fue.

El viernes santo es un día que considero y creo, es un deber

respetar y recordar con cariño a quien aceptó morir un día por todos

nosotros, comenzando desde muy temprano el viernes fue un día,

que para nosotros como grupo REVIVO, denotó gran importancia

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para lo que estábamos por hacer. Empezando con una oración por

el Año Jubilar, en el que celebraremos 350 años como Familia

Vicenciana, el aniversario de nuestros Fundadores San Vicente de

Paúl y Santa Luisa de Marillac, nos disponíamos para seguir

continuando con nuestro encuentro de REVIVO.

Dividiéndonos el trabajo en tareas distintivas y la

coordinación de estas mismas, era el

momento de asignar, a nuestro

nuevo cura quedando a cargo

por votación, Pascual Torres

Rodríguez que durante su

intervención, se mostró agradecido

por dicho cargo.

La espera de un porvenir incierto era para Pascual, un mensaje que

nos quedaba claro, un grupo de ex – seminaristas vicentinos para

celebrar la semana santa en lagos de moreno… ¿Y?, un grupo que

poco a poco iba creciendo… ¿Y?, ya empezamos… ¿Y?, fueron

cuestiones que angustiaban, pero que determinaban de cierta

forma, nuestra dirección, nuestro rumbo, nuestra visión, teniendo

como argumento el ¿Qué? para estar en la búsqueda del ¿Cómo?

Acto seguido pasaba a ser turno de chefos, esta ves la iniciación, la

partida y el retorno, serian proyectadas en la película de Avatar, una

experiencia interesante y una alegoría a la vida.

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“No me eligieron ustedes a mí, fui yo quien los elegí a ustedes y los destiné a que se pongan en camino y den fruto, y un fruto que dure; así, lo que pidan al Padre en mi nombre, se los dará”. Juan 15, 9-17

Continuando con nuestras actividades pasamos al comedor, ahí el

padre Servando nos diría el horario para la tarde. Después de la

rutina del juego y el baño, pasaríamos a nuestra siguiente actividad,

era el turno para Sor María de Jesús para llevar a cavo una

dinámica que resultaría muy enriquecedora.

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Formamos siete equipos a cada equipo le

tocaría representar una de las

siete palabras que Jesús dijo

en la cruz, ayudados de la

creatividad vicentina para

realizar nuestro trabajo,

salieron cosas muy

interesantes durante la actividad, como

elementos que influyeron en nuestra salida, un pasado que todavía

nos es difícil olvidar por lo bueno y malo que vivimos, el

discernimiento, o las pruebas que el señor nos pone en nuestra

actual realidad, las asemejábamos a las 7 palabras de Jesús dijo en

la cruz. Un mensaje que nos dejaba esto, era vivir con la alegría la

noticia de que Dios es el Padre que cuida de nosotros. Y, aunque a

veces sus caminos sean incomprensibles, tener la seguridad de que

Él sabe mejor que nosotros lo que hace. Amar a Dios: Sí, pero

también hay que dejarse amar y querer por Él. Se presentaron más

elementos que íbamos encontrando para la madurez de nuestro

grupo REVIVO.

Ya en la noche partiendo del seminario, nos dirigimos, al templo de

moya para participar en a la procesión del silencio y posteriormente

pasar a disfrutar la cena. Capirotada, café y agua era lo que nos

esperaba, que muy amablemente nos compartía la Familia Olvera.

El sábado santo fue un día de

reflexión, de respeto, pero sobre

todo, un sábado lleno de GLORIA,

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por la resurrección de nuestro señor Jesucristo. Durante el día,

vivimos tres acontecimientos importantes en un marco donde nos

centraríamos en la espiritualidad vicenciana y que nos ayudaría

para la consolidación del grupo REVIVO,

El primer acontecimiento fue enmarcado con la presencia de Sor

Blanca, quien nos hablaría sobre los pensamientos, vida y obra de

Santa Luisa y San Vicente.

Realidad social, política de ese tiempo, situación religiosa, una

infancia sin historia, una esperanzada adolescencia, una madurez

creadora y una futura conversión, son acontecimientos a la realidad

del contexto en tiempos de San Vicente y Santa Luisa, impulsados

por la misión y la caridad, pilares de su vida cristiana convertida y

renovada.

Durante la plática, Sor Blanca nos

comentó sobre el estilo vicentino en

la acción, una caridad organizada

con un San Vicente y Santa

Luisa, determinando un

movimiento de compasión efectiva. Y finalizando con las virtudes,

características del vicentino del ayer y hoy: la sencillez, la humildad

y la caridad como expresión del puro amor de la afectividad en la

acción, cerramos ese primer momento.

Nuestro segundo acontecimiento inolvidable y muy satisfactorio

para el grupo y para cada uno de

nosotros, fue la presencia del P.

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Vicente de Dios, considerado para muchos como un pilar de los

Misioneros Vicentinos en México, a quienes les expresamos -en la

persona del padre Vicente de Dios- palabras de admiración y

agradecimiento a todos los formadores que estaban en cada uno de

nosotros: por su buen testimonio, su oración, trabajo y

acompañamiento que nos dieron en nuestras respectivas etapas

que vivimos en nuestra formación.

Su sátira descriptiva, la muestra de su ingenio astuto e incisivo no

podía faltar al cuestionarnos sobre la finalidad del grupo, sin

embargo expresó su creencia y el apostar por seguir adelante y no

detenernos, seguir con este proyecto fructuoso.

Nuestro tercer acontecimiento llevado acabo en la noche, fue la

celebración eucarística, con la participación de gente muy aledaña

al seminario, bienhechoras, voluntarias vicentinas, medalla

milagrosa, juventudes marianas, amigos y conocidos se dieron cita

para celebrar junto con nosotros la resurrección de nuestro señor

Jesucristo.

Celebrando alegres y cantando el triunfo de Jesús, con un Dios que

nos muestra que la muerte no tiene la última palabra. Nos

regocijamos en el amor por él, amor que siempre

quiere la vida, la libertad y la alegría.

Durante la celebración un gesto que

acompaño la noche, fue la

aparición de nuestro resucitado, en

representación por Víctor Hugo.

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Después de la eucaristía,

pasamos a compartir nuestros

sagrados alimentos en compañía

de nuestros invitados, realizando

una convivencia con ellos y

recordando aquellos tiempos en

comunidad, momentos que

significaron la unificación y solidaridad para el grupo.

Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida,

así como detrás de cada logro, tenemos otro desafío, con el firme

propósito de continuar en sostenido crecimiento, el domingo por la

mañana seria el momento de empacar nuestras nuevas

inquietudes, nuestras ilusiones, para llevarnos a casa y seguir

realizando nuestros nuevos proyectos.

Ese día, nos dimos a la tarea de establecer un sistema de

funciones, mismos que desarrollamos como grupo, para trabajar

juntos de forma óptima y que se alcancen las metas fijadas en

nuestra planificación. En pocas palabras ir detallando nuestra

estructura orgánica. Esto se daría conocer en nuestra pagina Web

http://www.ieoshua.com

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Se conformaron cinco vocalías con su respectivo representante:

-Capacitación: TELESFORO RUANO

LIRA

-Logística: FRANCISCO IRETA VAZQUEZ

-Difusión: JESÚS REYES VITE

-Musical: JOSÉ ROGELIO RUANO LIRA

-Deportiva: FERNANDO ESPINOZA

NAVARRETE

Todas trabajando en conjunto con el padre Servando, Sor María de

Jesús y Pascual Torres, las sugerencias como seguir invitando a

mas ex – seminaristas, a formadores de nuestro tiempo, miembros

de la congregación de la misión e hijas de la caridad, nos

impulsaban a seguir desarrollando a continuar con este hermoso

sueño.

Después de haber experimentado tantas ideologías, yo creo, que

podemos creer, en esperar un nuevo amanecer para este mundo,

una transformación de nuestras costumbres y relaciones, un surgir

de la paz, fruto de la justicia, ¿será esto posible? ¿No seria una

utopia más que

nos puede

llegar a ilusionar

sin llegar a

nada concreto?

Para los hombres

es imposible,

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pero el día en que nos decidamos a ensayar el AMOR todo será

posible. Sigamos adelante y continuemos con esta obra maravillosa

que San Vicente de Paúl y Santa Luisa no han dejado. Zâ|ÄÄxÜÅÉ Zâà|°ÜÜxé etÅÉá

Las grandes cosas, las grandes revoluciones y los héroes

surgen en medio de la rutina.

En la decadencia de las cosas y de los valores, está su fuente. Anónimo.