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áftO IV, MADItm miM. 84* SUSCRIPCIONES DOMINGO tj DE AGOSTO DE tp»» Nlaieirlef, ctn m o s tt P>tai« 25 EJmulB 1,75 LA LIBERTAD «eñala a tas lectores y annnclantM ; qa« es el periódicc de más grandes tiradas s : Tifda la correspondencia dM>9 ifírtgtr»* át Director de La Ubertad Apartado de Como* 9Si Los anurifíics se reciben en nuestras oficinca. (tu diez de la mañana a diez de la noche, y a partir de esta hora, hasta la madrugada, en la imprenta. Factor, 7 Número suelto, 10 céntimos EN [EL MMPO ENEMIGO Abd-el'Krim 'los prisioneros Como nos ven los moros I<o fundamental para nuestra misión Sí pretendemos Intentar stqutera d cum- plir k misión qu« en la Conferencia de Alg«ciras tuvieron a bien conferirnos 'as ^^randes Potencias, es fundamental que ins- S '-maoa ^ k» moros respeto y admiración. emos de protegerlos y civilizarlos, ; no ea «si ? Pues bien; sólo de c^uien se admira y se respeta puede admitirse una influencia educativa y amparadora. Esto pertenece a la lógica elemental. Y los moros poseen una lógica supe- rior. Una lógica de tanta fuerza que les permite explicarse todo, hasta lo que pa- rece que había de ser inexplicable para sus ideas y sus sentimientos. Vaya de esto una prueba asombrosa, qi 3 no está aquí de más, ya que constituye una de las notas pintorescas de mi viaje. Cierto guardia de los de la escolta, qufe para honrarme y vigilarme de consuno me acompañaba constantemente, hubo de pre- gtintarme si me daban mucho dinero por haber ido a meterme en su campo. —Nada; no me dan nada—repi^. •—Cómo—insistió—, ¿tú ganar lo mis- mo si venir que si no venir? —Exactamente lo mismo. Quedó ün instante serio y silencioso: 'Reflexionaba. Al cabo se iluminó su rostro con la luz de la comprensión. Sonrió y dijo: —~¡AK, ya!... |Tii venir aquí por vían- iesia»! » ' Así diíscurre un simple soldado, xin igno- rante; kabileño. ¡Considerad cómo lo ha- rán-los moros ilustrados, los que ejercen jefaturas! Consideradlo y convendréis en que han de pensar de la misma manera elemental- mente lógica, señalada por las primeras líneas de este apartado. Y así, si no nos respetan y no nos ad- miran, ¿cómo van a creer que podamos cumplir una misión para !a que no nos juzgan aptos ? , 'No nos tienen admiración ni respeto ConfirniaTido lo que estas titulares rezan hoy, hay notas a montón en mi «carnet». CoEfió siempre, sin añadir ningún comen- tadlo, voy a pasarlas a las cuartillas. Los com<?ntarios los pondréis mentalmente vos- otros, lectores. Yo quiero, sin embargo, advertiros una cosa para que no os avergoncéis de nües- tro pensamiento, si por acaso en vuesfra J mente surge la idea de que al no respe- ^' tamos ni admirarnos tienen razón los mo- ros. Y es que ellos nos ven como ante ellos nos presentamos; es decir, como nos revela nuestra conducta, la conducta que tíos yierfcn imponiendo los que nos go- biernan patrióticamente y los que patrió- iticamcnte apoyan la gestión gubernamen- tal, A éstos, pues, y no a nosotros, se de- be el que ni admirativos ni respetuosos ciertamente sinteticen los moros su opi- nión diciendo que «españoles estar ton- tones de cabeza». Porque, como veréis, tal es el concreto ¡juicio que les merecernos. El testamento de Isabel la Católica ,, Abd-Lus-Osaba es un moro que posee lina finca en la misma pla5-a de Suani. 'Guando sobre la arena abrasada, y sin otro «mparo contra los ardorosos rayos del sol que la tienda de los guardias del mar, es- pejábamos la respuesta al mensaje man- dado a Abd-ol-Krim solicitando que hi- ciese extensivo mi salvoconducto a Alfon- sito y Pepe Díaz, nos ofreció su casa para que deseansás<'mos mejor. Con permiso de Ei Maal-ien aceptamos, y Abd-Lus nos re- gató "una ^sandía y su opinión sobre el tes- tamento de la conquistadora Granada. Efeta opinión es a la letra: «España cogerla loa moros. Volver a Cogerla ios espaaol-ís. ¿Qué más querer 3-a?* Estar tontería ir mcícrs? en caía de otro.» I Sobre el coste de la guct ta 1 -Oesdc Napoleón, quien dijo que para guerrear eran indisp^sables ' tres cosas: difiero,; dinero y dinerp, hasta Elcyd George, maniifestando que la victoria de k -conflagración europea sería de guien tiivl^ la últimii tnoneda d« oro, todos los Hombres de Estado miran en los con- flictos bélicos el aspc.to económico Así lo entiende también Mahomedl Ben Hah. Este moro es un estadista. Ya he dicho que secunda las labores del joven Abd-el-Krim en los negocios extranjeros, Conocei pues, su país y los otros países. Es voto de calidad, por tanto. Y Mahomedi Ben Hah dice respecto de lo que gastamos en ía guerra lo^es- pañoles y no gastan 'os beniurriagueles: —A España costarle mucho dinero, miuoho, la guerra. A nosotros no costar- nos ni Una cebolla. No pagar soldados y no necesitar darles" de comer. Luego añade algo terrible y temible- mente cierto: " —Cañones, fusiles y municiones tetier- nerlos nosotros sin pagar. La campafia de infundios Lo que más nos de^restigia ante los moros es la patriótica campaña que núes- tra Prensa imperialista hace, dando un par de infundios diarios, como noticias más o menos oficiales. Cuando me vino a vwr «spajarilo* éie dijo burlón: —No esperarías C[ue Be visitase an muerto. Amogar, el simpático amigo de la pis- tolita, también tuvo un rasgo de humo- rismo. —Ver tú. a los ayjatiqrcs»-in« 'dijo-ry ver que estar abrasados vivos. Mahomed Quijote, paseándome por sus baterías, me contaba en broma que había tirado al mar los cañones desmontados por nuestros fuegos, para que no los viera yo. —Estar bahía Uena de pedazos—explica- ba—. Llena, llena... Echar anzuelo, ^scar cureña. No menos irónico, aunque hablase con la gravedad que adquirió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, rectificaba Mahomed Abd-el-Krim la gran campafia de Marnisa, en que resultó herid® su her- mano y perdidos varios cañones y ametra- lladoras : —No hubo lucha contra nosotros; ase- guro a usted formalmente que no hubo lucha. Y añadía: —Hamido tuvo dificultades con las gen- tes sobre las que ejerce mando. Y Hami- do fué el que, a requerimiento nuestro, pe- leó hasta dominarlos. Ix)s venciíj, y i>ara que cuide de que no se le vuelvan a levan- tar, le hemos exigido y nos ha entregado sus cuatro hermanos en rehenes. Eso es todo. i- —Pero sidi Mohamed—pregunté—, ¿no está herido? —Ya lo verá usted con sus propios ojos. No somos fíente formal El jefe de la artillería me presenta a un joven moro, que jamás había visto un ca- ñón antes del desastre y que actualmente los maneja con tal acierto, que de dos dis- paros hundió el «Juan de Juanes». —¿Y por qué hicisteis eso?—pregunto, más que para otra cosa a fin de evitarme el tener que felicitar por su puntería a quien tan grave daño nos causó. —f orque vosotros no estar gente for- mal. —¿ Que no som»s gente formal ? —Ño, no. Le requiero insistente y me explica el caso. Se había pactado que la playa de Aydir y la plaza de Alhucemas fuesen a rñodo de puntos neutrales por donde hubiera la necesaria comunicación para los tratos que entre campos enemigos siempre han de existir. Como base "primordial del, convenio fi- guraba la condición de que la isla no reforzase sus defensas, Y Abd-el-Krim hubo de enterarse t}ue en los convoyes se llevaba material de guerra, cuando KÍJ'O víveres se ifxxiían llevar- Avisó entonces, escribiendo al capitán AgTiilar que mandaba la jjlaza. Si vuel- ve a traer armas y municiones el barco será ecliado a pique. Tal fué la indica- ción terminante. Salió el «Juan de Juanes» de Melilla. y antes que el navio a la plaza llegó al can^po la noticia de que llevaba arma- in«ftt<^ y i s t » % comprobada poc ««pías {La Redacción de LA LIBERTAD esti !formada por Luis Oteyza, Director; Antonio de Lezama, Redactorijete; Alojo Garcia Géngora. Secretario; Joaquín Amar, Augusto Barcia, Carlos Bonet, Ezequiel Bn« déri«, Teresa de Escorian, Narciso F«mán> dea Boixader, Helíodwo Fmi&iidez Evaige* lista, Victor Gabinnido, RicaMo HerainAn d« PoM, Francisco B o é o i » ^ Mlr, Rafád Hemindez Ramírez, M«wá Machado, Ri- cardo Mario, MaxiaiiU«»> iMifléa, Eduardo Ortega y Gassot, Mainwl Ortiz do Ploedo, Darío Pérez, Pedro de Répide, Luis Sala- do, Luis de Tapia, Antonio de la Villa, Antiwio Zozaya y Lute de Zulneta. que presenciaron su carga. Se cañoneó el barco y se le echó a pique. — Abd-el Krim — termina Mahomed Quijote—si estar gente formal. ¿Para qué nos sirven los Peñones? El Maal-lem, hombre de finanzas, se explica perfectamente que deseemos ex- plotar las minas. Hasta me figuro que alternaría gustoso con Romanones.y su distinguida familia, metiendo en la em- presa de San Juan el dinero que dedica- ba a la importación de telas catalanas y que con el bloqueo tiene parado. Lo que no se explica es que nos empeñemos en dominar sitios de los que no se saca nada. —¿Para qué serviros los Peñon«?— me pregunta. N —Estar ciegos—^añade—; estar que no vxsr .conveniencia vuestra. Y sigue tratando de abrirme los ojos: -^Peñones y Chafarinas tenerlos cua tro s)igtlo9, no serviros más que para gas tar dinero. Hombre, si hasta agua tener que traer. Tmer comida, traer ropd, traer- lo todo. Hasta aoua, hombre; ya decirte que hasta agua. Y tener que pagar a los que estar allí. Pag;arlí>s mucho, ¿ verdad ? Claro, hombre, si se aburren. Si no pa- garles mucho irse. , ,Le. digft .^tiei^Mi .ffWJtí»» df-.-Sobi^nii^. de defensa. —¿De defensa hombre?—dice extra ñaldo. Y calla. Soy su huésped... No miicre burlarse de mí. Soy su huésped...^alla, tragándose las palabras con una mueca. Pero, ¡ay!, no necesita decirme nada. Desde la galería de su casa veo el Pe- ñón de Alhucemas sin ruido, sin movi- miento, sin vida, en la parte que da a la costa. Y sé que en la parte opuesta, me- tidos en cuevas, están unos hombres ab- negados, viviendo solamente lo que el sentimiento del deber les obliga. La cuestión de las recompensas Ya he consignado en mis informacio- nes anteriores que los moros no profesan una extremada simpatía a los militares es- pañoles. No creo que al recoger este senti- miento de los que con nuestro Ejército andan a tiro limpio ha^gi hecho ninguna transcendental revelación. Ni que con ello haya ofendido al brazo armado de la'pa-, tria, ¿verdad, señores patrioteros?... Pues continúo. Todos los moros con los que he hablado echan la culpa de la guerra a los milita- res, a los oficiales, claro; (¡soldados venir porque mandárselo». Pero uno en parti- cular comenta y señala como causa de la guerra la tan debatida cuestión de las re- compensas. Es éste Abd-d-Krim Ben Siam, que me ha dicho: —Ser militares los que querer f uerra. —No, hombre, no—le replico—. ¿Para 'qué van a querer la guerra los militares? —Mira, yo saberlo—explica— Tener una estrella, querer dos; tener dos, qu^} rer tres. Yo saberlo. Para finalizar Y basta ya. Creo que con las notas que acabo de exponer hay bastante para que se conozca el concepto en que nos tienen los moros y. se vea qué lejos está de ser el respetuoso y admirativo en que habrían de tenernos para admitir nuestra misión educativa y amparadora. ¿ No 't Por si acaso vaya para finalizar esta in- formación una última nota, que definitiva- mente demuestra lo que digo. Se nos aconseja, se nos previene... Mohamed Abd-el-Krim, al despedirse do mí, me rogó que escribiera esta amplia- ción a sus manifestaciones: (iTengo que decirle que todo está como antes de julio de! pasado afio. ¡Todo! Y que si continúa Hspañh. el mlsn^ó proce- der ocurrirá otra catástrofe mi'.y pronto. Yo quiero que conste que de las vidas que,'§e sacrifiquen aquí no seremos nos- otros los responsables. Publique usted co- mo se las dicto estas palabras mias.» Publicadas van a estar. Veremos quién ejerce el prutecíorado. Tal vez n.05 ¡srotege ciuien asi nos avi^a. ' JbUIS DE OTBYZA POR LA PAZ DE YEBALA >mi I -..—iMW .1. Lo que se trató en Adiaz Ventajas e inconvenientes detpacto La situación del ftaisuni El Xerif vive a lo gran señor, pese a los anuncios que pomposamente se hicie- •ran de que estaba en las últimas y a dos dedos de teiter que salir a los zocos para vender dátiles de Berbería. Manda en gran número de kábilas, dispone de fuer- tes núcleos de soldados decididos, fanáti- cos, aptos por todos conceptos para man- tener desesperada resistencia, y hasta en- »tre los naturales adictos a España disfru- ta de 'pr^tigio, porque para el moro la jerarquía es siempre digna de respeto, y además, porque entre tetuaníes y no te- tuaníes se admiran las cualidades de man- do que en el Raisuni se reconocen. —¿Cómo está el Xerif? ¿Le ha visto usted? ¿Está bueno? ¿Está ágil? ¿Es cierto que ^ hará la paz con él ? ¿ Vendrá a vivir entre nosotros? Estas y otras muchas interrogantes me I han hecho, a mi paso por Tetuán, varias personalidades moras de prestigio, algu- nas de las cuales ocupan cargos en el pro- teaorado. E intesrogaban poniendo en el preguntar un vivo deseo de qu« la res- puesta fuese afirmativa, porque quieren de veras al Raisuni y se interesan por su salud y desearían tenerle al lado en nor- mal convivencia. En Adiaz he visto un verdadero ejérci- to ; más de ochocientos soldados, bien ves- tidos, €0^ saxmi^i modernas y con notorio aspecto militar. Son gentes del país, mu- chos de ellos de las regiones oficialmente sometidas, por las que circulan a su an- tojo y donde cuentan con elementos que les auxilian fmra dar los golpes de mano que tantas veces hubo que lamentar. Lu- chan por su independencia, que creen amenazada, porque no tuvimos en sazón oportuna el tacto de hacerles ver práctica- mente que no íbamos en plan de conquis- ta; y tienen, además, en su abono fa se- rie de errores políticos que allí se come- tieiron desde que las tropas pasaron los tarajales de Ceuta para dirigirse a Te- tuán. Había, repito, en Adiaz enemigo bas- tante para sostenerse con eficacia al am- paro de su conocimiento del terreno y de la decisión que le impulsa a batirse; y es preciso tener también en ouenta que, pa- ra abandonar el Xerif su refugio del Bu- hasem, no habría de incurrir en Ja candi- dez de retirar las fuerzas con que lo de- fiende. —¿Habéis levantado el campo del Bu- hasem ?—se preguntó a uno de los jefes. —AHÍ todo ha quedado lo mismo—con- testó—; están las guardias, están las tien- das y sigue la gente en los refugios que se han hecho paira los casos de bombar- deo. —¿ QuSén manda durante la ausencia del Xerif? —Su primo, Muley el Husain. —¿ Y hay mucha gente ? -^Poca; la necesaria nada más. Ese es el enemigo aniquilado, vencido, en fuga, sin elementos de subsistencia, sin armas, sin municiones, sin entusiasmo, ;SÍn ideal. Esa es la verdad que pregona- bfn ciertos voceros, a los que lo menos de q'tie puede acusarse es de inconsciencia. ¡Así se engañaba a España! ¡Así se ibü por el despeñadero hacia la ruina total de nuestra causal ¿ Puede el óobierno, quiere el Gobierno decir al pais si en un documento del c[ue sólo detemiinadas líneas fueron leídas en las Costes se señalaba plazo para derro- tar al Raisuni y para asegurar la paz de los territorios que estaba y sigue ocu- pando ? Con el Raisuni hallábanse en Adiaz los, principales lugartenientes suyos. He visto' a El Harlili, Ben ííam-man^el-Fehilu, el Xerif El I^lud-den, El Meneb-bi, El Tui-, let y otros menos afamados, porciue toda-j vía'no habrán tenido tiempo de cometerj las enormidades que esos hicieron. Todos j están, a la voz del Xerif, dispuestos a so-^ meterse o a continuar la vida de bando-' lerismo, según aquél les mande, y todos' se rinden a-su paso-y ofrendarían sin: titubear la calx'za para ser gratos a su' amo y señor. Sólo uno de ellos, El Tuilet, parece ser que no entraría en convessio» a causa de que las cuentas que tiene pendientes cofll España son de las que no sé pueden li- quidar en plan armónico. Y para ése, según en Adiaz escuché, parece que está abierto el camino de Guezaua, donde pro- yecta unirse a las gentes de Abd-«1-Ma- lek. Los demás seguirán al Raisuni em todas sus andanzas. FJ regreso al Buhasen Una vez que terminó la conferencia s* sirvió una comida abundante y s^ dispuso el regreso de las dos expediciones a loar respectivos puntos de origen : la del Rai- suni, al campamento del Buhasem, y la nuestra, ai de Hamadex, para emprender al siguiente día la marcha a-Tetuán<i Los esclavos presentáronse, llevando uno de ellos del diertro un^i muía enjae- zada al estilo del país, con arreos de plata y riois telas en la silla. Raisuni subió a ella sin auxilio alg^<> no, a pesar de su proporcionada obesidad, después de liaberse despedido de todos ca»» riñosamente. En un pequeño caballejo montó su hi-4 jo, y a los lados colocáronse los jefeSf.fll pie todos y con armas. Abrieron marcha tres soldados; siguió^ les un fuerte grupo, arma al hombro; p».* saron las caballerías entre las gentes, qu* pugnaban por acercarse a besar las rt^ws del Xerif, y cerraron la comitiva unqs cien homíjres en formación c»riw.ta, á f* cabeza de ios cuales, y alineados junto a los jinetes, iban los rñencionados cabe<;i« lias. Así tenían que hacer más de seis Korad de camino, pasando Yebel-Alam, Bab- Stah y los linderos de Tasarut, territorio» lodos en que ellos dominan a pesar de las» famosas operaciones de Ma>-o. De Hamadex a Tetuán Por la hora avanzada a que regresamo* al campamento de Hamadex nos vimos forzados a hacer allí una noche más, dis- poniendo la salida para las cinco de lai mañana siguiente. Al llegar a la posición, un moro de laü Policía se me acerca sonriente y me inte- rroga con vivo interés por el Xerif, ha- ciéndome acerca de él un chaparrón preguntas. —¡Yo lo quiero mucho! jYo también soy xerif!—exclama. * V, en efecto, el simpático e infatigaW# teniente Ceano me dice que Uldebuya, el consabido policía que por s'aj diarias sir- ve a los españoles, es un xerif auténtico, muy considerado por sus compañeros, al los que anima en el peligro y <x>n lo» qi|« brinda frecuentementej con rico mosto, al la salud de España. En esto de infringir el Koran son mu- chos los hijos de Mahoma ique no dan paz a las tragaderas. Asi ocurre que et Rahali, cocinero y ^\\c\&, herido Juatro veces a nuestro servicio, tan alegre d^ «{ira como torpe de andares, se presenta tt d*» cirnos que la botella del cognac se ha la- deado y no le queda ni gota. Y cuando comentamos el caso, surgí «Maruja», otro policía de los de a s'as, al que dan ese remoquete en recuerdo d i una mona que tenía su misma cara, y nog dice muy en serio que la botella, efecti\^a- mcnte, se ladeó de modo definitivo. Lo único que no logramos poner en cla- ro es si el plano inferior estaoa a la altu- ra de la garganta de «Maruja», del Raha- li y de algún otro compañero de chilaba y; de marrullería. La esperanza del pronto regreso nos MJ zo pasar una excelente noche, y al ama- necer salíamos por el camino «que el áié anterior siguiera Castro Girona, y, aho* rrándonos dos horas de recorrido, llega' mos a la pista cerca de Ben-Kárrich y to- mamos los «autosD, que a mediodía no* dejaban en Tetuán. Tuvimos-escolta de Policía y Regulares,- y con ellos hicieron también el trayecto tres soldados del Raisuni que fueron doi exploración y que al llegar a Ben-Karridl pidieron permiso para quedarse en urini kábila cercana, donde tienen a sus fami* lias. As! terminó núe'Jtra excursión a Yebfrl- Alam, tan abundante «n molestias inevita* bles cocEH> grata por las atenclwNt redbl»

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Page 1: POR LA PAZ DE YEBALA Abd-el'Krim 'los Lo que se trató >mi

áftO IV, MADItm miM. 84*

SUSCRIPCIONES

DOMINGO tj DE AGOSTO DE tp»»

Nlaieirlef, ctn m o s tt P>tai«

2 5 EJmullB 1,75 LA LIBERTAD «eñala a tas lectores y annnclantM ; qa« es el periódicc de más grandes tiradas s :

Tifda la correspondencia dM>9 ifírtgtr»* át

Director de La Ubertad Apartado de Como* 9Si

Los anurifíics se reciben en nuestras oficinca. (tu diez de la mañana a diez de la noche, y a partir de esta hora, hasta la madrugada, en la imprenta.

Factor, 7

Número suelto, 10 céntimos

EN [EL MMPO ENEMIGO

Abd-el'Krim 'los prisioneros

Como nos ven los moros I<o fundamental para nuestra misión

Sí pretendemos Intentar stqutera d cum­plir k misión qu« en la Conferencia de Alg«ciras tuvieron a bien conferirnos 'as ^^randes Potencias, es fundamental que ins-

S'-maoa ^ k » moros respeto y admiración. emos de protegerlos y civilizarlos, ; no

ea «si ? Pues bien; sólo de c^uien se admira y se respeta puede admitirse una influencia educativa y amparadora. Esto pertenece a la lógica elemental.

Y los moros poseen una lógica supe­rior. U n a lógica de tanta fuerza que les permite explicarse todo, hasta lo que pa­rece que había de ser inexplicable para sus ideas y sus sentimientos. Vaya de esto una prueba asombrosa, qi 3 no está aquí de más, ya que constituye una de las notas pintorescas de mi viaje.

Cierto guardia de los de la escolta, qufe para honrarme y vigilarme de consuno me acompañaba constantemente, hubo de pre-gtintarme si me daban mucho dinero por haber ido a meterme en su campo.

—Nada ; no me dan n a d a — r e p i ^ . •—Cómo—insistió—, ¿tú ganar lo mis­

mo si venir que si no venir? —Exactamente lo mismo. Quedó ün instante serio y silencioso:

'Reflexionaba. Al cabo se iluminó su rostro con la luz de la comprensión. Sonrió y d i jo :

—~¡AK, ya! . . . | T i i venir aquí por vían-iesia»! » '

Así diíscurre un simple soldado, xin igno­rante; kabileño. ¡Considerad cómo lo ha­rán-los moros ilustrados, los que ejercen jefaturas!

Consideradlo y convendréis en que han de pensar de la misma manera elemental-mente lógica, señalada por las primeras líneas de este apartado.

Y así, si no nos respetan y no nos ad­miran, ¿cómo van a creer que podamos cumplir una misión para !a que no nos juzgan aptos ? ,

'No nos tienen admiración ni respeto

ConfirniaTido lo que estas titulares rezan hoy, hay notas a montón en mi «carnet». CoEfió siempre, sin añadir ningún comen­tadlo, voy a pasarlas a las cuartillas. Los com<?ntarios los pondréis mentalmente vos­otros, lectores.

Yo quiero, sin embargo, advertiros una cosa para que no os avergoncéis de nües-tro pensamiento, si por acaso en vuesfra

J mente surge la idea de que al no respe-^' tamos ni admirarnos tienen razón los mo­

ros. Y es que ellos nos ven como ante ellos nos presentamos; es decir, como nos revela nuestra conducta, la conducta que tíos yierfcn imponiendo los que nos go­biernan patrióticamente y los que patrió-iticamcnte apoyan la gestión gubernamen­tal,

A éstos, pues, y no a nosotros, se de­be el que ni admirativos ni respetuosos ciertamente sinteticen los moros su opi­nión diciendo que «españoles estar ton­tones de cabeza».

Porque, como veréis, tal es el concreto ¡juicio que les merecernos.

El testamento de Isabel la Católica

,, Abd-Lus-Osaba es un moro que posee lina finca en la misma pla5-a de Suani. 'Guando sobre la arena abrasada, y sin otro «mparo contra los ardorosos rayos del sol que la tienda de los guardias del mar, es­pejábamos la respuesta al mensaje man­dado a Abd-ol-Krim solicitando que hi­ciese extensivo mi salvoconducto a Alfon-sito y Pepe Díaz, nos ofreció su casa para que deseansás<'mos mejor. Con permiso de Ei Maal-ien aceptamos, y Abd-Lus nos re­gató "una ^sandía y su opinión sobre el tes­tamento de la conquistadora Granada.

Efeta opinión es a la letra: «España cogerla loa moros. Volver a

Cogerla ios espaaol-ís. ¿Qué más querer 3-a?* Estar tontería ir mcícrs? en caía de otro.»

I Sobre el coste de la guct ta

1 -Oesdc Napoleón, quien dijo que para guerrear eran indisp^sables ' tres cosas: difiero,; dinero y dinerp, hasta Elcyd George, maniifestando que la victoria de k -conflagración europea sería de guien t i i v l ^ la últimii tnoneda d« oro, todos

los Hombres de Estado miran en los con­flictos bélicos el aspc.to económico

Así lo entiende también Mahomedl Ben Hah. Este moro es un estadista. Ya he dicho que secunda las labores del joven Abd-el-Krim en los negocios extranjeros, Conocei pues, su país y los otros países. Es voto de calidad, por tanto.

Y Mahomedi Ben Hah dice respecto de lo que gastamos en ía guerra l o ^ e s -pañoles y no gastan 'os beniurriagueles:

—A España costarle mucho dinero, miuoho, la guerra. A nosotros no costar-nos ni Una cebolla. No pagar soldados y no necesitar darles" de comer.

Luego añade algo terrible y temible­mente cierto: "

—Cañones, fusiles y municiones tetier-nerlos nosotros sin pagar.

La campafia de infundios Lo que más nos de^res t ig ia ante los

moros es la patriótica campaña que núes-tra Prensa imperialista hace, dando un par de infundios diarios, como noticias más o menos oficiales. •

Cuando me vino a vwr «spajarilo* éie dijo bur lón:

—No esperarías C[ue Be visitase an muerto.

Amogar, el simpático amigo de la pis-tolita, también tuvo un rasgo de humo­rismo.

—Ver tú. a los ayjatiqrcs»-in« 'dijo-ry ver que estar abrasados vivos.

Mahomed Quijote, paseándome por sus baterías, me contaba en broma que había tirado al mar los cañones desmontados por nuestros fuegos, para que no los viera yo.

—Estar bahía Uena de pedazos—explica­ba—. Llena, llena... Echar anzuelo, ^ s c a r cureña.

No menos irónico, aunque hablase con la gravedad que adquirió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, rectificaba Mahomed Abd-el-Krim la gran campafia de Marnisa, en que resultó herid® su her­mano y perdidos varios cañones y ametra­lladoras :

—No hubo lucha contra nosotros; ase­guro a usted formalmente que no hubo lucha.

Y añadía : —Hamido tuvo dificultades con las gen­

tes sobre las que ejerce mando. Y Hami­do fué el que, a requerimiento nuestro, pe­leó hasta dominarlos. Ix)s venciíj, y i>ara que cuide de que no se le vuelvan a levan­tar, le hemos exigido y nos ha entregado sus cuatro hermanos en rehenes. Eso es todo. i-

—Pero sidi Mohamed—pregunté—, ¿no está herido?

—Ya lo verá usted con sus propios ojos.

No somos fíente formal El jefe de la artillería me presenta a un

joven moro, que jamás había visto un ca­ñón antes del desastre y que actualmente los maneja con tal acierto, que de dos dis­paros hundió el «Juan de Juanes».

— ¿ Y por qué hicisteis eso?—pregunto, más que para otra cosa a fin de evitarme el tener que felicitar por su puntería a quien tan grave daño nos causó.

— f orque vosotros no estar gente for­mal.

—¿ Que no som»s gente formal ? —Ño, no. Le requiero insistente y me explica el

caso. Se había pactado que la playa de Aydir

y la plaza de Alhucemas fuesen a rñodo de puntos neutrales por donde hubiera la necesaria comunicación para los tratos que entre campos enemigos siempre han de existir.

Como base "primordial del, convenio fi­guraba la condición de que la isla no reforzase sus defensas, Y Abd-el-Krim hubo de enterarse t}ue en los convoyes se llevaba material de guerra, cuando KÍJ'O víveres se ifxxiían llevar-

Avisó entonces, escribiendo al capitán AgTiilar que mandaba la jjlaza. Si vuel­ve a traer armas y municiones el barco será ecliado a pique. Tal fué la indica­ción terminante.

Salió el «Juan de Juanes» de Melilla. y antes que el navio a la plaza llegó al can^po la noticia de que llevaba arma-in«ftt<^ y i s t » % comprobada poc ««pías

{La Redacción de LA LIBERTAD esti !formada por Luis d« Oteyza, Director; Antonio de Lezama, Redactorijete; Alojo Garcia Géngora. Secretario; Joaquín Amar, Augusto Barcia, Carlos Bonet, Ezequiel Bn« déri«, Teresa de Escorian, Narciso F«mán> dea Boixader, Helíodwo Fmi&iidez Evaige* lista, Victor Gabinnido, RicaMo HerainAn d« PoM, Francisco B o é o i » ^ Mlr, Rafád Hemindez Ramírez, M « w á Machado, Ri­cardo Mario, MaxiaiiU«»> iMifléa, Eduardo Ortega y Gassot, Mainwl Ortiz do Ploedo, Darío Pérez, Pedro de Répide, Luis Sala-do, Luis de Tapia, Antonio de la Villa,

Antiwio Zozaya y Lute de Zulneta.

que presenciaron su carga. Se cañoneó el barco y se le echó a pique.

— Abd-el Krim — termina Mahomed Quijote—si estar gente formal.

¿Pa ra qué nos sirven los Peñones? El Maal-lem, hombre de finanzas, se

explica perfectamente que deseemos ex­plotar las minas. Hasta me figuro que alternaría gustoso con Romanones .y su distinguida familia, metiendo en la em­presa de San Juan el dinero que dedica­ba a la importación de telas catalanas y que con el bloqueo tiene parado. Lo que no se explica es que nos empeñemos en dominar sitios de los que no se saca nada.

—¿Para qué serviros los P e ñ o n « ? — me pregunta. N

—Estar ciegos—^añade—; estar que no vxsr .conveniencia vuestra.

Y sigue tratando de abrirme los ojos: -^Peñones y Chafarinas tenerlos cua

tro s)igtlo9, no serviros más que para gas tar dinero. Hombre, si hasta agua tener que traer. Tmer comida, traer ropd, traer­lo todo. Hasta aoua, hombre; ya decirte que hasta agua. Y tener que pagar a los que estar allí. Pag;arlí>s mucho, ¿ verdad ? Claro, hombre, si se aburren. Si no pa­garles mucho irse. , ,Le. digft .^tiei^Mi .ffWJtí»» df-.-Sobi^nii^. de defensa.

— ¿ D e defensa hombre?—dice extra ñaldo.

Y calla. Soy su huésped... No miicre burlarse de mí. Soy su huésped . . . ^a l la , tragándose las palabras con una mueca. Pero, ¡ay! , no necesita decirme nada.

Desde la galería de su casa veo el Pe­ñón de Alhucemas sin ruido, sin movi­miento, sin vida, en la parte que da a la costa. Y sé que en la parte opuesta, me­tidos en cuevas, están unos hombres ab­negados, viviendo solamente lo que el sentimiento del deber les obliga.

La cuestión de las recompensas

Ya he consignado en mis informacio­nes anteriores que los moros no profesan una extremada simpatía a los militares es­pañoles. No creo que al recoger este senti­miento de los que con nuestro Ejército andan a tiro limpio ha^gi hecho ninguna transcendental revelación. Ni que con ello haya ofendido al brazo armado de la'pa-, tria, ¿verdad, señores patrioteros?.. . Pues continúo.

Todos los moros con los que he hablado echan la culpa de la guerra a los milita­res, a los oficiales, claro; (¡soldados venir porque mandárselo». Pero uno en parti­cular comenta y señala como causa de la guerra la tan debatida cuestión de las re­compensas.

Es éste Abd-d-Krim Ben Siam, que me ha d icho:

—Ser militares los que querer f uerra. —No, hombre, no—le replico—. ¿ P a r a

'qué van a querer la guerra los militares? —Mira, yo saberlo—explica— Tener

una estrella, querer d o s ; tener dos, qu^} rer tres. Yo saberlo.

Para finalizar Y basta ya. Creo que con las notas que

acabo de exponer hay bastante para que se conozca el concepto en que nos tienen los moros y. se vea qué lejos está d e ser el respetuoso y admirativo en que habrían de tenernos para admitir nuestra misión educativa y amparadora. ¿ No 't

Por si acaso vaya para finalizar esta in­formación una última nota, que definitiva­mente demuestra lo que d igo .

Se nos aconseja, se nos previene... Mohamed Abd-el-Krim, al despedirse

do mí, me rogó que escribiera esta amplia­ción a sus manifestaciones:

(iTengo que decirle que todo está como antes de julio de! pasado afio. ¡ T o d o ! Y que si continúa Hspañh. el mlsn^ó proce­der ocurrirá otra catástrofe mi'.y pronto. Yo quiero que conste que de las vidas que,'§e sacrifiquen aquí no seremos nos­otros los responsables. Publique usted co­mo se las dicto estas palabras mias.»

Publicadas van a estar. Veremos quién ejerce el prutecíorado. T a l vez n.05 ¡srotege ciuien asi nos avi^a. '

JbUIS D E O T B Y Z A

POR LA PAZ DE YEBALA > m i I - . . — i M W . 1 .

Lo que se trató en Adiaz

Ventajas e inconvenientes detpacto La situación del ftaisuni

El Xerif vive a lo gran señor, pese a los anuncios que pomposamente se hicie-•ran de que estaba en las últimas y a dos dedos de teiter que salir a los zocos para vender dátiles de Berbería. Manda en gran número de kábilas, dispone de fuer­tes núcleos de soldados decididos, fanáti­cos, aptos por todos conceptos para man­tener desesperada resistencia, y hasta en-»tre los naturales adictos a España disfru­ta de 'pr^ t ig io , porque para el moro la jerarquía es siempre digna de respeto, y además, porque entre tetuaníes y no te-tuaníes se admiran las cualidades de man­do que en el Raisuni se reconocen.

—¿Cómo está el Xerif? ¿Le ha visto usted? ¿Es tá bueno? ¿Está ági l? ¿ E s cierto que ^ hará la paz con él ? ¿ Vendrá a vivir entre nosotros?

Estas y otras muchas interrogantes me I han hecho, a mi paso por Tetuán, varias personalidades moras de prestigio, algu­nas de las cuales ocupan cargos en el pro-teaorado. E intesrogaban poniendo en el preguntar un vivo deseo de qu« la res­puesta fuese afirmativa, porque quieren de veras al Raisuni y se interesan por su salud y desearían tenerle al lado en nor­mal convivencia.

En Adiaz he visto un verdadero ejérci­to ; más de ochocientos soldados, bien ves­tidos, €0^ saxmi^i modernas y con notorio aspecto militar. Son gentes del país, mu­chos de ellos de las regiones oficialmente sometidas, por las que circulan a su an­tojo y donde cuentan con elementos que les auxilian fmra dar los golpes de mano que tantas veces hubo que lamentar. Lu­chan por su independencia, que creen amenazada, porque no tuvimos en sazón oportuna el tacto de hacerles ver práctica­mente que no íbamos en plan de conquis­t a ; y tienen, además, en su abono fa se­rie de errores políticos que allí se come-tieiron desde que las tropas pasaron los tarajales de Ceuta para dirigirse a Te­tuán.

Había, repito, en Adiaz enemigo bas­tante para sostenerse con eficacia al am­paro de su conocimiento del terreno y de la decisión que le impulsa a batirse; y es preciso tener también en ouenta que, pa­ra abandonar el Xerif su refugio del Bu-hasem, no habría de incurrir en Ja candi­dez de retirar las fuerzas con que lo de­fiende.

—¿Habéis levantado el campo del Bu-hasem ?—se preguntó a uno de los jefes.

—AHÍ todo ha quedado lo mismo—con-testó—; están las guardias, están las tien­das y sigue la gente en los refugios que se han hecho paira los casos de bombar­deo.

—¿ QuSén manda durante la ausencia del Xerif?

—Su primo, Muley el Husain. —¿ Y hay mucha gente ? - ^Poca ; la necesaria nada más. Ese es el enemigo aniquilado, vencido,

en fuga, sin elementos de subsistencia, sin armas, sin municiones, sin entusiasmo, ;SÍn ideal. Esa es la verdad que pregona-bfn ciertos voceros, a los que lo menos de q'tie puede acusarse es de inconsciencia. ¡Así se engañaba a España! ¡Así se ibü por el despeñadero hacia la ruina total de nuestra causal

¿ Puede el óobierno, quiere el Gobierno decir al pais si en un documento del c[ue sólo detemiinadas líneas fueron leídas en las Costes se señalaba plazo para derro­tar al Raisuni y para asegurar la paz de los territorios que estaba y sigue ocu­pando ?

Con el Raisuni hallábanse en Adiaz los, principales lugartenientes suyos. H e visto' a El Harlili, Ben ííam-man^el-Fehilu, el Xerif El I^lud-den, El Meneb-bi, El Tui-, let y otros menos afamados, porciue toda-j v í a 'no habrán tenido tiempo de cometerj las enormidades que esos hicieron. Todos j están, a la voz del Xerif, dispuestos a so-^ meterse o a continuar la vida de bando-' lerismo, según aquél les mande, y todos' se rinden a - s u paso-y ofrendarían sin: titubear la calx'za para ser gratos a su ' amo y señor.

Sólo uno de ellos, E l Tuilet, parece ser que no entraría en convessio» a causa de

que las cuentas que tiene pendientes cofll España son de las que no sé pueden li­quidar en plan armónico. Y para ése, según en Adiaz escuché, parece que está abierto el camino de Guezaua, donde pro­yecta unirse a las gentes de Abd-«1-Ma-lek. Los demás seguirán al Raisuni em todas sus andanzas.

FJ regreso al Buhasen

Una vez que terminó la conferencia s* sirvió una comida abundante y s^ dispuso el regreso de las dos expediciones a loar respectivos puntos de origen : la del Rai ­suni, al campamento del Buhasem, y la nuestra, ai de Hamadex, para emprender al siguiente día la marcha a-Tetuán<i

Los esclavos presentáronse, llevando uno de ellos del diertro un^i muía enjae­zada al estilo del país, con arreos de plata y riois telas en la silla.

Raisuni subió a ella sin auxilio alg <> no, a pesar de su proporcionada obesidad, después de liaberse despedido de todos ca»» riñosamente.

En un pequeño caballejo montó su hi-4 jo, y a los lados colocáronse los jefeSf.fll pie todos y con armas.

Abrieron marcha tres soldados; siguió^ les un fuerte grupo, a rma al hombro ; p».* saron las caballerías entre las gentes, qu* pugnaban por acercarse a besar las r t^ws del Xerif, y cerraron la comitiva unqs cien homíjres en formación c»riw.ta, á f* cabeza de ios cuales, y alineados junto a los jinetes, iban los rñencionados cabe<;i« lias.

Así tenían que hacer más de seis Korad de camino, pasando Yebel-Alam, Bab-Stah y los linderos de Tasarut, territorio» lodos en que ellos dominan a pesar de las» famosas operaciones de Ma>-o.

De Hamadex a Tetuán

Por la hora avanzada a que regresamo* al campamento de Hamadex nos vimos forzados a hacer allí una noche más, dis­poniendo la salida para las cinco de lai mañana siguiente.

Al llegar a la posición, un moro de laü Policía se me acerca sonriente y me inte­rroga con vivo interés por el Xerif, ha­ciéndome acerca de él un chaparrón d« preguntas.

—¡Yo lo quiero mucho! j Y o también soy xerif!—exclama. *

V, en efecto, el simpático e infatigaW# teniente Ceano me dice que Uldebuya, el consabido policía que por s ' a j diarias sir­ve a los españoles, es un xerif auténtico, muy considerado por sus compañeros, al los que anima en el peligro y <x>n lo» qi|« brinda frecuentementej con rico mosto, al la salud de España.

En esto de infringir el Koran son mu­chos los hijos de Mahoma ique no dan paz a las tragaderas. Asi ocurre que e t Rahali , cocinero y ^\\c\&, herido J u a t r o veces a nuestro servicio, tan alegre d^ «{ira como torpe de andares, se presenta tt d*» cirnos que la botella del cognac se ha la­deado y no le queda ni gota.

Y cuando comentamos el caso, s u r g í «Maruja», otro policía de los de a s 'as, al que dan ese remoquete en recuerdo d i una mona que tenía su misma cara, y nog dice muy en serio que la botella, efecti\^a-mcnte, se ladeó de modo definitivo.

Lo único que no logramos poner en cla­ro es si el plano inferior estaoa a la altu­ra de la garganta de «Maruja», del Raha­li y de algún otro compañero de chilaba y; de marrullería.

La esperanza del pronto regreso nos M J zo pasar una excelente noche, y al ama­necer salíamos por el camino «que el áié anterior siguiera Castro Girona, y, aho* rrándonos dos horas de recorrido, l lega ' mos a la pista cerca de Ben-Kárrich y to­mamos los «autosD, que a mediodía no* dejaban en Tetuán.

Tuvimos-escolta de Policía y Regulares,-y con ellos hicieron también el trayecto tres soldados del Raisuni que fueron doi exploración y que al llegar a Ben-Karr id l pidieron permiso para quedarse en urini kábila cercana, donde tienen a sus fami* lias.

As! terminó núe'Jtra excursión a Yebfrl-Alam, tan abundante «n molestias inevita* bles cocEH> grata por las atenclwNt redbl»

Page 2: POR LA PAZ DE YEBALA Abd-el'Krim 'los Lo que se trató >mi

L.A L-fBERTAD

,y ocho horas aíjonarán un día de jonial. L „Hqi)¡e trabajen treinta y seis abonarán

nis de mil a mil qii¡iiÍ€ntx>s metros; que avasallarnos 5P IP debería oponer un e j é r n ! ^ " " ; '"^'','' '*"''' '?'*^''^' ^ '"'^ ' l ' f trabaj^a

das de tirios y tróvanos y por las resultas) La papeleta es difícil; los argumentasi también que cuenta con un verdadero ejér-, bastantes soldados y bastantes millones¡a «ste movimiento. Ante la grstycdad de h^ que «1 h i e n d e la nación pueden derivar- en pro y en contra eUim muy a mano; cito de fanáíícos admirablemente instruí- ha perdido España para que a! rabo de ¡circunstancias, nos vemoR obligados a com>i-»e kie la conferencia. pero lo que no se debe perder de vL'ita es | dos v conocedores del terreno; que el ¡ cucutíis estenios como ha tref, ii ños, .c/m U^'car a todos que en limto dure la lucha hrui

Fjablemos, que ya es hora, de lo que seique si el xMajzen considera convenientej Buhasem, su actual refuf j'io, es t;n montehin cnemirc^o poderoso en frente v sin ha-!*'*' contribuir a su sostenimiento en la pro-trató en la raijana. !{)aciar con gentes de historia especial, s i | infrincadísimo, que no tiene más exten-jbf;r adelantado un paso en el camino de|r»'^''^Í'^'\s'g^'if"jf: I-t's que trsbajen cuHronu

Las bases de la negociación '•'* aviene a utilizarle» en su servicio, no|í,¡ón que la correspondiente a una base del la pa» illc;, icjn eiertiva. , . . j 1^ „„„i^^*^""^^ ^'^' ''•*'• ^ ^ papis tasque el Papa yi i8 por T2 kilómetros cuadrados v a aifu- A un Rai^uni soberbio que tratara del

No pretendo sostener que todo lo que ,,0 d.bemos oponernos a que se abra e l ' ' ' ^ en este epígrafe se comprenda sea la rea- camino a ¡os que, én caso conirariü, ñas lidad plena; pero sí puedo asegurar que harían pagar la cuenía de gasto.", v de víc-habrá de parecérsíile i»ucho, porque 1<5 que | timas, que }x>r algo so.mos nación p.oíec-Cfjn el Kaisuni hay que convenir son habas tura.

Vontadas ; esto es, 'lo que la negociadión de- (Juiere el Raisuni que se le permita te-sometimiento abarque no se puede apartar I „,,j. ^na guardia propia, por é! escogida gran cosa de lo que es notoriamente pu-, {,>,;ii-.-. sus toldados, que no pa^e de cien blico. Por eso. sin que nadie haya faltado^ hombres, diriendo que a-sí estará garanti-a secretos profesionales y sin gue yo osa- da su seguridad contra posibles enemigos. ra jamás preguntar lo que no debe decir-¡ de su canqx). Se le objetó (¡ue en el fondo isc, creo estar en posesión de la verdad y de esa scjliciíud puede ir envuelto el de-

aua quemándolo no lograríamos quizás te- ciito que, bien dirigido ahora, Ir; reduci tier la fortuna de apoderarno.s del cabeci-j ría pronto a la impotencia,'le extermina-Ua, porque Sc circula durante la nochejria sin piedad; pero a un prestigio utili-por _esos lugares, donde la gaba cubre a^/able «jue se aviene a la paz, se !e debe un jinete, con absoluta impunidad para 1 abrir el camino para que se acerque a nos-Ios conocedores del terreno, y que aun otros. Y si por acaso inleníase el día de

puedo tener el gusto de comunicarla a los seo de salvar a desertores españo'es que Icfores. Además, d propio señor presiden- han cometido el crimen i¡r.perdonable de le del Cc-nsejo de ministros ha descorrido hacer armas contra la patria. ia punia del velo que a esas negofiacio- A ello contesta el Xerif que actualmcn-ivi, cn'.oivíu, r Se me pudra tachar de in-ite no hay con él ningún español y ofrece dihcreto si, cogiendo, esa punta misnia, j no darle^i cabida si alguno iv,;udiese. Por acabo de ievanrariu?

[•,iiírc Raisuni y la ñola, los exíremos a deliberar «.-ran ÍOÜ si­guientes :

Primero. Sometimiento de! Xeril ai protectoradír).

• 'o taut'), como ia princif)al dihcultad no ib ! <KÍa vez

a vivir 11)1 r>re,

último

Segundo. Sometimiento de las kábiks que le siguen.

Tercero. Situación en que ha de que­dar el Xerif al someterse.

Cuarto. Lugar de su residencia. Quinto. Trato que ha de darse a los

Jefes con él sometidos. Sexto. Guardia personal de! Xerif; y Séptimo. Cuestión económica. R(;speí;to al primer extremo no había

que discutir. Raisuni está decidido a so­meterse, f desde luego depondrá las ar­mas, haciendo acto de adhesión al régi­men.

No se somete a España, entiéndase bien, fXirque España no domina ni quiere tener soberanía en Marruecos. Raisuni se so­mete al Majzen jalifiano, y cisando !a ocasión se juzgue oportuna irá a Tetuán y se presentará al jalifa.

Raisuni considera que las liábilas que jsctualmente le .son adictas le seguirán en la actitud que adopta. Tiene por seguro que así como te fueron fieles para sopor­tar las penalidades de la guerra, lo serán para adiierirse al disfrute de los beneficios de la paz j pero como se trata de gentes disfK-Tsas, a las que ha de reunir y de con­vencer en caso neoe-sario, ^^ide un plazo tíe dos meses, ofreciendo que al cabo de ellos la paz será un hecho en todo el te­rritorio en que residen. Este plazo se le concede.

Era un problema determinar en qué .si­tuación había de quedar el Xerif después de sometido; si había de ejercer autori­dad y cuál fuese ésta.

Raisuni ha manifestado que no quiere t a rgo ni mando alguno. Desea vivir tjan-cjuilo, alejado de 'as luchas del gobernar

representación cspa-jf.xisíe v la solicitud e.s razon.-unc no se ic jjuede obii-jar c! punto ¡jnrdo re.oue'.ío.

La cuestión económica fué el particuiar tratado.

Se creía que ¿1 Raisuni iba a pedir ei pago de un célebre crédito (doce meses de sueldo a 100.000 pesetas hasanis), más la devolución de sus propiedades, indem­nización de perjuicios y sueldo adecuado

en el CÍÍSO de aprisionarle a éí, no tarda­ríamos eu tener ^n frente a otros guerrille­ros que nos obligarían a continuar el ré­gimen de lucha.

De él lia partido la solicitud de acuerdo, porque se considera, sin duda, en condi­ciones de tener que someterse a una vida de agitación constante si no se entiende c<jn el Poder estatuido. No hay, pues, des­doro de nuestra parte en tratar con quien así reconoce el poderío de la nació,n pro--teclora.

Además, no debemos ni podemos pen­sar en una guerra de exterminio, sino en un régimen de convivencia con los natu­rales, para que, bajo nuestra inspe<xión reguladora, se gobiernen y se adminis-

mañana entrar en manejos subrepticios, ron tines reprobables, más fácil sería es­torbármelo teniéndole <erca que dejándole hoy en ese mismo camino de rebeldía, donde ya el mal está hecho.

Se ha engañado a España diciéndole que Raisuni estaba acorralado, vencido y sin eletnentus para resistir.

Se ba demostrado (juc las operaciones de Mayo fueron un fracaso enorme en punto al objetivo principal, que era redu­cir al jefe de la insurrección de Yebala y llevarlo, muerlo o encadenado, a la plaza de España de Tetuán. -

¿ Es tolerable que los que así procedie­ron y ios que esa política ensalzaron se

Pues bien ; hay que reconocer que en ese punto el Xerif se ha mostrado des­prendido. No pide mas que el levanta­miento del embargo de sus fincas y la en­trega de ellas en las condiciones en que estaban al serle intervenidas, incluso con las coseciías encerradas y con los ganados que tenía.

Esos bienes se le- confiscaron y deben estar, sin duda, en condiciones de rendir poca o ninguna utilidad al presupuesto de la zona. No es ocasión esta de ahondar en ese asunto, del cual algo conocen ya los lectores de LA L I B E R T A D y algo más conocerán en momento oportuno. Baste por hoy decir que entre que se pierdan o sea escaso lo que produzcan y entre que los disfrute su legítimo dueño, la elección no es dudosa para E-spaña. Tal vez en otro lado se sientan más las consecuen­cias.

Por consiguiente, la devolución será un hecho si el acuerdo se consuma.

Balance de situación

Dadas a conocer las condiciones esen­ciales del plan de acuerdo con el jefe de la insurrección de Yebala, resta hacer al--gimas consideraciones acerca de las ven­tajas e inconvenientes que para el interés nacional pueda tener gl hecho de la sumi­sión.

Hay dos partidos; hay diversidad de pareceres en gunío a la conducta que con

es dias, d pqiuvalfiite a cuatro horas. De este deb< r no pu^^de eximirse nadie.

Los. <lc!e4fados para reraudar RStas cuotas If> hanSn de la manera siguiente: Harán una lista duplicada, en la cuai se detallará el nom­bre de los compañeros v cantidad qu« en­tregan. Kslas listas sc presentarán al Comité .-d hacer la entreg-a, y una se quedará el G.v niité con ella y otra se reservará e! tkílegudo una vez íirmada por el Comité.

La entrega de estas cantidades podrán hs-cersf efectivas desde las tres de la tarde dfú sábado.—El Comité.»

Nota patronal La Agrupación patronal no.s remite una no-

la coii súpiica de publicidad para elia. _ lin esa nota se dice no ser ciertas fas coac­

cionen que se aíirma han sido realizadas per Comisiones patronales cerca de elemento?i que hast,a aliora no habí;m se<- undado el k> caut.

<:Lo que ocurre e.s—dice la nota a que no<! referimos—(]ue la casi totalidad de lo« pa­tronos de la industria de la madera se han dado perfecta cuenta de que las causas del 'ticrjo son de tal gravedad y tiene éste tan

atre\an a decir que no se debe tratar con tren, dándose los jefes qué^ellos,- pueblo! el .supuesto vencido? soberano, se quieran dar. Y el medtó dci I^le hace el mismo efecto que si desde ¡enorme transcendencia para que pueda sub--conseguir ese irJeal elevado es adaptarse K ' banqidllo de los acusad(« se increpase j sistir la industria, que se aprestan volunta siempre a las circunstancias, siendo pre- al Ministerio ,públi.,o. ferible el acuerdo a la acción guerrera, que F, ífEUNANDKZ MXR

ñámente a .«i-eeundar la actitud de los kiicia-tiores fie! movimiento, aportándole» toda

colaboraciones morales y materia-

EN E L N U M E R O P R O X i M O P U B L I C A R E M O S LA T R A N S C E N -D E N T A L I N F O R M A C I Ó N H E C H A POR N U E S T R O D I R E C T O R EN A R G E L I A Y EL M A R R U E C O S F R U N C E S , Y C O M P R O B A D A EN S U S C O N V E R S A C I O N E S CON LOS J E F E S B E N I U R R I A G U E L E S . Q U E D E M U E S T R A EL A P O Y O DE FR ANC IA A LA L U C H A CON­

T R A ESPAÑA E N C E N D I D A

i suelte i Íes.»

de

'»../'§/§),.%-

Combinación \La seguridad

y descansando de los muchos trabajos que i el Xerif debe seguirse. Opinan algunas han minado su saiu<l. Por esa parte, pues, lio hay problema de momento y se aleja el fantasma de la posibilidad de que de-

• terminados jefes enemista<los con él le gus-tituye.=;en en el campo al /reintegrarse él mi smo ' a la legalidad. Su declaración ha sido terminante: no (¡uiére ser nada. ("¡Soberano no puedo; príncipe no quie­r o ; Roban me quedo!»)

Y ya es bastante. El 'caballo de batalla es hasta ahora la

• 'determinación d « lugar en que el Xerif resida en lo sucesivo.

Se le ofreció su jjalacio de Arcila, y contestó que dontie había mandado sol)e-

' Sranamente no pfxlía residir sometido a !a autoridad respectiva. Otro tanto manifes­tó con relación a Tetuán, Alcázar y La-rache.

S e le hkbló de Zinat y opusb nueva ne­gativa, porque allí carecería de las como­didades que ambiciona para desquitarse de su pasada vida.

De viajar por Oriente dijo que sería un iáestierro.

Quiere residir, y sobre ello hace espe­cial jjincapié, en su palacio de Tasarut, o l^aí en el corazón de Beni-Arós, entre los

Roc i eos que le han sido afectos hasta la ul t ima hora, entre sus fieles, (Este fué el punto que motivó ciuizás ia consulta pre­cipitada que a liltima hora hubo üe ha-tcrse en el viaje de Castro Girona a t3eu-fa, porque no estaba prevista la resisten­cia obstinadísima que en esa parte hizo. 'Acerca d e ello se le dará respí^jsta dentro de un plazo de diez días, a contar desde el de la conferencia.)

... Los cabecillas .que siguieron a Raisuni, y que con él se quiere que \ uelvan a la íegaEdad, son gentes de mucho cuidado, cada uno de los cuales se bastaría para

. ¡mantener en armas partidas de bandole-

. ios que infestarían el territorio y qiie nos íObligarían a sostener guarniciones y a re-..chazarlos por la fuerza. Raisuni dice que ¿ i quiere abandonarlos ni conviene a na­die que se queden fuera del convenio. Re-

- conoce que sería un poco fuerte darles mando en algunas kábilas, aun en las mis­mas que con ellos se sometieran ; pero C K «

. ímás peligroso dejarlos en situación ambi-

. g u a que les haga decidirse en cualquier . tnomento por volver a la que quieren de-

Propone Raisuni que se les utilice en alguna forma, a fin de poderles señalar sueldo para que atiendan a stis necesida­des, dejando al tiempo la misión de acor­tar distancias y de emplearles en cargos para los que puedan reunir condiciones.

personas que entrar en negociación con ei enemigo es, por lo menos, lameritable, v creen otras (jue no es lo más práctico vi­vir en jierpetua lucha con (}uien, por muy apurado que se vea. disixme siempre de elementos para mantener la inquietud en las kábilas y para capitíinear a los sedi­ciosos de profesión, amparándoios a la sombra de sus prestigios, innegables entre esas gentes fanáticas.

No hay duda de que el camino airo.so es el (iue'lle%a a la victoria por el acertado, empleo de los elementos militares. yVI ene-j migo se le vence, se le reducxi por el peso' de las armas, se le obliga a reconocer su derrota y entonces se le tiende la mano para que pueda emprender nueva vida con arreglo a las normas que se le fijen.

Raisuni fué, respecto a nosotros, todo lo adicto que podía él serlo. Por su propia conveniencia, es indudable, favoreció el acceso de España a la región de Larache, Alcázar y Arcila, prestándonos excelentes servicios'que cobraba ejerciendo su dicta­dura c»tre las kábilas ; hubo momentos en que a la gallardía de Silvestre repugnó el régimen establecido, y de ahí .surgieron complicaciones que acabaron en los tiem­pos de Jordana por el convenio que resta­blecía al Xerif en su influencia, que le cuu ce<íió una fuerte asignación mensual (pe­setas hasanis 100.000), y que le proporcio' naba armas y municiones para el mante­nimiento de su prestigio. Ese acuerdo fué, sin duda, beneficioso en aquellas circuns­tancias; nos facilitó valiosa cooperación en algunas operaciones militares; nos per­mitió atender a determinada zona sin ries­go de que en otras corriese peligro nues­tra permanencia, y nos abrió, al caboj el camino del Fondak de Ain-Yedida, nece­sario para la comunicación con Tánger y con 'el resto de la parte occidental del te­rritorio-

Que Raisuni no fuese absolutamente afdicto, es cosa que debe sospecharse, por­que nos servía mediante el arriendfv. de su prestigio y con miras quizás a fines más interesados aún ; pero tjtie su concurso era lítil y que fué impolítico eliminario, tampoco puede dudarse, y ahí está como prueba !a serie de contrariedades quR. por no saber seguir una política decididamen­te enérgica o francamente armónica, he­mos sufrido.

Ha experimentado Raisuni c} peso de la derrota, porque sucesi\aracnte tuvo que huir de los lugares e" <liJfí í>e encasti­llara para resistirnos. El honor de las ar­mas está a «alvo^j pero hay que reconocer

de notarios Han sido firmadas las reales órdwies nom­

brando notarios: ^ e Cartagena, a D. Emetcrio Martínez

Conde, que lo es de La Unión. De Barcelona, a D. Isidro Luí» Riera y

Gali, que lo es de Tarrasa. De Pontevedra, a D. Pedro Castifieiras

Teijciro, que lo es de Cuenca. De "Vlgo, a D. José Sánchez Platero, que

lo es de Chantada.^ De Chantada (por traslación d« D. Jesús

Veiga Neira), a D. José Mendoza y Orte­ga, que HÍo es de Ledesma.

De Cervrra (ivir, traslítciíün de D» Lui^ Du-r;in y Moner), a D. Anselmo Salamero Ra-digales, que lo es de Bellpuig.

en Madrid Dos robos en la calle de Torrijos

Ein el número 3 'de esta, calle, en >el piso primfcro, doirwoilio de doña Aáa Montejo, viuda de Pérez Muftoz, que se haUa actual­mente en Oirtag«ia, penetraron unos latiro-nes violontando la puerta de entrada y frac­turaron un cajón de una mesiita y una vítri-ea, Devindose objetos cuyo valor so desco­noce. ,

lEl tobo fué advertido por un Inqiiilino que viió abáeita la puerta de ]a escalera.

—'En el númieiro 18 de la misma calle, piso jfrincipál Izquierda, se verifioó otro robo en anáíogas circunstancias. ,,

l'nos ladrones, que sin duda «ran los mis-mo.s que realizaron j,i otra íiechoria, fracíüra-

¿Y LA CARIDAD?.

Niños abandonados Recibimos una carta, firmada por todos los

vecinos de ¡a calle de Lucio del Valle, nú­mero 3, <rn la que nos d¡c«n que en el piso bajo, dereclia, de dicha casa se encuentran cuatro criaturas abandonadas, habiendo que­dado una de ellas casi cieg^a a causa de la suciedad y abandono.

Hace cinco meses que se marcharon fuera el padre y ia madrasitra de los niños, quíidan-do al cuidado de éstos la madre de la ma­drastra, que na parece nunca" por la cíisa. Las infelices criaturas tienen que ir a casa de esa m'ujer por la comida y muchos d¡a« no les da ni pan, durmiendo en d suelo y sin lavarse jamás

* Trasladamos d caso al Sr. Garda IVloJi-

ñas, a las infinitas Asociaciones de caridad y a las autoridades, por si Ixay medio de evi­tar tanta verglienza y tan gran desdicha.

Desapaseco el estwiHniTEíífo tcHnando Mag. KesJs «RCLY» fosfofiilieíada.

De Ceuta, a O. Fernando Garda Pajares,! ron la piuerta y un armario de luna. que lo es de Baena. | '1 ambién fee iginora la cuantía de lo roba-

De Balaguer (por traslación de D. Manuel | do, ptir hallarse ausente el inquilino, D, ;i'o-Cordóu García), a D. Antonio Roselló Gó-1 más García Rubio. mez, que lo es de Inca.

De Aviles (por traslación de D. JosJ Bui­trón Santana), a D. Eugenio Pérez Canelo, f|ue lo es de Castropol (excedente).

De Dolores, a D. Juan Balaguer Enseñat, que lo es dfí Albaida.

De Azuaga (por excedencia de D. Gonzalo Losada), n D. Leonardo Manos Lozano, que lo fis de Hoyos.

De antigüedad en la carrera: de Carridn de los Condes, a D. Francisco González To­rres, que lo es de Zaratiz.

De Montblanch, a D. Pascual Ma« y Mas, que lo es de Sarrea (excedente).

De Lora del Río, a D. José Palmes y Si­mo, que lo es da Palamós.

De Vélez Rubio, a D. Jesús Gómez yei-ga, que lo es de Pucntedeume.

De Cañáis, a D. Luis de Soda y Sorita, que lo es de Fuente Encárroz.

De Alhama (Almeria), a D. Eduardo Bell-ver González, que lo es de Pozuelo del Rey.

De Torredembarra, a D. Pedro Martin Ca­rrera, que lo es de ,\lcanar.

De Ccbreros, a D. Antonio Xarrie y Je­rez, que lo es de Salas de los Infantes.

De Barreiros, a D. David García Vidal de la Uz, que lo es de Puente del Arzobispo.

De Seros, a D. Valentín Salas Modrano, que lo es de Esplugo de Franco!!.

De Cuntis, a D. Constantino Girón Mallo, que lo es de Regenjo.

De San Fclíu de Torrelló, a D. Rafael Sánchez Fort, que lo es de Lepe.

De Talara, a D. Eduardo Valenzuela Ca­bo, que lo es de Estepona.

De Bocairente, a D. Manuel Aracil Lodra, que lo es de Villafaniés.

De Morella (por traslación de D. César López Bravo), a D. Luis Pérez-Ordoyo y La-XXíña, que lo es de Elorrio.

De Arzúa, a D. Nicolás San Román Ro-dríf^ue/, que lo es de Cantalpino.

De Sorba.s, á D. José María Caballero e Ibiíñez, qtie lo es de Navarrés.

De Montalbán, a D. Pedro Manuel Casado Guio, que lo es de Villavicencio.

De Briones, a" D. Antonio Callejón Ama ro, que lo es de Santibáñez de Vidríales.

Al bandelwUero Freg le roban dinero y alhajas

A.! bander'lli:!-o de toros ATTredo Freg Cas­tro le &ustraje.rOn de upa cajita que guarda­ba en un aiTmario, en su domá'diio, San Bar­tolomé, "16, 365 pesos oro, un alfiler de oaro Y 'perlas, valorado err 350 pesetas, y 600 más en biillfctcs.

En el primer momento se sospeclió de una asistenta de la casa; f>ero no debe ser tulpa-ble, por cuaiuo el juez la ha puesto e i li­bertad.

—Por el 'g'unrda de una obra establecida en la oíilte de Alfoaiso XII, núm. 56, fué de­tenido 'dn la pas:ida noche un indivkluo lla­mado José Camero Yáñez, de A'eintiocho años, sin domicilio, el cual, saltando pt>r una ventana, íse apoderó de varías herramiiíentas, cuyo valor no pudo precisar. —_ /g/®/®/^. ' .

'ANTE UN CONFLICTO

PEDID EN TODAS LAS LIBRERÍAS

"Del flantre ol [rocoso» por

F. HERNÁNDEZ MI^ Precio, 4 pesetas

Los corresponsales y libreros debeií hacer sus encargos a la «Editorial Pueyo», Arenal, 6, y a la Adnninistrapión de este periódipo,

Sacramento, 5«

En igual Situación Un manífLésto obrero

El Sindicato del ramo de la Madera y ane­xos de Madrid ha dirigido a sus afiliados un manifiesto Kaciendo constar que e! momento actual es de prueba para la organización y se impone a todos un sacrificio, de! que ninguno puede sustraerse, porque, además, en la lu­cha es cuando se demuestra la consciencia de los obreros.

Y agregan: << Los que no han sido lanzados a la calle

pueden serlo mañana si no acudimos prmito en su ayuda; los carpinteros y mecánicos son hoy la vanguardia del Sindicato, por scr los que directamente sufreti la lucha; los demás somos los encargados de suministrarles los medios delensiyos.

Por lo tanto, todos los Sindicatos que es­tén trabajando han de aportar su concurso

1 1 1 , ^ • I •

DB SOGlEDADi i Natalicio ¡ La, bella señora del ilustre odontólogfoi don Braulio García de Uña (nacida Maria de los Dolores iBíülesteros) ha dado a luz oon toda íelicidad una robusta nina.

Deseamos a ¡os padres y abuelos toda da« se de venturas.

Diat de «días» El prt'«imo martes, día 15, lestlvidad do

la./\iíuncién de Nuestra Señora, cetobran sus «díaS)), entre otras, Jas sígu.jentes damas de la sociedad de Madrid: "~ -,

Duquesa viuda de Tama)mes y dé'CraJlsífjeo. Marquesas de Alimcemas, Roman^ ÍBo-

larque, Gamíbil, Casa/-Lóx>e2, Ensenada y .Vi-Uarreal de Álava.

Condesas de Goyeneohe. Bernar, Cabarrúf, viuda de Montefuerte, Rodezno y Villa¡niievd| de la Barca. ' * Señoras d© Barcenas, ÍIa.stel, Castillo Oliiva-rcs (D. Peiiro), GaUinal, Garralda, Igual, Mac-Crolion, Pastor (D. Gabriel), Saaivedra y Torregrosa, y señorita.5de Montellano, Ca­ballero, Canalejas, García Loygorri, Pidal' y Sanjuanena..

Petición de mano ~ Para nuestro particular amigo D'. Luis d« Sahizar ha sido pedida en Bilbao la mano da la bella y distinguida señorita Dolores Ba-roja.

La. boda se ceiebrará en la priñiera decena de Septiembre.^ Nuestra más cordial enhorac bucna, *

Noticias varías E5 próximo día 19 embarcarán, en Marse^

Ha, con rumbo al Brasil', la princesa MaHa Pia de Orlean.<í BragauK!, el príncipe Pedro Enrique y d conde <le Eu.

Las mencionadas aítas personalidades van con ruAbó a Rio Janeifo para asistir a, las fiestas del centenario de la Independeticia.

—El rey lia concedido el título de marqués de Masoou a faivor de D, Ramón Fabra y Putg, para si y sus sucesores.

—.Se ha exijcdido carta de sucesión en el

SAN SEBASTIAN mm wim DE CIBILU!

Organizadas por el "Jockey-Club" de San Sebastián, bajo el patronato de S. M. el Rey D. Alfonso Xlll. '

27 reuniones: del 9 üe Julio oí!." de Octulire :: \ m m pesetas de premios El domingo 10 de SeptiemDre, m i PEHIO BE S. H. EL REV D. ñLFOHSO m 550.000 pesetas : : El premio más importante conockLo hasto hoy

Page 3: POR LA PAZ DE YEBALA Abd-el'Krim 'los Lo que se trató >mi

wiüiMKWsew»—*M'.T3BWPM SSSSSS h-i%' ü r B ^ B T ^ Q •• ^=a«asa j

dtulo de mafíjiiés de' Vasto, con grsné^'za de España, . a favor de D. José Saiuiiií-s de Quedada, marc|u¿s de V'iikleras.,

De viaje El eix ministro marcjués de L>eima ha mar­

chado a Hendaya con sus hijos y m macire política,, ia señora de Sánchez de T<x».

^Los duques de Lcnim han saJido pcira Biarritz. <

—Nuestro querido amigo D. Ferimnuo jar -don, su hermano D. ]«sé Maria y D. M t o -r io Cánovas del Castillo, han salido d<- Ma­drid en automóvil cx>n d propósUo de h;u;er un recorrido por las provincias de Uahcia, Asturias y Santander.

—Se encuentran en San Sebasttidn los se-Oores de Rubianes, inanqueaes de Aranda.

—También han saiido de esta cfirte: para San Sebas-tián, doña Cxsrina Joveilar, viuda de Montes Sierra, y d oonde de Hiet'a; psira ¡Almadén, los señores de Benlluire (D. Juan ¡Antonio); para Biarritz, los condes de 'Jorre­a n ; para Valladolid, el ilustre pintor José Moreno 'Carbonero; para Pontevedra, los- se-Ikores de Fernández Híirr¿n, y para Vitoria, la señora viuda de Cfjunidi,

HRIJMMEL ^,.i„..i, '^M/^Mr — —

El rey en Deauville Parte, 12.- T'JI corresponsal particular de

• I , 'Echó de Paris» en Danville da los deta­lle* sig-uientes acerca del «niacht» de polo dis-Sutado ayer, y en el cual los «teams., se ha-

aban formados de la manera sig.uiente: Primero: duque de Toledo, lord Rekzava-

»«, coronel Lannowe v conde de la Maza. Sejíundo: Sr. D e ' Montbrissom, general

Fitz-Gerald, señoreas de Hilcbceck. El partido fué muy reñido y brillantísimo

el mego desarrollado por todos. El duque de Toledo (Alfonso X l l l ) . priva­

do de su equipo habitual y cuyos «poneys» habian sufrido las molestias del reciente via­je, no pudo hacer las mag-níficas jugadas en él habituales, y su «team» síSlo pudo apuntar­t e doü tantos, contra seis de! conirario. _

El jueg-o fué en todas las ix-asiones vivi-«imo, olreeiendo tin precioso espeítácuio.

El rey de I^.spaña cambió al poco rato de montura, siguiendo en un magr"lfico ejemplar de «poney» pío.

La aristoi:r.itica concurrencia «tgniiiS con wvo interés la pequeña batalla deportiva, en ta que participaba personalmente un monar-ta, tributándole cariñosos y repetidos aplau-

DE MARRUECOS

isario no viene Un proyedo de protectorado civü-ñevista de columnas.-Posiciones españolas cañoneadas. El bombardeo sobre Bení-üíriagueL-Destrozoa en las fortificaciones moias-El señor Sánchez Guerra irá en Septiembre a Marruecos.-Se suspenden las proyectadas operaciones

)rmes de Madrid Infoi ManiíesíAcíone» del presidente.-El «»• nernl Burgu¿í« t¡o vitne a Madriaj poru el ar . Sánchez (juerra a á a Ma­

rruecos El jefe dej Gobierno manifesté ayer que

a las cK*ho de la nu<,rhe anterior habla celts

| d acorAzado «Alfonso XITI», el vapcv «Dé>! Anooh» saKA p«if» 11 P«rroi A v » p w d« dalo.i y otros buques pura bombardear lalgmerra «FfciwAaíio», «[«• r ^ « « • • " »«<'«

• < • • ' J — -'-I -••- f- ! naival de&pué» d« ^haber pracíticadb «xctíantes üervicios de ahaij*ecimiieato del Peñón de Vé^

rio íJe-! costa desde la dof.*:nibocudura d ^ km hasta el Peñón de la (iomLira-

AJ llcj^'ar frente a AUiucemas rompieron el tue^fo cx>ntra los lugares doiid« lo» rebel­des tienen emplazados sus cañones, al pro­pio tiempo que nuesstras bateria» del Peñón

brado una coníe>renc¡a con el alto comisario^ ^^brían un vivo fuego contra ¡os aduares, en Marruecos, g<»e.ral Burífueta. A los pcx^os disparos viíVse caer dernim

Este anunció al jefe del Gobierno qu« ¡« ibada t n gran parte una alcazaba que existe; de África, dc«pué'» d« reaUt^r una visita de señora de la enviaba un proyecto de decreto, encamina- | cerca de 1« costa. También queüó destruido, inspección a esta» escuadrillas. _ n - j jjj.¡g ,^

liess y Aüiiuoornaa.

De Jetuán Varías noticias .

Tetuán, i s . - ~ H a «alido para MeHUa tí txm ronel Soriano, inspector d« las fuerzas aér«as

nneaf>ond!ent«, «prociaudo !a Ríacldn ci reúna* Ranciada d« «ut m¿rit<w, a profiueitta preci«a» mente de a ^ n o de los señores alcalds, pá« rroco, cura d« la Colonia, maestros, juez mu« nicipal o comandante d d puesto de la Guardi» civil de la expresada localidad.

Será libre la concurrencia (excepto ea d tema quinto, nesiftrvado pam k>s vecinos de la Colonia). Los trabajos que hayan de prasen-terse «s eruiabeaardn con un lema y con la expresión clara del tema en que compitonv, Habrán de dirig-irse a nombre del prasi<tent« de la Comisión, D. José M, Amaíi, a »u do-midió: Casa Inés, <ie la Colonia de San José. carretera de A r*vaca, Poauelo de Alaroón.^ Se presentarán sin firma y iicotnpafiados d» liTi sobre, cerrado y lacrado, en iri que cawpe» el lema y cnyo interior contenga el nombre y domicilio de'l autor. El plaao de admisión «I* Irvs trabajos termina a las doce de la nocb« A tí«l 15 de ¡ig^osto. Ef Jurado estará compue»* ^ to por personalidades imparcialet» y compe* tentéis., La» plicas cuyos lemas no hayan sido premiados serán destruidas y los trabajos co-rrespondientes serán devuelto* a sui autore», si lo solicitan.

La fiesta »e celebrará, cotno deeimo», A día 19, a laü di«í de la noche.

%%Mm' ——

FIESTAS EN PINTO Con motivo de la festividad de Nuestra

Asunción se celebrarán durante , , . „ . w...» ..,, 15 V 16 del corriente grande»

El personal le tributó una despedida can - , £^.5,1^0», consistentes en (unciones rel igiosas . . . - , ._ i ^^^- ^^^ escuadrillas de aviación realizan; cinematcigralo al aire libre, corrida de toros.

creto lo envia para que lo tóiudie el Con se- | ¿o varios disparos contra la ptsaa y loa bar-1 vuelos not^turjnog de variable duración desde: ^ ^ ]jj „y^ j g lidiarán cuatro de la g-anaderfa jo de ministros. eos; pero los proyectiles cayei-on ,(i k r g a j hace dos días. Ido D. Anastasio Escobar, que s«rá cnc^irgado

—Luego—añadió el Sr. SáncJiez Guerra— distancia. Llegó el comandante general de Ceuta, s e - | ^ ^ despacharlos d valiente novillero Sálva­me pidió pentilso para venir a Madrid, con | Después, el acorazado y lo^ dernis bu-1 ñor Vallejo, para pasar aquí unos días yj^ior García. Después habrá charlotuda.

do a la implantación del protectorado civil 1 un nuiro que los moros estaban construyen-j en aquella región que está pacificada. El de-j do cerca del Mqrro Nuevo- El enemigo hi-.'i

objeto de ( onfcrciiciar con d Gobierno; pe-1 ques sfe dirigieron al Peñón de la Gomera, cañoneando aquellos poblados.

El enemigu ba debido sufrir daflo» y bajas. El crucero «Cutuluüa» descubrió cerca de

está relacionada con la Conferencia que se; Alhucemas a un veic-o, provisto de motor, celebre en Londres sobre el problema de! que se acercaba caulelosamerite a la costa.

ro yo le dije que im h'acia falta, [jorquie me proponía ir en Septiembne a Marruecos.

Ijjnioro la fecha exasta en que iré, porque

IOS. ~%/^/^/^y~-

Carnet para hoy B.\NJ>A MUNICIPAL.—A las diea, con­

cierto en Rosales, ejecutando el sJsuiente proiírama:

Escenas alsacianas, recuerdos. I. La ma-fiana del domingo, allegfro moderatto. II . En el cabaret. I I I . Bajo los tilos, adagio sosíe-tjuto (solistas, Sres. Yu^te y Villa (Luis). IV. La tarde del domingo, allegro moderatto. Massenet; Rapsodia húnf^ara, número 2, Liszt ; Pasodoble de Los vühtntaríos. Jimé­nez; Canto de las hijas del A'fi/n (Iragmento de El ocaso de los dioses), Wagfner; Fanta­sía de La verbena de ¡a Paloma, Bretón.

PLAZA D E TOROS.—A las cinco, seis 'ñt Carreros para Torquito I I , Antonio Sán-cljez y Corren Mont<>s. ¡

PLAZA DE TE'fUAN.—A las cinco, seis, de Julián Arribas para Alcalarcño II , Manuel; Hur tado v Botfotá. |

V E R B E N A DE ¡SAN L O R E N Z O . — P o r I la tarde, cucañas en los misj!i<is sitios qaie el día I I , elevación de ¡jlobos pfrotfscos y con­ciertos por varias bandas de mi'isica, y por la noche, «kermesse» con varios concursos y rifas, adjudicándose maeníficos objetos de ar­te y de capricho, y a las once, mat^nífica co-lecc-ión de fuesros artificiales en la glorieta de la calle de Valencia.

—íg/©/®/®r-

Rolura de una cañería Frente a la casa número 9 de la calle de

ia Princesa se ha roto un^ de las caüerias •onductorus de as;ua de! Canal de Lozoya.

El agua, que sale a bfirlx>tones, ha siocava-doel paviimento, fomiando im hoyo que cons­tituye un pí:!if;r<:> pa.ra cuantas personas tran­sitan por aquel hno-ar.

Se ha dado aviso a las diversas dependen-fcias P^ra que desde ellas se dispusiera la re­paración inmediata de esta averia, que entor­pece la circulfl«;ión por una vLa tan frecuenta­da como la calle de la Princesa, sin que la petición haya sido atendida.

Confiamos en que no se demorará el' envío de obreros—.pertenezcan al Ayuntamiento o al Canal de Isabel II-—que hagan desaparecer ese riesgo para el tran.seunte. ~ . ^y®.'®/®.'- — —

UN GRAN INCENDIO

En los bosques da Argelia Bona (Argelia), 12.—Un incendio de gran

Importancia devora desde hace una semana los grandes bosques de la región situada en­tre Bona v lu frontera tunecina.

Cerca de 20.000 hectáreas han sido arra­sadas ya por el fuego, que continúa isu obra destructora.

—'®/®/©''®r-

FUERTE TEMPORAL Un tren con averías

Mérida, 12.—El t r e» correo de Badajoz ha áegado con media hora de retraso porque al salir de la estación de Talavcra se des­encadenó un fuerte huracán, acompañado de un formidable pwlrisco.

El huracán derribó gjrandes árboJe» sobre la vía, teniendo el tren que parar tres ve­ces para qu,e los empicados y viajeros reti­raran los troncos caidos sobre los rieles.

Algunos viajeros sufrieron contusiones por ti pedirco, y casi todos los cristales de los vagones están hechos añicos.

No se recuerda un Imracán tan fuerte en esta couaarca*

Táiig«r. Rumores infüridado»

Ayer tarde circularon insistentes rumores de fjue haljían desenibarcadcf en la playa de Sidi Dris dos niil hombres de Infantería de Marina, en tanto que por tierra ge iniciaba un avance de las columnas para distraer la atención de ios rciiciUes, y que éstos no impidierou el desembarco.

I^a noticia no se coníirmó oíicialmtnte, y los informes particulares que más adelante publicamos también parecen desmentida.

Además, las tropas de Infantería de Mari­na disponibles son únicamente las que forman el batallón expedicionario que se eaicuéntra en Larache, y estas fuerzas e&tdn preparán­dose para ser rc^vatriadas.

Millán Astray El jefe de los legionarios, teniente coronel

Mülán Astray, se despidió ayer dei jcle del Gobierno y saiió ar.o^he paia Marruecos.

Telegramas oficiales Los nombres &s las victimas de una

agresión A medio día facilitaron ayer m Guerra el

siguiente parte oficial: «Los nombres de las bajas ocurridas en la

agresión del día lo del aqíuaí a la posición I.5ekala de Beni-Ihis, son ios siíiuientes: sol­dados José Vera Gómez, Aliguel Parial Ex­pósito, Santiago Mendiarán Ornabarrera y Pablo Puig Puig, muertos, y heridos, sar­gento Maximino Hoyuelos y soldados Cor­tés Maxi, X'icentc Castell, Juan Vil Camas y Martín Alonso González. Todos del bata­llón de Cuenca..)

Revista de tropas.=.E1 enemigo hac« fuofjo de cañón contra imestras posi-ciones."La situación mejora en Beni.

Aros , El parte de Guerra facilitado anoche dice

asi: I «El alto comisario, djsdc Kandusi (Meli-

lla), participa ai ministro de la Guerra lo si­guiente:

He revistado en Drius cuatro brigadas ope­rativas, perfectamente organizadas, que ^ a n desfilado brillantemente. En este territorio de Meülla las posiciones de Anvar occidental y Kala fueron hostilizadas por enemigo po.-i fuego de fusil y por granadas de mano, ¿ien-do rechazado el enemigo sin novedad.

La posición de Llaneza fué también hosti­lizada con fuego de fusil y de cañón de mon­taña con unos 25 disparos, causando desper­fectos en el jiarapeto, que han sido reparados, resultando con pequeña contusión en la fren­te,, producida por rebote de piedra, el sol­dado del batallón de Guipúzcoa Amado Alum.

Ha producido gran efecto el bombardeo de Beni-Urriaf,'uel por los hidros de la escuadra, habiéndose cleslruido la casa del Chcf .Sid Sia-sin, agudizándose las discusiones entre los jefes, que acusan a Abd-el-Krim de haberles en j^ñado.

En territorio Céuta-Tetuán comunican de la oficina del Jemís de Bcni-Aros que vuelve a notarse la presencia de gentes y ganado que vuelven a sus viviendas.

Sin más novedad.»

De Melilla Revista y coníerencia de generales,-Regreso a Tefuán,--Se suspenden

las operaciones? Melilla, 12.—El general Burguete estuvo

en Drius revistando las fuerzas, que desfila­ron ante é!.

Los generales Burguete, Ca.stro Girona, Ardanaz y Jordana conferenciaron e.'vtensa-mente.

El general Burguete pernoctará en Kan-dussi, y mañana regresará Furgucíc , mar­chando seguidamente a TetUíla.

Causa extrañeza esta rápida marcha, así como la suspensión de! plan proyectado.

El general Bin-guete conferenció anoche exten/samente con el Gobierno.

La acción de los barcos y de los aviadores

Purai^e; ia inadi]U£[ada anterior zarparcm

Hizole señales, y como no se detuviera, le disparó un cañoi¡a.áO, lüUonces el velero se detuvo, y parece que sus tripulantes arroja­ron algunas cajas al agua.

Ei «Cataluña» destacó un bote con un ofi­cial, que se incautó del velero. Llevaba diei hombres, y, a! pareer, sólo carga de tabaco de contrnbniído.

El velero ha sido conducido a Ceuta, don^ de quedará detenida gu tripulación.

También los aeroplanos e hidroaviones afectos al buque depósito «Dédalo» han bom­bardeado el territorio de Aydir.

Se han .suprim¡ido las posicionei de la Ei»-ponja, de Eiaon' y ci blocao de AtSatea.

Los franceses y Abd>d-Malek Las tropas francesa.^ han ocupado en nues­

tra zona <los posiciones, sie.ndio éstas la de 7ocü El Sel>eí de M''l al:i'i. Esta pso.see la me-,or ij<.'ii:id;t del lerriíCirií). Ha í\áo ocupada ci)n ubjL-io lie r.corvahir a A.bd-el-,\':i!ek, (»ue cxjfíiiO cs sabido cs el oabccjiid rebelde de Lt zona íiíiuccoa;, - 4 ^ .

Má.s asctsnsos.^Dos legionarios deser-torí3S."La cantinera Juana Martínez,

heriáa Han sidb abiertos juicios contradictorios pa­

ra conceder el ascenso al capitán Sr. Ruiz .Atienza y a los lenieivíe-s Maestre Navarro y Brioiies Si'ívülano, todos pertenecientes al Cuerpo dé Ingenieros, para premiar los méri­tos que hicierort en Ti^za y Seb^.

Ei gesiernl Castro Girona üontinuaná por ahora tn Drius.

El jueves die la semana próxima llegará d gran yisir.

Cerca del zoco El .A.rbaa han sido detenidos los legionarios Victoriano Caballero y Julio Sánchez, que eran deserlores y se habían pre­sentado en Btni-Sidul.

Los indígenas han entregado a las autori­dades militares los fusiles de los dos 'legiona­rios.

En d! aboque ^ camiones ocurrido ayer en Nador resultó herida la conocida cantinera de Monte . \rruit , Juana Martínez.

v(,sitar las posiciones de la "nona, asi oomoj g,, ^j teatro, la compañía dramática qrve también las íuerí»* que las guarnecen y los dirige el inteligente actor Emilio Barrio pon-aervicios.

De Larache Sanjopja y Casfcell «» avióm.-Un I{BM|O>

ño Kiue-rto.-Otras not idas Larache, 13.—En aeroplano marcharon

a Tetuán el subsecretario de Instrucción, se­ñor Casiell, y el gieneraJ Sanjurjp,

Este regresó hoy a Larache. Embarcó para la Península él Jeíe dimisio­

nario d# la Policía de Lwache , D. Carlos • Bcrnal.

Se dice qu« el mando de l*t t ropas de Po­licía indígena de Larach» será connado al te­niente coronel de Es tado Mayor Sr. Valdés, que ya las mandó cuando fuesron o'ig'anizadas.

Un kabiteño df Sum^t» qu« quiso volver a la aona sometida fu4 pewieifuido por los re­beldes, que le mataron «n Tas proximidades tíe Beni-Górbeff,!

Vn aeroplano, procedente de Seivilla, tom^ tierra en ¡as proximidades de Larache con averias, aunque sin novedad on los trixmlan-les.

En la Comantfancia gen«ra!, la Comisi^in de Tefueí, pwsidida por el alcalde de la capital, entregó a los soldado» y clases hijos de la población citada numeróse» ddnativos.

A los destacados en 'cl campo se les envió la cantidad que en el repar to les correspon­dió.

k los trabajos de la carretera que tuniná La­rache y Tetuán por el zoco El Jemis de Beni

drá en escena el grandioso drama de (\\ñ-mera «Tierra baja».

Dado el entu.siasmo reinante, «valorado con la colaboraciíin eficaz de la numerosa colonia v e r a n i ^ a y de las autoridades, es d« eii.perar que loi» festejos tengan un éxito li­sonjero. «"• • . •• - . » — •^'WS/^ "' " - ' " *

EL TIEMPO La temjTeratura máxima fué de 34 grado».

en Sevilla, y la mínima, de 7 en Pontevedra. En Madrid, la máxima de ayer fuá de 29,8 grados a la gombra y de 39 a! soJ.

El tiempo probable para lioy será: Canta­bria y G»licia, tiempo inseguro; r<esto d« Es ­parta, tiempo nuboso y formación de tormen­tas locales.

Los robos en las estaciones Do3cubrhQÍento y deteacjóm á e un«

banda Sevilla, 13.-—Han-sido descubiertos por la

Guardia-Civil los autores del robo de hiciTo y oirás mcrcanclss cometido en cl mu'flíe de la estación de la línea de Madrid a Za­ragoza y a Alicante.

Esta mañana fué detenido un sujeto lla­mado José Barreras, que, según lia ma--nifestado, se hallaba de acuerdo con un sol­dado y un sarge.nto de Ferrocarril^rs, Da-

Arós, pasando por *1 collado de Afernun, sel""'ados Franciüsco Domingo y Jerónimo Juan les está imprimiendo gran actividad. ! R'eyes Can/aja!, que «iesenipeñan las funcio-

Trabajan con españoles muchos in-díg-enas ¡ "&s de factor y guarda del muelle, reapecti-'' ' ' •• • • ~ • • '-- í - - 'ndividuos sacaban ríe los recientemente sometidos de Beni-Aro&.

EN RUSLl

La lucha entre blancas y rojos Varsovia, I3.—La Prenaa dice que las in-

surrecciol^es entre los campesinos de la Ru­sia blanca durante cl mes de Julio han toma­do enorme in^iremetito, habiendo sido cap­turados numerosos funciotiarios del Gobierno de los Soviets.

El día 4 de<l actual se libré un violento combate entre los rebeldes y las tropas rojas en Minsk, pasándose ocho regimientos de éstas al campo enemigo.

En Vilna también se t rabó una pran bata­lla frente a Minsk, en la qu« la lucha llegó a ser encarnizada entre los rebeldes y las tropas rojas.

La inopinada llegada de ao.ooo rebeldes obligó a los gubenianientaka a evacuar la población.

, ' '^/W^;M ^ EN POZUELO

\Q se case usted anémica porque hará un hogar deagraciado; su» hijo» serán en­fermizos y no podrá usted cum­plir sus deberes matrimoniales.

Renueve usted su'sangre, forta-lejica su cuerpo y recobre su belle­za tomando el excelente Jarabe de

V\

F0SFITOS SMLIIII

m i s de 30 años de ¿silo t r í -clenr«. Único aprobado por la Rea! Academia de Medicina.

A \ / T ^ r ^ Raehac» lotío frssco QUQ no f\\ lO\J | | j„ , ,„ ij etlaueU «Darlar

Hl^OSfCSrilOS SAIUO «n reía.

Juegos florales Organizados por la Comisión de festejos de

"la Colonia de l'ozuelo de Alarcón, y en su tea t ro .Corra l de la Pacheca, se celebrarán linos Juegos florales el próximo sábado 19 de Agosto.

Al efeóto se convoca a certamen literario conforme a las bases siguientes:

Tema primero, poesía lírica, con libertad de asunto, metro y rima.—Premio, la flor na­tural y diplom.a de honor.

Tema segundo, un cuen*o en prosa, con libertad de asunto.—^Premio, diploma de ho­nor.

Tema tercero, poesía festiva.—Premio, di­ploma de honor.

Tema cuarto, crónica per!otfl*tica <*e asun­to actual.—Premio, diploma de honor.

Tema quinto (reservado a vecinoi de la Colonia), proyecto de ordenanzas para un régimen camelo-municipal de la Colonia.— Premjo, diploma de honor.

Pretnios a la virtud, al t rabajo y a t e prollficencia

En ol mismo acto, y de mano» de la reina de la fiesta, recibirán recompensas en metálico (donadas por distinguidas personalidades, cii-yos nombres y debido elogio se harán públi­cos en esta fiesta) la mujer más virtuosa, d obrero más trabajador y e! matrimonio más prolifico, pobrps y vecinos de la» Colonias o casco urbano de Pozuelo de A i a r c ^ . Entos presmios s e r i a adiudicad<» Dor ai l u r ado co-

vamente. Estos I muelles ei hierro y lo expedían a dife'i'ént*'* estaciones, donde personas que se hallabajv en con^bin ación con ellos lo retiraban y ven­dían.

El sargento y el soldado de Ferrocarri les no han sido detenidos por oreer ¡a Guardia civil que no pertenecen a su jurisdicción.

•©/®/?5/®,— . —

La República alemana Berlín, i j .—Hl presidentr del Imperio, se­

ñor Ebert, y e! canciller Wir th han prowin-ciado div 'ursos en la solemne sesión con la que han sido clausuradas las fiestas del cen­tenario de la Constitución.

El presidente Ebert exhortó a la juventurf republicana a defender y continuar ia obrA corm^nzada en Weimar , que logró sacan » Alemania de una de sus situaciones, niás di­fíciles.

El canciller Wir th declaró en su discurso que la Alemania republicana hace en estos momentos un Jlamamienfo a la re5.onciliaci<¡>n de los pueblo?, del mundo entero, con el fin de trabajan unidos en íavor de la r tconst i tu-cióa de Europa.

El presidente de los Estados Unido», sefiof Harding, ha dirigido un telegrama al presi­dente del Imperio, Sr. Ebert, expresándol* su ferviente deseo de que la República ale­mana continúe siempre su camino hacia el pacifismo.

Ebert ba contestado a Harding ron o t r » despacho dándole las gracias y Jiaciendo vcv tos por la prosperidad <k !a nación norte­americana.^

.Añade que la domunidaé de principio» « ideales de los dos Estados dará por reaulta--do la con.sccución de un hermoso gorvenit para los Estados Ünicíos y Alemania.

la aviación sin motores p e r m o n t Fcrrand, la.—-En la» pn}fí»9»

«ifectuada* ayar en d Congreso experimentií ' de aviación sin motoi-, &\ d m ^ í t e de Cotn-begra^se, se hau obtejiid/O ios rei»ultad<)* ai» ' guiíentes:

Cbarlon efectiuó u» vmxúo ea s e ^ n t a y sietQ s ^ u n d b s .

Alien «fectud t res vu«los de oíAenita y cwi-t ro segiundos, un minulo cuaiieota y siete «e» grujidos y un nuiwto treinta y cvat to lííguti-dos.

Bossoutrot efectuó cuat ro vueíos de setenta y un swsgundos, un minuto cimcsuenta y seis se­gundos, un mimuto cincuenta y siete i»^un» dos y un miniuUJ tneinta y un nesgunácn.

El piloto Aüen r a n c i é su apa^Mo al ÍSMBI" t a r .»u (^uatte vudí», iae»átmá(t ú jKvjadnc kf

Page 4: POR LA PAZ DE YEBALA Abd-el'Krim 'los Lo que se trató >mi

• • ' ^A tJBERTAD »

DE BARCELONA La famosa dimisión de Martí­

nez Anido Ya ao se ri el sefior goberaidoi'

BeroeJloi»., t s . — P o r ñn se ha soíiucioaaido W cuesúdn pílaii^eada pur el Sr. Martínez, Aludo.

"A p o s » <íe su imevocahle decs ión, ia <le-^ s ú i a ha sido revocada. Si GO recordamos jraal, ctiMRios que ésta ya no es k primera ves que «sío ocujre. Eí Sr. Martínez Anido htL preBentatlo su «Kimiisiik) en varias ocasiones y ctD otnas tantas ba tta. retirado.

Es ta vez un n^asaije dirigido por las SodO' Hade» eooriómicas de Banodooia ha &ido »ufi-jcáeote pa ra ^ e ei gobernador se haj-a emocio-n a d o hagía e4 esttramo de netirar su cfimisión. WQ famoae ¿imisiór», sobre ía cuaá dijo que si «I rey miamo se !o rogase qo la retiraría, aiun-que pertK«ra sni carrera müitar.

N o ha skki preciso Uegíur hasta k ro^attva «le Ia« a l tu ras ; iia sido bastante que un gru­l lo <ia sefkxres le dirija un mensaje para que

p a r t í a en la corte más de 125.000 car tas , • » contar las entregas de Prensa.

Las anaacia4as reales órdenes Se cree que tan pronto la sala de batalla

quede a oero, es decir, cuando se haya des­pachado toda la correspondencia atrasada (e! perbouaj espera que sea ei lunes próximo), aparecerán en !a «Gaceta» los reales decretos referentes al Cuerpo de Correos.

Eü lunes visitará el presidente el Palacio de Comnicacioaes.

Los. derechos de almioeoaje

• i *

-1

^umdQMadríd

Calle de tspronceda De la calic dfc Poriüaiio a la de Zurbano.

Barrio del i 1 ¡¡xkironio, distrito dt; Chainíjcxi,

tá todavia gja ofiMHUzar y cu* corttU^Hactones son escasa/s, habienidu por cierto cfitre ellas ia. alg-azara de un baiíe popuáar domingnjero, que campairte su bullicio 000 (S! iíWíisyJiato díi «ranratapJán», qite congrega criadas y solda­dos, en sustibiicitio del que habia en la pr^^de-ra del Corregidor hasta que fiueron alajnbra^ dos sus fajxiintilos.

Leopojdo de Giegorio, maj-qués de Esquiía/-cJie, lué famoso entre los ministros de C-ar-líks I I I , ptiec!sam«nte por su impopularidad^ Una de las páginas más oél¡ebreis dte la historia dfe Madrid es d motín contra Esq;uilaxdie, con

tá Sr . Martínez A^iido no 6e acuerde ya de | erales át^á^ e! domingo 6 del corriente IR» terribles y enérgicas determmacKwies. ¡ j ^ ^ ^ ^ ^ ^j ¿ ¡^ ^ ,^ ^^^^ ¿^ publicación de

RscaodaloSfl atraco í «sta real orden en la «Gaceta de Müdrid», Üata, mafiana, al pasar por la cafle de Mé- ¡ ambos inclusive.»

(pa»,'ai d cpuoe oon la caite de la» Cortes, d | ^ . ^ ^ ^ MBtable D. José Graupera ^ d peón Pcd¡ro! m ^ . Juu» Cana!, ambos pertenecientes a !a fábri-t tff C^Qttl&T'PrLCiCl

parroquia de ¿anta ieresa y banta IbiibtsL, La «Gaceta») publicó ayer hi signiente real j Se ha oomenzado muy recitiiicaiente a cdi- I ¡iiotiao de La piohibición de iisar las c:;pas

ordea de Fomento : ^ ficar en e&ia via, cuya denominación recuer- 1 larg- i-s y los sombreros gaelios. I.,a vivienda « I ^ anormalidad producida por la pertur- da id preclaro poí"ta'job¿ de E&pronoeda, lan j del ministro, que habila,ba en la Casa de las

bación en los bervidos de Correos, ya feliz- señalado en ia lilexatura romántica española. Siete Chimeneas, fué aisaltada, y se Jibró mente terminada, constituye sin duda alguna ^^^^ ^ Aílmendialejo de los üar ros d 35 caso de fuerza mayor, que debe tenerse de- de Mai-io de 1808. Su nacimiento en ese lu-bidamente en cue-ala en relación oon tos de - i^a^ extremeño íué accideniai, porque el pa-rechos de almacenaje de mercancías y para- , ^i^e de! poeta eia mil tor , v en compañía de

SU esposa había abandonado pcxx> antes Ma­drid. En Madrid crióse Espronceda; aquí vi­vió de niño en la calle del Lobo, aquí asistió al colegio de San Mateo, que dirigía ü . Al­berto IJsta , y aquí acometió con oíros de su edad, siendo adolescente, ía pintoresca

iización de njaterial en los ferrocarriles. Por ello, S. M, el rey (q. D. g.) se ha scr^

vido di&fxmer no se considere devengado por las Empresas de ferrocarriles recargo a'.guno sobre los derechos de almacenaje y paraliza-

i ción de materiai establecidos en las tarifas

•iquél del furor deJ públioo }x>r hallarse en eJ PaJacio rea! durante los disturbios. Su mujt-r y Sius lujas hubieron de guarecej-se a tiempo en e! Colegio de las Niñas de Leganés, que estaba en la calle de la Reina

LA POLÍTICA El gobernadot de Ba celona retiía su di­

misión Contra sti costumbre, ayer por la maAaaa

acudió e! jefe del Gotjierno a ea despacho d« la Presidencia, donde habló brevemente con los periodistas, diciéndolet: ,

—Me es muy grato comunicarles qtie e) gobernador de Barcelona ha retirado su di­misión en una c»nferencia que celebré ccw» el Sr. Martínez Anido, después de haberie enviado el siguiente le legrama:

«Presidente Consejo a gobernador Baroelo» na.—Sin perjuicio habré de llamarle por te­léfono hoy mismo, a mi llegad-a al ministerio Guerra, quiero decirle telegráficamente qije celebro muy de veras las manifestaciones de simpatía y adhesión de que viene siendo ob­jeto por parte de las fuerzas más importan. tes de esa hermosa población. Creo que ellas No es precisamemíe eJ ntiLs limpio período! le probarán que los acuerdos de que hubo de

del reinado die C^ÍTJOS III aquel en que ejer-1 quejarse no representan eJ sentir del pueblo oiía su poderío Leopoldo de Gregorio. Su es­posa vendía los emipleos; MJ hijo inaiyor pasó de teniente coroneS a maj-tscal de campo; eá

aventura de ^Los Nuniantinos», que dio con segundo era niño de corta edad cu*ndo le él por todo castigo en los franciscanos del aigraciaron con una canonjía, y d menor dor-Gu.ídalajara. i nría todavía en la cuna aJ ser nombrado ad-

\pi Uníési Vidriera Españoáa, que llevaban if.500 pesetas en billetes y un saquito conU>- ¡ «desdo a. 500 en metááioo, fueron «irprendá- ¡ ( k a por chioo Ináviduos qme, rev63'v<er en ma. í Ito, se a|X)tíenairoQ de tí'icáias caotidadies, fau-|

de Londres Rennfón do técnicM

f.'ondres, 12.—Los técmscos aliados se han Persegaidkjs por tos roí»*!!», k » fugitivos i ¡"eunido de nuevo esta mañana en la Tesoire-

WbajtMÍonaton d saco, ¡levándose las 4,500 ría para proseguir la discusión de las oues-tioees téciúcas planteadas por los prtmea-os

«artículos de las contraprofwdcrlones inglesas,

Su est/mcia en Lisboa, donde en el oastiUo de San Jorge conoció a Teres-a, hija del 00-roneJ Manolia; su permanencia en Londres, su aparición en Pai ís tomando parte en ia revolución de Julio, que lanzó para siempre del trono francés a los Borbones, templan su espíritu juvenil, y en 1833 le encontra­mos nuevamente en Madrid i'isticndo el uni^ forme «de la Guardia real. í A embargo, sus-versos a la muerte de D. Joaquín de Pablo demuestran la noble independencia de su pen­samiento.

Vivió con Teresa en la calle de San Mi-

miíii'slrador de !a Aduana de Cádiz. Un pasquín apareció en Las esquinas de la

corte ailudiendo oon esta décima al diesenarueJi-to ministro, cuya memoria no sabemos por qué aparece honrada en una calle dé Madrid:

Yo, el gran Leopoldo Primero, , marqués de E&quiJache augusto , rijo la España a ma g-usto y mando en Carlos 'lerocj-a. H a g o en los dos lo que quier0, nada consulto ni informo, al que es bueno le reformo, y a los {Tueblos aniquilo, y el buen Carlos, mi pupilo, dice a t odo : 1 Me conformo ¡

baiceioaés, que bien daramente demuestra la confianza en su digna autoridad civil. Co­mo el Gobierno se la ha reiterado cnnstan-temente, y yo por mi parte se la renuevo d« un modo expreso y absoluto, creo que falta toda base paí-a que vuecencia mantenga su decisión de abandonar el puesto que ocupa, y espero que la noción exacta de sus deberes todos, que acreditó durante su vida militar y civil, le hará retirar la renuncia y man te ­nerse en el cargo, con la plenitud de au to , ridad que necesita su desempeño. Le saluda cariñosamente^!»

—En la conferencia que después celebré— añadió el jefe del Gobierno—, el Sr. Martí­nez Anido se puso a mis órdenes y retiró la dimisión.

El Sr. Bergamln a Santander En e! correo marchó ayer taixle a Santan­

der el ministro de Hacienda-Acudiiron a la e'^tHción nara de»oe<Hr al

Sr Bergamln el presidiante del Cotvsejo, los(

pesetas en biselas.

O ^ éltiino a tentado.~Nota oficiosa ¡^ . particular por la*oués.tión de ks"p ren - | g : "®l . " ' i '» , «i donde tenía la madre deil vate fia la Jefatura de Policía s« ha facilitado j das» qaio rej^esentan las múnas fiscales en "^ establecimiento de coches, mezcla indus-

iina nota oficiosa aoercsa del atentado último,. v\^esíf alia y los bosques d d Estado de la i f i a ! que desentona un tanto de !a lírica pura, ^ | - - . . - - o r - - j - . — en Ja q.ue ee dice qaie el muerto,_ José Sala-1 f-eg-ión d d fóuhr. Con respecto a estas ga- y aW nació Blanca, la hija de Espronceda y Ccf /Zs £¿6 BslaniSlaO r l ^ f í / e / O S ! "^"^¡stros de la Gobennactón y del Trabajo, \iZ3j fué agredádo por un solo individuo; que taa t ías , se prevé por an,a parte la posibila-1 de la mujer a quien tanto amó, a la que ha^ ' " ' ''" ' '" ""'-"—"" -' —' ^ •- -*-ura operario de la Fundicióa Girona; qiue • • - • • • • , , , , - . _ t. , • , iué reconocido por Jeróriátno Mora, co ouyo tíosnicilio vivía d agredido en oonoepto de realquilado, y, según dedaración de Mona, ti V d muer to pertenecían a;! Séodicato único.

iie añade en !a. nota <^ue un t ranseúnte ^ . ,_ de Derecho está resud ta y que no (fuedan Uanwdo J-uan AJhsIadejo fué rtirado en la j p j ^ discutir más que las modalidades prácti-tÜ^aa de socorro de una herida en la pierna ¡cas de la utüiaadón de las «prendas». Los denediB, psxyduciua por una de las balas dis- j es jjeritos franoeses, belgas e italianos es­t a f a d a s por ed agresor . j t.-ln de aciierdio ya sobre la imposicJón de un

tXesptiés se dio ana aauplaclón de c^^ irágimesa en las "minas y bosques* que aseg<u

. , , , . „ I el marqués de Valdavia, el subsecretario da dad de una prestadón ei, material parajbía de vituperar y llorar luego, asido a í^ í B a í i o d H a M o S a d i ^ t o " de Palacio " f ' f ' ' ^ ; , ^'•- R"«"<>:.el Interventores gene-loa r epa radones ; por otra parte, e!>tá en u - reja de uña casa de ía calle de Santa Isabel, „ ' !_ j . c-.._ A_4„! , :_ ^^ 1, u«„„;^„ ' i ral» Sr. luana; los directores de Contribu-biada una discusi'Jm jurídica, pero de carác-j donde la veía muerta. ttí' polítioo.

A última hora ce a i iunda qtie ta cuestión

parroquia de San_ Antonio de '^ ¿ f n d a ^ „,'• cior«« y de la Deuda, d director general do Es una calle pina y breve, h a b l a d a «^ su ^^¿^^ J^^,; ^^ Millán de P r i . ^ y mu-

mayor parte por emipJeados y opéranos del ^^^^ ^ p a r t i c u C ^ Je] se-

tiota. y csi ella -" e di--e qye nn t ranseúnte que vio a.) ags^sor tíedaró que era un hombre toito, de unos veinticuatro años, con bigote lrccoí"i.ado, que viste traje a rayas obscuro, oon traMBa en la americana, y gorra , d eaaí , l iaa vez lí^dios ios disparos, se niar-chió en dirección a la plai-a de Saa Agustín Vie jo ; pero al IJegar a eíJíe punto e! tran^ nennte t ras del agresor, un grupo de seis V ocho individuos le cor té el paso en actitud Xii*e¡nas"adora, por io que desistió de sf^uiaic.

L B disensión sobre el últiino atentado prodnce una agresión

Esta mafíana, a las ocho, antes de entrar

en a los aliados la rccepdón de las canti­dades de carbón y msadera fijadas por ía Co­misión de RepEraciones, y que hasta ahora s ierra ( e lo hají sido en défidt, pues AJema-nia nunca ha cumplido.

A propuesta de Lloyd George, hasta el !u

En 1842, Espronceda tenia relaciones para casarse on una señorita, doña Bernarda d^ {ZrocarrÍÍ'dá^Nwtl.' Lleva' 'ef Viomfere dc ¡„ „ , Beruete,_ y '^-a diputado esparterista; es de- j ^ Estanislao de Figiueras, primer pi^sJ-I ""^L.'^^^^^T"^' c;r, ministe; .a!, representando a -Almería. Un ^ ' """ día áfi mes de Mayo fuó a Aranjuez para visitar a su novia, que, como las elegantes de su tiem{x>, pasaba ailí la jornada de prí-niiavcra, y a la mitad d d día, con un sol abra­sador y trayendo el polvo de la carretera, \iüo a Madrid a cabaüo para llegar con tiem­po de tomar parte en una votación de! Con­greso, que se reunía en d salón á^ futuro teatro de Oriente, hoy Real, entonces toda­vía en el largo período de su construcdón.-

dente de ia República española. Nació F i - - . ^l' Pq^'^^"^f f} Consejo permaneció en güeras en Barcelona el 13 de Novienibre át'„J^!^'-''^!^t í T / ^ ? ' ^ J ^ Ti Í 8 . 9 , y de^de muy joven figuró en d P ^ * - ' j " ^ ^ " exactamente la hora de s^ ida del do progresista, Ein 1840, cuando d llamarse 1 TI* • _,. . . , ^ . . • republicano parecía d término de lo avanza-i l »", '^J'^^,<!"«, hablando con los penodís-do en política, apareció entre los primeros \^^' ^\^';- Sánchez Guerra referia como nota que se atrevieron a destacaise con aquella humorística^ una propuesta que le había he-significación. • ^ *> el ministro de Hacienda. _

Diputado por Barcelona en 1851, y miiem- — ¿ y u e sea enhorabuena!—<H]o anteayer él bro de la jiinta revolucionaria de Tarragona ' Sr. Bergamín a! presidente del Consejo cuan , en i8s4, fué uno de los veintidós que en esta " ^ conoció la solución de la huelgí posta!-

«es no se reunirá el Consejo de ministros j IM cabalgada le fué íata!. U e g ó a \» corte ocasión votaron contra la Mociarquía. Su- I eso se llama suerte! Yo, por si es rsQha, no. y no tardó en morir, a las nueve frió persec-uoión de Narváez a consecuenda ^'^V a aprovechada y le voy g dar die* duri-aliados. Poincaré ha aceptado a reserva de I enfermo

que la Comisión de Reparadones no adopte ningTina decisión respecto a la moratoria pe­dida por Alemania.

El primer ministro knglés drfje salb* de Lon-dies esta tarde para pasar eJ domingo en d campo.

Los tres primeros ministros ifiglés, francés »'! trabajo tos 1.500 obreros de la fundición Los tres primeros i Gi-ona, empezaron a deliberar acerca de si j y b d g a se reun'inán d í-unes por !a mañana pa, i'ritraban o no a3 trabajo, como proíesta con- ra discutir las oond'usiónes de los peritos fi-t ra d atentado de ayer, d d que fué víctima fiancieirois. on compafiero. Inmediatamerte <Sos.}K¡és se celebrará la se-

La tíiscysióo se a^rió por existir tendea- sión ptenaria de La Conferenda. tías opuestas y se dispararon algunos tiros.

Resultaron heridos Enrique Bragado An-g ó , de veintisiete años, con cuatro heridas en el hombro derecho, y Fulgencio Zapata ^ y a l a , de veinticuatro, cou un balazo en un %ausio.

Asistidos de primera intención en la mss-taa casa Gzrona, fueron trasladados a so domícilip.

Poco después qwsdó restablecido d o r d e n ; peiO los careros se negaron a trabajar.

DESPUÉS DE LA HUELGA

Sigue el desacuerdo entre Fraocia e Inglaterra

Los peritos, .reunidos esta tardte, han tfiscu-tido kis puntos dte vista británico y francés respecto al oontroí de las minas y bosques ale­manes de dominio público.

Mientras los ing-leses quieam qwe ese oon-tro! no se ejerza sino después de comprobada la falta de AJcmania a sus oompixjmisos, los franceses piden que sean puestos bmodiata-meuiíe a disposición de los aliados los in^i^e-sos prodixcidos por dichas minas y bosques, toda vez que Aleínania no ha entregado ja­más las' cantidajdes de madera y carbón que se le ha<>fan fijado.

Tenninó la reunión de los peritc» sJn lle­garse a aouerdo alg;^ino.

A raíz de terminar dicha reninión. los sefio-res Theunys y Jaspar conferenciaron con d presidente francés, Poincaré, y d ministro francés de Hacienda, Lasteiyrie.

En los dfsliwíos centros de la Conlercncia la impresión es francamente posimista.

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PARA ÉL SR. MILLAN DE PRIEGO

de la mañana úei 33 de a q u d nies de a q u d de los sucesos de i86ó, y <ai 1868 perteneció tos para que me los ponga a un pleno en año. La cata donde murió era d 19 de la a la Junta Central revolucionaria, fué aJcal-. San Sebastián. calle de la Greda (íioy M> Los Madrazo), v : de popular úel distrito df) Congreso y trajo . A l r í^re*ar, fueron jubitos a U PresJdec-en su fachada colocóse por un grupo de .id- ! a las Cortes Con&tituyenles la representación cía los Sres. Sánchez Guerra y Piniés, cef». miradores del poeta, y con motivo de sai ccu- ;de Tortosa. : brando una extensa conferenda, en la que teniario, una láoida coTm^j-norativa. Un pudl-j Al recibir d Congreso, !a noche d d 11 de trataron de las mejoras solicitadas y que so bundo procer que vivía enfrente enrojeció de febre ro de 1873, la renunda de D. Amadeo concederán a los de Correo*. pudor al ver que el escultor había puesto en de Sábe la a¡l trono de España, fué de^.ido d breve monumento ua desnudo de mujer. ^ Presidente d d Poder ejecutivo de la nacien-Y no fué lo peor que Tartufo, rom<? ante *<= República, después de haberse negado todo sentido de arte, lanzara sus lamentos Marios a asumir d supremo S^h^^rno deja requerido todaví». aflautados, sino que hubo quien le hizo caso, ^-^lón Fig^er^s - > ^ ^ ^ ^ ^ ^ " ^ n í ^ ' ^liadió que no t e m ? nuevas n o t i t í L s o b « V la lápida desapareció para uo ser - t i - , - ^ - - ^ - T ^ c r i t ^ ' a l ü ^ m a ^ L " . Te> ^-^^^ ^^^ A l i ca^ te^ . ^ , ' ^'^'^^- ' í m n d ó d Poder d día 8 de Junio, comenzan-1, Refiriéndose al expediente instniido sobre , . , . , „ c K . • ' - .• do con esta crisis presklendal a quebrantar '^ Peución de ias C o n ^ a & a s de d e c t n a d a d la Iglesia de San Sebastian, y su entierro ,^ . ^ ^ ^ republicana ' f '*'' aumentar d coste del suministro áe\

Murió en Madrid d 11 de Noviembre de: '*" '*^- f ' ¡ ^ que. había llegado a su ministerio

El ministro del Trabajo* Eí Sr. Calderón manifestó ayer que no fe^

bia intervenido en el locaut de la Madera

poner ctmca su criterio a L s mayorías, re-

Espronceda estuvo de cuerpo presente en m iglesia de San Sebastián, y su entierro . , hi'ca fué tal, que s ^ r a m e n t e desde d de Lope Murió" JT^Madr i . ^ . . , ' • ^- . - . . . " - -de Vega no había habido otro parecido. Rf- i^gg^ ¿^^ ^^jar bienes de fortuna, honra que y q"^ lo estudiará con gran cuidado, para cibió sepultura en un nicho bajo d d patio ¡^^^j alcanza a cuantos llegaron a l o s resolverio favorablemente a los intereses d d primero del cementerio de San Nicolás, ya ^ ¿^^^ pueitos en la Repúbüica española, vecindario madrileño. desaparecido, y durante muchos años no fal- El ministro itiarchó anoche a Palenda, docu

Pasadizo del tsíe

Los funcionarios de Correos

NtormaUzasdo el si^rido Cocütíiíó durante d día de ayer ía actitvi-

dad d t los oficiales de Correos para reguJa-tisBU los servicios.

Ayer misimo empezaron a hacerse algunos i t ^ l« sos en la Caja de Alíorros p w k»s mis-OÍ03 que ¡rí? apreairaron a retirar sus cartillas.

E o d CxÍTü postal, donde también se ha flotado el retí aitnifflito dsñ («ibtíco, ha prir»-eipiado igtiaimenle el debido movimiento.

l4i perturbación originada por la huelga en esAe Sei-vIcio se calcula en uno* 100.000 gi­ro», para la plaza de Madrid solamente, va-lot^ldos en unos 10 millones de pesetas. La tea^wía están para íiegar a Madrid, y ya se tieóm dispuestos los medios para cursarlos í a tne^a tamente .

filtre anteafer y ayer se entregraron «n 3Ulaéríd unos S.ooo gírog, cuyas cantidades {iKtt^s de 7t]o.ooo pesetas.

Bo U sección de valores declarados han ^quedado restablecidos los ' servicias, cureán-do»e 3.373 efectos detenidos durante la hud -ffa. £ a sección de certificados quedará hoy taaitiiéa riormalizada, y !a acumulación de ^<«tt>s pasaba de 33.000. Ayer se repartieron fiié» «Js 50.000 y hoy se repartirán los res­t a r e s .

Alsora, en ía sección eentral de corresport-dcncia, donde se acumularon en fwTnidable «aotídííd las sacas y los paquetes, es donde t o a r í a dttra d rctrmt*, no obstante d rudo trii1S»io qne ftjs íuocionarios se,han impuesto, t rabajando cinco horas extracw-dinarias.

Alateayer se dcspaciiaron unas 1.500 sacas y ayer priaaroi! de 2.000, couíiándbse eu que para d wat tes estará todo normalizado.

En cuanto a k » carteros, no es menor d «ntüiáasino por d «establecámieíiío de ios s « t - | d o s a intención de que d vecindario se crea Mkxcmt 1 e s t r e mmcsm y a i i« ' iS faabsás i<0> «a d meácir ^ más aesfuro de los mundos,

;paret;ioo, y tó cu aquella tumba una cora«ia dedicada por «Bernarda):. La novia fiel no consintió jamás en casarse, vistió sienipne de n e ^ o , y el sepulturero de a q u d patio la llamaba «la enlutada de lad fioresi», porque mientras vivió acudió a ponerlas ante la huesa d d " Í-' J^'^^"^

De la calle de Tarragona a la del Ferroca­rril. Barrio de Santa María' de la Cabeza, distrito d d Hospital, parroquia d d Corasón

amado. En 1902 los testos de Eapronceda fueron

solemnemente trasladados, con ¡os de Larra y Rosales, al cementerio de San Justo.

Influido por Hugo, pues que «Canujrís»» precedió a «La canción d d pirata», y por Byron, cuyo espíritu está presente en «,\ Ta­rifa en una orgía», d romanticismo ¡legaba a é! cayendo sobre una sóiiida oidtura clásica,

Su nombre, quff no es explicable por la si­tuación de esta via en el plano de la capital, prlíviene de designación ¡Particular, no san­cionada por acuerdo municipal.

P E D R O DE R E P I D E

- - —-'@/^/ey@/ — —

Fumaremos tabaco de Canarias Las Palmas, 12.—A consecuencia d d con-

imbuída por Lista, y a la que responden los ^ t ra to celebrado entre la Compañía Arrenda-

Vn pom de humanidad El pasado lunes, doña Maria Diez, domid-

ilada en la calle de Pamplona, número 7, y cuyo marido está herido a consecuerí<:ia de un accidente del trabajo, denundó en la Di­rección de Seguridad la desaparidón ds su hijo Juah Duran Diez, niudiacho de quince aiios de edad.

La Policía manifestó a la pobre madre que realizaría cuantas gestiones fuesen menester, avisándole si algo se sabía del Joven desapa­recido y eiicarersindole que se personase eñ la niendonada otfcina oara adquirir noticias.

El \-ien)es, a medio día. acudió la descon­solada mujer, sufriendo la dolorr*sa sorpresa

balbuceos épicos del «Pdayo». «El mendigo» y «El reo de muerte», coimi{>osición esta últi­ma inspirada por la estancia de Luis Cande­las en capilla, son muy propi:imente suyas dentro ú<A perfecto tipo de lu poesía íx>rnáati-ca. Su poema «EJ diablo mundo», cuyo co­mienzo recuerda a «Fausto», quedó sin con- cigarrillos. du i r , y es doloroso que no se haya podido admirar hasta dónde hubiese llegado d autor en esa vasta y fuerte concepción. En & indu-yÓd «Canto a Teresa», la más personal y, por ío tanto, la ni¿s bella y conmovedora de sus poesías, como lo es toda aqueila que un dolor verdadero arranca al a¡lnia de un poeta.

Espronceda fué novdista oon so «Sancho Síddafta o EÜ castellano de Cuéilar», la nove­la medioeval a la manern de Walter Scoít, co­mo «El doncel de D. 'Enrique d Doliente»,

de que un empleado, poco compasivo y huma- ^e Larra, y «El señor de Bernbibre», de Enri. niíario, lejos de atenderle, le echase con ere seros modales y hasta lii amenazase con P' calaboüío si persistía en hablar del asunto.

Tan monstruoso e inhuitiano nos parf-c Cíite proceder y tanto nos va alarmando \? px;a atención que en los centros DfJlicíaca' se presta a quien en uso de on claro e in­discutible derecho acude a dlo« one es taño? bien seglrros de one el Sr. Millán de Priego pondrá toda la energía dé su carácter en evi­tación de semiejanles atropellos.

Y bueno seria también el no ocultar los sucesos, corno parece <\MV. viene ocurriendo desde hace ali^iin tiempo, tal vesr ron la pin

».ue Gil. También fué di'amaturgo, habiendo 'Streiiado en d teatro de la Cruz y en d d d '-"rincipe, respecti\amenté, «Ni el tío ni el só- '

de pernianecerá tres o cuatro días.

Consejiílo Los ministros que d lunes se encuentren

en Madrid se reunií-án por la tarde en la Presidencia para despachar expedientes de trámite.

Los tratos en la Cárcel de Madrid El subsecretario d d ministerio de Gracia y

Justicia facilitó ayer la siguiente nota ofi­ciosa:

«Carece de exactitud la not ida publicada por d Comité Pro presos respecto a la se­veridad de determinados castie-o* impuestos en la Prisión celular de Madrid.

La verdad es que por el hecho de haber agredido a un oficial—por d que se sigtie sumaria y está procesao el autor—, se ha­llan d recluso que lo llevó a cabo y los que le auxiliaron a realÍ3arlo en cdda de cast igo, con arreglo al reglamento, sin que eüo impli­que peligro alguno para la salud de los pre­sos ni sufKjnga extralimitación, sino cumpli­miento de los preceptos que regulan la disci­plina en las prisiones.»

Los vinos y el Tratado con {"tanda La Asociación nacional de Vinicultores e

industrias derivadas d d vino ha dirigido al ministro de Estado un escrito protestando del incumplimienlo por parte de Francia del Tra-tnrio comercial concluido recientemente con

„ 1 • • ,. 1 didio país en lo que respecta a la admisión Ayer publico la «Gaceta» la siguiente real ¿^ nuestros vinos, licores y mostos aaufra-

oiden de Hacienda: j ^ ^ ^ ^^^^ ]<^ primeros, a pretexto de supiies-«Habiendo cesado las especiales d rcuns - tas deficiencias de composición que en ellos

tancTas que motivaron las diefposiciones^ con- aparentan ver los químicos de las Adtianas,

taria de Tabacos y los industriales cana rios, ha comenzado a remitirse a la Penínsda gran cantidad de cigarros y cigarrillos.

Los fabricantes de estas islas se han com­prometido a entregar mensualmente a la Ta-baf-íiipr-j «00.000 cigarros y 31.000.000 de

1 .(Cuerdo ha causado gran satisfacción en la isla. . __. '!g/®/®/íl.< "

OBSTÁCULO DESAPARECIDO

El paso de automóuües por la frontera

tenidas en la rea! orden de 30 de Junio d d son re»^baz;joos en ésta. aiio próximo pasado, en virtud de la cual se Dicha entidad, atendiendo a las instancia»

nnoa, coinodia en tres actos en colaboración restringió la entrada temporal por la frontera de varios Sindicatos de exportadores de vi-•on D. AnloriK) Ros de OIHIIO, y d_ drama en f,.¡jneesa a los automóviles purticulares que nos. indica la adonción de medidrts enéreicas 'uico ar tos , escrito con D. Eugenio Moreno, coj,¿uj,,s^n ^ j ^ ^ ^ propietarios o mercaiidas contra los productos que se importan d d pal» Lópeo!, «Amor venga sais agravios». Pero su | ^ ^a procedencia de éstos, prohibiendo dicha vedno, pues ante tal nroceder, si persisten, .>hra más considerable en este género, la tra- franquicia cuando los referidos vehículos fue- estima necesario adoptar represalias. fedia aBbnca de Borbón», no ha llegado a j sen ¿^ jog dedicados al transporte general 'm/^/®/&, -< representarse nunci .

Calle de Esquiladle De la Calle de Julián Romea al paireo de Pa­

blo Sarasate. Barrio d d Lozoya, distrito de la universidad, parroquia de los Angdes .

L a aiayoi- parte d d tráizado de esta caUe c»-

*suTI?stL"d''rí *'(q. 'D. g.) se ha servi- Accídente outOmovHÍ8ta do disponer que desde el día de la publica-1 Murcia, 12.—Comunican de Lorca que ea ción de la presente real orden en la «Gaceta la carretera de Águilas, en d parajie conoci» de Madrid?) se considere derorrada la de 30 00 por Los Asensios, cayó un automóvil de Junio, a que anteriormente s« Iiace re- por un terraplén, resultando herido uno da ferencia.» 'sus ocupemtes, Ikunado D. Magín ¡vsU

Page 5: POR LA PAZ DE YEBALA Abd-el'Krim 'los Lo que se trató >mi

Cosas agrícolas ti cmtiüo del mes

El arroz es, fué siempre, una de mis de-bilidad«s. Cortés ante las damas, hago ex­cepción con la «pa-dlii», que es, casi sicín pre, para mí. Yo nunca digo: "Qufc si quie­res arroz, Ccatalina», «¡Es mucho arroz!», O exclamaciones parecidas. Comiendo arroa me quedo solo. Siendo por ¿]_ me explico todo.*., ¡hasta que a tantas cocineras se íes pegue el arro¿!

Mi afición es manía y gxsla; pero no puc" do remediarlas... Envidio a los chinitos por k) mu>- de prisa que engullen el feculento grano. Los pasteles de arroz me encantan; tas croquetas me sugestionan; esas fuenieí; de arroz ootí leche, con iniciales en canela, constituyen mi ruina... Añoro, lejos de I;i corte, los sorbetes de arroz de Pombo, y liti­go en mi insensata locura a sentir ansias antropófagfas. Si; yo me comería—no digo cómo—ciertos c:irnllos, muchas orejas son­rosadas, por el electo alucinante de los pol­vos de arroz...

Hecha esta ccnfesíón, lectores, muy poco tengo que advertiros, .\proveohando la fe'.iz oportunidad de qire ahora, en .'\gosto, em­pieza a recogerse el arroz, hafé de esta gra-inLneii eJ cuítivo del mes. Me meteré con el ufixyz. Sabedores de lo que este grano es para mí, perdonaréis que no me oci2i>e de wsotros. Yo voy al grano. Estas íincis, es­critas pensando en celia», en la cazuela don­de tullen los gra.nitos akaírariados junto a los rojizos Lsngrejos y los trojTie/x»nes .«ibro-Éos, serán torpes, deshilvanadas... ¡ Perdóín ! I.lá espíritu está duseute...

* El arroz, qiuc tuv o su cuma en la región

Aideste del contmente asiático—China, In­dochina e Indosíán—, empieza a cultivarse esi España pa&ado el saglo Vlll. Su área es­tá reducida, puede decirse, a Levante y a Ca tal uña. Víileacia siem.i>ra miudiio: 32.000 hectáreas de las 45.000 que «oficialmente» se dedican a dicha planta; 12.000, Tarrago­na, y en /extensriones ya reducida.s, Castellón, ^íurcia y Alioante.

La producción nacional de arroz se estima en dos y medio millones de quintales métn-uos. De ella, más de dos millones se logran bajo el sol de Levante... Los rendimientos por hectárea varían entre limites amplios: cosechas qiue apenáis llegan a ao quintales... o qr.e pasan de 100; ¡tanto pueden las dr-cUTistancias! La media por hectárea está pró­xima a 45 ífuintáles. Y con el arroz que coge­mos se hace frente al consumo y se atiende e una • exporííoión que, un año con otro, «tí acerca a 30.000 toneladas...

« Pbra el culti\'o de! arroz hay que atar mu-

jilos cabos: clima, suelo, planteles, agua... El clima debe ser calentito, como a mi

me gustan los climas. El arroz, en su corta vida, que viene a durar cinco meses, pide, a inás de exposición meiridional no sombría, temperaturas elevadas. Un total de 2.400 a a.600 grados p'ara variedades precoce-s, y de 3.500 a 3.800 para las llamadas tardías. 1

.AJit>ra vamos al suelo. El ideal para el te­rreno es que los elementos mecánicos—sil ¡ce, arcilla, cal, materia orgánica—estén en pro­porción idéntica. Pero el ideal es un sueño. V la prosa de la vida nos dice que una tierra con un 15 a 80 por 100 de arcilla, un 50 a 60 de sfliae, un 10 a 15 por 100 de caliza y un 2 a ,un 4 de materia orgánica es un medio adecuado para un buen arrozal. Si, ademd.s, dicho suelo tiene una ligera pendiente, la bas.tante para hacer bien las «enjugadas» o desecado, del terreno; si posee cierto grado de solidez para resistir a hombres y anima­les ; si ha sido preparado mediante itrejas» con vertedera giratoria durante la «enjuga­da» de invierno y se le dieron &ego, al aso-knar la primavera, repetidos pases de grada o tabla de cuchillas para desmenuzar terro­nes y hacer planas las supprticies; si_ se fer-tiliíó a su tiempo— lethas antes de inundar el terreno para dar las vueltas de grada pre­paratorias a la siembra—con sulfato amó-IMCO, superfcsfato y cloruro potásicoa ra­zón de 450 kilos por hectárea del primero, 175 del segundo y 120 de! tercero, próxima­mente ; si se "fia parcelado, por último, aten­diendo para las dirr>ensiones de las eras a la abundancia o escasez de agua disponible, di­cho terreno estará en forma de recibir, en Mayo o en Junio, las píantitas de arroz.

El arroz, oorrdigionario de Gasset, sigue la política hidráulica. Más que p'anta es un pez. Una hectárea de ar|;oza3 gasta al día, es­to es, en veinticuatro horas, de 1.506 a 3.000 ínetros cúbicos del líquido eiomento. El mo­mento cumbre de un arroz, sea con pollo o «aon almejas, es él de «echar el agua»; las se-fioras lo saben. EJ anoz ama el agua; se CTO-ce, se esponja..., se hincha de agua. El agua, para hac«rse digna de ta! pasión, será lo más pura posible; no se niostrai-á fría—entre 12 y 15 grados centígrado—, y se hallará ani-tiiada de movimientos lentos, oonsíantes, atractivos, sin llegar a la sicalipsis; huirá, asimismo» de estancarse. El «estancarse» es un peligro. Lo dice Práxedes Zancada... » *....-,

El plantel... Este es otro factor. El plantel es el aima, ama «mojada», por supuesto; el semillero acuático, la superficie dedicada a la germinación de los granos y «niñez» de las tiernas plantas. El «ayo» que las cuida hasta que están en condiciones de llevarse aJ terre­no... Los planteles se siembran de habas y ye­ros para enterrar en verde y servir de alimen­to; se fertilizan además con abono químico— euperfosifato y amoníaco—. Bien entrada la primaveía se reparte la semilla a voleo, deján­dola cubierta de muy delgada capa de agua para que al sol caliente el grano y active su nacer... So altura va aumentándose poco a poco, en relación con la temperatura ambien­te. Y escardado cuidadosamente el plante!, a fin de Mayo o principios de Junio, cuando lais plantas tienen de 20 a 25 centímetros, st arrancan» se reúnen en haces y se conducen aJ t«>rreiio dondte se van a tran&jiantax. En éste, toiesK» de lawadas l>ara quitar «1 barro, se ha<

ce ía plantación a golpe, poniendo en cada uno de tres a seis plantitas y distanciando es­ta.», en cuadro, de 25 a 30 centímetros. Caso excepcional es Ja siembra directa o de asien­to, pues la nascencia es más djfci'l y l'a vege­tación se atrasa. Únicamente está indicada si los planteles se malograa...

* Mediado Agosto o durante Septiembre,

pues la maduración depende de condiciones niúltijjles, se (»seci¡i.i el arr'>z:. Luego de segado a unos 10 centímetros sobre el suelo, es .con­ducido a eras terrizas, prei /iamente "espolvo­readas con cascarilla. Cuando ía mies está oreada, best'as con el casco desnudo hacen la faena de trilla. Viene después eJ dev:ec do pre­ciso para la buena conservación, y ya seco el arroz con cascara o «bruto», como por mal nombre se iiania, aún requiere para ofrecerse ;!,1 mercado cierta «mano de gato», o sea cJ descascarillado, la limpia, realizada median­te cribas, y d pe.ilado, blanqueo o satinado, consistente en quita.rle, por procedimientos mecánicos, la pelfcula más o menos rojiza que ¡c envuelve...

» Y el arroz está «presentable». Esc arroz

cuyo importante cultivo podría mejorarse con fertilizaciones más adecuadas -e inten­sas, en las que no se olviden los eleinen-tos fosfatados, aumentando eñ es.f>esor de la capa arable, anticipando las siembras o plai)-taciones de arroz Cuanto sea posible deaitro del régimen meteorológico, cambiando fre­cuentemente y seleccionando la semilla, es­tudiando variedades nue^'as, desinfectando el grano previamente a la siembra, plantando »dgo más claro, usando trilladoras mecáni­cas, acc^iendo progresos de orden social, et­cétera, etc. ••

Accidentes »ietereológicos y numerosos enemigos de origen vegetal y animal hacen peligrar las cosechas. El fjorgojo o «coreó» de los valencianos, temible en los graneros; la fchlanqueta», la seca o desgrane, el moho o roya, que es muy serio percance, amena­zan, entre otros, a este cultivo. Vulgar por lo conocida y conocida por sus daños Inten­sos en la «fallada» o «falla», deficiente gra­nazón de la panicusa o espiga, debido a la rápida evaporación de su contenido por al­tas temperaturas y vientos secos, y a diver­sos extremos no bien determinados...

Otros enemigos, los hombres, tiene el anti-diarreico arroz. Los hombres, que, envidio­sos, sin duda, dicen qtSe este cultivo—que surige de las límpidas aguas extendidas en inmensa laguna—produce el paludismo. Esto es una calumnia. Quien ¡o produce es un mosquito, un alado danzante del género «ano-pheles»; mejor dicho, cierto traidor «espo-rozoó» que hace del mosquito y del hombre «habitaciones amuebladas» pai-a pasar su vida.

No negamos que estos bichitos pululan por los arrozales, especialmente en los terrenos naturalmente pantanosos; pero en éstos, con o sin arroz, tendremos «anopheies». En los (de riego artificial, con limpieza esmerada en acequias y «escorrentias», con labores de invierno que soleen la tierra, con esmero en las operaciones culturales, con higiene y bue­na alimentación en los individuos, aprendién­dose «de memoria» las disposiciones vigen­tes en cuestión de arrcKales, el paludismo se ater>úa, se esfuma... desaparece.

Y, en definitiva, si persiste, destruyamos, persigamos el «anopheies»; pero... ¡culti­vemos arroz! ¡Todo menos suprimir la opaeSla» I

A. DE CASTILLA — '——'^/•©/éy^/ —

Notas militares Los ascensos del mes

En la propuesta de ascensos del presente mes ascienden al empleo irunediato los si­guientes jefes, oficiales y asimilados:

Infantería.—Un teniente coronel, tres 00. mandantes, cinco capitanes y cinco tenientes,

Caballería.—IX>s comandantes, tres capi­tanes y cuatro tenientes.

Artillería.—Un teniente coronel, un coman, dafite, doce capitanes y diecisiete tenientes.

Ingenieros. — Dos tenientes coroneles, un comandante y un capitán.

Guardia civil. — Dos tenientes coroneles, tres comandantes, siete capitanes, veintitrés tenientes, veintinueve 'alféreces y treinta y seis suboficiales, e ingresan quince tenientes de las Armas generajes.

Carabineros.—Un teniente corone!, dos co­mandantes, tres capitanes, ocho tenientes, ocho alféreces y ocho suboficiales, e ingresan, tres tenientes de laa Armas generales.

Jurídico.—Un auditor de brigada, un te-niente audTtor de primera, un teniente audi­tor de segunda, c ingresan tres aspirantes aprobados.

Intendencia.—Un teniente coronel, dos co­mandantes, un capitán y tres tenientes.

Sanidad Militar (Farmacia).—Dos farma­céuticos primeros y uno segundo.

Sanidad militar (Farmacia) Dos farma-corone!, veintiún comandantes, cincuenta y cinco capitanes y diecisiete tenientes.

Clero castrense. — Ingresan siete aspiran­tes aprobados.

Veterinaria.—Ocho veterinarios segundos. Oficinas militares. — Un oficial primero,

uno segundo y cinco terceros; tres escribien­tes de primera, íiueve de segunda, e ingre­san trece aspirantes aprobados.

'Los licénciamientos Por real orden qiue hoy pubLicí el «Diario

Oficial» se amplía la circular de 6 de Mayo último, en el sentido de que sean liceaiciados, siempre que hayan cumplido un año en fiHas, los,individuos ¡irtenecientes a Cuerpos o uni­dades de África que estén acogidos a los be­neficios por denunüias de prófugos.

Uniforme

Se ha dispuesto que el unifornie que ha de usar el personal del regimiento de cazadores de Victoria Eugenia, de Caballería, sea igual al de Lanceros»

- t-A LIBERTAQ HUELGA RESUELTA

Conflicto en pie Terminó ia huelga de las industrias hu­

lleras. Hoy vuelven al trabajo los obreros en toda la cuenca carbonífera, y dentro de la semana actual quedarán totalmente nor­malizadas ías labores de explotación en todas .las minas. Así lo acordaron por una inmenba mayoría de votos en el referén­dum que se lievó a cabo dentro del ma­yor orUen y con una votación nutridísima, la gran {)ol)!ación laboriosa de la extensa comarca .hullera de Asturias .

El ministro del Trabajo vino a estas fie-, rras para oficiar dt' arbitro en esta cu .-j-j tión compleja y gravísima, que afectaba del un modo esencial a la economía y a la vi-1 da de todo Asturias. Cuantos seguían de| cerca este problema y ío conocían ds un | modo perfecto nos aseguraban, y así lo' dijimos en las columnas de LA I.IB1ÍR-! TAD, que la cuestión seria rápida y fá­cilmente resueita.

Apenas el Sr. Calderón comenzó a in­tervenir nos dimos cuerna de que, aun siendo fácil encontrar una solución armó­nica y que cortase de raíz las mayores di­ferencias, el ministro tropezaba con obs­táculos serios. Unos los creaba él prooe-diendo con una precipitación peligrosa, hija del mejor deseo; pero que estuvo a punto de hacer invencibles las diticuUa-ds. Otros procedían de una situación I equívoca y delicada, nacida del hecho del no haber .sido aceptado el arbitraje pre-; viamente por los obreros y sí sólo por al- \ gunas de si!,s representaciones, teniendo j que ser sometido al referéndum el lau-' do arbitral, que por esta condicionalidadj para su aprobación dejaba de ser tal laudo. [

También era factor decisivo en este li­tigio la intensa labor que realizaban los ureros intransigentes, los del «frente lint-

coi), que habían lanzado la proclama de reto: «ni un minuto más de trabajo ni un céntimo menos de jornal», desplegando una actividad extraordinaria en su obra de oposición a todo lo que no fuese la huelga hasta el fin. Aceptado el arbitraje por el Comité ejecutivo del Sindicato mi­nero, Llane5!a y los suyos se daban cuen­ta del riesgo que corría la organización si fracasaban sus gestiones y llegaban a ver-i se desautorizados por los afiliados. No era ya la lucha de obreros y patronos, causa esencial de toda huelga, lo que daba caracteres agudos a la liza; era que_ tam­bién reñían una batalla, aunque a distan­cia y de modo indirecto, el Sindicato mi­nero y los del ((frente único».

La "fórmula oficia.1, la ponencia de! mi-' nistro del Trabajo, fué sometida a consul­ta directa de todos los obreros, y e l refe­réndum dio este resultado numérico: por la aproba.ción votaron 5.482 ; en contra de la solución arbitral se pronunciaron 2.328. A este número de votantes—7.810—^hay que añadir una muy reducida cantidad de abstenciones. Buscando una cifra redon­da, puede afirmarse que los votantes fue­ron 8.000.

Si se tiene en cuenta el número de obre­ros que se ausentaron, regresando al cam­po, marchando a sus ptieblos, tornando a sus hogares, muy distanciados de los co­tos mineros carboníferos, bien se puede sostener que en el referéndum partici­paron todos los trabajadores a quienes el conflicto afectaba. I-.a prueba tiene ense-tlanzas preciosas en cuanto a la eficacia del procedimiento; pero, en realidad, no puede considerarse como definitiva, ni si­quiera 'duradera.

lis un alto en la lucha, una tregua en la pelea, un armisticio entre los comba­tientes, ^íejor aún, es un alto momentá­neo en el proceso de enorme crisis que va­mos a presenciar en la industria hullera española. Desearíamos incurrir en un error radical; pero tenemos el tristísimo presen­timiento de que no nos aguarda el con­suelo del desacierto; en plazo no lejano el conflicto renacerá con mayor fuerza c intensidad.

•H-El Tratado con Inglaterra, aunqup no

se confirmen las noticias pesimistas que de él se tienen y sólo se trate de autori­zar la importación de un millón de tone­ladas a precios que serán notoriamente in­feriores a los de coste de producción en España, determinará en días no remotos nuevos y graves conflictos de muy difícil y compleja resolución.

No se trata de la calidad de los carbo­nes ni del menor rendimiento, incostabte, del obrero español. De estos extremos he­mos hablado en algún trabajo anterior, donde pusimos de relieve, al menos ese era nuestro propósito^ las condiciones ad­versas en que ha de mantener la compe­tencia el hullero español frente al inglés. Es que los factores adversos para la indus­tria carbonífera asturiana son también de otra índole y de tai carácter, que no pue­den ser vencidos ni apenas atenuados.

Está comprobado que la producción anua! de hulla e" Asturias es próximamen-te de 3.000.000 de toneladas. Basta recor­dar las cifras del éltimo quinquenio. En 1917 la producción excede de 2.800.000 to­neladas; en igig rebasa la cifra de tonela­das 3.400.000; en igig se mantiene por encima de 2.QO0.000 toneladas, que es la misma, 'un poco mayor, en 1920, y que en el último afío se queda en un nivel supe­rior a 2.800.000 toneladas. En otros térmi­nos: en el último quinquenio la produc­ción de la industria hulleía asturiana t©"

Cuentistas extranjeros

Bargamoi y Ga/aska SéHa injubto decir que la Naturaleza MW

había .-nostrado avara con eJ guardia de 0¿w den público Iv¿n Akmdinicli Bargamotov, a quien los vecinos de un arrabal de la cm« dad de Orei llamaban Bargamot.

.'Isemejábase, en ¡o físico, a un mastodon­te o a cualquiera otra de las excelentes cria­turas prehistóricas que por falta de sitio tu­vieron hace tiempo que abandonar nuestro p-'anetó, poblado por esos aU'eñiques que se ¡líunan hon'.bres.

, . , , , í-"" hombre exigente hubiera dicho que e^a queaara i.ooo.ooo de toneladas para coio-iun montón de ttame, y *«s jefes decían qu« car én los mercados interiores. ¡era un zoquete. Los vecinos del arrabal, cu-

Consignaremos la advertencia de que la'| yo juicio era el más atendible, le oonsidé-cifra de i .900.000 toneladas del carbón as-1 raban un hombre serio y dígito del may<»¡ turiano cc4ocado en los mercados dei ti-! "-íspeto. tora!, deja un margen de 800.000 tonela-|^. Poseía una fueraa muscular enorme. La das, ya que el totai de! consumo es de| 2.700.000; pero este margen está cubier-' ío, según k/s entendidos, de esta manera:! Lignitos, 2CH5.000 tonelada?.; Peñarroya y: Puertollano, 150.CXXJ; ViÜanueva, 200.000;

presenta más de la mitad del total del carbón extraído en todas las regiones car­boníferas de España.

El consumo del mercado interior e&tá atendido por los «istocks» de carbón arran­cado en las minas de Ciudad Rea!, Cór­doba, León, Falencia y Sevilla. Las ne-i cesidades del mercado del litoral la ci-l íran los técnicos en 2.700.000 toneladas.; Y ellos son los que dicen que para la vidaj hullera asturiana es condición indispensa-j ble colocar su producción de este modo:¡ para la siderurgia, 640.000 toneladas; pa-j ra ferrocarriles, 250.000 tonelada.^; píjrai gas, 285.000 toneladas: pcira industrias' varias, 730.000 toneladas. Si estos suman-; dos dan un total de 1-935.000 Jpneladas,: dé" la producción de ca3bones,-^turiaí)üs'

fuerza mu&ndar, en la calle de Puchkarná-ya, donde él ejercía sus funciones, era de sa­ma importancia. Habitada por zapateros» sastrecillos, traperws y otros honorables rc-prtíiyeaiarttes de i.-) industria, y provista da

/, Tí-ii' 1 ' , 1 1 ' '^'' P«r de tabernas, didta calle era teatro.. envíos a Bilbao de la cuenca de León, j g<3.b;g todo los di «^^ c * ITWÍIO. 50.000; Orbó y Barruelo. 200.000.

ías de tiesta, áu bjitaJIas ho-I , . . , r 1 I , l"^''i«»«. en las que ¡nfcer "enian las muieí*!* La competencia en e! luoral sc entabla ¡ de los contendiente* para senararlos y a las

entre Ingiaterra^y Asturias. Las condicio-ique asistían, entusiasmados,'ios chiquillos..-nes de producción, lo hemos dicho, sonj La turbulenta multitud de luchadores ebri*s favorables a Inglaterra, e'J cuanto al ina-1 oHcx:abu como con un muro de piedra con ei yor rendimiento y a las facilidades en las' inconmovilMe Bargamot, cuyas roanos robus-operaciones de clasificación y lavado. Losi^*-'', í ^ l-«n detener .H Jos dos borraclw» niás cálculos admitidos, al estimar numérioa-i'^e'icosos y conducirlos a ¡a Comisada. Los mente esías ventajas de la industria hu-l' ' **"' **^ ' '"^ protestaban, por el bien pare-llera inglesa, son que por éstas causas lar'^^ y confiaban su destino ,al gigantesco tonelada de carbón inglés cuesta al pro-¡S'"^.,'^- „ ductor seis chelines y cuatro peniques me-1 - :• ^™ ^'^'-ganiot en lo atañedero a la nos que la tonelada "al productor español. |-!*^jjtg pf^'-o»-- i^" ¡o que concierne a Ui Es decir, que hay una diferencia de nue- " v'e "pesetas en tonelada en contra de ¡a producción nacional. Esto al pie del var gón en que se ha de exportar.

Veamos ahora lo que acaece coo los transportes. Tomemos de los mercados

poMtica ercterior. En lo que concierne üterior, su conducta era no menos

digna. La choza donde e! guardia vivía coi» su mujer y sus dos hijos, y en la que ape­nas cabía su enorme humanidad, era una hrme ciudadela de la fiantidad úéí hogar* Aus.. tero y íaborio&o, Largrimot. en sus horas li­bres, cultivaba su huerteciia. Con frecucn-.

del litoral los de mayor consumo: Bilbao i cia se valia de las manos para inculcarte^ y Barcelonn. El transporte de una toneia-[su familia los buenos principios, no' porqua da de carbón desde Cardiff a Bilbao cues-P" rnujer y sus hijo« lo mereciesen, sino obe. ta siete chelines; las mermas se calculan i' ' ' ". o a las vagas ideas pedagógicas en-en nueve peniques. Reducido a pesetas el i ^'^^ff^ «« su roonoütico <:erebro. Esto no flete y gastos de acarreo de una tonelada I ®P °'^'^^' ^'""^ 1"^' respetándole mucho, fvía-

Cardiff a Bilbao I [''*-• ^" ""'^'''•' "«." ' de carbón inglés desde es de 10,50 pesetas. El flete a Barcelona, incluido las mermas ordinarias, es de 17 chelines, o sean 25 pesetas. Transportar una tonelada de carbón desde Micres 3 .San Juan, desde Langreo a Gijón y des­de estos puertos a Bilbao, es de «20,50 pe­setas, que se descomponen en e&ta fornta? arrastre por ferrocarril, 5,^5; embarque a bordo, 3,75; fletes, mermas y seguro, 11. Si el cálculo se hace sobre Barcelona, co­mo el flete sube—con la^ mermas, segu­ros, etc.—a 20 pesetas, el coste es de 29,50 pesetas.

Hacemos el cálculo transportando el carbón por mar, ya que si pensamos en los precios del ferrocarril, el cálculo- as­ciende extraordinariamente, porque, el transportar una tonelada de carbón des­de Asturias a Bilbao por las líneas del Cantábrico sube a 28,75 > por el Norte, 42,50, y a Barcelona se paga por tonela­da 59 pesetas.

Resumiendo: la diferencia de! trans­porte, también favoreciendo al productor inglés, llega e" Bilbao ¡a 10 pesetas; en Barcelona, a 4,50, que, sumadas a las an­teriores partidas, dan este resultado: en Bilbao puede vender sus carbones el hu­llero inglés, para obtener la misma ga­nancia que el español, 19 pesetas más ba­rata la tonelada; en Barcelona, 13,50 pe­setas. •

En esta situación se anuncia el término del Tratado con Inglaterra, la rebaja en este país de un 15 por 100 de sus tarifas para eJ transporte de carbones y la solu­ción de la huelga, hullera en los Estados Unidos. ¿No se comprende, con la sim­ple enunciación de estos hechos, que en A.sturias se aproxima un instante de cri­sis suprema para la industria carbonífera? El conflicto ahora resuelto es un simple armisticio. Las dificultades crecen de ho­ra en hora.

AUGUSTO BARCIA

muv ¡jui-n ver aún, lo usa.» nejase a su oapri<-ho, con una ágü destreza de que séio son capa'-es las débiles hijas áet

l-'na suave r.oche de prirn-avera, a cosa da as nueve, Bargamot se hallaba en su puesta

iiabitual, en la esquina ue Jas calles P^tíi-, Kiarnn.ya y Ffysadskaya.

La hora de volver a stJ casa se iba acer­cando, be puso ce mejor humor al pensar «« te ¡nesa con un maníel muy limpio, sobre el que habría roscones de Pascua, |»stdea y huevos cotñdos. Cambiaría con su mujer y su hija los besos tradicionales. DespertariaiS a Varna, su hijiío, y lo llevarían a la mcsa„ E¡ chiquitín en^pezaría por recJaRiar un hue, vo teñido de rojo, tema durante toda la Se­mana Santa de sus conversacicmes con hermana. 1 Qué sorpresa la

6U sorpresa !a suya cuando (a

dieran, no un huevo teñido de rojo, sino u« huevo de mármol, regaío también del teu-derq obsequioso!

—¡Es una criatura que vsíe mis qiíe pe< sa!~«iurmuró Bargamot, sintiendo inundan su corazón una ola de ternura paternal.-

Pero sus plácidos pensamientos fueren tuf-» hados del modo más abominable. En la calla Posndskaya sonaron de pronto unos pasosl irreg-ulares y una voz enronquefcida y bálbu-< ciertíe.

—¿Quién, andará por aW?™se pregiintóji volviendo la-cabeza.

y se llenó de indigiiación. | Era Garaskat ¡Cíaraska en persona, borradlo! ¡.Sólo falta-ba eso! ¿ púnde se habría emborrachado? Eso no era fácil averiguarlo. El hecho era qucj • estaba borracho perdido. ,

Gaiaska t;ra su enemigad mortal: ningún borracho le daba tanto que hacer como ¿L» .'\ pesar de su aspecto insignificante, era el más imprudente, el más descomedido de to­dos los del barrio. Ivos demás se limitaban a e.'candalizar un poco y no solían metersa . caü nadie, El armaba unos escándalos terri-blies e insultaba a la gente. En-vano se la' sacudía el polvo y se le tenia días entero^ en el calabozo sin comer; nada de esto t4 hacía cnmendarsíe. Había dado en la flor 4e pararse bajo los balcones de uno de los ve­cinos tnás respetables de la calle Puchlcama-ya y colmarle de injurias, no se sabia p«r qué. Lo? criados bajaban a lo mejor y le'va-pul'Píiban, con gran alg'ayara (tel vecindario f

i pero él, ei> cuanto se retiraban, volvía a \h • I carí-a. A Bareainot no le tenía respeto al-

El Graa premio- Alionso Xlll ?""<» J '^ dirigía denuestos sobremanera pin-. . I torescos. El ciclópeo g'uardia, aunque no los

San Sebastián, 12.—Se tienen noticias que) entendía del todo—tan áticos eran—, se sen-" ^ tía tan herido en su dignidad como si le pe»

gasen. Carecía de domicilio y dormía en las hiie^

tas o a la orilla del río, entre los matorrales* .VI empezar el invierno desaparecía y re*

aparecía al conienear la primavera. ¿Por .q^ volvía sibmpre a aquella ciudad, donde todo ei mundo le maltrataba? jMlsteriol..^ S« recelaba que la propiedad individual no era para él una cosa sagrada; pero no se le ha­bía podido coger «in frag-auti», y si so Ifl -maltrataba^>lü era por uveras sospechas.

Los harapos que cubrían—digfáraoslo ast-« su desmedrado cuerpo e.staban húitwtibs ¡tt lodo. En su rostro, que se tecJjnaba had*-delante cotno al peso de la encamada TtssA^ zota, se vela, entre otros vestigios del a t w í bélico de sus adversarios, un Saniaute arft« ñazü bajo el ojo derecho.

Cuarkdo Garaska divisó Ja figura majestuo» sa c imnovU de Bargamot, se ieiió de al«« gria.

Oviedo, 7 de Agosto.

De San Sebastián

para la carrera que se celebrará' el 7 Sef)tiembre en el Hipódromo de Lasarte ven­drán famosísimos caballos ing-leses y fran­ceses para disputarse el Gran premio i\lfon-so XIII, de 5.000 pesetas.

Una protesta de la Cámara de Co­mercio

Ija Cámara de Comercio ha dirigido un extensa telegrama al piinistro de Hacienda protestando contra las dificultades que se uponen para sacar de la eeíación fas rner canelas extranjeras. Le intereftan a la vez que esas dificultades sean pronto salvadas para evitar algún grave conflicto.

Los desesperados

Esta mañana fué sacado del do Uruitwa por la Guardia civil y un guarda rural un individuo que debió intentar suicidarse.

Se llama Vicente Carpintero, de treinta y tres años, natural de Casar de Talaman-ca (Guadakja), y po tiene dma&o en ^sta capitat, <^_|itMiiMi'. nodu»!,. Í«i|pMRl^ Bítgum^

Page 6: POR LA PAZ DE YEBALA Abd-el'Krim 'los Lo que se trató >mi

tM ^fBESTAD. fea^s^ass ,-cfl!—gritó—» ¿Gdmo va e»a pneciosm sa­lud?

Y al hacer con ta mano un g«ntil aaIi»do, perdió el equilibrio, y gracias a un farcá, d d que ajicnas le scforaba un paso, no se des­plomo sobre las losas.

—¿A dónde va.s?—le pregninfó severo el

—¡ Siempre atfclante! -—A v^r si robus alsjo, ¿ eh? . . . ^Tendré

qice llevarte a la Comisaría, sinvergileníza!

¿ Era posible? ¡ Bat^amot !c invitaba a ce­na r !

S« riej<5 levantar y coger del brazo por el guardia. EJ ciclópeo representante de la au­toridad no ¡e lievaha ya a la Comisaría, sino a su casa, y le iba a sentar a su mesa.. .

Le parecía 'iqucllo t;in extraordinario, que temió que fuera una eslratagema dic Barya-mot, y la idea de la fuga cruzó por su ce­rebro; pero sus piernas no se hallaban en

Consultorio / grafológico Por el doctor Bramsk

Miirieta.—No me conformo miidio con que . íKe Caitien seíjora. Sov docfor; áoClova^ no.

, . , - , , . . . disposición de ponerla en práctica; ustaban 1 Amor a ia dar idad. L'n jxxx> de ítócet.smo. v u s t e d a mi.'' ¡ i crmitame que JO aude j jen tutal desacuerdo, y cuando una manites-: energía . Sonsua'.idad. iendcíicia en las de-.

Zald.--Afián de cultur». Sensibilidad. Agu­deza. Obstinación. Amor al detalle. Gran pre­ocupación por la personalidad. Rasgos de co­dicia. Sufiios de £-ra;ideza. Laboriosidad. — ~ 'e/^^g/®/

EJ borracho escupió y pisó el salivazo, con g^rave pelig'ro de su posi<;ién vertical.

—-¡ .Ajidando!—.gritó Baráaniot—, Un h Co-Biisaría hablaremos.

Y su mano robusita se ag-arnó al cuello de la (jíiaquie-ta del beodo, cuyos dcierioros, aún mayores que los d'el resío de la prenda, de-IKKíiban qu« a q u d pecador había sido ya iruiado otras veces por el camino de la virtud

Escuelas ¿j maeMra Excursión pedagógica

El inspector de Primera enseñ.inza de Ala-va, D. José María Azpeurutia, ha reafe ido una c-xcur.sión cxm cuarenta maestros de aque­lla pnx'incib para visitar la escuda die nixios qae en ?iiond;-:;if^ón fundó el filántropo D. P e ­dro \ ' iguri y que dirig-e D. Félix .-Xraux, pres-li3-¡.)so maestro e inventor de unos ingieniosos procedimientos para J¡a cníxliniiza. del cálculo níi-!,nta!.

Lo.s c-x«:ui'sioiiisía« quediiiPori ooinp'acidos de los resuUados que obtiene el Sr. Ara.ux, y pro/netieroíi intenisiiicar en sus ttscueiai los prrcedimientoís aprendidos.

a{)l.jU'sos los maestros aSan^sííi, M'iereí-en

taba !a intención de avanzar, la afra, por j cisiones. Tendejicia al disimulo. Reserva, espíritu de oposición, se enipefiaba en re»ro-i Sacri».—Nc4-u¡o«snio. A¿úmo que te eleva ceder, .'\dcina.s, el Barg-atnot que le llevabajy se ch:{('\me aJteraativtiniiente. L a po<30 seco cogfido del brazo era tan distinto del Barga- |de) 'e uvlcd te.ner el coTaz<jtu mot a quien había conocido hasta entonces, j Sin nombre-,—Inteligencia {xx?o cultivada, que GartÉka, picada .«u curiosidad, quería LuJicios de desequilibrio. LJaneaia de t ra to , ver en q W paraba aquello. Jíl guardia, lu- ca tur .J idac , vivacidad. Ijnpaciuw.áa. Cansaa-chando con enorme.^ diíicultHdei» de expre-. cío. E;oiio.'nía. sión, hablaba de las orden^^zas de] Cuerpoj üle tos Ütaooel.—^Sensibilid.-ui acentuada.

Lneg-o de sacudir ligeramente a G a r a s k a y l a que pertenecía, de su deber de perst-g-uirj Espíritu de crítjca y de inve&íigactóa. Aiu-, tmpujarlo hacia la Coinisaria, Bíirgamot se j a los alteradores del orden, etc. | mo, que, de cuando en caiarido, se tteprime. puiso en marcha como un poderoso remolca- —Hay gente, . , ¿conip)-'inde.s?... Que si no, Gran v,b'siiníicióin. Pro-jxín.fción a no perdoaiar '¡ue dedican el tiempo de v:icacione><í a aumen oor qii« arrastra al puerto un. barquichuelo j fuera por el palo.. . ¡las ofensas. ' " ""' " ' ' * — "•"" ' ' " ' ' ' - ' • - ----• •= tveriifdo. I'^staba furioso. ¡ Por cmlpa de aquel j —Si; tiene usted razón, Iván Akindinich. i A. G. Oliven.—Lamento vivamente no po-canaila iba a perder media hora lo menos de j Nosotros, &i no se nos sacude el polvo... j der complacerle. Se precisa acompaftaa- el re-Wpansión familiar! ¡Con qué pas to le hu- _-.¡ Jvjo, hosubre, no me has entendidol Yo oibo de la suscripción. Jjiera dado un par de soplamoco»! No ne los j no dig-o ^ue §e te deba peg-ar... I ^ quej Mobíis.ín.—Juicio recio dentro de im tem-ii&ha en atención a la solemnidad del día. I digo e.s... i pcramento di'bil. Indicios de vu'.garidad. Im-

Garaska andaba ron un paso bastante fir-j IJarg-amot t rató en vano de formular su paciencia, curiosidad y irariqueza con quien [)ensaíniento de una manera fntdigfibfe, ¡ oonveni»a.

Llegaron. Ijisati.—Inteligencia laboriosa que neeesi-Garaska ya no ge asombraba die nada. La : t a explorar y cultivarse más para conseguir

que «e quedó e.stupe!acta ;JI ver entrar a ' bueims frutos. Perseverancia. Muy buena do­

n e para lo borracho que estaba. Es más, le diría que iba contento.

~^¿Qu¿ día es hoy, puardia?—íireg-untxS. "—¡ No beng'o gmxR d« coniversacióri!—-con-

t*8tó Barg:amot—. ¡ Podía» hat>erte embo-frachado un poco después!

— H a n tocado a gloria en San Mlgrud Ar-íéngfl, ¿verdad?

-^S í . . . ¿Y qué?—<lif>j extrafledo el «Clar­illa, que no conocía e! método dialéctico de Sócrates .

— ^ Y por qué han tocado a gloría? •^Porque Cristo ha resucitado. —.Permíteme, pues. . . £ ] borracho, con «iie resucito, vob/íó la

£;ij su cultura por medio de estos viajes de t:uMo a¡tcré.s.

Concurso La Ddlcgación regia de Primera enseñanza

ác Madrid anuncia a concurso entre maestros y m:u:>1ras que hayan <ibtenido .sutldo de i'.üoo o ináti peaetas, en virtud de oposiciones rest:riní>;idas, las sif^uientes e*i-uelas:

De iiifios.—La unitHrii 'núinero 2o, de) gru­po B, e.*;tablecida en la calle de .'\ntonio Ló-I>-z, (I; la unitaria número .'5, del grupo B,

aquella sig-ular pareja fué María, la mujer sis de |y)bitivistno. Propínisión a crearse di-j establecida en la calle de S.mta Engracia, q8, de Ijarí/amot; pero su marido contestó cmi fu ultadcs que luego no resolverá. Acometí-j y u,ia plaza de maestro de tcccióoi de la es-los ojos a m mirada intrrrog-adora que no vidad que lue<(o decae. 'óuei'a graduada establecida en la calle de la había que pedirle explicaciones. Además, su j Pilar, El Plataro y «Una chata».—Han de!C;c.a Alta, número 5. buen corazón le dictó lo que debía de hacer. • enviar cada uno «»i r«(|>o como suücriiptoiros De niñas. La imitaría de párvulo-i, núme-

Momenttw después, Garaska, desconcerta-j y escritos más exlcnüos. ro 27, del gru[xy B, cerrada por falta de lo­do, tímido, se sentaba a la mesa. Hubieral Loji,—Viniendo su consulta ex>n el papel !f.;i!, y la unitaria diff niñas, número 44, dci querido que se lo trn-gnm la trerra: le aver-i cortado en el marf^en i».¡u¡erdo, se pierde i g.,.Jp„ p ^ también cerrada por falta de local, gonzaban sus haraí»», sus manos sucias, s u l e s l e detalle, irapartanlisinio para el análisis, j q^<>,ja„jj^, obliíjadas las que obtcngrm estas borrachera.. . i Allá va, uo obstante. E.spfritu ordenado. Jdea- piabas a prestar servicios en otras~ escuelas.

Sin levaintar los ojos de! plato, comía la j l ismo y, timidez. Iniciativa. Habilidad nía ttbtx'd hacia el guardia, sacando al w i smo ' sopa , endiabladamente caliente y n)uy graso-;.nua], Probabies aficiones txwiercialcs. Ra.S' Httfnpo una cosa del bolsillo derecho de su ¡ sa. En su turbación, derramó una cucharada • gos de sensu.üismo ebaqueta, Barg-amot, en aquel monieaito, sin j sobre el Illanco mantel, y aunque el ama de l!«r«e cuenta, pues el misterioso in tenoga- , la casa hizo la vista porda, ge azoró tanto, torio había log-rado absorber toda su t ten-1 que la cucharada sif.ruiente la derramó tam-ei¿n, le soltó. Y Garaska, que nn espetaba ¡ bien: sus dedos temblorosos no le obed«.vian. Aquella súbita falta de apoyo, midió el sue-i —Iván Akindinich—le prefj-untó al giiar-lHi c o n ' l a s costillas. Tcsndido en tierra, fin i día su mujer—, ¿cuámlo ie dsjj» a Variia el hacer el mencr esfuerzo para levantarse, em- huevo que te han reg'alado para ü? pfssó a llorar, o mejor dicho, a plañir como b ^ campesinos cuado se les muere alg"uten.

B»r¿&mot, asombrado, «5 dijo: «¿Estará l ígdándwe de mí?» Y tras unos instantes de perplejidad, viendo que seg'ula Ian»ando pe-rrunos aullidos, gri tó, tocándole con el pie;

—¿Te has vuelto loco?... ¿A qué viene •se Uanto?

- " E l h u c . v o , el h u c . v o . t o s aullidos se hicieran más aruaves. Ga

LueffO, luego... No hay prisa. También Bargamot estaba turbadísimo. -—Sírvase más sopa—dijo María, «Jirg-án-

dolé la sopera a Garaska—; sírvase más 'lo-pa, Guerasim... No s¿ cuál es su patro­nímico.

—-Andreich. —.Sírvase más sopa, Guerasim Andreich. A Garaska se le a t ragantó la cucharada

que se disponía a deglutir. Soltó la cuchara raska .se incorporó y le enseñó si guardia la I y dejó caer la cabeza sobre la mesa. Un muño derecha, sucia de un amasijo amarillo j plañido como los que media hora antes ha-y b l sncd Bafffamot, aunque no comprendió bfan turbado tanto a B « r ^ m o t brotó de su aún de qué se trataba, barruntó que habla ¡pecho. Los niños, que emíJezaban ya a mi-ocuurrido algt) muy triste.

—Yo. . . quería felicitarte... por la resurrec-ciw4n de Cristo. , , , darte un huevo.. . , y tú. . .

Barg'amot se enterneció; el pobre Garas-ka le habla saludado con el noble y cristia­n o propósito de cambiar con él los tres be-cos y darte un huevo, y él le había detenido.

—^ Caramba, hombre ¡—exclamó sacudien­do perezosamente la cabeza.

Sentía cierto descontento dé si mismo: su conducta con aqud hermano en Cristo había tido cruel.

—[Carambra , hombre!—balbució—. Yo (oy cristiano,.. El tiene alma también.. .

y se inclinó sobre el borracho, rozando el Weío con el sable.

—Se te ha roto el huevo, ¿eJi? '' - . - ^ me ha hecho jig-ote.:. Yo quería fe-

ficitartc... como buai cristiano que soy... y •tú inc llevas a la Comisaría.. .

Los remordimientos de conciencia del guiar, día eran más vivos a cada instante.

—Vente a casa—dijo de pronto, en el tono áe quien acaba de tomar una resolución—. (Lktnierás con nosotro.»^.

—¿A tu casa? ' -—jSÍ, vamos!

El asombro de Garaska no tuvo límites.

rarle sin inquietud, soJtaron también las cu-chara.s y se echaron a llorar. Bíirgamot miró consiternado a su mujer.

—¿ Por qué llora usted, Guerasím An­dreich?—inquirió ella, compasiva, cariñosa­mente.

—^Me llaman por el doble nombre—balbu­ció, sollozando, el borracho—. Es la pri­mara vez... desde que nací.. . que me llaman así..

LEÓNIDAS ANÜREIW

' % / @ / % . ' l / — • "i . -

E. Martín (Alcok-a).—Hago mención del pueblo en los casos en que puede haber con­fusión. Inteligencia rudimentaria. Positivis­mo. Naturalidad. Genio algo agrio. Descon­fianza.

Descripción.—Gust<js p<ico cuidados. L'n poco de idealismo. Curiosidad. Naturalidad. Economía y algún indicio de desoonfianza.

Es|>6ranza S.—Espíritu severo y juicioso. Método. Limpieza. Inid:genc:a bien cultiva-dii. Acentuados rasgos de ogoíümo. Carácter sin gran energía ; pe,ro niuy perseverante. „

Carmen F.~-Sensibilidad. Comprensión, fa­tigosa. Vivacidad, Impaciencia. Indicios de seniKuaíismo.

Balmes.—Espíritu aücionado a la cultura, de excelentes gustos. Profundidad dfc pen,sa-mi,en!o. Genero,sidi:íd. Resignación. Firmeza. ^ üuy Sjemard,—Lentitud de inteligencia.

Escasa, impresionabilidad., Positivismo a ra­tos. Buenos modüie:'. Amor al dinero.

Tabardillo.—Es;píritu de gran moviSidad. Li-quipíud. Viva<-ida.(}. Contrastes notables en eJ carácter y, por oonisiguiente, en ikis accio- i

rermin.a .el plazo para solicitar el día 23 deJ corriente m.;s.

Congreso de protección a la infancia EJ Congreso nitemacional de protección a

la infancia y a !a maternidad, que acaba de

—-El Troinpy F . C. Assea jugraf el pnixlmo domingo un partMó con ía Esipaña I>epor-ti'va (tercer equipo), a lias cinco y media, e» el campo que indiquen.—El capitán.

—El Racing de San Francisco, teroor equi> ix>, desea jugar un partido con el Club De­portivo Mercantil el próximo martes, a la» cifico de^la tarde, en el campo de los Alema­nes. En caso de aceptar, contesten por este diario.—El capitán, A. Merlo.,

— ''©/Qj/sy©^ __——

B A Vían A V EL REICH l í an llegado a un acuerdo

Berlín, 11.—^El protocolo referente a las conveisaciones entre el Gobierno del Reioh y ¡os representantes del de Baviera ha sido firmad».» esta mañana por el canciller VVirtih y el Sr. Lerchenfcld, presidente del Consejo de ministros b.-ivaro.

El (Gobierno del Imperio ha aprobado «I expresado acuerdo, que será examinado por el Gabinete de Baviera cuando regresen a ella ios delegados que fueron a Berlín.

A cohsecu<'ncia del acuerdo, Baviera anu­lará el día 18 del actual su ordenanza contra la le)' de protección a la República, y el Reich, por su parte, tepdrá en cuenta en la ejecución de las leyes determinados derechos de .soberanía de los Estados alemanes.

-—W^MTé, — — -

SUCESOS Los aiitonióvües.—En í,a Cuesta de las Pe r .

dice.s .se .m^cJidió el autoaJióiviá dell sei'vicio pú -blico que circulaba t-aitreia eistación de Pozue­lo.» y la pJaz:a ue Srunto l>(,irningc>.

Por fortuna, no hubo deis-gracias personalea que Jajneuíar. EJ.a-utomóviii. quedó reducido a cenizas.

—Juan de Fiutos Sándlietz, que vio* en e! número 10 de la calle partiouilar denominada de Pascual Aillón, fué asistido de diviersais le­siones que le prod'ujo ai atropeJlarie en la ca­lle de Fuencarrai eJ automóvil número 660 de la matrícula db ,San Sebastián, automóvil que comducía eJ «cliíiuffeuru Eusebio Üchoa.

Mo'-ded!iras.---R.sé Ló.pez Cubi,lla, de quin-celebrarse en París, Im acx>rdad-.> por unanimi-i ce,íi"os, domiciliado en la calle de IsaibeJ P e dad celebrar en .Madrid., ol año 1925, el pro ximo.

Ya. está nombrada la Comisión organizado­ra de dicho C o n g r i o ; pero esperamos que antes se extienda más y mejor la obra de p ro . tocción a La infancia-y que la Asociación espa­ñola pague la cuota a la Internacional.

DEPORTES NATACIÓN

Asamtjlea nacional En la asamblea de la Federación española

de natación «amateur», celebrada en Alican­te, .se acordó conceder al Club de natación de Gijón la organización de ¡os campeonatos de natación de 19^3, para celebrarlos en la pri­mera quincena de Septiembre,

, Fué elegido el Conuté técnico de la Fede-nos. Gracia, eiegam-ia, cxaítació.n fácil. Idea-! ^^ión espaftola de natación «amateur», que-Itsmo. linergia. Iniclattva. Curiosos rasgos de ¿g^ jo constituido como sigue^:

Presidente, Club de natación de Barcelo-pi'Ope,nsiún a enfadarse y a contentarse pron> to. Poco escrúpuüo en los detalles. na ; secretario. Club, de natación Athletic,

Noticias breves extranjero

Londres.—Esta mañana ha fallecido, a consecuencia de una crisfs cardíaca, el señor Artliur Griffith, presidente de la Dail Eireann

/JerZíM.—-Según el Worwaerts, para el día I del mes de Octubre las tarifas postales se­rán aumeiitadas en un 50 por too.

Lisboa.—El falleciniienío del comandante de la Policía de Lisboa fué a' consecuencia de habérsele disparado una pistola cuando ¡ hombre de oonAñomos nada vuiligare«. Un se hallaba trabajando en su despacito oficial, j poquillo sensual, ¿verdad?

Artagnan.-E,.spiri tu agudo, afilado. Bue-; ^j^ ¡3^,^<,j^„^ , . ^ . 3 , Q ^ ^ de natación de na peneíraoión. Impaciencia, '^'¡erram.icr.ito | ^ ¡ ^ j ^ j ^ .

N O T I C I E R O Lo que prepara Helios

E.sta Sociedad, que no tii de trabajar ni un momento en pro del arte y d d deporte, prepara una carrera de bicicletas, varias mar­chas preparatorias del oam.¡>eonato «Vuelta a Sietg Picos» y otros actos, de los cuales ire­mos dando cuenta.

A pesar de esto, esta Agrupación ha acor­dado dejar en su.spenso la cuota de entrada durante el presente me.s.

BOLSA DEL D E P O R T I S T A La Perseverancia (segundo equipo) desea

a .sus ideas. Rasgos de economía y de des confianza.

M&nfis.—Espíritu cultivado, sagaz, pene­trante. Círan desenvoltura, gran aplomo y seguridad en lo que ejecuta. Distinción. Ten­dencia no muy acentuada a deprimiirse el ánim'O.

Créduta.—Iinteügencia bien dispuesta. Ima­ginación viva. Juicio oon tendencia a la ofu.scación en fuerza de preocuparse por los detalles. Algunos rasgos de vicios en el tem­peramento. Pirobal),ie enfermedad nerviosa. Economía.

Pedro,—Una g ran intuición. Inteligencia bien organizada. EÜegancia, diisíi^ncíón. Ex-, qulsita penetracióíi diuloe, sin vicíencias. Cu­riosidad., E.ste Pedro es, tndudiablemente, un

ii'aii, núiüLcro 4, .se pr<t.seiuó en ia Casa de so­corro de la Uxxiversidiíid redamaindo auxilio facultativo, pties .se encontraba malo. Según declaró esl enfermo, el día 6 dleJ actuaj le ha­bía mordido un pe r ro propiedad dte una seño­ra que vive en la calle de Juan del Río.

La Casa de socorro áiá aviso inmedia.tanwn-te a la autoridlaicl, la cüaJ ha |>racticado las gestiones neoesari.a«.

El enifenm.o fué sometiidb a rigorosa obser­vación. ^.,,

—También se presienitó en la Casa de soco­rro correspondiente Mario Macarro Portóles, die veintiocho años de edad, el cual fué asisti­do de diversias lesiones que te produjo un pe­n o que le mordió en la calle del CÓnde-Du»-qtie. Fué asimismo sometido a observación.

Carbonero lesionado.—En la correspondien­te Casa de Síxorro fué asistido de varias le­siones y de alctiiholismo agudo (pronóstico re-3erva.do) al ca.rbonero Luis Martínez Cáceres, de treinta y tres años, domiciliado en Segó-via, 50.

Se desconoce si las heridas fueron casuaíet o efet.to de una agresión.

Niña intoxi*''i]a.—La niña de tres años Te­resa Dcilgad-f) cremadies, que vive oon sus pa-des en la calle de las Virtudes, número 17, su­fre una intoxicación gravísima par haber in­gerido un medicamento en un descuido de sus padres.

Accidente del trabajo,—El obrero Emilio Martínez Sánchez, de cuarenta y tres años, ge cayó del andamio en que trabajaba en la obra de L-i plaiza de Salamanca, nlimero 3, y se produjo una herida en la región oocipitaJ, di­versas erosiones en otras varia» partes de la cabeza, la luxación de una pierna y conmo­ción cerebral.

En grave estado pasó a au domicilio, an la cajrretera de Andialucía.

Una coz.—Pedro Alonso Segovia, de vein-celebrar un encuentro con el Peatón Peacha el próximo domingo, en el campo del primero te años,' fué asistido de un i contusión que le (Patronato del Puente de Vallecas), a las cin- produjo de una coz un caballo en la cochera co y media de la tarde.—El capitán, Antonio j establecida en la calle de la Aduana., nóm»-Guijarro, ' ro 17.

HBHMa

FOLLETÓN DE <.L4 UBEKTADn ii¡ pundonor. . . ¿Pe ro no le habéis hablado una estimación afectuosa, y a no ser por lo que sobrevino después de esta fatal unión, sin duda me hubiera unido a él un sentimien­to más t ierno.. . Por fin nos casamos.. .

Perdió el, color Clementina al decir estas palabras, faltóle por un momento la resolu-

POR

EUGENIO SUE

ífecla que si viviesen «ería incomparable su <|ícha al vedo casado de un modo tan con-itffmt ron su dcsí'o; de modo que yo tenía <|ue desistir de mi curio*.idad en fuerza de tí.n aniíiblfs digresiones. El niarqués había adivinado Ja naturaleza de las relaciones que a r t e s había ticnido vo con madame Ro-land y con rri padre, aunque éste, al ver que iOii i;as,an-iiento aceleraba, el suyo, me tratab,n entonces ron b( iidad sin igual. De Haryille me insinuó ei.!ontcs con el mejor tac to v dcljrudcza que mi.s pasados disgus-lo* atlnr'entaban el an-.or q u e me tenía. Con! late mot i lo le hablé del casamiento dej

• (til padre y ^e! cíunbio que esta unión 1 'deb ía prorii.cir en jni fortuna; ,pcrp él no mej tiíjó coricluir y rnai.ifestó el más noble des­interés . ¡"Qué viles, ti(cía }0, deben ser esas íamilias qiie no pueden convenirse con un hombre lan liberal en ^Junio a intereses!

—.\&{ lo he conocido siempre—dijo Ro­dolfo- - : lleno de boi^dad, d e g:eneiros¡dad y

nunca de sus proyectos de casamiento? •—^Confieso, monseñor, que varias veces

se me ha ocurrido esa ^vegunta al ver su carácter tan bueno y tan leal; pero refle­xionando luego que podía ofender esa mis­ma bondad, me abstuve de comprometerlo a lc ión y, por ú'.timo, cont inuó: hacerme ttinguna declaración... Cuanto másj „ L „ e g o que nos desposandos, mi padre me se acercaba el día ele nuestra unión, tanto i^,,,.^,,,,^ „ , „ , . y^,, i,^.,^^,,_ Madame Roland m á s d i d ) 0 . ^ e p a r e c i a D e HarviliC... a p e s a r d e ime abrazó también, y como había delante que en dos o tres ocasiones lo he visto su- ; t an tas personas, no he podido librarme de su mergitío en una profunda tristeza._ b u d ía / o ,h ; j ^ , r i t a demo.stración; cx>n su seca y blanca v. con los ojos arrasados de Uignmas, 7 a l | n , a n o me apictó la mía hasta hacernie daño, obser%'aí la expresión de su semblante, cual- |y ^^g ,^^ ^j ^^¿^ ^on una vo i pérfida y me-quiera_ diría que deseaba confiante un se-jír^j^^a ^.^tas palabras que no olvidaré j creto importantei pero que no se atrevía.. . | , „ 4 s : «Acordaos de mi en medio de vucsti

1-

ra felicidad, «porque soy yo quien ha hecho vuestro ca.^ainientoi).)) ¡ Ah, qué lejos estaba entonces de conocer el verdadero sentido de estas palabras! A I * once ros casamos, y po<;os momentos después entramos en et co­che y nos pusimos en marcha con una don­cella mía y el ayuda de cámara de mi mari-cio; viai,ib.ímos con tanta rapidez, que antes de las diez de la noche de'.íamos llegar a Viu rís. Confieso que el silencio v la melancolía de Marville me hubieran sororendido si no

Ocurrióseme entonces ¡a rotura de sus dos casamientos, y confieso que me he estreme­cido ínvoluntariam.ente. Un presenliniienio secreto me advertía que en aquel mislciio estaba cifrada ia felicidad de toda mi vida., . pero era tal mi deseo oe dejar la casa de mi padre, que su vehemencia acalió todos mis temores.

—¿No os ha dicho nada el marqués? —Nada. . . Cuando, a veces le preguntaba

la causa de su mcancolia, solía responder» m e : «Por dichoso que sea, parezco siempre I supiese ya, por \o que él me había dicho, que triste.» Estas palabras,-pronunciadas con un jtenía «una alegría triste». Por otro lado, yo tono afectuoso, disipabwn m i s retólos.. . y I me sentía también mu^í conmovida, pues era además, ¿cómo me atrevería yo a manifes- la primera vez que venía a París desde J-tarle una sospecha injuriosa acerca de lo pa- ; muerte de mi madre, y llegaba soía con m, sado en el momento en que sus ojos estaban ¡marido, a quien .sólo había conocido por es-arrasados de lágr imas? Los testigos del mar-jpació de seis semanas, y el cual no me había qués de Harville, que eran el duque de Lu- 'd icho ha.s.ia la misma víspera una .sola pala-cenay y el vizconde de Saint Remy, l iega-ibra sin la formaiiciad más respetuosa. Acaso ron a Aübiers algunos días antes de m.i boda, no se mira con bastante atención el temor a la cual fueron convidados mis parientes que nos causa ese cambio repentino de tono má¡s cercanos. Acabada 5a misa, debíamos 1 y de maneras que ^e observa aun en los salir para París . . . No era amoj- lo que me hombres de mejor etlucación desde el mo-inspiraba De Harville, sino un vivo interés, 'n>ento en que les perteiiLcemos... N o se eclia

de ver que una joven no puede olvidar en algunas horas ta timidez y los escrúpulos pro­pios de su edad y de su sexo.

—Nada me ha parecido jamás tan bárbaro y salvaje—dijo Rodolfo—(xrnio esa costum­bre de ajxxierarse brutalmente de una jo\'en cual si fuera un.n presa, siendo así que el ma­trimonio debiera considerarse como la con­sagración del derecho de emplear ti>dos lo.s recursos del amor y todos los halagos de la tornura para hacerse amar.

—Ya veo que comprendéis, monseñor, eí vago terror con que he entrado en París , en donde apenas hacía un año cfue había muer­to mi madre. Llegamos, por fin, a ¡a casa de Harville...

Al llegar aquí fué tal la aíritación de ía marquesa, que su rostro se cubrió de un ar­diente rubor, y dijo con voz alterada :

—Sin embargo, es preciso que lo sepáis todo. . . porque si no.. . os parecería muy des­preciable... ¡Pues bien!—añadió con tina re­solución desesperada—, me condujeron a la habitación que me tenían destinada.. . v me dejaron .sola... Al cabo de una hora entró mt marido.. . Hube de morirme de terror. . . Jos sollozos me sofocaban...pero era suya y... t e , nía que res ignarme. . . En esto mi marido dio un gri to horrible, me agarró por un brazo C/on tal violencia, que creTque me lo rompía.. . En vano intenté libtarme de aquella 'tenaza de hierro. . . im.plorar su piedad era inútil... porque no me oía... Su rostro estaba agitado por espantosas convulsiones... Sus ojos se re­volvían en las óHMlas con una rapidez que me fascinaba... Echaba por la boca una espuma ensangrentada. . . y cada vez me apretaba más el brazo.. . Hice un esfuerzo desespera­do. . . soltó, por fib, mi brazo.. . y caí desma­yada en el momento ei^ que De HarviUe se de­batía en un horrible paroxismo de su mai . . .

Esa fué mi noche de boda, monseñor.. . ¡ E s a fué la venganza de madame Roland!. . .

—¡ Desgraciada cr ia tura! — dijo Rodo¥o enternecido—. Ahora comprendo su mal..^ ¡ Epiléptico!.. .

— ¡ O h ! ¡Maldita sea aquella noche fataH dijo Clementina con una voz que desgfarra-

—¡ Oh ! ¡ Maldita sea aquella noche fatal!— ba el corazón—. Mi hija, mi inocente hija ha

—¿Vues t ra hija... también? ¿Será posi­ble? ¿Su palidez... su debilidad?

—Sí, monseñor. ¡Dios de misericordia! Ese es su mal, y los médicos k) creen incu­rable.. . porque e.s hereditario. . .

La marquesa cubrió el .rostríj con las ma­nos ; agobiada por la revelación que aca­baba de hacer, faltóle ed valor pa ra añadir una sola palabra.

Rodolfo guardó silencio. Su imaginación se confundía pensando en

los misterios de aquella noche cruel, Figunibase en su mente a Clementina

tr is te y abatida al volver a la ciudad en donde había muerto su madre; la veía lle­gar a una casa desconocida, sola con un hombre a quien profesaba alguna est ima­ción; pero ningún amor, ninguno die esos afectos que turban deliciosameiKe el espíritu, que emibriagan el corazón de una mujer y la haoen olvidar su púdico temor en medio d e los raptos de una pasión leg-ítima y cori*»-pondida. . . No; Clementina llt>gd «umeí^ida en el más negro dolor; llegó triste, con el corazón helado, la í rente culjJerta d« ry-bor y los ojos anegados en llanto. Se resig^-nó, es verdad; pero en vez de oír palabras de agradecimiento, de amor y de ternura que la consolasen y la hiciesen conocer la felicidad que había dispensado., , ¡vio rodar a. sus pies, uo homb're frenético qy* • • «*• torcía y esputnaba y ru£fia como uoa HHMN

Page 7: POR LA PAZ DE YEBALA Abd-el'Krim 'los Lo que se trató >mi

S A ÍLfBeB¥A0 «

k>' •-.,

Movimiento obrero La salud d© I'abio Iglesias

Leemms en Eí Soctalista: i.Desde hace \mos días, nuRsüo (¡ucrido di­

rector, Pablo Iglesias, se íMiruentra un po<-o molesto <'n su estado de salud. l-<i ¡¡idis^osi-*ióa, afortunadamente^ no tiene caracteres g r a v e s ; pero le produce niareo.s y fatigas, que han inipedido que durante algunos días realizara su paseo matinid por Rosales.

Ello ha Sido motivo para que iiequiriera (nuevamente Li asistencia facultativa de los doctores Huertas , jiadre e hjjo—que tx>n tan­t a sabiduría como cariño atienden a nuestxo ciuerido caraarada y maestro—, que en esta ot-asión, como en ólras, han «stado acertadí­simos en sus consejos.

Aunque el anugo Iglesias so halla un poco mejoradlo, cx>ntirwia visitando!* el doctor i Huer tas , padre.» 1

Convocatoria» | Encuadernada res.—Hoy, a las d i » de !ai

mañana, i Tejeros.—^Esta tarde, a las tres y inetHa^ Estucadores a la catalana.—^^Hoy, a las

nutive de la mañana. I Sastras de lo multar.—^^Esta tarde, a lasf

cinco. I Mosos de cuerda.—Mañana, a ' las nuen-e

tíe la no<'íhe, pudiendo asistir los no socios. arte de Imprimir.—Mañana, a las odio

áe la not^he. _ . :_ Grupo Cooperativista de earruajes.-^MaÁa.'

pa , a las seis y media de la tarde. M. '. ^yg/©/®- ' —

NOTICIAS Sociedad do Estudios psicoló|gicos^ (Virtu-

jics, tg).—Hoy domingo, a las seis de la tarde, ei doctor Sánchez Herrero dará una conferencia sol>re uno de los múltiples te-uíus de la doctrina espirita.

.Se recomienda a losi sefiorea sockxs lai puntíial asistencia, pues al mismo t¡em,po se tes dará cuenta de cómo están los trabajos de preparación para las conferencias que en breve explicará sobre las impresiones reco­gidas en el último Cx)ngreso espiritista cele­brado en Londres uno de los delegados de ¡España, ad.scrito al Centro barcelonés de ¡Estudios psicológicos.

Una «kermesse».—El Montepío de depen­dientes de 'calzado celebrará su tradicional «kermesse» los días 14, 15, 17, 19 y so de Agosto cu el sitio de costumbre, Fray Zefe-t ino GonzáJe*, 16.

Aviso.—Habiéndose extraviado las tarjetas de rifa especial de los números 19.001 al ítg. loo, ponemos en conocimiento del público que quedan anuladas.

lo marcQ Eudopest TUKOSRIIH. \ i m m de liZ wütio, slifiiUti! el \ñu\m íz luz y 61 minimo de gasto.

-W^/^/^r-

NECROLOOICA iHoy se cumple el primer aniversario de la

muerte del que fué buen amigo nuestro don ¡Manud Acedo. I Todas las misas que se digan mañana !u-'nes, de ocho a orn;e de la mañana, en la igle­sia parroquial de San Justo, se aplicarán por el eterno descanso de su ainia.

Reiteramos a su familia, y especialmente a su hijo, D. Manuel, el testimonio de nues­t ro afecto y sincero posar.

- • • ' - ^ ' ^ l / ' s V t S / '—•- — -

Congreso internacional de Odontología

El día 4 de Septieníbrc, en el F.-dacio de Exposiciones d t i Retiro, tendrá lugar la. inau­guración del Con£rreso internacional de Odon­tología, para asistir ai cual vienen represen­taciones de todos los países.

Al mismo tiempo se celebrará una Exposi­ción de Odontología, dividida en dos seccio­nes, científica e industrial, a la que^ concu-t ren varios Centros ilocentes extranjeros y de artículos e instrunieiuos quirúrgicos.

Entre los extranjeros eminentes que vic-ns n a tomar parle en los trabajos del Con­greso figuran los proféseles Brophy y Logan, de los Estados u n i d o s ; Campion y Gilmour, de Londrcís; Godon, Villain y Amoedo, <ic OParís; Goatlieb, de Viena : Dieck, de Berlín ; Shamamine, de Tokio; Cliiavaro y Pipperno, de R o m a ; Forberg, de l ís tokolmo; Carrera, tie Buenos Aires. En el programa íig-uran también numerosos tr,ibajos de otiontólog-os españoles. , Ap^rt* de las sesiones cieiitiücas, se cele­brarán otras operatorias en la Ebcuela de Odontología, Facultad de Medi<-ina, Instituto Rubio y Hospital del Niño Jesús.

Los odontólogos extranjeios serán obse-iquiados con ima excursión a Toledo, una fiesta ea el .ayuntamiento y algunos otros agasajos que prepara la Asociación Odonto-ló^ic-a Española,

El rey ha otorgado su patronato al Con-g^reso y el ministro de Instrucción pública se preocupa, como es justo, de prestar el apoyo oficial a esta Asamblea, en la que, por pri-ineira vez después de la guerra mundial, van a reunirse los profesionales de la Odontolo­gía de todos los países.

TARA LAS AUTORIDADES

Lo que pide el vecindario

¡Agua I «Es iivtt>ler;)b!e el ai>u;so a que venimos so-

tncl idos ios in<iuil¡nos de ia <-asa número 147 de la calle de Santa Engracia. En lo que va óc verano, ea reinemos de agua desde las ocho de lí< nuiñana basta igeai hora de la. noche, habiéndose dado el caso de faltar toda la niK,-lie, y hace días (¡ue ai a las diez hemos podida utilizar U inodoro.»

Va- lo saben las aiuoridades a quienes co­rresponda; esos \-ecinos piden ¡agua! ¡Agua nada menos! Claro que esto ocurre en casi tadas las casas de Madrid, y las autoridades se quedan tan tranquilas. , No por mucho gritar .,

('Los vecinos de la Cwrt 'dera tenemos que ^oocrtar v.n vr-da.dero escándalo todos ¡os (lias. Hay vendedores, ¡obre lodo en una pes-cadeiia, cjue se vuelven locos voceando la m-ercancía y aturden a los vecinos. ¡ Son mu-dios gritos ésto», señor Director!»

* Verdaderamente emplean ciertos vendedo­

res, no todos, afortunadanfente, un procedi­miento un poco absurdo y molesto para ofre­cer su mercancía. «No por mucho gri tar . . . se vende más<»; lo que tienen que hacer es dar buen g-éniero.

Suponehios que tí teniente de alcalde evi­tará !aj molestias de que se quejan nuestros coíTiiunicantes.

Casa^ InHiabitables «La cas» número 33 del paseo de laá" Aca­

cias es una delicia. Tierje inodoros,. . , pero sin agua, con lo que no es preciso decir los olores tan agiradables que se disfrutan. Las habitaciones son pequeñas y de malas condi­ciones ; los cuartos se alquilan al precio que le da ia g-ana al cascre^ caf i todos sin contra­to. ; Es ,qiie no se pueden evitar estos abu­sos?»

* Si las autoridades quisieran, claro está que

pueden evi tarse ; pero no se preocupan. En el .ayuntamiento existe una Sección de Higie­ne y Salubridad, que, a nuestro entender, deberla visitar todas las casas y denunciar la que no reuniese condiciones, imponiendo multas a los propietarios. Pero ¿n que no io hacen? Porque puede darse el caso de que mucihas casas sean de políticos, conce­jales, ex concejales, etc. , etc. .

La Banda Municipal Firma3a por numerosos admiradores ád

maestro Villa y de la Banda Municipal, re­cibimos un* carta, qu« por su extensión no podemos publicar integra. Habla de la for­ma uvi poco bochornosa en qnc actúa la Ban­da en dct.erniiuados espectácidos, y dice;

«La Empresa de los Jardines del Retiro, por el derecho a disponer de nuestra Banda, pag:a al .Ayuntamiento y a sus noventa pro­fesores el elevado canon de ti'^scientas pese­tas p>or concierto.

Nuestra pretensión, señor Director, como admiradores apasionados de 1& Banda, es de C|ue (xítc el depresivo espectáciüo que con «día se da, que deje de ser mezquinam.cnte explo­tada, que nunca ni en nir>gún momento actúe en forma que atee.te a su elevada misión ar­tística, sino consiitLiyendo exclusivo es.|>ec-lácu'o, y que la oiga ei pueblo, que en último extremo es quien la paga .

Fiaajmeii'te, protestamos (y esta es n u « t r a doble queja) de que la Banda siga celebrando en Rosales sus audiciones sobre un vergon­zoso tabladillo de feria, donde, por la caren­cia absoluta de condii.dones aí-ústicas, pierde lo más notable y delicado de su genial y m«-ritlsima labor, y como agravante estos con­ciertos ya debieran ce!ebrarse en el kiosko, cuya construcción, que hace tres años fué em­prendida, terminará cuando la inclemencia del tÍCTiipo termine con^ los conciertos de ve­rano. »

* Estamos muy coníornu-s con nuestros co­

municantes. ¿Se entera el alcalde? ¡ Vaya un otor I

Los vecinos de las inmediaciones de ia pa­rada de los tranvías en Ventas, ios viajeros que en a<:¡uei punto tienen que esperar la lle­gada y salida de los tranvías de la Ciudad Lineal y en general cuantos por' aquel tra­yecto han de pasar, temen muy ^lógicamente por su salud, y desde luego pasan ratos de mil diablos con los,olores que despide un po­zo negro qftc hay id pie de la estación de Ciudad Lineal.

Si el teniente de alcalde VA--] distrito Sf to-mu-^e la molestia de áíir- por allí una vucltn, se io agradei;er¡an vecinos y íranseunlcs. Y la sahid pública también.

A nues t ros suscr iptores que se ausenten de es'^1 capital du ran t e el verano se les en» viará el per iódico, sin a u m e n t o de precio, a! í u n t o en que t ras laden sn residencia , •parff.lo cual será ind ispensab le que dejen abonaTio por an t ic ipado el t i empo que du re !-u ausenc ia .

P a r a facilitar la labor admin i s t ra t iva y evitar en lo posible los ext ravíos de ejem^ piares , se ruega encarec idamente nos ex­presen con toda clar idad las nuevas señas .

\ Ayuntamiento I La Fábrica del Ga»

.Ayer, a 'as doe-e, se verificó en las oficinas I dt; ia Compañía Madrileña de Luz y CalefacN i clon ¡;K>r Gas el acto de devolución de IR Fá-j br'ca por el A} untamiento a la Empresa ex-: piotadora.

Asistieron e! alcalde de Madrid, conde del Valle de .Súchil; D. Valentín Ruiz Senén, presidente del Consejo de Administración; el Sr. Díaz Agero, en representación de la Comisión especial del Gas, y el ex nlcalde

¡ Sr. Vincení!. ¡ A petición del Sr. Ruiz Senén se hi»o cons-i tar en el acta, que se firmó por todos, el I agrado i.x>n que la Empresa ha visto la bue-I na adniínistr.icií'ni que ha habido en la Fá-• br'ca durante su incautación por el Ayunta-

m lento.

PI-AZA DEL. PROGRESO, 12 Extracciones sin dolor, 3 pesetas. Obturaciones, desde 5 pesetas Dentaduras sin paladar, desde 5 pesetas pieza. Coronas de ora desde 25 pesetas, y toda clase de trabajos.—De 10 a 1 y de 4 a 7

C|ite tomr.n parte Diego Bermúdeiz, «El Vie­jo», Manuel r a \ ó n y Antonio Chacón, ei noi table guitarrisíM Montova y la Kambra gi ­tana dfi .Sacro .Monte. í l e doce de la ñocha a la niadnigana, souper t a n f o por la or­questa Gal indo.

BRASSERIE PALACE HOTEL.

• ^ i / i / % -

BIBLIOGRAFÍA

Éxito de '*Mundo Latino,, La ciudad de los ojos bellos (Tetuán), por

i €i doctior Cesar Juarros I Ein este libro mar.Tvilioso, ouj'a primera 1 edicMn está a punto de agotarse, es do ad-¡ mirar, además de un estilo limpio, im.pecabae, ! de verdadero maestrp, la psicología de una I razia fanática, cruel a vectes; pero siempre ; art ista en su más pura acepKñón. Compre us­ted este libro y agradecerá el consejo. En todas las libnerííís.

Los grandes éxito

BUEN RETIRO.—Hoy doming'o hará su debut oljcial la notable compañía. Pucliol-Ozores, (¡ue inie;;ran artistas de tan recono­cido mérito como Luisa y María Puchol, .Sin-j da Martines, Ramona Gaündo, Luís Bori, i Mariano Oztvres, el barítono Sr. Fronitera y | otros muchos condcidisintos de nuestro pú- ¡

La obra elegida para la presentación de la I Todos ios días t a rde y noche. compañía es la !>ena opereta en tres actos; Gran Cinematógrafo j conc!er1»s

ii:'i^2k7:n:T^::::::^'s^^ i<^i ^ás fresco de con paftia. • - ' ! Madrid. Magnífica t e r r aza . Del l -

i Mañana lunes, segunda v última audición ! CÍOSa t e m p e r a t u r a . " ' " . n ^ v r n t ^ " ' ' ? ' ' A - A . ^ - ' 4 ' R'cAL CINEMA v P R I N C I P E ALFON*

CE-NrivÜ. - -hoy doniin¿o_s«_<teiípedirad«-,sO ,_^,i^„,^^,,^^^ SaRHrra.)-^4 las cmco de !*

. __ . . ,_ , . j ; las diez de la not^e. ÍM» havfls rojas, Coa •OT"''O"M\ fice»" r- -A t^ u I A . I ! t '«j'-* de ceremonia, 1 mperi a ' (capítulos pri-E L PARAÍSO.^ Formidable ha sido '¡í\ ...^U ^^c»ndo, ttr^tro Í cutirioU

T E R R . \ Z A D E L REAL CíNBMA.~ .A éxito obtenido por la famosa bailarina La , \ a n q u i en e! teatro de El Paraíso. Sus ma-j j ^ , .^^ ^¿-^ ^^ ,^ ^^^^_ g , ^-^^^^ raviliosos bai.es ne fantasía son admirado»! ^ ^ ^ ^ ^ ¿^ j ^ ^ ^ , c inema,

de '*Mundo Latino,, i agótenlas , . „ , , - . ,. , y CinnX) mi

.ia¡;es ne lantasia por el público que acude a A' ria y no o«sa de aplaudirla. La Yanqui actuará sólo diez días en Ei Paraíso, para hacer lue¿'a una «toumée» por provincias.

La estrella nombrada y el popular Ed-mond áé Bries hacen que todas las noches se

kx:a¡idad:es.

CINEMA ESPAÑA y SALÓN DORE.. j — (Empresa S a g a r r a . ) — A las cinco dfl i la tarde y a las nue^'e de Li noche.— I LitK^rata por amor, Un escándalo en la corte, I El triunfo de la mujer. El hombre de las t res I caras (episodios cuartü', quinto, sexto y sép-

•1 v. 1 j 1 • c j ' timo)-.. <-vnrvrTT< I , ~ > . . . . i v.nn\.» iiul pcKctas ha dado la nmoresa n« i / - iv t ? tTAPAt A t , - . . ;„„- „ ^ . ^ ; _ -, CORDIIKA í'iatrr.<í'¡P'\ noema reWvítw^ í!r» ,^, „ ; • , • •* , ' • Cl.Nh lL)fc.Al...—A las cmco V mecía v *

„ . fr r r \sagesse!, p w m a religioso ae ¡^i Paraíso ct«no indemnización a la qu« tic Paul VerJaiüie, traducida en correctos versos ' • castellanos por C. Diez Cañedo.

Solamjente con el concurso entusiasta Ide poetas t an eminentes como Cañedo, C^rr«-e, Baoarisse, Ortíz de Pinedo y .'b'davin puede i;Mundo Latino» llevar a cabo la lírica em-pres,a de tj-aducír en ver.'ío al ga-an LiUan, CiQmpT>e. usted esta eiólección que ie acredi­tará cpino persona de gfusto.

£1 último gran éxito de "Mundo Latino,,

no\'«la de io ha oonstituidio la hermosa

San G e m á a Ocafia

"Lo ruto de los cautivos., La crít!<a y el púbrtcf> han acogrido 'a nue'.^a jx-oduccív'Hi d,el autor de María Rocío cfm el

entusiasmo de los grandes éxitos.

^ , „ , , , r. • , 'a^ die^. I,a sirena de Tokio fpor la bella ac­né contratado a Edmond de » n e s para a c - ^ , , ¡ ^ japone.=a Sessue H a v a k a 4 ) , I ^ red dei tuar en los teatros oe Aménc.», con objeto de U j ^ ^ ^ ^ lundécimo v duodécimo episodi6s, fin que pueda trabajar este gran artista en tl'¿^ ¡. ^ ^ ^ ¡ ^ ^ ^ L u r h a c o n t r a el d<s»tino (primero

scgamdo episodios, por Wílliam Dunca»* cvtras. B,ARFín'".RL—Se cede para vdada».-

PARA MAÑANA XOVE!D.\I3ES.—A las seis y racdla, S í

-A las die» y/

teatro de El Paraíso. Sólo por diez días. Tcr- i minada su actuación en este teatro, Edmond! de Bries partirá para An-iérica, donde per- . • mamscerá durante tres años. Va sólo le e|ae- | dan seiH funciones. (

Completan el proj^rama los graciosísimos i Antonet y Beby, «ases» 'de la grai'ia, rc^-es , crimen de la \ ' en ta Eriíafta. de la r i sa ; el fornúdabic cuadro de Jota, hnedia, Juan losé. compuesto por la ronflaila Muñoz Carríxo, el I 1"UENC\RR.\L.—.A las »eis. La alsacta-formidable «cantaor» José Chacón y la pa-1 n.i y La venta d« Doít Quijote..—-A las die*^ reja de «baüaares» baturros Los Morenos; ; ¡uyar con fuego. ¡a notable bailarina y cancionista Majg^ía d e j " J A R D I N E S Ol íL BUEN RETIRO.—A' Bries y la monísima Ino Madu<ño. I las di?» v media, Los cuslqtiero».

T;:rr7T:;7:?^2^"~r~:r 1 CENTR0.-A las diez. Cínematd-SECCION REL/GIOS^lgraio y varietés. Freya, PilarCal-santn, d,hoy.-^mi<.^ Hi siito, Casiano.; voCMüíenti, Juanita Oya y AsuH-

Max;mo v juan>, mártuifcs, y Santas Concor-j J J Elena, Radegtinda y (.lertiudis, vírgenes cíón Madrid.

JOLXKXXKXXXiüO};

BAr<(« /•fVuMhk

LA MEJOF! DEL MUNDO

PUtima» « n t o d a » t»Mrt««

n. X X X A JK X H B ] ¡ y X M,

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y mártires, Silión^ 2 pesetas. Ctdtos.—Sc «rana el jubileo de Cuarenta! LATIXA.-- A las seis v media v a las <fie»

Horas en la parroquia de Santa María. j v mcJia, El mismo p ro f i ama d t í domingo., Santos de mañana.—Santos Eusebio, Mar-1 PARQL'E DE R E C R E O S D E L CIRCU-

celo, Calixto. Nosicio y Denieitrio, confesores! LO 1)E A^CTORES.—£! programa del do-y mártires, y Santas .anastasia y Juhana de ¡niníx». Busto, vírgenes. •

Cultos.—Se g-ana el jubileo de Cuarenta Horas en la parroquia de Santa Ma.n'a.

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GRAN H O T E L PARÍS

——— •WW^/ i^ - '

GRANADA

Correo de teatros FUENCARRAL.-—:Ma.ñ,ina lunes, reestre­

no da la preciosa zarzuela, letra de D. Ven­tura de la Vega, musiera del maestro Bar-bieri, Jugar con jun¡;o.

Hoy domingo se pimdrán en escena, por la tarde. La aJsaciana y La venta de Don Qui­jote, V por la noclie, T.a tempestad.

ESPECTÁCULOS PARA HOY

N O V E D A D E S . - - A kts seis y media. El crimen de la Venta Eriííiña.—A las -diea y

1 media. La malquerida. i a ' E K C A R R A L . ~ A las s«is. La abaeia-

na y La venta de Don Quijote.—-\. las diez, La ten;pe>4,",d. ,

J A R D I N E S DEL BUEN RETIRO.—A las diez y media. Los cuáqueros.

CENTRO.-A las siete de la tar­de y diez de ia noche. Cinemató­grafo y varietés. Freya, Pilar Cal­vo, Cliimenti, Emilia Vez, Juanita Oya, Antonio Ramírez, Rubia de Jerez y el niño "Camcoi'M pre­miado en el concurso de ^cante fondo" de Granada. Butacas, 3 ptas.; general, 1 pta.

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pon Joaá (joní^ema T u b e r a ^ fallecido «jar. E! sepelio so otecttiará a las dos y medfa, desde la calle do Gilimón, i, al cementerio de la Almádena.

P o f i a L e w i d r a M a r t i » O a H é r r o a falleció ayer. El uepeüo so verificará boy, a las das y media, desde la costanilla de San Andrés, 12, al cementerio do la Almudcna.

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Bver. fa entierro partlrS lioy, a las ctnoo y tiiodla, desdo el Hospijal Provinoial al ce­menterio de la Almudena.

r on P r e g ó l o H l ^ n e r a s F« rnBn-ha fetHejSüo ayer. El entierro tendrá lu­

gar hoy, a lB« tros, desde el Hospital de la Princesa al cementerio de la Almádena.

Don Círenorlo H l a n e r a s F e r n á n ­d e z lia íallewdo ayer. El entierro se eíeo-tuara iioy, a las tres y media, desde el De­pósito judicial al^cenienterio de la Almu­dena.

D o n J e r ó n i m o C a d l e m o F e r -n á n d e a foileoió ayer. El entierro partirá lioy, a las diez, desde la calle do Calvo Asen-sio, U, al cementerio de la Almádena,

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