por elba romero lópez y hernán romero lópez · dimos enviar los cadáveres a barcelona. ya eso...

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L a sede de la Delegación Estadal Bolívar y la subdelegación Ciudad Guayana del Cicpc se presenta con cierto confort, concebido para hacer que la persona que llega a denunciar un delito se sienta cómoda mientras espera para exponer su caso. Al igual que todas las oficinas de la región tiene aire acondicionado, comodidad indispensable e irrenunciable, si se toma en cuenta que se trata de una región tan calurosa como el esta- do Zulia. Por estos lares no puede faltar el aire acondicionado en una oficina que se respete. Las tierras guayanesas compiten con “la tierra del sol amada” en eso de dónde hay más calor, y así se puede constatar en los despa- chos que dependen de la Delegación: las sub- delegaciones de Ciudad Bolívar, Ciudad Gua- yana y Santa Elena de Uairén. Al describir el ambiente de trabajo del equipo que a diario tiene que enfrentarse a los “chicos malos” de la delincuencia, el comisario general Joel Rengifo detalla para la Revista Cicpc que ahora esto sí es una verdadera ofi- cina, porque cuando llegó a encargarse halló “un desastre” y “todo estaba en el suelo”. Las mejoras han sido tales, dice el alto funcionario policial, que ahora hay hasta un televisor de plasma para que las víctimas de delito puedan relajarse y analizar su situación antes de hacer las denuncias ante las autori- dades. Las mejoras se consiguieron en un acercamiento con el gobernador del estado, quien donó a la sede policial 55 computado- ras. “Computadoras bolivarianas”, aclara el comisario general Rengifo. El hecho es que esta oficina hoy día tiene hasta internet, banda ancha Cantv y Movistar, que paga él mismo, logros alcanza- dos a través de lo que el comisario jefe Joel Rengifo llama “Fede internacional”. Hay asi- mismo, una cámara que permite registrar en la computadora a cada persona que acuda a esta sede policial. Esta información, que inclu- ye fotografía de la persona queda registrada en el disco duro y en CD. Esto fue una dona- ción hecha por él mismo al Cicpc. En materia de infraestructura ha habido mejoras, sin duda alguna. El comisario general Rengifo se felicita porque hasta una valla identificadora de la sede del Cicpc guayanés se puede ver desde lejos. Pero persisten muchas fallas, como la escasez de patólogos, lo cual afecta el trabajo policial en cuanto a medicina legal se refiere. UN PEQUEÑO LÍO “Actualmente hay una sola patóloga y ella tiene derecho a disfrutar sus vacaciones. Pidió sus vacaciones, se les otorgaron y deci- dimos enviar los cadáveres a Barcelona. Ya eso estaba hablado, pero como hay una cam- paña en contra del gobierno, siempre buscan algo para protestar. Empezaron a escribir que el Cicpc llevaba los cuerpos allá, los dejábamos bota- dos y teníamos colapsado el hospital de Bar- celona, lo cual es falso. Nosotros repotencia- mos una furgoneta, llevábamos los cadáveres, esperaban que los autopsiaran, los traían luego para acá y se les entregaban a sus familiares. Eso era totalmente gratuito”, expli- có, para añadir que la patóloga, que tenía dos semanas de vacaciones, se reintegró y está haciendo las autopsias. “Ese es un problema no sólo del estado Bolívar, ese es un proble- ma nacional, ya que nadie quiere estudiar para patólogo”. PROYECTO ESPAÑA Hace años se firmó un convenio que, bajo el nombre de Proyecto España, contem- pla la dotación de las policías con los más modernos equipos, para insertarlas en el con- cierto de naciones más adelantadas. Ocurre Equipos del Proyecto España se instalaron luego de tres años de guardados bajo sol y agua. “El delito no sabía quién era yo”, dice el comisario general Joel Rengifo. “Cuando llegué esto era un desastre. Todo estaba en el suelo”. Hoy la delegación avanza hacia la modernidad. Hasta tiene Internet Por Elba Romero López Y Hernán Romero López 132

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Page 1: Por Elba Romero López Y Hernán Romero López · dimos enviar los cadáveres a Barcelona. Ya eso estaba hablado, pero como hay una cam-paña en contra del gobierno, siempre buscan

La sede de la Delegación Estadal Bolívary la subdelegación Ciudad Guayana delCicpc se presenta con cierto confort,

concebido para hacer que la persona quellega a denunciar un delito se sienta cómodamientras espera para exponer su caso. Aligual que todas las oficinas de la región tieneaire acondicionado, comodidad indispensablee irrenunciable, si se toma en cuenta que setrata de una región tan calurosa como el esta-do Zulia.

Por estos lares no puede faltar el aireacondicionado en una oficina que se respete.Las tierras guayanesas compiten con “la tierradel sol amada” en eso de dónde hay máscalor, y así se puede constatar en los despa-chos que dependen de la Delegación: las sub-delegaciones de Ciudad Bolívar, Ciudad Gua-yana y Santa Elena de Uairén.

Al describir el ambiente de trabajo delequipo que a diario tiene que enfrentarse a los“chicos malos” de la delincuencia, el comisariogeneral Joel Rengifo detalla para la RevistaCicpc que ahora esto sí es una verdadera ofi-cina, porque cuando llegó a encargarse halló“un desastre” y “todo estaba en el suelo”.

Las mejoras han sido tales, dice el altofuncionario policial, que ahora hay hasta untelevisor de plasma para que las víctimas dedelito puedan relajarse y analizar su situaciónantes de hacer las denuncias ante las autori-dades. Las mejoras se consiguieron en unacercamiento con el gobernador del estado,quien donó a la sede policial 55 computado-ras. “Computadoras bolivarianas”, aclara elcomisario general Rengifo.

El hecho es que esta oficina hoy díatiene hasta internet, banda ancha Cantv yMovistar, que paga él mismo, logros alcanza-dos a través de lo que el comisario jefe JoelRengifo llama “Fede internacional”. Hay asi-mismo, una cámara que permite registrar en lacomputadora a cada persona que acuda aesta sede policial. Esta información, que inclu-

ye fotografía de la persona queda registradaen el disco duro y en CD. Esto fue una dona-ción hecha por él mismo al Cicpc.

En materia de infraestructura ha habidomejoras, sin duda alguna. El comisario generalRengifo se felicita porque hasta una vallaidentificadora de la sede del Cicpc guayanésse puede ver desde lejos. Pero persistenmuchas fallas, como la escasez de patólogos,lo cual afecta el trabajo policial en cuanto amedicina legal se refiere.

UN PEQUEÑO LÍO“Actualmente hay una sola patóloga y

ella tiene derecho a disfrutar sus vacaciones.Pidió sus vacaciones, se les otorgaron y deci-dimos enviar los cadáveres a Barcelona. Yaeso estaba hablado, pero como hay una cam-paña en contra del gobierno, siempre buscan

algo para protestar. Empezaron aescribir que el Cicpc llevaba loscuerpos allá, los dejábamos bota-

dos y teníamos colapsado el hospital de Bar-celona, lo cual es falso. Nosotros repotencia-mos una furgoneta, llevábamos los cadáveres,esperaban que los autopsiaran, los traíanluego para acá y se les entregaban a susfamiliares. Eso era totalmente gratuito”, expli-có, para añadir que la patóloga, que tenía dossemanas de vacaciones, se reintegró y estáhaciendo las autopsias. “Ese es un problemano sólo del estado Bolívar, ese es un proble-ma nacional, ya que nadie quiere estudiarpara patólogo”.

PROYECTO ESPAÑAHace años se firmó un convenio que,

bajo el nombre de Proyecto España, contem-pla la dotación de las policías con los másmodernos equipos, para insertarlas en el con-cierto de naciones más adelantadas. Ocurre

Equipos del ProyectoEspaña se instalaronluego de tres años deguardados bajo sol yagua. “El delito no sabíaquién era yo”, dice elcomisario general JoelRengifo. “Cuando lleguéesto era un desastre.Todo estaba en elsuelo”. Hoy ladelegación avanza haciala modernidad. Hastatiene Internet

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que el Cicpc de Bolívar recibió su correspon-diente dotación pero, por circunstancias quenadie se explica, permanecieron tres años sininstalar, incluso, sin abrir las cajas de embala-je, tal como vinieron de fábrica; ubicados en elestacionamiento a sol y agua.

Durante la gestión del comisariogeneral Joel Rengifo, por fin se instalaronestos equipos del Proyecto España, con ayudade la gobernación. Porque, hay que decirlo,faltó solidaridad, cooperación y apoyo de lasautoridades de los hospitales de la zona, quie-nes se negaron rotundamente a que los pató-logos de la policía científica usaran sus insta-laciones para practicar las autopsias, mientrasse acondicionaba la morgue del Cicpc-Bolívar.

Menos mal que “aquí el empresariadoayuda mucho”, destaca el comisario jefe Ren-gifo. El tiempo que estos equipos permanecie-ron mal guardados dañó algunas piezas, cuyareparación es indispensable para poder termi-nar la instalación, aclara a la Revista Cicpc.

—¿Qué servicios se han incorporado ala delegación?

-- Se han incorporado a la MedicaturaForense equipos de nueva generación. Hayun equipo IPC de láser con un costo aproxi-

mado de 2 millardos de bolívares, que sirvepara hacer análisis de presencia de pólvora,estudios de contaminación, comparación detelas y de tierra. Está en período de prueba.Su instalación y la programación del softwarecuestan 21 millardos.

Orgulloso, dijo que en todo el Orientedel país, la única morgue propia es la de Ciu-dad Guayana

Resalta que mantiene buenas relacio-nes con la prensa y el sector empresarial, acti-tud que le granjea la colaboración “desintere-sada” de ambos sectores. El diario NuevaPrensa y Fedecámaras Bolívar, con ZenénTorrealba a la cabeza, son los que más cola-boran.

FALTA PERSONAL, PERO LOSDELINCUENTES ME TEMEN

El jefe de la Delegación Estadal Bolívardestaca que en esta región el delito al cualmás le teme la ciudadanía, especialmente el

empresariado guayanés, es al secuestro.“Cuando yo llegué el año pasado me recibie-ron con dos secuestros; parece que los delin-cuentes no sabían quién era yo”, dice conven-cido de poder mantener a raya a la delincuen-cia y añade que el año 2006 en esta delega-ción se trabajaron 11 casos de secuestrosresueltos; y este año se han producido 7 pla-gios, todos resueltos. “El último fue el del pre-sidente de la Asociación de Ganaderos, PacoMorao, a quien rescatamos sano y salvo enuna zona montañosa, caminamos dos días”.Un día de ida y otro de regreso.

Como parece ser la constante en todaslas dependencias de la policía científica, en ladelegación de Bolívar también hay un déficitde personal. “Carecemos de recurso humanoy de equipos”, dice al tiempo que estima quele faltan 120 personas, porque piensa que“una brigada de secuestros debía estar confor-mada por 20 hombres; una brigada de robo yhurto de vehículos debía tener 20 hombres”;como 20 hombres debe tener también la bri-gada de robo.

-- Aparte de gerenciar, yo también meinvolucro en las investigaciones y en los res-cates de personas, y he vivido la carencia deequipos. Uno de los equipos primordiales es elde visión nocturna, necesarios para el uso enzona montañosa. En el despacho sólo haydos, y los dos son míos.

En Venezuela es cosa común que eltrabajador, de cualquier nivel y cualquier pro-fesión u oficio, se entrega de lleno a su tra-bajo y da mucho más de lo que éste exige yde lo que son sus responsabilidades endicho cargo. Es la misma actitud que obser-vamos en el comisario general Joel Rengifo,quien confiesa que se da por entero a la

Satisfecho por lalabor realizada

Los funcionarios listos para atender al público

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misión encomendada como jefe de la Dele-gación Estadal Bolívar.

“Como yo estoy identificado con la insti-tución y soy parte de la misma, yo trato deconseguir los recursos, donde sea trato deconseguirlos. Y lo he conseguido”, reconoce elalto funcionario policial. Esta actitud le damuchas satisfacciones en su diario quehacerpolicial. Quedan las anécdotas, la mayoría deellas positivas. Son esos placeres que acom-pañan al ejercicio profesional y suavizan lasduras luchas diarias contra el hampa.

-- Yo tengo mi uniforme de camuflaje.Me dio un placer inmenso cuando fuimos enel rescate del señor Morao, que nos acompa-ñaron 13 efectivos del Ejército, de las Fuer-zas Especiales; 15 de los comandos ruralesde la Guardia Nacional y 28 del Cicpc, y elque comandaba la misión era yo. Yo comopolicía civil comandé ese grupo. Se trata dela experiencia y el conocimiento, y trabaja-mos hermanados, sin egoísmos—, relata conorgullo bien entendido una de las anécdotasmás recientes.

LAS CARENCIAS NO DETIENEN ELTRABAJO NI LOS LOGROS

Cuando se le pregunta sobre la efectivi-dad, el comisario general Rengifo remite inme-diatamente a las carencias que tiene la Dele-gación Estadal Bolívar, entre las cuales men-ciona como primordiales la falta de recursos

humanos y la logística (carencia absoluta devehículos, pues sólo hay operativos dos). Hayla buena intención y las ganas de hacer el tra-bajo, pero estas carencias impiden que la res-puesta al hampa sea más contundente. Sinembargo, Rengifo está satisfecho con suactuación y la de su equipo.

“Aquí lo que nos tiene afectados es elrobo y hurto de vehículos. El secuestro lotenemos frenados”, asegura el comisario jefe.

Las carencias no son obstáculos parahacer el trabajo. Hay relaciones, buenas rela-ciones, que eso ayuda. Las instituciones estánprestas a colaborar, no sólo la gobernación. Osi no se hacen “vacas” y se resuelve el caso.Depende del carácter del problema. En casosde tubos y similares, ahí en Bolívar están laCVG y las empresas básicas. La Ferromineraha estado presente en varias circunstancias,detalla el comisario general Joel Rengifo.

— Aquí no había dormitorio para losfuncionarios, los baños no estaban operativos.Ya cuentan con un dormitorio digno y bañosen buenas condiciones. Aquí resolvemos rápi-do, gracias a Dios.

UNA AVIONETA Y UNA LANCHAAcotó el comisario general Rengifo que

incautaron una avioneta en un procedimientode narcotráfico. “Yo me movilicé fuertemente,a través de la Oficina Nacional Antidrogas, lasolicité y hace tres días firmé un documentoen el cual me dan en uso, guarda y custodiaesa aeronave, para utilizarla en asuntos oficia-les. Ese mismo día, dije que necesitaba unalancha, porque estamos rodeados de ríos y lasemana que viene voy a firmar por una lan-cha”.

Cinco de los funcionarios del Cicpc (delURI y Secuestros) serán entrenados para

manejar ese vehículo acuático. Otro personalaprenderá a pilotar la avioneta.

PROYECTOSComenzó por indicar que hay un ante-

proyecto para la construcción de una “sede deIupolc aquí, pues tenemos bastante terreno yel costo está sobre un millardo de bolívares.Ya se lo pasé a la directora de Iupolc, la profe-sora Francisca García y al director del Cicpc,comisario general Marcos Chávez”.

—Tenemos en proyecto la construcciónde un polígono de tiro dentro de las mismasinstalaciones, para que el funcionario se estéentrenando constantemente. Estamos buscan-do los recursos, pues también es costoso.

Agregó el jefe de la Delegación EstadalBolívar que la alcaldesa de Tumeremo, “queestá bien identificada con la institución, yaincluyó en el presupuesto del año 2008, lapartida para la construcción de la sede delCicpc en esa ciudad. Ya nos donaron el terre-no y solo falta la construcción de la infraes-tructura. Vamos a arrancar con una receptoría,en una casa alquilada por la alcaldesa y sevan a enviar diez funcionarios de diferentestipos de jerarquías. Ella va a conseguir dosvehículos para que se puedan movilizar.Tengo que viajar a Caicara del Orinoco, aentrevistarme con el alcalde, que tiene toda labuena intención de donar un terreno y hacerla construcción de la infraestructura del Cicpc”.

EJEMPLODesea el eficiente gerente que “esta

delegación sea ejemplo para los demás esta-dos del país, para que recuperemos nuestrosespacios, nuestra infraestructura, para quenos embarquemos hacia el futuro, al verdade-ro Cicpc”.

Mostrando orgulloso su obra

Equipo de última tecnología

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