POP UP TEATRO

004JuanMairena

Sumario 3 EDIPO EN SEMANA SANTA

Carlos Alonso Callero

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39 ADORANDO AL SANTO POR LA PEANA

DIRECCIÓN: Óscar Arroyo COORDINACIÓN: Enrique Arroyo y Henry

Ballesteros MAQUETACIÓN Y DISEÑO: Sahara CaballeroEDICIÓN: Editorial Zenú Depósito Legal M- 29169-2014 ISSN 2386-950X

Revista Pop Up Teatropopupteatro@gmail.com @PopUpTeatro

Jonathan Fernández

ALBUM FAMILIAR DE LA ORDEN DEL SANTO MEMBRILLOMaykiso Fotografía

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LA TRASCENDENCIA DEL TEATRO Carlos S. Bouma

HAGIOGRAFÍA NO AUTORIZADA DE

LA CERDA DE MAIRENA

SANTAS Y ACTRICES: SANTA NURIA Borja Roces

ENTREVISTA A JUAN MAIRENAJosé Carlos Valencia PASOS HACIA UN TEATRO COLOMBIANOMario Ángel Quintero

IGNASI VIDAL. EntrevistaÓscar Arroyo

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Llueve en la calle. Llueve so-

bre la cajita de evacuaciones

de mi gata. Ahora vendrá a

maullar enfadada como si yo

fuera el responsable de las

nubes. El agua es la vida; lo

que buscamos en Marte, de

lo que hablaba Bruce Lee.

Todo es agua. Yo recuerdo

pasar la mitad de mi vida su-

mergido en una piscina con

agua, cloro y pis de alemanes.

Más tarde tuvieron que ope-

rarme un tímpano que perdí

por culpa de tantas infeccio-

nes prolongadas. Hace años

que no meto la cabeza bajo el

líquido de la vida. Pero tengo

un sueño recurrente en el que

hago pesca submarina con

mis primos... solo es un sue-

ño, algo inalcanzable del que

despierto inquieto, como en

medio de una pesadilla en la

que me suben un 21% de

IVA por mi trabajo. Por los

pasillos de mi casa me pasea

mi madre en mi cuna. No

hay ángeles. Los seres alados

los copiaron los cristianos de

los sumerios. Y me despierto

con ganas de echarme a la

cara a la legión de diletantes

que hacen teatro y se creen

EDIPO EN SEMANA SANTA

4 PopUpTeatro004

eternos. Luego pienso que

no es justo meterme con la

profesión y me resguardo

bajo un puente. Supongo

que este oficio necesita a

personas que consigan que

los niños odien a los títeres

de hilo. No suelo despertar-

me inquieto aunque tampoco

suelo dormir tranquilo.

Llueve y es esa lluvia la que

todos los años estropea la

fiesta a los «teatreros» del

paso y el capirote. No en-

tiendo por qué no lloran por

los recortes a la cultura, la

educación y la sanidad. Llo-

ran al santo y yo lloro con

ellos al no comprender nada.

No sé qué más contarte, solo

una inquietud, quizás una

certeza. Solo sé que donde

acabes tú se acaba el mun-

do...

© M

arta Ao

iz

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LA TRASCENDENCIA DEL TEATRO

(o la inesperada virtud de

la ayuda del cine)

Desde que llegué a la ciudad

de los mil teatros, donde en

cada cruce de calle parece que

te ilumina un foco a cada pa-

so, me he encontrado defen-

diendo en varios debates la

poca trascendencia temporal

del teatro frente a otras artes.

No es que no me guste el tea-

tro. La poesía de lo efímero

que lo envuelve es demasiado

poderosa como para que pase

desapercibida en mi estóma-

go, pero sigo considerando a

éste como un «arte de ciudad»

más que un arte mayor, o una

forma de vida frente a un arte

que intente reflejar y trastocar

la vida social en la que el tea-

tro convive y no precisamente

en la tangente.

Esta noche, viernes 20 de fe-

brero, una buena amiga –en

su misión de acercarme más

al teatro, mundo donde se

desenvuelve- me ha invitado a

ver Non Solum, dirigida por

Jorge Picó e interpretada por

uno de los actores más sol-

ventes del panorama nacional,

BOUMA

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Sergi López, en el Teatro del

Barrio.

-Así, la verdad, no voy a ha-certe cambiar de opinión- fue-ron sus palabras al salir.Y es que tras una historia caó-tica de 90 minutos y una soli-taria interpretación batallada y

decente aunque no brillante o

acorde a sus mejores virtudes,

esta obra - como la aplastado-

ra mayoría de las demás-

pasará al «olvido» de todos los presentes y a la historia del arte en general mucho más pronto que tarde.

© M

Iuel A

ng

el Vo

zmed

iano

Peces

PopUpTeatro004 7

Y es bello en esencia. Pero no es trascendente. Es más un entretenimiento momentáneo: un pensamiento fugaz, una explosión sensorial.No puedo evitar pensar cómo Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia) ha logrado reflejar, exprimir, matar y resucitar la particular naturaleza del mundo interior y exterior del teatro, «utilizando» y dando una vuelta agónica de tuerca a la artillería pesada que éste posee. El caso es que una película que basa su hilo conductor en una obra, va a tener más espacio en la mente de las personas que todos los pases del año juntos. Y en mi opinión, pese a que parece lo contrario, es una gran ayuda. Que a tanta gente le interese esa historia -y no deje un halo de indiferencia- es un refuerzo que incita a reflexionar. Me habláis del sudor de las actrices, de la saliva que casi alcanzáis a tocar de los actores, del ingenio de los creadores, de la libertad artística de los directores…

Como si prefirieseis el contacto físico al emocional. Como si separaseis el sexo del amor. O sugerir que esos dos conceptos no pueden ir juntos. Quizás es el momento de abrir un poco el círculo. De acercar y emplear los medios tecnológicos para maximizar la energía que queda derramada en cada escenario.Para darles la oportunidad, elección y variedad a los que no están en vuestro gremio de la capital a intuir, imaginar… a enamorarse de vuestro mundo. Eso es para mí querer trascender. Destruir las bases. Acercar a la gente. Eso para mí es amor. Y arte mayor. Mientras tanto puede que sea mayormente tan solo un lugar como otro a donde ir a pasar un fenomenal o aburrido segmento de nuestro tiempo social. Con un buen vino.

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Juan Mairena, dramaturgo y director de teatro, escribió y diri-

ge Cerda, que agota localidades en cada función en La Casa

de la Portera. Su trama, plagada de referencias y guiños a la

cultura pop, provoca que la Orden del Santo Membrillo ande

siempre revuelta. Nos propusimos contar la verdadera histo-

ria de la cerda, pero Juan ha declarado que la considera apó-

crifa.

HAGIOGRAFI A NO AUTORIZADA DE LA

CERDA DE MAIRENA

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CAPITOLO I. IL RAPIMENTO

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CAPITOLO II. IL VOLO

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CAPITOLO III. LA RICONCILIAZIONE

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FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA

ACTORES

David Aramburu

Dolly

Juan Mairena

Julio Rojas

María Velesar

Soledad Rosales

PELUQUERÍA Y ESTÉTICA DE UÑAS

Alicia Monedero

Alia Díaz García

MAQUILLAJE

Alexander Morillo

Débora Rodríguez Valencia

Noelia Segura Cruz

FOTOGRAFÍA

Maykiso

AUXILIAR DE FOTOGRAFÍA

Eloy Torre

ESTILISMO Y PRODUCCIÓN

José Carlos Valencia

PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN

Óscar Arroyo

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SANTAS Y ACTRICES

SANTA NURIA

Santas y Actrices, está dedica-do en esta primera ocasión a la más antigua y célebre, de cuantas hay en mi santoral privado. Fue Santa hace mu-chos años, cuando aún no existía internet y uno buscaba información en enciclopedias o en viejas revistas. Me bastóverla en acción una primeravez para elevarla a los altaresy, a partir de entonces, co-menzó la búsqueda de datospara poder hacerla santa.

Aquí las líneas que la definen y promulgan como SANTA NURIA.

Ella es un ser antiguo.

Imagino que se agolpan en su alma, tres o cuatro intensas vidas.

No sé muy bien por qué se hizo actriz.

Porque ya era actriz.

Ella es un actriz de la antigüe-dad.

Y desde entonces, todo el tea-tro ha pasado ante sus ojos.

Trabajos alimenticios y ligeros, trabajos enormes y desafiantes que le han conferido un perfil de gran dama, ganado a pulso en estos últimos sesenta años. Casi nada.

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© Almudena Fernández Lourasquy

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Quejas y excusas, pocas. Im-posible sobrevivir en esto del teatro, tantos años, poniéndo-se blandita. Sus días de niña recitadora, de joven actriz de compañía de repertorio, la gran revelación al sol (o a la luna) emeritense, horas y eter-nidades acompañada de un gran hombre.Ellos dos, en definitiva, solos.Esta Santa, se enamoró.Ni virgen, ni pecadora.En sus ojos hay bondad.Es todo un éxito acercarte a los ochenta y no haber empa-ñado tu mirada con eso del rencor y la mala leche.Inteligente, pues.Fuerte como ninguna, recorre este pedazo de tierra, cual colegiala de excursión y clamando a los cuatro vientosque a ella, lo de las giras le gusta.Única en su especie.Se planta frente a directores de todo tipo.

Sin miedo a lo nuevo.Pero siempre, y ahí se encierra su «milagro», ella es SANTA NURIA.Podríamos enumerar todas aquellas cosas que la hacen única; sus modos o maneras de estar en escena, su voz, su cuerpo...No es importante.Lo único importante es que por encima de todo está ella.Supo porque, insisto, ella es actriz desde la antigüedad, que en esto del teatro, de ser acto-res y actrices, hay algo que prevalece por encima de cual-quier otra cosa.Su esencia única, aquello que hace que un espectador pare su tiempo, en un patio de bu-tacas. Esa esencia cuya sola compa-ración con otras, cae en lo ri-dículo.Las Santas son así....

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ENTREVISTA A JUAN MAIRENA

1. Todos sabemosque cuando se creóel mundo, ya esta-ba plagado de cer-das. Pero... ¿Cuálfue el origen deCerda? ¿Qué fueantes, la cerda o labellota? Cuéntanoscomo se gestó laidea.

Primero fue el cerdo y después el hombre. Más tarde el hombre fue un cerdo para el hombre y, desde en-tonces, la vida es cer-da. De hecho ese iba a ser el título, La Vida es Cerda, pero como no me gustan los títulos demasiado descriptivos o que puedan desvelar parte del argumento, finalmente opté por algo más ambiguo como Cerda.

Hay dos temas que me obsesionan especialmente, la injusticia y la identidad, dos conceptos que van ligados porque pienso que si supiéra-mos quiénes somos realmente, no solo seríamos más justos con los demás sino, sobre todo, con nosotros mismos. El secuestro de niños por parte de una monja sin escrúpulos me

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pareció el marco ideal para reflexionar sobre estas cuestiones. Y ahí empieza Cerda.

2. ¿Fue difícil convencer aestos maravillosos actoresa ordenarse como siervasdel Santo Membrillo?¿Cómo fue ese momento«hay algo que os quieroproponer»?No fue difícil porque la ma-yoría nos conocíamos y está-bamos entusiasmados con la idea de trabajar juntos, aun-que es cierto que, tras una primera lectura, algunos em-pezaron a mirarme raro y a preguntarse dónde se habían metido. Afortunadamente eso fue solo al principio ya que enseguida entraron en la historia y empezamos a di-vertirnos.

3. Llenar todas las funcio-nes durante tanto tiempo yver tu obra plasmada enun libro debe ser muy gra-tificante. ¿Cómo te sien-tes? ¿Sorprendido ante es-te movimiento Cerda?

Me siento feliz. La verdad es que la obra ha superado to-das nuestras expectativas. Creíamos que íbamos a estar un mes en La Casa de la Por-tera y ya vamos para dos años. Después vino el es-treno en Buenos Aires, qui-zás esto sea lo más sorpren-dente, ya que nunca habría imaginado que un director y una compañía de otro país se interesaran por montar el texto a los seis meses de su estreno. La otra sorpresa fue que nos seleccionaran para el Festival Internacional de Ar-tes Escénicas de Sevilla, don-de además pudimos compro-bar que la obra funciona igualmente en otro formato, con otra escenografía y un público diferente. Y final-mente, la publicación del li-bro en Ediciones Antígona, una de las mejores editoriales de teatro de este país, ha sido la guinda de un sueño que, sin esperarlo, se ha hecho realidad.

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4. En la obra hay muchasreferencias… Bette Davis, Los Ángeles de Charlie, por citar algunas. ¿Fue difícil asociar cada referencia a cada personaje o cada personaje te inspiro su propia referencia?

No fue difícil porque, en un principio, todas esas referen-cias al cine, la televisión, la po-lítica, la religión e incluso a la publicidad, no fueron busca-das, empezaron a surgir como un juego, de manera espontá-nea. Después comprobé que no sólo quedaba divertido sino que, de repente, adquirían un papel relevante en el conjunto de la obra.

5. ¿Para cuando el próximoproyecto? ¿Hay algo en marcha? (prometemos guardar el secreto).

La verdad es que no sé para cuándo, pero puedo avanzar que Cerda es la primera parte de una trilogía. Serán tres his-torias diferentes pero con un nexo común y un universo

muy particular en todas ellas. La segunda parte será un thri-ller psicológico y surrealista, más dramático, pero sin re-nunciar al humor absurdo tan presente en Cerda.

6. ¿Tienes algún teatro osala ideal donde te gustaría programar Cerda?

Cerda fue escrita para La Casa de la Portera, así que esa es la sala ideal para esta obra. No obstante, hay otros teatros en los que me gustaría verla algún día pero por prudencia y por-que dicen que los deseos no se cumplen si los cuentas, me lo voy a guardar.

7. ¿Qué desayuna Juan Mai-rena? ¿Tostada con jamón o dulce de membrillo?

Sin duda jamón, soy más de salado. Y el cerdo, como buen onubense, siempre ha estado presente en mi dieta y en mi vida.

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PASOS HACIA UN TEATRO COLOMBIANO

Pop Up Teatro por el mundo

Un personaje de Borges dice

que «ser colombiano es un ac-

to de fe». Uno diría, quizás, ser

colombiano es más una condi-

ción de alma. Ahí, en los he-

chos, en la historia, en los sue-

ños, en el milagro irrepetible

de tenerse en el aire todos los

días, de escribir sobre el agua

nuestros afectos y obsesiones,

y ver nuestras palabras diluirse

en un mar que tapa todo con

sus contradicciones, con sus

sin sentidos; ahí suena nuestra

risa, ahí se nos van acabando

los días. Dentro de este con-

texto, llevo los últimos 10 años

en busca de un teatro que pue-

da existir en escena por esta

realidad. Como hacedor he

encontrado algunas respuestas,

pero esas no vienen al caso en

este momento. Aquí escribo es

de mi experiencia como espec-

tador, como público.

El teatro que veo en mi ciu-

dad, Medellín, y en Bogotá,

tiene poco que ver con mi vida

y me parece más como entre-

tenimiento o aventura cultural

para universitarios, que un tea-

tro arraigado en nuestros días.

Cuando vi Solo Brumas de Pa-

vlovsky en Buenos Aires hace

MarioÁNGELQUINTERO

PopUpTeatro004 27

algunos años, sentí que ahí

pulsaba algo que podría ser

nuestro. Existía en esa puesta

un desastre de alma que lle-

vaba al público a un sitio muy

difícil de habitar que sin em-

bargo era rutinario. Ese elen-

co, que incluía al mismo Pa-

vlovsky, presenciaba una ca-

tástrofe imperdonable desde

sus propias derrotas, de una

manera que uno reconocía.

Una versión uruguaya de An-

tígona que vi en estos días,

también me ayudó a aclarar

mis expectativas de un teatro

colombiano, pero de la ma-

nera opuesta. Esta versión de

Antígona fue ubicada en las

vivencias de mujeres que ha-

bían sobrevivido a lo peor de

la dictadura uruguaya. Ho-

nesta y directa (el elenco in-

cluía a las mismas sobrevi-

vientes), esta apuesta se radi-

caba firmemente en la necesi-

dad de hacer justicia por las

atrocidades cometidas. Supe

inmediatamente que este tipo

de construcción, sana y racio-

nal, era absolutamente ridícu-

la dentro de nuestra realidad.

Si un acto de justicia general

El A

ño

de R

icardo

28 PopUpTeatro004

se hiciera en Colombia, no

quedaríamos ni uno de pie.

En nuestro contexto, esa in-

dignación, esa pasión del que

tiene la razón en la mano, ha

resultado ser una y otra vez

una máscara que cubre intere-

ses ocultos y manipuladores.

Nos resulta muy difícil ser tan

creyentes en verdades tan ab-

solutas, por apasionadas que

sean. El contexto uruguayo es

otro, pero aquí esas claridades

son imposibles.

Por eso me pareció tan im-

portante el montaje de El

Año de Ricardo de Angélica

Liddell por Si Teatro, que se

presentó en esta ciudad el

mes pasado. Una combina-

ción de ingredientes hetero-

géneos hizo que este montaje

en particular me mostrara un

sendero potencial hacia un

teatro nítidamente colom-

biano.

Primero, el texto de Angélica

El Año de Ricardo

PopUpTeatro004 29

Liddell es altamente elocuente

y lúcido, algo que nuestro tea-

tro, obsesionado por la expre-

sión corporal y la imagen

frondosa, pocas veces logra.

Al fin tenemos aquí un texto

con suficiente ironía y agilidad

para reflejar la complejidad de

la situación. El tono del texto,

que en España, supongo, es

materia de provocación, aquí

se vuelve comedia de la indis-

creción. Ese aspecto cómico

de lo extremo que es el texto,

hace que nuestro protagonis-

ta, Ricardo, se parezca más a

la figura conocida de la tía o

abuela quejambrosa, quien se

pasa los meses y años que le

quedan antes de morir en ac-

tos y pensamientos crueles y

malévolos. El humor nos in-

volucra en el mal.

Los personajes también son

nuestros. El Rey hablador, incesantemente obsesionado

por sus malestares, habla, casi

sin respirar, y pavonea sus

pequeñas reflexiones sobre las

multitudes, y sobre el tedio de

mantenerlas en orden. Sale a

relucir la lucidez brutal del

gobernante en la insistencia

que siempre será más impor-

tante el orden que la justicia.

Pero sus minutos, sus horas,

se las come su neurosis, sus

quimeras, sus dolores. Tam-

bién nuestro es el sirviente, el

vestidor, mudo, humilde, ser-

vil, y quizás más carnívoro

que su amo. En un momento

lee del libro de Eclesiastés, y

parece una lista de disculpas

por una masacre. En esta

obra Job y el diablo son el

mismo.

El universo de esta obra es el

de Robespierre al decirles a

los nobles mientras suben a la

guillotina que tengan cuidado

con sus dedos. Este es el uni-

verso del Rey que intenta fijar

un número moderado de ca-

dáveres. Es, al fin, el universo

en que el Apocalipsis es un

30 PopUpTeatro004

descanso merecido para to-

dos.

El grupo Si Teatro ha llegado

a una madurez en que puede

asumir un montaje como este.

Elkin Holguín, nuestro maes-

tro del vericueto y las penum-

bras, trae su talento oscuro y

lírico al papel del Sirviente pu-

cheroso. Todo su entrena-

miento físico para una expre-

sividad de gestos y muecas

está claramente aprovechado

en este papel. Carlos Bolívar

nos trae desde España su gran

capacidad verbal y de actitud

para encarnar al histrión falli-

do, el dictador infantil, que es

nuestro Rey sicópata.

Ambos, Holguín desde Si

Teatro y Bolívar desde Íntimo

Teatro, vienen evolucionando

su estética a través de textos

de Rodrigo García. Ahora jun-

tos en el nuevo Si Teatro, nos

traen espacios sucios, oscuros,

sin restricciones, manicomios,

spas, donde a través de la

sombra y la lucidez de Liddell

vemos el aislamiento del po-

der. Cosas, electrodomésticos

y utilería, a veces no funcio-

nan, y así debe ser. Este no es

un montaje limpio, y no lo

debería ser. La higiene de lo

estético es una mentira inso-

portable en este contexto. Es-

to es otra cosa, y hay que lle-

gar con la conciencia de lo

que se está representando. Es-

ta realidad se desborda, y no

tiene sustancia más allá de lo

paradójico y lo sobre-

impuesto. Aunque elementos

vienen de afuera, este teatro

no es de otra parte. Este tea-

tro empieza a ser de acá, y lle-

va la herida de acá.

El colombiano, por mucho

que nos digamos lo contrario,

no está orgulloso de su herida.

Pero es hora de írsele de fren-

te, de reírse de ella, por maca-

bra que sea la risa. Sólo así, al

atacar todas las mentiras que

cubren esa herida, podremos

tener la esperanza de algún día

sanarla.

PopUpTeatro00 4 31

Desembarcaste en Madrid en febrero con

tres proyectos a la vez, dos estrenos de

teatro, El Plan y Dark Stage , y actuaciones

del espectáculo musical Póker de Voces .

¿Enorme capacidad de trabajo o te han

clonado?

Es cierto, tengo una enorme capacidad de trabajo. Y con los años va a más.

Entrevista: Óscar Arroyo Foto: Maykiso

32 PopUpTeatro004

El Plan, representada en

La Pensión de las Pulgas,

parecía estar predestinada

al éxito. Generó mucha ex-

pectación incluso antes del

estreno. ¿A qué crees que

se debe?

No sé si estaba predestinada

al éxito. Ahora parece fácil

decirlo ante la unánime res-

puesta del público y de la crí-

tica pero antes de que José

Martret apostara por El Planalgún que otro productor de

teatro me dijo que esta obra

no iría a ninguna parte. Por

suerte parece que no es así.

La expectación no sé a qué se

debe... Es difícil hablar del

éxito de manera objetiva

cuando le afecta a uno mis-

mo. Lo único que puedo de-

cir es que este es un trabajo

lleno de honestidad.

¿Cómo llegó a publicarse la

obra?

Un día, a través de un amigo,

le pasé la obra a Esther San-

tos Tello. Ella al leerla no du-

dó en buscar editorial. Tuve

la suerte de que Pepo Paz

confió en el texto. Y así hasta

hoy.

Han pasado unos cuantos

años desde que la escribis-

te. ¿Te releíste? ¿Con qué

recuerdos de tu propia obra

contabas para retomar el

proyecto dirigiendo?

Una vez publicada no volví a

leer la obra hasta los ensayos.

Después, al dirigir el montaje

volví a leerla, pero al ponerla

en pie con los actores, la sen-

sación que tuve era como si

estuviera reescribiendo el tex-

to.

Acierto absoluto en la elec-

ción de los actores, Chema

del Barco, Javier Navares y

David Arnaiz ¿A qué lotería

jugaron para tener la suerte

PopUpTeatro004 33

de ser seleccionados?

A ninguna. Sólo pensé en lo

mejor para la obra. A Chema

hace años que tenía claro que

lo quería para Ramón. Des-

pués todo fueron pequeñas

señales. En un principio tenía

un reparto claro, pero dos de

los actores no pudieron ha-

cerlo por calendario. Un día

fui a ver una función en el

Teatro Mínimo de Sevilla y

encontré a David Arnaiz. Al

terminar le esperé, me pre-

senté y le dije que le quería

para un proyecto. A Navares

hacía años que le conocía, no

tenía demasiado contacto con

él y eso que una vez llegamos

a trabajar en una serie juntos

(que evidentemente se fue al

traste en poco tiempo... Por

suerte) Sabía que era muy

buen actor (aunque aún no

sabía que era uno de los acto-

res con más verdad que he

visto en mi vida, eso lo fui

Equipo de Dark Stage - © Maykiso

34 PopUpTeatro004

descubriendo durante los en-

sayos de El Plan) se me en-

cendió la luz, le pregunté a

nuestro amigo en común, el

también autor y director, Ze-

nón Recalde, y su respuesta

me convenció.

Debo decir que el éxito de El

Plan, al menos en un 80 % se

debe a estos tres actores. Son

de lo mejor de este país. No

son muy conocidos pero sí

casi insuperables. Aprendo

mucho viéndoles trabajar,

convirtiendo en vida cada pe-

dazo de esta bonita farsa. He

sido muy afortunado de po-

der contar con este equipo.

Una dirección perfecta, re-

donda... en tan solo veinte

días. ¿Duro trabajo o «lasuerte de la fea…»?

En realidad fueron unos

cuantos más, cerca de treinta.

Cuando tienes actores tan ma-

ravillosos, en un primer mo-

mento debes dejar que ellos

extraigan el jugo de sus perso-

najes sin atosigarlos demasia-

do. Entonces, cuando se sien-

ten seguros, es cuando hay

que darle forma a todo con el

cincel... No sé si mi dirección

es perfecta, es más, no lo es;

cada vez que veo la función

hay algo que hay que retocar

o mejorar, la perfección no

existe. No he sido perfecto

pero sí todo lo honesto que

he podido.

La estructura de El Plan

parece perfecta. Una histo-

ria principal común y cómi-

ca pero repleta de historias

secundarias trágicas. ¿Es

mala persona un director

que consigue llevar al es-

pectador por el camino

emocional premeditado?

El artista tiene que tocar to-

das las posibilidades sin mie-

do, sin castrarse a sí mismo.

No hay nada más penoso que

PopUpTeatro004 35

un artista miedoso, pendiente

de la opinión de los demás.

No trato de que el espectador

se sienta bien o mal, ni de

llevarlo por ningún camino

premeditado, sólo trato de

que lo que creo me sobrecoja

a mí y si eso ocurre seguro

que le sucederá lo mismo a

otro que vea mi obra. No me

preocupa lo más mínimo lo

que sienta el espectador, por

mucho que quiera controlar

eso cada persona es un mun-

do, así que a la hora de crear

soy totalmente egoísta. Sólo

me preocupo de mí, de no

engañarme a mí mismo... Só-

lo trato de ser libre. Eso es El

Plan, un acto de libertad.

Colaboras en la obra de

teatro colectiva Dark Stage, estrenada en La Sala

Mayko, con un texto titula-

do Contactos en la Oscuri-

dad. ¿Obligación auto im-

puesta de sorprender al es-

pectador o es que disfrutas

dando la vuelta a la tortilla

y que se desparrame por el

suelo?

Lo segundo me vuelve loco.

El P

lan - ©

Jacob

o M

edran

o

36 PopUpTeatro004

Trato de que no se desparra-

me la tortilla al darle la vuelta

pero siempre cabe esa posibi-

lidad. Sin riesgo no hay arte.

No me autoimpongo nada,

pero es cierto que amo los

giros inesperados. Así es la

vida en mi opinión, una suce-

sión de giros inesperados.

¿Qué te pareció la pro-

puesta de «teatro ciego» de

Maykiso? ¿Cómo se escri-

be imaginando que el es-

pectador no puede ver?

La propuesta es muy intere-

sante. Parece que, además,

gusta a quienes «lo ven». Es-

cribir es algo así como ver en

un cuarto totalmente oscu-

ro... Así que el proceso de

escritura en Contactos en la Os-

curidad no es distinto al de

cualquier otro texto que haya

escrito.

Contactos en la Oscuridad

ha sido dirigida por Esther

Santos. ¿Te sientes cómo-

do al «pasar el testigo» y

que otro dirija tus textos?

Generalmente no, prefiero

dirigir lo que escribo pero

Esther es mi confidente a la

hora de escribir, es valiente,

no le da miedo enfrentarse a

nuevos retos. Lo ha dirigido

de manera excelente.

También colaboras en el blog Max no te pongas es-tupendo . ¿En qué te inspiras para tus posts?

En nada... Elijo un tema y lo

desarrollo. Eso es todo. De

todas formas, cada vez me da

más pereza expresar mi opi-

nión... Prefiero la dramaturgia

para hacerlo.

¿Sigue la loca gira musical

de Póker de Voces?

Sigue. Confirmadas fechas en

Vigo, A Coruña, Mallorca y

Murcia…

PopUpTeatro004 37

Cuatro actores-cantantes

excelentes, guapos y gam-

berros. ¿Eres excelente?

¿Eres guapo? Y sobre todo,

¿eres gamberro en la vida

real?

No soy excelente. Soy imper-

fecto. Lucho por mejorar en

lo que hago, eso sí. Guapo...

Verás eso no es algo de lo

que uno pueda sentirse orgu-

lloso. No soy guapo. Soy lo

que me ha tocado ser. No me

preocupa demasiado el aspec-

to físico. No soy gamberro

pero sí muy atrevido a la hora

de emprender un trabajo. No

hay nada que más deteste que

un artista sin pelotas, con

miedo de saltar por si no hay

red que amortigüe la caída,

que confunde la fama con el

éxito y éste con el mérito.

¿Exclusiva de nuevos pro-

yectos?

Pues espero, después del ve-

rano, estrenar un nuevo texto

teatral, el último que he escri-

to, en el que dirigiré un repar-

to de lujo. Su título, Memoria o

Desierto.

El anterior entrevistado,

Fernando J. López, te hace

una pregunta... ¿Qué obra

teatral te habría gustado

escribir y porqué?

Me habría gustado escribir

Cyrano de Bergerac. Es sin du-

da , para mí, el más bello tex-

to jamás escrito. Su carga

emocional romántica y su

contexto preciso lo ha con-

vertido en algo universal que

jamás podrá ser violado por

esos directores a los que les

gusta descontextualizar los

textos.

¿Nos regalas una pregunta

para nuestro próximo per-

sonaje entrevistado?

¿Qué otra cosa te gustaría ha-

cer fuera del teatro?

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ADORANDO AL SANTO POR LA PEANA

Hace unos años, me encon-

traba sujetando lanzas,

bueno en mi caso era un sa-

xofón, en la Compañía Na-

cional De Teatro Clásico.

Fue un trabajo poco gratifi-

cante en lo artístico y mucho

en lo personal. Durante los

nueve meses que duró el es-

pectáculo hice muy buenas

amistades, y recuerdo a uno

de los actores más veteranos,

de afilada lengua y procaz

sentido del humor, con el

que hice muy buenas migas.

Departiendo con Sergio, así

se llamaba, sobre lo ingrato

del trabajo que me había to-

cado en suerte, me empezó a

hablar del famoso meritoria-

je, que tenían que hacer los

actores de su generación para

que les dieran el carnet de

artista, y me contó esta histo-

ria que nos viene muy al pelo

para la Semana Santa.

Dentro de los múltiples pa-

peles de meritorio que Sergio

tuvo que representar, estaba

el de alfarero en un auto sa-

cramental a los que el Ancien

Régime era tan aficionado.

Esta pieza, había sido com-

puesta en verso por uno de

los escritores de la Dictadu-

PopUpTeatro004 39

ra, no recuerdo si Foxá o

Pemán, la cuestión es que se

iba a representar con toda la

parafernalia que el acto re-

quería, en función de gran

gala, solemne Te Deum, más

de doscientos figurantes,

participa-

ción de los

Coros y

Danzas de

la Sección

Femenina,

caballos,

mulas, as-

nos y otras

exóticas

especies,

amén de la

asistencia

de Franco,

su esposa

con augusta y dental sonri-

sa, y toda la plana mayor del

Gobierno. Vamos, un sarao

en toda regla, para mayor

gloria de este bastión del

catolicismo que era España

por aquellas fechas.

El asunto es que no siempre

los grandes literatos están

todo lo inspirados que de-

bieran, ni los censores, lo

suficientemente avispados a

la hora de meter la nefanda

tijera, que tantos males ha

traído a

esta Espa-

ña nuestra.

Comienza

la función,

se alza el

telón y un

imponente

escenario

lleno de

palmeras,

camellos, y

con más

figurantes

que en Ben-Hur deja sin

aliento al respetable, rom-

piendo la caterva en una ce-

rrada ovación ante el oropel

de cartón piedra que tanto

empaque da.

Empieza a desfilar una

recua de artesanos por el

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pesebre, y cada uno deja su

pieza. Le llega el turno al

bueno de Sergio, que iba un

tanto amoscado por lo que le

había tocado decir, joven,

efébico, de dulces y rubios

cabellos, se acercó todo

candor al Niño Jesús,

depositó un modesto botijo a

los pies del bebé y dijo en

tono solemne…

«—Si Dios nos hizo de ba-

rro, que Dios me bendiga el

cacharro».

En ese preciso instante una

perla del collar de Doña Car-

men Polo se desprendió, una

señora ataviada de Manola

con mantilla y todo, sufrió

un soponcio, el regidor huyó

a Francia, y los cielos se cer-

nieron sobre aquella impía

masa que fue testigo involun-

tario de semejante atrocidad,

tanto en métrica como en

contenido, y que pasó com-

pletamente desapercibida a

los ojos de los múltiples cen-

sores que revisaron el texto.

Por supuesto es una exagera-

ción lo ocurrido entre el pú-

blico, pero un rumor sordo

sonó por toda la sala, y más

de una cabeza rodó por cul-

pa de una inocente frasecilla,

que cincuenta años después

me contaron, para regocijo

mío, y espero que ahora

vuestro.

No soy muy amigo ni de la

Semana Santa ni de los autos

sacramentales, pero reconoz-

co que me hubiese encanta-

do ver aquella representación

en directo, la hubiese disfru-

tado, como diría Sergio, con

mórbida delectación. ¡Estaba

hecho todo un Oscar Wilde

mi querido amigo!

ALBUM FAMILIAR DE LA ORDEN DEL SANTO

MEMBRILLO © Maykiso

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David Aramburu

Dolly

María Velesar

Soledad Rosales

Juan Mairena

Julio Rojas