poemas de roberto bolaño

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Page 1: Poemas de Roberto Bolaño

Poemas de Roberto Bolaño* no importa hacia donde te arrastre el viento (Sí. Pero me gustaría ver a Séneca en este lugar) La sabiduría consiste en mantener los ojos abiertos durante la caída (¿Bloques sónicos de desesperación?) Estudiar en las estaciones de policía Meditar durante los fines de semana sin dinero (Tópicos que has de repetir, dijo la voz en off, sin considerarte desdichado) Ciudades supermercados fronteras (¿Un Séneca pálido? ¿Un bistec sobre el mármol?) De la angustia aún no hemos hablado (Basta ya. Dialéctica obscena) Ese vigor irreversible que abrasará tus derroteros ------------------------------------------------------- En el Distrito V con los sudacas: ¿Aún lees a los juglares? Sí Quiero decir: trato de soñar castillos y mercados cosas de ese tipo para después volver a mi piso y dormir No hay nada malo en eso Vida desaparecida hace mucho En los bares del Distrito V gente silenciosa con las manos en los bolsillos Y los relámpagos ------------------------------------------------------- Estos son los rostros romanos del infierno

Page 2: Poemas de Roberto Bolaño

Prefiero vivir lejos de todo, dije No ser cómplice Pero esos rostros contemplan aquéllo más allá de tu cuerpo Nobles facciones fosilizadas en el aire Como el fin de una película antigua Rostros sobreimpresos en el azul del cielo Como la muerte, dije -------------------------------------------------------- De sillas, de atardeceres extra, de pistolas que acarician nuestros mejores amigos está hecha la muerte --------------------------------------------------------- Ahora paseas solitario por los muelles de Barcelona Fumas un cigarrillo negro y por un momento crees que sería bueno que lloviese Dinero no te conceden los dioses mas sí caprichos extraños Mira hacia arriba: está lloviendo  

 

 

 

Siete Poemas Breves de Roberto Bolaño*

Page 3: Poemas de Roberto Bolaño

I Cae fiebre como nieve Nieve de ojos verdes II Se ríen los trovadores en el patio de la taberna La mula de Guiraut de Bornelh El cantar oscuro y el cantar claro Cuentan que un catalán prodigioso... La luna... Los claros labios de una niña diciendo en latín que te ama Todo lejos y presente No nos publicarán libros ni incluirán muestras de nuestro arte en sus antologías (Plagiarán mis versos mientras yo trabajo solo en Europa) Sombra de viejas destrucciones. La risa de los juglares desaparecidos La luna en posición creciente Un giro de 75o en la virtud Que tus palabras te sean fieles III Guiraut Sentado en el patio de la taberna Las piernas cruzadas Has salido para digerir contemplando el cielo Los tejados grises Las chimeneas humeantes de los primeros días invernales Las niñitas rubias morenas pelirrojas Jugando IV En primavera salían de los bosques y recibían a los hombres Tersites Inmaculado el mármol atraviesa descripciones lamentos estados totalitarios Algo tan lejano a la risa de los comerciantes (Salían de sus bosques para hacer el amor) Con campesinos que alababan grandemente sus cabalgaduras atadas a los árboles bajos o paciendo

Page 4: Poemas de Roberto Bolaño

en los claros Una Grecia en blanco y negro Y anos dilatados estrechando vergas notables Tersites las amazonas un atardecer que persiste a las descripciones y los besos V Tal vez no ame a nadie en particular dijo mientras miraba a través de los cristales (La poesía ya no me emociona) - ¿Qué? Su amiga levantó las cejas Mi poesía (Caca) Ese vacío que siento después de un orgasmo (Maldita sea, si sigo escribiendo llegaré a sentirlo de verdad) La verga parada mientras se desarrolla el Dolor (Ella se vistió aprisa. Medias de seda roja) Un aire jazzeado una manera de hablar (Improviso, luego existo, ¿cómo se llamaba ese tipo?) Descartes Caca (Qué nublado, dijo ella, mirando hacia arriba Si pudieras contemplar tu propia sonrisa Santos anónimos Nombres carentes de significado VI Nadie te manda cartas ahora Debajo del faro en el atardecer Los labios partidos por el viento Hacia el Este hacen la revolución Un gato duerme entre tus brazos A veces eres inmensamente feliz VII En la sala de lecturas del Infierno En el club de aficionados a la ciencia-ficción En los patios escarchados En los dormitorios de tránsito En los caminos de hielo Cuando ya todo parece más claro Y cada instante es mejor y menos importante

Page 5: Poemas de Roberto Bolaño

Con un cigarrillo en la boca y con miedo A veces los ojos verdes Y 26 años Un servidor

El desierto de los niños* Nuestro primer sueño es una muchacha -siempre una muchacha- que camina por las calles de cristal de la clínica donde nació. Dossier de niños tiritando de tanto viajar. Dossier de lunas en la ventana. de parejas fugaces, utópicas, besándose las manos. Nuestro primer sueño es una muchacha, etcétera, que camina por bodegones murmurando para sí misma -la locura nos apartará del centroizzquierdismo, la esperanza electriza a los más desesperados: ideas retráctiles, suaves como la colección de fotos que un adolescente guarda para las improbables noches a campo libre, pero que le ayudan. Nuestro primer sueño es un horóscopo divertido, pesimista, una muchacha leyendo el periódico una tarde de verano, las nubes que pasan por encimita del mar (te creo, te creo, llueve interminablemente), y otro que piensa: "la dureza de mi mirada" mientras se lo sacude después de mear sobre el muro. --------------------------------------------------------------------

Page 6: Poemas de Roberto Bolaño

*Publicado en La zorra vuelve al gallinero Revista de Arte y Poesía, Número 2 México, primavera de 2000.

Atole* Vía a Mario Santiago y Orlando Guillén los poetas perdidos de México tomando atole con el dedo En los murales de una nueva universidad llamada infierno o algo que podía ser una especie de infierno pedagógico Pero os aseguro que la música de fondo era una huasteca veracruzana o tamaulipeca no soy capaz de precisarlo Amigos míos era el día en que se estrenaba <<Los Poetas Perdidos de México>> así que ya se lo pueden imaginar Y Mario y Orlando reían pero como en cámara lenta como si en el mural en el que vivían no existiera la prisa o la velocidad No sé si me explico como si sus risas se desplegaran minuciosamente sobre un horizonte infinito Esos cielos pintados por el Dr. Atl, ¿los recuerdas?

Page 7: Poemas de Roberto Bolaño

sí, los recuerdo, y también recuerdo las risas de mis amigos Cuando aún no vivían dentro del mural laberíntico apareciendo y desapareciendo como la poesía verdadera esa que ahora visitan los turistas Borrachos y drogados como escritos con sangre ahora desaparecen por el esplendor geométrico que es el México que les pertenece El México de las soledades y los recuerdos el del metro nocturno y los cafés chinos el del amanecer el del atole El burro* A veces sueño que Mario Santiago Viene a buscarme con su moto negra. Y dejamos atrás la ciudad y a medida Que las luces van desapareciendo Mario Santiago me dice que se trata De una moto robada, la última moto Robada para viajar por las pobres tierras Del norte, en dirección a Texas, Persiguiendo un sueño innombrable, Inclasificable, el sueño de nuestra juventud, Es decir el sueño más valiente de todos Nuestros sueños. Y de tal manera Cómo negarme a montar la veloz moto negra Del norte y salir rajados por aquéllos caminos

Page 8: Poemas de Roberto Bolaño

Que antaño recorrieran los santos de México, Los poetas mendicantes de México, Las sanguijuelas taciturnas de Tepito O la colonia Guerrero, todos en la misma senda, Donde se confunden y mezclan los tiempos: Verbales y físicos, el ayer y la afasia. Y a veces sueño que Mario Santiago Viene a buscarme, o es un poeta sin rostro, Una cabeza sin ojos, ni boca, ni nariz, Sólo piel y voluntad, y yo sin preguntar nada Me subo a la moto y partimos Por los caminos del norte, la cabeza y yo, Extraños tripulantes embarcados en una ruta Miserable, caminos borrados por el polvo y la lluvia, Tierra de moscas y lagartijas, matorrales resecos Y ventiscas de arena, el único teatro concebible Para nuestra poesía Y a veces sueño que el camino Que nuestra moto o nuestro anhelo recorre No empieza en mi sueño sino en el sueño De otros: los inocentes, los bienaventurados, Los mansos, los que para nuestra desgracia Ya no están aquí. Y así Mario Santiago y yo Salimos de la ciudad de México que es la prolongación De tantos sueños, la materialización de tantas Pesadillas, y remontamos los estados Siempre hacia el norte, siempre por el camino De los coyotes, y nuestra moto entonces Es del color de la noche. Nuestra moto Es un burro negro que viaja sin prisa

Page 9: Poemas de Roberto Bolaño

Por las tierras de la Curiosidad. Un burro negro Que se desplaza por la humanidad y la geometría De estos pobres paisajes desolados. Y la risa de Mario o de la cabeza Saluda a los fantasmas de nuestra juventud, El sueño innombrable e inútil De la valentía. Y a veces creo ver una moto negra Como un burro alejándose por los caminos De tierra de Zacatecas y Coahuila, en los límites Del sueño, y sin alcanzar a comprender Su sentido, su significado último, Comprendo no obstante su música: Una alegre canción de despedida. Y acaso son los gestos de valor los que Nos dicen adiós, sin resentimiento ni amargura, En paz con su gratuidad absoluta y con nosotros mismos. Son los pequeños desafíos inútiles -o que Los años y la costumbre consintieron Que creyéramos inútiles- los que nos saludan, Los que nos hacen señales enigmáticas con las manos, En medio de la noche, a un lado de la carretera, Como nuestros hijos queridos y abandonados, Criados solos en estos desiertos calcáreos, Como el resplandor que un día nos atravesó Y que habíamos olvidado. Y a veces sueño que Mario llega Con su moto negra en medio de la pesadilla Y partimos rumbo al norte,

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Rumbo a los pueblos fantasmas donde moran Las lagartijas y las moscas. Y mientras el sueño me transporta De un continente a otro A través de una ducha de estrellas frías e indoloras, Veo la moto negra, como un burro de otro planeta, Partir en dos las tierras de Coahuila. Un burro de otro planeta Que es el anhelo desbocado de nuestra ignorancia, Pero que también es nuestra esperanza Y nuestro valor. Un valor innombrable e inútil, bien cierto, Pero reencontrado en los márgenes Del sueño más remoto, En las particiones del sueño final, En la senda confusa y magnética De los burros y de los poetas. -------------------------------------------------------------------- *Incluídos en Los Perros Románticos. Poemas 1980-1998. Editorial Lumen, S.A. Barcelona, España, 2000.