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Tema del mes

El poder en Apoyaron a un bando en la Guerra de la Independencia, pero no tomaron partido sin una intención: los Rothschild, el clan más poderoso y rico del mundo, desembarcaron en España y se convirtieron en los principales financiadores del gobierno y alcanzaron puestos de relevancia en el poder. Gracias a ello y a su red de intereses este grupo de banqueros y empresarios logró ser una de las grandes locomotoras del siglo XIX en nuestro país y se convirtió en el auténtico poder en la sombra. Después llegaron los Rockefeller y su fundación para tejer otro poder invisible. Fue una constante en España: siempre hubo un poder visible y un poder en la sombra. Los grandes banqueros y financieros conspiraron para convertir sus intereses en ley mediante impuestos, dinero y… silencio. BRUNO CARDEÑOSA

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la sombra

El nombre Rockefeller es sinónimo de dinero y poder… Y de intereses. El patriarca hizo dinero –mucho dinero– gracias al negocio que brotaba de los pozos de ambición. Eran tiempos en los que el

petróleo se encontraba en todo Estados Unidos. John D. Rockefeller fue el más listo y perverso de todos los que hicieron billetes verdes a mansalva gracias al oro negro. Podría pensarse que los pies se le cortaban cuando las autoridades judiciales pusieron freno al monopolio de su empresa, la Standard Oil, pero con

dinero lo solucionó todo y compró todo lo que tuvo que comprar. Y a todos. Y eso ha ocurrido hoy, ayer y anteayer. Es una constante de la historia.

ROCKEFELLER Y LA POLÍTICA

Rockefeller comprendió que si quería seguir siendo el más rico entre los ricos debía influir en política. No hay nada que allane más el camino que sembrarlo con tus propias ideas. Con esa idea se creó la Fundación Rockefeller; y por medio de la filantropía logró crear un conjunto de intereses que puso al servicio de sus empresas y del mundo

financiero. Entonces empezó a apoyar a quienes construían el futuro a su antojo para que los intereses del clan en todos los sectores económicos del planeta se vieran favorecidos, financiando incluso la Revolución Rusa de modo que controlaba su influencia y frenaba la expansión de los que consideraba enemigos de su modo de entender el capitalismo.

También, a través de este sistema, lo hizo en España a comienzos del siglo XX. Sus archivos incluían carpetas sobre lo que en esos documentos se calificaba como intelligence people, entre los que había varios personajes relevantes

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Tema del mes

españoles, especialmente científi cos y médicos, varios de los cuales dejaron Madrid y se desplazaron a New York y Washington becados por la fundación. Cuando regresaron a España tuvieron mucho que ver en el origen del sistema de salud, con sus cosas buenas –todo hay que decirlo– como con sus cosas perversas, ya que allanaron con ese sistema el camino hacia determinadas prebendas que desde entonces han existido para las grandes empresas farmacéuticas, en las que los Rockefeller también desembarcaron. La idea era clara: si creaban un sistema

que ayudaba a sus intereses entonces ese sistema era el adecuado. Es por ello que los grandes fi nancieros de todos los tiempos decidieron intervenir en política.

Su infl uencia en la política española fue notable a partir de 1962, cuando se produce la primera visita a Estados Unidos del entonces Príncipe, Juan Carlos I. Acudió a Washington gracias al embajador del España en aquel país, Antonio Garrigues, que acabaría siendo uno de los máximos representantes de la Comisión Trilateral, una organización de millonarios creada por Rockefeller

con el objetivo de infl uir en la política. Años después, todavía con Franco vivo, quien después sería Presidente, Felipe González, fue invitado durante varios días a la casa del jefe del clan, David Rockefeller, muy cerca de Nueva York. En su mansión, Pocantico Hills, se trazó parte de la Transición. También fue invitado allí Adolfo Suárez, el primer presidente de España tras la muerte del dictador. El objetivo del millonario era crear una izquierda moderada y capitalista que gracias a ceder en ciertas conquistas sociales lograra frenar la implantación en Europa de corrientes ideológicas procedentes de la URSS. Él fue uno de los grandes poderes en la sombra de Europa –y España– en aquellos años, al tiempo que su gente ocupaba puestos de relevancia en algunas grandes empresas energéticas y fi nancieras. De entonces viene una de sus aseveraciones más terribles: “Mi objetivo es sustituir la soberanía de los pueblos por una élite de fi nancieros y técnicos que gobierne en la sombra”. Algo que ha ocurrido siempre…

LOS ROTHSCHLID Y LA GUERRA

DE LA INDEPENDENCIA

Los primeros en hacerlo fueron los Rothschild. Crearon su fortuna a partir de mediados del siglo XVIII tras la apertura por parte de Amschel Moses Bauer de una tienda de monedas en Francfort (Alemania). Dicha tienda tenía como símbolo un águila roja, término que en alemán es Rothschild, que se convirtió en el segundo apellido del hijo, que llegó a ser representante del rey austriaco Guillermo I. Los diez hijos que tuvo con su mujer se extendieron por toda Europa y crearon la Banca Rothschild.

Gracias a su éxito y sus contactos políticos alcanzaron un poder espectacular que prosigue hoy en día. Se convirtieron en una suerte de aristocracia económica. No destacaban –siempre

Los archivos de Rockefeller incluían carpetas

sobre la intelligence people, con relevantes

personajes españoles de comienzos del s. XX

John D. Rockefeller, a la derecha, saluda al magnate de los neumáticos Harvey Samuel Firestone en un campo de golf en 1930. Dinero saluda a dinero.

La residencia Kykuit, de los Rockefeller, en Pocantico Hills.

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mantuvieron sus acciones en segundo plano– pero medraban. Hoy siguen siendo una de las familias más poderosas del mundo, y sus bancos privados –como entonces, con poco personal– siguen siendo fi nanciadores de gobiernos de todo el planeta. Su origen judío y su apoyo a Israel ha motivado todo tipo de especulaciones sobre sus verdaderas intenciones, pero éstas no son otras más que le daba dinero el mundo entero. Gracias a que la inmensa familia se metió en política lograron que todos los países estén en deuda con ellos. Aunque sea casi mágico, es sencillo lo que hicieron. Les bastó el éxito inicial y una gestión adecuada de sus recursos.

Asistieron a como el mundo de las fi nanzas cambió, pasando del patrón oro a la emisión de billetes, circunstancia que incitaron y aprovecharon. La llegada y expansión de Napoleón fue el punto de infl exión de su infl uencia. No dudaron en apoyar –fi nancieramente les interesaba– a Inglaterra frente a Francia. Cuando las tropas del duque de Wellington apoyaban a los insurgentes en España durante la Guerra de la Independencia, las difi cultades económicas que sufrieron fueron aprovechadas por los Rothschild para sustentar económicamente a un bando. “Nathan Rothschild no tardó en darse cuenta de las posibilidades que la coyuntura le estaba dando y se dispuso a surtir de fondos al duque y sostener su crédito a través de una red tan amplia y bien comunicada como la de su familia”, dice Miguel A. López Morell, el investigador que mejor conoce

Todo empezó con Fugger EL BANQUERO y comerciante más rico de Europa a i nales del siglo XV y

comienzos del XVI fue uno de los primeros en realizar prácticas capitalistas.

Fue uno de los hombres más ricos de todos los tiempos. El éxito en los

negocios de Jakob Fugger y su familia le valieron codearse con alguno de

los aristócratas más importantes de la época.

Su alianza con Maximiliano I, el emperador del Sacro Imperio, a quien

i nanció guerras y conquistas, le puso en una situación ideal para apoyar

y dar dinero a la candidatura de Carlos I de España, que se convirtió en su

sucesor en el cargo. Para culminar con éxito esa operación sobornó a todos

gracias al dinero que había ganado merced a sus negocios con las especies

y los minerales.

De no ser por su “patrocinio”, Carlos I no habría sido emperador. Y eso

bien que lo sabía el monarca, que se alzó con la corona y lo favoreció en

todo lo que hizo.

Mientras las tropas de Wellington apoyaban a

los insurgentes en España, los Rothschild se

aprovechaban de sus dificultades económicas

Felipe González cumplimentó a los Rockefeller en su mansión.

La Transición española fue dirigida desde Estados Unidos.

Antonio Garrigues Díaz-Cañabate fue el embajador en tiempos de Kennedy.

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Tema del mes

Los intereses de la Reina LA REINA MARÍA CRISTINA es uno de los personajes más llamativos del siglo

XIX español. Cuando enviudó de Fernando VII se liberó. Se casó con un Guardia

de Corps llamado Fernando Muñoz, con quien parece que tuvo aventuras previas.

Siendo madre de Isabel II, pero ocupando su regencia, se metió en todos los

negocios posibles. No había sector económico en el que no estuviera relacionada.

Participó con algunos de los grandes acaudalados de la época en el impulso del

ferrocarril. Sus empresas comerciaban con la sal. Desviaba fondos estatales para

sus negocios particulares. Lo hacía con discreción, pero sabiendo que era la reina,

pese a lo cual no pudo desligarse de las acusaciones de abuso de poder que tuvo

en su contra. Una de las acciones en las que se vio implicada fue en la rebaja de los

aranceles sobre los productos siderúrgicos, pero ella, sospechosamente, se había

desprendido de sus intereses en ese negocio un año antes. No fue por casualidad...

Sin ese dinero jamás se habría echado a los

franceses de España, lo que les llevó a

adueñarse de las voluntades del país

El duque de Wellington, clave en la Guerra de la Independencia española.

Meyer Amschel fue el fundador de la dinastía Rothschild.

las maniobras de estos banqueros y que escribió el libro La casa Rothschild en

España (Marcial Pons, 2005). Ahí explica cómo la familia recogía billetes y monedas por todo el continente y los hacia llegar a España a través de los Pirineos.

El contacto en España era un mercader y banquero llamado Vicente Bertrán de Lis, que organizaba la distribución de ese dinero que, en un principio, llegaba a los británicos sin conocimiento de los gobernantes de este país, pero en las altas esferas pronto entendieron que esa alianza en la sombra era necesaria: “Con estos recursos, Wellington pudo reiniciar su ofensiva militar en España, recuperar Madrid y empujar a los franceses hacia el norte”. Sin ese dinero jamás se habría echado a los franceses de España y esa participación discreta en el confl icto les llevó a convertirse en los auténticos dueños de las voluntades en el país. Cobraron un porcentaje importante al gobierno por aquellos créditos e incrementaron esos dividendos gracias a que hicieron más dinero merced al cambio de monedas. “Mayer Rothschild reconocería que fue el gran negocio de su vida”, dice López-Morell, que reconoce que los préstamos que hicieron a los gobiernos convirtieron a la familia en la mayor red fi nanciera del mundo.

RÍOS DE MERCURIO

Tras la guerra, y con España destruida, las aportaciones de los Rothschild fueron constantes. Infl uyeron en los liberales, y

La fortuna de Rothschild se labró en tiempos de Guillermo I de Hesse-Kassel.

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Como práctica habitual los Rothschild

guardaron el 2 por 1000 de sus beneficios

para sobornar a informadores y políticos

los liberales españoles crearon normas y leyes que les favorecieron. Animados por aquellos primeros éxitos especularon con valores españoles e iniciaron su asalto a las empresas ligadas a las minas de mercurio, un mineral que era fundamental en la época y el principal recurso económico del país. O a través de sus empréstitos o bien porque su geste se situó en esas empresas, lograron hacerse con el control del mercurio pero también con los recursos económicos de los enemigos de España. Pactaban con unos y otros, pero a unos y otros les negaban la realidad de su juego a dos bandas.

En 1823, la inestabilidad de España provocó que el país se volviera a endeudar sin visos de solución, pero un banquero sevillano afi ncado en París entró en escena. Se trataba de Alejandro Aguado, cuyas prácticas eran inmorales a todas luces pero se convirtió en el salvavidas del país; los

Rothschild prefi rieron aguardar entonces en la retaguardia, pese a que en sus ofi cinas de París algunos millonarios españoles encontraron su refugio. Tras la espera, los Rothschild se volvieron a convertir en los prestamistas más importantes de España. Valga un ejemplo: en 1838, estos banqueros fueron los dueños del 78 % del dinero que recibió el Tesoro.

Además del mercurio, pusieron sus ojos –y sus billetes– en el desarrollo del ferrocarril, que se estaba convirtiendo en uno de los principales motores de la economía española. Como práctica habitual los Rothschild guardaron el 2 por 1000 de sus benefi cios para sobornar a informadores y políticos que estaban en el gobierno. “De estas gratifi caciones o sobornos se benefi ciaron altos funcionarios del Ministerio de Hacienda, cuando no los propios ministros”, escribe López-Morell. Gracias a ello lograron controlar y

Alejandro Mon fue uno de los hombres de coni anza de Rothschild en España.

La convulsión de las invasiones napoleónicas fue el río revuelto en que pescaron los grandes banqueros de Europa.

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Tema del mes

El inspirador de la guerra del RifEN LA VIDA DEL CONDE DE ROMANONES no se puede distinguir su labor

política de la empresarial. Era una. A nivel político alcanzó todos los cargos

posibles: presidente del Congreso, del Senado, del Consejo de Ministros... Fue

uno de los principales elementos del Partido Liberal y a la vez el colaborador

más estrecho del rey Alfonso XIII. Negoció con las minas en el Rif, y fruto de ese

interés fueron algunas de sus acciones, como la negociación con Francia sobre

la soberania de Marruecos.

Utilizó las decisiones políticas para favorecer sus negocios, del mismo modo

que diversos acontecimientos como la Semana Trágica de Barcelona en 1909,

donde mandó tropas, siempre para preservar sus intereses, aunque de cara a la

opinión pública se vendieran de otro modo.

Para lograr hacer que sus ideas se convirtieran en dogma llegó a fundar

un periódico, el Diario Universal, utilizado como tribuna de su pensamiento.

Además, colaboraba con otros periódicos y sus lazos con Alfonso XIII fueron

cada vez mayores, e incluso fue el cerebro oculto que estuvo tras su salida de

España después la llegada de la II República, de modo que no existiera ninguna

represión ni persecución contra él.

Ya en los tiempos de Felipe III apareció la

figura del Duque de Lerma, el hombre más

corrupto de la historia de España

saber todo, aunque a veces su proceso de “infi ltración” era tal que lograron colocar a sus dirigentes y miembros de las familias en cargos ministeriales. España cambiaba de régimen, de situación económica, atravesaba una crisis tras otra, una época de crecimiento tras otra… Pero siempre estaba la sombra de los Rothschild detrás. Uno de sus principales contactos fue Alejandro Mon, a quien en un principio se le atribuyen más intereses con los principales enemigos de los Rothschild, la Banca Baring (entre los agentes de esa banca se encontraban los O’Shea, después vinculados al Banco de Santander), también interesada en el mercurio, que fue ministro de Hacienda en seis ocasiones entre 1837 y 1858. Después, en 1864 fue presidente del Consejo de Ministros. Varios de los trabajadores del grupo mantuvieron su puesto en la MZA, la más importante compañía de ferrocarriles de la época, controlada por los Rothschild, al tiempo que ocupaban puestos en el gobierno español. De todas esas maniobras apenas –o sin el apenas– sabía nada el pueblo, que sufría los constantes vaivenes de la política española. Además, cuando nacieron los principales bancos comerciales españoles en el último tramo del siglo XIX, se descubre que los cruces son contantes: dirigentes de las empresas que controlaban las principales empresas de la familia también estaban en esos bancos.

A nivel internacional, entre las operaciones de los Rothschild estuvo el conceder créditos a las empresas Felipe III reinó entre 1598 y 1621.Retrato ecuestre del Duque de Lerma.

La corte se trasladó a Valladolid a principios del siglo XVII por la mera conveniencia y los intereses del Duque de Lerma.

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El marquésde Salamanca

EN EL CENTRO, en la parte más rica

de Madrid, se encuentra la Plaza del

Marqués de Salamanca. Su historia

nos recuerda que el siglo XIX fue el

origen de muchas cosas, también

de personajes que utilizaron todo

tipo de conspiraciones para llegar

donde llegaron. Después, el tiempo

lavó su imagen, pero sólo la historia

lo recupera. Nosotros lo hacemos.

El caso de José de Salamanca es un

ejemplo. Hizo su fortuna –la mayor

de España en su época– gracias a

la ecuación más retable: política,

corrupción y negocio.

Estuvo ligado a algunos

movimientos revolucionarios, y se

convirtió en concejal de localidades

de Valencia y luego de Andalucía.

Más tarde cambió de bando

ideológico y empezó a triunfar en los

negocios gracias a sus inversiones

en Bolsa y a que logró el monopolio

del comercio de la sal. Llegó a ser

ministro de Hacienda –cómo no– y se

convirtió en el asesor de referencia

de la reina María Cristina. Uno de

sus pelotazos más sonados llegó

tras conocer, gracias a sus contactos,

las intenciones golpistas de algunos

generales. Movió sus acciones a

sabiendas de lo que iba a ocurrir, y en

un sólo día, gracias a los dividendos

de sus acciones, pasó de ser rico a

millonario. Era el año 1844, pero al

i nal, después de haberlo sido todo

en la vida, perdió su fortuna.

de los Rockefeller –también al Vaticano–, que pronto se convirtió en el clan más poderoso del planeta. Al tiempo, apoyaron las campañas militares en América del Sur, que nunca hubieran sido posibles sin su dinero. La endogamia familiar y el cambio del mundo económico, con los nuevos modos capitalistas, hicieron que los Rothschild pasaran a un segundo plano pese a que su poder económico sigue siendo enorme. Recuerdan la época en la que eran recibidos con alfombra roja en todos los ministerios de los grandes países de Europa, entre ellos España. Durante gran parte del siglo XIX fueron el auténtico poder en la sombra y todo el continente quedó rendido a sus pies, pues se convirtieron en los principales fi nancieros del continente.

LOS BANQUEROS EN EL FIN

DE LOS AUSTRIAS

Pero pensar que el poder de los banqueros en la historia de España nace en el siglo XIX es completamente erróneo. Tras el descubrimiento de América se convierten en los principales fi nanciadores del país. Desde siempre estuvieron vinculados al poder monárquico, al que nunca cuestionaron… mientras los reyes se plegaran a sus intereses y legislaban de forma que les benefi ciaran. A veces, ese cúmulo de intereses llegó hasta el extremo y todas las grandes crisis económicas tuvieron su origen en los banqueros, que fueron, eso sí, un elemento fundamental en el cambio de los Austrias a los Borbones.

Ya en los tiempos de Felipe III apareció la fi gura del que aún hoy sigue siendo considerado el hombre más corrupto de la historia de España. Aunque su infl uencia no resultó sistémica, si es cierto que gracias al apoyo del Duque de Lerma a los prestamistas logró hacerse con varias propiedades en Valladolid al tiempo que su infl uencia en las decisiones reales fue haciéndose cada vez más importantes. Se acabó convirtiendo en el verdadero poder en la

Desde siempre estuvieron vinculados al poder

monárquico, al que nunca cuestionaron…

mientras los reyes se plegaran a sus intereses

Felipe IV según el pincel de Velázquez.

El conde-duque de Olivares.

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Tema del mes

El Rockefeller de Mallorca

A JUAN MARCH se le considera uno de los hombres más in� uyentes de la

primera parte del siglo XX en España. Empezó con el contrabando de tabaco en

1906 en Argelia, aunque sus ancestros ya se dedicaban a ese negocio en Palma

de Mallorca. Sólo cinco años después tuvo el monopolio de ese negocio.

Mientras bordeaba la Ley, fue tejiendo alianzas que le permitieron ser un hombre

muy importante en 1926, año en que fundó la Banca March. Al igual que Rockefeller,

sabía que para sustentar su poder era necesario modelar la opinión pública, y creó

periódicos. También sabía que era vital mantener buenas relaciones con el poder;

de hecho, fue aliado de algunos personajes de la II República, pero al mismo tiempo

coqueteaba con Franco; fue él quien pagó el avión que condujo al futuro dictador

desde Canarias a Marruecos al comienzo de la Guerra Civil. Decidió situarse de ese

lado porque pensaba que era lo más adecuado para sus negocios, que prosperaron

cuando el bando nacional ganó la guerra y obtuvo el poder.

Con los años, acabó rompiendo con Franco, con quien tuvo enfrentamientos

muy notables. Después se desligó de ese mundo y en la actualidad sus

herederos hacen de la discreción un modo de trabajo y están al margen de las

in� uencias que llevaron al fundador del grupo a tener tal relevancia. Su negocio

en la banca privada y en algunas grandes corporaciones prosigue en silencio.

sombra del país, tanto es así que logró que el Rey cambiara la capital por Valladolid, lo que aumentó considerablemente el valor de sus propiedades, algunas de las cuales fueron adquiridas por el propio rey… con dinero de todos. Repitió el proceso a la inversa. Y volvió a llenarse los bolsillos. Finalmente, sus tramas fueron investigadas y fue considerado culpable de todo, pero como se había hecho cardenal…

Hacia 1640 se inician una serie de acontecimientos que provocan una grave crisis en el país. Había guerras en las que España estaba metida en medio mundo; para sostenerlas, debido al enorme dinero que se requería para ello, el rey Felipe IV acudió a los banqueros para que le prestaran dinero.

En su mayor parte eran portugueses; el válido conde-duque de Olivares fue su principal contacto en la corte y quien les permitía tener una gran infl uencia en las decisiones, ya que los prestamistas querían tener asegurada su inversión, y la mejor forma de hacerlo era dirigir las actuaciones reales. Pero las cosas salieron mal y en 1647 se decretó una suspensión de pagos que está en la historia. Se culpó a la mala gestión de Olivares –que fue destituido en 1643– de la crisis al mismo tiempo que los prestamistas eran compensados con títulos nobiliarios. La historiadora Carmen Sanz Ayán explica cómo los banqueros fueron ocupando puestos importantes en la Administración y poco a poco se fueron incorporando a la nobleza, especialmente los banqueros genoveses. Al mismo tiempo, los prestamistas fi nanciaron algunas labores sociales y religiosas, a cambio de mantenerlos al margen de cualquier acción por parte de la inquisición y otros cuerpos judiciales. Esa mezcla de intereses acabó causando la desintegración del sistema y fi nalmente la llegada de los Borbones.

Hoy mandan el dinero y los intereses. La telaraña está perfectamente organizada para que ese poder en la sombra siga siendo el que manda, pero lo ha hecho siempre. No hay nada nuevo bajo el sol. Y si entre las grietas surgen informaciones y datos para conocer la verdad a ellos no les importa: vuelven a empezar de cero. Sólo ellos pueden. Están en las sombras, pero sólo ellos tiene las llaves de la luz… De su luz. El ferrocarril ha tendido a suscitar el interés de las grandes fortunas del país.