"plotino"

4

Click here to load reader

Upload: marlene-sewer

Post on 23-Jun-2015

532 views

Category:

Education


6 download

TRANSCRIPT

Page 1: "Plotino"

1

Plotino: “Enéadas”

(Comentario)

Por: Marlene Sewer

[email protected]

.

« Ce ne sont pas nos pieds qui marchent, mais nous qui marchons par nos pieds. » (Plotino)

Page 2: "Plotino"

2

De forma, sistemática y ordenada, Porfirio da a conocer la obra de Plotino. Los cincuenta

y cuatro tratados de Plotino los agrupa en seis Enéadas, cada una de ellas comprende un

grupo de nueve. No siguen un orden cronológico, ni son distribuidas por disciplinas como

hiciera Andrónico con las obras de Aristóteles y de Teofrasto. Ellas están consideradas

de acuerdo a las facultades mentales de su maestro.

Plotino considera, en sus obras, que algunos filósofos encontraron la verdad. Así, Platón

identifica el Ser y la Inteligencia con la Idea. Decía que del Bien procede la Inteligencia

y que de esta el Alma. Evidentemente esta concepción ya era tratada por los filósofos

anteriores a Platón, quien lo reconoce igualmente. Plotino sostiene que los seres

participan del Bien y lo poseen de dos maneras:

1) Por semejanza al Bien y

2) por ejercitar su actividad dirigiéndose al Bien.

El Bien debe ser concebido como aquello de lo que están suspendidas todas las cosas. El

Bien permanece fijo, mientras que las cosas se dirigen a él como el círculo al centro del

cual parten los radios. Un buen ejemplo es el sol. La luz le acompaña y no se separa de

él. Nosotros tenemos deseos de estar alrededor de él, pero no siempre miramos hacia él

de esta forma desentonamos al danzar.

En esta danza uno puede ver:

1) La fuente de la vida,

2) La fuente de la Inteligencia,

3) El principio del ser,

4) La causa del bien,

5) La raíz del alma.

Estas cosas no emanan de él, pues no es una masa, sus productos son eternos, permanecen

en el mismo estado, de forma íntegra y permanente. Como permanece la luz al sol.

Cada ser escoge que su ser se cifre en el bien, pues desea el Bien, quiere ser ese Bien. A

medida que se posee el Bien se determina por el Bien. Así, si el Bien existe y existe junto

a él la elección y la voluntad; su esencia es la Unidad y por tanto él se ha creado a sí

mismo. Él existe en sentido absoluto. El Bien es una actividad por encima de la

Inteligencia, del pensamiento y de la vida. Estas cosas provienen de él y no de otro. Él no

resultó por accidente Él es tal como quiso ser.

El pensamiento puede considerarse como una imitación del Bien, es algo derivado de Él.

Es decir es la actividad derivada de Él, es la actividad derivada de la esencia. Así como

el calor del fuego se despliega. El calor es sólo una actividad desplegada del fuego. El

calor y el fuego serían la Unidad. Por tanto el Uno está por encima del ser y de la esencia.

El Uno es quietud y permanece inmóvil, como el sol permanece inmóvil mientras

transmite luz que le rodea y nace de él, como el olor emanado por algo.

El Uno es potencia de todas las cosas. Si no existiera no existirían las demás cosas. Es

como la raíz de un árbol, sin ella no habría vida ni hojas ni ramas, en la raíz se asienta la

Page 3: "Plotino"

3

vida. El Uno es el todo, en cuanto el todo retorna a Él. El todo se puede derivar del Uno,

afín que el ser sea; pues el Uno no es ser, sino es el Uno, el que genera el ser.

El Ser se originó al volverse frente al Uno; se llenó de él y se convirtió en Inteligencia al

mirarse a sí misma. Por eso van juntas: Inteligencia y Ser. La Inteligencia derrama

abundante potencia al parecerse al Uno pues este manifestó en la Inteligencia su potencia.

En el Timeo, que trata sobre el universo sensible y en el que se hace un elogio del mundo,

Platón considera que aquel es un dios bienaventurado y que el Alma es un don de la

bondad del Demiurgo, destinada a introducir la Inteligencia en el universo. Por este

motivo el Alma (del universo y de cada uno de nosotros) fue enviada al mundo por Dios

para que el mundo fuera perfecto. El alma, al proceder deja su parte superior en el lugar

inteligible que su parte inferior abandona.

Por otra parte la materia no es mala. Es malo aquello que no tiene nada. Se encuentra

entre lo bueno y lo malo. No es penuria de riqueza pero sí de fortaleza, de confirmación,

de forma, de cualidad.

No se debe correr detrás de las bellezas corpóreas pues son imágenes, rastros y sombras.

Se debe ir hacia aquella de la cual son imágenes. Se debe labrar la propia escultura hasta

que se encienda en ella el divino esplendor de la virtud.

Para remodelar la belleza hay que conducir con el razonamiento hacia ocupaciones y leyes

bellas (arte, ciencias y virtudes).Luego conducir a estas a la Unidad remontando de las

virtudes hacia la Inteligencia y al Ser de aquí, recorrer la etapa superior del viaje.

El filósofo está ya listo, está en marcha hacia lo alto, pero en su desorientación necesita

de un guía. Hay que conducirle al perfeccionamiento de la virtud. Se le debe proporcionar

el conocimiento de las matemáticas, de la dialéctica para que aclare racionalmente lo que

es cada cosa y en que difieren estas de las demás y que tiene en común. La dialéctica

también discute del Bien.

Un rostro puede tener belleza pero sólo la gracia le hace brillar y es con la gracia que el

Bien la colorea convirtiéndole en objeto de deseo, esto infunde Amor en quienes la desean

y cuando la poseen la poseen entera porque el ser amado era la Unidad entera. Así como

el enamorado se limita a quedarse cerca de la belleza sin apropiarse de ella precisamente.

Si alguien tuviera la suerte de darse cuenta ya sea de forma espontánea o por la sabiduría

de ello vería lo divino, a sí mismo y el Todo.

Ante la belleza hay emociones que se producen: estupor, sacudida deleitosa, añoranza,

amor y conmoción placentera.

El Bien está lleno de dulzura, benevolencia y delicadeza. Siempre está a disposición de

quien lo desea. Sin embargo lo bello provoca terror, extravío y placer mezclado con dolor.

Aleja del Bien a quienes no saben lo que es el Bien, como el objeto amado puede arrastrar

lejos del Padre.

El Bien es una luz que aparece de repente. No hay que perseguirla sino esperar en paz a

que aparezca preparándonos a contemplarla.

Page 4: "Plotino"

4

No hay nada preferible al Bien. El alma le reconoce, henchida de alegría, no se equivoca.

Es el verdadero Amado, con el que podemos unirnos, participar de Él, poseyéndolo. El

alma ya no necesita de nada pues está en presencia del dador de la vida verdadera. Por el

contrario le precisa despojarse de las demás cosas, apartándose de todo. Cuando uno ve a

Aquel se ve cómo debe uno ser visto: esplendoroso, lleno de luz inteligible, luz misma,

luz pura, leve. Uno se ve hecho un dios, siendo dios. Todo será resplandor.

Finalmente, se puede decir las obras de Plotino son hermosas en cuanto tratan de explicar

de manera metafórica la teoría del Uno. Al igual trata del Ser, de la Inteligencia, de la

Belleza, del Alma, del amor, del deseo. Sigue una lógica interesante, hasta tal punto que

la conclusión de su argumentación es simplemente convincente. Haciendo participar de

esa idea del Uno, del Bien, de una forma remarcable y contundente. Destaca la obra por

su excelente aplicación de la lógica y el arte de la argumentación. Las ideas son

preciosamente sistematizadas acercándose a veces a aquellas de Platón en cuanto a su

teoría del alma. En general es una obra remarcable y muy interesante en contenido y

forma.