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entonto pinero * Jess Slc

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ANTONIO PINERO - JESS PELAEZ

EL NUEVO TESTAMENTOIntroduccin al estudio de los primeros escritos cristianos

*

EDICIONES EL ALMENDRO

FUNDACIN P SI LO N

Este libro se publica con la colaboracin j>. de la Fundacin psiion para el estudio del Nuevo Testamento. Crdoba.

Copyright by ANTONIO PINERO y JESS PELEZ

EDICIONES EL ALMENDRO DE CRDOBA, S. L. El Almendro, 10 Apartado 5.066 Telfono y Fax (957) 27 46 9214006 CRDOBA

Donoso Corts, 22, 2. dcha. Apartado 1.155 Telfono y Fax (91) 593 26 94.28015 MADRID

ISBN: 84-8005-023-3 Depsito legal: M. 29.569.1995 Printed in Spain. Impreso en Espaa LAXES, S. L. Fotocomposicin. Ediciones. Donoso Corts, 22. 28015 MADRID

A Luis Gil y Juan Mateos, decididos impulsores del estudio cientfico del Nuevo Testamento

PRESENTACIN

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La idea de escribir esta obra naci hace aos y ha seguido un largo proceso de maduracin. Surgida en 1983, con la preparacin por parte de A. Pinero de un Proyecto Docente para la obtencin de la ctedra de Filologa Neotestamentaria de la Universidad Complutense de Madrid, se ha hecho realidad doce aos ms tarde tras conseguirJ. Pelez la ctedra de Filologa Griega (perfil: Filologa Neotestamentaria) en la Universidad de Crdoba. Ambos momentos marcan el comienzo y el final de este trabajo. Los materiales de investigacin presentados en estas dos ocasiones han servido de base para lo que, a la postre, ha resultado una obra nueva, no dirigida ya en exclusiva al mundo de la investigacin, sino a un pblico ms amplio, deseoso de iniciarse en el estudio del Nuevo Testamento y su entorno. La obra que el lector tiene en sus manos es una aproximacin diferente al complejo mundo del estudio del Nuevo Testamento, de la que apenas se encuentran precedentes en el mbito de las publicaciones en cualquiera de las lenguas hispanas. Este volumen no es una introduccin al Nuevo Testamento en el sentido usual del trmino, ni pretende tampoco ser una historia del cristianismo primitivo, preocupada por desvelar el complejo fenmeno del nacimiento de las distintas iglesias cristianas con sus escritos peculiares, ni siquiera una historia de la literatura cristiana primitiva, en la que se traten de modo sistemtico cuestiones de fecha de composicin, autora, estructura y contenido de los libros que integran el NT. Estas funciones las cumplen obras como la veterana introduccin al NT de Wikenhauser-Schmid, o las ms recientes de H. Kster o Ph. Vielhauer. Nuestro propsito ha sido diferente. En un mundo en el que el Nuevo Testamento va dejando de ser propiedad casi exclusiva de crculos confesionales, o de facultades de teologa y seminarios, para pasar a ser materia de estudio en universidades civiles, hemos pretendido ofrecer a profesores y alumnos, as como al pblico interesado por el NTlaicos, religiosos o clrigos un manual de referencia que oriente por las diferentes parcelas de los estudios

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Presentacin

neotestamentarios y proporcione el conocimiento de las herramientas necesarias para trabajar en el mbito elegido. Lo que ahora presentamos es, en realidad, una actualizacin cientfica de la metodologa del estudio del NT, al igual que las existentes en otros campos de la filologa, clsica en especial. En este sentido, esta obra quiere ser una introduccin al estudio del Nuevo Testamento, escrita en un lenguaje claro y accesible al lector medio, y dotada en notas a pie de pgina de una amplia y generosa informacin bibliogrfica que llega hasta el ao 1992, momento de la conclusin y envo a la imprenta del manuscrito. Tras esta fecha, como es fcilmente comprensible, slo hemos introducido contados libros de entre la abundante produccin bibliogrfica aparecida. Como manual de referencia, los autores de esta obra hemos evitado tomar partido ante las diversas opiniones en torno a las cuestiones planteadas, exponiendo ms bien los pros o los contras de cada una de las posiciones ideolgicas que se presentan e invitando al lector a formarse su propia idea al respecto. Somos conscientes, sin embargo, de que esta pretensin de objetividad no puede llevarse a trmino del todo, pues la mera seleccin de los materiales y el modo de presentarlos delata en cierta manera la intencionalidad de sus autores. Un trabajo de esta envergadura, como puede sospechar el lector, es deudor de una multitud de investigadores que han aplicado sus mtodos de trabajo al NT a lo largo de los siglos, cuya lista sera imposible de enumerar ahora. A todos ellos va nuestro agradecimiento. Gracias ms prximas van dirigidas a quienes han contribuido directamente a llevar a trmino esta obra: a Rufino Godoy, por su ayuda para preparar la bibliografa adecuada de cada tema; a Lourdes Snchez, por su tarea de mecanografiado, a ngel Trujillo, que ha confeccionado los ndices. Y de un modo especial afuan Mateos, profesor emrito del Instituto Oriental de Roma, maestro y amigo, que ley repetidas veces los originales, enriquecindolos con abundantes observaciones de estilo y contenido. Nuestro agradecimiento va tambin para nuestras esposas e hijos que, aunque no colaboraron directamente en la redaccin de este trabajo, supieron, sin embargo, crear el adecuado ambiente de serenidad, paz y comprensin hacia unos autores atrapados por la redaccin de una obra, cuya conclusin amenazaba a menudo con alejarse cada vez ms.ANTONIO PINERO y JESS PELAEZ

SIGLAS DE REVISTAS Y SERIES .").t*'i,

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New Documents Illustrating Early Cbristianity. Macquarie Univ. Australia Nederduitse Gereformeerde Teologiese Tydskrif. Ciudad del Cabo Nederlands Theologisch Tijdschrift. Wageningen Neotestamentica. Pretoria Nouvelle Revue Thologique. Lovaina Neue Zeitschrift fr systematische Theologie und Religionsphosophie. Berln Novum Testamentum. Leiden New Testament Studies. Londres Orbis. Lovaina Oriens Christianus WiesbadenSJ

Perspectives in Religious Studies (Baptist). Danville Proceedings ofthe Lrish Biblical Assocation. Dubln Les quatrefleuves. Pars Revue Biblique. Jerusaln - Pars Revista Bblica Argentina. Buenos Aires Revue des tudes Anciennes. Valence Recherches de Sciences Religieuses. Pars Revue des tudes Juives. Pars Revue des tudes Latines. Pars Religin (... andReligions). Lancaster Religious Studies Review. Hannover

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Siglas de revistas y seriesRestoration Quartely Abilene Rwista di Filologa e di Istruzone Classica T u n n Religin in Geschichte und Gegenwart Revue d'Histoire et de Philosophw Rehgieuses Estrasburgo Rivista Bblica Brescia Rivista Stonca dell'Antichit Bolonia Revue de Phologie, Pars Revue de Qumrn Pars Revista de la Sociedad Espaola de Lingstica Madrid Revue Thologique de Louvain Lovaina Salmanticense Salamanca Society ofBibhcal Literature Dissertation Senes Chico Studt Classia e Onentali Pisa Scotish Journal ofTheology Edimburgo Scnpta Theologica Pamplona Scnptura Stellenbosch Second Century Abilene Sefarad Madrid Supplementum Epigraphicum Graecum Wrthoorn Semea Chico CA Studiomm Novt Testamenti Soaetas (Monograph Senes) Cambridge Studien zum NT und seiner Umwelt Linz Symbolae Osloenses Oslo Sodahtas Granada Studia Philologica Salmanticensia Salamanca Studies m Religin Waterloo Studia Theologica Oslo Stud di Teologa (dellTstituto Bblico) Evanglico Roma Studia Moralta Roma Studia Papyrologica Barcelona Studia Patnstica Berln Stromata San Miguel Svensk Exegetisk Arsbok Uppsala Svensk Teologisk Kvartalsknft SautfettsteYvv j t t u m a t Estas dos ideas fundamentales suponen la base de la teora de las dos fuentes y de la historia de las formas 32 La autora de los libros del Nuevo Testamento Entre 1808 y 1827 abundan los estudios basados en la critica literaria sobre diversos libros del NT, que se cuestionan la autora tradicional de algunos escritos neotestamentanos Fr D E Schleiermacher (1768-1834) expres su conviccin de que la primera carta a Timoteo no poda proceder de Pablo tanto por las diferencias de lenguaje y estilo como por la imposibilidad de encajar la situacin que presupone dentro de la vida del Apstol33 En 1801, F Vogel y, en 1804, G K Horst afirmaban que el cuarto evangelio se compuso despus de la muerte de Juan evangelista H H Cludius opinaba que la imagen de Jess que tienen los sinpticos y Juan es tanVase W G Kummel The New Testament 11 79 La teora de Herder fue continuada por J C L Gieseler Historisch knhscher Versuch uber die Entstebung und die fruhesten Schicksale der fruhesten Evangehen Leipzig 1819 quien la estructuro dndole fundamento cientfico " D E Schleiermacher Uransichten des Chnstentums nebst Untersuchungen uber eintge Ruihpr de^Neuen Testaments Altona 180832 51

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diferente que la de ste no poda provenir de un testigo ocular, al mismo tiempo aadi que las contradicciones de los evangelios procedan de los retoques de los reelaboradores De este modo se planteaba bsicamente la cuestin de las concordancias y disonancias entre los tres primeros evangelios y el de Juan, que recibiran respuesta posteriormente Todos los problemas de autenticidad fueron recogidos y reelaborados sistemticamente por J G Eichhorn en su Einleitung in das Neue Testament, en cinco volmenes (1804-1827) donde se manifestaba claramente contrario a la autenticidad de las Cartas Pastorales y 2 Pedro, mientras que no llegaba a pronunciarse sobre las de Santiago, Judas y 1 Pedro F D E Schleiermacher (1768-1834), padre de la hermenutica moderna, insisti en que si el mtodo histonco-crtico ayudaba a captar el mensaje de los libros sagrados en el momento en que se escribieron, no era menos importante discernir qu significado tendran stos para otros lectores de poca y cultura diversa3i Schleiermacher no slo fundament tericamente una hermenutica histrica, sino que trat de complementarla con la psicologa, que intenta captar cada complejo ideolgico como momento vital de un ser liumano determinado El canon del NT, en su aspecto psicolgico, ha de ser investigado como cualquier otro corpus de escritos, ya que la interpretacin de los libros sacros slo puede ser la pretendida por sus autores, que son hombres como los dems La investigacin en este sentido es factible porque el conocimiento de otra persona es en s posible, ya que el ltimo fundamento de la personalidad es idntico en todos los hombres,5 A la bsqueda del Jess de la historia La investigacin del NT, en especial de los evangelios, dio pasos importantes con un grupo de autores bastante numeroso, empeado en estudiar crticamente los evangelios y sus fuentes con la finalidad de comprender mejor, reconstruir e interpretar la personalidad humana, vida y obra del Jess de la historia > Este movimiento fue designado ms tarde con el epgrafe de Historia de la investigacin de la vida de Jess-, ttulo del libro de A Schweitzer (1875-1965) Geschichte der Leben-Jesu-Forschung (Tubinga 1913) publicado con anterioridad con el ttulo Von Remarus zu Wrede (1906) G Bornkamm, en Jess von Nazaret (Stuttgart 1956), afirma que Schweitzer consagr con esta obra un monumento al esfuerzo por escribir34 Cf F Lucke (ed) Hermeneutik und Krihk mit besonderer Bezwhung auf das NT 1838 35 Cf H Kimmerle Fr D E Schleiermacher Hermeneutik Abhand der Heidelberger Ak d Wiss Ph Hist Kl 1959 2, F D E Schleiermacher Hermeneutws The Handwntten Manuscripts, ed por H Kimmerle Missoula 1977

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la Vida de Jess y al mismo tiempo pronunci sobre l su discurso fnebre 36. Su conocida expresin: No hay nada ms negativo que el resultado del estudio crtico de la "Vida de jess", indicaba la imposibilidad de escribir una vida consistente del Nazareno. Para Schweitzer, Jess haba sido un predicador apocalptico con el mensaje de la inminente condena del mundo presente, no el gentilhombre humanitario europeo que los libros del siglo xix haban presentado37. En el fondo de estas discusiones sobre la autenticidad de los textos evanglicos y cuestiones conexas lata el deseo de investigar sobre los orgenes de la tradicin cristiana y de sus representantes ms primitivos38. S. Reimarus (1694-1768), desde un punto de vista fundamentalmente histrico, fue el primero en plantear el problema, especialmente candente hasta nuestros das, de la posible diferencia entre el Jess histrico y la interpretacin que hizo de su figura la iglesia primitiva39. En su escrito, Von demZweck Jesu und seinen Jnger, publicado annimamente por su amigo Lessing en 1778 por temor a represalias, Reimarus postulaba que se deba separar radicalmente la predicacin de Jess, netamente juda, de la ideologa apostlica de un redentor que padece por todo el gnero humano. Se planteaba as para generaciones venideras el problema del Jess histrico y el papel desempeado por ste en la separacin entre el cristianismo y el judaismo. Este trabajo deba conducir necesariamente a la composicin de las primeras Vidas de Jess, redactadas desde un punto de vista racionalista y pragmtico, que venan a sustituir a las ms piadosas como la de Ludolfo el Cartujano, de tanta aceptacin en pocas anteriores. As la de H. E. G. Paulus (1761-1851), incluida en el primer tomo de su Comentario a los tres primeros evangelios (Lbeck 1802), y la de K. Hase, Das Leben Jesu. Ein Lehrbuch (Leipzig 1829). Este ltimo intent fundamentar la hiptesis de un cambio psicolgico en la mentalidad de Jess, que lo condujo a rechazar la idea de una teocracia poltica para sostener tan slo un ideario espiritual y moral. Dejaba as abierto el camino para una investigacin psicolgico-gentica de la personalidad de Jess como poda realizarse sobre cualquier otro personaje de la historia40.Vase J. Pelez, Jess y la historia, en A. Pinero (e>

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naiticus (N), que contiene el texto completo del NT Trabajando muchas veces de primera mano sobre los manuscritos, Trschendorf public a lo largo de su vida no menos de veinticuatro ediciones del NT Su Editio Critica Octava Maior (Leipzig 1869-1872), basada en el citado cdice (N), ofrece al lector ordenadamente todo el inmenso material por l recogido y, junto con su texto, representa hasta el presente la mayor aportacin a la crtica textual del NT El aparato crtico de esta edicin sigue siendo todava de uso obligado, Tischendorf haba hecho, adems, retroceder en dos siglos el texto neotestamentano reconstruible Pero la habilidad de Tischendorf estuvo ms en la impresionante labor de recogida y ordenamiento de material y manuscritos que en la fundamentacin de una teora de la crtica textual neotestamentana Esta teora fue, precisamente, el gran mrito y labor de los ingleses B F Westcott (1825-1901) >5 y F J A Hort (1828-1892) Hasta ellos, el estudio del NT se basaba, por lo comn, en el textus receptus sustancialmente fijado por la edicin de rasmo de Rotterdam En 1881 publicaron la edicin crtica del NT con una importante introduccin a la crtica textual Ms, quiz, que su meritoria edicin56, en la que se jactaban ya de reproducir el texto original, es interesante el segundo tomo de estudio de los manuscritos y metodologa de crtica textual Tras largos aos de investigacin llegaron a la misma conclusin que Gnesbach la necesidad de agrupar los mss en familias textuales gracias al cuidadoso estudio de los criterios externos e internos que determinan la probabilidad y genuinidad de cada lectura, con lo que se permita un juicio ms seguro sobre su valor y la posibilidad de reconstruir el texto Por medio del riguroso estudio de las citas bblicas en los escritores eclesisticos llegaron a la conclusin de que la mayora de los mss pertenecan a un grupo tardo bizantino (-recensin siria- segn su terminologa) que conservaba un texto secundario El original coincida casi siempre con la iecensin preservada por los grandes unciales del siglo iv (recensin neutral) Lograron as demostrar de modo decisivo que el textus receptus erasmiano se basaba fundamentalmente en manuscritos de esa recensin siria-, tarda, y que, por consiguiente, deba ser rechazado La historia del canon La investigacin de la historia del canon neotestamentano recibi tambin a finales del siglo xix un fortsimo impulso gracias a los trabajos de55 Westcott era principalmente exegeta Su comentario al evangelio de Juan publicado en 1880 y reimpreso en 1958 al igual que el dedicado a la Cartas de Juan (1966) son una clara muestra de su labor prominente de critico y telogo % The New Testament vn the Original Greek The Text revised by B F Westcott and F J A Hort I y II Cambridge 1881 La edicin no tiene aparato critico, aunque aporta una sene de vanantes mayores en el margen o a pie de pagina donde el texto era inseguro o la vanante era igualmente probable a lo impreso

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T Zahn que se plasmaron en su imponente Geschichte des neutestamenthchen Kanons v Zahn vea en la lectura pblica, dentro del culto litrgico, el germen de la aceptacin como sagrados de los diversos escritos, e intent demostrar que ese proceso de canonizacin se logr muy tempranamente, tanto que, segn l, en la segunda mitad del siglo n, la Iglesia catlica no necesit crear explcitamente ningn canon, pues lo haba recibido ya por tradicin La tesis opuesta fue mantenida por A von Harnack58, para quien la constitucin del canon se realiz por un acto positivo de la Iglesia, aunque, por otra parte, fuera el resultado de un lento proceso de evolucin Con esta decisin, segn Harnack, la Iglesia poda constituir un fundamento seguro para su doctrina tras los intentos del here]e Marcin de elaborar su propio canon de escritos sagrados, que sustentaba su peculiar ideario teolgico Predecesores de la escuela de la historia de las religiones Otra perspectiva y otro enfoque en el estudio del NT y su problemtica tuvo su origen igualmente en el siglo xrx, tan rico en impulsos metodolgicos la consideracin del NT como un fenmeno ms dentro del con]unto de la historia de las religiones La Rehgionsgeschichthche Scbule, como ha sido denominado este movimiento, aplicaba los principios comparatistas de la fenomenologa de la religin al estudio del cristianismo primitivo, considerndolo una entre las muchas religiones que proliferaban en el Imperio romano Paralelos como las abluciones rituales, las comidas sagradas, el culto a un dios muerto y resucitado, la certeza de obtener la vida eterna a travs de la unin con la divinidad sugieren un proceso gradual de sincretismo y de interpenetracin del cristianismo y las religiones mistricas del Oriente El pensamiento de la escuela de las religiones entr en los estudios del NT principalmente a travs de la influencia que ejerci en Bultmann y su escuela59 Pero antes de exponer sucintamente los avances de la Rehgionsgeschichthche Schule, conviene que nos detengamos en los que fueron sus predecesores o prepararon, en mltiples aspectos, el camino Harnack haba preconizado, como ya indicamos, un aislamiento casi total del cristianismo ms primitivo, mientras que otros investigadores como H Ludemann en su estudio sobre Pablo6o, o el mismo J Holtzmann, habanEditada en cuatro volmenes (Erlangen Leipzig 1888 1892), aunque el trabajo quedo incompleto 58 Das Neue Testament um dasjahr 200 Th Zahn s Geschicbte des neutestamenthchen Kanons (Erster Band erste Halfte) gepruft, Freiburg 1889 59 Cf S O Neill, The Interpretaron of the New Testament (1861-1961), Londres 1964 especialmente el capitulo quinto de esta obra, titulado Greeks and Romans , 135-190 Die Anthropologte des Apostis Paulus und thre Stellung mnerhalb seiner Heslehre Nach den vier Hauptbnefen dargestellt, Kiel 187257

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realzado los puntos de contacto entre el pensamiento cristiano primitivo con el judaismo y helenismo contemporneos En esta misma lnea, A Hausrath concibi su Neutestamenthche Zeitgeschichte (I-III Heidelberg, 1868-1874) como un intento de incorporar la historia neotestamentana a su contexto histrico temporal, considerndola como una parte del proceso histrico en general Fue mrito de A Hilgenfeld6l el haber puesto de relieve por vez primera que la apocalptica juda fue un eslabn importante en la prehistoria del cristianismo Entre la profeca veterotestamentana, argumentaba, y el cristianismo no hay una relacin inmediata Pero el judaismo precristiano contiene en s mismo una preimagen del cristianismo Fue ste un descubrimiento sensacional, cuyas consecuencias se sienten hasta hoy da en el auge que, en los momentos actuales, tienen los estudios mtertestamentanos Esta lnea fue seguida fundamentalmente por los partidarios de lo que se ha llamado la (I), EstBb (1991) 134, en este artculo se hace una presentacin de todos los

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centra en los dos corpora (NT y manuscritos del Mar Muerto) porque, la mutua comparacin ayuda a iluminar cuestiones de orgenes, procedencia, ideologa teolgica, etc El ao 1991 tuvo lugar en Madrid un congreso internacional sobre los manuscritos del Mar Muerto 120 Con relacin al NT, quedo patente que el centro de atencin de la investigacin qumranica parece desplazarse del inters comparativo con el NT, que absorbi grandes esfuerzos en las dcadas pasadas, al estudio de la aportacin que los nuevos manuscritos ofrecen para el conocimiento del judaismo en s o de las diferentes corrientes del judaismo existentes en el perodo anterior al ao 70 d C Tal vez ello explica que slo dos ponencias del Congreso fueran dedicadas a temas relacionados con el NT G ) Brooke ( Ezekiel n the Qumran Scrolls and the New Testament) estudi los materiales ezequilicos encontrados en Qumran en relacin con Mateo, 2 Corintios y el Apocalipsis, y H W Kuhn ( The Impact of Qumran Scrolls on the Understanding of Paul's First Letter to the Thessalonians), present el proyecto que bajo su direccin se lleva a cabo en la Universidad de Munich, consistente en reunir material comparativo de Qumran relacionado con textos del NT Por otra parte, no se puede terminar sin mencionar la serie de artculos del papirlogo espaol J O Callaghan, en la que planteaba la posible identificacin de algunos fragmentos de la cueva 7 de Qumran con textos del NT, que, de confirmarse, removera por entero los cimientos de la cronologa tradicional de los escritos neotestamentanos m Nag Hammadi En diciembre de 1945 unos campesinos encontraron en un talud de Gebel Tanf, a cinco kilmetros de Nag Hammadi, en el Medio Egipto, una gran nfora cerrada y sellada con pez Al romperla, aparecieron unas carpetas de piel de cabra, bastante bien conservadas que contenan muchas hojas de papiro, encuadernadas en forma de libro y escutas en copto Lanuevos textos no bblicos procedentes de Qumran publicados en los dos ltimos anos El ar ticulo es continuacin de la sene Estudios Qumranicos 1975 1985 Panorama Critico pubh cada en esta revista entre 1987 1989 La continuacin de este articulo aun no ha aparecido El mismo autor ha publicado en un volumen la traduccin de todos los textos no bblicos de Qumran (Zas manuscritos del Mar Muerto Madrid 1993) primera edicin completa en caste llano y mas actualizada que las hasta ahora existentes en otras lenguas Se espera un se gundo volumen de introduccin a los textos Para un balance reciente de la incidencia de los estudios qumranicos sobre el NT d A Pinero D Fernandez Galiano (eds ) Los manus cntos del Mar Muerto Balance de hallazgos y de cuarenta anos de estudios Crdoba 1994 120 vase el informe de Julio Trebolle en FilNTi (1991) 246 250 dividido en dos apar tados I Textos bblicos y textos fronterizos entre lo bblico y lo no bblico II Textos no bi blicos 121 Vase mas adelante apartado dedicado a Qumran (capitulo IV)

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coleccin hallada consta de cuarenta y cinco obras de diverso gnero que eran traducciones de documentos originalmente compuestos en griego, algunos posiblemente en el siglo i, pero la mayora en el segundo o a comienzos del tercero Los legajos de estos cdices constituyen un acontecimiento histrico indiscutible y son los ms antiguos conocidos hasta nuestros das en la historia del libro m Algunos contienen fragmentos de papiros fechados en los aos 341 a 348 (en el envoltorio del legajo del Codex VII), estos fragmentos permiten datar la fabricacin de los legajos alrededor de mediados del siglo iv de nuestra era123 Algunos investigadores han considerado que los documentos hallados preservan tradiciones muy antiguas de la enseanza de Jess, aunque con toda probabilidad no anteriores a los sinpticos m En todo caso, los documentos de Nag Hammadi son un material importante para la reconstruccin del pensamiento gnstico y de gran importancia para la recomposicin de los orgenes del cristianismo Apcrifos del Antiguo Testamento Otro campo de estudio comparativo con el NT que se ha abierto en los ltimos tiempos es el de la literatura inteitestamentaria o apcrifos del An122 Cf la introduccin y traduccin de los textos de Nag Hammadi en J M Robnson (ed), The Nag Hammadi Library, San Francisco 31988, sobre la historia del descubrimiento Id , From the Cliff to Cairo , en Colloque International sur les textes de Nag Hammadi (Quebec 1978), Quebec-Lovaina 1981 (Bibliotheque copte de Nag Hammadi, Etudes, 1) 21 67 gracias a un comit internacional constituido en 1956, los proyectos de edicin del con junto de textos desembocaron en la publicacin de la totalidad de la coleccin en forma de planchas fotogrficas cf The Facsmile Edition of the Nag Hammadi Cdices Leiden 1972 1984 (12 volmenes de planchas de texto copto, con una introduccin general de J M Robinson) Esta prevista para 1995 la edicin castellana de todos los documentos de Nag Ham madi con introduccin y notas a cargo de A Pinero, J Montserrat y F Garca Bazan Cuatro grupos de investigadores editan criticamente en la actualidad estos textos el primero de la Universidad Humboldt (Berln) bajo la direccin de H M Schenke ha publicado vanos tra bajos en la revista Teologische Literaturzeitung y en las ediciones acadmicas de Berln el segundo, norteamericano, bajo la direccin de J M Robinson, del Instituto de la Antigedad v Cristianismo de la Gradate School de Claremont (California) ha publicado ya vanos volu menes en la coleccin Nag Hammadi Studies , de Bnll, Leiden el tercero francs cana diense bajo la direccin inicial de E Menard de Estrasburgo y la actual de P H Pottier de la Universidad Laval de Quebec ha publicado unos quince volmenes de textos y comentarios en la coleccin Bibliotheque Copte de Nag Hammadi en las ediciones orientalistas Peeters de Lovaina, finalmente M Tardieu en la Ecole Pratique des Hautes Etudes, seccin 5 a de Pars, publica la coleccin Sources gnostiques et mamcheennes 123 J W Bams-G M Browne-J C Sheton (eds ) Greek and Coptic Papynfrom the Car tonnage ofthe Covers (Nag Hammadi Studies 16) Leiden 1981 El mas antiguo de estos textos, el Evangelio de Tomas contiene una sene de dichos de Jess sin contexto narrativo Vanos mas figuran con el titulo de evangelios (El Evangelio de la verdad, el Evangelio de Felipe y el Evangelio de los egipcios) 124 Para la relacin de Nag Hammadi y los evangelios cf Ch Tucket, Nag Hammadi and the Cospel Tradition, Edimburgo 1986

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tiguo Testamento. Entendemos por literatura apcrifa juda un conjunto de obras judas (o, excepcionalmente, judeocristianas) escritas aproximadamente en el perodo comprendido entre los aos 300 a C. y el 200 d. C, pretendidamente inspiradas y referidas, ya sea como autor o como interlocutor, a un personaje del Antiguo Testamento125. La literatura apcrifa veterotestamentana tuvo una fuerte influencia en el judaismo de los aos 250 a. C. al 200 d C, poca en que floreci Su importancia debi de ser considerable dado el nmero tan elevado de obras que la conforman y representa la continuacin de la reflexin teolgica en los ambientes piadosos judos durante la poca helenstico-romana. Es difcil hoy comulgar con la opinin reduccionista de R. Travers Herford y de G Footmore 12, que consideraban la apocalptica como la literatura de grupos perifricos y marginados del judaismo oficial, representado por el farisesmo y ms tarde por los rabinos. Hoy est casi umversalmente aceptado que no se puede hablar de un judaismo normativo (farisaico) y otro marginal (el de los apocalpticos) hasta pasado el ao 70 d C. Respecto a la cuestin de si la literatura apocalptica es incompatible con el farisesmo 127, especialistas como Charles, Kautzsch, Torrey, Bonsirven y otros, niegan la existencia de tal oposicin, si bien hoy se tiende a vincular ms la literatura apocalptica en su conjunto con grupos sectarios apocalpticos preesenios, esemos o paraesenios que con los crculos fariseos El farisesmo, despus del ao 70 d C, tras el snodo de Yamnia (hacia el 90 d C ) y la derrota de Bar Kokba (132-135) ante las tropas de Adriano, se centr cada vez ms en la Tora, dejando de lado las especulaciones apocalpticas: pero, a pesar de su ruptura con ellas, el judaismo talmdico debe una gran parte del desarrollo de su teologa y en especial sus conceptos espirituales del mundo futuro a la apocalptica128.125 Para lo que sigue, cf A Diez Macho, Apcrifos del Antiguo Testamento, I, Madrid 1984, 95ss , cuyo proyecto de publicacin de los apcrifos fue continuado despus de su muerte por su equipo de colaboradores (A Pinero - M A Navarro - A de la Fuente) Hasta el momento se han publicado cinco volmenes con introduccin, traduccin y notas Los protestantes dan el nombre de pseudoepigrficos' a los libros llamados apcrifos* del Antiguo Testamento por los catlicos y denominan apcrifos a los escritos que los catlicos llaman deuterocannicos- (los no incluidos en el canon judo) De modo grfico Protestantes Catlicos Pseudoepigrficos = Apcrifos Apcrifos = Deuterocanmcos 126 Judaism m the First Centunes ofthe Cristian Era, 2 vois , 1927-1930 127 L Gingsberg, Some Observations of the Attitude of the Synagogue towards the Apocalyptic Eschatological Wnngs-, JBL 41 (1922) 115-136 128 Vase A Pinero, La apocalptica dentro de la literatura intertestamentaria Panormica general-, II Simposio Bblico Espaol, Valencia-Crdoba 1987, 591-602, donde el autor presenta el panorama general del fenmeno apocalptico con una excelente bibliografa estructurada en los siguiente apartados a) La ciencia introductoria, b) Publicaciones en marcha, c) Historia de la investigacin y d) Repertorios bibliogrficos Se debe a J M Schmidt la historia documentada de la apocalptica juda (Die judische Apokalyptik Die Ges-

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Es interesante y clarificador con relacin a la apocalptica y los orgenes del cristianismo el artculo de F Garca Martnez, La apocalptica juda como matriz de la teologa cristiana'- m en el que, partiendo del artculo de E Kasemann Die Anfange chnsthcher Theologie130 y la controversia por l suscitada, al defender que , en Bibhcal and Patnstic Studies tn Memory ofR P Casey, Fnburgo 1963, 64-77, Eclecticism and Atticism, ETL 53 (1977) 107-112, y Literary Fashions and the Transmission of Texts n the Giaeco-Roman World-, CHH19 (1976) 1-8 Una lista completa de los traba|os de Kilpatrick hasta 1974, en J K Elliott (ed ), Studies in New Testament Language and Text Essays in Honour of G D Kilpatrick on the Occasion of his sixty-fifth Birtbday (Leiden 1976) 4-13 Recientemente ha aparecido una obra editada tambin por J K Elliott, The Principies and Practice of New Testament Textual Cnticism, Collected Essays of G D Kilpatrick, Lovama 1990,

Crtica textual e historia del texto

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Kilpatnck es discpulo consecuente de C. H Turner72 quien propuso una reconstruccin diferente del cap 1 del evangelio de Marcos basado en consideraciones estilsticas7i El movimiento tiene hoy sus enrgicos defensores As, J. K. Elliott74, conocido crtico y discpulo de Kilpatrick, defiende otra vez la necesidad de editar el texto de cada sinptico aceptando las variantes textuales que mejor se acomoden al estilo del autor, aunque ello suponga un crecimiento de las similitudes entre los tres primeros evangelios En esta misma lnea, este autor ha publicado recientemente en la sene Estudios de Filologa Neotestamentaria un volumen titulado: Essays and Studies in New Testament Textual Criticism, (Crdoba 1992), anteriormente citado. Para Elliott, claro exponente del eclecticismo radical, no hay ningn manuscrito claramente importante, sino nicamente lecturas importantes, siendo posible reconstruir el texto original basndose nicamente en criterios internos. Un crtico eclctico radical tiene que examinar todas las lecturas, porque toda lectura podra ser, en principio, original. De este modo, puede no slo reconstruir el texto original, sino tambin tratar de explicar cmo surgieron todas las lecturas secundarias. Por eso el crtico radical desea que haya tantas lecturas como sea posible El nmero o la antigedad de los manuscritos no tienen para l especial importancia75. En nuestra opinin, no cabe duda de que el empleo de la crtica interna y racional es de gran valor para la prctica de la crtica textual, pero no debe ser el nico criterio, ya que puede conducir a cierto subjetivismo Tampoco parece fiable el empleo sin matices del criterio del aticismo, ya que no fue sta la nica corriente literaria que imper en los siglos i y n de nuestra era76.que rene sesenta y seis estudios y notas publicadas por el autor en diferentes ocasiones La obra, como su ttulo indica, organiza los artculos en dos bloques principios de la Crtica textual y su prctica Esta segunda parte, a su vez, recoge diversos tipos de artculos 1 Cuestiones generales, 2 Vocabulario y gramtica, y 3 Artculos sobre pasajes del NT 72 Cf los clebres artculos de este autor -Marcan Usage Notes, Cntical and Exegetical on the Second GospeL,/TS en los aos 1923/4, 377-86, 1924/5, 12-20, 145-56, 225-40, 337-46, 1925/26, 58-62, y 1926/7, 9-30 y 349-62 73 -A Textual Commentary on Mark h,JTS 28 (1926-27) 145-58 74 Cf In Defence of Thoroughgoing Eclecticism in New Testament Textual Criticism, RestQ 21 (1978) 95-115, que vuelve a remachar los puntos de vista expresados en Plaidoyer pour un clecticisme integral appliqu la critique textuelle du Nouveau Testament, RB 84 (1977) 5-25 (cf tambin Textual Criticism, Assimilaon and the synoptic Gospels-, NTS 26 [1980] 231-242) En esta lnea se sita tambin en gran medida E J Epp, The Eclectic Method in New Testament Criticism Solution or Sympton?>, HarvTR 69 (1976) 211-257 75 Textkntik heute, ZNW82 (1991) 38-39 76 Una crtica a fondo puede verse en los artculos de G D Eee, Rigorous or reasoned Eclecticism -Which', en J K Elliott (ed ), Studies m New Testament Language and Text, 174198, y F Stagg, .Textual Criticism for Luke-Acts, PerspRelSt 5 (1978) 152-165 (todo eclecticismo que ignora los testimonios externos de los manuscritos debe ser echazado)

Apndice Las ediciones impresas del Nuevo Testamento K Aland dedica el primer captulo de su obra v al estudio de las ediciones del NT, dividindolo en tres etapas cronolgicas, dentro de cada una de las cuales presenta a los autores y su aportacin a la crtica textual 1 De Erasmo a Gnesbach 2 De Lachmann a Nestle 3 De Nestle al nuevo texto estndar Termina Aland este captulo con un estudio comparativo de las ediciones ms importantes Wescott-Hort, Tischendorf, von Soden, Nestle-Aland y el Greek New Testament Ms adelante dedica el captulo V a preparar al lector para el uso de las ediciones actuales, centrando su atencin en dos el Greek New Testament y el Novum Testamentum Graece (Nestle-Aland) No es nuestra intencin ahora detenernos a comentar extensamente la obra y autores que jalonan los logros y marcan las encrucijadas de la crtica textual neotestamentana Esto se ha hecho ya en sus lneas generales en el captulo primero, dedicado a la historia de la interpretacin del NT, pero creemos necesario dar una visin, a vista de pjaro, de las ediciones impresas del NT griego, que naturalmente se solapa con los progresos en teora de crtica textual ya mencionados El primer libro que se imprimi despus de la invencin de la imprenta fue la Biblia segn el texto de la Vulgata Latina (la Biblia de Gutemberg de 1456) Sesenta y seis aos ms tarde aparece el tomo V de la Polglota Complutense con el texto del NT (1522), ste, concluido desde 1514, pudo haber sido la primera edicin impresa del NT griego de no haberse retrasado el placet del Papa, que no fue concedido hasta 1520, por lo que la publicacin se hizo en 1522 Fue a Erasmo de Rotterdam, a instancias del impresor J Froben, a quien correspondi este honor (1 de marzo de 1516), constituyendo su edicin del NT griego un verdadero xito editorial para el momento, pues de las dos primeras ediciones se vendieron 3 300 ejemplares La edicin de Erasmo se bas en manuscritos, de datacin tarda y de muy escaso valor crtico, procedentes de la universidad de Basilea, presentaba en columnas paralelas el texto griego y un texto revisado de la Vulgata y fue preparada en menos de seis meses, con la finalidad expresa de adelantarse a la publicacin de la Complutense Como fruto de esta prisa apareci con abundantes errores tipogrficos Sin embargo, el texto griego de esta edicin, con ligeras variantes y limpio de los ms gruesos errores, continu siendo la recensin habitual del NT hasta finales del siglo xix En 1624 los hermanos Elzevir, editores holandeses, publicaron una edicin manual del NT griego que reproduca de nuevo fundamentalmente el texto de Erasmo cotejado con el de la Polglota Complutense Los mismos hermanos realizaron en 1633 una edicin que se propag como el texto del Nuevo Testamento aceptado actualmente por todos, surgiendo de ah la77

// testo del NT, 7-43

Crtica textual e historia del texto

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denominacin de textus receptus Esta edicin haba sido precedida por las cuatro ediciones del Nuevo Testamento que haba hecho el humanista e impresor Roberto Estienne (Stephanus) en Pars, que eran una refundicin de las ediciones de Cisneros y de Erasmo La cuarta de estas ediciones (a 1551) introdujo la divisin del texto en versculos, que siguen hasta hoy las versiones del NT En 1707, J Mili hizo una edicin del NT, basada en la de Estienne, en la que recoga unas 30 000 vanantes con juicio crtico sobre el valor de las ms importantes Mili fue el primero en darse cuenta del valor que las versiones antiguas y las citas de los Padres tienen para el estudio crtico del NT J A Bengel fue el primero en clasificar los manuscritos griegos por familias, en su edicin del NT (Tubinga 1734), introdujo pequeos cambios en el textus receptus J J Wettstein (1693-1794), sin atreverse a enmendar este texto, justific en el aparato de su edicin del NT (1751-1752) las lecturas que crea preferibles y utiliz por primera vez un sistema de letras y nmeros para designar a los manuscritos Gnesbach (1775-1777), dando un paso revolucionario, se separo finalmente, en su edicin del NT, del textus receptus, umversalmente aceptado hasta entonces y public su propia reconstruccin Fue K Lachmann, sin embargo, quien dara la batalla definitiva al textus receptus En 1830 expuso su programa de abandonarlo, por considerarlo tardo, y volver al texto de la Iglesia de fines del siglo rv Sin embargo, la base manuscrita que escogi arbitrariamente era demasiado reducida y el esquema metodolgico demasiado rgido como para conseguir abrirse paso de una manera decisiva Tocara a Tischendorf (1815-1874) llevar a cabo el programa de Lachmann, ampliando la base de manuscritos sobre los que se apoyaba el texto, mrito principal de Tischendorf fue su incansable esfuerzo por reunir y colacionar manuscritos Sus ediciones textuales, a partir de su Editio octava critica maior de 1896, ofrecen un aparato crtico cuya nqueza no ha sido todava superada Westcott-Hort lo seguiran, investigando en la genealoga de los diferentes manuscritos y versiones antiguas y estableciendo cuatro familias de manuscritos siraca (= bizantina), occidental, alejandrina y neutral Los editores otorgaron la preferencia, casi siempre, al texto neutral en sus representantes principales los manuscritos unciales B (Vaticanus) y N (Sinaiticus) Weiss (1894-1900), por caminos diferentes, lleg a la conclusin de que el manuscrito uncial B era el que ms se aproximaba al texto original Von Soden sigui a Weiss, editando en 1913 el texto del NT, con aparato crtico, que ha constituido hasta ahora la mayor edicin de este siglo Pero von Soden y sus colaboradores no fueron demasiado exactos en ocasiones, emplearon un sistema de siglas distinto del usual y de difcil manejo, por lo que la obra no tuvo el xito pretendido pues no logr imponerse en el uso El xito mayor y de mas influencia lo tendra la edicin de Nestle de 1898, publicada desde entonces en ms de 20 ediciones sucesivas Se trataba de una edicin escolar confeccionada a partir de puntos de vista pura-

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El estudio del texto del Nuevo Testamento

mente mecnicos, siguiendo el principio de que el JUICIO mayontano de las ediciones de Tischendorf, Wescott-Hort y Weiss era el que decida sobre el texto a imprimir A partir de entonces con la decimotercera edicin de Nestle (1927), llevada a cabo por su hijo Erwin el textus receptus qued excluido de la Iglesia y de la enseanza, 400 aos despus de su primera aparicin, y el de Nestle vino a ocupar su lugar K Aland, a finales de los aos cuarenta, comenz a colaborar con Nestle en la revisin de su obra A K Aland le fue asignada la tarea de verificar los datos del aparato crtico, pero al mismo tiempo, con el consentimiento de Erwin Nestle, comenz una radical revisin del texto El trabajo estaba prcticamente maduro cuando en 1955 a iniciativa de Eugene A Nida, secretario de traducciones de la American Bible Society, se nombr un comit internacional con la finalidad de preparar la edicin del Greek New Testament, que sirviese como punto de referencia de todos los comits de traductores del mundo A este comit fueron llamados M Black, B M Metzger, A Vbus, A Wikgreen y K Aland, que, con el consentimiento de todos, continu su trabajo particular para el nuevo Nestle En 1966 apareci la primera edicin del Greek New Testament Entre la edicin de Nestle-Aland y el Greek New Testament hubo cada vez mas aproximacin hasta llegar a unirse en lo que respecta al texto griego impreso, aunque con notables diferencias en otros aspectos, como, por ejemplo, el tamao del aparato griego y las marcas en el cuerpo del texto que remiten a l Qued de este modo establecido el nuevo texto estndar que, como fruto de un comit de autores, repiesenta el optimum- de lo que se puede alcanzar en el estado actual de la crtica textual Entre estas dos ediciones hay una diferencia bsica el Greek New Testament est destinado a traductores, el Nestle-Aland a estudiantes, profesores e intrpretes del NT, y en esto estriban las principales discrepancias entre ambos al elegir las lecturas vanantes que haba de presentar el aparato crtico"8 Un problema interesante que se plantea al estudioso del NT al observar el cambio del texto griego neotestamentano a lo largo de los siglos es el siguiente Qu texto es realmente cannico' Tienen las vanantes importantes el mismo derecho a considerarse sacras- que las elegidas por los editores para formar parte del cuerpo de texto impreso' Con qu derecho puede proclamarse receptus un texto que es fruto de un trabajo de un instituto determinado' No debera de ser cannico el texto representado por la mayora de los manuscritos' Estas y otras cuestiones anlogas quedan an pendientes de respuesta Por lo que respecta a la Iglesia catlica, no hay ninguna definicin sobre estos problemas, aunque plantean una interesante y viva cuestin teolgica78 Para un estudio detallado de las peculiaridades y diferencias entre ambas ediciones cf K Aland II testo del NT 246 295 texto usual

CAPITULO TERCERO

^Jt

LA LENGUA DEL NUEVO TESTAMENTO

En este captulo, bsico para el estudio cientfico del NT, se considera la lengua del NT o griego neotestamentario dentro de la historia general de la lengua griega, aunque con especial atencin a su transfondo semtico. Consta de tres partes: en la primera se exponen las diversas opiniones sobre las lenguas habladas en Palestina en tiempos del NT y se aborda someramente la cuestin de la lengua o lenguas habladas por jess; en la segunda, se trata de la lengua del Nuevo Testamento en su relacin con la koin y en la tercera se presentan los diversos influjos lingsticos que esta lengua ha recibido de su entorno.A) LAS LENGUAS HABLADAS EN PALESTINA EN TIEMPOS DE JESS

Aunque nuestro objetivo es el estudio de la lengua griega del NT, debemos partir de una pregunta: Qu lengua habl Jess? La opcin que se tome al aceptar las influencias semiticas en el griego del NT puede verse determinada, al menos en parte, por la respuesta que se d a esta cuestin Desde los primeros estudios sobre el influjo semtico en el griego del NT, publicados por Wyss, Pasor y Trom en la mitad del siglo XVII, no ha faltado el inters por esta cuestin \ aunque las posturas mantenidas han sido muy diversas y no siempre bien definidas2. En tiempos de Jess se hablaban en Palestina cuatro lenguas: hebreo, arameo, griego y latn. Razones de tipo arqueolgico, lingstico y sociolgico prueban que la regin era multilmge, utilizndose en gran escala el arameo y el griego; el hebreo misnaico era usado como lengua hablada, aunque su uso no estuviese generalizado, y ciertamente como lengua escrita (hebreo bblico y discusiones cultas sobre la ley); por ltimo, el latn era la1 Vase J Vergote, Come impostare oggi l problema del Ges stonco? CC 120 (1969) 455-461, D R Catchpole, Tradition History-, en I H Marshall, New Testament Interpretaron, Exeter 1977, 166-178, M D Hooker, Chnstology and Methodology, NTS 17 (1970-1) 480-7, dem, On Using the Wrong Tool-, Theology 75 (1972) 570-81, J Jeremas, Neutestamenthche Theologie, I, 1971, 1-41, R S Barbour, Tradition-histoncal Cnttasm ofthe Gospels, Londres 1972, 1-27, D G A Calvert, -An Examination of the Cntena for distinguishing the Authentic Words of Jess-, NTS 18 (1971-2) 209-19, H Conzelmann-A Lindemann, Arbeitsbuch zum Neuen Testament, Tubinga, 61982 (-Methode der Rekonstruktion der Lehre Jesu, 356-360, trad italiana, 353-56), H K Nielsen, Kntenen zur Bestimmung authentischer Jesusworte en SNTU4 (1979) 5-26, J Parker, Redaktionsgeschichte et valeur histonque des vangiles, Hokhma 12 (1979) 22-46, F Lambiasi, L'autenticit stonca dei vangeh Studio di cnterologia (Bolonia 1976), J Kremer, Wer war Jess wirklich' Onentierungshilfe eines Bibelwissenschaftlers, Stimmen der Zeit 209 (1991) 579-596, J P Meier, A Marginal Jew Rethinkmg the histoncalJess, vol 1 The Roots ofthe Problem and the Person, Nueva York 1991 Sobre el Jess de la historia y el Cristo de la fe puede verse una sntesis, con bibliografa, en J Pelez, Jess y el Reino de Dios Las comunidades primitivas El judeocnstianismo, en A Pinero (ed), Orgenes del cristianismo, Crdoba 1991, 221-281, esp 221-254

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biente judo contemporneo, la formula de los evangelios -en verdad os digo (|xr]V Xeyw uxv), inexistente en la literatura de la poca, o las palabras de Jess venid en pos de m (Sexe noco (uon Me 1,17), aluden a un modo peculiar de hablar de Jess, propio suyo o contrario a la prctica de su tiempo, con relacin al ltimo texto, la costumbre del momento era que el discpulo eligiese al maestro y no a la inversa Este criterio de historicidad no es vlido, sin embargo, aplicado a la inversa sera absurdo recha7ar como no histrico todo lo que de alguna manera encaja con el judaismo o el cristianismo primitivo Por el contrario, hay que recalcar de modo especial que la recomposicin de la figura del Jess histrico slo puede lograrse satisfactoriamente, en lo posible, a la luz de las costumbres e ideas de la Palestina del siglo i b) Criterio de atestacin mltiple

En los siglos pasados, el hecho de que un relato evanglico fuese trado a colacin por vanos evangelios de una forma ms o menos semejante se consideraba una convergencia de testimonios que garantizaba la historicidad del relato en cuestin El enfoque de este criterio cambi al constatarse que entre los sinpticos hay una interrelacin de dependencia de fuentes comunes Sin embargo, el criterio de atestacin mltiple sigue siendo vlido cuando se da convergencia no ya entre los evangelios, sino entre las fuentes de las que estos escritos toman sus materiales Marcos, Q, el material especial de Mateo y de Lucas Este criterio no es tan vlido para determinar la autenticidad histrica de relatos o palabras concretas que cuando se da, suele deberse a la utilizacin de una misma fuente cuanto para la determinacin de la autenticidad de los motivos o temas que se repiten en los evangelios bajo formas literarias distintas Por consiguiente, por el criterio de atestacin mltiple provienen de Jess determinados temas o ideas, si aparecen bien atestiguados en diversas formas literarias de la tradicin c) Criterio de conformidad o continuidad Establecido algn hecho o palabra de Jess como histrico, puede considerarse tambin histrico, por va de continuidad o conformidad, todo hecho o palabra que est de acuerdo con aqul Dicho de otro modo, puede aceptarse como autntico el material que es coherente con otro cuya autenticidad no admite duda Este criterio de conformidad puede referirse a palabras o hechos de Jess que correspondan al mundo judo palestmense contemporneo o a las caractersticas fundamentales del mensaje de Jess

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La lengua del Nuevo Testamento

As tienen garanta de historicidad los datos topogrficos o geogrficos que reflejan una geografa concreta y conocida, determinadas costumbres religiosas, la diversidad de facciones religiosas o polticas, los usos habituales en la vida social o laboral que aparecen en el evangelio y que ponen en contacto con una mentalidad y cultura determinadas, plenamente constatables por otros documentos. d) Criterio lingstico y de entorno Segn este criterio, ms bien negativo, todo dato que sea incompatible con el entorno lingstico o ambiental de Jess debe ser rechazado. A la inversa, sin embargo, tampoco puede admitirse como autntico cualquier dato slo porque refleje las circunstancias lingsticas y ambientales de su entorno. Dentro del criterio lingstico son muy interesantes las observaciones formales sobre los logia (dichos) de Jess recogidos en los sinpticos. H. Schrmann21 seala cuarenta y dos caractersticas del lenguaje de Jess, interesantes y dignas de ser tenidas en cuenta para comprender ms exactamente su pensamiento y su idiolecto o forma peculiar de expresarse 22. Schrmann argumenta que la presencia de algunas de las caractersticas peculiares del modo de hablar de Jess no prueba automticamente la autenticidad del logion en cuestin, ya que la comunidad pudo apropiarse tambin del modo de hablar del Maestro. Sin embargo, el estudio en s es correcto y ayuda no poco a descubrir las autnticas palabras del Nazareno. Adems puede contribuir a dilucidar si algn dicho conservado en el apcrifo Evangelio de Toms se acerca o no a los autnticos. 2. El hebreo Diversos autores han mantenido que alguna forma de hebreo, ya bblico ya misnaico, hablado y escrito, sobrevivi en el siglo i, incluso fuera del mbito de la sinagoga. M. H. Segal23, seguido en lneas generales por H. Birkeiand24 y otros, propone que el hebreo misnaico, considerado una evolucin lingstica del bblico, tal como lo testimonian los escritos rabnicos e independiente del arameo, fue lengua verncula en Palestina en21 Die Sprache des Christus. Sprachliche Beobachtungen an den synoptischen Herrenworten, BZ 2 (1958) 54-84. 22 Sobre el "idiolecto de Jess, cf. G. Mussies, Onderzoek naar Jess' idiolekt sinds 1900- (La investigacin del idiolecto de Jess desde 1900), NThTijdil (1977) 290-306. 23 A Grammar of Mishnaic Hebrew, Oxford 1927, 670-700; 734-77324 The Language of Jess, Oslo 1949, 1-40.

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todos los niveles sociales desde el 400 a. C. al 150 d. C. 25. Se basan estos autores en que la mayor parte de los manuscritos no bblicos de Qumrn estn en hebreo, siendo las cartas de Bar Kokhba' y el Rollo de Cobre el primer testimonio del tipo de hebreo de la poca misnaica posterior. Como ha mostrado M. H. Segal, la gramtica, el lxico y el estilo literario de este hebreo misnaico se fundamentan en un hebreo coloquial, que debi pervivir durante la poca helenstica y romana, aunque no estuviese generalizado. En este sentido, G. Mussies 26, sin negar el carcter hablado y escrito del hebreo en el siglo i de nuestra era, sugiere basado en el hallazgo de las citadas cartas de Bar Kokhba', que el hebreo fue reintroducido en esta poca como una posicin nacionalista contra Roma, y afirma que ninguna de las lenguas francas poda expresar la oposicin poltica hacia Roma de modo tan fuerte como la hebrea.... Este intento, sin embargo, no sobrevivi a la revuelta. Concluye Mussies que la utilizacin del hebreo como lengua hablada o escrita en los siglos i y n no estaba generalizada, sino que se circunscriba a determinados ambientes de la educacin religiosa y del culto 27. Adems de los autores citados, T. W. Manson, J. A. Emerton, J. Barr, J. M. Grintz, C. Rabin, entre otros, 28 consideran que el hebreo era con toda probabilidad una lengua hablada en el siglo i. En todo caso, faltan datos que prueben que su uso estuviese extendido en el pueblo. Jess debi de conocer suficientemente el hebreo como para leerlo, dato que se deduce de Le 4,16-30, y posiblemente para hablarlo 29, aunque la opinin ms comn25 La reaccin a la hiptesis de Birkeland fue muy fuerte y adversa, pero la cuestin del conocimiento del hebreo por parte de Jess y qu clase de hebreo era ste sigui generando trabajos en las siguientes dcadas Una opinin semejante a la de Birkeland fue expresada por J M Grintz, Hebrew as the spoken and wntten language n the last days of the Second Temple, JBL 69 (1960) 32-47, una evaluacin de la obra de Birkeland puede verse en J Barr, Which language did Jess speak? Some remarks of a Semist, BJRyL 53 (1969) 13-17 Uno de los trabajos ms importantes sobre el tema ha sido el artculo de J A Emerton, The problem of vernacular Hebrew n the first century AD and the language of Jess, JTS 24 (1973) 1-23, donde sugiere que el hebreo misnaico era la lengua usada ordinariamente por el pueblo sencillo en Judea, al menos hasta el siglo n, aunque sin excluir el arameo [cf H P Ruger, -Zum Problem der Sprache Jesu, ZNW 59 (1968) 113-22, E M Meyers J F Strange, Archaeology, the Rabbis and Early Chnstianity, Londres 1981, 70] Este punto de vista ha sido defendido por H B Rosen, Die Sprachsituaon m romischen Palastina, en G Neumann-J Untermann (eds ), Die Sprachen im romischen Retch der Katserzeit Kolloquium Apnl 1974, Colonia 1980, 223-26 Puede verse tambin W Chomsky, What was the Jewish Vernacular Dunng the Second Commonwealth?, JQR 42 (1951-52) 193-212, E Y Kutscher, Hebrew Language Mishnaic, Encyclopaedia Judaica, vol 16, Jerusaln 1972, cois 1592-93, dem, A History of the Hebrew Language, Leiden 1982, 115-20 26 Greek as the Vehicle of Early Chnstiamty, ATO 29 (1983) 362-64. 27 Cf R H Gundry, The Language Milieu of First-Century Palestine- Its Beanng on the Authenticity of the Gospel Tradition, JBL 83 (1964) 405-407 28 Vase Stanley E Porter, The Language of the NT, 23 a quien seguimos en esta sntesis sobre el estado del hebreo como lengua hablada en Palestina en el siglo i. 29 Cf J. Fitzmyer, The Languages of Palestine in the First Century A D , CBQ 32 (1970) 529.

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La lengua del Nuevo Testamento

mantiene con Black que lo hara ante crculos educados y slo en solemnes y contados momentos. Una vez que se admite la existencia del hebreo como lengua viva en la poca romana, se discute, sin embargo, qu clase de hebreo era ste y por quin era hablado. H. Birkeland30 opina que el hebreo era la lengua de los niveles sociales ms bajos el arameo sera de las clases altas, mientras P Lapide31 piensa que el hebreo misnaico fue la lengua puente entre el hebreo (lengua de las clases altas) y el arameo (lengua de las clases bajas) en una Palestina con varias lenguas. M. Black32 critica la citada opinin de Birkeland con relacin a la extensin del hebreo como lengua hablada por el pueblo en el siglo i, al considerar que las autnticas palabras de Jess estn ciertamente en arameo, como se deduce de la posibilidad de las retroversiones de los evangelios a esta lengua. Birkeland, en todo caso, parece ignorar que el arameo poda llamarse, adems, hebreo ya que se hablaba en Judea por los hebreos desde tiempos de Nehemas, usaba una escritura hebrea y tena prstamos abundantes del hebreo clsico33. Hebrastas y puristas Respecto al tema de las influencias hebreo-arameas en el texto del NT el debate surgi hace ya varios siglos y se polariz en dos grupos, que defendan posiciones encontradas y que fueron denominados respectivamente hebrastas y puristas 34. Mientras los primeros defendan con moderacin,The Language of Jess, I, Osio 1949, pp 1-40 Insights from Qumran into the Language of Jess, RQum 8 (1975) 486-500, siguiendo a C A Ferguson, .Diglossia, Word 15 (1959) 325-40 12 An Aramatc Approach, 47ss 33 La expresin efjpat hxakbixm es utilizada en el libro de los Hechos de los Apstoles para indicar la alocucin que Pablo tuvo al pueblo judo (Hch 21,40, 22,2), o la voz que le habl en el camino hacia Damasco (26,14), pero en estos casos no se cita ninguna palabra semtica, por lo que la cuestin queda abierta En otros lugares, la expresin f3paiOT( alude unas veces a la lengua hebrea (Ap 9,11, 16,16) o a la aramea (Jn 5,2, 19,13, 19,17, 20,16) En Hch 1,19 se habla de la lengua del lugar (Jerusaln) y se emplea el trmino Hakeldama, netamente arameo Este uso indiscriminado de la expresin, aplicada unas veces al hebreo y otras al arameo, es el que parece que Papas, Ireneo y Orgenes conservan cuando atribuyen a Mateo una coleccin de sentencias del Seor o un escrito evanglico en lengua hebrea Referido no ya a la lengua de Jess, sino a la lengua del primer evangelio, la controversia sobie si ste fue escrito originalmente en hebreo o no sigue en pie; cf C Tresmontant, Le Chrtst Hbreu la langue et l'ge des vangiles, Pars 1983, tambin G Howard, Was the Gospel of Matthew Onginally wntten n Hebrew?, BtbRev 2 (1986) 15-25 34 Para este tema, vase la excelente obra de J Ros, De studte van het Bybelgneksch van Hugo Grotius to Adolf Deissmann, Nimega 1940 Con anterioridad J Vergote, Het probleem van de koine volgens de laatste histonsch-philologische Bevindingen, PhilSt 4 (1932/3) 2846, 81-109, 190-215 Ms reciente, J W Voelz, The Language of the New Testament, ANRW II 25 2 (1984) 893-977, cuya Historia de la investigacin del problema es seguida general31 30

Lenguas habladas en tiempos de Jess

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por lo comn, la existencia de un sustrato hebreo-arameo de los libros del NT (hebrastas), los segundos, proclamaban la escasa diferencia entre el griego del NT y el de la poca clsica, llegando hasta el extremo de fijarse exclusivamente en los paralelos de la lengua neotestamentaria con el griego clsico Esta defensa a ultranza del clasicismo de la lengua del NT condu]o a los puristas a claros absurdos y a ver desacreditado su planteamiento en todo el siglo XVIII. G. Milligan35 expresaba ambas posiciones de modo grfico: La discusin sobre la naturaleza del griego del NT ha entrado en los ltimos aos en una fase enteramente nueva: la antigua controversia entre puristas, que intentaban deducir todas las peculiaridades del griego de la Biblia de las reglas estrictas del uso tico, y los hebrastas, que magnificaban estas peculiaridades en defensa de un griego bblico claramente probado, o ms, de la lengua del Espritu Santo, pertenece ahora al pasado. Milligan lleg a decir que la obra de Deissmann y Moulton fue tan generalmente aceptada que el judeognego ya no es objeto ni siquiera de debate. Esta afirmacin suele ser vlida para los estudiosos del griego clsico, pues casi ninguno de ellos acepta la nocin del judeogriego36, pero no lo es tanto para los del NT37.mente por los autores postenores La segunda parte de este artculo es una breve exposicin de los rasgos que caracterizan el griego del NT, aunque hace escasa referencia a los papiros y ninguna a las inscripciones Debe citarse tambin la visin de con|unto que ofrece E C Maloney, Semittc Interference tn Marcan Syntax, SBLDS 51, Chico 1981, 7-34, centrada en las investigaciones de este siglo Una exposicin clara y sucinta del tema en G H R Horsley, The Fiction of "Jewish Greek" , ND, vol 5, Macquane Umversity 1989, 37-40, a quien seguimos 35 -The nse, language and form of the NT writmgs>, en The Htstory of Christianity m the Light ofModem Knowledge A Collechve Work, Londres 1929, 282 36 Vanse, entre otros J Psichan, Essai sur le grec de la LXX, REJ (1908) 161-210, J Juser, LesJutfs dans l'Empire romatn, 2 vols , Chartres 1914, 1, 366-67, n 3, P W Costas, An Outhne ofthe Htstory ofthe Greek Language, mth Particular Emphasis on the Kome and Subsequent Peno'ds, Chicago 1936, reimp 1979, 55, S W Barn, A Social and Religious Htstory ofthejews, I-II, Nueva York 1952, 1, 186, R Browmng, Medieval andModern Greek, Londres 1969, 30, B G Mandilaras, The Verb in the Greek non-Ltterary Papyrt, Atenas 1973, 50, 22, J Frosen, Prolegomena to a Study ofthe Greek Language tn the First Centunes A D The Problem ofKome and Atttcism, Helsinki 1974, 78-79, E J Bickerman, 'The LXX as translation, en Studies m fewtsh and Chrtsttan Htstory, 3 vols, Leiden 1976, 1, 175-77, E Tov, Some Thoughts on a Lexicn ofthe LXX, Bull 10SCS9 (1976) 22-23, H C Youtie, .Response [to J C Greenfield's paper on the languages of Palestine, 200 BC-200 AD], en H H Paper (ed ), Jewish Languages, theme and Vanations Proc ofRegional Conferences ofthe Assoctationfor Jewish Studies 1975, Cambridge (Mass ) 1978, 155-57, L Zgusta, Die Rolle des Gnechischen m romische Kaiserreich, en G Neumann - J Untermann (eds ), Die Sprachen im romtschen Retch der Kaiserzeit Kolloquium Apnl 1974, Colonia 1980, 125, J Mlze-Modrzejewski, 'Splendeurs grecques et misres romaines les Juifs d'Egypte dans Panquit, en Jutfs du Nil, Pars 1981, 23, M Harl/G Donval/O Munnich, La Bible grecque des LXX Du judatsme hellntstique au chrtstiantsme ancien, Pars 1988, 233-35 37 De entre los no estudiosos del NT que aceptan la nocin del |udeognego podemos citar a E Norden, Die anttke Kunstprosa vom VL Jahrhundert v Ch bis in die Zett der Renatssance, Leipzig 21909, reimp Stuttgart 1958, 2, 484 Ms recientemente B Z Wa-

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3. El griego Algunos estudiosos han planteado la posibilidad de que Jess hubiese utilizado el griego en algo ms que contadas ocasiones38. El debate, iniciado por A. W Argyle39 a mediados de los cincuenta, es de baja calidad. Este autor sugiri que 4a importancia de establecer que Jess y sus discpulos hablaron algunas veces griego no debe subestimarse. Significa que en algunos casos podemos tener acceso directo a las afirmaciones de nuestro Seor y no slo a una traduccin de las mismas. Sin embargo, los argumentos de Argyle, en torno al bilingismo de Jess, no son de peso Aduce, por ejemplo, la utilizacin de la palabra iTtOKpufjc; en Mateo 6,2 15 16 para deducir que Jess habl pblicamente en griego40 Pero esto no prueba su afirmacin, al no distinguir entre prstamo lingstico y bilingismo. Es evidente que del hecho de que un hablante utilice una palabra de otra lengua, porque es apropiada y no tiene equivalente en la lengua propia, no se deduce que sea bilinge41. Tal vez el argumento ms fuerte para concluir quecholder, Eupolemus A Study ofJudeo-Greek Literature, Cincmnati 1974, 256 este autor considera el griego de la Biblia una clase especial de koin, Rosen [ Die Sprachsituation m romischen Palastma., en G Neumann - J Untermann (eds), Die Sprachen im romischen Reich der Kaiserzeit, Colonia 1980] acepta de modo muy fcil que el griego del Nuevo Testamento es judeognego (p 219), como tambin R Sollamo, Some "improper' prepositions, such as vccmiov, EVOVTOV, evavxi, etc n the LXX and early Koine Greek , VT (1975) 77 Para la etapa anterior a nuestro siglo, vase G H R Horsley, The Fiction of "Jewish Greek"', 38 Podemos citar algunas obras publicadas en los siglos xvm y xix J J Wet(t)stein, Novum Testamentum Graecum nec non commentano plemore ex scnptonbus vetenbus Hebraeis, Graeas et Latims histonam et vim verborum illustrante, 2 vols , Amsterdam 1751-52, reimpr Graz 1962, G B Winer, Treattseon theGrammar of NT Greek, Edimburgo 31882, en esta obra se promueve el concepto de judeognego J Viteau, tude sur le grec du NT, 2 vols , Pars 1893, 1896 es la ms clara y sistemtica exposicin del judeognego D Schling, Commentanus exegetico-philologicus m hebrasmos Nov Testamenti, seu de dictione hebraica Nom Testamenti Graeci, Mechelen 1886 en la primera parte de esta obra defiende que A,8a, K O C L 7t|a,7txr|v XTJV 56 KOIVV . Clemente de Alejandra, sin embargo, no entiende por dialecto lo que nosotros, ni se puede compartir con l la idea de que la koin sea un dialecto al mismo nivel que el drico u otros. 2. Origen de la koin L. Gil describe la koin en estos trminos: La fase histrica del tico, enDecadencia dialectal, 53 Cf O Hoffmann, Historia de la lengua griega, 198 A Meillet, Aperf u, 241 (cit por Garca Teijeiro, Innovaciones sintcticas, 250), ha sealado claramente la ambigedad que recubre la palabra koin De una parte, la lengua de los autores del perodo helenstico y romano, de otra, el habla de la poca, de la cual podemos obtener una idea rastreando su influencia en la documentacin escrita, abstraccin hecha, en la medida de lo posible, de peculiaridades locales e individuales, de otra, en fin, el estado lingstico que se reconstruye mediante la comparacin de los dialectos del griego moderno, puesto que, con muy pocas excepciones, se remontan no a los antiguos, sino precisamente a la koin 56 Los griegos dicen que tienen cinco dialectos el tico, el ]mco, el drico, el ehco y el quinto, el comn, cf Strom 1142, 4 Dindorf (= Migne PG 8,800)54 55 53

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todos los niveles lingsticos, comprendida desde su difusin general como interdialecto en el perodo helenstico a su generalizacin como la nica modalidad del griego escrito y hablado en la poca imperial romana, que constituye la base del griego medieval y moderno5?. La nueva lengua hablada suplanta a los dialectos, primero en el uso oficial y en los contactos objetivos propios de las relaciones entre personas desconocidas, o los meramente oficiales; el dialecto quedara reducido a los dems usos (por ejemplo, el trato familiar, las relaciones entre personas que se reconocen como miembros del mismo grupo social, etc.) En una segunda etapa, la lengua comn suplanta al dialecto incluso en estos usos; pero para ello este estado de lengua ha de adquirir de los dialectos procedimientos expresivos y aquellos trminos de vocabulario de los que careca por su origen De hecho, la nica fuente capaz de proporcionar esos trminos la constituan los viejos dialectos; as se explicaran los jonismos y dorismos de la koin58. Segn J. Frsen59, hay que distinguir claramente entre lengua hablada, que incluira en s la lengua franca en calidad de lengua informal, y lengua escrita con dos caracteres: una lengua formal, empleada en la redaccin de textos literarios y, junto a ella, la lengua de los documentos oficiales, y una lengua informal, con influjos de la lengua franca, que aparecera reflejada en el NT y en la literatura popular59. As, pues, la lengua literaria y el sociolecto comn eran mutuamente independientes. La prosa continu la tradicin literaria tica, mientras que el sociolecto comn era originariamente una especie de lingua franca. Para Frsen, la koin es un tipo de pidgin (lengua de comunicacin ocasional) o de criollo, como hemos dicho anteriormente. Este ltimo punto es criticado por S T. Teodorsson6o para quien una situacin de dialectos en contacto no tiene por qu producir una lengua ocasional (pidgin), por la sencilla razn de que los hablantes de ambos dialectos se entienden a la perfeccin sin necesidad de cambiar sus modos de expresin. Y si no se produce un pidgin, difcilmente se puede dar un proL Gil, ..Ojeada a la Koin-, 83 Sobre la eliminacin de los dialectos y su proceso de desaparicin, I R Alfageme (Decadencia dialectal-, 58-59) distingue los momentos siguientes 1) Los dialectos ms parecidos sucumben antes que los ms diferentes e influyen en mayor grado, puesto que son ms asimilables en la estructura de la nueva lengua 2) Los dialectos ms diferentes resisten ms y mejor, salvo en el vocabulario especializado 3) Los dialectos resisten mejor en los centros ms alejados de las ciudades y de las vas de comunicacin De este modo, koin y dialecto han podido coexistir durante mucho tiempo 59 J Frsen, Prolegomena to a Study oftbe Greek Language tn theftrst centunes A D The Problem of Kotne andAttiasm, Helsinki 197'4, cit por I R Alfageme, .Decadencia dialectal, 40-41 60 The Phonology ofPtolemaic Kome (Studia Graeca et Latina Gothoburgensia 36), Goterburg 1977, Id , Phonological Variation n Classical Attic and the Development of Koine, Glotta 57 (1979) 61-7558 57

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teso de cnollizacin Teodorsson prefiere entender el origen de la koin como una extensin de un dialecto, el tico, sobre otros dialectos Alfageme6l propone cinco etapas en la historia de la koin 1) Una poca de creacin, marcada por la emigracin a Atenas de gentes de toda Grecia, pero especialmente de Joma Estos inmigrados intentaran hablar la lengua de sus anfitriones 2) Una etapa de consolidacin y extensin al mbito jnico del Egeo Con toda probabilidad la koin jnico-atica se convirti en esta poca en la lengua de la diplomacia (cuando Atenas con la poltica de Pneles llega a ser la cabeza de un imperio mediante el traslado a esta ciudad del tesoro de Dlos en 454-3 a C) 3) La derrota ateniense en la guerra del Peloponeso (404 a C ) es posible que produjera cierta retraccin en los avances de la koin a finales del siglo v a C Pero, a pesar de la dominacin espartana, los dialectos dorios no significaron una verdadera oposicin a la koin As, las anfictionas de los siglos v y iv redactaron sus documentos en tico 4) En 378 a C , Atenas se convirti en sede del consejo de la segunda liga ateniense, lo que consagr definitivamente al tico como lengua de la poltica internacional As, cuando Macedoma hizo del tico su lengua oficial, no haca otra cosa sino aceptar un hecho consumado y afirmar su vocacin panhelmca 5) Con Filipo y Alejandro se abre la etapa de mayor expansin de la koin La situacin a finales del siglo m viene indicada por el hecho de que los romanos se sirvieran exclusivamente de la koin para redactar sus documentos destinados al oriente griego 3 Penodizacin de la koin

Partiendo de un tiempo posterior (siglo m a C) pero, a la vez, considerando tambin una poca ms tarda que Alfageme (siglo vi d C ), L Gil62 se preocupa por establecer no tanto la gnesis de la koin cuanto su penodizacin en tres etapas a) Koin helenstica siglos m a C al siglo i d C b) Koin imperial siglos i d C al siglo iv d C c) Baja koin siglos iv d C al siglo vi d C En el perodo helenstico tienen lugar diversos fenmenos debidos a una mayor evolucin intelectual de la lengua griega que lleva consigo unaCf I R Alfageme, Decadencia dialectal, 49 50 Ojeada a la Kome 85 M Zerwick (cf nota 94), siguiendo a I Errandonea (cf nota 95) condensa las tendencias evolutivas de la kome en dos leyes que denomina asi a) tendencia a una mayor simplificacin y uniformidad b) tendencia a una mayor expresividad Aplicaremos este esquema mas tarde cuando hablemos de la morfologa y la sintaxis62 61

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mayor abstraccin, y a acciones regulanzadoras (analoga); igualmente se produce un importante cambio en el sistema fonolgico6i, que se comentar ms adelante al tratar de la fontica. L. Gil64 lo expresa as: A la tendencia a la expresin abstracta se deben: La eliminacin del dual (lo que, por ejemplo, haca superflua la oposicin entre xpo, Glotta 52 (1974) 170 Dos obras que consideramos fundamentales a este respecto son J Blomquist, Greek Parttcles m Hellenistic Prose, Lund 1969, y M Thrall, Greek Partiles in the New Testament, Leiden 1962 Obra clsica para el estudio de las partculas en el griego antiguo es la de J D Denmston, The Greek Partiles, Oxford 21954 66 Una constatacin pormenorizada aunque no actualizada de los rasgos de la koin en la lengua neotestamentana puede verse con multitud de ejemplos e indicacin de su procedencia de otros dialectos en la introduccin a la edicin inglesa del diccionario de Bauer, cf W F Arndt-Gingnch (Bauer), An Enghsh Lexicn, Introd , pp xi ss Esta introduccin fue escrita por W Bauer (ao 1928), aunque no se edit junto con el diccionario por razones de espacio y economa hasta el ao 1957 En ella Bauer analiza y enumera, aduciendo muchos ejemplos, las caractersticas de la lengua del Nuevo Testamento, las que tiene en comn con la lengua de los autores contemporneos, con los LXX o aquellas que son exclusivas del NT, as como las palabras del griego clsico utilizadas con sentido nuevo en el NT, los vocablos que han sido influenciados por el hebreo directamente o a travs de los LXX (xa s9vr| heb goyim, icpaomov Xa[i$vav heb nasa'panim), las palabras hebreas o arameas helemzadas (X^Xoma, \ii\v, prac,, TEVVOI, etc ) u otras que tienen su origen no en el Antiguo Testamento, sino en el arameo de la tradicin evanglica o en el lenguaje religioso de la comunidad primitiva (pfkx, eXm, E9(pa6, Kopfkrv, KopPavac,,

4. Rasgos distintivos de la koin Definido el concepto de koin, aclarado verosmilmente su origen y establecida su periodizacin, se describen a continuacin sus rasgos distintivos en los campos de la fontica, morfologa y sintaxis. Aunque estas disciplinas gramaticales se tratan por separado, no debe olvidarse, como observa Garca Teijeiro67, su interconexin. Fenmenos tan claros como la prdida del dual o la progresiva desaparicin del perfecto tienen a la vez un aspecto morfolgico y otro sintctico. Esto ocurre tambin con otros cambios que, siendo primariamente fonticos, tienen trascendencia tambin tanto en la morfologa como en la sintaxis. M. S. Ruiprez, en su artculo sobre la evolucin del vocalismo griego68, sealaba cmo la transformacin del sistema voclico de la koin tras los fenmenos de itacismo arruin las antiguas oposiciones morfolgicas basadas en el juego de alternancias y coadyuv, al menos, a la desaparicin de la correlacin de cantidad voclica, lo cual tuvo muy importantes repercusiones en morfosintaxis. As, el optativo y el dativo, por ejemplo, quedaron descaracterizados dentro de los paradigmas verbales y nominales. Otro claro ejemplo de interconexin entre sintaxis y fontica de la koin es la confusin de la partcula modal v y la condicional rjcv. a) Fonologa/fontica y prosodia El fenmeno de mayor repercusin en la reorganizacin de la koin fue la evolucin del sistema fonolgico, como bien ha mostrado Alfageme69 al corregir radicalmente el cuadro que sobre tal evolucin se presentaba en las obras de K. Meisterhans70, E. Schwyzer71 y W. Lademann72. En efecto, en la opinin de estos autores y de sus seguidores hasta LeA,a|i, etc.). Bauer termina presentando paralelos con textos de la koin no incluidos en el diccionario. Para Bauer, la koin era el resultado de la fusin de los antiguos dialectos jnico, tico, drico y elico, con una importante contribucin del tico (p. xi). Esta concepcin de Bauer se ha quedado atrasada. Como se ha dicho, la koin es considerada hoy ms bien una fase histrica del tico, quedando descartadas las teoras de Krestchmer que daban excesiva importancia en su constitucin al fondo jnico, y otras ms antiguas que la consideraban como una mezcla de todos los dialectos. Los puntos de vista de Krestchmer estn resumidos en su Introduccin a la lingstica griega y latina, Madrid 1946, 203-11. 67 -Innovaciones sintcticas, 251. 68 Word 12 (1956) 76. 69 Notas sobre la evolucin del sistema voclico de la koin, CFC9 (1975) 330-379. 70 Grammatik der attischen Inschriften, Berln 31900 71 Griechische Grammatik auf der Grundlage von Kart Brugmanns Griechische Grammatik, vol. I: Allgemeiner Teil, Lautlehre, Wortbdung, Flexin, Munich 1939,4198. 72 De titulis Atticis quaestiones orthographicae etgrammatcae, Kirchain 1915.

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jeune 73, la evolucin del vocalismo de la kom, aunque con indicios de cambio desde el 300 a C , no se habra completado hasta los siglos vin y ix d C , segn el siguiente esquema 1 ) /e /, grafema El se mantiene hasta alrededor del ao 100 a C , confundindose alrededor de esta fecha con /i /, grafema I, aunque existen indicios aislados de esta confusin desde el 300 a C 2 ) Hacia el 100 d C el diptongo /ai/, AI, monoptonga en una vocal larga abierta de timbre /e /, H, procedente de /E /, de poca clsica 3 ) Hacia el 150 d C esta vocal de timbre /e/ se confunde con /i / ocupando la vocal /E /, grafema AI, una posicin central 4 ) Como consecuencia de estos cambios se pierde la correlacin de cantidad A partir del siglo n d C se confunden O y O y se utiliza el grafema El para notar l\l 5 ) Hacia el 240 d C , el diptongo /o/, grafema O monoptonga confundindose con el fonema /y/, grafema Y 6 ) Por ltimo, entre los siglos VIII y rx d C el fonema /y/, grafemas Y, O se confunden con /i/, aunque existen indicios en poca helenstica y romana de este paso con la alternancia en diversas fuentes de Y con El y con 174 Como puede deducirse fcilmente, esta interpretacin de la evolucin del vocalismo en la kom tiene su importancia a la hora de juzgar la grafa de los manuscritos del NT, si se tiene en cuenta que, por ejemplo, el ^352 procede de comienzos del siglo n y los grandes unciales son de mediados del siglo iv, igualmente cuando el crtico textual haya de decidirse por probabilidades de transcripcin entre vanantes diversas que se vean afectadas por fenmenos de itacismo, monoptongaciones y diferencias entre largas y breves Ahora bien, como seala oportunamente Alfageme, este sistema cronolgico anteriormente descrito se refiere ms bien a la evolucin ortogrfica del griego y no a la evolucin fontica, que pudo desarrollarse mucho tiempo antes Siguiendo las huellas de S T Teodorsson75, Alfageme estudia la evolucin real del sistema voclico de la koin por medio de un anlisis minucioso de las alternancias grafemticas de los textos (fundamentalmente inscripciones y papiros) En el siglo i de nuestra era, en contra de lo que se vena creyendo y algunos se empean en afirmar76, se han producido ya los siguiente fenmenos73 Phonetique histonque du Mycenien et du Grec anaen Pars 1972 241 I R Alfageme, Notas sobre la evolucin , 339 74 I R Alfageme, Notas sobre la evolucin 341 75 The Phonemic System of the Atttc Dtalect 400 430 B C Lund 1974 76 Cf F T Gignac (cit por L Gil, Ojeada a la Koine 86 n 12), quien parece negarse a aceptar la evidencia, influido por el argumento de autoridad Gignac ha visto bien que la distincin cuantitativa se perdi en Egipto a principios del periodo romano Seala los n tercambios entre ai > E, 01 y \>, pero no el de r\, el y t), como si sintiera pudor en hacerlo Observa el cambio en la naturaleza del acento, pero insina que la aparicin del acento inten-

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La reduccin de los diptongos largos por prdida de su segundo elemento (coi>co, ou,>a, r|i>r|). El llamado itacismo (ei>i, r|>i, \>>i). La monoptongacin de los diptongos breves en -i (m>i, oa>, oi>-u>i)77. No procede aqu por razones de espacio seguir paso a paso el desarrollo del anlisis y los esquemas de evolucin voclica que presenta Alfageme78. Lo importante es que el citado autor llega a la certera conclusin de que en el siglo i a C. se haba llegado ya (al menos en el griego de Grecia y Egipto, que son los que proporcionan los testimonios) a un sistema de cinco vocales, con tres grados de abertura como en griego moderno. Y tambin importante es que este sistema va a perdurar durante toda la poca en que se escriben los manuscritos del NT, as como en el griego medieval y moderno As, pues, el sistema voclico real era ya muy simple antes de nuestra era. 1. /i/ /u/ 2. Id /o/ 3. /a/ Este cambio explica la prdida total de oposiciones de cantidad quiz tres siglos antes de Cristo79 y tambin la escasez de partculas de funcin no lgica de la koin, como ya hemos indicado. En efecto, al transferir la funcin distintiva y culminativa del acento a la intensidad, qued libre la tonalidad para expresar las modalidades subjetivas de la frase que anteriormente eran indicadas mediante esas partculas. La incidencia de este hecho, no slo en la acentuacin (que pasa de tonal a intensiva), sino en la flexin nominal, pronominal y verbal es decisiva 80. En la flexin nominal da razn de la desaparicin del dativo, fenmeno que la gramtica histrica explicaba por un proceso gradual de sustitucin, de los casos concretos primero (locativo, instrumental-comitativo, por preposiciones locales con acusativo, por (iex con genitivo), y del comsivo fue en Egipto el resultado de una interferencia bilinge (cf Id, A Grammar of the Greek Papyn of the Romn and Byzanttne Penods, Miln 1975, vol I, Phonology, 324 y 326 77 L Gil, 0|eada a la Koin, 87 78 -Notas sobre la evolucin, 372-377 79 El sistema voclico del tico era bastante ms complejo (cf I R Alfageme, Nueva Gramtica griega, Madrid 1988, 30-38) breves i e80

largas [u] o i e y o !3

y

a

e s a

., '

Cf. I R Alfageme, Notas sobre la evolucin, 377ss.

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plemento indirecto despus (por el genitivo o el acusativo con elc) Teniendo en cuenta la tenue articulacin de -co, sonaban casi igual el acusativo y el dativo singular de los temas en -a y de la flexin temtica xi %)pou / XT]V %c)pav (ti khra) x Gotinga 1934, reimp 1966, puede verse tambin C Colpe, Gnosis, en RG63 col, I648ss, a quien seguimos parcialmente

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El contexto histrico-literario

el objeto de ese conocimiento. El objeto es Dios, o algo que nace de El o que, en ltimo trmino, se identifica con El (las leyes del mundo y la vida humana, la Verdad). Conocer significa ser y actuar en el mbito del objeto, y en fin de cuentas, la salvacin. La gnosis as entendida pertenece al esfuerzo comn y bsico de muchos movimientos espirituales idealistas. En general, la gnosis nace del deseo del ser humano de alcanzar la unidad del creer y del ser, por la fusin del hombre, Dios, tierra y cosmos. En este sentido la gnosis es un comportamiento religioso elemental que traduce esa sensacin profunda y dolorosa de la separacin de esos polos que se deseara estuvieran unidos. El gnosticismo en sentido estricto como sealbamos antes es un movimiento religioso de la antigedad tarda que unos investigadores entienden como una mera continuacin de las concepciones religiosas originadas en Mesopotamia e Irn, y otros, como un impulso religioso que, an continuando conceptos de esas religiones orientales, expresa algo nuevo. En efecto, gran cantidad de antiguas tradiciones religiosas desde Alejandro Magno desembocan en la gnosis (precristiana?), sintetizada ciertamente como movimiento en el siglo siguiente al nacimiento del cristianismo. Aunque una parte de su historia y la unin de motivos aislados puede rastrearse con mtodos filolgicos, sin embargo el nacimiento de la gnosis como sistema y su delimitacin histrica es un problema an no resuelto. De cualquier modo, hoy casi nadie duda de que como atmsfera espiritual exista antes del nacimiento del cristianismo 236. Al gnosticismo en sentido estricto pertenece una imagen del hombre, Dios y mundo remitificada que se refleja en los siguientes conceptos: El gnstico considera una cosa y sus propiedades, una sustancia y sus accidentes, un acontecimiento y sus aspectos, una persona y sus acciones, no en su relacin de funcionalidad, sino como realidades (hipstasis), y se imagina que las ltimas nacen de las primeras ms elevadas por emanacin. Las distinciones entre conceptos, que son fruto del anlisis mental, pueden imaginarse como anteriores a l. La especulacin teolgica de la gnosis consiste esencialmente en identificar las cosas y sus relaciones con sus conceptos y en retrotraer stos hasta una fuente primitiva. Por esta razn en las hipstasis se mezclan realidades naturales o histricas o meras relaciones y accidentes, y se las considera como existentes en un estado intermedio entre la espiritualidad y la materialidad (cosmos, estrellas, elementos, animales, espritus, etc.). Por esta razn el gnosticismo aparece fenomenolgicamente como una cosmologa, astrologa o pneumatologa. Con esta fenomenologa exterior se corresponde el hecho de que el gnstico se crea restaurador de una religin primitiva, ya que en realidad el gnosticismo helenstico es la revivificacin de estructuras mentales arcaicas. Adems, se pretende justificarlas apelando a la sabidura antigua, y236

Cf F Garca Bazn, Gnosis La esencia del dualismo gnstico, Buenos Aires 21978

Gnosis, gnosticismo y Nuevo Testamento

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de ah nacen los escritos esotricos, recibidos por tradicin o revelacin y publicados pseudonmicamente, el simbolismo de letras y nmeros, la alegora, etc. A esta fenomenologa del gnosticismo pertenece tambin el que los misterios sean revelados por sucesivas iniciaciones, el reforzamiento de stas por medio de sacramentos e incluso la organizacin de la comunidad segn el grado de conocimiento adquirido (psquicos y pneumticos). Para el gnstico, el ser humano es compendio de todo el universo. Su parte superior procede de Dios; su parte inferior viene de la materia y se halla sujeta a sus leyes. La parte superior o espritu es consustancial con la divinidad, debe intentar retornar al Uno para fundirse con l y escapar de la perversin de la dualidad presente. Esta liberacin se produce por medio del recto conocimiento (en griego, gnosis), proporcionado por la divinidad misma, interesada en que lo que de ella procede vuelva a su lugar de origen. La ignorancia de esa unidad sustancial con lo divino hace que el ser humano quede preso de lo inferior. El espritu, iluminado por el conocimiento, se pregunta: Quin soy yo? De dnde procedo? A quin pertenezco? A dnde y cmo he de volver all? La salvacin consiste, pues, en una ascensin del espritu al mundo superior, liberndose del inferior, malo y perverso. Para ayudar, o mejor, para realizar este proceso, el mundo superior enva un Redentor. Este, que es como la contrapartida celeste de todos los espritus de los hombres que se hallan presos en la materia, como el yo colectivo de todos ellos, desciende desde los cielos para traer la redencin a ios espritus, chispas divinas encerradas en los cuerpos. Con su revelacin les recuerda de dnde proceden, logra sacarlas del adormecimiento y letargo que les ha producido la materia y les indica los medios ascetismo, desprendimiento, etc. para retornar all, de donde tienen su origen 237. Sinteticemos este conjunto de ideas religiosas gnsticas en su expresin ms estilizada. Se reduce a cuatro principios fundamentales que podemos reformular as: 1. La parte mejor y ms autntica del ser humano es el espritu. Es como una centella divina, consustancial con la divinidad, de la que procede. 2. Por un complicado, necesario y desgraciado proceso, esa chispa divina est aherrojada en la materia, es decir, en el cuerpo del hombre y en este mundo material. Pero el yo verdadero, la centella divina, tiene su patria en el cielo. 3. La chispa divina debe retornar all de donde procede. Esta vuelta constituye la salvacin. 4. Un ser divino desciende del mbito superior. Con su revelacin re237 Vase A. H B. Logan-A. J. M. Wedderburn, The New Testament and Gnosis, Edimburgo 1983

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El contexto histrico-literario

cuerda al hombre que posee esa centella; lo ilumina y lo instruye sobre el modo de hacerla retornar a su mbito de procedencia. La teologa gnstica Segn Colpe, del conjunto de teoras e ideas teolgicas y de la variada terminologa al servicio de una exuberante fantasa especulativa pueden entresacarse los siguientes rasgos generales: 1) El impulso soteriolgico El impulso soteriolgico, la salvacin divina, se dirige a la esencia espiritual que constituye lo propio del hombre y que puede delimitarse como la parte superior del alma o espritu. Ese impulso soteriolgico puede dirigirse tambin a la esencia que desempea en el Cosmos el papel semejante de parte superior, hacia parte de la divinidad misma o su voluntad redentora. En el hombre en concreto, la parte superior, que se ve afectada propiamente por la salvacin, se vierte en nuestras lenguas clsicas y semticas por anima, sensus, spiritus; EKCV, XTCK;, vovq, nvtv[ia, oo(pa y raramente por i|f%t. En hebreo: ruah y hokhma. En la investigacin moderna ms que alma habra que llamarla el ncleo de la personalidad o el propio yo. Este ncleo o propio yo, ese espritu o chispa divina es en realidad parte del Hombre primordial {Urmensch), quien primariamente no designa a una primera criatura o prototipo espiritualizado, sino al vQpomoq superior o interior (un en o entidad divina, emanado del Uno divino), de quien se derivan por abstraccin las concepciones del macro- y microcosmos, es decir, la organizacin del hombre aqu en la tierra, con su parte material y su parte anmica y espiritual. 2) El rechazo de este mundo, el Redentor y las clases de hombres El teologuema central es que la materia es el ltimo escaln degradado del ser. Aun