paz armada

4
LA PAZ ARMADA (1871-1914) La Paz armada (o llamada por algunos Belle Époque) es el período que transcurre desde el fin de la guerra franco prusiana (1870- 1871) hasta el inicio de la primera guerra mundial. Durante estos años los beneficios del capitalismo, como consecuencia de la revolución industrial, se propagan por todo el mundo. Pero también sus problemas. La crisis económica de 1873, una de las primeras crisis del capitalismo a escala global, había generado en los países dependientes (como el Perú) el descenso vertiginoso del costo de sus materias primas. Esta coyuntura permitió un mayor acceso a estos recursos de parte de las potencias industriales y la competencia entre ellos para el control absoluto de las regiones que la producían. Surge de esa manera la nueva colonización sobre todo en África, región poco explorada y pensada como abundante de recursos naturales. Esta competencia industrial se traslada a la competencia política y militar por la posesión de mayor cantidad de colonias y la expansión del mercado. Curso: Historia y Geografía Grado: 4º de sec. Bimestre: I

Upload: juan-jose-torre

Post on 14-Jul-2016

5 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Paz armada

TRANSCRIPT

Page 1: Paz Armada

LA PAZ ARMADA(1871-1914)

La Paz armada (o llamada por algunos Belle Époque) es el período que transcurre desde el fin de la guerra franco prusiana (1870-1871) hasta el inicio de la primera guerra mundial. Durante estos años los beneficios del capitalismo, como consecuencia de la revolución industrial, se propagan por todo el mundo. Pero también sus problemas. La crisis económica de 1873, una de las primeras crisis del capitalismo a escala global, había generado en los países dependientes (como el Perú) el descenso vertiginoso del costo de sus materias primas. Esta coyuntura permitió un mayor acceso a estos recursos de parte de las potencias industriales y la competencia entre ellos para el control absoluto de las regiones que la producían. Surge de esa manera la nueva colonización sobre todo en África, región poco explorada y pensada como abundante de recursos naturales. Esta competencia industrial se traslada a la competencia política y militar por la posesión de mayor cantidad de colonias y la expansión del mercado.

La competencia económica y política, sin embargo, estuvo al margen del interés de la población. El desarrollo científico y el triunfo de la democracia liberal en todo el mundo, dieron la imagen de un progreso material continuo y la obtención paulatina de más derechos para la población. La revolución del transporte con el invento de la locomotora y los barcos a vapor dieron la sensación de un mundo empequeñecido y fácil de recorrer en un tiempo relativamente corto. Esa visión optimista del futuro se plasmó por ejemplo en la literatura. En noviembre de 1872 sale a la venta “La vuelta al mundo en ochenta días” de Julio Verne autor famoso por sus relatos como “Viaje al centro de la tierra”, “De la tierra a la luna” y “Veinte mil leguas de viaje submarino” que dejaban ver su fe hacia el desarrollo de la ciencia. Sin embargo es en “La vuelta al mundo….” donde se aprecia las ventajas del desarrollo de la tecnología del transporte. El protagonista Phileas

Curso: Historia y GeografíaGrado: 4º de sec.Bimestre: IProf. Juan José Torre

Page 2: Paz Armada

Fogg con el fin de cumplir con el tiempo previsto del viaje (ochenta días) hace uso de todos los medios de transporte disponibles para la época (sobre todo barcos a vapor y trenes) logrando su cometido.

El interés por la ciencia llevó también a buscar su aplicación en la sociedad con el fin de prever conflictos y evitar hechos como la revolución francesa. El interés científico buscó explicaciones racionales al comportamiento humano. Surgen de esa manera las ciencias sociales y la psicología. Autores como Marx, Comte y Durkheim establecen las bases de estas ciencias.

La ciencia había hecho la vida más cómoda y segura, en un principio el gobierno representativo había conseguido una gran aceptación y se esperaba con confianza el progreso continuo. Orgullosa de sus logros y convencidas de que la historia les había asignado una misión

civilizadora, las potencias europeas reclamaron enormes territorios de África y Asia para convertirlos en sus colonias.

No obstante, algunos creían que Europa estaba al borde de un volcán. El novelista ruso Fiódor Dostoievski, el filósofo alemán Friedrich Nietzche, el psiquiatra austriaco Sigmund Freud y el sociólogo alemán Max Weber advirtieron sobre el optimismo fácil y rechazaron la concepción liberal de una humanidad racional. Tales presagios comenzaron a parecer

menos excéntricos a la luz de las dudas contemporáneas que suscitaba el consenso liberal.

…la primera regla y la más fundamental es considerar a los hechos sociales como cosas.  Las cosas sociales solo se realizan a través de los hombres; son producto de la actividad humana. 

Los hechos sociales y sus análogos no parecen tener otra realidad que en y por las ideas que son su germen y que entonces se convierten en la materia propia de la sociología. 

Los fenómenos sociales son cosas y deben ser tratados como cosas. Para demostrar esto es suficiente comprobar que son el único datum que se le ofrece al sociólogo. Es cosa todo lo que está dado, todo lo que se ofrece o se impone a la observación. Tratar los fenómenos sociales como cosas es tratarlos en calidad de data, que constituyen el punto de partida de la ciencia. Los fenómenos sociales presentan este carácter. 

A los fenómenos sociales hay que estudiarlos desde afuera como cosas exteriores, ya que es en realidad de tales como se nos presentan. Esta regla se aplica a la realidad social íntegra. 

…todas nuestras especulaciones, cualesquiera, están sujetas inevitablemente, sea en el individuo, sea en la especie, a pasar sucesivamente por tres estados teóricos distintos, que las denominaciones habituales de teológico, metafísico y positivo podrán calificar aquí suficientemente, para

Page 3: Paz Armada

Mientras, la clase trabajadora crecía en número y fuerza organizada, y los partidos socialdemócratas marxistas presionaban a los gobiernos europeos para equiparar las condiciones y las oportunidades de trabajo.

El emperador Guillermo II de Alemania apartó de su lado a Bismarck en 1890. Durante dos décadas, el “canciller de hierro” había servido como el “honesto corredor de bolsa” de Europa, al realizar con gran destreza una asombrosa política de alianzas internacionales que permitieron el mantenimiento de la paz en el continente. Ninguno de sus sucesores poseía la habilidad necesaria para preservar el sistema de Bismarck, y cuando el emperador incompetente desechó la realpolitik en favor de la weltpolitik (la política imperial), Gran Bretaña, Francia y Rusia formaron la Triple Entente.

La humanidad no representa una evolución hacia algo mejor y más fuerte o más alto, como hoy se cree. El progreso no es más que una idea moderna; esto es, una idea falsa. El europeo de hoy está muy por debajo del europeo del Renacimiento; un desarrollo sucesivo no es absolutamente, con cualquier necesidad, elevación, ni

Nuestra cotidiana experiencia personal nos muestra ocurrencias, cuyo origen desconocemos, y resultados de procesos mentales, cuya elaboración ignoramos. Todos estos actos conscientes resultarán faltos de sentido y coherencia si mantenemos la teoría de que la totalidad de nuestros actos psíquicos ha de sernos dada a conocer por nuestra conciencia y, en cambio, quedarán ordenados dentro de un conjunto coherente e inteligible si interpolamos entre ellos los actos inconscientes, deducidos. Esta adquisición de sentido y coherencia constituye, de por sí, motivo justificado para traspasar los límites de la experiencia directa. Y si luego comprobamos, que tomando como base la existencia de un psiquismo inconsciente podemos estructurar una actividad eficacísima, por medio

…la primera regla y la más fundamental es considerar a los hechos sociales como cosas.  Las cosas sociales solo se realizan a través de los hombres; son producto de la actividad humana. 

Los hechos sociales y sus análogos no parecen tener otra realidad que en y por las ideas que son su germen y que entonces se convierten en la materia propia de la sociología. 

Los fenómenos sociales son cosas y deben ser tratados como cosas. Para demostrar esto es suficiente comprobar que son el único datum que se le ofrece al sociólogo. Es cosa todo lo que está dado, todo lo que se ofrece o se impone a la observación. Tratar los fenómenos sociales como cosas es tratarlos en calidad de data, que constituyen el punto de partida de la ciencia. Los fenómenos sociales presentan este carácter. 

A los fenómenos sociales hay que estudiarlos desde afuera como cosas exteriores, ya que es en realidad de tales como se nos presentan. Esta regla se aplica a la realidad social íntegra. 

Page 4: Paz Armada

Nuestra cotidiana experiencia personal nos muestra ocurrencias, cuyo origen desconocemos, y resultados de procesos mentales, cuya elaboración ignoramos. Todos estos actos conscientes resultarán faltos de sentido y coherencia si mantenemos la teoría de que la totalidad de nuestros actos psíquicos ha de sernos dada a conocer por nuestra conciencia y, en cambio, quedarán ordenados dentro de un conjunto coherente e inteligible si interpolamos entre ellos los actos inconscientes, deducidos. Esta adquisición de sentido y coherencia constituye, de por sí, motivo justificado para traspasar los límites de la experiencia directa. Y si luego comprobamos, que tomando como base la existencia de un psiquismo inconsciente podemos estructurar una actividad eficacísima, por medio