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Paunaka 1 Swintha Danielsen y Lena Terhart* 1. Aspectos generales La lengua paunaka es parte de la familia arahuaca. Se habla en la Chiquitanía no lejos de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. En la actualidad, no hay más de 10 hablantes, motivo por el cual se puede decir que el idioma se encuentra en serio peligro de extinción. En la literatura, no se encuentran estudios del paunaka; sólo hay listas de palabras recopiladas en los siglos XIX y XX. La situación en Concepción, donde viven los hablan- tes mayormente, es especialmente difícil porque se hablan varios idiomas indígenas. Entonces el hablante paunaka no sólo tiene competencia del castellano, sino también del chiquitano, lo cual complica la supervi- vencia de esta lengua con tan pocos hablantes. 1.1. Situación actual El paunaka o el pauna pertenece al grupo sureño de la familia lingüística arahuaca, junto a los idiomas apolis- ta (extinto), baure, paikoneka (extinto), ignaciano (mojeño) y trinitario (mojeño), en Bolivia; chané (extinto) en Argentina y Bolivia; terêna, kinikinau y enawené-nawé en Brasil (Danielsen 2008: 24). Las lenguas bolivianas paunaka, paikoneca, chané, apolista y saraveka son todas lenguas arahuacas, con- sideradas hasta hoy como lenguas extintas, sin embargo. En las investigaciones de la región desde los años 1950, se descubrió que los paunakas todavía hablaban su idioma (Riester c.p.). Los otros idiomas supuesta- mente desaparecieron a principios del siglo XX. En los pocos datos históricos que hay se ve que el paunaka a menudo se asocia o se considera conjuntamente con la lengua paikoneka, mientras que algunos autores * Swintha Danielsen mayormente estudia el idioma baure (arahuaca) y lo compara con otras lenguas de la familia arahuaca. Ac- tualmente trabaja en un proyecto de documentación del baure en la Universidad de Leipzig, Alemania. Lena Terhart recibió la Maestría en Antropología de las Américas y Lingüística de la Universidad Libre de Berlín. Actualmente trabaja en el Proyecto de Documentación Paunaka (2011-2013), financiado por el Programa para la Documentación de Lenguas Amenazadas (cono- cido como ELDP por sus siglas en inglés), y está preparando su tesis de doctorado sobre la gramática del paunaka. 1 Agradecemos primeramente a los pocos hablantes del paunaka, que nos recibieron con mucha amistad y con interés en su idio- ma: Miguel Supepí, Juana Supepí, María Supepí, José Supepí, Clara Supepí, Isidro Supepí, Alejo Supayabe, María Cuasace, y Polonia Supayabe. El estudio del paunaka no hubiera sido posible sin el apoyo de Pieter Muysken y la Universidad Radboud de Nimega. Durante la preparación de este trabajo pudimos consultar el bosquejo de la gramática paunaka de Villafañe (2007), por lo cual quisiéramos expresar nuestro reconocimiento. El presente capítulo está basado por la mayor parte en nuestros propios datos, pero también incluye unos datos de Villafañe.

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Paunaka1

Swintha Danielsen y Lena Terhart*

1. Aspectos generales

La lengua paunaka es parte de la familia arahuaca. Se habla en la Chiquitanía no lejos de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. En la actualidad, no hay más de 10 hablantes, motivo por el cual se puede decir que el idioma se encuentra en serio peligro de extinción. En la literatura, no se encuentran estudios del paunaka; sólo hay listas de palabras recopiladas en los siglos XIX y XX. La situación en Concepción, donde viven los hablan-tes mayormente, es especialmente difícil porque se hablan varios idiomas indígenas. Entonces el hablante paunaka no sólo tiene competencia del castellano, sino también del chiquitano, lo cual complica la supervi-vencia de esta lengua con tan pocos hablantes.

1.1. Situación actual

El paunaka o el pauna pertenece al grupo sureño de la familia lingüística arahuaca, junto a los idiomas apolis-ta (extinto), baure, paikoneka (extinto), ignaciano (mojeño) y trinitario (mojeño), en Bolivia; chané (extinto) en Argentina y Bolivia; terêna, kinikinau y enawené-nawé en Brasil (Danielsen 2008: 24). Las lenguas bolivianas paunaka, paikoneca, chané, apolista y saraveka son todas lenguas arahuacas, con-sideradas hasta hoy como lenguas extintas, sin embargo. En las investigaciones de la región desde los años 1950, se descubrió que los paunakas todavía hablaban su idioma (Riester c.p.). Los otros idiomas supuesta-mente desaparecieron a principios del siglo XX. En los pocos datos históricos que hay se ve que el paunaka a menudo se asocia o se considera conjuntamente con la lengua paikoneka, mientras que algunos autores

* Swintha Danielsen mayormente estudia el idioma baure (arahuaca) y lo compara con otras lenguas de la familia arahuaca. Ac-tualmente trabaja en un proyecto de documentación del baure en la Universidad de Leipzig, Alemania. Lena Terhart recibió la Maestría en Antropología de las Américas y Lingüística de la Universidad Libre de Berlín. Actualmente trabaja en el Proyecto de Documentación Paunaka (2011-2013), financiado por el Programa para la Documentación de Lenguas Amenazadas (cono-cido como ELDP por sus siglas en inglés), y está preparando su tesis de doctorado sobre la gramática del paunaka.

1 Agradecemos primeramente a los pocos hablantes del paunaka, que nos recibieron con mucha amistad y con interés en su idio-ma: Miguel Supepí, Juana Supepí, María Supepí, José Supepí, Clara Supepí, Isidro Supepí, Alejo Supayabe, María Cuasace, y Polonia Supayabe. El estudio del paunaka no hubiera sido posible sin el apoyo de Pieter Muysken y la Universidad Radboud de Nimega. Durante la preparación de este trabajo pudimos consultar el bosquejo de la gramática paunaka de Villafañe (2007), por lo cual quisiéramos expresar nuestro reconocimiento. El presente capítulo está basado por la mayor parte en nuestros propios datos, pero también incluye unos datos de Villafañe.

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presentan las dos lenguas por separado, pero en la misma rama de la familia arahuaca (ver 1.3). Desafortuna-damente, la lengua paikoneka no sobrevivió y tenemos que aceptar que la situación ya no se podrá dilucidar completamente. Tampoco se sabe exactamente dónde estuvieron asentados los dos grupos. Según d’Orbigny (1839: 274), los paunakas vivían más al sur que los paikonekas. Los paunakas se asentaron en Concepción de la Chiquitanía, a donde fueron atraídos por los jesuitas, pero antes vivían en los montes al noreste. Su área de asentamiento estaba entre las zonas de nacimiento de los ríos Blanco y Verde (d’Orbigny 1839a: 275). Sus vecinos en ese tiempo eran los chiquitanos al sur, los saravekas al este, los chapacuras al norte y oeste. D’Orbigny nos informa que la mayoría de los paunakas o paikonekas ya habían sido reducidos y vivían en la misión en el siglo XIX. En cambio, en el mismo siglo, Cardús (1886: 284) relata que un número creciente de paunakas se fue “huyendo para evitar las gravosas molestias de los blancos” y se fueron a vivir al norte de Concepción, donde criaban ganado junto con el grupo de los napekas. Loukotka (1968) coloca al paunaka dentro del grupo mojo llamándolo pauna. Nos dice además que es una lengua extinta de la zona del río Pa-ragua, en el departamento de Santa Cruz, Bolivia. Los autores que hacen referencia a los paunakas en el siglo XX, con la excepción de Loukotka, no nos proporcionan información acerca de la lengua en la actualidad. Solamente se limitan a mencionarlos como integrantes de los grupos étnicos del oriente boliviano sin especificar si su lengua sigue viva o no. Obser-vaciones recientes atestiguan la supervivencia de la lengua paunaka hasta el siglo XXI. Hoy en día quedan unas pocas personas que manejan la lengua paunaka, pero se calcula que en una década esta lengua ya no va a existir.

1.2. Perfil sociolingüístico

Muy pocos autores hacen referencia a la lengua paunaka (ver 1.4). En el siglo XVIII los jesuitas se fueron a la Chiquitanía y fundaron sus misiones. La primera misión jesuita fue la de San Francisco Javier en 1692. Con-cepción fue fundada en 1706 y en 1721 se estableció San Miguel, una misión que estaba compuesta por varias etnias: chiquitanos, bosborocas, tabicas, guarayos, pisocas y paunakas. D’Orbigny (1839) estimó que había unos 360 paikonekas y 250 paunakas en Concepción, más unos 300 indígenas en el monte, o sea una pobla-ción de 910 personas de los diferentes grupos. No se sabe cuántos paunakas más había en otras misiones.

Juana Supepí (Foto Swintha Danielsen 2008).

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Riester & Zolezzi (1987) estiman una población de 170 personas. Fabre (2005: 2) dice que el número de paunakas alcanza a unas 150 personas como parte del grupo de los chiquitanos. Los números más recientes se refieren probablemente al grupo étnico pero no al número de hablantes dentro de este grupo. Como sabemos estos números pueden divergir considerablemente. En 2006, el paunaka era hablado por 10 miem-bros de una misma familia (Villafañe 2007) y algunas pocas personas más, de los cuales ya fallecieron dos. Estas personas viven en Concepción y en las comunidades vecinas, Santa Rita y San Miguelito de la Cruz, en la provincia Ñuflo de Chávez, departamento de Santa Cruz. Dos personas más viven en la TCO (Tierra Comunitaria de Origen) chiquitana Lomerío. La situación es compleja ya que étnicamente son chiquitanos pero también paunakas porque las familias se formaron con un padre paunaka y una madre chiquitana. Por eso llevan los apellidos paunakas Supepí e Ipi. Estas familias viven muy integradas en el medio boliviano y por eso los miembros de las familias hablan castellano, un poco de paunaka, pero también el chiquitano. Los hombres y las mujeres que entre ellos hablan el paunaka tienen de 50 a 80 años. La gente joven de las familias habla castellano y chiquitano. Por toda esta situación, podemos afirmar que la lengua paunaka se encuentra en serio peligro de extinción inmediata. Aunque hay muchos proyectos de educación bilingüe ahora en la Chiquitanía, estos programas no se dirigen a los pocos hijos de las familias paunakas, sino a las etnias dominantes en general. Por eso es urgente que los investigadores se dediquen a documentar el idioma paunaka y elaboren materiales escolares.2

1.3. Clasificación genética

Por su similitud, los nombres paunaka y paikoneka mayormente son mencionados como un solo grupo con dos dialectos. En algunos textos sobre las etnias bolivianas en la actualidad, los autores se refieren al grupo

2 De momento Danielsen (2009) produjo un cuadernillo de cuentos en paunaka y castellano para los paunakas.

Miguel Supepí (Foto Swintha Danielsen 2009).

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“paikoneka”, pero en realidad hablan también de los paunakas que siguen existiendo hoy en día. General-mente se encuentran referencias a este grupo bajo los nombres paunaka, pauna, pauné, paikoneka y paicone. Se ha postulado (Lachner-Eitzenberger 2006: 25, citando a Riester 1986: 36, 104) que un grupo de chiqui-tanos fue difamado con el nombre ‘paico’ hace unas décadas, y que ellos intencionalmente lo cambiaron por ‘paunaka’. Debido a los pocos datos, es cierto que la clasificación del paunaka y paikoneka es problemática. En la clasificación más sofisticada de Aikhenvald (1999), los paunakas se encuentran junto con los paikonekas entre las lenguas arahuacas del sur. Lo mismo se hizo en la clasificación de Noble (1965) (que sólo incluía el paikoneka). En Loukotka (1968) y Campbell (1997), el paunaka y el paikoneka forman una subrama (mojo o moho = mojeño) dentro de la familia arahuaca, junto con el mojeño y el baure (ver la figura 1). Kaufman (1994) presenta un subgrupo, el mojo, que sólo incluye los dialectos mojeños y lo pone al mismo nivel que los grupos baure y paunaka/paikoneka.

Figura 1 Clasificación de las lenguas arahuacas del sur en Bolivia, según Campbell 1997: 181

mojo [moho] subrama Bolivia mojo [moho] lengua ignaciano trinitario (dialectos: loretano, javierano) baure †paunaka [pauna-paikone]

Mayormente los autores no presentan las razones por las cuales han clasificado el paunaka o el paiko-neka como lo hicieron. Según d’Orbigny (1839: 275-276), el paunaka y el paikoneka son parte de un mismo grupo étnico; sin embargo, reconoce que son lenguas distintas aunque con rasgos afines. Él enumera tres características por las que se distinguen el paunaka y el paikoneka: el primero tiene una tendencia fuerte a

Carmen Supepí con su hija (Foto Swintha Danielsen 2009).

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la nasalización de vocales, hecho que no se observa en el paikoneka; el paunaka tiene la vocal nasal [ɨ] o [y]; y la consonante fricativa [ ʃ ] se encuentra sólo rara vez en el paikoneka. Dice también que el vocabulario es diferente. Eso se ve bien al comparar los nombres de palmeras (d’Orbigny 1847) y aves (d’Orbigny 1837). Todavía falta hacer una comparación sistemática entre todas las lenguas arahuacas del sur (ver Danielsen, Dunn & Muysken 2011). La investigación preliminar de las palabras recogidas del paunaka y del paikoneka dio lugar a lo siguien-te: aunque parezca que los dos nombres están relacionados y puedan derivar de una sola fuente etimológica, da la impresión que había por lo menos dos grupos distintos aquí. Además se nota una conexión más fuerte entre el paikoneka y el baure, mientras que el paunaka se parece más al mojeño. Un ejemplo es la palabra que significa ‘sol’, que es sache en los dialectos mojeño y paunaka, en baure es ses y en paikoneka isése. El saraveka muestra una raíz completamente distinta, ka’ame, que se encuentra entre las lenguas arahuacas de Brasil y de la Amazonía central y del norte. Este hecho es parte de la argumentación de que el saraveka es parte de otra rama con más conexiones al norte (ver Métraux 1942: 134 y de Créqui-Montfort & Rivet 1913: 517-518), y por lo tanto el resultado de una migración diferente que la del paunaka, paikoneka, baure y mojeño. Es evidente que con las pocas palabras que tenemos sólo se pueden mostrar tendencias. En el cuadro 1, la pri-mera parte asegura la afiliación arahuaca, junto con otros idiomas arahuacas de la región. La segunda parte se refiere a ejemplos que muestran esta diferencia en afiliación entre el paunaka y el paikoneka, y los últimos dos ejemplos muestran otras tendencias:

Cuadro 1 Lista selectiva para la comparación de lenguas arahuacas de Bolivia3

Castellano Saraveka Paunaka Paikoneka Baure Trinitario Ignacianoyo nato nÿti neti ndi’ nuti nutiluna cache kuje kejeré kijer koje kajeagua une ÿne ina in une unefuego tikia’i yÿkÿ chaki yaki yuku yukucomer ini’icha niniku (1sg) nuniku (1sg) nik(ow) (1sg) niniko (1sg) ninika (1sg)dormir itie-meka pimuku (2sg) pimoko (2sg) pimok (2sg) pimoko (2sg) pimoka (2sg)cabeza no’eve -chuti/-chÿti ipe -po’e -chuti -chutioreja (oído) nu-ni’ishe -chuka iseñoki -chokon;

-senoki (oído)-choka -chaka

sol ka’ame sache isése ses sache sachearco echote tibopo -tipop, etiropos tspooku itsiparukumano auikachi -buÿ ivuaki -wojis;

-waki ‘palmade mano’

-vupe -va’u

uno ati chÿnachÿ ponotsiko ponosh étona étonadáme(lo) icha munazi’i pipunakane pipanira pipanir pijiroco pijarakayo quiero areaka

noshasharinisacha nikikino niki’inow nivooro nivara’a

mujer ¿akunechu? esena (hembra) esenu eton seno esenaNEG macha kuina ¿isiñi? noka,

matka (carmelito)vai vai

En suma, de todos los conocimientos que hay hoy en día, proponemos una clasificación de las lenguas arahuacas del sur como se presenta en la figura 2:

3 Acomodamos la ortografía para facilitar la comparación. Fuentes: saraveka (de Créqui-Montfort & Rivet 1913; http://www.native-languages.org/sarave_words.htm); paunaka (Danielsen; Villafañe 2007), paikoneka (d’Orbigny 1839; http://www.native-languages.org/paicone_words.htm), baure (Danielsen), trinitario (Gill 1993), ignaciano (Ott & Ott 1983).

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Figura 2 Las lenguas arahuacas del sur (propuesta de Danielsen 2011)4

arahuaca arahuaca del sur y suroeste arahuaca del sur Lenguas baures !baure (bol) !carmelito (bol) †joaquiniano (bol) Lenguas paunas !paunaka (bol) †paikoneka (bol) Lenguas mojeñas !trinitario (bol) !ignaciano (bol) ? (†)loretano (bol) ? †javierano (bol) ? †muchojeone (bol) Subgrupo terêna terêna (bra) †kinikinao (bra) †guané/layana (bra) †chané/isoseño(arg, bol) !salumã/enawené-nawé (bra) Subgrupo paresí paresí (bra) †saraveka (bol) arahuaca del suroeste Subgrupo andino †apolista (bol) yanesha’ (per) (†) chamicuro (per) Grupo campa (per) Subgrupo A-P-I apurinã (bra) piro (per/bra) machineri (bol/bra) iñapari (per)

1.4. Estudios históricos y fuentes para este capítulo

Ya señalamos que hay pocas referencias a los paunakas en la literatura. El primer texto de carácter oficial debe ser el del P. Fernández (1726). En d’Orbigny (1839: 274, nota a pie 1), vemos que podría ser que se trate del mismo grupo llamado ‘paiconoes’ que fue visto por Francisco Rivero en 1543. D’Orbigny mostró varias palabras paunakas y paikonekas en sus publicaciones (1837, 1839, 1843, 1847); por ejemplo, en una

4 † indica una lengua extinta o moribunda; ! indica (seriamente) en peligro de extinción; ? indica que no está claro si quedan hablantes de una lengua; ARG = Argentina, BOL = Bolivia, BRA = Brasil, PER = Perú.

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lista comparativa con otros idiomas sudamericanos aparecen 23 términos del paikoneka (1839: 80), inclu-yendo partes del cuerpo y pronombres personales; además, menciona unas pocas palabras del paunaka. En d’Orbigny (1847), hay nombres de palmeras y en (1837), nombres de aves, y en estas listas aún encontramos palabras paunakas junto con las del paikoneka. Cardús (1886: 327) repite la lista de d’Orbigny (1839: 80) del paikoneka y añade una lista de 48 palabras y frases en paunaka (Cardús 1886: 308). En otras publicaciones de esos tiempos, los paunakas y paikonekas son ignorados. Luego aparecen los dos idiomas en clasificaciones de la familia lingüística (p.ej. Loukotka 1968, Kaufman 1994, Aikhenvald 1999, véase 1.3). Riester & Zolezzi (1987) presentan un cuadro de los grupos étnicos del oriente boliviano entre los que colocan únicamente al paunaka y no al paikoneka dentro de las lenguas arahuacas junto al mojeño (ignaciano, trinitario y loretano) y al baure. En Montaño Aragón (1987), se resume el estado de la investigación del paunaka/paikoneka. En los años 2005 y 2006, Lucrecia Villafañe visitó Concepción de Chiquitos para recoger nuevos datos de la lengua paunaka, y en 2008 y 2009 Danielsen fue a grabar a los últimos hablantes. En el año 2011 se inició el proyecto de documentación de la lengua y cultura paunaka, financiado por el ELDP (Londres), en el cual trabajan las autoras de este artículo.5 Estos datos más recientes fueron la base del presente análisis de la lengua. Además, el corpus de las autoras se basa en datos recopilados entre los años 1950 y 1960 por Jürgen Riester (c.p.).

2. Esbozo gramatical

2.1. Fonología

En esta sección presentamos un análisis de los fonemas en paunaka. Mostramos consonantes, vocales, la ortografía propuesta, el acento y algunos procesos (morfo)fonológicos.

2.1.1. Consonantes y vocales

El paunaka tiene básicamente 11 consonantes, además de tener cuatro consonantes que aparecen tan esporá-dicamente que hay dudas acerca de su estado fonémico (por eso, se presentan entre paréntesis).

Cuadro 2 Consonantes paunakas

Bilabiales Alveolares Postalveolares Palatales Velar GlotalesSonorización – + – + – + – + – + – +

Oclusivas p t k (ʔ)Africadas ʧFricativas β s (ʃ, ʂ) hNasales m n (ɲ)Vibrante (flap) rSemivocal j

Las tres oclusivas son siempre sordas; sólo en los préstamos del castellano aparecen oclusivas sonoras.

/p/: La oclusiva bilabial se ve por ejemplo en [paˈtaβi] ‘caña’, [ˈpisɛ] ‘pájaro’ y [ˈpunaʧɨ] ‘otro’./t/: La oclusiva alveolar se encuentra por ejemplo en [taˈkɨra] ‘gallina’ y [ˈtɨpi] ‘para, ben’./k/: Se encuentra la oclusiva velar por ejemplo en [ˈkaku] ‘ex’, [ɛˈsəkɛɨ] ‘frijol’, [ˈkimənu] ‘monte’.

5 Federico Villalta trabaja como antropólogo en el proyecto paunaka; Miguel Supepí y Pedro Pinto son asistentes de grabación y transcripción de los datos.

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/ʧ/: La única africada es alveolar-postalveolar y aparece en las palabras [ˈʧama] ‘mucho’, [ˈʧɛʧɛ] ‘abuelo (voc)’ y [ˈʧɨnaʧɨ]ʩ ‘uno’.

Hay tres fricativas:

/s/: La fricativa alveolar sorda se ve en palabras como por ejemplo [ˈsaʧə] ‘sol’ y [ˈsɛpitɛ] ‘chico’./h/: La fricativa glotal sorda es mucho más suave que en castellano, como por ejemplo en [ˈhĩmo] ‘pescado’,

[ˈhãnə] ‘cntd’ y en [kɨˈhɨpi] ‘yuca’; esta consonante provoca la nasalización de las vocales que la siguen./β/: La fricativa bilabial sonora tiene los siguientes alófonos: [β], [b], [v] y [w]. A veces es difícil decir cuál se

pronuncia. Aparece esta consonante en [buˈjutu] ‘más’, [ˈʧivu]/[ˈʧiβu] ‘sí’, [uˈβiju] ‘casa’, [ˈvanə]/[ˈβanə] ‘lejos’ y [ˈɨwa] ‘chancho’.6

Hay dos nasales en paunaka que tienen un efecto fuerte de nasalización de las vocales circundantes. La nasal [ɲ] se observa en préstamos del castellano y en dos palabras de origen desconocido.

/m/: La nasal bilabial está en las palabras [ˈmanɛ] ‘mañana’, [ˈmɛrɨ] ‘plátano’ y [ˈmiʧa] ‘lindo’./n/: La nasal alveolar se encuentra por ejemplo en [nɛˈβutu] ‘casi’, [ˈnɨti] ‘yo’ y [nɛˈnika] ‘yo como’.

Hay una vibrante (consonante líquida) originaria: /r/, pero en préstamos se usa también la [l], que no es parte de los fonemas del paunaka.

/r/: La /r/ se pronuncia más como un flap y no tan vibrante como en castellano. Esta consonante se encuen-tra en los siguientes ejemplos: [ruˈpino] ‘guineo’ o [ʧurapana] ‘amigo’. Hay pocas palabras que comien-zan con esta consonante.

/j/: La aproximante palatal o semivocal /j/ se ve por ejemplo en [juˈmahi] ‘hamaca’, [ˈjɛjɛ] ‘abuela (voc)’ y [ˈjɨkɨ] ‘fuego’.

(/ʃ/): Esta consonante se encuentra en préstamos del chiquitano: [ ʃikwɛrə] o [ ʃikwɛra] ‘escuela’. No se sabe con seguridad si se encuentra en más palabras, en vista de que es un fonema frecuente en los otros idio-mas arahuacas. La consonante [ʂ] también forma parte del alfabeto chiquitano, aunque préstamos con este sonido no son muy comunes.

(/ʔ/): La oclusiva glotal no parece ser fonémica, aparece entre dos vocales en fronteras morfológicas. La con-sonante glotal se usa mayormente en la reduplicación de la vocal final para dar énfasis, por ejemplo iné’e en vez de iné, donde ambos significan ‘ventón (pescado esp.)’.

El paunaka tiene cinco vocales:

Cuadro 3 Vocales paunakas

Anteriores Centrales PosterioresAltas i ɨ uMedias e (ə) oBaja a

/i/: Hay palabras que comienzan con esta vocal: [iˈsini] ‘tigre’, [ˈiyu] ‘mono’. Además, se ve esta vocal, por ejemplo, en [ˈmimi] ‘madre.voc’.

6 Este hecho se observa en varias lenguas arahuacas, como por ejemplo en el baure.

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/ɛ/: La vocal media anterior es más abierta que en castellano. Hay varias palabras que comienzan con esta vocal: [ɛˈhũi] ‘gallo’ y [ˈɛka] ‘este’. También se encuentra, por ejemplo, en [ˈmɛtu] ‘ya’. En sílabas no acentuadas, se pronuncia frecuentemente como [ə].

/ɨ/: La vocal alta central se pronuncia con una tendencia a la calidad nasal. A veces esta vocal suena como una de las otras altas [i], [e] o [u]. Esta vocal se encuentra como fonema inicial en [ˈɨwa] ‘chancho’ y [ˈɨmo] ‘piraña’. También se encuentra en los siguientes ejemplos: [ˈjɨkɨ] ‘fuego’, [kɨˈhɨpi] ‘yuca’ y [ˈsɨki] ‘asayé’. En sílabas no acentuadas, se suele pronunciar más bien como [ə]. La [ə] se da tan frecuentemen-te en el paunaka que existe la posibilidad de que se trate de otro fonema de la lengua, pero hasta ahora no se ha podido solucionar este asunto.

Aunque a veces es difícil distinguir los sonidos /i/, /ɨ/ y /u/, hay palabras en que aparecen los tres y los hablantes los contrastan bien, como por ejemplo en [tiˈβɨβɨku] ‘está volando’.

/a/: La vocal baja central se ve en palabras como [aˈmukə] ‘maíz’, [aˈpukə] ‘suelo’ y [aˈsanəti] ‘chaco’./u/: La vocal [u] tiene un alófono [o]. No hay muchas palabras que comiencen con la vocal alta posterior,

pero sí unas cuantas como: [uˈnukɛ] o [oˈnukɛ] ‘pueblo’. Teóricamente hay algunas palabras con vocal inicial /u/, pero son nombres ligados que prácticamente siempre llevan un prefijo, como por ejemplo [ne-ˈusɛ] ‘mi-abuela’. Muchas palabras terminan en esta vocal, como por ejemplo [ˈnɛnu] ‘mi madre’.

Unidades de consonantes y vocalesLa sílaba del paunaka consiste normalmente en una consonante y una vocal simple o compleja (CV(V)) y, en pocos casos, en una sola vocal (V). Entre las vocales complejas tenemos las siguientes:

/ai/: [ʧupai] ‘canasto’; [kupisaire] ‘zorro’/ae/: [jae] ‘loc’, esta unión de vocales puede ser alófono de la secuencia [ai]./au/: [nauku] ‘allí’/ɛa/: [nɛa] ‘estoy tomando’/ɛi/: [tuseina] ‘mediodía’; y como alófono de una /ɛ/ adelante de la consonante /k/, como en [ʧiˈʧanɛiku] o

[ʧiˈʧanɛku] ‘(él/ella) está cuidando’./ɛu/: [nuˈmɛu] ‘mi ropa’/ua/: [niˈsua] ‘voy a carpir’/uɛ/: [kuɛpi] ‘camote’/ui/: [niˈsuika] ‘voy a escribir’/ia/: [tiˈkoviako�tu] ‘ya se cansó’; ocurre la mayoría de veces en frontera de morfemas./iɛ/: [ʧapieviyu] ‘gracias’; y aquí también resulta, en la mayoría de los casos, de la composición de dos mor-

femas./iu/: Esta secuencia se ve sólo en la combinación de morfemas, como en [niumə] ‘mi abuelo’ y en [piusə] ‘tu

abuela’. Parece que esta secuencia también se pronuncia a veces como [ɨu]./ɨu/: [ԑʧɨu] ‘demb’/ɨi/: [niˈhĩnepɨi] ‘mi hija’

En los préstamos, ocurren todas las vocales complejas del castellano. Debido a la estructura básica CV(V), no hay secuencias de consonantes, a excepción de [ŋk] en unas cuantas palabras: [mukjãŋka] ‘animal’; sin embargo, esta secuencia parece más ser una prenasalización de la consonante /k/.

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2.1.2. Ortografía

En la ortografía del paunaka que proponemos aquí se escribe la vocal central alta como <ÿ>. La consonante [ñ] se escribe como <ny> y también <ñ> si se trata de préstamos del castellano. La nasaldidad no se refleja en la ortografía. Escribimos la consonante bilabial cuya calidad es un poco problemática – [β], [b], [v] y [w] – simplemente como <b>. La fricativa glotal [h] se escribe como <j>. La plosiva glotal se representa con el apóstrofe ’. En los préstamos, por supuesto se pueden usar las otras letras del alfabeto castellano también. Adoptamos las letras <xh> y <x> del chiquitano para préstamos del mismo idioma: <xh> para el fonema [ ʃ ] y <x> para el sonido poco frecuente [ʂ] (la s retrofleja). El alfabeto paunaka es entonces:

a, b, ch, e, i, j, k, m, n, o, p, r, s, t, u, y, ÿ, x, xh, ’

2.1.3. Procesos fonológicos

Entre los procesos fonológicos hay que mencionar la nasalización de vocales, la eliminación de vocales ter-minales y el aditamento de vocales entre palabras. Las vocales nasales que se escuchan en el paunaka no son fonémicas sino que resultan de un efecto nasal que tienen las consonantes nasales y la consonante fricativa glotal /h/, escrita <j>, en las vocales siguientes. Ejemplos son [ˈkimẽnũ] ‘monte’, [ˈanɨmõ] ‘cielo’ y [ˈmũtu] ‘armadillo’. El efecto nasal de la consonante j es más fuerte: [uˈpuhĩ] ‘pato’, [eˈhũi] ‘gallo’, [peˈhãi] ‘taza’.7

En el paunaka se reduce, a veces, la pronunciación de las vocales finales si no llevan acento. Esto no pasa con palabras aisladas, sino en frases y cuando se habla más rápido. La reducción que se puede notar es la elisión completa,8 la aspiración de la consonante precedente, o la manipulación de la calidad de la vocal. Mostramos ejemplos de la elisión en (1) y (2):

(1) a. ruschÿ temuepa ‘dos cuchillos’b. ruschÿ temuep pisateka ‘dos cuchillos con que estás cortando carne’

(2) a. chikubujiyu ‘es distinto (de)’b. chikubujiy eka merÿ ‘es distinto del plátano’

En (1b), la vocal a de temuepa ‘cuchillo’ se ha reducido a cero. En (2b), se ha elidido la u final del verbo chikubujiyu ‘es distinto’. Un proceso que todavía requiere una mayor investigación es el aditamento de vocales entre palabras o como sonidos iniciales antes de la consonante inicial de la palabra. El patrón CV es lo que se encuentra más, pero a pesar de eso, el hablante añade una vocal armónica adelante, como en upuji ‘pato’, que también tiene la forma puji. En el fondo, parece que estas vocales epentéticas sirven para facilitar la verbosidad, un hecho que se observa también en el baure. A continuación presentamos un ejemplo:

(3) Kuina chakuye eka ni-sinepÿi punachÿ ti-sururu-pÿi upunachÿ ti-pisÿike.neg así.irr dema ısg-nieto otro 3i-blanco-par otro 3i-negro‘Mis nietos no son iguales, uno es choco (blanco) y otro es moreno.’

7 Este efecto parece ser una característica arahuaca (Aikhenvald 1999).8 Este proceso se nota también en baure y un poco en trinitario.

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PAUNAKA 231

2.1.4. Acentuación

El acento de las palabras paunakas cae mayormente en la penúltima sílaba, pero ello depende también del valor léxico de los morfemas. Presentamos algunas palabras bisilábicas y trisilábicas con acento:

(4) a. kabe [ˈkaβɛ] ‘perro’b. yeye [ˈjɛjɛ] ‘abuela (vocativo)’c. chibu [ʧivu] ‘sí’

(5) a. chebÿya [ʧeˈbɨja] ‘manteca’b. anibÿ [aˈnibɨ] ‘mosquito’c. neniku [neˈniku] ‘yo como/comí’

Muchas palabras trisilábicas o con más sílabas tienen otro acento porque su morfema léxico más im-portante es el que tiene que llevar el acento. Algunos sufijos son extramétricos y no son considerados en la acentuación de la palabra o cuentan como monosilábicos Ejemplos:

(6) a. témena [ˈtԑmẽna] ‘grande’b. míchana [ˈmiʧana] ‘bonito’c. asáneti [aˈsaneti] ‘chaco’

(7) a. nenikutu [neˈniku�tu] ‘ya comí’b. tipakutu [tiˈpaku�tu] ‘se murió ya’c. sepitÿjiku [sepiˈtɨjiko] ‘poquito nomás’

El acento es acompañado de un tono mucho más alto que el resto. El paunaka tiene una melodía y un ritmo en sus palabras que lo distinguen del castellano. Las sílabas acentuadas son muchas veces alargadas y pronunciadas en voz alta.

(8) ruschÿ-mÿne pisedos-dim pájaro‘dos pajaritos’

La sorpresa también puede cambiar el acento, como en el último sustantivo en (9) que normalmente lleva su acento en la segunda sílaba:

(9) Ti-nai echÿu pi-mukiji.3i-largo demb 2sg-cabello‘Largo es tu cabello.’

Aunque el tono no es fonémico por si mismo, es también una característica del paunaka que hay que aprender junto con el vocabulario.

2.2. Clases de palabras y morfología

El paunaka tiene las clases abiertas de palabras: sustantivos y verbos. Los adjetivos son una subclase de los sustantivos, y así forman una clase cerrada dentro de esta clase que se distingue por su semántica. Las clases cerradas de palabras contienen pronombres y partículas con varias funciones. Entre las partículas hay formas simples y formas derivadas que llevan una serie de morfemas verbales o nominales, a veces con una función

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dada y, otras veces, ya no tan transparentes y lexicalizados. Esta sección comienza con los pronombres y afijos personales, porque éstos tienen una función importante en la morfología nominal y verbal. Luego se muestran las características nominales y sigue una sección sobre los adjetivos y los numerales. En 2.2.4, se explica cómo los sustantivos, los adjetivos y cualquier partícula pueden funcionar como bases de predicados no verbales. En 2.2.5 se comparan estos predicados con verbos; 2.2.6 aborda los adverbios y otras partículas del paunaka.

2.2.1. Afijos personales, pronombres personales y demostrativos

En paunaka, como en todos los idiomas arahuacas, hay afijos personales que hacen referencia a sujetos, objetos y posesores. En la serie, diferenciamos la primera, segunda y tercera persona, y en el número dife-renciamos el singular, el plural (humano) y la cantidad (no humano). La diferenciación entre el plural y la cantidad se refleja en la marcación de los sustantivos (véase 2.2.2.2). Como se ve en el cuadro 4, las formas 3pl y 3cntd son derivadas de las formas de la tercera persona singular por medio del sufijo plural -nube y el sufijo de cantidad -jane:

Cuadro 4 Afijos personales

Persona Singular ‘sg’ Plural ‘pl’ (humano) Cantidad ‘cntd’ (no humano)1 ne-, nÿ-, ni- -nu bi- -bi2 pi- -pi/-bi e- -e3 transitivo/

posesivoche-, chÿ-, chi-

-chÿ chi- ... -nube -nube chi- ...-jane -jane

intransitivo/transitivo (conobjeto humano)

ti- ti- ... -nube -nube ti-...-jane -jane

Los prefijos personales sirven para referir al posesor de un sustantivo (10) o al sujeto de un verbo (11):

(10) ne-mukiji (11) Ne-jecha yÿkÿ.1sg-cabello 1sg-juntar.irr fuego‘mi cabello’ ‘Voy a juntar el fuego.’

Los sufijos personales sirven para referir al objeto (12) en verbos transitivos. Además, el sufijo personal refiere al sujeto de predicados no verbales, cuyos núcleos son sustantivos o adjetivos (13):

(12) ne-retenaika-pi (13) Banyarure-chÿ.1sg-atar.irr-2sg bañador-3‘Yo te voy a atar.’ ‘Es un bañador.’

Los pronombres personales de la primera y segunda persona consisten en un prefijo personal y el ele-mento -ti. El pronombre de tercera persona singular se forma con un prefijo e- más el afijo personal -chÿ(u), y para el plural se añade el sufijo -nube. Los pronombres personales y los demostrativos se presentan en el cuadro 5:

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PAUNAKA 233

Cuadro 5 Pronombres personales y demostrativos

Persona Singular Plural1 nÿti biti2 piti eti3 echÿu echÿunubedema ekademb echÿu

El uso de estos pronombres es mayormente enfático; también pueden acompañar a un verbo ya marcado por un prefijo personal:

(14) Tajaibÿti piti pi-yuna chi-sane-yae.mañana pro:2sg 2sg-ir.irr 3-chaco-loc‘Mañana tú te vas a su chaco.’

La función más importante de los pronombres personales y demostrativos parece ser su uso en cons-trucciones de predicación no verbal, en las cuales se yuxtaponen el pronombre y el predicado (p.ej. nominal), como en (15) y (16):

(15) Nÿti chi-enu-nube. (16) Echÿu muture-jane.pro:1sg 3-madre-pl pro:3 lorito-cntd‘Yo soy su madre de ellos.’ ‘Esos son loritos.’

Los pronombres demostrativos eka ‘dema’ y echÿu ‘demb’ forman parte de la frase nominal. La diferen-cia parece ser que dema es más cercano, más directo y muestra o introduce el contexto, mientras que echÿu ‘demb’ se refiere a un objeto ya mencionado o de alguna manera más lejano. Los dos también se usan como artículos, lo que podría ser un reflejo del sistema castellano en el paunaka. Por eso la traducción en este ca-pítulo no toma en cuenta de qué demostrativo se trata. Vea ejemplos en (17) y (18):

(17) Pi-kupaku-tu echÿu upuji. (18) Eka kabe chi-nijabaku eka sepite.2sg-matar-pf demb pato dema perro 3-morder dema chico‘Tú mataste a este pato.’ ‘Este perro mordió a este chico.’

Aunque existe un pronombre plural de tercera persona echÿunube ‘ellos, ellas’, éste no se usa como de-mostrativo plural. Como el plural se marca solamente una vez en la frase nominal, es el sustantivo el que lleva el sufijo plural (o de cantidad para no humanos, véase 2.2.2.1):

(19) echÿu mukianka-janedemb animal-cntd‘estos animales’

2.2.2. Sustantivos

Las categorías que se marcan en los sustantivos son la posesión (2.2.2.1), el plural y la cantidad (2.2.2.2). En las siguientes secciones hay referencias a los casos oblicuos, de los cuales solamente el locativo (2.2.2.3) se marca directamente en el sustantivo. Los otros casos oblicuos son el genitivo (2.2.2.4), el benefactivo (2.2.2.5), el comitativo (2.2.2.6), y el caso que marca instrumental & origen (2.2.2.7). Éstos son morfemas

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que se juntan con los prefijos personales. En 2.2.2.8 se muestra cómo se construye el diminutivo. Finalmente, en 2.2.2.9 se muestra el orden de los morfemas nominales y su concurrencia.

2.2.2.1. Posesión

En cuanto a la posesión, los sustantivos pueden dividirse en cinco grupos: sustantivos obligatoriamente po-seídos, sustantivos absolutos derivados, sustantivos posesibles, sustantivos posesibles derivados, y sustantivos que no son poseídos directamente. El primer grupo de sustantivos generalmente poseídos incluye mayor-mente términos de parentesco, partes del cuerpo y algunos nombres específicos. Eso significa que estos sus-tantivos son ligados y no pueden aparecer sin el prefijo que indica el posesor. Se representan con un guión adelante para indicar el carácter ligado, como por ejemplo -enu ‘madre’ o -mukiji ‘cabello’. Un paradigma completo se presenta en (20); los prefijos son los mismos que los que se presentan en el cuadro 4:

(20) ni-mukiji (1sg-cabello) ‘mi cabello’pi-mukiji (2sg-cabello) ‘tu cabello’chi-mukiji (3-cabello) ‘su cabello de él o ella’bi-mukiji (1pl-cabello) ‘nuestro cabello’e-mukiji (2pl-cabello) ‘su cabello de ustedes’chi-mukiji-nube (3-cabello-pl) ‘su cabello de ellos’

De la mayoría de los sustantivos ligados se puede derivar una forma absoluta con el sufijo -ti ‘absl’. Estos sustantivos no llevan el marcador de posesor; son formas que siempre aparecen independientes. Se da un ejemplo en (21):

(21) ne-musu → musu-ti1sg-veneno veneno-absl‘mi veneno’ ‘veneno’

Se puede usar una parte de los sustantivos de ambas formas: como poseídos e independientes. En este caso no hay un cambio en el sustantivo, sino que solamente la presencia o ausencia de un prefijo posesivo lo marca, como en (22):

(22) nÿkÿiki → ni-nikÿiki‘olla’ 1sg-olla ‘mi olla’

El cuarto grupo de sustantivos, en relación a la categoría de la posesión, lo constituyen los nombres que generalmente aparecen en forma independiente, pero de los cuales se pueden derivar formas poseídas por medio del sufijo -ne ‘pos’, como por ejemplo en (23):

(23) aupe → n-aupe-ne‘hueso’ 1sg-hueso-pos ‘mi hueso (de mi cuerpo)’

Los nombres no poseídos incluyen cuerpos astrológicos, fenómenos naturales, animales y nombres per-sonales. Para construir una frase posesiva con estos sustantivos hay dos clases de construcciones genitivas (2.2.2.4).

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PAUNAKA 235

2.2.2.2. Plural y cantidad

El paunaka distingue entre sustantivos humanos y no humanos en la marcación del plural. Los sustantivos humanos y las partes del cuerpo humano reciben el sufijo plural obligatorio -nube, como en (24) y (25).

(24) ne-ati-ji-nube (25) Ruschÿ-nube-che sesejinube.1sg-hermano-distr-pl dos-pl-3 chico.pl‘mis hermanos’ ‘Ellos son (los) dos chicos.’

En la palabra sesejinube ‘chicos’ en (25) el sufijo -nube está lexicalizado. Además, el sufijo plural -nube es parte del predicado ruschÿ-nube-che ‘ellos son dos’, porque se refiere a un sujeto plural. A veces esto puede causar un poco de confusión, especialmente cuando no se sabe si el sufijo se refiere al plural del propio sus-tantivo o al plural del sujeto u objeto o a un posesor en una frase, véase el ejemplo (26):

(26) nÿti chÿ-enu-nube.pro:1sg 3-madre-pl‘Yo soy la madre de ellos.’

Aunque la palabra suelta chÿ-enu-nube teóricamente también podría significar ‘sus madres’, en este ejem-plo, el sufijo -nube se refiere más bien al plural del posesor ‘de ellos’. El sufijo -nube se encuentra, además, en préstamos del castellano, como año-nube ‘años’. Como se ha mencionado, en algunas palabras ya se ha lexicalizado el sufijo, como por ejemplo en seunube ‘mujer’, que tiene el plural seunube-nube ‘mujeres’, y en mupÿinube que se traduce mayormente como ‘diablo’, pero origi-nalmente se refería a espíritus malos. Con otros sustantivos se usa el sufijo de cantidad -jane que se aplica como marcador del plural, pero que se traduce muchas veces con el sentido de ‘todos’ (29):

(27) isÿjibe-jane (28) tres-chÿ michi – michi-jane (29) asaneti-janeflor-cntd tres-3 gato gato-cntd chaco-cntd‘flores’ ‘tres gatos’ ‘gatos’ ‘todos los chacos’

El sufijo -jane también se afija a verbos para referirse a un objeto no humano en cantidad, como en (30), en cuyo caso no se repite el sufijo en el sustantivo:

(30) chi-kupaku-jane upuji.3-matar-cntd pato‘Él mató a (todos) los patos.’

La marcación del plural en sustantivos no humanos no es obligatoria en paunaka, es decir, que general-mente un sustantivo no marcado se puede interpretar como singular o plural. Por eso, la palabra ÿba puede significar ‘chancho’ o ‘chanchos’ en contextos diferentes. Posiblemente sea conveniente entender el morfe-ma como un clítico que se anexa a una parte de la oración, véase ejemplo (31):

(31) pariki-jane ÿbamucho-cntd chancho‘muchos chanchos’

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2.2.2.3. Locativo

En paunaka se marca la ubicación, lo que se puede considerar un caso oblicuo. Cualquier ubicación general es marcada con el sufijo -yae ‘loc’, y con sus alomorfos -yai y -ye, véase (32):

(32) ÿne-yae chi-ukÿ-yae ni-buÿke-yae uneku-yaeagua-loc 3-canilla-loc 1sg-cara-loc pueblo-loc‘en el agua’ ‘en su canilla’ ‘en mi cara’ ‘en el pueblo’

El significado puede ser locativo (estativo) ‘en’ o direccional (activo) ‘a’, dependiendo del verbo rela-cionado en una oración: con un verbo estativo o una predicación estativa es locativo (33), mientras que es direccional con verbos activos (34):

(33) ¿Kaku p-ubiu nauku pi-sane-yae? (34) Ti-yunu chi-sane-yae.ex 2sg-casa allá 2sg-chaco-loc 3i-ir 3-chaco-loc‘¿Tienes una casa allá en tu chaco?’ ‘Él/ella se fue a su chaco.’

Para especificar la ubicación, el paunaka construye una frase compuesta por un sustantivo poseído que se refiere a la ubicación (A) más el sustantivo que se ubica (B). En este caso, se marca solamente el sustantivo de la ubicación, véase (35) y (36):

(35) Kaku ÿne ch-upekÿ-yae keyu. (36) Kaku chi-jimonepa-yae upuji.ex agua 3-abajo-loca turrob ex 3-costado-loca patob‘Hay agua abajo del turro (lit. en su abajo).’ ‘Está en su costado del pato.’

El marcador locativo es usado como un sustantivo abstracto con varias funciones. Por lo tanto, las pala-bras en los ejemplos en (35) se podrían analizar como sustantivos compuestos.

2.2.2.4. Genitivo

En 2.2.2.1, mencionamos que hay nombres que pueden ser poseídos directamente. Para animales poseídos hay un sustantivo (o una raíz) general -peu ‘animal doméstico (u otro poseído animado)’ que es marcado por el posesor y precede al sustantivo que se refiere al animal en cuestión (37). Este fenómeno es una caracterís-tica arahuaca que se encuentra en casi todas las lenguas de esta familia lingüística.9

(37) ni-peu ÿba1sg-animal.pos chancho‘mi chancho’

Para otros sustantivos hay una construcción en la cual el morfema locativo tiene un significado más extendido. En estas frases posesivas, el morfema lleva un prefijo personal del posesor y precede al sustantivo poseído (indirectamente), como en (38):

(38) ni-yai yÿkÿ1sg-gen fuego‘mi fuego’

9 Fabre (2007: 71) llama semejante marcador “clasificador posesivo”.

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PAUNAKA 237

Es posible analizar -yae/-yai como un sustantivo que, en general, significa ‘ubicación’ y que en este caso indica ‘posesión’, pues aparece marcado por el posesor. Es también posible mirar el morfema locativo como un marcador de caso genitivo en estos casos, parecido al benefactivo (2.2.2.5). Esta construcción se encuentra también en casos en que se pone énfasis en el posesor y no se repite el sustantivo poseído, como en (39):

(39) Kuina ni-yae-na chi-yae n-ima.neg 1sg-loc-irr 3-loc 1sg-marido‘No es mío, es el (sombrero) de mi marido.’

En la segunda parte de (39) chi-yae n-ima tenemos dos niveles de posesión: n-ima es la primera persona posesora del marido ‘mi marido’ y chi-yae es la tercera persona posesora (el marido posee la cosa, un sombre-ro en este caso) ‘suyo’.

2.2.2.5. Benefactivo

Otro caso oblicuo que se marca en paunaka es el benefactivo por medio del sufijo -tÿpi ‘para’. Como con el locativo/genitivo, esta partícula lleva un prefijo personal que se refiere al beneficiario, como en (40):

(40) Kaku-tu punachÿ ti-yÿtÿuk-u nÿ-tÿpi.ex-pf otro 3i-cocinar-real 1sg-ben‘Hay otro que cocinó para mí.’

El benefactivo también puede preceder al sustantivo beneficiario:

(41) Ne-tÿpi ni-yÿtina.1sg-ben 1sg-comida‘para mi comida’

Un sustantivo no parece ser marcado por el sufijo benefactivo directamente, como es el caso en otros idiomas de la familia. Es posible que esta construcción se perdiera por la influencia constante que tuvo el castellano. Entonces ahora se utiliza la partícula tÿpi como una preposición que precede al sustantivo sin marcador personal:

(42) Eka tÿpi pi-ati. (43) Ne-sekeika amuke tÿpi aumue.dema para 2sg-hermano 1sg-tostar.irr maíz para chicha‘Esto es para tu hermano.’ ‘Voy a tostar maíz para la chicha.’

A pesar de que la construcción final con (-)tÿpi ‘para’ parece ser más bien copiada del castellano y no una construcción original del paunaka, es marcada con un prefijo personal en el ejemplo (44), y, por lo tanto, desglosada como ‘ben’:

(44) Ni-yai makina sepite chÿ-tÿpi ne-buka amuke arusu.1sg-gen máquina pequeña 3-ben 1sg-sembrar.irr maíz arroz‘Tengo una máquina pequeña para sembrar maíz y arroz.’

El benefactivo también tiene sus extensiones de sentido; en algunos casos parece marcar un objeto indi-recto:

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(45) Chapie pi-tÿpi p-im-esuneiku-ne p-eteagracias 2sg-ben 2sg-caus-aprender-1sg 2sg-idioma‘Gracias a ti que me enseñaste tu idioma.’

(46) Ti-kubijaiku chi-tÿpi eka upuji.3i-jugar 3-ben dema pato‘Él está jugando con el pato.’

Otro sentido extendido es la función malefactiva que tiene la marcación con -tÿpi:

(47) Te-ku-bu-nube pi-tÿpi3i-reír-ipfv-pl 2sg-ben‘Ellos se rieron de ti.’

2.2.2.6. Comitativo

El comitativo se marca con una preposición chubu ‘con (acompañando)’. Probablemente, se puede descom-poner esta preposición en ch-u-bu: el marcador personal de la tercera persona, la raíz verbal -u- que se usa en el sentido de ‘estar’ en algunos casos, y el sufijo -bu ‘ipfv’. Es comparable con la construcción con el instru-mental o causativo chi-keuchi ‘con él, por causa de él’.

(48) Nÿti ne-pajÿku-kubu chubu ne-piji chubui.pro:1sg 1sg-quedar-ipfv con 1sg-hermano/a mayor‘Yo me quedaba con mi hermano mayor.’

2.2.2.7. Instrumental y causa

El instrumental se construye con la preposición chikeuchi ‘con’, que también parece ser una forma marcada por chi- ‘tercera persona’. Es posible que esta forma se derive de un verbo transitivo chi-keu-chi ‘3-hacer/de-cir-3’. Se usa esta preposición con instrumentos de acciones siempre en su forma lexicalizada chikeuchi ‘con/por medio de’:

(49) Ne-seka penue-jane chikeuchi asadon.1sg-hacer.irr agujero-cntd con azadón‘Voy a hacer agujeros con el azadón.’

(50) Nÿti ne-japeka echÿu seki-jane chikeuchi amuke.pro:1sg 1sg-llenar.irr demb recipiente-cntd con maíz‘Yo voy a llenar estos recipientes con maíz.’

Finalmente, hay ejemplos en los cuales cambia la partícula según la persona de referencia. En estos ejemplos se puede traducir -keuchi como ‘por causa de’, y el marcador personal señala quién fue la causa. La diferencia en estos ejemplos es que -keuchi se refiere a personas:

(51) ne-ku-bu chi-keuchi1sg-reír-ipfv 3-causa‘me reí por causa de ella (lo que hizo o dijo)’

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(52) Ne-ku-bu-tu pi-keuchi.1sg-reír-ipfv-pf 2sg-causa‘Me reí por causa de ti (lo que hiciste o dijiste).’

Estos ejemplos se pueden comparar con el ejemplo del malefactivo en (47), en el que la persona de la que se ríe corresponde a un objeto indirecto.

2.2.2.8. Diminutivo

El paunaka tiene un sufijo diminutivo -mÿne que se afija a cualquier sustantivo (53), pero que también se puede afijar a otras palabras, como adjetivos o verbos (54):

(53) ne-peu kabe-mÿne (54) Te-paku-mÿn upuji.1sg-animal.pos perro-dim 3-morir-dim pato‘mi perrito’ ‘Se muere el pobre patito.’

2.2.2.9. El orden de los morfemas nominales

Las categorías nominales mencionadas están anexadas en cierto orden, que se muestra en la figura 3:

Figura 3 La morfosintaxis del sustantivo

prefijo personal(posesor) raíz nominal

Sufijos derivativos Otros sufijosabsl/pos ¿distr? pl/cntd dim loc

-ti/-ne -ji -nube/-jane -mÿne -yae

Hay ciertas restricciones en la combinación de los sufijos; por ejemplo, un prefijo personal sólo se afija a sustantivos posesibles, o sea sustantivos ligados o los derivados por el sufijo -ne ‘pos’. Otros sustantivos libres y los derivados por el sufijo -ti ‘absl’ no pueden ser marcados por un posesor. El sufijo -ji todavía se está investigando, pero es cierto que es un morfema derivativo que precede a todos los otros sufijos nominales. Uno de sus sentidos es distributivo o colectivo, es decir, se refiere a una cantidad o a un grupo, pero parece que hay otros sentidos más, a no ser que el morfema -ji tenga un alófono con otra función. Preferimos no llamar a los otros sufijos nominales ‘flexionales’, porque se parecen más a sufijos con una función en la frase nominal. Todos estos morfemas pueden ocurrir en un solo sustantivo, por ejemplo:

(55) ni-checha-ji-nube-mÿne-yae (56) pi-sane-jane-mÿne-yae1sg-hijo-distr-pl-dim-loc 2sg-chaco-cntd-dim-loc‘en/de mis hijitos’ ‘en (todos) tus pequeños chacos’

2.2.3. Adjetivos y numerales

Los adjetivos y los numerales son dos grupos de palabras que pueden funcionar como sustantivos o acompa-ñar a sustantivos como atributos. Además, igual que los sustantivos, estas palabras pueden tener una función predicativa, en cuyo caso llevan sufijos verbales y marcas de sujeto. Esta sección se refiere al uso atributivo (2.2.3.1) o nominal (2.2.3.2); la sección 2.2.4 se refiere en general a los predicados no verbales: sustantivos, adjetivos, numerales en función predicativa. El único numeral original del paunaka es chinachÿ o chÿnachÿ ‘uno’. El numeral ruschÿ ‘dos’ es fonética-mente más integrado que los otros préstamos del castellano, motivo por el cual se puede suponer que se pres-

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tó ya en la primera época del contacto con los españoles. Los otros numerales prestados del castellano sólo divergen por el morfema -chÿ que se sufija: treschÿ ‘tres’, kwatruchÿ ‘cuatro’, sinkuchÿ ‘cinco’, etc. El grupo de numerales se junta con unas pocas palabras más en su comportamiento morfológico: punachÿ ‘otro’ y paikuchÿ ‘varios’. El sufijo -chÿ es probablemente el mismo sufijo personal -chi/-che/-chÿ ‘3’ que se ha lexicalizado en esta posición. Los adjetivos constituyen una clase cerrada y se refieren a los colores, tamaños y unos cuantos significa-dos más. Un grupo de adjetivos tiene una forma simple, otros tienen una forma neutra con el sufijo -na ‘nml’. Un fenómeno muy interesante es la composición de palabras de un adjetivo con una raíz nominal (véase 2.2.3.2).

2.2.3.1. Adjetivos y numerales como atributos

El grupo de numerales se usa mucho en posición atributiva precediendo al sustantivo. Normalmente no se marca el plural en los sustantivos cuando un número ya especifica la cantidad; solamente en casos de hiper-corrección se encuentra la doble marcación del número:

(57) Chÿnachÿ seunube ti-buku.uno mujer 3i-sembrar‘Una mujer siembra.’

(58) treschÿ michi – michi-janetres gato gato-cntd‘tres gatos ’ – ‘gatos’

(59) syetechÿ sepitÿ-mÿne kususiete chico-dim ratón‘siete ratones chiquititos’

Los otros atributos de cantidad punachÿ ‘otro’, paikuchÿ ‘varios’ y musume ‘hartos’, chama ‘mucho’ tam-bién tienen esta posición:

(60) Echÿu punachÿ jente kuina ti-sach-a chi-jakupa.demb otro hombre neg 3i-querer-irr 3-contestar.irr‘El otro hombre no quería contestar.’

(61) musume jaikehartos estrella‘hartas estrellas’

Los adjetivos se usan mayormente como sustantivos o como predicados, y muy pocas veces en posición atributiva. Parece que si se usan como atributos, los adjetivos siguen al sustantivo, a diferencia de los nume-rales. Los adjetivos prestados del castellano tienen más bien una función atributiva:

(62) mai mutemena (63) Micha-na eka isÿjibe amarillo.piedra grande bonito-nml dema flor amarillo‘piedra grande’ ‘Bonita la flor amarilla.’

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2.2.3.2. Adjetivos y numerales como argumentos

Los numerales y los otros cuantificadores pueden aparecer en la posición del sujeto (65) u objeto (64) en la oración, así como los sustantivos y pronombres.

(64) Ne-niku treschÿ.1sg-comer tres‘Yo comí tres.’

(65) Ruschÿ, treschÿ tisi, puna-mÿne echÿu medio amarillo.dos tres rojo otro-dim pro:3 medio amarillo‘Dos, tres son rojo, el otro pequeño, él es medio amarillo.’

Como se ve en (65), los adjetivos y los cuantificadores pueden también llevar sufijos nominales, como el diminutivo -mÿne. Algunos adjetivos resultaron en sustantivos lexicalizados, como por ejemplo sepitÿmÿne (pequeño-dim) ‘chico, niño’ y sesejinube (pequeño-distr-pl) ‘chicos, niños’. Una posibilidad para atribuir un determinado sentido a un sustantivo es la composición en una sola palabra. En estos casos se usan sustantivos ligados o raíces nominales que solamente aparecen en el caso de composición o incorporación. La mayoría de las raíces que se juntan con adjetivos son partes de plantas como -jÿbe ‘flor’ o -pune ‘hoja’. Hay un ejemplo en (66):

(66) teme-pune-jigrande-hoja-distr‘hojas grandes’

2.2.3.3. Posición de modificadores en la frase nominal

El orden de los elementos de la frase nominal se presenta en la figura 4. Como ya se ha mencionado, la uti-lización de un adjetivo como atributo dentro de la frase nominal es raro; por eso esta posición es una que podría existir en teoría, pero que en realidad casi no se encuentra.

Figura 4 Orden de las palabras dentro de la frase nominal

1 2 3 (4)dem adjcntd num N (adj)

(67) echÿu punachÿ ruschÿ pisi enuidemb otro dos pájaro verde‘estos otros dos pájaros verdes’

Aunque es posible crear una frase como en (68), es más probable entenderla como predicación ‘estos otros dos pájaros son verdes’ o ‘estos otros dos son pájaros verdes’. La posición 2 es normalmente ocupada por un numeral o un adjetivo cuantitativo.

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242 LENGUAS DE BOLIVIA

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2.2.4. Predicados no verbales

Los sustantivos y los adjetivos pueden ser predicados estativos en una oración y a menudo son usados así. La predicación menos marcada es la yuxtaposición con el sujeto, como en (68) y (69):

(68) Sepitÿ-mÿne n-ubiu. (69) Temena ikupa.pequeño-dim 1sg-casa grande nube‘Mi casa es pequeña.’ ‘La nube es grande.’

En 2.2.1 hemos visto que el sujeto también puede ser un pronombre. Aquí hay otro ejemplo:

(70) Echÿu chÿ-enu.pro:3 3-madre‘Ella es su madre.’

También la predicación existencial, locativa y posesiva se construye en yuxtaposición con el predicado existencial kaku ‘ex’. Kaku no es un verbo porque no puede llevar prefijos que se refieren al sujeto (véase 2.2.5). En general kaku significa ‘hay’ (71), el sentido locativo ‘está’ se deriva de un sustantivo marcado con -yae ‘loc’ (72), y el posesivo ‘tener’ se deriva de un sustantivo marcado por un posesor (73):

(71) Kaku ÿne ch-upekÿ-yae keyu. (72) Ruschÿ jimu kaku ÿne-yae.ex agua 3-abajo-loc turro dos pescado ex agua-loc‘Hay agua debajo del turro.’ ‘Dos pescados están en el agua.’

(73) Nauku kaku n-ubiu-ku comunida-yae.allá ex 1sg-casa-también comunidad-loc‘Allá tengo mi casa también en la comunidad.’

Los predicados no verbales pueden también llevar una cantidad de sufijos predicativos, como por ejemplo -tu ‘pf’, -yu ‘intns’, -bu ‘ipfv’, -(i)na ‘irr’, -ji ‘distr’, etc. (véase 2.2.5.8).

(74) Kaku-tu ch-ima. (75) Temena-na-ji jimo.ex-pf 3-marido grande-nml-distr pescado‘Ya tiene su marido.’ ‘Son grandes los pescados.’

(76) Micha-na-yu isÿjibe.bueno-nml-intns flor‘Es muy bonita la flor.’

Lo más llamativo es la marcación de sujetos pronominalizados por medio de sufijos personales (77), véase 2.2.1.

(77) P-enu-ne.2sg-madre-1sg‘Yo soy tu madre.’

(78) Nÿ-a-bi – Pi-a-ne.1sg-padre-2sg 2sg-padre-1sg‘Tú eres mi padre.’ ‘Yo soy tu padre.’

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PAUNAKA 243

Para fines de comparación con los patrones de marcación del posesor (2.2.1.1), del sujeto en los verbos (en 2.2.5.1) y del objeto (en 2.2.5.2), se muestra a continuación el patrón hipotético de marcación del sujeto en predicados estativos, sobre la base del sustantivo -piji ‘hermano (de un hombre)’. Es hipotético porque no todas las palabras ocurren en los datos y probablemente no lleguen a usarse:

(79) che-piji-ne (3-hermano-1sg) ‘yo soy su hermano’che-piji-bi (3-hermano-2sg) ‘tú eres su hermano’che-piji-che (3-hermano-3) ‘él es su hermano’che-piji-nube-bi (3-hermano-pl-1pl) ‘somos sus hermanos’che-piji-nube-(¿e?) (3-hermano-pl-2pl) ‘ustedes son mis hermanos’che-piji-nube-che (3-hermano-pl-3) ‘ellos son sus hermanos’

En el caso de una doble marcación de plural, como en (80), la presencia de dos morfemas de plural indica que se trata de una predicación y no de una concordancia.

(80) ¿Paikuchÿ-nube a p-ima-ji-nube?varios-pl ep 2sg-marido-distr-pl‘¿Tienes varios maridos?’

El morfema plural puede ser marcado tanto en el predicado existencial kaku ‘ex’ como en el sujeto de la cláusula:

(81) Kaku-nube eka gringu-nube.ex-pl dema gringo-pl‘Hay estos gringos.’

El paunaka tiene también un predicado excepcional kapunu que se traduce como ‘venir’ en castellano, pero que se comporta más bien como kaku ‘ex’ y no como un verbo:

(82) Kapunu pai. (83) Kapunu-nube tÿbane.venir padre venir-pl lejos‘Viene un cura.’ ‘Vinieron de lejos.’

Palabras prestadas de verbos en castellano generalmente no se comportan como verbos en paunaka, sino como predicados no verbales con marcación del sujeto por medio de un sufijo. Los préstamos más frecuen-tes son trabaku ‘trabajar’ y puere ‘poder’. A veces también se usan los préstamos como verbos con marcación regular de sujeto por un prefijo (84).

(84) Nÿti trabaku-ne.pro:1sg trabajar-1sg‘Yo trabajo.’

(85) Kuina puere-bi-na bi-suika echÿu b-etea.neg poder-1pl-irr 1pl-escribir.irr demb 1pl-idioma‘No podemos escribir nuestro idioma.’

(86) Ni-yuna comunidad ni-pasea-pure p-etine.1sg-ir.irr comunidad 1sg-pasear-¿? 2sg-hermana‘Voy a la comunidad a visitar a tu hermana.’

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2.2.5. Verbos

La morfología más compleja es la de los verbos. Como la lengua paunaka todavía se está investigando, es también la sección más tentativa, porque quedan muchos sufijos verbales que hasta ahora no se han podido analizar. El paunaka tiene pocos prefijos verbales, pero una gran cantidad de sufijos, de los cuales algunos se combinan con otros, lo que es una característica de la familia lingüística arahuaca.

2.2.5.1. Marcación del sujeto

En la sección 2.2.1 y en el cuadro 4, se han mostrado los morfemas personales, y en 2.2.2.1 hemos visto cómo el posesor es marcado por los prefijos en sustantivos ligados. Los sujetos de los verbos se marcan también por medio de los prefijos personales. Por lo tanto, en comparación al patrón de un sustantivo poseído (20), aquí se muestra el patrón del verbo -nik- ‘comer’ con diferentes sujetos:

(87) ne-niku (1sg-comer) ‘yo comí’pi-niku (2sg-comer) ‘tú comiste’ti-niku (3i-comer) ‘él/ella comió’bi-niku (1pl-comer) ‘nosotros comimos’e-niku (2pl-comer) ‘ustedes comieron’ti-niku-nube (3i-comer-pl) ‘ellos comieron’

Lo más importante en la marcación de sujetos es la diferenciación en la tercera persona. Hay dos prefijos distintos: ti- ‘3i’ se usa con verbos intransitivos y verbos transitivos que se refieren a un objeto inanimado o a una acción en general que no enfoca el objeto; chi- ‘3’ se usa con verbos transitivos que se refieren ma-yormente a un objeto humano o acciones con mucho enfoque en el objeto. La diferencia se nota en especial con verbos causativos que siempre usan el prefijo chi- para el sujeto de la tercera persona, el causador, pero también otros verbos que implican un objeto humano lo usan, como por ejemplo -chupuik- ‘conocer’. Por lo tanto, el patrón de marcación de sujeto de este verbo solamente diverge en la tercera persona con el patrón en (88):

(88) ne-chupuiku (1sg-conocer) ‘yo conocí’pi-chupuiku (2sg-conocer) ‘tú conociste’chi-chupuiku (3-conocer) ‘él/ella conoció’bi-chupuiku (1pl-conocer) ‘nosotros conocimos’e-chupuiku (2pl-conocer) ‘ustedes conocieron’chi-chupuiku-nube (3-conocer-pl) ‘ellos conocieron’

Varios verbos utilizan los dos prefijos de la tercera persona. La diferencia es que cuando se usa ti-, la re-ferencia es más a la acción en general, mientras que el uso de chi- ‘3’ implica siempre un objeto afectado. En (89)-(93) se ve el verbo -nik- ‘comer’ con los dos marcadores para fines de comparación. Cuando se refiere a la acción de comer en general, se usa el prefijo ti- para sujetos de la tercera persona:

(89) Ti-nika-nube sesejinube.3i-comer.irr-pl chico.pl‘Los chicos vienen a comer.’

En una entrevista mostramos imágenes de animales, por ejemplo uno de un conejo comiendo pasto. Preguntamos ¿Qué está haciendo el animal?, y recibimos la siguiente respuesta de un hablante:

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PAUNAKA 245

(90) Ti-niku.3i-comer‘Está comiendo.’

Entonces el hablante usó ti- ‘3i’ para referirse al conejo. El otro hablante que no podía ver bien la ima-gen preguntó ¿Qué está comiendo el conejo (aquí lo llamó tapití)?

(91) ¿Chija chi-nika eka kunyue?qué 3-comer.irr dema tapití‘¿Qué está comiendo el tapití?’

En (91), el mismo verbo lleva el prefijo chi- ‘3’, probablemente porque el hablante se refiere directamen-te a la cosa que el conejo está comiendo en la imagen y lleva el foco de la acción al objeto de la acción. El hablante mostró la imagen y luego siguió explicando qué es lo que el animal come en general, entonces usó el prefijo ti- otra vez:

(92) Ti-niku eka … chi-pueji yÿkÿke.3i-comer dema   3-raíz árbol‘Come este … raíz de árboles.’

En otra ocasión, estábamos observando gallinas que estaban comiendo hormigas del suelo. Entonces dijo el hablante:

(93) Chi-niku-bu kusibe.3-comer-ipfv hormiga‘Se lo comió la hormiga (la gallina).’

2.2.5.2. Marcación del objeto

El objeto de una acción puede ser pronominalizado y así marcado en el verbo por medio de un sufijo perso-nal. Aquí también se marcan los sujetos de predicados no verbales, como se ha mostrado en 2.2.4. No es muy frecuente ver que se anexe un sufijo con referencia al objeto, ni parece ser obligatorio en verbos causativos. Se pueden encontrar ejemplos de la marcación de objetos en (94)-(97). Fíjese que el sufijo de la segunda persona singular -pi cambia a veces a -bi:

(94) Ne-kichu-bi. (95) ¿Pi-sachu ti-punaka-pi echÿu?1sg-invitar-2sg 2sg-querer 3i-dar.irr-2sg pro:3‘Yo te invito.’ ‘¿Quieres que te regale algo?’

(96) Kuina ni-sacha pi-nik-i-a-ne.neg 1sg-querer.irr 2sg-comer-sub-irr-1sg‘No quiere que me hagas comer.’

(97) Chi-kechu-chi.3-decir-3‘Le dijo.’

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246 LENGUAS DE BOLIVIA

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2.2.5.3. Incorporación

Un método muy común entre las lenguas de la familia arahuaca es la incorporación de una raíz nominal, sea concreta o abstracta, que se refiere al objeto. Gran parte de los elementos incorporados en paunaka son par-tes del cuerpo y partes de plantas. Un ejemplo es el verbo -kipu- ‘lavar’ que incorpora una parte del cuerpo en (98):

(98) Kuina ni-sumacha ni-kipu-buÿ-chu.neg 1sg-gustar.irr 1sg-lavar-mano-tem‘No me gusta lavarme las manos.’

De hecho, los verbos intransitivos o estativos también pueden incorporar una raíz clasificatoria o ligada con referencia al sujeto:

(99) Ti-mÿra~ra-pai-tu niji apuke.3i-secar~enf-clf:suelo-pf aquí suelo‘Ya está secando el suelo.’

2.2.5.4. Realis e irrealis

En cada oración se distingue el realis y el irrealis. El modo realis se usa para referirse a una acción que ya pasó o que justo está pasando. El irrealis se utiliza en oraciones negativas, imperativas y para referirse a acciones que todavía no han pasado. De este modo, a veces se puede entender el irrealis como marcador de futuro y el realis como marcador de pasado. En el paunaka, como en el mojeño, hay dos clases de verbos: una más grande que marca el irrealis con un sufijo -a, y otra clase en que el irrealis anexa un prefijo a- después del prefijo personal. Veamos primero el primer grupo. La mayoría de los verbos terminan su base en la vocal /u/, pero el irrealis la cambia en /a/ (101). En muy pocos casos el sufijo -u también puede marcar el realis, pero todavía no terminamos de entender bien este proceso. Un ejemplo es (102), en que la base del verbo termina en /a/ y se interpreta como irrealis, mientras que hay que añadir -u para señalar realis. Algunos sufijos también pueden marcar el irrealis y si se añade un sufijo en irrealis la base no está marcada, véase (109).

(101) ne-niku – ne-nika1sg-comer 1sg-comer.irr‘yo comí’ ‘voy a comer’

(102) kuina n-ana n-ana-uneg 1sg-hacer.irr – 1sg-hacer-real‘no hago’ ‘hago’

Otros verbos marcan el irrealis a través del prefijo a-, mientras que el realis no se marca, como, por ejemplo, en (103):

(103) ti-kuti-bu – kuina t-a-kuti-bu3i-enfermo-ipfv neg 3i-irr-enfermo-ipfv‘está enfermo/a’ ‘no está enfermo/a’

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PAUNAKA 247

2.2.5.5. Causativo

Hay dos maneras para construir el causativo en paunaka: por medio del prefijo ku- y, en pocos casos, im-. En un verbo causativo, el sujeto es el causador de una acción o un estado, y el objeto directo es la persona causada que hace la acción o que sufre un estado. Entonces el causativo siempre amplía la valencia con un participante más. Así se deriva, por ejemplo, el verbo -kupaku- ‘matar’ del verbo -pak- ‘estar muerto/morirse’. El sujeto de la tercera persona también cambia de ti-/te- ‘3i’ con -pak- ‘estar muerto/morirse’ (104) a chi- ‘3’ con -kupaku- ‘matar’ (105):

(104) Te-paku-tu. (105) Chi-ku-paku eka upuji.3i-morir-pf 3-caus-morir dema pato‘Ya se murió.’ ‘Él mató a este pato.’

Cuando la acción del verbo es recíproca, el sujeto de la tercera persona cambia otra vez a ti- ‘3i’, porque el objeto ya no es enfocado:

(106) Ti-ku-paku-kuku kabe3i-caus-morir-rec perro‘Los perros están matándose entre ellos.’

Aparentemente, la mayoría de los causativos derivados ya están lexicalizados.

2.2.5.6. Volver hacer -pun

La palabra puna(chÿ) ‘otro’ probablemente tiene la misma etimología que el sufijo -pun que marca que una persona vuelve a hacer algo, como en (107) y (108). La partícula upuna ‘otra vez’ también se aplica sin ane-xarla (109).

(107) Ti-chemu-pun-a. (108) Ti-nenÿiku-pun-u.3i-levantarse-otra.vez-irr 3i-vivir-otra.vez-real‘Se va a levantar otra vez.’ ‘Está vivo otra vez.’

(109) Ti-mÿji-bu upuna apuke.3i-secar-ipfv otra.vez suelo‘Se secó otra vez el suelo.’

Como se ve en (107) y (108), el sufijo -pun es uno de los sufijos que atraen la marcación del irrealis o realis, lo que se manifiesta por la alternación entre las vocales -a ‘irr’ y -u ‘real’.

2.2.5.7. Orden de los morfemas en una palabra verbal

Aunque aquí no hemos mostrado todos los morfemas verbales, la figura 5 presenta el orden predominante de una palabra verbal:

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Figura 5 Estructura del sintagma verbal

prefijopersonal(sujeto)

base verbal sufijos verbalessufijopersonal(objeto)

causku-

raízverbal

red incorpo-ración

sufijotemático

-k(u)

rec-kuk (u)

rfl-pu

‘otra vez’-pun

real-u

ipfv-(ku)bu

irr-a

Este modelo da la impresión de ser muy complejo, pero el paunaka en realidad no anexa muchos morfe-mas a una base verbal. En muchos casos no es más que uno. Además, faltan algunos morfemas en la lista que todavía deben ser analizados. Entonces el modelo tendría que ser más complejo aún.

2.2.5.8. Otros sufijos predicativos

Además de los sufijos verbales, hay también sufijos que se anexan a cualquier tipo de predicado. Por eso, aquí los llamamos sufijos predicativos. Se han encontrado tres sufijos predicativos – señalados en la figura 6 – que no se excluyen mutuamente, pero que tampoco aparecen juntos en muchos ejemplos.

Figura 6 Sufijos predicativos

Base predicativaintns pf también-yu -tu -ku

El sufijo intensivo -yu se usa en el sentido de ‘muy, mucho o bien’:

(110) Micha-na-yu isÿjibe.bueno-nml-intns flor‘Es muy bonita la flor.’

(111) Ti-kuti-yu sache – kuina-yu t-a-kuti sache3i-fuerte-intns sol neg-intns 3i-irr-fuerte sol‘está muy fuerte el sol' ‘no está muy fuerte el sol’

(112) Ti-niku-nube-yu3i-comer-pl-intns‘Ellos comieron mucho/comieron bien.’

El sufijo -tu se llama ‘perfecto’ aquí, porque tiene el sentido de que ya ha pasado algo o que ya existe el estado.

(113) Kaku-tu ch-ima. (114) Ti-yÿtiku-bu-tu.ex-pf 3-marido 3i-cocinar-ipfv-pf‘Ya tiene su marido.’ ‘Ella ya cocinó.’

También se sufija a los préstamos del castellano, como pasau ‘pasar’ en (115). A menudo el sufijo -tu aparece más de una vez en una oración:

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PAUNAKA 249

(115) Te-pike-tu pasau-na-tu ÿku.3i-chilchilar-pf pasar-irr-pf lluvia‘Está chilchilando ya, ya va a pasar la lluvia.’

El perfecto se refiere tanto al presente como al pasado; la interpretación depende del morfema en modo realis o irrealis. Comparen las dos frases en (116):

(116) a. Ti-paka-tu. b. Ti-paku-tu. 3i-morir.irr-pf 3i-morir-pf ‘Ya se va a morir.’ ‘Ya se murió.’

En (117) se ve la posición externa del sufijo perfecto -tu, siguiendo al sufijo plural -nube.

(117) Ti-niku-nube-tu.3i-comer-pl-pf‘Ellos ya comieron.’

El paunaka tiene una partícula relacionada metu ‘ya’ que puede reemplazar al sufijo -tu ‘pf’, que funciona como un adverbio. El sufijo -(u)ku se traduce como el adverbio ‘también’ en castellano y se anexa a cualquier parte de la palabra, pero mayormente a los predicados. En (118), se anexa al pronombre de la tercera persona, en (119) al sustantivo (que es parte del predicado) y en (120) se ve que -(u)ku ‘también’ puede ser anexado varias veces en una sola oración:

(118) Echÿu-ku ti-niku-tu.pro:3-también 3i-comer-pf‘Él también comió.’

(119) Ja, nauku kaku n-ubiu-ku nechu-yae … comunidad-yae Santa Rita.sí allá ex 1sg-casa-también allá-loc   comunidad-loc Santa Rita‘Sí, allá tengo casa también, … en la comunidad de Santa Rita.’

(120) Nÿti kuina-ku nÿ-sacha-ku ni-nik-i-a-pi.pro:1sg neg-también 1sg-querer.irr-también 1sg-comer-¿?-irr-2sg‘Yo tampoco quiero hacerte comer.’

2.2.6. Adverbios y otras partículas

El paunaka tiene una cantidad de partículas que funcionan como adverbios, pero la mayoría lleva morfemas verbales o predicativos, incluso prefijos personales, aunque ya lexicalizados. Por eso, parece que tienen sus orígenes en la predicación. En esta sección, se muestran estas partículas en orden semántico:

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Cuadro 6 Partículas locativas

Paunaka Castellanonaka aquínauku allátukiu de alláanÿke arriba (cielo)apuke abajo (suelo)

Varios elementos locativos también sirven como sustantivos, como, por ejemplo, apuke ‘abajo, suelo’.

Cuadro 7 Partículas temporales

Paunaka Castellanotanÿma ahora(ta)nÿmayu reciéntajaibÿti (hasta) mañanaukuine ayerukuinebu anteayermane en la madrugadatuseinatu al mediodía(tÿ)bane antes, hace muchonebuyu cuando, asímetu ya

No es casualidad que varias formas comiencen con la consonante t, ya que se trata del marcado de la tercera persona t(i)- ‘3i’; es decir, estas formas son iguales a los verbos, y pueden también llevar otros morfe-mas verbales para acomodarse en el contexto. Así también la consonante ch- en las partículas del cuadro 8 se deriva del marcado de la tercera persona transitiva.

Cuadro 8 Otras partículas adverbiales

Paunaka Castellanochÿnachÿ primero (= uno)chinajiku únicochinaitu últimochubui mayor (hermano)tumuyubu todomicha bienchikuye así, de esta maneraechÿuku también(u)puna/punuka otra vez

La base adverbial micha ‘bien’ también se usa frecuentemente como adjetivo, que se deriva de una forma predicativa michana ‘bonito’ con el sufijo -na ‘nml’. En conversaciones, ocurren varias partículas pragmáticas para señalar una afirmación o desacuerdo con una actitud, para recibir atención o mandar a alguien, como se observa en el cuadro 9, que muestra, además, los saludos:

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Cuadro 9 Partículas discursivas y saludos

Paunaka Castellanoja síchibu sí, verdadkuina nojani miramicha saludo generalmichabi hola (a una persona)michae hola (a varias personas)¡nabi! ¡anda! (a hacer algo); partícula imperativachapie gracias

El saludo puede cambiar según la cantidad a través del marcado de persona igual al marcado presentado en 2.2.4 de los predicados no verbales:

(121) a. ¡Micha-bi ni-uma! b. ¡Micha-e ni-piji-ji-nube! bien-2sg 1sg-abuelo bien-2pl 1sg-hermana-distr-pl ‘¡Hola mi abuelo!’ ‘¡Hola mis hermanas!’ (dicho por una mujer)

Así también se puede dar las gracias dirigiéndose a la persona directamente:

(122) Chapie-bi-yu.gracias-2sg-intns‘Muchas gracias a ti.’

La partícula imperativa puede cambiarse de la misma manera:

(123) ¡Na(¿b?)-bi nauku pi-piji-yae!imp-2sg allá 2sg-hermana-loc‘¡Anda allá donde tu hermana!’

(124) ¡Nab-e tanÿma kampiau-e-na!imp-2pl ahora cambiar-2pl-irr‘¡Anden, cámbiense ahora!’

2.3. Sintaxis

2.3.1. Orden de los constituyentes

Como mínimo, una cláusula consiste en un predicado, cuyo sujeto es marcado por un afijo personal (cf. 2.2.5.1). El análisis del prefijo transitivo de la tercera persona chi- nos lleva a la conclusión de que éste tam-bién marca un objeto directo, que además puede ser marcado por un sufijo personal (cf. 2.2.5.2). De hecho, la cláusula más simple es la más común de los verbos:

(125) Nÿ-buichaka. (126) Chi-chupuiku-nube-tu. (127) Chi-kechu-chi.1sg-sembrar.irr 3-conocer-pl-pf 3-decir-3‘Yo voy a sembrar.’ ‘Ellos ya (le) conocieron.’ ‘Él le dijo.’

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El orden de palabras no es fijo, pero ciertas combinaciones tienen preferencia. El orden menos marcado es SVO, con los dos argumentos representados por frases nominales:

(128) S V O Eka kabe chi-kupak-u upuji.

dema perro 3-matar pato‘Este perro mató a los patos/a un pato.’

En general, es más común tener sólo un argumento central representado por una frase nominal explícita, en cuyos casos tenemos VS o VO:

(129) V S Ti-nika-nube sesejinube.

3i-comer.irr-pl chico.pl‘Van a comer los chicos.’

(130) V O Chi-niku-bu kusibe.

3-comer-cop hormiga‘Se comió hormigas (la gallina).’

El orden de palabras puede ser cambiado para focalizar uno de los constituyentes. Por eso, por ejemplo, el objeto también puede preceder al verbo. Compárese (131) con (130):

(131) O V Ni-yÿtÿe ne-nika.

1sg-comida 1sg-comer.irr‘Voy a comer mi comida.’

Los adverbios temporales por lo general se colocan al inicio de la cláusula, mientras que las frases loca-tivas (y otros objetos oblicuos) siguen al verbo y los otros argumentos centrales:

(132) ADVtmp V Oloc Mane ni-yuna asaneti-yae.

madrugada 1sg-ir.irr chaco-loc‘En la madrugada me voy al chaco.’

(133) ADVtmp Spro V Oloc Tajaibÿti piti pi-yuna chi-sane-yae.

mañana pro:2sg 2sg-ir.irr 3-chaco-loc‘Mañana tú te vas a su chaco.’

Los sujetos pronominalizados siempre preceden al verbo, como se ve en (133). Con sujetos representa-dos por pronombres personales, se observa el orden general SV. Los predicados no verbales también se dan al inicio de la cláusula, seguidos del NP del sujeto. Esto se ejemplifica en (134) con un predicado adjetival:

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PAUNAKA 253

PRED S(134) Temena ikupa.

grande nube‘La nube es grande.’

Los sujetos pronominalizados también preceden a los predicados no verbales, como en el ejemplo (135) con un predicado nominal y en (136) con un predicado adjetival:

(135) Spro PRED (136) Spro PREDPiti nÿ-a. Piti tÿnai.pro:2sg 1sg-padre pro:2sg alto‘Tú eres mi padre.’ ‘Tú eres grande.’

2.3.2. Negación

La negación se construye con la partícula kuina ‘neg’ que se antepone al predicado, el cual entonces cambia del modo realis en irrealis:

(137) Ne-kichu. – Kuina ne-kicha.1sg-invitar neg 1sg-invitar.irr‘(Le) invité.’ ‘No (le) invité.’

(138) Ni-kutiu-tu. – Kuina n-a-kuti-bu.1sg-enfermo-pf neg 1sg-irr-enfermo-ipfv‘Yo estoy enferma.’ ‘No estoy enferma.’

En la predicación no verbal, la partícula negativa acompaña al marcador irrealis -(i)na ‘irr’ en el predi-cado.

(139) Kuina ni-yae-na chi-yae n-ima.neg 1sg-loc-irr 3-loc 1sg-marido‘No es mío, es él (sombrero) de mi marido.’

(140) Kuina yÿtÿuku-ina ne-nÿki-yae. (141) Kuina enuï-na.neg comida-irr 1sg-boca-loc neg verde-irr‘No hay comida en mi boca.’ ‘No es verde.’

Como gran parte de los predicados prestados de verbos castellanos se comportan como predicados no verbales, éstos también reciben el sufijo negativo:

(142) Kuina puere-bi-na bi-suika echÿu b-etea.neg poder-1pl-irr 1pl-escribir.irr demb 1pl-idioma‘No podemos escribir nuestro idioma.’

La partícula negativa kuina también puede ser un predicado por si mismo, como en (143):

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(143) Kuina-nube.neg-pl‘No hay ellos.’

A través de kuina también se derivan otros sentidos negativos: kuinauku ‘tampoco’, kuinakÿ ‘todavía no’.

2.3.3. Formación de preguntas

Algunas preguntas se forman por medio de una partícula interrogativa al inicio de la cláusula. El cuadro 10 presenta una lista de estas partículas:

Cuadro 10 Partículas interrogativas

Paunaka Castellanochija ¿qué?, ¿quién?chikuina ¿por qué no?chiuyakena ¿por qué?juchu ¿dónde?, (¿cuál?)juchubu ¿dónde está?juchu(bu) tijai ¿cuándo fue? (¿en el pasado?)juchubuke(na) ¿cuándo será? (¿en el futuro?)tumaiyi ¿cuándo? (¿a qué hora del día o cual día?)jukajaneche ¿cuántos hay? (no humanos)jukanubeche? ¿cuántos hay? (humanos)

La mayor parte de las partículas en el cuadro 10 son formadas sobre la base de la forma chija ‘¿qué?’ y juchu ‘¿cuál?, ‘¿dónde?’. La partícula juka-jane-che (cuánto-cntd-3) ‘¿cuántos?’ puede tener una relación etimológica con juchu. La partícula chija ‘qué’ se usa también como pronombre relativo en frases indicativas. En (144) a (148), hay algunos ejemplos de cláusulas interrogativas.

(144) ¿Chija chi-nika eka kunyue? (145) ¿Chija chi-chabu kabe?qué 3-comer.irr dema tapití qué 3-hacer perro‘¿Qué está comiendo este tapití?’ ‘¿Qué hace el perro?’

(146) ¿Juchu eka p-ubiyu? (147) ¿Chija-kena ti-bu-che eka?dónde dema 2sg-casa qué-dub 3i-pie-3 dema‘¿Dónde está tu casa?’ ‘¿Cuyo será este pie?’

(148) ¿Juka-jane-che churupepe?cuánto-cntd-3 mariposa‘¿Cuántas mariposas son?’

2.3.4. Combinación de cláusulas

Para combinar cláusulas, el paunaka utiliza muchos préstamos del castellano, como las partículas conectivas pero, entonces, y, o, como. Hay tres partículas paunakas que se usan frecuentemente: chikuye ‘así, de esta manera’, tanÿma ‘luego’ y nechukÿe ‘por eso’:

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PAUNAKA 255

(149) Ti-yunu chi-sane-yae, nechukÿe kuina ch-ubiu-yae.3i-ir 3-chaco-loc por.eso neg 3-casa-loc‘Se fue a su chaco, por eso no está en su casa.’

No parece ser muy común combinar cláusulas de una manera muy compleja. Lo que se encuentra muy a menudo son cláusulas relativas que se introducen con el pronombre chija ‘que’, también usado en cláusulas interrogativas.

(150) Eka punachÿ chija asul-mÿne pise.dema otro que azul-dim pájaro‘Hay otro que es un pajarito azul.’

También es común encontrar frases complementadas con dos o más frases verbales o predicativas yux-tapuestas:

(151) ¿Pi-sach-a pi-yuna pasea-pu-ina ch-ubiu-yae pi-piji?2sg-querer-irr 2sg-ir.irr pasear-¿?-irr 3-casa-loc 2sg-hermano‘¿Quieres ir a visitar la casa de mi hermano?’

(152) Ni-sacha chi-yÿtikapu pi-tÿpi.1sg-querer.irr 3-cocinar 2sg-ben‘Quiero que cocine para ti.’

3. Texto

3.1. Echÿu mupÿinube ‘El diablo’

Contado por Miguel Supepí y grabado por Lucrecia Villafañe en 2006.

T1 Kaku tÿbane ruschÿ jente-nube. ex antes dos hombre-pl ‘Antes había dos hombres.’

T2 Echÿu ti-yunu-nube echÿu ti-tuikupa-nube. pro:3 3i-ir-pl pro:3 3i-cazar.irr-pl ‘Ellos se fueron a cazar.’

T3 Chi-kupujiku-nube pariki-jane ÿba. 3-encontrar-pl varios-cntd chancho ‘Encontraron varios chanchos (cerdos salvajes).’

T4 Chi-ku-paku-nube nebutu dyes ÿba. 3-caus-morir-pl casi diez chancho ‘Mataron alrededor de 10 cerdos salvajes.’

T5 Nebuyu chÿ-jimui~mu-ku-nube chi-samuku-nube chinajiku ti-yebui. cuando 3-asar~red-tem-pl 3-escuchar-pl alguien 3i-gritar ‘Cuando (los) asaron, escucharon un grito.’

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T6 Chÿnachÿ jente chi-jakupu ti-yebui-kuku. uno hombre 3-contestar 3i-gritar-rec ‘Un hombre contestó, se gritaron uno al otro.’

T7 Echÿu punachÿ jente kuina ti-sacha chi-jakupa. demb otro hombre neg 3i-querer.irr 3-contestar.irr ‘El otro hombre no quería contestar.’

T8 Echÿu ti-yebui che-mÿbane-bu-yu-tu. demb 3i-gritar 3-acercarse-ipfv-intns-pf ‘El grito se acercó más.’

T9 Echÿu-nube ti-tuiku-nube kuina echÿu chi-chupa-nube demb-pl 3i-cazar-pl neg pro:3 3-saber.irr-pl

chija echÿu mupÿinube echÿu ti-bÿsÿ-pun-a. que demb diablo pro:3 3i-venir-otra.vez-irr ‘Los cazadores no sabían que era el diablo él que iba a venir.’

T10 Kuina kaku-ina chija echÿu mupÿinube ti-tupunu-bu neg ex-irr que demb diablo 3i-llegar-ipfv

echÿu jente chija kuina chi-jakupu ti-punu yÿkÿke-yae demb hombre que neg 3-contestar 3i-subir árbol-loc ‘Antes de que llegara el diablo, el hombre que no contestó, se subió al árbol.’

T11 Tukiu anÿke chi-muku-bu chi-churapa-ne. desde arriba 3-mirar-ipfv 3-compañero-pos ‘Desde arriba miraba a su compañero.’

T12 Nebuyu echÿu mupÿinube ti-tupunu chi-mu chÿeche cuando demb diablo 3i-llegar 3-ver 3.carne

ti-ma ÿba i chÿnachÿ jente. 3i-cocido cerdo y uno hombre ‘Cuando el diablo llegó, vio la carne de cerdo cocida y un hombre.’

T13 Tanÿma echÿu mupÿinube ti-kechu: ¡pi-punaka-ne chÿeche! entonces demb diablo 3i-decir 2sg-dar.irr-1sg 3.carne ‘Entonces el diablo dijo: ¡Dame la carne!’

T14 Echÿu jente chi-jakupu-chi: ¡pi-jakupa pi-niku demb hombre 3-contestar-3 2sg-recibir.irr 2sg-comer ‘El hombre le contestó: ¡Recibí, come!’

T15 Echÿu jente che-puiku mupÿinube-tÿpi pÿkinai. demb hombre 3-dar diablo-ben poco ‘El hombre le dio un poco al diablo.’

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T16 Tanÿma-paiku che-puiku echÿu-nube musuji-jane luego-rep 3-dar demb-pl cuero-cntd

echÿuku che-chÿti-jane ÿba. también 3-cabeza-cntd chancho ‘Luego le dio los cueros, también las cabezas de los cerdos salvajes.’

T17 Echÿu mupÿinube chi-jikupu tumuyubu. demb diablo 3-tragar todo ‘El diablo tragó todo.’

T18 Nebuyu kuina-bu-yu-tu chÿeche echÿu mupÿinube chi-niku echÿu jente. cuando neg-ipfv-intns-pf 3.carne demb diablo 3-comer demb hombre ‘Cuando no había más carne el diablo comió al hombre.’

T19 Echÿu mupÿinube ti-yunu-ku nebuyu chi-jiku-tu demb diablo 3-ir-también cuando 3-acabar-pf

chi-nik-i-u-chi echÿu jente. 3-comer-¿?-real-3 demb hombre ‘El diablo se fue cuando ya había acabado de comerlo al hombre.’

T20 Echÿu jente chija anÿke echÿu yÿkÿke chi-kupu demb hombre que arriba demb árbol 3-bajar

apuke-yae i ti-kutijiku. suelo-loc y 3i-escapar ‘El hombre que estaba arriba del árbol bajó al suelo y escapó.’

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