paternidad y maternidad -...
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Paternidad y maternidadresponsables
Walter Fuidio Choca sdb
Montevideo, 2001
CHARLAS PREMATRIMONIALES
según las enseñanzas de la Iglesia
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La vida y el amor matrimonial: don de Dios
Comenzamos con una afirmación con la cual la mayoría denosotros podemos estar de acuerdo: nuestra vida
es un don de Dios. En efecto nadie ha pedido nacer hombreo mujer. Este maravilloso regalo de la vida, nos ha sido dadogratuita y amorosamente por Dios.
De aquí deducimos, que también el amor matrimonial, es undon de Dios. Por lo cual, nos dice Juan Pablo II, que es urgentereavivar la conciencia del amor conyugal como don o regalo deDios, que el Espíritu Santo derrama, mediante el sacramento delmatrimonio, en el corazón de los esposos cristianos.
Don de Dios confiado a la responsabilidad del hombre y lamujer; que da luz y fuerza a la existencia y a la vida moral de losesposos.
Necesitamos pues, ser más sensibles y valorar más estebien humano y cristiano de la pareja y de la familia.Pero para aceptar el proyecto de Dios sobre el matrimoniohay que superar dificultades, vencer la mediocridad y noamoldarse al conformismo dominante. Tratando de serabiertos y buscando con valentía la verdad sobre el amormatrimonial cristiano.
Primera Parte
Introducción
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Porque el porvenir de la civilización del amor y de la vida,depende en gran medida de la calidad moral y espiritual delmatrimonio y de la familia.
Para lograr esta calidad moral y espiritual es necesarioanunciar la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y poner,de parte de cada uno, todo el esfuerzo para vivirla en la existenciacotidiana.
Los caminos del amor matrimonial
�Antes de haberte formado yo en el senomaterno, te conocía, y antes que nacieses,
te tenía consagrado.� (Jer. 1,5)
Si Dios nos ha regalado la vida como hombres y mujeres:¿quién puede haber establecido los caminos por los cuales elamor humano y la vida deben desarrollarse, sino Él y su Iglesia?
Por eso �La Iglesia enseña la verdad moral sobre la paternidady maternidad responsables, defendiéndola de las visiones y tenden-
cias erróneas difundidas actual-mente�. 1
En relación con la paterni-dad y maternidad responsa-bles, el Concilio Vaticano IInos dice que: �no es lícito a loscristianos ir por caminos que laIglesia rechaza sobre la regula-ción de la natalidad�. 2
El mismo Concilio afirmaque la unión conyugal sólopuede ser comprendida recu-rriendo a los valores de lapersona y de la entrega.
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La educación de laconciencia en elevangelio de la vida
Juan Pablo II nos dice en la carta Encíclica sobreel valor de la vida humana: �Es una ilusión pensar quese puede construir una verdadera cultura de la vidahumana, si no se ayuda a los jóvenes a comprender yvivir la sexualidad, el amor y toda la existencia segúnsu verdadero significado y en su íntima correlación. Lasexualidad, riqueza de toda la persona, �manifiesta susignificado íntimo al llevar a la persona hacia el don desí misma�.
Por tanto, no se nos puede eximir de ofrecer sobre todoa los adolescentes y a los jóvenes la auténtica educa-ción de la sexualidad y del amor, una educación queimplica la formación de la castidad, como virtud quefavorece la madurez de la persona y la capacita pararespetar el significado �esponsal� del cuerpo.
La labor de educación para la vida requiere la formación delos esposos para la procreación responsable. Ésta exigeen su verdadero significado, que los esposos sean dóciles ala llamada del Señor y actúen como fieles intérpretes de sudesignio: esto se realiza abriendo generosamente la familiaa nuevas vidas y, en todo caso, permaneciendo en actitud deapertura y servicio a la vida incluso cuando, por motivosserios y respetando la ley moral, los esposos optan por evitartemporariamente o a tiempo indeterminado un nuevo naci-miento.
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La ley moral les obliga de todos modos a encauzar lastendencias del instinto y de las pasiones y a respetar lasleyes biológicas inscritas en sus personas.
Precisamente este respeto legitima, al servicio de laresponsabilidad en la procreación, el recurso a los métodosnaturales de regulación de la fertilidad; éstos han sidoprecisados cada vez mejor desde el punto de vista científicoy ofrecen posibilidades concretas para adoptar decisionesen armonía con los valores morales. Una consideraciónhonesta de los resultados alcanzados debería eliminarprejuicios todavía muy difundidos y convencer a los esposo,y también a los agentes sanitarios y sociales, de la importan-cia de una adecuada formación al respecto.� 3
Porque la conciencia no es una fuente autónoma y exclusivapara decidir sobre lo que es bueno y malo. En la concienciaestá grabado un principio de obediencia a la norma objetivasobre el que se debe basar el comportamiento humano.
PARA DIALOGAR
¿Cómo podríamos responderal proyecto de Dios sobrenuestro matrimonio?
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“Maestro bueno, ¿qué hede hacer para conseguirla vida eterna?”
Jesús le dijo: �¿por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sinosólo Dios� (Mc 10,18).Hoy Jesucristo se hace contemporáneonuestro, a través de la Iglesia; en ella nos explica el camino delbien que es preciso seguir en la vida matrimonial.
Porque la crisis moral demuchos cristianos y espososque separan fe y vida, tiene sucausa en la incapacidad de re-conocer a Jesucristo como nor-ma universal y concreta delobrar bien.
En efecto nuestro destinotemporal y eterno está ligado alconocimiento en la fe y al segui-miento en el amor de Jesucris-to.
Seguir a Cristo es el funda-mento de la moral cristiana.Por eso �el modo de actuar deJesús y sus palabras, constitu-yen la regla moral de la vidacristiana matrimonial�. 4
�Una moral cristiana cuyo centro es el amor de Cristo y la graciadel Espíritu Santo, y cuya fuente principal es el Evangelio, y enparticular el sermón de la montaña.� 5 Junto con los mandamientosque expresan valores vinculados con la verdad y la dignidad del
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hombre y la mujer. Juan Pablo II nos dice que el sentidomoral se fundamenta y se realiza en el sentido religioso.
Allí hallamos la respuesta a los problemas morales de lapersona y del matrimonio.
Cristo nos da el significado auténtico de la libertad quesiempre tiene que estar relacionada con la verdad y nos invitaa emprender el camino de la perfección, a subir la montaña dela santidad matrimonial.
Porque tenemos una vocación universal a la santidad; ytodos los bautizados compartimos este común llamado de Diosa participar, intensamente, de su santidad: �Sean santos, puesyo, soy Santo� (Lev. 19,20).
�Los santos y las santas han sido siempre fuente y origen derenovación en las circunstancias más difíciles de toda la historia dela Iglesia.� 6
Los santos son el testimonio más espléndido de la vidacristiana... y humana.
Hoy tenemos gran necesidad de esposos santos, en toda suconducta.
PARA DIALOGAR
¿Qué significa para nuestravida concreta, que Jesucristosea el fundamento de nuestrocomportamiento religioso ymoral, como esposos?
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3La maternidady paternidadresponsables
Se trata del importante problema de la transmisión de la vidaen la convivencia conyugal según el Espíritu del Evangelio.
�La paternidad y maternidad se refieren directamenteal momento en que el hombre y la mujer, uniéndose �enuna sola carne�, pueden convertirse en padres. Estemomento tiene un valor muy significativo, tanto por surelación interpersonal como por su servicio a la vida.Ambos pueden convertirse en procreadores �padre ymadre� transmitiendo la vida a un nuevo ser humano.Las dos dimensiones de la unión conyugal, la unitiva yla procreativa no pueden separarse artificialmente sinalterar la verdad íntima del mismo acto conyugal.� 7
Separadas artificialmente tenemos el acto incorrecto de laanticoncepción.
Concretamente la anticoncepción se realiza impidiendo elnacimiento a través del uso de los anticonceptivos, el diu(dispositivo intra uterino) y otros medios artificiales.
Esto no es moralmente correcto y la Iglesia nos enseñaque los bautizados no pueden recurrir a estos medios;incluso algunos de los cuales, además de ilícitos, sonabortivos. (Ej.: las píldoras anticonceptivas y el diu).
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�La Encíclica Humanae Vitae exhorta a los esposos a formarseuna conciencia iluminada de su dignidad y del valor que tiene paraellos y para la comunidad el ejercicio de la paternidad y maternidadresponsable.� 8 Ésta se coloca en el ámbito del amor y lleva a losesposos a un don libre y gratuito de sí mismos. La responsabilidaden la procreación es más bien expresión y fruto de la auténticaentrega, que freno a la generosidad de amor.
Para una lícita regulación de los nacimientos, nos dicePablo VI:
�Por consiguiente, si para espaciar los nacimientosexisten serios motivos, derivados de las condicionesfísicas o psicológicas de los cónyuges o de circunstan-cias exteriores, la Iglesia enseña que entonces es lícitotener en cuenta los ritmos naturales inmanentes a lasfunciones generadoras para usar del matrimonio sóloen los períodos infecundos y regular así la natalidadsin ofender los principios morales.� 9
Esta enseñanza ha encontrado, posteriormente, una impor-tante confirmación por parte de la ciencia. Se ha producido hoyuna significativa valorización de los métodos naturales.
Lo que la Iglesia llama �paternidad responsable� no quieredecir procreación ilimitada o falta de conciencia de lo que implicaeducar a los hijos.
�Hay que evitar resueltamente la propaganda o la desinformaciónencaminada a persuadir a los esposos a que limiten su familia a unoo a dos hijos, y hay que apoyarlos cuando deciden generosamentetener una familia numerosa.� 10
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Días Infértiles Días Fértiles Días Infértiles
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Vida, amor conyugaly Espíritu
En los tres puntos siguientes veremos algunos criteriosprofundos que fundamentan el compromiso de una paternidady maternidad responsable.
Dios es el Señor de la vida. El hombre y la mujer soncooperadores del poder creador de Dios. En el origen de todapersona humana hay un acto creador de Dios; ningún hombreviene a la existencia por azar, es siempre el término del amorcreador de Dios.
De esta fundamental verdad de fe y de razón resulta que,la capacidad procreadora inscrita en la sexualidad humana es,en su verdad más profunda, cooperación con la potenciacreadora de Dios.
Por eso la Iglesia enseña que cualquier acto matrimonialdebe quedar abierto a la transmisión de la vida.
�Cuando mediante la anticoncepción los esposos privan alejercicio de su sexualidad conyugal su potencial capacidadprocreadora, se atribuyen un poder que sólo a Dios pertenece,el poder de decidir en última instancia la venida de una personahumana a la existencia. Se atribuyen la facultad de serdepositarios últimos de la fuente de la vida humana y no sólode ser cooperadores del poder creador de Dios.
En esta perspectiva, la anticoncepción se ha de considerar,objetivamente, tan profundamente ilícita, que jamás pue-de justificarse por razón ninguna.
1. Dios es el Señor de la vida
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Segunda Parte
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Afirmar lo contrario equivale a opinar que se pueden dar enla vida humana situaciones tales que sea lícito no reconocera Dios como Dios.� 11
La regulación natural de la fertilidad es moralmente recta, encambio la anticoncepción no lo es.
2. La persona humana y el amor conyugal
Entrega de toda la feminidad y la masculinidad.La conexión inseparable, de que habla la Encíclica Humanae
Vitae, entre el significado unitivo y el significado procreador,inscritos en el acto conyugal, nos hace comprender que el cuerpoes parte constitutiva del hombre y pertenece al ser de su personay no a su poseer.
En el acto que expresan su amor conyugal, los esposos estánllamados a hacer cada uno don de sí al otro, y nada de cuantoconstituye su ser personal, puede quedar excluido de estadonación. El amor conyugal, que es amor interpersonal, estátotalmente centrado en la persona, en el bien de la persona. Estebien es lo que los esposos se dan mutuamente.
El acto anticonceptivointroduce una limitaciónsustancial en lo interiorde esta donaciónrecíproca y expresa elrechazo objetivo de darcada uno al otro todo elbien de la feminidad y lamasculinidad.
�La anticoncepción contradice la verdad del amor conyugal.Porque la lógica de la entrega total del uno al otro implica la potencialapertura a la procreación�. 12
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3. La ley nueva de Dios
El Espíritu Santo hace posible lo que no es posible al hombreabandonado a sus solas fuerzas.La gracia del Espíritu Santo dada mediante la fe en Cristo, esla ley nueva de Dios.
No se pueden ignorar las dificultades que encuentran losesposos para ser fieles a esta ley de Dios. Por eso es preciso hacertodo lo posible para que ellos reciban ayuda adecuada.
Querer limitar este proyecto de Dios, es una falta de respetoa la dignidad del hombre. Lo que Dios nos pide es apto para todohombre y toda situación.
�El espíritu donado a los creyentes escribe en nuestrocorazón la ley de Dios y, por lo tanto, ésta no se nos imponesólo desde fuera, sino que se nos da interiormente.
Creer que existen situaciones en que de hecho no esposible a los esposos ser fieles a todas las exigen-cias de la verdad del amor conyugal, equivale aolvidar el acontecimiento de gracia que caracteri-za la Nueva Alianza, es decir que la gracia delEspíritu Santo hace posible lo que no es posible alhombre abandonado a sus solas fuerzas.
De modo que es preciso sostener a los esposos en su vidaespiritual, invitarles a que recurran con frecuencia a losSacramentos de la Confesión y de la Eucaristía, para queestén retornando continuamente y convirtiéndose sin cesara la verdad de su amor conyugal.� 13
Porque todos, incluidos los esposos, están llamados a la santidadmatrimonial y ésta es una vocación que puede exigir inclusoheroísmo. No hay que olvidarlo.
Así nos vamos haciendo más semejantes a Cristo, que se hizoservidor de todos hasta el don de sí mismo en la cruz. (Flp. 2, 5-8). Y ésta es una posibilidad abierta al hombre, exclusivamente,por la gracia de Dios. 14
Veamos un testimonio notable de este dar la vida por amor.
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�El aborto, que destruye la vidahumana existente, es un crimen
abominable, y no puedeaceptarse nunca como método de
planificación familiar...Lo mismo la esterilización,
difundida cada vez más comométodo de planificación familiar,
es evidentemente inaceptable acausa de su finalidad y su
capacidad de violar losderechos humanos, en especial
de la mujer.� 16
Bérgamo, 27 (Ansa). Un nuevocaso de madre-coraje conmueve hoya los 57 millones de italianos: la jovenCarla Levati de Ardenghi, de 28 años,murió hoy ocho horas después dehaber dado a luz un niño que quisotraer al mundo pese a que los médicosle aconsejaron un aborto para operarlade cáncer. La mujer llegó al parto enestado de coma, tras meses de gran-des sufrimientos físicos que soportópara evitar que los fármacos que po-dían calmarle el dolor dañaran al fetoque llevaba en el seno materno.
Su caso recuerda el de GiovannaBeretta Molla, una joven italiana queprefirió morir para llevar adelante suembarazo y que el Papa Juan Pablo IIbeatificará dentro de poco.
Carla Levati de Ardenghi había sidooperada de cáncer poco después delnacimiento de su primer hijo, Riccardo.Hace siete meses quedó nuevamenteembarazada. Pero con la gravidez des-cubrió que el tumor se había reproducido.
Los médicos le aconsejaron unainmediata intervención quirúrgica, quecomportaba también un aborto.
De acuerdo con su marido ValerioArdenghi, un albañil, Carla prefirió elsufrimiento y dar a luz al nuevo hijo.
Su esposo escribió en estos me-ses un diario de las angustias y dolo-res vividos día por día. En una de lasúltima páginas escribió: “GraciasCarla, por haberme convertido en unhombre”.
Carla Levati había nacido enSeriate, provincia de Bérgamo, el 5 demayo de 1964. Huérfana de padre ymadre, criada por una tía, desde ado-lescente trabajaba como obrera. A los18 años conoció y se casó con ValerioArdenghi.
El lunes pasado se sintió mal y, yaen coma, fue llevada al Hospital Cen-tral de Bérgamo, donde los médicosdecidieron una intervención cesáreapues faltaban aún dos meses para elparto normal. La mujer murió ochohoras después.
El último deseo de Carla fue quesu segundo hijo fuera bautizado enla pequeña Iglesia de la Virgen deRoveri, donde mañana por la tardese realizarán sus funerales. 15
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Conocimiento dellenguaje del cuerpo ysus ritmos de fertilidad
Entre las condiciones necesa-rias para la paternidad y materni-dad responsables está el conoci-miento del lenguaje del cuerpo,releído en la verdad de sus ritmosde fertilidad. En tal sentido con-viene hacer lo posible para quesemejante conocimiento pueda lle-gar a todos los esposos, y ante todoa las personas jóvenes, medianteuna información, oportuna y seriapor parte de parejas, médicos yexpertos.
Existen métodos naturales de regulación de la natalidad�de acuerdo al respeto de la ley de Dios, y de la dignidad humana�(Juan Pablo II), y que podrán utilizar una vez casados. Concre-tamente, les sugerimos uno, el método Billings, que indica conprecisión el momento de ovulación y que sirve tanto paraconseguir como para diferir un embarazo. Ese método es seguro,inofensivo y moralmente lícito. Sugerimos a los novios interio-rizarse acerca del mecanismo de dicho método por lo menos tresmeses antes de casarse.
Pueden averiguar en su parroquia, si existen parejascapacitadas para asesorarles en el aprendizaje de este métodonatural.
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Según la visión cristiana la castidad significa energíaespiritual, que sabe defender el amor delos peligros delegoísmo y de la agresividad, y sabe promoverlo hacia surealización plena.
Sobre este punto M. Gandhi hace una notable afirmación:�Por consiguiente, para estar sano, en el verdadero sentido de lapalabra, hay que ser muy puro. Los malos pensamientos y laspasiones desordenadas no son más que formas diversas de enfer-medad�. 17
El dominio del instinto mediante la razón y la libre voluntad,impone a la pareja una disciplina, para que las manifestacionesafectivas de la vida conyugal sean rectas y particularmente paraobservar la continencia periódica.
Lo cual significa un compromiso para conocer, y aplicar losmétodos naturales de regulación de la fertilidad.
�Incluso mucho organismos internacionales no confesionalesreconocen ya la validez de esos métodos para el ejercicio responsablede la procreación. Por tanto deben ser propuestos confiadamente poruna pastoral familiar atenta a todo aspecto de una sana y serena vidaconyugal.� 18
La esterilización directa es un procedimiento que tienepor objetivo anular la función reproductiva. Puederealizarse en el hombre o en la mujer. En la mujer sehace a través de la ligadura de trompas y destruye unafunción fundamental, además de los relativos riesgosque conlleva dicha intervención.La supresión de la función de la procreación atentacontra el proyecto de Dios, lesiona los derechos huma-nos y no es aceptada por la Iglesia Católica. Esteatropello a la dignidad humana es con frecuenciapropuesto, irresponsablemente, como recurso para laregulación de la natalidad. Es inmoral tanto en la mujercomo en el hombre.
El conocimiento debe desembocar además en la educacióndel autocontrol, de ahí la absoluta necesidad de la virtud de lacastidad y de la educación permanente en ella.
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Los métodos naturales:la alternativaauténtica
ALGUNAS CONCLUSIONES DE UNCONGRESO DE EXPERTOS SOBRE
LOS MÉTODOS NATURALES 19
Los métodos naturales en el campo científico han sidoreconocidos por la misma Organización Mundial de la Saluddesde finales de 1982, por sus resultados positivos en eldistanciamiento de las concepciones.
Esta estrategia nueva en los procesos de fecundación, con-siste en conocer los ritmos de fertilidad, para respetarlos yseguirlos.
Los llamados métodos naturales no sólo se presentan ahoracomo una ayuda para solucionar desde el punto de vista técnicoalgunos problemas de la vida conyugal; sino que su uso implicauna visión global de la sexualidad y del amor humano. Una visiónintegral del hombre. Una cultura nueva.
La ética que sostiene y acompaña el uso de los métodosnaturales se caracteriza por el respeto, la responsabilidad,el compartir las decisiones, la acogida recíproca de losesposos como entrega mutua y total, y la justificaciónconsciente de los motivos que sugieren un nuevo nacimien-to o que aconsejan postergarlo, siempre en el respeto de lavida y de la persona.
Los expertos constatan de manera unánime la existenciadel aspecto comunitario, que se ve favorecido en las parejas porla necesidad natural de conocerse y de comunicar o compartirlas decisiones más importantes de su vida, a saber, la procrea-ción y la entrega de sí.
Es paradógico que se reivindique el respeto a la naturalezaexterior y se olviden, o se oculten deliberadamente, por motivos
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de lucro económico, las razones igualmente urgentes dedefensa y respeto de la corporeidad del hombre y la mujer.
La ecología del cuerpo pide la �desmedicación� de la sexua-lidad, su rescate de la explotación económica por parte delmercado de las medicinas anticonceptivas y el respeto a lafisiología normal de la sexualidad en sus mecanismos delicadosy complejos.
Los métodos naturales se caracterizan en respetar elfuncionamiento normal de la fisiología de la reproducciónhumana. Los anticonceptivos no son medicinas destinadasa curar una enfermedad, y el embarazo no es una enferme-dad.
La anticoncepción, el aborto y la esterilización han consti-tuido la base principal de los programas de planificación familiarelaborados por los organismos internacionales y se han impues-to a veces con el chantaje de la concesión de ayudas económicasy financieras a los países en vías de desarrollo; y se hanpromovido gracias a una propaganda intensa, que ha llegado atodos los rincones del mundo, con la alarma de la explosióndemográfica.
La anticoncepción se acerca hoy cada vez más a la configu-ración del aborto químico, mediante una serie de invenciones
La vida comienza sinceramente en elmomento de la fertilización. En eseinstante, cuando el esperma y elhuevo se unen para formar una célulaúnica, una nueva vida humana escreada. Todas las características decada persona –sexo, color de losojos, tamaño del pie, inteligencia,etc.– están determinados en lafertilización por el código genético delbebé en los 46 cromosomashumanos.Cada persona comienza como unacélula singular. Nada nuevo se le haañadido excepto oxígeno y nutrición.Esta fotografía fue tomada a lastreinta horas después de lafertilización.20
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farmacológicas que interceptan o son anticonceptivas y quetienden a impedir que el óvulo fecundado, donde está presentey vivo el nuevo ser humano, se implante definitivamente (píldo-ras de baja dosificación, vacunas de implantación subcutáneas,espirales y anillos vaginales de diversos tipos, hasta la triste-mente célebre píldora RU 486).
La difusión de los métodos naturales son una verdaderaalternativa a la anticoncepción y a la planificación familiar; enla que la palabra alternativa quiere subrayar la diferenciarespecto a la anticoncepción y a las estrategias contra lanatalidad difundidas ampliamente en todo el mundo. Y es unhecho que cada día más, forman parte de la programacióncatequística de preparación para el matrimonio.
Juan Pablo II ha destacado que los métodos naturalesson �... una auténtica liberación de tantos abusos de
poder contra las mujeres y la familia en los paísesindustrializados y, en mayor medida aun, en los paí-ses en vías de desarrollo y son accesibles a cualquierpareja del mundo, incluidos los países más pobres o
menos desarrollados económicamente�. 22
Este bebé tiene solamenteseis semanas. Tressemanas antes, el corazónde este niño empezó a latiry bombear sangre. El tipode sangre del bebémuchas veces es diferenteal tipo de sangre de lamamá.Un microscopio revelaríaque este bebé pequeñotiene 46 cromosomashumanos en cada célula,demostrando claramenteque éste es un serhumano.A las seis semanas, elbebé tiene ondascerebrales que pueden sermedidas con unelectroencefalograma.21
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★ La procreación artificialy la manipulación genética
Juan Pablo II nos recuerda que nadie tiene el poder demanipular genéticamente a una persona humana.�Cada vez con más insistencia se presentan proyectos queponen los inicios de la vida humana en contextos diferentesde la unión matrimonial entre el hombre y la mujer.�
�Son proyectos apoyados con frecuencia por pretendidasjustificaciones médicas y científicas. En efecto, con elpretexto de asegurar una mejor calidad de la existencia através de un control genético, o de avanzar la investigaciónmédica y científica, se proponen experimentos con embrio-nes humanos y métodos para su producción que abren alpuerta a instrumentalizaciones y abusos por parte de quiense arroga un poder arbitrario y sin límites sobre el serhumano.�
�El contexto del amor matrimonial y de la mediacióncorporal del acto conyugal son el único lugar en el que sereconoce y respeta plenamente el valor singular del nuevoser humano llamado a la vida.�
�El hombre no puede ser reducido a sus componentesgenéticos y biológicos, que ciertamente forman parte tam-bién de su dignidad personal. Desde el instante misteriosode su concepción debe ser acogido y tratado como persona,creada a imagen y semejanza del mismo Dios.�
★ La dignidad de la familia
Las uniones o parejas de hecho no pueden ser equiparadasa la familia. El Papa ha denunciado que: �en algunos países,legislaciones permisivas, fundadas sobre concepciones par-ciales y erróneas de la libertad, han favorecido en los últimosaños presuntos modelos alternativos de familia, que no estánfundados sobre el compromiso irrevocable de un hombre y unamujer a formar una «comunidad para toda la vida».� 23
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Notas
1. Juan Pablo II, �Carta a las familias�, L´Osservatore Romano,Nº12, 25 de febrero de 1994, p.9.
2. Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, Nº51.3. Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium Vitae: sobre el valor
y el carácter inviolable de la vida humana, 25 de marzo de 1995,Nº97.
4. Juan Pablo II, Carta Encíclica Veritatis Splendor, Nº20.5. P. Servais Pinckaers o.p., L´Osservatore Romano, Nº48, 26 de
noviembre de 1993, p.12.6. Juan Pablo II, Christifideles Laici: vocación y misión de los
laicos en la Iglesia y en el mundo, Nº16.7. Juan Pablo II, �Carta a las familias�, ob. cit., p.8.8. Juan Pablo II, �Discurso al Congreso teológico-pastoral
sobre la Humanae Vitae�, L´Osservatore Romano, Nº49, 3 dediciembre de 1993, p.8.
9. Pablo VI, Carta Encíclica Humanae Vitae, Nº16.10. Juan Pablo II, �Mensaje a la Secretaria general de la
Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre laPoblación y Desarrollo�, L´Osservatore Romano, 8 de abril de1994, p.11.
11. Juan Pablo II, �Las enseñanzas de la Humanae Vitae y dela Familiaris Consortio sobre la procreación responsable�,L´Osservatore Romano, 23 de octubre de 1983, p.20.
12. Juan Pablo II, �Carta a las familias�, ob.cit., p.9.13. Juan Pablo II, �Las enseñanzas de la Humanae Vitae y de
la Familiaris Consortio sobre la procreación responsable�,ob. cit., p.20.
14. Juan Pablo II, Enc. Carta Encíclica Veritatis Splendor, Nº24.15. Diario El País, Montevideo, 28 de enero de 1993.16. Juan Pablo II, �Mensaje a la Secretaria general de la
Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre laPoblación y Desarrollo�, ob. cit.
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17. Mahatma Gandhi, Todos los hombres son hermanos, Soc. E.Atenas, Madrid 1984, pp.156-157.
18. Juan Pablo II, "Discurso a un congreso teológico-pastoralsobre la Humanae Vitae", 26/11/93, L´Osservatore Roma-no, Nº49, 3 de diciembre de 1994, p.8.
19. Roma, 9 al 11 de diciembre de 1992.20. Material extraído del folleto �¿Cuando comienza la vida? El
aborto y los derechos humanos�, Editado por National Rightto Life Education Trust Fund, Washington.
21. Material extraído del folleto �¿Cuándo comienza la vida? Elaborto y los derechos humanos�, op. cit.
22. �Discurso a la reunión de expertos sobre los métodosnaturales de regulación de la fertilidad�, 11 de diciembrede 1992, L´Osservatore Romano.
23. Juan Pablo II a los profesores y alumnos del InstitutoPontificio �Juan Pablo II�, para los Estudios sobre el Matri-monio y la Familia de la Universidad Pontificia Lateranense,31 de mayo de 2001.
Índice
PRIMERA PARTE
Introducción ..................................................... 3
1. La educación de la concienciaen el evangelio de la vida ............................. 5
2. �Maestro bueno, ¿qué he de hacerpara conseguir la vida eterna?� .................... 7
3. La maternidad y paternidad responsables ... 9
SEGUNDA PARTE
4. Vida. amor conyugal y espíritu .................. 11
5. Conocimiento del lenguaje delcuerpo y sus ritmos de fertilidad................ 15
6. Los métodos naturales:la alternativa auténtica .............................. 17
Notas .............................................................. 21